Sobre Lúdica
Sobre Lúdica Lúdica surge como un espacio para el intercambio de ideas y conocimientos psicoanalíticos estimulando propuestas novedo sas que jueguen con las clásicas fundamentales del psicoanálisis. Reconociendo los alcances de los diversos enfoques psicoanalíticos, se abre este espacio para complementar las diversas perspectivas que componen este campo, brindando mayor riqueza al quehacer clínico al estimular nuevas inquietudes y nuevos senderos en la práctica clínica. En estas páginas fundamos un lugar de respeto y diálogo para las distintas teorías psicoanalíticas con el objetivo de inaugurar un nuevo espacio psíquico convergente para quien acuda a su lectura. EDICIÓN Si deseas obtener más información, envía tus comentarios o sugerencias a info@revistaludica.com o ingresa a www.revistaludica.com
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Claudia Castro Claudia Melville Liza M. Zachrisson DISEÑO
Liza M. Zachrisson
Revista Lúdica
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RevistaLudica
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L ÚD I C A
Lúdica, julio 2015, pg. 1
Rafael Aycinena Amalia PadillaGregg
EXPRESIONES
Amalia PadillaGregg AUTORES
Eddy Carrillo Marie Andreé Kestler Wong Edgar Alberto Sánchez Hernández Cristián Valencia Sandoval Liza M. Zachrisson
Lois Canete Adam Clark Elisa Delseri Nick Hughes Aldo Ojeda Joachim Patinir
IMÁGENES
Jeffrey Brown
Contacto: Revista Lúdica 6a av. 6-63 zona 1 0, Edificio Sixtino 1 , oficina 301 Guatemala, Guatemala
Índice
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Sobre Lúdica Escritos
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Reflexiones ante la crisis teórica psicoanalítica en cuanto a las funciones parentales del siglo XXI: de la pérdida al encuentro y del encuentro a la realización Marie Andreé Kestler Wong La lucha interna del psicoanálisis: entre el narcisismo institucional y el narcisismo del analista Eddy Carrillo
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Conceptualizando la vulnerabilidad psicosomática: sobre los recursos y carencias psíquicas, el impacto vincular y su abordaje clínico actual Liza M. Zachrisson
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Edipo, un héroe trágico y migrante Edgar Alberto Sánchez Hernández
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Expresiones Mariposas Amalia Padilla Gregg
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Conceptos Mito
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En Cartelera Tuvo que ser un asesinato: La ventana indiscreta y algunas reflexiones en torno a las construcciones en análisis Cristián Valencia Sandoval
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En el taller
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Sobre autores
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Escritos
Reflexiones ante la crisis teórica psicoanalítica en cuanto a las funciones parentales del siglo XXI: de la pérdida al encuentro y del encuentro a la realización Marie Andreé Kestler Wong
La inscripción psíquica de las funciones parentales supone algo más allá, más complejo que el sexo o la posición dentro de una dinámica familiar. De acuerdo al artículo a continuación, una función parental depende más de un sostén que de una noción rígida del rol en cuestión. Las preocupaciones actuales muchas veces provocan que los miembros de una pareja pierdan de vista la importancia y el significado de su función parental.
Hoy en día debido a la rápida evolución cultural, el psicoanálisis se ve enfrentado a abordar problemáticas que desafían teóricamente lo que con anterioridad se había establecido en cuanto a la formación de la subjetividad y los tipos de funciones parentales (de ser que existan funciones y no una función). Digo, porque los avances tecnológicos, el nacimiento de las homoparentalidades y sus variaciones, han venido en muchos aspectos a cuestionar y desafiar “El Nombre del Padre”. Llama la atención el carácter de urgencia con el cual devienen las demandas para resolver dicho conflicto. No en tanto para actualizar teorías, sino mas bien para encontrarle un lugar al padre en dicho proceso, cuando el encuentro debe encarnar en el hombre para que éste sea reconocido con un nombre de padre. 3
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"Embarcado en su canoita, suspendido en medio del río, el padre da fundacióny se sostieneen la “tercer margen del río”. El hijo, que, como se dijo, es quien nos narra las alternativas de esta ocurrencia paterna, comenta que su padre se mete en su canoita, suelta la soga, que la mantenía amarrada a la orilla, y deja que la pequeña embarcación se empiece a alejar, “proyectando la sombra, alargada de un yacaré…" (2015) D. Ripesi La encarnación paternal en muchos aspectos es, para las nuevas masculinidades en tiempos del feminismo, lo que es la maternidad para J.B. Pontalis “(…) Un difícil tránsito de la madre conmigo a lo maternal en mí.” Aquél mapa, que para
Escritos poder antes visitarlo habría que recorrerlo. Porque: ¿qué sería de aquella sombra, si la canoita habría de quedarse amarrada a la orilla del río? La raíz del problema deviene de cómo las teorías psicoanalíticas en las décadas pasadas presentan a un padre ya formado y no a un hombre en proceso de convertirse en. Si bien es importante cómo el sexo femenino transita de un estado a otro para lograr la maternidad tendría igual importancia cuestionarnos acerca de la función paterna y cómo éste transita de ser hombre a ser un padre. Así que, en cuanto a las funciones paternas del siglo XXI propongo los siguientes cuestionamientos, con el fin de comenzar a trazar Lo Paternal. Lo maternal, a pesar de su complejidad permite vivir “en carne propia” aquella transitoriedad. A diferencia de Lo Paternal, la mujer no tiene lugar para poner en tela de duda, si el hijo que “lleva dentro” es de ella, para ser reconocida en primera instancia como madre. La problemática en cuanto a ser madre deviene de la apropiación de un deseo materno. Aquél que nace de un ser sujeto y no objeto. Una separaciónindividuación del deseo materno de la “propia” madre y la madre “futura”. “The great work before us is to learn
to understand what around and about us must live and must die. Our work is to apprehend the timing of both; to allow what must die to die and what must live to live (2015, C. Pinkola). A grandes rasgos es evidente que la maternidad deviene de un proceso de duelo, mientras que la paternidad de un proceso de inscripción. Ahora bien, ¿qué se inscribe? Y de inscribirse, ¿cómo? Durante mucho tiempo, se ha teorizado acerca de una relación “envidiosa” entre el padre y el hijo por el amor de la madre (o en tiempos actuales, a competir con la madre por el amor del hijo). Sin embargo me pregunto si las formas creativas a través de las cuales el hombre debe de trabajar en la paternidad, no son solamente para “recuperar” aquella mujer que desvía la atención hacia su hijo, sino más bien para reconocer a ese niño como hijo propio. El hombre debe a través de un encuentro con el niño realizar que él es su hijo, para que éste mismo lo reconozca como padre y como hombre encarnar dicha función.
"A grandes rasgos es evidente que la maternidad deviene de un proceso de duelo, mientras que la paternidad de un proceso de inscripción.”
Este encuentro trasciende, al sostener al niño en brazos por primera vez, se refiere al encontrar algo de él en ese niño. Si lo comparamos con Lo Maternal, aquél que va de afuera hacia adentro, (si referimos a una apropiación). El L ÚD I C A
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Escritos padre en cuestión de Lo Transicional, trabaja un proceso que parte de adentro hacia fuera, en Reverié, Transicional Lo, por así decirlo. El padre (creativamente) proyecta en elementos externos los internos, para lograr identificarse con el niño. A menudo exclama ¡tiene mis ojos! ¡mi boca! Y así sucesivamente. Del mismo modo, rechaza aquellos que desconoce. Transcurrido el tiempo, compra camisas, blusas, pelotas etc. grabadas con los logos o escudos de sus equipos deportivos favoritos, hobbies o actividades importantes e influyentes en su vida como un intento de inscribir al hijo como propio y al mismo tiempo grabarle al niño la presencia de un padre. Los elementos utilizados para grabar presencia e inscribir función, cumplen un objetivo de objeto transicional, de una subjetividad a otra. De igual forma, el hombre reconoce el grito de demanda del niño como propio. Porque, si el hombre tiene significado un deseo materno, ciertamente no es el deseo materno de esta nueva madre, aquella que él ignaura, más no comprende... ¿Edipo y sus complejos? ¡Ay! Si bien se dice que el padre, en función facilitadora, ayuda al niño a significar un deseo materno y fortalecer ese vínculo, pregunto: ¿cómo es que él llega a conocer cuál es el deseo materno de la madre futura en primera instancia? El deseo materno que movilizaba al padre y que encuentra en una mujer, ciertamente ya no es el mismo al momento
en que esa mujer pasa de ser de “la madre conmigo, a lo maternal en mí”. Entonces, la función paterna parte del objetivo de significar el deseo materno junto con su hijo, en vez de imponerlo. Porque si bien con anterioridad se ha establecido que la terceridad es del padre, me parece que a los ojos del padre hoy en día, la terceridad es el niño y no él. De ésta forma, el proceso de “Alpha Betatización” y de identificación proyectiva que explica Bion, sería no una interacción entre dos, sino tres. Porque: Bion plantea que un lactante que llora de ansiedad por temor a morir, encuentra una madre afectuosa y comprensiva que levanta al niño, le sonríe y le dice “bueno, bueno, no te asustes que estoy aquí”. El niño se calma porque ha logrado colocar en la madre su temor a la muerte, y ese temor queda desintoxicado, metabolizado (…) como un temor leve y soportable. El padre, ubicado en aquél “tercer margen del río” cumple una función articuladora, siendo introducido no como aquella terceridad o ley que presentaba Freud y que ahora muchas personas se ven tentadas a transgredir. Sino más bien como una terceridad que sirve de mediador entre dos fronteras que brindan un espacio para dar a luz a nuevas intersubjetividades.
"Porque si bien con anterioridad se ha establecido que la terceridad es del padre, me parece que a los ojos del padre hoy en día, la terceridad es el niño y no él.”
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Escritos
"Fatherhood" de Adam Clark
Sosteniendo al mismo tiempo a la madre para ir delimitando un marco sobre su deseo. Logrando la concepción de ser una madre, un padre e hijo. Cada una con sus diferencias y que al mismo tiempo, las diferencias mismas son las que en mutualidad despliegan una inscripción antes abstracta. Si el hombre, fallara en la inscripción de su función de padre más parece que no habría sombra que dibuje un camino de regreso a la orilla del río. "En este caso, la fantasía subyacente
a la identificación proyectiva es que la madre, en lugar de desintoxicar el temor a morir, proyectado por el niño, actúa como un objeto malo que despoja a la proyección del bebé de un significado específico y le devuelve un “terror sin nombre”." (Ripesi) La paternidad cumple una función fundamental en el desarrollo primario del infante. Brindando una especie de andamiaje psíquico entre las subjetividades partícipes,
asegurándose que los contenidos abstractos y metabolizados lleguen correctamente a su destino. El padre, desempeña un papel activo y no de mero observador, desarrollando una relación tripartita que permite abrir camino a procesos de formación psíquica como lo son la violencia primaria y secundaria. Parece ser que la capacidad de inscribir en la psique una función paternal y de crear un encuentro lo suficientemente bueno con el hijo, le permite a individuos, sin importar el sexo o posición dentro de L ÚD I C A
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Escritos una dinámica familiar a cumplir dichas funciones. Las variaciones culturales tan extensas de hoy en día, han ido apoyando cada vez menos a los padres de hoy en día, envolviendo a ambos, en un huracán de preocupaciones, a través de las cuales ambos padres pierden de vista la importancia y significatividad del cumplimiento de sus papeles. Si bien hemos de criticar el poco sostén que la sociedad brinda a las funciones paternas y maternas, me parece importante desarrollar ambas funciones no en términos de machismo o feminismo. Tal y como comenta Daniel Ripesi en un conversatorio impartido sobre las funciones parentales contemporáneas “no creo que se trata de ver ahora quién cambia mejor los pañales” sino más bien de ir delimitando hasta qué punto una función materna precisa de una mujer y viceversa. Para ir poniendo en la balanza cuestiones que irán aclarando
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cada vez más, la guerra interminable entre los sexos, las teorías psicoanalíticas y la eficacia de sus abordajes terapéuticos ante los desafíos en la práctica clínica y de investigación en nuestros tiempos. REFERECIAS BIBLIOGRÁFICAS Aulagnier, P. (2010). La Violencia de la Interpretación. Del Pictograma al Enunciado. 2da Edición. Ripesi, D. (2015).Comentario de la Tercera Margen del Río de Guimaraes Rosa. La casa de Winnicott. Recuperado de http://casadewinnicott.blogspot.com.ar/2015/03/el lugardeunpadrepordanielripesi.html Sanz, R. (2015). Aporte de Bion al Concepto de Identificación Proyectiva; Psicoletra. Recuperado de http://psicoletra.blogspot.com/2009/02/aportede bionalconceptode.html
"Darth Vader and son" de Jeffrey Brown
Escritos
La lucha interna del psicoanálisis: entre el narcisismo institucional y el narcisismo del analista "Al inicio de la búsqueda del Santo Grial, al no saber en qué dirección encaminarse, los caballeros de la mesa redonda se dirigieron “hacia la parte más oscura del bosque”. La búsqueda de una psicología crítica también requiere que confrontemos nuestro temor a la oscuridad. Para muchos el contenido es sombrío, inquietante y hasta amenazante. Tratamos de ser hábiles frente a lo siniestro. Intentamos mantener presente la frágil línea que separa el vigor crítico de la agresión perversa, y así mantenernos al alcance de un rayo de luz. Sin embargo, cuando entramos en la sombra del lado subjetivo de la opresión, es inevitable enfrentar la realidad del sadismo y la desintegración, y éstas deben ser negociadas y a veces incluso hasta reexperimentadas" (Broughton, 1987).
Eddy Carrillo
INTRODUCCIÓN
virulenta.
Todo movimiento, como evento histórico, incluye desde su inicio la posibilidad, a veces inevitable, de su corrupción. El psicoanálisis no ha sido, lamentablemente, excepción a la regla. Sin embargo urge preguntarse, ¿cómo una postura con tanto potencial, deviene, con frecuencia casi aterradora, en poco más que una ilusión dogmática? Las respuestas se encuentran justamente en el seno de lo psicoanalítico, o por así decir, en la psique del psicoanálisis y de los propios psicoanalistas. Debemos pues incursionar en nuestra propia historia para aminorar los daños que puede producir esa ilusión, a veces sutil, pero en ocasiones tajantemente
El psicoanálisis ha sido criticado sobradamente desde posturas externas al mismo. Esto es, a partir de posturas psicológicas divergentes, o desde posturas filosóficas (o teoría social) aledañas al psicoanálisis. Estas críticas han participado en el debilitamiento sistemático de esta corriente, o corrientes. Sin embargo, pocas cosas han promovido más a la decadencia del psicoanálisis que la falta de debate y criticismo interno. Su propia complacencia, aunada a su búsqueda de aceptación, ha sido su peor cómplice. Este trabajo pretende hacer justamente lo contrario, es decir, un análisis crítico desde el interior de su historia, un intento de entender sus L ÚD I C A
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Escritos orígenes, desviaciones y tergiversaciones, y de recuperar aquello que pueda ser recuperable, si algo retiene aún de sus planteamientos e intenciones iniciales. De principal interés será comprender cómo un intento científico sin pretensiones de cosmovisión, se convirtió no sólo en weltanschauung, sino que llegó más allá, hasta convertirse en un verdadero dogma. Si bien debemos admitir que la multideterminación es inevitable en todo evento histórico, este trabajo se concentrará en dos aspectos que, en mi opinión, han sido de importancia fundamental en la dogmatización del psicoanálisis: Por un lado la defensa de la verdad teórica vía una institucionalización esclerótica y por otro, las dinámicas conscientes e inconscientes de búsqueda de poder de los propios analistas. Considero que ambos aspectos, como espero aclarar más adelante, se encuentran ligados al tema del narcisismo irresuelto, noanalizado, a nivel personal e institucional, que se encuentra floreciendo en el interior de los centros de formación analítica. RECONOCIMIENTO, LA DEFENSA DEL SABER Y EL NARCISISMO INSTITUCIONAL El 16 de junio de 1873 un joven colegial delata su interés, y seguridad, de llegar algún día a ser famoso, y escribe lo siguiente a su amigo: “no te habías enterado seguramente de que te carteabas con un estilista del alemán. Ahora es el momento de recomendarte altruísticamente, sin ánimo de lucro, que conserves mis cartas, que la encuadernes, que la cuides, pues nunca se sabe lo que puede pasar.” (Freud, 1963, p.10). En esta carta podemos notar la intensa necesidad de reconocimiento que sufre el futuro fundador de la disciplina psicoanalítica, 9
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atributo que él mismo en una carta a Martha Bernays de 1883, caracteriza como “desmesurada” (Freud, 1963, p. 66). Si bien Freud llegó a disfrutar de ese anhelado reconocimiento, veremos que esa necesidad permea aún el ejercicio de la disciplina psicoanalítica contemporánea. Podemos notar también que Freud habría de desarrollar la teoría y movimiento psicoanalítico, en parte motivado por ciertas necesidades narcisistas infantiles no resueltas (McGrath, 1986). De hecho, puede caber poca duda que el psicoanálisis se ha convertido en una de las disciplinas más influyentes en el mundo occidental. Las estrategias tanto de defensa como popularización– búsqueda de reconocimiento han sido múltiples y en general, pero en grados variables, exitosas. Sin embargo, algunas de esas mismas estrategias traían consigo las semillas de la dogmatización del psicoanálisis 1. Uno de los factores principales fue el desarrollo de una institucionalización asombrosamente rígida alrededor de la cual, paradójicamente, se promovía, a la vez que se prohibía, la evolución del pensamiento psicoanalítico, y que sin duda cumplían con la función de “oficializar” el psicoanálisis como una ciencia reconocida y validada. El primer evento que inicia el auge institucional ocurre en 1910 cuando se organiza el primer Congreso Internacional de Psicoanálisis y se funda la IPA (Asociación Psicoanalítica Internacional). Sólo un año después nace la versión norteamericana, en 1913 la húngara y la británica, y así sucesivamente. Esta institucionalización del psicoanálisis ha sido de importancia crucial en la solidificación de la teoría y práctica de la psicología dinámica. Sin embargo, constatamos que la historia sociopolítica de estos institutos se
Escritos
"Clouds" de Nick Hughes
caracteriza por eventos cuasi religiosos. Estos eventos cuasi religiosos se ven plasmados de la forma más clara en el manejo que hacían, y todavía hacen, los líderes de los movimientos psicoanalíticos, frente a las divergencias teóricas y técnicas que irremediablemente surgen entre sus miembros. La IPA ha tenido a su disposición tres mecanismos políticos principales para afrontar el manejo de los conflictos teóricos internos. El primero de estos es la excomunión. Este fue de alguna manera el primer paso hacia la transformación del psicoanálisis en dogma 2. La lista de personajes, algunos pioneros brillantes,
expulsados de la IPA por divergencias teóricas es extensa. Sin incluir a aquellos que se fueron para fundar escuelas alternativas (no psicoanalíticas) podemos mencionar a Reich, Silberer, Horney, Lacan, Rank, Khan, Burrow, etc. La segunda modalidad es la penitencia, es decir, un arrepentimiento y vuelta a los fundamentos clásicos. El ejemplo clásico de esta modalidad fue el caso de la “terapia activa” de Ferenzci. La reprimenda vino vía epistolar donde Freud regaña a su pupilo por sus “desviaciones” técnicas y por el famoso artículo de 1933. La tercera modalidad, instaurada después L ÚD I C A
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Escritos de la muerte de Freud, es la negación. Esta se representa típicamente en la dinámica de crear discrepancias pero bajo la nomenclatura de “freudiano”, negando las desviaciones intrínsecas que proponen nuevos teóricos. Así, lo que antes hubieran sido quiebres teóricos inaceptables, ahora son negados como tales y justificados como el camino que hubiera seguido Freud (Greenberg y Mitchell, 1983, p. 2). De este modo, los psicoanalistas han encontrado la manera de crear subescuelas, todas criticándose entre sí, pero a su vez la mayoría protegidas detrás de la “máscara simbiótica y narcisista del nombre del padre” (Carrillo, 1997). Asimismo, si bien se critican mutuamente, ninguna escuela ha estado dispuesta a examinar esas críticas, ni a autoanalizarse críticamente. O bien en una nueva modalidad de negación, con tal de aprovechar la popularidad de un modelo o de otro, ahora se niegan y/o minimizan las diferencias fundamentales entre algunos autores, para así poder decir “vean, fulano (alguien popular y reconocido) y yo tenemos las mismas ideas” cuando en realidad pueden ser hasta modelos contradictorios. Esta negación ha sido reforzada por lo que Kernberg (1986) ha llamado la “esterilización” de la creatividad en los institutos psicoanalíticos. Esta esterilización “se manifiesta en la manera sospechosa y envidiosa en que se reciben ideas nuevas, el temor de los instructores de expresar ideas nuevas que podrían desafiar el dogma local, y en la colusión general del aplauso público a viejas formulaciones replanteadas, mientras que a nivel privado muchos desprecian la repetición monótona de conceptos, que al mismo tiempo, reaseguran a los instructores que nada nuevo está amenazando sus actuales convicciones. El efecto neto es un deterioro 11 L ÚD I C A Lúdica, julio 2015, pg. 11
del trabajo científico y del pensamiento original” (p. 806). Implícita en la preocupada crítica que hace Kernberg se esconde también otra razón, más profunda e inconsciente, etiológica incluso, del empleo de la excomunión, la penitencia, la negación y la esterilización, a saber, nos defienden de posibles heridas narcisistas. Si bien de esta manera se solidificó la institucionalización del psicoanálisis, se creó una estructura de poder, y se plantaron las semillas del dogmatismo. A la vez las estrategias mencionadas han cumplido no sólo la función de proteger al psicoanálisis de lo sacrílego, sino más allá, de proteger a los analistas y sus institutos de reconocer que, así como la tierra no es el centro del universo, así mismo el analista, especialmente el analista didacta, no es el eje alrededor del cual gira la verdad teóricotécnica. Así pues, el desenvolvimiento rígido y politizado de los centros de formación psicoanalítica tenía funciones cotidianas de tipo socioeconómico. Pero se desplazan, dentro de estas funciones “reales”, fantasías y deseos inconscientes que surgen de la subjetividad de los analistas en posiciones de poder y se organizan dinámicamente a nivel institucional. Tanto así que encontramos frecuentemente analistas en formación quejándose del ambiente paranoide, mercantilista, competitivo, opresivo, etc., que caracteriza a sus centros de entrenamiento psicoanalítico. Es a este fenómeno que llamo narcisismo institucional, la cualidad que asume la institución como ente burocrático donde se movilizan demandas y constricciones cuyos orígenes se encuentran latentes, inicialmente en los miembros, pero también en los reglamentos y estructuras de poder. Este narcisismo institucional surge sin duda de la historia de
Escritos sus miembros, pero también de la historia acumulada de las instituciones y movimientos psicoanalíticos. El resultado sintomático fue que la búsqueda de reconocimiento se convirtió por un lado en proselitismo, y por otro, en defensa de la inviolable verdad psicoanalítica, así como de las debilidades narcisistas del analista. Como mencioné previamente, a Freud le corresponde una cierta cuota de responsabilidad, pero esto era también uno de sus más grandes temores. De hecho, hacia el final de su vida, esa verdad defendida, en ocasiones despiadadamente, se revela como una ilusión pues concluye que “la verdad es inalcanzable. La humanidad no se la merece” (Freud, 1963, p. 478). Quizás la humanidad no la merece por engendrar constantemente, en forma narcisista, atropellos en la defensa de, en el mejor de los casos, lo inalcanzable, y en el peor, de lo inexistente. EL NARCISISMO DEL ANALISTA DIDACTA 3 La formación psicoanalítica, vía el modelo tripartito (análisis didáctico, formación teórica y supervisión/análisis de control), tiene serias deficiencias en cuanto al manejo de los rasgos narcisistas del candidato. El primer problema radica en que aquellos que están formando analistas ocupan lugares de poder, como mencioné previamente, que no han sido analizados.
La formación analítica está diseñada para promover la idealización de, ya sea el centro de formación, o los analistas didactas (frecuentemente admirados como apóstoles de la verdad). Gran parte del ingreso económico del ejercicio de la profesión radica en este punto: los analistas somos buscados por los potenciales analizandos porque de antemano existe una estructura, social y/o institucional, que ha promovido nuestra idealización por parte de posibles pacientes. Analizar, como éticamente se debería, los aspectos idealizados que hace el candidato de su analista, implica correr el riesgo de pasar efectivamente a ser un mero mortal, y como tal, de perder poder interpersonal y económico. Este sería pues, el riesgo de una primera herida narcisista. En segundo lugar, está el peligro de que un profundo análisis del candidato, al disminuir las idealizaciones que generalmente acompañan los rasgos narcisistas, implica también la posibilidad de que disminuya la admiración hacia la teoría apuntalada por el analista. De ocurrir esto, el “apóstol” pierde adeptos a su verdad, se siente disminuido en su importancia, y se enfrenta al riesgo de una segunda herida narcisista: su verdad ya no es aceptada ciega y acríticamente por aquellos que deberían ser sus devotos. Su dogma pierde fuerza y se convierte en una teoría más entre tantas. El temor a ver nuestra postura teórica
"Analizar, como éticamente se debería, los aspectos idealizados que hace el candidato de su analista, implica correr el riesgo de pasar efectivamente a ser un mero mortal, y como tal, de perder poder interpersonal y económico. Este sería pues, el riesgo de una primera herida narcisista.” L ÚD I C A
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Escritos perder adeptos, está no sólo protegido por el análisis didáctico deficiente, sino que además existen otras formas de mantener el dogma como tal. Se puede criticar otras perspectivas pero sin estudiarlas seriamente, se puede evitar contacto con otros grupos de formación, se editan revistas profesionales donde solo publican aquellos que reconocen al santo de su devoción, etc. En tercer lugar, y considero que es uno de los aspectos más importantes y conflictivos del trabajo clínico psicoanalítico, entra en juego el narcisismo noanalizado del analista didacta (y posiblemente de los analistas en general). Gran parte de la razón por la cual los analistas didactas no interpretan, ni estudian a profundidad, los rasgos narcisistas de sus pacientes/candidatos es que ellos mismos no pasaron por un análisis donde esto fuera explorado debidamente. En algunos casos absurdos encontramos analistas que ni siquiera fueron analizados del todo, y aún así han decidido llamarse analistas. Encontramos aquí el tercer riesgo de herida
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narcisista: El temor de reconocer nuestro propio narcisismo y lo que éste significa en nuestra práctica clínica. El resultado es que el analista frecuentemente, y de manera inconsciente, utiliza el encuadre analítico como un escenario para jugarse sus necesidades de poder. No es inusual encontrar artistas, abogados, médicos, etc., que salen de análisis sabiendo mucho de Freud, Klein, Lacan, y otros, pero sabiendo muy poco de sí mismos. El encuandre psicoanalítico se convierte en un centro de adoctrinamiento, en lugar de aquello que, como en otras instancias he mencionado, fue en un inicio: un espacio que promueve “La búsqueda de un mayor bienestar para el paciente, por la vía de un mejor conocimiento de sí mismo, pero con un profundo respeto a las cualidades que lo hacen ser individuo, y que le permita encontrar, dentro de una condición social que constantemente le demanda la renuncia de lo pulsional y del deseo, la capacidad de vivir con cierta cuota de pasión y de libertad” (Carrillo, 1999).
"RearView" de Lois Canete
Escritos De esta manera, no solamente sale el analista con su narcisismo intacto, promovido por la deficiencia de su análisis personal, sino que esa misma deficiencia promueve la introyección de los rasgos narcisistas del analista en quien fuera el analizando. Con esta introyección se asumen asuntos de estilo personal, preferencia teórica, imposiciones de poder, y demás rasgos, que el analista neófito pasará luego a imponer a sus analizandos, estudiantes, y colegas. El analista entonces, se “lanza al mundo” a ejercer, pero no en el sentido Heideggeriano, sino con todo el confort y protección que provee la formación y resguardo institucional, y el desconocimiento de sus fantasías e impulsos narcisistas infantiles. Y con sus necesidades narcisistas intactas sale a vender su verdad, la única verdad, que le fue enseñada, o mejor dicho, adoctrinada.
la conferencia tuve la oportunidad de inquirir sobre un punto que me pareció que fue obviado en su charla, y que se relacionaba directamente con todos los puntos que expuso. Le planteé que era interesante notar que el tema de los costos exorbitantes de la formación psicoanalítica, en particular en los EEUU, ni siquiera fue tocado en su ponencia, y que agradecería que comentara sobre esta dificultad, en cuanto a qué respuestas lograba encontrar ante este dilema. Mi espanto ante su respuesta fue tal que me es imposible expresarla en papel, y además es preferible que los lectores desarrollen sus propias reacciones. Me contestó, con toda la ética y seriedad profesional del caso, que “justamente por el alto costo que implica la formación, la selección de los candidatos debería hacerse con sumo cuidado, y asegurarnos de aceptar aquellos que tienen capacidad de cubrir con los costos de entrenamiento”.
CONCLUSIONES Quisiera cerrar relatando una vivencia personal reciente, indirectamente relacionada con el tópico de este trabajo, una especie de “vignette clínico” si se quiere. En el XI Foro Internacional de Psicoanálisis, en mayo del 2000, durante la ponencia titulada “Ética y Valores en el Psicoanálisis”, entre los expositores, una alta jerarca de “The Psychoanalytic Institute” en Nueva York a quien mantendré en el anonimato, mencionó una serie de dificultades actuales en la formación psicoanalítica que deben ser encaradas. Entre estas indicó la tendencia a acortar los años de entrenamiento, la disminución de la frecuencia de sesiones semanales del análisis didáctico y del número total de horas requeridas, y el recorte del número de seminarios teórico—técnicos. Al final de
Menciono esta experiencia ya que me parece que hasta en los aspectos financieros de la formación se filtra el problema del narcisismo. Si bien podría entenderse la actitud de la conferencista sencillamente como un aspecto más de la mercantilización de nuestra profesión, esto sería quedarnos estrictamente en la superficie del problema. Considero que detrás de la actitud mercantil se encuentra de nuevo el problema del narcisismo. La posición de la conferencista no es sólo de lucro, sino que es también a mi parecer, una actitud que pretende mantener al psicoanálisis en manos de una élite, tanto económica como intelectual. Es, de nuevo, mantener el conocimiento de lo inconsciente, como dogma psicoanalítico, bajo el mando de una cuadrilla de, por así decirlo, profetas y altos sacerdotes. L ÚD I C A
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Escritos "Propongo por ende, que la exploración profunda de la temática narcisista, que sutilmente hemos estado evadiendo, se constituya explícitamente en uno de los aspectos esenciales del análisis didáctico del futuro analista.” No existe, claro está, una “cura” perfecta para eliminar la circulación de los aspectos narcisistas en la formación del analista, ni de nuestro ejercicio profesional. Estos rasgos son inseparables de la personalidad individual e institucional en el mundo psicoanalítico, y es posible incluso que sean necesarios y en algunos casos beneficiosos. El “problema” del narcisismo es un problema como cualquier otro en nuestro estudio de lo inconsciente. Sencillamente sucede que es, en mi opinión, uno de los aspectos más negados de nuestra vivencia profesional y personal, y como tal termina por ser uno de los más malignos. A su vez, la relación dinámica entre narcisismo y búsqueda consciente e inconsciente de poder, se ve realzada por el hecho de que el encuadre psicoanalítico, no lo podemos negar, es intrínsecamente uno de desigualdades de poder. La única distinción posible, y ojalá válida, que podemos hacer, es entre el ejercicio de poder, y el de abuso de poder. Considero pues, que debemos volver al autoanálisis de Freud, pero no sólo en el sentido individual sino también institucional. El primer paso podría ser el de reconocer nuestras dinámicas narcisistas inconscientes como un factor primordial a ser analizado entre analistas en formación. Propongo por ende, que la exploración profunda de la temática narcisista, que sutilmente hemos estado evadiendo, se constituya explícitamente en uno de los aspectos esenciales del análisis didáctico del futuro analista. Así como frecuentemente 15 L ÚD I C A Lúdica, julio 2015, pg. 15
mantenemos nuestros ojos y oídos flotando atentos al reconocimiento de traUmas edípicos, orales, anales, de separación—individuación, o lo que fuere, debemos estar también atentos a las necesidades narcisistas infantiles, de ambos analista y analizando, e intentar conectarlas a las fantasías de ser analistas, de ser como nuestro analista, de procurarse poder institucional e interpersonal, y en general, de las fantasías ligadas al ejercicio de la profesión de psicoanalista. Esto comienza por el difícil reconocimiento de que en sí mismo el deseo de ser analista, si acaso no es necesariamente un síntoma (aunque puede serlo), es por lo menos una formación de compromiso frecuentemente nutrida de necesidades narcisistas de poder. No podemos procurar, sin embargo, la resolución de rasgos narcisistas en individuos formándose como analistas, si esos individuos están asediados de lo que he denominado narcisismo institucional (entendiendo que el “instituto” puede existir tanto formal como informalmente). Es por este motivo que el segundo ejercicio auto—analítico debe ser el que los centros de formación ejerzan un constante proceso de análisis institucional verdaderamente psicoanalítico. Me refiero principalmente, aunque no exclusivamente, al cuestionamiento permanente de las dinámicas de poder: de la consecución de lugares de poder por unos u otros miembros del grupo, cómo se adjudican esos “puestos” formales o informales de poder,
Escritos análisis de aspectos pos—transferenciales entre los miembros, qué aspectos inconscientes se pueden estar gratificando entre los miembros de acuerdo a la distribución del poder, qué cometidos organizacionales versus personales tiene la burocratización de las funciones de los miembros, qué significados inconscientes pueden esconder esas funciones, etc. Es singularmente curioso que si entendemos que el psicoanálisis es primordialmente el estudio y comprensión de los procesos mentales inconscientes (Freud, 1923), al mismo tiempo nos resistamos ferozmente a proceder bajo estos mismos parámetros con nosotros mismos—en casa de herrero cuchillo de palo— de una forma crítica y constructiva. Considero que esforzarnos a soportar las heridas narcisistas que conllevan las propuestas aquí mencionadas, y muchas otras que no han sido abordadas en este trabajo, no es solamente un asunto de hacer lo correcto y/o lo ético. En la medida que los psicoanálisis se convierten en dogmas, se aíslan “esquizoidemente”, funcionan como centros de poder y frecuentemente de opresión, están al servicio del narcisismo del analista y no de los pacientes y la comunidad en general, al mismo tiempo se van alejando de sus virtudes y funciones originales. Visto desde esta perspectiva, los cambios necesarios ligados a nuestras actitudes y necesidades de poder pueden estar relacionados directamente con la supervivencia misma del psicoanálisis. Estamos ante el peligro, por decirlo de alguna manera, de poner el último clavo en el ataúd. El camino a seguir es arduo y peligroso. Nos encontramos con la dolorosa situación de enfrentamos cara a cara con los aspectos más oscuros de nuestra psique y de nuestra
profesión, y siempre corremos el riesgo de perdernos en esa exploración. Creo, sin embargo, que nuestros esfuerzos pueden deparar frutos en abundancia. Incluso en el momento que escribo estas últimas líneas en la madrugada de una noche que me ha deparado un hermoso cielo estrellado, vienen a mí, como un soplo de esperanza, las palabras de Silvio Rodríguez: “digo que cuesta tanto, y que hay que cruzar la tundra, pero al final la penumbra, se hace arco iris del canto”.
1 Existen muchos otros factores que impulsaron la dogmatización del psicoanálisis: El papel de Edward Bernays, sobrino de Freud y padre de la aplicación de conceptos psicoanalíticos a la publicidad, la aplicación del psicoanálisis al arte cuando estudia, no la obra en sí, sino al autor (lo que denomino psicoanálisis amarillista), etc. Si bien reconozco que son áreas importantes, quedan, sin embargo, más allá del alcance de este artículo. 2 Como referencias a análisis de las condiciones históricas que hicieron posible que el psicoanálisis se convirtiera en una especie de credo religioso ver Rieff (1966). 3 Para un análisis más detallado y profundo de la relación analista didacta—candidato ver Kernberg, 1986.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Broughton, J. M. (Ed.) (1987). Critical theories of psychological development. New York: Plenum Press. Carrillo, E. (1997). Pulsiones, estructuras y el sujeto del psicoanálisis freudiano. Revista Costarricense de Psicología, 27, 4349. Carrillo, E. (1999). Conferencia Inaugural de la
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Escritos Presentación Oficial del Programa de Maestría en Teoría del Psicoanálisis del Colegio Universitario Leornardo Da Vinci, UACA, 11 de mayo de 1999.
relations in psychoanalytic theory. Cambridge, MA: Harvard University Press. Kernberg, O. (1986). Institutional Problems of
Ferenczi, S. 1933 [1949] Confusion of tongues between the adult and the child. International Journal of Psychoanalysis.. 30, 225–230. Freud, S. (1923). Dos artículos de enciclopedia: “Psicoanálisis” y “Teoría de la libido”.Obras
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Rieff, P. 1966 The Triumph of the Therapeutic: Uses of Faith after Freud. Chicago: University of Chicago Press.
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Conceptualizando la vulnerabilidad psicosomática: sobre los recursos y carencias psíquicas, el impacto vincular y su abordaje clínico actual "La patología psicosomática tiene en la actualidad un papel protagónico en la clínica. Se ha tornado más difícil para los profesionales de la salud negar la coexistencia y delimitación difusa que existe entre los factores orgánicos, psíquicos y sociales que intervienen en las enfermedades, lo cual ha movilizado a realizar un trabajo interdisciplinario. Desde nuestra disciplina psicológica construimos un marco para conceptualizar lo psíquico, social y biológico, por lo cual abordaremos varios conceptos psicoanalíticos desarrollados alrededor de la comprensión psicosomática, entre ellos el mito de Aquiles, dentro de un contexto social actual. INTRODUCCIÓN La patología psicosomática es sumamente frecuente hoy en día, lo cual exige a los profesionales médicos y psicológicos borrar la dicotomía que ha caracterizado a nuestras prácticas, acercándonos para conocer y trabajar en conjunto los aspectos biológicos, psicológicos y sociales que afectan al paciente en su enfermedad, utilizando métodos de abordaje complementarios. Desde nuestra especialidad, debemos ampliar la comprensión del conjunto de componentes que generan mayor vulnerabilidad a enfermar de manera psicosomática, comprendiendo con mayor profundidad la importancia que tienen los vínculos y los ideales sociales transmitidos culturalmente,
Liza M. Zachrisson
en el desarrollo de las principales características del cuadro psicosomático: alexitimia, pensamiento operatorio y sobreadaptación. Para ilustrar dicha dinámica utilizaremos el mito de Aquiles y un caso clínico propio. LOS MITOS GRIEGOS ANTE LA LUPA PSICOANALÍTICA El psicoanálisis ha prestado dos mitos griegos a lo largo de su desarrollo: el mito de Narciso y el mito de Edipo. Ambos Narciso y Edipo han ayudado a formar la teoría psicoanalítica de manera que se puedan explicar dos áreas fundantes y estructurantes del psiquismo. El mito de Narciso ayuda a explicar la necesidad de desarrollar un narcisismo apropiado que L ÚD I C A 18 Lúdica, julio 2015, pg. 18
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"Debido a las carencias de metabolización existentes, el sujeto no logra procesar adecuadamente situaciones traumáticas, no logra crear representaciones psíquicas, elaborar duelos, crear estrategias de afrontamiento; por lo que dichas cargas o conflictos se tienden a descargar de manera neurovegetativa, en el cuerpo.”
permita tener un grado adecuado de estima hacia sí mismo y a configurar la identidad propia, a través del vínculo con otros. El mito de Edipo ayuda a explicar cómo se establece la identificación de género y la elección de objeto, a través de la tríada amorosa que se da tempranamente entre padre madrehijo/a. Ambos mitos se utilizan para explicar tanto el desarrollo esperado, como la desviación de éste que conduce a patologías de déficit (en el ámbito narcisista) y a patologías por conflicto (en el ámbito edípico). El médico y psicoanalista argentino, Rubén Zukerfeld, propone el uso del mito de Aquiles, como una manera de explicar, la condición de vulnerabilidad y sobreadaptación que se observa de manera característica en los pacientes (hombres 1) con patologías psicosomáticas. Este mito, a diferencia de los dos anteriores, no explica un desarrollo estructurante del psiquismo, sino sirve como un ejemplo del desarrollo patológico del psiquismo que desemboca en las patologías que afectan tanto al cuerpo como a la psique. SOBRE LA VULNERABILIDAD PSICOSOMÁTICA La patología psicosomática se
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explica como un padecimiento que enferma al cuerpo y al psiquismo debido a ciertas debilidades que se tienen tanto a nivel orgánico como psicológico, que conducen a esta enfermedad. Debido a que mi profesión es psicológica, me enfocaré en ese aspecto de la configuración de la enfermedad, no sin antes aclarar la importancia que tiene la comprensión y estudio de ambos factores de manera interdisciplinaria, aportando cada profesional desde su rama y apoyar en el conjunto con los demás especialistas tratantes. En las investigaciones neurocientíficas y de la psicología cognitiva, se ha detectado que existe cierto material psicológico que no se logra registrar por vías verbales, ya sea debido a la etapa evolutiva en la que se presentó, en la cual la persona no tenía las capacidades verbales para hacerlo, o debido a que implican un evento traumático que no logra ser procesado por la vía del circuito verbal. Por lo tanto, en búsqueda de obtener una mejor comprensión del psiquismo preverbal o no verbal, procederemos a comprender los componentes involucrados en la estructuración psíquica de esta patología. Todo este contenido que no logra ser
Escritos significado o representado por el sujeto conforma el inconsciente escindido, carente de representaciones, significantes, significaciones, etc. Inconsciente escindido debido a que dicho contenido se escinde de aquel que sí ha logrado representarse y significarse, el cual ha llegado a conformar el inconsciente reprimido que ya Freud y muchos pensadores posteriores han abarcado exhaustivamente. Por lo tanto, el inconsciente quedará conformado en una parte por lo reprimido y en otra por lo escindido, sin embargo qué material domina el inconsciente variará constantemente, no sólo de sujeto a sujeto sino de acuerdo a las vivencias y capacidades psíquicas con las que se cuenta en cada momento de la vida que vienen a reeditar todo aquello transcurrido anteriormente. En este texto nos centraremos en el contenido del inconsciente escindido ya que éste es el que tiene el papel protagonista en la patología psicosomática. El psiquismo se estructura desde el vínculo con el otro, inicialmente desde el vínculo materno primario quien impulsa el narcisismo
de vida o positivo, proveyendo cuidado, amor, protección, afecto, etc. y permitiendo que se construyan modelos identificatorios los cuales el sujeto buscará modificar y apropiarse de ellos. Cuando no se logran satisfacer estas necesidades primarias adecuadamente, se crean déficits narcisistas. Estos déficits o vacíos se contienen en el inconsciente escindido y cuando dichas deficiencias asumen un papel protagónico, lleva a que el funcionamiento del inconsciente sea predominantemente escindido. El predominio de este funcionamiento se genera, según R. Zukerfeld, una condición de vulnerabilidad psicosomática, la cual implica la dificultad de sobreponerse y desarrollar respuestas (no comportamentales ni somáticas) que permitan el procesamiento psíquico para metabolizar situaciones adversas o eventos disruptivos vividos, que pueden tener o no efectos traumáticos. Debido a las carencias de metabolización existentes, el sujeto no logra procesar adecuadamente situaciones traumáticas, no logra crear
representaciones psíquicas, elaborar duelos, crear estrategias de afrontamiento; por lo que dichas cargas o conflictos se tienden a descargar de manera neurovegetativa, en el cuerpo. Por ello en la vulnerabilidad psicosomática encontramos una fuerte potencialidad a enfermar somáticamente. Entre los pacientes con mayor vulnerabilidad psicosomática solemos encontrar las siguientes características: alexitimia, pensamiento operatorio y sobreadaptación. La alexitimia (Sifneos, 1973) se refiere a la dificultad o incapacidad de reconocer, identificar, procesar y expresar estados emocionales propios y ajenos, al igual que diferenciar el contenido emocional de sensaciones corporales; lo cual dificulta elaborar los componentes afectivos por vías psíquicas por lo que tienden a descargarse somáticamente. El pensamiento operatorio (Marty, 1962) se refiere a la poca capacidad de fantasía, representación y simbolización, que conduce a un lenguaje y estilo cognitivo enfocado en detalles externos que excluye elementos de la L ÚD I C A
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Escritos propia subjetividad del paciente, por lo que hay una fuerte tendencia a intelectualizar y racionalizar; excluyendo el procesamiento y descarga de tensión emocional de manera psíquica por lo que se libera somáticamente. La sobreadaptación (Lieberman,1993) se refiere a la resolución de estados emocionales displacenteros utilizando únicamente conductas directas que se encuentran adaptadas a la realidad y a las exigencias culturales, sin embargo es una pseudonormalidad ya que no responden a sus necesidades ni deseos internos debido al poco contacto que tienen con su realidad psíquica o mundo interno, por lo que responden a las exigencias que perciben de la realidad externa, con total desconocimiento de lo que le sucede internamente. Estas tres características de los pacientes más vulnerables a enfermar psicosomáticamente surgen debido al sostén vincular que han tenido. En las tres características vemos que el sujeto no tiene la capacidad de hacer un trabajo introspectivo para detectar lo que sucede internamente, metabolizarlo, representarlo y hacer una descarga funcional de ello. Estas carencias propias del sujeto se deben a las carencias de sus redes vinculares. Debido a que el entorno no ha podido proveer funciones de cometabolización, reverie, contención, etc. el sujeto no logra internalizar dichas funciones y desarrollarlas consigo mismo posteriormente. Respecto a este tema, Liberman habla de dos tipos de madres: la “madre que rebota” y la “madre metebombas”. La “madre que rebota” es aquella que al recibir las emociones, ansiedades, angustias, necesidades, etc. del niño, no logra procesarlas ni contenerlas por lo que las regresa al niño 21
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de la misma manera en la que éste se las proyectó. La “madre metebombas”, funciona de la misma manera que la anterior, sin embargo, le agrega una tensión adicional al niño que son las propias ansiedades y temores de la madre que ella misma no logra contener, proyectándoselas al niño junto con aquello que éste le depositó pero que ella no supo hacer más que devolvérselo. ILUSTRACIÓN CLÍNICA Utilizaremos un ejemplo para explicar estas características de la vulnerabilidad. Fallece el padre de un paciente durante el fin de semana tras un agotante deterioro debido a una enfermedad que transitó durante algunos años. Sin embargo, en el funeral éste no llora ni expresa su tristeza (alexitimia) sino que habla con las personas que asisten al funeral como lo haría cotidianamente; cuando le preguntan cómo está responde superficialmente, relatando los trámites cotidianos, en la secuencia de eventos acontecida, que le han tocado hacer debido al fallecimiento del padre sin comprender que se refieren a cómo se encuentra emocionalmente (pensamiento operatorio). Tras el funeral y entierro, regresa a trabajar el mismo lunes, respondiendo a sus exigencias y tareas laborales como lo hace usualmente, cumpliendo con las horas de trabajo establecidas, a pesar que el jefe le indica que se puede tomar el tiempo necesario tras la muerte del padre, él rechaza esto y continúa trabajando como lo hace usualmente (sobreadaptación). La combinación de estos tres factores aumenta la vulnerabilidad psicosomática de este paciente, aumentando el riesgo a enfermar, además de la predisposición genética que ya trae de la enfermedad
Escritos sufrida por el padre. Cuando vamos conociendo la historia de este paciente detectamos varias situaciones de abuso y agresión vivida en la infancia la cual no pudo ser procesada por los padres debido a las fuertes carencias que éstos vivían en dicho momento, quienes se encontraban en una crisis económica fuerte que les exigía trabajar constantemente y los mantenía tensos, preocupados y distantes emocionalmente el poco tiempo que se encontraban en casa. EL PESO DEL SOSTÉN VINCULAR La vulnerabilidad psicosomática se asocia principalmente a un pobre sostén vincular, tanto presente como pasado, ya que no ha tenido la presencia objetal de otro que le pueda significar y contener las emociones, reconocer los estados emocionales displacenteros que experimenta, ayudarle a elaborarlos en un proceso de cometabolización (prestándole sus funciones). Para que el sujeto pueda llevar a cabo este procesamiento psíquico necesita bajar sus defensas, disminuir la actividad de la realidad externa y concentrar su libido en el procesamiento psíquico y reabastecimiento propio. Esto sólo se logrará cuando haya alguien que sostenga al sujeto desde afuera, asegurándole que no se desmoronará, ni él ni el entorno, en lo que hace ese procesamiento interno. Este sostén vincular puede estar conformado tanto por vínculos existentes en la actualidad o por vínculos interiorizados (objetos protectores que en
algún momento tuvo físicamente y que pudo internalizar para que brindan ese sostén internamente). Cuando vivimos una o múltiples situaciones traumáticas o eventos disruptivos y no contamos con redes de apoyo que nos permitan realizar el duelo y elaboración necesaria, continuamos manteniendo muchos duelos y eventos disruptivos sin elaborarlos, los cuales se van quedando congelados en el psiquismo, como quistes. Por lo tanto, mientras más adversidades pasadas hayamos experimentado, las cuales no han sido elaboradas, más material escindido contenemos y esto producirá mayor vulnerabilidad psicosomática. De la misma manera, cuanto menor sostén vincular pasado y presente tengamos, mayor vulnerabilidad. Además, se puede dar la situación en la que el pobre sostén vincular o la falla del mismo genera la situación adversa (por ejemplo, en casos de abuso familiar), que produce mayor vulnerabilidad. ¿Por qué esto genera vulnerabilidad? La escases de recursos psíquicos y sociales no permite descargas adecuadas de las tensiones que uno está experimentando, por lo que el único recurso viable para descargar es la vía somática. EL IMPACTO DE LA CULTURA R. Zukerfeld propone tomar en consideración los ideales culturales dominantes los cuales marcan al sujeto y a sus redes vinculares. El ideal cultural
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Escritos dominante se refiere a todos los ideales que se transmiten por medio de la cultura, a través de las redes vinculares, las cuales ayudan a regular el autoestima de sus miembros, permitiéndoles aumentar su autoestima al intentar acercarse a esos ideales, los cuales llegan a constituir el Yo Ideal de la cultura y sus integrantes. Estos ideales culturales dominantes van a ir evolucionando conforme la cultura va modificándose, por lo que varía de sociedad en sociedad y de etapa en etapa. Debido al impacto actual de la globalización, el internet, etc. Zukerfeld propone que en la actualidad son tres los ideales culturales dominantes: 1. Eficientismo debe ser lo más eficiente del mundo y trabajar mucho. 2. Inmediatez quererlo todo y rápidamente. 3. Cambio y manipulación corporal delgadez, intervenciones estéticas constantes, piercings, tatuajes, etc. Los ideales culturales dominantes y la vulnerabilidad psicosomática se articulan y conforman la subjetividad alquiléica. Zukerfeld propone la subjetividad alquiléica como una condición subjetiva que implica alta vulnerabilidad psicosomática que intenta ser compensada por la obediencia de los ideales culturales dominantes. Para darle mayor claridad a esta idea utilizaremos el mito de Aquiles: Tetis, era la hija del antiguo dios de los mares, Nereo, la cual fue cortejada en un principio por Zeus y Poseidón, sin embargo, debido a una antigua predicción que indicaba que el hijo de Tetis superaría al padre, ambos dioses la rechazan. Tras dicha humillación, en la que evidentemente ningún dios desea casarse con ella, la 23
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obligan a casarse con el mortal Peleo, a pesar de la oposición de Tetis ante este matrimonio. Peleo busca consumar constantemente el matrimonio contra la voluntad de Tetis, lo cual genera una situación de abuso en la pareja. Ante el rechazo constante de Tetis con Peleo, ésta ahoga a sus primeros 6 hijos. Su séptimo hijo, Aquiles, no es ahogado, pero ella se enfrenta con el rechazo de éste a mamar la leche materna en un inicio, por lo que Aquiles significa “sin labios”. Este rechazo y agresión que Tetis ha vivido primero por los dioses, luego el abuso de Peleo y finalmente del amantar de Aquiles, se transmite por la madre transgeneracionalmente a Aquiles, abandonándolo en múltiples situaciones. Aquí empezamos a ver acontecimientos no elaborados, al igual que la falta de sostén vincular que tiene Tetis y que de la misma manera, carece Aquiles. En busca de proteger a Aquiles (¿de la propia agresión de la madre?) debido a que la predicción indicaba que moriría en la guerra de Troya, ella busca hacerlo invulnerable a través de sumergirlo en la laguna Estigia, ya que la leyenda contaba que Estigia volvía invulnerable cualquier parte del cuerpo que se sumergiera en él. Las aguas de Estigia eran infernales ya que limitaban entre la tierra y el mundo de los muertos, por lo que se reconocen como las aguas del odio. De nuevo vemos la transmisión del odio, en acto, de la madre al hijo. Al ser transmitido esto en acto vamos viendo que no ha habido posibilidad de procesamiento emocional (alexitímico), ya que la madre no ha logrado procesar sus propias emociones. Al sumergirlo en las aguas, Tetis sujeta a Aquiles del talón, por lo que es la única parte vulnerable que queda en él. Más adelante Tetis abandona de nuevo a Aquiles para irse con sus hermanas, una agresión y abandono más que se crea entre
Escritos
"El paseo de la laguna Estigia" de Joachim Patinir
esta madre e hijo, la cual constituye vínculos primarios sumamente inestables, abandonadores y agresivos. Al retornar Tetis, decide enviar a Aquiles a la corte del rey Licomedes en la isla de Scyros para que se oculte con el disfraz de una mujer joven, y de esta manera protegerlo de ser enviado a la guerra. Sin embargo, tras un incidente en el mercado, en el que él muestra sus habilidades de pelea, es descubierto por Ulises y es enviado a la guerra. Ante esto la madre le indica que si pelea morirá en su gloria y será inmortal, si no pelea no tendrá gloria pero sí una larga vida. Aquí vemos la inducción materna a obtener la gloria perdida por medio de la muerte, gloria que ella perdió al ser rechazada por los dioses en un inicio (mostrando el “complejo de la madre humillada” que explicaré más adelante).
En la guerra, todos los guerreros conocieron las excelentes habilidades de batalla de Aquiles, habilidades que constituyan en el momento un ideal cultural dominante, por lo que todos le temían a Aquiles. El asedio de Troya duró diez años, siendo los griegos cada vez más presionados por los troyanos. Los troyanos incluso llegaron a enfrentarse a ellos en su propio campamento situado junto al mar, momento en el que Aquiles rehuyó el combate con el enemigo. No obstante, cuando los troyanos amenazaron con incendiar los barcos de los griegos, su mejor amigo, Patroclo, con el que Aquiles sostenía una relación de contención narcisista y constituya uno de sus únicos sostenes vinculares actuales, decide pelear. Patroclo se vistió con la armadura de Aquiles y se convirtió en el héroe de la batalla, ya que los troyanos le confundieron L ÚD I C A
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Escritos con Aquiles sin embargo, como no era Aquiles no poseía sus grandes habilidades de batalla. Héctor, príncipe de la corona troyana, lo mató y se quedó con la armadura de Aquiles. De nuevo Aquiles se ve enfrentado a perder a uno de sus vínculos sostenedores de la actualidad. Aquiles enfurecido pide a la madre que le envíe otra armadura para vengar la muerte de su amigo. Con esto vemos la sobreadaptación de confrontarse a la batalla tras dicha pérdida. Es interesante que alguien que es invulnerable no necesitaría la protección de
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una armadura, sin embargo protege aquello que no necesita ser protegido (todo su cuerpo cubierto por la armadura) y lo que sí necesitaría ser protegido por su alta vulnerabilidad, el talón, no recibe protección; dinámica típica en pacientes con patologías psicosomáticas. Una de las obras artísticas que ilustra el escudo de guerra que le dan a Aquiles lleva la imagen especular de su madre Tetis, lo cual muestra la relación ambivalente de protección y agresión que constituye dicho vínculo, la cual conlleva pulsión de vida y de muerte. Vestido con su nueva armadura, Aquiles se va hacia el campo de batalla donde asesina a varios troyanos mientras se encuentra en búsqueda de Héctor, a quien finalmente encuentra, mata y arrastra su cuerpo desnudo. El padre de Héctor, llega al campamento con Aquiles para pedir el cuerpo de su hijo, éste se lo entrega para que el padre lo entierre. En la guerra de Troya no se realizan funerales a los muertos, desubjetivándolos, situación que vivió Aquiles con Patroclo, lo cual dificulta aún más la elaboración del duelo. Sin embargo, a los miembros de la realeza sí les realizan funerales.
Fresco de triclinio de una casa en Pompeya, siglo I d.C.
Poco después de esto, Paris, el hermano de Héctor, lanza una flecha a Aquiles, pegándole en
Escritos el talón, único lugar vulnerable que éste poseía, el cual se encontraba descubierto, y de esta manera lo asesina. Tetis llega a recoger el cuerpo de su hijo y se lo lleva para ser sepultado. El lugar vulnerable que no había sido considerado psíquicamente, es el que resulta agredido, tal como sucede en el lugar donde brota la enfermedad. ¿Por qué la utilidad de este mito? A través de Aquiles vemos la frustración objetal de pobres sostenes vinculares, tanto actuales como pasados, la transmisión transgeneracional de eventos no representados por vía verbal (rechazo vivido por la madre ante los dioses que luego repite múltiples veces con su hijo, el abuso vivido por su esposo, etc.), el cumplimiento de ideales dominantes de la época (guerrero) debido a carencias que éste cumple incluso tras la herida narcisista de perder a su mejor amigo, la sobreadaptación de retornar a la guerra tras pérdidas tan dolorosas buscando responder sobreadaptadamente ante tales vivencias con conductas de la manera en la que el mundo externo le demanda sin poner contacto con el dolor interno que experimenta, la pobre elaboración de duelos y de estados emocionales que no logran ser tramitados, etc. Así, la subjetividad alquiléica que propone Zukerfeld, muestra la vulnerabilidad compensada por medio de la obediencia a los ideales culturales dominantes, la sobreadaptación, la violencia narcisista y la impulsividad (característica de la alexitimia). Un componente adicional que observamos en este mito es lo que Zukerfeld habla como el “complejo de la madre humillada” (y que con mucha facilidad se articula a la “madre metebombas” de Liberman), que
representa frustraciónodiofrustración, en la cual ante la frustración que experimenta la madre surge odio hacia el hijo, realizando ésta mecanismos pseudoprotectores que llevan encubiertos fuertes impulsos agresivos. Esto lo vemos en Tetis ya que pareciera proteger a Aquiles intentando que éste no vaya a pelear a la guerra, volviéndolo invulnerable y enviándole armaduras, sin embargo, esa pseudoprotección reactiva tiene debajo la inducción al sacrificio del hijo con el cual ella busca reparar la gloria que perdió al ser desterrada por los dioses. Al inicio esta madre no inviste a su hijo, por el contrario lo rechaza, sin embargo, luego le sobreinviste, pero esto resulta siendo una pseudoinvestidura ya que quien necesita ser investida adecuadamente es ella para luego poder investir al hijo adecuadamente. En esta pseudoinvestidura ella idealiza al hijo, aferrándose a los ideales culturales dominantes. El problema, tanto con Aquiles como con Tetis, son las carencias de ambos que no buscan ser satisfechas adecuadamente, sino recurren a remedios sobreadaptados, los cuales conducen a la patología psicosomática. Para darle un contexto actual a este mito y lo propuesto hoy, regreso al caso mencionado anteriormente, el hijo que pierde al padre tras una enfermedad larga y de manera alexitímica no logra expresar sus emociones, elaborar su duelo y retorna al trabajo de manera sobreadaptada. Dicho paciente, en su infancia había sufrido constantemente de acoso escolar, sin embargo, nunca reportó esto a los padres debido a que éstos no le brindarían el sostén necesario para enfrentar dicha situación, lo cual denota el poco sostén vincular y carencias que los mismos padres tenían. Tras esto, hubo que lidiárselas solo, L ÚD I C A
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Escritos optando por el mismo recurso que utilizaba su padre, ponerse una “armadura” (como él la denomina) que no le permita verse vulnerable y así no ser un blanco fácil en el colegio. La vulnerabilidad para él significaba no sentir o mostrar ningún aspecto emocional. Adopta los ideales culturales dominantes de dicho entorno: alumno con excelente rendimiento y calificaciones y jugador sobresaliente en los deportes. En la adultez, un excelente profesional, enfocado en la inmediatez y eficiencia en la creación de productos de la empresa tecnológica en la que trabaja, ideales culturales dominantes de hoy en día. Tras un profundo trabajo analítico, en el que se encontraba abandonado por múltiples vínculos amorosos y amistades debido a dicha “armadura” emocional que tenía, se presentaba agotado a sesión, indicando que se sentía cansado de cargar con dicha armadura que aunque él cree que lo hace invulnerable, en realidad lo “debilita más ya que pesa mucho” (según las palabras del paciente). A pesar que la tentación sobreadaptativa que le han inculcado los padres de no mostrar emociones y recurrir al trabajo para mantener la eficiencia, pudo cuestionar dicho recurso familiar que ambos padres sostenían, y logró crear nuevas formas de afrontar, sustituyendo su sobreadaptación por recursos de elaboración, representación y metabolización, al igual que búsqueda y formación de vínculos actuales que le brinden un sostén y contención adecuada. La creación de dichos recursos fortaleció sus recursos psíquicos para que sus conflictos y déficits fueran tramitados por esa vía y no expulsados por medio del cuerpo, en lesiones de las articulaciones que él constantemente padecía. Su pobre capacidad de articulación se tradujo literalmente en sus padecimientos 27
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somáticos, dinámica fundamental de las patologías psicosomáticas. FUNCIONES DEL ABORDAJE CLÍNICO En la lectura meticulosa de este texto podemos percatarnos que todos los riesgos y características que aumentan la vulnerabilidad psicosomática corresponden a déficits, carencias, ausencias de funciones y de vínculos. Por lo tanto, en la clínica debemos convertir estos vacíos en presencias, generando: capacidades para detectar, reconocer, representar, procesar, metabolizar, simbolizar las ausencias, vacíos, emociones, frustraciones, necesidades, carencias, ansiedades, temores, angustias, duelos, traumas, estímulos somáticos, etc. ¿Cómo creamos donde no existe? Le prestamos esas funciones que el paciente no tiene pero que nosotros sí, prestándole nuestro cuerpo y psique para que juntos podamos procesar, metabolizar, simbolizar, etc. lo que le sucede. Para que el paciente pueda internalizar estas funciones (y no crear una fuerte dependencia) nos enfocamos más en el proceso de tramitación que en el resultado de ella. Un aspecto fundamental de esta técnica es que no necesita ni debe ser exclusivamente por un recurso verbal (recordemos al inicio que hablábamos que hay contenidos que no pertenecen a lo verbal), sino que nos apoyamos en todas las vías que el paciente tenga disponibles: verbales, no verbales, lúdicas, gráficas, pictogramáticas, etc. para que pueda ir representando y metabolizando. Por ejemplo, hay pacientes cercanos a la música que logran procesar lo que les sucede con ella, otros tienen el arte y lo aprenden a utilizar, otros usan sus habilidades y gustos culinarios para procesar con recursos culinarios lo que les
Escritos "hay pacientes cercanos a la música que logran procesar lo que les sucede con ella, otros tienen el arte y lo aprenden a utilizar, otros usan sus habilidades y gustos culinarios para procesar con recursos culinarios lo que les sucede, y así sucesivamente. Lo importante es el ojo clínico que detecta dónde tiene el paciente recursos para simbolizar y que por esa vía lo pueda procesar.” sucede, y así sucesivamente. Lo importante es el ojo clínico que detecta dónde tiene el paciente recursos para simbolizar y que por esa vía lo pueda procesar. Regresando al caso que les presentaba: mi paciente, siendo un experto en recursos audiovisuales tecnológicos, pudo ir procesando lo que le sucedía por medio de la creación de pequeños videos que él iba produciendo, agregándole imágenes, sonidos, canciones, escenas, etc. Ese fue su recurso en dicho momento, ¿se crearon muchos más recursos en el camino? Por supuesto. ¿Quedará fijado a estos recursos? Claro que no. Conforme va siendo impactado por nuevos vínculos, nuevos acontecimientos, nuevos eventos que van transformando su subjetividad, sus recursos se van enriqueciendo y
cuenta con más dispositivos biopsicosociales para dar tramite a lo que experimenta, aumentando así su resiliencia.
1 El uso de dicho mito aún no ha sido comprobado en la dinámica femenina por completo, los estudios respecto a la aplicabilidad en dicho género continúan. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Berenstein, I. (2001). El sujeto y el otro: de la ausencia a la presencia. Buenos Aires: Editorial Paidós. Espina, A. (1998). El constructo alexitimia. Implicaciones clínicas y terapéuticas. En J. García, M. Garrido y L. Rodríguez (Ed.) Personalidad, Procesos cognitivos y psicoterapia. Un enfoque constructivista. Madrid Fundamentos. ISBN: 842450777 0. Liberman, D.; Neborak De Diman, S.; Grassano De Piccolo, E. (1993). Del cuerpo al símbolo:
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Escritos
Edipo, un héroe trágico y migrante Edgar Alberto Sánchez Hernández
El presente artículo, busca mostrar una conceptualización histórica y teórica de la tragedia Edipo Rey de Sófocles, desde la perspectiva Psicoanalítica, desarrollando en un primer momento, el surgimiento de la teoría Edípica, cómo pieza fundamental del Psicoanálisis; en un segundo momento el análisis de la tragedia de Edipo Rey de Sófocles, realizando una conceptualización del mito, finalmente el estudio de la configuración "Edipo migrante y héroe".
Introducción «Se detiene un momento en el umbral, contempla a la multitud y empieza a hablar». (Sófocles, 2001, 2) El inicio del siglo XX, trae consigo una ruptura epistemológica entorno al positivismo, uno de los factores con mayor auge es el desarrollado por Sigmund Freud, con la Interpretación de los sueños (1901), que deposita una nueva postura, rompiendo el paradigma del campo de la Medicina. Una de las teorías fundamentales es la «Teoría Edípica», sin embargo no es hasta el año 1905, donde se propone un «desasimiento parental», para la reelaboración del conflicto edípico, conjeturando la confrontación entre lo real y el otro sexo.
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La formulación del término «Edípico», viene a revolucionar ese deseo «amoroso» hacia un progenitor, y una hostilidad hacia el predecesor del mismo sexo. Por otro lado, un deseo reformulado hasta ser un deseo de muerte. « [Planteando] que los deseos incestuosos y hostiles hacia ambos progenitores representa el complejo de Edipo y el complejo de castración» (Vega, 2007). La teoría Edípica hace énfasis en «lo fálico castrado» y «masculinofemenino». Freud realizó el trabajo un tipo especial de elección de objeto en el hombre (Freud, 1910/1976), donde se plantea por primera vez el término «Complejo de Edipo». Sin embargo el término implica un desarrollo teórico, reflejado en anteriores trabajos realizados por Bleur y Jung. Freud describe en el artículo, La indagación forense y Psicoanálisis (Freud, 1906).
Escritos «Esta influencia “se refiere a la del complejo ideativo”, actúa ya sea por la palabra estímulo, toca al complejo directamente o por el complejo logra hacer una conexión con la palabra a través de los lazos intermedios» (Freud, 1906). El término complejo fue formulado como «algo» que sucede en el sujeto, ligado a algo ya preexistente, siendo una re transcripción del tiempo y la sexualidad. Realizándose un reordenamiento de eso que se desconoce y se trata de reproducir en un segundo tiempo. Históricamente Freud conceptualiza el «Complejo de Edipo» en varias ocasiones, una de las más importantes es escrita en una de las cartas enviadas a Fliess, el 15 de octubre de 1847 y posteriormente en la interpretación de los Sueños (1901),
enfatizando en, sueños sobre la muerte de seres queridos (Freud, 1910), y proponiendo en sobre un tipo especial de objeto en el hombre (Freud, 1910), el término denominado «Complejo de Edipo». Posteriormente en Psicología de las masas y Análisis del Yo (1921), en: La organización genital infantil (1923), y finalmente en el texto sobre sexualidad femenina (1931), expone la formulación del «Complejo de Edipo» desde diferentes perspectivas y tiempos, es decir: en un primer momento, Freud lo ve ligado a lo biológico, donde la sexualidad es constante y determinada, estableciendo el campo de la relación con los padres. Elizabeth Roudinesco y Michel Plon definen al «Complejo de Edipo» como: (fr. complexe d'Oedípe; ingl. Oedipus complex; al. Ödipuskomplex). Un conjunto de los
"Edipo y la efige" de Elisa Delseri
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Escritos investimentos amorosos y hostiles que el niño hace sobre los padres durante la fase fálica. Proceso que debe conducir a la desaparición de estos investimentos y a su remplazo por identificaciones.
destino humano (el fatum), y después con el complejo formulado por Freud, que relaciona el destino con una determinación psíquica proveniente del inconsciente.
Proponiendo: El complejo de Edipo es la representación inconsciente a través de la cual se expresa el deseo sexual o amoroso del niño por el progenitor del sexo opuesto, y su hostilidad al progenitor del mismo sexo. Esta representación puede invertirse y expresar amor al progenitor del mismo sexo, y odio al progenitor del sexo opuesto. Se llama Edipo a la primera representación, Edipo invertido a la segunda, y Edipo completo a la combinación de ambas. El complejo de Edipo aparece entre los tres y los cinco años. Su declinación indica la entrada en un período llamado de latencia, y su resolución después de la pubertad se concreta en un nuevo tipo de elección de objeto.
Sin embargo Freud postula «por una inclinación natural, el niño se orienta hacia el progenitor del sexo» (Freud, 1900/1976), dejando de manifiesto la conducta de los progenitores, provoca alguna relación en los infantes, es decir: siguen su propia sexualidad y la reformula frente al estímulo de los padres.
En la historia del psicoanálisis, la palabra "Edipo" ha terminado por reemplazar a la expresión "complejo de Edipo". En este sentido, el Edipo designa a la vez el complejo definido por Freud y el mito fundador sobre el cual reposa la doctrina psicoanalítica, en tanto elucidación de las relaciones del hombre con sus orígenes y con su genealogía familiar e histórica.
La segunda conceptualización es planteada en Psicología de las masas y Análisis del Yo (1921). Encontrándose en una divergencia respecto a la identidad sexual; es formulada la existencia de una dirección distinta, a lo que biológicamente se había descrito en la primera conceptualización.
Más que ningún otro en Occidente, el mito de Edipo se identificó en primer lugar con la tragedia de Sófocles, que transformó la vida del rey de Tebas en un paradigma del 31
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La estructura de la teoría Edípica, puede entenderse en tres momentos: en un primer momento la conceptualización de los padres es expuesta, la constituye la sexualidad de los padres y del hijo; manteniendo una interacción con algo que es propio del niño, a través del intercambio de la formulación de esta primera conceptualización. Conduciendo a un primer acercamiento, en el sentido estructurante del sujeto en factor de la primera tópica.
La tercera conceptualización es formulada dentro de la diferencias ejercidas por el «Complejo de Edipo», la existencia de diferencias entre el hombre y mujer, e introduciendo el término «Castración» como factor en el «Complejo de Edipo». Freud ubica como centro de la teoría infantil el término de «Falo» como: «Lo que
Escritos "el Edipo designa a la vez el complejo definido por Freud y el mito fundador sobre el cual reposa la doctrina psicoanalítica, en tanto elucidación de las relaciones del hombre con sus orígenes y con su genealogía familiar e histórica.”
se supone que todos los seres animados e inanimados tienen: pene, lo que se conoce como la premisa universal…» (Vega, 2007); El falo se presupone desde la concepción de la creencia del niño, dejando a su propio conocimiento la existencia del pene. Por tanto es posible realizar un acercamiento teórico, describiendo que el falo se formula: desde una doble configuración, la subjetividad y la teoría a la falta del mismo. Dentro de la descripción que realiza Freud, se propone al falo dentro de dos momentos. En primer instancia la «Fase Edípica» manifestada, por la creencia en que todos los seres inanimados portan un pene, y en segundo momento, se instaura la angustia de castración «en el varón» donde el pene está presente y puede perderse. Desde la perspectiva de la niña se manifiesta por medio del
«Complejo de Castración». Dejando a la niña con la consideración que el niño tiene pene y lo que tiene es completud y ella no le fue dada. Por ende, se encuentra en falta, Freud propone el «Complejo de Castración» es la angustia de la castración y un malestar de envidia al pene en la mujer. Como hemos analizado Freud se encuentra dentro de diferentes perspectivas de su teoría. Estructurando el desarrollo sexual; en los primeros años el niño manifiesta la fase genital, donde se desarrolla una atracción sexual por el progenitor del sexo opuesto. Vemos en el sepultamiento del complejo de Edipo (1924), la renuncia del niño a un conjunto de fantasías, debido a la amenaza de castración, la insuficiencia psíquica y por el inminente desarrollo filogenético.
Sin embargo, en la niña sucede desde una problemática, debido a la castración que es un hecho «ella no tiene pene». Decepcionada del primer objeto «la Madre», busca algo que le pueda brindar un falo, y es allí donde el «Padre» realiza su función «simbólica “hecespene niño”». Dentro de la problemática inminente en el desarrollo edípico en la niña, Freud plantea (1931 y 1933) que existen tres posibles desenlaces en el Edipo: La inhibición o neurosis, el complejo de masculinidad y la feminidad. La inhibición o neurosis, se registra a partir de una herida narcisista, desarrollando un malestar «envidia» al pene, renunciando al amor de su madre, y por ende rechaza la sexualidad, como consecuencia de la represión, es decir, se manifiesta en ella una L ÚD I C A 32 Lúdica, julio 2015, pg. 32
Escritos carencia del falo, lo cual refuerza una hostilidad y una desvalorización hacia todas las mujeres. Por otro lado, si tiene un desenlace dentro del «Complejo de masculinidad» la niña, se ve negada admitir la diferencia sexual, y se concentra en una identificación con el Padre «Fálico», por ende la desmentida de la propia castración. Para Freud el Edipo está planteado desde la satisfacción de la pulsión y desde las teorías sexuales infantiles, conceptualizando «FálicoCastrado», significando la oposición entre la presencia y la ausencia del «Pene», como máxima valoración; en Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos (1925), propone « que una mujer ha tomado conocimiento de la herida a su narcisismo, ella desarrolla como una cicatriz, un sentimiento de inferioridad», posteriormente la organización genital infantil (1923), describe: «El niño cree que solamente las mujeres no son valiosas, han perdido sus genitales, mujeres que con toda probabilidad eran culpables de impulsos inamisibles similares a los suyos». La vinculación entre el niño y la madre se ve introducida desde la presencia del pene, como máxima valoración y la ausencia como una desvalorización, proponiendo «el falo es lo que completa», es Yo ideal. Análisis de la tragedia de Sófocles «Edipo Rey» El estado de la cuestión de la tragedia de Sófocles Edipo Rey, ha desarrollado una serie de estudios, desde perspectivas diametralmente diferentes. Encontrando estudios lingüísticos, entre los principales 33
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encontramos «Schwyzer, Chadwick, Ruijgh, Heubeck o Chantraine», y estudios enfocados en el mito como «Nilsson, Harrison, Gentili, Kereny y Aarne», Ruipérez desarrolla una serie de elementos lingüísticos de los cuales se desprende: El mito es un producto histórico que ha surgido y ha ido evolucionando a lo largo del tiempo […], la historia de un mito no es la historia de sus elementos aisladamente considerados, sino la sucesión de las fases por las que ha ido pasando, cada una de ellas es una estructura con sentido. La cronología de sus componentes es un criterio básico, para su compresión histórica (Ruipérez, 89) Desde la perspectiva histórica «el mito es cuestionarse sobre el núcleo [de sí] mismo» (Aquino, 2006), cediendo el poder de la sociedad matriarcal al patriarcal, cuestionando durante mucho siglos, la tragedia de Sófocles Edipo Rey, como una versión de un sueño elemental, una serie de deseos reprimidos de la niñez, amor a la madre y odio al padre. Edipo Rey se considera una trama, donde el destino determina las tragedias, planteadas en el texto. Freud encuentra en esta estructura «ese enamoramiento de la madre y convierte al padre en un enemigo», El personaje Yocasta asevera «Muchos mortales han dormido en sus sueños con su propia madre» (Sófocles, vv. 891892) despertando en Freud, la relevancia de la tragedia de «Edipo Rey» en la Teoría Psicoanalítica. Sin embargo existen otras perspectivas del «Mito de Edipo», Martin P. Nilson en Historia de la religiosidad griega (Madrid, Gredos,
Escritos 1969), realiza una serie de características, sobre el mito de Edipo, agrupándolo dentro de los mitos heroicos, destacando que «los nombres de las personas y los motivos que constituyen los temas» es donde el destino, en forma de profecías, condenan al sujeto «el pie anormal, el parricidio, la esfinge y el incesto», por ende la esfinge, es caracterizada
con alas de Hoz, como una mujer, de acuerdo a la tradición Griega. Ruipérez, El nombre de Layo en Estudios Clásicos (1987, 167172), describe a Layo, padre de Edipo, no como el hombre «torcido», donde se realiza una especulación acerca de la homosexualidad de Layo; cobrando sentido en los estudios de Isabel Monzón Abuso sexual contra menores de (2010).
Monzón describe: En las formulaciones de Freud sobre el Edipo queda en primer plano el desborde pulsional −el incesto con Yocasta y el parricidio hacia Layo− quedando en segundo plano que Layo había abusado de Crisipo, hijo del rey Pélope. Este había nombrado a Layo preceptor de Crisipo. Cuando Pélope se entera del abuso, lanza a Layo su anatema: “Que nunca tengas un hijo y que si llegas a tenerlo, sea el asesino de su padre y despose a su madre”. La profecía del oráculo hacia Layo “tu hijo te matará y yacerá con su madre” repite la maldición de Pélope y conduce a Layo a su conducta filicida. El parricidio de Edipo es un efecto del abuso y del filicidio. (Monzón, 2010, 227). El significado se deriva de Láïos, no Laio’s, dotándolo de otro atributo, Edipo «zurdo», siendo la tradición griega, un criterio de
"Edipo rey" de Aldo Ojeda
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"La tragedia tiene como «función de interpretar la realidad humana en el marco de la polis» (Quijada, 2011, 78), en el mito de Edipo, la tragedia es producto de las culpas y las cadenas de generaciones anteriores”
supersticiones, dicha anomalía es descrita, como una señal de mal agüero. En el mito se considera una confrontación en el cual Layo, es representado con «zurdo» y Edipo «derecho».
padre y casarse con su madre». Sin embargo esta cadena continúa con el nacimiento de un matrimonio incestuoso, los hijos Eteocles y Polinices, así como Antigona e Ismene.
Edipo por otra parte, se ve destinado desde el nacimiento, el hecho de haber nacido de pies, y no de cabeza, «esta maña, en general es positiva, pero hay una negatividad en el caso de Edipo, “el del pie hinchado”, por lo que su desarrollo histórico será muy peculiar» (Aquino, 2007), para Ruipérez, solo existen tres personajes en el mito de Edipo: Layo, Yocasta y Edipo.
Aquino S. (2007) menciona «el mito de Edipo, el primer eslabón de la tragedia de cadenas de culpas y castigos contenida en la primitiva leyenda de los Labdacidavas».
La tragedia tiene como «función de interpretar la realidad humana en el marco de la polis» (Quijada, 2011, 7 8), en el mito de Edipo, la tragedia es producto de las culpas y las cadenas de generaciones anteriores, los primeros registros se encuentran en el padre de Layo, Labolaco, que aparece registrado hacia 850 a.c., donde adquiere la calidad de «cojera», posteriormente Layo continúa con esta cadena de culpa, incrustándole en su propia muerte a causa de su hijo. La tragedia de Edipo es concebida dentro de la interpretación de «matar a su
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Siendo esta afirmación, pieza esencial para el estudio de Edipo como un héroe y la tragedia como signo indestructible del destino. Análisis de Edipo desde la perspectiva de migrante y héroe En primer lugar, formulemos la pregunta ¿Qué se suscita en Edipo, que lo hace migrar? El desarrollo planteado por Freud a principios del siglo XX, se encuentra en términos generales desde lo histórico social, Freud afirma «Me atrevo a decir que si el Psicoanálisis no pudiera gloriarse del complejo de Edipo reprimido, esta solo sería mérito suficiente para que se lo clasificara entre los nuevas adquisiciones valiosas de la humanidad […]» (Freud, 1938/1976,192). La importancia del
Escritos planteamiento «Edipo migrante y héroe» trae consigo una serie de interrogantes, que se analizaron a través de las diferentes perspectivas de la tragedia «Edipo Rey» de Sófocles. José Antonio Marina en su más reciente libro sobre la sexualidad de las tres (pes) constituye un modelo tradicional, es decir: preñador, proveedor y protector, no obstante realiza un análisis del padre actual, lo cual lo lleva afirmar «El padre fecunda y luego desaparece» (Marina, 2004, 79). Contrastando con las conceptualizaciones actuales, donde la teoría y la clínica son fundamentales para estructurar el complejo de Edipo. Por otra parte Miguel Sosa, determina al complejo de Edipo a un mito freudiano «asesinato del padre de la horda primitiva» configurándolo en ese orden que le permitió a Freud, analizar la historia de la humanidad. «Edipo Rey» de Sófocles, está plagada de configuraciones en el orden de lo migrante y de lo heróico, Edipo se encuentra «Entre dos males, ser expulsado de la tierra paterna, o ser condenado a muerte» (Sófocles, 2001, 19), esta condena es otorgada por Apolo en el cual se pronosticaba en un primer momento a «Layo que su destino era morir a manos de un hijo que le naciera…» (Sófocles, 2001, 21), ante esta condena Layo decide entregarlo, con los pies atados por los tobillos, a manos de extraños, para que fuese arrojado, sin que nadie pudiera encontrarlo, en la sima impenetrable de las montañas. Miller propone que introduzcamos, al complejo de Edipo en un mito, donde el eje central sea la cuestión del padre «Tal como
hubo mito para explicar cómo había nacido el fuego, porqué existe la tierra, y el cielo, y los hombres, y las mujeres» (Miller, 1992, 40), donde el Psicoanálisis tenga una manera de explicar, si existe algo roto en la producción del goce, y donde se concibe la culpa de la prohibición. Así mismo J. Campbell establece tres momentos esenciales para la configuración del héroe: 1. Primer momento: Preliminar −la separación de la vida ordinaria 2. Segundo momento: Liminar −afrontamiento de la otredad, envés o reverso de la existencia. 3. Tercer momento: Posliminar −retorno a la vida cotidiana 1 Por tanto es posible explicar la búsqueda de «lo perdido», Edipo reafirma la consideración de creerse como hijo de la fortuna « ¿Por qué voy a renunciar a descubrir mi propio nacimiento?» (Sófocles, 2001, 31), siendo esa búsqueda, el motivo de su condena, si tomamos la cuestión del mito 2 ; una articulación, una serie de señalamientos para establecer una lógica. El proceso del mito estableció una relación de «inclusión y exclusión» dentro del lenguaje y la articulación, dotando una serie de posibilidades, es allí donde se puede configurar a Edipo como migrante y héroe, Yocasta predice de igual forma cuál ha de ser el destino de Edipo, dejándolo en la desventura del migrante, es decir el exilio, «Por miedo a matar a Pólipo, Edipo se exilió, y he aquí que ahora ha sido el Destino, y no la mano de Edipo, quién le ha dado muerte» (Sófocles, 2001, 26). L ÚD I C A
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Tira cómica "Mafalda" de Quino
Esta no es la única referencia que se encontró de la migración en la obra de «Edipo Rey», la aventura emprendida por Edipo, para escapar de su destino, se desenvuelve en dos regiones, en un primer momento, la región de Corinto (Istmo) y posteriormente en la región de Tebas, esta migración, es desencadenada por el deseo de «saber» , Layo por una parte, la búsqueda y la negación de su destino «su propia muerte», que a diferencia de Edipo, se reafirma por la aceptación de cualquier destino «la verdad». Esta dicotomía es analizada por Creonte, que nos dice «asesinado ese rey, el Dios nos ordena castigar a sus matadores, sean quien fueren […]» (Sófocles, 2001, 6), y posteriormente afirma «El Dios asegura que los matadores están en el país, lo que se busca, se encuentra; lo que se descuida, se pierde» (Sófocles, 2001, 6), indicándonos que la ley se hace presente y que es inquebrantable. La migración se desprende desde una verdad que se busca, en Layo, Creonte nos menciona «Salió del país, según se dijo, para ir a consultar al oráculo y no volvió al seno de su hogar desde que de él partió» (Sófocles, 2001, 6), es decir ante la negación de su destino, éste en cambio le otorga la muerte, lo cual desencadenó 37 L ÚD I C A Lúdica, julio 2015, pg. 37
como hemos analizado una serie de culpas y castigos para su estirpe. En tanto la migración de Edipo, es entendida, desde lo simbólico, a partir del desengaño de su propio destino, de esa búsqueda del origen, de la verdad, y «el único medio de librarnos de la plaga que nos azota, es descubrir al asesino de Layo y pues castigarle con la muerte o con el destierro de este país» (Sófocles, 2001, 10). La verdad en Edipo es a partir del engaño «Cuentan que Layo murió a manos de unos caminantes» (Sófocles, 2001, 9), siendo esta la primera verdad engañosa de una serie de verdades que Edipo debe de afrontar, este primer engaño le da pie, para iniciar su propia búsqueda siendo en Creonte y Teresias, su primera verdad «Creonte no es causa de ningún mal para ti; tu mal proviene únicamente de ti» (Sófocles, 2001, 12). La segunda verdad es mencionada: «Así, pues, te lo repito: el hombre a quien andas buscando desde hace tiempo con tus amenazas y tus proclamas, el matador de Layo, ese hombre está aquí; pasa por un extranjero domiciliado en Tebas; pero pronto se verá que es tebano de
Escritos nacimiento, y este descubrimiento no será para él motivo de alegría. Él ve ahora y se quedará ciego; es rico y mendigara su sustento; caminará por tierras extrañas tanteando su camino con un bastón. Se descubrirá que es a la vez padre y hermano de sus propios hijos; hijo y esposo de la madre que dio el ser, y el matador de un padre a cuya esposa fecundó» (Sófocles, 2001, 14). La tercera verdad es expuesta, sin que Edipo lograra reconocerse en esa verdad, « ¿Sabes de quién desciendes? Eres, sin saberlo, odioso a todos los tuyos, que están abajo en el Hades, y a los que están aún encima de la tierra» (Sófocles, 2001, 13), la verdad que busca está en él, como destino del cual no se puede escapar, «la aterradora maldición de tu Padre y de una Madre te acosa y te echara de este país» (Sófocles, 2001, 13). Sin embargo el destino no es el único factor que condena a Edipo, la cultura también ejerce su labor dictatorial, ante tal verdad Edipo afirma «Mi padre era
Pólipo, de Corinto; Mérope, de Doria, mi Madre» (Sófocles. 2001, 23), Edipo recuerda que en cierta ocasión un comensal ebrio, lo insultó «diciendo que yo era adoptivo» (Sófocles, 2001, 23). Debido a estas tres postulaciones de verdades engañosas, Edipo es condenado a migrar, ante el temor de que las predicciones sean cumplidas, como lo han dictado los Dioses, a través del Oráculo, Edipo menciona «Yo estaba destinado a ser el marido de mi madre, de la que tendría descendencia, odiosa a los ojos de los humanos; y que sería el asesino del Padre que me ha engendrado» (Sófocles, 2001, 23), llevando su condena al lugar, que sin saberlo sería causa de todo su mal, «volví la espada al país de Corinto, buscando un lugar donde nunca viera el cumplimiento de las vergonzosas atrocidades que me hubieran pronosticado» (Sófocles, 2001, 23), aunque Edipo busca escaparse del destino, este lo lleva «Andando, andando, llegue al lugar en donde dices que Layo encontró la muerte» (Sófocles, 2001, 23). Siendo el acto de migrar,
una pieza fundamental en el mito de Edipo y el cumplimiento de la muerte de Layo. «Entonces el cochero y el anciano trataron de apartarme brutalmente del camino. Encendido de cólera golpeé el cochero que me había atropellado; el anciano, al llegar el momento de pasar yo junto al coche, me propinó un golpe de la cabeza con su doble aguijón. No tardo en pagarlo caro. En el mismo instante, a un golpe del bastón que armaba esta mano, cayó hacia atrás y rodó a tierra desde el centro de su carroza» (Sófocles, 2001, 23). No obstante el cumplimiento de su destino, Edipo, es introducido en el silencio, y lo ve quebrantado por el mismo «de modo que si aquel extranjero tiene alguna afinidad con el rey Layo, ¿Puede haber hombre más desgraciado que yo, mortal más odiado por los Dioses?» (Sófocles, 2001, 23), es aquí donde podemos realizar la conjetura de «extranjero migrante», como la única razón, en el cual, Edipo L ÚD I C A 38 Lúdica, julio 2015, pg. 38
Escritos puede soportar tal verdad. «Ningún extranjero, ningún ciudadano puede recibirme en el seno de su hogar, ninguno puede dirigirme la palabra» (Sófocles, 2001, 23). Edipo ha nacido maldito, destinado a vagar, sin hogar, sin retorno, cubierto por la impureza. Ante tal tragedia, busca una escapatoria posible «si tengo que exiliarme, y este destierro no me sea permitido, ya ver a mis padres, ni hallar el suelo de mi patria, sin correr el riesgo de unirme a mi madre [y] de matar a mi padre» (Sófocles, 2001,23). La verdad como proceso de conocerse lleva a Edipo a la confrontación de su destino y la fortuna que fue impuesta por los Dioses. Sin embargo Yocasta, sostiene que el engaño y ese deseo amoroso hacia una madre es una verdad menos dolorosa «lo mejor es vivir, en la medida de lo posible, al dictado de la fortuna. En cuanto a ti, no te asuste este ayuntamiento con tu madre, pues numerosos son los mortales que en sueños han compartido el lecho amoroso» (Sófocles, 2001, 27). Mencionando que no fue culpa de Edipo la muerte de Layo, sino el destino «Por miedo de matar a Pólipo, Edipo se exilió, y he aquí que ahora ha sido el destino, y no la mano de Edipo, quién le ha dado muerte» (Sófocles, 2001, 26). Yocasta, advierte a Edipo, que la búsqueda de la verdad, traerá consigo la desgracia «en nombre de los Dioses, si tienes por tu vida alguna preocupación, abandona esas investigaciones [aparte], bastante tengo yo con mi desgracia» (Sófocles, 2001, 30). Como se ha analizado, estas «verdadesengañosas» para Edipo, significan un reordenamiento en su origen, esa verdad a la cual, todo ser tiene derecho a saber. 39
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Sin embargo esta verdad implica una serie de costos, los cuales no todos están dispuestos a pagar. Edipo asume el costo y se da cuenta de la verdad. « ¡Ay! ¡Ay! Todo se ha aclarado ahora. ¡Oh luz, pudiera verte por última vez en este instante! Nací de quien no debería haber nacido; he vivido con quienes no debería estar viviendo; maté a quien no debería haber matado» (Sófocles, 2001, 34). Ante tal verdad, la tragedia, inmiscuida cómo la única escapatoria, encontramos en Edipo Rey de Sófocles, diferentes afrontamientos de esa verdad trágica. Por un lado, Yocasta, invocando a un Layo muerto, « [gimiendo] sobre un lecho en donde, doblemente miserable había engendrado de su esposo un esposo, e hijos de su propio hijo» (Sófocles, 2001, 35). Las peticiones de Yocasta, son un llamado de búsqueda al desamparo que provoca, no saber quién es, una esposa que no es esposa, teniendo una doble fecundación, «Edipo y los hijos de Edipo», Yocasta, busca sin encontrar, teniendo la muerte como su único camino. Edipo se encuentra entre dos posibilidades, la muerte o el heroísmo, siendo este último, un enfrentamiento al destino. «Edipo se arranca de los vestidos los broches de oro que los adornaban, los coge y los hunde en las orbitas de sus ojos, gritando que no serían testigos ni de sus desgracias ni sus delitos… levantaba sus párpados y se los golpeaba con golpes repetidos. Sus pupilas sangrientas humedecían su barba» (Sófocles, 2001, 36). Edipo trata de pagar el costo de la
Escritos "finalmente Edipo ha decidido ser héroe, ante la muerte, ante la tragedia proclamada por el destino y los Dioses, asumiendo su conceptualización de migrante y héroe, soportando el destierro de aquel país «Tebas»” «verdad», buscando remedio en un castigo que tiene que sufrir, para salvaguardar a los suyos. Ortiz Oses propone que «en efecto, al principio el héroe tiene que desligarse de todo: madre, padre, hermanos, mundo; pero al final el héroe debe religarse con todo ahora purificado» (Oses, 1995,391). Conclusiones El heroísmo en Edipo, como lo hemos analizado, un sujeto que tiene un poder diferente a todos los seres humanos, Edipo menciona «a este maldito a quien odian, como nunca a ningún mortal fue odiado» (Sófocles, 2001, 37), dotándolo de un poder que soportara su tragedia «Creedme, no tengáis ningún temor, pues mis males son tan grandes que nadie entre los mortales es capaz, excepto yo, de soportarlo» (Sófocles, 2001, 38).
interrogantes propicias para un estudio más detallado de los mitos; siendo la óptica de la migración un rasgo esencial y fundamental de una sociedad en constante movimiento; por otro lado la vida en sociedad y las relaciones de seres humanos dentro de la cultura están destinados por un deseo oculto, a ese lado oscuro, que nos permite seguir viviendo unidos.
1 Consúltese A. van Gennep (rito de paso) y J. Campbell (los mitos). 2 El mito es una producción imaginariosimbólico, cuya función consiste en expresar un núcleo real inaccesible o imposible de recuperar dentro de una construcción significante. (Ortega, 2009, 80).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Así mismo el héroe llega a convertirse «en un buen consorte, es decir, en alguien que (nos) trae buena suerte (consore): pero antes ha tenido que desdoblarse para poder redoblarse, sufrir para gozar, realizar la iniciación para obtener la finalización» (Oses, 1995, 391). Finalmente Edipo ha decidido ser héroe, ante la muerte, ante la tragedia proclamada por el destino y los Dioses, asumiendo su conceptualización de migrante y héroe, soportando el destierro de aquel país «Tebas» y siendo el «hombre más execrado de los Dioses» (Sófocles, 2001, 41). Así mismo se generaran las
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"Así mismo se generaran las interrogantes propicias para un estudio más detallado de los mitos; siendo la óptica de la migración un rasgo esencial y fundamental de una sociedad en constante movimiento; por otro lado la vida en sociedad y las relaciones de seres humanos dentro de la cultura están destinados por un deseo oculto, a ese lado oscuro, que nos permite seguir viviendo unidos.”
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Expresiones
Mariposas Estas obras de arte tienen la intención de dar una experiencia espiritual al que las ve y provocarle un sentimiento de paz y alegría al espectador. Son poemas pintados o dibujados. Es una experiencia profunda con los misterios de la naturaleza y me dan un sentido de bienestar. Las mariposas vuelan libres simbolizando un profundo anhelo del ser humano a la felicidad. La energía del amor genera un proceso de transformación en todos los seres humanos y las mariposas también lo atraviesan para convertirse en belleza que brinda inspiración y seducción, dos condiciones asociadas estrechamente al amor. Como dijo Mark Chagall una vez: "arte es sobretodo un estado del alma".
