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VECINOS CERCANOS

Daniela MUCHARRAZ*

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SE-O-DOS (CO2)

BARCELONA, ESPAÑA.- Quién iba a decir que todo tiempo pasado fue mejor. Estábamos tan bien, íbamos avanzando, todo iba a buen nuestro lado. Sonreíamos, reíamos, ¡éramos tan felices!

Ahora estoy esperando a que vuelvas; hay mucho, pero mucho silencio. Se está haciendo tarde y comienza a desaparecer el sol. Cada vez las horas de luz duran menos. Me inquieta de sobremanera pensar que algo te haya podido haber pasado. Me quedo sin batería; hasta mañana que nos den un poco de electricidad podré recargarla de nuevo. Usaré la reserva. Menos mal que aquí arriba el oxígeno es bueno, aunque marca niveles altísimos. Aún podemos hacer fuego y calentarnos un poco. El frío a veces es insoportable, otras veces ya no lo siento, ya nos habremos acostumbrado, pienso yo. Afortunadamente, teníamos todas esas mantas y nos pudimos hacer abrigos.

Te veo entrar, comienzas a quitarte las capas extra de ropa que llevas, te encuentro cansado, has traído algo de comer; al menos hoy y con lo que encontraste el otro día, podremos pasar unos días sin hambre. Te pones a cocinar. Hablas sobre la suerte que tenemos que aún aquí se pueda respirar. No has tenido un buen día y se nota.

Yo trato de alegrarte el resto de la noche con mis ocurrencias, pero no tienes humor, ya te he dicho que podemos invertir los papeles y ser yo la que salga, que sé cuidarme. Te digo que corremos el mismo peligro aquí dentro que afuera, pero me reclamas que eso ya lo hemos hablado y no quieres saber más del tema. Lo dejo estar.

Al día siguiente vuelves más serio de lo normal. Pareces muy molesto o preocupado. Me dices que hay que largarse de aquí y en cuanto antes, mejor. Empiezas a hacer la maleta, no llevas muchas cosas y todavía menos de las esenciales; veo tu cara, ya no me pareces preocupado, sino triste. Estás muy raro, casi no me hablas y me contestas con monosílabos. Te metes un bocado de la comida que sobró de ayer, vuelves a ponerte el enorme abrigo, te cuelgas la mochila a los hombros, arrancas con fuerzas los cables y lo último que alcanzo a ver es la puerta cerrándose detrás de ti.

*“Cosas que me cuento”. Serie de cuentos y relatos que tenía guardados en mi mente (cualquier parecido con la realidad, etcétera). Daniela Mucharraz, publicista y colaboradora circunstancial de arte. danyelamucharraz@gmail.com

La lección del niño japonés y su maleta de carrito

“El mundo rompe a todos, y después, algunos son fuertes en los lugares rotos.” Ernest Hemingway.

Graciela NICHOLS*

SAN PEDRO GARZA GARCÍA, MTY.- Hace unas semanas tuve la oportunidad de ir a Londres de negocios, mi especialización profesional me ha permitido viajar y ha sido una bendición. Mientras esperaba que me asignaran la puerta donde tomaría el avión, comencé a leer un libro de una escritora inglesa que había comprado unos minutos antes, cuando de repente pasaron muy apresurados una mujer de mediana edad, de origen japonés, y detrás de ella venía su hijo de unos 5 años, quien traía puesto un sombrerito muy gracioso y jalaba una maleta de rueditas con

Casi frente a mí, a sólo unos escasos 3 metros, se resbaló y golpeó fuertemente las rodillas; era de esperar que llorara del dolor como cualquier niño, así que me apresuré a ayudarlo a pararse y reincorporarlo con su pequeña maleta, para lo cortés, me dijo: Déjalo, él se levantará solo. Insistí en ayudarlo, pero solamente me dio las gracias y repitió que el niño lo haría solo. Ella únicamente se acercó algunos pasos a su hijo y le dijo: levántate,

Yo, como toda madre latina, hice lo que la mayoría haría en estas circunstancias: correr a tratar de levantarlo, sobarle las rodillas y ayudarlo con muchos cariños, pero ¿qué nos pasa a los seres humanos cuando realmente estamos solos y no tenemos a nadie que nos apoye? ¿Nos levantamos solos o esperamos siempre que alguien más nos rescate? Y si no sucede, ¿nos resentimos con Dios, la vida y con otros? ¿Qué pasa con la experiencia de caer, sacudirse, aprender y seguir adelante? Esto es llamado resiliencia.

“La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que permiten avanzar en contra de la corriente y superarse.” E. Chavez y E. Yturralde.

Se ha demostrado que no nacemos siendo resilientes, sino que lo desarrollamos a lo largo de nuestra vida, a través de actitudes, aprendizajes, posturas mentales positivas, menos drama y victimismo.

alguna manera- para desarrollar una actitud resiliente.

Date el permiso de equivocarte y levántate. Por naturaleza, todos quisiéramos mantenernos dentro de un estado de confort y no pasar por ninguna crisis, pero éstas nos ayudan a crecer y aprender, incluso a sanar heridas del pasado.

tu realidad. Esta parte es difícil enfrentar, sobre todo porque tendemos a auto-engañarnos con tal de no ver lo que nos duele. Un profesional que sea objetivo o alguien que realmente nos aprecie, pudieran darnos una opinión sincera que nos ayude a ver nuestra realidad.

3.- Actúa, no te quedes paralizado cuando

. Lo peor es quedarse estancado esperando a que las cosas se resuelvan solas. No digo que con esto no se debe tener aceptación de lo que no se puede cambiar, pero incluso el proceso de aceptación requiere que trabajemos en el. 4.- Nunca hables mal de ti mismo. Algo que aprendí hace varios años, fue que parte del proceso de sentirnos valiosos y aceptados por otros, es no hablar mal de nosotros mismos frente a otros, pero el reto más grande es no hacerlo cuando estamos solos, es decir, ahí mientras nos atacamos con pensamientos de desaprobaciones que nos merman la autoestima.

Algo que está comprobado que ayuda mucho para reemplazar estos pensamientos de frases positivas que nos ayuden a subir nuestra autoestima. , para desarrollarte en todas tus áreas. Desarrollar un proyecto de vida te permite mantenerte enfocado en metas, las cuales generan autoestima. Y con ello, no digo solamente metas profesionales, que es sólo una parte, sino como ser humano, como padres, como ciudadano, etc.

6.- Desarrolla relaciones que le aporten a tu

en todos los aspectos. Esto es una parte fundamental en el caminar del crecimiento, dado que todos necesitamos sentirnos amados, respetados y aceptados tal como somos; ello desarrolla un profundo sentido de pertenencia. 7.- Ten fe que algo más grande que tú tiene un plan maravilloso para tu vida. Con esto, no estoy hablando de una religión en particular, sino que está comprobado que los seres humanos con una vida espiritual plena, alcanzan niveles de aceptación y felicidad más altos que quienes no la tienen.

Creer que hay un Ser más grande y perfecto que tú, que te cuida y tiene un plan maravilloso para tu vida, emociona a cualquiera. El camino no estará libre de caídas y aprendizajes, pero será parte del proceso de sanar, crecer y vivir con mayor plenitud.

Cada cultura es distinta, pero la resiliencia es algo que debiera enseñársenos desde que somos muy pequeños. No estoy aún muy segura que no saldría corriendo a levantar a uno de mis hijos pequeños si resbalara y cayera, pero sé que tendré que soltarlos y permitirles que en cierta medida vivan sus experiencias de aprendizaje; eso nunca lo descarto.

Fuimos diseñados por un Ser de progreso, para aprender de nuestras propias experiencias y no quedarnos estancados teniendo el mismo conocimiento siempre.

Supongo que esta madre japonesa ya estaba enseñándole a su hijo -a su corta edad- que la vida se trata de caerse, sacudirse y levantarse. Cabe mencionar que después que el niño dejó de llorar, se limpió las lágrimas y prosiguió su camino con su madre a tomar el avión como si nada hubiera pasado. No sé si esto fue un aprendizaje para el fue para mí. Nunca lo olvidaré.

*Abogada fiscalista egresada del instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey de la maestría de derecho comercial internacional, actualmente forma parte de una firma internacional de abogados y contadores, escritora en publicaciones de periódicos y revistas y miembro de asociaciones civiles. editorial.nichols@gmail.com

Cordelia, por siempre Cordelia

Luciana SALVADOR*

Bcon un hilo muy fino color rojo vino su pensamiento más liviano para no perderlo cuando se sienta sola a tomar un café, sola en su lugar favorito de marzo y todo esto que hoy tiene que pesarle, no la aplaste.

Cordelia se pone plumas en la suela de los agujeros a sus medias de el viento la acaricie, si es que hoy decide despegar.

*Luciana Salvador Serradell nació en Argentina en 1977, actualmente reside en Barcelona donde trabaja como especialista digital en Tactius.com. En el 2011 su bitácora de cuentos cortos, Bosque de Luciérnagas www. bosquedeluciernagas.blogpost.com, fue premiada como Mejor blog nacional de creación literaria en el II Premio Revista de Letras, el canal de libros de LaVanguardia.es. Ha publicado cinco microrrelatos (Editorial Intangible): Alicia no fue invitada, La mala educación de Mariana, El funeral de Lola, Paula se vacía en el espejo y El despecho de Ana. Y en el 2012 salió a la venta su primer libro, Las mujeres aman diferente, que se puede conseguir en www. lulu.com o en Amazon.com.

Cordelia respira hondo cada sorbo de resignación para tragar despacio, bien despacito todo esto que le toca cuando tiene que conformarse con un único pensamiento liviano que no quiere perder. Que no dejar ir cuando se sienta sola los martes a fumar un cigarro después del último sorbo de café.

Por esto, Cordelia no puede prometer nada porque a los dos días se aburre de quién es y de todo lo que siente cuando no está sola.

Del aire de sus besos que se vuelve denso y no excesivamente suya cuando no quiere ataduras. De su querer sostener su mano cuando piensa en no tocarle. De su sonrisa más sincera y la de Cordelia tan falsa por eso de no querer herir.

De sus ganas de querer meterla en su mundo rotundo cuando Cordlia sólo piensa en ahogarse lo absurdo cuando traga el humo del cigarro. En sus mañanas sin realidad en la esquina antes del café. En todo esto que le puede dar mientras me no quiere ser.

Arturo DIEZ*

Banana Bakery: una forma de volver

XALAPA, VER.- Todos tenemos algo que sin importar dónde estemos, nos hace volver a otra parte. Más allá de lo visual y trivial de una imagen, me parece, es mucho más fuerte cuando lo que nos hace volver es algo que apela a otro de los sentidos como el olfato en un perfume o aroma familiar, en el pulso del corazón que cambia al escuchar una canción compartida con alguien cuyo recuerdo se nos ha vuelto entrañable, o, si se quiere volver un poco a la vista, en las emociones e imágenes que se remoran en la mente al releer una carta recibida hace años. Yo en este momento hablaré de algo que me hace volver a Xalapa: Banana Bakery.

Como las mejores marcas, Banana Bakery empezó sin pensar en el dinero ni grandes producciones. Cada postre está hecho artesanalmente con el único objetivo de lograr un equilibrio entre sabor, textura y aroma, para acompañar a sus clientes en el desayuno, después de la comida o en los momentos especiales, es decir, a toda hora. Quien se deleita con sus postres elige cuál es el mejor momento. A mí me encanta, por ejemplo, empezar la mañana con una lectura acompañada de un brownie de chocolate auténtico -como siempre son los de Banana Bakery- o un blondie de limón. Ese toque dulce en cada mordida, pausa de mis sorbos de café, me distiende. También, para los momentos de estrés en que me levanto del escritorio y estiro la espalda unos segundos, están las galletas de limón, doble chocolate o, las favoritas de muchos, red velvet con relleno de queso (aquí no está de más una traducción libre para describir su textura: rojo aterciopelado). reservado mi postre favorito para quien haya resistido el antojo de ir por un postre y continúe leyendo. El postre de Banana Bakery que más me hace sentirme en Xalapa es el que suelo pedir antes de marcharme y guardar ceremoniosamente de plátano. Basta abrir la bolsita de papel al llegar a mi destino para disfrutar un aroma dulce que me hace sentir que, sin estar en Xalapa, estoy a una mordida. Su textura es suave, de esos panes que casi se deshacen en la boca y cuya sensación húmeda los hace resbalar sin el menor esfuerzo de la garganta, al estómago. Suelo llevarme varios de ellos después de cada visita a Xalapa, los meto al refrigerador y, a pesar de mi antojo irrefrenable, asignar uno para cada día y así prolongar su sabor fresco y artesanal por más días, también, es evidente, es mi forma de prolongar mi estancia sin estar ahí. De los pasteles ya ni les hablo, busquen Banana Bakery en Instagram, yo ahora voy para

*Nací y crecí en Xalapa. Estudié ciencias de la comunicación en la UNAM y en mi tiempo libre me aficiona leer para vivir otras vidas, así como escribir para contar algo de la mía. Contacto: arturodiezg@outlook.com y arturodiezgutierrez.

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Asociación Mexicanos aquí. Creadores de alianzas con nuestra propia raza.

Toño SALDAÑA*

BARCELONA, ESP de una chica muy simpática, cuyo acento pude reconocer de inmediato porque era “cantadito”, o sea, como el mío. Mi compatriota me saludó emocionada y me dio la siguiente noticia: Estás nominado para la primera premiación en Madrid de “Mexicanos Aquí”.

Al principio, pensé que era una broma, ya ves que los(as) mexicanos(as) somos bien bromistas, pero ¡sí, era verdad!, me habían nominado para un reconocimiento otorgado por la Asociación “Mexicanos Aquí” al valor y el talento mexicano en España. A casi tres años de esto que te cuento, la asociación ha ido creciendo, reconociendo y apoyando el talento mexicano, transmitiendo, a su vez, una imagen positiva de nosotros(as) entre diversos colectivos.

“Nacimos ante la evidente y creciente importancia empresarial, cultural y social existente entre México y España. Las y los mexicanos residentes en Europa, a pesar de no ser un grupo de inmigrantes numeroso, han sabido destacarse en distintos niveles y ámbitos, y han sacado provecho a la inmensa cultura de México para ofrecer productos y servicios a millones de españoles, distinguiéndose por su calidad y profesionalismo.” Eguiluz, Eduardo E. Alcalá y la mexicana Ana Paola de la Cruz, forman parte de esa asociación; ellos se han dado a la tarea de agrupar a los(as) emprendedores(as) mexicanos(as), empresarios(as) y profesionales destacados que trabajan ya no sólo en España, donde comenzó el proyecto, sino en toda Europa, fomentando el espíritu, solidaridad y colaboración.

Yo, como inmigrante, te puedo decir que llegar a un país y hacer un grupo de amigos(as) que no conocías, es de mucha ayuda, de gente como uno que sabe lo que es estar lejos de la tierra que te vio nacer. Cuando uno sale del país piensa que “se las sabe de todas todas”, sin embargo, cuando comienzas a verte en una serie de “trabas” burocráticas por ignorar temas legales, es cuando piensas “y ahora, ¿quién podrá ayudarme?”.

En muchas ocasiones al sentirte solo o pensar que perdiste la brújula que daba sentido a tu objetivo, Mexicanos Aquí -a través de sus acciones- consiguen que las y los mexicanos

que residimos en Europa recuperemos ese sentimiento fortalecedor de saberte acompañado y reconocido, emociones muy necesarias para poder seguir adelante. Además de ello, consiguen no solo crear lazos emocionales, sino también empresariales, ya que a través de sus acciones generan una integración positiva ofreciendo nuevas oportunidades de emprendimiento, brindando soporte tecnológico, estratégico, legal, comercial, etc.

Las y los mexicanos que vivimos en Europa no rompemos vínculos con nuestro país, seguimos en México aunque físicamente nos encontremos lejos; muchas y muchos han tomado esto como una oportunidad creando negocios como tiendas de productos mexicanos, importadoras de tequilas y mezcales, incluso hay quienes se dedican sólo a vender tortillas. Pero cuando estás lejos y el objetivo es salir adelante, al principio no tienes idea qué puedes hacer, mucho menos sabes por dónde comenzar o a quién acudir para que te oriente. Afortunadamente, hay compatriotas como los de “Mexicanos Aquí” que con sus acciones facilitan el camino ayudando y creando lazos empresariales con los de nuestra propia raza.

Las y los mexicanos somos solidarios y, cuando nos unimos, somos imparables, lo hemos demostrado en catástrofes como los terremotos o huracanes, y para la asociación “Mexicanos Aquí”, esto se convierte en su punto fuerte.

“Los(as) mexicanos(as) residentes en España son personas positivas, apasionadas y trabajadoras, ya era tiempo que se pudieran canalizar estas virtudes a través de un organismo independiente, con capacidad de interlocución y vocación de generar valor y difundir no sólo sus proyectos, sino las riquezas de México, que se pueden hallar en su territorio y, de manera especial, en su gente.”. Mexicanos Aquí. Página web www.mexicanosaqui.com. contacta@mexicanosaqui.com.

*Licenciado en Diseño Gráfico, especializado en pintura y expresión gráfica, Restaurador de Arte. Artista Plástico multidisiplinario con más de 25 exposiciones individuales dentro y fuera de México. IG: tonosaldanaartista

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