Plan Bolonia y Economia Alternativa

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BOLONIA "Bolonia" no es sólo esa asignatura en la que no tendremos que hacer examen a final de curso. Aunque prácticamente esa es la única información que nos llega, "Bolonia" es muchísimo más. El llamado Proceso de Bolonia es el intento de la Unión Europea por crear un sistema de educación superior homogéneo en los países pertenecientes a dicha Unión. El proceso comienza con las Declaraciones de la Sorbona en 1998 y de Bolonia en 1999 con la intención de "fomentar la movilidad y la empleabilidad de los ciudadanos y el desarrollo global de nuestro continente". Y en la actualidad se concreta en toda una serie de grandes cambios en el funcionamiento de la universidad que se quieren poner en marcha antes de 2010. Pero, ¿en qué consisten exactamente esos cambios? ¿qué consecuencias pueden traer consigo para los y las estudiantes?

ESTRUCTURA DE LOS ESTUDIOS El primer gran cambio se va a producir en la estructura de las carreras y los doctorados. Los nuevos estudios se dividirán en dos ciclos. El primer ciclo, o de Grado, y el segundo ciclo, o Posgrado. Éste último se dividirá a su vez en Master y Doctorado. GRADO: A través del Real Decreto 55/2005, el gobierno establece la estructura de los estudios universitarios oficiales de Grado. Para ello se establecen unas directrices generales comunes para todos los títulos y unas directrices generales propias de cada título. Todos los títulos tendrán la misma duración, sin haberse establecido si será de 3 o 4 cursos (180 o 240 créditos). Están orientados a crear carreras cortas y generalistas que formen en competencias profesionales dejando a un lado la formación científica y humana, con la intención de convertir los centros universitarios en centros de formación profesional. "Las directrices generales propias [...] se orientarán a la adquisición de una cualificación profesional con significación en al ámbito laboral, que [...] posibilite el acceso al ejercicio de actividades profesionales de un determinado ámbito". Cada año académico tendrá 60 créditos ECTS. Estos créditos equivalen a 25 horas de trabajo del alumno, incluyendo horas lectivas y horas de trabajo dedicadas fuera de clase. Esto son 1500 horas al año, cantidad similar a la media de horas trabajadas anualmente por empleado en la UE, pero con menos semanas, lo que implicará una dedicación total a los estudios (más de una jornada laboral normal) que imposibilitará a muchos alumnos realizar sus estudios si no se acompaña con un modelo de financiación y becas adecuado (mucha gente trabaja durante la carrera, y si tenemos que dedicar todo nuestro tiempo a los estudios…) Además determinadas carreras han sido "atacadas" (o lo han intentado), casualmente aquellas cuyos futuros licenciados no "sirven" como mano de obra para las empresas (véase humanidades, filologías, filosofía, historia del arte...). Esto hace reforzar aún más la intención de este proceso. Este nuevo título no sólo conlleva, por tanto, una formación más profesional que científica, sino también una degradación del título de Licenciado, ya que pasaríamos de los 5 cursos actuales a 4 o incluso 3 cursos, lo que más que previsiblemente empeora la posición laboral de los titulados universitarios. Esta situación puede hacer casi imprescindible para acceder en una situación menos mala al mercado de trabajo la continuación de los estudios de Grado con los de Posgrado, lo cual, como vamos a intentar ver, no sabemos si va a ser posible para todo el mundo. POSGRADO: Si los Títulos de Grado buscan una formación generalista que dé un acceso directo (aunque en peores condiciones que con una Licenciatura) al mercado de trabajo, los Títulos de Posgrado (en especial los de Master) buscarían una formación especializada dirigida a trabajos de mayor cualificación y capacitación técnica. Para ello los posgrados se van a estructurar en dos ciclos que darán lugar a sus correspondientes títulos: el de Master y el de Doctor. El primero, con un mínimo de 60 créditos y un máximo de 120 (1 ó 2 años), dedicado a la formación "de carácter especializado o multidisciplinar, dirigida a una especialización académica o profesional". El segundo, consistente en la realización de una tesis doctoral, dedicado a la "formación avanzada del doctorado en técnicas de investigación". El problema de esta nueva estructuración de los estudios universitarios de 2º ciclo se va a encontrar en la relación entre el acceso y la financiación de los mismos: Si bien el único requisito formal para acceder a ellos va a ser estar en posesión del Título de Grado, la universidad o el departamento correspondiente impondrá sus propios criterios de selección. Hay que tener


en cuenta que los Master no van a tener nada que ver con las actuales especializaciones de nuestras carreras y que no está nada claro (más bien al contrario) que vaya a haber tantas plazas en los posgrados como estudiantes que salgan con su Título de Grado. Con respecto a la otra cuestión, a pesar de que, como suele ocurrir, no hay una propuesta clara sobre la financiación de los estudios de posgrado, nos podemos guiar por las declaraciones del Secretario de Estado de Universidades quien afirma que "los precios públicos de los posgrados serán un poco más elevados que los de los créditos de las enseñanzas de grado" y que "en adelante, habrá que pensar en nuevas formas de financiación" (El Mundo, 18 de octubre de 2005). Si a esto añadimos que en el Real Decreto sobre los estudios de Posgrado se afirma directamente que la universidad "podrá establecer acuerdos de colaboración con otras instituciones u organismos públicos y privados, así como con empresas o industrias", entonces la puerta a la entrada de la financiación privada (y, por tanto, el control) de los posgrados por las empresas queda abierta. Por tanto, no es sólo que se corra el riesgo de que la investigación científica pueda pasar a estar guiada por criterios empresariales con el problema de la desaparición no sólo de su imparcialidad sino también de todas aquellas investigaciones no rentables económicamente pero sí relevantes socialmente. Sino que, además, con ese modelo de financiación se puede crear una situación en la que a unos posgrados que asegurarían la cualificación para conseguir mejores puestos de trabajo sólo podrían acceder una mínima parte de los estudiantes.

METODOLOGÍA DOCENTE El segundo gran cambio que trae consigo el Proceso de Bolonia es la conocida variación de la metodología docente. De hecho, el proceso de Convergencia de planes de estudios a nivel europeo tiene actualmente un representante en las facultades en forma de asignaturas piloto. Este tipo de asignaturas son materias que se encuentran ya en los planes de estudios vigentes, pero impartidas según las directrices marcadas por Bolonia. A priori nos encontramos con clases de asistencia obligatoria, en las que se encargan tareas diarias, con una evaluación continua y en las que se usa mucho el ordenador, cosas que, depende de quien las mire, pueden no estar mal. Pero ¿qué hay detrás de esto? ¿cómo será esta metodología con los planes de estudios venideros? Profundizando más, y yéndonos a la estructura de las nuevas asignaturas, vemos como se ha optado por seguir claramente un desarrollo de las habilidades, dejando de lado la adquisición de conocimientos (que para eso esta Internet). Estas habilidades por desarrollar o adquirir se pueden resumir en: capacidad de aprender, capacidad de resolver problemas, capacidad de manejar la información y capacidad de trabajar en grupo. Dentro de otras menos importantes están el conocimiento de idiomas, la compresión de otras culturas,... Este desplazamiento que traslada el centro de la metodología docente desde la adquisición de conocimientos, al aprender a aprender, se fundamenta en que la demanda de la sociedad está en constante cambio, y por ello la definición de lo que es conocimiento también, por lo que hay que saber adecuarse constantemente a las necesidades de la "sociedad". Así puesto puede quedar un poco obscuro y confuso, pero si entramos en cómo se han determinado esas habilidades que los graduados del futuro tienen que poseer arrojamos luz al asunto. Estas habilidades se han determinado por una serie de cuestionarios distribuidos a una muestra de graduados de entre los 150 que se incorporaron más rápido al mercado laboral, un conjunto de las empresas más apetecibles para trabajar marcadas por las universidades y 15 académicos de cada universidad. Ahora está mucho más claro, y podemos sustituir lo que antes se decía de la "demanda de la sociedad", por la "demanda de las empresas", que para eso han hecho estos cuestionarios pidiendo lo que le pedirían a cualquier candidato a precario que fuese a ofrecerles su trabajo. Por tanto la nueva metodología docente, lo que pretende es formar mano de obra destinada a los puestos medios, que no cree tensiones dentro de la empresa, y que absorba todo lo que dentro de la misma se le imponga. La verdad es que si pretendían mejorar el nivel de los ciclos formativos lo han hecho bien, pero si pretendían alcanzar otras metas más allá de esto, se están confundiendo. Mención a parte tiene el papel del profesorado en esta metodología venidera, que relega su papel de conocedor profundo de la materia que imparte (o por lo menos en teoría), al de simple guía en el proceso de adquirir las habilidades, o como se dice, un compañero de estudios más. La verdad es que para alcanzar las metas propuestas no se necesita más.


