Análisis judas 1 25

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LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS, POR MEDIACION HUMANA; Y SU MENSAJE A SU PUEBLO "Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo..." (Judas I. 1) I. "Judas..." El instrumental, de carácter personal, humano. La antropología y su testimonial, al servicio del Creador. Vasos de honra. Hombres perfectos, enteramente preparados para toda buena obra. La historia del cristianismo escrita en el corazón de los hombres. El testimonio viviente del carácter experimental del cristianismo. La encarnación de la vida del orden espiritual en la humanidad. Hombres que a partir de Cristo encuentran su identidad y vocacion. Testigos cristianos de Dios a su pueblo. II. "...siervo de Jesus-Cristo..." La historia de un hombre que contando con la condición fraternal cristiana, acepta por eleccion libre ser siervo. Hombres absolutamente convictos cristianos. Copartícipes del Reino Cristiano de Dios. La proclamacion del Cristo viviente y reinante. La revelacion del Reino Cristiano de Dios, Espiritual y Militante. El humano que sabe que la mejor manera de colaborar con la causa de los de su género, no es el humanismo, sino el cristianismo. El humano que ha aprendido de su propia historia, que el camino a la libertad, no es la pretensiosa y presuntuosa independencia de Su Creador, sino la aceptación del honroso yugo cristiano. III. "...y hermano de Jacobo..." El reencuentro del hombre con Dios, traducido como existencias ofrecidas en el altar de adoración, en sacrificio vivo al Dios Vivo y Reinante; atestigua y da fe de la reconciliación que ha tomado efecto a partir de la relación fraternal con los de su género. La Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios, la nueva humanidad cuya historia de homicidios, fratricida ha sido cambiada. Las relaciones fraternas humanas, son toda una realidad solamente cuando estos han sido llevados nuevamente a la vida en plena comunión con Dios. El Pueblo de Dios, Un pueblo fraterno. Las relaciones interpersonales de los integrantes del Reino Cristiano de Dios. Cristo Señor y Su Iglesia. IV. "...a los llamados..." La Iglesia Cristiana, Un pueblo con Vocación. La vocación cristiana. Hombres cristianos, elegidos por Dios. La Palabra Cristiana de Dios, por mediación humana y su predica a su pueblo. La Palabra de Dios, Una Palabra que reclama con urgencia a los suyos. El llamado del buen pastor a su rebaño. El buen pastor conoce a sus ovejas, y sus ovejas le conocen a Él. Pues todo lo que el Padre le ha dado vendrá necesariamente a Él. Nadie puede venir a Él si no le fuere dado por El Padre. V. "...santificados en Dios Padre..." El Pueblo de Dios. Dios, El Santo De los Santos. El Pueblo santo de Dios. La nueva humanidad cristiana discernida por Dios. La Iglesia Cristiana, la comunidad humana cristiana justificada por Dios. Ciertamente Dios conoce a los que son suyos, por lo tanto, apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor. VI.

"...y guardados en Jesucristo..." Dios: Padre y Jesucristo. La Suma


Teológica. La Deidad y su obra completa. La Deidad, fortaleza y soporte del Reino Cristiano. Inexpugnable la vida cristiana de los hijo de Dios. El pueblo de Dios no es aquel rebaño sin pastor, que pueda ser vulnerado por entidades extrañas y amenazantes de su integridad. La Deidad es guarda de su propio Reino. Porque el Cristo Viviente y Reinante es el vigilante activo y guardador de los que le han confiado su vida. Dando seguridad eterna de que ninguno será avergonzado. Las bondades cristianas tienen aplicaciones presentes y futuras, hasta la misma eternidad. Lo mismo redimen del conflicto temporal presente que de la condenacion futura eterna.


SALUDOS Y BUENAVENTURA CRISTIANA “Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.” (Judas I. 2) I. “...Misericordia...” Perfección, propiedad y virtud de La Deidad, en

estado activo, en su trato relacional con sus criaturas para fines de perdón y Salvación. El testimonio de la nueva dispensación de la Gracia de Dios a la humanidad cristiana. La Omnipotencia moral de La Deidad operando en la dimensión existencial de sus criaturas para el desarrollo de la común-unión y cumplimiento perfecto de propósitos. La razón y como base de la perpetuación de la especie humana sobre la tierra. La compasión de Dios por los pecadores. II. “...y paz...” La condición estatal 1) ontológica (relativa al ser)

Propia de La Deidad, en sí misma y que se traduce en la expresión perfectamente armónica de su ser. En los seres existenciales a partir del hombre mismo, su mayor necesidad y búsqueda constante. 2) Comunión ontólogica. El fruto del ministerio sacrificial cristiano, consistente en la reconciliación de los hombres con Dios y Dios con los hombres, matando las enemistades. A partir de lo cual se puede entender la magnitud de tal condición y estado cristiano. Pues tal paz no es conforme el mundo (sistema de vida presente) la da, Cristo la da. III. “...y amor...” Dios es amor. Máximo Exponente y representante de la

mayor de todas las propiedades y virtudes. La omnipotencia moral cristiana. Experiencias de dimensión sublime, como bendiciones, benignidades, bondades y hasta afectos que transforman la vida humana y sus experiencias ordinarias, en indecibles. El fundamento angular principal de la obra de redención de La Deidad con los hombres, mediante la entrega del Primógeno Unígeno. Por ello, el Amor Dios, es un amor restaurador, redentor y salvífico, pero también sustentador, apacentador. IV. “...os sean multiplicados.” Un mensaje de bienaventuranza al pueblo

de Dios. La fructificación de las bondades y benignidades propias de La Deidad y Valores fundamentales del Reino Espiritual Cristiano, conferidas a la Iglesia Cristiana espiritual Militante. La Palabra cristiana de Dios por mediación humana rebosante de bendición, facultad propia, de suyo, mediante decreto, como declaratoria de la voluntad agradable y perfecta de la Divinidad.


LAS POLÉMICAS APOLOGÉTICAS DEL CRISTIANISMO “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (Judas I. 3) “Amados...” El nombre para el género de los Hijos de Dios. Los frutos del amor. El llamado de Dios a su pueblo, La Iglesia Cristiana. El testimonio acerca del carácter, naturaleza y nueva identidad de la humanidad cristiana, La Iglesia, en su común-unión con Dios. La nueva vocación humana en Cristo, dignificante, gloriosa y sublime. Seres humanos cristianos, re-generados, nacidos de nuevo, con una nueva historia, la historia de la salvación eterna. Seres humanos cristianos gozando de la gracia plena de La Deidad. La Palabra de Dios y su convocatoria a la humanidad cristiana, con una voz y un mensaje plenamente digno de toda confianza. I.

“...por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación...” La salvación, común en la iglesia cristiana, tema de continua actualidad en el pueblo de Dios. La salvación no es un tema de exclusiva privacidad personal. El cristianismo como estilo de vida relacional, involucra integral pero armónicamente cada ser. Y más cuando se trata del desempeño de cada ministerio, sea que este tenga como fundamento para su funcionalidad los dones espirituales, o el llamamiento personal de La Deidad. Se hace necesario asumir con responsabilidad y completo apego a las disposiciones divinas, estas como reguladoras de cada don y por consecuencia cada ministerio, el ejercicio de los mismos. Por lo tanto quien habla lo hace conforme a las palabras de Dios. La salvación es un tema de proporciones mayúsculas. Y debe ser objeto de constantes análisis, escrutinios y cuidados. Es el tema preeminente en la presente Palabra de Dios para La Iglesia Cristiana. II.

“...me ha sido necesario escribiros exhortándoos...” La Palabra de Dios a la Iglesia Cristiana en su exposición de la doctrina de La Salvación, con carácter de Exhordio. Es absolutamente importante la responsable consideración del documento presente. Reclama el carácter de Palabra Cristiana de Dios. Una Palabra eterna, autoritativa, veraz. Fiel inmutable, inerrante. Es La Palabra Escrita de Dios. Reclama destinatarios responsables lectores. Fieles creyentes. Hombres de fe cristiana, llenos del Espíritu Santo. Como Palabra de Dios dirigida a su pueblo, ha sido escrita en un acto de urgente necesidad, inicialmente para el instrumento mediático, el escritor. La Salvación cristiana, que es el asunto principal, siendo de importancia común, es un indicador de los alcances también globales de la necesidad. III.

“...que contendáis ardientemente por la fe...” La batalla de fe y por la fe. La otra forma de dar testimonio de la fe, mediante la práctica de la defensa del evangelio. Es, no sólo la acción permisiva de Dios a su pueblo para librar polémicas apologéticas, sino el exhordio directo como todo un imperativo ético categórico. El cuerpo de doctrina cristiano no es un pretexto para la beligerancia y los pleitos, es la más poderosa razón dada para que el pueblo de Dios presente una defensa activa y ferviente. En gran medida, las polémicas apologéticas (la IV.


defensa de la fe), son el fruto de la obra que Dios efectua en sus hijos. La integración del hombre al Reino de Dios, mediante el ministerio redentor cristiano, así como su confirmación, establecimiento y todo el proceso de crecimiento hasta alcanzar la estatura del varón perfecto, se expresarán a travéz de un carácter forjado por la lucha contra Satanás, el pecado y el mundo. Para ejercer la fe en el contexto de vida natural humano, es necesario luchar contra todo y contra todos. Es la tarea de la Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios. V. “...que ha sido una vez dada a los santos.” El don de Dios a La

Iglesia. El pueblo de Dios depositario del legado cristiano. El establecimiento de la responsabilidad de La Iglesia Cristiana en función del don recibido. La revelación de La Palabra de Dios de aquella su obra realizada en su pueblo: la conferencia del cuerpo de doctrina cristiano. La fe: el cuerpo de doctrina cristiano ha sido puesto en manos del pueblo santo de Dios. Ahora bien se requiere de los administradores que sean hallados fieles. La fidelidad en la administración del cuerpo de doctrina cristiano, asegura dos cosas 1 la propia integridad espiritual, moral, ética de la Iglesia y 2) la proclamación genuina, inalterable, sin diluciones, sin negociaciones, incorruptible, de todo el consejo salvífico cristiano. El pueblo que se precie de serlo de Dios, será conocido por su fidelidad a su Señor, porque La Iglesia tiene un sólo Señor y Dios, Salvador, Sustentador y Juez.


LA DENUNCIA DE LA PALABRA DE DIOS, DE LAS TENTATIVAS CORRUPTORAS DEL REINO DE LAS TINIEBLAS AL REINO CRISTIANO DE LA DEIDAD “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas I. 4) “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente...” Revelación exposicional de la Palabra de Dios con carácter de denuncia. La consignación de hechos impropios y antinaturales en El Reino de Dios. Acciones que corresponden más al proceder de los siervos del reino de tinieblas que al Reino de La Luz Cristiana. Por eso han sido plenamente discernidas, porque no hay nada oculto a los ojos de Dios. Dios mismo y sus medidas protectoras, suficientes y eficientes para la salvaguarda de la integridad de su Reino. I.

“...los que desde antes habían sido destinados para esta condenación...” La soberania divina y su perfecta expresión en la historia de vida humana. Dios, el Un Juez Justo. El juicio de Dios diferido, pero jamás burlado. Las criaturas de Dios, nunca, en ninguna forma escaparán a su Juicio y condenación. Para algunos seres humanos, su ingreso al Reino de Dios, que debiera traducirse en salvación y vida eterna, su incorporación será la ocasión para su juicio. El reino de Dios es aquel tribunal donde los hombres encuentran la absolución y también la condenación. Nunca la vida de los hombres está más expuesta y desnuda que en el Reino de la misma Luz. La Iglesia Cristiana es el último lugar donde los pecadores irredentos y sin arrepentimiento deben pretender ocultarse, pues la Palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos... y cuando hay un pueblo de Dios que esgrime bien la Palabra de Verdad, La espada del Espíritu, ese pueblo estará seguro. II.

“...hombres impíos...” La declaratoria de La Palabra de Dios contra la impiedad. El pronunciamiento divino de consignación y juicio sobre pecadores no arrepentidos y sin redención. El juicio divino sin misericordia para los burladores y profanos. La destitución del Reino de Dios de instrumentales de corrupción del Reino de Satanás. Los juicios, no arbitrios de la comunidad cristiana, si, los juicios de Dios mediante su Palabra escrita. El juicio moral y espiritual de Dios sobre sus criaturas. III.

“...que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios...” Instrumentales prestidigitadores, que mediante la hábil y diestra manipulación obtienen para sí mismos y para los demás, concesiones ilegítimas, presuntamente de parte de Dios y su Palabra escrita. La respuesta de Dios es una evidente exposición de la corrupción que obra en las acciones de tales hombres. Hombres licensiosos, libertinos, corruptos. Dios no solo no esta de acuerdo, sino que en un acto soberano hace los deslindamientos necesarios y el establecimiento de responsabilidades personales a fin de efectuar su juicio inflexible y perfecto. IV.

V. “...y niegan a Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”

Un ateísmo humanista. El entronamiento del sistema de vida humano, en


actos claramente de arbitria deificación. Renegados. Muertos espirituales, imposibilitados para experimentar sensorialmente a La Deidad y todo su sistema de vida espiritual. Existencias carnales en franca rebeldía y oposición al Dios Creador. El hombre y sus doctrinas humanistas como tentativas de propia entronación. La remanifestación de Satanás encarnado en el ser humano, dando evidencia de que su máxima aspiración a usurpar el trono de Dios, haciéndose a sí mismo Dios, no es cosa del pasado, sino pretensiones diferidas al presente. Seres autócratas, anárquicos, arbitrarios, blasfemos y herejes.


EL JUICIO Y CONDENACION DE LOS APÓSTATAS EN EL REINO DE DIOS, MEMORIAL MORTAL COMO TESTIMONIAL A LA IGLESIA CRISTIANA EN SU LUCHA POR LA FE “Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.” (Judas I. 5) “Mas quiero recordaros...” Memorial cristiano. La Palabra de Dios y su obra en medio de su pueblo apelando a la poderosa y profunda reflexión, con fundamento en la historia de los hechos gloriosos de Dios. La obra concientizadora de Dios mediante su Palabra Escrita. La Palabra escrita de Dios, no necesariamente está comprometida con la nueva revelación a fin de dar cumplimiento a la voluntad de Dios agradable y perfecta en medio de su pueblo. Para efecto de los propósitos presentes del documento escrito al pueblo de Dios, basta y es suficiente apelar a la historia. La historia humana, es el mayor compendio que atestigua de las acciones siempre presentes de Dios, a fin de consumar su soberana voluntad y eternos propósitos. I.

“...ya que una vez lo habéis sabido...” El pueblo de Dios, el pueblo de La Fe Cristiana, la nación que fundamenta su credo y sus prácticas, en la conciencia plena de Dios. La fe, no ha sido jamás el pretexto del pueblo de Dios para el ejercicio de un sistema de vida irresponsable, en vanidad, en ignorancia y a ciegas. De hecho, el testimonial glorioso de Dios en la historia humana, así como de forma personal en la vida de cada ser humano, como hombre de fe, son las credenciales de presentación de La Deidad que reclaman el juicio racional de los hombres, para terminar con el con-vencimiento pleno de los mismos. Para eso, el pueblo de Dios tiene que leer y reeler su Palabra Escrita. II.

“...que el Señor...” El carácter Teocéntrico del testimonial De La Palabra Escrita de Dios. Fundamento espiritual, moral, intelectual de La Iglesia Cristiana. El saber necesario y obligado del pueblo de Dios. El cuerpo de doctrina cristiano, constituido fundamentalmente por la revelación que La Deidad misma ha realizado. Heroes de la fe, santos, son eso, testigos humanos experimentales de Dios, que probaron la eficacia de la fe en el Dios vivo y verdadero, y que obtuvieron la recompensa de la fe, no semidioses que por propiedades y virtudes personales, (aparte de la fe) hayan alcanzado la deificación personal para ser hoy los objetos de estudio, de enseñanza aprendizaje, mucho menos de honra personal y veneración, hasta la alabanza y adoración misma. III.

“...habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto...” La certera precisión del testimonial escrito de La Palabra de Dios, revelándole como autor de la salvación. Las acciones salvíficas de Dios con enfoque humano. El género de los hombres, perdido, esclavo, muerto y destinado a la destrucción eterna. El testimonio glorioso de la redención como obra de Dios, en favor de los hombres. La historia de la intervención de La Deidad en la experiencia de vida del género humano para salvación. El testimonio del carácter y naturaleza redentora de Dios. La garantia para la fe y certidumbre de La Iglesia Cristiana en su presente hostil. IV.

V. “...después

destruyó a los que no creyeron.” El testimonio de la


soberania de Dios y su aplicación en la historia de vida de los hombres, en su propio pueblo. La corrupción humana en sus diferentes formas, de ninguna manera encuentra ni entrada ni cabida, ni disimulación en el pueblo de Dios. La corrupción es el principal detractor y destructor de toda criatura, arriba, abajo y debajo. La nación que se precie incluso hasta gloriarse, de ser pueblo de Dios, jamás pretenderá la conciliación de los valores propios del Reino de Dios con la corrupción. Ni de hecho ni de intención, el pueblo de Dios se escudará en el pasado para excusar su responsabilidad presente. Entre tanto existencial, el hombre deberá responder a Dios por cada instante de vida. De no hacerlo la pena por la culpa sigue siendo la misma: la paga del pecado es muerte.


LA PROCLAMA CRISTIANA DE LA PALABRA DE DIOS DEL JUICIO FINAL Y DE CRIATURAS ESPIRITUALES DEGRADADAS Y CORRUPTAS, PREDESTINADAS PARA LA CONDENACIÓN Y CASTIGO ETERNO. "Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día..." (Judas I. 6) I. "Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada..." La Palabra Cristiana Escrita de Dios y su Revelación exposicional de seres celestes, angélicos; criaturas espirituales y su corrupción e indignidad. Criaturas que incurrieron en irresponsabilidad y se degradaron hasta la corrupción. La corrupción no comenzó con la caída del hombre, ni en la tierra, sus origenes se remontan no en la historia, sino a la esfera de vida espiritual. El juicio de Dios sobre criaturas morales angélicas. El discernimiento juicioso de La Palabra de Dios exponiendo a criaturas espirituales, que han incurrido en actos de irresponsabilidad y de menosprecio a sus investiduras, quedando convictas de pecado. El tribunal soberano de Dios y su juicio de los universos existentes creados. Tan alto como la corrupción se encumbre, para consumar la degradación de verdaderas glorias eternas, no será la ocasión para escapar de la soberanía divina y su juicio y condenación. El testimonio presente deja sin argumentos a los hombres, que escudándose en su naturaleza carnal humana pretenden justificar su debilidad y pecado. III. "...los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas..." Criaturas espirituales que de la libertad gloriosa transitan al denigrante cautiverio. El soberano Dios regente de la expresión de vida sea cual sea la forma y estatura de esta. Testimonios espirituales de La Palabra Cristiana de Dios que debieran ser suficientes para disuadir a otras esferas de vida y a otras criaturas de cometer el mismo error. Criaturas descarnadas, inhumanas, sí espirituales, pero que igual menospreciaron la paga del pecado y la corrupción y cayeron en su trampa. La naturaleza humana de los hombres en nada mengua su responsabilidad moral ante Dios. Hombres que pretenden que una vez descarnados y revestidos de plena espiritualidad, serán inmunes a la corrupción, el presente testimonio ilustra, la importancia de ser vigilantes, pues la corrupción y pecado, así como la santidad y pureza, después de todo son actos racionalmente volitivo. V. "...para el juicio del gran día..." La convocatoria de Dios a sus criaturas para que comparezcan ante su trono el día del gran juicio. La expresión pura y perfecta de La Deidad y su carácter soberano. El anuncio profético del evangelio cristiano. La revelación profética de propósitos divinos y su cumplimiento más allá de las edades y las eras de los universos creados de Dios. La readjudicatura de La Deidad. Cuando todos los poderes existentes arriba, abajo y debajo, serán reincorporados como ejercicio exclusivo y propio de La Divinidad. Hasta el juicio divino es un propósito resguardado para el tiempo preestablecido. Hasta el castigo y la condenación de toda corrupción, malignidad y pecado tiene un día para ser ejecutado. Algo es seguro, el juicio de Dios ya cuenta con garantía plena de realización y satisfacción en criaturas angélicas celestes degradadas y corruptas.


"DIOS NO PUEDE SER BURLADO, TODO LO QUE EL HOMBRE SEMBRARÉ, ESO TAMBIÉN SEGARÁ" "...como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno." (Judas I. 7) I. "...como Sodoma Y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos." El imperio Humano. El testimonial acerca del sistema de vida de los hombres como un sistema capitalista. Sistemas de vida a partir de la acción creadora de Dios. Esferas de vida de sustancias y consistencias diferentes, pero que tienen algo en común, su susceptibilidad y vulnerabilidad, hasta la misma degradación corrupción y muerte. Una y otra vez, sea un sistema de vida espiritual y uno terrenal, han experimentado su degradación, humillación y corrupción, y hasta el juicio del Dios Creador. De forma tal que lo que antes se erguia imperial y desafiante, ahora sólo son ruinas, que dan fe de lo ineludible e inpostergable de su juicio. El Un Juez Divino, ha dejado huellas claras y profundas en la historia de vida de los diferentes sistemas creados. Son testimonios memoriales que confirman que el juicio de La Deidad es real y no hay forma de burlarlo. II. "...habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza..." Sistemas de vida capitalistas cuyo mayor infortunio y desgracia ha sido su carácter moral. Pues a costas de este carácter moral, es que las criaturas de Dios se han aventurado a construir sus imperios. De tal forma que El Juicio de La Divinidad mediante su Palabra Escrita revela como, por más esfuerzos que hagan las criaturas, sus estilos de vida, no son más que sepulcros blanqueados, hermoseados y deslumbrantes por fuera pero espiritualmente inundados de total corrupción. Y lo que es peor, la degradación y corrupción personal es la principal causa de su caída. Es decir, las acciones de juicio del Dios Creador, obedecen primeramente a la necesaria expresión de su soberanía en Su Creación, pero revelando que detrás de cada juicio suyo hay un propósito sublime, que es salvaguardar la intergridad del resto de sus criaturas. Antes que esto, los sistemas vivientes arriba y abajo, han demostrado que su principal y primer enemigo es la misma criatura. No son enemigos ajenos y extraños, sino la degradación y la corrupcion moral y espiritual de cada uno. III. "...fueron puestas por ejemplo..." Memoriales judiciales de La Deidad a los sistemas de vida creados. Testimonios mortales, con una doble finalidad: 1) la disuación de las generaciones venideras y 2) La confirmación de que la paga del pecado sigue siendo muerte. El testimonio de que Dios, ni puede ser burlado y ni el hombre prosperará en el ejercicio de un estilo de vida independentista, inmoral y lleno de corrupción. El presente testimonio, como un hecho consumado, que da fe que mediante el Ejercicio Divino de La Justicia, hay generaciones humanas que perecen. Lo crean sus criaturas o no. Así, El testimonial de La Palabra Escrita de Dios, deja las especulaciones de lado, para atenerse a los hechos. Por lo cual el Evangelio Cristiano de La Palabra de Dios, es un evangelio del juicio de La Deidad.


IV. "...sufriendo el castigo del fuego eterno." Ejemplos de la ira inextinguible de Dios, predestinando al sufrimiento eterno a criaturas degradadas y corruptas. Criaturas que ya "gozan" de la inmortalidad como acción divina, para efectos de las penalidades suprahumanas. El testimonio Verdadero de La Palabra Cristiana de Dios, revelando el agónico sufrimiento de seres rebeldes, que desde el siglo y hasta el siglo penarán. Por lo tanto, Dios dice que la vida es más que el momento temporal existencial terreno. Dios dice, que los hombres, como creación suya, comparecerán para ser juzgados por su vida y acciones. Dios dice, que la paga del pecado es muerte. Dios dice, que su juicio es ineludible y no puede ser burlado. Dios dice, que ni la misma muerte, servirá de refugio a sus criaturas, el se encarga de inmortalizarlos para que sean juzgados.


