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BUENOS AIRES, MIERCOLES 19 de octubre de 2011
Educación tras las rejas PAG. 6 y 7
Mapas digitales para Geografía PAG. 8
Escuelas en clave verde
Juan Manuel Foglia
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¿ABURRIDOS EN CLASE?
Es uno de los principales desafíos de los docentes. Educadores y especialistas cuentan sus claves para lograr que los chicos se interesen en los aprendizajes que la escuela propone. Cómo despertar la curiosidad, incluso de los más apáticos. La motivación de los maestros. Y el riesgo de convertir la clase en “un show” sin contenido. Páginas 2 a 5
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>> informe para docentes y padres
La seducción del aprendizaje
archivo clarín
Los chicos de la Escuela EPB N° 2 de San Fernando (Tigre), en plena actividad en la biblioteca de la escuela. La clave: generar clima de trabajo.
A la escuela le cuesta cautivar a los chicos y jóvenes del siglo XXI, acostumbrados a los ritmos de las nuevas tecnologías, las redes sociales y los medios de comunicación. Sin embargo, existen muchas estrategias para motivar a los estudiantes y estimularlos. Aquí, las claves de docentes y especialistas. Alfredo Dillon
adillon@clarin.com
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Mamá, ¿para qué voy al colegio?”. La pregunta se reitera desde que el mundo es mundo: basta con recordar las angustias de Felipe, el amigo de Mafalda, cada vez que pensaba en la escuela. Todos los días el docente enfrenta muchos desafíos en el aula, pero probablemente pocos sean tan centrales como el de la motivación. ¿Cómo hacer que chicos y jóvenes se interesen en los aprendizajes? ¿Cómo mostrarles que vale la pena el esfuerzo de estudiar y aprobar las materias? En este informe, algunas respuestas. Una dosis de confianza Entre las claves que mencionan docentes y especialistas, la primera que surge es trabajar sobre la autoestima y el autoconcepto acadé-
mico de los chicos, es decir, la idea que tienen de sí mismos como estudiantes. “Hay una correlación entre el grado de motivación que los estudiantes muestran hacia el aprendizaje y el autoconcepto académico, positivo o negativo, que los mismos tienen”, señala Inés García Ripa, psicopedagoga de la Universidad Católica Argentina. Un autoconcepto negativo se construye, por ejemplo, a partir de experiencias pasadas de fracasos escolares, que terminan generando la certeza de que uno no es bueno para estudiar. Pero así como se construye, puede modificarse: “Cuando un docente deposita expectativas favorables sobre un alumno y cree en sus capacidades, ese alumno se motiva y hace todo lo posible por aprender”, asegura García Ripa a Clarín Educación. En otras palabras, transmitir expectativas altas –pero realistas– parece ser un punto de partida inelu-
Cuando un docente deposita expectativas favorables sobre un alumno, éste se esfuerza por aprender
dible para que los chicos crean en su capacidad de aprender. Gabriela Verdicchio, profesora de Inglés en el Colegio San Fernando, evoca la autobiografía del escritor francés Albert Camus, El primer hombre: “Ahí, Camus cuenta cómo, a pesar de la gran pobreza que golpeó toda su niñez, su maestro apostó por él, reconoció sus aptitudes y por medio del afecto y el ejemplo logró que siguiera sus estudios hasta llegar a la universidad y ser Premio Nobel de Literatura”. Aprendizajes con sentido Claro que no alcanza con que los chicos confíen en sí mismos: también es necesario que perciban que lo que hacen en la escuela tiene algún sentido. Patricia D’Ambrosio, profesora en la Escuela N° 7 María Claudia Falcone, de Caballito, asegura: “Sólo entendiendo el sentido de una actividad se puede incorporar un conocimiento, y así
decir que existió un aprendizaje y que fue significativo. Podemos recorrer nuestra propia experiencia y rescatar las cosas que aún hoy recordamos: ¿qué hizo el docente para que eso llegue hasta hoy?”. Se trata, en otras palabras, de mostrar el valor de los aprendizajes, de conectar los contenidos con los intereses de los chicos. Pero esto no quiere decir que todo lo que se hace en la escuela tenga que tener una aplicación inmediata. “No todos los conocimientos que se imparten en la escuela serán utilizables; sin embargo, enriquecen y forman a las personas. Es importante hacer hincapié en esto y no decir que sólo tienen sentido los aprendizajes de conocimientos que se puedan utilizar directamente en la vida”, afirma García Ripa. Esta postura implica poner el foco en el aprendizaje y no en la nota: intentar que un estudiante se motive sólo con el fin de evitar el
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>> CONSEJOS PARA PADRES
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Estimular a los chicos para que se enfoquen en el aprendizaje y no en la nota. No es lo mismo decirles cuando se van al colegio: “Tenés que ser el mejor de tu clase” o “A ver qué nota te sacás”, que poner el foco en el proceso: “Aprendé todo lo que puedas”. Los padres son los primeros motivadores.
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Ayudarlos con sus tareas, sin resolvérselas. Por ejemplo, cuando un hijo dice que tiene dificultades, no es lo mismo decirle: “Traelo, que yo te lo hago”, que preguntarle: “¿Qué es lo que te cuesta? Hacé el problema pensando en voz alta para que yo lo vea y te pueda dar una pista que te ayude”. También es clave ayudarlos a organizar su tiempo.
Ricardo Braginski
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Ofrecerles a los chicos otros entornos de aprendizaje y fomentar su curiosidad. No sólo se aprende en el colegio, sino en cualquier momento. Pero depende del entorno que crean los adultos: por ejemplo, disponer de libros en casa, leerles cuentos, ir al zoológico, estimularlos para que jueguen con otros chicos, con los adultos o con la PC, etc.
rbraginski@clarin.com
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Dar el ejemplo. Una gran parte de lo que aprendemos, lo aprendemos por imitación. En consecuencia, por ejemplo, no se puede pretender ejercer una influencia sobre los chicos para que lean en vez de ver televisión, si los padres hacen lo contrario. Fuente: Jesús Alonso Tapia
Gustavo Ortiz
testimonio 1
JOSE LUIS
Gabriela Verdicchio 18 años de docencia profesora de inglés en el colegio san fernando - hurlingham e Debemos comprender a nues-
tros alumnos para poder brindarles junto con los contenidos un plus de confianza, valoración, alegría, afecto y la seguridad de que pueden lograr grandes cosas. e La motivación eficaz no debe
ser causada sólo por una actividad concreta o atractiva sino que debe sostenerse en el tiempo; debemos lograr que se haga un hábito en nuestros alumnos. e La educación no debe limitarse
a la transmisión de conocimientos, sino que debe también transmitir valores y actitudes positivas hacia las actividades escolares. Eso se logra cuando nosotros, sus maestros, nos sentimos involucrados en la tarea, dando valor a nuestras clases a través de la pasión que ponemos en ello, siendo sus modelos. De este modo lograremos desterrar la idea de que el esfuerzo es sinónimo de aburrimiento.
aplazo no parece ser una estrategia recomendable. Para el psicólogo español Jesús Alonso Tapia, “si lo que preocupa al alumno es evitar las consecuencias negativas de una mala calificación, se esforzará lo justo para pasar el examen y utilizará formas de estudio adecuadas al tipo de examen que espera, pero que quizá no sean las que más favorezcan un aprendizaje sólido”. El enigma como motor En otras palabras, la mejor estrategia de motivación parece ser la que se conecta con la curiosidad de los estudiantes, en lugar de amedrentarlos con el aplazo. El pedagogo Philippe Meirieu escribe que la tarea del maestro es “crear un enigma” para provocar el deseo de aprender. ¿Cómo hacerlo? Propone Meirieu: “Decir o enseñar lo suficiente a fin de que se entrevea el interés de lo que se dice así como su riqueza, y callarse
gabriela
Gabriela Verdicchio es profesora de Inglés y maestra de 1° grado. Para ella, la motivación debería ser un hábito.
a tiempo para despertar el interés por el descubrimiento”. A veces, una buena pregunta puede ser la mejor motivación: un interrogante que plantee un desafío cognitivo, que “provoque” a los estudiantes y los estimule a indagar y saber más. Cristina Madden, profesora en el Instituto Sagrado Corazón de Jesús, sugiere: “Debemos estar atentos a sus intereses y acercarles materiales, ya sea libros, programas de computación, juegos, instrumentos musicales o cualquier herramienta que alimente su curiosidad y su creatividad”. Así, apelar a la curiosidad puede ser un primer paso para fomentar la participación de los chicos en clase y que ellos sean los protagonistas de sus aprendizajes. La afinidad de intereses es uno de los mejores criterios para armar grupos de trabajo. Los especialistas reconocen que el aprendizaje cooperativo y la división de los chicos
Para el pedagogo Philippe Meirieu, la tarea del maestro es “crear un enigma” para provocar el deseo de aprender
en equipos en función de sus inquietudes también son estrategias válidas a la hora de motivar. El clima del aula Un ambiente participativo, cooperativo, que potencie la autonomía y la curiosidad de cada uno: se trata de generar en el aula un auténtico clima de trabajo. Esto supone garantizar la disciplina y el orden necesarios para que los chicos no se distraigan, pero también demostrar entusiasmo y pasión por lo que se enseña. “Es importante que los profesores busquemos dar clase desde el afecto, respetando a nuestros alumnos, permitiéndoles expresarse, favoreciendo el trabajo en equipo y la toma de decisiones, ocupándonos especialmente de aquellos que presentan dificultades y no sólo dando lugar a los que más se destacan”, enumera Gabriela Verdicchio. Gabriela señala también que
Cómo encender la chispa de la pasión La mirada clavada lejos, en el horizonte. Un bostezo que se escapa aquí, otro que se contagia más allá. Unas cuantas caras que miran pero parecen no ver. Quien alguna vez haya estado parado frente a un curso sabe lo difícil que suele resultar motivar a los alumnos. En la era de los estímulos permanentes, de las múltiples pantallas que siempre atraen con una propuesta más entretenida que la otra, la escuela enfrentan una situación muy difícil de resolver. Por una parte, tiene la oportunidad –y la obligación– de transmitir información y contenidos a esos alumnos que están ahí, disponibles durante cuatro horas, o la jornada completa según el caso. Pero esto se produce en el contexto de una cultura de videoclip, donde lo rápido siempre prevalece y las luces del show continuo parecen encandilar el valor de los conocimientos más profundos. ¿Cómo enfrentar este dilema? En esta extensa nota de tapa de Clarín Educación, especialistas y docentes ofrecen sus claves. Entre ellas, la necesidad de apuntar a la autoestima de los alumnos, a lograr un buen clima de trabajo, a estimular los intereses de cada uno, a promover un aprendizaje en equipo. Un desafío enorme, que sólo es posible encarar con éxito si los mismos docentes están motivados. Y, también hay que decirlo, si las familias acompañan con su necesaria cuota de motivación y estímulo por el aprendizaje y por el conocimiento. Porque parecerá que miran hacia la nada, o se les escapará algún que otro bostezo. Pero detrás de esas caras que lucen inexpresivas, siempre hay una historia por escribirse, cuyo final dependerá, en gran medida, de que unas chispas enciendan –en el momento preciso– lo mejor que tienen para dar.
Consejo Asesor Tres especialistas contribuyen a definir los temas y el enfoque de las notas en Clarín Educación. Rebeca Anijovich
Especialista y Magister en Formación de Formadores (UBA). Docente en UBA y Univ. San Andrés. Asesora en escuelas argentinas y latinoamericanas.
Guillermo Jaim Etcheverry
Médico y doctor en Medicina (UBA) Ex rector de la UBA. Miembro de la Academia Nacional de Educación
Juan José Llach
Licenciado en Sociología (UCA) y en Economía (UBA). Ex ministro de Educación de la Nación.
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>> informe para docentes y padres estrategias para el aula 1. Apelar a la curiosidad y crear enigmas
2. Reforzar los autoconceptos
3. Relacionar los contenidos con experiencias concretas
El pedagogo Philippe Meirieu sugiere “promover el saber con un enigma”. La habilidad del docente consistirá en formular preguntas que puedan conectarse con los intereses de los estudiantes y les propongan un desafío cognitivo. La clave: partir de lo que ellos saben, y estimularlos para que investiguen.
El autoconcepto es la imagen que un estudiante tiene de sí mismo como alumno. Los chicos se motivan si perciben que el adulto les transmite confianza y pone en ellos expectativas altas.
“Tenemos que preguntarnos si lo que nosotros –los adultos– entendemos por conocimiento es algo valioso para los alumnos”, propone la docente Patricia D’Ambrosio. Una manera de mostrarles ese valor a los estudiantes es intentando conectar los saberes con problemas reales o situaciones diarias.
néstor garcía
testimonio 2 Patricia D’Ambrosio 8 años de docencia coordinadora del ciclo superior en la escuela n° 7 m. claudia falcone - caballito
patricia
e La escuela tal como la cono-
cemos fue pensada y creada en un momento histórico y social diferente de este; es un espacio de encierro con tiempos pautados. Pero con las nuevas tecnologías, los chicos manejan el tiempo y las relaciones en forma diferente fuera de los “muros”. e Se plantea que los alumnos se
aburren dentro de la escuela, pero la realidad es que la escuela no tiene la obligación de ser divertida, para eso están las actividades recreativas. A veces los docentes nos preocupamos demasiado por cosas que superan nuestra tarea. e No hay estrategias predetermi-
nadas. Motivar a los chicos tiene que ver con el conocimiento que tenga el docente de ese grupo, de sus posibilidades, de lo que le brinda la escuela como institución y también con su experiencia. e Si los padres valoran la produc-
ción de sus hijos en la escuela, para ellos también tendrá valor. Patricia D’Ambrosio da clases de Comunicación y Periodismo en 5° año. Ella resalta la importancia del rol de los padres como “primeros motivadores”.
en el imaginario de muchos chicos el esfuerzo está asociado al aburrimiento. Y que el aula tendría que ser un espacio para revalorizar el esfuerzo: “Nuestros chicos están bombardeados permanentemente por la cultura del facilismo, que ha influido en muchos casos generando desmotivación por el estudio. Por eso debemos tratar de que estos alumnos consigan pequeños éxitos académicos, para que luego puedan aspirar a lograr objetivos que exigen mayores esfuerzos”. Evaluar lo positivo De aquí se desprende otra clave
que reiteran varias de las fuentes consultadas: el progreso. Es decir: empezar con desafíos más accesibles, y luego proponer tareas más complejas. Para Alonso Tapia, todo docente debería preocuparse por “ayudar a que el alumno experimente progreso”. Esto requiere repensar no sólo las actividades que se proponen, sino también la función de la evaluación. En diálogo con Clarín Educación, Alonso Tapia se pregunta: “¿Les informamos a los estudiantes sólo lo que está bien o mal con una calificación, o nos preocupamos de que sepan por qué está mal y cómo pueden
En el imaginario de muchos chicos el esfuerzo está asociado al aburrimiento. Hay una cultura del facilismo
evitar los errores, en un contexto de ayuda y no de sanción?”. En este sentido, la corrección puede ser una instancia más de motivación. Por eso, al corregir un examen, es importante no limitarse a marcar todo lo que estuvo mal, sino intentar rescatar las cosas que se hicieron bien. Esto también vale para los padres. García Ripa explica: “Muchas veces marcamos los errores, y esto es necesario, pero nos olvidamos de marcar pequeños logros. Al mirar siempre lo que no se logra, el alumno termina agotando sus intereses y se desmotiva”.
¿Y los docentes? Lo cierto es que no existe una única receta para motivar a los alumnos. Por otra parte, la mejor estrategia depende de cada grupo y, más aun, de las necesidades de cada estudiante. Sin embargo, hay algo que nunca puede faltar: la motivación del docente. ¿Cómo va a motivar a los demás alguien que está desmotivado? Esa misma pregunta se hizo Cristina Madden a la hora de pensar el tema de su tesis de maestría en la Universidad Nacional de San Martín. “Pensé en los profesores que van de una escuela a otra y que a
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4. Utilizar las evaluaciones para dar feedback
5. Clima de trabajo 6. Promover el aprendizaje cooperativo
En la instancia de devolución de un examen, es importante que el docente no se limite a marcar sólo lo que está mal, sino también resaltar lo que el estudiante hizo bien. Si el alumno sólo recibe críticas sobre lo que no logró, tarde o temprano su interés se agotará. La corrección siempre puede motivar.
La motivación es una cuestión individual pero también grupal. El docente debería procurar que en el aula se respire un clima de esfuerzo, entusiasmo y disciplina.
Los proyectos de aprendizaje cooperativo requieren la participación activa de los estudiantes y hacen que las clases se vuelvan más dinámicas. En estas propuestas, los chicos aprenden de sus pares y son estimulados por sus propios compañeros. Lo importante: que no se genere una excesiva competencia.
