2 minute read

PREGONERO DE LA SEMANA SANTA 2022

SALUDA Y AL TERCER AÑO... RESURRECCIÓN

Juan Antonio De Heras Pregonero de la Semana Santa

Advertisement

Con sumo gusto, asumo la honrosa misión de dirigirles un saludo en una revista cuyo nacimiento en 2017 vino a colmar de ilusión el esfuerzo editorial que la impulsaba. No es para menos, por cuanto ha sabido abrirse un espacio destacado y cumplir con los objetivos que la promueven, dando a conocer nuestra Semana Santa con artículos de gran valor y un cuidado diseño en cada una de sus páginas.

No estaba entonces en la mente de nadie, ni tan siquiera en los más agoreros pronósticos, que el mayor tropiezo con el que nos fuéramos a encontrar en el camino consistiera en otra cosa distinta a un día de viento o de lluvia, de esos que incomodan o impiden los desfiles. En cambio, ya ven lo que la vida nos tenía preparado, poniendo a prueba a la humanidad en su conjunto, pues nadie se ha visto a salvo, ni en nuestras históricas plazas, ni en los confines más alejados del planeta.

Cuando esto escribo, los ecos de una sexta y demoledora ola de contagios, conviven con la apariencia de que las cifras, aún en su dramatismo, anuncian una menor letalidad de la pandemia, gracias entre otras cosas a la eficacia de la vacunación. Todo ello hace posible contemplar el mes de abril con la esperanza del regreso de las procesiones que, tan pronto den comienzo los primeros traslados, habrán de contagiarnos de ilusión, de fe y de la más pura esencia de nuestras tradiciones.

Por todo ello, hago propio el deseo que el presidente del Real y Muy Ilustre Cabildo Superior de Cofradías de Murcia, mi querido y admirado amigo José Ignacio Sánchez Ballesta, pronunciaba en el acto de presentación del cartel anunciador de la Semana Santa, del Nazareno del Año y de este inmerecido pregonero. Su «¡procesión a la calle!» es la frase que esperamos escuchar en cada templo, desde que el Viernes de Dolores se abran las puertas de San Nicolás de Bari hasta que el Resucitado inicie su triunfal recorrido en Santa Eulalia.

Les invito por ello a vivir esta Semana Santa intensamente, desde la reflexión del sentido último de la Pasión y Muerte de Cristo, que vino al mundo para cambiarlo todo y regalarnos con el precio de su sacrificio nuestra redención, pero también con la celebración de la vida, porque nadie conoce el momento de su última procesión. Hagamos por ello una ocasión de hermandad en cada estación de penitencia. Con responsabilidad, compromiso, ilusión y esfuerzo compartido. Con el ejemplo que siempre, y ahora más que nunca, han sabido dar y siguen dando quienes saben que ser cofrade y sentirse cofrade es sinónimo de alegría, generosidad y entrega.

This article is from: