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CAMINO DE BRUMA
Luz H. Olvera México
La encontré de nuevo esa mirada encantadora a través de esos ojos inconfundibles y le llamé no por su nombre sólo dije “Amore mío” el abrazo inesperado surgió como bálsamo nacido de estrellas eso que no se mira que no se descifra la luz que no cubre por completo pero que se siente.
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Y me transporté a los recuerdos juveniles con sus mismos colores y perfumes pueden decir que son invenciones de poesía que solo existen allí donde nada es (porque ya fue) no importa.
Ilusión o verdad el abrazo fue real difuminado en el camino de bruma de aquella tarde invernal. Mis letras esperan otro invierno otro encuentro fugaz
Quizá pueda escribir que dije “Amore mío” y un poco más.
Bosque de lluvia
Mariateresa Galaz
Ciudad de México, México
Llegamos jóvenes, ansiosos por correr mundo: un pie en la realidad y otro en la aventura.
Nos mudamos a la casita cercana al bosque: caminito empedrado, y tras la barranca, ya estabas en el bosque de lluvia.
Por las tardes salía con mis compañeras:
Pepita Domínguez y la Chiquis. Negra una, blanca la otra, pequeñitas, ruidositas, tirando bravatas al aire.
Cumplía yo mi sueño de hundirme en el bosque oscuro de tanto follaje, las botas lodosas, por angostas veredas fragantes y cantos de pájaros. De vez en vez, el hosco saludo de un leñador.
Pasaron los días. Me acostumbré al frío, a los árboles altos que llegaban al cielo, al cielo, que desde allí solo era un pañuelo azul.
Pasaron los meses. Se fueron las tardes, nubladas y traviesas, a sitios dispares. Se nos fue la aventura, nos fuimos nosotros, cada quien por su lado, sin arrepentirse.
Pasaron los años. Se fue la juventud y no hubo más remedio que pisar la tierra.
Pepita Domínguez y la Chiquis volaron al Cielo de los perros.
Y yo, a veces, todavía recuerdo esas tardes, sin tiempo ni prisa, en que juntas recorríamos los fragantes senderos del bosque de lluvia.
Elfos (acróstico)
Mariateresa Galaz
Ciudad de México, México
Elfos que vivieron en los bosques profundos Lanzando estrellas con cinturones de oro
Fabulosas criaturas de sueños estivales
Olvidados y perdidos por siglos
Saldrán de nuevo al mundo, tal vez, algún día.