HISTORIA Y CULTURA DE POCOCÍ 2018
Historia Regional del Cooperativismo GALERÍA HISTÓRICA DE POCOCÍ MICROBIÓLOGO, QUÍMICO CLÍNICO Y ESCRITOR
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ESTRUCTURA PRODUCTIVA ATLÁNTICO NORTE-POCOCÍ
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LÍDER COMUNAL Y SOCIAL EN SAN ANTONIO DE ROXANA
2 4
COOPERATIVAS CON HISTORIA CARIBEÑA DE BAGACES A POCOCÍ JUGANDO FÚTBOL
5 10
2 Historia y cultura de Pococí 2018
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a historia de las regiones, sin duda, ha generado aportes a la resolución de interrogantes sobre las particularidades del desarrollo en la periferia que rodea al Gran Área Metropolitana costarricense. Uno de los principales aportes consiste en recalcar que la región es una construcción social e histórica inscrita en un espacio que va más allá del ocupado por un grupo o comunidad específico, pero que no engloba a un EstadoNación completo. Para el caso abordado en esta entrega, se trabaja la aquí definida región del Atlántico Norte costarricense, que incluye al cantón de Pococí y al cantón de Guácimo; este suplemento será dedicado de forma exclusiva a Pococí, mientras que Guácimo se tocará en una edición posterior. Es posible percibir una relación de dependencia notoria entre las localidades que engloban Pococí y Guácimo. Por otro lado, estas dos localidades se ven enlazadas en procesos económicos y una colonización agrícola de las tierras más remotas a partir de 1950; procesos desarrollados con particularidades distintas respecto a los demás cantones del Caribe. Este breve estudio parte desde 1950 porque en Costa Rica se da un proceso de colonización agrícola del Caribe en un contexto de implementación de un modelo que buscaba la generación de ingresos a través del impulso y la diversificación agrícola, además de la soberanía alimentaria. No hay que dejar de lado el marcado rol de interventor que se adjudicó el Estado costarricense a partir de esta década. Lo anterior se realizó con la finalidad de solucionar en alguna medida las flaquezas del modelo agroexportador sustentado únicamente por el café y el banano, y expuesto a las inestabilidades en tiempos de crisis económicas que se habían experimentado en ocasiones anteriores, con motivo de las guerras mundiales y la depresión de los treinta. El estudio concluye en 1984, pues a partir de dicho año se marca el inicio del periodo neoliberal en Costa Rica con las propuestas de Eduardo Lizano se comenzó a vociferar un discurso que sugería al Estado hacer a un lado su rol de interventor, y liberar la economía costarricense. Se trataba de olvidarse de brindar protección a la agricultura tradicional enfocada en satisfacer la producción para el mercado nacional, y comenzar a proteger las nuevas actividades vinculadas a mercados más allá de las fronteras.
ESTRUCTURA PRODUCTIVA POCOCÍ CARIBE NORTE Se puede evidenciar en la figura anterior la reducción de la superficie del Atlántico norte en más de 10 000 hectáreas entre 1950-1955. Por su parte, Siquirres también redujo considerablemente la superficie de sus explotaciones. Esto se da en contraste con Limón, que prácticamente duplicó el tamaño que ocuparon las fincas existentes en sus límites. Tanto el bajo crecimiento en el número de fincas y la reducción de superficie de estas en el Atlántico norte, como el proceso proporcionalmente inverso en el extremo opuesto de este espacio. Esta situación puede ser indicios ya sea de un traslado de colonos desde el norte del Caribe hacia el sur de Limón, o bien de un abandono de tierras de labranza agotadas así como el estancamiento del proceso de ampliación de la frontera agrícola. Es posible que ambas hipótesis se complementen para explicar este fenómeno. Para finalizar esta sección, hay que referirse a la condición jurídica de los dueños de las explotaciones reportadas en el periodo estudiada. Hay quienes afirman que entre 1950 y 1984 en la provincia de Limón hubo una “democratización en la fragmentación de la tierra (y consecuentemente en la posesión de esta). Sin embargo, consideramos necesario un complemento a dicha tesis, no un cuestionamiento como tal. Para hacer dicho complemento, es valiosa la información sintetizada en el cuadro 2, que se muestra a continuación.
así fue; no obstante, esta brecha también se abrió a compañías y sociedades agroproductoras, la cuales contaban con más recursos y facilidades para apropiarse de superficies muchísimo más amplias, propiciando la formación de latifundios. Desafortunadamente no se encontraron datos en el censo de 1984 que permitieran determinar el nivel de concentración de la tierra entre la clase de propietarios, pero es probable que este fenómeno de latifundización se haya acrecentado.
PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Para abordar las actividades agrícolas desarrolladas en el Atlántico norte de Costa Rica, se empleará el cuadro 3. El mismo muestra a grandes rasgos información valiosa sobre la producción de los principales cultivos existentes en este espacio, así como el destino de esta. Desafortunadamente, los censos presentan limitantes muy grandes -especialmente el de 1984- en cuanto a la escasez de datos aportados. Como puede apreciarse, en 1955 el bagaje de productos presentes en el espacio estudiado no era muy amplio, y el maíz se constituía como el producto estrella en la región. Sin embargo, este “monótono” enfoque productivo cambiaría significativamente en los años 1963 y 1973, ya que para estos periodos se evidencia una importante diversificación de los cultivos a escalas de producción significativas. Dicha diversificación se ve mermada para 1984, contexto donde la producción se enfocaba (no por Gráfico 1. Superficie ocupada en hectáreas por las fincas en mucho tiempo) en el maíz, y ya el banano acaparaCaribe costarricense entre 1950 y 1984 ba grandes extensiones con su cultivo. Los datos revelan que la mayoría de lo produci140000 do era con la finalidad de colocarlo en los distintos 120000 mercados a los que podían acceder los producto100000 res, especialmente el maíz. El arroz es una excep80000 ción, pues los datos apuntan a la producción para 60000 TENENCIA DE LA TIERRA la satisfacción del consumo en la finca, y una venta 40000 Es necesario iniciar determinando la cantidad de un excedente bastante modesto. Por otro lado, 20000 de fincas o explotaciones que existieron en el esla producción de naranjas y papayas no fue venpacio estudiado, además de la superficie que estas dida en su mayoría; esto puede ser un indicio de 0 abarcaron, para poder apreciar con detalle la evouna mala colocación de estas frutas en los merca1950 1955 1963 1973 1984 lución que estas presentaron a lo largo del periodos disponibles. do. Respectivamente, en el cuadro 1 y el gráfico 1 se Es importante recalcar las considerables cantidaCaribe Norte 61039 49740 89091 96729,4 127281,1 muestra la variación en el número de fincas existendes de maíz producido y vendido en el Atlántico tes y la superficie que estas abarcaban, tanto en el norte de Costa Rica. Esta creció exponencialmenSiquirres 30339 24784 39154 53125,8 58936,7 Atlántico norte como en el resto de Limón. te entre 1963 y 1984. Otro cultivo que presentó un Como se puede apreciar, entre 1950 y 1955, el núcrecimiento exponencial en su producción -tal y Limón 36309 68628 79618 94674,5 99118 mero de las explotaciones no experimenta un crecomo se puede inferir de lo que hemos expuesto cimiento significativo en el Atlántico norte, en conhasta el momento- es el banano. Lastimosamente, Caribe Norte Siquirres Limón traste con los otros dos cantones que conforman el el censo de 1984 no brinda el dato referente a los Atlántico costarricense. Para nuestro caso en parcantones del país y su producción bananera. ticular, el crecimiento en el número de las explotaciones Del Atlántico norte, y en específico del cantón de Pococí, Los datos acá expuestos demuestran que ese proceso de comienza a partir de 1963, y en cuestión de veinte años se queda mucha historia por develar; quedan muchas fuendemocratización de la tierra se vio matizado con un produplica, posicionándose como la subregión del Atlántico tes por revisar y muchos personajes deseosos de comparceso de latifundización muy severo, puesto que para 1973 con mayor número de fincas. tir sus vivencias y experiencias que forman parte del tejido un 4,51% de las fincas concentró un 42,6% de la tierra, en Cabe hacer una observación comparativa entre el histórico de nuestra sociedad. En entregas venideras especontraste con el 95,3% de las fincas que ocuparon un 57,3% Atlántico norte y el cantón de Limón, ya que este cantón ramos ir aportando más en cuanto a la historia de nuestra de la tierra. entre 1950 y 1955 experimentó un crecimiento significabella región. Efectivamente, al fomentarse la colonización de tierras tivo tanto en el número de las explotaciones existentes, hasta el momento baldías en el Atlántico norte, se brindó así como en la superficie que estas abarcaban. Esto puede Jeremías Mora Muñoz oportunidades a una enorme cantidad de campesinos para constatarse en el gráfico 1, que se muestra a continuación. que adquirieran su propia tierra, y no cabe duda de que
