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BUENOS AIRES, MIERCOLES 14 de marzo de 2012
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la comida en la escuela
Un aprendizaje más nutritivo
Problemas de alimentación, desde el sobrepeso hasta la anemia, afectan el desarrollo de los chicos y perjudican su desempeño pedagógico. La escuela puede ayudar a modificar malos hábitos y conseguir mejores alumnos. Páginas 2 a 5
Un día en la vida de una maestra
Más voces de docentes
Levantarse temprano, recibir a los chicos en la escuela y atender a los padres, en muchos casos encarar PÁG. 6 un doble turno, llegar a casa para corregir y preparar la siguiente clase... Mucho más que 4 horas. Pág. 7
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>> Informe para docentes y padres
Salud y escuela
El arte de enseñar a comer Los trastornos alimenticios afectan el rendimiento escolar y comprometen la salud de los chicos en su niñez y en su vida adulta. Desde la escuela es posible modificar los malos hábitos. david fernandez
testimonio 1
Mónica García
Especial para Clarín
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edirle a un chico que decida entre una barra de chocolate y un racimo de uvas no sólo lo coloca ante una falsa disyuntiva sino que, además, es una pésima forma de promocionar la alimentación sana. No se aprende a comer bien con presiones y retos: lo dicen los especialistas en nutrición y también el sentido común. Para que los niños y adolescentes adquieran buenos hábitos alimenticios y logren un estilo de vida saludable es necesario brindarles un aprendizaje constante, en la escuela y en casa. Según el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI), la lista de problemas nutricionales que afectan el desarrollo y el aprendizaje es preocupante: e Sobrepeso y obesidad. La padecen tres de cada 10 escolares argentinos y es el trastorno alimentario con más alta tasa de crecimiento en la actualidad. e Anemia por deficiencia de hierro. Afecta a uno de cada tres niños menores de dos años y a uno de cada 5 menores de 5 años. e Retraso del crecimiento. Lo sufren el 10% de la población. e Carencia de vitamina A. Está presente en 1 de cada 7 niños. e Bajo consumo de calcio. Se da mucho en adolescentes. e Anorexia. Afecta a mujeres y varones, y a niños y adolescentes.
ESTEBAN CARMUEGA DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS SOBRE NUTRICIÓN INFANTIL (CESNI) e La buena alimentación temprana
permite arribar a la escuela con la mayor educabilidad posible. Comienza con la dieta óptima de la mujer embarazada y una lactancia exclusiva hasta el sexto mes. e En la escuela, los chicos tienen
más libertad para comer, y en el quiosco es difícil elegir alimentos nutritivos.
esteban
e Los compromisos laborales de
los padres hacen que muchas veces las comidas rápidas sean más frecuentes de lo deseable. Por eso, en la edad escolar se triplica la prevalencia de obesidad. e Un buen desayuno brinda el
“Una dieta sana exige también respetar las señales de saciedad”, aconseja el pediatra Esteban Carmuega.
aporte nutricional necesario para iniciar la jornada escolar.
Ayuno matutino. Un problema frecuente, pero poco considerado. En la Argentina hay 3,2 millones de niños y jóvenes que consumen más calorías de las que necesitan. Tienen una dieta rica en hidratos de carbono, grasas saturadas, trans, azúcar y sodio, y pobre en frutas y verduras. Además, no
la Argentina. “Como el hierro participa de la síntesis de algunos neurotransmisores necesarios para el funcionamiento del sistema nervioso, su deficiencia provoca déficits atencionales, en la memoria y la respuesta cognitiva que condicionan un menor rendimiento escolar”, señala Carmuega. No
e
hacen suficiente actividad física. “La obesidad infantil no es un tema estético sino un grave problema de salud, dado que el exceso de grasa corporal actúa como un aglutinante de factores de riesgo cardiovascular, cáncer, enfermedades metabólicas y articulares; padecimientos que limitan la cali-
dad y la esperanza de vida”, explica Esteban Carmuega, director del CESNI. Otra consecuencia es la discriminación que muchas veces sufren estos niños y que dificulta su integración social. La anemia por deficiencia de hierro es una de las carencias nutricionales más extendidas en
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>> CONSEJOS PARA PADRES
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os nutricionistas y especialistas consultados recomiendan:
Hablar con los hijos sobre los beneficios de una alimentación sana. Decirles que los ayuda a tener un buen estado de salud, los prepara para aprender mejor y para disfrutar más los juegos.
