Clarin Educacion 050

Page 1

año 2 n° 50

BUENOS AIRES, MIERCOLES 6 de junio de 2012

El valor de los límites

GETTY IMAGES

Establecer pautas firmes es un desafío cotidiano en la escuela y en casa. ¿Por qué a los adultos les cuesta tanto decir que no? Claves para recuperar la capacidad de que las normas contribuyan a formar chicos responsables y autónomos. Páginas 2 a 5

Quince docentes que difunden las ciencias Viajaron a un prestigioso instituto de tecnología de los Estados Unidos, se entusiasmaron con los métodos de enseñanza y decidieron compartirlos. Ahora organizan charlas y talleres gratuitos. Pág. 8

Enseñar en la pobreza Pág. 7


2

|| Clarin || educacion || MIERCOLES

6 de junio de 2012

>> informe para docentes y padres Hoy la noción de límite ha quedado desprestigiada. Y si bien hay algunas normas que no son negociables, sí se las debe explicar a los chicos desde el respeto y el cariño.

GETTY IMAGES

Límites Un marco para crecer Cada vez es más difícil decirles que no a los chicos, pero esta falta de pautas firmes sólo logra desorientarlos y dejarlos desamparados. Claves para combinar las normas con la autonomía. pepe mateos

Andrea Miranda

Especial para Clarín

D

esde sala de tres hasta quinto año, en todos los niveles y en todas las escuelas, mes a mes y bimestre a bimestre, una preocupación se reitera en las reuniones de padres: ¿cómo poner límites sin coartar la autonomía de los chicos? ¿Por qué cuesta tanto poner ese freno necesario? ¿Por qué a los adultos hoy les resulta tan difícil construir su autoridad? En este informe de Clarín Educación, docentes de diferentes niveles y especialistas se animan a pensar algunas respuestas posibles. Después de varias décadas en las que la escuela tuvo una cierta impronta autoritaria –basta recordar que, aún bien entrado el siglo XX, los castigos físicos estaban permitidos dentro del aula–, hoy el límite no tiene que ver con la imposición sino que tiende al consenso. En otras palabras, se lo entiende como expresión de cuidado y amor. Los especialistas coinciden en que el límite: e es imprescindible para la cons-

trucción del sujeto e debe construirse con otros e permite demarcar los territorios dentro de los cuales es conveniente transitar e ofrece al adolescente una figura clara –el adulto– a quien oponerse y de quien diferenciarse, fundamental para su crecimiento. Límites para la libertad Para Carolina Kovalsky, psicopedagoga de nivel inicial y primario del Instituto San Pío X, de Villa Luro, los límites sirven para “dar un borde, pautas y procedimientos que regulen conductas y comportamientos”. Carolina diferencia tres tipos. e El primero son los límites sin libertad, que “generan miedo, inhiben y empobrecen al chico que no tiene espacio para actuar”. e También puede haber una libertad sin límites, frecuente “en padres que están fuera todo el día y no quieren ser ogros en el momento en que llegan”. La consecuencia: el niño se angustia y queda “desamparado en el desborde”. e Finalmente, el tercer tipo son los límites para la libertad, que “le dan al niño espacio para manejarse dentro de unas reglas”, es

testimonio 1 CAROLINA KOVALSKY Y STELLA MARIS CETRONGOLO 15 Y 35 AÑOS DE EXPERIENCIA GABINETE PSICOPEDAGÓGICO DEL INSTITUTO SAN PÍO X – VILLA LURO e Los límites para la libertad

tienen que ver con la autonomía, le dan al chico espacio para manejarse dentro de unas reglas: así se siente contenido. e Tiene que haber acuerdo entre

los padres para instalar los límites; también entre los padres y la escuela. Las pautas deben ser coherentes, constantes y hay que sostenerlas, no se instalan de un día para el otro ni con un reto.

carolina stella maris

e Hay que volver a instalar la

asimetría lógica entre el adulto y el chico. El niño necesita adultos “asimétricos” con él. e El desafío de la época es armar

Carolina Kovalsky, psicopedagoga, y Stella Maris Cetrongolo, psicóloga.

la subjetividad de los chicos y adolescentes, porque están solos, no hay redes suficientes.


MIERCOLES 6 de junio de 2012

|| educacion || Clarin || 3

>> CONSEJOS PARA PADRES

1 2 3

Atender, hablar, escuchar, acompañar y poner límites son parte de la tarea familiar y educacional. Es necesario que permitirles el error a los chicos, que no tengan miedo a equivocarse. Respetar la diferencia de criterios pero sin desdibujarse como padres.

4

Un modo de ayudar a reflexionar a los hijos es darles ejemplos a través del “como cuando”: “Estoy enojado como cuando vos te enojaste por tal cosa aquella vez”. Revivir determinadas situaciones propias ayuda a los chicos a la reflexión. Ante un berrinche –que es una explosión frente a lo que no puede manejar–, el niño

5

Ricardo Braginski

necesita un adulto que lo contenga y sostenga el “no” sin miedo, y que le diga “esto no te hace bien”. Puede hacerlo conteniéndolo afectivamente, con un abrazo o una palabra. Esta tarea cotidiana requiere paciencia, estar atento, mucho interés y mucho amor: “Esto lo hago porque tengo claro que es por tu bien”.

