11a edición Revista Lúdica

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Sobre Lúdica

Sobre Lúdica Lúdica surge como un espacio para el intercambio de ideas y conocimientos psicoanalíticos estimulando propuestas novedo­ sas que jueguen con las clásicas fundamentales del psicoanálisis. Reconociendo los alcances de los diversos enfoques psicoanalíticos, se abre este espacio para complementar las diversas perspectivas que componen este campo, brindando mayor riqueza al quehacer clínico al estimular nuevas inquietudes y nuevos senderos en la práctica clínica. En estas páginas fundamos un lugar de respeto y diálogo para las distintas teorías psicoanalíticas con el objetivo de inaugurar un nuevo espacio psíquico convergente para quien acuda a su lectura. EDICIÓN Si deseas obtener más información, envía tus comentarios o sugerencias a info@revistaludica.com o ingresa a www.revistaludica.com

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Lúdica, julio 2014, pg. 1

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Rosenfeld José Manuel Rubio Rubio

EXPRESIONES

Leslie Sechel Vela Liza M. Zachrisson

Santiago Billy AUTORES

Beverly Contreras Yes Claudia Melville María Cristina Ortega Martínez Hugo Pedroza Falcón Graciela Mónica Peker Nora Graciela

IMÁGENES

Monodelespacio Saner Rafael Yela

Contacto: Revista Lúdica 6a av. 6-63 zona 1 0, Edificio Sixtino 1 , oficina 301 Guatemala, Guatemala


Índice

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Sobre Lúdica Escritos

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El andar de las nuevas masculinidades Leslie Sechel Vela y Beverly Contreras Yes

Estudio sobre la adolescencia antisocial y sus vínculos Graciela Mónica Peker y Nora Graciela Rosenfeld

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Los fenómenos virtuales y el establecimiento de vínculo: ¿causas o efectos? Liza M. Zachrisson

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La construcción de psiquismo y la subjetividad en Kant, Freud y Lacan Hugo Pedroza Falcón, María Cristina Ortega Ramírez y José Manuel Rubio Rubio

Expresiones

Mientras tanto en Guatemala Santiago Billy Prem

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Conceptos

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En cartelera

Apuntalamiento

Unfaithful (infiel) Claudia Melville

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En el taller

*con mención especial del V Congreso ULAPSI 2014

Sobre autores

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Escritos

El andar de las nuevas masculinidades *

Leslie Sechel Vela y Beverly Contreras Yes

En la actualidad hombre y mujer, ante una ola de información accesible e inagotable se han visto motivados a asumir nuevas formas de adaptación, como el despertar de las mujeres en la búsqueda de un lugar digno en la sociedad, movimientos feministas, que han evidenciado la tendencia unilateralista del ser humano de irse a extremos, pero que además, permitieron ver un sendero hacia la equidad de género, un camino que varios países, algunos de ellos latinoamericanos han caminado con pertinencia y quizá a un ritmo poco acelerado. Esto posiblemente relacionado a grandes obstáculos que han sido dejados por tiempos patriarcales, que se han observado en el trato y negación de los derechos de las mujeres, situaciones que han sido relegadas a nuevas generaciones siendo el desafío intentar superarlas. Tal es el caso del hombre quien se enfrenta a grandes interrogantes ¿Qué es ser hombre? ¿Para quién ser hombre? El concepto de nuevas masculinidades procura definir el lugar que hoy, los hombres del mundo ocupan, sus haberes y deberes, la forma de interactuar con quienes le rodean, rompiendo paso a paso aquellos esquemas rígidos establecidos, construidos socialmente, los cuales siguen siendo un desafío crucial para los países latinoamericanos.

Introducción El término masculinidades es probablemente en la actualidad discutido por muchas ciencias y desde varios enfoques que, por un lado buscan definir con exactitud a lo que se refiere, y por otro dar respuesta al modo o estilo de vida moderno que los hombres alrededor del 3

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mundo se están adaptando o buscando adaptar. Para los estudios de género, las masculinidades como concepto sugiere un campo más amplio y casi virgen de investigación, sobre todo en los países común y popularmente llamados de “machistas” o extremadamente


Escritos patriarcales (en su mayoría los países regidos por un sistema religioso legalista) como en el caso de varios de los países que conforman el territorio latinoamericano y del caribe, así como los países del oriente medio, Asia y África. No obstante, aquellos países que de alguna manera han logrado vencer la superstición que algunas religiones conlleva y sin perder el respeto y los valores morales humanos, promovidos por un enfoque de derechos, se han enfocado en adquirir una manera de velar porque las diferencias (raciales, de clase, de religión y de género) sean toleradas por la mayoría de su población. El anterior no es el caso de Guatemala, que concentra una variedad étnica, herencia de la ancestral Civilización Maya y que, sometida a la opresión desde la Conquista Española, se ha visto vulnerabilizada y casi obligada a adoptar estilos de vida foráneos (como en casi toda Latinoamérica), creencias religiosas extranjeras y, desde la ciencia, metodologías no pertinentes a la idiosincrasia general de la población. A esto se le suman largos períodos de desorden y falta de voluntad política para hacerle frente a fenómenos tan esenciales como lo es la educación y el bienestar social general. Sean los que sean los factores motivantes para mantener el país en la precariedad que se encuentra actualmente, la tendencia actualizadora, o la autorregulación natural del ser humano como tal, procede en la búsqueda incesante de armonizar la vida y su contexto. Los movimientos sociales históricos que han promovido las reformas y el desarrollo social hasta la fecha, es prueba de ello; y el tema que compete al presente trabajo: las masculinidades, no es

sino una consecuencia de la lucha del ser humano por encontrar el equilibrio justo entre los géneros hombre y mujer. Es así como en Guatemala se inicia de poco a poco la labor del estudio y la investigación de dicha temática, no desde la antropología y la sociología como tal, sino multidisciplinariamente integrándose la psicología clínica en la labor de contribuir, dar respuesta y hacer propuestas que permitan si no la desaparición de las diferencias, una mejor convivencia y se garanticen de igual manera los derechos tanto a mujeres como a hombres; estudio que no estaría completo si no se interviene además, teniendo en consideración la herencia simbólica, legado de una civilización ancestral como lo fueron los Mayas, que se incluye como uno de los objetivos del presente trabajo de corte documental, no sin antes hacer una revisión de las investigaciones que a la fecha se han realizado en torno a la definición de masculinidades en el país, y en la búsqueda de brindar a los hombres una manera de conocerse y ser, y modificar la idea generalizada de que ellos (los hombres) son violentos, agresivos y dominantes por naturaleza. Con el objetivo de realizar un análisis teórico de lo que actualmente se entiende como nuevas masculinidades, Sechel, Contreras, Winter, Pichardo y Barillas (2013) realizaron un estudio documental de tipo exploratorio en el que recorrieron cronológicamente y desde las distintas ciencias sociales la temática en cuestión e introducen, desde la perspectiva junguiana, lo que podría ser una concepción psíquica en torno a las masculinidades; el estudio permitió identificar el cómo están establecidos los L ÚD I C A

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Escritos roles masculino y femenino en la sociedad guatemalteca y a la vez, los autores y autoras concluyeron que estos roles “pueden ser reestructurados a partir de una educación que promueva la equidad de género y así la mejoría en las relaciones y las comunicaciones entre ambos sexos”. (p. 23). Que la educación y/o formación en derechos

iguales y respeto mutuo debe ser inculcada desde la niñez para que los efectos transformadores de la sociedad se arraiguen en lo más profundo del aparato psíquico de cada individuo para el advenimiento de un cambio social. Para hacer constar que las sociedades patriarcales han construido esta imagen de hombre, Recinos (2013)

imagen de Hunahpuh e Ixbalanqué

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a través de un estudio de grupos focales de agresores sexuales en Guatemala y Costa Rica a quienes se les plantearon los temas relacionados con “su vida familiar, sus procesos de socialización, cómo aprendieron a ser hombres y de quién lo aprendieron. Aborda con detenimiento el inicio de la vida sexual, ya sea porque fueron víctimas de abuso o el inicio de sus conductas abusivas” (p. 1); expone la autora que son éstos los parámetros básicos que ayudan a evaluar una perspectiva sobre la masculinidad, la sexualidad, el poder y la violencia; con el fin de “comprender el origen de esos comportamientos y su relación con la masculinidad hegemónica. (p. 1). Define la autora que la masculinidad está basada en el patriarcado el cual tiende a ser muy parecido en la mayoría de los hombres en todo el mundo y que éstos han construido su masculinidad en relación a las sociedades que los fundamentan; que la fuerza física es uno de los elementos que los hombres utilizan para hacer valer su poder, sometiendo a mujeres,


Escritos niños y niñas, e incluso a otros hombres, y se identifican a sí mismos como seres sin temor e insensibles. Socialmente es por medio de su susodicha “hombría” que se indica como aquella persona que manda, peno no debe ser mandado; que es servido, pero no debe ser servicial; para no parecer débil ante los ojos de otros hombres. Por su lado Luna (2011) en su estudio cualitativo basado en escritos que develan las experiencias de vida de hombres guatemaltecos en torno a la equidad de género y con el objetivo de identificar las acciones que el país necesita para promover la misma, sometió los textos a una interpretación desde el enfoque epistemológico­ hermenéutico, luego de obtenerlos de dos grupos focales de tres integrantes el primero y de dos el segundo; se obtuvo con resultado del estudio que, desde el ámbito biológico, hay que ser heterosexual para ser hombre; desde el ámbito psicológico, el hombre no debe expresar sus sentimientos, que el hombre es violento y que sus relaciones son bruscas; y desde el ámbito social, que ser hombre implica ser “jefe” tanto en su rol de

esposo como de padre de familia. La autora concluye que “la construcción de la masculinidad es producto de una causalidad múltiple… que determina la manera como debe manejar su sexualidad, expresar sus afectos y sentimientos, vivir su cotidianidad y utilizar el lenguaje” (p.257), construcción que se logra ladrillo a ladrillo a partir del aprendizaje que obtienen los niños en sus familias, en la escuela y en la sociedad, tanto desde los mensajes del padre como de la madre (sujeta a la misma construcción social); finaliza la autora haciendo referencia que fuera del grupo focal, los participantes en lo individual manifestaron su inconformidad ante el modelo machista y que procuran cada día ser o convertirse en un tipo de hombre diferente. Esta última acotación es en especial importante en el camino hacia el entendimiento de las masculinidades, no en su definición, sino en su sentir y actuar: los hombres ya no saben cómo ser hombres; de alguna manera los tiempos actuales les resultan incongruentes y la inconformidad es notable (cada vez son más los

hombres que acuden a psicoterapia en el país). Es sabido ya que la incongruencia, la incertidumbre, la zozobra y el simple hecho de no saber cómo comportarse, sitúan a las personas en un estado de defensa­agresión que se manifiesta en una comunicación hostil y violenta; los hombres se encuentran en una transición en la cual se saben desadaptados y por ende la respuesta gira en torno a cómo guiar la adaptación; a este respecto indica Jung (2004): El hombre no es una máquina, no puede mantener siempre el mismo registro de trabajo. Puede cumplir con las exigencias de las necesidades externas en forma ideal sólo si está adaptado también a su mundo interno, es decir, si está en armonía consigo mismo. A la inversa, sólo puede adaptarse a su mundo interno y lograr la armonía consigo mismo cuando está adaptado a las condiciones de su ambiente. (par. 75) En la misma línea refiere Sharp (1994), que cuando la energía psíquica, conocida en el ámbito junguiano como libido, se encuentra obstaculizada y L ÚD I C A

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Escritos "Mientras que la masculinidad requiere un esfuerzo de demostración y por último, toma en cuenta que existen diferentes concepciones de la masculinidad, distintas de la patriarcal; por lo que se debe de hablar de masculinidades; esto es en plural y no en singular.” detiene el crecimiento, tiene como consecuencia un aumento del esfuerzo por derrotar dicho obstáculo y si éste se percibe como insuperable, “la energía almacenada regresa a un modo más primitivo de adaptación”. (p. 8); lo anterior sólo puede entenderse como un estado regresivo en el que el hombre, al verse caminando sobre suelo incierto, se vuelve a momentos de seguridad en el que el poder, el dominio y la fuerza bruta les contiene, en una especie de detenimiento en la evolución y desarrollo natural del ser. La masculinidad desde los enfoques social, cultural, antropológico y los estudios de género Sechel, Contreras, Winter, Pichardo y Barillas (2013) realizaron un estudio documental con el objetivo de confrontar los distintos enfoques que han abordado el concepto de masculinidad, a saber, desde la posición social, cultural, antropológico y los estudios de género principalmente, citando a varios autores; lo extraído de dicho informe refiere que para comprender la dinámica y el concepto de masculinidad como posición social Elías (como se citó en Guevara, 2008) refiere que “las sociedades se constituyen en virtud de un conjunto de lazos de interdependencia que define configuraciones sociales específicas para cada momento y contexto históricos” (p.83). Se comprende que una posición social es definida por la estructura, donde convergen 7

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el poder y las atribuciones que a ella han sido proporcionados. Cada sujeto dirige su conducta personal y toma decisiones de acuerdo a la posición que ocupa dentro de una configuración social específica. Con estos elementos se puede comprender la masculinidad como una posición de poder en una estructura social determinada. Por su lado Tellez y Verdú (2011) indican que la masculinidad parte desde una realidad nacional, social y cultural, y que la relación entre hombres y mujeres ha sido por mucho tiempo interés de estudio, pero estas diferencias siempre han sido examinadas desde el punto de vista femenino. La masculinidad a nivel cultural consta de pensamientos, sentimientos y acciones concretas que se derivan de tradiciones y roles impuestos por la misma; es decir, se relaciona al hombre con la conducta agresiva, sexual, sin miedo, fuerte y capaz de soportar cualquier dificultad sin mostrar debilidad alguna. Por lo tanto es necesario determinar dos partes inherentes a la masculinidad, siendo la primera el sexo, el cual se basa en los factores biológicos del ser humano y la segunda el género definido por las autoras como: “la construcción cultural de lo considerado propio de cada sexo. Así, en el contexto cultural existe el género femenino (lo propio de las mujeres) y el género masculino (lo propio de hombres)” (p. 88). Haciendo que existan no sólo aptitudes y habilidades, sino también trabajos, colores, olores, vestimentas,


Escritos comportamientos, sentimientos, etc., culturalmente femeninos o masculinos. “Género es una construcción simbólica, mantenida y reproducida por las representaciones hegemónicas de género de cada cultura” (p.88). La antropología por su lado ha definido y usado el concepto de masculinidad basándose en las nociones relativas a la identidad masculina: la hombría, la virilidad y los roles del hombre. Al respecto Guttman (como se citó en Tellez y Verdú, 2011) plantea tres definiciones de masculinidad: 1. el concepto de que masculinidad que es por definición cualquier cosa que los hombres piensen y hagan; 2. que la masculinidad es todo lo que los hombres piensan y hacen para ser hombres. 3. la masculinidad como algunos hombres, inherentemente o por adscripción, son considerados “más hombres” que otros hombres. Asimismo, se indican algunos aspectos básicos que componen la masculinidad, como por ejemplo, saber la importancia que la mayoría de sociedades han generado mecanismos de diferenciación en función de género, donde ha existido una tendencia de utilizar la feminidad de manera esencialista a todas las mujeres. Mientras que la masculinidad requiere un esfuerzo de demostración y por último, toma en cuenta que existen diferentes concepciones de la masculinidad, distintas de la patriarcal; por lo que se debe de hablar de masculinidades; esto es en plural y no en singular. Por su lado los estudios de género ha sido excluyente el uno del otro. Décadas han avanzado en torno a la comprensión de lo femenino desde lo femenino y de lo masculino desde lo propiamente masculino, contribuyendo así a la

separación; no quiere decir con esto que dichos estudios no hayan sido necesarios, los mismos han dado cuenta al mundo de la condición patriarcal y de dominación machista que se vive desde mucho tiempo antes del Cristianismo, y de la sociedad como se conoce hoy en día. El estudio de género como una categoría de análisis, no ha sido una forma ideal de acercarse a la comprensión de las diferencias, sino más bien ha generado confusión al no estar del todo separada de las diferencias de sexo, llevando al término género a situarse más en los ámbitos social y cultural, hacia una perspectiva relacional y por lo tanto, en torno al conocimiento de las desigualdades y no con vista a la equidad. (Schongut 2012) Positivamente la teoría generada en torno a las masculinidades promovida por los estudios de género ha significado el inicio de la construcción de sociedades más estables, así como el interés genuino por parte de hombres y mujeres en erradicar la discriminación en todas sus formas. Al analizar las causas y efectos de la presencia y la reproducción de la práctica de una masculinidad hegemónica o tradicional (machista), se puede apreciar cómo esta ha contribuido a generar reacciones individuales y colectivas de manera agresiva y violenta; por lo cual se hace necesario crear una nueva perspectiva de las nuevas masculinidades para continuar con la deconstrucción de las personas que mantienen las prácticas y la transfieren a las nuevas generaciones posibilitando la permanencia de la misma, aspecto delicado y alarmante pues sigue haciendo grande la grieta existente entre ambos géneros. Hombres y mujeres deben de verse mutuamente como compañeros y colaboradores ecuánimes, que aún con diferencias merecen igualdad en derechos L ÚD I C A

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Escritos y oportunidades como seres humanos. Masculinidades desde lo simbólico Maya como un intento de concepto desde la Psicología Analítica Guatemala ha sido considerada la “cuna y asiento de la Civilización Maya”, una civilización ancestral de la cual se heredan tradiciones que aún hoy en día, a pesar del tiempo, permanecen o se han adaptado a la era actual en la que, después de años de estar oculta, renace en los moradores indígenas de la región, como parte de sus derechos y conservación. Como sucede con muchas otras civilizaciones ancestrales, la herencia y transmisión va más allá de las tradiciones y la rememoración ceremonial de sus ritos y actividades; los símbolos originales y el conocimiento adquirido ha quedado gravado en la psique colectiva del individuo, esto es, el inconsciente colectivo que, de acuerdo a Jung, (como se citó en Sharp, 1994) es la “capa estructural de la psique humana que contiene elementos heredados”. (p. 104). Por lo tanto, los fenómenos psíquicos de otrora y de hoy comparten la esencia de los mismos y que de alguna manera aún en el presente, permanecen al menos como símbolos, con sus efectos concomitantes; en este sentido, el presente estudio no estaría completo sin la apreciación que esta rica civilización haya tenido sobre los géneros y la masculinidad. Para ello se consideró que los Mayas algo tuvieron que decir al respecto, siendo una civilización que dentro de lo primitivo, tuvieron su intelecto y valoración, siendo su legado la mejor prueba de ello. Para determinar el concepto de 9

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masculinidades que el pueblo Maya acuñó en su momento se realizó como parte del presente estudio, un recorrido documental que comparó analógicamente varios textos antiguos a los que se aplicó el sistema de interpretación junguiano desde su nivel subjetivo, que profundiza sobre todo en el mito y el símbolo, el lenguaje inconsciente que devela, en principio, las definiciones que se buscan. Es así como se encontró que, de acuerdo al mito del Popol Vuh, dos hermanos Hun Ajpú e Ixbalamque desafiaron a los señores del Xibalba; y que durante décadas la educación en primaria en Guatemala contó la historia transmitiendo que ambos hermanos (gemelos) eran hombres. El texto en varias de sus versiones narra de la siguiente manera: “En un instante fueron dados a luz los dos muchachos…” (Recinos, 2001), Pero no fue sino hasta inicios del siglo XXI que se descubrió que “los nombres propios que comienzan con el sonido ISH (ix) son femeninos”, (Estrada y Rivers, 2001); por los hermanos resultan ser uno hombre y la otra mujer. Los géneros masculino y femenino presentes como en mitos e historias de otras culturas narran en sus orígenes. Con base a lo anterior, podemos entender las masculinidades desde varias concepciones, el presente trabajo pretende hallar un concepto desde la psicología, al menos desde la Psicología Analítica; cien años atrás el doctor suizo Carl Jung, en su teoría de los arquetipos, acuño los términos ánima y ánimus para diferenciar lo femenino y lo masculino respectivamente. Asimismo indicó que los hombres contenemos, de manera inconsciente, aspectos femeninos y las mujeres, aspectos masculinos, ambos


Escritos géneros reprimen su contrario no permitiéndose conocerse de manera completa, sino tan sólo unilateralmente. Ánima y ánimus son arquetipos heredados ancestralmente por lo tanto son contenido del inconsciente colectivo, éste está conformado por toda la herencia mitológica y religiosa del pasado psíquico y estructural del ser humano, que se remonta a tiempos inmemorables. Por lo tanto, son precisamente los mitos y las religiones su máxima expresión.

heredan tradiciones que aún hoy en día, a pesar del tiempo, permanecen o se han adaptado a la era actual en la que, después de años de estar oculta, renace en los moradores indígenas de la región, como parte de sus derechos y conservación.

Así como en el ejemplo anterior, bastará decir que la mitología de todo el mundo cuenta con expresiones similares y que lo más importante que se rescata de todo esto es que los géneros masculino y femenino nunca han No es nuestra intención hacer estado por separado; es decir se compensan el uno un recorrido por la mitología al otro y que, a mayor comparada de todos los individuación de éstos, tiempos para validar el mayor comprensión concepto de inconsciente consciente de un sexo colectivo, mucho menos para tratar de definir las masculinidades; bastará con hacer referencia a que la psicología junguiana establece cada individuo hereda en su estructura psíquica los contenidos de este y desde allí se ejerce influencia en la actividad personal y social de cada cultura, respecto a su heredad.

hacia el otro y viceversa. A este respecto, Jung (1978) expone que la sicigia – del griego “reunión” –, de lo masculino y lo femenino, y los arquetipos: ánima y ánimus, respectivamente, implica un complejo pero profundo entendimiento de sí mismos que, lejos de hacer notar las diferencias entre los géneros, permite un encuentro que permite al hombre asimilar los efectos de su lado femenino y descubrir así sus verdaderos sentimientos; mientras que la mujer, al compenetrarse con su lado masculino se familiariza con sus ideas y opiniones, ambos en la búsqueda de hacerse seres más completos y en equilibrada relación. En la misma línea

En ese sentido, Guatemala ha sido considerada la “cuna y asiento de la Civilización Maya”, una civilización ancestral de la cual se imagen de Yin y Yang

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Escritos Stein (2004), explica lo anterior al referirse que “ambos géneros poseen componentes y cualidades tanto masculinos como femeninos” (p.181), y que con sus conceptos ánima y ánimus, Jung siempre evitó hacer la separación de los seres humanos en dos géneros diferentes con poco en común; más bien, refiere que “tanto hombres como mujeres son a la vez masculinos y femeninos” (p.181). Esta concepción es propiamente psicológica; no es ni social ni cultural y se suma al esfuerzo por esclarecer el concepto de masculinidades y logra abarcar el espectro total del mismo, que permite entender que el cambio propuesto mediante una educación en equidad de género, pretende la transformación de hombres y mujeres externa e internamente; es decir, desde lo más profundo de su ser; algo de ninguna manera imposible ya que puede ser observado en sociedades más tolerantes; sociedades en las que los roles se han reestructurado y han ido evolucionando, y ahora empieza a surgir cierto rechazo hacia la figura masculina machista tradicional que por un largo tiempo ha 11 L ÚD I C A Lúdica, julio 2014, pg. 11

predominado en la concepción social. Una nueva concepción masculina ha surgido, a pesar de muchos paradigmas, que está siendo apoyada por los medios de comunicación y nuevas formas de pensar; ha cambiado el concepto de lo que se entiende como el verdadero rol del hombre, además que la sociedad de ahora puede reforzar positivamente esta imagen, minimizando la culpa, miedo y/o vergüenza que tanto hombres como mujeres puedan experimentar ante el cambio, ante las opiniones negativas de figuras masculinas tradicionales. Todo esto abre la oportunidad para que el hombre pueda ser más flexible en cuanto a su rol y darse el derecho de mezclar la rudeza con los sentimientos y el ser más expresivos, para con su pareja, sus hijos o hijas y sus amistades. Ante las preguntas ¿qué es el hombre hoy?, y ¿cómo ser hombre hoy?: se responde que el hombre debe redescubrirse internamente, ya que las diferencias radican en la psique individual y colectiva. Es en los mismos términos que la psicología analítica conceptualiza las

masculinidades, los conceptos hegemónico, antropológico, cultural, social y del estudio de género mismo, se han basado en la observación exterior de las relaciones, de las comunicaciones, de la igualdad en derechos, es decir, todo lo que diariamente vemos transcurrir aquí afuera, en la realidad externa; sin embargo, para dar un concepto psicológico de masculinidades es necesario volcarnos hacia la psique misma, y entender desde adentro y de manera individual lo que para cada uno y una de nosotros concebimos de acuerdo al punto de vista de lo arquetípico, sin represiones ni negaciones, dado que éste se supone contiene un saber ancestral más complejo, más completo. En la medida en que hombres y mujeres compensen psíquicamente su naturaleza unilateral y las ideas generadas por la cultura, las religiones y la tradición sean superadas, y las supersticiones que éstas promueven, la equidad será cada vez más una posibilidad real. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Estrada, A. y Rivers, C. (2001). El despertar del Jaguar. Guatemala: Editorial UNIPRES


