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Sociedad Científica Española de Criminología

ra con Antonio Asunción, con Juan Alberto Belloch y con Paz Fernández Felgueroso. Fue Antonio, cuando se estaba muriendo, quien me dijo: Manuel tienes que escribir esto – yo en sus últimos minutos intentaba distraerlo contando batallas del abuelo cebolleta-, tienes que escribir esto porque es la historia de España.

Yo le contesté: “no me metas a mí en ese marrón. Escríbelo tú que eres millonario y no tienes que responder ante nadie”. No creí que se fuera a morir, pero empezó a quejarse de dolores en las piernas, le pusieron una inyección calmante y ya no despertó. En esa conversación inmediatamente anterior a la muerte, nació mi compromiso de escribir este libro.

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P.- ¿Cómo ha sido el trato con la editorial y con la directora del sello, Marta Robles? ¿Le han dejado absoluta libertad en todo lo que cuenta?

R.- Marta Robles, que andaba ideando y organizando la colección sin ficción, fue la primera que me ”tiró los tejos”. Es muy fácil sucumbir ante Marta. Ella y Gregory Kerrigan, direc-

“Me consta que en el País Vasco se ha silenciado mi libro. Lo he presentado en toda España menos allí”

Portada del best seller Prisiones, putas y pistolas. El periódico Todo Literatura lo incluyó en segunda posición de entre los diez mejores libros de no ficción e historia de 2021

tor de Al Revés, solo me dieron facilidades. Ni una palabra de censura. La única exigencia, de acuerdo con el título de la colección, es que la novela fuese sin ficción. Nada más. Estoy contento de haberme encontrado con esta magnífica editorial.

P.- ¿Se ha autocensurado escribiendo su libro?

R.- ¿Tengo que ser sincero? Sí. Reconozco que el libro tiene frases y situaciones impactantes. Todas son reales, no me he inventado nada, pero en algún momento me he mordido la lengua porque hay gente a la que no he querido comprometer. Por ejemplo, de guardias civiles y policías y algún funcionario que me ayudó no he dicho ni diré jamás los nombres, aunque todo aquello haya prescrito por el tiempo pasado.

Me han puesto verde en algunos foros haciéndome aparecer como un fantasma con afán de protagonismo. ¡Cojones! – he oído en algún sitio- ¡Parece que lo hubiera hecho todo él solo! Nada más lejos de la realidad. Yo no soy el protagonista del libro. En todo caso soy el narrador. Los protagonistas auténticos son Antonio Asunción, Isidro Etxabe y Jon Urrutia, aunque a mi también me señalaran entonces los

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