La Palabra de Dios y su acción judicial, estableciendo las responsabilidades legales en contra de criaturas renegadas que lo mismo rechazan el gobierno civil y blasfeman de La Deidad “No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.” (Judas I. 7) I. “No obstante, de la misma manera, también estos soñadores mancillan

la carne...” Corrupción, el legado humano a sus generaciones. Criaturas humanas que desfían osadamente al Dios Creador, a pesar de la conciencia acerca de lo acontecido a criaturas celestes angélicas. Apóstatas, que teniendo antecedentes de lo ocurrido a la generación hebrea en el desierto, donde fueron muertos, desprecian el temor al Dios Cristiano. El perfil de criaturas predestinadas a la destrucción, y que vendrán a engrosar la lista de testimoniales mortales, que confirmen la veracidad de los juicios divinos. La Palabra Cristiana de Dios, en acciones legales estableciendo las debidas responsabilidades, mediante la aplicación de las leyes de La Deidad. Conforme a la regla moral graduada de Dios, la única diferencia existente entre los actuales transgresores, y aquellos de las edades pasadas y esferas espirituales, es que los precedentes sentados por la Palabra de Dios en su testimonial con fines disuasorios, es menospreciado y pretendidamente burlado por los apóstatas e infieles. II. “...rechazan la autoridad, y blasfeman de las potestades superiores.”

Inicuos, rebeldes, arbitrios, usurpadores y anárquicos. Seres pretensiosos que se han entronado y asumen actitudes y acciones deíficas. El testimonio del humanísmo en toda su expresión, reclamando funciones, posiciones e investiduras que solo corresponden a La Deidad. Criaturas que emulan a los primeros padres del género humano, que inventan y defienden un sistema de vida anárquico e independiente de su Creador y Dios. Existencias rebosantes de hostilidad, encarnadoras de la incongruencia y la contradicción. No son seres ignorante de la verdad, sino renegados y rebeldes que apuestan por sus propios criterios y por su propio orden social. Es el juicio de Dios sobre criaturas moralmente corruptas y para quienes las bondades del evangelio cristiano hace mucho que dejaron de proceder, desde el día que renegaron de la fe.


UN TESTIMONIO DE CARÁCTER ESPIRITUAL, QUE DISCIERNE A TRAVÉS DE LA POLÉMICA JUSTA Y CON PROPÓSITO SUBLIME, DE AQUELLAS ARMAS CARNALES PROPIAS DE LA INJUSTICIA Y LA SIN RAZÓN “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. “ (Judas I. 9) “pero cuando el arcángel miguel contendía con el diablo...” La Palabra de Dios y su revelación exposicional acerca del conflicto entre criaturas espirituales. Potencias espirituales morales en conflicto. Criaturas en completa oposición, en carácter y naturaleza como en misión y propósito. La batalla de Dios vs Satán. La Realidad de vida espiritual, como fundamento testimonial de La Palabra Cristiana Escrita de Dios a los hombres. El registro escrito de actividad espiritual, y que involucra directamente al género humano. Actividad espiritual hostil, revelando que Dios y Su Reino, tiende a ser constantemente violentado, con tentativas que van desde su destronamiento, hasta el fracaso de Su sistema de vida espiritual y eterno. La aparición en la escena de La Palabra de Dios del primer ser degradado y corrupto y su principal contrariedad. La historia de las criaturas de Dios, arriba, abajo y debajo, está llena de deslealtades, infidelidades, pretensiosos usurpadores, traidores, pero finalmente solo criaturas degradadas, corrompidas y fracasadas. Aunque también de siervos leales, fieles y cuya mayor gloria es servir al Rey de reyes y Señor de señores. I.

“...disputando con él por el cuerpo de Moisés...” La batalla entre el bien y el mal. Batallas espirituales que afectan de manera directa el destino eterno de los hombres. Seres humanos mortales y mortificados cuyo autocontrol y destino se le ha escapado de las manos, y hoy se dilucida su futuro eterno en términos espirituales. A pesar de la naturaleza, carácter y estilo de vida humano, el Creador de los hombres les asegura su defensa personal a partir de acciones gloriosas, hasta obtener su completa salvación. Ha sido de hecho, la historia de vida humana, un testimonial constante de las acciones, iniciativas, esfuerzos de La Deidad, para salvar a su creación y sus criaturas de la corrupción y muerte. Es por otro lado, de hecho también, el testimonio real de las tentativas de satanás, procurando prevalecer, mediante posesionarse completamente de la creación y las criaturas de Dios. Un cuadro espiritual que resume la historia de la creación como campo de batalla de potestades espirituales, el bien y el mal, Satán vs Dios. II.

“...No se atrevió a proferir juicio de maldición contra él...” Un testimonio acerca de las propiedades espirituales de las criaturas de Dios. El testimonio de cuando el carácter y la naturaleza juegan el papel más importante en la lucha contra los enemigos. Una lección acerca de las polémicas apologéticas y la metodología más eficiente. Cuando la lucha tiene como fundamento a Dios, Su Reino y Sus Propósitos. Cuando la Verdad es la principal causa de la batalla. Cuando están de por medio y han sido confiados los propósitos de La Deidad. Cuando se ha sido constituido para la defensa de la fe y de los que ejercen la fe. Se da por sentada la maldición sobre los antagonistas. La lucha no es a título personal, son las batallas de Dios. La lucha no es por conflicto de III.


intereses personales, son los valores del Reino de Dios. Se ha recibido la conferencia del carácter defensor y rehusar la lucha es traicionar y traicionarse a sí mismo. Y, es otra forma de obispado y pastoreo. IV. “...sino que dijo: El Señor te reprenda.” En las polémicas apologéticas

Cristianas, hay formas dignas y gloriosas de defender la fe. Los verdaderos defensores de la fe, jamás en ninguna forma incurrirán en transgresión de su propia naturaleza y carácter, misión y propósito so pretexto de defender la fe, mucho menos transgredirán la ley de La Deidad. Una polémica apologética de la fe cristiana que recurra a las armas carnales y metodologías propias del mal, es una verguenza y otra forma de apostasía pragmática. La defensa de la fe es coherente y congruente entre Ley Divina, credos, convicciones, prácticas y acciones. Hay un solo Juez. Todos, incluidos los apologetas están sujetos al solo Soberano Rey de reyes y señor de señores.


LA PALABRA, EL VERBO DE DIOS, DE LENGUA ESPADA Y SU APOLOGÍA CONTRA APÓSTATAS DE LA FE CRISTIANA “Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.” (Judas I. 10) I. “Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen…” La Palabra Cristiana de Dios y su juicio de seres que evidencian su gran ignorancia a partir de su desbocamiento y desenfrenada charlatanería. Criaturas parlantes que por su propia boca mueren. Pretensiosos instrumentales de guerra, pero que no se han sentado a considerar si sus recursos y los alcances de estos son suficientes para triunfar. Son rebeldes y contradictores que presumen de su lengua parlanchina, pero que serán abatidos por la Palabra Cristiana de Dios. Estos ignoran que para contradecir polémicamente a la Deidad, deben exponerse en el campo de batalla espiritual donde el Verbo de Dios cuenta con una espada aguda para herir con ella a todos los contradictores e incrédulos. II. “…y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales

irracionales.” El desenfreno, degradación, insensatez, pasando por la estupidez, hasta terminar en el entenebrecimiento de la conciencia, como el más claro testimonio de la mortalidad espiritual de que son objeto, es la parte de La Palabra de Dios y su pronunciamiento de repudio, rechazo y condenación a seres muertos en delitos y pecados. De tal magnitud es el testimonio que Dios, a través de su Palabra escrita expone, que aquellos apóstatas, superan en degradación al mismo hombre natural. Porque Dios evidencia aquella gran diferencia existente entre quienes no han conocido la verdad, de quienes habiéndola conocido, finalmente terminaron por rechazarla.


LAMENTOS Y AYES A CAUSA DE LOS JUICIOS GENERACIONALES DE LA DEIDAD SOBRE CRIATURAS REBELDES, LOS CUALES ANTICIPAN LA MÁS HORRIBLE PENALIDAD A SERES QUE INCURREN EN LA INCONCIENCIA ESPIRITUAL, DESAFIANDO A LA POTESTAD SUPERIOR “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.” (Judas I. 11) I. “¡Ay de ellos...” Lamento y pesar. El testimonio de La Palabra Cristiana de Dios que sentencia las penalidades correspondientes a seres que han sido destituidos de la gloria de Dios. Ayes de La Palabra de Dios por criaturas indolentes y que viviendo en completa inconciencia son impotentes para lamentar siquiera su patética condición y destino eterno. Testimonial profético divino, anticipando la triste suerte de seres dignos de la más absoluta compasión y conmiseración, predestinados al más horrible de todos los castigos y tormentos. II. “...porque han seguido el camino de Caín...” Seres en caminos de sombras y de muerte. Existencias en completo extravío. Hostiles, Egocéntricas, egó-latras, carnales y fratricidas capitales. Descendientes de la serpiente antigua y dragón, llamado Satanás. Seres que se han negado a si mismos las bondades de la persuación. Hombres cuyos héroes son verdaderos criminales fratricidas, enajenados de Dios su Creador. La encarnación de aquel sistema de vida aborrecible y aborrecido por Dios, predestinado a la errabundez, vagancia y extranjería eterna, sin lugar para el descanso y reposo. III. “...y se lanzaron por lucro en el error de Balaam...” Seres degradados hasta la más completa corrupción. La degeneración de la imágen y semejanza del hombre, como criatura, del Dios Creador. Seres que apostaron hacer tesoros en la tierra antes que en el cielo. Criaturas dominadas por la avaricia, codicia e idolatría. Actitudes y acciones desafiantes, osadas y en completo y abierto de- safío a La Deidad. Hombres que olvidan hasta el extremo del menosprecio, antes que aprender las bondades del temor reverente la historia. Vidas compulsivas. Verdaderos mercantes, negociantes de La doctrina ortodoxa de La Palabra de Dios. Predicadores y maestros que por la avaricia de ganancias deshonestas, negocian todo el consejo de la Palabra Cristiana de Dios. Practicantes de las malas artes, hechizería, adivinación, espiritísmo ocultismo y conjuros esotéricos diabólicos. IV. “...y perecieron en la contradicción de Coré.” El origen de los cismas, el divisionismo, fragmentamientos, rebeldías, anarquias, vacíos de autoridad y poder. Personalidades que cuestionan, hasta la envidia, las acciones soberanas divinas electivas. Murmuradores y querellosos de toda autoridad y que generan, provocadamente, levantamientos, insurrecciones y desafíos a toda autoridad. Pero que de la misma manera, serán presas de la historia. Historia de rebeliones humanas y juicios divinos hasta la absoluta condenación. Intentos contradictorios generacionales de las criaturas de Dios, y otras tantas veces, sufrientes de la devastación infligida por el Un Soberano Juez. Porque la paga del pecado es muerte.


LA REVELACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS, LA ANTITESIS CRISTIANA UNA EXPOSICIÓN DE SISTEMAS DE VIDA REBOSANTES DE VANIDAD Y CORRUPCIÓN “Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados...” (Judas I. 12) I. “Estos son manchas en vuestros ágapes...” La Palabra Cristiana de Dios y su discernimiento juicioso, revelando las inconsistencias, impurezas, imperfecciones, y pecados en medio de Su pueblo. Testimonio revelador de la condición moral de La Iglesia Cristiana. Denuncias y consignaciones escritas, como acciones divinas preservadoras de la integridad cristiana. La cordial comunión fraternal armónica cristiana contaminada por personalidades que son inconsistentes y contrastan totalmente con su entorno espiritual, El Reino de Dios militante. Dios mediante su Palabra Escrita, expone evidentemente la condición interna espiritual de seres que de otra manera, podrían pasar desapercibidos en la comunidad cristiana, a fin de revelar su juicio moral sobre su pueblo. II. “...que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos...” La susceptibilidad, propensión y vulnerabilidad del cristianismo, en el caso de cuando este tiene por fundamento rituales y ceremoniales externos, antes que el carácter espiritual. La denuncia de hechos rituales, ceremoniales y religiosos, a título de Cristo, pero que sólo son el escaparate y camuflage de seres inconsistentes e incongruentes, contradictorios e impropios. El testimonio de cuando los esfuerzos fraudulentos malignos, resultan insuficientes y no pueden en forma alguna burlar al omnisciente y sabio Dios. El fundamento doctrinal cristiano como base para no comprometer la naturaleza, carácter y misión cristiana, por causa del ritualismo externo, pues “el hábito no hace al monje”. Esto es: no por ser bautizado, o haber lavado los pies de los santos o haber participado de la mesa del Señor, son en sí mismos elementos confirmatorios de la genuidad del carácter cristiano. Finalmente solo son rituales religiosos. De hecho, estos rituales cobran sentido y razón de ser cuando son efectuados, no para alcanzar un grado mayor de gracia, ni para certificar; sino cuando son la consecuencia del ser cristiano. Una cuestión de conciencia pura para la fe cristiana. III. “...nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos...” Despropósito, infertilidad, infructuosidad y sin razón, propiedades características de seres ajenos a La Divinidad, aunados a la inconsistencia, inconstancia, volubilidad y superficialidad vana. fenómenos aberrantes antinaturales, renegados y cuyos registros genealógicos no se encuentran en los anales de la creación de Dios. La acción disvinculadora de La palabra de Dios, negando el beneficio de su paternidad creadora a verdaderos fenómenos, concebidos para destrucción. IV. “...árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados...”

Degradación y corrupción hasta la muerte, dos veces. Testimonial temerario de La Palabra de Dios de criaturas que son y que nunca han sido. La encarnación de la corrupción y vanidad. Seres que existen nada más por existir, como acción divina, con propósito del más alto orden, revelar la antitesis cristiana. Exponer el rostro de la maldad y el pecado, y su juicio único y singular. También que su pueblo puede


valorar en su dimensi贸n plena, la obra redentora cristiana.


EL JUICIO DE LA CREACIÓN CAÍDA, HOSTIL, EN DESPROPÓSITO Y SIN RAZÓN, PREDESTINADA AL CASTIGO ETERNO “fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.” (Judas I. 13) I. “...fieras ondas del mar, que espuman su propia verguenza...” Reduccionismos absurdos. Seres cuyas pretensiones y presunciones, así como sus amenazantes tentativas, no son otra cosa sino el inflingimiento a si mismos de humillación, verguenza y castigo. El que cosecha vientos, recoge tempestades. Todo lo que el hombre sembraré, eso también segará. La inoperancia, inutilidad, ineficiencia e inefectividad del caos en sus tentativas dañinas y corruptoras. Los hijos de perdición trabajando su propia recompensa. II. “...estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la

oscuridad de las tinieblas.” Glorias, temporales, pasajeras y efímeras que terminarán apagándose en las más tenebrosas tinieblas. Criaturas en completo e incansable extravío, a quienes les está negada la bondad del reposo y la paz. Criaturas humanas predestinadas a sufrir juntamente con criaturas celestes corruptas y degradadas, el más terrible de los juicios, el Juicio del solo Soberano Dios, Rey de reyes y Señor de señores. El testimonial revelador de La Palabra Cristiana de Dios.


EL HOMBRE CELESTE, GLORIFICADO HASTA LA ETERNIDAD Y SU JUICIO SOBRE EL HOMBRE MORTAL TERRENO; LA PROFECÍA CRISTIANA “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” (Judas I. 14) I. “De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo...” Una humanidad inmortalizada. El testimonial de La Palabra de Dios de aquel ser de orígenes terrenos pero que fue inmortalizado. Un estilo de vida espiritual y de completo desapego al sistema de vida mundano y carnal. Un ser glorificado y que en tal condición se ve facultado para emitir un pronunciamiento de juicio sobre seres que en la misma condición original, optan por la degradación hasta la total corrupción. “...el que siembra para la carne, de la carne segará corrupción; El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas. VI. 8) Los contrastes de seres existenciales, cuya experiencia de vida eterna es totalmente diferenciada a partir de la calidad de relación personal con su Creador y Dios. Se da el caso de hombres a quienes les es concedido romper sus vínculos con la degradación y corrupción propia de los de su especie. Como también de los demás, llamados a cumplir con su destino. II. “...He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” La

profecía cristiana. El testimonial de todo un sistema de vida espiritual, glorioso, imperial, triunfante. El juicio de sistemas de vida débiles, menores y con la obligación moral de rendir cuentas a su Creador y Dios. La visitación cristiana a los hombres de vuelta en todo su esplendor y gloria. Los días de debilidad y sometimiento voluntario a las necesidades humanas a pasado a la historia, ahora Jesucristo, Señor, viene para hacer juicio. El anuncio angélico pacifista del primer adviento, ha sido tornado en un clamor majestuoso, poderoso, que anticipa invencibilidad, imbatibilidad, pues como ejército de Dios es inconquistable y presagia el abatimiento de rebeldes, revoltosos y beligerantes. El anunciamiento profético de la segunda venida cristiana.


EL JUICIO UNIVERSAL CRISTIANO DE DIOS, UN JUICIO QUE FINCA RESPONSABILIDADES ESTABLECIENDO COMO CAUSAL LA IMPIEDAD, ASÍ DE ACCIÓN COMO DE PALABRA “para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.” (Judas I. 15) I. “...para hacer juicio contra todos...” El anunciamiento del juicio cristiano de Dios, un juicio general, sin acepción de personas. La declaración de misión y propósito del segundo adviento cristiano. La revelación, así de la naturaleza gloriosa y autoritativa, como del carácter judicial de Jesucristo. La revelación exposicional de La palabra Cristiana de Dios acerca del tribunal cristiano, anticipando a la humanidad la firme determinación divina de llamar a comparecer a todo hombre, a pequeños como a grandes. Finalmente toda la vida, en su carácter existencial, de las diferentes generaciones humanas, tiene que ver con la justicia de Dios. También, todo el consejo de Dios para los hombres, a través de Su palabra viva, escrita, inmutable y eterna, tiene que ver con Su justicia. Para Dios, como El Creador de los hombres, y muy independientemente de las acciones que estos han desarrollado para hacer de la justicia y el derecho, una materia exclusiva de determinados profesionales, todo hombre será confrontado judicialmente. Porque, después de todo, la justicia y el derecho son elementos inalienables de la vida, naturaleza, persona y carácter humano, sea en su sentido positivo y/o negativo. II. “...y dejar convictos a todos los impíos...” No es una amenaza sentenciosa. Tampoco es una presunción de algún determinado tipo de sistema judicial, en los términos conocidos por los hombres. Es La promesa y Garantía del Sistema Judicial de Dios y su Reino Espiritual Cristiano Eterno. Su Juicio garantiza justicia. Su Juicio asegura la plena satisfacción de sus leyes y la correspondiente penalización de todos los hombres que viven en la impiedad. Su Juicio significa el discernimiento entre lo bueno y lo malo, para redención y vida eterna, y para condenación y destrucción eterna. III. “...de todas sus obras impías que han hecho impíamente...” La condenación de criaturas inmorales. El sistema judicial del Reino Cristiano de Dios no necesariamente diferencia entre acciones morales o inmorales y/o acciones legales o ilegales. La impiedad, como la causa principal para que procedan las penalidades establecidas por la ley de Dios, incluye tanto el carácter y la conciencia moral humana, como sus acciones ilegales. Porque El Dios Cristiano es El Un Juez de los hombres, de su vida y acciones, y de sus conciencias. En el regreso Señorial Cristiano, no se juzgará a los hombres, por sus credos, confesiones de fe, creencias, y teologías especulativas; más bien por sus acciones obreras, como el fruto en suma de todo esto. Porque el hombre, es la única criatura que puede confesar con su boca determinado credo pero con sus acciones contrariarlo. Más Dios muestra que las acciones deberán, para efectos legales, ser el producto de convicciones, fe y creencias. IV. “...y de todas las cosas duras

contra

él.”

La

integralidad

que los pecadores impíos han hablado del juicio cristiano de Dios sobre


criaturas integrales. El hombre y sus diferentes facultades personales, objeto del juicio cristiano de Dios. Las habladurías humanas contra La Deidad, blasfemias, herejías, murmuraciones y contradicciones, no solo son objeto de juicio, son acciones penalizadas rigurosamente, con el mayor castigo existente en el sistema judicial divino. Para una sociedad que al amparo de leyes arbitrias, que pretenden defender la libertad de expresión, pero que solamente encubren sus vicios y crímenes verbales, será un verdadero desafío y prueba, el domar su lengua. Pues, el sistema judicial divino, no solamente presume la transgresión cuando los vituperios verbales son dirigidos a La deidad, sino, cuando, incluso, el hombre llama fatuo a su hermano.


LA EXPOSICIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DEL PERFIL DEL VIEJO HOMBRE CON SUS HECHOS, Y CON UNA GRAN BOCA, QUE LO HACEN EL GRAN BOCÓN. “Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.” (Judas I. 16) I. “Estos son murmuradores...” La exposición de La palabra Cristiana de Dios, del perfil de seres humanos impropios, y encarnadores de todos los vicios. Detractores de todo lo bueno. Actores de aquel estilo de vida viejo y arranciado que en el pasado ya ha sido juzgado y penalizado con el castigo más horrible, que es el repudio de su Creador y Dios y en consecuencia la muerte eterna. La descalificación cristiana de criaturas que utilizan el don de la palabra hablada en tentativas de socavar crediticiamente a su prójimo y a La Deidad. Estilos de vida insatisfechos e inconformes y que inculpan, en acciones profanas, a Dios. II. “...querellosos...” Existencias que respiran hostilidad. Hombres que violentan su entorno con acciones legalistas, siempre en abierto reclamo y desafío a todo y contra todos con actitudes soberbias y altaneras, además de expedir aires de perdonavidas. Hombres que creen que se lo merecen todo, porque dicen que el mundo gira en torno a su persona. III. “...que andan según sus propios deseos...” Humanismo carnal concupiscente, pecaminoso. Autoridades tiranas arbitrias, ególatras, autócratas y que incurren en la mayor pretensión de las criaturas de Dios, que es la autoentronación hasta la misma autodeificación. Sistemas de vida carnales conformadas a este siglo y sus influenciosas demandas. El viejo hombre con sus vicios y pecados reconstituyéndose como árbitro final en cuestiones de vida personal, con tentativas a construir su imperio a costas y expensas del solo Soberano Dios. IV. “...cuya boca habla cosas infladas...” El viejo hombre con sus hechos pero con una gran boca, constituyéndose en el gran bocón. Criaturas que han perdido toda proporción deb-vida. Hombres que muerden mucho, pero mucho más de lo que pueden masticar. En inconsciencia completa hasta no darse cuenta de que todas y cada una de sus palabra está siendo escuchada por Dios, Creador y Juez, ante quien todos los hombres deberán dar cuenta de cada una de sus palabras. Si el hombre ha expresado en voz alta sus pensamientos deseando ser escuchado por Dios, lo ha conseguido. Y ahora debe disponerse a la pena por insuflarse ante La Deidad. V. “...adulando a las personas para sacar provecho.” El círculo vicioso

propio de una sociedad interesada y que paga por ser engañada. El cometido de la sico-logía. La prefabricación de aquel mundo ficticio y fantasioso del cual han huido todo problema y sufrimiento, y ahora se dice que el verdadero y real problema es la pobre mentalidad humana. Las tentativas diabólicas a fin de contradecir a Dios y su Palabra pues hasta eso, dicen que La palabra de Dios es un cáncer porque ella hace sentir mal a los hombres fincandoles responsabilidades hasta llamarles pecadores, por lo cual, dicen: “Dios como su religión, es malo.” El quehacer de negociantes de almas humanas.


LA CONFIRMACIÓN Y REACREDITACIÓN DEL CARÁCTER APOSTOLAR CRISTIANO COMO MENSAJEROS DE DIOS A SU PUEBLO, LA IGLESIA CRISTIANA, PARA EFECTOS DE SALVAGUARDA DE LA INTEGRIDAD ESPIRITUAL DE LA IGLESIA “Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo...” (Judas I. 17) I. “pero vosotros, amados,...” El mensaje de La palabra Cristiana de Dios a su pueblo. El carácter, la naturaleza y el mensaje mismo de La palabra de Dios a La Familia de La Deidad. Un mensaje que proclama el amor divino a La Iglesia Cristiana. El testimonial acerca de La Deidad y sus relaciones humanas cristianas, a diferencia de su relación con detractores apóstatas, con su pueblo existe comunión armónica y una perfecta relación fundamentada en el amor. La Iglesia cristiana, el testimonio de aquel pueblo que vive de y por el amor Divino. II. “...tened memoria de las palabras que antes fueron dichas...” La consistencia de La Palabra cristiana de Dios, así como su eternidad, inmutabilidad, fidelidad, veracidad y suficiencia, para efecto de los propósitos de Dios en su pueblo. El consejo divino totalmente armónico, jamás suplementario, ni contradictorio, sí complementario y consistente. La exhortación divina a su pueblo apelando a la racional fe. Primero conciencia racional en el testimonial escrito y luego el ejercicio de la fe para obtención de la bondades prometidas. Dios, como su consejo, inmutable, nunca cambia, por eso es confiable y digno de ser recibido por todos, pues no defrauda a los que confían en Él. III. “...por

los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo...” El carácter apostólico de la palabra cristiana de Dios. Apóstoles cristianos. Proclamadores del evangelio de salvación de Dios a los hombres. La sublime y dignísima vocación apostolar cristiana. La palabra de Dios siempre volviendo a Dios. La reacreditación apostolar como acción de La Palabra Cristiana de Dios, sellando tal ministerio con un carácter singular, único y especial. Salvaguardando dicha vocación de potenciales profanadores y que pretensiosamente buscan adjudicarse tal llamamiento en aras de intereses mezquinos, carnales y de índole personal. Los fundamentos proféticos, apostólicos de la Iglesia teniendo a Jesucristo como la principal piedra del ángulo.


LA PALABRA APOSTÓLICA PROFÉTICA CRISTIANA Y SU DOCTRINA ESCATOLÓGICA; LOS ÚLTIMOS TIEMPOS “...los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.” (Judas I. 18) “...los que os decían: en el postrer tiempo habrá burladores...” La Palabra Apostólica profética Cristiana de Dios. Una palabra verdadera y fiel. La doctrina escatológica, los últimas tiempos. Una palabra de advertencia. La denuncia profética de individuos no deseables, más bien aborrecibles y despreciables. El testimonial apostólico, además de evangélico, para la segura edificación del pueblo de Dios. Iniciativas divinas procuradoras de la salvaguarda de La integridad espiritual de la iglesia Cristiana. El valor real de ministros y ministerios ejercidos en tiempo y forma con absoluta fidelidad y responsabilidad. Iniciativas previsoras de Dios, dando testimonio de la necesaria responsabilidad cristiana para enfrentar a sus enemigos. Ahora es el tiempo, ahora se le demanda al pueblo de Dios el conocimiento cabal para confrontar a los burladores. I.

“...que andarán según sus malvados deseos.” Estilos de vida malignos y perversos. Estilos de vida humanos anticipados proféticamente por La palabra Cristiana de Dios. Nada nuevo que haya de sorprender o tomar desprevenido al pueblo cristiano, mucho menos a Dios. Son seres que han sido predestinados desde el origen de los tiempos para esto mismo. Para un pueblo, como lo es el pueblo cristiano de Dios, que ha conocido en el pasado la maldad y el pecado, no debe ser ocasión de escándalo tal realidad. La iglesia cristiana está integrada por hombres y mujeres que han sido rescatados del reino de satanás, y que por lo tanto están capacitados para enfrentar las luchas por la fe, sabiendo del poder y la gracia de La Deidad. II.


EXPOSICIÓN REVELACIONAL DE LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS DE LA CONDICIÓN NO ESPIRITUAL DE ENTIDADES PROFANAS, DEPRAVADAS Y MUERTAS EN VIDA “Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.” (Judas I. 19) “Estos son los que causan divisiones...” Testimonial demostrativo de La Palabra cristiana de Dios, con-signando causantes del mutilamiento del Cuerpo cristiano. Los detractores del cristianismo. Malhechores cristianos. Personalidades para quienes no ha sido suficiente forjar una carrera delictiva, en su estilo de vida natural humano, sino que además se han infiltrado al pueblo cristiano de Dios con tentativas profanadoras, a sabiendas de la pena por la herejía y la blasfemia. Seres humanos anticristianos cuyas acciones son tendientes a nulificar, contrarrestar, contradecir y destruir la nueva creación de Dios en Cristo Jesús, la Iglesia cristiana, el nuevo hombre espiritual. En tanto que el ministerio cristiano fue sellado con sangre con la finalidad de pulverizar las barreras de separación, y toda diferencia hostil entre los hombres, y entre los hombres y Dios, estos individuos pretenden reconstruir los mismos, atentando de una manera osada y temeraria contra Dios y sus designios eternos. I.

“...los sensuales...” La depravación encarnada, personalizada, humanada. Entes corruptos. La antitesis espiritual. La polaridad cristiana. Todo lo opuesto al nuevo hombre espiritual cristiano. Estilos de vida depravados, pervertidos, distorsionados. Criaturas que encarnan todos los vicios habidos y por haber. Criaturas enajenadas del Dios Creador y su Reino Espiritual. Humanidades corrompidas y degradadas. Hombres que propugnan por el estilo de vida libertino, caracterizado por la disolución y que buscan socavar la santidad y pureza del pueblo de Dios con argumentos falsos y engañosos. II.

“...los que no tienen el Espíritu.” La Palabra cristiana y su declaración de la consistencia de la naturaleza y carácter de las esencias y las substancias. Acciones desvinculatorias de La Deidad, de aquellas criaturas dos veces muertas y desarraigadas. De hecho, el testimonial espiritual de Dios de existencias temporales muertas en vida, sin esperanza de salvación y cuyo destino es la ira divina. Bastardos de quienes incluso su Creador y Dios reniega. La revelación de la Palabra Cristiana de Dios de aquellas condiciones internas, íntimas y privadas de personas indeseables y aborrecibles; que de no ser por la acción espiritual de Dios pasarían desapercibidas para su pueblo, pero que han sido evidenciadas como una forma de advertirlo para evitar sufrir por causa del engaño y el error de los inicuos. Dios sí expone las condiciones espirituales internas de los hombres. Por ello la importancia de su Palabra escrita doctrinalmente correcta y toda suficiente en autoridad, para conducir a su pueblo con seguridad y garantía de glorificación. III.


LA IGLESIA CRISTIANA, EL NUEVO HOMBRE ESPIRITUAL, EL CUERPO DE CRISTO Y SU LENGUAJE FAMILIAR A LA DEIDAD; EL PUEBLO DE LA FE COMO FUNDAMENTO DE SU EXISTIR TEMPORAL, Y GARANTÍA DE MADUREZ HASTA ALCANZAR LA ESTATURA PLENA Y SU PROPIEDAD ETERNA “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo...” (Judas I. 20) I. “Pero vosotros, amados, edificándoos...” la Iglesia Cristiana, El Nuevo Hombre Espiritual, en pro de su vocación, el exhordio de La Palabra Escrita de Dios. La entidad cristiana en pleno proceso de crecimiento, desarrolo y madurez hasta la perfección. El testimonio escrito de La Palabra de Dios acerca del cristianismo como un organismo viviente, pujante, completamente expresivo de sus funciones vitales, y que en esfuerzos activos fundamenta su existir, que va desde la experiencia temporal militante, hasta introducirse a la misma eternidad. “...sobre vuestra santísima fe...” La Fe Cristiana. Las propiedades y virtudes de la sustancia y esencia llamada fe. Propiedades atribuidas y conferidas por el objeto de la fe Jesús-Cristo. Propiedades que van desde la consagración en exclusivo para descanzar en La Deidad, hasta la pureza como virtud forjada a partir de los procesos de refinamiento que son desarollados por La Divinidad. La fe, como fundamento de la persona, vida y acciones del Nuevo Hombre Espiritual, La Iglesia Cristiana, El Cuerpo de Cristo. La comunidad de La Fe Cristiana. Un organismo que vive por fe y para fe y que alcanzará su máxima estatura a través del ejercicio existencial de la misma. Esto mientras alcanza la propiedad eterna. II.

“...orando en el Espíritu Santo...” El Nuevo Hombre espiritual, La Iglesia Cristiana, El Cuerpo de Cristo, y su dialéctica espiritual. La relación-Comunicación-Comunión-diálogo de carácter espiritual, entre La Deidad y La recreación Cristiana. El lenguaje familiar de La Deidad y Sus Hijos. Porque, la comunión verbal de Dios con Sus Hijos, más que consistir en una serie de sonidos ininteligibles, se ve constituida de propiedades naturales espirituales, como virtudes, que dan testimonio de la santidad de vida y acciones, esgrimida en la interrelación divinahumana. El Espiritu es el que da vida, haciendo de la Iglesia de Cristo un organismo animado, expresivo y dinámico. El pueblo de los hijos de Dios. III.


