Atentado 11s

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internacional

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Lima, domingo 11 de setiembre del 2011

Suplemento eSpecial

Diez

años Después NuEva YoRk Y WaShINgToN Bajo aTaquE

Hoy se cumple una d é ca d a d e l m ayo r ataque terrorista en la historia de Estados Unidos perpetrado por un comando suicida de 19 hombres. La represalia, dos guerras y miles de víctimas, además de la muerte de Osama Bin Laden, no han terminado con la amenaza terrorista.

SETIEMBRE

REUTERS

2001-2011


/pÁgs. 2-3/ suplemento especial Lima, 11 de setiembre deL 2011

EE.uu. bajo ataquE Am e

El infame plan de Al Qaeda

rica Vuelo n A 11 irlin es

VUELO 11

mpacto Área de im

cto e impa Área d

Vu e Un lo 175 ited Air line

s

VUELO 175

American Airlines

U n i te d A i r l i n e s

Itinerario: Boston-Los Ángeles

Itinerario: Boston-Los Ángeles Boston

Boston eada

Ruta plan

Océano Atlántico Nueva York

eada

Ruta plan

Long Island

Nueva York Océano Atlántico

Primer ataque

7:00

Boeing 767 Vuelo 11

Long Island

8:00 7:45 Despega el vuelo 11 de American Airlines con 81 pasajeros, nueve tripulantes y dos pilotos.

E ED SEDANAS U AD

TE OR N E

8:30

8:13 Última comunicación entre la torre de control en Boston y el vuelo 11.

8:41 Se notifica a las autoridades militares del posible secuestro aéreo.

8:45 El avión se estrella contra la Torre Norte del World Trade Center.

RR TO

E RR O T

TEL HO IOTT RR MA

R

SU

Segundo ataque Boeing 767 Vuelo 175

La reacción de Bush

7:00

8:14 Despega el vuelo 175 de United con 56 pasajeros, siete tripulantes y dos pilotos.

8:41 Última comunicación con la nave. Se notifica a la Administracion de Aviación Federal del secuestro.

8:00

9:03 El vuelo de United se estrella contra la Torre Sur del World Trade Center.

N

9:00

8:55 El presidente George Bush estaba por entrar al aula de un colegio en Florida, cuando Condoleezza Rice, asesora de Seguridad Nacional, le da información oficial que indicaba que un avión comercial había impactado en el WTC.

9:05 Andrew Card le susurra: “Un segundo avión ha chocado contra la segunda torre. América está siendo atacada”.

9:25 La Administración de Aviación Federal ordena por primera vez en la historia el ATC Zero, todos los aviones en EE.UU. debían aterrizar.

Tercer ataque

9:40 Tras una serie de conversaciones, Bush abandona el colegio y se dirige al aeropuerto en donde se entera de que un avión impactó en el Pentágono.

Q Emir, El jEfE AttA

Mohamed Atta, quien se convertiría en el líder de los secuestradores, nació en Kafr el Sheikh, Egipto, el 1 de setiembre de 1968. El aspecto pétreo de su rostro y la mirada dura y fría que conocimos tras la divulgación de su foto luego de los atentados son rasgos que vienen de su niñez, como lo muestran las imágenes de su álbum familiar. Entre 1985 y 1990 Atta estudió planificación urbana en la Universidad de El Cairo. En 1992 voló a Hamburgo, Alemania, y se

9:54 El Air Force One partió pero no hacia Washington por ser un lugar inseguro. Estuvo volando a máxima altura y máxima velocidad sin destino fijo. AFP

ROGER ZUZUNAGA Periodista

uerían ocasionar el mayor daño posible. Por eso desistieron de destruir la Estatua de la Libertad (no morirían muchos). En el otro extremo, descartaron estrellar un avión contra una central nuclear porque temían una reacción desproporcionada de EE.UU. Al final decidieron atacar con aviones los símbolos de la hegemonía estadounidense en el mundo: las Torres Gemelas del World Trade Center, el Capitolio y el Pentágono. Investigaciones oficiales posteriores a los ataques del 11 de setiembre del 2001 y trabajos como el de la periodista Pilar Urbano, quien escribió el libro “Jefe Atta. Maestro de suicidas”, permiten reconstruir paso a paso la larga planificación del más osado ataque terrorista de todos los tiempos y cómo las autoridades obviaron ciertas señales que pudieron haber abortado el plan de Al Qaeda.

Boeing 757 Vuelo 77

terror. Los líderes de los cuatro comandos que perpetraron los atentados se comunicaban mediante mensajes de texto. Algunos subieron a los aviones sin saber que iban a una misión suicida.

A su regreso a Alemania, Atta y los demás miembros de su célula informaron a sus respectivos consulados sobre la pérdida de sus pasaportes

matriculó en la Technische Universität de Hamburgo-Harburg (TUHH) para estudiar planificación urbana y desarrollo. Al llegar al país europeo se identificó como Mohamed el Amir (su nombre completo era Mohamed el Amir Awad al Sajjid Atta). Ahí empiezan los pasajes oscuros de su vida. En la TUHH Atta conoció a Marwan al Shehhi, de Emiratos Árabes Unidos, y a Ziad Jarrah, de Líbano (junto con Hani Hanjour, que vivía en EE.UU., serían unos años después los cuatro pilotos suicidas). Así nació lo que se conoceríacomolacéluladeHamburgo.

En 1995 Atta anunció que haría la peregrinación a La Meca y que luego iría a El Cairo. Cuando regresó, seis meses después, llevaba la barba crecida al estilo de los talibanes. Se cree que en ese tiempo fue captado por Al Qaeda. A su regreso también empezó a ir con más frecuencia a la mezquita de Al Quds de Hamburgo. El 11 de abril de 1996, Atta escribió su testamento en la mezquita de Al Quds. Sus testigos fueron Abdelghani Muzuadi y Mounir Motassadeq (ambos estudiantes en Hamburgo). De la lectura de sus últimos deseos y por la forma detallada en que pedía que sea

líder de al qaeda. Osama Bin Laden aprobó el plan de ataque, le dio apoyo logístico y lo financió.

cayó. Khalid Sheik Mohamed fue quien ideó los ataques con aviones. Está detenido en Guantánamo.


El atentado terrorista del 11 de setiembre del 2001, el más mortífero en la historia de EE.UU., pudo ser neutralizado, pero quienes estaban al tanto de losindiciosnolesiguieronlapistaaunplandescubiertoen1995,ynofueronrigurososalahora de analizar los reportes sobre árabes que se entrenaban en academias de pilotaje

MASSACHUSETTS

VUELO 93 P E N N S Y LV A N I A

Akron

CONNECTICUT

U n i te d A i r l i n e s

Itinerario: Nueva Jersey-San Francisco 37 pasajeros, dos pilotos y cinco tripulantes a bordo. Nueva York Aeropuerto Internacional de Newark

Pittsburgh

OHIO

Shanksville

Zona detallada

Filadelfia M A RY L A N D

NEW JERSEY

Boston Aeropuerto Internacional Logan

RHODE ISLAND

O c é a n o A t l á n t i c o

VUELO 77

American Airlines Itinerario: Washington-Los Ángeles 58 pasajeros, dos pilotos y cuatro tripulantes a bordo.

Baltimore

Aeropuerto Washington D.C. Internacional Dulles

El camino de regreso no fue registrado por los radares ya que los secuestradores apagaron su señal de radar

Daño por fuga de agua y humo

WEST VIRGINIA

Daño por incendio

VIRGINIA

Avión caído

Daño estructural

Boeing 757 Vuelo 93

10:00

10:03 Mientras se gestionaba la orden de derribo del vuelo 93 de United, este se estrelló en Shanksville, Pensilvania. Según el informe oficial, los pasajeros forcejearon con los secuestradores.

10:20 Bush autoriza derribar cualquier avión sospechoso y reina una confusión total en la cadena de mando entre la Administracion de Aviación Federal, el Gobierno y la fuerza militar.

Los rostros del terror

Infografía: Raúl Rodríguez Fuentes: 11-S Extracto del Informe Final de los atentados terroristas contra Estados Unidos por la Comisión Nacional de Investigación/ The New York Times / Time Magazine.

De los 20 terroristas seleccionados para los ataques, solo Zacarías Moussaoui fue detenido.

Vuelo 77 American Airlines

minó la cumbre, la célula de Hamburgo tenía luz verde para preparar su viaje a EE.UU. A su regreso a Alemania, Atta y los demás miembros de la célula informaron a sus respectivos consulados sobre la pérdida de sus pasaportes. El objetivo era conseguir documentos nuevos en los que no figuraran sus viajes a Pakistán y Afganistán y así no levantar sospechas a la hora de llegar a EE.UU. Atta arribó a EE.UU. en junio del 2000. Los demás miembros de su célula fueron llegando por aquella fecha. A ellos se les unirían elementos “durmientes” de Al Qaeda que estaban desperdigados por varias partes del mundo. El comando que perpetraría los atentados estaría formado por 20 personas divididas en cuatro gru-

no voló. Zacarías Moussaoui cayó mientras aprendía a pilotear.

manipulado su cuerpo se puede deducir que en ese entonces desconocía cómo moriría. Un año después, según investigaciones de la CIA, Atta llegó a un campamento de Al Qaeda en Afganistán, donde recibió cursos de estrategia y técnica paramilitar durante cinco meses. Khalid, el cerebro

Osama Bin Laden no fue el cerebro de los atentados del 11 de setiembre. Fue quien dio luz verde al plan, brindó apoyo logístico y lo financió. El cerebro fue el pakistaní Khalid Sheikh Mohamed (preso en Guantánamo desde el 2006).

Antes de la existencia de la célula de Hamburgo, Khalid ya había fracasado en su intención de preparar un comando que estrellara un avión contra la sede de la CIA en EE.UU. Además, en 1994 ideó el plan Bojinka en alianza con el grupo terrorista filipino Abu Sayyaf. Debían secuestrar 12 aviones estadounidenses que partirían del Medio Oriente y hacerlos estallar. El plan se frustró porque al encargado de reclutar a quienes lo ejecutarían la policía filipina le incautó una computadora donde almacenaba toda la información sobre este y otros ataques. Incluso

uno de ellos hablaba de estrellar aviones contra el Pentágono, las Torres Gemelas y edificios en Chicago y San Francisco. Toda esta información fue compartida con el FBI en 1995. plan en marcha

En noviembre de 1999 se celebró una shura (reunión de notables) en Kandahar, Afganistán. En esta cita, a la que fueron llamados Atta y sus más cercanos colaboradores, que también habían pasado meses en los campos de entrenamiento de Kandahar, Al Qaeda planificó en detalle la operación Alá versus América. Cuando ter-

pos de cinco. Solo unos cuantos sabían que la operación que llevarían adelante 15 meses después implicaba la muerte. Todaslasinstruccionesde loslíderes de Al Qaeda debían cumplirse. El comando se debía dispersar, mimetizarse entre la gente, buscar oficios que les sirvieran de tapadera e inscribirse en academias para aprender a maniobrar aviones comerciales. Una vez matriculados, buscaban aprender a hacer giros, descensos planeados, bajar en picada, remontar con rapidez en contrapicado, etc. De manera paralela al aprendizaje, estudiaron los trayectos que

emplearían el Día D. Volaron como simples pasajeros. Burlaron la seguridad de los aeropuertos llevando ocultos cuchillos. Fueron a los lugares que atacarían: las Torres Gemelas, el Pentágono y el Capitolio para registrar las coordenadas de estos lugares. No dejaron suelto ni un solo detalle. Se pudo evitar

Zacarías Moussaoui era un franco-argelino que estaba en la situación de “durmiente” de Al Qaeda en Londres tras escapar, en 1999, de Francia, donde tenía vigente una orden de arresto por su conexión con la organización Yihad Islámica. En el 2000, por orden de Al Qaeda, entró a Estados Unidos y se fue a vivir a Oklahoma. Integraría el comando y también tenía el encargo de prepararse como piloto. Estuvo acumulando horas de práctica en varias academias, hasta que llegó a la Pan Am Flying Academy, donde duró solo tres días. A su instructor le pareció extraño que Moussaoui solo quisiera perfeccionar maniobras de giro, aproximación y descensos en picada. Informó a la policía y el 16 de agosto fue detenido. Faltaba menos de un mes para el Día D. Pero el FBI no comprobó que Moussaoui usaba un pasaporte falso, que tenía una orden internacional de búsqueda y captura y no revisó el disco duro de la computadora que le incautaron. Además, desde julio del 2001 los agentes Kenneth Wilson y Coleen Rowley habíanreportadoalFBIquesospechabanqueextremistasárabespodrían estar aprendiendo a pilotear avionescomercialesenEE.UU.con objetivos muy peligrosos. Atta esperó unos días y al ver que Moussaoui no los había delatado siguió adelante con el plan. El camino era sin retorno. Y ocasionaron el mayor daño posible a un país que tuvo las evidencias a la mano para impedirlo. π

Datos/cifras

A las 8:28 del 11 de setiembre la azafata Betty Ong llamó a American Airlines para informar sobre el secuestro del vuelo 11-AA

3.017

personas fallecieron en los atentados a las Torres Gemelas, el Pentágono y en el vuelo 93 que cayó en Pensilvania. Se incluye en esa cifra a los desaparecidos. Moussaoui sentenciado Zacarías Moussaoui, el secuestrador número 20 y que fue detenido casi un mes antes de los atentados, fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos en el 2006.

A las 8:46 del 11 de setiembre se da la orden militar de despegue para la acción de aviones F-16 a la base de la Guardia Nacional de Otis, en Falmouth


/ págs. 4-5 / suplemento especial Lima, 11 dE sEtiEmbrE dEL 2011

Un panorama distinto

¿Cómo cambió el mundo?

A

las 8:46 de la mañana del 11 de setiembre de hace 10 años, cuatro vuelos comerciales fueron secuestrados por igual número de comandos suicidas islámicos, quienes los estrellaron, dos de ellos contra las Torres Gemelas del World Trade Center (Nueva York), y uno contra el Pentágono (Washington). El cuarto avión, que se estrelló en un paraje de Pensilvania, no logró su objetivo gracias a que los propios pasajeros decidieron enfrentarse a los terroristas y evitar así que alcanzara su objetivo. Solo en los atentados de Nueva York murieron más de 3.000 personas, incluidos los 19 terroristas. Fue un día que cambió la historia. Tres días después de ocurrida esa masacre, el historiador y columnista británico Timothy Garton Ash sentenció: “el 11 de setiembredel2001marcabaelinicio del siglo XXI. Así, de un modo trágico y funesto, anticipo de más díastrágicosyfunestos,empezaba nuestro siglo hace diez años. Luego vendrían los ataques en Madrid (2004) y en Londres (2005) con cientos de muertos y miles de heridos. De este modo, la brecha que entre Oriente y Occidente se abrió, primero con las cruzadas y luego con la invasión napoleónica en el corazón mismo del islam en el siglo XIX, terminó por separarlos definitivamente. O, al menos, por hacer más difícil la comunicación entre dos mundos totalmente opuestos en todos los aspectos. Paraunpueblotanarraigadoensu historia y sus costumbres como el musulmán,lasguerrasdeAfganistán e Iraq son solo la continuación deesasdosprimerasinvasionesde Occidente a su mundo”. Una década después, ¿cómo cambió nuestras vidas ese suceso? No importa desde que perspectiva lo veamos ni desde que punto de vista lo analicemos; lo evidente es que todo cambió y nosotros también. Desde los aspectos más sencillos de nuestras vidas hasta los más complejos, nada resultó ajeno a esa fecha. Nuestras diferencias se volvieron más insalvables que nunca, nuestros prejuicios se ahondaron todavía más y nuestro temor al ‘otro’ creció ilimitadamente. Ese fatídico día el mundo entero contuvo la respiración mientras sin darse cuenta contemplaba, perplejo, cómo la historia cambiaba de rumbo ante sus ojos. π

H

otra mirada:

Se redescubrió al islam y al Medio Oriente AFP

PREJUICIO. Los atentados del 11 de setiembre tuvieron la desdicha de alimentar los prejuicios de Occidente contra lo árabe y musulmán.

La indiferencia del ciudadano común hacia el Medio Oriente cambió: este concitaría la atención mundial por siempre

343

bomberos y 23 policías que acudieron a atender la emergencia desaparecieron cuando se desplomaron ambas torres.

4,4

Sin embargo, la mayor consecuencia de los atentados fue la identificación de todo lo árabe y lo islámico con el terrorismo. Una satanización que hasta el día de hoy persiste. La comunidad sij, por ejemplo, que no es musulmana, es una de las que más ha sufrido el prejuicio de los estadounidenses en estos diez años debido al turbante y las largas barbas que los distinguen. Las protestas el año pasado contra la construcción de un centro islámico cerca de la Zona Cero y el publicitado anuncio de un pastor evangélico de quemar ejemplares del Corán (“El islam es el diablo”, predicaba), son otra muestra de esa intolerancia que se instaló en EE.UU. tras los ataques. Así, las cosas se volvieron muy difíciles para los musulmanes estadounidenses. Una encuesta del instituto Pew Research Center for the People and the Press divulgada esta semanarevelabaquealgotansimple como ir de compras o tomar el metro se convirtió en motivo de miedo para ellos. Y aunque más de la mitad de los encuestadosdeclarósentirse‘vigilado’, un 48% reconoció que muchos estadounidenseslosayudarona sobrellevar ese mal momento.π

billones de dólares han costado las guerrasdeIraqyAfganistán.

T

arQUitECtUra:

Construir rascacielos se convirtió en un dilema AP

SEgURIdad. La construcción de enormes rascacielos también se vio afectada tras los atentados en Nueva York.

asta antes del 11 de setiembre, Afganistán, Iraq y todo lo que tuviera que ver con el Medio Oriente había sido asunto exclusivo de académicos, políticos e internacionalistas. Ni siquiera la Guerra del Golfo de 1991, transmitida en vivo y en directo por la CNN, logró interesar por mucho tiempo. Luego de ese día, el mundo entero redescubrió y se interesó por dicha región, el islam y todo lo relacionado a su gente. Tan solo en los primeros tres meses después de los atentados, se publicaron en EE.UU. decenas de libros relativos a la historia, geografía, geopolítica y cultura de esa región del planeta que para muchos apenas era solo una referencia en el mapa. Aunque desde entonces se ha publicado bastante, el abismo existente entre Occidente y el mundo islámico es cada vez más grande, pero salvable. “Las revueltas árabes han demostrado que la democracia no solo es posible, sino que puede surgir al margen del patrocinio de Occidente”, explica César Puerta, historiador y profesor de historia política contemporánea de la Universidad de San Marcos.

Durante mucho tiempo después de los ataques, la gente se preguntaba si tenía sentido seguir construyendo edificios tan altos como vulnerables

ras el colapso de las Torres Gemelas del World Trade Center, muchos sectores de la economía se vieron seriamente afectados (muchas empresas que operaban en las oficinas de las Torres Gemelas perdieron personal, archivos e información crucial para su existencia como tales), pero ninguno tanto como el de la aviación comercial, a la que le tomó cinco años poder recuperarse de ese golpe devastador, según un informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) divulgado esta semana. Pero no fueelúnicocaso.Laarquitectura, por ejemplo, también sintió el golpe y debió replantearse algunos, sino muchos, de los principios con los que usualmente opera. En especial, la de construir enormes rascacielos. Tras los atentados, muchos proyectos de rascacielos se vieron paralizados por un tiempo hasta que la imagen de los aviones estrellándose contra los dos más emblemáticos del mundo terminó diluyéndose. Pero la pregunta que semejante acto de barbarie produjo sigue vigente a diez años de aquel infausto suceso: ¿puede volver a ocurrir? Responder a

esta interrogante significó un cambio radical en la industria de la construcción en Estados Unidos y en muchos otros países en donde los rascacielos son parte del paisaje urbano. Diez años después, se siguen construyendo edificios igual de altos, pero ahora se toman en cuenta muchas de las lecciones que el ataque dejó. Los ascensores, por ejemplo, ahora son diseñados en estos edificios para ser utilizados durante las evacuaciones, aunque la preocupación principal sigue siendo la vulnerabilidad de un edificio demasiado alto. Luego de los ataques, se discutió cómo construir estos edificios para que fueran más sólidos y fáciles de evacuar en una emergencia, pero las compañías renunciaron a ello cuando reconocieron que los trabajos hubieran sido demasiado costosos, sino imposibles. En todo caso, por más mejoras que se hagan a la técnica de construcción o se tomen en cuenta todas las medidas de seguridad, no hay edificio alguno que pueda resistir el embate de un Boeing. Además, no se puede vivir (y construir) pensando en que mañana ocurrirá el fin del mundo. π


Luego de lo sucedido en setiembre del 2001, el historiador inglés Timothy Garton Ash escribió: “Será un acontecimiento que cambiará el curso de la historia”.

Desde ese día aciago, muchas cosas han cambiado en el mundo y en la vida cotidiana de la generación que tuvo el triste privilegio de ver cómo la historia transcurría en la pantalla de su televisor

Lucha contra el enemigo El Acta Patriótica y la creación de la cárcel de Guantánamo

1

Como parte de la guerra contra el terror que declaró el entonces presidente George W. Bush, se sancionó la llamada Acta Patrótica y la creación de la cárcel para terroristas en Guatánamo, Cuba.

2

El Acta Patriótica es una ley antiterrorista que tipifica nuevos delitos y endurece las penas para los

S

mayor control:

La seguridad se volvió una obsesión para todos AP

revisiones. El excesivo celo en los controles aéreos se volvió una tediosa rutina que aún hoy no es del todo aceptada por muchos.

Hasta un inofensivo cortaúñas se elevó a la categoría de arma y se prohibió su transporte dentro de un avión

MUERTES POR CÁNCER. 345 bomberos y 45 policías han muerto por cáncer desde los atentados debido al polvo tóxico.

300

3

En 2006, el Comité de la ONU contra la Tortura recomendó cerrar Guantánamo. Ese mismo año, el Tribunal Supremo de EE.UU. declaró ilegales los tribunales militares en Guantánamo.

un pasajero tuviera que descalzarse, quitarse algunas prendas o desprenderse de algún objeto personal por estar prohibido su transporte a bordo de un avión. Hoy, nadie sube a uno si lleva consigo un cortaúñas, un sacacorchos o cualquier objeto punzocortante, por pequeño que sea, en su maletín de mano. Y en cuanto a los líquidos que uno puede transportar, estos solo pueden llevarse en una cantidad no mayor de 100 cc., y en una bolsa transparente y sellada. Estos controles más las preguntas de todo tipo que hacen los agentes de seguridad han hecho que iniciar un viaje se convierta en una verdadera odisea y una prueba de paciencia para los pasajeros del mundo. Pero en donde la obsesión no tiene remedio es en la restricción de muchas libertades y en la obsesiva persecución de presuntos sospechosos que la lucha contra el terrorismo ha originado. En los últimos diez años, más de 35.000 personas han sido condenadas por delitos de terrorismo en todo el mundo, mientras que otras 120.000 fueron detenidas o investigadas por ese mismo cargo. Todo un récord. π

perrostrabajarondurantesemanas buscando sobrevivientes.

D

VIDa cotIDIana:

Convivir con el miedo fue una nueva experiencia AFP

MieDo. Desde Pearl Harbor, que se encuentra a miles de kilómetros de distancia, los estadounidenses no sabían lo que era ser blanco de un ataque por sorpresa.

i algo cambió el ataque, fue la manera de volar. Unos meses antes de esa fecha, una comisión del Congreso de EE.UU. interrogaba al secretario (ministro) de Transporte por los continuos retrasos que la excesiva seguridad en los controles de los aeropuertos del país producían. Los retrasos eran tantos y cada vez más frecuentes que el presidente de la comisión le dijo que si se percataba de la crisis en la industria aeronáutica que tantas demoras estaban generando. Siete meses después, ocurrieron los ataques. Desde entonces, la seguridad se ha vuelto una obsesión para todos. Una obsesión que viven a diario miles de pasajeros y tripulantes alrededor del mundo. Hasta antes de esa fecha, por ejemplo, los pilotos comerciales estadounidenses tenían instrucciones de no oponer resistencia en caso de un secuestro. Hoy, esa norma ha sido dejada de lado. Pero en donde los recelos por la seguridad se han vuelto una pesadilla es en los controles para abordar un avión. Hasta antes del 11 de setiembre era impensable que

ya existentes. Es muy criticada por restringir las libertades y garantías constitucionales de estadounidenses y extranjeros.

Sociedades que se sentían seguras en sus grandes urbes y metrópolis de pronto experimentaron el hecho de que su seguridad era una ilusión

e un modo u otro, todos cambiamos esa mañana del 11 de setiembre del 2001. Nadie fue ajeno a la tragedia de las miles de víctimas de ese día en Nueva York y Washington, la cual enlutó a miles de familias en más de 32 países. Pero lo que verdaderamente cambió –o quedó hecho añicos, mejor dicho– fue la sensación de seguridad que todos tenían, en especial los estadounidenses. Como explica el psicoanalista Jorge Bruce, en la vida de los peruanos el miedo ya existía en lo cotidiano: “Desde Sendero Luminoso hasta la violencia delincuencial, siempre nos hemos sentido amenazados y vulnerables. En cambio, para los estadounidenses sí representó un cambio sustantivo en la representación que tenían de su nación como un lugar protegido, precisamente, de esos ataques de destrucción masiva e indiscriminada. El 11 de setiembre resquebrajó su seguridad de manera irremediable”. Los ataques fueron una conmoción tan grande que el solo hecho de haberse producido en suelo estadounidense los desconcertó por com-

pleto. Incrédulos de la versión oficial, para explicárselos a sí mismos muchos recurrieron a las más diversas teorías conspirativas. El miedo y el prejuicio hicieron el resto del trabajo. “La intolerancia hacia el mundo islámico, que ya existía de parte de los occidentales, aumentó considerablemente a partir de ese día”, explica Bruce. Pero, como decíamos al principio, todos los aspectos de nuestra vida rutinaria y cotidiana se vieron alterados, hayamos o no estado ese día en Washington o Nueva York. Tras los atentados, se militarizó la frontera con México y se aumentó el número de agentes fronterizos, la política migratoria se endureció (no faltó quien mencionara el poco control en el ingreso de extranjeros al país como lo que hizo factible los ataques terroristas), EE.UU. se lanzó a dos guerras que aún hoy le pasan factura (los muertos en Iraq suman más de 4.400, largamente superior a los que murieron en los ataques terroristas) y cayó en el descrédito total cuando la mayor democracia del mundo recurrió a todo los métodos para justificar su lucha contra el terror. π

OpiniOnes Un mal comienzo

Francisco Quiroz Chueca Historiador, director de la Escuela de Historia de la UNMSM. “Los atentados marcan el verdadero inicio del siglo XXI. Que no se trató de un evento entre EE.UU. y determinado grupo islámico fundamentalista lo dice el hecho de que buena parte de los fenómenos políticos, económicos, culturales y religiosos que vive el mundo entero en estos diez años tienen relación muy directa con los ataques de ese día. Creo que fue un mal comienzo para un siglo que debía iniciarse con expectativas de mejoras para toda la humanidad”.

el costo de la ocupación

Norberto Barreto Historiador, profesor de la Universidad del Pacífico y de la Universidad Católica. “Los atentados permitieron a los sectores más conservadores de la administración Bush ocupar dos países musulmanes, con lo que se desestabilizó aún más el ya inestable Medio Oriente y se provocó la muerte de miles de personas. El costo de la ocupación de Afganistán e Iraq ha aumentado drásticamente el endeudamiento nacional de EE.UU. que, a su vez, es uno de los principales factores detrás de la crisis económica estadounidense que hunde al mundo con ella”.

el fin de un paradigma

José Ragas University of California, Davis “Es imposible que el mundo vuelva a ser el mismo después del ataque. Acaso el cambio más relevante de esta década es el fin del paradigma que colocaba a Occidente como el baluarte de la democracia y el desarrollo, y le otorgaba a Oriente exactamente los valores opuestos. Hoy, por acción misma de las potencias occidentales, esos referentes se han invertido, lo que ha hecho que entremos en una fase de reacomodo que se extenderá por un par de décadas más”.


/ págS. 6-7 / Suplemento eSpecial Lima, 11 de SeTiembre deL 2011

consecuencias de los conflictos armados

Golpe al centro de la economía La cadena de decisiones tomadas después del fatídico día dio origen

alagranrecesiónglobaldel2008yalabultadodéficitqueelGobiernoEstadounidense tiene y que hoy pone en jaque la recuperación económica en el mundo AFP

gran depresión. La gran crisis financiera del 2008 es consecuencia de las guerras en las que se embarcó EE.UU., según los analistas económicos.

“El UnivErsal” de méxico

L

a guerra contra el terrorismo, promovida por George W. Bush en contra de Iraq y Afganistán como respuesta a los ataques del 11 de setiembre del 2001, propulsó una deuda gubernamental que abarca un poco menos de la mitad del saldo total que actualmente debe Estados Unidos.

El aumento en el gasto para la defensa de EE.UU. en la guerra contra el terrorismo ayudó a reactivar temporalmente una economía que venía en desaceleración desde mediados del 2000, pero también creó las bases del problema de endeudamiento que enfrenta hoy ese país, según Eduardo Loria, director del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Decisiones de política económica tomadas entonces, como el inicio de un largo período de reducidas tasas de interés para promover el crecimiento económico, sentaron las bases de la burbuja inmobiliaria del 2008. A partir del 2000, EE.UU. enfrentó una corta recesión que co-

menzó con la desaceleración del sector manufacturero y que dejó atrás un período de expansión económica sin precedentes en la década del noventa. “La economía comenzó a desacelerarse entre el 2000 y el 2001 y con el desplome de las Torres Gemelas se generó más incertidumbre que se tradujo en una caída de 7,13% de la bolsa de valores estadounidense”, expuso José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey. La breve crisis del 2001 creó una mezcla particular de ingredientes que prevalecen: la falta de credibilidad en el manejo contable de empresas estadounidenses (Enron); una excesiva desregulación, que con tasas

dAtos/CIfrAs Más burocracia En una década el Gobierno de EE.UU. ha establecido 263 organizaciones para enfrentar la guerra contra el terror.

30.000 personas trabajan en Estados

Unidos en servicios de escuchas telefónicas y seguimiento de sospechosos de terrorismo.

6.000 militares estadounidenses y 1.200 de países aliados han muerto en las guerras de Afganistán e Iraq.

AnÁLIsIs

La crisis existencial del Tío Sam

A

unque se piense lo contrario, EE.UU. no fue una verdadera superpotencia global sino hasta que cayó el Muro de Berlín. Recién a partir del 9 de noviembre de 1989 se puede hablar de un mundo indiscutiblemente unipolar, conducido por los designios del Tío Sam. Con el cambio de milenio, los estadounidenses se preparaban para un siglo en el cual su hegemonía sería absoluta. Hoy, con un PBI de US$14 billones, EE.UU. sigue teniendo de lejos la economía más importante del planeta (casi tres veces más grande que la economía china, segunda en el ránking, mientras que el PBI peruano es de US$0,15 billones) y un gasto militar igual al del resto de los países sumados. Su moneda se

mantiene como base del comercio internacional y casi no hay lugar en el mundo al que no pueda llegar con su incomparable poderío bélico. Siendo esto así, ¿cómo se explica que el 60% de los estadounidenses esté convencido de que su país está en decadencia y que el 44% crea que China es “la potencia económica líder en el mundo”? ¿Por qué se piensa que el dólar va a perder su condición de moneda preeminente y que EE.UU. no tendrá más remedio que recortar significativamente su presencia militar fuera de sus fronteras? La respuesta sencilla –y equivocada– es que los atentados del 11 de setiembre del 2001 desnudaron una vulnerabilidad que era impensable en el caso estadounidense, y que el golpe fue tan fuer-

“Los atentados del 11 de setiembre del 2001 desnudaron una vulnerabilidad que era impensable en el caso estadounidense” te que, 10 años después, aún no se ha terminado de asimilar. Esto no deja de ser cierto, pero no explica la hipótesis, cada vez más verosímil, de que EE.UU., lejos de entrar a su siglo de oro, está iniciando el de su declive. Si EE.UU. se percibe hoy excepcionalmente vulnerable,

no es por lo que le hicieron, sino por lo que hizo o, en todo caso, dejó de hacer como consecuencia. En otras palabras, no fueron los ataques, sino la reacción que se tuvo frente a estos y el camino de indisciplina militar y económica que se siguió de ahí en adelante. Luego de 10 años, se sabe que la invasión de Iraq no tuvo sustento alguno y que la invasión de Afganistán dio pie al conflicto armado más largo en el cual ha participado EE.UU. El costo de ambas guerras está entre los US$3 billones y los US$5 billones, según cálculos del Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Linda Bilmes. Incluso si uno diera crédito a las teorías conspirativas que señalan que el objetivo velado en Iraq era el control de sus recursos petroleros, las interven-

de interés muy bajas generó burbujas especulativas, primero en torno a la nueva economía o empresas .com y después al sector de vivienda ‘subprime’. “En el 2001 no existía una regulación adecuada del sistema financiero ni una supervisión del manejo contable en las empresas, y ese es un tema que todavía estamos viviendo; la arquitectura del sistema financiero respecto a la revisión contable no ha ocurrido y era una de las modificaciones que se tenían que instrumentar desde esa época al sistema financiero internacional y particularmente al de Estados Unidos”, dijo De la Cruz. “A la breve recesión del 2001 le sucedió un período de baja exponencial en las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense (FED) orientada a reactivar la economía, que, sin embargo, dio origen a la burbuja especulativa en el sector de viviendas y a la actual crisis de la cual no nos hemos recuperado”, expuso Loria. “El acto terrorista del 11 de setiembre del 2001 se tradujo en un fuerte repunte del gasto público en defensa que tuvo implicaciones en el consumo y la industria de defensa e innovación aeroespacial, que a su vez se tradujo en una reactivación de la economía durante los dos años posteriores”, expuso Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Fue entre el 2001 y el 2009 cuando la deuda pública del país del norte repuntó más en la historia de ese país con las guerras en Iraq y Afganistán, la desaceleración económica del 2001 y los recortes en impuestos ocurridos en ese lapso. De acuerdo con datos del Departamento del Tesoro, la FED y el buró de deuda pública, el gasto público aumentó en 6,1 billones de dólares en los dos períodos de George W. Bush, saldo que representa más de 43% del total de la deuda de EE.UU. El elevado endeudamiento estadounidense asciende a 14,3 billones de dólares, que, sumado a la debilidad del empleo y del ingreso de los hogares, aumentan la probabilidad de una doble recesión. deuda de los ricos

El problema de la deuda se extiende a la mayoría de las naciones desarrolladas, que incurrieron en desequilibrios por un exceso de gasto. Analistas de BBVA Research previeron que de ocurrir una reestructura desordenada de la deuda en las naciones desarrolladas, escenario adverso que está latente, podría verse una moderada recesión en Europa y un menor crecimiento de EE.UU. Este esce-

nario se traduciría en una reducción del PBI global de entre 1% y 1,5% y EE.UU. crecería solo 0,5%. recuperación en riesgo

EE.UU. creó una economía de guerra que ahora es obsoleta. La recuperación de la economía global está en riesgo ante el elevado déficit fiscal que enfrentan EE.UU. y otras naciones desarrolladas. Los abundantes recursos que estos países deben erogar para el pago de su deuda limitan las posibilidades de realizar políticas expansivas adicionales para fomentar el empleo y el ingreso interno y, por el contrario, restringirán más el crecimiento ante la necesidad de reducir el gasto público y eventualmente aumentar impuestos. Si bien la economía de guerra

El aumento en el gasto para la defensa creó las bases del problema de endeudamiento que enfrenta hoy EE.UU. de EE.UU. animó a las finanzas, creó una infraestructura productiva que ahora está parada, expuso Tenorio. “Actualmente se vive lo que John Maynard Keynes definió como trampa de liquidez, en la que la política monetaria, es decir, un incremento de la oferta monetaria, tiene escaso impacto sobre la economía real o actividad económica, en tanto, debido al elevado endeudamiento la política fiscal está limitada”, expuso Loria. “De hecho, el alto endeudamiento implicará reducciones fuertes al gasto federal en programas sociales e incrementos de impuestos”, agregó Loria. Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Base Casa de Bolsa, explicó que la trampa de liquidez significa que sin importar cuánto se baje la tasa de interés o se inyecte liquidez al sistema, la demanda de dinero se vuelve inelástica, es decir no responde. “La evidencia muestra que cuando una economía cae en una trampa de liquidez y además tiene un elevado gasto de gobierno, se entra en una etapa de estancamiento, tal como le pasó a Japón”, agregó. Lo anterior significa que la recuperación en EE.UU. tomará más tiempo de lo que se esperaba y el consumo seguirá deprimido. π

AuGusto townsend

Editor dE Economía y nEGocios

ciones militares de EE.UU. en el Medio Oriente, siendo aquel el principal importador de crudo, le han sido más perjudiciales que beneficiosas, a juzgar por cómo se ha comportado el mercado petrolero global (el barril pasó de US$24 a inicios del 2000 a un máximo de US$147 en el 2008 y hoy bordea los US$90). Hoy EE.UU. está endeudado casi por el equivalente a su PBI no solo por el enorme gasto que le han significado estas guerras, sino por sus errores de política interna. En su afán de devolverle la confianza al país tras los atentados, no solo se redujeron drásticamente las tasas impositivas, sino que se implementó una política monetaria expansiva acompañada por un proceso de desregulación financiera, cuyo objetivo era acercar a la

clase media al sueño de la casa propia. El resultado, no obstante, fue la incubación de una inmensa burbuja inmobiliaria, que explotó en el 2008 y puso en vilo no solo a la economía estadounidense, sino al sistema financiero global. El gobierno salió luego a rescatar a los bancos privados y lanzó un programa de estímulo fiscal inaudito para evitar una nueva Gran Depresión. Se evitó la debacle, pero la economía estadounidense, cuya complacencia en la última década la llevó a no preocuparse por su competitividad, sigue coqueteando con la recesión. Y su gobierno, que poco a poco se va quedando sin armas para reactivar el consumo, la inversión y la creación de empleos, sigue empecinado en vivir del dinero que no tiene. π


escribe: noam chomsky

Lingüista

¿Era la guerra la única opción tras los atentados? ste es el décimo aniversario de las horribles atrocidades del 11 de setiembre del 2001 que, en la opinión general, cambiaron al mundo. No se pone en duda el efecto de los atentados. Para centrarnos tan solo en el Asia central, digamos que Afganistán apenas sobrevive, Iraq está devastado y Pakistán se acerca a un desastre que podría ser catastrófico. El 1 de mayo del 2011, el presunto cerebro de ese crimen, Osama Bin Laden, fue asesinado en Pakistán. Las consecuencias más inmediatas y significativas también han ocurrido en Pakistán. Se ha hablado mucho del enojo de Washington porque Pakistán no le entregó a Bin Laden. Pero se ha hablado menos de la rabia de los pakistaníes porque Estados Unidos invadió su territorio para llevar a cabo un asesinato político. El fervor antiestadounidense ya se había intensificado en Pakistán y esos eventos lo atizaron aun más. Uno de los principales especialistas en Pakistán, el historiador militar británico Anatol Lieven escribió en “The Nation Interest” de febrero que la guerra en Afganistán estaba “desestabilizando y radicalizando a Pakistán, lo que podría causar una catástrofe política para Estados Unidos –y el mundo entero– que empequeñecería cualquier otra cosa que pudiera suceder en Afganistán”. En todos los niveles de la sociedad, señala Lieven, los pakistaníes simpatizan de manera abrumadora con los talibanes afganos, no porque los quieran sino porque “los talibanes son considerados una fuerza legítima de resistencia contra la ocupación extranjera del país”, tal como eran percibidos los muyahidines afganos que combatieron contra la ocupación soviética en la década del ochenta. Estos sentimientos son compartidos por la jerarquía militar de Pakistán, que resiente amargamente las presiones estadounidenses para que se sacrifique en nombre de la guerra de Washington contra los talibanes. Y más amargura proviene de los ataques terroristas (la guerra de aviones no tripulados) de Estados Unidos dentro de Pakistán, la frecuencia de los cuales fue aumentada marcadamente por el presidente Barack Obama, y por la exigencia de Estados Unidos de que el ejército pakistaní lleve la guerra de Washington hacia las zonas tribales de Pakistán, que básicamente siempre han sido dejadas en paz, incluso durante el dominio británico. Las Fuerzas Armadas son la institución estable de Pakistán y mantienen unido al país. Las acciones de Estados Unidos podrían “provocar el amotinamiento de algunos sectores de las Fuerzas Armadas”, advierte Lieven, en cuyo caso “el Estado Pakistaní se derrumbaría efectivamente muy pronto, con todos los desastres que implicaría eso”. Los desastres posibles se refuerzan drásticamente por el

Pakistán– podrían desestabilizar y radicalizar a Pakistán. Los documentos de Wikileaks más significativos que se han publicado hasta ahora son los cables de la embajadora estadounidense Anne Patterson en Islamabad, quien apoya las acciones de Estados Unidos en Afpak, pero advierte que “podrían desestabilizar al Estado Pakistaní, ganarse la antipatía tanto del gobierno civil como de la jerarquía militar y provocar una amplia crisis de gobernabilidad en Pakistán”. Patterson menciona la posibilidad de que “alguien que trabaje en instalaciones [del Gobierno Pakistaní] introduzca subrepticiamente el material de fisión necesario para llegar a fabricar un arma”, peligro que se refuerza por “la vulnerabilidad de las armas en tránsito”. Numerosos analistas han observado que Bin Laden se anotó algunos éxitos importantes en su guerra contra Estados Unidos. Como señala Eric S. Margolis en el número de mayo de “The American Conservative”, Bin Laden “aseveró repetidamente que la única forma de expulsar a Estados Unidos del mundo musulmán y derrotar a sus sátrapas era atraer a los estadounidenses a una serie de guerras pequeñas pero costosas que, a fin de cuentas, los dejaran en la quiebra”. Después de los ataques del 11 de setiembre del 2011 se hizo evidente que Washington parecía inclinado a cumplir los deseos de Bin Laden. En su libro del 2004 “Imperial Hubris”, Michael Scheuer, analista senior de la CIA que había rastreado a Osama

“En buena parte del mundo árabe se condenó a Bin Laden por su participación en los atentados”

“Podríamos ver armas nucleares, probablemente ‘bombas sucias’, explotando en Londres y nueva York”

ilustración: víctor sanjinez

E

arsenal de armas nucleares del país, enorme y en rápida expansión, y por el sustancial movimiento yihadista que existe en el país. Todo esto es legado del gobierno de Ronald Reagan. Los funcionarios de esa época pretendieron que no sabían que Zia ul Haq, el más despiadado de los dictadores militares de Pakistán pero favorito de Washington, estaba desarrollando armas nucleares y realizando un programa de islamización radical de Pakistán con financiamiento saudí. La catástrofe que acecha en el fondo es que se combinen esas dos herencias y que los yihadistas les pongan la mano encima a los materiales de fisión. Así, podríamos ver armas nucleares, muy probablemente “bombas sucias”, explotando en Londres y Nueva York. Lievenresume:“Soldadosestadounidenses y británicos, en efecto, están muriendo en Afganistán a fin de que el mundo sea más peligroso para los pueblos británico y estadounidense”. Con toda seguridad, Washingtonentiende que las operaciones que realiza en lo que sehadadoenllamar Afpak –Afganistán y

Bin Laden desde 1996, explica: “Bin Laden ha sido muy preciso al momento de decirle a Estados Unidos las razones por las que está librando la guerra en su contra. Él está empeñado en alterar radicalmente las políticas estadounidenses y occidentales hacia el mundo islámico”, y en gran medida logró su objetivo. Continúa: “Las Fuerzas Armadas y las políticas de Estados Unidos están llevando a cabo la radicalización del mundo islámico, algo que Osama Bin Laden ha estado tratando de hacer con éxito sustancial, aunque incompleto, desde principios de los años noventa. En consecuencia, pienso que es justo concluir que Estados Unidos de América sigue siendo el único aliado indispensable de Bin Laden”. Y podríamos decir que, aun después de su muerte, así siguen siendo las cosas. La sucesión de horrores a través del decenio transcurrido nos lleva a esta pregunta: ¿Había alternativa a la respuesta de Occidente ante los atentados del 11 de setiembre? El movimiento yihadista, que en su mayoría criticaba a Bin Laden, pudo haberse dividido y socavado después del 11 de setiembre, si el “crimen contra la humanidad”, como fueron llamados los ataques con toda justicia, hubiera sido tratado como un crimen, con una operación internacional para aprehender a los sospechosos. Eso se reconoció en su tiempo pero, en las prisas por ir a la guerra, nadie consideró semejante idea. Vale la pena agregar que en buena parte del mundo árabe se condenó a Bin Laden por su participación en los atentados. Hacia el momento de su muerte, Bin Laden ya era una presencia apagada desde hacía tiempo y, en los meses anteriores, fue eclipsado por la primavera árabe. Su papel en el mundo árabe fue captada por el titular de un artículo de Gilles Kepel, especialista en el Medio Oriente, publicado en “The New York Times”: “Bin Laden ya estaba muerto”. Ese titular hubiera podido publicarse mucho antes, si Estados Unidos no hubiera atizado al movimiento yihadista con sus ataques de represalia en Afganistán e Iraq. Dentro del movimiento yihadista, Bin Laden sin duda era un símbolo venerado, pero al parecer no desempeñaba un papel muy importante para Al Qaeda, su “red de redes” como la llaman los analistas, que emprendía básicamente operaciones independientes. Incluso los hechos más obvios y elementales sobre este decenio provocan reflexiones sombrías cuando consideramos los ataques del 11 de setiembre, sus consecuencias y lo que presagian π para el futuro. (Este artículo está adaptado de “9-11: Was There an Alternative?”, edición por el décimo aniversario de “9-11”, de Noam Chomsky, recién publicada por Seven Stories Press.) (El libro más reciente de Noam Chomsky es “9-11: Was There an Alternative?”, edición por el décimo aniversario de “9-11”, publicado en octubre del 2001, básicamente a partir de entrevistas que diera Chomsky a organizaciones informativas de todo el mundo en las semanas posteriores a los atentados. ChomskyesprofesoreméritodeLingüísticay Filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts).


/ págs. 8-9 / suplemento especial Lima, 11 de setiembre deL 2011

un golpe al corazón de estados unidos

Dolor en Nueva York AP

BAJO ATAQUE. Cuando el segundo avión se estrella contra la segunda torre del World Trade Center, todos caen en la cuenta de que se trata de un ataque terrorista y no de un accidente. AP

cOLAPsO. La primera de las dos Torres Gemelas acaba de colapsar y se forma una inmensa nube de humo y polvo. La gente corre despavorida.

A

diez años de transcurridos los peores ataques terroristas en la historia de la humanidad, el planeta vuelve su mirada sobre estas imágenes que parecen sacadas de una película de terror o una sobre el fin del mundo. Pero no son ni una cosa ni la otra. Ese martes de hace diez años, todos amanecimos en una nueva época: la del terror global, la del enemigo en la sombra que espera para asestar su peor golpe y causar el mayor de los daños y sin ningún tipo de remordimiento o escrúpulo por el dolor provocado. El 11 de setiembre es una fecha aciaga para Estados Unidos, pero también lo es para la humanidad entera. Y lo es porque, desde cualquier punto de vista, es el recordatorio cruel de que grupos nacidos al amparo del odio, alimentados en la intolerancia hacia los demás y ebrios de fanatismo, perdieron aquella mañana toda forma de cordura, de respeto por la vida humana y mostraron su desprecio a toda la humanidad y la civilización. Aquel 11 de setiembre el mundo despertó al horror. π

Los ataques contra Estados Unidos tuvieron consecuencias mundiales que diez años después aún padecen muchos alrededor del planeta AP

AP

HoRRoR. HOrrOr. Los rostros de estas personas, testigos del horror de aquella mañana, lo dicen todo: el espanto, la estupefacción, la perplejidad ante tanta crueldad.

EsTrEmEcEdOr. Una de las imágenes más dramáticas registradas ese día: varias personas decidieron saltar hacia el vacío antes que morir carbonizadas en lo alto de las torres.


La mañana del martes 11 de setiembre del 2001 miles de vidas se truncaron en un acto de barbarie como no se había visto nunca antes. Desde

ese día, el mundo conoció una nueva forma de odio y los que sobrevivieron fuimos testigos del horror y nunca más volvimos a ser los mismos

1’506.124

Toneladas de escombros fueron removidos de la Zona Cero, lugar donde colapsaron las Torres Gemelas. AP

AP

AP

REUTERS

aRMaGedÓn.

El paisaje de Manhattan nunca más volverá a ser el mismo después de esta imagen que solo puede ser comparable a la del Armagedón, la del fin del mundo.

a, lo dicen

VÍCTIMa. El cadáver del capellán del cuerpo de bomberos de Nueva York, Michael Judge, es rescatado por sus compañeros. El sacerdote murió aplastado por los escombros mientras le daba la extremaunción a un herido en el World Trade Center.

InCRÉdUlo. El presidente George W. Bush es alertado de que aviones suicidas están cayendo sobre Nueva York. Su primera reacción es la de incredulidad.


/ págS. 10-11 / Suplemento eSpecial Lima, 11 de setiembre deL 2011

la respuesta de Washington

Los ‘halcones’ y su estrategia bélica

PERFILES George W. Bush estuvo acompañado por un grupo de políticos neoconservadores

Tras la brutal incursión de Al Qaeda en

George W. Bush ex presIdeNTe de ee.uu.

Nueva York, la administración Bush desarrolló una cuestionada doctrina antiterrorista que llevó a Washington a embarcarse en dos invasiones que lo enfrentaron con el mundo árabe

D

ap

bRUNO RIVAS periodista

ías de fuego. Esa es la frase con la que el ex presidente de EE.UU. George W. Bush tituló el capítulo de su biografía “Decision Points” (“Puntos decisivos”) referido a los atentados del 11 de setiembre del 2001. Al ex mandatario el ataque de Al Qaeda lo encontró fuera de posición. Mientras los aviones piloteados por los integrantes de la red terrorista impactaban contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono (Washington), el mandatario se encontraba en una escuela primaria de Sarasota, Florida. Fue su consejero especial Karl Rove, cuando iba camino hacia uno de los salones, el que le informó del primer impacto. Hasta ese momento el entonces mandatario pensaba que había sido un terrible accidente. Minutos después, sería una frase la que lo ubicó en el lugar donde tenía que estar. “Un segundo avión ha impactado la segunda torre. América está bajo ataque”, le dijo su jefe de Gabinete, Andrew Card. Los días de fuego estaban por empezar.

el ex gobernador de Texas llegó al poder en el 2000 tras una controversial elección que se decidió en los tribunales de Florida. sus creencias religiosas influyeron en muchas decisiones durante su gobierno y le sirvieron de base para defender la ‘guerra contra el terror’ que encabezó tras los atentados del 2001. este año un grupo contra la tortura planteó investigarlo por su estrategia antiterrorista.

Dick Cheney ex vIcepresIdeNTe

conSEJERoS. Bush estuvo rodeado por políticos de ala dura que lo ayudaron a definir la doctrina de la guerra preventiva con que invadió Afganistán e Iraq. REUTERS

es considerado uno de los vicepresidentes más influyentes de la historia de ee.uu. este personaje de puntos de vista conservadores fue considerado el ‘hombre duro’ del gobierno de Bush. su carácter reservado evitó que le quitara protagonismo al mandatario. Fue duramente criticado durante la guerra de Iraq por sus nexos con la compañía petrolera Halliburton.

un grupo de ‘halcones’

En su libro “Bush en guerra”, el míticoperiodistaestadounidense Bob Woodward describe al grupo queayudóaBushaprepararlarespuesta a los atentados. El mandatario estaba rodeado por políticos de línea dura como su vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, el jefe de la CIA, George Tenet, y la entonces consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.Rumsfeld fue el que más insistió en realizar una ofensiva rápida en Afganistán, el país donde los talibanes le daban refugio al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. En tanto, Tenet pedía darle una lección a la red terrorista. Sin embargo, sería Cheneyelquelograríaconvertirse en el principal consejero durante la crisis. El real papel que tuvo el vicepresidente durante los gobiernos de Bush siempre ha sido cuestionado por los analistas políticos. “Cheney fue el que tuvo el poder real durante la administración Bush”, afirmó a El Comercio el presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter. Desde el principio, fue el vicepresidente el que propuso la idea deenfocarseenunaguerracontra el terrorismo y no solo en Al Qaeda y Bin Laden. “El objetivo es el terrorismo en su sentido más amplio,queincluya aquienesapoyan elterrorismoy deahípasaremosa los estados, que además son más fáciles de ver que Bin Laden”, señaló Cheney. Aunque Bush al final logró

‘HaLCones’. Dick Cheney y Donald Rumsfeld fueron los políticos que más insistieron en una respuesta rápida a los ataques del 2001.

ofensiva. Con sus discursos, el ex mandatario de EE.UU. convenció al país de que había que acabar con el terrorismo global.

El uso de la tortura tras los ataques

que primero se enfocaran en Bin Laden, esas palabras fueron la premonición de la estrategia que vendría. En posteriores reuniones Rumsfeld insistió en enfocarse en el terrorismo global, un objetivo quesecumplióyquellevóaEE.UU. a embarcarse en dos invasiones (la de Afganistán en el 2001 y la de Iraq en el 2003) en su búsqueda de acabar con el terrorismo mundial.

uno de los puntos más criticados a la administración Bush ha sido la creación de cárceles en las que no se regía la ley internacional como la de Guantánamo y el uso de torturas dentro de sus instalaciones. Bush en su libro “Puntos decisivos” defiende el uso de esos métodos. “no hay duda de que el procedimiento [la tortura] era duro, pero expertos médicos aseguraron a la cIA que no producía daños permanentes [...] Hubiera preferido tomar la información de otra forma”, aseguró Bush. Agregó que solo usó esos métodos para salvar vidas. Su vicepresidente Dick cheney también ha defendido esos métodos en varias entrevistas.

225.000

muERtoS y más de cuatro billones de dólares han costado hasta el momento las guerras de Iraq y Afganistán, según cifras de la Universidad de Brown.

nueVa esTraTegIa

aMiGo. Tony Blair fue uno de los aliados de George W. Bush.

“Teníamos que forzar a las naciones a decidir entre pelear con el terrorismo o que compartieran su misma suerte”

Tal como lo indica Bush en su biografía, tras los atentados del 11 de setiembre, EE.UU. entraba en una nuevadoctrinaenlaquelosgrupos terroristasyanoibanaserdistinguidos de sus patrocinadores. “Teníamos que forzar a las naciones a decidir entre pelear con el terrorismo ocompartirsumismasuerte”,escribióen“Puntosdecisivos”. Así nace la doctrina de la guerra preventiva que le sirvió de base para invadir Iraq en el 2003 bajo el argumento de que podían ser atacados por una nación que tenía armas de destrucción masiva. De acuerdo con Woodward, los ‘halcones’ desde un primer momento buscaron invadir Iraq y cobrarse las cuentas pendientes de la Guerra del Golfo con Saddam Hussein, pero el tener que lidiar primero con Afganistán los hizo retardar la ofensiva. Recién en el 2003 la administración Bush se concentró en la guerra de Iraq, un conflicto que, a diferencia del

de Afganistán, no fue aprobado por la ONU. En ese caso solo recibió el apoyo de aliados incondicionales como los entonces primer ministro británico Tony Blair y presidente del Gobierno Español José María Aznar. Unaestrategiaquehasidoduramentecriticadaporalgunosanalistas.“Losatentadosdel11desetiembre del 2001 fueron muy crueles e injustificados bajo todo criterio moral y político. Sin embargo, la respuesta de EE.UU. y sus aliados incondicionales [España y el Reino Unido, en esos años] fue errónea y moralmente inaceptable. Las invasiones y bombardeos a Afganistán e Iraq no resolvieron el problema”, afirmó a El Comercio el magíster enHistoriaycatedráticodelaPUCP JuanLuisOrregoPenagos. Sin embargo, para otros no había un mejor camino que seguir. “Gracias a la política antiterrorista de la administración Bush, se logró que en estos diez años no se repitieran más atentados como los del11desetiembre.Losajustesque sedieronerannecesarios”,indicóa este Diario el politólogo y especialistaenDefensaRománOrtiz,aunque aclara que la invasión de Iraq fue un error de inteligencia. Diez años después la polémica sobre las decisiones de los ‘halcones’ de Bush sigue abierta. Será la historia la que decidirá si los días de fuego que se vivieron tras los atentados fueron necesarios. π

Donald Rumsfeld

ex secreTArIo de deFeNsA

uno de los mayores defensores de la guerra de Iraq fue descrito por Henry Kissinger como uno de los políticos más despiadados que ha conocido. Tuvo que renunciar a su puesto en el 2006 tras los magros resultados conseguidos en el país árabe. Fue culpado por el senado estadounidense de los abusos cometidos en la prisión iraquí de Abu Ghraib y de Guantánamo.

Condoleezza Rice ex secreTArIA de esTAdo

La política más cercana al presidente era considerada casi como parte de la familia Bush. empezó como consejera de seguridad Nacional para luego pasar a secretaria de estado en el segundo período del mandatario tras la salida de colin powell. Fue una de las creadoras de la doctrina de acción preventiva contra los estados que podían amenazar la seguridad de ee.uu.


escribe: condoleezza rice

Ex sEcrEtaria dE Estado dE EE.UU.

Por qué prevalece la democracia ilustración: claudia gastaldo

¡Dios mío! ¡Esto es un ataque terrorista!”. Me acababa de enterar de que un segundo avión se había estrellado contra el World Trade Center en Nueva York. Treinta minutos después me enteraría de que otro avión había golpeado el Pentágono. “¡Tiene que irse al búnker, pero ya!”, me gritó un agente del servicio secreto. “Hay aviones sobrevolando todo Washington. La Casa Blanca ha de ser el próximo blanco”. Mientras me llevaban casi en vilo y me empujaban a la seguridad del Centro Presidencial de Operaciones de Emergencia, me detuve para llamar al presidente Bush. “No puede regresar aquí”, le advertí. “Voy a regresar”, me respondió. “Quédese donde está”, contesté, elevando la voz de una manera que nunca antes había hecho, y que nunca volvería a hacer con el presidente de Estados Unidos. “Nosotros, quiero decir, Estados Unidos, está siendo atacado”. Para quienes ocupábamos un cargo ese día fue como si el tiempo se hubiera suspendido. Para nosotros y para la familia de las víctimas, cada día desde entonces ha sido el 12 de setiembre. Se alteró irrevocablemente nuestro concepto de lo que constituye la seguridad y de lo que se necesita para proteger al país. Estados Unidos, el país más poderoso de la tierra en términos militares y económicos, había sufrido un ataque devastador. Y este había sido llevado a cabo por un grupo apátrida de extremistas, que operaba desde el territorio de lo que en ese tiempo era un Estado fallido, Afganistán. En los meses que siguieron a los ataques reflexionamos una y otra vez en las causas profundas. ¿Qué pudo haber provocado el odio que hizo que un grupo de personas estrellara unos aviones

contra los edificios en ese brillante día de setiembre? La perspectiva, diez años después, es que esos ataques hicieron que fuera una necesidad global fomentar la democracia y apoyar las instituciones políticas. En el 2002, un grupo de académicos árabes en las Naciones Unidas emitió el Reporte sobre Desarrollo Humano Árabe. En este se identifican tres brechas – respeto por la libertad humana, condición de las mujeres y acceso al conocimiento– que están impidiendo el progreso de millones de personas. Y esas brechas causan aun más daño: generan la desesperanza que, a su vez, crea el vacío en el que fluyen el extremismo y el odio. Esa es la relación entre lo que sucedió el 11 de setiembre del 2001 y la urgencia de una reforma democrática en todo el Medio Oriente. Desde hace 60 años, Estados Unidos ha buscado la estabilidad a costa de la democracia y ha apoyado a regímenes autoritarios. Pero debimos haberlo previsto.

“El extremismo se irá marchitando conforme la gente obtenga medios legítimos para controlar su futuro” “En algunos lugares, los dictadores están luchando por posponer el día de su caída. La libertad puede demorarse...”

Si el pueblo no tiene manera de pedirle cuentas a su gobierno a través de un cambio pacífico, lo hará de forma violenta. Hay una razón de que los extremistas sean las fuerzas políticas más organizadas en el Medio Oriente actual. Los regímenes autoritarios no permiten la política en la plaza pública y, por tanto, la “política” se refugia en cambio en las mezquitas radicales y en las madrazas. Ahora, las fuerzas políticas decentes –aquellas que defienden los derechos de la mujer y la tolerancia étnica y religiosa– necesitarán tiempo para organizarse y llenar el hueco. El autoritarismo simplemente es insostenible. Por difícil que pueda ser la jornada hacia la democracia, es el único camino a la verdadera estabilidad. La muerte de Osama Bin Laden, pocos meses antes del décimo aniversario de los atentados de setiembre del 2001 y el estallido de la primavera árabe el mismo año, conjuntan las lecciones de esa fecha devastadora. El

extremismo se irá marchitando conforme la gente obtenga medios legítimos para controlar su futuro. No creo que gane el extremismo cuando la plaza pública permite el debate abierto de las ideas. Surgirán instituciones políticas; débiles al principio pero, a fin de cuentas, necesarias para definir la relación entre la autoridad del Estado y los derechos del individuo. En Bagdad y Kabul, los ciudadanos están tratando de usar las nuevas instituciones democráticas para garantizarse una vida mejor como hombres y mujeres libres. Ese camino es largo pero al menos ya lo emprendieron, con una constitución que define la relación entre aquellos que gobiernan y aquellos que aceptan ser gobernados. Los pueblos que están experimentando atisbos de libertad en Túnez, Egipto, Libia, Siria y a través del Medio Oriente, apenas han empezado a erigir las instituciones que garantizarán sus libertades. Y en algunos

lugares, los dictadores están luchando por posponer el día de su caída. La libertad puede demorarse pero no negarse. Desde el 11 de setiembre del 2001 hemos llegado a entender que ningún país puede asegurarse a sí mismo de manera aislada y que ayudar a la recuperación de estados fallidos ya no es simple cuestión de generosidad –ahora es una necesidad–. En consecuencia, Estados Unidos ha seguido una política exterior que es tan práctica como compasiva y transformativa. Fomenta el desarrollo económico y social, fomenta el facultamiento y la protección de los sectores vulnerables y lucha por un mundo civilizado y, a fin de cuentas, más pacífico. Estos ideales trascienden los partidos políticos y constituyen los valores básicos por los que lucha la democracia estadounidense y que nosotros, como ciudadanos estadounidenses, representamos. En los próximos días, quienes perecieron el 11 de setiembre recibirán el homenaje de familiares, amigos, conciudadanos y gente simpatizante de todo el mundo. Las vidas perdidas nunca podrán recuperarse y dejan atrás a padres e hijos en duelo, esposos y esposas, hermanos y hermanas que nunca volverán a sentirse completos de nuevo. Pero quizá haya algo de consuelo para ellos –para todos nosotros– en el hecho de saber que hubo mucho más significado en los horrores de ese día. Gracias a la fortaleza de Estados Unidos, el 11 de setiembre no es un día que nos recuerda nuestra derrota, nuestra vulnerabilidad o el supuesto declive de la potencia global. Es un día que nos une, en la tragedia y en la victoria, para declarar que la libertad va a prevalecer. Muchos de nosotros hemos sido bendecidos por el don divino de la libertad. Es nuestra responsabilidad y nuestro trabajo no descansar nunca hasta que sea disfrutada universalmente. π (Condoleezza Rice fue secretaria de Estado del 2005 al 2008. Fue asesora de Seguridad Nacional del 2001 al 2005. Es profesora de economía política en la Escuela de Administración de Posgrado de la Universidad Stanford, en Palo Alto, California; miembro de la Institución Hoover y profesora de Ciencias Políticas en dicha universidad. Su libro más reciente se publicará el 1 de noviembre con el título de “No Higher Honor”. El 11 de setiembre del 2001, Rice estaba en el Ala Oeste de la Casa Blanca cuando se enteró, por uno de sus asistentes, del ataque contra el World Trade Center.)

asÍ inForMaron los diarios en el MUndo

El Armagedón en primera plana Nunca antes en la historia de la humanidad, un acontecimiento había concitado tal atención mundial. Las imágenes de los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001 quedaron para siempre registradas no solo en miles de horas de grabación de televisión, sino también en las portadas de otros tantos miles de diarios alrededor del mundo. La conmoción de este suceso de dimensiones apocalípticas fue tal, que en el sitio web del Newseum de Washington las tiene registradas (www.newseum.org). La portada de El Comercio, que se reproduce al lado, es la única de un diario peruano que se halla en el Newseum. Recientemente, otro sitio, Internet Archive, ha hecho lo mismo con 3 mil horas de imágenes de televisión (www. archive.org). π

CLARÍN / ARGENTINA

EL COMERCIO / PERÚ

THE NEW YORK TIMES /EE.UU.

rememorando el ataque a Pearl Harbor, el decano de la prensa peruana llamó al 11 de setiembre del 2001 “día de infamia”..

“Estados Unidos atacado,” tituló uno de los diarios más influyentes de EE.UU. El clima de guerra ya se podía respirar en el aire.

El diario “clarín” de argentina hacía eco de las primeras declaraciones del presidente George W. Bush, para quien los atentados en Washington y Nueva York eran una declaración de guerra a Estados Unidos. Menos de un mes después, se iniciaría la guerra de afganistán.

EL MERCURIO /CHILE

EL PAÍS / ESPAÑA

La aterradora imagen de las torres Gemelas ardiendo tras el impacto de los aviones suicidas ocupó toda la primera plana del diario chileno.

El principal diario español conjetura en su titular sobre las represalias que tomaría EE.UU. tras sufrir el peor atentado de su historia.


eSpecial Lima, 11 deeSpecial setiembre deL112011 /Suplemento pÁgS. 12-13 / Suplemento Lima, de setiembre deL 2011

el círculo se cerró en mayo del 2011

El señor de las tinieblas

OsamaBinLaden, elcerebrodel11desetiembre,seconvirtióenelprófugo más buscado de la historia. El siniestro cabecilla de Al Qaeda orquestó atentados en el mundo entero

M francisco sanz Periodista

uerto y todo, Osama Bin Laden no deja de ser un elemento perturbador en la política estadounidense. Uno de los últimos agrios debates entre republicanos y demócratas ha sido justamente por la película que Hollywood alista sobre la operación militar que acabó con la vida del cabecilla terrorista el 1 de mayo pasado, cuyo estreno está previsto para la segunda mitad del 2012, poco antes de las elecciones generales, por lo que desde predios republicanos sospechan del interés de la Casa Blanca en que el filme, que dejaría muy bien parado a Barack Obama, repercuta en favor de su reelección . Si la muerte de Bin Laden fue de película, su vida no lo fue menos. Antes de que el planeta supiera de sus macabras andanzas, Osama –uno de los más de 50 hijos que el multimillonario saudí Muhammad Bin Laden engendró en sus cinco esposas– fue criado en cuna de oro y educado por preceptores privados. Estudió economía e ingeniería y se graduó en la Universidad de Jedda, en su natal Arabia Saudí. Allí, entre libros y números, uno de sus profesores, el fundamentalista Sheik Abdullah Azzam, quien alentaba la vuelta de la juventud musulmana a los rígidos postulados de la fe islámica, marcó su juventud. afganistán, país adoptivo

El primer contacto de Bin Laden con Afganistán se produce a principios de la década de los ochenta. La ocupación soviética de dicho país lo hizo abandonar la boyante empresa familiar (su padre montó un imperio de la construcción) y abrazar la gue-

¿Dónde está el cuerpo de Osama?

“Estados Unidos fue golpeado por Alá en su punto más vulnerable, destruyendo gracias a Dios sus más prestigiosos edificios”

Son pocos los que han visto el cadáver de Osama bin Laden. y de la misma manera en que tras el 11-S se dispararon las teorías de la conspiración que niegan la historia oficial, la ausencia del cuerpo también ha dado pie a hipótesis que dudan de la muerte del cabecilla de Al Qaeda, así esta organización lo haya reconocido, y de la versión de Washington, según la cual el cuerpo yace en el fondo del mar Arábigo. hace tres meses, el buzo estadounidense bill Warren fue el protagonista de una noticia insólita. Siguiendo la teoría oficial, anunció la búsqueda del cadáver. “Primero empezaremos en las aguas menos profundas en la costa de Pakistán y vamos a recorrer tramo por tramo. cuando lo encontremos, con un robot a control remoto lo izaremos al barco”, le contó a la bbc. huelga decir que no se supo más de tan disparatada empresa.

LO DIJO

EL 7 DE OctubrE DEL 2001

(a casi un mes del atentado en Nueva York y justo el día que EE.UU. empezó la invasión a Afganistán)

rra santa contra la presencia militar foránea en Kabul y el resto de ciudades afganas. Entrenado por la mismísima CIA, su misión fue acopiar dinero para la resistencia de los grupos islamistas y formar un ejército de muyahidines contra el invasor soviético, que se retiró de Afganistán en 1989. Para entonces, Bin Laden ya se encontraba colocando los cimientos de Al Qaeda (La Base), un imán para todos aquellos que compartieran un odio común a EE.UU., Israel y todo gobierno musulmán cercano a Washington. Siendo su país natal uno de estos y habiendo arreciado sus críticas contra el rey Fahd, abandona Arabia Saudí y se exilia en Sudán, donde recibió las noticias de que su familia lo había excluido del accionariado de sus negocios y de que le había sido revocada la ciudadanía árabe. horror sin fronteras

En 1996, tras la presión de Washington sobre el Gobierno Sudanés, el cabecilla de Al Qaeda huye hacia las inexpugnables montañas de Tora Bora, en Afganistán. Los brutales atentados frente a las embajadas estadounidenses en Nairobi (Kenia) y Dar es Salaam (Tanzania), en 1998, que matan a más de 200 personas, muestran al mundo su siniestro rostro. El entonces presidente Bill Clinton lo declara el enemigo número uno de EE.UU. Contra ese país también va dirigido el siguiente ataque, en el 2000 en Yemen, que siega la vida de 17 marines. “Se busca a Bin Laden vivo o muerto”, fue lo que un cariacontecido George W. Bush le anunció al mundo el 17 de setiembre del 2001 –seis días después de los ataques–, una búsqueda que tomó nada menos que 10 años. El pasado 1 de mayo, cuando el mundo había vuelto a sacudirse con mortíferos atentados en Madrid (2004), Londres (2005), entre otros, y había escuchado atónito audios incendiarios del mayor terrorista de la historia, este fue abatido en Pakistán. Desaparecido Bin Laden, está por comprobarse lo que uno de sus biógrafos ha lanzado como inquietante advertencia: que Osama será mucho más peligroso muerto que vivo. Como para no bajar nunca los brazos en la lucha contra el terror. π

afp

300

millones de dólares era el estimado de la fortuna personal de Osama Bin Laden al momento de su muerte

192

personas murieron en los atentados del 11 de marzo del 2004, ocurridos en cuatro trenes de la red cercana a Madrid. Los ataques en el metro de Londres, un año más tarde, mataron a 56. Ambos fueron obra de Al Qaeda

conociendo al nuevo enemigo

Las ‘franquicias’ de Al Qaeda Diez años después de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, EE.UU. ya no teme ataques de impacto masivo sino a terroristas solitarios que pueden empañar cualquier acto público con apenas un rifle o bombas de fabricación casera. Brian Jenkins, experto en terrorismo y asesor en materia de seguridad del Congreso estadounidense, explica que en el 2001 la amenaza terrorista estaba centralizada en Al Qaeda, en ese entonces una organización sólida que apuntaba hacia objetivos estratégicos claros: embajadas de países enemigos, blancos militares, hoteles occidentales repletos de turistas y sedes de gobiernos árabes aliados de Estados Unidos. Hoy las amenazas son más difusas y de escala reducida, pe-

reuters

DATOS LOS máS PELIgrOSOS Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) y Al Qaeda en la Tierra de los Dos Ríos (en referencia a Iraq) son dos grupos que han asimilado la marca de Al Qaeda. máS gruPOS ADhErIDOS Grupos como Jemaah Islamiyah (Indonesia) o Abu Sayyaf (Filipinas) surgieron para reclamar independencia e instalar estados islámicos autónomos.

ESPELuZNANtE. Los ataques del 11 de marzo del 2004 en Madrid fueron uno de los últimos actos mortíferos masivos perpetrados por Al Qaeda.

DINErO y ENtrENAmIENtO El principal apoyo que reciben todos ellos de Al Qaeda es financiero y logístico, en especial al enviar a sus militantes a campos de entrenamiento.

ro también más difíciles de identificar. “Bin Laden creó la receta yihadista de ‘do it yourself’ (hazlo tú mismo), en la que se llama a cada musulmán a convertirse en un mártir, un agente de combate. Estados Unidos se está adaptando a esta nueva fórmula. Hay que prepararse para descubrir pequeñas conspiraciones de dos o tres personas, o incluso de una sola”, puntualiza. Jenkins sostiene que la persecución de Al Qaeda ha desgarrado al comando central de la organización que opera entre Afganistán y Pakistán. La nueva cabeza de Al Qaeda es Ayman al Zawahiri, un egipcio nacido en las filas de los Hermanos Musulmanes. Se especula que Al Zawahiri aspira a lanzar un ataque de las proporciones del 11 de setiembre para consolidar

su autoridad interna. Los expertos confían en que no cuenta con los recursos financieros, operativos ni políticos para lograrlo. dispersos por el mundo

La mayor fortaleza de Al Qaeda son sus grupos afiliados, o lo que algunos especialistas militares definen como “el modelo de franquicias”. Se trata de insurgencias locales enclavadas en el Magreb islámico, la Península Arábiga, el Cuerno de África y el centro y sureste asiáticos, que nacieron con objetivos determinados por sus entornos geopolíticos inmediatos, y asumieron la guerra santa como una motivación más de su lucha después del 11 de setiembre. Estas células persiguen los mismos objetivos que el comando central: desplegar la guerra “contra los cruzados y los judíos”. π


entrevista a: rUDolph giUliani

¿

Qué estaba haciendo cuando le dieron la noticia de que un avión se había estrellado contra una de las Torres Gemelas? El presidente Bush se encontraba leyéndoles a los niños de un colegio un libro de ovejitas. ¿Y usted? Estaba desayunando, era casi un día festivo en Nueva York porque era el día de las elecciones primarias para determinar quiénes iban a ser los candidatos a la alcaldía. Yo no podía participar porque era el final de mi mandato. Estaba en el hotel Península desayunando con Bill Simon, un amigo muy cercano, que pensaba lanzarse para la Gobernación de California. Me había llamado días antes para pedirme consejo. Llevaba conmigo a mi consejero, Dennison Young, quien ha sido mi asistente principal por 26 años, y estábamos hablando de política, hablando acerca de él, de California, no de Nueva York. Hacia el final del desayuno, una de las oficiales de policía de mi cuerpo de seguridad se acerca a Denny y le dice algo al oído. Denny muestra algo de preocupación y nos dice que había un gran incendio en el World Trade Center, que un avión bimotor se había estrellado contra la Torre Norte. Yo no sabía cuán grave era, pensaba que lo ocurrido podría ser similar a las cosas con las que estamos acostumbrados a lidiar en Nueva York, es decir, descarrilamientos del metro, incendios en rascacielos, toma de rehenes, apagones… ¿Cuándo comprendió que no se trataba de un accidente sino de un ataque terrorista? Al principio no se me ocurrió pensar en un ataque terrorista. La ciudad de Nueva York se estaba preparando para un huracán como el que acaba de pasar. Usted manejaba la teoría de que se trataba de un accidente... Sí, en Nueva York nos sucede algo así cada mes, un huracán, un edificio que colapsa, lo que sea. Me despido de Bill y salgo, y lo primero que hago es mirar arriba, veouncieloazulhermoso,sinuna sola nube. Setiembre y octubre tienden a ser una época hermosa en Nueva York, son nuestros mejores meses. Inmediatamente les digo a Denny y a la agente de la policía que no podía ser un accidente. El día no está nublado, las condiciones de vuelo son buenas, debe ser un ataque intencional, les digo. Subimos al auto y discutimos sobre si se trataba de un ataque terrorista o del acto de una persona que estuviera mal de la cabeza, quizás un empleado despedido de alguna de las empresas conoficinasenel edificio, o quizás

POR MaRía IsaBEl RUEDa/ “El TiEmpo” dE BogoTá

“creo que se me paró el corazón” El ex alcalde de Nueva York recuerda los detalles y pormenores de aquella mañana infausta en la gran manzana

reuters

al fREnTE. El entonces alcalde de la ciudad de Nueva York Rudolph giuliani encabezó las tareas de ayuda tras los atentados contra las Torres gemelas .

alguien a quien su novia lo hubiera dejado... cosas así pasan acá. Nos movilizábamosmuyrápidoconlas sirenas encendidas, y como desde 10 kilómetros de distancia empezamos a ver las llamas, así que sospechamosdeunadestrucciónmuy grande.Cuando estamos como a2 kilometros del edificio, en la calle Canal, vemos otra explosión muy grande, y a los 15 segundos nos llaman del Departamento de Policía para decirnos que un segundo avión se había estrellado. Ahí es cuando ya no me queda duda de quesetratadeunataqueterrorista. ¿Y cuando comprende eso, qué es lo primero que se le ocurre hacer? Conseguir apoyo aéreo de Washington. Nuestro primer objetivo fue hacer que nos enviaran jets que rodearan la ciudad, para que en caso de que otro avión se acercara, lo pudieran derribar. Había muchos otros edificios susceptibles de ataques, el Empire State, el Chrysler, la Estatua de la Libertad. Y qué se le iba a pasar a usted por la cabeza que a esa misma hora también eran blancos el Pentá-

El comandante de bomberos no me lo dice, pero lo comprendo aterrado: todos los que están en los pisos por encima del incendio van a morir gono y la Casa Blanca… Todavía no teníamos ni idea de eso. Cuando llego al World Trade Center, mi alcalde adjunto y mi comisionado de policía corren hacia mí y me dicen que la situación es grave, que las personas se están lanzando desde el edificio. Yo no les creía, pensé que exageraban. Después empecé a oír rumores de una serie de atentados, de un ataque en Chicago al edificio más alto de Estados Uni-

dos, la Torre Sears, de un ataque al Pentágono y de otros más en Washington. Al llegar a la base de la torre para hablar con el comandante de los bomberos, miró arriba porque caían cosas, pero en realidad eran personas que se lanzaban desde lo alto. Fue la primera vez de aquel día que entré en shock, aunque no me dejé llevar. Creo que si no hubiera sido el alcalde y no hubiera estado al frente de la situación, me habría quedado paralizado ahí mismo. Vuelvo a mirar hacia arriba y me quedo unos segundos congelado, viendo cómo una persona se arrojaba desde una ventana y caía, caía, caía, hasta impactar en el piso. Después veo a más personas saltando al vacío. Me acerco entonces al comisionado de policía y a mi alcalde adjunto a decirles que esto era mucho más grave que cualquier otra cosa que hubiéramos enfrentado antes. Y que no contábamos con un plan para esto. Teníamos como 20 o 25 manuales con títulos como “Colapsos de edificios”, “Accidentes de aviones”, “Ataques con ántrax, o con gas sarín, o el

ANÁlIsIs

N

nuevo la capacidad para hacerlo, probablemente la aprovecharía de inmediato, antes que esperar una fecha simbólica corriendo el riesgo de ser descubiertos. De producirse acciones de Al Qaeda es improbable que se trate de un atentado de gran magnitud coordinado por una red transnacional. Lo más probable es que asuma una de dos formas: un atentado de una de sus ramas contra blancos locales en su ámbito de operación habitual (como el que se perpetró contra una sede judicial en Nueva Delhi). La otra posibilidad sería una acción de uno de los denominados Lobos Solitarios (como la que perpetró Nidal Hasan en un fuerte militar en el 2009, que acabó con la vida de 13 personas). Ahora bien, en el caso de Nidal Hasan, se estableció que mante-

virus del oeste del Nilo”. Pero no teníamos ningún manual para el caso de aviones usados como misiles. ¿Y entonces? ¿Cuál fue el siguiente paso? Me dirijo al comandante de bomberos, Peter Ganci, y le pregunto si podemos rescatar con un helicóptero a las personas que estaban en la punta de las torres y que se estaban lanzando al vacío. El comandante de bomberos me mira adusto, y me explica que sus hombres pueden salvar solo a quienes se encuentran en los pisos debajo del fuego. Él no me lo dice, pero lo comprendo aterrado: todos los que están en los pisos por encima del incendio van a morir. Creo que se me paró el corazón. Cuando le insisto con lo de los helicópteros, me señala las llamas que salen del edificio, y me da a entender que los helicópteros explotarían si se acercaran al incendio, lo cual empeoraría las cosas. Eso me hizo ver cuán limitados eran nuestros esfuerzos. Pensé en todos los que iban a morir. Uno hace lo que sea pa-

¿En qué momento habla con el presidente Bush por primera vez? Con el presidente solo en la tarde. Pero la primera vez que hablé con la Casa Blanca fue diez minutos después del hecho, cuando paso por el puesto de comando del Departamento de Policía y pido que me comuniquen con alguien en loscuartelesdeWashington.Hablé con Chris Henick, el director político del presidente, y le pregunté si teníamosapoyoaéreo.Medijoque ya habían despachadolosaviones. Después le pregunto si había otros ataques y me contó que sí, que el Pentágono había sido atacado y que había entre siete y diez aviones, de los que no se sabía nada, sobrevolando sobre varias ciudades del país. Empecé a calcular cuántos de esos aviones podían estar volando hacia Nueva York. En ese momento el secretario de la Casa Blanca me dice que el vicepresidenteDickCheneyvaahablar conmigo, pero justo cuelgan el teléfono. Y entonces el comandante de la policía grita que la torre se ha caído. Yo pensé que se refería a la antena de radio encima de la torre, no me pasaba por la mente que el edificio se hubiera venido abajo. Pero sí, parte del edificio había caído sobre la edificación en que estábamos. Nos quedamos atrapados como 20 o25 minutos buscandola manera de salir de ahí. ¿Dónde estaba usted? En la calle Barclay, dos cuadras al norte de la torre. Cuando el primer bloque se viene abajo, algunos pedazos impactan nuestro edificio, rompen vidrios y bloquean las salidas, así que no podemos salir. Dos empleados de mantenimiento se acercan y me dicen que creen saber cómo evacuar. Muchos edificios de Nueva York están conectados bajo tierra, y había una conexión entre nuestro edificio y otro en la cuadra siguiente. Pasamos por un túnel y llegamos a ese otro edificio en la cuadra de al frente. Estábamos todos cubiertos de polvo. Conservo el traje y los zapatos. Los zapatos están en el Smithsonian Institute con el polvo de las torres en ellos. ¿Y el vestido? Lo mandé a la lavandería. Por alguna razón nadie mandó a limpiar los zapatos, pero el traje sí. π

FARID KAhhAt

El declive de la red del terror o es probable que Al Qaeda conmemore la ocasión como desearía. Para empezar, habría que recordar que esa organización jamás dejó de proferir amenazas contra Estados Unidos y sus aliados desde su creación: si no ha cumplido con ellas no es por que haya hecho un ejercicio de autocontención. Prueba de ello son los numerosos intentos develados por los servicios de inteligencia de países miembros de la OTAN. El último atentado de gran magnitud contra objetivos civiles perpetrado por Al Qaeda en uno de esos países data del 2005 (contra el sistema de transporte público en Londres). Si no ha reeditado una acción de ese tipo no es porque no haya querido, sino porque no ha podido. Y si llegara a tener de

ra evitar la muerte de una persona. Por ejemplo, un tío mío ayudó tres veces a bajar a personas que se querían lanzar del puente de Brooklyn. Pero nunca había lidiado con la sensación de estar frente a personas que uno sabe que en cinco o diez minutos morirán.

INteRNAcIoNAlIstA

reuters

GOlPE. Si Al Qaeda no ha cometido más atentados es porque no ha podido.

De producirse acciones de Al Qaeda, es improbable que se trate de un atentado de gran magnitud coordinado por una red transnacional

nía correspondencia con Anwar al Awlaki, líder de Al Qaeda en la península arábiga. Es decir, se trató de un atentado que podría haberse conjurado de haberse procesado a tiempo la información disponible. El caso del noruego Anders Breivik presenta una posibilidad menos promisoria: un individuo que actúa en solitario, sin nexos con organización política alguna. La mayoría de sus fuentes de inspiración ideológica provenían de Internet, y fue en Internet donde colgó el manifiesto en el que confiesa sus motivos. Fue además a través de Internet que obtuvo información sobre cómo diseñar una bomba a partir de insumos de uso civil (como fertilizantes químicos), y fue a través de Internet que compró algunos de ellos. El punto no es que esos atentados hubieran sido

imposibles antes de la era informática. Es más bien que los nuevos medios de comunicación le permitieron acceder de manera discreta, con poco esfuerzo, en poco tiempo y a bajo costo, a la información y los medios necesarios para llevarlos a cabo. Todo lo cual plantea un reto mayúsculo para la labor de inteligencia: ¿Cómo identificar a tiempo las intenciones de un individuo que no tiene antecedentes ni vínculos con alguna organización conocida? Lo único bueno que se puede decir en el caso de los denominados Lobos Solitarios es que, precisamente por su carencia tanto de un adiestramiento adecuado como de una red de respaldo, son más proclives a cometer errores garrafales que los hagan fracasar en el intento. π


/ págs. 14-15 / suplemento especial Lima, 11 de setiembre deL 2011

testimonio de Patricia castro muera para que todos perdamos. Cuando mi trabajo acabó, me fui de la zona con un extraño sentimiento de culpa. Con tomar una avión recuperaba mi futuro mientras que ellos luchaban aún por su presente. QUERÍA SALVARLO

mimEtizada. Nuestra reportera tuvo que vestir a la manera de las afganas.

guía y Esposo. Ibrar Hussain ayudó a la enviada especial de El Comercio en Afganistán. Tiempo después se casaron.

Al año siguiente volví por mi guía pashtún y me casé con él. Hasta ahora no sé si fue amor o un acto de agradecimiento por haberme salvado tantas veces la vida, por prestarme a su familia, por ayudarme a entender una cultura y una religión con tolerancia y respeto. Pero un camello nunca está listo para abandonar el desierto e Ibrar Hussain regresó algunos meses después a su país en busca de la familia que por alguna razón ilógica yo no me atrevía a formar. Y como una ballena tampoco renuncia a la inmensidad del océano, cambié de rumbo y apunté a Iraq. En marzo del 2003, Londres fue mi Taipéi. Un curso de entrenamiento para periodistas en zo-

“Hasta ahora no sé si fue amor o un acto de agradecimiento por haberme salvado tantas veces la vida”

En zona dE guErra. Patricia Castro pudo ingresar a Afganistán tras la caída del régimen talibán a fines del 2001. Antes reportó para El Comercio desde la frontera con Pakistán.

La guerra o la vida

A los atentados en Estados Unidos le siguieron dos conflictos:

¿

Afganistán e Iraq. El Comercio cubrió ambas y este es el testimonio de la periodista que vivió para contarlo

Qué hace una corresponsal de guerra cuando se acaban las guerras? Se va a China y se queda ocho largos años. Al menos eso hice yo, en un afán por reinventarme. Las guerras –afortunadamente– no son para siempre. He vivido dos, Afganistán e Iraq, y no he salido ilesa de ninguna. Las heridas de batallas se esconden detrás de una sonrisa. La vida tiene la forma de una rueda de la fortuna. Empieza y termina en el mismo punto de partida que se convierte en el de llegada. Es un eterno retorno. Cada guerra me tomó por asalto y marcó una ruta insospechada que más tarde me ha llevado de vuelta

hasta mi propio corazón. El círculo se inició en Taiwán, en agosto del 2001 y acabó en Beijing, exactamente dos años después. En el 2001 y el 2003 acudí a seminarios en el extranjero que fueron preámbulos de ambas guerras. No he vuelto a postular a ningún curso. Fue un fracaso el que me llevó a Taiwán. Soy dueña de tantos fracasos y tan pocas victorias en este viaje circular que ya no caigo, sino reboto, disimulando el dolor. Tengo estilo hasta para llorar. Mientras otros miraban al Norte, para mí solo existía el Oriente. Estaba tan convencida que invertí diez años de mi vida en aprender japonés, asimilar la cultura japonesa, conquistar cinturones de karate, pero nunca pude alcanzar una beca para realizar un posgrado en Japón. El Sol Naciente se ocultó para siempre cuando crucé la barrera de la edad límite de postulación. Nunca fui a Tokio, pero en setiembre del 2001 llegué a Taipéi para

En iraq.Enel2003nuestraenviadaespecialPatriciaCastrocubriólainvasión estadounidense yfuetestigodelacaídadelrégimendeSaddamHussein.

“Sus historias mostraban que toda guerra es inútil y que nadie gana, pues basta que uno solo muera para que todos perdamos”

un curso de dos semanas sobre cultura oriental. Me peleaba en la isla con la pronunciación del chino –así de dulce fue nuestro primer encuentro– cuando ocurrió el ataque terrorista del 11 de setiembre a Estados Unidos que dio rienda suelta a la guerra. Envié al Diario un reporte sobre las repercusiones en Asia. La editora de la sección Internacional, Virginia Rosas Ribeyro, me propuso asumir la corresponsalía de guerra y yo dije que sí, como novia en el altar. Era una misión y yo una periodista que se había preparado incluso para correr la maratón de Nueva York (a la que tampoco he podido ir). De setiembre a diciembre del 2001 recorrí la frontera pakistaní hasta que pude ingresar a Afganistán tras la caída del talibán. Vestía como mujer local y les seguía los pasos a los desplazados del conflicto que huían buscando la paz. Sus historias mostraban que toda guerra es inútil y que nadie gana, pues basta que uno solo

nas de conflictos organizado por la Fundación Reuters me acortó el camino hacia Iraq. Llegué a Jordania en marzo y crucé la frontera apenas cayó el régimen de Saddam Hussein. A Bagdad la encontré destruida por las bombas, sitiada por los ejércitos de la coalición y saqueada por los ladrones de Alí Babá. Mientras las tropas anglosajonas peinaban la zona en busca del dictador iraquí, fui detrás de los verdaderos héroes que luchan contra la muerte. Así, conocí a monseñor Ishlemon Warduni, que con su lema “A más bombas, más rosarios” lograba calmar a sus fieles; a Roland Huguerin-Bemjamin, vocero de la Cruz Roja que repartía ayuda en su camioneta pese a los asaltos; a los doctores Aziz y sus estudiantes de medicina que se concentraron en la atención de los niños, y otros más. Iraq no estaba muy lejos de Afganistán. Aquí también los niños morían frente a mis ojos, la población se hundía en la desesperación mientras que el nuevo grupo en el poder aseguraba que tenía todo bajo control. El mismo guión, el mismo reparto y los mismos presuntos salvadores. Esta vez solo cambiaron el escenario y al malo de la trama. Tomé otro avión y, de acuerdo con mipapeldeperiodista,memarché. Regresé al Perú para reconciliarme con la paz. En apenas dos años mi vida había dado un giro tan intenso que ya no sabía vivir fuera de un campo minado. Mi espíritu se había quedado en Afganistán e Iraq y mi corazón con sus niños. Un año sabático en China me ayudaría a reconstruirme. Acepté una propuesta del Gobierno Chino para desarrollar un plan académico en la Universidad de Beijing. A fines de agosto del 2003 empecé una nueva historia. Mi proyecto de investigación sobre conflictosarmadosfue reemplazadopor el estudio de la política china, a sugerencia de mi asesor, el profesor Pan Wei. El idioma chino trajo de nuevo mi alma al cuerpo aunque casi se lleva a cambio mi cerebro. Comencé a cerrar capítulos sin darme cuenta. Diez años han pasado desde entonces. Si las guerras me ayudaron a valorar más la vida, China completó el círculo de mi felicidad. Hoy tengo familia, un perro que me ladra y el lujo de estar viva. π


lA TRISTEZA PERMANECE

Las víctimas peruanas Diez años después de los terribles ataques los familiares

de nuestros compatriotas que fallecieron en las Torres Gemelas siguen sufriendo por su partida

fotos: miguel vivanco

miguel vivanco Enviado especial a Nueva York

L

a tragedia del 11 de setiembre también golpeó a cinco familias peruanas. Ese día fallecieron nuestros compatriotas Julio Fernández Ramírez, Luis C. Revilla Mier, Kenneth Lira, Iván Luis Carpio Bautista y Roberto Martínez Escanel. Ellos son considerados héroes por la comunidad peruana de Estados Unidos. A continuación algunos testimonios sobre el dolor y el recuerdo de nuestros compatriotas. llanto de madre

Cuando el peruano Kenneth Lira Arévalo obtuvo su título de ingeniero de sistemas y empezó a trabajar en las Torres Gemelas, sus padres no podían ocultar su satisfacción por el progreso profesional de su hijo. Nunca escucharon de la existencia del grupo terrorista Al Qaeda ni de su líder Osama Bin Laden. Tampoco se imaginaron que las torres sucumbirían después de un ataque con aviones secuestrados. Hoy, luego de diez años de la tragedia, el dolor de la familia Lira Arévalo sigue vivo. Desde el 11 de setiembre del 2001, Marina Arévalo,madredeKennethLira,noha cesadodellorarlamuertedesuhijo. No hay nada ni nadie que calme plenamente su desconsuelo. Solo sus oraciones diarias le permiten tener un respiro y seguir viviendo sin su compañía. “No puedo aceptar la muerte de mi hijo. Yo en mi mente y en mi corazón veo y siento a Kenneth. Lloro desconsoladamente al no poder tocarlo, abrazarlo y escuchar su voz. Han pasado diez años, pero no encuentro consuelo. Cada vez que veo las imágenes de las Torres Gemelas en llamas se me parte el corazón. Estoy muy mal y siento que eso no cambiará nunca”, comentó a El Comercio. La madre de nuestro com-

golpe al corazón. Hasta hoy Marina Arévalo llora la muerte de Kenneth Lira, una de las víctimas peruanas de los atentados.

“No acepto la muerte de mi hijo. Yo en mi mente y en mi corazón veo y siento a Kenneth. Lloro al no poder tocarlo, abrazarlo y escuchar su voz” De lUTo. El consulado peruano en Paterson develó el viernes una placa en honor a Lira. Su familia participó en la emotiva ceremonia.

patriota fallecido agradeció las distintas muestras de cariño de parte de la comunidad peruana y de las autoridades del estado de Nueva Jersey. “Yo le agradezco todo lo que hacen para mantener vivo el recuerdo de mi hijo. Yo cambiaría todas las ceremonias en su honor, todas las placas conmemorativas, los monumentos y hasta renunciaría a mi propia vida con tal de poder volver a abrazarlo, mimarlo y decirle que

lo amo aunque sea por un instante. Una sola oportunidad me haría feliz, me devolvería la paz”. Marina Arévalo, entre sollozos, concluyó diciendo: “Tengo una herida abierta y sangrante que me traga entera, que me devora y me devora cada vez que llega el 11 de setiembre”. última llamada

La mañana del fatídico 11 de setiembre del 2001 a Rita Bautista,

“Cuando se derrumbó la Torre Norte, se me partió el corazón. Era muy difícil que mi sobrino Iván pudiera haber tenido tiempo para escapar”

marina arévalo

riTa BaUTisTa

MadredeKennethLira,unodelos peruanosfallecidosenlosataques.