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Dar el ejemplo, consumiendo alimentos saludables. Las comidas en familia ayudan a crear buenos hábitos. Por eso, se recomienda realizar al menos una comida al día en familia. Comenzar la jornada con un desayuno nutritivo, con lácteos, frutas y cereales. Hay una alarmante tendencia a saltear el desayuno.
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Ricardo Braginski
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Tener en casa alimentos nutritivos. Muchos padres se quejan de que sus hijos no comen frutas y verduras pero ellos no se las ofrecen en la mesa. Hacer que los chicos participen en la confección de la lista del supermercado. Y también en la cocina, preparando los alimentos, en la medida que su edad se los permita.
rbraginski@clarin.com
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Preparar viandas nutritivas, atractivas e higiénicas. Lo ideal es acordar con los hijos qué desean llevar al colegio, así se evita el “no lo comí porque no me gustó”. Ofrecer agua fresca. Paulatinamente, incentivarlos a que reemplacen gaseosas y jugos artificiales por agua o juegos naturales.
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testimonio 2 JAQUELINA BARRERA Y SILVIA NIETO MAESTRA Y DIRECTORA DE LA ESCUELA RURAL N° 1-739 HILDA AMBROSINI, SAN RAFAEL, MENDOZA e Como hicimos el curso online
Enseñar a Comer de la Fundación Bunge y Born, les pedimos a los chicos que escribieran su menú diario. Luego, analizamos qué tan sano era y cómo mejorarlo. e Nos sorprendió que casi no
tomaran agua, sólo gaseosas y jugos. Por eso, nos dedicamos a concientizarlos sobre la importancia de beber agua. Tampoco consumen mucha leche ni frutas ni verduras. e Trabajamos con los padres para
que recuperen la idea de cultivar verduras en sus casas. Pese a ser una población rural perdieron la costumbre de tener su quinta. e Muchos chicos desayunan,
meriendan y almuerzan gratis en el colegio, con un menú nutritivo que prepara una nutricionista y que nosotras tratamos de optimizar más. Pero en sus casas comen básicamente hidratos de carbono: fideos y pan. Y eso causa mucha obesidad infantil.
menos grave es la baja talla, que se da en los primeros mil días de vida, como consecuencia de la mala alimentación de la madre durante el embarazo, una lactancia deficiente y la baja calidad de los primeros alimentos del niño. La consecuencia es drástica: estos chicos tienen una mayor repitencia y fracaso escolar. Otro problema creciente son los chicos que no desayunan y prolongan el estado de ayuno nocturno durante el periodo escolar, limitando la capacidad de atención y la “performance” educativa. Por otro lado, la carencia de vitamina A en la edad escolar compromete las defensas y aumenta el riesgo y la severidad de las infecciones. Mientras que la ingesta pobre de calcio conduce a la temprana aparición de osteoporosis. La anorexia es un problema grave y hay que estar muy atento a sus síntomas: cuando un niño o ado-
silvia Jaquelina Jaquelina (izquierda) y Silvia (derecha) comparten uno de los primeros recreos del año con sus alumnos.
