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Planificando desde lo local - Melissa Santamaria Acosta

PLANIFICANDO DESDE LO LOCAL

Una mirada al proceso de desarrollo comunitario mediante el uso de herramientas que mejoren la gestión y articulan los territorios.

Melissa Santamaria Acosta

Co-Fundadora y actual presidenta de Fundación Habitar Colectivo. Vicepresidenta del frente de Jóvenes Pichincha del Movimiento Político Creo 21. Quito -Ecuador.

La participación de la ciudadanía en la planificación constituye un complejidad y se refiere al conjunto de teorías, métodos y prácticas que introducen de tema de gran interés y forma interactiva la comunidad en los procesos de toma de decisión. La comunidad desempeña un papel importante en relación con el Estado y el mercado.” (Fracasso, 2000).

El desarrollo comunitario, se asume como un proceso que tiende a fortalecer la participación y organización de la población, en la búsqueda de respuestas propias para mejorar su localidad, se busca que estos sean bajo los principios de cooperación, ayuda mutua y colectividad. Este consenso busca fortalecer la participación, recuperar la identidad y el sentido de pertenencia hacia sus comunidades.

Dentro de este contexto surgen como propuesta para aumentar las capacidades institucionales y colectivas en laesfera local con el fin de hacer frente a los desafíos urbanos y promover sociedades más participativas y consientes de las realidades que se vive localmente. De esta manera se hace referencia al termino de gobierno abierto, desde donde se puede generar nuevas formas de participación e inclusión ciudadana, este se cataloga como un eje rector para el acercamiento del desarrollo local desde lo colectivo, en donde la participación ciudadana se ve como una manera para incidir la inteligencia colectiva en la población y estos gocen de una certera participación ciudadana en espacios para generar innovación en los territorios y de esta manera enfatizar la generación de datos abiertos participativos, con lo cual se busca mejorar las herramientas para la gestión yarticulación de los territorios.

La participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones públicas puede promover una mayor comprensión de los problemas públicos y una coresponsabilidad en la búsqueda de soluciones, promoviendo así una implementación con un mayor grado de legitimidad.

La forma más utilizada para impulsar la co-creación colectiva ha sido mediante la generación de laboratorios de innovación cívica o pública. Los laboratorios ciudadanos, buscan ser espacios físicos para la innovación, el intercambio de ideas y la incubación de proyectos, en los que se proyecta nuevas formas de crear valor público y generar soluciones a las problemáticas locales. Estos espacios no tendrían ninguna finalidad sin la participación de la población y muchomenos serian útiles a un nivel máximo si estos no promueven el conocimiento y el intercambio de ideas entre los participantes, quienes a través de sus ideales e ingenio desarrollan una inteligencia colectiva.

Sin lugar a dudas, el gran objetivo de aprovechar ésta sabiduría es la generación de una inteligencia colectiva (IC) que permita razonar, aprender, crear y tomar decisiones en grupo a partir del conocimiento que emerge de las interacciones entre individuos (Rey, 2017), es así como estos espacio de encuentro se convierten en verdaderos laboratorios de la ciudad que buscan profundizar en la inteligencia colectiva como un desafío de diseño, y cómo concebir arquitecturas participativas eficaces y eficientes que respondan a lasociedad local y sus necesidades.

Dentro de este contexto surgen como propuesta para aumentar las capacidades institucionales y colectivas en la esfera local con el fin de hacer frente a los desafíos urbanos y promover sociedades más participativas y consientes de las realidades que se vive localmente.

Es un espacio articulador con las nuevas formas de organización ciudadana y agrupaciones autoorganizadas que, mediante procesos informales de práctica ciudadana, modifican de forma resiliente y adaptativa los entornos que habitamos. A su vez, trabaja colaborativamente por el empoderamiento urbano de la ciudadanía y desarrollan procesos críticos sobre las ciudades actuales.

Por lo anterior, la apertura de la información y el uso de las tecnologías de la comunicación, han ganado un importante papel de cambio en el diseño y construcción de acciones colaborativas y participación ciudadana, en donde se ha permitido involucrar a la ciudadanía y a los sectores productivos de cada país en la búsqueda de soluciones creativas de problemas públicos.

No es fácil acotar la Inteligencia Colectiva (IC) a un concepto universal y definitivo. Hay mucho debate entre expertos y una gran variedad de definiciones según lo qué entiende cada cual por “inteligencia” y por “hecho colectivo”, Pero se puede entender como un proceso de incidencia ciudadana en donde todos los actores se encuentran en un momento de generación y toma de decisiones que concierne a un grupo en común para la búsqueda de un beneficio colectivo.

En este contexto, es que los laboratorios aparecen como una nueva forma de reconstruir esa relación entre ciudadanos e instituciones, capaces de reconfigurar las interfaces de participación pasando de una actitud pasiva a una activa, donde no medie la burocracia entre quienes proponen y los que deben toman decisiones, donde podamos poner a prueba y fallar para escalar en grande, donde la creatividad de las personas esté en el centro de la estrategia abriendo el manejo vertical de las instituciones para que sean más permeables, dinámicas y pasen a formar parte de un modelo horizontal; cambiando de esta forma para siempre la relación tradicional que estas mantienen con sus ciudadanos.

La apertura de la información y el uso de las tecnologías de la comunicación, han ganado un importante papel de cambio en el diseño y construcción de acciones colaborativas y participación ciudadana, en donde se ha permitido involucrar a la ciudadanía y a los sectores productivos de cada país en la búsqueda de soluciones creativas de problemas públicos

En la era digital, los laboratorios de innovación pueden ser la fuente de una nueva generación de derechos, comenzando por el derecho a innovar, a generar nuevas tecnologías, nuevos campos de conocimiento, esferas económicas, sociales, culturales y junto a ellos nuevas responsabilidades colectivas. Los laboratorios podrían responder a la hipótesis propuesta llevar la participación ciudadana del “decidir con” al “hacer con”, ya que los actores involucrados no solo están ideando acciones, sino que también proponen cómose las puede llevar a cabo, es así que se logra desarrolla alternativas de la propia comunidad que está más apegada a su territorio.

Durante los últimos años, hemos sido testigos de un aumento del co-diseño, desarrollo y uso de tecnologías para conectar a residentes con sus gobiernos locales u organizaciones civiles. Esto se debe a la expansión de las tecnologías digitales que están abriendo opciones de construcción de conocimientos compartidos y hace posible construirlas ciudades de código abierto, y será un hecho que una de las medidas más acertadas pos pandemia será el incremento de uso de las tecnologías como una metodología para construir comunidades virtuales y mantenernos más cercanos y conectados.

Es un hecho que vivimos en un mundo digital. En América Latina, 440 millones de personas (el 67% de la población) usan internet. La revolución digital ha cambiado nuestras vidas personales de múltiples maneras y de una forma muy acelerada. Nuestra forma de ver películas, viajar, comunicarnos, acceder a servicios o adquirir información es muy distinta a lo que era hace sólo diez años, el modelo globalizado del capitalismo ha permitido avanzar mucho en este proceso global que ahora en una mirada general se está enfocando mucho más en atender las necesidades locales para impulsar una nueva era global, sin embargo, esta revolución no ha impactado de la misma manera a todos los habitantes o en todos los sectores por igual. Hay quienes no han sido capaces de adaptarse a los rápidos cambios que la tecnología está haciendo posibles. La falta de acceso al entorno digital agudiza la desigualdad que ha caracterizado a nuestra región desde hace décadas.

El trabajo que tenemos por delante es desmitificar la tecnología, entenderla como una herramienta que puede facilitar nuestras actividades cotidianas, generar información o articular la acción colectiva. La tecnología tiene el potencial de cambiar la forma en la que la ciudadanía interactúa con diferentes sectores, fortaleciendo nuestras comunidades y nuestros accionar como ciudadanos.

Por otro lado, la sociedad civil organizada y la ciudadanía históricamente ha atendido los vacíos que el Estado deja, constantemente liderando los esfuerzos para encontrar respuestas, proveer servicios básicos, exigir transparencia, visibilizar casos de corrupción, el cual es un trabajo necesario que en muy pocas ocasiones se alinea o conecta con los esfuerzos gubernamentales.

El trabajo que tenemos por delante es desmitificar la tecnología, entenderla como una herramienta que puede facilitar nuestras actividades cotidianas, generar información o articular la acción colectiva. La tecnología tiene el potencial de cambiar la forma en la que la ciudadanía interactúa con diferentes sectores, fortaleciendo nuestras comunidades y nuestros accionar como ciudadanos.

Como rescata la Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE) en su informe, “La participación ciudadana y de la sociedad civil es fundamental para desarrollar, mantener e implementar las reformas de gobierno abierto, pero la participación, sobre todo en la fase posterior del ciclo de políticas públicas, está siendo una excepción que la norma. A pesar de que la mayoría de gobiernos involucran a los ciudadanos y a la sociedad civil en cierta medida en el ciclo de políticas públicas, en la mayoría de casos se parece más a una consulta que a una colaboración’’.

Con el desarrollo comunitario se busca mejorar las condiciones de vida de la población, desde el punto de vista social, territorial, económico, cultural, político y ambiental, promoviendo una nueva mirada, buscando superar las brechas y potenciar las oportunidades del territorio. Se viene una nueva era en donde desde ya destaca la participación activa de la misma ciudadanía lo cual mediante una correcta articulación con organizaciones de la sociedad civil se podrá subir un escalón más en la constante lucha por alzar la voz de quienes han sido invisibilizados por mucho tiempo.

Bibliografía:

Fracasso, L. (2000). Planificación comunitaria y participación en os procesos de decisión: Categorias de analisis y argumentos. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales.

Gonzalo , M., & Buelga, S. (s.f.). Desarrollo comunitario y potenciación. Obtenido de https://pdfs.semanticschola r.org/6767/4ba035391888d e9cee6d2920896d674ab7d 8.pdf

Marchioni, M. (s.f.). Comunidad, participación y desarrollo. Madrid: Editorial Popular. Rey, A. (2017). Inteigencia Colectiva. Obtenido de https://www.amaliorey.com /tag/inteligencia-colectiva/

Reyes, R. M. (s.f.). Desarrollo comunitario. Procedimiento metodológico para su impementación en las comunidades.Obtenido de http://xn--caribea9za.eumed.net/wpcontent/uploads/planeacio n.pdf Risler, J., & Ares, P. (2013). Manual de mapeo colectivo.Buenos Aires: Tinta Limon.

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