EL LLAMAMIENTO CRISTIANO A SU PUEBLO A VIVIR CON ESPERANZA SU REALIDAD PRESENTE, EN ACTUACIÓN MORAL, MANTENIENDO LOS OJOS EN EL AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE “...conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.” (Judas I. 21) “...conservaos en el amor de Dios...” La Iglesia Cristiana, El Pueblo del Amor de Dios. El exhordio moral de la Palabra Cristiana Escrita. La Ley Cristiana del Amor. Un sistema de vida, El Cristianismo, sustentado existencialmente por el Amor divino. Tal actitud existencial, asegura el ejercicio de la consagración en santidad, de toda la vida y esfuerzos del pueblo de Dios, manteniendo buena su manera de vivir, inspirado por el amor de su Señor. Un estilo de vida con fundamento en el ejercicio de toda la capacidad moral del nuevo hombre cristiano espiritual, que no permite la divagación ni el extravío en pos de “otros señores”. I.

“...esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo...” La esperanza cristiana de La Piedad. La profesión de La Fe Cristiana. El señorío cristiano. El Un Juez de los hombres. La única preocupación de los hombres, en virtud y función de Cristo como Salvador, Señor y Juez, es obtener su gracia salvadora. Se demanda de los hombres vivir en ocupación piadosa. El humanismo y su transición hacia Cristo Señor, es ahora toda una necesidad. En el reencuentro cristiano no hay lugar para los méritos personales, la autosuficiencia, e independencia; sólo para la misericordiosa compasión divina. Es otra forma en la cual, La Iglesia cristiana, rinde tributo y gloria y honor a su Señor. II.

“...para vida eterna.” La propiedad de La Deidad. La necesidad de criaturas, por generacionales, existenciales. El don prometido de Dios a los hombres bajo maldición mortal. La abolición de la maldición y muerte, como experiencias críticas humanas. El aliciente que mantiene muy en alto las esperanzas del hombre de la fe cristiana. El sistema de vida cristiano, espiritual eterno. El acceso del hombre a la realidad de vida espiritual de La Divinidad. El despertar del hombre a la realidad de Dios. La glorificación cristiana. La dádiva de Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. III.


DISPOSICIONES PARA LA VIDA ESPIRITUAL CRISTIANA EN MILITANCIA, EN PROCURACIÓN DE LA PREPARACIÓN, PARA EL PLENO PERFECCIONAMIENTO DEL PUEBLO DE DIOS “A algunos que dudan, convencedlos.” (Judas I. 22) Las disposiciones de vida espiritual cristiana militante para el pueblo de Dios. La procuración en activo, de la madurez y el perfeccionamiento del cristianismo. Iniciativas preparatorias cristianas, a fin de que el hombre de Dios sea enteramente perfecto. El fortalecimiento de las debilidades algunas del pueblo de Dios. Acciones de carácter volitivo. La obra de convencimiento, en el caso de aquellos algunos cuya fe es incipiente y/o débil. La obra de proclamación de la Palabra de Dios, pues “la fe viene por el oir, y el oir por La Palabra de Dios” Acciones fraternales cristianas. La mayor, principal y más importante función en muestra del amor de Cristo al hermano. Las situaciones de apremio que vive el cristianismo, 1) bajo la influencia de los falsos maestros y sus falsas doctrinas y 2) La realidad del juicio y condena de Dios; justifican la urgencia de la exhortación.


DISPOSICIONES PARA LA VIDA ESPIRITUAL CRISTIANA EN MILITANCIA, EN PROCURACIÓN DE LA PREPARACIÓN, PARA EL PLENO PERFECCIONAMIENTO DEL PUEBLO DE DIOS “A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.” (Judas I. 23) “A otros salvad, arrebatándolos del fuego...” El ministerio de carácter salvífico de La Iglesia Cristiana. La Iglesia, la extensión del brazo salvador cristiano. Como Cuerpo de Cristo, es evidente la multiplicidad de ministerios potenciales a desarrollar, así como los diferentes rostros de la necesidad. El pueblo de Dios es urgido a desarrollar diferentes acciones, las necesarias para garantizar la salvaguarda de su integridad. No se trata de acciones desbocadas y desesperadas por salvar lo insalvable, seres bajo el juicio de Dios y condenados a la perdición, sino de evitar que en su caída, estos arrastren a muchos. I.

“...y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.” Acciones de purificación, santificación y consagración de la Iglesia Cristiana. La degradación de criaturas corruptas demanda del pueblo cristiano una total separación de lo santo y lo profano. El caso de cuando, en un acto de obediencia a la ley cristiana, la Iglesia deberá romper todo vínculo con el anatema. En cada caso específico, La Palabra de Dios establece disposiciones precisas, a fin de que su pueblo actue con absoluta certeza y perfecto conocimiento de causa, que pueda garantizar el cumplimiento de la voluntad de Dios. II.


EL OMNIPOTENTE DIOS Y SUS ACCIONES SUFICIENTES, EL GARANTE DE LA MILITANCIA CRISTIANA DE SU CALIDAD DE VIDA MORAL Y ESPIRITUAL, HASTA LA MISMA GLORIFICACIÓN “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría...”(Judas I. 24) “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída...” El testimonial del Omnipotente Dios, como fundamento de Su Reino Espiritual Cristiano Militante. El Garante de la integridad del cristianismo, como un estilo de vida sacro. El Sustentador de La Iglesia. Un testimonio confirmatorio de la fe cristiana. El respaldo de la fe. La Divinidad y sus acciones salvíficas como principal argumento, a favor de aquel estilo de vida triunfante, invicto, victorioso y hasta glorioso, el sistema de vida cristiano. Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por lo siglos. Es el creador y Juez de toda la creación, y ni la distancia geográfica, ni la cronológica, han menguado su naturaleza, carácter y acciones. Como Alfa, está presente en el inicio de los tiempos para garantizar su desarrollo progresivo hacia el futuro. Como Omega, viene al encuentro del fin de los tiempos para culminar su obra. I.

II. “...y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría...” El magnificente y Glorioso Señor y Dios de todo lo Creado, ha asumido la titánica obra de hacer de aquellas sus criaturas de origen terreno, seres que a su imagen y semejanza, cuenten con propiedades y virtudes naturales espirituales, erradicando toda desavenencia y conflicto con la gloria Suya. Seres gloriosos. Una obra de autoría exclusiva de La Deidad. Sólo La Divinidad está en la condición de infundir en el hombre cristiano, la consistencia esencial y substancial para ser digno de estar en su gloriosa presencia. La glorificación es la meta suprema de Dios en Cristo-Jesús para los hombres cristianos. La glorificación ha comenzado, e incluye las acciones directas de la divinidad como resguardador de la integridad, moral, física y espiritual de su pueblo; a la vez que las acciones responsables de este, incorporando aplicadamente y de manera práctica cada disposición predeterminada por Dios. El plan eterno de Dios en Cristo para la realización gozosa del cristinismo.


DOXOLOGIA TEOLOGAL CRISTIANA “...al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” (Judas I. 25) “...al único y sabio Dios...” Reconocimiento Deífico. La invocación a La Deidad. El tributo de las criaturas al Creador como Dios. Un testimonial espiritual, pleno de racionalidad y perfecta conciencia. Reconocimiento, adoración, alabanza y honra, un ofertorio purificado de elementos idolátricos, y otorgado en una acción especial consecratoria a la Divinidad. Un ser humano con vocación de vida espiritual eterna. I.

“...nuestro Salvador...” La profesión de fe como declaración estatal cristiana. Declaración de fe de criaturas que viven experimentalmente la realidad de la redención efectuada por CristoJesús. La confesión de fe del cristianismo en su carácter corporativo. El pueblo cristiano de Dios, un pueblo en comunión de la salvación. El carácter así presente como real de la salvación cristiana. II.

“...sea la gloria y majestad, imperio y potencia...” Ofertorio Doxológico. Tributo de benedicciones. La abnegación, renuncia humanista y rendición incondicional de la vida, dones, blasones, lauleres, diademas y coronas a La Divinidad. El cristianismo, un estilo de vida volcado a Dios, en adoración. La condición estatal perfecta de plena comunión armónica, entre el Creador y sus criaturas. Dios y El Reino de Dios. III.

IV. “...ahora y por todos los siglos. Amén.” La condición y estado del Ser Dios. Inmutabilidad y Eternidad, Eterno Presente, y plenipotencialidad. Perfección y Plenitud. Amén.


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