6

rbraginski@clarin.com

7

Respetar el proceso interno de cada uno, que se genera con valores, libertad y a través de un vínculo fuerte con el chico. Ese vínculo lo es todo. Mantener la asimetría: el niño no necesita un adulto que se ponga en su mismo plano. Los padres tienen que ser padres, no “amigos”.

8

guillermo rodríguez adami

testimonio 2 LETICIA L. FICHERA Y SILVIA C. BUSTOS 25 Y 16 AÑOS DE DOCENCIA DIRECTORA Y DOCENTE DE NIVEL PRIMARIO ESCUELA Nº 11 – ALMAGRO

leticia

e Las pautas y límites dan marco

para la inclusión, sirven para la contención. La escuela propone eso: pautas comunes. e Los mismos chicos piden que los

ayudemos. Buscamos el consenso del límite e invitamos a los papás a sumarse. Esta es una escuela tranquila porque construimos con los chicos, día a día, qué hacer. e Es un diálogo constante, se

silvia

habla, se cuestiona, se debate. Cada aula formula sus normas de convivencia. Esto enriquece y permite una inclusión completa. e Tratamos de que los chicos

no sean hijos del rigor. Acá les enseñamos que hay otro modo de participar y dialogar. Leticia Fichera es directora de nivel primario y Silvia Bustos es docente de primer grado en la Escuela N° 11.

decir, promueven su autonomía. Este intermedio, que es el ideal, no es fácil de lograr y demanda, según Carolina, “volver a instalar la asimetría lógica entre el adulto y el chico”. Un conflicto que aparece con frecuencia es el de los chicos que se sienten adultos pero no lo son y, por lo tanto, necesitan de los adultos –padres y docentes–. Para abordar este problema, la psicóloga Stella Maris Cetrongolo, que también trabaja en el Instituto San Pío X, apuesta a un enfoque transversal: “Qué pasa con el chico, con el padre, con el docente”, y pone el énfasis sobre la prevención. Para Stella Maris hubo un cambio en la cultura: “Ahora no se da lugar a las emociones, es como si no pasara nada, todo tiene que ser divertido”. La escuela enfrenta el desafío de dotar de sentido al esfuerzo y trasmitir esto a los chicos: “El esfuerzo tiene sentido por lo que viene después: el ganar en seguridad, responsabilidad, etcétera”, puntualiza. Pero el límite no sólo sirve para “demarcar territorios” y diferenciar al chico del adulto, sino tam-

bién para incluir. Así lo entiende Leticia Fichera, directora de nivel primario de la Escuela N° 11, de Almagro, quien afirma que los límites son para que los chicos “pertenezcan a un continente: la familia, la escuela”. En consecuencia, las pautas y límites pueden dar un marco para la inclusión, sirven para contener. Leticia cuenta que, al momento de implementarlos, en su escuela se busca el consenso con los chicos y, si es posible, también con sus padres. Los maestros “construyen los límites con los chicos día a día: si sucede algo, se para la clase y es abordado. Nosotros partimos de los sí, de lo que sí podemos hacer”, refiere. Esto supone, entre otras cosas, que cada grado formule sus normas de convivencia. Entre las principales están: ningún tipo de violencia, respeto al derecho a estudiar, cuidado del medioambiente y valoración de los recursos naturales –algunos chicos no tienen agua en su casa–, el incentivo de los valores como la solidaridad. Todo esto, conversado con los chicos, no tiene que ver con obedecer sino

La escuela enfrenta el desafío de dotar de sentido al esfuerzo y trasmitir esto a los chicos

con construir pautas comunes. En este sentido, Silvia Bustos, docente de 1º grado de la misma institución, afirma que la clave es “un diálogo constante en el que se hable, se cuestione, se debata”. Una necesidad de todos Con distintos grados de protagonismo para los chicos e incluso con diferentes estilos de aplicación, el tema toca a todos los colegios y todos los niveles. Lo demuestran testimonios como el de Pablo Malgor, maestro de sala de 4 años en el Instituto Albert Einstein, de Mar del Plata. Pablo encuentra en los límites “las reglas del juego de la vida” y está convencido de que pueden incorporarse a través del juego: algunos permiten discutir, acordar, modificar y crear reglas (como las persecuciones, la mancha, la escondida), otros tienen un reglamento (como los deportes y juegos de mesa). En el jardín, “los límites que se trabajan prioritariamente son los que se basan en el respeto y el encuentro con el otro”. Algunos se acuerdan entre todos y otros no se negocian, pero aun

