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Este libro, ante todo, presume de estas cualidades líricas. Y gracias a eso, podemos tener, en nuestras manos, un poemario que es también una cajita mágica, donde se dejan ver y escuchar: tarántulas, moscas, pájaros y ratones que colorean imágenes de una plasticidad y una belleza admirables como terroríficas. Tris-tras el miedo, como consecuencia, nos deja entrever un emotivo enfrentamiento con el mundo, y un atreverse a conquistar ese terreno sombrío de lo desconocido que nunca se alejará de nuestros ojos. Es ahora, entonces, el momento de empuñar la valentía, afilar los sentidos y, de puntillas, entrar, página a página, en ese terreno misterioso que Ramón Iván ha recreado, con sus versos lúdicos y puntuales. La experiencia, estoy seguro, logrará su efecto esperado: provocar miedo y entusiasmo a todo aquél que lea estos poemas, que, súbitamente, se abrirán como tijeras para hacer tris-tras en el asombro. José Antonio Íñiguez
TRIS TRAS EL MIEDO
Ramón Iván Suárez Caamal, con su extraordinaria e inagotable curiosidad, nos enseña esta vez, en Tris-tras el miedo, que indagar en estos aspectos vitales nunca es fácil, si no se tiene la destreza rítmica, el abalorio verbal, y una profunda y punzante óptica infantil.
Ramón Iván Suárez Caamal
esde el principio, la inocencia, y, junto a ella, el miedo por lo desconocido. Dos aspectos que nacen y viven siempre dentro de todo ser humano. Sin ellos, sería imposible explorar los recovecos fantásticos que hay a nuestro alrededor.