BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
ASIGNATURA:
Optativo
CUARTO SEMESTRE
“RAFAEL ALEJANDRO ZAVALA CARRILLO” JULIA JANETH REYES TOSTADO
MAESTRO: ROBERTO DAVID MENDOZA BARRERA
MAYO DE 2015. ZACATECAS, ZAC.
La importancia de contenidos ambientales en los programas escolares de los docentes, y su impacto en los programas de formación de los alumnos.
Hoy día, y acorde a las problemáticas que se producen en el medio ambiente, se hace necesario una formación adecuada de los profesionales de la educación. Pues éstos son los principales encargados de “formar” a los ciudadanos del mañana. En donde las competencias ambientales adquiridas de manera formal, e informal, les coadyuvará para que actúen en favor del medio ambiente para buscar soluciones a los problemas que le plantea éste, y lo más importante, para su cuidado y protección. Así, es importante que en los programas escolares de formación de los profesores esté presente la dimensión ambiental, la cual “su introducción consistirá en la incorporación de una concepción integradora de conocimientos, hábitos, habilidades, actitudes y valores conscientemente diseñado y contextualizado, que atraviese todo el plan de estudio, de manera que quede establecido que aportó cada uno de estos contenidos... y que dé como resultado una formación integral en el sujeto, que se exprese en su actuación hacia el medio, respecto a su entorno y a la problemática ambiental” (Covas, 2004) Pero para que el profesional de la educación adquiera los elementos y herramientas significativas para cumplir con el fin descrito, es esencial el programa escolar por el cual es formado tenga un carácter integral, es decir, que cualquier tema ambiental
pueda ser abordado desde diferente contenido, disciplina o
asignatura. (González, 2008). Para que se pueda hacer explícito tal aspecto se requiere, y tal como lo propone Covas (2004), que se presenten ciertos elementos, los cuales son: el enfoque comunitario, el cual consiste que los contenidos de las asignaturas deben de producir en el profesor actitudes y valores para que vaya decreciendo su grado de inconsciencia e irracionalidad en lo relacionado al ambiente.
Lo cual a la vez le favorecerá en desarrollar el análisis, la reflexión, la comprensión, la crítica y la responsabilidad hacia la naturaleza. Y esto es así debido a que uno de los elementos clave de este enfoque es que los contenidos deben estar enfatizados y centrados de acuerdo al medio en el que se encuentra el sujeto. Lo que permitirá que entienda las problemáticas de su entorno, que diseñe estrategias de acción, y que actúe sobre ello. Ya que lo que se pretende es que primero entienda lo que acontece en su alrededor inmediato para que luego conozca tanto el medio nacional como el entorno mundial. El otro de los enfoques que favorece el carácter holístico de los programas es el sistémico, el cual se considera que el programa escolar debe de estar estrechamente vinculado. Debido a que lo que ocurra en un cierto elemento va a repercutir en los demás; ya que es considerado como una estructura en la cual cada uno de los aspectos inmersos en él aporta los elementos necesarios para que exista una formación adecuada. Por lo que es esencial destacar que en ello se ve influido una serie de valores, creencias, visiones, representaciones y opiniones de los maestros en formación que es necesario erradicar, potenciar o desarrollar para que alcancen el perfil deseado en relación a la adquisición de competencias ambientales. Y esto es importante, debido a que éstos van a fungir como un ejemplo; y dependiendo de su actuación en, y hacia, el medio ambiente va a hacer la forma en la que actuaran sus alumnos. El último enfoque es el interdisciplinario, el cual y como su etimología lo indica se refiere a la interrelación que existe entre diversas disciplinas. Y como se ha venido manejando,
es esencial que exista ello debido a que el conocimiento
ambiental debe estar en constante relación con diferentes ámbitos. Así, y entorno a la formación de maestros, es de verdadera importancia que se presente ya que será la base para un desarrollo significativo. Lo que evitará que se produzcan rupturas tanto en lo que se hace y en lo que se dice, como entre lo que se enseña y lo que se aprende. De esta forma se hace indispensable que haya una constante correspondencia entre los aspectos social,
cultural, político, personal, psicológico y económico que están presentes en los programas de estudio de formación. Sin embargo, también es relevante que el docente tenga conocimiento del plan y programas de estudio del nivel para el cual se encuentra formándose, ya que ello le va a permitir en poder conocer y reconocer tanto el enfoque como el contenido ambiental que se propone para formar al “ciudadano nuevo”. En este caso, es esencial que su mirada esté fijada en el Programa de Estudio de Preescolar, el cual establece que el “conocimiento y la comprensión que las niñas y los niños logran sobre el mundo natural los sensibiliza, fomenta una actitud reflexiva sobre la importancia del aprovechamiento adecuado de los recursos naturales y orienta su participación en el cuidado y preservación del ambiente” (PEP, 2011; Pág. 62). De esta manera lo que se propone, y de acuerdo con González (2008), no sólo basta con enseñar elementos sobre la naturaleza para que la lleguen a conocer sino lo que es verdaderamente importante es educar para el medio ambiente. Es decir, lo que es trascendental para el sujeto es que adquiera competencias ambientales para que ”actúe” en favor de su entorno; en donde, y como se comentaba anteriormente, es necesario que se comience por el ejemplo del maestro. Por lo que el enfoque que se permea en el PEP 2011 de acuerdo al contenido ambiental, es que el alumno aprenda a partir de la experiencia y de la comprensión del medio en el que vive. Así, algunos de los aprendizajes esperados que se desean que el alumno interiorice son los siguientes (PEP, 2011): “ identifica circunstancias ambientales que afectan la vida de la escuela; conversa sobre algunos problemas ambientales de la comunidad y sus repercusiones en la salud; busca soluciones a problemas ambientales de su escuela y comunidad; comprende que forma parte de un entorno que necesita y debe cuidar; identifica y explica algunos efectos favorables y desfavorables de la acción humano sobre el entorno natural; propone y participa en acciones para cuidar y mejorar los espacios disponibles; práctica y promueve medidas de protección”
Cabe resaltar que en este programa de estudio existen tanto fortalezas como áreas de oportunidad. En ese sentido, y de acuerdo al primer elemento, se puede identificar que se da énfasis a ciertos aspectos, los cuales son señalados por González (2008) como: la solidaridad, debido a que compromete a los individuos con el medio ambiente, en donde sus acciones pueden favorecerlo o perjudicarlo; la mentalidad planetaria, la cual hace que los sujetos se sientan parte del medio ambiente; los valores, los cuales les permite ser más conscientes de lo que hacen y dejan de efectuar. Mientras que las áreas de oportunidad, denotan que es necesario que exista: una auténtica revolución metodológica, refiriéndose a ello que es esencial que se cambien los modelos de enseñanza que se está trabajando en la actualidad debido a que se sigue permeando el tipo magistral sin permitir experiencias del alumno en el que esté inmerso y en constante interacción en el medio ambiente; otra de ellas, y la más relevante, es la interdisciplinariedad, ya que en los otros campos formativos no están presentes contenidos relacionados sobre el medio ambiente. Al analizar lo expuesto, se puede percatar que es primordial que los programas escolares, tanto de los alumnos como el de los maestros, estén basados en el carácter holista. Lo que les permitirá a los sujetos en desarrollar y adquirir los pilares de la educación (aprender a aprender, aprender a convivir, aprender a hacer y aprender a ser) en favor del medio ambiente. Así, y sólo de esta manera, se estará formando para la vida. Es por ello que se hace necesario que desde las políticas se tenga una visión, o bien un fin, hacia lo que se quiere saber, hacer y ser en relación al medio ambiente. Ya que ello permitirá que los programas escolares tengan una interdisciplinariedad, que coadyuvará a la formación del nuevo ciudadano. Capaz de pensar, reflexionar e intervenir para su bienestar, así como para el otro. Pero lo más importante es que actuará para preservar y reducir las problemáticas del medio ambiente, y ello con el fin de que las próximas generaciones también puedan disfrutar de los elementos que la naturaleza nos brinda.
Bibliografía
Covas, Álvarez, O. (2004). Educación Ambiental a partir de tres enfoques: comunitario, sistémico e interdisciplinario.
Revista
Iberoamericana
de
Educación.
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de:
http://www.ambiente.gov.ar/infotecaea/descargas/covas01.pdf González, Ma. del Carmen., et. al. (1996). Principales Tendencias y Modelos de la Educación ambiental en el Sistema Escolar. En Educación ambiental Teoría y Práctica. Revista Iberoamericana de Educación. Número 11. Mayo-agosto. España: Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). PEP
2011.
Educación
Básica.
México:
SEP-Subsecretaría
de
Educación
Básica.
de http://www.reformapreescolar.sep.gob.mx/ACTUALIZACION/PROGRAMA/Preescolar2011.pdf
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