MUNDO EBERA KATIO Resguardo Gitó Dokabú
MUNDO E B E R A KATiO (Gitó Dokabú)
MUNDO ÉBÉRA KATÍO, GITÓ DOKABÚ Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) Cra. 9 # 11 – 66 (57-1) 5932211 atencion@reincorporacion.gov.co www.reincorporacion.gov.co Andrés Stapper Segrera, Director General de la ARN Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Misión en Colombia http://www.oim.org.co Ana Durán, Jefe de Misión Alessia Schiavon, Directora de programas Juan Manuel Luna, Coordinador del Programa Reintegración y Prevención del Reclutamiento (RPR) Camila Sabogal, Gerente de Reintegración Comunitaria del programa RPR Autores Juan de Dios Queragama Diego Fernando Tupaz pastas Karoll Marcela Alvarez Durán Traducción Juan de Dios Queragama Ilustraciones Somos Fotografía Alexis Múnera Ceballos Diseño Karoll Marcela Alvarez Durán Impreso por: Imaginart Impreso en Colombia. Printed in Colombia Diciembre, 2018. 300 ejemplares Esta publicación se realiza con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN). Los contenidos son responsabilidad de los autores y no reflejan las opiniones de la OIM ni de la ARN. Quedan reservados todos los derechos. La presente publicación no podrá ser reproducida íntegra o parcialmente, ni archivada o transmitida por ningún medio (sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabado u otro), sin la autorización previa del editor.
Esta publicación es el fruto de una construcción solidaria y colectiva de conocimien-
to, en la que se recoge la sabiduría y cosmovisión de las abuelas parteras y mayores Jaibaná, en un esfuerzo de traducción al español y ajustes de lectura, relectura, edición e ilustración; con el propósito de poner de manera escrita una filosofía que generalmente está en la tradición oral y en las prácticas diarias de su quehacer con el tejido, el alimento, la medicina, la crianza de los hijos e hijas y el transitar la montaña como forma de conservar la cultura. Para esta tarea contribuyeron maestros indígenas y profesionales del Modelo de Reintegración Comunitaria (MRC), quienes facilitaron la construcción de la cartilla que contiene parte de la esencia histórica y espiritual del pueblo Embera Katío del Resguardo Gitó Dokabú de la frontera entre Risaralda y Chocó. Esta estrategia comunitaria, que lidera la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), desde 2011, promueve procesos de reconciliación y convivencia entre llos habitantes de las comunidades y las personas que pertenecieron a un grupo armado. Los rasgos culturales de una comunidad indígena no son el resultado de la sumatoria de elementos que están a la vista como el tejido o el idioma, por el contrario, la profundidad del conocimiento ancestral está en la relación milenaria con la tierra, las plantas, los animales y los sitios sagrados. Así mismo, la historia y el mito se fusionan para crear personajes como el gran Dios Karabí; y seres tan vitales para la antigüedad ébéra como para la vida misma, como la lluvia, la luna y el pájaro. Esperamos se comprenda la intención inicial de compartir algunas de las costumbres de este pueblo indígena en riesgo de desaparecer culturalmente. Consideramos también que el esfuerzo de apoyar las comunidades desde planes, programas y proyectos concertados con sus autoridades y basados en sus propias necesidades y formas de solución, es uno de los caminos para fortalecer pueblos milenarios que cuentan aún con distintas formas de vida autónomas que tarde o temprano deben interlocutar con los sistemas económicos y de vida occidentales. La vida, el origen y la continuación son de género femenino en los pueblos indígenas. Por ello, en todo el recorrido literario, gráfico y demás encontraremos una presencia indiscutible de lo femenino como categoría fundacional y tejedora de los designios del pensamiento y el conocimiento.
Nau i i ena ari u, nau chí netaka, mau e achí kara aíbaita achí kinchuburía mau e chí r ei aita, nau a arabau a eneka u achí k r sara aí jaíbana e, aí patera e, aí choara e, nau e eara kapunia e, maumina aria ea ui warrana a jera ei aita, mam e nau ara aria a kuita ii achí warrarama mau e achí kaurama samajá achí kaba au mau e dachía oko aita netata achí e. Maube achí k r sa samaja ira oaí, naura aí chí kuita e a chí maura a jara ea aí chí ichí nau ari ra nau achí jaí biia r ena mau e achí choara e ea, nau ebera e katio e chí resguardo ebena gito dokabu e ena chí ichí nau pana arawa chocó ome. achí kakua jau a au a e ena achí e erara puru e ena, naura arakira ue, naura u jau kako uka a eka, mau e achí e ea, mauwea nau achí k r sa nau renabenawe nau iuja e nau arimara ome, mau e nekaome, mau e jaí ua ome, aramauka bu nau e ea a a a e i a ichí k r sa mau e chí ichía jarakoa a aramauka oai aita ichí jara kiraka. Nau i aka oa aí r neiakawa, nau jarapanú aí netata mau e aí k r sara nau ebera e, maur e ura aí netata mau e aí k r sa akawama u e a, daíba k r sa aí nau ayudapanu aranau e a aíbaita i iwarara taja eibaita mau e aí charrara ome r e ea a au, aíba kare u nestapanu aí taja eibaita, aramaudeba aí o a aí eí warrara aita, as ua no oí iia aí kakua i í mau e nu ena, aí paratara as ua aka aí mau e chí taju, aiwea kapuriaka kakuaka. Nau waru e a aí e ea mau e chí oko e mau e chí iwara unu eí sawa u mau e poya e ea a aí aí werara jau u chí a a eaba au, mau e achí e kakoa a au achí e netata achí k r sa e a. aí kakua, chí samare a nea a mau e a war nawa wera kakua e a p r aí e era e.
Karabí y Tutruicá
Un día Karabí y Tutruicá se preguntaron mutuamente cuál era el origen de cada uno. Karabí contestó que él había salido de una saliva de Dayi Zhe Zhe y Tutruica había salido del viento. Es así que cuando comenzó a andar el mundo de arriba, todavía no había tierra ni personas. Todo era tiniebla y agua. Tutruicá, quien pertenecía al mundo de abajo, fue a conocer el mundo de arriba, al cual pertenecía el Dios Karabí, y entre los dos se pusieron de acuerdo sobre quién manejaría cada mundo. Fue, entonces, cuando decidieron que Karabí manejaría a la gente de arriba; y Tutruica, al mundo de abajo.
Eara a kara i a mau e tuturicá ome chí aiwea i isi au abu chí achí ome, mau samareba neasí au mambake kara i a jarasí ichí neasí i a e a mau iuja e ena a mau e a tutruicara ichira neasí puatu e a. Aramaka achí omera niba esi au iuja t , mau e a akawa neweno así chí eberara, ome ara oa a mau parua u mau e anía. Chí Tutruicara ichía irabosí chí iuja ekare ena mau u wabosí karabí iuja a, mam ake chí achí omera e easi au kaí a iraboaí chí iuja ekare ena mau e t ena mau e Tutruicaba chí iuja ekare ena. karabíra = achí a a Tutruicára = chí mia a u
Karabí = Dios Tutruicá = Demonio o satanás
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Karabí y la creación de la humanidad ébéra Katío
Cuando Karabí y Tutruicá se preguntaron
cuál era su origen, apareció Genzerá, quien era la compañera del creador del mundo subterráneo, y era igual de mezquina que Tutruicá. Ella subió al mundo de Karabí y le robó toda el agua. La tierra quedó movediza y pantanosa. No era especial y buena para crear al hombre y a la mujer, pero Karabí sabía que Tutruicá tenía la tierra creada en un principio, la cual era buena para crear a la humanidad. Así que Karabí pidió un poco de esta tierra y creó al hombre y a la mujer ébéra.
Chí achíra ome ena aña wea i isi au e achí samare a neasí au chí karabí mau e Tutruicá, chí amaucha aba unusi au mau jenzera, chí ichí maura chí aunibarí bas chí tutruica a. Chí mau wasí abu ta karabí ua a mau arroya uru chí karabí iuja, mambake chí karabí beas abu yora ú mau e ur mera, mambake chí iía we es mau chí wera o mau e mukirara, maumina kara i ara kuita os tutruicaba ira ú iuja chí ía aria bú mukirara okay mau e werara, mambake karabíba i ísí maara chí yoro aramau e a okasma chí wera mau e mukirara.
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Karabí y la creación de los mares y los ríos
Dicen los mayores que al principio de todo cuando solo existían los
animales y los hombres, no había ríos, ni mares, ni lagunas. Los animales tenían que buscar en las hojas el agua para beber. Por esta razón, Karabí envió mensajeros a buscar agua por todas partes del mundo, pero no pudieron encontrarla. Un día, uno de los mensajeros vio a una indígena, que acababa de bañarse y llevaba un gran número de pescados. Esta indígena se llamaba Genzerá. El dios Karabí, al saber esto, mandó a un pajarito llamado Jibuzú (colibrí) a mirar bien el campo y este vio que Genzerá entraba por una puerta invisible de un árbol grande llamado Genené. El pájaro que la seguía se apresuró en entrar y maravillado vio que dentro del árbol había agua donde Genzerá se bañaba y pescaba. Un día, dios Karabí, se fue a buscar a Genzerá a ver si era cierto lo que le había dicho el Jibuzú. Cuando la encontró le preguntó: ¿Dónde consigues el agua que traes? Karabí, enojado por la negativa de la indígena, la cogió por la cintura y la partió en dos, quedando convertida en una hormiga grande la cual llamó Conga. Después de esto, Karabí pensó en derribar el árbol para que todos pudieran tener agua. Fabricó hachas de hierro y les mandó a molar. Llamó a varios animales para que empezaran a trabajar.
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Cuando ya había cortado la mayor parte del tronco, se dieron cuenta que el árbol estaba amarrado a un bejuco que no dejaba que se cayera. Karabí pidió al gorila y a la ardilla que comenzaran a morder el bejuco para cortarlo y así tumbar el árbol. Cuando el árbol cayó, el cielo se despejó y se escuchó un gran estruendo en la tierra. El tronco se convirtió en mar, las ramas en ríos y los chamizos en quebradas. De ahí en adelante todos los animales y personas tuvieron agua para beber en grandes cantidades. (Mito narrado por Eliecer Queragama mayor del resuardo Gitó Dokabú)
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Jara a au chí awarauna a nau chí arimara donasi e o mau e ebera mukira, wa aibasí o, pusa o, chi tuma, maude arimara ara j r basi au manía maara b r ki ua e ena. Mau e r kara i a aba b etasí j r i e chi anía uacha, maumina chí ebera a unua as chí anía. Eara a a au a ebera unusí, abau e era a adairu chí anía mau e chí e a aria,mau e kuipe a achía,chí tura mau achí Jezera. Mu a a a chí nau ebera kuitasí, maupe a b etasí aba ebera jibuzú. Chí iuja akaí aita sama u chí anía, mambake unusí chí e a wa wa arí chí akuru e e. Maumina chí ji uzu arawasí e a aka e waña e awa. Maupe a unusí bakuru e e e a kuima u mau e e a kenamabú. Mambake aí a a wasí jur e chí jereza, ji uza a jara akara. Mau akare achí a a k raukobeasí mau baniakakua. Mambake jí adausí chí jereza maupe a era chí k r tetasí jomma, maube ari a isí chí jezera ka arí chí a au e a. Mambake achí a a a jarakosí mau e iukosí a au a mambake j r kosí chaara, chí bakura tu ei aita mambake korawasí chí akura maunina teabeasí t , a au a si imaba chí jukara tedasí mambake iuja e baasí mambake chí bajuru kar a basí pusí o, chi pua o choara.
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Karabí y el origen del beque, el pájaro luna y la lluvia
Karabí era un hombre que vivía con su esposa.
Él se mantenía muy enfermo, pero tenía el don para la curación. En la palma de su mano aparecía la forma de las plantas que debía usar para sanarse. Es así como le decía a su mujer: “sóbame esto con esto, para sentirme mejor”. Un día, que su mujer salió a una fiesta donde su yerno, Karabí se quitó la enfermedad como si fuera una camisa y salió detrás de ella. En la fiesta, la encontró con otro hombre. Él se devolvió inmediatamente y se volvió a colocar la enfermedad. En ese momento llegó su hija y el dolor era tan fuerte, que le pidió que le sobara las plantas para curarse. Ella se negó porque el cuerpo de su padre olía a podrido.
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El padre no dijo nada y entendió que la hija no quería ayudarle a mejorar. Así que Karabí le dijo: “por lo que usted no quiere curarme, voy a hacer que todos los hombres se enamoren de usted”. En ese momento la cogió, la golpeó y la empujó al patio. Ella cayó boca abajo y allí apareció el palo Beque. Por eso, al Beque, todo el mundo se le arrima. La madre quedó muy aburrida por la muerte de su hija.Y, también, murió. Karabí también quedó aburrido y decidió que no iba a enterrar a su esposa en la tierra, sino que la iba a ahumar. Así que colocó su cuerpo debajo del fogón hasta que quedó seco. Un día que Karabí se fue a trabajar en la finca, su hija pequeña quedó sola moliendo harina. En esas bajó su mamá, y le dijo:
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“Hija, róndame, mientras llega el papá y yo te ayudo a moler harina”. Y así fue, mientras la madre molía y cantaba, la hija cuidaba que no viniera el padre. De repente un domenejo (animal parecido al colibrí) entró donde estaba la madre y la hija. Voló por el lugar y salió. Al rato llegó el padre a donde estaba la hija y le recriminó: “usted porque me está engañando, este pelo no es su pelo. Su pelo es corto, ese pelo largo es de su mamá”. En eso el padre, machucó la cabeza de su hija menor, tiró el cuerpo y se convirtió en pájaro luna, el cual canta en las noches de luna llena. Debido a esto, Karabí tomó la decisión de eliminar por completo el cuerpo de la madre, así que trató de partirlo con un palo, pero el cuerpo explotó y se convirtió en nube, y de ahí apareció la lluvia. Fue así como Karabí dio origen al Beque, al pájaro luna y a la lluvia de los cuerpos de sus dos hijas y su mujer.
(Mito narrado por Eliécer Queragama, mayor del resguardo Gitó Dokabú)
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Chí karabí wera ome boas a u Íchí aria je a e a os a u, chí íchíra aria kuita boas a u chí ichí ara eai aita, chí ichí pua e ko ea achí aba ki uakamau e nejarraka mau ara ea ii aita chí íchí jea e u, mambake jarabichí íchí werama, nau eba mu biia ra a a mu kakua mu bíía oi aita. eara a, wasí abu chí wera itua o e chí iu ome, mambake chí karabí, ichí kakua e ena mie a o a etasí abu chí rawa ju o a chí kakua e, mambake ka e wasí abu, unusí abu chí itua e a chí ichí wera jona ena ome bu ichí wera. Mambake chí karabí neasí ea a e abake oji a jukobesí chí kakua e ena eta oa a mambake jea a easí oji a, aramau u e neasí chí kau, chí ichí pua aria oasí, mambake oji a retako a a así maiicha mau neka e a iia eai aita ichí, maumina chí kauba ijabasí akawa kakua mikiabu e a. Mambake chí akoreba akawa jara así, mambake karabiba jarasí - a kuriawe mu biia eabiita - mu ra ya jomanarau a k r a ei aita, mambake jomma mukirara a awa ai aita ichira. Aramau e ji a aupe a, wasíapeda mambake du u atasí mambake kira e a tíu no esí.
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Chí ana aria k r sa ara easí, chí kau biuse e a, maumina chí kara isi a aria k r sa ara eas, mambake aí k r sa a e chí wera biu a arí kurumasí ne aya mambake poecha arí easí. Era a chí karabí tajade was mea, chí kauchake e a monia abeas is ua, mambake chí ana a a neas chí kauchakema e a, mambake jarás kau aka o a akore nearu mua kari a a eaí, mambake anabeape a ira enara karinu u. Chí kau ara orro onoma chí akorema unubiabaya, mau u arakia kubu a ko eches jibuzáka u u e a mambake wa ari was oji a. Nau kakua chí kara i a k r sasí jomma newetaí chí kakua wera, mambake bakuru e a eataí, mambake chí kakua tosí mama ake así j ora mambenneba easí kue, mau e ar easí weke, marimosa, mau e kue mau omeben e a kakua chí wera mau e a chí kau. Chí warra isí poí toa ai je eko katua juajomma abau e, chí na toaruba mau ú baí chí korape, chí u akara toaí año a a a akare. Chí mau borromorro iia aita, chí akore a chí u a kara a aípe a kubu e waí chí bakuru karra e, chí mau aita warra k r sa biia kawaibaita.
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El Jaibana
Es el nombre con el que se le conoce al curandero o al chamán indígena. El Jaibaná es un hombre sabio que ha aprendido de sus maestros sobre el poder mágico espiritual y la forma de acceder a los “Jais”, las energías materiales que constituyen la esencia de todas las cosas, garantizando las actividades fundamentales de la sociedad y la continuidad de los ciclos naturales. Al principio, el mundo humano podría acceder a Karabí por una escalera, pero cuando los hombres no cumplieron con los tabúes, perdieron la posibilidad de visitar el mundo de arriba. A partir de ese momento, solo los jaibanás pueden acceder a los niveles esenciales. En sus tratamientos, el jaibaná canta a los espíritus y al maestro que le enseñó.
Jaíbanara jau mukira chí eo kobarira mau eburú jaí kakua e a. Chí jau jaíbana ichira chí koita aria o arí chí ichí jaí, mau e samaja iukoí chí jai, mau e unukoaí maicha chí jaí saka ea arí, mau e chí jaí sama eebarí na iuja e mau e o ekare. Nau ara okasu au e a nau iuja mukira e karabíba jir boasí abú chí escalera mau chí warrana wadoí baíta ta, mau ichí iuja akako i e ichí e tubena iuja, maumina chí warra aba chu uri a aña isabú mau neuriwe etasí neponochake mambake aramau auchía chí escalera etawasí, mautopewa jaíbanara no eas a u, aramau auchía chí jaíbanara karisi au chí achía kuitabísi auka. 13
El primer jaibana
Cuentan los abuelos que en un principio no existían
los jaibanás y las familias comenzaron a preguntarse qué hacer si alguien se enfermaba. En un hogar cerca al cerro, vivía una madre con su hijo. Una mañana, la mujer salió a buscar agua al río y cuando regresó a su casa, su hijo había desaparecido. Asustada, buscó por todos lados, pero no lo encontró. Un hombre, que había salido del cerro, se lo había llevado, con la promesa de enseñarle todo sobre las plantas y la forma como podría curar. “Si quiere ser curandero y atender a su familia, yo le enseño, pero debe traerme seis pocillos”. El hombre del cerro era un espíritu y sin que nadie se diera cuenta, iba hasta la casa, sacaba el maíz y lo cargaba en la piel de la boa para llevarle alimento al joven. En la casa, la familia comenzó a extrañarse porque el maíz se estaba desapareciendo y la casa tenía un olor a quemado. El niño duró cinco días en el cerro. Al quinto día, el espíritu dejó al niño cerca al camino, donde su mamá lo encontró una mañana, mientras iba a buscar agua al río. Cuando lo llevó a la casa, él le dijo a su mamá: “Mamá, yo ya soy Jaibaná, aprendí todos estos remedios para el vómito, el reumatismo, el dolor del cuerpo. Tráigame agua del cerro y una hoja, voy a ir a sentarme”.
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A un hombre enfermo, le pidió que le dijera dónde sentía el dolor y así dio el remedio con la promesa de mejorarse mañana. Lo sentó y lo cantó. Al día siguiente el hombre se había curado. Otros hombres fueron entonces a buscar al joven para aprender cómo curar a sus familias. Él les respondió que les enseñaría todo lo que había aprendido, sobre las plantas para curar y cómo dar el tratamiento. Y ahí más personas se interesaron en aprender. (Mito narrado por el jaibaná Ciapriano Queragama Queragama del resguardo Gitó Dokabú)
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Jara a au ai awarau a, nau osi e a waai asi jaibanara mau e chí rí i isi au saka eima aba achí ebera efermeasí a. Eara a aba war mera oa osí a u, mau merasí ape e mambake chí nawe a doe a mau okare nea así e a. Aba mukira a adaísí cerru e a neasíba a aísí chí warra mambake aría jarabesí k r s kawaikara nau kuroi aita bichí rí mambake jara easí, mambake jarasí enea a a así mau e chí sioro e mauda oi aita, chí mau mukira jaí basí i a. Mau chí warra o e atau easí ama e e a, mambake nejumma easí mambake bedau orrao beasí e u a ena, mandakare chí e au isía ko e asi kobiya chí ekara. Chí warra juajomna eara a
oasí chí cerra e.
Mambake neasí e a, mambake nepeda jarasí chí anama. ana mu jambake jaibaná basí mua kuitasí aría ermenia mau jotoma nu aita, sísua aita, kakua puanu aita, me jambake enesdume manía modea ne u e ena, mau e kí ua mu a eí. Baíta, mambe karí abeasí mambake ewasí chí mukira enferma a a. Mambake jirussí chí aba mukira jaíbaná a ííbaita. Mambake kuítasí jomma chí ñekar, chí kídua mantope wa aramaka no easíara jauka.
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Partería
Un elemento de gran valor en los usos y costumbres de las comunidades indígenas son las prácticas y formas de crianza en la primera infancia. Existe en las comunidades indígenas Embera Katío de Risaralda y Chocó una estrecha relación entre la concepción de la vida, la naturaleza y la partería que, junto al jaibanismo y la medicina de las plantas, cumplen una labor integral de mantener y recibir en las mejores condiciones de salud corporal y espiritual esa nueva vida. Los primeros días son fundamentales en el futuro de esa pequeña semilla; es ahí donde las creencias, las prácticas, los remedios de plantas y los cantos moldean un futuro de trabajo y salud. Actualmente, existe un riesgo de que se debilite la partería debido a la entrada de la medicina occidental desconociendo las prácticas favorables a la vida de estas comunidades. De igual manera existe un gran desconocimiento de las prácticas y su función en la fortaleza de una raza que se debate en unas condiciones difíciles debido a su desplazamiento histórico. Es necesario también reconocer que los pueblos indígenas han educado a sus nuevas generaciones por medio de la herencia de sus prácticas culturales. Es así como la medicina, la música, la siembra, la cacería, el tejido y la cosmovisión han sido los hilos conductores en la educación propia milenaria.
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Nau chí iara achí netata oa ari aí jummarau e aí e era e nau aí taju, aí k r sara, nau warrara e a, oa arí aí puru e a e erara katio. Nau Risaraldadebena mau e chocodebena, nau k r sa a au a aí kakua e era nau iuja e, mau e nau wera partera mau e jaí anara, mau e neka ea a, oai aita mau e aramauka biia boaibaita chí biia aría aí kakua r bena mau e jauri aita chí biia chibiiaka, ara ai e a aí kakua araboabarí nau netaka, aramauka aí nekaka chibiia ariaboibaita aseba au cari eba nawa waibaita dai taja made aí kakua. I ibake u chí miia a u, mauba aria nejara ari, maumina i ibake ara ome ara chíbiia nera kapunia e mau e aide, maumina kapunia a aí e k riakau mia a u a orí aí k r sa e era e mau e ara aí era u e ara aí aria e eaba au ara ome. Mau e uru aí e a jara eba au warranama kuita i aya mambake ara as ua jara ei aita chí k r sara nau neka, nau carí, nau neví, nau nejirai, nau ka a au mau e a k r sa chíbiia. Nau u aí k r sa awarau.
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¿Quién es el Mohán (Ariba a)?
El Móhan es alguien inhumano o no humano, al que un jaibaná
maldijo espiritualmente con maleficios.
Estos inhumanos son peligrosos para los humanos porque se alimentan de la carne humana, por eso los mayores recomiendan no desobedecer al jaibaná. En la cultura ébéra Katío, solo los jaibanas pueden sanar los sitios de esta presencia. Lo hacen a través de Venekua (momento de sanación o respeto realizado por el jaibana) por exigencia de todos en la comunidad, ya que es el pueblo el que decide; de lo contrario el Jaibana puede enfermar.
Mau ari a a maura chí maura ebera we, maura jaibana uru aña uka a chí jar e a. Nau ari a a chí ebera we mimichía aria u, maupe a ebera ko arí is u mea, mau e u chí chorara a jara a au mau ur jaíbana ome poya añajara aí. Nau achí netata jomma eberara katio e, naura aba jaíbanaba eoí achí mia a ú nau iuja e ena. Chí nau iia ea ii aita jara a a jommarauba ku a aí enakua u, mambake jommarau a jara a au, maupe a nepa a au, mau r e ra chí jaíbana iiu o maupe a jea a eai.
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La Leyenda del Mohán
Una abuela tras la muerte de su nieto le dijo a su hijo: “hagan una casita con la esterilla bien tapada y lo dejan adentro”. Y así lo hicieron. En el primer día el cuerpo se movió, en el cuarto abrió un ojo, en el quinto se despertó totalmente y en el sexto ya se sentó. Al séptimo se levantó y miró alrededor. Al octavo día, el Mohán ya quería salir de la casita. La abuela al saber esto pidió a otro nieto que le trajera un beque. Él, extrañado, le preguntó y ella respondió: “voy a ir a bañar lo que hay allí adentro para que salga como persona”. Después de machucar el beque mandó al nieto a sacar al Mohán. La abuela mandó al Mohán a cerrar los ojos y lo bañó de pies a cabeza, hasta que volvió a quedar como una persona normal. Las uñas del Mohán eran afiladas como cuchillos. La abuela le cortó a excepción de un dedo, el cual su nieto le pidió que lo dejara así para poder cazar con este.
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El Mohán salía a cazar de noche.Traía venados, guagua y catabros para alimentarse. En ese entonces había una pelea Jiorobida y los Ciavidara. Los mataban a los ébéra ciavidara y esto el Mohán pidió permiso a para poder protegerlos.
entre los Jiorobida debido a la charra
Fue así como en las noches el Mohán entraba a las casas sin que nadie lo viera y mataba a las familias de los Jiorobidas. El charra de los Jiorobidas, viendo que toda su familia había muerto, fue a hacer las paces con los Ciavidara. Arrepentido, el Jiorobida pidió que dejaran de matarlos y dejaran de pelear. El Ciavidara acepto y le entregó a su hija para que los Jiorobida pudieran nuevamente multiplicarse.
(Mito narrado por Orlando Queragama Baniama, resguardo Gitó Dokabú)
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esa a a au choe a a chí wawachake biu akera, jaras a u, echakeka kara a a maupe a ekirsima e a tapaku a a maupe a aramama e a k r ba a. Mambake aramauka k b sidau, maupe a era a au e o omíakobosí, mambake chí au ara o omía ko osí, ara man akare mambake t j ru us, oya maupe a t akabesí, oya maucha mam e t ae no eas maupe a akako no es, mau u jomma pasawanakere chí e a ena awara neaya es.
Mambake chi choe a chí a a wawama i isí weke puia mambake k r saba pesasí choe a a koetai u weke e a maupe a achí ebera nebiya awara. Mambake choe a a jarasí chí aba wawama werakauchake akaíba a chí jau mia a ear . Chi choe a a jarakosí au kai a a, mambake koseí jir eba aba boro a, koe esí aba dachí ebera ear a, mau u chí bisíra mimichía ki a mizzú easí nekochakeka, mambake chí choe a a tokosí esta chí bisí, mambake chí wawa a jarasí cí choe ama ana a a a jau bisí aí jau ome mea ne p rra eí. Mambake chí aribamía wasí mea p rra e arimara esa e, mambe enea así, , erora, oe, ichí koe aita. Ara mau e kiraubika oasí inare ena ome jioro i a ome mau e siavi ara ome, jiirobi araba ea achi au ebera síavi ara mambake chí aríbamíaba i ísí au nau awarama nau jaka i a aíta. Chí awarauba charraka u a unupe ake kenamapana chí rí jioro i a, mambake kirauko esí, jawana ana e achí wa ea a aí achí rí, mambake r tasí au síaví ara a mambake chí kau ea easí au mau ojí a warra wa anaíbaíta. 24
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Los usos y costumbres indígenas en los jóvenes
La mayoría de los pueblos indígenas de Colombia y de culturas originarias de todos los continentes están afrontando la perdida cultural. Cada vez los modelos globales tanto económicos, sociales y culturales se imponen arrasando las formas de vida de las sociedades minoritarias. Los jóvenes Embera de la frontera entre Risaralda y Chocó son quienes más viven este cambio que los deja sin bases sólidas para afrontar los desplazamientos y los cambios culturales, razón por la cual la salida a las ciudades en busca de un supuesto mejor futuro genera un desarraigo profundo. Las familias que se encuentran desplazadas en los grandes centros urbanos son en su mayoría jóvenes o de escasa edad, lo que pone de manifiesto que las raíces culturales en los territorios se están debilitando. Es urgente la unión de esfuerzos productivos y educativos tanto en la etnoeducación estatal como la educación propia.
Chí awaraura nau puru u ena e erara nau Colombi abena mau u achí netata irapana arí achí k r sa kawa mau na eraina ena nau jomma continente e ena, nau arí aya a aí mapaná warrana a chí netata mau e chí k r sa kawa, maura jau a aír a a u a jarapanuba mau e parata ura, mau e i iawara a nau netata mau e k r sa kawa, mau e b r jara a au maarabur bu, arí i í ake warrara ara nau risaral a ebena mau e choco a ena jaura a ira e ayab r , maura e awa oranu u a warrana. Nau e awa oranu u a warrana maura aita waaí chí k r sa ichí e na erai a ena mau e bur warrama jaraí a a a warra sau u chí ia achi e nau iujadebena mau e ur nau arí aña ea u, nau aítara warranama asía ara ea eíka achí e soloa. 26
Entre las tradiciones ébéras se destaca particularmente la JAGUA de donde extraen la jirupiska o la junumonika, tintas extraídas de esta planta que utilizan para pintar y adornar sus cuerpos, a través de los cuales expresan los estados y ciclos vitales de sus vidas y su posición en la comunidad.
Pintan con jagua representando los cerros, el agua y la tierra. Estos símbolos son empleados para celebraciones a la madre tierra y ceremonias de curación. 27
Pamabú kirama kipara eba, mau a jara a e oro nu u mau eba ania, mau e iuja chí naura chí jara ou á aí ana iuja, mau e aí karí, aí itua a mau e ara eai aita.
Cuando las mujeres van a casarse, pintan también su rostro con jaguas. Dicen las mayores que si la tinta dura toda la semana el esposo estará con ella por muchos años. Si dura pocos días, significa que estará poco tiempo con ella.
Chí ichí naura naberaibena chí e era e chí nau kipara mau a au a a au a au jurupuska ome, chí ichí nau a au a au mau peneibata rirama, mau eba kakuama paneibaita, chí mau pamura maura jarabu saka ní.
Mau e aba werakauchake kima arai aita jara e au saka paí jara a au choe ara a chí jau kipara awa ubura kira e mama jara aí chí kimama aria ira oaí kira choara, mau wea maarab r o b ra mamajarabu kira choara oa aí.
Asimismo, las mujeres casadas pintan su rostro para los bailes y celebraciones. Las mujeres solteras no pueden pintar su rostro o maquillarse.
Chí kima ara e a nau pa a au itua e a.
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Cuentan
las mayores que las mujeres pintan su rostro con Jagua por la luna. Dicen que un hombre llamado Papa Churí, un día, curioso por la gran esfera que iluminaba las noches, decidió buscar la manera de alcanzarla. Fue entonces cuando plantó una palma, la cual cuidó hasta que creció tan alto que alcanzaba el cielo. Fue entonces, cuando subió a la parte más alta de la palma y trató de alcanzar la luna con sus manos. Cuando estaba a punto de alcanzar, Papa Churí perdió el equilibrio y cayó de lo alto de la palma.
Papa Churí no logró bajar la luna, pero desde ese día en la cara de la luna se observan unos rasguños que le hizo Churí tratando de alcanzarla.
Jara a au choarara a, nau werara a pa a au achí kira e je eko e. (Mito narrado por Elisa Jarapanu aba mukira ebera churi a eara a chí churí aría k r sa ara oasí a u maupe a partera del k r sape a wasí chí churí chí jau jedeko juru e, mambake j r sí aba akuru mam ake Onogama, unu usí, mau wari ii aita, waí t , maumina iawarara u aracasí a u chí akura ebe, resguardo Gitó Dokabú) mambake ji auzu a u pau e a, maumina arrawereburu kobos, mau a chí je eko a u u babisí t u a, mau a chí churí ua aña a ewasí, maumina chí churí bara chí kie ar aria kurukoe uis ara mawena ena a je eko kie ar kutu oabarí. 29
Las danzas El arte propio va más allá del folclor y la artesanía. Las danzas y bailes tienen una relación estrecha con el cosmos, la agricultura y los rituales para la fertilidad. Así mismo los atuendos, trajes, pinturas y músicas cumplen un papel de ofrendar la tierra por sus beneficios, los astros por su luz y los alimentos por su ciclo. También muchas de las danzas son historias de animales sagrados. Es así como las expresiones de arte en la comunidad indígena de Gito Dokabu mantienen el significado ancestral a pesar de que las presentaciones artísticas sean en espacios públicos o en eventos donde la danza es vista como contemplación coreográfica o de entretenimiento. El arte indígena conserva una relación de contemplación y agradecimiento a la madre tierra. Los pasos han sido compartidos de generación en generación e imitados de la naturaleza y de personajes propios de sus creencias y culturas, como el baile del Mohán, el del águila, del gallinazo, el baile del Jepa o de la caña. Las mujeres adornan su cabeza con lanas de múltiples colores en representación de los colores de la naturaleza y en especial de las flores, y a través de sus trajes, rinden homenaje a la madre tierra. 30
Nau ne e ai e nawa wa u maucha aí cha a au mau e aí kaba au, maicha aí neu mana uru naura chi iiara. Maumina nau e aí ju a au, paba au kira e mau e aí karí mau a jara a mau e aí ana lujama i ipunu ai aita, mau e a airara aira a au arimarachake biia ewawa arika chí jaí iia u. Aramauka chí nebeka, nau puru eberara Gitodebena e aira a au mau jara eakabu jommarauma, maucha aí ana wa ia a iia epana mau e aibara. Naura ai a ea a au ai warranama ka e nepa uma nau iuja e sawa oaí achí ana r mau eburu aireí inaka, iraba aka, paparika, akozoka mau e ama jefaka. Werakaurara achí, oro e juba au nepono i ibake lana u jupanu i iwarara nepono kiraka nau iuja e ena mau e uru achí aire e uru ana ma jarapana chí biiara.
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Tejido de collares En la cultura ébéra, cada tejido y color de las chaquiras utilizadas tiene su significado. Es así como el azul simboliza el cielo y el mar; el rojo, la sangre; el verde, la naturaleza; el amarillo, el oro y el sol; el color naranja, las flores; y el blanco, las nubes. Algunas formas también tienen representaciones, como el espiral, representa el camino; los rombos, las cuatro estaciones; el círculo, la unión y la comunidad, las líneas quebradas de los cerros y las cordilleras; y algunas otras figuras geométricas los sentimientos hacia la madre tierra.
aí netata mau e aí k r sara e era e kako era nau kirrima jau a jara u aí e netata aí k r sa, mau e chí mipipita chí para jaura tarebena mau e ochora, chí purrura jaura chí Oa, chí chíchake jaura aí ua o mauwe aí ana, chí kuarara jau aí ne a a, mau e ma au, chí naranjara jau chí nepono, mau e chí torro jau chí j ara. Mau e chí jorea ka e jaura jara u aí abau a nubu ebera mau e chí rí, mau e jarabu chí ochake, ea oro mau e aí anama jara epena mau e unupanu aí ana netata jau kako e e a.
Los collares también están relacionados con el estatus de las mujeres. Solo las mujeres casadas pueden usar grandes collares como símbolo de su relación conyugal; así mismo, solo las mujeres comprometidas o casadas pueden adornarse y maquillarse. Se tiene la creencia que, si la esposa se quita este elemento, el marido puede llegar a enfermar o incluso morir.
Jau chí okamara jau ara jara u aí wera mipipitakiru, nau okamara ju a aí wera kim ana a, jau a jara u mukira irabu, mau e kira pai aita, mau e nau okoma poya etabaí, etasira chí mukira je a eai mau wesi a í jur a e mambake pe a aí.
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Tejido de Canastos El canasto es indispensable para la comunidad indígena. Es un costal para empacar todos los materiales, objetos, frutas y demás elementos de utilidad en las labores. Los canastos son tejidos con bejucos, que los hacen finos, duraderos y resistentes para llevar cargas pesadas. En la lengua Katío, a los bejucos se les llamas Cizú o también Bode. La elaboración de los canastos es realizada por las mujeres.
Nau era aí ua ebenara jommarau a e erara a wa onu. Naura uka u jarí aí netata pe ei aita mau e padaka be atau ei aita, mau e ti uka e, mau e mo e a ena neta e nau e ai e ena k r sa. Nau e kapanu j kara mo e e ena, jau j kara chícharea tea ae mau e aria choa arí chí e, mau e naubara a aubdau o e, mau o era abau a a aupana cizú ara, chí ichí era jau wera uru kapanua.
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Modelaje en barro El barro para los ébéra hombre y mujer es indispensable. El barro para modelar las jarras y los cántaros no puede cogerse de cualquier lado. El cántaro es un elemento importante para la comunidad. Lo tienen en todas las viviendas y allí se tuesta el maíz para elaborar la harina. La jarra es utilizada para fermentar la chicha para la comunidad.
Bodakera o cerbatana Es el arma para cazar animales. La Bodakera está hecha de la palma de chontaduro o makana. Esta es una palma resistente y duradera. Luego se forra con un bejuco llamado porre, de donde se saca una telita fina. El veneno de las flechas es cogido de la rana Nera que se encuentra en lugares frescos y húmedos, en las profundidades de la selva donde no llega la gente. Es de un color amarillo, coloreada de azul y negro.
Nau yoro ebera a au a au jau yoro poya ama aí, mau e uru arakía jonebena enea aí chí yoro, nau e uru achí kaba au mau e maícha sisa e aita ebera choco é. nau chocó e achí ebera ome chíbiiara u u e a ira uaí aranau e achí e au ta a au maupe a po a a au achí o eibaita wekema, mau e chí choco e a jaura achí sisa asia i aibaita achí to aya jommarau a.
Jau U achí netata e a ena, mau e achí nej r e aita achí kiuru, jau chí bakuru a au a au jea e bena chi r , mambake au u ra a au mambake U a i a au. Mau e chí Uki a nera ara oa arí a auba au chí aso e ena, chí nera boabarí chí iuja koresa e maupe a a obarí chí naurara nera ona arí eberara ari akau a, chí nera kakuachake kera arí chí kuara e a mau e chifara e a, mau e chí parchake eba.
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Tambo Para el pueblo ébéra katio, el tambo es el lugar destinado para llevar a cabo las fiestas de sanación y curación, además del lugar donde se concentra la cultura y la formación como comunidad.
Daí ebera katio omera, jau eara e, jau k ajara oa arí achí karibaíta, achí ansa aita, achí ne r baita, mau e achí co eikoída ae nebarikia copaura nau ara achí k r sa kawa ikoaí jommararamá.
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Para estas fiestas, se invita a mucha gente con uno, dos o tres meses de anticipación, y la comunidad prepara el licor de plátano maduro o de maíz llamado chicha para compartir y participar de estas celebraciones.
Nau e abenakoe a jarakoba au jomma achí e erara chí jaraiba jaraí misa ome o mau wesi a misa u ea e a are a mambake e erara a k b koaba au chí itua, sisa mau auako ei aita jommarauma.
Nau pursir aí e, aí karí, nau irapana na eraina ena maupe a naura aí a arí aí k r sa aí p r e e era katio e, aí ua panu departemento e Risaral a ena, maumina aí iujara Gito e u oka uome ichí naura kaítawa u Santa Ceciliara, chí nau pursir ra aí choara be a kuíta e cha ei aita, chí ichí naura cha a au aí itua e a, mau e aí iuja aka eibaita iia e i ai aita, ichí naura a au a kimare r achí a au a chí a a chí mamita, mauare chí akore, mauare chí ana, mauanare enara chí warra. Chí ichí nau a a a cha e i iwarara, mau chí awaraura a cha a au itua e a, chí ichí nama chana ume mama u k r j a chí e erara jomma chí ribara, mamaría k b chibiia aria chí e erara. Jututos
Los
jututos son instrumentos musicales tradicionales y hacen parte de la música autóctona de la comunidad ébéra katio del departamento de Risaralda especialmente en el resguardo Gitó Dokabú. Los Jututos son tocados por los maestros en fiestas, rituales de purificación y sanación de su entorno. Cada juego se componen de cuatro jututos: el primero es como la abuela, el segundo es como el papá, el tercero la mamá y el cuarto hijo y cada uno cumple una función dentro de la representación musical. El sonido de los jututos es señal de alegría, paz y armonía en las familias y la comunidad. 36
Creencias 1. El niño cuando cumple 1 año debe bañarse con Jagua, para poder proteger su vida de cualquier enfermedad maligna. 2. La niña desde su niñez no debe comer alimentos pegados o quemados de la olla porque después tendrá dificultades para dar a luz a su hijo . 3. El niño no puede comer la cabeza del animal porque después le quedará difícil de tumbar palo. 4. Cuando queda una mujer embarazada, no debe comer la cabeza del pescado porque el hijo va a nacer con una cabeza aplastada. 5. Cuando esté tronando, la mujer embarazada no debe dormir. Ella debe pararse o sentarse en la cama porque el hijo puede nacer calvo. 6. Después de una semana de nacido del niño, si la madre y el padre deben trasladarse a otra comunidad, estos deben coger una hoja del camino, envolverla y torarla hacia atrás para evitar que una culebra pueda tragarse al menor. 7. Cuando un niño ébéra sueña con un ataúd es señal que se va a morir un miembro de la comunidad. 8. Cuando un ébéra sueña con tanta de llorar es señal que alguien está tratando mal o traicionando. 9. Cuando un ébéra sueña con un viudo o una viuda es señal que se va a ser viuda o viudo. 10. Cuando un ébéra duerme mucho después de las 12 del día es señal de que algún familiar se va a morir.
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1.Wawachake je eko juajomma juajoma ome asíra mambake koetaí kipara e a mau biiakeraibaita kakua. 2.Werakauchake a poya ko aí chí kara ea a mau e chí a a. Olla e ena, mauwe warra a aura arí taju pasaí jea e. 3.Warrama poya kobiabaí neboro aí akur .
akiria, maur e ura choara
ake poya tua aí
4.Wera ara u a poya kobaí e a boro, kosíra e a oro warra oro aramaucha eaí, oro pepe ea. 5. a irunu ura, wera ara ura poya kai ea ai jea a, mam ake chí wera t jira arii mambe akabeaí jea a, maurue ira warra oro u akara waaibaí, boro r eaí. 6.Wawachake juajomma a u ura, maupe a aña a ai u ra Oe e ki uachake purakoaí, maupe a atakoí jir a, maur ebura ama pa a warra jaurí mitaí. 7. Chí a a e era a kamakarasíra chí ataulu e mau are a jara u a a rí mauwe iira achí a a iui, achí puru ebena. 8. Chí a a ebera komakarasira, aria jea u jarasi au mauwea kiramasi au.
achí
ra mau jara eabu ai ena a mia a
9. Chí a au a kima ana a komakarasira a a pe aba a mau a jara ea u aramauka pe a aí. 10. chí ebera a a aria kaí o aribura aña a mau nejara mau a jara u chí rí
iui.
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MUNDO EBERA KATIO Resguardo Gitó Dokabú