Cuadro 1. Número aproximado de fincas que conformaron la Región Caribe costarricense 1950-1984
Cuadro 2. Superficie en hectáreas de las fincas del Caribe Norte de acuerdo con la clase de propietario entre 1955 y 1984
Año
Caribe Norte
Siquirres
Limón
1950
1064
326
1096
Año
Número de fincas
Superficie
Número de fincas
Superficie
Número de fincas
Superficie
1955
1143
43009,4
4
6727
2
2,9
1963
1694
45854
55
39910
25
3327
1973
1962
55165
93
41207,2
3
356
1984
--
67467
--
53043,2
--
1344
1955
1149
602
1422
1963
1774
1037
2470
1973
2058
1002
2230
1984
3646
2173
3450
Personas naturales
Sociedades, Cooperativas
Otras instituciones
Historia y cultura de Pococí 2018
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GALERÍA HISTÓRICA DE POCOCÍ
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a siguiente es una transcripción literal del contenido del Calendario 2016, Galería Histórica de Pococí, que publicamos con la intención de dar a conocer esta valiosa información en el contexto del especial Historia y Cultura de Pococí 2018. Agradecemos el esfuerzo realizado por la Red de Manifestaciones Culturales, la Universidad de Costa Rica Recinto Guápiles, el Programa Becas Taller del Ministerio de Cultura, quienes unieron esfuerzos para realizar esta importante investigación y publicarla en forma de un calendario ilustrado con pinturas de artistas locales, además banners impresos con cada momento histórico fueron expuestos en la escuelas del cantón y publicados en línea a través del sitio: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/herencia/ article/view/27601 Reconocemos especialmente a la docente MBA. Rosa Julia Cerdas, quien lideró el proyecto y logró con su perseverancia hacer de esta iniciativa una realidad. César Chacón Quirós. Bella Cariari
Cuadro 3. Producción de la agricultura en el Caribe norte costarricense entre 1955 y 1984 1955
1963
1973
1984
Año
Maiz (kg)
Total
Ventas
Consumo
Total
Ventas
Consumo
Total
Ventas
Consumo
Total
Ventas
Consumo
307898,8
--
--
615696
510413
105283
4881029
4210151
670878
9320460
8287643
1032817
--
--
--
2951
1645
1306
24551
15757
8794
90452
39650
71811
Frijoles (cajuela) (1973, kilos) Banano (racimos) (1973, cientos de kilos)
--
--
--
159391
58021
101370
3647300
3642941
4358
--
--
--
Arroz (kg)
1500
--
--
142200
75400
66800
249126
197766
51360
--
--
--
Plátano y guineo (racimos)
7155
--
--
15517
6915
8602
--
--
--
--
--
--
Plátano solo (racimos) (1973,cientos de kilos)
--
--
--
12836
4775
8061
12808
11403
1405
--
--
--
Café (kg)
26832
--
--
72240
--
--
42808
42482
326
378414
366822
11592
Caña (kg)
2465000
--
--
5131000
--
--
1114000
1079000
35000
2196000
1655000
541000
18358
--
--
53591
13905
39686
9554
8036
1518
--
--
--
unidades
--
--
--
855
406
449
70439
65925
4514
--
--
--
Cacao
--
--
--
705500
--
--
55250
55250
--
--
--
--
Coco (cientos)
--
--
--
31012
28847
2165
--
--
--
--
--
--
Yuca (kg)
--
--
--
2601300
2290800
310500
--
--
--
--
--
--
Papaya (cientos)
--
--
--
229
57
172
--
--
--
--
--
--
Naranja (cientos) Piña (cientos) (1973,
Lucía Arce Hernández. Noche ancestral
Marco Antonio Bogantes Granados. La educación
LOS POBLADORES PRECOLOMBINOS DE POCOCÍ Antes de la llegada de los europeos a territorio nacional, la población aproximada de Costa Rica sumaba las 400 000 personas. Como característica general, las sociedades nativas costarricenses se organizaron en tribus y cacicazgos (Solórzano: 1997: 146). Las tribus eran formas simples de organización, normalmente compuestas por grupos familiares, mientras que los cacicazgos o señoríos tenían mayor complejidad, y varias comunidades eran controladas por una figura central denominada “cacique”. Pococí no fue la excepción, la zona en la que actualmente vivimos fue poblada por pueblos indígenas llamados Pococes. Estos pertenecían al Cacicazgo del Guarco —actualmente Cartago— (Ibarra: 1986: 88), y junto a otros pueblos cercanos como Suerres y Chirripo, servían al Cacique Correque. Posiblemente, los indígenas Pococes subsistían mediante el cultivo de maíz, frijoles, chayotes, tacacos, ayotes, yuca, pejibayes, etc. ya que estos productos se sembraban casi en todos los cacicazgos costarricenses (Solórzano: 1997: 146), empleando el sistema de roza (tala y quema de una parte del bosque). Es muy importante para nosotros comprender que, lo conocido sobre los pueblos antiguos en Costa Rica está sesgado por la visión europea. Dicha visión coloca a los indígenas como “los otros” quienes son inferiores ante los conquistadores, que se consideran a sí mismos superiores y civilizados. CONSTRUCCIÓN DE LA LÍNEA DEL FERROCARRIL En la década de 1870 Tomás Guardia llegó a la presidencia tras un golpe de Estado. Uno de los principales intereses de la administración de Guardia, fue establecer una vía de comunicación a lo largo del país, con la finalidad de hacer más rápido y reducir costos en el transporte hacia el exterior, del café cultivado en el Valle Central (Viales 2013: 97). La mejor opción para esto sería a través de ferrocarriles. De esta manera, para el año 1871 mediante el decreto número 34, se inició la construcción del ferrocarril que comunicaría Limón con Alajuela (Sáenz 1911: 12). Por supuesto, Guápiles formaba parte de la ruta trazada por los ingenieros que construirían la obra ferroviaria. La ruta que involucró a Guápiles, originalmente iría de Carrillo (poblado ubicado cerca del Río Sucio) hasta Siquirres, y mediría 53,19 km. Sin embargo, debido a lo accidentado del terreno entre Carrillo y Guápiles, se decidió que la ruta se construiría desde Guápiles hasta Siquirres, midiendo tan solo 32,18 km (Sáenz 1911: 8,14). La construcción costó aproximadamente 2 millones de colones, suma que para la época era demasiado grande. A este tramo entre Guápiles y
4 Historia y cultura de Pococí 2018
LIDIA BERMÚDEZ: LA INCANSABLE LÍDER COMUNAL Y SOCIAL EN SAN ANTONIO DE ROXANA, POCOCÍ
C
on 46 años de vivir en San Antonio de El Humo, Lidia Bermúdez fue gestora de obras tan importantes como el CEN CINAI y el salón comunal. Desde joven sabía lo que era liderar luchas sociales en la comunidad de San Antonio de Roxana, en medio de bananeras en las que los “días de pago sin acuchillados no eran días de pago”. La historia de Lidia Bermúdez, dirigente comunal de dicho distrito de Pococí, es la historia de una mujer que luchó contra las dificultades propias que enfrentan las mujeres, y salió victoriosa con creces. Oriunda de Nicoya, Guanacaste, se crio entre potreros, aporreadas de frijoles y marimbas que alegraban las tardes. Al tiempo que surgen los recuerdos su voz se llenan de melancolía porque, aunque entre todos sacaban adelante el hogar, no olvida que su madre era la cabeza familiar. “Eran tiempos muy sanos, no puedo decir que teníamos dinero, pero vivíamos tranquilo, todos trabajando. A mí nadie tiene que venirme a hablar de las labores de campo, que yo me las sé todas. La diversión eran los bailes con marimbas. Recuerdo que yo veía esos salones donde a cierta distancia ponían un mecate y después de ese mecate era que la gente bailaba y se divertía. Yo oía mentar eso porque a mí jamás me dejaron salir. Eran tiempos muy bonitos”, recuerda Bermúdez. El único espacio social para interactuar con otras personas era la misa; precisamente ahí conoció al que fue su esposo. Relata que, aunque su padre murió cuando ella era una niña, su hermano mayor cumplió ese rol. Entonces él decía que “el hombre que llegue a esta casa tiene que ser para casarse, no para jugar”. Así fue como ella se comprometió a los 18 años. Con su marido se trasladó a la zona de La Fortuna de San Carlos, también ejerciendo labores del campo en un terreno que le fue dado en un cañal. Sin embargo, todo cambió a partir del 29 de junio de 1968, cuando el volcán Arenal desató su ira sobre las comunidades cercanas. El fragor de la tierra, la ceniza apoderándose de calles y el temor de perderlo todo fueron motivos suficientes para abandonar la región y trasladarse a San Antonio del Humo, pueblo sobre el cual se extendía lo que podríamos llamar “la fiebre del banano”.