Hoy los necesitan más que nunca ¿Qué pasaría si, un día de estos, uno fuera caminando por la vereda y, de golpe, no quedase claro dónde termina el espacio para peatones y dónde comienza la calle, por donde circulan los automóviles? Y luego, al pagar por un producto en un comercio, lo atendieran dos vendedores en simultáneo: uno dice que pague $45 al contado, y otro que son dos cuotas de $20, con tarjeta de crédito. Los ejemplos son extremos, pero hablan de la necesidad que tenemos todos de que los límites estén correctamente establecidos (para cuidarnos entre nosotros), y de que hayan acuerdos mínimos en las pautas de intercambio social. Si lo necesitamos los adultos, mucho más lo requieren los niños, que están construyéndose como personas. Los límites, elaborados y transmitidos con dedicación, responsabilidad y amor, son vitales para un crecimiento más sólido, como explican los especialistas y docentes consultados para este informe de Clarín Educación. Pero sucede que los adultos venimos complicados, entre un pasado cargado de autoritarismo (con límites arbitrarios y muy mal explicados); y un presente que nos sobrepasa con exigencias de difícil cumplimiento, que lleva a que muchos terminen “soltando demasiado la cuerda”, privando así a los más pequeños de esas pautas tan relevantes para sus aprendizajes. Los pibes, hoy más que nunca, necesitan que los límites estén bien claros. Porque podrán aprender mucho de matemáticas, de lengua, de arte o de ciencias; pero la vida se les dificultará si no logran comprender y manejarse correctamente con las normas compartidas. Y especialmente con aquellas que establecemos los adultos para que puedan crecer con más seguridad y en libertad.

Consejo Asesor Tres especialistas contribuyen a definir los temas y el enfoque de las notas en Clarín Educación. Rebeca Anijovich

Especialista y Magister en Formación de Formadores (UBA). Docente en UBA y Univ. San Andrés. Asesora en escuelas argentinas y latinoamericanas.

Guillermo Jaim Etcheverry

Médico y doctor en Medicina (UBA) Ex rector de la UBA. Miembro de la Academia Nacional de Educación

Juan José Llach

Licenciado en Sociología (UCA) y en Economía (UBA). Ex ministro de Educación de la Nación.


4

|| Clarin || educacion || MIERCOLES

6 de junio de 2012

>> informe para docentes y padres estrategias para el aula 1. Explicitar las normas

2. Procurar que todos las respeten

3. Dar autonomía

4. Resolver los inconvenientes

Que los chicos conozcan los límites dentro de los cuales pueden manejarse, los “sí” y los “no” dentro de la institución y sus porqués. Compartir también con los padres las “reglas del aula”.

Un buen comienzo es dar a conocer los motivos de esos límites, conversarlos con los alumnos y dejar en claro su contribución personal y grupal a fin de que puedan incorporarlos.

Brindar pautas a los chicos para ayudarlos en su organización (por ejemplo, a través de carátulas en la carpeta, horario de clases, uso de agenda, etcétera).

Es muy importante que exista una instancia en la que se pueda conversar sobre los temas vinculados con la conducta propia y la grupal. Es necesario ser flexible para generar estos espacios.

valor genuino que los motiva y sustenta”.

testimonio 3 PABLO MALGOR 8 AÑOS DE DOCENCIA PROFESOR EN NIVEL INICIAL Y EN EDUCACIÓN FÍSICA en el INSTITUTO ALBERT EINSTEIN - MAR DEL PLATA

pablo

e Hay límites que se acuerdan y

otros que no se negocian. Estos últimos no deben ser impuestos sino explicados y reflexionados con el chico desde el respeto. La educación democrática no concibe la imposición como herramienta de desarrollo individual. e La toma de decisiones, la elec-

ción, el ensayo, la vivencia son prácticas que hacen que las personas enfrenten y resuelvan las situaciones con las que la vida los enfrenta: creo que en ese momento invisible de la toma de decisión radica la verdadera autonomía. e Los docentes debemos plan-

tearnos día a día si proponemos acciones a favor de la autonomía, si planteamos desafíos para que cada niño tome decisiones de manera individual, o si con nuestro propio accionar los guiamos para obtener una sola respuesta, la que queremos escuchar.

Pablo Malgor tiene 8 años de experiencia como profesor de nivel inicial. Desde 2009 enseña en la sala de 4 años.

así “no deben imponerse sino ser explicados por el adulto y reflexionados con el niño desde el respeto”. En definitiva, los docentes consultados coinciden en que los límites son una necesidad ineludible para los chicos y adolescentes, aunque hayan caído en cierto desprestigio por las prácticas autoritarias de otras épocas. También lo entienden así los especialistas: Marcela Martínez, psicóloga del Centro Hemera, hace hincapié en la función organizadora del límite que contribuye “a lograr la madurez psicológica y ayuda a formar la identidad personal”. Para Martínez, un niño sin límites “nunca tiene suficiente, exige cada vez más y tolera cada vez peor las negativas”, y se con-

vierte en un chico que crece “con una escasa o nula tolerancia a la frustración”. Como en tantos otros ámbitos, la fórmula del éxito parece estar en la capacidad de encontrar un justo medio. En su libro Valores y límites. La brújula perdida, el psicólogo y docente Julio César Labaké reflexiona: “Los límites hacen mal cuando son excesivos o cuando se reprende con malos modos, con palabras hirientes, con lenguaje autoritario y humillante”. Es una cuestión de formas y oportunidades: no es lo mismo hablar con el niño en un momento de serenidad que en un clima de excitación y ofuscación. Por otra parte, Labaké postula que los límites hacen bien “ante todo, cuando son la expresión de una verdadera razón, un

Los adolescentes Marcela Martínez, psicóloga del Centro Hemera, sostiene que los límites en la adolescencia proporcionan “un margen claro en el cual moverse, desarrollarse y auto controlarse” y, por lo tanto, “la disciplina sigue siendo tan importante como durante la infancia”, aunque los adolescentes cuestionen más las normas y límites que sus padres les imponen y quieran ser participes de ellas. “Es imprescindible que el adolescente se sienta querido y valorado”, añade.

Un chico sin límites nunca tiene suficiente, exige cada vez más y tolera cada vez peor las negativas

Breve historia del límite Sin duda el concepto de qué es un límite y cómo debe transmitirse y aplicarse ha variado a lo largo de los años, y junto a él el concepto de autonomía. Hasta mediados del siglo pasado, en el contexto educativo “el límite” tenía fuertes rasgos de represión y control de las libertades del niño. En su libro Adultos en crisis, jóvenes a la deriva, Silvia Di Segni Obiols, médica psiquiatra y docente del Colegio Nacional de Buenos Aires, explica cómo a partir de mediados del siglo XX y tras las guerras mundiales, fue surgiendo una “cultura adolescente” en oposición a la cultura adulta. Esto trajo aparejados cambios en la educación: “La escuela trató de adaptarse incorporando algo de lo que aportaron los nuevos tiempos: técnicas grupales, medios audiovisuales, dejar crecer la creatividad, aumentar la horizontalidad en los vínculos, pero quedó adherida a lo que le es inherente: formar para la vida adulta, algo que se va desacreditando”. Silvia sostiene que en las décadas de 1960 y 1970 “los límites, las normas, fueron vistas como la expresión misma de la coerción y, por lo tanto, debían ser evitados”. Así se creó una nueva necesidad: la de acordar sobre la vida cotidiana, sobre la convivencia en la familia y en las instituciones educativas. Hacia la autonomía Hoy parece necesario superar esta estigmatización del límite como sinónimo de represión. Un primer paso es reconocer que los límites y la autonomía van de la mano; la responsabilidad sólo puede construirse a partir de las normas. El niño va ganando autonomía en la medida en que va teniendo en claro qué puede hacer y qué no. ¿Qué es la autonomía? Marcela Martínez la define como la “capacidad de dirigir libremente la propia conducta”. Y añade que “es la base del aprendizaje durante toda la vida y se fortalece a medida que el niño se va dando cuenta de que las responsabilidades de sus acciones le pertenecen”. Para poder desarrollarla, el chico necesita que sus padres depositen confianza en él y lo dejen asumir cada vez más


MIERCOLES 6 de junio de 2012

|| educacion || Clarin || 5

5. Reflexionar sobre la práctica Revisar de manera constante cómo se está ejerciendo el rol, ya que los límites y la autonomía de los alumnos también ponen en juego el propio esquema interno del docente que debe educarlos.

opinión

Adultos que fijen pautas El autor sostiene que la flexibilización de los límites en la escuela y en casa responde a las dificultades de padres y maestros para desempeñar su rol de garantes de las normas. juan m. tavella

tareas: “Los límites facilitan el auto cuidado y la autonomía, porque van delimitando qué está bien y qué está mal. Calman, organizan, ordenan y dan pautas para que el chico vaya encontrando su propio camino”. Pero llevar la autonomía de los libros a las aulas, sobre todo en primaria y nivel medio, no es fácil. “En el discurso de la autonomía estamos todos –o casi todos– de acuerdo, pero ponerlo en práctica implica un gran esfuerzo”, admite Gabriela Ortega, psicóloga y vicerrectora del Instituto Superior Sara C. de Eccleston, de Palermo. “La situación áulica es muy compleja y requiere que el maestro esté atento y resuelva situaciones que se dan en el momento, que hacen que no siempre tenga el tiempo o la paciencia necesarios”, sostiene Ortega y reconoce que, a veces, en la escuela pasa lo mismo que en la casa: ante la urgencia, el maestro resuelve y no da tiempo a que el alumno sea autónomo. Frente a estas situaciones, la docente plantea que aceptar la autonomía del otro implica “revisar las condiciones y esquemas internos de cada uno”. En síntesis, resulta fundamental que el docente pueda plantearse si realmente está proponiendo acciones a favor de la autonomía, si está planteando desafíos para que cada chico tome decisiones de manera individual o si, con su propio accionar, lo guía para obtener la respuesta que él quiere escuchar. Ortega concluye: “La formación de sujetos autónomos, críticos y pensantes no sólo los beneficia a ellos sino también a la institución, que se retroalimenta, puede pensarse a sí misma y reconstruirse porque piensa con los otros”.

su opinión ¿Cómo involucrar a los padres como aliados en la construcción de límites que ayuden a crecer a los chicos? ¿Es posible congeniar el cumplimiento de las normas con el desarrollo de la autonomía individual? Invitamos a los lectores de Clarín Educación a enviar sus opiniones y compartir sus experiencias sobre este tema a nuestra dirección: educacion@clarin.com

Gustavo F. Iaies

Director del CEPP (centro de estudios en políticas públicas)

M

anu y Tomás le pegaron a Lucas, un chico de tercero. “Porque somos de sexto no tenemos que dejar que nos cargue con que San Lorenzo perdió”, dicen. Mariana, su maestra, les pide que reflexionen si está bien o mal lo que hicieron. Ellos reconocen que estuvieron mal, pero “ese pibe” también: “Si nos sancionás a nosotros lo tenés que sancionar también a él”. Mariana deja la sanción en suspenso y opta por mandarles una nota a los padres. En la sala de maestros comenta la situación, haciendo referencia a la dificultad de trabajar con los chicos en estos tiempos, en que no aceptan límites. ¿Qué es un límite? Es la frontera que separa lo que se puede o no se puede hacer en un determinado orden. Es la línea que divide “lo que está bien de lo que está mal”, dentro del encuadre que regula las relaciones de una comunidad. Todos transgredimos normas en nuestra vida. Los adultos nos ponían límites vinculados al alcohol, los horarios, el respeto a los mayores, las palabras que se podían o no usar. A veces las transgredíamos para experimentar, otras porque nos dejábamos llevar por otros, porque queríamos desafiar los límites que nos ponían. Pero sabíamos que nos estábamos “mandando una macana” y si nos “pescaban” tendríamos una sanción. Había normas, transgresión y sanciones por los incumplimientos, y eso nos permitió internalizar las pautas de un orden. Nuestros padres y maestros a veces se enojaban, otras “se hacían” los enojados, pero siempre tomaban una medida que ratificaba que ese orden existía, que era previsible y así pudimos internalizarlo. Más allá de que alguna vez no lo respetáramos, sabíamos las consecuencias que eso podía traer. Para transgredir los límites es necesario que los mismos existan y que haya adultos que sean garantes

El límite es la línea que divide lo que está bien de lo que está mal. Sin límites, no hay referencias que orienten.

Los chicos no demandan esa flexibilización, es una necesidad nuestra de su cumplimiento. Si las normas se pueden discutir eternamente, si los adultos “a veces las aplicamos y a veces no”, si nos pasamos revisándolas o las levantamos cuando los chicos nos conmueven, no llegan a constituir un orden. Y entonces el encuadre pasa a ser la discusión, la negociación y la relativización. La única manera de internalizar un orden es conviviendo con su regularidad, su validez más allá de las situaciones. Nuestros chicos y jóvenes no transgreden las normas, simplemente no les prestan atención, sienten que no es tan distinto cum-

plirlas que no hacerlo. Saben que podrán negociarlas, conmovernos, enfrentar a su mamá con su maestra y que la sanción es una más de todas estas posibilidades. ¿Cuál es el mensaje que Mariana les transmitió a Manu, a Tomás, a sus compañeros y a los de Lucas? Les ha ratificado la idea de que las transgresiones se pueden discutir, que las sanciones no siempre se aplican y que ser un buen “discutidor” es una competencia estratégica para “zafar”. Los más débiles, al mismo tiempo, recibieron el mensaje de que los adultos no siempre podrán cuidarlos. Entonces, no es que los chicos estén transgrediendo, somos nosotros los que “nos corrimos” de nuestra responsabilidad: ser los garantes de la norma. Venimos hace 30 años flexibilizando las normas: la ortografía, la caligrafía, los problemas en los que lo importante es el procedimiento y no el resultado, las “formas” que los chicos deben guardar en la re-

lación con nosotros. Nos estamos “peleando” con el viejo orden y no logramos construir uno nuevo, que para los chicos sea claro, previsible. Esa flexibilización no es una demanda de los chicos, es una necesidad nuestra. Nos está costando construir ese nuevo orden, que no sea el de nuestros maestros, pero que proteja la posibilidad de enseñar y aprender en un ámbito en el que podamos sentir placer de hacerlo. Pegarle a un chico menor entre dos está mal, no requiere mayor reflexión. Los chicos necesitan que sea así para sentirse seguros en la escuela, para aprender a contener sus instintos y ser mejores personas. Necesitan que los adultos dejemos de transgredir los límites.


6

|| Clarin || educacion || MIERCOLES

6 de junio de 2012

AGENDA

> ecos

Reflexiones sobre la violencia social

El juego, clave del aprendizaje Lectores de Clarín Educación reivindican el valor de las actividades lúdicas con fines pedagógicos. Sus testimonios.