lescente se pone muy selectivo con los alimentos y se muestra preocupado por engordar, conviene consultar con el pediatra. “En la mayoría de los trastornos alimenticios es más fácil prevenir que curar”, sentencia Carmuega y advierte que hay que tomar en cuenta no sólo el tipo de alimento sino la forma en que se lo cocina, los aderezos que se incorporan, y respetar las señales de apetito y saciedad. Para ayudar a los docentes a enseñar buenos hábitos alimenticios, el CESNI elaboró la guía Enseñar a Comer. Guía de actividades prácticas para la enseñanza de nutrición en la escuela, que se puede bajar gratis del sitio web http://biblioteca.cesni.org.ar. Comer en la escuela Durante su escolaridad, los alumnos toman una o varias decisiones por día sobre su dieta. En los recreos desayunan, meriendan
La deficiencia de hierro está muy extendida y provoca déficit de atención y un bajo rendimiento escolar e, incluso, almuerzan. A la vez, la alimentación es tema de clase en los diferentes niveles educativos. Los especialistas consultados por Clarín Educación coinciden en que la escuela puede y debe enseñar a comer. Afirman que las intervenciones educativas pueden modificar malos hábitos alimenticios. “Le pedimos a los alumnos del
segundo ciclo de primaria que escribieran su menú diario. Luego analizamos juntos qué tan sanas eran sus dietas y cómo se las podía mejorar”, relata Jaquelina Barrera, maestra de la Escuela Rural N° 1-739 Hilda Ambrosini, ubicada a 40 km de San Rafael, Mendoza. Jaquelina y la directora del colegio, Silvia Nieto, realizaron el curso a distancia sobre nutrición que brinda la Fundación Bunge y Born para escuelas rurales (www. fundacionbyb.org). “Lo que más nos sorprendió fue que casi no tomaran agua, sólo gaseosas y jugos. Por eso, dedicamos bastante tiempo a concientizarlos sobre la importancia de beber mucha agua”, cuenta Jaquelina. Tampoco toman suficiente leche ni comen frutas ni verduras, por eso ahora las docentes decidieron realizar talleres de nutrición para los padres. “Hay carencias en la dieta que obedecen a temas
Alimentarse bien para aprender más Con una mano en el corazón: ¿cuántos de los que están leyendo esta nota son capaces de comprender la información nutricional que viene en los envases de los productos? Y aún conociendo la nomenclatura, ¿cuántos pueden, y quieren, transformar esos datos en nuevos hábitos alimenticios? Muy pocos adultos tienen estos conocimientos e inquietudes. Sin embargo, cada vez son más los chicos a los que sí les interesa lo que están comiendo. Tras años de desvalorización, los criterios de una buena nutrición van permeando y llegando a las nuevas generaciones. Estas nuevas tendencias exhiben una luz de esperanza. Pero no se puede desconocer que los malos hábitos de alimentación –graves en algunos casos– aún persisten. Y se reflejan en chicos y adolescentes con problemas que van desde el sobrepeso hasta la anemia o la anorexia. Y que provocan dificultades extras a la hora de estudiar, como advierten los especialistas y docentes consultados para esta nota de tapa de Clarín Educación. Está claro que somos los padres quienes tenemos más responsabilidad. Los que debemos ofrecerles a los chicos no sólo alimentos de calidad sino, fundamentalmente, buenos hábitos en la relación con la comida. Pero los padres disponemos de más herramientas cuando la escuela acompaña. Hay muchas actividades que los educadores pueden encarar, como se muestra en este informe. Y es muy bueno que así se haga. Es que en este acto cotidiano de llevarse el alimento a la boca, no sólo se pone en juego la salud de los chicos. También la capacidad para aprender. Demasiado como para no considerarlo una de las prioridades de cualquier estrategia de educación.
Consejo Asesor Tres especialistas contribuyen a definir los temas y el enfoque de las notas en Clarín Educación. Rebeca Anijovich
Especialista y Magister en Formación de Formadores (UBA). Docente en UBA y Univ. San Andrés. Asesora en escuelas argentinas y latinoamericanas.
Guillermo Jaim Etcheverry
Médico y doctor en Medicina (UBA) Ex rector de la UBA. Miembro de la Academia Nacional de Educación
Juan José Llach
Licenciado en Sociología (UCA) y en Economía (UBA). Ex ministro de Educación de la Nación.
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>> informe para docentes y padres Estrategias para el aula 1. Las verduras son más ricas si se siembran en la escuela
2. Talleres de cocina para chicos
3. Envases y rótulos bajo la estricta mirada del alumno
¿Cómo no animarse a comer lo que uno mismo produce? Esa es la lógica que utilizan las huertas escolares para promover el consumo de vegetales entre el alumnado. Además, son una ayuda extra para las escuelas con comedor. Hay varias ONG que colaboran con las escuelas para crear huertas orgánicas.
Los niños se divierten y aprenden a comer más sano y a manejar las normas de higiene imprescindibles al cocinar y manipular alimentos. También, son interesantes los talleres para padres.
Analizar los envases de los alimentos puede ser una buena actividad práctica para conocer a fondo la oferta comercial de alimentos sanos y aquellos que deberían ser de consumo limitado. El docente debe enseñarles a los alumnos a interpretar los rótulos, para luego pensar alternativas más saludables.
testimonio 3
GLOSARIO
RITA DARRECHÓN 20 AÑOS DE DOCENCIA. DIRECTORA COLEGIO LA DIVINA PASTORA, MIRAMAR - PCIA. DE BUENOS AIRES
Macronutrientes. Carbohidratos (fideos, pan, dulces) y grasas aportan energía. Las proteínas (carnes, lácteos), en cambio, cuidan los tejidos. Micronutrientes. Vitaminas y minerales regulan el funcionamiento de los nutrientes. Grasas. Las trans elevan el colesterol malo y bajan el bueno. Las saturadas (manteca, carnes) aumentan el malo. Las insaturadas (aceites) incrementan el bueno.
