BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
ASIGNATURA:
Evaluación para el aprendizaje
Avances, limitaciones y retos actuales de la evaluación del aprendizaje en México
CUARTO SEMESTRE
QUE PRESENTA:
“RAFAEL ALEJANDRO ZAVALA CARRILLO”
ZACATECAS, ZAC., MARZO DE 2015
Avances, limitaciones y retos actuales de la evaluación del aprendizaje en México
Actualmente en México, así como en el resto de los países, están surgiendo una serie de políticas y Reformas que tienen como fin
alcanzar
la calidad de la
educación. En la que a través de ella, se pretende que todos individuos que se encuentran inmersos en la educación básica logren adquirir las “competencias” (conocimientos, habilidades, actitudes y valores) necesarias para poder enfrentar los retos que les plantea la sociedad del conocimiento. De esta manera, se pretende que los alumnos alcancen los propósitos que se establecen en el Plan y programas de estudio 2011. Para lo cual un punto clave en ello son los actores del sistema escolar, pero principalmente el docente. Pues es en éste en quien recae la responsabilidad formativa de los sujetos. Por lo que uno de los aspectos que debe tomar en cuenta, es lo relacionado a la evaluación de los aprendizajes. La cual es definida desde el Plan y programas de estudio (2011) como “… el proceso que permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación; por tanto, es parte constitutiva de la enseñanza y del aprendizaje” En lo que respecta a éste elemento, el cual es constitutivo, y trascendental, para el proceso de estructuración, reestructuración y modificación del saber de los alumnos. El educador debe de poseer las herramientas, conocimientos y actitudes necesarias para poderla efectuar de manera que permita a los sujetos reconocer sus obstáculos, destrezas, habilidades y aptitudes en las situaciones en las que se ve involucrado; ya que ello le ayudará en identificar qué es lo que le hace falta por potenciar, asimismo le favorecerá en reconocer el cómo, el por qué y el para qué efectuarlo. Es por ello, y para que se llegue a denotar tal postulado, será necesario la presencia de una transformación en el que será fundamental la participación tanto de los alumnos como del maestro. Al momento en el que se presente tal cambio,
le coadyuvará a éste último en romper con esquemas tradicionales en el que su función principal es la de determinar si los estudiantes logran, o no, alcanzar los objetivos propuestos. Así, y al reconocerse el sujeto como parte constitutiva de su propio proceso de avance, le favorecerá en que se desarrolle integralmente (física, mental, cognitiva, biológica y psicológicamente). Otra de las ventajas para el docente, es que le permitirá entender que la materia en la que desempeña su labor día a día son humanos que piensan y sienten, y no son objetos. En la aplicación de dicho proceso, se ven involucradas tres etapas determinantes para que se pueda presentar un aprendizaje significativo para los sujetos; las cuales son señaladas por Santos Guerra (1988) de la siguiente manera: la evaluación diagnóstica, en el cual su principal fin es identificar qué es lo que conoce el alumno a partir de la experiencia adquirida con base a lo vivido en el entorno en el que se desenvuelve; la evaluación procesual, la cual tiene como objetivo reconocer los saberes que ha logrado desarrollar, aplicar y potenciar durante en una determinada situación problemática; y la evaluación de término, la cual refiere a señalar los conocimientos que logró adquirir en un cierto período, momento o situación; los cuales le son fundamentales para seguir aprendiendo para la vida. Pero tal finalidad ha estado limitada por una serie de factores que hacen que la evaluación efectuada
por la mayoría de los docentes en los distintos niveles
educativos esté centrada, según lo que plantea Foucault (1977), en una vigilancia. Lo que da como resultado una ambivalencia entre lo que se espera con lo que se hace realmente. Pues al estar encaminada la evaluación hacia los fines incorrectos, lo que provoca que no se formen los individuos como se espera en los propósitos de la educación básica. Así, la evaluación que se implementa actualmente hace que se llegue a valorar a los alumnos de acuerdo a lo que pueden, o no, llegar a hacer. Dando como resultado que durante su vida estudiantil, ya sea desde el comienzo hasta el término, estén señalados. Lo que ocasiona que a corto, y a largo, plazo pierdan el interés por el ámbito escolar, dando como efecto que se configuren como los candidatos a abandonar el sistema educativo.
Otra de las consecuencias que se producen es el de la clasificación. Así, y a partir de lo que demuestran en el saber y en el saber hacer, los alumnos son clasificados de acuerdo si son aptos, o no, para poderse desarrollar y desenvolverse de manera efectiva en las tareas que se le proponen en el medio educativo. Pero la imparcialidad de ambos aspectos provocan que presente un tercer elemento, el cual se ha señalado como el castigo. Así, el alumno que no llega a cumplir con los estándares y finalidades que se establecen en los programas escolares, o bien de cualquier propósito enmarcado por el docente, llega a ser reprimido. Haciendo que el alumno desarrolle ciertas alteraciones a consecuencia de los efectos producidos. De esta manera, puede llegar a ser considerado como el centro de burla de compañeros, maestros, así como de la misma familia. Al convertirse el alumno en el centro principal de la evaluación, será el único responsable de lo que efectúe, así como de lo que no pueda llegar a hacer. Ya que no interesa lo que el alumno domine, ni las condiciones en las que se encuentra el sujeto, tampoco la manera en la que lleva a cabo las acciones, mucho menos los recursos con los que cuenta sino lo que verdaderamente importa es el control que se ejerce por parte de la “autoridad” que ejecuta el maestro, es decir, el poder de la acreditación, o bien, de la desacreditación. En efecto, toda la responsabilidad del uso y aplicación de la evaluación recae en el docente. Lo que ésta puede ser utilizada para “servir los intereses del evaluador ya que éste puede llamar evaluación a la operación que desee, puede evaluar aquello que le interese, en las formas y momentos que determine, con los instrumentos que considere oportunos y para utilizarla en los fines que su particular interpretación aconseje” (Santos Guerra, 1988).
Conforme a ello, en el presente escrito, y como se apreció, se parte exponiendo un panorama general de la evaluación. Pues éste es un tema que está en auge a consecuencia de las políticas que se están presentando en cada uno de los países en la actualidad, pues es un punto clave para el mejoramiento del proceso de enseñanza y aprendizaje que se viven día a día en las instituciones educativas. Enseguida, y como uno de los ejes centrales del escrito, se habla de algunos de los principales avances que han presentado en lo referente en la evaluación. Lo cual se tiene como objetivo principal denotar ciertos aspectos que han trascendido, así como mejorado, a lo largo de la Historia de la Educación en nuestro país. Y esto con el fin de denotar que a pesar de que se ha avanzado en tal ámbito no se ha logrado aún romper con los esquemas de la enseñanza tradicionalista; lo que ha provocado un desfase entre los enfoques didácticas que se proponen en el marco de Plan y programas de estudio 2011. En un segundo a apartado, se aborda lo correspondiente a las limitaciones de la que tiene la evaluación del aprendizaje, las cuales impiden que se realice ésta de manera tanto efectiva como eficiente. Donde uno de los efectos que produce la manera en la que se evalúa en la cotidianidad es la opresión, así como
la
competitividad, entre otros aspectos. Lo que obstaculiza que se haga presente la función trascendental de la evaluación. Para finalizar, se hace mención de algunos de los retos que se deben enfrentar, para que la evaluación que se implemente en cada una de las instituciones educativas del país sea realmente formativa, es decir, que le permita a los sujetos ir desarrollándose de manera plena; lo que les favorecerá en poder aprender para la vida y no sólo para el momento. Por lo que la verdadera evaluación debe estar encaminada a la mejora de los procesos que se llevan a cabo en el sistema educativo, en el que el objetivo esencial es la formación del sujeto.
Avances de la evaluación del aprendizaje en México Uno de los avances que se han presentado a partir de las políticas que se han implementado, así como los esfuerzos realizados por el sistema educativo en general, es el hecho de
ya no sólo se debe enfocar a evaluar cuantitativamente
(Santos Guerra, 1988) sino también cualitativamente. Ello es así, ya que es esencial que se llegue presentar una transformación de las prácticas que llevan a cabo con el propósito de que en lugar de destinar un número en la evaluación se logre identificar en los alumnos los saberes que han logrado adquirir, las herramientas que no desarrollaron, así como sus áreas de oportunidad. Al hacer esto, lo que se está proponiendo es que el sujeto logre aprender a lo largo de la vida, en la cual no sienta que sólo es un número sino un ser que piensa, actúa y siente ante los retos que le plantea la vida. En donde se evitaría ser catalogados como aptos, o bien, no aptos ante las problemáticas educativas y sociales. Por lo que para considerar los esfuerzos de los alumnos, a partir del Plan y programas de estudio 2011, se plantean que se realicen diversos momentos de evaluación para observar el avance que ha tenido el alumno a lo largo de un cierto período, momento o situación. De esta forma, será fundamental considerar lo relacionado a los diferentes tipos de evaluación, en donde unas de tales son la diagnostica, la formativa y la sumativa. En el cual un punto clave para que sean los propios alumnos que identifiquen sus saberes
conceptuales, procedimentales y actitudinales,
es lo enfocado a la
aplicación de una autoevaluación, así como de una coevaluación. Pero para que se lleve a cabo, es necesario la disposición del maestro, debido a que al no poseer el interés necesario no vale la pena que se realice un esfuerzo de tal grado. Al tomar en “consideración las demandas , las preocupaciones y los asuntos de los implicados o responsables…sirven como foco organizativo de la evaluación” (Escudero, 2003). Y esto es así, debido a partir de las demandas sociales, así como
políticas, determinan la forma en la que el docente debe evaluar para que todos los sujetos logren adquirir los estándares necesarios. De esta manera, otro de los avances que se están logrando en algunas de las prácticas educativas del país, es que ya no sólo se evalúa al alumno (Santos Guerra, 1988). Ya que a pesar de que el centro de toda decisión educativa debe ser el alumno; esto no debe confundirse al evaluar, debido a que al ponerlo al centro en tal ámbito se estará determinando que el sujeto es el responsable de lo que aprende, o deja de aprender. Proponiéndose así, y desde el enfoque que se está trabajando en México (Constructivista), es que el alumno no es únicamente el responsable de lo que llega aprender sino que en ello se ven involucrados cada una de las partes que conforman el sistema escolar. En donde la responsabilidad máxima recae en el maestro, así como el centro educativo en el que está inmerso el sujeto. Pues a partir de las decisiones que se tomen, va a hacer la manera en la que el alumno responda. Es por esto, que actualmente se está proponiendo una evaluación dirigida a cada una de las partes del sistema educativa, en donde ya no sólo es el alumno el que se evalúa sino que va desde los supervisores, directivos hasta los docentes. En donde lo que se espera, y se “plantea” por parte de la política educativa, es que los resultados que se obtengan, y por ende después de un proceso de análisis, reflexión y de una actuación en favor de ello, favorecerá a que el proceso tanto de enseñanza como de aprendizaje sea efectivo y eficiente. Y este escenario se presenta así, debido a que en las prácticas educativas que se
ejercían, y
que se efectúan aún, se ha hecho uso de ciertos
métodos
evaluativos que lo único que hacen es “encasillar”, castigar y ridiculizar a los alumnos. Esto a consecuencia de la falta de interés y actitud de éstos. En el que la mayor parte de la injusticia que ejerce el maestro es el reprimir. Siendo los castigos comunes las notas bajas, la reprobación, o bien, la repetición de año. Es por ello, que otro de los avances que se han ido consolidando gradualmente, y que se pretenden mejorar. Es que ya no se es permitido evaluar
estereotipadamente (Santos Guerra, 1988), en cualquier de los niveles escolares en el que se encuentran formándose los individuos. Lo que se busca de esta manera es que los maestros en formación, principalmente, como los que están frente a grupo lleguen a romper esquemas tanto en la forma de enseñar como en la manera de evaluar. Pues constantemente los educadores están repitiendo las formas en las que fueron enseñados, lo que ha provocado que exista un desfase con lo que se realiza. Ya que básicamente lo que hacen los docentes es determinar por sí mismos los aspectos que se evaluarán, ya sean los períodos en los cuales se efectuará tal aspecto, la manera en la que se calificará y los porcentajes que tendrán cada uno de los aspectos. En donde al sumar tales aspectos da como resultado el “número” que ha logrado obtener el alumno gracias a su capacidad y habilidad. Es por ello, que lo que se propone, es que el maestro logre hacer acuerdos con los alumnos para determinar los criterios que se tomarán para poder efectuar el proceso de evaluación Al llevarlo a cabo, lo que se está efectuando es un acuerdo democrático. En el cual el objetivo principal es el diálogo que se establece en cada una de las partes involucradas. Lo que dará como resultado de que exista un pacto en común, produciendo a la vez que se presente motivación de los alumnos para poder hacer frente a las situaciones en las que se le coloque. Pero al mismo tiempo, le favorecerá al docente en tener en claro qué es lo que valorará de manera gradual en los alumnos tanto de manera individual así como grupal; pues al existir un acuerdo previo lo que suscita es un interés por observar e identificar sus habilidades, destrezas, conocimientos y aptitudes. Pero para poder medir tales aspectos, será necesario basarse en instrumentos confiables que permitan identificarlos de manera “correcta” sin distorsiones. De esta manera se está avanzando de basarse en “… referentes implícitos, sin una teoría explícita de evaluación, para valorar y, sobre todo, diferenciar y seleccionar a
estudiantes”
(Escudero,
2003).
