Evidencias de conocimiento
De acuerdo con Ruiz (2008), las evidencias de conocimiento hacen referencia a todas aquellas que denotan identificación, a la argumentación y
la propuesta
constante de acciones y/o estrategias para comprender componentes teóricos, metodológicos, disciplinares, procedimentales, técnicos, pragmáticos, etc., que evidencian una necesidad en un momento dado. De esta manera, dentro de este apartado se colocan evidencias vinculadas a la investigación científica, observación, encuesta, y codificación. Ya que cada una brinda referentes esenciales para entender la realidad en la que se encuentra el sujeto. Siendo menester, y con base a Boggino, considerar tal aspecto desde la complejidad; es decir, que no sólo se centre en aspectos peculiares sino que se hace necesario abordarla desde diversas variables para que exista un visión global de lo que se busca. Siendo a la vez menester que se tenga claro, y de acuerdo con Delgado Tornés, lo que es una verdadera intervención socioeducativa de la que no lo es. Ya que la auténtica IS es aquella que fomenta identidad, la que parte de la historicidad de la comunidad, la que fomenta el autoaprendizaje, la que toma en cuenta la diversidad, la que involucra valores en su realización, en la que hay un liderazgo constante, en la que se involucra el conocimiento, etc. Asimismo, y para que tome relevancia lo que se desea emprender será necesario retomar los cuestionamientos propuestos por Ander-Egg (1998) para así causar un impacto en lo que se realice. Las cuales comprenden el qué, el cómo, el dónde, el por qué, el para qué, con qué, el cuán, etc. Convirtiéndose en los referentes esenciales para no actuar sin sentido. Es por esto, que a lo largo de este apartado se exponen evidencias que dan cuenta de diversos componentes que contribuyeron al entendimiento de lo que es una intervención socioeducativa. Enseguida se hace un contraste a partir de la experiencia obtenida en el contexto escolar en el que me encontré inmerso. El cual es clave, y de acuerdo con Bordas Alsina (2000) para reconocer de donde surgió el
PIS; ya que se mencionan aspectos teóricos, las características de las necesidades del medio mismo, y por ende los medios que fueron esenciales para llegar a ello.
Bibliografía
Boggino, N. (2005). Convivir, aprender y enseñar en el aula. Argentina: Homo Sapiens (pp. 6991) Bordas Alsina, I. (2000). La evaluación de programas para la innovación. En B. Jiménez (Ed.). Evaluación de programas, centros y profesores (pp. 257-264). Madrid: Editorial Síntesis. Ander-Egg, E. y Aguilar, M.J. (1998). Cómo elaborar un proyecto. Guía para diseñar proyectos sociales y culturales. Buenos Aires: Lumen/Humanitas, 14ª edición. Ruiz, I. M. (2008). La evaluación de competencias. Universidad Autónoma de Nuevo León. Universidad Autonóma de la Mancha, Castilla. DELGADO, T., A.(S.F). Análisis de conferencia. La Educación Popular y las Mentalidades.