Gustavo Ortiz
testimonio 3 Cristina Madden 14 años de docencia profesora de inglés en el instituto sagrado corazón de jesús - hurlingham e La herramienta más útil es tras-
mitir pasión y alegría por nuestro trabajo, en combinación con una mezcla de cariño y respeto por ellos, más un delicado equilibrio entre exigencia, coherencia, límites, autoridad y sentido del humor. e En mi caso, les explico los
motivos por los cuales es imprescindible para ellos adquirir las herramientas necesarias para comunicarse en inglés, y trato de incentivarlos para que participen permanentemente; de acercar el uso del idioma a su realidad, de aproximarlos a la literatura, a la música, a la ciencia, a la tecnología y al mundo empresarial. e Debemos sembrar y fomentar en
cristina
ellos la curiosidad, una motivación propia, para que luego en la escuela se dejen seducir por la motivación de sus profesores. Sobre este tema –la motivación docente– estoy escribiendo mi tesis. Me gustaría intercambiar opiniones con otros docentes; mi mail es tradmadden@yahoo.com.ar.
Cristina Madden con sus alumnos de Inglés en el Instituto Sagrado Corazón de Jesús. Para ella, resulta clave priorizar la motivación del docente.
veces no se identifican con ninguna. También en lo que me motiva a mí y en lo que puede motivar a mis colegas. En algunos, la sonrisa de un alumno basta para darles energía para seguir apostando; en otros, el agradecimiento de un padre por la labor realizada los colma de satisfacción; también la palabra de un colega o de un directivo nos alienta y nos compromete cada vez más. Y al que lucha por llegar a fin de mes, un aumento salarial lo tranquiliza”, ejemplifica. Para Cristina, la motivación de los docentes a través de un sistema de incentivos es una cuenta pen-
diente en las políticas educativas. Y sin embargo, esa parece ser la clave para avanzar hacia mejores aprendizajes: “Todo lo que se trabaje sobre el profesorado, por propiedad transitiva, se hará sobre los alumnos”, sostiene la docente. Contra la motivación Con una posición diferente, el investigador Estanislao Antelo, profesor en la Maestría en Gestión Educativa de la Universidad de San Andrés, propone correr el eje de discusión y asegura que los estudiantes no están más desmotivados que antes, sino que “la
La motivación de los docentes a través de un sistema de incentivos es todavía una cuenta pendiente
motivación se ha vuelto un imperativo, una moda, un cliché”. Para él, “tanta energía puesta en la motivación no hace más que agobiar a los educadores”. Antelo sintetiza: “La función de la escuela no es atraer; no es un show. Es un lugar donde unos adultos preparados transmiten conocimiento a los más jóvenes. Su misión no es impresionarlos sino introducirlos al mundo. Cuando los educadores se proponen impresionar, motivar e interesar a los alumnos, la atracción es fatal. Y los chicos duermen, como corresponde”.
su opinión ¿Deben los docentes preocuparse por motivar a sus alumnos, o esto supone derrochar esfuerzos para hacer “divertida” una experiencia que no tendría por qué serlo? ¿Cuáles son las razones por las que algunos chicos se aburren tanto en clase? Invitamos a los lectores de Clarín Educación a compartir sus experiencias y enviar sus opiniones sobre este tema a nuestra dirección de correo electrónico: educacion@clarin.com
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> discusión gentileza cusam
La Ley 26.695, aprobada en agosto con el consenso de todas las fuerzas políticas, establece que las cárceles deben garantizar el acceso de los internos a la escuela primaria y secundaria. Los impulsores del proyecto explicaron sus implicancias a Clarín Educación.
En el Centro Universitario San Martín, los internos tienen clase junto con los agentes del servicio penitenciario.
Alfredo Dillon
adillon@clarin.com
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Las cárceles no resocializan a nadie, sólo lo hace el estudio y el cambio que éste produce en la mentalidad de los hombres y mujeres que pasan por las aulas”. La frase forma parte de una carta que le enviaron a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner los estudiantes de Filosofía y Letras del Centro Universitario Devoto, que funciona en la cárcel de Villa Devoto y depende de la Universidad de Buenos Aires. Para ellos, la educación puede lograr lo que el encierro solo no permite: transformar la vida de las personas que, por un motivo u otro, fueron encarceladas. Esa misma convicción se deja leer en la Ley 26.695, vigente desde agosto, que estableció que es obligatorio estudiar en todas las cárceles del país. En su primer artículo, la ley declara que “todas las personas privadas de su libertad tienen derecho a la educación pública. El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad indelegable de proveer prioritariamente a una educación integral, permanente y de calidad
para todas las personas privadas de su libertad”. La obligatoriedad abarca hasta el nivel medio, en sintonía con lo que estableció la Ley de Educación Nacional de 2006. La responsabilidad de la ejecución corre por cuenta del Ministerio de Educación Nacional y los ministerios provinciales, junto con la cartera de Justicia y Derechos Humanos. La norma pauta un plazo de hasta dos años para que se tomen las medidas necesarias para garantizar “la creación de espacios y programas de estudio para todos los establecimientos donde aún no existiesen”. “La idea es avanzar hacia un sistema que garantice a los ciudadanos privados de su libertad todos los derechos, menos los inherentes a la restricción de su libertad ambulatoria. En otras palabras, que los internos puedan estudiar en igualdad de condiciones que el resto de los argentinos”, explicó a Clarín Educación el diputado Ricardo Gil Lavedra (UCR), uno de los impulsores del proyecto junto con Adriana Puiggrós (Frente para la Victoria). Ellos retomaron un proyecto que había sido elaborado en 2009 por el diputado Emilio García Méndez, y que surgió como fruto de la iniciativa de los internos de la Unidad 2 de la cárcel de
Devoto, donde funciona una de las sedes del programa de educación universitaria UBA XXII (ver “Las universidades...”). De acuerdo con los últimos datos disponibles del Servicio Penitenciario Federal, Argentina tiene una población carcelaria de 54.537 personas. De ellos, alrededor del 90% no terminaron el secundario. Una porción significativa (57%) no terminó la primaria; y hay un 7% que directamente no recibió ninguna instrucción. Por otro lado, el 41% de los internos estaban desocupados al momento de su detención, y otro 40% tenía un trabajo de tiempo parcial. El 51% no tenía ni oficio ni profesión (ver “Nivel educativo...”). “Una persona que no accede a la educación no tiene las herramientas necesarias para hacer lo que la sociedad pretende de ella”, explicó Leandro Halperín, director de UBA XXII. Estas cifras ponen en evidencia que la reinserción es muy difícil para quienes no cuentan con herramientas para conseguir trabajo. “Hay que capacitar al interno para que, cuando salga, pueda tener una vida útil”, sostuvo Gil Lavedra. Según los datos del Servicio Penitenciario, hasta ahora el 57% de los presos no participaban de ningún programa educativo. Ahora, la
participación en estas iniciativas –que incluyen modalidades de educación técnico profesional– es obligatoria para todos. Además de la posibilidad de acceder a nuevos conocimientos y de conseguir un título, los internos cuentan con beneficios (“estímulos educativos”) en función de los ciclos educativos que vayan completando. De esta manera, pueden reducir su pena hasta 20 meses. Por otra parte, la ley establece que la educación no podrá ser objeto de premios ni castigos: no se podrá sancionar a nadie privándolo del derecho de ir a clase o impidiéndole que rinda un examen. “Dar educación a las personas privadas de su libertad es una política educativa pero es también una política preventiva de seguridad”, dijo a Clarín Educación la diputada Adriana Puiggrós, responsable de la Ley 26.695. Puiggrós citó una investigación de la UBA que demostró que, “mientras en las cárceles federales la reincidencia supera el 40%, entre los internos que cursan un nivel educativo entero, la reincidencia baja al 3%”. Para la diputada, estas cifras demuestran el impacto que la educación puede tener “en la reinserción social y la ampliación de las oportunidades de conseguir trabajo”.
Entusiasmada con la nueva ley, Gabriela Salvini, responsable del Centro Universitario San Martín (CUSAM), que funciona en la Unidad Penal 48 de José León Suárez, agrega un desafío que considera fundamental: “Es importante garantizar también el acceso a la educación de los agentes del Servicio Penitenciario, porque muchos de ellos sólo terminaron la primaria. Para ellos, que están en contacto cotidiano con los internos, la educación también debería ser obligatoria”. Ya no es sólo una opción para pasar el tiempo: la educación tras las rejas es un derecho del que gozan todos los internos desde el primer día de detención, independientemente de su situación procesal y del tipo de establecimiento, la modalidad de encierro, el nivel de seguridad o las calificaciones de conducta o concepto. Pero además, es una obligación del Estado y las provincias garantizar que ese derecho sea efectivo, en igualdad de condiciones que para el resto de los ciudadanos y con la confianza puesta en la capacidad transformadora de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Más que nunca tiene sentido pensar, con Paulo Freire, en la educación como práctica para la libertad.
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Fleco y las palabras. Claudia Maiocchi, ilustraciones de Alex Ducal. Abran cancha. $29
Las universidades en la cárcel gentileza uba xxii
Las carreras que se dictan en contexto de encierro.
Tres relatos de Fleco, un chico de doce años que anda siempre en pandilla. El menudo protagonista es una especie de Robin Hood de la gramática y el idioma que se dedica a robar, regalar y vender palabras. Incluye simpáticas ilustraciones que acompañan la amena lectura. La autora presenta rebeldía, humor y poesía desde la perspectiva de un singular niño que ama y rearma la escritura.
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esde hace 25 años, el programa UBA XXII de la Universidad de Buenos Aires ofrece algunas carreras universitarias en la cárcel de Devoto, a la que con el tiempo se sumaron tres unidades penitenciarias de Ezeiza y dos de Marcos Paz. Allí se dictan el Ciclo Básico Común y las carreras de Abogacía, Sociología, Psicología, Letras y Ciencias Económicas, además de cursos de computación y extensión. Los profesores y la carga horaria son los mismos que “afuera”. En total, el programa tiene alrededor de 300 alumnos regulares en las carreras y otros 300 en los cursos extracurriculares. “Es una responsabilidad indelegable del Estado asegurar la educación en contextos de encierro. El acceso a la educación no puede depender sólo de la voluntad del interno”, dijo Leandro Halperín, director de UBA XXII, a Clarín Educación. “Es una paradoja pretender que la cárcel resocialice pero no brindar las condiciones para que eso suceda. El estudio es una de las herramientas más potentes para igualar en oportunidades y derechos”, agregó. Halperín elogió el consenso detrás de la aprobación de la Ley 26.695, que contó con el apoyo de todas las fuerzas políticas, y destacó que se haya recuperado la concepción de la educación como un derecho: “Antes, la educación se consideraba un premio. Pero se la utilizaba también como instrumento de castigo: si las autoridades penitenciarias querían sancionar a un preso, tal vez le impedían que rindiera un examen. Con la nueva ley, la educación ya no puede ser objeto de sanciones”. La UBA no es la única con pre-
El descubrimiento y los hallazgos de la Psicología... S. Sirigatti, C. Stefanille y G. Nardone. Paidós. $87
El Centro Universitario de Devoto, que depende de la UBA, ofrece varias carreras y cursos extracurriculares.
