3 minute read

Alumnado del CCH N participa en el programa

PAUTA y desarrolla habilidades científicas

Isabel Alcántara Carbajal

Advertisement

La profesora Iseo Aguilar Ramírez es docente en la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Naucalpan y actualmente imparte las asignaturas de Biología I a IV. Ha incorporado como parte de su labor comprometida con la comunidad universitaria, la aplicación del Programa Adopte Un Talento (PAUTA), el cual busca detonar, impulsar y desarrollar el talento para las matemáticas en niñas, niños y juventudes, con el objetivo de formar una ciudadanía con habilidades científicas comprometidas.

La profesora lleva tres años recibiendo preparación continua en este programa para aplicar actividades al estudiantado de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Naucalpan. Este programa ha resultado estimulante y gozoso para la profesora, pues tiene la oportunidad de integrarse a sesiones de trabajo en línea con docentes que laboran desde nivel primaria hasta bachillerato para desarrollar las actividades unitarias que más adelante cada docente aplicará con sus grupos. Las sedes del Programa se encuentran en el Instituto de Investigaciones Nucleares de la UNAM, Casita de las Ciencias en Universum, Michoacá n, Chiapas y Morelos. Aunque en el Estado de México no hay una sede, la profesora recibe la formación de la sede de Querétaro.

PAUTA parte de que todos los chicos ya tienen habilidades científicas, pero que muchas veces no saben que cuentan con ellas. Ante este desconocimiento, resulta complicado que las desarrollen y las apliquen o que, inclusive, descubran que tiene facilidades para las ciencias. Las actividades planteadas en el programa son lúdicas y, a decir de la profesora, divertidas, pues le permiten al estudiantado aplicar conocimientos matemáticos en contextos inesperados, como puede ser la pintura y dibujo con apoyo de las tablas de multiplicar. Esto les permite, además, reconocer las relaciones entre disciplinas aparentemente inconexas. Para la docente esto representa un reto mayor, pues no sólo aborda temas de sus asignaturas, sino de las otras áreas del conocimiento; implica la necesidad de considerar la Ciencia no como una respuesta, sino como la puerta a muchas posibilidades y, además, le ayuda a compartir la emoción de aprender, aunque no siempre se logren todas las actividades.

Además de la aplicación de conocimientos matemáticos en contextos inesperados, los alumnos deben desarrollar su creatividad para la resolución de problemas concretos. Muestra de ello es una actividad donde con la ayuda de papel y pegamento, deben construir un puente de las características y dimensiones que deseen. Al planteamiento anterior, le suman criterios de dificultad como el hecho de que estos puentes deben ser resistentes. Este tipo de actividades desarrollan habilidades científicas para aplicarlas más adelante en el desarrollo de un proyecto de investigación en toda forma.

Los proyectos de investigación que desarrollan a lo largo de un año las y los participantes del programa tienen la premisa de atender las necesidades de las comunidades de donde provienen sus estudiantes. Ejemplo de ello son los egresados del plantel Naucalpan Kennya Amaya Navarro y Noel Marcelino Reyes, actualmente estudiantes de medicina y quienes iniciaron sus proyectos investigando sobre productos para controlar la diabetes, pues la madre del estudiante realiza un preparado a base de hierbas para controlar la diabetes. Dicho producto es de alto consumo en la comunidad indígena a la que pertenece. Debido a que el protocolo de sanidad del programa impide que el producto sea probado en personas, decidieron realizar un proyecto sobre sustitutos de azúcar.

Cabe destacar que otro punto interesante de este programa es que los participantes no sólo reciben el apoyo de sus docentes. Si bien estos profesores y profesoras son quienes captan su atención y les inician en el proceso al desarrollar sus habilidades científicas por medio de las actividades unitarias, para el desarrollo del proyecto se les asignan mentores, investigadores que se dedican al desarrollo de las Ciencias. Aunado a esto, el programa cuenta con distintos apoyos y becas que les permiten, incluso, realizar estancias en el extranjero. Como parte del jurado calificador de los proyectos, distintas instituciones califican para reclutar talentos y así continuar brindando apoyos económicos. En el caso de Kennya y Noel, recibieron un reconocimiento por parte de PAUTA, pero también Noel recibió reconocimiento de parte de la BMW, quien le invitó a participar en una conferencia internacional el 3 de septiembre de 2021.

Al inicio de su experiencia con el programa, la profesora Aguilar sólo invitó a algunos cuantos estudiantes, pero este año se decidió a dar el salto y aplicar el método con todo su grupo. Los primeros resultados han sido favorables, pues sus estudiantes han logrado obtener reconocimiento a nivel estatal y nacional. Sin embargo, esto no es lo principal; para ella, las habilidades que se desarrollan a lo largo de todo el año de trabajo resultan importantes para la formación del estudiantado, pues para quienes deciden dedicarse a las ciencias, PAUTA representa también una oportunidad de vinculación con institutos de investigación y empresas interesadas en desarrollar sus proyectos.

La vinculación de este programa con el modelo educativo del CCH, permite que el alumnado desarrolle habilidades científicas de forma autónoma y, al mismo tiempo, formen enlaces con instituciones y oportunidades muy variadas. Gracias al esfuerzo de docentes comprometidos con su labor, como en el caso de la maestra Iseo Aguilar Ramírez, las y los estudiantes rompen su esquema sobre la labor científica y logran acercarse a ella de una forma mucho más lúdica y con un objetivo de beneficio para su comunidad. Al mismo tiempo, destacó la profesora, ella mantiene su mente siempre abierta al aprendizaje y a descubrir nuevos puntos de vista, una cualidad inherente de la comunidad ceceachera.

This article is from: