´ FEDERAL DE POLICIA ´ UNION
WINDSOR, PLANTA 21 El rascacielos Windsor, en la city madrileña, se derritió a 1.000 grados por un incendio devastador (*) Por Lorenzo Silva
Trabajé durante casi tres años en el edificio Windsor. La mayor parte de ellos, en la planta 21. Por aquel entonces era la sede de Arthur Andersen, donde inicié mi carrera profesional (primero como auditor de cuentas y luego como abogado).
A
rthur Andersen ya no existe (cayó desintegrada, como re-
uno se sentía como un prisionero o como un galeote bajo la cubierta de la galera. Pero cordarán algunos lectores, también acabábamos tras amparar uno de sus cogiéndole cariño, porauditores el maquillaje de que durante los años las cuentas de la empresa que cada uno pasó allí, norteamericana Enron, que fue más nuestro hogar luego daría desafortunaEn la imagen, el escritor Lorenzo Silva, autor del que ningún otro sitio, damente en quiebra). Y el artículo incluida nuestra preedificio Windsor también sunta casa (al menos, es historia. Uno siente que Amor y odio si había que medirlo de pronto se ha borrado una por el tiempo que vivíamos en parte de su pasado, una par- Para los que trabajábamos en te en mi caso más corta que la él, el Windsor era un edificio de otros (muchos miles de jó-
que provocaba sentimientos en-
venes profesionales españoles
contrados. A veces lo odiába-
pasaron por esa firma y ese
mos, sin paliativos, porque en
edificio). Y resulta inevitable
él pasábamos muchas horas,
evocarla, aunque sea en unas
bregando con un trabajo duro y
líneas. No sé si podré repre-
a veces más que tenso, y porque
sentar a los demás, pero me
en sus entrañas había demasia-
permitiré intentarlo.
das salas sin ventanas donde
Revista de ciencias policiales de UFP
“La torre tenía 106 metros de altura y 32 plantas. Estaba situada en pleno centro financiero de Madrid”
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