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ESPECIAL MUJERES
Por. Karla Echavarría Barrantes
Campeonas del cambio
Si leemos Marvel, de inmediato nos remite a exitosas películas de súper héroes como: Eternals, Iron Man, Capitán América y The Avengers, entre otros. Lo que pocos saben es que la argentina Victoria Alonso se ha convertido en una de las mujeres más poderosas de la industria del cine, al punto que se necesita su visto bueno final para que una película se estrene. Victoria es la primera mujer que ocupa el cargo de presidenta de Producción en la meca del cine.
Su exitosa trayectoria profesional se basa en mucho esfuerzo, preparación, disciplina, compromiso, trabajo constante, capacidad de decisión, firmeza, gran sentido de responsabilidad y pasión por lo que hace.
Esta fórmula ganadora de quién hoy se conoce como la verdadera Capitana Marvel, es solo un ejemplo cada vez más frecuente de las miles de mujeres que ocupan posiciones de liderazgo en toda Latinoamérica.
Mujeres imparables, capaces de vencer todos los obstáculos, de innovar y salir adelante. Poderosas, inteligentes, muy preparadas, influyentes, así son las líderes de nuestros países.
Grandes profesionales que capitanean diferentes sectores e industrias. Importantes conglomerados financieros, empresas multilatinas, negocios multinacionales, sectores de alta complejidad con tecnología de punta, importantes farmacéuticas y universidades, solo por citar algunos ejemplos.
Las mujeres de esta generación y su buen desempeño consolidan el siguiente nivel de oportunidades, abren cada vez más puertas para que la igualdad de género dependa del talento y la preparación.
Es así como el empoderamiento femenino en el ámbito profesional es cada vez más una norma y marca un precedente en el camino para cerrar las brechas entre hombres y mujeres.
“En los últimos años hemos visto un cambio social donde empresas nacionales e internacionales han asumido el compromiso de tener en sus planillas a más mujeres en puestos gerenciales, lo que ha permitido a la mujer demostrar su capacidad intelectual y su visión integral para gestionar personas y contribuir al desarrollo social y económico”, afirma Alejandra Chavarría, directora general de Brújula CE.
En este punto, Lucía Ramírez, gerente de Capital Humano de Deloitte, agrega que la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo conlleva, generalmente, un mayor compromiso social, así como también, un estilo de liderazgo más participativo.
“El análisis de su impacto en las organizaciones demuestra cómo su influencia indica una mayor motivación y mejores resultados. Entre los beneficios se encuentran el ser constructoras de paz, fomentar mayor iniciativa dentro de los equipos, agentes de cambio, mayor compromiso social y un incremento de medidas de conciliación”, detalla Ramírez.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que cuando hay mujeres en cargos altos existe una mayor productividad, mayor innovación, mejor toma de decisiones y mayor retención de los empleados. Por ende, contar con mujeres en puestos de dirección aporta grandes beneficios a las compañías. Es una apuesta ganadora.
“Estudios como el del Instituto de la Mujer del Gobierno de España resaltan que el liderazgo femenino tiende a ser más inclusivo, lo que apunta a la participación del resto del equipo y fortalece la identidad de cada miembro. Por eso, en ManpowerGroup sostenemos que es importante impulsar la equidad de género en el ámbito laboral para así aprovechar al máximo las fortalezas que cada persona trae a la mesa”, enfatiza Andrés Soto, gerente regional para Centroamérica y Caribe de ManpowerGroup.
Según los expertos, el papel de los líderes actuales para hacer posible la igualdad de género es clave. Esto incluye, desde permitir el equilibrio entre la vida laboral y la personal y apoyar el desarrollo de las mujeres hasta garantizar que se incorpore una cultura cotidiana respetuosa e inclusiva.
VENTAJAS DEL LIDERAZGO FEMENINO
Entre las principales características que distinguen un buen liderazgo femenino están:
1. Comunicación asertiva: una buena comunicación es la clave para organizar equipos. Ya sea en persona o a través de una pantalla, si existe un buen entendimiento las cosas van a avanzar de manera más fluida. Una líder debe buscar ser clara y concisa con sus mensajes, así como estar dispuesta a escuchar a su equipo.
2. Resolución de conflictos: un buen liderazgo se refleja por medio de la capacidad de resolver los problemas que vayan surgiendo en el día a día de una empresa o entidad. La líder debe estar capacitada para guiar a su equipo durante las crisis y lograr aprovechar todo el potencial que los colaboradores tienen para ofrecer.
3. Adaptabilidad: en la actualidad la tecnología y la forma de trabajar cambian constantemente. Es fundamental que una líder se mantenga en crecimiento para mantenerse al día con estas y saber usarlas a su favor. Normalmente encontramos una manera de hacer las cosas bien y solemos acomodarnos, pero si existe una mejor deberíamos probarla.
4. Resiliencia: hoy más que nunca la resiliencia es clave para un buen liderazgo. Esa capacidad para superar momentos críticos puede levantar el ánimo de todo el equipo e impulsarlos a seguir adelante. 5. Integridad: por último, hay que hablar de la integridad. Una líder que demuestra entereza moral con su equipo va a transmitir ese sentimiento al resto de colaboradores y, juntos, van a buscar los mejores resultados.
DESAFIOS PARA LOGRAR IGUALDAD
1. La brecha global de paridad de género actual es de un 68%, según el informe de este año, que analizó 156 países. Esto es medio punto porcentual menos que el año anterior. A este ritmo, se necesitarán 133,4 años para lograr la paridad global entre hombres y mujeres. Esto se debe, sobre todo, al bajo rendimiento en las grandes economías avanzadas y emergentes, según un resumen del informe.
2. Hasta ahora, el 5% de todas las mujeres empleadas en todo el mundo ha perdido su empleo, en comparación con el 3,95 de los hombres. Otros datos mostraron una disminución significativa en el número de mujeres contratadas para puestos de liderazgo, lo que retrasó en uno o dos años el progreso logrado.
3. El acceso a la información, la redistribución de las tareas del hogar, el acceso a empleos bien remunerados y significativos, el acceso a la salud y formación académica de carreras en ingenierías, matemáticas, ciencias, arte y tecnologías son todos aspectos fundamentales para acelerar la reducción de la brecha y acelerar los cambios que queremos ver. Un esfuerzo colectivo que implique a gobiernos, empleados, inversionistas y empresas asegurará un cambio permanente y de provecho para la sociedad.
Fuente: Andrés Soto gerente regional para Centroamérica y Caribe de ManpowerGroup.