"Con el polen de la flor y la mariposa en su esplendor"
Amalia Padilla Gregg
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Expresiones
"La mariposa volotea y andecon el sola veces"
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"Hora recuerdo mariposas que ayer fueron penumbrosas"
Expresiones
"Guardiana de las mariposas"
"Luz de la mañana"
Mis dibujos están hechos al lápiz o técnicas mixtas de lápiz, crayón y tinta sobre papel. Las pinturas son una técnica mixta de lápiz y óleo sobre tela. Las partes más obvias e inmediatas están pintadas al óleo con colores brillantes y las partes difuminadas están dibujadas a lápiz y representa el mundo espiritual que convive con el mundo inmediato. Mis referencias son la fauna y flora de Guatemala , especialmente las plantas de mango o cafetos que me llamaron la atención después de 24 años de no vivir en Guatemala. L ÚD I C A
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Expresiones
"Espacio fragil"
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"Frutos de esperanza"
Expresiones "En luna verde"
"Semillas"
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Expresiones "Hermosa fruta"
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"La familia"
Expresiones
"Ambiente feliz"
"Alegría de vivir"
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Conceptos
Mito El psicoanálisis se construye desde el mito y es a la vez productor de mitos. Desde el conocido Edipo que apunta a lo complejo que resulta para el ser humano representar la terceridad, hasta Narciso y su belleza que disfraza una vulnerabilidad psíquica y la novedosa propuesta de Zukerfeld apuntando al mito de Aquiles y la consecuencia de una carencia representacional corporal, la presencia arquetípica de los mitos en nuestra estructuración psíquica nos expone a cierta subjetivación, oráculos, miedos y destinos. “El mito, que puede ser colectivo o individual, es una estructura narrativa, un relato que, de modo alegórico o metafórico, apunta a responder a contradicciones, preguntas, y, en particular, las de los orígenes” 1. "Atlas Telamon" de Vitorio Cassella www.facebook.com/Vitorio cassella?ref=hl Unspoken_411@hotmail.com
El mito, en muchas ocasiones, constituye aquel sostén para enlazar nuestra historia. Nos consuela tanto como nos amenaza ya que muchas veces es producto de proyecciones individuales y colectivas puestas en el exterior. El mito se convierte en ese “punto de unión”, en una “construcción” que podría hilar la historia individual cuando el conflicto se hace presente o cuando la amnesia de recuerdos infantiles es inevitable. Diría Freud en Psicopatología de la vida cotidiana “De este modo, los “recuerdos infantiles” del individuo van tomando la significación de “recuerdos encubridores” y adquieren una analogía digna de mención con los recuerdos de la infancia de los pueblos, depositados por éstos en sagas y mitos” 2. El mito será ese punto de enlace que nos ayudará a teorizarnos como sujetos insertos en determinada cultura y subcultura: “Como los mitos colectivos, intentan aportar una representación y una «solución» a lo que para el niño aparece como un gran enigma; dramatizan como momento de emergencia, como origen de una historia, lo que se le aparece al sujeto como una realidad de tal naturaleza que exige una explicación, una «teoría» 3. 1 Chemama, R. y Vandermersch, B. (2004) Diccionario de Psicoanálisis. Buenos Aires: Amorrortu. 2 Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana, Obras Completas, Biblioteca Nueva, 1996, t. I, p.738. 3 Laplanche y Pontalis incluyen esta explicación dentro de su definición de la fase anal sádica. Laplanche, J. y Pontalis, J.B. (2004) Diccionario de Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
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En cartelera
Tuvo que ser un asesinato: La ventana indiscreta y algunas reflexiones en torno a las construcciones en análisis Ánalisis de Cristián Valencia Sandoval "Let's start from the beginning again, Jeff. Tell me everything you saw... and what you think it means." Rear Window, 1954. “Me ha seducido una analogía. Las formaciones delirantes de los enfermos me aparecen como unos equivalentes de las construcciones que nosotros edificamos en los tratamientos analíticos” Freud, 1937 Al igual que en la primera escena de la película La Ventana Indiscreta de Alfred Hitchcock, que comienza con una toma panorámica que nos adentra en el punto de vista de su protagonista, Jeffreys; en la primera sesión comienza a desplegarse lo que McDougall llama el Teatro de la Mente. El protagonista observa su vecindario a partir de su posición en el edificio de enfrente, recordándonos lo limitada que es su percepción y cómo ésta tiñe nuestra visión de la realidad. Nosotros, cuando realizamos interpretaciones y construcciones ciertamente L ÚD I C A 50 Lúdica, julio 2015, pg. 50
En cartelera entran en juego diversos componentes que tiñen la situación analítica y que a su vez retroalimentan nuestras intervenciones. La persona del analista cobra énfasis junto con la manera en que orienta su práctica clínica y la dirección de la cura con ese paciente poniéndose en juicio el concepto de realidad fáctica y verdad… ¿Quién tiene la verdad? ¿Qué realidad entra en juego en el análisis? ¿La percepción del analista capta en verdad la realidad del paciente? ¿Qué lugar tiene el sentido común? ¿Es posible un análisis puro sin elementos sugestivos? ¿Qué es lo delirante cuando hacemos construcciones? Acaso la insistencia con la que defendemos nuestras construcciones ante la negativa del paciente? 1. La ventana indiscreta. Point of view & Vanishing point En 1954 se estrenó la película Rear Window de Alfred Hitchcock (en español titulada La ventana Indiscreta), basada en un cuento de Cornell Woolrich “It had to be murder” (que puede traducirse como “tuvo que ser un asesinato”). La trama transcurre en un vecindario donde vive Jeff, quien se encuentra con una pierna enyesada que lo mantiene confinado a una silla de ruedas, teniendo como único pasatiempo mirar a los vecinos a través de su ventana. Desde la perspectiva de Jeff podemos adentrarnos en la vida de sus vecinos: una bailarina, un pianista, una pareja de recién casados, la señora “corazón solitario” y el vendedor de joyas junto con su esposa de quien se presume enferma al estar en casa. Lo que acontece en la vida de estos últimos da inicio al suspenso y a la paranoia del observador, quien poco a poco, tendrá la certeza de que enfrente ha ocurrido un asesinato, e irá convenciendo a su entorno aún cuando no tiene pruebas concluyentes. En la vida del protagonista se encuentra Stella, enfermera a cargo de los cuidados médicos de Jeff, quien constantemente le otorga “sentido común”, impulsándole a casarse con Lisa, su novia, con quien él señala diferencias considerables en el estilo de vidas de ambos por lo que no podría casarse con ella. Mientras Lisa es una actriz reconocida con una gran vida social en los altos estratos sociales Jeff considera que sería imposible que ella se acomodase al estilo de vida de él quien se encarga de vivir la vida como una aventura. Stella le señala que en sus tiempos cuando dos personas se querían se casaban y no se psicoanalizaban el uno al otro. Lisa desea casarse con Jeff y busca captar la atención de su novio con estrategias seductoras que dan poco resultado pues él se encuentra obsesionado con desenmascarar al vecino de enfrente. Desde el estilo narrativo de Hitchcock el film se construye privilegiando el Punto de Vista (P.O.V) de Jeff con un Punto de fuga (Vanishing Point) que se sitúa en la ventana de enfrente, lo que otorga un suspenso dramático que termina por entregarnos sólo objetos parciales, signos que a partir del punto de vista del protagonista tendrán un sello particular. 51
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Si analizamos el Vanishing Point (punto de fuga) éste corresponde al punto ciego donde la mirada retorna desde el objeto al sujeto, en donde lo no visto o inaccesible puede revelarse. Ese retorno puede resultar ominoso, en tanto nos presenta aquello terrorífico de lo cual no se tiene conciencia pero que se encuentra ahí presente. 2. La escena analítica y las construcciones en análisis En 1937 Freud publica el texto “Construcciones en el análisis” en donde se encarga de puntualizar el rol de las construcciones en el proceso analítico y su diferenciación con la interpretación. La finalidad de las construcciones es poder presentar al paciente una pieza de su prehistoria que ha olvidado en tanto que las interpretaciones corresponderían al trabajo que uno emprende con elementos singulares del material (ocurrencia, operación fallida, etc.). De acuerdo a Piera Aulagnier (1970) las construcciones tienen como meta otorgar sentido a partir del señalamiento de la estructura del fantasma y de la pulsión, es decir, le permite al paciente conocer la estructura del deseo y las leyes que lo gobiernan; mientras que las interpretaciones remiten a la parte del proceso analítico en que a partir de un elemento singular se descifra las leyes que rigen los procesos primario y secundario. Ahora bien, tanto las construcciones como las interpretaciones se realizan dentro de una relación particular entre analista y analizado: la relación transferencial, que de acuerdo a lo señalado por Freud (1940), favorece el recuerdo de aquello olvidado por el paciente en tanto escenifica un fragmento importante de su biografía en donde se L ÚD I C A
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reproduce el vínculo con los padres junto con la ambivalencia hacia éstos: “se crean versiones nuevas de aquel viejo conflicto, versiones en las que el enfermo querría comportarse como lo hizo en su tiempo, mientras que uno, reuniendo todas las fuerzas anímicas disponibles (del paciente), lo obliga a tomar otra decisión. La trasferencia se convierte entonces en el campo de batalla en el que están destinadas a encontrarse todas las fuerzas que se combaten entre sí” (1917, p.413). Pero en este campo de batalla aún cuando se intente establecerlo como un campo estéril sin influjo alguno más que aquel proveniente de las fuerzas pulsionales del paciente, nos encontramos con la influencia de la persona del analista puesto que abstinencia no implica neutralidad. El analista, aún cuando desde su posición se transforma en el receptor de las proyecciones del paciente, va interferir en el campo analítico no sólo desde su contratransferencia/transferencia sino que desde la manera en que le devuelve al paciente sus contenidos a partir de determinada concepción teórica, técnica y uso de su propio inconsciente como instrumento de trabajo. Tal como lo plantea Etchegoyen (1986) “la situación analítica no puede ya entenderse como la observación objetiva de un analizado en regresión por un analista – ojo. Semejante descripción peca de unilateral dado que, más allá de su no discutida neutralidad, el analista interviene de hecho y de derecho en la situación que él mismo contribuyó a crear” (p.461) Si la neurosis de transferencia entonces se transforma en una creación paciente – analista, ¿qué es lo real en la transferencia? Más aún, si pensamos que producto de la abstinencia necesariamente se genera frustración en el paciente, acaso la regresión no sería otro producto artificial inducido por la técnica? 53
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En cartelera Las transferencias, por tanto, se desarrollan en un espacio en donde el analista es coautor, un tipo de encuentro específico intersubjetivo que da paso a una nueva edición (Thoma, 1993) en donde paciente y analista encuentran su propio estilo en un nuevo método de relación (Klauber, 1976). 3. La búsqueda de la verdad a través de la ventana Cuando Freud (1940) plantea que el saber del analista debe remediar el no saber del paciente, “devolver al yo del paciente el imperio sobre jurisdicciones perdidas de la vida anímica”, surge la pregunta ¿De qué saber se trata? ¿Cómo llegamos a un saber acerca de la vida anímica de otro? Pues bien, como señalamos anteriormente a través de la transferencia, pero también a través de las comunicaciones del paciente y sus asociaciones libres, sueños y actos fallidos. Cuando en la película nuestro protagonista comienza a sospechar de que enfrente ha ocurrido algo, lo hace en base a su visión de dos escenas: 1) El vendedor de joyas y la esposa discuten fuertemente, no sabemos de qué trató la discusión, vemos a la esposa reir. 2) Presenciamos tres salidas nocturnas del vecino a altas horas de la noche en medio de una fuerte lluvia. Al día siguiente, el vecino se asoma por la ventana y Jeff comenta a Stella: “Esa no es una mirada ordinaria. Es el tipo de mirada del hombre que teme que alguien lo vigile”. Acto seguido, la cámara nos muestra hacia dnde comienza a observar el vendedor, hacia el jardín del primer piso dónde un perro se encuentra escarbando. Luego de un rato toma su cámara y con el lente de acercamiento observa cómo envuelve un cuchillo y una sierra en papel de diario. Más tarde llega Lisa, quien no logra convencerse de la sospecha de su novio.
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Yo he visto cosas a través de esa ventana: peleas, misteriosas salidas nocturnas, cuchillos, sierras, una cuerda. Y ni rastro de la esposa, ¿dónde está? No lo sé – Responde Lisa Quizás la va abandonar, ni lo sé ni me importa. Mucha gente tiene cuchillos, sierras y cuerda. Muchos hombres no hablan con sus esposas. Ellas protestan, ellos las odian y hay problemas pero pocos terminan asesinándolas. En medio de la discusión, Lisa se pone de pie y observa cómo el vendedor, de quien hasta el momento no tenemos ningún otro dato acerca de su identidad, amarra un baúl con unas cuerdas al lado de la cama que tiene encima un colchón enrollado con sábanas adentro, lugar donde anteriormente observamos a la esposa. Ahora la sospecha se apodera de ella: “Comencemos del principio de nuevo Jeff. Dime todo lo que has visto y lo que crees que significa”. Lisa absoluta cómplice de Jeff, va al edificio de enfrente y averigua el nombre del vecino en el buzón Sr. Lars Thorwald. Al día siguiente, el protagonista llama a un amigo detective para que lo ayude a atrapar al asesino, pero Stella sigue sin dar crédito a las teorías de su paciente: “Mejor será que se lleve el baúl antes que empiece a gotear” le señala en forma sarcástica. Acto seguido personal de mudanza llega a buscar el baúl, y Stella corre a ver el nombre del camión, no alcanza, pero lo observado fue suficiente como para otorgarle crédito a Jeff. El detective averigua que el vecino arrendó el departamento por 6 meses y ya van a cumplirse 5 meses y medio. “Es callado, bebe pero no hasta embriagarse. Paga sus deudas a tiempo con dinero ganado como vendedor de joyería. No socializa. Ningún vecino hizo amistad con él o con su esposa. Ella nunca dejó el departamento hasta ayer 55
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En cartelera por la mañana a las 6 am” Hora en que Jeff se quedó dormido. Jeff aún sin convencerse le pregunta al detective quién le entregó esa información: el administrador del edificio y dos inquilinos, “declaraciones directas, sin dudar. Encajan a la perfección”, quienes además señalan que se dirigían a la estación de trenes. Thorwald le comentó al administrador, cuando regresó al departamento, que fue a dejar a su esposa al terminal de trenes con dirección al campo. Esto es interpretado como una coartada y le sugiere a su amigo detective que revise si la cuenta del banco del administrador se ha visto repentinamente aumentada. El fotógrafo decide tomar binoculares y observa que Thorwald marca número larga distancia y ve cómo su vecino revisa la cartera de su esposa y saca un anillo que parece ser anillo de matrimonio. Cuando llega su novia le comenta lo observado y ella plantea que una mujer jamás olvidaría su bolso preferido que suele tener al alcance de la mano, ¿por qué habría de dejarlo? ¿Por qué dejaría sus joyas? Ninguna mujer deja sus joyas cuando viaja. Nuevamente ambos están 100% convencidos que enfrente ha ocurrido un asesinato. Pero aquí valga la pregunta: ¿Es lo que observa lo que termina por convencer a Lisa y/o se trata de un efecto de “transferencia positiva” hacia Jeff (amor de transferencia)? Si trasladamos esta búsqueda de la verdad a lo que sucede en la situación analítica, sabemos, desde lo teórico, que todos los trastornos emocionales contienen un fragmento de verdad histórica (Freud, 1937), verdad que buscamos reestablecer a través de nuestras intervenciones. Cuando ofrecemos una construcción al analizado, ¿acaso no estaría determinada por nuestro campo visual, por aquello que observamos y que a su vez está multideterminado por nuestro propio inconsciente, por nuestra propia represión? Si la construcción es calificada como errónea por el paciente, poco importa, porque de acuerdo a Freud(1937) podemos atribuirla a un retardo de la reacción, se muestra
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En cartelera como “no tocado”. Ahora si esta reacción persiste entonces estamos equivocados y, de acuerdo a la técnica clásica, podemos confesarle nuestro error al paciente. Y esta es una actitud que debe estar presente puesto que nos evitaría caer en una conducta abiertamente sugestiva con el paciente. Pero ¿qué pasa cuando a posteriori nos percatamos que intervenciones que finalmente resultaron equivocas tuvieron un efecto terapéutico? Glover (1931) señala que las curas logradas sin el conocimiento de sistemas específicos de fantasía se deben a una reorganización general del equilibrio del conflicto por medios analíticos genuinos que traen como secuela una mayor eficacia de la represión. La rápida desaparición de síntomas en la fase inicial del análisis se puede deber, en parte, a factores transferenciales pero fundamentalmente a un aumento en la eficacia represiva que se logra en dos ocasiones: 1) cuando la cantidad de ansiedad o culpa libre se ha reducido; 2) cuando la neurosis transferencial amenaza con poner de manifiesto ansiedad o culpa más profunda junto con odio encubierto. Pero Glover pone de manifiesto que ante interpretaciones inexactas el paciente puede tomarlas como un sustituto de desplazamiento, quedando lo suficientemente alejado de la fuente real de su ansiedad. Ahora bien, concuerda con Freud en relación a que una interpretación completamente inexacta probablemente no genera efecto alguno a no ser que esté respaldada por “una fuerte autoridad transferencial”. Cuando Lacan habla el sujeto supuesto saber como condición de entrada en análisis, habla justamente de aquella autoridad que el paciente le supone al analista, asume que el otro sabe y lo ayudará a liberarse de sus padecimientos. El saber está puesto del lado del que mira, y si quien observa cae en la tentación de creer que efectivamente sabe entonces se corre el riesgo que en un acto de omnipotencia narcisista se termine educando al paciente de acuerdo a la visión personal desconociendo nuestra falta, nuestra incertidumbre, caemos en un delirio. Vemos lo que queremos, lo que sabemos, lo que podemos. En la película “ocurrió un asesinato”, en el psicoanálisis ¿“debió ser Edipo”?
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En cartelera Ahora bien, cuando Freud señala que las formaciones delirantes de los enfermos le parecen análogas a las construcciones que efectuamos en el análisis, se refiere básicamente a que el delirio intenta explicar y restaurar un fragmento de realidad objetiva que se desmiente en el presente y que había sido desmentido en la temprana historia. Basta revisar los aportes de Piera Aulagnier en relación a las construcciones delirantes primarias para poder entender a cabalidad esta analogía. Cuando Jeff cancela su deseo de matar a su novia quien quiere cazarlo y casarlo, su deseo retorna desde fuera, desde la ventana de enfrente, un crimen que otro cometió, en la ventana de enfrente se encuentra el punto de fuga, un punto de convergencia. Si lo llevamos a la escena analítica, no queda más que recordar la importancia del propio análisis y supervisión, no por un anhelo e ideal de neutralidad, sino que más bien para poder reconocer lo real de la transferencia y poder realmente utilizar nuestro inconsciente como una herramienta y hacer de nuestra contratransferencia un aliado. El delirio debe su convicción a la parte de verdad históricovivencial que pone en el lugar de la realidad rechazada. ¿La verdad del paciente o la verdad del analista? Pero aún falta recordar otra regla técnica: sólo comunicaremos una construcción al paciente cuando esté a un paso de colegir ese saber puesto que si aún no está preparado “la comunicación sería infecunda o bien provocaría un violento estallido de resistencia, que estorbaría la continuación del trabajo o aun la haría peligrar” (Freud, 1940). Toda construcción será incompleta, sólo recuperamos un fragmento, creer lo contrario sería tener una concepción errada del funcionamiento inconsciente. La cosa jamás podrá ser completamente aprehendida, siempre hay un resto, y algo que se pierde y no podremos recuperar jamás, está en la esencia de nuestro lenguaje. Si la construcción es correcta, entonces en paciente responderá con una asociación que incluya algo semejante o análogo al contenido de lo propuesto, o mejor aún, culminará con un recuerdo. Nuestra función entonces habrá sido analítica. Tal como nos recuerda Viñar (2008) no es la hipóstasis del pasado infantil biográfico lo determinante, sino que siempre hay que añadir aquella infancia que fue anhelada, temida, soñada, y que en la actualidad se sufre tanta eficacia de causalidad psíquica como los hechos reales de infancia biográfica. ¿Qué pasó al final de la película? Efectivamente ocurrió un asesinato y el vecino es encarcelado. La sospecha del protagonista era correcta, pero debemos decir que la coincidencia es un mero accidente. Llegado a este punto, podemos evocar lo señalado por Winnicott cuando señala que hace interpretaciones “sobre todo para que el paciente conozca los límites de mi comprensión. El principio es que el paciente, y sólo él, es quien posee las respuestas” (Winnicott, 1971, p. 87). Es sólo de esta manera en que el saber del analista se va transformando en el saber del analizado, en un proceso en el cual se deberá tolerar las enunciaciones del paciente sin apresurarse a inferir que se conoce la interpretación (Bion, 1974, p.72). L ÚD I C A
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En cartelera Concuerdo con Leibovich de Duarte (1996, p. 179; citado en Vallespir, 1997) cuando afirma que en el “tiempo narrativo en el que transcurren las sesiones, paciente y analista se convierten en coautores de un texto, de un relato que van construyendo y cuyo punto de partida es la historia personal del paciente, en tanto historia subjetiva que se despliega y resignifica en el proceso psicoanalítico”. Cuando hablamos del Vanishing Point en La Ventana Indiscreta, no deja de parecerme interesante pensar este punto convergente como el ombligo del sueño que señala Freud, un campo determinado por la intersección de dos puntos de vistas, del paciente y del analista, que sin duda alguna generan un espacio analítico particular jamás replicable. Si el yo no defiende ilusiones sino que defiende sus 'verdades' (Aulagnier, 1986), podríamos considerar el trabajo analítico como un trabajo ilusorio? Por mi parte, siguiendo a Hornstein, prefiero pensar que ser psicoanalista “es una trayectoria, alguien que debate (y se debate) con la clínica, con los textos, con su propio psicoanálisis, con las mil facetas de su vida. Alguien dispuesto a la historia y a trabajar la historia, la diferencia”, y por tanto la afiliación es a un trabajo de pensamiento no a instituciones ni líneas. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Aulagnier, P. ( 1986). Un intérprete en busca de sentido. Editorial Siglo XXI, México. Bion, W. (1974). Seminarios de Psicoanálisis. Editorial Paidós, Buenos Aires. Casement, P. (1985). Aprender del paciente. Amorrortu Editores, Buenos Aires. Etchegoyen, H. (1986). Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Amorrortu Editores, Buenos Aires. Freud, S. Obras Completas. Amorrortu Editores, Buenos Aires. (1917) Conferencia 27 (1919) Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica (1937) Construcciones en el análisis (1940) Esquema del Psicoanálisis Glover, E. (1931). El efecto terapéutico de la interpretación inexacta en Revista APA, Vol. 27,
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Klauber, J. (1976). La identidad del psicoanalista, en Dificultades en el encuentro analítico, 1981. Editorial Paidós, Buenos Aires. Marucco, N. (1998). Cura analítica y transferencia. Amorrortu Editores. Thoma, H. (1993). La transferencia y el encuentro psicoanalítico. Vallespir, N. (2007). En torno al anillo mágico. La creación de la narración y de la transferencia en la relación analítica en Revista Uruguaya de Psicoanálisis 2007; 104: 4066. Viñar, M. (2008). ¿Qué es (en psicoanálisis) un protocolo clínico? Comentario al trabajo de Glenn Gabbard ‘Erotic Impasse’ en Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 2008; 107: 82 – 89. Winnicott, D. (1971). Realidad y Juego. Editorial Gedisa, Barcelona.
En el taller
Te invitamos a participar en los siguientes eventos académicos: "Cuerpo, vínculo y amor: una mirada analítica actual" Presencial impartido por Consejo Editorial Revista Lúdica; Claudia Castro, Claudia Melville, Liza M. Zachrisson I Congreso de Estudiantes de Psicología URL en Centro de Convenciones Tikal Futura Guatemala, Guatemala 21 de agosto contacto: cursoslibres@url.edu.gt "IPA 49th Congress: Changing World. The shape and use of psychoanalytical tools today" Presencial impartido por Asociación Psicoanalítica Internacional en WTC Boston, IUSA 22 a 25 de julio contacto: www.ipa.org.uk "Jornada Trastornos do Espectro Autístico: Controvérsias e Novos Paradigmas" Presencial Impartido por Sociedade Brasileira de Psicanálise de Rio de Janeiro Rio de Janeiro, Brasil 6 a 8 de agosto Contacto: tesourariasbprj@sbprj.org.br "Sextas de pensar psicanálise" Presencial Impartido por Sociedade Brasileira de Psicanálise de Porto Alegre Porto Alegre, Brasil
7 de agosto Contacto: secretaria@sbpdepa.org.br "I CONGRESO NACIONAL DE ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍA: Retos y tendencias" Presencial Impartido por Universidad Rafael Landívar Guatemala, Guatemala 20 y 21 de agosto. en Centro de Convenciones Tikal Futura Contacto: cursoslibres@url.edu.gt "II Encuentro de Metapsicología: Lo Inconsciente 19152015" Presencial Impartido por Sociedad Psicoanalítica Freudiana de Colombia Bogotá, Colombia 21 y 22 de agosto Contacto: sopsifreudiana@outlook.com "XXVI Encontro Interregional de Psicanálise de Criança e Adolescente da FEPAL: Psicanálise e educaçao, desafios e prevençao no desenvolvimento infantil e adolescente na contemporaneidade" Presencial Impartido por Federación Psicoanalítica de América Latina (FEPAL) Recife, Brasil 21 y 22 de agosto Contacto: sprsecretaria@vol.com.br
"Diplomado Psicoanálisis de Pareja" Presencial Impartido por Asociación Psicoanalítica Mexicana, A. C. México L ÚD I C A 60 Lúdica, julio 2015, pg. 60
En el taller inicia en agosto Contacto: apmadministración@gmail.com "Diplomado en Introducción al Psicoanálisis" Presencial Impartido por Asociación Psicoanalítica Mexicana, A. C. México 18 de septiembre Contacto: apmadministración@gmail.com "XXIV Jornadas Nacionales de Carteles" Presencial Impartido por Escuela de la Orientación Lacaniana Argentina 26 de septiembre Contacto: eolcarteles@gmail.com "Congreso Adversidad, Resiliencia y Psicoanálisis" Presencial Impartido por Asociación Mexicana para la Práctica, Investigación y Enseñanza del Psicoanálisis México D.F. 26 y 27 de septiembre Contacto: eventos@ampiep.org "LV Congreso Nacional de Psicoanálisis APM: El Cuerpo del Psicoanálisis y el Psicoanálisis del Cuerpo" Presencial Impartido por Asociación Psicoanalítica Mexicana A.C. México D.F., México 8 a 10 de octubre Contacto: apmadministracion@gmail.com "Lo inconsciente y lo pulsional en la clínica actual: ecos de la metopsicología freudiana" Presencial Impartido por Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires 61
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Buenos Aires, Argentina 29 a 31 de octubre Contacto: simposiodeapdeba@gmail.com "Acerca de las psicosis" Virtual impartido por Edit Beatriz Tendlarz y ICdeBA disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default. asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "Adicciones. Una mirada clínica" Virtual impartido por David Warjach disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default. asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "Clínica de la urgencia" Virtual impartido por Inés Sotelo disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default. asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "Clínica psicoanalítica con niños" Virtual impartido por Mónica Patricia Larrahondo y Silvia Roxana Jacobo disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default. asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "Curso de introducción al psicoanálisis" Virtual impartido por Eugenia Fridman disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default. asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html
En el taller "De cómo los niños se hicieron (tardíamente) "sujetos analizables" (y lo que costó...)" Virtual impartido por Daniel Ripesi disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default .asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "El juego patológico y sus efectos en la subjetividad" Virtual impartido por Mariela Coletti, Alejandra Breglia y ICdeBA disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default .asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "El analista como objeto de uso en la obra de D.W.Winnicott" Virtual impartido por Julieta M. Bareiro disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default .asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "El psicoanálisis ante el enfermo de cáncer. Abordaje teóricoclínico" Virtual impartido por Eugenia Fridman disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default .asp?contenidos/Listadodecursos ofrecidos.html "Introducción a Derrida" Virtual impartido por Mónica B. Cragnolini disponible todo el año contacto: http://www.comunidadrussell.com/default .asp?contenidos/Listadodecursos
ofrecidos.html "Al borde del borde: vicisitudes de la separación y de la pérdida" Virtual impartido por Marisa Punta Rodulfo contacto: http://rodulfos.com/seminarios 2015/ "La diversidad reprimida en la noción de "adulto". Ejes no psicopatológicos de su patología" Virtual impartido por Ricardo Rodulfo contacto: http://rodulfos.com/seminarios 2015/ "Repensando una psicopatología de la infancia, niñez y adolescencia" Virtual impartido por Marisa Punta Rodulfo contacto: http://rodulfos.com/seminarios psicoanaliticosonline/ "Funciones del jugar: otra vuelta de tuerca" Virtual impartido por Ricardo Rodulfo contacto: http://rodulfos.com/seminarios psicoanaliticosonline/
www.revistaludica.com info@revistaludica.com Revista Lúdica RevistaLudica
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Sobre autores Eddy Carrillo Psicólogo y psicoanalista en San José, Costa Rica. Recibió su M.A. de Columbia University, Nueva York, en Psicología Evolutiva, su M.Sc. en Mental Health Counselling en Nova University, Florida. Es Profesor de Psicología Clínica en la Universidad Independiente de Costa Rica, Profesor de Teoría de la Técnica Psicoanalítica Después de Freud en la Universidad de Costa Rica, y Director del Centro de Estudios Psicoanalíticos de la Asociación de Psicoanálisis SocioCrítico. Es también formador y supervisor clínico en el Hospital de Día Manuel Fajardo, en la Habana, Cuba. eddy.carrillo@dzonot.net
Marie Andreé Kestler Wong Estudiante de cuarto año de Psicología clínica en la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Actualmente formando parte de Proyecto Aiglé Guatemala: clínica psicológica enfocada en la salud mental y en la fomentación de la educación continua e investigación por parte de los profesionales afines. Se desempeña en CAMP Motivational Learning Guatemala como maestra y coordinadora de actividades relacionadas a la estimulación temprana en niños de 1 a 5 años de edad. makestler@ufm.edu
Amalia PadillaGregg Residió en Miami, Florida desde 1976 hasta el 2000. Se graduó con honores de Fine Arts (BFA) de Florida International University. Viajó a Nueva York en el mes de junio 2015 para exhibir sus obras en In Reverie of Forms, Agora Gallery en Chelsea, Manhattan. Algunas de sus otras exhibiciones son: Paradisus, Sto Domingo El Cerro, Antigua Guatemala (2014); Mariposas, Galeria El Attico (2013); Guatemala Fashion Art, Miami, Florida (2012); En busca del equilibrio, Galeria El Tunel (2011); 25 años en la pintura, Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Merida (2008). También viajó por Italia en el 2014 participando en una exhibición itinerante de 9 artistas en Albenga, Sienna y Roma. Fue miembro de la asociación Womens Caucus For Art en Miami por 10 años. También fue parte de la asociación de Damas de ayuda para los niños de la calle en Guatemala por 11 años. Entre las publicaciones que ha participado están: Latin American Art Magazine, articulo de una página, junio de 20015, Prensa Libre, artículo de una página 15 de junio de 20015; 14 News de Publinews, articulo de una página, 12 de febrero de 2,015; Revista Habitart, articulo de dos páginas, febrero de 20015; Catalogo exposición 25 años en la pintura por Dra. Silvia Herrera, crítica de arte 2008; catalogo exposición Nuevos Senderos por Dr. Silvia Herrera, crítica de arte, 2006;Catalogo exposicion Ayudame a Vivir, por Guillermo Monsanto, crítico de arte, 2002; revista Aboard, grupo Taca, por Miguel Angel Perez Obregon, portada y articulo de dos páginas edición mayo/junio, 1999, entre otras. Amalia@agreggarte.com www.agreggarte.com 63
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Sobre autores Edgar Alberto Sánchez Hernández Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí UASLP México. Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM (2012) México. Estudiante de la Maestría en Educación Basado en Competencias por la Universidad del Valle de México (2014) México. Ha participado en las siguientes publicaciones: Sánchez Hernández, Edgar. (2014). Migración y heroísmo. Revista Autónoma de Comunicación, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. Año 2014 No. 6, Abril de 2014. México D. http://investigacion.politicas.unam.mx/racomunicacion/migracionyheroismo/ ; Sánchez Hernández, Edgar. (2015). Más allá del fomento a la lectura. Programa Nacional Salas de Lectura. [en línea], México: <http://programanacionalsalasdelectura.conaculta.gob.mx/project/1872/>. [Consulta 14/02/2015] ; Sánchez Hernández, Edgar (2015). DMentes Virtuales: Posmodernidad y dolor. La «Melancolía» en El Quijote, Hamlet y Freud. [en línea], vol. 1, Año 0, feb. 2015, 1619. San Luis Potosí, México: <http://issuu.com/d mentesvirtuales7/docs/posmodernidadydolor final?fb_action_ids=972037212809075&fb_action_types=og.shares> esgar.sh@hotmail.com
Cristián Valencia Sandoval Psicólogo. Licenciado en Psicología, Universidad Católica del Norte (Chile). Magíster en Psicología Clínica mención Psicoanálisis, Universidad Adolfo Ibañez (Chile). Psicoanalista en Formación ICHPA. Actualmente se desempeña como Psicólogo y Psicoanalista en Consulta Particular y como Psicólogo Especialista Infanto Juvenil en el Consultorio Carol Urzúa de Peñalolén en Santiago de Chile. cristian.valencia.sandoval@gmail.com
Liza M. Zachrisson Licenciada en Psicología Clínica magna cum laude de la Universidad Francisco Marroquín (UFM). Posgrado en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud y de la Universidad de San Jorge (Zaragoza, España). Cofundadora y miembro del Consejo Editorial de Revista Lúdica. Supervisora de práctica clínica con adultos en Clínica Viktor Frankl (UFM). Docente titular de los cursos: "Clínica Psicosomática" (URL) y "Psicología Médica" (UFM).Ha presentado en congresos nacionales. Se desempeña en práctica privada en Guatemala. lzachrisson@ufm.edu
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