e La huerta que construimos con
ayuda de la Fundación Huerta Niño nos permite dar a los chicos hortalizas y verduras orgánicas a bajo costo. Tenemos en cuenta la rotación de cultivos y la aplicación de fertilizantes y plaguicidas orgánicos, que dañan la salud. e Muchos alumnos ni siquiera
Rita
conocían los rabanitos o las arvejas, y no las hubieran comido con tanta facilidad si no fuera que ellos mismos los cultivan. e Los chicos adquieren conoci-
Al cultivar en el Divina Pastora, Rita y sus alumnos son asesorados por Juan Lapetini, de Fundación Huerta Niño.
mientos de horticultura que aplican para crear huertas propias.
económicos, como la carne. Pero el poco consumo de frutas y hortalizas es cultural. Suena raro: somos un pueblo rural y se perdió la costumbre de cultivar la tierra. Ahora queremos enseñarles cómo armar la huerta en casa y también darles recetas económicas y nutritivas”, afirma Silvia. La Fundación Huerta Niño (www.mihuerta.org.ar), en colaboración con el Instituto Nacio-
Pero las huertas escolares no son exclusivas de escuelas de bajos recursos. Muchos colegios públicos y privados recurren a ellas para promover el consumo de verduras, que suelen no ser la opción favorita de los chicos. La nutricionista Beatriz Ravanelli, coordinadora de prensa de la Asociación Argentina de Nutricionistas, aconseja utilizar un estimulo similar de participación en otros temas de alimenta-
nal de Tecnología Agropecuaria (INTA), construye huertas de media hectárea en escuelas rurales de zonas desfavorecidas. Aporta todos los insumos, las herramientas y la capacitación a maestros, niños y padres para que puedan autogestionar una huerta propia, que tenga como objetivo principal abastecer el comedor de la institución educativa. Rita Darrechón, directora del Colegio Divina Pas-
tora, de Miramar, es coordinadora de una de estas huertas y cuenta que los chicos incorporan a su alimentación diaria frutas y hortalizas con más facilidad porque son ellos mismos los que las cultivan y cosechan. Otro beneficio es que desarrollan hábitos y técnicas de trabajo en horticultura, un conocimiento esencial en la vida rural y que, paradójicamente, se está perdiendo en las zonas más pobres.
ción. Por ejemplo, sugiere organizar talleres de cocina saludable y clases donde se aprenda a interpretar los rótulos de los envases de alimentos. Es importante que los chicos aprendan a distinguir cuales son los nutrientes que el cuerpo necesita y cuales los ingredientes que requieren un bajo consumo como los contenidos de grasa, sodio y azúcares, entre otros”, enfatiza Beatriz y aconseja invitar a los padres a participar de actividades relacionadas con nutrición. Quioscos saludables Desde hace varios años se intenta convertir los típicos quioscos escolares llenos de golosinas en quioscos saludables. La tarea es ardua porque los concesionarios de estos comercios argumentan que los alimentos sanos no se venden tanto como las golosinas. “Los chicos quieren sándwiches y alfajores y no manzanas y bananas que se pudren y las tengo que tirar”, confiesa un quiosquero que se animó a la experiencia. Sin embargo, en la Dirección General de Cultura y Educación de
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4. Un paseo de compras educativo
5. Feria nutritiva
La excursión al supermercado permite reconocer los tipos de alimentos que están a la venta y comparar precios en relación a la forma de presentación de los productos, marca y calidad.
Organizar una feria en la escuela para vender alimentos nutritivos preparados por los alumnos, con la ayuda de los padres y la guía de los docentes.
la Provincia de Buenos Aires se está redactando una norma que regulará el funcionamiento de quioscos saludables. La idea es no prohibir las golosinas y gaseosas sino garantizar la disponibilidad de alimentos saludables. Este proyecto retoma varias experiencias desarrolladas en escuelas bonaerenses. Por ejemplo, durante 2011 se repartieron ensaladas de frutas y frutas frescas en colegios de La Plata. Además, el cambio previsto irá acompañado de un programa de capacitación de cooperadoras escolares que administran bufetes en escuelas públicas. La norma no abarca colegios privados. También la Ciudad de Buenos Aires y otras provincias trabajan en la creación de quioscos saludables. Para tener una idea de cuál será la oferta de estos futuros bufetes basta echar un vistazo a las sugerencias que realiza Escuelas del Bicentenario (www.ebicentenario.org.ar), un proyecto de la
UNESCO en el que participan los ministerios de Educación de varias provincias. Entre otros productos se proponen: barritas de cereal, pochoclos y copos de cereal sin azúcar, alfajores de maicena, bizcochuelos, galletitas de arroz, frutas frescas enteras y lavadas, jugos naturales, frutas secas y desecadas, leche en tetrabrik, yogures, gelatinas, sándwiches de carne, queso, verduras, huevos y fiambres, entre otros alimentos nutritivos. “Para que los chicos puedan elegir alimentarse saludablemente, habría que comenzar por darles la opción a ello, en la escuela y, sobre todo, en casa”, sostiene Beatriz Ravanelli y aclara que así como no se puede pretender que un niño acepte sin protestar una vianda repleta de vegetales si en casa nunca se los cocina, lo mismo sucede con los quioscos: es difícil que elija una fruta sobre un alfajor si la oferta de golosinas supera ampliamente a la de productos saludables.
SU OPINIÓN ¿Es posible modificar en la escuela los malos hábitos alimenticios que los chicos traen de sus casas? ¿Los docentes tienen los recursos para hacerlo? ¿Cómo coordinar esta labor con la familia? ¿Son los bajos recursos económicos una barrera infranqueable para mejorar la alimentación de los chicos? Invitamos a los lectores a enviar sus opiniones a nuestra dirección de mail: educación@clarin.com
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AGENDA
> Ecos
Más voces de docentes Nuevas respuestas de maestros a la Presidenta.
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iguen llegando a Clarín Educación más cartas de docentes que le responden a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tras su discurso en el Congreso, en el que dijo que los maestros trabajan sólo 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones. Alicia Rodríguez, una docente de Hurlingham con 35 años de experiencia, le escribe a la Presidenta: “Valoro sus dichos porque muchos docentes y familias pudieron hacer oír su voz respecto del compromiso de unos y el acompañamiento de otros para poder sostener esta hermosa profesión. “Valoro sus dichos porque me
motiva a seguir luchando con renovadas fuerzas en el acompañamiento de los nuevos docentes que siguen incorporándose en las escuelas con alegría año a año. “Y... los valoraré mucho más si en su próximo discurso tiene la enorme grandeza de pedir disculpas. Porque todos, de alguna manera, de una u otra forma, enseñamos alguna vez en la vida. Los docentes enseñamos que nos podemos equivocar, que se aprende del error y fundamentalmente enseñamos con el ejemplo. “Querida Presidenta de los argentinos y argentinas, yo la voté y aunque no comparto su actitud ni sus modos, sí le agradezco la convicción que tiene en la cons-
trucción de un nuevo país. Es mi deseo que pueda seguir dando los pasos necesarios para unir a esta Argentina fragmentada”. Por su parte, Graciela Coto, también docente, le respondió a Cristina en estos términos: “Los docentes no trabajamos 4 horas, son 4 las que estamos frente a los alumnos. Pero la tarea docente es full-time porque debemos capacitarnos (hacer cursos y rendir para tener mejores puntajes), se debe planificar, corregir, preparar material, hacer informes, tener reuniones con los otros docentes y con padres, preparar actos, carteleras, salidas, etc. Ademas, la mayoría de los docentes trabaja doble turno para poder llegar a fin de mes”.
Una mano para las escuelas rurales Para garantizar la permanencia de los chicos en las aulas y mejorar las condiciones de escuelas rurales la Fundación Noble, la Asociación de Padrinos de Escuelas Rurales (APAER) y la Fundación Cimientos lanzaron la campaña “Digamos Presente”. Se puede ayudar a través de la línea gratuita 0-800777-1000 desde abril. O en www. digamospresente.org.
Ganaron con una aplicación ecológica Alumnos de la UTN que crearon un juego en 2D para tabletas sobre el cuidado del medio ambiente ganaron el concurso Desarrolladores con ADN Nacional de Positivo BGH. La aplicación será incluida en los equipos de esa empresa.