Tía de Iván Carpio Bautista, una de las víctimas de los atentados

tía de Iván Luis Carpio Bautista, el sonido insistente de su teléfono celular la obligó por un instante a separarse de la pantalla del televisor, donde las imágenes de las Torres Gemelasabrasadasporelfuegoyel humo revelaban la tragedia que se vivía en el corazón de Manhattan. Tan pronto Rita atendió la llamada, escuchó la voz de su sobrino Iván quien ese día cumplía 24 años. Él le decía que había un incendio en la Torre Norte del

World Trade Center y que se disponía a evacuar el edificio. “Tía, hay un incendio en el edificio y vamos a evacuar. No te preocupes. Hay mucho humo, pero ya nos vamos. Te quiero mucho. No te preocupes”, fueron las últimas palabrasqueescuchóRitadesusobrino, que se encontraba trabajando en el restaurante Windows of the World, ubicado en el piso 107. La tía, presa de la desesperación, solo atinó a decirle que se

Paterson rindió homenaje a Kenneth Lira Una placa en memoria de nuestro compatriota Kenneth lira, quien perdió la vida durante los atentados terroristas contra las Torres gemelas, fue develada por el consulado general del perú en la ciudad de paterson (nueva Jersey). en la ceremonia estuvieron sus padres José lira y marina arévalo, al igual que su hermano michael y su prima hermana andrea pérez. También participaron del acto andre seyegh, concejal del Distrito 6 de paterson, quien fue compañero de Kenneth, así como Jeffry Jones, alcalde de paterson. José Benzaquen, cónsul general del perú en paterson, calificó a Kenneth lira de peruano ejemplar. a los 28 años ya era un reconocido ingeniero de sistemas en el World Trade center. cuidara, que saliera pronto de ese lugar y que se fuera a su casa. “Cuando colgué, me quedé temblando y empecé a rezar para que Iván pudiera escapar con vida de esa torre”. Segundos después, Rita intentó comunicarse con sus demás familiares para decirles que Iván estaba atrapado en la Torre Norte, pero el sistema telefónico se encontraba saturado y era imposible conectarse. “Yo intentaba hablar con mis familiares, pero sin despegar la mirada del televisor, hasta que de pronto vi cómo se derrumbó la Torre Norte. En ese momento se me partió el corazón. Se fue mi vida. Era muy difícil que mi sobrino Iván pudiera haber tenido tiempo de escapar. Nunca pudimos recuperar su cadáver. Nunca tuvimos el consuelo de enterrar sus restos”. Diez años después, la tía recuerda a su sobrino como un joven lleno de vida, muy alegre y positivo. “Siempre lo recordamos con dolor, pero sin olvidar que era un joven bueno, cariñoso e inteligente”. π

COMPATRIOTAS DIERON El EJEMPlO

En la remoción de escombros NUEVA YORK. Horas después de

producirse el derrumbe de las Torres Gemelas y que miles de bomberos, socorristas y médicos hacían esfuerzos denodados para encontrar sobrevivientes entre los escombros, dos agentes del servicio secreto se contactaron con los hermanos peruanos Gregory y David Camacho. Ellos eran directores de la empresa ISES, especializada en capacitar a trabajadores que se dedicaban a faenas de demolición y manipulación de escombros contaminados con sustancias químicas en la ciudad de Unión City (Nueva Jersey). El pedido de los oficiales fue concreto: “Necesitamos personal capacitado para iniciar la remoción de escombros de forma inmediata. ¿Cómo nos pueden

aP

Héroes. Gregory y David Camacho integraron y capacitaron a un grupo de trabajadores.

“Nosotros llegamos a la zona del desastre y el panorama era infernal” laBor. Tras los atentados era fundamental la remoción de escombros para hallar los cuerpos de las víctimas.

ayudar ustedes?”. Los dos hermanos, sorprendidos con el pedido, entregaron un listado de sus mejores alumnos que vivían en la zona. Esa misma noche Gregory y David, acompañados por casi medio centenar de trabajadores hispanos (varios de ellos peruanos), fueron escoltados por patrulleros hasta la Zona Cero e integrados como un equipo especial. “Nosotros llegamos a la zona del desastre y el panorama era infernal. Todos los escombros estaban en medio de llamas vivas, humo negro y había una nube de polvo suspendida e inmóvil a tan solo dos metros del suelo. Era imposible identificar qué tipo de contaminación había. Nosotros detectamos asbesto, plomo, mercurio y hasta químicos desconocido, pero igual nos entregamos a

las labores de rescate”, comentaron los hermanos Camacho. Ante la necesidad de contar con más cuadrillas de obreros calificados, la empresa ISES se comprometió a capacitar –en un lapso de dos meses– a 500 obreros hispanos. “Todos los hispanos que viven en la zona de Unión City y Paterson, al enterarse de que dictábamos las clases en español, se matricularon en nuestros cursos de capacitación. Ante el pedido de las autoridades federales establecimosdosturnosdeclasesyporvarios meses trabajamos en la remoción de escombros. Todos querían ayudar. Nosotros, como peruanos inmigrantes, hoy nos sentimos orgullosos de haber cooperado con un granito de arena ante tanta desgracia”,concluyeronGregoryy David Camacho. π


internacional

10 años después

Suplemento eSpecial Lima, 11 de setiembre deL 2011

cuestionamientos no acaban

La especulación como ciencia Los historiadores le tienenaversión.Pero fuera del mundo

académico, cobran un rol protagónico: las teorías de la conspiración nacen tras atentados que marcan la historia de una nación como la estadounidense. ¿Imaginación o realidad?

REUTERS

Gonzalo Galarza cerf Texto alfredo oshiro Infografía

D

esde el asesinato del presidente Abraham Lincoln en la Guerra Civil del 14 de abril de 1865 hasta el atentado contra las Torres Gemelas del 11 de setiembre del 2001 en Nueva York: en Estados Unidos se han levantado teorías de la conspiración como quien iza una bandera en un pabellón. Co-

Repaso. Diez años después, aún se cuestionan las versiones oficiales.

LA VERSIÓN CONSPIRATIVA Al Qaeda no planeó ni ejecutó los ataques del 11-S: el Gobierno de EE.UU. lo hizo, o por lo menos estuvo implicado en los sucesos. Observe los indicios: Los terroristas no tenían entrenamiento suficiente para cometer los atentados con tanta exactitud. Pilotear un Boeing no es fácil, y algunos instructores de vuelo aseguran que los terroristas que tomaron clases eran muy malos estudiantes. Es imposible que los secuestradores hayan mantenido a raya a los pasajeros, que los superaban ampliamente en número, usando solo ‘cutters’ de plástico. Ese día se programaron sospechosamente juegos de guerra para producir confusión en la Fuerza Aérea y alejar a los cazas de la zona de ataque.

¿Por qué los cazas no interceptaron los aviones apenas se tuvo noticia de los secuestros? El presidente o el vicepresidente debió ordenar a la Fuerza Aérea no intervenir para que los ataques se produjeran.

Lo que se estrelló en el Pentágono no fue un avión, sino un misil. 4.000 empleados judíos no se presentaron a trabajar en el World Trade Center el 11 de setiembre. Fueron avisados, fue una conspiración judía.

Las teorías conspirativas son descabelladas. Aquí están las explicaciones: • Tres de los pilotos terroristas obtuvieron licencias de piloto comercial • Todos los pilotos se inscribieron en vuelos de simulación de aeronaves comerciales. • Ni despegar ni aterrizar (los procedimientos que implican mayor destreza) eran necesarios. • Ensayaron con sistemas de GPS y conocían el uso del piloto automático. • Dos de los pilotos recibieron entrenamiento de vuelo en el corredor de Hudson (que conduce a Manhattan) y sobre Washington D.C. • En algunos de los vuelos, los terroristas afirmaron tener bombas. • Los pasajeros hubieran tenido que enfrentarse a los terroristas en el pasillo del avión, donde la diferencia numérica es difícil de aprovechar. • El primer acto de resistencia se castigó con derramamiento de sangre, lo que aterrorizó a los pasajeros. • En un primer momento no había motivo para pensar que el secuestro terminaría en muerte inevitable. En el vuelo 93 los pasajeros fueron advertidos por teléfono de lo que sucedía y sí se enfrentaron a los terroristas, lo que causó la caída del avión.

El avión perdió un ala antes de estrellarse, mientras el resto de la máquina de casi cuatro metros de ancho se incrustó en el edificio.

Sí había un ejercicio, pero cerca de Alaska y en la frontera con Canadá.

Un estado de alerta haría aun más rápida la respuesta, no lo contrario. Foto del fuselaje del avión de la Torre Sur. Se observan las ventanillas de pasajeros.

2.071 personas murieron en las Torres Gemelas. 400 de ellas eran judías (19%, porcentaje mayor a la proporción de judíos de la población de Nueva York).

¿Son explo

sivos?

guardia” añol “La Van El diario esp rmó sobre unas el ) info (22/6/2003 protuberancias debajo d r. u s S le inexplicab estrelló contra la Torre avión que se

No hubieran pa sado desapercibidos el aeropuerto. en

Teoría: no es el vuelo 175, es otro avión Esto coincidiría co n la versión de algunos testigos,

que en lugar del Boeing afirman haber visto un jet de color gris, sin ventanas ni marca s de ninguna clase.

El vuelo 93 no se estrelló en Pensilvania, fue derribado por cazas estadounidenses. Se inventó la historia de los heroicos pasajeros abordando la cabina para honrar sus memorias y ocultar la acción del Gobierno. El tipo de derrumbe de las Torres Gemelas corresponde a una explosión controlada hecha por expertos en demolición, con el uso de bombas en puntos claves, que produjeron un perfecto “efecto panqueque”. ¿Cómo es posible que estas modernas construcciones se derrumben, cuando en 1945 un bombardero B-25 se estrelló en el Empire State y solo murieron 14 personas? Además, el fuego producido por las colisiones no fue suficiente para derretir el acero de las vigas. Todo apunta a que fueron bombas las que cortaron las vigas y trajeron abajo los edificios.

FUENTES: “La CIA y el 11 de setiembre” de Andreas Von Bulow/ “11-S, Extracto del informe final de los atentados terroristas contra Estados Unidos”/ “Conspiracy Theories & Secret Societies for Dummies”/ Reuters

años Después

al nacimiento de más hipótesis. Teorías que aparecen en libros convertidos en ‘best-sellers’ (como el del ex parlamentario alemán Andreas von Bülow titulado “La CIA y el 11 de setiembre”) y en documentales cuyas imágenes y voces en off (como “Zeitgeist”, de Peter Joseph) se vuelven célebres en You Tube. “Es una lectura paranoica para encontrar indicadores donde no los hay. A partir de la Guerra Fría quedó históricamente oficializado: se asume que la conspiración es un efecto que pasa de lo fantasma a lo real, sin necesidad de licencias o autorizaciones”, afirma el comunicador Julio Hevia. Ese martes 11 de setiembre del 2001 recuerda haber prendido la televisión y ver al primer avión estrellarse contra una torre y pensar: “¡Qué bienhechoelefecto!”.Esamañana –cuenta– había estado leyendo a la filósofa francesa Simone Weil que sentenciaba: “La peor trampa del capitalismo es que ha hecho de lo imaginario una realidad”. Mientras todo parece debatirse entre la imaginación y la realidad, para historiadores como Barreto hay un elemento clave que nadie vio tras los atentados: la autocrítica. De una nación. Y en eso, no hay misterios.

LA VERSIÓN OFICIAL

En tiempo de paz no hay cobertura permanente del espacio aéreo de EE.UU. No existe alarma inmediata en caso de secuestros, que son principalmente de jurisdicción civil. Los controladores aéreos tuvieron que llamar por teléfono a la Fuerza Aérea para informarles. Como era usual, 14 cazas estaban en alerta estándar y se les ordenó despegar.

El agujero que dejó la colisión en el Pentágono no concuerda con las dimensiones de un Boeing.

Diez

mo si fuese un ritual inherente a su sociedad. A sus gobiernos. Y a su mercado. Hoy, diez años después de los atentados, las hipótesis cobran el mismo valor (incluso más) que las versiones oficiales dadas por las autoridades estadounidenses en su momento. “Las teorías de las conspiraciones son frecuentes en la historia de Estados Unidos para explicar eventos que han sido controversiales y traumáticos; eventos que marcaron su historia”, dice el historiador puertorriqueño Norberto Barreto Velázquez. “Pero tienen muy poca validez. Son recursos que alguna gente se inventa para lucrar en un mercado tan grande como ese. No quiere decir que los gobiernos no manipulen, pero que el Gobierno de EE.UU. causó uno de los traumas más severos de la historia de su país es mucho decir”, agrega. Agrupados bajo organizaciones como la 9/11 Truth, hacen de la especulación una nueva ciencia. “Nuestro propio gobierno conspiró para perpetrar el atentado y así poder ingresar a Afganistán e Iraq” es el mensaje de estos buscadores de la verdad del 11 de setiembre. La falta de respuesta ante ciertos hechos genera cuestionamientos que contribuyen

Año 1 / Número 32 Lima, domingo 11 de setiembre del 2011

Figura A: foto debidamente ampliada del momento anterior al impacto. No hay protuberancias en la parte inferior de la nave y se observa algo del logo de United Airlines en la cola. Figura B: En una imagen digital observamos el diseño del fuselaje.

La orden de derribar aviones sospechosos nunca fue ocultada. Sin embargo, la autorización se dio 17 minutos después de que se estrellara el vuelo 93 y aún se desconocía su paradero.

¿Por qué el derrumbe se asemejaba a una demolición controlada? Porque el edificio cedió naturalmente a la gravedad de forma vertical: al colapso de cada piso siguió el de abajo, lo que creó una reacción en cadena, con bolsas de aire empujadas hacia afuera, dando la impresión visual de explosiones consecutivas.

Para comprender por qué cayeron las torres es necesario conocer un poco su estructura de soporte: un núcleo central de

50 columnas de acero, unidas por vigas a las columnas exteriores.

El ingeniero estructuralistaa JJo Jorge oorge or gee Avendaño explica: "Es perfectafeeccta c a--

ocaa y mente lógico: el avión choca mnna nas as abre un hueco en las columnas exteriores. Eso no causa laa ccaída, aídaa, aí sino el incendio, que afecta las ta a la ass vigas".

El B-25 tenía un décimo del peso de un Boeing 757 y llevaba un máximo de 1.000 galones de combustible, mientras que el Boeing llevaba una carga de 24.000 galones.

Según el NIST (National Institute of Standards and Technology), la

El derr derrumbe u no se produjo derretirse el acero, sino al al derr re perderse perders su integridad estructural, cosa que qu sucede a los 600 ºC .

temperatura alcanzó 1.000 ºC

DIRECTOR. Francisco Miró Quesada Rada EDITORA DE FIN DE SEMANA. Martha Meier Miró Quesada EDITOR GRÁFICO. Manuel García Miró EDITOR DE DISEÑO. Ángel Hermoza DISEÑO. José Blanco REDACTORES. Gisella López Lenci, Roger Zuzunaga, Bruno Rivas, Jorge Moreno, Álvaro Prado. CORRESPONSALES. Patricia Castro, Susan Abad, Miguel Vivanco, Juan Carlos Chávez, Yolanda Vaccaro, Erik Struyf, Mario Castro, Francisco Carrión


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