L

os lectores escribieron a Clarín Educación en respuesta a la última nota de tapa, sobre el juego en la escuela. Juan Carlos García, director técnico de fútbol con experiencia en la docencia vinculada al deporte, cuenta que en su carrera ha utilizado “el fútbol como elemento de capacitación”. Primero lo probó en Vélez en 1981-1982, y luego llevó sus ideas a Japón y Corea, donde estuvo dos años entrenando y enseñando fútbol. Así describe Juan Carlos su primer encuentro con los padres de los alumnos coreanos: “La gente decía: Profesor viejo, no tiene palo, no sirve. Lo del palo era una constante, ya que los maestros les pegaban a los chicos con un palo, cuando no hacían lo que les habían enseñado”. En ese contexto, Juan Carlos cuenta que apostó por el juego –él denomina a su metodología “Jugar jugando”– y recuerda que tuvo muy buenos resultados, incluso con chicos con síndrome de Down: “Antes de los cuatro meses, esos chicos se integraron con el resto. Los padres me buscaban en los baños para agradecerme, ya que no podían hablar con los docentes. Me llamaron incluso de la TV, para que la gente viera de qué manera, con el fútbol, los chicos aprendían a pensar”. También nos escribió Daniel Naveiras, profesor de Educación Física que desde hace años se dedica a investigar sobre el juego con fines

emiliana miguelez

A prepararse para la maratón de lectura

Los juegos dentro de la escuela fueron el tema de tapa del último número.

pedagógicos. Daniel se pregunta “por qué los chicos deben esperar el momento de la educación física como el único momento para jugar”, y propone una respuesta: “La gran mayoría de las veces, sufren las consecuencias de la formación reduccionista de sus profesores”. “Trabajamos para los chicos, y esto es lo que nos debe hacer pensar mucho a la hora de planificar un año de clases o encuentros con ellos y cuánto debe mediar el juego durante los mismos”, asegura Daniel. Y ofrece su receta: “Todas las propuestas que yo pueda pensar, se centran en el logro paulatino de dos funciones centrales, que son: a) aprender a reflexionar sobre el accionar de sí mismos, b) mejorar sus relaciones interpersonales”.

A modo de síntesis, este docente considera que “los juegos, y más concretamente los cooperativos, representan una forma diferencial de buscar el progreso social de los chicos”.

su opinión Invitamos a los lectores de Clarín Educación a escribirnos para compartir juegos, actividades lúdicas que puedan servir para aprovechar dentro del aula, dinámicas divertidas y enriquecedoras, ideas originales, etcétera. Nuestra dirección de correo: educacion@clarin.com.

Está abierta la inscripción para la Maratón Nacional de Lectura 2012, que se realizará el 28 de septiembre. Organizada por la Fundación Leer, el objetivo es incentivar la lectura y promover la alfabetización de niños y jóvenes argentinos. Para esta edición, que cumple su décimo aniversario, ya se han inscripto 4.982 escuelas de todo el país y un total de 1.422.673 niños. Para inscribirse hay que ingresar al sitio http://maraton. leer.org. Puede participar toda institución a la que asistan niños, como escuelas, comedores, hospitales, bibliotecas y clubes.

Concurso por una mejor alimentación La Fundación Cardiológica Argentina y Cabaña Argentina invitan a todas las divisiones entre 3º y 6º grado de escuelas públicas y privadas, a participar con láminas, afiches, historietas e informes de investigación –creados por ellos mismos– sobre la temática de alimentación saludable. Los colegios ganadores recibirán kits escolares, colecciones de libros y todos los participantes un diploma de reconocimiento. Hay tiempo hasta el 10 de agosto de 2012. Info: concursovidasaludable@gmail.com.

El segundo Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las Escuelas abrirá sus puertas para reflexionar y debatir sobre la violencia social que crece y se reproduce en los ámbitos educativos. Será entre el 14 y 16 de junio en la ciudad de Buenos Aires. Informes e inscripción: congreso@sociedadescomplejas.org, (5411) 5256 5436, www.congreso.escuelayviolencia.com.ar.

Cómo aprovechar los videojuegos “Prácticas educativas innovadoras con videojuegos” es el título del curso gratuito para docentes de escuelas medias que ofrece la UADE. Se trata de distintos encuentros que se realizarán los martes 12 y 19 de junio de 14 a 17, en Lima 775. El objetivo es que el docente pueda conocer y adquirir el manejo de nuevas prácticas educativas de aprendizaje basado en juegos, para poder integrarlas a las clases y potenciar la enseñanza. Requiere inscripción previa en escuela-educacion@uade.edu.ar.

Calidad educativa e inclusión social Los martes 12 y 26 se completan las jornadas “Calidad Educativa e Inclusión Social”, coordinadas por el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario. El objetivo es crear y facilitar un espacio de diálogo y discusión plural en el marco de la actual extensión de la obligatoriedad de la escuela secundaria. Inscripción: jornadas_bbva@clayss.org.ar.


