La realidad de las juventudes en América Latina

martha lucía Gutiérrez Bonilla* LA REALIDAD DE LAS JUVENTUDES EN AMÉRICA LATINA

El simposio Aproximación a los mundos juveniles. Retos para la investigación y acción con juventudes reunió el 2 de noviembre en la Universidad Javeriana a un grupo de expertos de Brasil, México, Chile y Colombia para analizar la situación de las juventudes de América Latina y vislumbrar retos de acción. Análisis.

Algunos de los investigadores internacionales reunidos en un salón del edificio Jorge Hoyos, S.J.

En América Latina uno de cada cuatro ciudadanos es joven y su situación es poco alentadora.

Venimos de un déficit económico agudizado por la pandemia, con una importante pérdida de empleos, especialmente para las juventudes. Cuando hay empleo son precarios y el mercado laboral se ha “uberizado”; los trabajos digitales son una salida para ocupaciones ligadas a las ventas, el arte digital y algunos emprendimientos, pero sin ninguna garantía. Las actividades del crimen organizado siguen capturando jóvenes en todos los países. Más de dos millones de jóvenes no regresaron al sistema educativo después de la pandemia y una significativa fragilización de sus vidas afectivas irrumpen las aulas y los hogares con un incremento de problemas de salud mental.

Se calcula que el retroceso de las juventudes respecto a sus proyectos de vida es de casi 18 años. Si bien la familia fue un soporte para ellos durante lo más crítico de la pandemia, ella está en crisis, no solo en lo económico sino en lo que se refiere a la centralidad que esta ocupa en la vida de las juventudes. El tiempo se ralentizó, el espacio de amigos y ocio se perdió, alterando sus afectividades. Su grupalidad se volvió algo ajeno o inexistente. Desconocemos lo que aconteció con las juventudes rurales más allá de las limitaciones de conectividad y los truncados procesos educativos. Podríamos sintetizar este panorama como cursos de vida obstruidos y espacios y tiempos existenciales fragmentados.

Bajo esta realidad resalta un entramado dinámico de participación e incidencia política de las juventudes, no solo en las protestas de 2019, 2020 y 2021 por América Latina, sino también en formas diversas de organización. Son ejemplo de ello los grupos feministas que reivindican agendas de igualdad y de eliminación de violencias, los antimilitaristas que trabajan por eliminar la obligatoriedad del servicio militar, colectivos de masculinidades libres que buscan formas de relacionamiento igualitario, colectivas que luchan por la paz y la reconfiguración de territorios violentos o que centran su acción en la recuperación y defensa del medio ambiente. Profusas formas de incidencia, de politicidades que crecen y aportan a la construcción de sociedades más justas. Pero estos destellos de esperanza tienen enemigos como: la baja confianza de los jóvenes en las instituciones, en particular las del Estado, que no llega ni al 20% en Iberoamérica. Se suma a lo anterior, la incredulidad en la democracia y la política: menos del 30% de los jóvenes de Iberoamérica piensan que los líderes políticos tienen en cuenta sus ideas y necesidades; menos del 45% vota en elecciones nacionales y en promedio solo el 49% de ellos considera que tiene libertad de expresión en su país.

Lo anterior compromete a investigadores jóvenes y no jóvenes en la construcción y difusión de un conocimiento multisituado que promueva la generación de conocimiento desde la acción y militancia de las juventudes y que ella dialogue con las visiones adultocéntricas de la juventud para romper imágenes deslegitimadoras de los jóvenes y ofrezcan alternativas en la comprensión de los mundos juveniles. Es fundamental mejorar los espacios deliberativos y desarrollar políticas públicas que enfrenten el ecosistema de las redes sociales y lo integren. Por último, es necesario la creación de una cultura de paz y reconciliación fundada en procesos que comprendan la interseccionalidad y desde allí promuevan e instalen la justicia social, la dignidad y la equidad

* Directora del Observatorio Javeriano de Juventud y profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales