/ Terapias Alternativas
¿Por qué es importante que los niños practiquen una actividad física?
Alfonso SOSA OLÁN*
L
a actividad física es definida como cualquier movimiento producido por los músculos esqueléticos y que tiene como consecuencia cierto consumo de energía (OMS, 2020). Ejemplo de ello son actividades recreativas, tareas domésticas, desplazarse caminando o en bicicleta de un punto a otro, actividades del trabajo que impliquen mover el cuerpo, entre otras. A lo largo de los años, mediante diversos estudios, publicaciones, investigaciones científicas, etc., se ha demostrado que la práctica de alguna actividad física tiene un impacto positivo de gran importancia en la salud de las personas sin importar el sexo ni la edad, pues los beneficios que se producen a partir de la práctica de ésta se ven reflejados tanto en niños que practican algún deporte o actividad de manera recreativa como en adultos que llevan un estilo de vida físicamente activo mediante la práctica de una o más actividades físicas.
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En esta ocasión se busca presentar cuáles son algunos de los beneficios que tiene la práctica de una o más actividades físicas sobre el desarrollo de los niños, pues más allá de disminuir los índices de sedentarismo y el riesgo de padecer obesidad, existe otra serie de beneficios que resulta de suma importancia conocer y tomar en cuenta para promover la práctica de algún deporte o actividad de carácter físico durante la infancia. La infancia se define como la etapa de vida que tiene su inicio en el nacimiento y va hasta los 14 años de edad (Martin et. al., 2004), y en la cual es característico que se presenten una serie de cambios en diferentes aspectos de la persona, como lo son, el físico, el funcionamiento de los diferentes sistemas y aparatos, desarrollo de capacidades motoras, condicionales, sociales y cognitivas, entre otros. Haciendo énfasis en las capacidades físicas condicionales, éstas son definidas
como las cualidades de una persona que están directamente relacionadas con el rendimiento físico de la misma y que han sido desarrolladas de manera consciente mediante acciones locomotrices (Rodríguez, Gracia, 2016). Ejemplo de estas son la fuerza, la velocidad, la rapidez, la resistencia aeróbica, la flexibilidad y la movilidad, y gran parte de estas se desarrollan de manera más efectiva en edades tempranas. La importancia de comenzar a desarrollar estas capacidades a una edad temprana recae en que esto le permitirá al niño o niña tener la posibilidad de realizar un mayor número de tareas motoras dentro su día a día y por consecuencia no necesariamente dependerá de alguien más para hacer acciones como desplazarse de un punto a otro, subir y bajar escalones, levantar objetos, saltar, abrir y cerrar puertas, nadar, lanzar cosas, entre otras. Como se mencionó anteriormente, las capacidades físicas condicionales logran desarrollarse a través de acciones locomotrices, es decir mediante la práctica de alguna actividad física, específicamente de alguna disciplina deportiva, cuyas características les permitan a los niños comenzar a desarrollar y potencializar cada una de sus capacidades físicas condicionales. Algunos ejemplos son atletismo, taekwondo, béisbol, fútbol, voleibol, básquetbol, natación, gimnasia, tenis, ciclismo, karate, entre otros. Sin embargo, más allá del desarrollo de las capacidades físicas condicionales, la práctica de alguna actividad física a una edad temprana tiene otros beneficios que de igual manera resultan muy importantes durante el desarrollo de esta etapa de la vida. El primero de ellos,