Escritos Guevara, E. (2008). La masculinidad desde una perspectiva sociológica. Una dimensión del orden de género. Sociológica. 23(66), 71­92. Recuperado de http://www.lazoblanco.org/wp­ content/uploads/2013/08manual/bibliog/material_ masculinidades_0061.pdf Jung, C. (2004). La dinámica de lo inconsciente. Obras Completas, Vol. 8. M adrid, España: Editorial Trotta, S. A. Jung, C. (1978). Aion: investigaciones sobre la fenomenología del sí mismo. Nueva York, Estados Unidos: Princeton University Press. Luna, S. (2011). Experiencia de la masculinidad: la visión de un grupo de hombres guatemaltecos. Revista Salud & Sociedad. 2(3), 250­266. Antofagasta, Chile: Universidad Católica del Norte, Universidad de Talca, Universidad de Tarapacá. Recuperado de http://www.saludysociedad.cl/index.php/main/arti cle/view/63/83 Recinos, A. (2001). Popol Vuh, las antiguas historias del Quiché. Guatemala: Editorial Piedra Santa. Recinos, S. (2013). La construcción de la masculinidad en ofensores sexuales: Un estudio Centroamericano, 1­8. [Versión Movimiento contra el abuso sexual] Recuperado de http://cpanel.mcas.org.ni/mcascpanel/userfiles/fil e/Construcci%C3%B3n%20de%20la%20masculinida d%20en%20ofensores%20sexuales.pdf

Sechel, L. Contreras, B. Winter, A. Pichardo, P. y Barillas, L. (2013). Masculinidades y reestructuración de roles desde la niñez hacia una equidad de género. Niñez y adolescencia hoy. 1, 23­34. Guatemala: Cara Parens/Universidad Rafael Landívar Sharp, D. (1994). Lexicón Jungiano. Compendio de términos y conceptos de la psicología de Carl Gustav Jung. Santiago, Chile: Cuatro Vientos Editorial. Schongut, N. (2011). La construcción social de la masculinidad: poder, hegemonía y violencia. Universidad Autónoma de Barcelona. Psicología, Conocimiento y Sociedad, 2(2), 27­65. Recuperado de http://revista.psico.edu.uy/index.php/revpsicologia /article/view/119/73 Stein, M. (2004). El mapa del alma según Jung. Barcelona, España: Editorial Luciérnaga. Téllez, A. y Verdú, A (2011). El significado de la masculinidad para el análisis social. Universidad Miguel Hernández de Elche, España. Revista nuevas tendencias antropológicas. 2, 80­95. Recuperado de http://www.revistadeantropologia.es/Textos/N2/El %20significado%20de%20la%20masculinidad.pdf

*

El presente trabajo fue expuesto en el V Congreso de Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI) en Antigua Guatemala, Guatemala (mayo, 2014).

"para dar un concepto psicológico de masculinidades es necesario volcarnos hacia la psique misma, y entender desde adentro y de manera individual lo que para cada uno y una de nosotros concebimos de acuerdo al punto de vista de lo arquetípico, sin represiones ni negaciones” L ÚD I C A

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Escritos

Estudio sobre la adolescencia antisocial y sus vínculos * Graciela Mónica Peker y Nora Graciela Rosenfeld

Desarrollamos el abordaje del estudio de lo vincular en los adolescentes antisociales con la implementación metodológica de Técnicas Proyectivas. El proyecto de investigación fue subsidiado por la Universidad de Buenos Aires Ciencia y Técnica.

Las técnicas proyectivas son estímulos a través de los cuales los sujetos pueden dar respuesta a las situaciones que presentan. Este método de estudio se fundamenta en las hipótesis freudianas de la proyección y el determinismo psíquico. El vínculo es conceptualizado por Isidoro Berenstein (2007)como una estructura inconsciente que liga dos o más sujetos, a los que determina a partir de una relación de presencia. El término vínculo proviene del latín vinculum, de vincire: atar. Atar a su vez remite a unir, juntar o sujetar con ligaduras o nudos. El grupo adolescente en estudio permanece institucionalizado por haber transgredido la ley penal y sin contacto con el medio familiar. Concurrimos a Institutos de detención de los menores y tuvimos acceso a algunos datos de la historia de los adolescentes entrevistados que cometieron actos delictivos graves. Estos jóvenes que mataron, robaron y 13

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violaron también se caracterizan por la ausencia de responsabilidades personales y sociales, la pobreza sentimental y la ausencia de sentimientos de culpabilidad. Nos preguntamos al iniciar la investigación, qué tipo de vínculo es el que une a estos jóvenes institucionalizados con su entorno y sus objetos primarios. A través de la lectura de diversos autores nos focalizamos en Britton (1992) quien considera que la aceptación de las otras personas puede crear dificultades desde una perspectiva narcisista y es desde allí que la presencia de otro resulta amenazante. Berenstein (2007) también conceptualiza la importancia de la interrelación en la vincularidad: “No se puede ser padre­ madre sin un hijo, no se puede ser hermano sin un otro, etc. La interrelación define lo que circula entre ambos o varios sujetos”… En función de de los aportes teóricos


Escritos mencionados y dado que uno de los indicadores que caracteriza a este grupo es la destrucción y la actuación como un tipo de conducta en la que el lenguaje de acción se organiza con una finalidad destructiva resignificamos el comportamiento impulsivo como nuclear en las personalidades violentas. La conducta agresiva es llevada a cabo a través de una actuación impulsiva o una impulsión psicopática sin mediación de los controles del pensamiento ­acting­out­. La agresión es definida como fuerza radicalmente desorganizada y fragmentante ( Laplanche y Pontalis,1981) y conceptualizada por Freud como “pulsión destructiva o pulsión de muerte” que apunta a destruir lo integrado. Puede estar dirigida hacia sí mismo o hacia el mundo externo. Esta última forma se pone de manifiesto a través de múltiples conductas destructivas tales como conductas delictivas, robos, ataques, peleas, tendencias a producir accidentes a terceros, etc. Consideramos que las características psicológicas del grupo en estudio resultan del entrecruzamiento de múltiples factores: sociales, psicosociales, familiares e intrapsíquicos por los que el sujeto es atravesado. En la actualidad nos focalizamos en el estudio de la teoría de los vínculos en los

adolescentes y el estudio de la proyección en el adolescente antisocial ante láminas que estimulan la presencia de lo vincular. A través de una lectura desde el marco psicoanalítico de las respuestas a la técnica resignificamos los aportes teóricos de lo vincular y nos focalizamos en el constructo “compartir” como única manera de construir el espacio o la red en la cual se teje y tejerá la representación vincular que se manifiesta como adquisición de un código e historia El Test de Apercepción Temática de Murray. nos resulta interesante y enriquecedor ya que enfrenta a los jóvenes con escenas temáticas frente a las cuales el entrevistado debe inventar historias y a través de las cuales se evalúa las representaciones subjetivas intrapsíquicas Se administraron las láminas 1 ­ 2 ­ 3VH­ 4 ­ 6VH ­ 7VH ­8VH ­ 13HM a un grupo de 50 adolescentes institucionalizados por haber transgredido la ley penal. El análisis de las respuestas se realizó teniendo en cuenta el texto manifiesto de las historias y no en función de la interpretación de las mismas para lo cual hemos construido indicadores a través de los cuales identificamos características de “lo vincular” en los adolescentes disociales al realizar una evaluación cualitativa. La presencia o ausencia del otro y la

"caracteriza a este grupo es la destrucción y la actuación como un tipo de conducta en la que el lenguaje de acción se organiza con una finalidad destructiva resignificamos el comportamiento impulsivo como nuclear en las personalidades violentas.” L ÚD I C A

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Escritos

Lámina 13HM del Test de Apercepción Temática

hostilidad en los vínculos son los indicadores en los que nos hemos focalizado en este trabajo que tienen como antecedente al constructo compartir explorado por el equipo d e investigación. Definimos la presencia de vínculo hostil en los relatos cuando en los intercambios con un otro se mencionan características de agresión y destrucción en aquellas láminas cuyo estímulo no promueve esta asociación. Transcribiremos a continuación algunos 15

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ejemplos desde los cuales podemos identificar la presencia del indicador construido en función de esta temática. L 13 HM: "Estaba el hombre y su señora, eran una pareja feliz hasta que un día el hombre empezó a sospechar de su mujer y decidió no ir a trabajar, se quedó en la mitad del camino, miró para su casa y entraba un hombre,.... el marido estaba muy enojado porque la señora lo engañaba, cuando lo vio entrar agarró un cuchillo y encaró para su casa, cuando abrió la puerta estaba su señora y el


Escritos hombre en la cama, y el hombre muy enojado los mató a los dos." L 13HM: "Se trata sobre un loco.... celoso, furioso, muy indignado con su mujer, decide asesinarla. Cuando entra al departamento la ve acostada, agarra un cuchillo y se va al ataque. Cuando la mira se pone a pensar "porqué estoy haciendo esto si yo también la he engañado muchas veces? Decide irse sin hacer mucho ruido."

1999 pp. 25­41 Blos,P (1981) La transición adolescente. Bs. As. Amorrortu. Celener G, Peker,G,Rosenfeld,N (1998). ".Indicadores de riesgo de conductas agresivas en el Cuestionario Desiderativo" Revista Mudancas. Universidade de Sao. Paulo.Pag. 137­168 Dolto Francoise (1981). Niños agresivos o niños agredidos?. Barcelona.Paidós.

CONCLUSIONES En las respuestas de los adolescentes varones caracterizados como antisociales predominaron manifestaciones de destructividad hacia el otro ante estímulos que no promueven la evocación de sentimientos y afectos con estas características. A través de la lectura e interpretación de la técnica proyectiva TAT se aportan caracteristicas de la subjetividad de los adolescentes. Hipotetizamos que el grupo en estudio no acepta la presencia de otro y su forma de vincularse es a través de la hostilidad y la destructividad, formas de expresión de la violencia a través de la cual se anula al otro y que tienen origen en sus vínculos primarios pluridimensionalmente determinados.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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El presente trabajo fue expuesto en el V Congreso de Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI) en Antigua Guatemala, Guatemala (mayo, 2014).

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Escritos

Los fenómenos virtuales y el establecimiento de vínculos: ¿causas o efectos? *

Liza M. Zachrisson

La virtualidad es un fenómeno social en el que nos encontramos inmersos actualmente. Dicha realidad virtual tiene características particulares que la distinguen de la realidad externa e interna del sujeto, sin embargo estas características particulares interactúan constantemente con aspectos de las otras dos realidades. Estas tres esferas componen la realidad que hoy todos conocemos y en la cual vivimos, la manera en la que interactuamos por medio de las redes sociales y cómo establecemos los vínculos con otros y con nosotros mismos. Estos aspectos vinculares remiten al grado de cercanía y distancia que hemos llegado a tolerar y necesitar de los otros, al nivel de representación objetal que tenemos, a las necesidades narcisistas y el nivel de satisfacción que hemos alcanzado y que aún continuamos buscando. A través de este trabajo revisaremos la calidad de los vínculos establecidos en los medios virtuales e intentaremos profundizar en si dichos vínculos son una causalidad o un efecto del fenómeno virtual.

