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Capítulo 5: El Covid-19 y su Impacto en Vida y Éxito

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La Organización Mundial de la Salud informó el 31 de diciembre de 2019 de un brote preocupante que había comenzado en la cuidad de Wuhan, China de un virus bautizado como coronavirus (COVID-19) que amenazaba al mundo entero por ser altamente contagioso y letal para quien fuera infectado. En sus primeras comunicaciones al público la Organización Mundial de la Salud expresaba que estaba en el proceso de colaborar estrechamente con expertos mundiales, gobiernos y asociados para ampliar rápidamente los conocimientos científicos sobre este nuevo virus, rastrear su propagación y virulencia y asesorar a los países y las personas sobre las medidas para proteger la salud y prevenir la propagación del brote.

El COVID-19 comenzó en China y se propagó por todo el mundo a una gran velocidad dada la conectividad existente, tanto área como naval. De China el COVID-19 viajó a Europa y de Europa al resto del mundo, incluyendo Estados Unidos y Latinoamérica.

Mientras esto pasaba millones de personas veían en las redes sociales como el gobierno Chino trataba de contener el COVID-19. Algunas historias inclusive eran preocupantes, dado el maltrato que recibían por toda China, en especial en la cuidad de Wuhan.

Lo cierto es que todos los gobiernos del mundo fueron tomados por sorpresa del avance ascendente y letalidad del COVID-19 y por supuesto ninguno de ellos estaba preparado para enfrentar una pandemia de dimensiones mundiales. Esta falta de preparación existente el todo el mundo causó un gran pánico dentro de la población que día a día aprendía algo nuevo del virus.

El primer caso confirmado de COVID-19 en los Estados Unidos se anunció el 21 de enero de 2020. La persona infectada originario del Estado de Washington había recién regresado de un viaje a China. El 26 de febrero del 2020 la Administración del presidente Donald J. Trump estableció una Fuerza de Tarea sobre el COVID-19. Dos días después la Casa Blanca declaró una emergencia de salud pública, anunciando restricciones a los viajeros que llegaran de China. El 19 de marzo de 2020, la Administración Trump a través del Departamento de Estado aconsejo a los ciudadanos de Estados Unidos evitar cualquier viaje internacional.

Debido al ascendente número de personas afectadas por el COVID-19, especialmente en la Cuidad de Nueva York, que señalaba que el sistema de salud de Estados Unidos podía colapsar por falta de espacio, equipo y personal, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) comenzó junto con el Colegio de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos a construir nuevas instalaciones, contratar hoteles y edificios, para convertirlos para uso como hospitales y unidades de cuidados intensivos.

A partir del 26 de marzo de 2020, Estados Unidos se convirtió en el país con más casos de COVID-19 en el mundo, inclusive superando a China, y para el 11 de abril de 2020 era el país con más muertes en el mundo, superando a Italia. Para detener el paso furioso del COVID-19 y contener la pandemia la administración Trump, así como todos los Estados que componen los Estados Unidos optaron por adoptar por un confinamiento general de la población, conocido como “lockdown”. En este lockdown las autoridades, dependiendo del Estado y Cuidad, ordenaban a sus ciudadanos quedarse en casa, por medio de toques de queda, cuarentenas, cordones sanitarios y restricciones sociales.

Como se puede entender, todas estas acciones que se establecieron para reducir la propagación del COVID-19, causaron grandes daños a las economías de millones de norteamericanos y la economía de los Estados Unidos. Para abril de 2020, aproximadamente la mitad de la población mundial estaba bajo algún tipo de confinamiento, con más de 3,900 millones de personas en más de 90 países o territorios a quienes sus gobiernos les habían pedido u ordenado quedarse en casa.

Esta escala de confinamiento o lockdown sin precedentes en la historia del mundo afectó la operatividad de todos los sistemas productivos de las cadenas de suministro de los países donde opera Vida y Éxito. Lo más preocupante para la alta dirección de Vida y Éxito era el bienestar de su equipo extendido en toda la región, la de sus clientes y suplidores y del público en general.

La historia ha demostrado que los líderes que ayudan a organizaciones y países en grandes crisis son aquellos que con gran visión ofrecen a sus equipos con voz calma y clara un plan de acción para vencer cualquier situación. En este caso el equipo de la alta dirección de Vida y Éxito contó con mi liderazgo y el de Francisco Zúñiga, quienes eramos sobrevivientes del terremoto que destruyó Managua en diciembre de 1972, de múltiples huracanes – en especial Andrew que azotó a la ciudad de Miami en 1992, y de la Guerra Civil en Nicaragua entre 1979-1990. También la mayoría del equipo de CEO Advisors había aconsejado a lo largo de su vida a empresarios en toda Latinoamérica que han experimentado guerras civiles, terremotos, huracanes y numerosas crisis familiares y empresariales.

Si bien es cierto que la crisis del COVID-19 llegó en un momento inesperado, Vida y Éxito, había tomado ciertas acciones que la ayudaron a enfrentar todos los obstáculos que la crisis sanitaria y económica presentaba. Al igual que Estados Unidos, todos los países Centroamericanos (con excepción de Nicaragua), Panamá y República Dominicana entraron en “lockdowns” de sus economías. Inclusive algunos “lockdowns” fueron de los más fuertes en el mundo como fue el caso de El Salvador.

Un “lockdown” afecta a una empresa en múltiples formas, comenzando por el equipo humano, sus familias, comunidades, ciudades y países. Lo mismo pasa con los clientes y suplidores. Todo esto conlleva a dos temas empresariales: las ventas se reducen, desploman y desparecen por falta de demanda o capacidad de producción.

El lockdown de los países donde circula Vida y Éxito tuvo un efecto devastador en numerosos negocios, ya que muchos de ellos tenían problemas con su equipo humano, en obtener materias primas y luego en poder enviarlas a los clientes una vez terminados los productos. Las fronteras de todos los países estaban cerradas, lo que hacía imposible poder enviar las revistas a los diferentes países para su distribución a través de los bancos del Grupo Financiero Promerica y los distribuidores propios de la revista. Además, las líneas áreas y toda clase de transporte como de camiones y buses estaban sin poder operar.

La primera acción de Francisco Zúñiga, Alejandro S. Hurtado y mía fue proteger y asegurar a todo el valioso equipo de Vida y Éxito que opera a través de múltiples países. Afortunadamente como parte de una planeación estratégica realizada un poco antes, Vida y Éxito decidió que cada miembro de su equipo operaria desde su casa. Esta acción tenía tres años de implementada. Alejandro S. Hurtado se comunicó personalmente con cada miembro del equipo dejándoles saber que la alta gerencia estaría pendiente de cualquier necesidad que existiera.

La alta gerencia de Vida y Éxito decidió mantener intacto a prácticamente todo el equipo de la revista, sin embargo, dada la fuerte caída en los ingresos, se tuvieron que reducir todos los salarios en un 50% a partir de abril 2020. Esto se comunicó de forma personal a cada miembro, quienes entendieron la situación y estaban agradecidos de mantener sus trabajos. Este sacrificio realizado por todo el equipo de Vida y Éxito se revirtió en el mes de agosto 2020, cuando se establecieron en su totalidad todos los beneficios laborales.

Uno de los grandes lineamientos que habían salido de la última planeación y planes estratégicos de Vida y Éxito, era mantener una solidez financiera. Esto le permitía a Vida y Éxito mantener intacto la viabilidad y existencia como empresa, posibilitándole honrar todos sus compromisos con un mínimo de ingresos. Esta medida se había tomado por la alta gerencia teniendo en cuenta que la fundación de la revista se realizó en una de las peores crisis financieras del siglo XXI, así como por la enorme experiencia acumulada por el equipo consultor de CEO Advisors que había ayudado a numerosas empresas a sobrevivir en tiempos malos siempre y cuando estas tuvieran fuertes reservas en efectivo y caja en bancos.

La fuerte solidez financiera y alto nivel de liquidez le permitió a la alta gerencia de Vida y Éxito tomar la decisión de continuar editando la revista en dos formatos, impreso y digital. Recordemos que para entonces gracias a la planeación que había dirigido Alejandro S. Hurtado se había desarrollado el concepto 360, donde se combina lo impreso, lo digital, y las experiencias generadas a través de Vida y Éxito TV, webinars, y eventos.

La alta gerencia de Vida y Éxito vio en la crisis del COVID-19 una gran oportunidad. Todos los clientes tenían una enorme necesidad de comunicarse con sus empleados, suplidores y clientes. Todo el equipo extendido de Vida y Éxito trabajo místicamente, día y noche, 24-7, en asegurarse de que cada cliente fuera escuchado y que sus comunicaciones salieran publicadas en la página web de la revista a tiempo en todo momento.

En los meses más críticos de la pandemia, Vida y Éxito trató de apalancarse al máximo en sus canales digitales. Las revistas impresas estaban detenidas en las bodegas o aduanas, y las pocas revistas que circulaban, tenían poca lectura, ya que la gente tenía temor del contagio.

“En vista de toda esta situación, pusimos a las órdenes de nuestros clientes, las plataformas y canales digitales de Vida y Éxito, para que estos se pudieran comunicar más efectivamente con sus clientes, y otras partes interesadas, como autoridades de gobierno, reguladores, suplidores, acreedores y público en general. Sabíamos que muchas empresas estaban honrando sus compromisos de pago, que tenían liquidez, y que era importante para ellos dar un mensaje de fortaleza y confianza en esos tiempos de incertidumbre” recuerda Alejandro S. Hurtado.

Siendo Vida y Éxito un medio de comunicación que tenía más de una década de existencia y de ser líder de opinión en nueve países, y que gozaba de un enorme número de lectores y seguidores en sus plataformas digitales, se puso a disposición de los clientes la oportunidad de comunicarse de forma diaria y efectiva para generar alto impacto con todas las partes interesadas. Así, se enviaron comunicados #alinstante con un repunte digital de alto impacto y medible. De esa forma, Vida y Éxito generaba valor al enviar el mensaje correcto en tiempo real, de forma efectiva y medible.

“Se tomó en cuenta que muchos de los clientes de nuestros anunciantes estaban en casa, comunicándose desde su teléfono móvil, y era muy importante aprovechar nuestras plataformas digitales para enviar el mensaje correcto y promover productos y servicios. También era importante para nuestros clientes obtener prestigio y sentido de presencia en esos tiempos de incertidumbre y generar goodwill con sus clientes y público en general, al estar presente y activo. Algo muy importante era tener una medición efectiva y enviar reportes de medición semanal con datos del impacto de las comunicaciones (vistas, clicks, likes, impresiones y lecturas)”, asegura Alejandro S. Hurtado.

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