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ESPECIAL - TESORO AZUL
Por Arturo Castro Barrantes
Su empresa puede perpetuar la humanidad
Las acciones que su compañía tome para proteger el recurso hídrico ayudan a proteger el agua, fuente de vida para la humanidad.
Problemas hay muchos, siempre los hubo y siempre los habrá.
Sin embargo, las acciones que su compañía tome para proteger el agua, atacan directamente uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad: su supervivencia sobre la faz de la Tierra.
“El agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos. El agua también forma parte crucial de la adaptación al cambio climático y es un decisivo vínculo entre la sociedad y el medioambiente”.
Así describe UN Water, entidad de la Organización de las Naciones Unidas para enfrentar los desafíos globales en torno a la carencia del preciado líquido, su importancia y su interrelación con el desarrollo económico.
Y es que, para una persona, sobrevivir sin agua se limita a un periodo de tres a cinco días, un poco más, un poco menos, antes de que las funciones básicas de su cuerpo se vean afectadas, ya que el organismo necesita ocho vasos diarios del líquido para mantenerse hidratado.
“Sólo imaginemos un día de nuestras vidas, solo uno, en el que carezcamos del agua. Sería imposible cocinar, beber, las instalaciones sanitarias colapsarían y la industria se paralizaría. Por eso, es indispensable que cuidemos del agua, estableciendo sistemas eficientes de aprovechamiento, tratamiento, recirculación y uso. El 97,5% del agua del planeta es salada, lo que imposibilita su uso para fines de consumo, y del 2,5% restante solo es aprovechable el 0,3%, debido a que el resto se encuentra congelado o debajo de la tierra, como aguas subterráneas”, explica Karla Chaves, directora general de ecoins, programa de lealtad regional que premia el compromiso con el reciclaje.
Elena Galante, consultora independiente experta en sostenibilidad, asegura que el acceso al agua es un derecho básico y una condición imprescindible para la salud de las personas y su escasez o malas condiciones higiénicas amenazan la salud pública y el crecimiento de las economías.
“El agua es indispensable para la producción de alimentos, tanto para elaborar productos como para tareas de limpieza y mantenimiento de maquinaria y utensilios de trabajo. La escasez de agua amenaza la alimentación. El agua limpia en ríos, humedales y océanos es también indispensable para la vida de miles de plantas y animales que forman parte de una cadena ecológica natural que mantiene sanos nuestros ecosistemas y nos aseguran numerosos beneficios derivados de la naturaleza como aire limpio y control de inundaciones, entre otros”.
Por qué el agua es tan valiosa para las empresas
La respuesta es sencilla y contundente. Sin agua, la posibilidad de vida es nula y, sin vida, la posibilidad de realizar negocios, inexistente.
“Desde la producción de alimentos, hasta la fabricación de un celular dependen de la existencia y la disponibilidad de este recurso. Es imposible seguir con el sistema económico y productivo actual, donde tomamos un recurso de la naturaleza, como el agua, lo usamos, contaminamos y desechamos”, asegura Valentina París, coordinadora de operaciones de ecoins Costa Rica.
Según datos del Banco Mundial, 70% del agua dulce aprovechable del planeta se usa para la agricultura, el 20% para la industria y solo el 10% restante para abastecimiento público.
“El agua es uno de los recursos más importantes para la industria, tanto para la producción y el mantenimiento de equipos, como para las instalaciones sanitarias y la refrigeración. Sin embargo, la industria también se ha convertido en una de las principales fuentes de contaminación de este recurso. Todo está relacionado e interconectado. La humanidad crece, las necesidades y demandas de alimento y productos crece y con ello crece el consumo de agua”, dice París.
De acuerdo con Elena Galante, el agua es una materia prima para la producción de muchos bienes que consumimos hoy en día. “Por ello, aunque es un bien valioso y básico para todos los sectores económicos, sin duda es clave para algunos de ellos, por ser materia prima para la producción, como en el caso del sector de alimentos y bebidas u otros sectores industriales, como el textil”.
Galante explica que hay que recordar el vínculo estrecho existente entre el acceso de la población al agua potable, el saneamiento y la salud pública. “Ya hemos experimentado con el COVID-19 los resultados sociales y económicos tan devastadores que puede provocar una epidemia a nivel mundial y cómo la salud de las personas es también un tema económico que afecta a todos los sectores de la sociedad, empresas incluidas”.
“En ecología, existe un término que me encanta que es el de ‘servicio ecosistémico’, que se refiere a los servicios que obtenemos de los ecosistemas y de la naturaleza. El agua brinda numerosos servicios ecosistémicos: bebida, higiene, alimentos (producidos por el ser humano o de forma natural en los ecosistemas acuáticos), paisaje en el que nos recreamos y que nos beneficia económicamente si atrae turismo. Dependiendo del sector de la empresa, el beneficio que obtenga del agua puede ser diferente. Lo interesante es que cada empresa identifique su impacto sobre el recurso hídrico y cómo se beneficia del mismo, para que cada una pueda desarrollar su propia estrategia en materia de gestión del agua”, asegura Galante. Chaves explica que una empresa y marca socialmente responsable identifica sus impactos, los reduce, establece acciones concretas para generar dentro y fuera de sus procesos, beneficios ambientales, sociales y económicos. Para ello, es indispensable que, dentro de ese accionar, se involucre la conservación del recurso hídrico, desde su uso racional, hasta su tratamiento, evitando su desperdicio, la contaminación de cuerpos de agua y la afectación de ecosistemas.
De acuerdo con Galante, una vez que la empresa identifica su impacto sobre el recurso hídrico, tiene la información básica para desarrollar una estrategia de gestión y protección del agua ligada por completo a su tipo de negocio, lo cual le ayudará a gestionar riesgos y encontrar nuevas oportunidades dentro de su nicho.
“Cuando el trabajo se realiza correctamente fundamentado en una base sólida, los resultados impactan positivamente en la imagen y la reputación de la empresa, convirtiéndose en parte de su identidad de marca”, dice Galante.
Economía circular, llave del futuro
De acuerdo con Galante, el tema de la protección del recurso hídrico desde el punto de vista de la responsabilidad social empresarial se dirige hacia la reducción del consumo de agua en toda la cadena de producción y hacia asegurar una buena gestión de residuos, para evitar la contaminación de las fuentes de agua, dos acciones que se contemplan dentro de los principios de la economía circular.
“El cambio climático nos está haciendo un llamado a tomar medidas radicales en todos nuestros procesos. Los modelos económicos lineales actuales, donde los recursos se extraen, transforman, usan, contaminan y descartan, debe llegar a su fin. Por esto, las empresas del presente y futuro deben adoptar modelos circulares, donde se vea de forma sistémica el aparato productivo, redefiniendo el uso de recursos para llegar a su mejor aprovechamiento y uso sin perjuicio de los ecosistemas, eliminando el desperdicio y residuo de los sistemas de producción y consumo”, afirma Chaves.
LOS ESFUERZOS DE CADA PERSONA APORTAN A LA SOLUCIÓN
Simples acciones que pueden hacer la diferencia:
1. Lea un libro sobre el agua, conocerá mejor los efectos del agua en las sociedades, las economías y el planeta.
2. Cierre el tubo cuando se cepille los dientes y en la ducha, mientras se enjabone.
3. Repare las fugas de su casa. Un tubo puede desperdiciar más de 11.000 litros al año.
4. Nunca arroje al inodoro pinturas, productos químicos, medicamentos u otras sustancias tóxicas. Contaminan los lagos y ríos, y causan problemas de salud a los seres vivos marinos y humanos.
5. Conserve, conserve, conserve. Eche los cubitos de hielo sobrantes de una bebida a las macetas.
Fuente: “170 acciones diarias para transformar nuestro mundo”, de la Organización de las Naciones Unidas.
CONSTRUYA UN PLAN DE PROTECCIÓN DEL RECURSO HÍDRICO
1. Tenga un compromiso íntegro, que vaya desde el más alto rango o alta dirección, que involucre a toda la organización sobre la protección del recurso y plasme los compromisos por escrito.
2. Desarrolle estrategias que incluyan actividades fundamentales para el cumplimiento de las metas planteadas.
3. Defina indicadores que permitan medir el avance del cumplimiento de los objetivos.
4. Evalúe cuánta agua consumen sus operaciones y defina en qué la están utilizando, estableciendo como eje fundamental optimizar procesos para reducir, desde la fuente, el uso de este vital líquido.
5. Establezca prácticas para el aprovechamiento del agua ya utilizada en los procesos productivos, reutilizándola y estableciendo sistemas cerrados o circulares que eviten la generación de aguas residuales.
6. Contemple realizar alianzas, en las que cada participante ponga sus conocimientos y fortalezas al servicio de un objetivo común.
7. Defina responsables y asigne recursos para ejecutar y llevar a cabo lo establecido en el plan.
8. Mida y compare los indicadores, lo cual le ayudará a la rendición de cuentas a la alta gerencia o a otras partes interesadas, le permitirá conocer su avance y le impulsará a seguir trabajando para lograr las metas de su compañía.
Fuente: Elena Galante, consultora independiente experta en sostenibilidad; Karla Chaves, directora general de ecoins; Valentina París, coordinadora de operaciones de ecoins Costa Rica, y la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED).