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NEGOCIOS - MECA
MECA
Premio a la pasión, entrega y mística
Servicios Generales Bursátiles y Grupo Industrias Magaña L. (IML) son dos empresas de El Salvador que poseen un giro de negocio muy diferente entre sí, pero que tienen algo en común que las hace sobresalir: ímpetu, capacidad para enfrentar y superar desafíos, poder de evolucionar e innovar y ansias de crecer.
Por esos atributos, a los que se suma la pasión, la entrega y la mística, ambas compañías recibieron un reconocimiento como las dos mejores medianas empresas privadas de ese país en el 2021, que entrega el programa Mejores Empresas de Centroamérica (MECA) de Deloitte con el apoyo de Grupo Promerica e INCAE Business School.
Además de estas dos organizaciones, el programa también premió a tres empresas de Costa Rica, dos de Guatemala y una de Nicaragua.
Todas atravesaron un minucioso proceso que consistió en varias fases como la de documentación y evaluación.
MECA busca reconocer e impulsar a las medianas empresas privadas de Centroamérica y República Dominicana que se destacan por su éxito organizacional y su alto nivel de desempeño en la gestión de negocios. Además, busca contribuir a su transformación, impulsando su crecimiento y expansión en el mercado nacional e internacional.
Acompáñenos a conocer más de estas empresas salvadoreñas y a ahondar en sus exitosas estrategias.
ADN EMPRESARIAL
Con apenas 16 años, Jorge Luis Magaña tenía una chispa única para hacer negocios y su mente inquieta lo llevó a concretar todo cuanto se propuso en la vida, por eso recuerda con especial cariño el primer salario que le dio a su mamá, tal y como él se había prometido una vez hacerlo.
Ese joven brioso es hoy el presidente y accionista mayoritario del Grupo Industrias Magaña L. (IML), una de las empresas reconocidas por el programa Mejores Empresas de Centroamérica.
“Vivíamos en el campo y mi mamá se pasó a la ciudad a trabajar en el mercado, me prestó US$100 y como a ella le gustaban los negocios fui aprendiendo de ella el gusto y el amor por ellos. Sus consejos fueron cruciales en esa etapa de mi vida”, rememora Magaña.
Recuerda que comenzó comprando y vendiendo queso y huevos en las tiendas, luego iba a Guatemala a vender cinchos y compraba llaveros y los comercializaba en las terminales de El Salvador, hasta que a sus 18 años tuvo un taller de zapatería y fue ahí donde asegura haber tenido una de las mejores lecciones de finanzas, aunque muy dura.
“En ese entonces tuve una operación de apéndice y cuando salí del hospital los muchachos que trabajaban conmigo se habían robado la mayor parte de la materia prima. Al salir del hospital, de los 30.000 colones (moneda que utilizaba El Salvador) que era mi activo total, solo contaba con unos 10.000 para seguir trabajando”, detalla.
Volver a la normalidad le costó dos años, pero nunca se dio por vencido gracias a su inquebrantable fe en Dios. Con el tiempo, más negocios fueron surgiendo y tomando forma mientras combinaba sus estudios de noveno y primer año de bachillerato y se trazó como estrategia contratar a personas preparadas en el ámbito académico para apoyarse en ellas y aprender y es así como ha conformado un grupo valioso de colaboradores. IML nació con la importación de antenas aéreas para T.V, y actualmente tiene un liderazgo en reguladores para gas en Centroamérica, también produce estufas con horno, estufas de mesa, accesorios para el manejo de gas, luminarias led y productos generales de ferretería y el hogar. Alrededor del 65% de la venta es de producto terminado (importado) y el 35% lo fabrican localmente. IML tiene presencia en siete países de la región, desde México hasta Panamá, con unidades propias de negocio. Cuenta con 400 colaboradores, aproximadamente, en diferentes áreas. La empresa venía creciendo a un ritmo de 14% anual en los últimos cinco años y durante el 2020 y el 2021 llegó hasta el 40,9%. La meta es consolidar ese crecimiento.
Para Magaña, las claves del éxito de IML son trabajo duro, persistencia, el establecimiento de relaciones sanas y duraderas con diferentes públicos y clientes, como clientes que tienen muchísimos años de serlo y el respeto por las personas y por lo que hacen en su trabajo.
“Este reconocimiento es algo muy lindo para nosotros. Uno de mis sueños era hacer equipo, poder colaborar con un grupo de personas, por eso ahora ver un equipo como el que está es como un sueño y el reconocimiento es como un sello a ese sueño cumplido”, cuenta Magaña.
Agradece a Rufino Pérez, Director Administrativo Financiero de la empresa, por haberse interesado en el proceso para obtener el reconocimiento y haber hecho todo el trabajo para alcanzarlo. También da gracias a Banco Promerica El Salvador por el apoyo brindado a la compañía.
El empresario cierra con un consejo que vale oro: “cuando vienen las crisis siempre hay que verles la cara de oportunidad, puede ser una crisis de salud, económica, familiar, pero siempre hay oportunidad y hay que tener esa actitud de pescador, de ver cuál es el beneficio que puedo sacar de esta situación. Y hay que luchar por poner amor en el corazón de uno y va a ser fácil trabajar, hacer negocios, que le vaya bien, si uno tiene un corazón lleno de afecto para los demás”.
ESPÍRITU INNOVADOR
Si tuviesen que describirse en una sola palabra esa sería: innovadores. Les gusta marcar pauta, ser los primeros y, justamente, ese espíritu transformador es el sello de su empresa Servicios Generales Bursátiles (SGB), una casa corredora de bolsa, el cual les diferencia del resto.
Rolando Duarte, presidente de esa compañía, reconocida por el programa Mejores Empresas de Centroamérica y su hermana Patricia Duarte de Magaña, han sabido concretar el sueño de su padre, quien desde que estudiaba una maestría en Londres, años después de la Segunda Guerra Mundial, deseaba conformar una bolsa de valores.
“La parte medular ha sido la innovación, es la constante. Hemos sido los primeros en hacer las cosas, en tener el primer fondo de inversión, en hacer operaciones fuera (de El Salvador), en enseñar cómo manejar una calculadora financiera con fórmulas, es decir, siempre estamos innovando y creando”, afirma Duarte. Esos pilares les han permitido trascender y pasar de ser una empresa familiar, a una empresa corporativa y a ir un paso más adelante de lo que buscan los clientes. Así, por ejemplo, crearon una app para hacer operaciones y permitirles a los inversionistas hacer transacciones de manera más fácil, ágil y rápida, convirtiéndose en la primera casa corredora en tener una aplicación.
Para Duarte hay otra clave: todos son importantes en la organización, desde la persona encargada de recibir una llamada, hasta el que hace un negocio, porque si una llamada se deja de responder es un negocio que se pierde, por eso, trabajan día a día en una cultura organizacional fuerte, centrada en el servicio al cliente, en el servicio oportuno y en ofrecer operaciones rápidas, seguras y confiables. Además, SGB tiene otras fortalezas como saber tomar decisiones rápido, una ética arraigada y fuertes valores, personal altamente capacitado, un porcentaje alto de mujeres en la organización y una Junta Directiva conformada por personas que buscan siempre lo mejor para la empresa. Actualmente, SGB tiene 56 colaboradores, aproximadamente.
Para la compañía, el reconocimiento brindado por Deloitte, INCAE y Grupo Promerica es un acontecimiento que les llena de orgullo y que les motiva, sin duda, a seguir trabajando fuerte para alcanzar más logros y seguir marcando la diferencia en el mercado bursátil salvadoreño y de la región.
“Esto nos llena de mucho orgullo. Somos una casa independiente, por lo que es el esfuerzo de todo un equipo de trabajo, de nuestro grupo de hermanos que somos los accionistas, pero lo más importante, es que tenemos todo un equipo preparado que ha venido caminando con nosotros, que ha venido creciendo con nosotros, que ha aportado ideas y que nos ha permitido tener la posición a la que hemos llegado”, afirma.
Servicios Generales Bursátiles nació en 1992, en medio de un contexto difícil, porque apenas el país salía de una guerra civil, y existían pocos valores por negociar, pero nada de eso fue impedimento para crecer y ser hoy una de las casas corredoras de bolsa más importantes que genera empleo y desarrollo.
Comenzaron negociando bonos de energía eléctrica, llevando calculadoras financieras que ellos mismos programaban y vendían al resto de casas corredoras, hasta la incursión de mercados internacionales en la compra de eurobonos y ser la primera casa en tener su primer fondo de inversión.
El crecimiento que experimentaron a lo largo de esos años siguió con la integración con Panamá, en 2017, lo cual les permitió ser galardonados por la Bolsa de Panamá con el primer lugar en operaciones con títulos panameños en El Salvador, creando así un abanico de inversiones para sus clientes.
Todo ese esfuerzo es reconocido por el programa de Mejores Empresas de Centroamérica. “Es un premio que reconoce la visión que siempre tuvo nuestro padre, de ir hacia adelante”, recalca.