Lidía Bermúdez
Antes de decidir viajar, a su esposo le aconsejaban vivir en el caribe donde estaba la prosperidad de las bananeras, algo equiparable a la famosa “fiebre del oro” en Abangares. Pero no más al arribar a la comunidad se topó con otra realidad. La pobreza, los caminos de barro y las lluvias de un mes de duración los recibieron, mas no hubo tiempo para lamentos puesto que debían comenzar las labores propias de la plantación bananera en la finca Santa Clara. Allá tanto ella como su esposo formaron parte de la mano de obra del monocultivo; doña Lidia recuerda que trabajó en la planta empacadora junto con otras mujeres. Al poco tiempo de llegar las condiciones laborales fungieron como motor para integrarse a su primer frente de lucha: el sindical. No fue fácil porque las mujeres socialmente quedaban relegadas de la participación en gremios, pero en el caso de doña Lidia, la fuerza radicó en la unidad con otras compañeras para tener un rol activo en los sindicatos de la época. Los puntos más importantes era la defensa de las incapacidades, el pago de horas extra, aguinaldo y la atención médica, todas estas luchas que dieron frutos, aunque no todos pensaban lo mismo. En una ocasión tuvo un encontronazo con un capataz de apellido Carballo por su papel de líder sindical. Como él tenía la intención de promover su despido ella se le adelantó, debido a que se dio cuenta que él utilizaba a un peón de la finca para darle mantenimiento a un terreno privado. Ella realizó la denuncia que trajo el despido del capataz. Años después, en otra finca, se enteró de que Carballo sería su jefe y sin más dilaciones lo encaró para preguntarle si la iba a despedir, pero él le dijo que no, que él aprendió su lección, por lo que la situación quedó saldada. Para Bermúdez, los logros de la organización sindical se vieron interrumpidos por el solidarismo o “sindicato blanco”, que se olvidó de atender las demandas básicas de los trabajadores que se mantienen hasta hoy. Intensa actividad comunal Lidia Bermúdez, de 75 años, también fungió como una líder comunal muy activa en San Antonio durante los años 90 con obras y actividades que le cambiaron el rostro a la comunidad. El primer CEN CINAI del pueblo se logró gracias a la gestión de ella y otros dirigentes comunales. Esta causa sirvió de mucho beneficio para las mujeres solas jefas de hogar que necesitan apoyo de las entidades gubernamentales. El lugar luego se descuidó, pero recientemente se mejoraron sus instalaciones que hoy se ubican a la par del Liceo San Antonio. Pero su participación principal fue en la Asociación de Desarrollo, al lado de personas como German Quirós, Isabel Peralta, Carmen Muñoz, Edgar Trejos, Pedro Guido, entre otros. Para ella era determinante el trabajo conjunto para lograr los objetivos comunes de un pueblo. Gracias al esmero de ella y sus compañeros lograron construir el salón comunal, celebrar fiestas populares con corridas de toros, juegos mecánicos y demás entretenimiento para beneficio de los pobladores de San Antonio. Estas iniciativas duraron más de tres años, tiempo en el que estuvo directamente vinculada con la Asociación, pero ella siempre colaboró sin que fuera necesario integrar algún puesto formal. Recuerda que integró diferentes comités también de la Iglesia Católica en la organización de las fiestas patronales. ¿Por qué existió afán de participar en distintas entidades comunales? “Es la voluntad de servir. La gente le dice a uno que por qué se mete en comités si siempre la gente va a hablar y a decir que no hacen nada, pero a mí siempre me gustó servir y aportar al desarrollo hasta donde se pueda”, afirmó doña Lidia Bermúdez. Hoy, retirada de la actividad más intensa, reconoce que faltan líderes entre la juventud, preocupada ahora por lo individual. Urgen estos nuevos dirigentes porque por más que se vean negocios y quehaceres comerciales en el pueblo, sigue faltando obras y desarrollo para las nuevas generaciones. “Hay que solucionar el tema de la drogadicción, de los robos, o del desempleo, pero para eso es necesario unirse todos. Ahora la gente solo piensa en lo individual, pero desde lo que yo pueda aportar con mi experiencia lo voy a hacer. Hay que salir adelante por el futuro del país y de la comunidad de San Antonio”, sentenció.
ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE POCOCÍ, CUMPLE 15 AÑOS DE APOYAR LA CULTURA DEL CARIBE
F
ue inaugurada Nace en el año 2003 bajo la iniciativa del profesor de música Freddy Chaves Jiménez, ofreciendo clases de guitarra, violín y piano. Inicialmente estuvo ubicada 100 metros al norte de Asembis . En el año 2007 es adquirida por el educador y administrador Greivin Ocampo Quirós, quien la administra desde entonces. Este año celebra su 15 aniversario con una gran fiesta . Por sus aulas han pasado más de 2500 alumnos desde su fundación y en la actualidad más de 250 alumnos reciben lecciones de guitarra, violin, piano, canto, pintura, dibujo, danza y ballet. La Academia de Bellas Artes es un importante motor de la cultura en el cantón de Pococí, miles de jóvenes del cantón han dado sus primeros pasos en el arte gracias a la mística y guía del maestro Ocampo. La celebración oficial del 15 aniversario se realizará el domingo 7 octubre en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños, con un concierto de música latinoamericana donde participaran todos los estudiantes de música; simultáneamente las estudiantes de ballet se presentarán en el Teatro de la Danza y se realizará una exposición de pintura, celebrando ese documento una gran fiesta de 15 aniversario de la institución. El repertorio del concierto será de música latinoamericana y dedicado a los padres y madres de familia, con boleros, tangos vallenatos, con el afán de llegar al gusto de los padres y que los estudiantes se enfrenten a retos distintos a los acostumbrados.
Más información: 8330 7091
Pabel Bolívar Porras Greivin Ocampo Quirós
Historia y cultura de Pococí 2018
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VIENE DE PÁGINA 3
COOPERATIVA AGROPECUARIA E INDUSTRIAL DE POCOCÍ, COOPEPOCOCÍ R.L.
N
ació el 20 de mayo de 1974, es decir, hace 44 años, con el propósito de brindar una solución a los productores agropecuarios de entonces, que pagaban altos costos por productos o insumos para el sector agrícola y pecuario (concentrados, fertilizantes y pesticidas). Dada la dificultad de transporte que había, ya que sólo existía el ferrocarril. Su primer y principal proyecto fue crear un almacén de suministros de productos agrícolas y pecuarios (veterinarios), que eran los insumos más requeridos por los productores de la época, posteriormente se introdujo la parte de ferretería y utensilios para el hogar. En algún momento, hace muchos años llegó incluso a ser el mejor almacén de suministros de la zona. Entre los fundadores, hay algunos ya fallecidos, como don German Cruz, don Guido Madrigal, algunos fundadores aún son asociados y otros renunciaron. Actualmente hay aproximadamente 185 asociados y el requisito de afiliación es: hacer una solicitud escrita al Consejo de Administración y cancelar ciento treinta mil colones y tener afinidad con alguna de las áreas de la cooperativa. Al afiliarse el asociado adquiere el derecho a un crédito por cien mil colones y su capital social es de ciento veinticinco mil colones. Actualmente la cooperativa está bastante fortalecida, gracias a las acciones que han estado llevando a cabo la administración encabezada por el Gerente don William Quesada Alfaro y el Consejo de Administración que está conformado por las siguientes personas: Presidente, Guillermo Aguilar Quezada, Vice-presidente Marvin Morales, Secretario Rodrigo Chávez, Vocal1 Luis Alberto Días, Vocal 2 Fabio Fallas y Suplentes Marco Tulio Alfaro y José Manuel Vargas. Además cuentan con un Comité de Vigilancia, un Comité de Educación y Bienestar Social y 14 empleados. A pesar de haber sido la primera cooperativa de la zona y de brindar un servicio básico a los productores y vecinos en general del cantón, e incluso haber logrado en sus inicios un importante crecimiento, no logró por varios años mantener su ritmo de crecimiento y más bien decayó, entre otras cosas por falta de visión de los responsables y mal manejo de sus recursos, principalmente por el pésimo manejo de la cartera de crédito, donde daban sin control, al extremo de que tuvieron una altísima cartera de cuentas por cobrar que se convirtió en incobrables y llevó a la cooperativa al borde de la quiebra. Una de las decisiones extremas que tuvieron que tomar en aquel entonces, fue rentar aproximadamente el 50% de sus instalaciones para no desaparecer. Aquí estuvo el Almacén El Amigo, Importaciones Audi, la Panadería Musmanni y Deportes Richard. “Esta cooperativa hoy debería tener sucursales en toda la provincia, ya que en sus primeros años no tenía mayor competencia, fue la Gallina de los Huevos de Oro y la dejaron caer”, nos dice su actual Gerente, don William Quesada Alfaro, quien asumió la responsabilidad de su conducción el 27 de abril del 2011, hace ya 7 años. Primeras acciones de recuperación: Don William nos comenta que cuando asumió la gerencia, lo primero que le planteó al Consejo de Administración, fue que recuperaran la totalidad de las instalaciones, y cuando le cuestionaron que con qué iban a reponer los ingresos de los alquileres, él les dijo que mejorando las ventas del almacén, que para ese entonces eran de sólo 25 millones de colones y a la fecha, han subido 3 veces ese monto. Otro de los aspectos a corregir fue la carencia de parqueo y área de carga y descarga, por lo que se dieron a la tarea de adquirir un área colindante en la parte trasera, donde lo construyeron debidamente techado.
EVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA: ESCUELA CENTRAL DE GUÁPILES La Escuela Central de Guápiles no siempre estuvo en el lugar que se encuentra actualmente. La institución como tal se fundó en el año 1909, y funcionaba en un edificio ubicado en el actual salón parroquial —frente a la oficina de correos— (Araya 2014). En el año 1951 la escuela fue incendiada, y dicho acto criminal quedó impune por falta de investigación. Debido a esto, se construyó un galerón provisional junto a las palmeras que adornaban la entrada a la casa administrativa de la compañía bananera (Jiménez 1995: 10). Cuando la compañía se retiró de la zona, el terreno de las palmeras quedó prácticamente baldío. La Junta de Educación se movilizó, y obtuvo fondos para comprar un terreno. Se le compraron dos hectáreas a Abelardo Alfaro. Los terrenos donde se construyó el actual edificio escolar pertenecen a la municipalidad. Sin embargo, se llegó al acuerdo de hacer un intercambio de propiedades entre la Junta de Educación y la municipalidad (Jiménez 1995: 10-11). El edificio construido no sólo ha funcionado como escuela. También se utilizó durante un breve periodo como cuartel. En la torre del edificio se colocaron ametralladoras (Araya 2014), esto con la finalidad de repeler posibles ataques de soldados de la oposición de la Guerra Civil de 1948.
William Quesada Alfaro
Entre los aspectos fundamentales para el buen funcionamiento de la cooperativa, que destaca el señor gerente, están: 1- Que haya un buen enlace o coordinación entre la Gerencia y el Consejo de Administración, 2- El conocimiento del entorno y de la actividad agropecuaria y sobre todo, 3- La honradez en el manejo. Para este entusiasta gerente, una de las cosas importantes es haber crecido en el campo y trabajado al lado de su padre tanto la agricultura como la ganadería, por lo que esa experiencia le ha ayudado mucho para entender los requerimientos y situaciones de los asociados. Uno de los problemas o debilidades que tiene la organización, según lo plantea el señor Quesada, es cultural, la pasividad y poca motivación y poco compromiso con el cambio. Hasta hoy la mayoría de los asociados son mayores de 40 años y se necesita sangre joven. Cuando le preguntamos si no sería falta de mayor acción de la Gerencia, Consejo de Administración y fundamentalmente del Comité de Educación y Bienestar Social, que es quien debe velar por la educación, motivación y sobre todo la capacitación, reconoció que en ese campo, quizás por la formación de éstos, no se ha hecho mucho. “Hay 2 proyectos que andan dando vueltas en nuestras cabezas, uno de ellos es convertirnos en exportadores de lo que producen nuestros asociados, sobre todo tubérculos y el otro es producir para vender a instituciones del estado, sobre todo al CNP”. En respuesta a nuestra consulta, sobre los principales beneficios que reciben los asociados de Coope Pococí R.L., y los pobladores del cantón, don William nos dijo: los asociados, tienen derecho al reparto de excedentes, que el año pasado fue de un 6 %, además de un 6 % de descuentos en las compras de contado, donde asociados y clientes reciben ese porcentaje. Heriberto Araya Céspedes
CREACIÓN DEL CANTÓN DE POCOCÍ Pococí fue declarado cantón mediante la Ley No. 12 del 19 de setiembre de 1911 (ProDUS 2006: i), durante la administración del presidente Ricardo Jiménez Oreamuno. Debido a la intervención del Diputado Juan Bautista Quirós, que acogió la solicitud de 4.626 vecinos firmantes de los poblados de Guápiles, Jiménez, Guácimo, Las Mercedes, Pocora, Germania, Cairo, Barra del Colorado y La Junta, de erigir el cantón de Pococí (Arias 2011). La solicitud de formar un cantón se hizo porque los pobladores consideraban que la zona tenía las condiciones necesarias para serlo: templo católico, hospital, escuela, oficina central de teléfonos, oficina de correos y telégrafos, agencia de policía, estación de tren, planta eléctrica, producción bananera de millón y medio de racimos, entre otras (Arias 2011). Los distritos que inicialmente conformaron el cantón eran: Guápiles, Jiménez, Guácimo, Las Mercedes y Pocora Oeste (Arias 2011). Pero en la década de los setentas, Pococí sufre modificaciones y se establecen los límites definitivos con Sarapiquí; se crea el cantón de Guácimo al separarse de Pococí. Además, se crean los distritos de La Rita, Roxana, Cariari y Barra del Colorado (Cerdas 2013: 365). Posteriormente, en el año 2012, se volvió a ordenar administrativamente con la creación del distrito de La Colonia, de manera que el territorio guapileño se redujo.
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COOPERATIVA DE JAPDEVA VELA POR EL BIENESTAR DE LA PROVINCIA COOPEJAP R.L. es sinónimo de calidad, confianza y respaldo para la comunidad limonense y en especial para los trabajadores y las familias de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA).
C
OOPEJAP R.L. ofrece créditos en buenas condiciones, planes de ahorro y convenios con distintas instituciones de servicios médicos y comerciales, todo con el fin de proveer a Limón de un respaldo y mejoramiento en su calidad de vida. La cooperativa es vista como una extensión del aporte que brinda JAPDEVA a la provincia enormes avances en infraestructura, carreteras, proyección deportiva y cultural, así como apoyos económicos a sectores de escasos recursos. Se trata una cooperativa que acuerpa los servicios portuarios con prerrogativas de autoridad portuaria de JAPDEVA, facilitadora del comercio exterior, que promueve el desarrollo socioeconómico del caribe costarricense. Como parte de su proyección, se trata de impulsar a la cooperativa que complemente a una autoridad portuaria líder en servicios portuarios a nivel latinoamericano y promotora del desarrollo socioeconómico del caribe costarricense. Las políticas institucionales se encuentran directamente vinculadas con los planes nacional de desarrollo,
para establcer un accionar coordinado e integrado de cada área en procura del logro de los objetivos institucionales y la satisfacción de los clientes.
nacional de transportes, plan maestro portuario y de desarrollo regional: competitividad y ordenamiento territorial, así como con los valores institucionales y normas regulatorias vigentes. Entre sus objetivos se encuentra implementar las acciones necesarias que garanticen la continuidad y funcionalidad de la actividad portuaria y de la promoción del desarrollo socioeconómico, para enfrentar los retos que el entorno demanda, consolidándose como una empresa de utilidad pública rentable y competitiva. Además, busca orientar la gestión hacia la promoción del desarrollo a través de la inversión en programas y proyectos de impacto socioeconómico que fomenten la competitividad de la actividad portuaria y de la región Húetar Caribe, considerando el carácter multiétnico y pluricultural. Uno de sus pilares es el uso eficiente de los recursos financieros, de bienes y servicios, generales y humanos que garanticen la prestación del servicio público y permitan operar con un nivel de riesgo aceptable; a su vez, funciona
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO Si bien busca satisfacer las necesidades en primera instancia de la población ligada a JAPDEVA, su norte es la proyección hacia la comunidad. Por eso pretende desarrollar la gestión dentro de un marco ético y socialmente responsable que garantice un clima de equidad y respeto, en un entorno libre de toda forma de violencia y discriminación. El recurso humano tendrá las competencias, capacidades personales, profesionales, técnicas y administrativas, requeridas para el cumplimiento de los objetivos institucionales, que le permitirán su adaptación al cambio organizacional, cultural y tecnológico. El desarrollo y ejecución de las actividades promoverán la salud integral de las personas trabajadores, a través de operaciones seguras, procurando la protección del personal, los activos institucionales y de los clientes. Al saberse parte de la comunidad global, destaca la prestación de servicios y de desarrollo con altos índices de calidad, respetando las políticas nacionales y el ordenamiento de protección al medio ambiente que los haga sostenibles y adecuados a las necesidades de sus clientes, usuarios y trabajadores, a través de acciones de mejora continua y participación ciudadana que promuevan el bien común. Finalmente, el uso de las tecnologías de información responderá a las necesidades operativas, administrativas, tecnológicas y financieras que requiera la institución con el propósito de mejorar la gestión. Pabel Bolívar Porras
COOPESELI R.L.
COMPROMETIDA CON LA EDUCACIÓN LIMONENSE
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a educación es uno de los vehículos más trascendentales hacia el desarrollo. Mediante la instrucción primaria, secundaria y universitaria se genera la movilidad social, el progreso y la realización personal tanto del individuo como de la sociedad. En este sentido, el rol de COOPESELI es muy importante para impulsar liderazgos juveniles y darle una cara distinta a Limón. La Cooperativa de Servicios Educativos de Limón (COOPESELI RL) nace en el año 1969, como una extensión de la Escuela Lincoln, y bajo el nombre de Limón School nace el Caribbean School. Surge con el propósito de satisfacer la urgente necesidad de enseñanza bilingüe para los hijos del personal extranjero que laboraba en las compañías transnacionales residentes en la Provincia de Limón. En 1974, el centro educativo finiquita su vínculo con la escuela Lincoln, e inicia su funcionamiento bajo la dirección técnica y administrativa de la transnacional Standard Fruit Company. En 1980, por decisiones administrativas de la compañía, deciden restructurar al personal, siendo así, que gran parte de su planilla fueron trasladados a otras zonas geográficas, fuera del Cantón Central de la provincia de Limón, por lo cual comunican el cierre del centro educativo. En respuesta a las múltiples
sesiones realizadas, es constituida en el año 1981, la primera Cooperativa de Educación de Costa Rica, que se conoce hoy en día con el nombre de Cooperativa de Servicios Educativos Limonenses R.L. por sus siglas. Ha sido política de la Institución buscar la excelencia educativa bilingüe, mediante la calidad en los servicios ofrecidos a los padres de familia, estudiantado, personal docente y administrativo. En 1990, la cooperativa inicia el proyecto de ampliación del III Ciclo de la Educación General Básica. En 1994, Caribbean School, egresó su primera promoción de graduandos a nivel de Bachillerato en Educación Media. En 1997 se trasladó el Colegio y las oficinas administrativas de COOPESELI R.L. a la sede Terrazas del Mar. En el 2003, Caribbean School obtuvo un 100% en la promoción de graduandos a nivel de Bachillerato; se inició en la EARTH y en 2012 se trasladó el segundo ciclo a la sede Terrazas del Mar. Caribbean School ofrece una educación integral de calidad académica y de formación humana, promoviendo la excelencia por medio de la formación de personas con sólidos principios espirituales, morales, éticos, solidarios y cooperativistas, con
el fin de que sean ciudadanos con respeto a la patria y el medio ambiente, que sean emprendedores, críticos y capaces de enfrentar los retos de la competitividad del mundo intercultural y globalizado en que vivimos. Este centro educativo se encarga de proveer las condiciones necesarias y propias como agente de transformación, para que el estudiante desarrolle el máximo de sus potencialidades, a fin de convertirse en un ser integral con derecho a crecer en todas las áreas de su vida.
Pabel Bolívar Porras
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COOPETSIÖLA R.L., COOPERATIVA TALAMANQUEÑA AL SERVICIO DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
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a Cooperativa Indígena Autogestionaria de Producción y Comercialización R.L. (COOPETSIÖLA) se posicionó, desde el inicio y de la mano con de las comunidades talamanqueñas, como una entidad promotora del desarrollo y de prácticas amigables con el ambiente y el turismo. Con 17 años de existencia, uno de sus componentes distintivos es la equidad de género, puesto que Mildred Blanco, una de sus principales dirigentes, se encarga de que los liderazgos sean compartidos entre hombres y mujeres con el fin de cumplir adecuadamente con las metas de la organización. HISTORIA Y LABOR Acentuada en Amubre de Talamanca, COOPETSIÖLA R.L.. fue fundada el 26 de abril de 2001, y asocia a 25 pequeños productores y productoras indígenas Bribri, los cuales se dedican a la producción orgánica de plátano, banano, cacao, frutas tropicales y forestales bajo el sistema productivo en asocio, característico de la cultura de esta etnia. Estas familias pertenecen al clan Bribri, por lo tanto, son gobernados por la Asociación de Desarrollo Indígena Bribri de Talamanca (ADITIBRI). En estas fincas se obtiene una producción de 15,625 racimos de plátano por año; los cuales se comercializan a través de intermediarios, que compran la fruta y la llevan al mercado nacional a los sitios de mayoreo e industrias que operan en la meseta central. Así mismo el sistema de compra que realizan los intermediarios es el llamado “computado”, que consiste en la compra de dos racimos por el valor de uno; esto significa que el producto pierde la mitad de su producción y sumado a esto el precio de compra es bajo, justificando que la fruta es de mala calidad. Entre los principales objetivos de la cooperativa se encuentra organizar a los productores para luchar por el mejoramiento del sistema productivo, accesar mercados en forma directa; lograr mejores precios, establecimiento de valor agregado a la producción, transformación de materia prima, innovación con productos nuevos al mercado, generación de empleo, reactivación de la economía familiar; y por ende el mejoramiento en la calidad de vida de los socios. Por otra parte, la cooperativa cuenta con una planta (edificio) para el proceso de chips de plátano, que se divide en: sala de pelado y procesado del plátano cocina, sala de empaque y bodega de producto terminado. Esta infraestructura está en buenas condiciones de uso, cuenta con los permisos de funcionamiento del Ministerio de Salud, y cumple con las normativas de inocuidad de alimentos que dicta este ministerio. También cabe mencionar que parte del equipo que se
pequeñas fincas que oscilan entre una a cinco hectáreas. En ellas se dedican a la producción orgánica de plátano, banano, frutas tropicales y cacao principalmente. Estos cultivos son manejados bajo el sistema tradicional y cultural indígena, que consiste en la siembra en asocio del cacao, banano, plátano, frutas tropicales y árboles forestales; este sistema de producción forma diferentes estratos productivos, incluyendo el forestal. Además, conlleva a un sistema muy diversificado que sirve tanto para la conservación y protección del suelo y agua, como fuentes de alimentación y hábitat de animales y aves silvestres. Por otra parte, un porcentaje de estos pobladores indígenas viven formando centros de población en la comunidad de Amubre; otra parte de ellos viven en sus parcelas. Así mismo, información obtenida en la Parroquia de esta localidad tanto en los centros de población como en la población dispersa, existen alrededor de 550 casas de habitación, en las cuales se tiene un estimado que cada núcleo familiar está formado por siete miembros en promedio entre niños, adolescentes y adultos.
utiliza en el proceso de la producción de chips de plátano, son aparatos eléctricos. Sin embargo, en esta región de Talamanca, se producen constantes fallas en el fluido eléctrico dejando sin operación a la planta procesadora. En la actualidad, procesa 5,412 racimos de plátano, con los cuales se producen 19,485 kilogramos de chips por año. Para mejorar el proceso de producción reciben el apoyo del Ministerio de Industria y Ganadería y del Banco Interamericano de Desarrollo mediante el proyecto denominado “Fortalecimiento del sistema agroindustrial de plátano de COOPETSIÖLA RL, en Amubre distrito de Telire del cantón de Talamanca, Limón Costa Rica”. Esta iniciativa comenzó a implementarse en 2011 y consiguió el mejoramiento del equipo de proceso, empaque y mesas de trabajo en la producción de chips de plátano; reacondicionamiento de los espacios de proceso y bodega dentro de la agroindustria, así como el acceso directo al mercado con mayor volumen de producción, así como mejoramiento del transporte del producto, entre otros aspectos . TRABAJANDO UNIDOS PARA VENCER LAS PENURIAS ECONÓMICAS Los asociados y asociadas son pequeños productores y productoras de bajos recursos económicos, que poseen
EMPRENDEDURISMO Y DESARROLLO PARA TODA LA PROVINCIA Mildred Blanco es una de las 14 mujeres gestoras del proyecto, que considera vital estar en constante evolución para un mejoramiento del producto. "Iniciamos con la venta del plátano como fruta. Sin embargo, luego vimos la necesidad de darle un valor agregado para posicionarlo mucho mejor y hemos logrado colocar nuestro producto en varias comunidades de Limón y hasta en San José", afirmó en un comunicado del Infocoop. El mercado más fuerte son algunas iglesias de la zona de Guácimo y Siquirres, pero también su producto se puede conseguir en escuelas, colegios, pulperías y minisúper, por eso se afirma que su beneficio fundamental se extiende a lo largo y ancho de la provincia de Limón. En el tema de mercadeo y organización cooperativa ha recibido gran apoyo del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo. Hugo Almengor, uno de los asociados, asegura que la organización funge como un pilar para que las comunidades originarias salgan adelante y comercien el producto a precios justos, sin someterse por entero a los vaivenes del mercado. "Gracias a COOPETSIOLA R.L. también tenemos un trabajo estable lo que nos brinda seguridad a nosotros y a nuestras familias", explicó.
Pabel Bolívar Porras
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Dr. Asdrúbal Quesada Castro
DR. ASDRÚBAL QUESADA CASTRO MICROBIÓLOGO, QUÍMICO CLÍNICO Y ESCRITOR
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l Dr. Quesada, llegó a Guápiles en 1974, procedente General Viejo, Pérez Zeledón, de donde es oriundo y familia de Otón Solís, con quien según nos explica, se graduaron en una escuelita llamada Valverde Vega. Es hijo natural, su padre fue Oscar Barrantes, hermano del arzobispo Barrantes, pero al no ser reconocido, tenía los apellidos de su madre; posteriormente su mamá se casó con un señor de apellido Quesada, por lo que tomó el apellido de su padrastro, quien murió sólo 2 meses después. Tiene 18 hermanos y cuenta que a raíz de ello su tío, el arzobispo Barrantes un día le dijo que su padre era el Ave Negra de la familia. Uno de sus hermanos hoy es el Alcalde de Golfito. Manifiesta que al salir del colegio, trabajó como maestro en una escuela en la Zona Sur de C.R., pero no le funcionó, porque conoció al Súper-Intendente de la bananera y lo metió a trabajar con él, luego ingresó a laborar como secretario en el Juzgado de Golfito, se ganaba bien pero no tenía ninguna posibilidad de seguir estudiando, ya que sólo existía la Universidad de Costa Rica en San José. Un día pasó un vendedor de Santos de la capital y lo escuchó quejándose y le propuso recibirlo en su casa y que aprendiera el trabajo de madera y trabajara enmarcando Santos y otros en su taller, cosa que hizo casi de inmediato. Se trasladó a la casa del señor en San José, aprendió a hacer de todo en madera, e iba a la universidad, a veces con el pelo blanco por el aserrín que producía la lija del taller. Ya estando en la universidad hizo amistad con Constantino Láscaris, quien fue su profesor, e hizo una revista que se llamó Microscopio y ésta lo dio a conocer en la universidad. Dada la escasez de recursos económicos durante la universidad, se convirtió en editor, grababa las clases, las editaba y complementaba con material bibliográfico que luego vendía a otros estudiantes. Dice que sus clases grabadas fueron famosas en la universidad. Entró a laborar a la CCSS como misceláneo, en el Hospital Policlínico, hoy Hospital Calderón Guardia y mientras trabajaba como misceláneo, estudiaba y se formó
