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Epílogo
Ahora que estamos del otro lado del Zodíaco, hacete un tecito, relajemos un poco, fue intenso. Quedó pendiente un poco más de Mercurio, Marte, Venus, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón y Quirón. Y las estrellas fijas. Y los asteroides. Y las edades planetarias. Y mil cosas más. Porque el cosmos es infinito. Quedará para la próxima.
Cuando trabajamos con algo tan sutil como la interpretación, la hipótesis y la metáfora no es fácil encontrar la propia voz. Siempre se abren nuevos sentidos, nuevos enfoques, y se abre y se abre, pero ¿cómo hago para bajarlo, para decirlo? Eso en un punto es lo que más me importa, que ahora que el libro se termina, hayas podido poner algo tuyo cuando empezaste a descifrar estos códigos, meterte en este lenguaje de estrellas, planetas y movimientos en el cielo. Me importa tu trabajo de campo, tus notas al margen, las preguntas que se fueron desprendiendo en el camino.
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El lenguaje de la astrología convive con tantas otras disciplinas y se mixtura de tantos discursos diferentes que por momentos parede que habla de cualquier otra cosa; y por otro lado, y esto es muy loco, es superhomogéneo y parece que todo el mundo repite las mismas frases hechas. Sé que es difícil diferenciarse y salir a la pesca de nuestras propias metáforas, pero ahora que me tomé todo este trabajo me doy cuenta de que es importante.
A veces pienso que la astrología es superabstracta y nerd, y tiene un sesgo de confirmación, como si nos creyéramos las cosas porque queremos creerlas, y como si se tratara todo de mirar gráficos y símbolos, y enriquecer la mente para estudiar la vida. Otras veces pienso que solamente se trata de mirar una lunita llena en el medio del campo y saber que posiblemente convenga fertilizar el suelo para que las plantas crezcan fuertes. Creo que cualquiera que mira el cielo y obtiene de las estrellas alguna señal, o entiende algo de su naturaleza, ta está haciendo “astrología”.
La carta natal es un organismo que muta, que va integrando virtudes y defectos de sus emplazamientos, pero que también deriva para lugares nodevosos, misteriosos, enigmáticos y sorpresivos. Aprender a leer los mapas del cielo no te previene de esa búsqueda, creo que la incentiva, la nutre. No nos da escusas que explican las cosas, nos entorna la puerta para meternos un pasito más adentro...
ASTROMOSTRA
es Gael Policano Rossi (1987)
Astrólogo, dramaturgo y poeta. Es parte del civeractivismo astrológico desde 2012, como autor de horóscopos, afendas, podcasts y columnas radiales. Participó en más de treinta montajes teatrales en Argentina, Utuguay, México y España. Participa del programa “No se puede vivir del amor”, que conduce Franco Torchia por AM 1110. Publicó cuatro libros de poesía y varias obras de teatro. Es especialista en escritura dramática y dicta talleres de dramaturgia. Este es su primer libro sobre astrología.
¿COMO PUEDE EL CIELO AYUDARNOS A ENTENDER LO QUE PASA EN LA TIERRA?
En este libro, AstroMostra (Gael Policano Rossi, astrólogo, poeta, performer) nos pasa en limpio el ABC de la astrología. Y nos ayuda a descomponer nuestra carta natal símbolo a símbolo, en un viaje alucinante a través del Zodíaco, los planetas, las luminarias, las casas y los tránsitos astrológicos. ¿Qué es lo primero que tenemos que saber sobre nuestro signo? ¿Qué es el ascendente? ¿Por qué tiene tanta mala fama Mercurio retrógrado? ¿Por qué los eclipses son tan heavy metal?
Tranquilos, tranquilas, no se compliquen, acá está su bruja amiga. Y está más inspirada que nunca.
Basta de gurúes que nos dicen lo que tenemos que hacer. Contra las bajadas de línea y las definiciones estancas, la Guía astrológica para sobrevivir en la Tierra es, antes que nada, un manifiesto a favor de la magia en nuestras vidas. Una invitación a explorar nuestra carta natal como una herramienta para el autoconocimiento, y profundizar un diálogo que alguna vez comenzó con una persona sola, en silencio, mirando las estrellas.