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LUMA PUNTOS DE DISTRIBUCIÓN DIRECCIÓN GENERAL

Yuki Pastrana Adán Ruiz luma@rednacionaldearte.com

RELACIONES PÚBLICAS Y DIFUSIÓN

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“Goethe University Westend Sculpture” Dr. David Prvulovic, Frankfurt, Germany · flickr.com/photos/davidsphotoblog777/ ® LUMA es una publicación perteneciente a la plataforma independiente “Red Nacional de Arte” (rednacionaldearte.com), dedicada a la difusión del arte contemporáneo. Año 1. Número 1. Fecha de publicación: Julio de 2016. Revista bimestral. Editada y publicada por Red Nacional de Arte. Ciudad de México. Teléfono (55) 5396 3809. Editor responsable: Adán Ruiz Verdiza. Número de certificado de reserva: en trámite. ¶ Ninguna parte de esta la publicación, incluyendo el diseño, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse de ninguna forma, ni por ningún medio sin previa autorización de los editores. El contenido de la publicidad y de los artículos es responsabilidad exclusiva de los anunciantes y colaboradores. luma@rednacionaldearte.com luma.rednacionaldearte.com www.rednacionaldearte.com


CONTENIDO Carta Editorial Pág. 4

El Paisaje y la Psique: Reflexiones de un Entorno Pág. 22

Coreografía Contemporánea y Otros Demonios Pág. 6

Irene Cruz: El Paisaje Emocional Pág. 10

Dasein Arquitectónico Pág. 18

Me quedo contigo de Artemio Narro Pág. 26

“Hasta que la muerte nos separe.” Pág. 29

Querido Andréi/ para Nadia y Rubén Pág. 30

Carta de Francisco Toledo y sociedad oaxaqueña Pág. 31

La balsa y el incendio. Montaje de Teatro Físico Pág. 32

Artistas que ilustran esta edición: “Reduced to perfection”

“Sin título”

“Sin título”

“Dans la mer”

“Sin título”

“Nadiae +”

Fotografía de Thomas Leuthard flickr.com/photos/thomasleuthard Pág. 5 Fotografía de Adán Ruiz adanruiz.com Pág. 14 Fotografía de Karla Oceguera flickr.com/photos/karlaoceguera Pág. 16

“La balsa y el incendio” Fotografía de 21Hrs yukipastrana.com Pág. 34

Ilustraciones de Pablo Querea www.pabloquerea.com Pág. 24 Fotogramas de 21Hrs yukipastrana.com Pág. 28 Fotografias de 21Hrs yukipastrana.com Pág. 30


Editorial

El Primer Número

No. 1

Finalmente, y luego de varias conversaciones, meses de planeación y también de abandono, hemos podido publicar el primer número de la Revista Luma, dedicada en su totalidad al quehacer artístico, con especial énfasis en el arte contemporáneo. Lanzar una revista es un gran esfuerzo económico y humano, por lo que a lo largo del proceso nos encontramos con bastantes dificultades. No fue hasta después de la creación de la plataforma de Red Nacional de Arte que conseguimos direccionar esos esfuerzos para que Luma pudiera existir. Hoy, nos da gusto poder ver que este proyecto que pasó tanto tiempo archivado pueda ver la luz. El primer número estará lleno de incertidumbre, y sin duda marcará de forma importante el futuro de la revista, que por ahora será publicada bimensualmente. Actualmente somos un equipo realmente pequeño, y estamos en busca de todo aquel que se quiera sumar de alguna manera. Agradecemos a todas las personas que nos donaron su tiempo, sus imágenes, textos, diseños, ilustraciones y demás ideas para poder existir como publicación. Esperamos que disfruten de la revista.

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ARV.



“Obesos soñaron dragones” · Proyecto Salmón · Teatro de la Danza Fotografía: Gabriel Ramos

COREOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA Y OTROS DEMONIOS I Por Alejandro Rabai Vera.

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Hablar de danza contemporánea es en ocasiones un problema dado que es una de las disciplinas que más se han diluído con la ‘contemporaneidad’. Es común ver ejercicios de supuesta experimentación (que no proponen mucho más de lo que ya han experimentado otros) o procesos que poco valdría la pena observar sobre el escenario presentandose una y otra vez mientras los espectadores quedan perplejos por tener que enfrentarse a piezas vacuas, carentes de un sentido que les permita sostenerse, o por lo menos, un mérito compositivo, un interesante uso del espacio, o calidades de movimiento y elementos que vuelvan a la obra disfrutable. Es cierto que el arte —y sobretodo el contemporáneo— exige en la mayoría de las circunstancias que el espectador conozca el contexto general de la obra (porque suele pasar que el arte no es tan universal como se dice), y que la danza contemporánea propone códigos estéticos que aunque son accionados por cuerpos humanos, están muchas veces más relacionados con otro tipo de sensibilidades que reclaman ciertos grados de abstracción, sin embargo estos elementos son usados

comunmente para justificar la falta de rigor que el artista ejerce sobre su creación, que puede terminar siendo ‘una tomadura de pelo’. No soy ni interprete ni coreógrafo, empero, estoy profundamente interesado en el tema. Durante el último mes he asistido a ver por lo menos 9 coreografías, y desde hace unos cuantos años me encuentro muy cercano al medio de la danza contemporánea en México como para notar que pese a tratarse de un gremio muy unido (tan unido que los que más van a las funciones de danza son ellos mismos), puede ser desorganizado, despreocupado (como para usar música de otros artistas sin permiso y violar leyes autorales que en otras ramas del arte se cuidan con demasía, o como para restar importancia al hecho de mostrar piezas totalmente distintas a causa de no poder tener los mismos elementos en cada función, más allá de las disposiciones del foro) y estar perdido en conceptos que más que teorizar o generar conocimientos o investigaciones corporales que conmuevan al público, se enfoca en soliloquios que no llevan a ninguna parte. Si generalizaramos, podríamos decir que la danza contemporánea en México se encuentra inmadura. Pero para no cometer tal calamidad, y para evidenciar que el panorama no es tan negativo como la introducción de este artículo parece apuntar, enumeraré una serie de piezas coreográficas estrenadas entre el 2015 y 2016 (no digamos solamente ‘de danza contemporánea’) que en mi opinión cuentan argumentos suficientemente potentes como para provocar una conversación pieza-espectador.


La primera que viene a mi mente es la magnífica “Dr.Faustus” de Emilio García Wehbi y Maricel Álvarez, obra brillantemente estructurada en capitulos donde el teatro físico y la danza son abrazados por un propositivo uso de los elementos escenográficos (que dicho sea de paso, y hablando de escenografía, una de las tendencias contemporáneas es optar por el no uso de artilugios sobre el escenario. Escenografía ‘minimalista’, dirían algunos). La pieza, tremendamente feminista, logra dotar a los cuerpos en escena de una resistencia notable, a la vez que la atmósfera lograda por la luz, el sonido, y la memorable voz que introduce omnipresentemente las acciones (no de manera ilustrativa, sino mediante el uso de figuras poéticas) nos envuelve en un mundo místico inspirado por Goethe. El desempeño de los performers es aplaudible, así como la incursión de componentes audiovisuales que dialogan en tiempo real con la obra. Dr. Faustus · Maricel Álvarez y Emilio García Wehbi · Teatro El Galeón Fotografía cortesía de fanpage.

Por otro lado, “Obesos Soñaron Dragones” de Ricardo Pulido es una puesta en escena fresca con una enérgica fuerza imaginativa que repiensa las estructuras actuales de la danza contemporánea. La propuesta no se limita sólo a explorar el movimiento como vaso comunicante del intérprete, sino que demuestra inteligentemente la facultad que puede tener el más sutil artificio para difuminar realidades. El montaje consiste en tres bailarines co-creadores que utilizan el espacio en su totalidad como desencadenador de escenas distintas que tienen lugar en el mismo tiempo, y son vinculadas por factores presentes en la escena. La fragmentación es clara, pero utiliza una retórica hábil y termina por ser una pieza muy concreta. Cada momento está muy bien seleccionado, y el uso de la música potencia un ritmo narrativo tanto coherente como seductor. Aludiendo brevemente a piezas completamente extranjeras que fueron estrenadas recientemente en el país, “Error 404” de la uruguaya Lucía Naser podría ubicarse entre esas obras ‘peculiares’ y complicadas de definir como danza contemporánea, pero me parece interesante mencionar que la ‘conferencia’ que ‘performa’ no es impresionante en alguna manera, o novedosa si se conocen algunos de los antecedentes que la misma artista cita, pero sí atractiva para verse en un contexto socio-cultural mexicano, donde llega como una reflexión irónica del estado actual de las cosas.

Ato BOMBA · Quiatora Monorriel

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Otra pieza extranjera que igualmente es descrita en ocasiones como una coreografía es el video ensayo de Paz Rojo (España) titulado “Dancismo”, en donde aborda el movimiento, la libertad y la influencia del neoliberalismo como actante subjetivo para estos conceptos. El tratamiento utilizado para construir la película (proyectada a dos pantallas simultaneas) otorga una sensación de empatía muy bien lograda que culmina con la identificación del espectador y una crítica que se vuelve universal.

Error 404 · Lucía Naser · Teatro Daniel Zebadúa Fotografía: Eka Ríos

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* El objeto de las imágenes es meramente ilustrativo. Fueron obtenidas de páginas oficiales y perfiles sociales de las obras mencionadas.


“Danzismo” · Paz Rojo

“Ato Bomba” del sonorense Benito González (Quiatora Monorriel) es un programa compuesto por doce pequeñas piezas coreográficas que ‘emulan el toque áspero y elemental de una maqueta sonora y se construyen como si se tratara de un álbum de alguna banda de rock pop, sólo que en versión demo’. Indudablemente, la música de Ato Bomba es fundamental en la premisa, directa y bien coreografiada. Las calidades de movimiento de los interpretes son intachables, y los momentos perfectamente ensayados, pero no acartonados. En general, es un trabajo sencillo soportado por su banda sonora, pero diligente. Pese a la cantidad de propuestas interesantes que haya, la falta de rigor artístico en la danza contemporánea mexicana es una realidad que se ve reflejada no sólo en los coreografos, sino también en sus técnicos e instituciones practicamente inexistentes (y quizás no tan necesarias debido al público minoritario que tiene la danza contemporánea en relación con otras artes). Es evidente la falta de organismos más allá del INBA que promuevan las coreografías en otras partes del mundo, o al menos en el interior de la república.

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No es gratuito que el año pasado, el Premio Nacional de Danza INBA UAM Guillermo Arriaga fuera declarado desierto ‘por falta de contundencia, calidad, investigación y compromiso’. Finalmente alguien del gremio (quienes recalco, son casi los únicos que van a las funciones) hizo notar las carencias del arte escénico nacional. Falta poco para que nuevamente se concurse por el premio. Ya veremos qué sucede este año...

La convocatoria del Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga, publicada por la Coordinación de Danza en “Scribd”, porque sí.

https://es.scribd.com/doc/310973248/PREMIO-NACIONAL-DE-DANZA-GUILLERMO-ARRIAGA-XXXV-Concurso-de-Creacion-CoreograficaContemporanea-INBA-UAM



IRENE CRUZ: EL PAISAJE EMOCIONAL Por Adán Ruiz V. www.adanruiz.com @adan_ruiz

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Irene Cruz es una joven artista nacida en Madrid. Es licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, y Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid, y cuenta con un máster internacional EFTI, especializándose en Fotografía conceptual y creación artística. Actualmente reside en Berlín. Ha desarrollado su obra principalmente a través del paisaje europeo, en conjunción de visibles conceptos como la soledad, feminidad y la naturaleza. Salvador Dalí, en su lúcida y disparatada locura, se jactaba de su especial naturalismo cuando señalaba: “Pinto descalzo, me gusta sentir la tierra bien cerca de mis ‘dos’ pies”. Irene Cruz fotografía descalza, siente descalza la húmeda tierra del bosque, crea descalza porque le gusta volar por la naturaleza en esa “hora bruja” del atardecer tardío o del anochecer temprano. Volar, fluir, vivir y saltar. Para caer de nuevo pesadamente en la tierra real; para sentir en sus pies la humedad de la neblina que ya no es naturalista porque se ha convertido en poesía romántica alemana. - Eduardo Rodríguez Merchán.

En la obra de Irene, los colores fríos abrigan generalmente a bosques en donde los personajes establecen una relación entre el silencio y el desnudo, o bien, entre el abandono y el sujeto. El elemento externo refleja al interno. La soledad y el silencio parecen ser los vasos comunicantes de la individualidad. ¿Cuál recuerdas que fue tu primer acercamiento a la imagen fija, qué te motivó a adentrarte en la fotografía y qué experiencias han sido claves en tu formación como fotógrafa? No sé donde están exactamente mis comienzos. Mis padres, cuando era pequeña me regalaron una cámara. Y aunque la perdiera en las excursiones que hacía con el colegio, siempre quería otra, aunque para ello tuviera que esperar a mi próximo cumpleaños. Desde entonces no imagino mi vida sin la fotografía. Es algo imprescindible, una parte de mí. Siempre me ha gustado mucho hacer fotos. El momento en el que tuve claro que quería dedicarme a la fotografía artística, fue cuando hice mi primer viaje a Berlín mientras realizaba el máster de fotografía conceptual en EFTI (Agosto 2011). Anteriormente sólo había estudiado fotografía publicitaria en la facultad.


Gracias al máster conocí un mundo que me encantó, me absorbió, y me dejé llevar. Y desde entonces ha sido un no (querer) parar. ¿Por qué la naturaleza funge como un ente tan importante y presente en tu obra?

Dentro de tu fotografía retratas diversos conceptos haciendo uso de distintos elementos, pero en tus series predominannan imágenes femeninas, siendo raro ver hombres. ¿A qué se debe la ausencia masculina y el abundante número de mujeres en tu trabajo? Soy una mujer y cuento a través de un punto de vista femenino, me es más fácil expresarme con cuerpos que son parecidos al mío. De todas formas, últimamente me estoy atreviendo con modelos masculinos. Todo evoluciona. Lo podéis ver en mi última serie Hábitat. Tus cuadros pueden llegar a proyectar un particular sentido de soledad, tristeza, vacío y melancolía. ¿Hasta qué punto te interesa indagar en estas ideas, por qué se vuelven recurrentes?

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Creo en la soledad de manera positiva. El vaciarse de uno mismo es también algo bueno, permite volvernos a llenar. Todo está ligado a una idea de reflexión sobre los temas que planteo en mis proyectos. Utilizo metáforas siempre con la naturaleza (que se vacía en Otoño – Invierno para volver a llenarse con la Primavera).

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Para mí la naturaleza lo es todo. Es una cuestión de creencias personales. Estoy completamente enamorada de los paisajes del norte, en concreto de la luz, es la gran razón por la que vivo en Berlín. La luz azul tenue y tamizada lo envuelve todo, y a la vez lo llena de misterio, me gusta el momento que hay entre el día y la noche, el puente que conecta los límites que no existen. El hombre toma la naturaleza en forma de paisajes y la transporta a los soportes del arte. Creo que el paisaje tampoco existe sin la percepción emocional de quien lo contempla. (Es primero un acto de ver y sentir para posteriormente ser interpretado por el arte). En mis series fotográficas el cuerpo transmite la atmósfera del paisaje, y el paisaje refleja los sentimientos de las figuras. Algo no revelado. Es el lugar del misterio envuelto en el inicio de la noche. Apelo a quien lo contempla, a su empatía. Los cuerpos siempre quedan integrados en la naturaleza como parte de ella. El hombre en sociedad hoy en día creo que ha olvida-

-do realmente de donde viene, toda mi obra tiene un eje central y es que “somos naturaleza”.


Quiero empatizar, que los espectadores imaginen, que sientan la tierra mojada bajo sus pies descalzos, que se pierdan en el espacio natural y a su vez en el temporal, que reflexionen atraídos por el misterio de mis imágenes que parecen situarse en el punto en el que todos los opuestos confluyen, para que no se olviden del lugar de donde vienen, que sean naturaleza, porque todo es naturaleza en definitiva. Quiero que entren y sean partícipes de mi juego, que se conviertan en esas mujeres, como ellas se han convertido a su vez en Irene Cruz. También me parece que todo artista tiene que tener obras que sean reconocibles por su estilo estético, y trabajo en ello para construir mi “identidad visual”. ¿Qué es lo que te resulta más complicado e interesante en los autorretratos? Lo más complicado es conseguir convertir en fotografías las imágenes que tengo en la cabeza o en los dibujos que realizo previamente a fotografiar. Lo más interesante es que soy “mi propia directora” como si de cine se tratara. Muchas veces dicen que mi fotografía es una especie de gran performance, y no se equivocan en absoluto. ¿Qué tipo de equipo cargas contigo cuando fotografías en exteriores y cómo es el proceso de creación cuando estás en la locación?

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Siempre llevo un trípode, una cámara, y mi cuaderno de dibujos. En algunas ocasiones también necesito un asistente. El inicio de todo trabajo artístico para mi es una reflexión, ésta conecta con algún tema, que hace que me pregunte sobre él. Me documento literariamente, leo, y comienzo el proceso creativo para explicar lo que me hace sentir mediante el lenguaje corporal. Para ello hago muchos dibujos. Busco un lugar en mi imaginario y continúo dibujando el escenario. En Alemania es muy fácil encontrar lo que tengo en la cabeza. Por lo tanto todas las fotografías que hago en las locaciones que elijo, ya están preparadas con una especie de


¿Cuál kit de objetivos es esencial en tu trabajo? Mis favoritos son el 24mm y el 50 mm Además de fotografía, tienes una videoinstalación. ¿Qué tan diferente te parece la narrativa fotográfica en relación a la cinematográfica? ¿Qué papel juega el performance en este trabajo específico? Hace muy poco que realicé mis primeras 2 videoinstalaciones en la PPC Gallery de Berlín. Me gustan, porque son mucho más interactivas. Entiendo la performance dentro de la galería como el artista presente en su obra. Es otra manera de explicar, de transmitir y de invitar a todo aquel que asista a entender lo que quieres decir de otra manera. Además, me gusta y me interesa mucho el hecho de que la gente participe.

¿Qué fotógrafos contemporáneos crees que vale la pena revisar? Os animo a ver la obra de Gabri Solera, David Catá, Mayumi Hosokura, María Trillo, Sofía Roncero, María Sánchez, David Schäfer… ¿Por qué? ¡Porque tienen mucho talento!

Si tuvieras que elegir entre todas tus fotografías,¿cuál seleccionarías como la más preciada para ti? Seele VII, sin duda es mi favorita.

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DASEIN ARQUITECTÓNICO: LA INCLUSIÓN DE LOS SENTIDOS Y SENTIMIENTOS HUMANOS EN LA ARQUITECTURA Por Tonantzin Rentería Blanco El estado actual de la arquitectura muestra un claro deterioro en la conexión del humano con ella. En este mundo globalizado, donde lo más importante es vender, el sentido de la vista se ha convertido en el principal objetivo del mercado. La arquitectura no se salva de esto, cada vez son más los proyectos que impactan a este sentido. De lo que no se han percatado es que estos proyectos resaltan, pero no expresan.

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La pérdida de esta capacidad crea proyectos fríos, desconectados de usuarios y el contexto. Pero, ¿cómo lograr el volver a vincular estos elementos?, ¿qué papel jugarán los sentidos y el mismo humano en esta tarea? La vista no es el único sentido que puede gozar de la arquitectura, para el arquitecto Juhani Pallasma, el enlace directo debe de ser el tacto. De acuerdo a su libro Los ojos de la piel, todos los sentidos, incluida la vista son una prolongación del tacto, (Pallasmaa, 2006). Las experiencias sensoriales son modos del tocar, un acceso directo entre el mundo que nos rodea y nuestras pericias.

El tacto es la modalidad sensorial que integra nuestra experiencia del mundo con la de nosotros mismos. Incluso las percepciones visuales se funden e integran en el continuum háptico del yo; mi cuerpo me recuerda quién soy y en qué posición estoy en el mundo. Mi cuerpo es realmente el ombligo de mi mundo, no en el sentido del punto de vista de la perspectiva central, sino como el verdadero lugar de referencia, memoria, imaginación e integración (Zumthor, 1998, pág. 11).

Ante esto, queda claro que una arquitectura “enriquecedora” debe de mezclar los sentidos simultáneamente, fundiendo el yo con la experiencia que obtenemos del exterior. La arquitectura está encargada de articular las experiencias del ser-en-el-mundo, fortaleciendo el sentido de realidad y del yo; no se vive en un mundo de invención y fantasía. La arquitectura relaciona, media y conecta significados, no sólo crea objetos de seducción visual. El significado básico de un edificio va más allá de la arquitectura: vuelve nuestra conciencia hacia el mundo y hacia nuestro propio sentido del yo y del ser. ¿Por qué se da esto?, nuestros sentidos son nuestras experiencias, nuestros recuerdos, lo que crea nuestra personalidad, gustos, nuestro sentir.


Una arquitectura con un significado real hace que tengamos una experiencia de nosotros mismos como seres corporales y espirituales. Un arquitecto con esto en mente no trabaja sólo con espacios, conecta y trabaja su cuerpo, su yo, al proyecto. Es un trabajo con una perspectiva inversa, su propia imagen, creando una identificación. “Toda la constitución corporal y mental de hacedor se convierte en el emplazamiento de la obra” (Pallasmaa, 2006, pág. 12). Si los sentidos forman parte de nuestro yo, entonces estos sentidos conciben nuestras memorias. Un arquitecto debe de tener la facilidad entonces de conectar sus memorias a sus sentidos y viceversa. Es decir, sus recuerdos más enterrados, los de la infancia por ejemplo, podrían volverle a generar esa experiencia sensorial que tuvo en el momento en que se generó; y una nueva experiencia sensorial podría hacerle evocar esos viejos momentos. Para el arquitecto Peter Zumthor existe una arquitectura perdida, esto quedó plasmado en su libro Pensar la Arquitectura. Sus recuerdos de la arquitectura no sólo se basan en lo aprendido en su carrera, algunos son los que obtuvo al vivir la arquitectura sin reflexionarla, los de su infancia (Zumthor, 1998). Lo que él vio en su infancia se le presenta como lo que realmente es. La cocina que veía, sencilla, iluminada, es para él su representación de una cocina. Estas son vivencias arquitectónicas ordinarias, pero son las más auténticas que un arquitecto puede obtener, porque no sólo es el espacio, es lo que se vivió ahí, los olores, los colores, los sentidos mezclados con el sentimiento de familiaridad, de pertenencia. Al final, el arquitecto debe lograr eso, que los usuarios se conecten con sus sueños, sus recuerdos. Cuando me pongo a proyectar me encuentro siempre, una y otra vez, sumido en viejos y casi olvidados recuerdos, e intento preguntarme: qué exactitud tenía, en realidad, la creación de aquella situación arquitectónica; qué significó para mí, y en que podría servirme de ayuda tornar a evocar aquella rica atmosfera que parece estar saturada de la presencia más obvia de las cosas, donde todo tiene su lugar y su forma justa. En este proceso no deberíamos destacar, en absoluto, ninguna forma especial, pero sí dejar sentir ese asomo de plenitud, y también de riqueza, que le hace a uno pensar: eso ya lo he visto alguna vez, y, al mismo tiempo, sé muy bien que todo es nuevo y distinto, y que ninguna cita directa de una arquitectura antigua revela el secreto de ese estado de ánimo preñado de recuerdos (Zumthor, 1998, pág. 10).