Por tanto, pasaremos de tener profesores universitarios, con una serie grande de conocimientos que intentaban verter en sus clases, a un grupo de animadores (con todo nuestro respeto a los animadores), expertos en hacer dinámicas de grupo y otras actividades anejas, para que podamos adquirir nuestras habilidades, o como dijo un profesor de la facultad: "yo no pretendo que sepáis mi asignatura, espero que aprendáis Word, Excel, PowerPoint,..". Eso sí, suponemos que estos planes de estudios así como los profesores, estarán supervisados por las empresas para ir actualizando los criterios de búsqueda de las mismas, porque anda que si pretendemos hacerles trabajadores a la medida y luego no los quieren.....

PLANES DE ESTUDIO No deja de estar relacionado con la metodología docente el último gran cambio que acarreará la Convergencia Europea: la renovación de los planes de estudio de las carreras. Para ello, desde el gobierno saldrá un Decreto de Troncalidad para cada título (que determinará el contenido de entre el 50% y el 75% de los créditos totales) dejando a la Universidad el establecimiento del resto de asignaturas. En el caso de Economía y Empresa, fuera de la troncalidad queda el 33'3%, un margen pequeño que reduce los itinerarios, la autonomía y la capacidad de la Universidad de dar la educación que considere necesaria. Antes, en todo caso, el gobierno, para elaborar la troncalidad, contará con la opinión de "expertos", empresas y, en el caso de Economía y Empresa, con la propuesta que ha elaborado la Confederación de Decanos de Económicas y Empresariales. Esa propuesta, que es el boceto de los nuevos planes de estudio para LECO y LADE, está recogida en el llamado “Libro Blanco” que muestra: los bloques que van a formar parte de la troncalidad de los nuevos planes de estudio, las especialidades, postgrados y masters que se piensan promover y los criterios con que se han elegido todos estos cambios. Dentro de la propuestas de los bloques de asignaturas que forman el nuevo plan no se asumen ni la formación en idiomas ni el aprendizaje de destrezas informáticas (se pretende externalizar costes y que sea el propio alumno el que se encargue de ello). Además, se recomienda una reducción de la oferta (previsiblemente por su falta de rentabilidad) de de títulos de posgrado en relación a la actual. Todos estos cambios han sido ideados de acuerdo con un estudio previo del mercado laboral y tienen como objeto el adaptar a los estudiantes a la lógica de mercado sin preocuparse por su formación científica. No obstante, en el Libro Blanco se afirma que “el objetivo central del título de grado en Economía es formar profesionales capaces de desempeñar labores de gestión, asesoramiento y evaluación en los asuntos económicos en general” y que “el objetivo central del título de grado en Empresa es formar profesionales capaces de desempeñar labores de gestión, asesoramiento y evaluación en las organizaciones productivas”

