EXPOSICIÓN CREDITICIA CRISTIANA DEL CARÁCTER SERVICIAL APOSTÓLICO A LA DEIDAD, TESTIMONIAL DE FE Y A LA CONCIENCIA RACIONAL AL PUEBLO DE DIOS “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad...” (Tito I. 1) I. “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo...” La exposición del Reino de Dios. El Reino cristiano de Dios entre los hombres. La Deidad y su carácter cristiano, representado por su humanidad. La recreación del sistema de vida humano como obra cristiana de Dios. La puesta en la perspectiva correcta de la Deidad y su máxima obra creativa, como testimonio de sus recreaturas; hoy conciliadas y en armonía total con su voluntad y propósitos, y guardando toda proporción hijo de hombreCreador e hijo-Padre. La profesión sublime de la vocación cristiana. Ni más ni menos, las credenciales personales del instrumento en activo del ministerio espiritual. La doble acreditación del varón cristiano. El embajador de la Deidad cristiana. La vocación espiritual apostólica cristiana. La conferencia, transmisión y revelación de todo lo concerniente a La Divinidad y a su sistema de vida espiritual, en el sistema de vida espiritual cristiano militante. Presente: II. “...conforme a la fe de los escogidos de Dios...” El Sólo Soberano Dios. La expresión de la soberanía divina como experiencia de vida cristiana, una vida de “sola fe, sola gracia”. La gracia como reguladora de la relación del cristianismo con su Señor y Dios, y la fe como norma de la vida espiritual en militancia. Testimonial de una relación exclusiva entre el cristianismo y La Deidad Cristiana. Dios y el Reino de Dios, conforme a su elección. La preeminencia, en la relación cristiana con La Divinidad, no de la respuesta optativa-electiva del hombre a Dios, sino con base en la soberanía divina, en su elección. El cristianismo, no es la suma de cada uno de aquellos profesores de la fe, a manera de electorado a Dios, sino de los escogidos por Dios. Como testimonial del Reino de Dios, el cristianismo es, no una democracia, sino una Teocracia. Es el dictado de la fe. La fe como la necesidad humana, para fines de piedad. La piedad, es: La propiedad sustancia y esencia correspondiente a Dios.
III. “...y el conocimiento de la verdad que es según la piedad...” La con-ciencia-verdad-realidad de Dios. La verdad, como desafío de toda la experiencia de vida natural humana. Hasta ser la mayor contradicción, para el hombre y sus pre establecimientos. La relación íntima entre la verdad y el bien, como bien supremo. La verdadera ciencia cristiana, revestida por todo el bien como propiedad espiritual de Dios, esencia y substancia, el valor fundamental de su Reino. La revelación del carácter moral de la verdad. El por qué el intelectualismo, distanciado enajenado de todo bien hacer, es inútil, vacío, hueco y sutil. La perfecta justificación de: “El temor a Jehová, es el principio de la sabiduría.” La justificación también de la exclusividad de: “cosas que ojo no vio, ni oído oyó… son las que Dios ha preparado para los que le aman.” Es, por tanto, la evidencia sobre evidencia, de la con-ciencia y perfectamente plena racionalidad de la experimentalidad de Dios. La conciencia cristiana plena.
LA DEIDAD, SU PERSONA: ESENCIAL Y SUSTANCIALMENTE PERFECTA; ASÍ COMO SU CAPACIDAD ACTIVA, MEDIANTE DECRETO; EL FUNDAMENTO DEL SISTEMA DE VIDA ETERNO Y DEL CRISTIANISMO “…en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos…” (Tito I. 2) I. “…en la esperanza de la vida eterna…” La Consistencia del cristianismo existencial militante. Ciertamente un estilo de vida harto complejo. Consistente en integrar armónicamente, en la experiencia de cada creyente, por fe, la vida eterna. Por eso no es parte de cada ser humano. Por eso, cada creyente vive en esper/a/nza de su toma de posesión de la herencia prometida. El cristianismo militante, racionalmente consciente de su condición humana mortal, como su mayor necesidad. La causa de su dependencia a Dios. Su filiación con el primer Adán. El reconocimiento del origen divino de sus primeros padres. La muerte, como consecuencia de su desobediencia y transgresión a Dios y sus mandatos. Y el acogimiento del evangelio cristiano para efectos de vida eterna. II. “…la cual Dios, que no miente…” Exposición revelacional de La Deidad moralmente perfecta. El ser Dios. El Garante Ser Dios. La integridad Dios, expresada en función de su relación y acciones con su creación y pueblo cristiano. La eternidad como tema de vida, propio de la Deidad. La dialéctica en su más pura y perfecta expresión. La dialéctica transitando de su pureza a su potencia dinámica y activa. La dialéctica y su obra creacionista. Por ello La Palabra de Dios es, eso, la mayor de sus expresiones por gloriosa, autoritativa, eterna, fiel, verdadera, activa y sobre todo personal. Fuente de la vida eterna y de toda bendición, pero también origen de este sistema viviente y visible, como fundamento y garantía de su promisorio abundante.
III. “…prometió desde antes del principio de los siglos…” La eternidad, El decreto anticipado de Dios como pertenencia del cristianismo. Mediante decreto, se creó este sistema viviente. Mediante decreto, se determina la
vida eterna para los redimidos de entre los hombres. Ya ha sido exhalada La Palabra, como mandato autorizado de La Deidad, diferido para un futuro inmediato, en el cual se cristalizará su efecto, en el Reino Cristiano de Dios. La acción de La Deidad, solamente atestiguada por la misma eternidad, como investidura propia, y referida mediante el registro escrito de carácter apostólico cristiano. Una promesa que no pudo ser hecha original e inicialmente a ninguna criatura. Una promesa que por consecuencia natural, sólo pudo ser hecha consigo mismo. Como promesa, atestiguada por la suma teológica en el seno de la eternidad. El diálogo teológico de Dios. La base del cristianismo y de su fe. El cuando no existía siquiera el concepto visible, menos la creación. El cuando la visibilidad no empañaba la eterna realidad verdadera. La realidad de Dios.
LA PALABRA GLORIOSA, ETERNA, FIEL Y VERDADERA DE DIOS; EL EVANGELIO CRISTIANO Y SU REVELACIÓN A LOS HOMBRES COMO IMPERATIVO VOCACIONAL APOSTÓLICO “…y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador...” (Tito I. 3) I. “…y a su debido tiempo manifestó su Palabra…” Las iniciativas de Dios estableciendo el diálogo con los hombres. La revelación del carácter preeminentemente dialéctico de La Divinidad. El Dios, en sí y por sí mismo comulgante y relacional. Completamente pleno y enérgicamente rebosante. En conformidad consigo mismo y la expresión de su soberanía, prefijando los tiempos del cumplimiento de sus designios, ni antes ni después. La sujeción ordenada y organizada de la creación en todo su proceso de consumación. La siempre presente persona del omnipresente Dios, pero mediante manifestación especial en el tiempo propiamente señalado, y a través de instrumentales mediáticos escogidos desde antes de la fundación del mundo, y en su sola y sapientísima voluntad. Las irrupciones de Dios en el sistema de vida presente. Acciones revelacionales de Dios. II. “…por medio de la predicación que me fue encomendada…” La encarnación humana de La Palabra de Dios. El don inefable de Dios a los hombres, rehabilitándoles como instrumentales kerigmáticos de su persona y obra. El revestimiento humano de La Palabra de Dios. La vocación de Dios a los hombres. La articulación del lenguaje de La divinidad, como medio de expresión hecha parte de la experiencia humana. Voceros de La Deidad. Embajadores cristianos a los hombres. La aseguranza divina en aras de lograr un diálogo efectivo con los hijos de los hombres. La predicación, el mecanismo por excelencia, para comunicar-revelar a Dios y su Reino. El reclamo consecratorio del hombre por parte de Dios, santificándole para el ejercicio idóneo de su vocation. La dedicación apostólica al ministerio de la predicación del evangelio cristiano.
III. “…por mandato de Dios nuestro salvador…” La voluntad Divina a los hombres. Mediante decreto oral, La palabra de Dios, cumpliendo el propósito para lo cual es enviada, en reclamo personal de su instrumento articulador y dictivo. Las acciones integrales de Dios para la salvación de los hombres. Un caso del carácter irresistible del llamamiento de Dios a su escogido. La constitución instrumental del hombre para fines testimoniales. Otro caso, de cuando La Palabra de Dios, por decreto se apropia de la vida del hombre para la gloria de Dios. El evangelio cristiano autoritativo, con fundamento en la autoridad propia de Dios. La comisión apostólica de la predicación del evangelio cristiano contando con toda la autoridad De Dios. El evangelio cristiano, es la misma Palabra de Dios, aunque proclamado por medios humanos. Dios sigue siendo su autor, y sigue siendo: La Palabra de Dios.
DIÁLOGO EVANGÉLICO DE LA DEIDAD CON EL HIJO DE LA FE CRISTIANA, ACCIONES DE CARÁCTER LEGITIMARIO Y PARA LA CONFERENCIA DE BONDADES, BENIGNIDADES Y AFECTOS ESPIRITUALES PROPIOS DE LA DIVINIDAD CRISTIANA “…a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.” (Tito I. 4) I. “…a Tito, verdadero hijo en la común fe…” Reconocimiento personal cristiano y legitimario de la filiación a La Deidad. El fruto de la fe cristiana. El mensaje personal de La palabra de Dios. Reconocimiento de los hijos de Dios de entre los hijos de hombre. Testimonial de la fe cristiana y su fructificación entre los hombres, exponiendo su eficiencia y suficiencia para engendrar hijos espirituales a Dios. La familia de Dios reconstituida de entre la humanidad. El diálogo exclusivo entre Dios y sus hijos. La vocación cristiana de los hombres con su origen en Dios, dignificante, dignísima=(el llamado que Dios hace por nombre propio al cristiano, testimonial de su complacencia plena con el fruto de sus acciones adoptivas) II. “… Gracia, misericordia y paz…” El mensaje de buenaventura de La Palabra de Dios al “verdadero hijo en la fe”, testimonial de la nueva dispensación cristiana de La Divinidad y sus atributos a los hombres. Bajo la antigua dispensación, la comunión de los hombres con Dios fue drásticamente condicionada, y limitada en extremo por la incompatibilidad substancial y esencial entre ambos. Bajo la presente dispensación, Dios mismo, se acerca a los hombres bajo las predeterminaciones cristianas de “gracia, misericordia y paz” y la mayor predeterminación: su carácter como “…Dios nuestro Padre…”. Testimonial de la armonía y plena conciliación del Dios cristiano y su pueblo de la misma sustancia cristiana. A la vez, testimonial de la ausencia de conflictos y enemistades. La plenitud del ministerio cristiano reconciliador, en términos filiales a Dios. La amplísima dimensión del ministerio cristiano, engendrando hijos a Dios. III. “…de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.” La potencia moral divina, en suma, “fuente de
la vida eterna y de toda bendición”. El carácter Benedicto de La Divinidad. En el diálogo temprano que La Deidad ha establecido con el cristianismo humano, ha sido manifiestamente revelada su consistencia substancial personal, y no hay duda, en el marco del Reino eterno de Dios, no hay semejanzas, ni sombras a manera de otras entidades, como participantes del ser Dios. No hay feminismos de osada deidad, ni fenómenos maternos, ni héroes de la fe entronados, ni virginidades sobrenaturales, nada, solo la Suma Deidad Cristiana. La reivindicación del mensaje como Palabra de Dios al “…verdadero hijo…” con la firma propia de La Divinidad. La Palabra Escrita Inspirada revelada de Dios al “…verdadero hijo en la común fe…”.
LA EDIFICACIÓN DEL CRISTIANISMO, HASTA SU COMPLETO PERFECCIONAMIENTO, EL MANDATO APOSTÓLICO CRISTIANO DE LA PALABRA DE DIOS AL “VERDADERO HIJO EN LA COMÚN FE” CRISTIANA “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé.” (Tito I. 5) I. “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente...” Justificación de la constitución personal del “verdadero hijo en la común fe” Cristiana. Testimonial del Reino Cristiano Militante de Dios, de tiempo y de su espacio. La confirmación de la voluntad divina y su carácter personal. Sin lugar a dudas el ministerio funcionario Cristiano. Declaración de misión y propósito. El reclamo divino de la persona Cristiana, con carácter de exclusivo, para la obra a la que ha sido llamado. La prosecución de la perfección del sistema de vida Cristiano. El cristianismo, como todo el Sistema de vida correspondiente al Reino de Dios, encarnado en y por los hombres, y debido a su característica humana, requiere perfeccionamiento. Así se justifica el ministerio vocacional Cristiano del “verdadero hijo en la común fe”. Acciones correctivas, que implican el ejercicio del discernimiento crítico y sano juicio Cristiano, para el cumplimiento de la ordenanza apostólica Cristiana. II. “...y establecieses ancianos en cada ciudad...” La elección divina, la norma regente en la constitución y establecimiento de ministros de culto Cristiano, la prerrogativa del “verdadero hijo en la común fe”. La autoridad Cristiana, delegada como facultad de suyo para fines de corrección y edificación del cristianismo. Así prevalece y se perpetúa en el seno del cristianismo, el modelo teocrático de gobierno. El cristianismo, nada sabe de sistemas democráticos en lo que se refiere a la constitución ministerial y más allá, en todo el diseño del Sistema de vida propio de La Deidad. Es La Palabra Autoritativa de Dios, la que dispone reguladoramente el orden. En lo que se refiere al perfil personal de los elegidos, “ancianos”. El criterio de elección, sigue siendo
divino. Testimonial que atestigua la disposición de la casa de Dios, el santuario divino, el templo del Espíritu Santo, por mediación del instrumental apostólico de la Deidad. III. “...así como yo te mandé.” La Palabra autorizada Apostólica Cristiana Eterna de Dios en plena vigencia, reclamando el carácter apostólico doctrinal como fundamento y cimiento del cristianismo. La consistencia de los fundamentos del cristianismo “apóstoles //y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”. Aunado a las ordenanzas y mandamientos cristianos, la presente ordenanza apostólica, por acción delegatoria Cristiana, demanda su cumplimiento fiel y responsable. Testimonial epistolar y con carácter de demanda al “verdadero hijo en la común fe”. Evidencia del grado de responsabilidad humana-cristiana ante Dios, a causa de las condiciones que guarda su santuario. Una obra, imperfecta, inacabada, con equívocos e incorrecciones, es el testimonio de la irresponsabilidad y desobediencia del presente Sistema de vida Cristiano, al mandato de la palabra autoritativa de La Deidad Cristiana.
LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA DE DIOS Y SU EXPOSICIÓN DEL PERFIL DEL ANCIANO MINISTRO DE CULTO Y PARA LA EDIFICACIÓN DEL CRISTIANISMO “…el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.” (Tito I. 6) I. “…el que fuere irreprensible…” Espiritual, civil y moralmente íntegro. Sin reprensión. La persona correcta e idónea. El fruto personal viviente del cristianismo de Dios. No un producto meramente humano, pues no los hay de tal consistencia. El ministerio funcionario cristiano, como ministro de culto, es una conclusión válida que justifica la importancia de construir y edificar la vida personal con las virtudes y propiedades cristianas. Siempre en toda generación, en todos los tiempos de la relación de Dios con los hombres, llega el momento de la elección y constitución para la edificación de su Reino. El tiempo del o los escogidos de Dios. Incluso por encima de los hombres y su propia programación de las estructuras. Porque Dios y su Reino lo demandan. Es el tiempo de buscar y rebuscar el producto cristiano entre los hombres. II. “…marido de una sola mujer…” La predeterminación apostólica de La Palabra de Dios, de la condición monógama en la relación matrimonial, y ésta, de propiedad absolutamente heterosexual. Testimonial de la soberanía de Dios presente, por las disposiciones que rigen el cristianismo como sistema de vida espiritual y militante, así como por la regulación de los ministros cultuales. No es el matrimonio obispal, o de ancianos, o pastoral. Es relativo a la condición civil del anciano, ministro de culto. Antes, hoy mismo y después, los modalismos y costumbres sociales, incluso las cambiantes legislaciones civiles, como todo un desafío a las disposiciones de La Palabra de Dios, ellas mismas terminan por justificar su procedencia de necesidad. Y esto debido a que existe siempre la tendencia, incluida la iglesia, de cambiar la palabra por los ejemplos sociales, que para tal fin son improcedentes y son malos. III. “…y que tenga hijos creyentes que no estén acusados
de disolución ni de rebeldía.” El carácter familiar del cristianismo. Exposición de la eficiencia y suficiencia y de los alcances del evangelio cristiano entre los hombres. Las acciones cristianas de La Divinidad garantizando la integración familiar humana a Su reino espiritual Cristiano Militante. Aquel individuo cristiano que ha llegado a ser experimentalmente completo, en cada etapa de la vida cristiana, es apto para el obispado. El individuo cristiano con un matrimonio fundamentado en La Palabra de Dios, con una vida familiar responsable y ejemplar, es candidato idóneo para la ministración de la más importante institución divina: La Iglesia de Cristo.
LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA DE DIOS Y SU RECLAMO DEL CRISTIANISMO, ESTE COMO INSTRUMENTO DE PIEDAD A LA DEIDAD, Y PARA ELLO PURIFICADO DEL VICIOSO ESTILO DE VIDA NATURAL HUMANO “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas…” (Tito I. 7) I. “Porque es necesario que el Obispo sea irreprensible, como administrador de Dios...” El testimonio apostólico de la fe Cristiana. El hombre cristiano como instrumental administrativo de la Deidad. Por ello, el reclamo espiritual y moral de la persona Cristiana, bajo santa obligación. La vocación Cristiana de carácter puramente espiritual. La demanda de la palabra de Dios de un instrumental enteramente perfecto. El perfil Cristiano de la elección divina para fines ministeriales. La normatividad de La Palabra de Dios para fines de elección ministerial. Testimonial del diseño moral del Sistema de vida Cristiano en su carácter orgánico (el elemento humano) La reivindicación divina a través del ejercicio responsable de la elección de sus instrumentos administrativos. Lo que el Sistema de vida cristiano es en el presente, es el fruto reflejo de las acciones puramente humanas, indiferentes y rebeldes a Dios y sus disposiciones. Pues: “todo lo que el hombre sembraré, eso también segará”. II. “...no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas...” Código de ética ministerial cristiana, y prohibitivo del pecado encarnado para fines de vida, y administración de la voluntad divina en su Reino Cristiano Militante. La ley moral de Dios y su carácter preminentemente Cristiano. Testimonial espiritual de Dios mediante su Palabra escrita, en acciones descalificadoras, reprobando la expresión viviente del pecado en el ser Cristiano. No es un testimonial exclusivista a los ministros de culto y que deje lugar para una doble regla de juicio que apunte relajadamente al grueso de la membresía Cristiana. Es la expresión de la perfecta voluntad de Dios en Cristo, para su Iglesia, y que deberá ser expuesta viva y personalmente por cada ministro de culto perfeccionado. Como administrador de la Deidad, sus valores apuntarán siempre a lo más puro y sublime, Dios mismo.
PERFIL CRISTIANO DEL ANCIANO MINISTRO DE CULTO, DE SUS PROPIEDADES MORALES Y ESPIRITUALES EN PERFECTA CONFORMIDAD A LAS DISPOSICIONES DE LA DIVINIDAD “…sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo…” (Tito I. 8) La capacidad articular de La Palabra de Dios, en lenguaje humano, de aquella persona humana-cristiana, encarnación de las mayores propiedades y virtudes espirituales y morales, pertenecientes a los ciudadanos del Reino Espiritual de La Divinidad. El perenne testimonial de La Palabra de Dios, verazmente fiel, y firmemente anclada, por gloriosa y autoritativa, y convirtiéndose en un bastión, columna y baluarte de la verdad, para siempre. A pesar de los mil y un esfuerzos del mal, y de uno que otro renegado que insensatamente cierra sus páginas, inescrupulosamente, como si con ello se pudiera cerrar la boca de Dios. O de aquellos que en acciones mal interpretativas, cambian su significado torciendo la verdad, y de los más, que ante su incapacidad para cubrir las exigencias morales y espirituales de La Divinidad, se dedican a constituir su ministros, propios de un sistema corrompido y manipulado por ellos mismos. Testimonial de vida cristiano y sus glorias, correspondiendo y conformándose a las exigencias de las disposiciones de la Palabra Apostólica Cristiana de Dios. Un testimonial incorruptible e incorrompible. Acciones únicas y propias de La Deidad, en aras de la edificación de su reino Cristiano Militante entre los hombres. La obra de Dios, irrepetible e inimitable. Destinada a evidenciar y ridiculizar todo cualquier esfuerzo de los “otros” sistemas vivientes por caricaturescos y fraudulentos. Sistemas que por su propio peso caen. Cual la consistencia espiritual del santuario de La Deidad, tal la de sus administradores. Administradores que bajo la economía de la religión, les bastaba con ceremoniales mecánicos para cubrir sus faltas morales. Testimonial cristiano que da fe del carácter efectivo del ministerio justificador cristiano. El cual no consiste solamente en una justificación legal, sino cuyos alcances son experimentalmente prácticos, y necesarios para rehabilitar instrumentalmente a los hombres para la gloria de Dios y Su Reino.
RECREACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA, TENIENDO COMO CAUSA LA GLORIOSA PALABRA DE DIOS, LA EVIDENCIA TESTIMONIAL Y REVELACIONAL DEL LOGOS ETERNO A LA HUMANIDAD, CON FINES REGENERADORES Y RECREATIVOS “…retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.” (Tito I. 9) I. “…retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada…” Condiciones características propias del anciano ministro de culto, como fruto del ministerio del evangelio cristiano, La Palabra Creadora de Dios. Propiedades características del evangelio cristiano de la gracia, sin mezclas ni diluciones ni impurezas. La necesidad por mérito de la proclamación de La Palabra de Dios, con fidelidad. La expresión cristiana y viviente de la soberanía de Dios, a través del ejercicio de su voluntad en el humano cristiano. La persona cristiana cuando engendrada por la palabra evangélica de Dios, se conduce encarnacionalmente espiritual. La viviente y personalmente legislación evangélica cristiana para vida. La vocación ministerial del anciano ministro de culto como arca del testimonio viviente, contenedor del glorioso evangelio cristiano. II. “…para que también pueda exhortar con sana enseñanza…” Propiamente concebido por La Palabra para proclamar la palabra. La obligada necesidad para el perfil kerigmático del anciano ministro de culto cristiano. Disposiciones normativas y apropiadas, que exponen la voluntad de Dios agradable y perfecta. Proposicionalmente consistentes y congruentes, por procedentes de Dios autoritativas y predeterminantes. Literalmente exhalando todo el consejo de Dios, para efecto y causa de regeneración. Un ministerio que demanda moral y espiritualmente al cristiano a que su humanidad no interfiera negativamente estorbando sustancialmente La Palabra predicada. Condición ministerial como fundamento y base para el anciano y su ministerio de proclamación. El ministerio de la predicación oral. III. “…y convencer a los que contradicen.” El hombre cristiano, anciano ministro de culto, como instrumental predicador de la Palabra de Dios, en su acción y efecto
recreativo. La obra de convencimiento, no humana, pero vista como la acción espiritual de La Palabra evangélica de Dios de carácter regenerador, recreador, engendrando hijos a Dios. Sí, a la vez, testimonial del carácter racional del evangelio cristiano, y su llamado fuerte y poderoso a las conciencias humanas. Sí, a la capacidad con toda competencia, de acción polémica y argumentativa con fundamento en la verdad, para con-vencer, salir triunfante de las apologías por la fe. La acción facultativa de Dios al anciano ministro de culto, para su eficiente quehacer apologético, mediante la esgrima diestra de La Palabra Evangélica, de dimensiones recreadoras y regeneradoras. A fin de que aquella obra apologética no sea la base del cristianismo humano de Dios, lo que significaría una obra solo de dimensiones intelectuales, pero no ontológicas. Y la necesidad humana, sí es intelectual, pero mayormente de alcance ontológico espiritual.
LA CONSIGNA Y DENUNCIA TESTIMONIAL DE LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA DE DIOS DEL ANTICRISTIANISMO, CARACTERIZADO POR LA REBELDÍA, EL ENGAÑO Y LA FALSA RELIGIÓN “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión…” (Tito I. 10) I. “Porque hay aún muchos contumaces…” La exposición de La Palabra de Dios a manera de revelación de aquella consistencia humana, pretendidamente cristiana, pero que en su mundo ideológico no ha llegado la conversión, regeneración y nuevo nacimiento. Hombres que son verdaderos artífices para la contradicción, la rebeldía y la oposición. El reino humano vs el reino de Dios. La lucha de dimensión volitiva entre hombres que obstinadamente resisten, y la voluntad divina. La mención aparte, mediante la Palabra apostólica de Dios, de aquella especie de seres, que se encuentran entre el cristianismo y el humanismo, pero sin pertenecer a ninguno, más bien renegados. Para quienes no proceden las bondades del evangelio, y no son parte tampoco del Reino Cristiano de Dios. Sólo el juicio inflexible de Dios y su consecuencia última, la condenación eterna proceden. II. “…habladores de vanidades y engañadores…” Seres réprobos, rebosantes de corrupción. Exhaladores de esterilidad e infructuosidad, seres de existencia efímera. La evidencia testimonial de La palabra Apostólica Cristiana de Dios, del despropósito en el que incurren los hijos de los hombres, al degenerar el don de la palabra hablada, como facultad otorgada por el Dios Creador a sus primeros padres. La Palabra de Dios vs la palabra de los hijos del hombre. La consigna testimonial de Dios de las filosofías humanas por huecas y vacías, carentes de substancial fundamento y que definen el sistema de vida humano como vano, engañador, corrupto y defraudador. El juicio moral de Dios sobre acciones moralmente malignas de los hijos del hombre, reprobando y descalificando su pretensiosa presunción. Exponiendo el pecado, que se disimula detrás de acciones parlanchinas con afanes justificativos.
III. “…mayormente los de la circuncisión…” El repudio y condena de actos meritorios humanos, basados en su propia capacidad religiosa y cuando son esgrimidos como credenciales gloriosas, pero obligatorias para reclamo a Dios de posiciones y privilegios y, en relación con el hombre, sujetarle a obligaciones sociales para negociar su sentido de pertenencia. La exposición del humanismo, a través de su rostro más fraudulento, la religión. Cuando se pretende manipular a Dios en la persecución de fines malignos. Cuando se apela a la conciencia religiosa y la devoción de los hombres para, pretensiosa y engañosamente, negociar los dones propios del Reino Espiritual Cristiano de Dios. La advertencia de La Palabra de Dios, a través de señalamientos precisos, para salvaguardar la integridad de su evangelio de Gracia, y a la vez la integridad de Su Pueblo y su Reino, de aquel humanismo encarnizado que amenaza con diluir y corromper la gracia divina.
TESTIMONIAL EXPRESIVO DE AQUEL SISTEMA MAGISTERIAL OPOSITOR, CONTRADICTOR, ANTAGÓNICO Y ANTITÉTICO AL EVANGELIO DE LA GRACIA, POR SUS FRUTOS FUNESTOS Y SU ALTO PRECIO ENTRE A LOS HOMBRES, QUE SIN MAYOR CONVENIENCIA, ES CONSIGNADO HASTA EL REPUDIO Y LA CONDENACIÓN MISMA “…a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.” (Tito I. 11) I. “…a los cuales es preciso tapar la boca…” El consejo instruccional de La Palabra Apostólica Cristiana de Dios, a los ancianos ministros de culto, con relación al proceder obligado y necesario hacia los pervertidores del Evangelio de La Gracia. Justificación de las acciones electoras selectivas de Dios con enfoque apologético y controversial de los falsos maestros. La Palabra apostólica de Dios reveladora de sus designios y fundamento para la decidida confrontación y polémica por la fe cristiana. El exordio de la Palabra no tiene que ver sólo con cerrar los oídos a palabras necias, mucho menos al desistimiento de la misión kerigmática, por el contrario, sí a esgrimir La Palabra Evangélica Cristiana, para derribar los muros intelectuales y volitivos del mensajero de mentira. II. “…que trastornan casas enteras…” El efecto devastador entre los hombres y en el mismo pueblo de Dios, de la mala obra de malos por falsos obreros. La evidencia exposicional de La Palabra Cristiana de la ruina social por causa de la corrupción y mentira. Un problema muy real y muy serio. Consecuencias agravadas debido a la torsión y corrupción del evangelio cristiano. Testimoniales que muestran la obra destructiva a causa de la malinterpretación y falsas enseñanzas. El error en ninguna manera ocasionará avances, ventajas o beneficios a ninguna de cualquiera de las sociedades humanas. La mentira como fundamento de vida individual y social, es catastrófica y tarde y temprano su inconsistencia e inestabilidad junto con toda su vanidad y corrupción que provoca, cobrarán su justo precio. III. “…enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.” Falsos maestros. Mercantes de la verdad. Artífices de la mentira. Profesionistas fraudulentos. La perversion y corrupción de la Gracia de Dios. Malos obreros, contradictores a fin de defender la Fuente de sus
ganancias. Porque finalmente no todo tiene que ver con la verdad; con fines de lucro, existen quienes elaboran artificiosamente la mentira disfrazรกndola de verdad. Testimonial de cuando los malos y falsos valores corrompen la vida y todo el Sistema de vida humano. Una advertencia para que el hombre tenga cuidado con lo que pretende comprar, la verdad no es negociable, no estรก en venta. El evangelio Cristiano no estรก a disposiciรณn del mejor postor. Es el don Cristiano de Dios a los hombres.
LA EXPOSICIÓN REVELACIONAL DE LA PALABRA DE DIOS, CON CARÁCTER DE EVIDENCIA, DE LOS ELEMENTOS PROBATORIOS DEL PECADO DEL GÉNERO DE LOS HOMBRES, CONSISTENTE EN LA CONFESIÓN DE SU PECADO, EN ACTITUD ALARDISTA Y PRESUNTUOSA “Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos.” I. “Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos…” Testimonial acerca de la conciencia natural humana y su capacidad de juicio moral a su propia especie y sus acciones. Es de tal magnitud el estilo de vida caracterizado por el pecado y la transgresión, y tan palpable como experiencia humana, que sin lugar a dudas, cada hombre es convicto por esta conciencia. El pecado como realidad de vida experimental humana, no exige la necesaria predicación profética de La Palabra Cristiana de Dios, para ser expuesto, ni los hombres para conocerlo y/o tomar conciencia de el. En tal caso, la consigna que hace La Palabra, es con fines de expresar propiamente el repudio y condena por parte del sistema penal del Reino de Dios. Pero también para dejar perfectamente establecido que: 1) el pecado y la dimensión potencial a la que el género humano lo expresa, es hasta por el mismo hombre reprobable 2) El problema del hombre no es su ignorancia ni del bien ni del mal, sino, y a pesar de su aceptable conciencia racional moral, su rebeldía, obstinación y carácter contumaz y rebelde a Dios. II. “…malas bestias, glotones ociosos…” Descripción del estilo de vida inerme, en despropósito y sin razón substancial; perjudicial y dañino de todo lo moralmente decente y bueno. El sistema de vida gobernado por la carnalidad y el pecado. Hombres en completa enajenación de Dios y su Reino. El humanismo en toda su grotesca expresión, viviendo para sí, y el ahora, con fundamento en un sentido desproporcionado del existencialismo. La antítesis cristiana. Testimonial de La palabra de Dios, de cuando el hombre enarbola su pecado con orgullo, y expresa satisfacción en sus defectos y vicios. Perfil descriptivo del hombre terreno, y destituido de la gloria de Dios.
CON FUNDAMENTO EN LA VERDAD, QUE ES SEGÚN LA PIEDAD, LA CONSTITUCIÓN AUTORIZADA DEL MINISTERIO EXHORTATORIO, CON PROCEDENCIA AL CRISTIANISMO A CAUSA DE SU DOBLE CONSISTENCIA: ESPIRITUAL Y NATURAL HUMANA “Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe…” (Tito I. 13) I. “Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente...” La consistencia natural humana, presente en la obra espiritual Cristiana de Dios entre los hombres, a lugar para la exhortación incisiva y vigorosa de La Palabra de Dios. Lección instructiva de La Palabra apostólica Cristiana de Dios, al anciano ministro de culto, sobre como ejercer el ministerio entre hombres que se empeñan en el pecado. Acciones correctivas de lo deficiente. La Palabra Apostólica Cristiana, Columna y baluarte de la verdad. La Palabra Apostólica Cristiana y su carácter judicial del hombre y sus acciones, dando fe de su autoridad y suficiencia y por ello, categorizando la reprensión, hasta el repudio y condena de todo mal. La suficiencia y confiabilidad de La Palabra de Dios por su veracidad benigna. Es, también, la evidencia de la consistencia firme e inflexible del juicio de Dios sobre el pecado humano. La Palabra Gloriosa y Autoritativa de Dios vs la palabra de los hombres. II. “...para que sean sanos en la fe...” La prosecución de los propósitos cristianos de Dios. La salvaguarda de la integridad del pueblo de Dios. La otra forma, la redarguyente, reprensiva y hasta correctiva, mediante la cual el creyente es sanado, restaurado, y rehabilitado. Cuando la esgrima autorizada y sabia de La Palabra de Dios, logra la edificación del cristianismo. La otra forma de tratar las enfermedades y los malestares en el pueblo de Dios. La revelación de la crisis de fe en el pueblo Cristiano, como la principal causa de todos sus males, también la revelación del remedio para su cura. El cristianismo se define por las condiciones de su fe, no por su vista. La instrucción facultativa de Dios a los ancianos ministros de culto para fin de que ejerzan aquel ministerio exhortatorio y sanador, tan necesario en el cristianismo, la restauración de la fe Cristiana.
EXPOSICIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DE AQUELLAS VOCES PROPIAS DEL HUMANISMO CARNAL CONCUPISCENTE, YA DE CARÁCTER RELIGIOSO YA EL MISMO DOCTRINARIO HUMANISTA, PERO CONSISTENCIALMENTE FRAUDULENTOS, Y POR CONTRADICTORIAS A LA DIVINIDAD, IMPROCEDENTES “…no atendiendo a fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.” (Tito I. 14) I. “…no atendiendo a fábulas judaicas…” El humanismo y su rostro característicamente religioso, con sus historietas fabulosas, artificiosamente elaboradas en busca de cautivar y dejar convictos a hombres fatuos e insensatos, esgrimiendo el argumento teísta para legitimar sus mentiras y horrores. La evidenciación expositiva como quehacer revelacional divino, como que La Deidad tiene voz propia, de aquellas acciones caricaturescas y burdos intentos religiosos por imitarle. La amonestación al cristianismo a fin de que ejercite su discernimiento y buen juicio espiritual, diferenciando a predicadores mentirosos y su mensaje fantasioso, de la gloriosa y autoritativa, así como verdadera y fiel Palabra de Dios. Acciones de salvaguarda de Dios, de la integridad espiritual del cristianismo, advirtiendo y señalando la falsedad y mentira, previniendo y amonestando a su pueblo a fin de evitar el extravío de la fe cristiana. II. “…ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.” El humanismo y su rostro de suficiencia, con fundamento en sus filosofías, a manera de doctrinario, pero que, una vez más, son vacías y huecas, apartadas de la verdad. El humanismo y sus investiduras, muy propias, pero que a pesar de aquellas inflexiones variadas de su predicación, son diferentes y ajenas, hasta rayar en la contra-dicción a La palabra de La Deidad, por eso son mentirosas, falsas y fraudulentas. Es la otra forma mediante la cual, Dios confirma la vocación espiritual divina del cristianismo. Este se debe, como rebaño a su pastor. Por lo cual es de sentido común cristiano, valorar cabalmente la familiar relación, caracterizada por la docilidad y hasta amante obediencia del cristianismo de la voz de su un pastor, por sobre cualquier otro llamado vocacional, y por sobre cualquier otra pretendida autoridad.
TESTIMONIAL DE LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA, MEDIANTE LA EXPOSICIÓN DE LAS POTENCIAS MORALES EN LOS HOMBRES, Y DE COMO PARA BIEN Y/O PARA MAL AFECTAN SU EXPERIMENTAL SISTEMA DE VIDA, CONCLUYENDO CON SU JUICIO CATEGÓRICO: LA JUSTIFICACIÓN DE LOS PUROS Y LA REPROBACIÓN DE LOS IMPUROS “Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.” (Tito I. 15) I. “Todas las cosas son puras para los puros…” La perfecta experimentalidad armónica de la persona moralmente idonea con todo su entorno. No es la justificación distorsionada y corrompida de “todas las cosas” por parte de La Palabra apostólica Cristiana de Dios. Las así entendidas “todas las cosas”, no contienen carácter moral, el hombre sí. No son “todas las cosas” las que predominan y/o determinan el tipo y la dimension de su relación con criaturas racionalmente concientes. Son los hombres los que determinan el grado de interrelación así como la calidad de la misma con lo que lo rodea. Así que cuando el vacío y la corrupción moral de criaturas morales es restaurado, él mismo será instrumental del orden y la decencia moral en su sistema de vida. El un caso Cristiano. El testimonial del pueblo Cristiano redimido y purificado del pecado. II. “…más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro…” La consecuencia de la ausencia de las bondades ministeriales cristianas en el hombre. La justificación de toda la corrupción imperante en el Sistema de vida natural humano. El círculo vicioso como expresión viviente, entre criaturas inicial y principalmente degeneradas. La antítesis Cristiana, su contraste moral. Denuncia y consigna de La Palabra apostólica Cristiana de Dios, como resultado de su juicio moral pesando la vida: persona y acciones de los hijos del hombre. La Palabra de Dios y su negativa de aquellas bondades, propiedades suyas la perfección moral, como experiencia de vida de los hijos del hombre. Indicativo del grado de afectación y sus efectos, de la potencia inmoral de los hijos de los hombres. III. “…pues hasta su mente y su conciencia están corrompidos.” La exposición de la corrupción personificada
y encarnada en y por los hijos del hombre. La revelación de La Palabra apostólica Cristiana de Dios de la causa primera, por sus efectos, y conforme a un orden de prioridades, de la corrupción imperante en el Sistema de vida experimental humano. La razón dada por Dios a la necesidad humana de regeneración. La justificación de las acciones ministeriales redentoras cristianas con enfoque preeminentemente humano. La procuración divina Cristiana de la restauración de la condición moral y orden jerárquico en su Antigua creación. Fue el desorden provocado por la rebeldía humana, la causa de toda corrupción y degeneración del Sistema de vida presente. Cuando la regeneración y el orden vuelva a la vida personal humana, el orden de la creación natural será restituido, no a la inversa ni por orden contrario.
EXPOSICIÓN DE AQUEL ESTILO DE VIDA QUE POR INCONGRUENTE, INCONSISTENTE Y CONTRADICTORIO AL DICTADO MORAL Y ESPIRITUAL DEL CRISTIANISMO, FRAUDULENTO; A PESAR DE SU PRETENSIOSA PROFESIÓN DE PIEDAD “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” (Tito I. 16) I. “Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan...” Denuncia y consigna de la simulación de la corrupción, bajo apariencia de piedad. Cuando la profesión de fe cristiana de los hombres, por inconsistente e incongruente, no alcanza el carácter de ofrenda acepta a Dios. La Palabra de Dios como regla de fe y práctica, normalista de la profesión de fe y sistema de vida cristiano, exponiendo verdaderos casos de conducta irregular y que pretenden burlar sus disposiciones. Ilegitimidad e invalidez de la fraudulenta profesión de fe, el pronunciamiento directo de La Palabra autorizada de Dios. Nunca y en ninguna manera, el cristianismo será el pretexto perfecto del sistema de vida natural humano corrupto, para cultivarse hasta su realización total. II. “...siendo abominables y rebeldes...” La cruda exposición de la corrupción humana en toda su expresión, sin el menor vestigio de disimulación de su corrupción y degradación moral y espiritual, a pesar de su pretensiosa profesión de fe. La obra eficiente y suficiente, por su autoridad y gloria, de la Palabra Apostólica Cristiana de Dios, negando el beneficio de la duda siquiera, a entidades que buscan de Dios, la licencia para pecar. Por su corrupción moral, insoportables e insufribles para Dios. Por su contumaz rebeldía, destituidos de toda oportunidad de bondad divina y expuestos públicamente como testimonial judicial ejemplar. El juicio inflexible de La Palabra de Dios a pecadores irredentos y sin arrepentimiento. III. “...reprobados en cuanto a toda buena obra.” Exposición de la depravación humana total. Hijos del Diablo. La encarnación del reino del mal entre los hombres. La simiente de Satanás. El perfil de hombres predestinados a la destrucción eterna. El perfil que no les alcanza a los hombres para ser y tener parte en el proyecto de vida eterna de Dios en Cristo Jesús. El juicio moralmente
procedente de Dios mediante su palabra escrita, con car谩cter de irrevocable, por eterna e inmutable. No son los juicios humanos arbitrarios sino Los juicios de La Palabra autorizada de Dios, que asegura el pleno cumplimiento y satisfacci贸n de su sistema judicial. No existe formula alguna de impugnaci贸n que atrase reforme o anule su resoluci贸n.
EL IMPERATIVO VOCACIONAL KERIGMATICO DE LA DOCTRINA EVANGÉLICA CRISTIANA AL “VERDADERO HIJO EN LA COMÚN FE”, CON FUNDAMENTO EN LA AUTORIDAD APOSTÓLICA CRISTIANA DE LA PALABRA DE DIOS “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.” (Tito II. 1) El diálogo espiritual Cristiano. Testimonial del Reino Espiritual Cristiano entre los hombres con fundamento en la verdad. La autoritativa y gloriosa palabra de Dios, en su investidura humana apostólica Cristiana, reguladora del carácter moral del diálogo Cristiano. La doctrina cristiana, el modelo ejemplar en común, de los predicadores cristianos, y regente de su ministerio dialéctico. La constitución de La Palabra de Dios de instrumentales predicadores conformes al perfil doctrinal cristiano. Testimonial exponente de las acciones apostolares constitutivas de instrumentales humanos que conforme a “la verdad que es según la piedad” son llamados imperativamente a procurar la prevalencia de los valores del Reino Espiritual Cristiano de La Deidad en el contexto terreno de la militancia cristiana. La vocación encarnacional de la vida espiritual eterna, en y por instrumentales nuncios de La Divinidad. Acciones cristianas a fin de establecer el sistema de vida espiritual entre los hombres. Testimoniales vivientes, reales, verdaderos exponentes expresivos de la vida espiritual, que, por propiedad de La Deidad, es imperceptible al común humano. Es el testimonio de la verdad a los hombres.
LA PREDISPOSICIÓN MANDATARIA DEL PERFIL DEL ANCIANO VARÓN DE DIOS, COLMADA DE PROPIEDADES Y VIRTUDES A LA MANERA DEL NUEVO HOMBRE, Y EN CONTRAPOSICIÓN AL PRIMER ADÁN “Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.” (Tito II. 2) La Procreación como obra de la Palabra de Dios, de seres cuyas propiedades y virtudes son incorporadas, en virtud y función de la voluntad y propósitos gloriosos de la Deidad. Es, por tanto, la nueva creación de Dios. Son, en consecuencia, los conciudadanos del Reino espiritual Cristiano Militante de Dios. Son las recreaturas de Dios en Cristo Jesús. La nueva especie de hombres cristianos. El perfil del nuevo hombre. La nueva constitución mediante decreto oral, de los hombres de la fe cristiana. Las acciones de Dios, de carácter recreativo, pero cuyo inicio se origina a nivel racional y consciente: “transformaos por medio de la renovación de vuestra mente…”. La gestación del nuevo producto humano cristiano. La revelación del consejo, voluntad y propósito de Dios en Cristo Jesús a los hombres cristianos. El nuevo hombre investido de propiedades y virtudes, como cualidades personales, para ser ejercidas como estilo de vida cristiano. El valor, en términos prácticos, de la gloriosa palabra de Dios, enmarcando al cristianismo varonil en su voluntad. La exposición revelacional de aquellas propiedades y virtudes, no sólo escasas, sino ajenas al género humano, pero que en conformidad a los designios eternos cristianos de Dios, son conferidos a los hombres de la fe cristiana. La vocación cristiana gloriosa y dignante de los hombres. El modelo del nuevo hombre en Cristo Jesús. La voluntad agradable y perfecta de Dios. La nueva legislación cristiana. El marco legal del reino cristiano militante de Dios, para el ejercicio de la fe cristiana de los hombres.
DE LA RELACIÓN SOCIAL PRIMERA, EL MATRIMONIO, SU REGULACIÓN Y PREESTABLECIMIENTO DEL QUEHACER DE LA MUJER COMO: ESPOSA, MADRE Y CIUDADANA DEL REINO CRISTIANO DE DIOS “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito II. 3-5) I. “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino…” La Palabra Apostólica Cristiana de Dios y su prescripción del Perfil de la mujer cristiana. Mujeres que profesan piedad. Ofrendas vivientes en adoración a Dios. Testimoniales vivientes altamente expresivos del reino Espiritual de Dios. La personificación de los valores espirituales cristianos de subordinación, sujeción y obediencia, en mujeres que rompen con los lazos familiares a Eva. Ciudadanas no del Reino del Diablo, sino del reino Cristiano de Dios. Mujeres que usan con sabia responsabilidad el don de la palabra hablada. La predisposición de las virtudes y cualidades, como propiedades personales de la mujer cristiana en el ejercicio de su relación dialéctica, como acción autoritativa apostolar. La palabra hablada, como facultad divina, concedida a la mujer cristiana, con propiedades perfectamente distinguidas de las del resto del género. La mujer cristiana, en total control de la expresión personal de vida, teniendo el suficiente cuidado de su porte espiritual. Libre de la carnalidad propia de su humanidad natural. Cuya historia de vida que registra desenfrenos y disipaciones es parte del pasado. II. “…maestras del bien que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos…” El magisterio femenil cristiano. La enseñanza cristiana y su carácter moralmente bueno. Porque antes que la transmisión de conocimientos aprendidos y hasta experiencias personales, está la compartición del bien con fundamento en la fe cristiana. Y la mejor prueba de su procedencia, el carácter personal de la mujer cristiana, ejemplar. Además, la transmisión de
los afectos en el Reino Cristiano Militante de Dios. El espectro de la materia asignada a la mujer es completo, incluye su capacidad intelectual, su debido carácter y capacidad moral, así como su afectividad y carácter emotivo. Y consiste nada más y nada menos, en formar la nueva sociedad cristiana, a través de la educación propiamente cristiana. El Reino cristiano de Dios con fundamento en el bien, la verdad y el amor. III. “…a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos…” Edificadoras de su sociedad inmediata. La mujer virtuosa. Una labor digna y dignificante. La comisión apostólica cristiana de Dios a la mujer. Colaboradoras de Dios en el cumplimiento de sus propósitos de edificación de la familia y el hogar cristiano. Una responsabilidad del más alto orden práctico. El ejercicio de la vida pía y el carácter cristiano de la mujer en su ambiente familiar. La aplicación de la fe cristiana, en las tareas familiares cotidianas. La base teocristiana para una sociedad moralmente saludable. Las medidas teocristianas aseguradoras de la edificación de su familia. Testimonial de la relación familiar y matrimonial de la mujer cristiana. Como testimonial de las disposiciones de vida y acciones femeniles cristianas de Dios, verdaderos desafíos que demandan con exigencia la integralidad de la persona humana para su cumplimiento. IV. “…para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” Y todo ello, en resumen, para testimonio de la misma vida espiritual, propiedad del Reino Cristiano de Dios entre los hombres. Acciones que por testimoniales, tienen naturaleza, carácter y propósito evangelístico. El testimonio de Dios de vida cristiana espiritual militante y eterna a la sociedad humana. La prueba tangible de la existencia y realidad de Dios. La justificación de la validez, procedencia y por ello de la necesidad de Dios y su Reino cristiano a los hombres. Acciones divinas que aseguran la corresponsabilidad humana en el cumplimiento de todos sus designios. La importancia de asumir tal responsabilidad por parte del mundo cristiano, para la salvación de los hombres, o en su defecto, para sola y únicamente testimonio de juicio de Dios a sus criaturas.
LA AUTORITATIVA INVESTIDURA DEL PREDICADOR: “VERDADERO HIJO EN LA COMÚN FE”, POR CUANTO PROCEDENTE Y CON FUNDAMENTO EN LA COMISIÓN APOSTOLAR CRISTIANA, MEDIANTE MANDATO DIRECTO, PARA SU EJERCICIO A LA JUVENTUD CRISTIANA “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes…” (Tito II. 6) Testimonial expositivo acerca de la autoridad apostolar cristiana, presente como palabra inspirada escrita de Dios. El mandamiento cristiano autorizado. Prescripción del ministerio de predicación, su consistente base de autoridad, misión y propósito. El deber del “verdadero hijo en la común fe” para con la comunidad cristiana. La obediencia puntual al mandamiento apostolar cristiano, mediante el ejercicio de la exhortación a aquellos miembros de la familia cristiana en desarrollo. La Palabra Apostolar Cristiana Inspirada Escrita de Dios, suficiente en materia de vida cristiana, transmisora de la voluntad divina, plenaria integral, abordando la vida humana cristiana en sus diferentes etapas de desarrollo. Dios verdaderamente tiene una y la última palabra que decir en materia de vida espiritual a los hombres en sus diferentes acepciones. La juventud humana cristiana con sus muchas adolescencias, tiene por vocación la voluntad divina, apropiada a sus necesarias condiciones. No se trata de disfrutar su vida juvenil en términos personales, sino en aprender el consejo divino con seriedad para ejercer la responsabilidad y adquirir prudencia. La obra cristiana como norma disciplinaria de la vida juvenil, para edificación. Una práctica necesaria, si de conformar el carácter cristiano a su Señor se trata. Así, la obra espiritual de Dios de regeneración, nuevo nacimiento y consagración se complementa recíprocamente. No es sólo una obra intelectual, no es sólo una obra espiritual, no es sólo una serie de normas morales disciplinarias, es todo ello en su conjunto, y en su debido orden. Acciones integrales como testimonial de La Palabra de Dios, en procuración de la edificación de Su Reino Espiritual Cristiano Militante, que incluye la familia y la iglesia cristiana.
“EL VERDADERO HIJO EN LA COMÚN FE” AUNQUE ENTERAMENTE ESPIRITUAL, ENTERAMENTE HUMANO, EL MODELO EJEMPLAR TIPOGRÁFICO DE UN CIUDADANO DEL REINO ESPIRITUAL DE DIOS, COMO TESTIMONIAL CRISTIANO, CON LA SINGULARIDAD DE PROPIEDADES MORALES Y ESPIRITUALES, EN LUGAR DE DESPLIEGUES MILAGREROS SOBRENATURALES “…presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito II. 7) I. “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras…” Modelo ejemplar cristiano. La conferencia imperativa apostolar a “el verdadero hijo en la común fe”. Todo un testimonial espiritual y humano de la palabra apostólica cristiana de Dios a su pueblo y a los hombres, que puesto en la perspectiva correcta, hace evidente su magnificente sabiduría. No es un don descarnado, ni inhumano, ni angelical; si cristiano, pero tan humano como para ser perfectamente palpable. La prueba más fehaciente de la obra cristiana de Dios a los hombres. La glorificación cristiana humana. Una vida regenerada, renovada, empoderada, libre de la corrupción, que con fidelidad y veracidad atestigua de su encuentro con el Dios cristiano. El cual es una carta abierta a la iglesia y a los hombres, acerca de la vida espiritual eterna. Un Moisés que en su propia naturaleza, carácter y propósito revela y da a conocer todo el consejo, perteneciente a la voluntad agradable y perfecta de Dios. El cristianismo lejos de ser un simple sofismo o un activista moral. Es la realidad de vida espiritual cristiana eterna encarnada en y por los hombres, en respuesta a los grandes vacíos ocasionados por la necesidad mortal humana. II. “…en la enseñanza mostrando integridad, seriedad…” La cátedra del “verdadero hijo en la común fe” y sus propiedades personales. Un ministerio delineado y prescrito en todas sus formas así como en su fondo, por La Palabra Cristiana de Dios. La proclamación cristiana consiste en integrar las virtudes personales como atribuciones cristianas al anunciamiento oral. Consejería vocacional cristiana a fin de equipar, preparar, perfeccionar e instruir al ministro de culto cristiano “el verdadero hijo en la común fe” para la obra de ministerio que tiene que ver con la conformación de hombres y mujeres
al modelo de vida espiritual cristiano militante. Un catedr谩tico cristiano que conforme a integridad testifica con su boca lo que su propia persona ha experimentado acerca de la obra cristiana de Dios. Un var贸n que asume la vida y sus responsabilidades con seriedad. Es la disposici贸n cristiana de Dios de sus mecanismos obreros para el cumplimiento cabal de sus prop贸sitos. Optando por la entrega de aquel producto espiritual y humano cristiano militante, en lugar de milagreros que apelan a lo sobrehumano renegando y renunciando a su propia humanidad.
LA FACULTAD DIALÉCTICA CON SUS PROPIEDADES MORALES DE “EL VERDADERO HIJO EN LA COMÚN FE” EN ACCIONES APOLOGÉTICAS, CONQUISTANDO A LOS ADVERSARIOS, PREVALECIENDO, POSICIONÁNDOSE Y CONSUMANDO LOS DECRETOS ETERNOS DE DIOS “…palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.” (Tito II. 8) I. “…palabra sana e irreprochable…” La dialéctica cristiana. La exposición de relación-comunicación de dimensiones morales. La facultad del habla en su máxima expresión y del más alto orden moral. Guardando toda proporción, la Palabra de Dios, emitida por órganos humanos cristianos, articuladores de aquel instrumento mediático, por el cual todo lo bueno, y bueno en gran manera, vino a ser, La Palabra Creativa de Dios. El fundamento para la vocación kerigmática del ministro de culto cristiano. El otro nombre para la Palabra de Dios, La aguda espada de doble filo o, la Espada del Espíritu. Instrumento conservado en impecables condiciones para el ejercicio de una vocación sublime, que involucra, testimonio expositivo, persuasión, disuasión convencimiento, derribamiento de todo argumento contrario a Dios hasta el repudio y condenación de todo lo malo. II. “…de modo que el adversario se avergüence…” Acciones apologéticas cristianas. La lucha por la fe. El decreto de La Palabra de Dios, mediante La Palabra de Dios de Su victoria dialéctica. El quehacer propositivo de la proclamación como vocación ministerial cristiana. La definición del cometido de acciones apologéticas cristianas. El enérgico llamamiento de la Palabra Apostólica Cristiana de Dios a sus siervos, para que asuman la defensa del honor y la más alta honra cristiana, de quienes osadamente pretenden establecer y fincar responsabilidades culposas sobre su pueblo. Un pueblo que cuenta ya de por sí con las acciones ministeriales del siervo sufriente, de alcances expiatorios y justificadores, y que incluso en el presente caso se ilustra la atribución no sólo legal, sino de activas propiedades y virtudes morales y espirituales. III. “…y no tenga nada malo que decir de vosotros.” La justificación cristiana, ante el tribunal de Dios. El
triunfo de las acciones ministeriales del siervo sufriente en la vida de su pueblo, como también de las acciones perfectivas, conformadoras, exhortativas y por ello a lugar la participación de los creyentes mediante su obediencia. Todo el consejo de La Palabra de Dios al servicio del cumplimiento de sus propósitos en su pueblo, de triunfo, honra y glorificación. El triunfo de la apologética cristiana a causa de la moralmente mejor dialéctica, sustentada y con fundamento sólido en el ejemplar sistema de vida cristiano espiritual militante de los hijos de Dios, sobre el otro discurso tendencioso, ocioso y vano. Son las bondades de una confrontación personal, un testimonio glorioso, triunfal.
DISPOSICIONES DIVINAS PARA LA VIDA Y LAS ACCIONES DE LOS SIERVOS CRISTIANOS CON SU SEÑOR, EN EL EJERCICIO DEVOCIONAL, DE SERVICIO, DE OFERTORIO Y DE ADORACIÓN; EL TESTIMONIO DEL REINO ESPIRITUAL CRISTIANO MILITANTE DE DIOS “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones…” Tito II. 9 I. “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos…” El principio del Reinado Soberano de Dios y su aplicación en la vida de aquellos cristianos bajo autoridad humana. La prescripción divina de la vida cristiana que predetermina que mediante aquella relación de vasallaje bajo la autoridad de señores humanos, se vigoriza y vigencia la sumisión propia del cristiano a su Señor y Dios. El reino de Dios emana sus propias disposiciones de carácter espiritual y así se expresan en la vida y las relaciones sociales de su pueblo, La Iglesia Cristiana. Testimonial acerca de la prevalencia de las condiciones demandantes de vida espiritual del Reino de Dios, que probarán su potencialidad a fin de constituir de sus propios ciudadanos cristianos, siervos que en su sujeción, testificarán de la obra gloriosa de su Señor. II. “…que agraden en todo…” El llamado vocacional cristiano a ciudadanos, hoy del reino espiritual cristiano y militante de Dios, pero que conforme a sus orígenes humanos, y su largo historial de sumisión y vasallaje a causa del pecado, y mediante diversos instrumentales ya por su propio género, ya de satanás, es un llamado de propiedades espirituales. Pues bajo el gobierno de Dios, su voluntad prescriptiva del cristianismo como sistema de vida, convoca enérgicamente a vivir su esclavitud agradando en todo. Es el sello cristiano. Presentar la vida como una ofrenda agradable procurando en lo sumo, la aceptación del don. El criterio autoritativo cristiano que determina la calidad del servicio, exige pasar por alto los parámetros humanos, mediocres, voluntariosos, caprichosos, arbitrios, para hacerlo grato y digno. III. “…que no sean respondones…” La ofrenda indeseable y nada grata. El indicativo de la palabra de Dios, evidenciando el servicio anticristiano, más bien natural humano y que no tiene ninguna validez, por lo cual el
derecho de recibirlo y aceptarlo se reserva por el Señor. No todo el servicio, por mucho sacrificio y esfuerzo que se le dedique, necesariamente será agradable al Señor. A diferencia de aquella sociedad que a su antojo manipula a sus señores y amos, llamados diosecillos, y que ella es la que determina cuando, como, donde, de qué manera sirve; El Dios cristiano prescribe, instruye y exhorta acerca del servicio, las ofrendas y la adoración. El presente testimonial cristiano, es la instrucción devocional a su pueblo a fin de capacitarlo para el servicio en ofertorio de adoración agradable y perfecto.
OFERTORIOS VIVIENTES DE ADORACIÓN A DIOS, SUBSTANCIALMENTE CONSISTENTES, VIDAS PLENARIAS REBOSANDO LA PALABRA NORMATIVA DE LA DEIDAD; EL TESTIMONIO GLORIOSO DE LA SALVACIÓN HUMANA POR EL UN SALVADOR TEOCRISTIANO “…no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.” Tito II. 10 I. “…no defraudando…” Mandamiento al pueblo cristiano de Dios. La prohibición del fraude, el engaño, la mentira y toda especie de vanidad en las relaciones sociales y deberes de este. Ni la más sublime espiritualidad como propiedad humana cristiana, ni la carnalidad más degradada, perniciosa depravada, ambas esgrimidas como excusas para evadir la responsabilidad moral con La Deidad, logran silenciar su Palabra que regula y norma todo el estilo de vida en el Reino de Dios, arriba, abajo y debajo. La ley espiritual y moral de Dios se erige regente y gobernante del sistema de vida cristiano. Todavía no existe un estado y condición de ser, libre de responsabilidad a su Creador, Dios, Sustentador y padre. Por eso, la vida natural humana no forma parte de los propósitos de La Deidad Cristiana para su Recreación. II. “…sino mostrándose fieles en todo…” La consistoriedad de la substancia y esencia del siervo y su servicio cristiano. Vidas rebosantes de integridad, honestidad y lealtad. La prescripción norma-tiva del alter-nativo cristianismo humano en su ejercicio de vida existencial y eterno. Es la revelación autorizada, como Palabra de Dios de Su alta, sublime y gloriosa vocación a los hombres en Cristo Jesús. Es La propuesta de vida de Dios a la creación caída. Un estilo de vida verdadero y libre de vicios e impurezas. Todo hombre para quien su propia historia humana es suficiente en cuanto a experiencias horrendas y terribles, debe encontrar en la proposición divina, el fin de estas y la salvación. Todo un estilo de vida redento, eterno y glorioso. III. “…para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.” El Dios Cristiano, El Reino del Dios Cristiano y Sus Redimidos. El propósito de la renovación, regeneración, nuevo nacimiento Espiritual y disciplina moral del pueblo cristiano de Dios, colmar ornamentalmente
activa* (*por medio de acciones) sus leyes y mandamientos. La exposici贸n reveladora del car谩cter atractivo, deseable y hermoso de la ley divina. Expresada en el sistema de vida cristiano por cada uno de sus miembros. Ciertamente producto de la Gracia divina. Testimonial que expone en perfecta relaci贸n arm贸nica Al Salvador Cristiano de Los hombres y a sus redimidos. Llamamiento autoritativo y exhortativo a La Iglesia Cristiana a conformarse a la voluntad de Dios por cuanto agradable y perfecta, absolutamente necesaria. La normativa divina, plenamente reguladora de Su Reino espiritual Cristiano en Militancia.
EN PERSPECTIVA, LA EXPOSICIÓN DEL TEÍSMO Y EL HUMANISMO: DE DONDE RESULTA QUE DIOS NO ES PRODUCTO HUMANO, Y EL HOMBRE NO ES TODO LO SUFICIENTEMENTE GLORIOSO; LO CONTRARIO: SÓLO DIOS EN SU GRACIA SOBERANA ES EL SALVADOR DE LOS HOMBRES “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres…” Tito II. 11 I. “Porque la gracia de Dios se ha manifestado…” Testimonial, como registro escrito, de Dios y de su Gracia. Exposición revelacional de La Deidad. Testimonial glorioso por corresponder a Dios. La Palabra Apostólica Cristiana Inspirada Escrita de Dios, como El Fundamento para la fe y la esperanza humana cristiana de salvación. Un mensaje de paz y buenaventura. La fe cristiana, cuya parte en el conflicto Dios-hombre, propone las acciones de La Deidad de carácter propiciatorias. Cuando, por causa del pecado de desobediencia, rebeldía y abierto desafío a Dios, lo único que procedía legalmente para los hombres era el repudio, condena y eterna destrucción, La Deidad ha optado por abundar al género humano con su don de gracia inefable, Jesucristo, el Justo, por los injustos…La revelación de La Deidad Cristiana en la única manera en la que los hombres podían ser salvos: Mediante la muerte del Hijo, vida eterna a la humanidad. En las manifestaciones legales de Dios a los hombres, la mortandad humana ha sido la constante. Con excepción de esta vez, cuando es el Hijo de Dios quien muere a fin de que la humanidad viva. Eso es la manifestación de la gracia de Dios. II. “…para salvación a todos los hombres…” El carácter universal de las acciones de Dios en favor de los hombres. Una perspectiva cristiana acerca de los alcances de la salvación efectuada a la humanidad. Primero: La perpetuación de la vida del género humano sobre la tierra. Se Debe a y es producto del ministerio expiatorio, sacrificial y redentor de Cristo. Segundo: La vida eterna como don cristiano corresponde a todos aquellos quienes con fundamento en el evangelio, profesan la fe cristiana. Así, es vista la dimensión inmediata y de alcances terrenales de la obra sacrificial cristiana, a la vez que con su dimensión espiritual y eterna se armonizan complementariamente. Por ello es que el evangelio de la gracia de Dios es preponderante y predominantemente acerca de la salvación de los hombres por parte del Dios
cristiano. Es el mensaje que caracteriza la plenaria y total revelación de La Palabra Cristiana de Dios, en un lenguaje absolutamente humano. La justa justicia de Dios revelándose a través del sacrificio personal sustitutorio cristiano. El ministerio justificador del postrer Adán.
LA CONSUMACIÓN DE LA FE: LA SEGUNDA VENIDA DEL GLORIOSO SEÑOR JESÚS-CRISTO, LA ESPERANZA CRISTIANA; EL EXHORTO DE LA PALABRA DE DIOS “…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…” Tito II. 13 I. “…aguardando la esperanza bienaventurada…” La fe cristiana. La profesión de vida más sublime. La expectación del pueblo de Dios, caracterizada por la vocación fe cristiana y la esperanza de su consumación. La consistencia del existir militante cristiano. Un pueblo concebido para aspiraciones espiritualmente sublimes y gloriosas. La alta y dignísima vocación de la fe cristiana, incluso a pesar de la prueba que el tiempo significa a su consistencia. El fundamente para el existir del pueblo cristiano de Dios, libre de carnalidad e impurezas, totalmente consagrado. Un testimonio de fe y para fe. La definición de la fe, por una acción continua, permanente, existencial: la esperanza cristiana. II. “…y la manifestación gloriosa…” La consumación de la fe cristiana. El fin glorioso de la esperanza. El día cuando la fe pierde su utilidad a causa de la sustancia y esencia cristiana perfectamente palpable. La aparición del justificador y la justificación de la fe. Un hecho que promete no defraudar, y si en cambio, gratificar hasta la gloria misma a los profesores de la fe. Una aparición libérrima, purísima, santísima, augusta, sublime, gloriosa. Triunfante sobre la corrupción, prevaleciente sobre las tinieblas. La nueva era del cristianismo. La reunión y plena comunión del cristianismo con su señor. El regreso triunfante y señorial cristiano, fiel y verdadero Dios. III. “…de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…” La profesión de la fe cristiana. El Dios cristiano. El anuncio anticipado del regreso señorial y glorioso cristiano a su pueblo. El día cuando el Dios cristiano y solamente el Dios cristiano, reaparecerá en el escenario cósmico y universal definiéndose a sí mismo como el único y verdadero Dios. La consistencia del evangelio cristiano que dejando atrás la desconfiguración de su propia gloria, retoma su substancia deífica y asume su total
perfección, para beneplácito de los suyos y para cumplir así con toda justicia. Porque finalmente el apocalipsis cristiano es una cuestión de justeza y de justicia, pues para eso se sacrificó, para luego ser perfectamente glorificado.
EL GÉNESIS DEL CRISTIANISMO: EL MINISTERIO SACRIFICIAL CRISTIANO REDENTOR, EXPIATORIO Y REGENERADOR; LA HISTORIA DEL PUEBLO CRISTIANO DE DIOS “…quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” Tito II. 14 I. “…quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad…” El sacrificio cristiano como precio de sangre para redención de los hombres. La singularidad propia del sacrificio mortal cristiano. La muerte de un hombre por los más. La suficiencia del sacrificio expiatorio cristiano. El Un Don por los hombres. El sacrificio personal y voluntario cristiano. La causa fundamental y primerísima del cristianismo. Credo apostólico cristiano. La profesión de la fe cristiana. Declaratoria cristiana de redención del reino del mal, con fundamento en el sacrificio personal, voluntario y de carácter sustitutorio del Su Salvador. El carácter federativo de Cristo, como postrer Adán, pagando la penalidad por el pecado del primer Adán, la muerte, para la vivificación de la especie humana cristiana. II. “…y purificar para sí un pueblo propio…” La sacralidad del sacrificio mortal cristiano. La infusión/transfusión moral, como acción consecratoria de Cristo de los hombres cristianos. La cumplimentación de los propósitos redentores eternos de Dios al género de los hombres. El pueblo cristiano, el pueblo constituido de los pueblos. El cristianismo es el producto/fruto del ministerio sacrificial del Jesús-Cristo. La constitución moral y del cristianismo, como pueblo de Dios. Declaratoria judicial cristiana de La Palabra de Dios. La justificación de los hombres de la fe cristiana. Declaración de naturaleza y carácter del cristianismo. La exclusividad cristiana. El cristianismo, propiedad íntegra y exclusiva del Cristo. Cristo, La base y fundamento moral de la vida de los hombres. III. “…celoso de buenas obras.” La vida devocional cristiana con fundamento en su carácter sacro. El cristianismo como religión. Una religión que se vive existencialmente. La consagración del cristianismo, como estilo de vida, dedicado al bien, a Dios. La declaración
de misión y propósito del cristianismo. La expresión más práctica de la obra de regeneración y recreación efectuada por el Jesús-Cristo. La cumplimentación de la palabra profética de Dios, en Cristo: “…y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…” La suficiencia de la obra cristiana como respuesta a la maldad de los hombres. La declaración revelacional de la voluntad de Dios agradable y perfecta en Cristo a los hombres. Testimonial cristiano que expone las cualidades y virtudes, así como los alcances y la dimensión plena de la obra cristiana de Dios a los hombres: La naturaleza legal del sacrificio cristiano; mediante la imputación de sus propiedades y virtudes a los hombres para justificación; y La atribución de la justeza y regeneración personal para el ejercicio de una vida en santidad.
LA ACCIÓN DEMOSTRATIVA, INDICATIVA Y CONSTITUTIVA DEL MINISTERIO DE PROCLAMACIÓN EVANGÉLICA DE “EL VERDADERO HIJO EN LA COMÚN FE”, CON INVESTIDURA DE PLENA AUTORIDAD, CON FUNDAMENTO EN LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.” Tito II. 15 I. “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad.” La acción investiva de La Palabra Cristiana de Dios para el ministerio de proclamación evangélica a “el verdadero hijo en la común fe” a su pueblo. La conferencia del doctrinario bíblico cristiano en una acción directa, como temario didáctico, correctivo y consejero del pueblo cristiano. La Palabra de Dios. En cuestión de proclamación cristiana, la cátedra libre no es una opción para el ministro de culto cristiano. La integralidad del ministerio cristiano en la iglesia que incluye la exhortación y la reprensión. La exhortación como instrumento que impulsa, anima y desafía al cristianismo al cumplimiento de la voluntad divina. La reprensión que sirve como instrumento para revelar el repudio y condena de toda desobediencia y pecado a fin de disuadir y corregir. Un ministerio recibido por delegación de la Palabra Apostólica Cristiana de Dios, con la autoridad correspondiente para proceder con toda legalidad y poder. II. “Nadie te menosprecie.” La naturaleza y el carácter ministerial cristiano de “el verdadero hijo en la común fe”. La acción ministerial investiva de La Palabra Apostólica Cristiana de Dios, consumando a plenitud su obra constitutiva. La exposición del ministro de culto en conformidad al perfil cristiano y lineamientos divinos, equipado con los elementos necesarios para el ejercicio de su comisión. Testimonial cristiano de cuando la constitución ministerial por elección y llamamiento, para la proclamación evangélica, hace de “el verdadero hijo en la común fe”, por encima de su impropia y debilísima constitución humana, el dignísimo instrumental para el cumplimiento de los propósitos del Dios Cristiano. El honroso grado de dignidad/autoridad conferido mediante elección y llamamiento cristiano del instrumental predicador. Dignidad y autoridad que no están en conflicto con la humildad y mansedumbre propias del cristianismo. La dignidad y autoridad tienen que ver con el ministerio de proclamación cristiana, la humildad y mansedumbre con el carácter personal y humano cristiano.
DEL CARÁCTER CIVIL DEL CRISTIANISMO Y SUS DISPOSICIONES: LA SUJECIÓN AL GOBIERNO CIVIL Y LA CIUDADANÍA TEMPORAL HUMANA RESPONSABLE “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.” Tito III. 1 I. “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades…” Disposiciones cristianas para la vida civil, bajo autoridad, del pueblo de Dios. Regulaciones cristianas del sistema de vida espiritual militante del pueblo de Dios. Exposición acerca de las responsabilidades inmediatas del cristianismo como sistema de vida desarrollado en la esfera terrena. Del pretensioso dominiamismo a la humilde sujeción. De las presuntuosas experiencias espirituales extáticas, a la realidad del ejercicio responsable de vida existencial y subordinado a las eminencias y potentados humanos. El lado humano del cristianismo. Así como a la iglesia le ha sido dado el glorioso señor cristiano como cabeza, de la misma forma, y mediante decreto de La Palabra Apostólica Cristiana, le han sido dados señores humanos con investidura de autoridad civil humana. Tratado estadista cristiano, como materia de La Palabra de Dios, correspondiente al quehacer del ministro de culto y su doctrinario a la iglesia. II. “…que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.” Exhortación a la obediencia. De las responsabilidades ciudadanas cristianas. La ciudadanía humana cristiana y sus deberes como parte del diseño y propósitos de vida eterna en Cristo Jesús. Testimonial de La Palabra de Dios de la reintegración de la sociedad cristiana a la sociedad humana, con propiedades y virtudes características de una humanidad que ha vuelto a Dios, y que como efecto de su reencuentro, la obediencia es ahora su principal virtud. La capacidad obrera de propiedades morales del pueblo cristiano de Dios. La responsabilidad moral del pueblo de Dios, atestiguada por el llamamiento y exhorto mediante Su Palabra. El estilo de vida que agrada a Dios. Instrucciones de vida práctica. La aplicación de los mandamientos morales de La Palabra Cristiana de Dios en el ejercicio de la vida diaria de la iglesia haciendo uso de su discernimiento espiritual de lo bueno y lo malo. El mandato al pueblo de Dios.
DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES CRISTIANAS EN LAS SOCIEDADES HUMANAS: EL PERFIL CRISTIANO; DISPOSICIONES AUTORITATIVAS DE LA PALABRA DE DIOS “Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.” Tito III. 2 I. “Que a nadie difamen…” Exhortación al uso responsable de la Palabra en sus diferentes acepciones. El instrumento mediático de las relaciones humanas cristianas. Mediante decreto, la purificación del lenguaje humano cristiano. El llamamiento al pueblo de la fe cristiana a la santidad, en su expresión verbal a su prójimo. La dignificación del instrumento vocal para su ejercicio responsable y honorable. El lenguaje cristiano de propiedades nuevas, espirituales y benignas. El lenguaje de los hijos de Dios caracterizado por la dedicación y santidad. II. “…que no sean pendencieros, sino amables…” Ética bíblica cristiana aplicada. Acciones autoritativas de La Palabra Apostólica Cristiana de Dios, proponiendo la renovación y regeneración de los hombres de la fe cristiana, mediante la obra racional de concientización acerca del lugar que ocupan las buenas obras y la necesidad humana de estas. Porque ciertamente la transformación de los hombres, como obra cristiana de Dios comienza con la renovación de la mente. La conciencia cristiana, el campo de acción de la Palabra de Dios. El don cristiano de Dios a las sociedades humanas. III. “…mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.” La plenitud de la obra cristiana de Dios. Humildad y mansedumbre, propiedades y atributos cristianos, para ser expresados y ejercidos en las relaciones existenciales cristianas con sus semejantes. El acercamiento del Reino cristiano de Dios a los hombres, de manera práctica y realista mediante cada uno de aquellos de sus ciudadanos militantes. Del cristianismo para el mundo, testimonial de vidas renovadas, regeneradas, reconciliadas, plenamente armónicas y en paz, el fruto de la toda suficiente obra cristiana de Dios, como respuesta a la enfermedad mortal de la especie humana. El fundamento de una nueva sociedad, la sociedad humana cristiana; el Reino Cristiano Militante de Dios.
LA HISTORIA DE VIDA DE LA FAMILIA HUMANA DEL PRIMER ADÁN, ES LA HISTORIA DE UN GÉNERO DEPRAVADO, REBOSANTE DE VICIOS, LA ENCARNACIÓN DEL PECADO; Y FORMA PARTE DEL PASADO HISTÓRICO DEL CRISTIANISMO “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.” Tito III. 3 I. “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados…” La Palabra Apostólica Cristiana Inspirada Escrita de Dios, que como registro histórico expone la consistencia de vida pasada del ahora cristianismo. La filiación transgresora, maligna y totalmente pecaminosa de todos los hombres. Hijos de desobediencia e hijos de ira. La descendencia de Adán. Criaturas caídas, en pecado. La vergonzosa historia del pueblo ahora cristiano, por gracia de Dios. Hechos históricos, verídicos, reales, con fundamento en la experiencia familiar cristiana, que como historia de vida, sirven aun para los propósitos de La Deidad. Testimonial que sigue hablando fuerte y claro a las conciencias cristianas, para comunicar la voluntad divina. II. “…esclavos de concupiscencias y deleites diversos…” La esclavitud espiritual del ahora cristianismo de Dios. Un estilo de vida irracional hasta la animalidad. El imperio del pecado y su consecuente muerte reinando a más no poder entre todos los hombres. El dulce pero amargo aguijón del pecado, mortificando a la creación de Dios. El suave pero no menos inflexible y mortal deleite concupiscente. Consuelo a esclavos el de la muerte, producida mediante placeres y deleites efímeros. Por la fraudulenta gratificación que el pecado promete, al ocultar su rostro más grotesco y disfrazar su verdadera naturaleza y carácter, a ello debe su poder, acrecentando su dominio sobre criaturas ya de por sí vendidas a él. III. “…viviendo en malicias y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.” Listado de vicios como testimonial de La Palabra de Dios, que expone la precaria y lastimosa condición de vida humana, sólo un caricaturesco y grotesco remedo de su constitución original. Exposición
carente del más mínimo vestigio de honra, decencia mucho menos gloria. Existencias cuya expresión más completa tiene que ver con su condición de muerte. El reino de los hombres, dominado por la total corrupción. No hay ninguna mención honrosa ni reconocimiento a mérito alguno. Una especie destinada a la extinción en vías de. Carente de paz con Dios, consigo mismo y con los de su propia especie. El origen de los males de todos los hombres.
EVANGELIO CRISTIANO: EL AMOR DE DIOS EXPRESADO HACIA EL HOMBRE PECADOR PARA SALVACIÓN, CONSISTENTE EN 1) REGENERACIÓN 2) RENOVACIÓN ESPIRITUAL “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo…” Tito III. 4-5 I. “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, NOS SALVÓ…” La historia cristiana la de la salvación de los hombres. Las manifestaciones teofánicas en tiempo y lugar, en la historia de vida humana y sus alcances reales, prácticos y respondiendo a las necesidades agravadas de los hombres. Criaturas existenciales que obtuvieron salvación por obra y gracia divina. Tributo doxológico: La sublime profesión de la fe cristiana: Confesión de fe con fundamento en el amor Teocristiano. Dios, el Salvador Humano. La consumación de propósitos eternos y gloriosos de Dios en la especie humana. El amor de Dios por su creación. Testimonial cristiano de La Palabra de Dios, de sus acciones salvíficas en favor de criaturas destinadas a la condenación eterna. El productivo y fecundamente fructífero amor de Dios. El cristianismo es el fruto del amor de Dios. El amor de Dios y su concepción de la nueva creación cristiana. Productos espirituales. La historia de los ahora Hijos de Dios. II. “…no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia…” La creación exnihilo de Dios, el cristianismo espiritual militante. Sin ninguna base moral en los hombres, Dios, de ese vacío de nada creó la obra moral más perfecta y plena, el cristianismo. No es una acción exponencial potenciadora, la obra efectuada por Dios en los hombres, sino una nueva creación de dimensiones espirituales. Mucho menos significa la coronación del estado de derecho humano, este es inexistente, sino por sola gracia. La revelación de la compasión como atributo, propiedad y perfección natural de La Deidad. La revelación también de la fórmula teocéntrica para la salvación humana. Muchas generaciones tuvieron que extinguirse a causa de una relación de carácter legal con La Divinidad. La gracia de Dios en su benignidad con los hombres, les confiere la
regeneración y nuevo nacimiento, acondicionándoles para la plena comunión con Dios. III. “…por el lavamiento de la regeneración, y por la renovación del Espíritu Santo…” La creación cristiana de Dios. El regénesis de los hombres. El carácter espiritual de la nueva creación cristiana. Es así que: “de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…” Como evangelio cristiano para la salvación de los hombres, incluye la participación pasiva del hombre traducida como sola fe, sola gracia. A la vez que la participación activa, por cuanto la obra de salvación divina incluye, no solamente la resolución legal justificatoria sino, de carácter regenerador y renovador, integrando a los hombres a la plena actividad moral, espiritual y ética. Esto es el cuadro completo de la salvación cristiana que por el evangelio es proclamada. La obra de la gracia de Dios que pone en modo de responsabilidad a los hombres.
DECLARACIÓN DE NATURALEZA, CARÁCTER Y PROPÓSITO DEL CRISTIANISMO: JUSTIFICADOS POR GRACIA, AFILIACIÓN ESPIRITUAL A DIOS, HEREDEROS DE LA VIDA ETERNA “…el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” Tito III. 6-7 I. “…el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador…” La conferencia espiritual cristiana. El derramamiento del Espíritu Santo. El tabernáculo cristiano de La Divinidad. El cristianismo el templo de La Deidad. La referencia histórica de la obra espiritual cuando Los propósitos eternos de Dios de tabernacular en los hombres se cumplieron. La ocupación del santuario cristiano humano de parte de la Deidad. El establecimiento del Reino espiritual de Dios en la humanidad cristiana. El entronamiento divino entre los hombres. El cristianismo, el santuario de La deidad. El carácter espiritual del cristianismo. La ejecución de la obra de adopción de los hombres cristianos a hijos de Dios. Vivificación eterna. La eternización humana. El principio de la glorificación de los hombres en Cristo Jesús. La abolición de la deshonrosa y mortal esclavitud humana. La filiación a Dios. La impartición de la naturaleza espiritual, no divina, al cristianismo. La obra de salvación de Dios mediante Jesús-Cristo a los hombres cristianos. II. “…para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” El don divino de la justificación, de Dios a los hombres. La constitución divina del cristianismo como sus herederos. Una obra digna de Dios. La reivindicación del género humano cristiano, hasta la glorificación eterna. La integralidad plenaria de la obra cristiana de Dios a los hombres. Legado eternal cristiano. La revelación escrita del testamento divino a sus hijos, constituidos mediante Cristo de entre los hombres. La herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada para el cristianismo en los cielos. Finalmente toda dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto; de donde también esperamos la venida de nuestro Señor Jesús-Cristo. Las promesas divinas que norman las aspiraciones, cristianas
y humanas, confiriéndoles carácter espiritual. Determinando el enfoque de los esfuerzos y acciones del nivel espiritual, ocasionando la necesariamente obligada renuncia al materialismo y la carnalidad. El propósito destinatario del Cristianismo de Dios es la eternidad. La preparación de la obra cristiana de Dios de los hombres, para su consumación hasta la misma eternidad.
LA PALABRA APOSTÓLICA CRISTIANA DE DIOS, FUNDAMENTO DOCTRINAL DE LA FE Y LA PRÁCTICA DE LA ÉTICA Y LA MORAL, LA NECESIDAD OBLIGADA PARA SU PROCLAMACIÓN AL PUEBLO DE DIOS “Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.” Tito III. 8 I. “Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza…” Instrucción ministerial cristiana acerca del carácter doctrinal ortodoxo de la Palabra de Dios. Su veracidad, fidelidad, credibilidad y confiabilidad. Ampliamente recomendada, todo un imperativo categórico su proclamación. La responsabilidad de “el verdadero hijo en la común fe”. El mandamiento apostólico autoritativo transmitido vía el ministro de culto al cristianismo. La doctrina apostolar cristiana como fundamento para la edificación de la Iglesia. El fundamento apostólico del cristianismo. Doctrina cristiana sin flexiones de ningún tipo. Sin concesiones ni negociaciones, personales o institucionales, mucho menos sustancialmente doctrinales. Una palabra y su mensaje inmutable, inalterable, eterno. II. “…para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras” El fundamento de la fe cristiana. El mensaje al cristianismo. El deber de los hombres que creen en Dios. La base moral del cristianismo. La norma para los obreros cristianos. El punto de encuentro de la fe y la práctica. La conciliación entre la fe y las obras. La creencia y la obediencia. Es la reglamentación de la fe y las prácticas cristianas. El doctrinario al pueblo de Dios. Guía y consejera del sistema de vida del Reino Espiritual Cristiano y Militante de Dios. El establecimiento del sistema de vida espiritual divino entre los hombres. La implementación de los principios de vida pertenecientes a La Divinidad, en la esfera de vida de los hombres. III. “Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.” “Toda dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto…”. El manifiesto provecho del consejo cristiano a los hombres. La bendición divina. La conciliación del dicho con el
hecho. La cristalizaciรณn/materializaciรณn de la voluntad divina en la esfera de vida humana, como evidencia palpable de la procedencia de sus principios aplicables a los hombres. La gran necesidad humana. La presencia del bien ser y hacer que significa la realizaciรณn de la sociedad humana. El cristianismo, con fundamento en la doctrina apostรณlica, significa la participaciรณn a toda sociedad humana de la buena voluntad y acciones divinas reales, como remedio para el mal mortal que les aqueja.
LA LEY RELIGIOSA, CEREMONIAL Y RITUALISTA POR INSANA DOCTRINA, NO FORMA PARTE DEL CUERPO DE ENSEÑANZAS CRISTIANAS; TODO MINISTRO DE CULTO PREDICADOR DEBE DESECHARLAS. “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.” Tito III. 9 I. “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley…” La demarcación doctrinal cristiana. Doctrinas espurias. Depuración del doctrinario cristiano. La definición de las doctrinas fundamentales del cristianismo. La responsabilidad del predicador cristiano. Tratado pedagógico de las doctrinas cristianas. El mandamiento al predicador. Discernimiento legal. El conocimiento cabal de la ley y sus diferentes acepciones, para desechar sus aspectos perniciosos, ociosos, nocivos, inútiles, detractores y contradictores del evangelio cristiano. La regulación del ministerio apologético cristiano, cuando es improcedente porque la materia a discusión simplemente no vale la pena. Una lista, aunque no necesariamente exhaustiva, de aspectos de carácter legal que han perdido vigencia y vigor y por ello son improcedentes ante el evangelio cristiano. Pero mayormente porque en el evangelio han sido entera y perfectamente cumplimentados. II. “…porque son vanas y sin provecho.” La exposición de la inconsistencia de bien determinados cuerpos doctrinales ajenos y extraños al cristianismo. Un catálogo doctrinal categórico expuesto por La Palabra Apostólica Cristiana de Dios, diferenciando entre lo verdadero y útil y lo vanamente inconsistente e inútil. Acciones salvaguarda de la integridad doctrinal y espiritual del cristianismo de parte de La Divinidad. Testimonial que hace más que evidente la ausencia de la libre cátedra del ministro de culto cristiano, por el contrario, sujeto a las disposiciones de La Palabra de Dios, para la proclamación de sólo aquel cuerpo de doctrina autorizado divinamente inspirado. La tarea preminente y predominantemente pastoral, la nutrición del rebaño cristiano, mediante la proclamación de la Palabra de Dios, asegurando el buen estado y la mejor condición espiritual del cristianismo, cuidando de no dañar con elementos chatarra, por decir lo menos, y en riesgo de implantar la mala semilla.
DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA DISCIPLINA CRISTIANA EN LA IGLESIA: LA PROCURACIÓN DE LA UNIDAD ÍNTEGRA DEL CUERPO DE CRISTO, MEDIANTE LA AMONESTACIÓN A LOS DIVISORES, HASTA SU EXPULSIÓN EN CASO DE REINCIDENCIA “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.” Tito III. 10-11 I. “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo…” Acciones en favor de la unidad del cuerpo de Cristo. Un caso atípico. Un atentado a la integridad cristiana. Acciones anticristianas. La procuración de la ruptura de la armonía y la unidad del pueblo cristiano de Dios. El procedimiento cristiano predeterminado a seguir. La responsabilidad ministerial de “el verdadero hijo en la común fe”. Acciones persuasoras, de reconveniencia y llamado al arrepentimiento. El correcto proceder en relación al pecado en la iglesia. La oportunidad para recibir el beneficio al arrepentimiento, el perdón. En el caso de la rebeldía y obstinación, la aplicación de la disciplina descrita, la separación de la comunión cristiana. Instrucciones para las acciones de práctica pastoral, velando por la integridad y la unidad del pueblo cristiano de Dios. La provisión de Dios del manual de procedimientos cristianos a sus siervos ministros de culto, como la otra forma mediante la cual Él, Dios se asegura de procurar la protección y resguardo de su pueblo. II. “…sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.” La exposición del discernimiento juicioso de Dios a su pueblo, como procedimiento judicial, cuya resolución, con base en las leyes de su Reino Espiritual Cristiano, es justa, verdadera, segura, confiable, irrevocable y representa el mejor recurso ministerial, para su apelación, a fin de aplicarlas responsable y fielmente, con toda seguridad, y para evitar equívocos y cualquier margen de error. La responsabilidad ministerial consiste en la administración/aplicación obediente de la palabra y sus disposiciones, con carácter ejecutivo, no legislativo. Son los parámetros legales, morales, preestablecidos mediante la Palabra Escrita Inspirada de Dios, para revelar lo más profundo
de la condición del ser humano. Un caso de extravío irremediable. La insalvable condición del un hombre pecador. La irreparable pérdida de la vida humana en tales condiciones. La dolorosa realidad de un ser que contando con todos los elementos apropiados para salvación, incluidos: 1) las acciones divinas a) espirituales b) institucionales 2) acciones ministeriales cristianas humanas, es desechado por su propio juicio.
LA ADMINISTRACIÓN DE LA VOLUNTAD Y PROPÓSITOS DE DIOS EN SUS SIERVOS CRISTIANOS; INSTRUCCIONES AUTORITATIVAS Y DE CARÁCTER PERSONAL, EN ARAS DEL CUMPLIMIENTO DE LA COMISIÓN CRISTIANA “Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno. A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte. Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.” Tito III. 12-14 I. “cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí a Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno.” Preparativos personales para el encuentro cristiano. Tratado de logística, acerca del lugar que la planificación de las acciones ocupa en la conclusión de los propósitos divinos. Los colaboradores cristianos. La predisposición de Dios de sus instrumentales mediáticos, para, dado el caso, sirvan a su buen cumplimiento. Colaboradores cristianos y su profunda utilidad en la obra cristiana. Un llamado diligente. La anticipación por carta, de la visitación cristiana, con carácter preparatorio a fin de apresurar al siervo fiel y vigilante a venir a su encuentro. La procuración de la comunión cristiana. II. “A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte.” Establecimiento de procedimiento con los comisionados cristianos al ministerio. Encargos personales de los siervos cristianos, como testimonial de las acciones provisoras y previsoras de Dios teniendo el suficiente cuidado de ellos, mediante la participactividad del pueblo cristiano. Mandamiento acerca de la provisión material para los colaboradores cristianos. Disposiciones metodológicas para asegurar la manutención cabal de los obreros cristianos. Colaboradores cristianos que cuentan sobre todo, con el respaldo y provisión divina, pero con el arropo de su pueblo. Llamamiento vocacional cristiano de carácter personal, con encargo especial al cristianismo, para que aseguren el sustento de los comisionados.
III. “Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.” Instrucción doctrinal cristiana acerca de la participación material del pueblo de Dios, en procuración de la fructificación de la fe y los propósitos divinos en medio de él. El lugar de la participación material cristiana, en el cumplimiento de los propósitos divinos. Las necesidades en medio del pueblo de Dios, son la ocasión para el aprendizaje y el ejercicio de las buenas obras cristianas. La fructificación de la fe cristiana, para gloria de Dios, a partir de las buenas obras. La indisoluble relación y vínculo establecido por Dios entre la salvación y las obras. Las obras como producto de la salvación, son demandadas por Dios, en las diferentes ocasiones de necesidad manifiesta. Las necesidades reales, a pesar de sus diferentes rostros, son las acciones didácticas de Dios, a fin de instruir a su pueblo a ejercer la enseñanza-aprendizaje dadas mediante la proclamación de Su Misma Palabra.
LA FRATERNAL COMUNIÓN DE LA FE CRISTIANA, EL TESTIMONIO DEL PUEBLO DE LA GRACIA DE DIOS. AMÉN “Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.” Tito III. 15 I. “Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe.” Testimonial cristiano. De las relaciones fraternales y la comunión de la fe cristiana. La comunidad que construye sus relaciones a pesar de las distancias geográficas y cronológicas. La sociedad cristiana y su carácter espiritual. Una comunión que es regulada por la palabra Escrita Inspirada de Dios. Una Palabra que Exhala armonía fraternal y bendición espiritual por medio de la fe en Cristo Jesús. Las prerrogativas de la fe cristiana al pueblo de Dios. ¡Salutación! El mensaje final de La Palabra Apostólica Cristiana de Dios a los de la Fe en Jesús-Cristo. II. “La gracia sea con todos vosotros. Amén.” Bendición apostólica cristiana. Acerca de la Gracia de Dios. Las atribuciones de la fe cristiana a su pueblo. Bendiciones espirituales procedentes de La Divinidad. La característica atributiva de Dios y propietaria del cristianismo. Un mensaje de fe y para fe. El mensaje del don de Dios para salvación al pueblo de la fe en Cristo Jesús. Testimonio de la armonía y perfecta comunión, en la que se ve desarrollada la vida, por un lado existencial del cristiano, y por el otro, el ser eterno Dios, ambos en plena conciliación.