MIERCOLES 6 de junio de 2012

|| educacion || Clarin || 7

> enfoques

Enseñar en la pobreza Las escuelas que funcionan en contextos de vulnerabilidad social enfrentan el desafío de generar estrategias que se ajusten a las necesidades de sus alumnos. dpa

Victoria Moreno

contactos

Especial para Clarín

E

n los sectores más vulnerables de la sociedad, la escuela es mucho más que una institución educativa: funciona como un espacio de contención, en contextos en los que la necesidad hace que muchas veces los chicos tengan que salir a trabajar o deban quedarse en la casa a cuidar a sus hermanos menores. Ante estas realidades, el sistema educativo tiene una serie de desafíos para construir una escuela más inclusiva: implementar propuestas alternativas que se adapten a las necesidades de los sectores más frágiles, fortalecer la vocación de los docentes y mejorar el vínculo familia-escuela. “Hay un sujeto-estudiante ideal que plantea el sistema, y un sujeto-estudiante real que es el que accede o que asiste a la escuela. Cuando la base es mala, los chicos no pueden afrontar los contenidos que les corresponden para su edad y se sienten incómodos”, explica Gastón Falzari, coordinador de Proyectos y Programas de la Fundación Uniendo Caminos. Por otra parte, en los colegios donde conviven chicos de diferentes estratos

Algunas ONG que trabajan para promover una educación inclusiva: •Fundación Uniendo Caminos. Tel.: 4703-0963. Mail: info@uniendocaminos.org.ar •Detrás de todo. Mail: contacto@ detrasdetodo.org •Fundación Cimientos. Tel.: 48298600. Mail: info@cimientos.org •Fundación Convivir. Tel.: 48662422/1365. Mail: convivir@convivir.org

En los barrios de menos recursos, la escuela suele ser una “segunda casa”.

sociales, muchas veces no se da la contención necesaria a aquellos que provienen de los barrios más humildes. “Ahí, las problemáticas de los chicos de la villa no son atendidas y eso hace que muchas veces fracasen o repitan”, explica Javier Luzuriaga, miembro de la asociación civil Detrás de Todo y director de Sueños Bajitos, el único jardín de infantes de Villa 31. Frente a esta situación, Luzuria-

Enseñar Lengua. En la escuela primaria. Lidia Blanco, Daniel Calmels y otros. Tinta Fresca. $66

Mal de escuela. Daniel Pennac. Literatura Mondadori. $89

¿Cómo ayudar a los chicos que producen escrituras silábicas? ¿Cómo enseñar la separación entre palabras? ¿Cuándo comenzar a reflexionar sobre la ortografía? ¿Cómo tratar la diversidad lingüística en el aula? Ocho especialistas y formadores de maestros responden a las preguntas que se formulan los docentes día a día.

El libro observa las aulas desde el poco frecuente punto de vista de los malos alumnos. Reflexiona acerca de la pedagogía y las disfunciones de la institución escolar en la actualidad. El autor, prestigioso escritor franco-marroquí, cuenta sus historia y su propia experiencia como profesor y como pésimo estudiante de su época.

ga afirma: “El desafío es desarrollar estrategias concretas que se puedan llevar adelante. Para eso tiene que haber un convencimiento desde la dirección del colegio y desde el equipo docente de transitar caminos alternativos”. Lograr la motivación y el entusiasmo es la premisa fundamental: “Hay cosas que están cambiando con la incorporación de las nuevas tecnologías. Lo que se espera es que la escuela

pueda involucrar a los alumnos con métodos que sean afines a ellos y respondan a sus intereses”, argumenta Cecilia Oubel, directora del programa de apoyo a escuelas de Fundación Cimientos. En estos contextos vulnerables, la labor del docente se vuelve aún más relevante, porque para muchos de sus estudiantes él es el principal referente adulto. Al pasar juntos tantas horas del día, en el aula se crea un lazo de confianza. “La estructura escolar está bien armada, los temas que hay que dar están muy bien pero me parece que la vocación de servicio de los docentes es lo que hace falta”,

opina Laura Castellani, directora de Pulgarcito, Centro de Primera Infancia de Barracas. A su mirada se suma la de Sofía Balog, voluntaria de Un techo para mi país y coordinadora del taller de apoyo escolar en el barrio Nicole, de La Matanza: “Para mejorar el sistema escolar hace falta que los docentes se sientan apoyados en su trabajo, que puedan transmitir y dedicar su profesión a los chicos”. El colegio suele convertirse en una segunda casa para los chicos que viven en situación de pobreza. “La escuela es un espacio donde los chicos buscan contención y aprobación. Su rol es fundamental porque muchos chicos de las villas no tienen espacio en sus casas, no tienen voz ni se sienten seguros. Se trata de conceder un espacio donde los valores ausentes se puedan transmitir con seguridad, darles herramientas para poder afrontar las adversidades que los desmotivan”, reflexiona Balog. Por último, las fuentes coinciden en que resulta clave que se fortalezca la relación entre familia y escuela. Cecilia Oubel propone replantear el vínculo entre ambas partes: “La escuela tiene que clarificar cuál es el apoyo que espera recibir de los padres, qué es lo que quiere de ellos y entender el contexto de las poblaciones de bajos recursos socioeconómicos. La prioridad que esas familias le pueden dar a la escuela quizá no está a la altura de lo que se les pide. La escuela tiene que entenderlo”. Sin una relación fluida entre la institución y la casa, es más probable que los chicos abandonen sus estudios. A la vez, es más difícil que se sientan acompañados por su familia y que el trabajo realizado en el colegio pueda continuar en el hogar.


8

|| Clarin || educacion || MIERCOLES

6 de junio de 2012

El grupo de los quince

Roberto Cerrudo, Graciela Rastellino, Domingo Giorsetti, Adriana Leiva, Andrea Sívori y Adriana Bilgray durante un taller en el Planetario. Abajo, cuando viajaron al MIT, en Boston.

Son docentes que tienen como meta difundir el conocimiento científico en las escuelas de educación media. Ofrecen charlas con investigadores científicos y talleres de capacitación gratuitos.

n viaje a los Estados Unidos les cambió la vida. Ocurrió en 2001 cuando un grupo de docentes argentinos tuvo la oportunidad de participar en conferencias y talleres en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Boston. Se asombraron y se enamoraron de la metodología de enseñanza. Se hicieron amigos y volvieron renovados a las aulas. Pero, sintieron que no podían guardarse todo lo que aprendieron y decidieron compartirlo con otros colegas. Así nació la asociación Quince Docentes Argentinos (QDA). “El viaje al MIT me impulsó a utilizar la investigación científica en mis clases y, luego, con el apoyo del ingeniero Domingo Giorgetti

el próximo

El miércoles que viene, en Clarín Educación, un informe sobre el estigma de los malos alumnos. ¿Cómo impactan las etiquetas en el desempeño de los estudiantes? ¿De qué manera evitar que los estereotipos y los prejuicios distorsionen la mirada del docente? Voces de maestros y especialistas.

vroman@clarin.com

U

La ciencia más cerca del aula La Asociación QDA realizará las jornadas Acercar la ciencia al docente, los días 29 y 30 de junio de 2012. El primer día, en el auditorio de la Fundación Osde, en Capital, disertarán científicos como Víctor Ramos, que hablará sobre terremotos en la Argentina; Mario Genero, sobre medicina personalizada; y Federico Prada, que explicará la relación entre terapia génica, bioinformática y nanotecnología. El segundo día se harán los talleres. La inscripción se hace exclusivamente a través del sitio www.grupoqda.org.ar

que viajaron en años posteriores a la misma universidad estadounidense. “En las actividades que organizamos invitamos a que hablen científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de diferentes universidades. Y, aunque sean de una disciplina en la que uno no enseña, te abren la cabeza para aplicar nuevas herramientas en el aula”, asegura Roberto Cerrudo, vicedirector del colegio Bartolomé Mitre Day School, de Moreno. QDA también realiza talleres, en los cuales se enseña actividades educativas para el aula. “Los participantes vuelven al año siguiente porque encuentran en estos talleres la posibilidad de actualizarse sin costo”, dice Rastellino. A través de sus charlas y talleres, la asociación busca crear un espacio de intercambio entre investigadores científicos y docentes. Una de las asistentes a esas jornadas

fue Herminia Giménez, profesora de Química, Física y Biología en dos colegios públicos de Caballito, en Capital. Herminia asistió a las actividades de QDA, decidió postularse para ir al MIT y viajó en 2007. “Mis clases cambiaron. Ya no son tan apegadas a los libros y, además, tengo más en cuenta el contexto de los alumnos para atraer su atención”, afirma y da un ejemplo: “Antes enseñaba sobre los metales. Ahora, en cambio, hablamos de los productos con metales que los mismos alumnos usan a diario. Ellos reflexionan sobre por qué están caros o sobre dónde están los recursos mineros en la Argentina”. En la actualidad, el programa Ciencia e Ingeniería para Docentes del MIT acepta a un docente argentino por año. La información necesaria para postularse al viaje de 2013 se encuentra en http:// web.mit.edu/scienceprogram/

–doctorado en el MIT– fundamos QDA”, recuerda Graciela Rastellino, presidenta de la asociación y docente jubilada de Geografía. Adriana Bilgray, jefa del departamento de Física del Colegio Nacional de Buenos Aires y profesora en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), asegura que el viaje le permitió abrirse a la cuestión interdisciplinaria. “Hoy quizás ya se habla mucho de interdisciplina entre Física, Biología y otras materias, pero en aquel momento no era común y nos cambió la mente. En mi caso, también la experiencia me permitió llevar al aula la idea de que la ciencia no es rígida sino que está en continuo cambio”, detalla Adriana. La asociación QDA organiza actividades gratuitas que replican la modalidad de conferencias y talleres que se hacen en el MIT. Al grupo originario de 15 docentes se fueron sumando los profesores

Valeria Román

lucía merle

> experiencias


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.