CONCLUSIÓN: BOLONIA Y LA FUNCIÓN DE LA UNIVERSIDAD Al inicio de este texto decíamos que lo que se busca con todo este proceso es "fomentar la movilidad y la empleabilidad de los ciudadanos y el desarrollo global de nuestro continente". En principio, estos objetivos no tendrían porqué parecernos negativos. Parece sensato pensar que si pertenecemos a la Unión Europea tengamos facilidades para estudiar o trabajar en cualquier país perteneciente a ésta. Todos los estudiantes, algún día, tendremos que acceder al mercado laboral y pugnar por un puesto que nos proporcione un salario con el cual podamos acceder al resto de mercados para comprar en ellos, si nuestro salario nos lo permite, los bienes y servicios que creamos necesarios para vivir. La discusión llega cuando se empieza a investigar un poco en profundidad el tema y se relaciona con otras iniciativas llevadas a cabo por la Unión Europea en los últimos tiempos. Nos damos cuenta entonces, de que el objetivo principal de este Espacio Europeo de Educación Superior (E.E.E.S) es el de "facilitar la empleabilidad" de los ciudadanos. El desempleo es uno de los mayores problemas al que se enfrentan los ciudadanos y los gobiernos de los Estados miembros de la Unión. Para resolverlo, los decisores públicos, tratan el problema como si de un fallo de mercado se tratase. Por un lado, intentan flexibilizar el mercado laboral abaratando los costes de despido y contratación para las empresas, confiando en que en las etapas de crecimiento económico aumenten las contrataciones, y por otro lado, intentan ofrecer a esas mismas empresas que deberán contratar a sus ciudadanos mano de obra útil para su actividad. Es aquí donde entra en juego el E.E.E.S., es la extensión de la lógica del mercado al terreno de la educación.


Los Estados asumen el papel de generar mano de obra útil para las empresas. Esta mano de obra será instruida en las Universidades. Así pues, las personas entrarán en las universidades como estudiantes y deberán salir de ellas convertidas en capital humano. Para conseguir este objetivo, el E.E.E.S prevé un profundo cambio en la estructura de las carreras universitarias, sus planes de estudio y los métodos docentes utilizados en las mismas. Si hacemos un poco de memoria y recordamos la L.O.U., vemos como esa ley es la forma en que en que España trata de hacer tangibles ciertos aspectos de esta reformas. La L.O.U. deja claro cómo las empresas participarán en la elaboración de los planes de estudios y cómo serán decisivas a la hora de decidir la financiación de cada Universidad. (Pues, además de la financiación directa, formarán parte del órgano que elaborará el "ranking" de universidades en función al cual recibirán las dotaciones económicas las distintas universidades). Llegados a este punto en el que vemos cuál es la finalidad última de este Espacio Europeo de Educación Superior, debemos parar y preguntarnos qué implicaciones pueden tener estas medidas. Parece sensato pensar que los Estados deben facilitar a los ciudadanos el acceso a un trabajo gracias al cual puedan vivir dignamente. Pero ¿debe ser la Universidad la institución que asuma ese papel de instrucción de mano de obra? ¿Cuál debe ser la función de la Universidad en la sociedad? Tradicionalmente, se ha pensado que la Universidad debe ser un lugar para la reflexión, para la discusión. Un lugar en el que se desarrolle el espíritu crítico. Un lugar en el que se debería estudiar nuestra cultura, el funcionamiento de nuestras sociedades, y discutir si es el adecuado. Si la Universidad se convierte en un centro de formación profesional cuyo único objetivo sea el de facilitar la reproducción social existente, ¿dónde se tratarán estos temas? ¿Se discutirán cuestiones como si es necesario ese "desarrollo global de nuestro continente", o si el desempleo es un fallo de mercado, en alguna parte? En palabras de José Saramago (Premio Nóbel de Literatura en 1998): "la universidad es la última oportunidad de la sociedad para crear ciudadanos y un buen ciudadano, es el que tiene espíritu crítico, el que tiene responsabilidad." La familia, por el ritmo de vida que nos es impuesto, va perdiendo su función educadora y la escuela primaria y secundaria se convierten en escalones previos para poder acceder a esa instrucción gracias a la cual podremos, en principio, conseguir un trabajo que nos permita vivir. Aun si se consiguiese ese objetivo y desapareciese como consecuencia la Universidad como la institución descrita en el párrafo anterior, o siquiera como aspiración a la misma, ¿dónde formaría la sociedad a sus ciudadanos? ¿O es que no queremos una sociedad compuesta por ciudadanos? ¿Nos conformamos con una sociedad de consumidores y productores? Ya no se podría llamar Sociedad, sería otra cosa pero no una Sociedad.

Economía Alternativa, noviembre de 2005


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