Debemos hacer que los usuarios se vuelvan videntes, pero no como la visión enfocada que nos enfrente en el mundo, sino una visión periférica, más susceptible; esta visión nos envuelve en la carne del mundo (Pallasmaa, 2006). Con una visión así, no sólo nos quedamos impregnados a lo que vemos, nos vemos a nosotros mismos: una visión narcisista. La visión que ejercemos sobre las cosas, las cosas las ejercen hacia nosotros, esto está expresado en el libro Lo visible y lo invisible: ...como han dicho muchos pintores, me siento mirado por las cosas: mi actividad es idénticamente pasividad, lo cual constituye el sentido secundario y más profundo del narcisismo: no ver fuera, como lo ven los demás, el contorno de un cuerpo que se habita, sino, ante todo, ser visto por él, existir en él, emigrar a él, ser seducido, captado, alienado por el fantasma, de forma que vidente y visible se hacen recíprocos y ya no se sabe quién ve y quién es visto. A esta Visibilidad, a esta generalidad de lo Sensible en sí, a este anonimato fundamental del Yo mismo es a lo que hemos llamado carne... (Merleau-Ponty, 1964, pág. 89).

Ésta visión va más allá del sentido de la vista, es una visión que nos une con lo que nos rodea, pero para lograr esto hay que tener la intención. Es un proceso de diseño que trasciende del papel, una cadena o un ciclo que una todo. El arquitecto proyecta parte de él, creando una identificación usuario-espacio-arquitecto. Toma sus experiencias sensoriales y recuerdos y los plasma en un volumen, mediante materiales, elementos, formas que expresen parte del arquitecto; los usuarios no recibirán el mismo sentir que el arquitecto tuvo, pues el proyecto es como una parte del alma del arquitecto. Los humanos son todos diferentes, pero los sentimientos, aunque no se viven igual, son los mismos. Al final, cada quien tendrá una versión distinta del edificio, pero quedará impregnado en su sentir.

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El edificio, al tener una parte del arquitecto, un sentimiento expresado, se vuelve más que un simple espacio, ya tiene parte de una vida en él. El proyecto ya tiene una razón de ser-en-el-mundo, un Dasein arquitectónico. No lo tomo como lo explica Heidegger en su teoría, pero se puede entender que la edificación ya es un ente, ya tiene un objetivo más allá del de habitar, ya forma parte de algo más, pues se le dio ese sentido más trascendental. “Dasein no se puede reducir ni a un momento concreto, ni a un hombre concreto o momento históricos” (Berciano, 1992).

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La arquitectura de hoy en día, la de revista, no crea vínculos con el humano. Está ahí, es un espacio que visualmente atrae, pero no atrapa. El acoplamiento que se da entre sentimientos, sentidos y recuerdos hace una arquitectura que te invita a la permanencia. En el libro Cuerpo, Memoria y Arquitectura de Blommer & Willard Moore (1982) hay un apartado en donde ubican los recuerdos como el centro de todo, la proximidad que tienen objetos familiares como chimeneas, fotografías, el sonido del agua, incluso los materiales, despiertan sentimientos de emoción, hasta de permanencia. Tal vez la solución a la arquitectura frívola de nuestra época no sea el innovar en las formas, una innovación sensorial sería un mejor experimento.

Pero como he explicado, los elementos más sencillos son los que generan más emoción, pues hacen remembranzas. En el ensayo The Geometry of Feeling (Pallasmaa en Nasbit, 1996) también se declara que elementos como escaleras, puertas o ventanas pueden ser elementos reales que generen un efecto arquitectónico. Al final, el humano debe volver a conectarse con el mundo, el recuerdo hace que seamos más humanos otra vez, que los espacios no sean sólo espacios; nos volvemos parte de ellos.


La arquitectura maneja escalas, formas, estructuras, pensamientos, percepciones y acciones; nosotros, contemplamos, tocamos, medimos la arquitectura y el mundo con nuestra existencia corpórea (Pallasmaa, 2006). Experimentar un espacio implica un diálogo, un intercambio. El cuerpo y el espacio permanecen en constante negociación. Así se puede comprender con mayor claridad que es como si el espacio fuera un ser, un ser arquitectónico, que también expresa. En las experiencias memorables de arquitectura, espacios, la materia y el tiempo se funden en una única dimensión, en la sustancia básica del ser que penetra nuestra conciencia. Nos identificamos con este espacio, este lugar, este momento, y estas dimensiones pasan a ser ingredientes de nuestra misma existencia. La arquitectura es el arte de la reconciliación entre nosotros y el mundo, y esta meditación tiene lugar a través de los sentidos (Pallasmaa, 2006, pág. 72).

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El cuerpo acumula y registra experiencias físicas y emotivas. La arquitectura debe estar constituida por elementos que recuerden y hagan ambientes que expresen. Surge así la arquitectura como soporte y lugar del acaso y del acontecimiento. La arquitectura cambia la manera de pensar de las personas, la manera de sentir y percibir no solamente los espacios en el sentido más literal y funcional, pero sobretodo las tensiones y los flujos de los propios cuerpos (en el espacio como un todo) para así estimulamos a apreciar y a proceder a la experiencia sensorial.

El tema se vuelve más filosófico, y al final eso pasa con la arquitectura, es una mezcla de muchas disciplinas. El arquitecto trata de envolver lo más que puede el mundo y lograr que la arquitectura sea la conexión directa con él. Por eso se vuelven tan importantes los sentimientos, los sentidos y la memoria. Eso hace que creemos vínculos con más personas, logrando empatía. Así también se puede lograr empatía por un espacio, porque puede hacernos sentir algo más; la iluminación puede hacernos recordar donde jugábamos, los olores cómo era la cocina donde la abuela nos cocinaba, los colores el jardín donde solíamos correr. Porque al final, un recuerdo es algo más humano, un acercamiento a la realidad. Y edificios reales son los que el mundo pide, que muestren integridad.



“Formación de las ideas” Fotografía: Álvaro Fernández Maza

EL PAISAJE Y LA PSIQUE: REFLEXIONES DE UN ENTORNO Por Equipo de Red Nacional de Arte.

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La primera exposición colectiva de fotografía organizada por Red Nacional de Arte fue inaugurada el 7 de abril de 2016 en las instalaciones del Centro Cultural Futurama de la Ciudad de México con la participación de fotógrafos provenientes de Cuba, España, Argentina, Chile y México. La muestra estuvo compuesta por 36 imágenes que abordaron la relación que existe entre el paisaje y la psique, tomando en cuenta la construcción recíproca del mundo que habitamos. Las imágenes fueron exhibidas con el mayor de los cuidados en el proceso de impresión gliclée digital para garantizar el disfrute del público y las mejores condiciones posibles para la apreciación de las piezas. Participaron en la muestra los fotógrafos Pablo Linares, Rafael Montiel, Ismaël Guye, Antonio Busqueta, Rocío Askins, Stefania Vara, Mónica Ortega, Ameyali López, Amaia García, Brian Louis Overcast, Adán Ruiz, Álvaro Fernández, Paloma Navarro, Natalia Moya, Daniela Ruiz, Yamile Alfaro Picco, Anubis Méndez, Rosalía Aguirre, Tomás Cano, Natalia Rodríguez y Perla Hernández.

Centro Cultural Futurama, sede de la exposición.

En adición a la exposición, se publicó un micrositio virtual con todas las fotografías y un catálogo con las semblanzas de los participantes (ambos pueden ser consultados en rednacionaldearte.com/elpaisajeylapsique). En Red Nacional de Arte estamos muy felices por el éxito logrado en la muestra colectiva. Agradecemos infinitamente a todos los participantes y al Centro Cultural Futurama por hacerlo posible. En la página siguiente ponemos a disposición del lector algunos de los momentos de la inauguración y algunas de las fotografías que formaron parte de la exhibición.


“Feynman” - Anubis Mendez

“Remando al Amanecer” - Brian Louis Overcast

“El horizonte azul” - Pablo Ismael Linares

“Sin título” - Mónica Ortega

“Paisaje Tropical” - Natalia Moya Gallardo

“Sin título” - Natalia Rodriguez Caballero

“Ajusco” - Tomás Cano

“Relámpago en Monumento a la Revolución” Antonio Busqueta

“Nosotrosomos” - Ameyali Lopez

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Para ver todas las fotografías e información detallada, visitar rednacionaldearte.com/elpaisajeylapsique.




ME QUEDO CONTIGO, DE ARTEMIO NARRO

Por Adán Ruiz www.adanruiz.com @adan_ruiz

Las óperas primas son siempre un punto de referencia al cual volver cuando vemos en retrospectiva la carrera de un realizador. El artista plástico Artemio Narro ha hecho su primera película; una cinta difícil, pero con muchos más aciertos que infortunios. Él mismo se refiere a ella como “un ensayo sobre la violencia”, o “una patada en los huevos”, y precisamente, eso es Me Quedo Contigo, una pieza incómoda, polémica, irónica y grotesca surgida durante un proceso artístico en Ciudad Juárez, donde se reflexiona sobre el papel de la mujer en los asesinatos de la ciudad, pero en ésta ocasión, de forma inversa; es decir, haciendo que los hombres fueran las víctimas. El proceso se transformó hasta convertirse en película. Luego de algunos esfuerzos que incluyeron donaciones de obra y subastas, se pudo realizar 1 copia con la que se estrenó en la Cineteca Nacional. “Natalia, una joven española, llega a la Ciudad de México para encontrarse con Esteban, su novio, quién sale de la ciudad por trabajo. Sus amigas la convencen de pasar el fin de semana en un sitio alejado de la metrópoli. La historia que arranca como una inocente comedia se transforma en un inusual y violento relato, que reflexiona sobre la naturaleza del poder, los valores humanos traspuestos a los instintos animales y la yuxtaposición de roles entre géneros.”

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Inevitablemente feminista, la película presenta a un grupo de mujeres con cierto poder político y

económico que adoptan el cliché moral de cualquier hombre mexicano; no son una figura pasiva y vulnerable, sino una suerte de personajes peligrosos y agresivos que luego de una noche de fiesta se involucran en eventos que podrían cambiarles la vida; sin embargo, los privilegios de los que gozan les permiten tomar a la ligera y sin mayor remordimiento cada acto llevado a cabo. Me Quedo Contigo es difícil de clasificar. Ha resultado seleccionada para exhibirse en diversos festivales de cine alrededor del mundo, desde los nacionales como Morelia, Durango, RMFF o FICUNAM, hasta otros como Rotterdam o Vancouver, pasando además por muestras de cine porno y de terror. Se trata de una pieza extraña que exige al espectador más paciencia de la usual. No es gratuito que en una de sus funciones en la Cineteca, un cuarto de la sala se terminara saliendo cerca de la mitad, y es que esa secuencia larguísima y violenta de mujeres masacrando sexualmente a un hombre se vuelve cansada cuando no paran de tener ocurrencias para continuar humillándolo; pero esa es la provocación hacia el espectador, lo reta a continuar en el asiento mientras le propone una serie de imágenes y comentarios que llegan a herir susceptibilidades, y


no sólo eso; la intención parece ser molestarnos todo lo posible, incluso con un trabajo sonoro a veces inaudible que requiere mostrar subtítulos para comprender lo que se dice. Este y otros descuidos fastidian al público de una manera tal en la que es fácil juzgar el proyecto como un pésimo ejercicio fílmico. Todos los elementos se concatenan agresivamente en la incitación que realiza Narro. En una de las secuencias climáticas, el miembro viril de un personaje permanece con una inusual y potencialmente cómica erección que diegéticamente funciona por la ironía que le añaden los personajes, pero la escena marca una abrupta diferencia entre lo que habíamos visto previamente, comenzando a llevar el tono del film a tintes macabros. Aquí es en donde la advertencia hecha en la sinopsis se vuelve realidad y los temas se ponen más serios, pero paradójicamente, son planteados como una burla confusa que pone al espectador en dilemas. Existe una búsqueda estilística desde el inicio hasta el final (dicho sea de paso, tiene unos de los créditos más largos del cine mexicano). Una “acción” enuncia los dispositivos de la película, quizás para evidenciar que pese a tratarse de una ficción, requerimos ver la realidad mimetizada para tener conciencia de la misma. Los personajes masculinos están minimizados y son casi inexistentes, empezando por el cameo de Diego Luna como el novio de la protagonista, quién aparece unos segundos y posteriormente es sólo una grabación en la contestadora del teléfono. Pese a que tuvo diversas proyecciones desde el año pasado, Me Quedo Contigo estrenó comercialmente (de forma limitada, claro) en Mayo de 2016. Vale la pena echarle un vistazo por los riesgos que se permite tomar; aunque no tuvo mucha repercusión mediática o una apertura a grandes masas, se trata sin duda alguna de una de las películas más provocadoras hechas en México en los últimos años. Permanece aún en la cartelera de la Cineteca, y también puede ser vista online desde la plataforma de Filminlatino.

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EL CORAZÓN DEBAJO DE UN VASO JAIBOLERO Fragmento del 3er cuento del libro “Metástasis Mc Fly”, escrito por Pedro J. Acuña

Ahí está su jaibolero. Ese vaso guarda algo de él. Siento náuseas por el último ron-con-coca; me levanto al baño. Un policía amenaza con su pistola. Oigo gritos. En el pasillo, la figura dorada me sonríe como él me sonreía. Un supervisor discute con don Poncho, que saca papeles y permisos y deja de servir tragos. Los clientes se quejan. Entran más policías. Vomito afuera del baño, bajo la figura de El Budita. Alguien corta cartucho. Me vuelvo y veo que el jaibolero se cae de la barra. En lugar del sonido del cristal al romperse, escucho claro y fuerte: “Calmado, mano, que la vida ni nada es nada”. Toco el santo dorado y lo entiendo todo. Ahora sé que estoy despierto: que ni la vida ni nada es nada. Sólo hay un campo verde y el Budita y yo platicamos hasta apagarnos. Justo antes de desmayarme, la boca me sabe a vómito y felicidad.

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Querido Andréi/ para Nadia y Rubén


Oaxaca de Juárez, Oax., a 19 de junio de 2016 Al presidente de la República, Enrique Peña Nieto Al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo A las y los artistas de México y el mundo A las y los defensores de los derechos humanos A la sociedad en general La comunidad artística de Oaxaca, periodística y sociedad civil abajo firmante, exige a las autoridades estatales y federales el cese de las incursiones policiacas a la entidad para reprimir a la población y al magisterio, así como la instalación inmediata de una mesa de diálogo incluyente y transparente con los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Condenamos la provocación y hostilidad por parte de las autoridades en las regiones del Istmo y Mixteca que han dejado –hasta el momento–, seis personas muertas, así como múltiples disturbios. Bajo estas circunstancias, que incluyen decenas de detenciones, consideramos la urgencia que el gobierno en sus tres niveles, abra un puente de diálogo para la discusión de ideas, además de que se garantice la libertad de las y los detenidos. La incapacidad de establecer el diálogo como vía de solución de los conflictos ha provocado en nuestra entidad, constantes altercados entre profesores y policías, que este domingo en Nochixtlán, escaló hasta la muerte. Una Reforma Educativa debe ser un pretexto para la discusión de ideas, no un pretexto para reprimir y acabar con los opositores, mediante el uso desmedido de la fuerza pública y llenar las cárceles de inconformes. Vayamos todos y todas por el diálogo, privilegiando la tolerancia. Oaxaca y su sociedad, en lucha por el respeto a sus derechos. Firmantes: y editor · Antonio Vásquez, escritor · Erick Martínez, músico · Dulce Hmilse, comunicóloga · Josefina Aranda Bezaury, antropóloga · Danta Zárate, estudiante de medicina de la UABJO · Yuvico Cortés, comunicóloga · Música en Movimiento · Programa de Lectura y Redacción Crítica · Nidia Rosales, escritora y gestora cultural · Karina Sosa, Escritora · Jorge Arturo Martínez Pacheco, estudiante de Derecho y artista marcial · Marleni Garnica, médica · Rocío González, poeta · Mónica Mateos, periodista cultural · Efraín Constantino Estrada, artista visual · Marco Velasco, ilustrador, grabador · Dulce Rodríguez, diseñadora gráfica · Adriana de la Rosa, artista visual y gestora cultura independiente · Axel Santiago, artista plástico · Darío Castillejos, caricaturista · Arturo Cano, persona libre · Luis Hamsphir · Gloria Ilescas, comunicadora · Eber JC · Yaasib Vásquez Colmenares, director de fotografía · Ricardo González Luis, estudiante de etnomusicología · Samantha Villarreal, comunicóloga · Alejandro Aparicio, poeta · Josué Salvador Arellanes, comunicólogo · Haydée Morales Flores, antropóloga · Nuri Aguinaga, artista visual y traductora · La comunidad de la Secundaria Técnica Número 48 Tlacolula · Viridiana Bautista García, psicóloga · Verónica Santibáñez, trabajadora social · Jesus R. Flores, artista visual · Paulina Vásquez Pinacho, diseñadora gráfica · Kenya Berenice Martínez, antropóloga · Laureana Toledo, artista visual · Dagmar

Velázquez Reyes, licenciada en Ciencias de la Comunicación · Dora Cruz Santiago, lectora voluntaria · Soledad Paulina López González, arquitecta · María del Rocío Barrita Matías, gestora cultural · Edith Del Pilar Ramírez Ramírez, jubilada · Guillermo Santos, escritor · Frida Sosa Castañeda, fotógrafa · Guadalupe Carolina Santaella Rivas, psicóloga · Eva Lepiz, fotógrafa · Ana Isabel Diaz Calvo, diseñadora de la comunicación gráfica · Alejandra Urbina, promotora cultural · Rodrigo Hernández González, artista escénico · Ignacio Ortiz Cruz, cineasta · Guillermo Quijas-Corzo · Said Alfredo Cuevas Cruz, músico · Fermín Suárez Ruiz, politólogo · Vladimir Garnica, músico independiente de Los de abajo · Mariana Ochoa, cinefotógrafa · Paola Reséndiz Cerna, fotógrafa · Dr Lakra, artista · Iván Fuentes, poeta · Vinicia Gómez, maestra jubilada · Isabel Rojas, gestora cultural · Fortino Torrentera, periodista y músico · Lucio Santiago, artista plástico · Tania Melchor, licenciada en Comunicación y promotora de lectura · Fredy Hernández García, profesor de Educación Primaria Bilingüe · Juan Carlos León Ramírez, estudiante de etnomusicología · Mirel Fraga, diseñadora · Jeser Gatica, cantante de ópera y concierto · Charlie A Secas, promotor de lectura · Vidal Pineda, comunicólogo · Rosario Mtz. Llaguno, Roberto Vega J. ( Lapiztola Colectivo) · Patricia Salinas, editora · Isabel Rojas · Lilia Torrentera Gómez, periodista · Andrés Hernández, músico.

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Francisco Toledo, pintor · Sabino Guisu, artista plástico · Tryno Maldonado, escritor · Mahra Ramos, poeta · Óscar Tanat, poeta · Jesús Rito García, editor y gestor cultural · Eliza Javier · Natalia Toledo, poeta · Alberto Ibáñez, fotógrafo documental · José Márquez Pérez, miembro del PRO-OAX · Adriana González Mateos, novelista y profesora de la UACM · Áurea Ceja Albanés, psicóloga, sexóloga y terapeuta · José Luis Pérez Cruz, periodista cultural · Integrantes del Círculo de lectura “Por Nosotras Mismas” · Nizayeéjh Chávez Chávez · Noemí Domínguez Gaspar, antropóloga · Olga Rosario Avendaño, catedrática de la Universidad Iberoamericana y periodista · Anabel Yahuitl García, estudiante CIESAS · Anel Flores Cruz, comunicóloga · Greory Quiñones, estudiante de Letras Modernas UNAM · Ruth Orozco, editora · Gabriel Elías, traductor y gestor cultural · Aarón García Canseco, diseñador · José Manuel Ceja Sánchez, médico cirujano · Cynthia Irais Trujillo López, psicóloga · Wendy Ruíz Arreola, psicóloga · Regina Mejía Bautista, periodista cultural · Carlos Hernández, periodista · Marycarmen Ortega Bravo, abogada · Inari Reséndiz, artista visual · Mo ituribarria, artista visual · Uriel Marín, artista visual · Comerciantes del Mercado de Abasto · Martha Acevedo, gestora cultural del Mercado de Abasto · Daniel Nush, ensayista y trabajador · Ladixidua Toledo, diseñadora · Eréndira Garnica, pedagoga · Paul Meixueiro, gestor cultural


LA BALSA Y EL INCENDIO MONTAJE DE TEATRO FÍSICO BAJO LA DIRECCIÓN DE ANTONIO SALINAS Por Yuki Pastrana Desde el pasado mes de mayo, el director Antonio Salinas, Carlos Ordoñez y Uriel Ledezma han emprendido un viaje a bordo del barco del Teatro Físico. Resulta llamativo el formato que varios creadores escénicos han elegido para éste año en el circuito de teatros, un formato que permite compartir creativamente en muchos sentidos el aprendizaje, funcionando desde una línea horizontal en los ejes de director, asistentes, intérpretes y escenario.

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Particularizando, “La balsa y el incendio” inició su desarrollo creativo abriendo convocatoria a jóvenes profesionales de teatro y danza mediante previo registro. Le siguió un proceso muy sencillo en el cual se entabló una charla informativa que desde el primer momento fue en realidad una charla del cuerpo para ir escuchando la expresión de cada persona; su manera de ser, de moverse, de relacionarse en el espacio presente. Posteriormente tuvo lugar una conversación acerca de lo sucedido, en la cual las miradas se encontraron para identificarse como generación. Es cierto que cada año egresan estudiantes de las licenciaturas enfocadas al arte en el país, pero la acción de congregar a jóvenes para un montaje de Teatro Físico hace que el mundo de varias personas inquietas y deseosas de experiencias converja haciendo una fascinante alquimia.


La siguiente etapa del montaje fue el Taller intensivo de Dramaturgia Corporal, el cual se fue construyendo desde el reconocimiento del cuerpo, espacio y las relaciones que se crean para detonar signos de impulsos verdaderos. Una de las referencias mencionadas para aterrizar en el campo de investigación fue Eugenio Barba: “…la adquisición de una disciplina corporal que permita al actor desarrollar una presencia escénica, fortalecer su cuerpo y su interior, así como estructurar su mente.”

Salinas hace énfasis en el trabajo corporal desde la técnica para poder llegar a un estado altamente capaz de accionar una construcción que va desde un movimiento transformado a sonido, después a onomatopeya, hasta el poder de la enunciación. Después del taller, fueron seleccionados tres actrices y cuatro actores, quienes trabajaron intensamente durante dos semanas la composición de las escenas a través de recíprocas propuestas jugando el rol ficción realidad que cada integrante otorga al proceso. Tomaron como punto de partida el capítulo II de la novela “Oceáno mar” de Alessandro Baricco, que relata la historia de náufragos tratando de sobrevivir en una balsa olvidada en el mar. “Sólo se dejan caer al mar, sin moverse, desaparecen —incluso es dulce verlos — se abrazan antes de entregarse al mar — lágrimas en las caras de hombres inesperados — después se dejan caer al mar y respiran hondo el agua salada hasta bien dentro de los pulmones, abrasándolo todo, todo, nadie los detiene, nadie”

“La balsa y el incendio” · Antonio Salinas · Teatro Sergio Magaña Fotografía: 21Hrs

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AGRADECEMOS LA GENEROSIDAD DE LA FOTÓGRAFA ESPAÑOLA MÓNICA ORTEGA POR LA DONACIÓN DE CUATRO FOTOGRAFÍAS PERTENECIENTES A LA SERIE “ESPACIO DISPONIBLE” Dichas imágenes fueron expuestas en abril pasado durante la muestra “El Paisaje y la Psique” en la Ciudad de México. Ahora pasarán a formar parte del acervo de Red Nacional de Arte. ¡Muchas gracias!



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luma.rednacionaldearte.com


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