sencia en las cárceles: también las universidades nacionales de La Plata, Córdoba, Cuyo, San Martín y Río Negro, entre otras, tienen acuerdos con el Sistema Penitenciario para dictar sus carreras en contextos de encierro. Una de las particularidades del Centro Universitario San Martín (CUSAM), que funciona en la Unidad Penal 48 de José León Suárez y depende de la Universidad Nacional de San Martín, es que los internos van a clases junto con los agentes del Servicio Penitenciario. “Fue un pedido de los propios internos, que lo vieron como una manera de zanjar las diferencias”, contó Gabriela Salvini, responsable del CUSAM. “Además, creamos una cooperativa y hay un trabajo en red con las familias y con organizaciones sociales del barrio, para promover la inserción laboral y estimular que los internos sigan estudiando cuando salen de la cárcel”, agregó. Actualmente, el CUSAM tiene alrededor de 100 alumnos que están cursando la carrera de So-
ciología. También ofrece talleres de complementación curricular y de orientación artística. Uno de esos talleres, dirigido por Lautaro Merzari y José Lavallén, acaba de dar origen a un CD –lanzado en septiembre– titulado Rimas de Alto Calibre, grabado íntegramente en la cárcel. El año pasado, de un taller de escritura surgió el libro Ondas de Hiroshima: una compi-
lación de poemas de los internos que fue presentada nada menos que en el Festival Internacional de La Habana. En el futuro cercano, uno de los próximos pasos del CUSAM será inaugurar la Escuela Superior de Pastelería, para que los internos puedan acceder también a formación en oficios que les abran nuevas oportunidades.
Una invitación a un intenso recorrido por los descubrimientos científicos y los avances más significativos de la Psicología, desde la teoría de la percepción hasta las neurociencias. El libro aborda temas diversos: cómo funcionan los grupos, la obediencia a la autoridad, el efecto placebo, la fisiología del aprendizaje, de la emociones y de la mentira, entre tantos otros. Escrito por tres profesionales de la Psicología, que a su vez representan tres generaciones de terapeutas.
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> capacitación
Mapas digitales para Geografía Ya no hace falta consultar los pesados atlas de nuestros abuelos. Ahora, aplicaciones como Google Earth o Bing Mapas permiten explorar el mundo a través de imágenes satelitales y datos actualizados. Sebastián Davidovsky Especial para Clarín
C
ada vez más docentes descubren las ventajas de usar mapas digitales en sus clases de Geografía. ¿Qué los diferencia de los de papel? El profesor Diego Garramuño, con sus 25 años de experiencia, dice que Google Earth lo ayuda a captar la atención de sus alumnos: “Es como ir en un avión y mirar el mundo desde arriba”, asegura. Además, los mapas digitales son más actuales: “Como las imágenes siempre se renuevan en forma permanente, cuando erupcionó el volcán chileno Puyehue, vimos fotografías satelitales y ubicamos los pueblos argentinos más cercanos”, cuenta. Tanto Google Maps (www.google.com.ar/maps) como Bing Mapas (www.bing.com/maps/) se usan desde la Web sin descargar programas en la PC. Permiten observar los países en cartografías con división política o con vistas satelitales. En ambas visualizaciones está la opción de acercar la imagen o de trabajar en escala. Para llegar a un lugar se puede escribir el nombre del país o de la ciudad, o utilizar las coordenadas geográficas, tanto de longitud como de latitud. Por ejemplo, para observar el glaciar más importante del país es necesario escribir en el casillero de búsqueda “Glaciar Perito Moreno, Santa Cruz” o su equivalente en coordenadas. Tras aterrizar en el lugar se podrá explorar el tipo de suelo, ver fotografías y hasta conocer el clima. Este tipo de material resulta un buen punto de partida para organizar una clase sobre accidentes geográficos, movimientos de la placa tectónica o contaminación ambiental. Para utilizar la opción de imágenes satelitales sólo es necesario hacer clic en el ícono de Satélite, que se encuentra arriba a la derecha. Estos mapas se pueden recorrer en falso color compuesto, una forma habitual utilizada en este tipo de fotografías para distinguir los distintos tipos de suelos. Por ejemplo, el celeste representa las zonas urbanas y el rojo intenso, la vegetación sana o en proceso de crecimiento. Lo mejor de todo es que las imágenes se van actualizando constantemente. Google Earth, en cambio, es un software que se descarga gratis de www.google.com.ar/earth y tiene más funciones que Google Maps. Algunos de los usos que se le puede dar a este programa son: e Estudiar los relieves, ampliando las imágenes. Esta opción puede
brújula web Cuatro sitios que ofrecen programas y herramientas para trabajar sobre mapas en la clase de Geografía. Algunos incluyen sólo división política, otros incorporan relieve e imágenes satelitales.
Google Maps permite utilizar una vista con división política e imágenes satelitales, al igual que Bing Mapas. Los dos permiten acercar las imágenes o trabajar en escala. Está en www.google.com.ar/maps.
Bing Mapas, desarrollado por Microsoft, en el que se pueden observar los territorios en falso color compuesto. No hace falta descargarlo: se puede utilizar desde www.bing.com/maps.
Google Earth es una de las herramientas más competas. Permite al usuario ver perfectamente los distintos relieves. Se puede descargar gratis de www.google.com.ar/earth.
El World Wind, desarrollado por la NASA, incluye una herramienta para visualizar fotografías de erupciones de volcanes. Para descargarlo, es necesario ingresar a worldwind.arc.nasa.gov.
no venir habilitada por defecto y será necesario activarla: en Herramientas/Opciones /Vista 3D, seleccionar Mostrar el relieve. e Analizar accidentes geográficos, con zoom o en escala. e Usar una cuadrícula para determinar latitud y longitud. En el menú superior, elegir Cuadrícula. e Conocer la altitud en un punto dado. Para eso es necesario activar la opción Relieve y se podrá acceder a esta opción. Mientras se va recorriendo un lugar (por ejemplo, la Cordillera) se podrá ir viendo debajo del cursor la elevación de ese lugar (se toma como base el nivel del mar).