A
considerar instrumentos
significativos. Por lo que se están implementado estrategias que incitan a que ya no se hace uso instrumentos inadecuados (Santos Guerra, 1988) para identificar el grado de avance de los individuos. Debido a que anteriormente, y de acuerdo con Escudero, el único medio para determinar el grado de avance de los alumnos era la observación, en la cual era una
vigilancia
sistemática
que
identificaba
específicamente
los
errores.
Posteriormente hacen aparición los test que tenían como fin el reconocer las habilidades y conocimientos que tenían los alumnos para identificar quién era más apto que el otro. Enseguida, se hace visible la valoración del alumno a partir de objetivos enmarcados previamente, en el cual el fin principal es evaluar todas las áreas de los programas escolares y no sólo se “calificaba” las habilidades y capacidades de los alumnos. Finalmente, se pasa a un segundo plano en el cual lo relevante es evaluar al sujeto en lo relacionado a las exigencias, asuntos y necesidades de éste. Pero a pesar de tales avances, se sigue utilizando el examen en las prácticas actuales como el único instrumento; el cual tiene como propósito realizar una medición cuantitativa. En donde el papel que desempeñan los alumnos es básicamente estudiar los contenidos que se abordan en un determinado tiempo escolar para poder dar respuesta a las problemáticas que se le presentan en la prueba. Los cuales son olvidados una vez que son requeridos. Es decir, lo que se propone con este instrumento evaluativo, es que los alumnos sólo aprendan a corto plazo para poder “pasar” o acreditar tanto la asignatura como el grado escolar. Sin importar que dichos conocimientos pudieran ser requeridos posteriormente para aprender para la vida. Es por esto, y para poder contribuir a que los alumnos logren aprender para la vida, y no sólo para el momento. Se han establecido ciertos instrumentos significativos desde los documentos oficiales, para que a partir de ellos se pueda verificar constantemente el grado de avance de los alumnos ante una situación o período escolar.
Así, se propone la utilización de: “rúbrica o matriz de verificación, listas de cotejo o control, registro anecdótico o anecdotario, observación directa, producciones escritas y gráficas, esquemas y mapas conceptuales, registros y cuadros de actitudes observadas en los estudiantes, portafolios y carpeta de los trabajos, pruebas escritas u orales” (Plan y programas de estudio, 2011). En donde a partir de lo que se obtenga es necesario que se rinda cuenta a cada una de las partes del sistema educativo, y principalmente a los padres de familia, para que haya un cambio significativo. Además de que los resultados serán la base esencial para que los alumnos identifiquen sus avances, así como en lo que
han fallado,
permitiéndoles seguirse preparando durante su trayecto escolar. Otro de los avances que se han potencializado, es que se ha implementado el aspecto de evaluar desde afuera (Santos Guerra, 1988). Lo que tiene como objetivo “… introducir la valoración, el juicio, como un contenido intrínseco en la evaluación”. (Escudero, 2003). Pero en tales evaluaciones están inmersas ciertas limitaciones, ya que son irrelevantes para la formación de los individuos. Debido a que su objetivo principal es la “competitividad” tanto en la región nacional como en el resto del mundo; pues lo único que se busca a partir de ello es identificar qué Estado o país es mejor que otro. Tal acción se lleva a cabo por las políticas, a consecuencia de que a partir de los resultados que obtengan en tales evaluaciones va a determinar el fondo monetario que reciban de las instancias educativas mundiales, como es el caso de la OCDE; en el que México es parte de ella. De esta manera, el objetivo principal que se debe de buscar a partir de las evaluaciones externas es el mejoramiento de la calidad de la educación en general. Es decir, que cada una de las partes del sistema reconozca en qué es lo que han fallado, qué es lo que han hecho bien, así como lo qué pueden mejorar. En donde un punto clave no es cambiar todo lo que se está haciendo, sino sólo lo que es erróneo. Pero a la vez es esencial seguir mejorando lo que va bien para seguirlo potenciando.
A partir de ello, además lo que se busca es que el país no se quede estancado en los modelos tradicionales, sino que sea capaz de desarrollar innovaciones con el fin de ofrecer a la población una educación adecuada acorde a las demandas sociales, políticas y económicas que se están viviendo en la actualidad. Es por ello, que la evaluación externa debe estar enfocada a reconocer los aciertos y debilidades del sistema. Y debe evitar poner en conflicto a los países al momento de compararlos, debido a que cada uno de éstos se caracteriza por poseer condiciones y estructuras diferentes. Lo que hace que al momento de participar en una evaluación, sean los países más desarrollados en lograr colocarse en los primeros puestos en el ranking mundial. Y por efecto los que aún no tienen las condiciones favorables, se colocan en los últimos puestos.
Limitaciones de la evaluación del aprendizaje en México Una de las limitantes que se tienen al momento de evaluar los aprendizajes, es que sólo se evalúa a la persona (Santos Guerra, 1988), a pesar de los esfuerzos que se están realizando por evitar que la evaluación se centre en el alumno, las prácticas tradicionales toman relevancia. Por lo que al evaluar al alumno, no se considera su carácter holista, en el cual es importante retomar que en ello influyen una serie de factores que hacen posible que actúe de determinada forma en ciertos momentos. En donde algunos aspectos que se deben contemplar son las condiciones emocionales al momento en realizar una tarea. La cual es de suma relevancia, debido que al momento de enfrentar un problema los sujetos ponen en juego en ello sentimientos que influyen en el proceso de resolución. Asimismo, se debe tomar en consideración el aspecto cognitivo, el cual es un elemento esencial debido a que éste depende básicamente de la experiencia y desarrollo en el que se encuentre; lo que hace que los alumnos sean diversos entre sí. En dicho aspecto están incluidos los saberes, actitudes y habilidades, los cuales son un punto central a observar debido que cada quien hace uso de tales dependiendo de la necesidad que tengan al resolver la tarea. Pero a pesar de considerar tales elementos del alumno, también es necesario que se tome en cuenta el contexto en el que se desenvuelven los alumnos, debido a que cada uno recibe influencia de manera distinta, y ello a causa del apoyo que recibe cada uno dentro del medio. Asimismo, es esencial que se retomen las condiciones que posee la escuela. Debido a que ello va influir en el desarrollo del sujeto, pues al tener al alcance los materiales, elementos así como una infraestructura adecuada va a favorecer que potencie de forma gradual sus conocimientos. El cual va a ser esencial el apoyo y la orientación del docente en ello, ya que por sí mismos no ofrecerán el mismo efecto.
Otra de las limitantes que se presentan es que se evalúa competitivamente (Santos Guerra, 1988). En donde el único objetivo que se persigue es comparar a los alumnos de acuerdo a lo que saben y pueden hacer, de esta manera los determinantes que se ponen en juego a la hora de esa comparación es lo relacionado a las condiciones físicas, cognitivas y psicológicas de cada alumno. Lo que hace que exista una desventaja entre cada uno de los sujetos, debido a las características antes mencionadas. Al hacer este tipo de evaluación, tiene como consecuencia de que los propios alumnos adquieran un carácter individualista, en donde lo único que interesa es ser mejor que el otro. Lo que a la vez ocasiona que se presenten ciertos conflictos entre ellos mismos. Tal competitividad se presencia a consecuencia del modelo tradicional por el cual fueron formados los docentes. En donde esto lo seguirá reproduciendo hasta el momento en el que el maestro que se está formando, o bien el que está frente a grupo, reconozca qué es lo que es bueno para los alumnos, así como para sí mismo; en donde es imprescindible que reconozca qué daños puede causar al momento de reproducir prácticas erróneas. Unida a tal limitación, se encuentra la evaluación como un modo para controlar (Santos Guerra, 1988). Debido a que aún existen maestros que la consideran como un medio para poder ejercer la autoridad que poseen, a consecuencia de que creen ser los únicos responsables del grupo. Al ser considerada como un medio de opresión, lo que hacen los alumnos es el identificar las formas de evaluar del maestro. En donde al efectuarlo de tal manera, lo que provoca es una adaptación acorde a lo que espera el docente para hacer frente a las situaciones en las que se les involucra. En donde el objetivo esencial del alumno acorde a este panorama, no es el es estudiar sino lo que interesa es el satisfacer al maestro con la finalidad de que no lo logre reprimir ni sancionar, sin considerar si aprende o no.
Otra de las limitaciones que se encuentran estrechamente vinculada
a las
anteriores, es que únicamente se evalúan los conocimientos (Santos Guerra, 1988). Así, lo que es verdaderamente trascendental es lo relacionado al dominio conceptual que debe poseer el alumno ante las tareas que se le proponen. Al hacer ello, lo que se está provocando es que el alumno sólo memorice los contenidos para aplicarlos posteriormente en una situación. Pero el problema principal de tal aseveración, es que los maestros al observar que los alumnos dominan la temática da por sentado que han logrado aprender, y por ende cumplir con los propósitos que se enmarcan desde los documentos oficiales. Pero no consideran que una verdadera evaluación debe estar centrada en el hacer y en el ser, ya que no sólo basta que se demuestren los saberes ante una prueba sino lo que es realmente relevante es que lo pongan a prueba en situaciones que impliquen movilizar sus saberes; al hacer ello le permitirá sentar las bases para que se efectúe un aprendizaje a futuro. Es así, que el único objetivo que tiene el evaluar, y que por ende es una de las limitaciones que constantemente se produce dentro de las prácticas educativas en los diversos niveles, es que sólo se llega a evaluar los resultados (Santos Guerra, 1988). Al momento en el que se ejerce ello, se está en el sendero de la aplicación de una evaluación sumativa, pero sin
llegar a considerar los elementos que
intervienen en tal, ya sean los procesos, habilidades, destrezas, aptitudes. Al hacer ello , lo que se obstaculiza es el identificar el avance que han tenido los alumnos. Así, lo que verdaderamente influye, y los determina, es el resultado final al que llegan en una determinada situación.
Retos de la evaluación de aprendizaje en México Uno de los retos principales de la evaluación del aprendizaje es que debe de ser considerarla como un medio fundamental para lograr transformar tanto proceso de enseñanza como el del aprendizaje. Esto es así, debido a que en el momento de que los docentes la consideren como herramienta principal para identificar los obstáculos, fortalezas y debilidades que poseen los educandos, también será un medio fundamental para que ellos valoren que es lo que están haciendo para que se produzcan tales resultados. Al recabar información de lo que están haciendo, les favorecerá en poder reconocer por
sí mismos lo que han llegado hacer para poder potenciar los