Talleres gratuitos para docentes La Fundación Noble organiza talleres gratuitos para docentes de Capital y GBA. Son actividades de una sola jornada de 3hs, en días de semana de 18 a 21 y sábados de 9 a 12, o dentro del horario escolar. Hay de nivel inicial, primario, primario/secundario y polimodal/secundario. Información en los teléfonos 4309-7513/7509.
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> retrato fernando de la orden
Verónica Podestá Especial para Clarín
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a alarma del despertador anuncia las 6 de la mañana y el inicio de una nueva jornada. Entre bostezos, Amorina Lomonaco, profesora en psicopedagogía y docente por vocación, prepara el desayuno para Bauti. Entre mate y mate, enciende el lavarropas, organiza la cena. Es el momento de despertar a su hijo y de ponerle el uniforme, mientras él insiste en seguir con los ojos cerrados. El sol y el fresquito mañanero facilitan el viaje en bici: casi una proeza mantener el equilibrio entre el peso de Bauti en la sillita trasera, la mochila en el canasto y una cartera infinita colgada al hombro desbordada de carpetas, cartulinas y fotocopias. Por suerte, son solo siete cuadras hasta el jardín de infantes. Ya más liviana, recorre otras quince cuadras hasta la Escuela N° 9 de Martínez. Son las 7.45. Amo, como le dicen sus alumnos de 2º grado, está en la puerta para recibir a los chicos con besos y sonrisas y responder inquietudes de los padres. “Los maestros siempre tenemos que estar bien y, si no lo estamos, poner lo mejor. Los chicos nos miran todo el tiempo. Tenemos el compromiso de ser referentes: uno enseña con lo que es. La responsabilidad es enorme; los papás nos entregan por unas horas lo más importante de sus vidas.” Suena el timbre de las 10. Primer recreo. Momento de máxima alerta: hay que evitar posibles accidentes, que los chicos se empujen o se peleen. Le sigue la hora de computación. Amorina aprovecha a preparar los cuadernos de comunicados, pegar notas, preparar contenidos o recibir a algún padre. Tras el recreo de las 11, es el momento de las sumas y restas. Un grupo lo saca de taquito, a otro le cuesta más y hay un par de chicos que apenas escriben los números.
el próximo
Un día en la vida de una maestra
Mucho más que 4 horas: la jornada de Amorina comienza muy temprano y concluye a la noche, con la preparación de las clases del día siguiente. Un desafío cotidiano que la llena de orgullo.
Amorina Lomonaco es maestra en una escuela de Martínez. Cada día, su jornada laboral, como la de tantos docentes, empieza a las 7.45 y termina a la noche. “Es la maravilla de la escuela pública, la diversidad es enorme y la enseñanza es para todos. Hay chicos para los que estar en la escuela es lo mejor que les pasa en el día. Por eso, no sólo enseñamos contenidos académicos, contenemos y acompañamos el desarrollo de una persona. Trabajamos por la inclusión, tenemos alumnos con problemas de aprendizaje, conf lictos sociales, familiares,
que implican diferentes desafíos.” 12 horas. Fin de la jornada. La primera, porque a las 13, Amorina se entrega a su segundo trabajo: brinda apoyo a la integración a un niño con síndrome de Down. “Este año tengo la suerte de tener mis dos trabajos en la misma escuela. Antes, como hacen la mayoría de las maestras que son sostén del hogar, salía corriendo de una insti-
tución a otra, sin tiempo para comer o descansar entre turno y turno.” Al comenzar la tarde, llama por teléfono a su mamá para asegurarse de que Bauti ya está con ella. “Preparamos los actos escolares de nuestros alumnos, nos emocionamos con ellos y nos perdemos de presenciar los de nuestros propios hijos.” 17 hs. Timbre de salida. Amorina retira a Bauti de la casa de la
abuela. Le sigue ahora el tercer y principal trabajo, el full time, el de madre y ama de casa. 22 hs. Bauti duerme, Amorina se aboca a la preparación del material escolar para el día siguiente. 23.30 hs. Fin del día. Descanso. “Muchas veces, cuando me preguntan de qué trabajo, me dicen: ´Ay, pobre, sos maestra´. Yo estoy orgullosa de serlo”.
El miércoles que viene, en Clarín Educación, un informe sobre la expresión oral en la escuela. ¿Por qué les cuesta tanto a los chicos hablar en público? ¿De qué maneras se puede trabajar esto en el aula, para que ellos ganen en fluidez y pierdan el “pánico escénico”? Voces de docentes y consejos.