Medir la distancia entre dos lugares. Requiere ir a Herramientas /Regla, seleccionar Línea o Ruta y marcar los puntos a medir. e Enriquecer los mapas con distintas “capas” de información. Hay algunas que vienen por defecto y permiten ubicar, por ejemplo, parques y zonas recreativas, calles o los principales aeropuertos. Se pueden añadir más capas en http://www.google.com/earth/index.html, en la sección Gallery. Todos estos programas tienen un manejo totalmente intuitivo, y la opción de guardar distintos puntos de interés y compartirlos vía email. e
La NASA también tiene el suyo World Wind es el nombre del globo terráqueo que desarrolló la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (NASA). Este programa superpone imágenes de satélites de la NASA y fotografías aéreas del United States Geological Survey (USGS) sobre modelos tridimensionales de la Tierra y, en las últimas versiones, Marte
y la Luna. Si bien resulta inferior a Google Earth, tiene algunas funciones interesantes. Por ejemplo, se puede añadir un registro histórico de los principales terremotos, incendios, tormentas y erupciones de volcanes alrededor del mundo y por fechas, y con imágenes satelitales registradas en ese momento. Para descargarlo, es necesario ingresar a http:// worldwind.arc.nasa.gov.
MIERCOLES 19 de octubre de 2011
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> ENFOQUES archivo clarín
Los juegos de ingenio exigen pensar, casi siempre de una manera entretenida. Y aunque al comienzo no lo parezca, la matemática siempre está presente.
Con ustedes, los números que divierten Pasado mañana se conmemora el día de la “matemática recreativa”. Qué es y cómo aprovecharla para el aula. Federico Kukso
Especial para Clarín
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esde casi el nacimiento del sistema educativo argentino, la matemática carga con una especie de letra escarlata dentro y fuera de las aulas. Aunque en vez de una “A” (de adúltera, como en la novela de Nathaniel Hawthorne), porta la letra “I” de incomprensible. Cualquier docente lo sabe, lo percibe: los alumnos, por lo general la rechazan. No comprenden qué tienen que ver las fracciones, los números primos, los logaritmos y ecuaciones con sus vidas. Hasta que apareció el matemático y periodista Adrián Paenza y su saga de Matemática... ¿Estás ahí? (Siglo XXI Editores) y unió esos mundos aparentemente paralelos y en pugna. Con sus juegos, tru-
cos, reflexiones, problemas cotidianos, con un estilo magnético y entretenido, le pegó una lavada de cara a la matemática y logró que muchos chicos y sus docentes se amigaran con ella. Pero Paenza no fue el primero. En rigor, se paró sobre los hombros de gigantes que le precedieron como, por ejemplo, el filósofo y escritor estadounidense Martin Gardner, que murió el año pasado y dejó un gran legado, una fórmula para divulgar y educar. Y en cuyo honor y para recordarlo se estableció el 21 de octubre, pasado mañana –fecha en la que hubiera cumplido 97 años– como el día mundial de la matemática recreativa. Maestro de los juegos y pasatiempos matemáticos, Gardner en sus columnas mensuales en la revista Scientific American (19561981) emparentó lo aparentemente abstruso o inasequible con la diver-
AGENDA Hoy comienza ExpoUniversidad
Premio a las mejores innovaciones criollas Más de un millón de pesos ya tienen dueño entre los flamantes ganadores de Innovar 2011, el concurso nacional de innovaciones tecnológicas y productivas que cada año organiza la Secretaría de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. En esta edición, se repartieron premios de entre 5 y 30 mil pesos. Pero el gran premio Innovar de 50 mil pesos lo compartieron dos proyectos de investigación: el facilitador de partos Odón Device y la clonación de una vaca que produce leche maternizada (foto).
Desde hoy y hasta el 22 de octubre, en La Rural, la 16° edición ExpoUniversidad dará a conocer la oferta educativa de más de 250 universidades e institutos terciarios de la Argentina y el mundo. Los visitantes podrán obtener información sobre carreras, comparar propuestas, planes de estudio, aranceles y perspectivas de inserción laboral. Más datos en www.expouniversidad.com.ar
Cita virtual con la tecnología educativa Los docentes interesados en el uso de las nuevas tecnologías en el aula pueden seguir intercambiando experiencias y participando del encuentro virtual EducaRed, de la Fundación Telefónica, que está abierto en la Web desde el 1° de septiembre. Ya participaron más de 7.500 docentes de 11 países. Sólo hay que entrar en http:// encuentro2011.educared.org
sión. A través de juegos, ilusiones ópticas, adivinanzas, problemas de deducción, observación e ingenio se propuso disparar en el público lo que llamaba “Reacciones ¡Ajá!” (o Gotcha! reactions), el efecto de asombro que despierta el resolver un desafío y que le hace ver a cada lector que la matemática no es sólo para unos elegidos. “¿Por qué nos interesan juegos como el ajedrez, el go, el truco, la escoba del 15, los crucigramas, las sopas de letras, los sudoku y el TEG? –se pregunta el matemático argentino Ariel Arbiser en su reciente y recomendado libro El jugador científico–. Por un rasgo básico del ser humano: la curiosidad, el deseo de conocer la solución de un enigma. Los juegos de ingenio exigen pensar, casi siempre de una manera entretenida. Y aunque al comienzo no la veamos, la matemática siempre está”. En el libro Matemática divertida
y curiosa, Malba Tahan (seudónimo del brasileño Julio César de Mello y Souza) propone, por ejemplo, el “acertijo del billete de cien pesos”: “Una persona entra en una zapatería y compra un zapato de 60 dólares, pagando con un billete de 100 –cuenta–. El zapatero, al no tener cambio, manda a un empleado a buscarlo en una confitería cercana. Luego le entrega al cliente su vuelto. Momentos después aparece el dueño de la confitería exigiendo la devolución de su dinero, ya que el billete era falso. Por lo tanto el zapatero le devuelve los cien dólares. Surge la duda: ¿Cuál fue la pérdida del zapatero?”. (Respuesta: 200 dólares: 40 que le dio al que compró el zapato, 100 que le dio al de la confitería y además lo que perdió de ganar con la venta de ese zapato). En el fondo, todos somos jugadores, nos intrigan los desafíos. Y los docentes que son capaces de
encausar sus clases con este tono logran su objetivo de incentivar, despertar la curiosidad en sus alumnos. La matemática recreativa invita a disfrutar, promueve que docentes y alumnos vivan aventuras y se conviertan en valientes y enfrenten a dragones con nombres extraños como “poliedros”, “combinatoria”, “derivadas”. Hay muchos estilos: el del matemático inglés Ian Stewart (De aquí al infinito, Baúl de tesoros matemáticos), el del español Claudi Alsina (Asesinatos matemáticos) y Jaime Poniachik (Excursiones matemáticas). Hace más de tres mil años, los profesores de matemáticas de la antigua Babilonia colocaban acertijos en sus textos cuneiformes para asegurarse la atención de sus pupilos. Si lo lograron sin electricidad, celulares, computadoras y Facebook, cualquiera puede hacer al menos el intento.
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19 de octubre de 2011
> experiencias pol cucala
Escuelas en clave verde La docente Claudia Flexer tiene como meta transformar los patios de cemento de los colegios porteños en jardines con ceibos y otras especies autóctonas. Para eso, enseña a los alumnos cómo plantar y cuidar los árboles. Los talleres son gratuitos para las escuelas públicas. Los chicos plantan los pequeños árboles en macetas y los cuidan hasta trasplantarlos en los patios de los colegios. Arriba, Claudia Flexer en un taller que realizó en la escuela N° 13 distrito 4 de la ciudad de Buenos Aires.
ue los chicos porteños saben más de edificios que de plantas autóctonas no es una novedad. Sin embargo, la docente y naturalista Claudia Flexer, directora de Chicos Naturistas, está empeñada en transformar las escuelas de la ciudad en un enorme ceibal: “No es lo mismo salir a un patio en el que sólo hay cemento que a uno repleto de plantas nativas. La idea del proyecto Corredores Verdes es que los chicos tengan un laboratorio viviente en el jardín de la escuela. Queremos hacerles ver cómo era el paisaje antes, qué quedó y qué podemos hacer para devolverle
la gran parte de naturaleza que le sacamos”, explica Flexer. Este proyecto se inició hace un año y acaba de recibir el auspicio del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Chicos Naturalistas nació en 2003 con una hipótesis muy simple: si los chicos aprenden cómo funciona la naturaleza, van a saber cómo cuidarla. Claudia empezó dictando talleres de educación ambiental en escuelas privadas en donde su hipótesis se empezó a comprobar: los chicos de la ciudad conocen muy poco de la fauna y flora nativa. “¿Los bichos están hechos de plástico?”, “las mariposas son como el delivery de la naturaleza?” y “¿los panaderos son las plumas de las semillas?” fueron algunas de las preguntas que sus alumnos le hicieron y nunca pudo borrar de su memoria. Luego, con
el próximo
El miércoles que viene, en Clarín Educación, un informe completo sobre las tareas. ¿Cuáles son sus aportes al proceso de enseñanza? ¿Qué rol deberían desempeñar los padres? ¿Cómo balancear las obligaciones en el horario extraescolar con la necesidad de los chicos de jugar y recrearse?
Silvana Santiago Especial para Clarín
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Un bosque en pleno La Boca El próximo 22 de noviembre se celebra el Día Nacional del Ceibo y Claudia Flexer quiere festejarlo creando un bosque de esta especie en el parque más joven de La Boca: el Quinquela Martín. “Vamos a plantar unos 40 ejemplares”, asegura entusiasmada. El sueño de esta docente es que cada fin de verano, cuando se produce la floración del árbol nacional, el bosquecito se pueble de cientos de colibríes y coloridas mariposas.
el respaldo económico de dos empresas, logró acercarse a las escuelas públicas con el objetivo de convertirlas en microespacios verdes. Su primer destino fue el barrio de La Boca que, como el resto de la ciudad, tiene al menos un 90% de especies exóticas. En cada taller Claudia y los chicos plantan 20 ejemplares nativos, de los cuales siete son ceibos. Luego, las plantas quedan al cuidado de los alumnos quienes se encargan de regarlas y mantenerlas hasta que llegue el momento de trasplantarlas. Aunque las cosas no siempre salen bien y en una ocasión sólo sobrevivió la mitad de los 60 ejemplares trasplantados. “Cuando me enteré lo que había pasado, me llené de una tristeza profunda y casi desisto de este proyecto. Pero después pensé que es
una actividad que pertenece a los chicos de la ciudad y mi deber era inspirarlos y guiarlos. Les aconsejé entonces que siempre que vieran a alguien lastimar un árbol, intencionalmente o no, le avisen al cuidador de la plaza”, así –confiesa la docente– resolvió seguir adelante. Entre los vaivenes del proyecto, Claudia les cuenta a los chicos que las flores del ceibo son como pistas de aterrizaje para los pájaros y que las orugas comen las hojas antes de transformarse en mariposas. Y se entusiasma al pensar en las cuatrocientas escuelas que todavía le falta visitar, con su equipaje lleno de plantas y tierra fértil. “Cuando se les da la posibilidad de ver cómo funciona la naturaleza, los niños toman conciencia. Y es una impronta que les queda grabada para toda la vida”, asegura orgullosa.