Cada día nos encontramos más en uso de la realidad virtual para intercambios, tanto profesionales como personales. La virtualidad ha tomado un papel protagonista en la vida diaria de nuestros pacientes, en especial en sus maneras de vincular por medio de ellos. Sin embargo, dicha vincularidad viene precedida por los vínculos con los objetos primarios previo al uso de la tecnología, dándole al vínculo que cada quien establece sus características fundamentales, que caracterizarán la 17

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manera en la que el usuario (o el sujeto) utiliza la virtualidad y cómo vinculará a través de ella. Para comprender esto, realizaremos un recorrido por elementos psíquicos fundamentales que se encuentran en el vínculo y cómo se utilizan en la virtualidad. Para comprender la realidad virtual y la vincularidad que se genera por medio de ella, debemos comprender primer qué es lo virtual y qué es lo real. Lo virtual se define de la siguiente manera: “(1) Que tiene virtud


Escritos para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real; (2) Implícito, tácito; (3) Que tiene existencia aparente y no real” (Real Academia Española, 2001). Es importante destacar, dentro de estas definiciones, el énfasis en la constitución en oposición a lo real y tangible. Si nos encontramos en el contexto de definir la virtualidad como oposición a la “realidad”, será importante comprender que la realidad se define como “(1) Existencia real y efectiva de algo; (2) Verdad, lo que ocurre verdaderamente; (3) Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico e ilusorio” (Real Academia Española, 2001). ¿Por qué la necesidad de tanta definición? Dichas delimitaciones conceptuales muestran importancia cuando comprendemos que se conciben como esferas que se encuentran en contraposición. Ahora, pasamos a definir la realidad virtual: “representación de escenas o imágenes de objetos producida por un sistema informático, que da la sensación de su existencia real” (Real Academia Española, 2001), lo cual muestra que al introducir lo virtual como una realidad, se incorpora el aspecto de sensación, con lo cual ya remitimos a un elemento virtual que nos vincula con lo real por medio del cuerpo. Esto nos muestra que a pesar de ser realidades diferentes encuentran puntos de confluencia, los cuales constituyen la realidad en la que actualmente se encuentran muchos de nuestros pacientes.

Realidad

Realidad Virtualidad Virtual

¿Qué características detectamos en esta realidad virtual? Al hablar de una “sensación”, remitimos a lo corporal y sensorial, poniendo en juego el cuerpo en la virtualidad, constituyendo esto el aspecto real que permite que se experimente sensorialmente la vivencia virtual. A esta intensidad se incorporan la fantasía y la proyección tan presentes en las interacciones llevadas a cabo por medios virtuales. Debido a la semi­ presencia del objeto, que no logra ser una presencia total ya que no se encuentra físicamente ahí, sin embargo, tampoco puede ser ausencia porque está ahí en interacción con uno, este espacio “semi” presencial abre un mayor lugar al Yo propio en el objeto externo, introduciéndose en ese espacio la fantasía y proyección del Yo. Observamos mayor fantasía y proyección ya que hay menos elementos reales a los cuales aferrarnos para corroborar o percibir lo que el otro nos transmite, por lo que imponemos más de nosotros mismos. Un claro ejemplo de esto es cuando alguien recibe un mensaje de texto, el cual puede decir “qué te

"Al hablar de una “sensación”, remitimos a lo corporal y sensorial, poniendo en juego el cuerpo en la virtualidad, constituyendo esto el aspecto real que permite que se experimente sensorialmente la vivencia virtual.” L ÚD I C A

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Escritos pasa”, este texto refiere palabras, mas no tonalidades, expresiones, gestos, etc. los cuales pone el propio sujeto, interpretando el mensaje con el tono afectivo de acuerdo a su propia dinámica: agresivo, amigable, indiferente, etc. Dificultad que incluso me enfrento al redactar este trabajo de forma escrita. El aspecto corporal que permite transmitir el tono afectivo (ya sea por medio de la voz, gestos, etc.) no se encuentra presente en este tipo de intercambio virtual, por lo que se incorpora únicamente el del propio sujeto, no del otro, lo cual nos lleva a tener una mayor interacción con nosotros mismos, en lugar de con el otro. Estas características dan mayor lugar a los estados esquizoparanoides, por la falta de percepción real del otro, lo cual funciona como plataforma para sostener esta posición, y dificulta aún más la transición a posiciones más depresivas (de acuerdo a los conceptos de Melanie Klein). Esto nos lleva a un importante concepto que retomaremos más adelante, la representación objetal que este intercambio implica y requiere. En mi experiencia clínica, los medios sociales que más utilizan los pacientes son: Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y Whatsapp. A pesar que todos constituyen un intercambio, este difiere cualitativamente ya que intervienen distintos factores psíquicos en cada uno, como revisaremos a continuación: ­ Facebook y Twitter – comparten fotografías y mensajes con “amigos” o “seguidores”, los cuales pueden ser vistos por amigos de amigos. Esto brinda representaciones verbales y figurales pero vuelve más difuso el límites entre lo privado y lo público. ­ Instagram – comparten fotografías a las cuales se les ponen efectos visuales. Esto 19 L ÚD I C A Lúdica, julio 2014, pg. 19

brinda representaciones figurales pero altera la realidad al poner nuevos efectos de los que la realidad carece, percibiéndola de manera más subjetiva que objetiva. ­ Snapchat – fotografías enviadas a amigos que pueden incluir dibujos o breves mensajes de texto que son eliminadas en unos segundos. Esto brinda representaciones verbales y figurales pero no permite el registro debido a la fugacidad de la imagen que no permite conservarse e inscribirse apropiadamente. ­ Whatsapp – conversaciones por texto con otra persona o un grupo de personas al cual se le pueden agregar emoticones que conlleven gestos faciales, también pueden incluir mensajes de voz. Permiten la representación, inscripción y conservación del intercambio, el cual se puede acceder por diversas vías (textual, auditiva y figural). Estos medios sociales tienen algunos elementos en común: permiten el intercambio con otros por diversas vías, se caracterizan por la fugacidad, inmediatez y poca presencia objetal. Estos intercambios son maneras de vincular, pero ¿cómo son los vínculos establecidos por estos medios sociales? Implican mayor distanciamiento físico, sin embargo, algunos pueden dar lugar a mayor cercanía e intimidad afectiva. Esto me recuerda a una frase que escuché en algún momento sobre lo virtual: “acercando a la gente que tenemos lejos y alejando a quienes tenemos cerca”. Posiblemente, todos hemos tenido la oportunidad de ver a un grupo de personas juntas y que todos, o la mayoría, se encuentran con sus celulares en la mano, vista puesta en el teléfono, sin conversar entre sí. Todos estos factores nos remiten a un aspecto fundamental: cercanía­ distancia. Hoy en día me encuentro con muchos pacientes en clínica que me


Escritos comentan que sólo pueden hablar de temas muy personales por medios sociales y no lo logran cuando se encuentran cara a cara con el otro. Todos estos ejemplos y frases mencionados me lleva a la hipótesis que esta cercanía afectiva se tolera ante la distancia física, en contraposición con la distancia afectiva que se tolera en la cercanía física, habla de una sensación de seguridad que se experimenta ante la distancia, la cual hace que el objeto se perciba menos amenazante debido a su

semi­presencia objetal. Esto delata un temor o pobre capacidad de vinculación en cercanía. Ahora, ¿qué implicación tiene esto respecto a la representación y constancia objetal? Janine Puget escribe sobre la representación y constancia objetal indicando que la representación objetal se refiere a la “reproducción de una modalidad de relación con un otro, o la nueva presentación a la mente en

Fotografía de @Monodelespacio (realizada en instagram) http://instagram.com/monodelespacio http://monodelespacio.tumblr.com/

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Escritos "si las necesidades narcisistas han sido predominantemente insatisfechas y han generado grandes agujeros psíquicos, los medios sociales de los fenómenos virtuales van a acentuar y remitir a los vacíos, ya que los “me gusta” y “compartir” en Facebook, los “retweets” en Twitter y los “me gusta” en Instagram, se volverán el sostén narcisista de la persona, dependiendo su sensación de sí mismo y estima propia en la cantidad de respuesta que obtuvieron de los otros; lo cual es sumamente peligroso al no obtener la respuesta esperada del Otro.” ausencia de aquel que ayudó a construirla. En este caso representación toma uno de sus sentidos, el de una formación­creación suscitada por la ausencia del otro. Es la clásica relación de objeto.” Si en la virtualidad necesariamente contamos con la ausencia física del otro, todo intercambio con un otro por un medio social virtual implica la necesidad de una representación objetal que nos permita mantener dicha interacción con él en su ausencia física de manera satisfactoria. Puget continúa diciendo: “Mientras que cuando se trata de la representación del vínculo, el concepto tiene que ver con el modelo de una escena presente sin que la ausencia juegue un rol activo para determinar la puesta en forma de esa escena. Se trata de la instrumentación de la capacidad de representatividad inherente al aparato psíquico y la representación es un modelo homólogo de una escena que tiene como base una representación inconsciente del vínculo. Esta es la que determina y define la vincularidad humana.” Por lo tanto, la representación del vínculo quita la ausencia como factor determinante y eleva como protagonista la presencia de una escena actual, marcada por un 21

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modelo de vinculación primario. Estas aportaciones nos llevan a comprender que es necesaria una distancia y ausencia para crear una representación objetal, sin embargo, si sólo podemos vincular cuando los objetos están ausentes, esto viene marcado por cómo aprendimos a vincular, a través de la ausencia del otro. Ante esto es importante hacer una distinción respecto a la presencia/ausencia y la no­presencia/ presencia. Un objeto se puede registrar como presente únicamente a partir de haber percibido situaciones o momentos en los que éste no ha estado, y viceversa, esa no­presencia y ausencia sólo se puede registrar si el objeto ha estado presente. Ahora, ¿qué indica que un “no estar” se configure como una ausencia o como una no­presencia? En la dimensión de ausencia, al no estar presente el objeto, no se logró una constancia o representación objetal adecuada, creyendo que si no veo al objeto éste deja de existir, por lo que se registran vacíos o agujeros psíquicos, los cuales remiten a necesidades narcisistas insatisfechas que refieren cierta omnipotencia sobre el objeto (si yo no lo veo, el objeto deja de existir). Por el otro


Escritos lado, en la dimensión de no­presencia, al no estar presente el objeto, se ha logrado una constancia o representación objetal adecuada, ya que aún cuando el objeto no está presente, sigue existiendo en el mundo y yo logro preservar su existencia psíquicamente, ya que su existencia es inherente a sí mismo, no depende de mí. Esto remite a necesidades narcisistas adecuadamente satisfechas que permiten un desarrollo narcisista en el que el objeto se puede percibir como no­yo. ¿Qué pasa cuando sólo podemos vincular con el objeto en su ausencia, cuando en realidad esta ausencia física viene acompañada por una presencia virtual? Esto lleva la vincularidad a un modo más complejo ya que el objeto sigue teniendo cierta cualidad de presencia. Anteriormente mencionábamos la importancia del desarrollo narcisista, ya que éste tendrá un valor fundamental en esta vinculación de no­presencia o ausencia física y presencia virtual, ya que puede generar mayor o menor angustia en la vinculación virtual. ¿Cómo sucede esto? Si yo me encuentro en la dimensión no­ presencia/presencia, el objeto puede no estarme respondiendo pero yo tengo la tranquilidad y seguridad que éste continúa estando conectando conmigo virtualmente aunque no me esté respondiendo, ya que logré establecer una representación y constancia objetal adecuada al igual que un narcisismo estable. Ahora, si yo me encuentro en una dimensión de ausencia­ presencia, no recibir respuesta del otro virtualmente me remite a los vacíos psíquicos, aumentando mi grado de angustia ya que el que el otro no me responda implica que ya no está, remitiendo a angustias de abandono correspondientes a un narcisismo fragmentado. El grado de insatisfacción

narcisista depende de los vínculos primarios. En el caso que las necesidades narcisistas hayan sido satisfechas parcialmente forjando un narcisismo más o menos estable y sólido, los medios sociales de los fenómenos virtuales pueden ayudar a continuar satisfaciendo dichas necesidades sin generar un alto grado de angustia, utilizándose la cantidad de “me gusta” y “compartir” en Facebook, los “retweets” en Twitter y los “me gusta” en Instragram, como presencias que fortalecerán aún más el narcisismo. Ahora, si las necesidades narcisistas han sido predominantemente insatisfechas y han generado grandes agujeros psíquicos, los medios sociales de los fenómenos virtuales van a acentuar y remitir a los vacíos, ya que los “me gusta” y “compartir” en Facebook, los “retweets” en Twitter y los “me gusta” en Instagram, se volverán el sostén narcisista de la persona, dependiendo su sensación de sí mismo y estima propia en la cantidad de respuesta que obtuvieron de los otros; lo cual es sumamente peligroso al no obtener la respuesta esperada del Otro. A esto se aúna la amenaza narcisista de ser rechazado de una solicitud de amistad o ser bloqueado por alguien en el medio social. Aunque a alguien que haya establecido una no­presencia en la vincularidad también le pueden resultar dificultosos estos rechazos, sin embargo, su narcisismo no depende ni se sostiene de estas respuestas del otro en la virtualidad, por lo que se puede continuar sosteniendo a sí mismo a pesar de ello. De esta manera podemos observar cómo los medios sociales en la virtualidad pueden volverse un arma fortalecedora del narcisismo consolidado o convertirse en desestructurante del narcisismo fragmentado. L ÚD I C A

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Escritos Antes de finalizar, abordaremos un último elemento, fundamental al hablar sobre vínculos, narcisismo y presencia objetal, este es el fenómeno transicional. Winnicott propone éste como un objeto que ayuda a la transición entre realidad externa e interna, entre presencia y no presencia, entre lo propio y lo ajeno, entre lo público y lo privado, entre el yo y el no­yo; ayudándonos a transicionar de una polaridad a otra con menor grado de angustia ya que el objeto transicional representa aspectos de la otra polaridad de la cual nos estamos alejando. ¿Por qué la importancia del fenómeno transicional en la virtualidad? Los medios sociales y todos demás aspectos de la realidad virtual son tanto propios como ajenos, ya que pertenecen a una realidad compartida no tangible, lo cual le permite compartir características con el fenómeno transicional; por lo tanto, dándole el uso adecuado, la virtualidad se puede convertir en un fenómeno transicional en sí mismo: permitiendo transitar entre las polaridades de manera más integrada, representando objetos y manteniendo su constancia por medio de la virtualidad incluso ante la no­respuesta inmediata del mismo, pasando de una ausencia del objeto a una no­presencia del mismo, brindando seguridad en la distancia y menor amenaza en la cercanía, diferenciando entre el yo no­yo, entre lo público y privado sin dejar de existir una en la medida que existe la otra. Por lo tanto, los fenómenos virtuales pueden convertirse en fenómenos transicionales que nos permitan tomar herramientas para trabajar en sesión con dicha “realidad virtual” en la que nuestros pacientes se mantiene y configuran psíquicamente, siempre y cuando se le de el uso adecuado y no el abuso del fenómeno. 23

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CONCLUSIONES Cómo vinculamos por medio de la virtualidad es el producto de cómo hemos aprendido a vincular de acuerdo al grado de tolerancia de cercanía­distancia, de la representación objetal que hemos establecido, de la constitución narcisista que hemos forjado a partir de los vínculos primarios establecidos. Por lo tanto, la virtualidad no ha generado vínculos pobres, sino el establecimiento de vínculos con los objetos primarios marcará el uso que le demos al fenómeno virtual. A partir de esto tenemos la posibilidad de usar la virtualidad como un fenómeno transicional que en lugar de perjudicarnos en clínica, nos favorezca, permitiendo acceder a maneras más funcionales de vincular y a utilizarla como una herramienta que permita transicionar entre las diversas esferas de las realidades cómodamente, y no utilizándola como una manera de evitarlas. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Hornstein, Luis. (2010). Narcisismo. Autoestima, identidad, alteridad.. (1a. ed. 3a reimpresión). Buenos Aires: Paidos. Puget, Janine. "Vínculo­relación objetal en su significado instrumental y epistemológico." Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. http://www.apdeba.org/wp­ content/uploads/Puget8.pdf (accessed March 12, 2014). Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española. (22 ed.). Madrid: Espasa Libros, S.L.U. Retrieved from http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae Segal, Hanna. (1979). Introducción a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paidos Ibérica. Winnicott, D. (2008). Realidad y juego. (2a ed.). Barcelona: Gedisa.

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El presente trabajo fue expuesto en el V Congreso de Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI) en Antigua Guatemala, Guatemala (mayo, 2014).


Escritos

La construcción de psiquismo y la subjetividad en Kant, Freud y Lacan* América Latina, tierra de contrastes, de gran riqueza y diversidad, muestra la paradójica coexistencia de riqueza exuberante y condiciones de vida muy precarias, como si vivir en medio de la abundancia fuese a condición de no hacer uso de ella. ¿Por qué sucede de esta manera? ¿Cuáles son los condicionantes que producen el estado de atraso, miseria, delincuencia, desigualdad social, migración, etc., hasta nuestros días?

Sin duda hay una raíz histórica, la cual data del encuentro entre Europa y América, principalmente con la conquista española (que no fue descubrimiento) hace quinientos años. El híbrido cultural que nace, atestigua una historia de dominación que sigue causando graves consecuencias en nuestro modo de concebir la vida. Los habitantes de las tierras que serían llamadas América y se convertirían en Latinas, hubieron de sacrificar, además de incontables vidas, alteraciones radicales en la forma de orientar su existencia. Pero sobre todo fue sacudido el edificio de su subjetividad: sus lenguajes. El lenguaje es sinónimo de humanidad, es una segunda naturaleza que permite tener un lugar en la primera, la que compartimos con todos los seres vivos. Como seres hablantes tenemos una identidad, conocemos el mundo y al hacerlo lo recreamos para poder habitar en él; nuestra

Hugo Pedroza F., María Cristina Ortega M. y José Manuel Rubio R.

subjetividad depende del lenguaje. Despojar a alguien de su lengua e imponer otra, o alterarla, implica modificar algo más que la forma de comunicarse, de entenderse. Las explicaciones teóricas a la problemática que nos proponemos desentrañar generalmente surgen de autores europeos, sin embargo no podemos desdeñar sus opiniones por el simple hecho de serlo y asumir una postura ideológica de un falso latino americanismo que dicho sea de paso también nos ha perjudicado, un “nacionalismo” que produce un efecto de ceguera en la búsqueda de cambios y soluciones a los problemas de desigualdad y pobreza, en América Latina. Las formas lingüísticas, nuevas o mezcladas, producen una serie de condicionamientos en nuestra estructura psíquica, que se reflejan en nuestros actos en lo individual y en lo colectivo. L ÚD I C A

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Escritos Por ello se reflexionará acerca de este aspecto particular, el lenguaje, la “latinización” de las llamadas América Latina y el Caribe, esperando encontrar sentido a la mencionada paradoja latinoamericana. Los antropólogos suelen hablar de un fenómeno que constituye un gran error en todos los investigadores, el cual consiste en el uso de los prejuicios para el estudio de los fenómenos observables. Así sucede con quiénes estudian el comportamiento animal atribuyéndoles características humanas como la tristeza o la maldad. También sucede esto con los estudiosos de grupos humanos aislados. Es posible suponer, las evidencias lo confirman, que la dominación española no escapó a esta tendencia. Al imponer su lenguaje, los invasores imponían también su forma de ver el mundo. Dicho mundo debió haber sido para ellos algo extraño, ajeno, de tal forma que los que en él habitaron y dieron origen a nuevas razas, debieron de tener problemas de adaptación. Asimismo los nativos, acostumbrados a cierta cosmovisión, hubieron de ver el mundo con ojos ajenos: extraños en su propia tierra. Europeos en América, americanos con ideas europeas. Inadaptación. Extraña y peculiar subjetividad la de los latinoamericanos. Eduardo Galeano expresa en su obra: Las venas abiertas en América Latina (Galeano, 1971) que la riqueza de los latinoamericanos es, paradójicamente, la causa de su pobreza y es así... por su historia. Dicha historia es el saqueo, América Latina vista como fuente inagotable de recursos, explotados antaño por europeos, después por norteamericanos y hoy, tal vez, por todo 25

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el mundo. La dominación opera extrayendo recursos (naturales y humanos) de una lastimada América, cuyas venas no han dejado de sangrar. Con partidarios y detractores, estas consideraciones sobre la historia del saqueo y la invasión europea, no han perdido su vigencia, pues la problemática continúa. Existe una fuerte tendencia en América Latina a la urbanización, la cual implica el desarraigo de la gente del campo que viaja a la ciudad, lo cual genera problemas aún mayores al crecer las ciudades de forma desmedida. No hay forma de cumplir las necesidades de todos, la ilusión de progreso no puede ser sostenida. En este punto chocamos con la importancia del lenguaje como determinante del pensamiento. Los artífices de la dominación, entes sin rostro, se sirven de los medios de comunicación para generar las necesidades y crear ilusiones colectivas (progreso, felicidad modernidad, éxito, calidad de vida, etc.) La palabra es usada para impedir el uso de la palabra misma (ciudadana), que sería la participación política en su más puro estado. A los lugares remotos (y cercanos también) no llegan de la vorágine modernísima del bienestar, sino elementos aislados; llegan palabras que despiertan deseos, anhelos o ilusiones de participar de dicho bienestar, propio de nuestros tiempos. Llegan también, desde luego, ideas tranquilizadoras de que todo está bien, que somos afortunados de vivir en este lugar y en este momento histórico; se exacerba un nacionalismo perjudicial tanto como la dominación y dependencia extranjera, el “eurocentrismo” asimilado. Hay cierta razón en la afirmación de que somos consumidores de conocimiento,


Escritos "Asimismo los nativos, acostumbrados a cierta cosmovisión, hubieron de ver el mundo con ojos ajenos: extraños en su propia tierra. Europeos en América, americanos con ideas europeas. Inadaptación. Extraña y peculiar subjetividad la de los latinoamericanos.” ideas creadas en Europa fundamentalmente y consumidas, a veces con cierta avidez (sólo a veces) con el ánimo esperanzador de que su mera aplicación a nuestras problemáticas permita hacer del conocimiento el mejor uso posible: la generación de nuevas realidades, la transformación subjetiva de colectividades, requisito para cambios sociales profundos. “Vías de desarrollo”, un término tranquilizador más, significa entonces: tránsito del papel de consumidor a productor de conocimiento. La tesis sobre la dominación, sostiene que donde hay ésta, no puede haber libertad para crear. Ella comienza, justamente con la imposición de un lenguaje y la supresión de todos los demás o su sofocación. La liberación creadora tendría qué operar en el terreno del lenguaje y desde él, pues su campo es el campo de lo humano. Se trataría de desandar el camino para volverlo a retomar en diferente dirección. Ahora bien, el psicoanálisis puede ser considerado una disciplina del lenguaje, que busca a través de él una liberación de síntomas, lo cual implica una transformación subjetiva y la relativa plenitud de la capacidad creadora, propia del ser humano. No es que el psicoanálisis se pueda pensar como instrumento de cambio social, pues su ámbito es la individualidad, pero sí puede contribuir a un debate sobre la construcción del psiquismo y la subjetividad, tan necesario para la

búsqueda de soluciones a problemáticas diversas. El pensamiento condicionado por el lenguaje Estamos aquí para cuestionar nuestro pensamiento, sirviéndonos de la palabra. Cabe preguntarnos hasta qué punto el lenguaje condiciona el pensamiento. Es tiempo de precisar qué tipo de relación guarda el psicoanálisis con el lenguaje. Este lugar no se asienta en él, sino más allá; no es su lugar el lenguaje funcional, sino el lenguaje fallido, el oculto, que hace síntoma. Para abordar esta temática nos remitiremos al texto de la sesión del 22 de enero de 1964, del seminario de “Los fundamentos del psicoanálisis” de J. Lacan, “El inconsciente freudiano y el nuestro”. Lacan (1964) situará el objeto de la pulsión escópica citando a manera de ejemplo metafórico el poema de “Contracanto” de Aragón, que por su belleza figurativa me permitiré citarlo aquí. Ahí encontramos un espejo vacío, que sin embargo está habitado: En vano llega tu imagen a mi encuentro. Y no me entra donde estoy, quien sólo la muestro. Tú volviéndote hacía mí solo encuentras En la pared de mi mirada tu sombra soñada. Soy ese desdichado comparable a los L ÚD I C A

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Foto del "Monumento al trabajo" de Rafael Yela, ubicado en Ciudad de Guatemala.

espejos Que pueden reflejar, pero no pueden ver Como ellos, mi ojo está vacío y como ellos deshabitado Por esa ausencia tuya que lo deja cegado. Acto seguido, Lacan confiesa que ha dedicado todos sus esfuerzos para revalorizar el principal instrumento del analista: la palabra. Y agrega que se trata de una revalorización no filosófica, sino a la manera de los antiguos griegos “propedéutica”. Se pregunta si el psicoanálisis es una ciencia o una esperanza de ciencia. Los conceptos del cuerpo doctrinario del psicoanálisis son intrínsecamente difíciles de explicar y hacerlos propios, de ahí la necesidad de una enseñanza preparatoria que permita el entendimiento más allá de la realidad que nos trasmite la teoría psicoanalítica. 27

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Difícilmente se puede entender un concepto en ese campo sino es a partir de ir más allá de la realidad que lo trasmite. Lacan toma como referencia para dilucidar esa dificultad a Emanuel Kant en su texto “Prolegómenos de la razón pura” (texto por demás autodisculpatorio, ante la imposibilidad de sostener el eje central de su propuesta). En ese texto, Kant aborda el lenguaje desde los juicios y la razón, como el medio que permite el entendimiento, no lo hace sobre un vació sin embargo la experiencia subjetiva produce que los argumentos sean insuficientes para dar cuenta de esa realidad a través del lenguaje. No es esto, sin embargo lo que interesa a Lacan, sino que Kant encuentra que el método de la razón pura tiene límites. Existen elementos no fenoménicos, experiencias de la realidad que por su naturaleza son indefinibles, y las asemeja a los enunciados que contienen una inviabilidad de orden racional (aporía), una dificultad insuperable en los resultados explicativos del conocimiento. Es justo en este terreno donde la lógica de la razón falla, no alcanza a dar con lo que se desconoce y de lo que apenas se pudiera acceder a través del discurso, de la palabra como un indicio de lo que no es, de lo que está por ser en el discurso, es en lo no nacido, donde el ejercicio del acto analítico opera, justo en el límite de la experiencia lógica; los discursos con su lenguaje inexacto procuran a través de la función de la razón una explicación, sin embargo, marcan una imposibilidad explicativa de lo que aqueja al sujeto ¿Cómo poder explicar discursivamente esas experiencias que no son un “fenómeno” de la razón pura y, sin embargo, son parte del mundo de la experiencia mneuménica, y no precisamente irracional, pero si subjetiva?


Escritos Para dar cuenta de estas experiencias inefables, Kant va a recurrir a un aforismo, el “noúmeno”, que son aquellas experiencias distintas al “objeto en sí”, y se refiere a las categorías del entendimiento o “cosa en sí”, que refleja el límite de nuestra experiencia, por ello considera Kant que la metafísica es imposible como ciencia (Kant, 1978:91) Contrario a la explicación a través de la razón pura del “objeto en sí”, la explicación de la “cosa en sí” conlleva siempre una aporía, debido a la dificultad de dar cuenta de la “causa necesaria” de la experiencia humana, diría Lacan en el seminario citado, que es ésa la dificultad con la que se enfrenta al tratar de trasmitir la experiencia analítica y los conceptos de su cuerpo doctrinario, como la pulsión, el inconsciente, la repetición, la transferencia, el sujeto, lo real, entre otros. La “cosa en sí” nos llevara por necesidad a lo que Lacan, junto con Kant, llamaría la “causa necesaria” que subyace al “nóumeno”. Lacan agrega en el seminario citado que la “causa necesaria” hace un efecto de ley, así la pulsión y el inconsciente más que definirlos por su fuerza o dinamismo, habría que definirlos por su “causa”, por aquello que hace agujero “hiancia”. Dicho constructo teórico, el de la hiancia, proviene de Kant y pasa a formar parte fundamental de la construcción lacaniana de la subjetividad, pues ella da la medida de lo que hace a la experiencia subjetiva, a saber: una serie de rupturas, de discontinuidades, de inacabamientos, propios del sujeto en tanto que deseante e impulsado por sus pulsiones. En relación al camino que sigue un sujeto, en este caso Freud, en relación a las

palabras y el lenguaje, resulta ilustrativo mirar hacia Friedrich Nietzsche, a reserva de ampliar la referencia a este autor, que bien merece un trabajo aparte. El lenguaje en muchas ocasiones nos lleva con paso firme por la senda equivocada, pero sin darnos cuenta, es muy fácil que nos extraviemos, más aún si esa senda se llama “ciencia”, a propósito de esto Nietzsche (2006) dice lo siguiente: (...) a partir de Copérnico, ha desaparecido la fe en la dignidad, singularidad, insustituibilidad humanas dentro de la escala jerárquica de los seres, el hombre se ha convertido en un animal, animal sin metáforas, restricciones ni reservas, él, que en su fe anterior era casi Dios ([hijo de Dios], [hombre Dios])... a partir de Copérnico el hombre parece haber caído en un plano inclinado, rueda cada vez más rápido, alejándose del punto central... Toda ciencia tiende a disuadir al hombre del aprecioen que hasta ahora se tenía a sí mismo. Freud camina en el sentido inverso, se “aprecia a sí mismo” y comienza a encontrarse, en el ejercicio de la interpretación de sus sueños. Abandona los conceptos duros de su formación. Siguiendo con el pensamiento de Nietzsche veamos lo que dice sobre las palabras (Lefebvre, 1972): (...) más poderoso que la tradición metafísica y religiosa, más difícil de combatir que las universidades y las iglesias, era el lenguaje... las palabras nos estorban el paso... Ahora, en todo conocimiento, hay que tropezar contra palabras duras como piedras; primero se rompe una pierna que una palabra. L ÚD I C A

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Escritos Reflexiones finales En medio de tal sobrecodificación, es fácil perder la perspectiva, diferenciar la realidad de la mentira. El lenguaje cristaliza una forma de pensamiento que se convierte en aquella palabra­piedra nietzscheana, tan difícil de remover. Cada cual irá por el mundo defendiendo sus creencias, sus ideas, y aferrándose a ellas como el náufrago de un madero flotante. Característica humana, raíz del conformismo. La utilización propositiva de esta inclinación natural ha sido sobreexplotada en la historia de las colectividades latinoamericanas. Así lo muestran los discursos políticos que implantan con palabras gastadas, huecas, falsas creencias arropadas con un halo de verdad. Esta es una de las formas de corrupción con la cual se busca escapar del destino del dominado y buscar el de dominante, en una modernidad en la que parece no brindar más que esta disyuntiva, ser lo uno o lo otro. Las otrora muy diversas clases sociales, mostraban las igualmente diversas formas de relación. Desde el rey soberano hasta el peón, pasando por el ministro, el jefe, el presidente, etc. En México, relata Manuel Payno en Los Bandidos de Río Frío, en la penúltima década del siglo XIX, la riqueza y contrastante cultura de un pueblo donde un presidente, con el poder que una República Centralista le confería, compartía el territorio, en total anarquía, con gente que vivía de la basura o con un grupo de campesinos indígenas nómadas, los mazehuales, que sembraban tierras a cambio de su comida. Poco ha cambiado desde entonces, pero 29

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parecen haber cambiado las formas de relación al mediar entre los diversos grupos la palabra uniformizante de quiénes detentan el poder. Dicho discurso llega a todos, ignorando sus diferencias, y engendra locas necesidades. No es un discurso que, para ser creído u obedecido, sea atravesado por una ley; es arbitrario y engendra injusticias, pues la ley se convierte en parte del discurso y es utilizado de acuerdo a intereses particulares. Una ley de protección a minorías. Tal es el ejemplo paradigmático de Las Leyes Internacionales, de “Libre” Comercio, de Cooperación Internacional, etc. Para concluir, el lenguaje queda sustento a lo subjetivo es, no lo olvidemos, una construcción social y como tal condiciona nuestro pensamiento individual. Nuestras más caras convicciones, piedras inamovibles, ¿Son producto de nuestras tradiciones milenarias, de nuestras convicciones adquiridas o de mentiras sociales? Dos dimensiones del lenguaje: palabras coherentes, lógicas, racionales que dan cuenta de fenómenos diversos y; palabras no­nacidas, creadas, per­ formativas, liberadoras, que intentan dar cuenta del noúmeno, del Real, que muestran al sujeto. Doble atadura, doble sujeción: al inconsciente y a la mentira social.


Escritos REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Anzieu, D. “El autoanálisis de Freud y el descubrimiento del psicoanálisis”, (1959) Tomo 2 Edit. Siglo XXI, 1987, México, D. F. Deleuze, G. y Guattari, F. (2004) Mil mesetas. Madrid, España: Pre­ textos. Freud, S. El malestar en la cultura. Amorrortu, Argentina 2000 (1914) ­ Freud­Fliess Correspondencia, Edit. Amorrortu. B. A. 1988. Carta del 6 de febrero de 1899. Galeano, Eduardo. Las venas abiertas en América Latina. Paidós. Uruguay. 1971 Kant, M. Critica de la razón pura. Ed. Porrúa, Méx. D.F. 1978. p.­91

Foto del mural "La conquista del nuevo mundo por los conquistadores españoles" de Saner, ubicado en Fleury Les Aubrais, Francia.

Lacan Jacques, (1964) El Seminario 11, texto establecido por J­ A. Miller. Edit. Paidós, 2003, B.A. Pág. 30. La ética del psicoanálisis. Seminario. 1959 Lefebvre, H. Nietzsche por Henry Lefebvre, (1939). Breviarios, 1972. F.C.E. Mex. D.F. Levy­Strauss, Sociología et anthropologies. P.U.F. Pág. 48,49 Nietzsche F. Genealogía de la moral. (1887) Alianza Editorial.2006, Madrid, España Pedroza, H. A propósito del objeto “a” el resto . Ed. Universidad Autónoma de Querétaro 2005.

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El presente trabajo fue expuesto en el V Congreso de Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI) en Antigua Guatemala, Guatemala (mayo, 2014).

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Mientras tanto en Guatemala

Santiago Billy Prem

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Expresiones

Soy un fotógrafo guatemalteco, de Antigua Guatemala, nací en 1987. Tengo experiencia en la edición de revistas, fotografía editorial, documental y de paisajes. He trabajado de forma independiente desde 2012 tomando fotos en diferentes ambientes, zonas urbanas, selvas y desiertos. Obtuve mi licenciatura en periodismo de la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala en 2012.

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Expresiones

Mi trabajo ha sido publicado en diferentes revistas en Guatemala, al igual que en diferentes portales web. Actualmente trabajo como reportero grĂĄfico para Diario Digital, www.diariodigital.gt

santiago.billy@diariodigital.gt

Portafolio: santiagobilly.prosite.com

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Conceptos

Apuntalamiento

"Eros y Psique" de Cánova Freud se “apoya” del concepto “apuntalamiento” para designar la relación original entre las pulsiones sexuales y las pulsiones de autoconservación (narcisistas), la correspondencia entre biología e investidura psíquica. El plano psíquico sólo puede surgir “apoyado” del nivel biológico. Las pulsiones sexuales entonces sólo se independizan después de ser apuntaladas por las de autoconservación. Laplanche y Pontalis (1967) sostienen que las pulsiones sexuales, que sólo secundariamente se vuelven independientes, se apoyan sobre las funciones vitales que les proporcionan una fuente orgánica, una dirección y un objeto sugiriendo así un carácter vincular ligado al concepto. Desde esta perspectiva, Rene Käes amplía el concepto otorgándole un carácter social, vincular y cultural. Käes enfatiza lo siguiente: “El apuntalamiento es siempre doble o recíproco, pero además siempre es en red, reticular. Y entonces, todo psiquismo va a estar simultáneamente apuntalado en el cuerpo propio, en el cuerpo materno, a través de estos sustitutos imaginarios simbólicos, en los grupos en general, en las instituciones y en las significaciones imaginario sociales. Cuando alguno de estos lugares de apuntalamiento se resquebraja puede producirse un movimiento de repliegue, sobre todo de los apuntalamientos disponibles, o la búsqueda de un proceso de creación de espacios en donde se pueda volver a construir o dibujar un movimiento de reapuntalamiento”. Podríamos agregar a esta propuesta intersubjetiva la noción de “sostén” desarrollada por Winnicott y pensar el mismo desde la vía del apuntalamiento: un bebé sostenido es capaz de “crear lo dado”, es decir, crear y sentirse parte del objeto que lo sostiene apoyado “entre” dos cuerpos biológicos que derivan el psiquismo sin el cual es inevitable un “derrumbe o un vacío psíquico. Desde la perspectiva vincular, Käes va a destacar la importancia del apuntalamiento grupal: “… asegura la gerencia colectiva de las funciones de la memoria y del olvido, articula el pasaje de la fantasmatización a la palabra (al mito), que se topa con lo real. Mantiene el apoyo vital sobre la creencia”.

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En cartelera

Unfaithful (Infiel) Análisis de Claudia Melville

Documentación del cine foro realizado por la APE (Asociación de Psicólogos Estudiantes) llevado a cabo en la Universidad Francisco Marroquín el día miércoles 27 de octubre de 2010. Los participantes de cine foro (en orden alfabético) fueron: Andrea Camargo, Andrea Gálvez, Claudia Calderón, Gabriela Flores, Jorge Marroquín, Joseleen Mungia, Juan Diego Guerra, Lilian Delgado, María Andrea Valdez, Marilí Jo, Renata Silva, Rocío Suazo y Santiago Robles.

Un cine foro provee a sus participantes la oportunidad de aportar ideas, opiniones, sensaciones y especialmente la formulación de nuevas preguntas e inquietudes. El 27 de octubre del año 2010, se llevó a cabo el cine foro de la película Unfaithful en la Universidad Francisco Marroquín como actividad de la Asociación de Estudiantes de Psicología (APE) y fue sorprendente la cantidad y calidad de aportes de los participantes por lo que me permití realizar una documentación del evento quizá para no olvidar el buen momento y la curiosidad de cada uno por entender la complejidad del tema ilustrado en el film. La película Unfaithful (2002), dirigida por Adrian Lyne L ÚD I C A

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En cartelera (director de otras películas con tramas similares como Fatal Attraction e Indecent Proposal) ilustra la vida de una pareja de clase media alta con once años de historia matrimonial. Edward Sumner (Richard Gere) es un hombre de edad adulta media, dueño de una compañía de camiones de seguridad quien a lo largo de la película destaca por sus pocas demostraciones afectivas, tono de voz suave y por su constancia; perfecto en apariencia para Connie (Diane Lane), cuyo nombre de pila es “Constance”. A lo largo del film, Connie es constante en sus funciones de madre y esposa, parece tener tareas rutinarias establecidas como prepararle el almuerzo a su hijo, ir a la tintorería y buscar donantes para subastas. Aunque la película no nos proporciona información explícita sobre la vida matrimonial y familiar de los personajes, la escena inicial delata la vida quieta, estática y silenciosa de la vida casera de Connie en contraste con el viento incesante, externo a casa, que provoca movimiento y un desorden tan fuerte que conlleva a acciones involuntarias como la caída de Connie sobre un joven francés de 28 años comprador y vendedor de libros usados, Paul Martel (Olivier Martinez) con quien hay una atracción fatal desde el primer contacto accidental. El tema de la infidelidad nos hace pensar en triángulos amorosos y es interesante cómo en cada escena de la película se presenta alguna forma de triangulación. Al principio aparecen Connie, Edward y Charlie (hijo de la pareja), el triángulo natural de la vida. Cuando Connie sale de su casa suburbana hacia la ciudad de Nueva York, se enfrenta a un día ventoso que termina tumbándola sobre Paul quedando entrelazados y

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En cartelera provocando dos heridas sangrientas en sus rodillas. Paul le ofrece ayuda invitándola a su apartamento (en el área de SOHO) asegurándole que no es un asesino. Connie, dudosa pero inquieta, acepta la ayuda de Paul y entra al apartamento (un espacio tipo loft lleno de libros), dirigiéndose al baño para curar las heridas. Es interesante que se le cae un bote de aspirinas en el inodoro y lo saca metiendo la mano con cierto disgusto, reflejando que ya entra en lo más íntimo de Paul desde el primer encuentro. Finalmente se quedan solos y pareciera que esto incomoda a Connie por lo que le pide utilizar el teléfono para avisarle a su hijo que llegará tarde por haber perdido el tren. Luego charlan un poco y finalmente ella decide retirarse, se le observa nerviosa. Paul le ofrece un libro y esto parece calmarla. Le indica cuál llevarse y la invita a leer en recio un párrafo en una página específica y al final del párrafo, ella leyendo y el de memoria enuncian al mismo tiempo “este momento es tu vida”. Desde aquí la vitalidad de Connie parece despertar después de un período estático y poco ruidoso a uno más vivo. Connie regresa a casa y Edward parece no darle tanta importancia a los golpes en las rodillas de su esposa, es Charlie quien se impresiona con los mismos y le toma fotos. Connie relata lo sucedido y Edward no se conmueve, simplemente le pregunta si el muchacho que la ayudó era bien parecido. Se observa nuevamente poco contacto físico entre ellos y en todo momento se ven divididos en los cuidados hacia Charlie. Hay poco diálogo e interacción directa entre Edward y Connie, incluso cuando van a la cama y van a tener un momento íntimo, Edward decide filmar a Connie en vez de verla o tocarla directamente. Connie parece intrigada y encuentra en el libro que Paul le brindó, su número. Decide llamarlo desde Grand Central Station simplemente para “agradecerle” su gesto de ayuda pero Paul inmediatamente la invita a su casa a tomar café, sin escuchar las intenciones de la llamada de Connie. Connie titubea pero finalmente accede a la propuesta y llega nuevamente al recinto de Paul. Resulta un encuentro que despierta los sentidos de cualquier espectador: utiliza una llama de fuego fuerte para hacer el café, tiene un recetario en braile al que invita a Connie a leer táctilmente con los ojos cerrados lo cual nos refleja la necesidad fuerte de la personaje de un cuidado sensorial respondiendo a las necesidades más primitivas del ser humano: calor, tacto y soporte, todas proporcionadas por Paul. Connie, asustada por el efecto del francés en ella, se retira y busca a Edward en su oficina sorprendiéndolo con un obsequio: un suéter de lana azúl. Edward parece sorprendido por la visita pero acepta el regalo cambiando rápidamente su atención a asuntos laborales ignorando a Connie. Observamos entonces una triangulación entre Connie, Edward y su trabajo. En la siguiente visita, Paul recibe a Connie con música y le estimula el sentido auditivo, sumándose a una nueva modalidad de estimulación sensorial que parece carecer en casa. La invita a bailar y ella le advierte que ella controlará el baile y él le asegura que eso es propio de cualquier americana. Connie decide, de manera inconsciente, agregarle la variable “constancia” (como su nombre) a su nueva relación llevándole a Paul un regalo: cubiletes. Paul, a diferencia de Edward quien abre el regalo y decide ponerse el suéter directamente, hace caso omiso de los cubiletes enviando el mensaje L ÚD I C A

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En cartelera que no le interesa nada más que Connie y que nada es suficiente para desviar su atención de ella. Inicia entonces un contacto muy directo entre Connie y Paul y finalmente tienen relaciones sexuales a las que ella se opone mentalmente pero no corporalmente. Paul da la impresión que detecta el conflicto interno de Connie y la invita a exteriorizarlo pidiéndole que le pegue. Connie le pega sacando de su mente el conflicto y finalmente cede a una relación sexual intensamente apasionada y nerviosa que posteriormente en el tren de regreso a casa piensa con vergüenza, placer, culpa, risa, confusión, etc. Es una escena fantástica que muestra en cuestión de segundos la ambivalencia de Connie hacia esta nueva relación. Se establece aquí el triángulo entre Connie, Paul y Edward. Connie empieza a buscar cualquier excusa para salir a la ciudad y pasar tiempo con su amante. En una ocasión no logra llegar a casa de Paul, al encontrarse a dos amigas quienes la convencen de tomar café en la esquina opuesta al apartamento de Paul. Ansiosamente le avisa que estaba atrapada en el café de enfrente y sin dudarlo Paul aparece sin conflicto en el café y le da el mensaje implícito de verse en el baño donde terminan teniendo relaciones sexuales a escondidas de todos. Paul aparece en esa escena de manera muy narcisista al no considerar la reacción que podría tener Connie y al querer hacerse notar ante las amigas quienes no dejan de admirar su atractivo físico y lo engrandecen, lo cual hace sentir a Connie dichosa de poder mantener una relación con el chico. En la escena del café, una de las amigas advierte el peligro de un affair (conversación estimulada por la presencia de Paul y por lo atractivo que les resulta el supuesto desconocido) mientras que la otra amiga muestra un deseo intenso de tener una aventura. Connie, en medio, vive un affair sin compartírselo a las amigas. Edward empieza a sospechar de la infidelidad de Connie, quien pone poco esfuerzo en esconder su situación haciendo obvia su adquisición de ropa íntima y zapatos nuevos, visitas diarias a la ciudad, así como su negativa a querer almorzar con él. Edward le comenta que irá a Chicago unos días, oportunidad perfecta para Connie y Paul. En vez de confrontarla directamente, (ya se mencionó anteriormente el poco contacto entre la pareja) Edward contrata a un investigador para que persiga a Connie, formando un nuevo triángulo entre Edward, Connie y el investigador. La ausencia de Edward provoca mayor intensidad en la relación entre Connie y Paul al punto en el que Connie o “Constance” deja la rutina a un lado olvidándose incluso de Charlie a quien deja esperando en el colegio. La ansiedad del hijo se hace evidente a este punto de la trama. En un momento de poca cordura, Connie decide llegar a visitar a Paul en un horario fuera de la rutina ya establecida entre ellos y lo encuentra con una “amiga” y procede a confrontarlo con golpes. Finalmente cede ante Paul y a una relación sexual. Nuevamente se ve cómo al externalizar su conflicto golpeándolo y siendo agresiva (que Paul parece permitir y ser un canal de expresión de amor y odio) accede a su deseo. En esta escena también cae en ella la fantasía de ser la única mujer en la intimidad de Paul. En esta escena observamos la triangulación entre Connie, Paul y la amiga de él. Cuando el investigador privado confirma el affair, Edward toma una acción confusa: visita 39

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En cartelera a Paul y queda poco claro su propósito. Se entromete en el edificio y toca la puerta de Paul quien parece no entender quién lo visita cuando Edward le da su nombre y apellido, lo cual también refleja el poco interés de Paul hacia la vida personal de Connie. Paul le pide entrar al apartamento y aquí vemos un paralelismo entre la acción inicial de Connie y la de Paul, ambos entran directamente a la intimidad de Paul. Edward entra y hace un recorrido similar al que inicialmente hizo Connie en su primer encuentro con Paul y aparentemente trata de entender qué es lo que sucede entre su esposa y el amante. Paul responde sin mayor preocupación e incluso le ofrece algo de tomar, algo que pueda mediar entre ellos (como fueron los libros con Connie) para bajarle la angustia a Edward. Sin embargo, en esta ocasión Paul inconscientemente falla en su decisión de ofrecerle vodka. Dialogan sobre Connie y es evidente la diferencia entre el tono de voz y la apariencia de ambos. Paul se encuentra sin camisa con un saco encima y Edward se encuentra abrigado. Finalmente Edward descubre un regalo que él mismo le hizo a Connie y que ella se lo regaló a Paul (una bola de cristal). Esto lo enferma y en la mezcla entre emociones fuertes y los dos vasos de vodka, Edward termina golpeando a Paul con la bola de cristal que le había regalado llevándolo a su muerte. La angustia empieza a controlar a Edward más que el enojo hasta que escucha un mensaje de voz de Connie para Paul diciendo que era mejor terminar la relación por el daño y mentiras hacia ella y su familia. Esto le devuelve un poco de enojo para seguir su plan: envolverlo en una alfombra y llevarlo a un basurero. Finalmente la policía parece querer una respuesta sospechando de Connie y de Edward (por el número de teléfono de Connie en casa de Paul). Aparece la ley persiguiéndolos

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y sospechamos que de otra manera no se hubiera confrontado el acto ya que se evidencia a lo largo del film la poca autoridad y ley que ejerce Edward en su hogar; y aquí se lanza la pregunta: ¿quién de los dos es más culpable? ¿quién de los tres muestra un mayor nivel de locura? La personalidad narcisista, con poca estructura de Paul apunta al mayor nivel de “locura”. Sin embargo Edward termina cometiendo un asesinato y Connie quien lucha contra sus instintos cede a una relación extra marital volviendo al espectador cómplice de su acto. Al principio Paul, entonces, se presenta como el más narcisista, perverso; Edward como el obsesivo compulsivo y Connie como la histérica. Sin embargo vemos un poco de rasgos narcisistas, obsesivos e histéricos en todos los personajes. Edward actúa muy perversamente al final del film, bastante narcisista quitándole la vida a otro, y Connie aparece muy perversa exenta de culpa cuando percibe un crimen mayor. La histeria de Paul es representada por su presencia a pesar de su ausencia: hace pensar a sus amantes que son las únicas y por lo tanto él se convierte en lo “único que piensan” ellas, como lo dijo Connie en una escena. Paul se convierte en inalcanzable a pesar que ese es el rol de Connie por ser la que está casada. Finalmente Paul, el más grandioso, el que aparentemente está en control de la situación, el que domina el matrimonio de los Sumner, el más narcisista, resulta siendo el más débil: el que más rápido cayó y murió, lo cual refleja la debilidad que está detrás del narcisismo y de la necesidad de ser el único; el que es visto por todas las mujeres cayó y se hundió como Narciso. A Paul lo querían los dos: Connie se adueñó de la esencia de Paul introduciéndolo en su vida y en su hogar, como lo hace en la escena que escucha la música que Paul le enseñó en la tina de baño que luego comparte con Edward. Edward quiere entender qué es lo que tiene Paul que atrae tanto a Connie y lo mata adueñándose también de él así como en Totem y Tabú donde Freud describe la concordancia entre la psicología del 41

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En cartelera salvaje y la psicología del neurótico, y establece la prohibición en la matanza del animal totémico que metafóricamente podría representar Paul quien su muerte es lamentada de manera temerosa por posibles represalias para luego vivir un festejo jubiloso donde se liberan las pulsiones entre Edward y Connie. Paul pasa a convertirse en un Tabú. Paul tiene que morir desde lo real para regularlos desde lo simbólico en la complicidad que empieza a compartir la pareja. Se forma un nuevo triángulo al final de la película: Edward, Connie y la ansiedad entre ambos. La ansiedad introduce en casa el fuerte movimiento del viento escenificado al inicio como algo que ocurría únicamente externo al hogar. Se introduce el movimiento, el ventarrón de la ansiedad en casa y la película nos deja pensando, ¿será la complicidad entre ambos suficiente para que no ocurra un evento similar?, ¿qué hubiera pasado si él se entragara?, ¿habría aumentado el nivel de culpa de Connie, quien al final pareciera sentirse aliviada por lo insignificante que se percibe su crimen en comparación al de Edward? Pareciera, a lo largo de la película, que los triángulos inconscientemente equilibran las relaciones duales previniendo algo, y si eso es cierto, ¿qué tipo de situaciones triangulares son entonces más sanas previniendo situaciones fatales como las de esta trama? Documento escrito por Claudia Melville, quien fungió como directora de la actividad, en base a la discusión generada durante el foro.

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En el taller

Te invitamos a participar en los siguientes eventos académicos: "Consensos Psicoanalíticos: La paternidad" Presencial impartido por Revista Lúdica en Sophos, Fontabella Guatemala, Guatemala fecha pendiente contacto: info@revistaludica.com * cupo limitado "Clínica de las patologías psicosomáticas" Presencial impartido por Juan Genaro Sede Instituto de Psicología de Santa Fe, Santa Fe, Argentina 12 de julio contacto: info@ipdesa.org, www.ipdesa.org "Escenarios de la culpa" Presencial impartido por Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) Sede APA, Buenos Aires, Argentina 15 de julio contacto: info@apa.org.ar "IPA­FEPAL en APA" Presencial impartido por APA, IPA, FEPAL. Sede APA, Buenos Aires, Argentina 15 de julio contacto: info@apa.org.ar "7th International Conference on the work of Frances Tustin" Presencial impartido Asociación Psicoanalítica 43

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Internacional Boston, USA 24 a 27 de julio contacto: www.francestustin­boston.com "Oscilaciones en tiempo de crisis" Presencial impartido por Elsa Paz Frola Asociación Psicoanalítica Mexicana 29 de julio, último martes de cada mes México DF, México contacto: administracion@apm.org.mx "Sexualidad: tiempo de límites y excesos" Presencial impartido por Gladys Franco, Laura Verissimo y ana María Rumi Sede Asociación Psicoanalítica de Uruguay (APU), Montevideo, Uruguay 1 de agosto contacto: www.apuruguay.org "Cine Foro 'La Caza'. A propósito de la sexualidad infantil" Presencial impartido por Guilherme Alencar Pinto, Laura Verissimo de Posadas, Silvana Gómez Sede APU, Montevideo, Uruguay 8 de agosto contacto: www.apuruguay.org "Parentalidades y género, su incidencia en la subjetividad" Presencial impartido COWAP Buenos Aires, Argentina


En el taller 1 y 2 de septiembre contacto: administracion@apm.org.mx "Sexualidad: tiempo de límites y excesos" Presencial impartido por Gladys Franco, Laura Verissimo y ana María Rumi Sede Asociación Psicoanalítica de Uruguay (APU), Montevideo, Uruguay 1 de agosto contacto: www.apuruguay.org "Arte y psicoanálisis" Presencial impartido por Pablo Santander, Rodrigo Rojas, Nicole Ropert, Alfonso Pola Asociación Psicoanalítica Chilena Santiago, Chile 1 de agosto a 12 de septiembre viernes contacto: www.apch.cl "Límites y continentes psíquicos: ¿cómo se constituye un adentro?" Presencial impartido por Asociación Psicoanalítica Chilena Santiago, Chile 23 de agosto a 22 de noviembre sábados contacto: www.apch.cl "PCCA: European victims and perpetrators now and then" Presencial impartido Asociación Psicoanalítica Internacional Kliczkow Castle, Poland 27 de agosto a 1 de septiembre contacto: www.p­cca.org "Matte Blanco International Congress: The unconscious Power of Analogy" Presencial

impartido por Asociación Psicoanalítica Internacional Paris, Francia 29 a 31 de agosto contacto: www.matteblanco.net "Algunos desarrollos en el campo del psicoanálisis" Presencial impartido por Asociación Psicoanalítica Chilena Santiago, Chile 30 de agosto a 13 de diciembre sábados contacto: www.apch.cl "Postgrado: Una formación singularizada para un psicoanálisis renovado. Una formación singularizada para el Siglo XXI" Virtual impartido por Marisa y Ricardo Rodulfo 1 de septiembre contacto: myrrodulfos@arnet.com.ar "30 congreso latinoamericano de psicoanálisis. Realidades y ficciones" Presencial impartido por FEPAL en Hotel Sheraton ­ Retiro Buenos Aires, Argentina 3 a 6 de septiembre contacto: www.congreso2014.fepal.org "Encuentro de Didactas: Reflexiones supervisión de la supervisión" Presencial impartido Asociación Psicoanalítica Colombiana Colombia 15 de septiembre contacto: apc@asociacionpsicoanaliticacolombiana .org.co

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En el taller

La ULAPSI tiene por fin el desarrollo de la Psicología, como ciencia y profesión, para que esta se constituya como un instrumento de transformación de las condiciones de vida en los países de América Latina. En este sentido, el compromiso de la Psicología con las urgencias y necesidades de la mayoría de la población en estos países es su meta principal. Para esto, ULAPSI incentiva intercambios entre las diversas entidades que se filian a ella; promueve intercambio científico entre psicólogos e investigadores, difunde y promueve normas éticas e incentivas y orienta una formación en Psicología que pueda resultar en ejercicios profesionales calificados y comprometidos con la construcción de condiciones dignas de vida para los pueblos de América Latina. Este año el Congreso de dicha Organización tuvo como sede la Antigua Guatemala, con una participación de 700 asistentes de 17 países. Se presentaron durante 3 jornadas completas, 290 trabajos. De los cuales incluimos aquellos con temática psicoanalítica en la presente edición.

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En el taller

Revista Lúdica se siente muy satisfecha con su participación, siendo como institución la encargada de las actividades culturales y del voluntariado. Las actividades culturales representaron la riqueza cultural del país, contando con la participación de música prehispánica, colonial, representaciones teatrales de Leyendas de Guatemala y la infaltable marimba. Como organizadora del voluntariado, Revista Lúdica quisiera hacer una mención especial a quienes participaron. La gran mayoría alumnos de distintas universidades del país, los jóvenes se hicieron cargo de logística, transporte, inscripciones, atención a distintas necesidades, etc. Con una dedicación incansable, en jornadas de 12 y hasta 14 horas, los jóvenes demostraron un compromiso al trabajo bien hecho que era verdaderamente inspirador presenciar. Fue en la dedicación de los voluntarios en la que Revista Lúdica se identifica, aprovechando estas líneas para honrar su participación y extender nuestro más profundo agradecimiento. Claudia Castro Co­fundadora y miembro del Consejo Editorial de Revista Lúdica, 2014

El Consejo Editorial de Revista Lúdica quiere hacer una mención especial y agradecer a Claudia Castro, por representar a Revista Lúdica en dicha actividad y llevar a cabo la tarea de manera exitosa. L ÚD I C A 46 Lúdica, julio 2014, pg. 46


Sobre autores Beverly Contreras Yes Psicóloga clínica. Tesorera de la Asociación Guatemalteca de Psicología –AGP­, período 2014­2016. Investigadora independiente. belus26@hotmail.com

Claudia Melville Licenciada en Psicología Clínica (UFM). Maestría en Psicoanálisis del Boston Graduate School of Psychoanalysis. Cofundadora de "Revista Lúdica". Catedrática titular de los cursos Psicología del Desarrollo, Psicopatología y Técnicas de Psicoterapia en UFM. Supervisora de casos clínicos en Clínica Viktor Frankl UFM. Experiencia clínica abarca varios programas hospitalarios en la ciudad de Boston y actualmente se dedica a la práctica privada en Guatemala. Ha publicado en las Revistas Psicología y Vida y Espacio Potencial.

María Cristina Ortega Martínez Doctora en psicología y educación, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro, México. Miembro de la Cátedra de Psicología del Consorcio de Universidades Méxicanas. Articulista y conferencista internacional de diversas asociaciones latinoamericanas. crisa_ortega@hotmail.com

Hugo Pedroza Falcón Doctor en psicología y educación, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro, México. Miembro de la Cátedra de Psicología del Consorcio de Universidades Méxicanas. Articulista y conferencista internacional de diversas asociaciones latinoamericanas. hugopedrozafalcon@hotmail.com

Graciela Mónica Peker Licenciada en Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Especialista en Violencia Familiar­UBA. Profesora Titular de la Cátedra I­ Mód II de Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Psicológico. Dictado de cursos de Posgrado UBA. Investigadora categorizada por UBACyT y autora de publicaciones en revistas y libros de carácter científico. Miembro de la Comisión de publicaciones de AAPRO gracielapek@yahoo.com

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Sobre autores

Nora Graciela Rosenfeld Licenciada en Psicologia egresada de la Universidad de Buenos Aires. Profesora Adjunta de la cátedra de Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Psicológico Módulo II de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Disertaciones en congresos y jornadas nacionales e internacionales: 44. Publicaciones con referato: 24. Miembro del Comité Científico de Congresos nacionales e internacionales: 6. rosenfeldnora@gmail.com

José Manuel Rubio Rubio Maestro en psicología y educación, profesor de la Universidad Autónoma de Querétaro, México. Articulista y conferencista Internacional de diversas asociaciones latinoamericanas. jmrr28@hotmail.com

Leslie Sechel Vela Psicólogo clínico. Presidente de la Asociación Guatemalteca de Psicología –AGP­, período 2014­2016. Director del Centro de Estudios Junguianos de Psicología Analítica en Guatemala. vonsechel@yahoo.comr

Liza M. Zachrisson Licenciada en Psicología Clínica magna cum laude de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) en Guatemala. Co­fundadora y miembro del Consejo Editorial de Revista Lúdica. Postgrado en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud (SEMPP) y de la Universidad de San Jorge (Zaragoza, España). Docente titular de la cátedra Psicología de la Familia (Universidad Rafael Landívar­URL­), Psicología Médica (UFM) y del curso de especialización Clínica Psicosomática (URL). Supervisora de casos clínicos en la Clínica Viktor Frankl (UFM). Se desempeña en práctica privada en Guatemala. lzachrisson@ufm.edu

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