aprendizajes de los alumnos, o bien, para obstaculizarlos. Además, les permitirá introducir cambios a la intervención educativa. Lo que será de utilidad para favorecer a la formación de ese Hombre nuevo que se espera al finalizar los cuatro períodos de la Educación Básica. Pero al mismo tiempo le coadyuvará al individuo exigir y demandar al docente una educación adecuada a sus intereses, capacidades y necesidades. Al hacer ello, lo que se producirá es que éste logre propiciar el desarrollo de los pilares de la educación; el aprender a ser, el aprender a hacer, el aprender a aprender, así como el aprender a vivir en conjunto. Otro de los retos que se deben tener en cuenta para que los sujetos logren obtener una preparación para la vida. Es que la evaluación debe ser una tarea compartida entre cada uno de los involucrados en el proceso de enseñanza; maestros, alumnos, directivos y padres de familia. Al considerar a cada uno de los actores escolares permitirá que se efectúe una evaluación en conjunto, la cual servirá para identificar algunos de los siguientes aspectos: lo que se está haciendo desde la escuela para formación de los alumnos, el cómo ha estado actuando el docente para contribuir a los propósitos educativos, el cómo ha avanzado el alumno en relacionado a las diversas áreas del
conocimiento, y qué es lo que se necesita hacer desde el hogar para potenciar el aprendizaje, entre otros aspectos. Asimismo, otro de los retos que deben asumir todos los educadores es hacer uso adecuado de la evaluación, debido a que constantemente “ha sido un instrumento de control, de amenaza e incluso de venganza” (Santos Guerra, 1988). Así, lo que se propone es efectuar un carácter ético. Lo que permitirá que los resultados que se obtengan, llegasen ser malos o buenos, se utilicen para indicar qué es lo que está ocurriendo no sólo con los alumnos sino en todo el contexto educativo. Y al retomar ello, servirá como un medio para poder implementar estrategias, mejoras e innovaciones para poder subsanar les brechas que impiden la formación del alumno. Pero sobre todo será necesario para que el docente actúe con respeto, responsabilidad, interés e compromiso acorde a lo que se presenta en el aula. Debido a que al actuar de dicha manera, le coadyuvará en desenvolverse en relación a las necesidades que poseen cada uno de los alumnos. Por lo que un reto que se desprende de ello, es que no sólo se debe evaluar la vertiente negativa (Santos Guerra, 1988). Ya que tanto las evaluaciones realizadas a nivel nacional como internacional, destacan únicamente los resultados negativos más que los positivos; por lo que se omite constantemente, o bien en su totalidad, lo que se ha llegado a alcanzar a partir de un trabajo arduo y sistemático del docente. A nivel áulico, el docente debe de identificar qué es lo que aprendido el niño, qué es lo que ha modificado, qué es lo que le falta por conocer, así como qué es lo que es necesario potenciar. Pues al reconocer tanto los errores como los aciertos, se está en posibilidad de crear ambientes adecuados que permitan a los alumnos aprender a aprender.
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Al analizar cada una de las partes del texto, se puede identificar que a pesar de los avances que se está teniendo en el ámbito educativo, y específicamente en lo relacionado a la evaluación del aprendizaje, las prácticas que se están llevando a cabo actualmente
retoman aspectos de antiguos enfoques lo que da como
resultado que exista un desfase entre lo que se propone por parte de las instancias educativas con lo que realmente se hace dentro de las instituciones educativas. Es por ello, que es esencial retomar los avances que se han tenido. Con la finalidad de poder reconocer qué es lo que se ha hecho bien con el objetivo de seguir potenciando tales aspectos, para que así no exista una decadencia. Pero además es necesario que se fijen los esfuerzos entre lo que impide (limitaciones) que se presenten buenos resultados; pues al hacerlo se está en la posibilidad de una transformación. Lo que favorecerá que haya una formación adecuada acorde a los retos que se exigen en la actualidad. En esa búsqueda de los aspectos que favorecen a que se presente una buena evaluación, así como las que lo impiden. Es necesario la participación de cada uno de los actores escolares. Pues no es prudente precisar que lo que obstaculiza únicamente a que se produzcan mejores resultados es el alumno, sino que en ello intervienen cada una de las partes del sistema escolar. Debido a que cada una determina, a su manera, la forma en la que se está formando el individuo del mañana. Así, necesario que en el país se asuman retos relacionados con la evaluación del aprendizaje, y ello con el fin de mejorar día a día en lo que concierne a tal temática; en donde el beneficiario directo sería el sujeto. Pues se estaría dando prioridad a la formación integral. Lo cual sería un factor decisivo para el desarrollo de competencias para la vida.
Bibliografía:
Escudero T. (2003). Desde los tests hasta la investigación evaluativa actual. Un siglo, el XX, de intenso desarrollo de la evaluación en educación. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa, Foucault, M. (1977). El examen. En: Vigilar y Castigar (pp. 189‐198). México: Siglo XXI Editores. Plan de estudios 2011. Educación Básica. México: SEP-Subsecretaría de Educación Básica. Recuperado de http://basica.sep.gob.mx/dgdc/sitio/pdf/PlanEdu2011.pdf Santos, M. A. (1988). Patología general de la evaluación educativa. I n f a n c i a y Aprendizaje, 41,143‐158.