como técnico, con lo que consiguió trabajo en el Hospital Max Peralta; al concluir su carrera en 1974, se vino por un año al Hospital de Guápiles, pensando luego trasladarse un año después a Puntarenas o Pérez Zeledón, donde ya tenía oferta. Ya estando instalado le gustó, vio que era un pueblo muy tranquilo y se trabajaba bien, por lo que se compró una finca y decidió quedarse. “Yo vine sin nada y todo lo que tengo lo hice en este pueblo y espero morir en Guápiles”, nos dijo. Como detalle importante de su familia, nos cuenta que su mamá se vino a vivir y murió en esta tierra. Además, que su hermano Joaquín Quesada que es abogado, también se hizo guapileño. Se casó con una enfermera de Guápiles y tuvo 4 hijos, 2 mujeres y dos varones, dos son farmacéuticos y dos abogados. Dice que se divorció, porque la que era su esposa quería vivir y crear a sus hijos en el valle central y él quería quedarse en Pococí. Varios años después se juntó y vive en unión libre con su actual pareja, con quien no tiene hijos. Cuando llegó a Guápiles, había gran efervescencia económica, ya que las bananeras también venían llegando y era el principal producto de la zona, aunque también se producía maíz. El hospital estaba recién inaugurado y contaba con sólo 4 especialidades, 8 médicos generales, un farmacéutico y un microbiólogo, que era yo, se ganaba muy bien. El laboratorio del hospital tenía un equipo muy malo, pero en el año 1997 se logró automatizar todos los laboratorios de la CCSS del país y se alcanzaron altos estándares de calidad e innovación con equipos de alta tecnología. A pesar de que no existía la carretera y se viajaba en tren o en avión, continuó estudiando y sacó una Maestría en Administración de Servicios y Centros de Salud, lo que le permitió alcanzar el puesto de Director General de Microbiología de la institución, estuvo casi nueve meses laborando en San José, pero luego decidió pedir el traslado y regresar de nuevo al Hospital de Guápiles, hasta el año 2006, en que se pensionó. Recalca don Asdrúbal, que cuando alguien quiere mejorar el currículo, sólo requiere fuerza de voluntad, no importan las condiciones, siempre es posible. En relación con el sistema de seguridad social de este país, indica: “El principal problema de la caja es tener personal profesional, que trabaja tanto en lo público como en lo privado y no se debería mezclar, ya que genera conflictos de interés que afecta a los pacientes. Yo pienso que los médicos deben trabajar de forma exclusiva para el hospital público, lo que haría mejorar mucho el servicio que la caja ofrece”. Menciona que por razones éticas, nunca quiso trabajar en lo privado, ni permitía que el personal que contrataba lo hiciera, él exigía dedicación exclusiva para su personal. Su criterio es que “la privatización total de los servicios de medicina nunca se va a dar, porque la medicina privada es muy cara. Lo que hoy está ocurriendo es que los médicos se aprovechan de meterse a brindar un servicio público para llevar clientes a su actividad privada, incluso algunos solicitan laborar para la caja medio tiempo, para dedicar el resto a sus consultorio particular y eso no se vale”, nos comentó. Considera que nuestro sistema de salud hoy, en calidad técnica está bien, incluso mejor que antes, ya que hay mejores equipos y nuevas técnicas de microcirugía que permiten hacer proezas, sin embargo el gran problema es la saturación de los servicios básicos, como consulta externa, emergencias, oftalmología y otros. LA PERSONA, EL ESCRITOR El haber estado en la universidad, editando las clases y produciendo la revista Microscopio, le permitió llevar cursos de estructura literaria con Julieta Pinto y eso lo motivó a escribir poesía y posteriormente su libro “Historias Sobre Rieles”, con la intención de preservar la memoria de gente muy importante de la comunidad. El libro cuenta una serie de historias muy interesantes como: la de Sombrerona (Carlos Murillo), cuando lo mordió una serpiente y trató de matarla a patadas, recibiendo 7 mordidas más. La historia de don Ramón, que obligó a un ejecutivo municipal a casarse con una muchacha que había embarazado. La historia de la saca de guaro en Suerre, que creció en base a una parcela de caña para hacer
contrabando. La de don chico que se enamoró de una prostituta muy bonita de La Rita y al regresar a casa tuvo un altercado con su esposa, que ya se había enterado y al llegar se lo acomodó de un leñazo, él se defendió con un machete y ambos ingresaron a emergencias en la misma ambulancia; finalmente ambos murieron y terminaron enterrados juntos. La historia de la finca de Ernesto Campbell que se hacía grande o se hacía chiquita, según las corridas del Río Toro Amarillo. La mujer de hule, una muchacha que tuvo muchos accidentes, pero no le pasaba nada. El abuelo, un italiano que vendía chances en Jiménez, se vino de Europa para que su hijo no fuera a la guerra y muchas historias más. .Puede decirse que este escritor busca en sus textos, no sólo contar anécdotas de personajes de Pococí, sino además dejar a los lectores lecciones importantes, con sus narraciones. La primera edición de su libro está agotada y aún no decide si sacará una nueva edición; por el contrario, ya tiene un nuevo libro, esta vez se trata de una novela llamada “Buscando el Norte”, cuatro generaciones de costarricenses, que enfrentan la desgracia, buscan su norte, que es su esperanza y como una de ellas logra alcanzar la paz que tanto buscaba y necesitaba. La vida de este Microbiólogo y escritor es tranquila, vive su vida cercana a los hijos y busca hacer lo que le gusta, trabajar en su finca y disfrutar pero sin excesos. Explica que se debe buscar el equilibrio para vivir mejor, no abusar del licor ni de la comida. Su mensaje en este sentido es claro, no mentir, evitar criticar o juzgar a los demás; en lugar de ello, brindar la mano a quien lo pueda necesitar y siempre dar gracias Dios por las bendiciones. En política, manifiesta estar defraudado con el que fue el partido de sus amores, el Partido Liberación Nacional, porque ya no respeta procesos locales. El partido debe entender que está obsoleto, que la gente hoy en día piensa diferente, el pueblo ha madurado y la gente cobra los errores de los partidos. Concluye diciendo que Liberación está secuestrado por las estructuras y no da espacios a la gente joven.
Heriberto Araya Céspedes
HISTORIAS SOBRE RUEDAS, ES UNA HERMOSA COLECCIÓN DE CUENTOS ACERCA DE ESTA TIERRA DEL CARIBE LLAMADA POCOCÍ.
Historia y cultura de Pococí 2018
ROBERTO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, CIUDADANO DESTACADO DE POCOCÍ
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VIENE DE PÁGINA 6 Mauricio Vargas Sequeira. Remembranzas de mi tierra
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ació en 1948, en un lugar llamado Fruta de Pan, en Villa Franca de Río Jiménez; en ese entonces Guácimo era un distrito de Pococí, por lo que su cédula lo acredita como nacido en Pococí. Es hijo de Clemencia Rodríguez, una cartaga y Francisco Zelaya Hondureño, que les abandonó cuando él tenía 4 años y su madre los sacó adelante sola. En esa época, la principal actividad económica de la zona era el maíz, cuando el Consejo Nacional de Producción (CNP) apoyaba a los productores, e incluso compraba el maíz y otros granos que la gente producía, el Río Villa Franca era nuestro gran amigo, nos proporcionaba gran parte de la alimentación, era un recurso muy valioso al igual que la cacería, se vivía humildemente pero éramos muy felices, recuerda don Roberto. Ingresó a estudiar en la Escuela Belsaville en Platina, Río Jiménez, pero estando apenas en segundo grado la situación se puso tan crítica, que tuvo que salir para trabajar y ayudar a su madre a criar sus 9 hermanos. Recuerda con cariño su escuela, porque ahí aprendió a leer y las operaciones matemáticas básicas que le ayudaron el resto de su vida. Vive muy gradecido con la familia Myre de Río Jiménez, quienes le ayudaron mucho dándole trabajo, desde entonces les mantiene gran cariño. Al cumplir 15 años se vinieron a vivir a Guápiles y consiguió trabajo en Diamantes, donde ganaba 96 colones por quincena. A los 16 años se trasladó a trabajar a la Standard Fruit Co., como peón, pero el capataz don Andrés Rodríguez lo estimaba mucho y le propuso ser ayudante de carpintero, como no tenía herramienta, se fue y sacó fiado del comisariato un serrucho y un martillo, ya que don León Weinstok le daba crédito a su mamá. A propósito, don León fue Presidente Municipal y con una gran visión de Desarrollo Urbano, que luego se perdió, nos comenta. Se casó en 1969, a los 21 años, cuando ya era operario, para ese entonces, estaban haciendo las casas de Bandeco, por lo que pidió trabajo en esas construcciones, a los 22 años decide irse a trabajar en lo propio, haciendo reparaciones e incluso casas para vender, posteriormente decide poner una fábrica de blocks y un criadero de gallinas. Recuerda que con la crisis que tuvo el país durante el Gobierno de Carazo, decidió cambiar de actividad. Compró el lote donde está Comalitos, unos años antes de la construcción de la carretera Ruta 32 y puso una granja con 5.000 gallinas; después de algún tiempo decidió liquidar la granja e iniciar una fábrica de muebles de madera. Posterior a ello abrió un aserradero, donde posteriormente pasaría la carretera ruta 32, que en el año 2001, decidió transformar en el Restaurante que hoy todos conocemos. La Estación Experimental Los Diamantes era diferente, era una dependencia de la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos, que hacía investigación y ayudaba mucho al productor de la Zona. EL GUSANILLO COMUNAL Su primer gran acción como comunalista fue en1975, cuando observando que muchos niños del sector oeste de Guápiles caminaban varios kilómetros para ir a la Escuela Central, trató y convenció a sus vecinos de dar la lucha por hacer una escuela en el sector conocido como Barrio los Ángeles, organizaron un Comité e iniciaron gestiones y un señor de apellido Barrantes, donó un terreno para la escuela, con su conocimiento de carpintero, iniciaron poniendo las primeras estacas para su construcción, mientras tanto los vecinos organizaban turnos y otras actividades para financiar su construcción. Estaban en eso cuando llegó Gerardo Zúñiga, conocido como Toro, funcionario de Dinadeco y les propuso constituir una asociación de desarrollo, y les capacitó en asuntos de liderazgo. Así, en 1976, el Comité pro Escuela se convirtió en la Asociación de Desarrollo Comunal de Barrio los Ángeles. Para avanzar en la construcción de la obra sacaban fiada la madera, con don Ernesto Barboza de Calle Negra, lo que ahora es Garabito y con los turnos le pagaban, la escuelita inició con dos aulas. Su segunda gran acción como comunalista fue en 1982, cuando don Julio Méndez, don Roberto Cárdenas, doña Grace y otros comenzaron las gestiones para construir el edificio de hogar de ancianos, y lo llamaron a cooperar,
Roberto Rodríguez Fernández
originalmente estuvo en un edificio de madera, frente al actual correo, para ese entonces hablaron con don Eliseo y don Hernán Barrantes y les regalaron la mitad de la propiedad donde está actualmente el hogar. Reconoce el gran aporte que les dio el Arquitecto Corrales, persona muy desprendida, quien donó el diseño y los planos y él con gusto donó el trabajo. Recuerda que el Arquitecto les sugirió visitar otros hogares para hacer algo realmente funcional y una comisión fue a Turrialba, San Isidro y San Ramón y finalmente decidieron hacer un diseño propio, corrigiendo los problemas que vieron en los edificios visitados. En 1984 participó en la creación del Club de Leones de Guápiles, que estaba en la Casona de Finca Numancia, conjuntamente con Fabio Bolaños y su esposa Maruja, Miguel Laredo, el Doctor Gilberth Castro, Wilberth Picado y otros. Menciona que en esa época la gente sentía patriotismo, responsabilidad, amor, humanidad y se hacían actividades para ayudar muy hermosas. Estuvo más de 10 años y conseguían sillas de ruedas, camas, colchones y otros para gente que en extrema pobreza. En 1985 se reunió un grupo de madereros conscientes y fundaron la Asociación de industriales reforestadores y dueños de finca de la zona Atlántica (Asirea), que en el 2007 cambió el nombre a Asociación para el Desarrollo Sostenible de la Región Atlántica, entre otros estaba él, Guido Madrigal, Carlos Rojas (Caroke), Jainer Ramirez, Álvaro Odio, Felique, Ernesto Barboza y Los Hnos. Alvarado de Siquirres. El objetivo fue, tratar de organizar la actividad maderera y coordinar con la Forestal, dependencia del Minae, ya que había mucho problema para lograr permisos de explotación; además crear conciencia sobre la necesidad de reforestar. Finalmente creamos la Cámara de Comercio, Industria y Turismo, conjuntamente con Hugo Torres, Aderith Brenes, Eliécer blanco, María Eugenia, Cliver Vega y otros. Con la Cámara de Turismo no pudimos. “La riqueza depende de la organización y aquí hay muy poca, sobre todo porque no hay identidad, la población nuestra es inmigrante y muchos vienen no necesariamente a comprometerse con el desarrollo”, indica don Roberto. “El principal problema de este pueblo es que la gente que llega a la Municipalidad no es la mejor. Tenemos un problema serio con la falta de visión y compromiso de nuestro Gobierno Local. En San Carlos hay una gran diferencia, ellos tienen identidad y hay una Municipalidad comprometida, aquí en cambio hay vicio y muchos intereses personales”. Mientras no tengamos un consejo que realmente cumpla con los objetivos, con un plan de desarrollo de a dónde queremos ir y que se cumpla con lo que se planea. El otro gran problema es el clientelismo político y que la gente que llega a la municipalidad no es la mejor. Aquí la fórmula es crear un partido cantonal, aquí hay gente capaz, pero los partidos nombran a los que se les ocurre”, finaliza diciendo este dirigente comunal.
PARTIDA DEL ENCLAVE BANANERO DE LA UNITED FRUIT COMPANY Para el año 1905, la UnitedFruit Company y los bananeros costarricenses alcanzaron su punto más alto de producción. Pero entre 1910 y 1930 ocurrieron eventos que debilitaron la economía del banano en el Caribe costarricense. Por ejemplo, la propagación de enfermedades que afectaron a las plantaciones bananeras: sigatoka, moko y mal de Panamá (Viales y Montero 2014: 333). También las inundaciones de 1922 y 1928, además de la gran crisis de 1929 y la depresión de los treintas (Borge 2002: 12). Sin dejar de lado la crisis económica vivida durante la Primera Guerra Mundial. Las enfermedades y las inundaciones, provocaron que la producción de bananos aptos para exportar se redujera. Mientras que las crisis económicas ocasionaron la baja en los precios de los bananos, que ya de por sí salía caro producir y mantener en la zona Atlántica. Otro factor que se debe tomar en cuenta, era la sobreexplotación del suelo de parte de la UFCO, el uso de agroquímicos y tecnologías para combatir enfermedades del banano. Esto ocasionó el deterioro acelerado de los suelos caribeños, y la baja calidad de los bananos. La suma de todo lo mencionado, les indicó a los dirigentes de la UFCO que se debían retirar del Atlántico. Por eso, desde 1930 la compañía comenzó a adquirir tierras en el Pacífico Sur costarricense. Ya para 1940, Pococí y la provincia de Limón habían sido abandonados. Durante los cuarentas y los cincuentas, lo que se conoce como Línea Vieja, apenas era habitado por unos cuantos campesinos costarricenses que tenían fincas propias; y los afrodescendientes que vivían alrededor de las vías del ferrocarril (Borge 2002: 19). LAS MIGRACIONES HACIA EL CANTÓN DE POCOCÍ A PARTIR DE 1950 En 1950, Pococí presentaba una población de poco más de 10 000 habitantes, de la cual más de la mitad procedía de otras zonas del país (Cerdas 2013: 391). Lo anterior es muestra de que la historia de Pococí se ha escrito muy ligada a los fenómenos migratorios. Ya que este cantón ha presentado particularidades en diferentes periodos que la convierten en centro de atracción para ciudadanos de otras zonas del país. Dentro de estas particularidades destaca la actividad bananera de la United Fruit Company, que resultaba muy atractiva para trabajadores de diversos lugares del país. Sin embargo, cuando la compañía bananera abandonó la región en la década de los treintas, devolvió al Estado parte de los terrenos que ocupó, vendió algunos otros a particulares que ya habitaban en la zona, y otros tantos los dejó en el abandono (Viales 1998: 13). Esto fue parte de las causas que motivaron migraciones constantes hacia Pococí y el Caribe en general, pues el Estado incentivó a los ciudadanos de otros lugares para la tenencia de dichas tierras, por medio de los denuncios. Por otro lado, entre 1967 y 1978 se instaló en la zona de Línea Vieja la compañía BANDECO. Esto significó el resurgimiento de la actividad bananera, y por ende la generación de nuevos empleos, que atrajeron nuevamente a personas de otros lugares del país (ProDUS 2006: 6.118). En tiempos más recientes, la
Heriberto Araya Céspedes Paula Pamela Solano Alfaro. Pococí exótico
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l deporte es una de las manifestaciones de cultura más importantes de los pueblos. En Pococí como en muchos cantones las anécdotas y hazañas deportivas forman parte de su identidad histórica y el fútbol es un puente de unión entre las personas y sus raíces. Conversar con don José Manuel Jiménez González, es precisamente viajar en el tiempo, a los partidos de fútbol del Pococí de los setentas, cuando todos los pueblos se reunían cada domingo a vivir el fútbol y a celebrar a sus jugadores y este deporte era el pasatiempo más importante para la gente trabajadora de ese Pococí que conocimos y que hoy es tan diferente. Este delantero de izquierda implacable, y manudo de corazón, nació en Abangares, Guanacaste en 1949 en una familia de ocho hijos e hijas. Su padre Jorge Jiménez Morera, trabajó para unos gringos que tenían muchas haciendas y esto les obligaba a moverse constantemente. Con once años llega a vivir a Bagaces junto a sus padres y hermanos. Eran tiempos difíciles en esta provincia recuerda Jiménez, todos en la familia debían trabajar después de la escuela, para contribuir con lo que pudieran a su casa, por esta razón tuvo que dejar la secundaria. El fútbol siempre estuvo presente en la familia, ya que su padre y sus hermanos Milton y Jorge Luis, también eran buenos futbolistas. José Manuel, desde que tiene uso de razón jugó fútbol y este deporte le acompañará a través de su vida. Recuerda con alegría a un maestro de música de apellido Watson, en la escuela de la Juntas de Abangares, quién organizó un equipo y buscaba reto con otro equipo llamado “Los de la calle”, un señor muy cuidadoso, señala Jiménez, hasta una canción le hizo al equipo: “La Selección de la Escuela, una paliza le dio, a Los de la calle, que con ellos se metió”. EL PRIMER EQUIPO La primer experiencia en un equipo fue a los catorce años como portero de Montenegro, donde fue campeón de Bagaces y de ese equipo escogieron a los hermanos Jiménez, para la selección cantonal, la cual fue campeona de Liga Nacional por Guanacaste en 1967, campeón de Tercera División 1971, subcampeón nacional de la misma categoría en 1972 y antecedente del Municipal Liberia campeón nacional en 2009. Siempre jugó adelante, pero disfrutaba la portería, recuerda un juego contra el Atlético La Victoria, un equipo grande que buscaba siempre nuevos talentos, ese año Montenegro fue campeón y La Victoria fichó a los hermanos Jiménez; ganaron dos campeonatos seguidos. En ese tiempo habían dos campeonatos, una suerte de primera y segunda división cantonal, recuerda el delantero, luego que terminaban estos campeonatos hacían uno revuelto llamado Campeonato de Copa y gracias a su hermano, fue invitado a jugarlo y ganaron, anotando el solo 18 goles. Ambos hermanos fueron escogidos junto con otros tres jugadores de Montenegro a integrar esta legendaria selección cantonal. Fue en esos años que su padre propone a la familia venir a Pococí en busca de mayor estabilidad, motivado por el auge del cultivo del banano que tuvo esta región. Su madre doña Rafaela González Picado, acepta, poniendo como condición, que debían ir todos juntos para no separar la familia. En La Rita Así fue como Guanacaste perdió dos goleadores de primer nivel, que el Deportivo Riteña, recibió con brazos abiertos. El delantero recuerda que La Colonia era “el coco” tenían un buen equipo y siempre goleaban a La Rita pero en su primer juego con el Club Deportivo Riteña, empataron 2 a 2, con anotación de Jorge Luis Jiménez, mediocampista brillante, recuerda don José. A inicios de los años setentas el equipo de La Rita era manejado por el señor Guillermo Hidalgo, un activo líder comunal y aficionado al deporte y los hermanos Jiménez pronto integraron sus filas. Así, jugando fútbol, el joven José Manuel conoció a quien sería su esposa y madre de sus hijos, Elizabeth Hidalgo, la hija de don Guillermo y madrina del equipo. En Pococí habían muchos equipos, por supuesto estaba el Santos, pero también eran muy competitivos Pococí, Independiente, Standard, La Colonia, Toro Amarillo, Jiménez, Finca Mola, Finca Guajira. En las fincas bananeras el fútbol
JOSÉ MANUEL JIMÉNEZ GONZÁLEZ DE BAGACES A POCOCÍ, JUGANDO FÚTBOL
José Manuel Jiménez González
Veteranos de Pococí
Independiente
Santos
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VIENE DE PÁGINA 9 apertura de la Ruta 32 a través del Parque Braulio Carrillo, originó una nueva oleada de migrantes en busca de oportunidades, en una zona con expectativas de desarrollo.
también era muy importante las empresas lo seguían y apoyaban. Una vez hicieron un campeonato más serio, tomando en cuenta toda la región. Los trabajadores de la finca San Rafael hicieron una selección, lo mejor de La Colonia con lo mejor de La Rita, el equipo se llamó La San Rafael y fue histórico, ese año le ganaron a todo el mundo. Jugaron contra el Santos, en la plaza El Salvador, el portero se lesionó, así que le tocó atajar, su hermano Milton, metió tres goles ese día, dos de penal cantados, el único gol que metió santos fue de penal, se lo anotó Miguel Méndez, un central de primera línea, 3 a 1 eliminaron Santos. Luego la final contra Pococí, les quitaron el partido con un penal fantasma, se armó una bronca tan grande que La San Rafael fue suspendida dos años. Después de ese partido don Cecilio Arias se llevó a los Jiménez al Santos. José Manuel era un goleador, certero con ambas piernas, pero implacable con la izquierda; entre sus hazañas de esos días recuerda un partido amistoso contra el famoso, Turbos de Siquirres, que además venía con el portero de la selección nacional Saturnino Chávez. El guanacasteco le anotó dos golazos, ese día, jugando con El Santos. Luego del Santos se fue para el Independiente y en una ocasión le metieron 6 a 2 su exequipo. ANDUVO MUCHOS EQUIPOS Y JUGÓ MUCHO FÚTBOL De una humildad impresionante, don José no busco seguir el fútbol como oficio, cuenta que si no se sentía a gusto con el compañerismo del equipo prefería buscar otro. Pero señala con mucha puntualidad cuatro personas que gracias a su empeño el fútbol de Pococí, era tan competitivo y tan importante para la gente en esos años. Ya fallecidos: don Ebal Rodríguez y el trabajo que hizo para levantar el estadio, Rogelio Alvarado y especialmente a Cecilio Arias, quien aún vive y no ha recibido ningún reconocimiento, enfatizó. Fue así como la familia Jiménez, llegó a Pococí hace casi cincuenta años para hacer historia. Don José Manuel, recuerda con orgullo el talento de su hijo Adolfo “Cholo” Jiménez Hidalgo, que en paz descansa, quien llegó a jugar en primera división con Cartago y era reconocido por su especial saque de banda, que realizaba con una voltereta de 360 grados sobre el balón en el aire antes de lanzarlo, con toda potencia. Durante los últimos años, don José Manuel Jiménez, ha sido Director Técnico del equipo de Veteranos de Pococí. Su huella en el deporte de Pococí es grande y merece ser recordada al igual que la de muchos humildes trabajadores que llegaron a Pococí a construir con sus manos la historia de este cantón.
Milton Jiménez González, Ruben Jiménez Chavarría, Jorge Luis Jiménez González, Victor Cerdas Araya y Manuel González Jiménez, recibiendo un reconocimiento en el año 2008.
Rocío Venegas Chaverry. Vida alrededor del tren
Patricia Erickson. Los frutos de mi terruño
Randall Araya Villalobos. Los huaqueros pos colombinos
REGRESO DE LA ACTIVIDAD BANANERA AL CANTÓN DE POCOCÍ En los sesentas y setentas, compañías bananeras como BANDECO y Standard Fruit Co. Introdujeron en los sectores de Pococí y Sarapiquí una nueva variedad de banano conocida como Cavendish, la cual a diferencia del Gross Michel, sí mostró una resistencia mayor a la sigatoka, mal de Panamá y al moko (Borge 2002: 3). Esta nueva variedad dio pie a un nuevo desarrollo bananero en el cantón. Por otro lado, el desarrollo bananero de este periodo, fue posible debido al debilitamiento de la que fuera en alguna época la poderosa United Fruit Company. Este debilitamiento implicó la participación de productores nacionales y otras empresas extranjeras en el nuevo desarrollo bananero (Kruiter 1989: 12). Unido a lo anterior, también hubo un respaldo de parte del Estado, mediante la creación de la Ley de Fomento Bananero No.3987 del 26 de octubre de 1967 (Cerdas 2013: 372373). En esta ley, el sistema bancario nacional financiaba el 100% de la inversión de la siembra bananera y el Ministerio de Agricultura brindaba asesoría a los pequeños y medianos productores de las zonas bananeras. Algunas de las fincas bananeras que comenzaron a operar en el cantón de Pococí fueron: Prado, Caribe, Mola, Perdiz, Los Diamantes, Coopecariari, San Pedro, Sonia y Santa Clara (Kruiter 1989: 14). Adicionalmente, este desarrollo bananero evolucionó con el uso de un mayor paquete tecnológico (drenado complejo, fumigación aérea, plantas empacadoras y transporte con vehículos pesados), esto implicó un aumento de la productividad. Lo que convirtió a Pococí en el mayor productor de banano por hectárea. LA CREACIÓN DE LA COLONIA AGRÍCOLA DE CARIARI EN 1966 En el año 1966, el entonces llamado Instituto Costarricense de Tierras y Colonización creó la “colonia” de Cariari, que se ubicó aproximadamente a 25 Kilómetros de Guápiles. Esto implicó, la apertura de una nueva carretera que comunicara ambos lugares (Cerdas 2013: 380). Tras la creación de esta nueva colonia agrícola, se repartieron los terrenos de la Gran Reserva de AstúaPirie, y se pusieron al alcance de agricultores vastas extensiones de tierras fértiles y abundantes fuentes de agua (Jiménez 1995: 15). Esto ocurrió en un contexto donde los gobiernos costarricenses buscaron lograr un desarrollo de la economía, mediante la colonización de tierras vírgenes, es decir, tierras que aún no habían sido ocupadas por las personas. Ya para el año 1971, se crearon los distritos de Cariari, La Rita, Roxana y Colorado mediante el decreto 1825G. (Diario Oficial La Gaceta 1971: 12). Esto puede explicarse por el flujo creciente de pobladores que llegaron a la zona, y por el nivel de desarrollo que había alcanzado el cantón de Pococí hasta entonces. También era necesaria la apertura de nuevos caminos vecinales en los pueblos que se desarrollaron en la zona (Cerdas 2013: 379). Así que se necesitaba la intervención del Estado desde el área administrativa. Se debe aclarar que, aunque el Estado logró repartir una porción importante de tierras, nuestros campesinos no lograron mantener la tenencia de las mismas. Algunas de las causas de esto son; la imposibilidad de comercializar los productos cultivados, y la venta de tierras por parte de los campesinos (Cerdas 2013: 390). Sin dejar de lado el acaparamiento de tierras por parte de las fincas bananeras. CREACIÓN DEL PARQUE NACIONAL TORTUGUERO EN 1975 El Parque Nacional Tortuguero fue creado en el año 1975, y pertenece al Área de Conservación Tortuguero. Se encuentra ubicado en la región del Caribe costarricense, 80 km al norte de la ciudad de Limón. La idea para crear el parque fue del herpetólogo Archie Carr II, y el motivo principal de su creación fue para la protección de la tortuga verde (Cheloniamydas), ya que esta pone sus huevos principalmente en esta zona del Caribe (Mora 2012). Además, se hizo para promover la investigación en la flora y fauna propia de la zona. En este parque nacional se encuentran más de 400 especies de árboles y alrededor de 2200 especies de otras plantas. También habita una gran diversidad de animales, que incluye mamíferos en peligros de extinción, por ejemplo: jaguares, manigordos, dantas, manatíes, tolomucos, perezosos, y tres especies de monos, entre otros. Además, se pueden encontrar 405 especies de aves (Mora 2012). Es importante recalcar la riqueza natural y la gran biodiversidad que existe en el cantón de Pococí. Además del prestigio que este hecho le aporta al cantón, ya que el Parque Nacional Tortuguero es visitado diariamente por una cantidad importante de turistas, tanto nacionales como extranjeros.