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12. LESIONES DE RODILLA

Figura 81.

Se muestra la configuración de los diferentes ligamentos de la rodilla, cruzados (LCP, LCA) y colaterale (LCM, LCL). Asimismo, la presencia de los meniscos medial y lateral.

Lesión del ligamento cruzado anterior

Es el ligamento más frecuentemente lesionado. Ocasionado por rotación externa con la rodilla en extensión. Se puede asociar a avulsión del margen tibial anterolateral (Fractura de Segond). Al examen físico, el signo de cajón anterior, signo de Lachman (más sensible), signo pivot shift son positivos. Asimismo, al realizar una punción de la articulación (artrocentesis) se suele tener como resultado hemartros, sin grasa. El tratamiento depende del grado del esguince y actividad del paciente, con altas probabilidades de manejo quirúrgico.

Lesión de ligamentos colaterales

El mecanismo de lesión es por agresión externa ocasionando un valgo forzado en el caso del ligamento colateral interno y varo forzado en el caso del ligamento colateral externo. Clínicamente, al igual que otros esguinces genera dolor, impotencia funcional e inestabilidad. Ésta última se caracteriza por la lateralización de la rodilla, la cual no debe ser posible en condiciones normales.

En la artrocentesis, puede encontrarse líquido articular limpio, sin sangre no grasa. El manejo es usualmente es conservador con inmovilización por 4-6 semanas, salvo casos complicados.

Recuerda

Las lesiones de los ligamentos cruzados muestran inestabilidad con el signo del cajón. Por el contrario, las lesiones del ligamento cruzado externo muestran el signo del “bostezo” (dolor al varo forzado).

Lesión de meniscos

Lesión de ligamento cruzado posterior

Es lesionado con frecuencia en la “lesión del salpicadero” por traumatismo directo sobre la tibia con la rodilla en flexión, usualmente en accidentes de tránsito. Al examen físico, el signo de cajón posterior es positivo.

Figura 83. Se muestra la disposición de los meniscos, medial y lateral. El medial se caracteriza por la disposición de sus cuernos, anterior y posterior.

El cuerno posterior del menisco interno es el más afectado y la lesión del asa de cubo es la forma más frecuente. Característico de jóvenes y deportistas.

Clínica: Presenta dolor difuso, derrame articular seroso; tras el episodio agudo suele haber atrofia del cuadríceps, episodios recurrentes de bloqueo articular y dolor en la interlinea articular posterior. En la exploración el talón nos orienta respecto al menisco lesionado (rotación externa explora menisco interno y la rotación interna el menisco externo), prueba de McMurray (+). El diagnóstico es por RMN o artroscopía diagnóstica.

Recuerda

El menisco

“interno” tiene forma de “C” mientras que el menisco “externo” tiene forma de “O”

Tratamiento: El tratamiento es por artroscopia y dependerá de la irrigación de la zona afectada, considerando que la zona periférica es más vascularizada que la central.

Buena irrigación: Sutura meniscal

Mala irrigación: Meniscectomía parcial.

La presencia de hemartros es un signo indirecto de buena vascularización de la zona lesionada por lo que se esperan mejores resultados.

Otras lesiones de la rodilla y la rótula

Luxaci N De Rodilla

Las más comunes son anterior o posterior (lesión de “salpicadero”). Este último suele asociarse a lesión del VAN ciático poplíteo (puede lesionarse la íntima arterial poplítea generando trombosis arterial aguda en las 24h siguientes), el ligamento rotuliano o los ligamentos cruzados. Se puede observar el signo del hoyuelo en la rodilla. El manejo es reducción, inmovilización, vigilancia estrecha de la circulación distal y rehabilitación.

Fractura De R Tula

El mecanismo de lesión suele ser por golpe directo y es común en jóvenes. En su mayoría los fragmentos de rótula suelen ser desplazados por la tracción que ejerce el músculo cuadríceps. El manejo es quirúrgico mediante un cerclaje con alambre.

Luxaci N De R Tula

La luxación más frecuente es la lesión de rótula lateral, común en mujeres jóvenes adolescentes. El mecanismo usual está relacionado al valgo excesivo [ángulo Q > 15-16°]). El paciente refiere dolor, disfunción y deformidad (triple D). El tratamiento incluye reducción manual por medialización asociada a extensión de la rodilla para luego colocar un yeso o inmovilizador ortopédico; en el caso de luxaciones recidivantes se debe considerar la rehabilitación de la porción medial del cuádriceps

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