CICLOS Y CAMBIOS / No. 17 Nov - Dic 2010

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DÍSERES

Para que el conocimiento nos lleve al autodescubrimiento

Director general: Rosendo Arróniz Martínez Edición y redacción: Adriana Erandi Irene Guijosa Corrección de estilo y redacción: Sergio Miranda Bonilla Diseño editorial e ilustración: Juan Pablo García Pulido Fotografia y auxiliar de diseño: Daniel Arróniz Rábago Cartón: David Herrerías Guerra Administración: Carlos Arróniz Rábago Relaciones públicas: Miguel Ángel Sánchez A. Pilar Silis García Juan Martín Trujillo López Ventas: Francisco Zepeda Monroy Ciro Nájera Contreras Distribución: Christopher Chávez Comité editorial: Ciro Nájera Contreras, David Herrerías Guerra, David Martínez Mendizábal, German Estrada Laredo, Guillermo González Hernández, Isabel Montes Del Valle, Jorge Olmos Fuentes, Libertad Castro Muñoz, Ma. Teresa González Pacheco, Pablo Campos Macías. Colaboraciones especiales: Francisco Hernández, German Estrada, Landy Adelaida Esquivel, Benito Balam, Jorge Olmos, Luis Mauricio Martínez, David Sánchez, Claudia Robles, Lucía Serra, Anahí Ramírez, Daniela Martínez, Gabriela Nataxa. Acércate a nostros: diseres.posdata@gmail.com Visita nuestra web: WWW.DISERES.COM.MX (477) 7-13-21-76 DÍSERES® es una publicación bimestral, gratuita, de contenido original y genuino. Los artículos, así como la publicidad, son respon­ sabilidad de su autor o de la empresa anun­ciante, según corresponda.Se autoriza la reproducción del Tema Central para beneficio social. El uso no autorizado de los artículos escritos por los colaboradores especiales queda prohibido. Impresa en los Talleres de Gesta Gráfica Impresores: Blvd. Nicaragua 506 Col. Arbide, C.P. 37360. Tel. 7-13-21-76 Nextel 72*793087*2. Tiraje: 5000 ejemplares. León, Gto., México. Agradecemos el apoyo de las siguientes instituciones:

Contenido EDITORIAL ............................................... 5

EL TEMA REALIDAD El camino y sentido de la vida ..........8

DIALÉCTICA Herramientas de autoayuda …...........12 Francisco Hernández Reséndiz, German Estrada Laredo, Landy Adelaida Esquivel Alcocer

LA MANO Caminos de esperanza. En busca de una experiencia humana holística ........….16 Benito Balam

SENDEROS DE REFLEXIÓN El bastión de la firmeza .................….18 Jorge Olmos Fuentes

ILUSTRADO 2010 ..............................................19

JOLGORIO

EL ÚLTIMO TIRÓN Arco de Lectura .............................…23 Luis Mauricio Martínez

ARTICULARTE ¡El FIC más grande que nunca! ..........24

LA PIZARRA .....................................…27




editorial Venga la esperanza, pase por aquí Venga de cuarenta, venga de dos mil Venga la esperanza, de cualquier color: verde, roja o negra, pero con amor Silvio Rodríguez La complejidad de la vida se presenta de diversas maneras, tiene diferentes matices. En ella trans­ curre nuestra historia personal. A veces estamos en sintonía con ella y la hacemos parte de nuestro camino. Otras veces, simplemente, no hayamos un sendero seguro para caminar, no hay brújula, no hay norte. Sin embargo, hay una peculiaridad en ambos ca­ sos: siempre existen los altos, los momentos de pausa que nos sirven para marcar periodos. Les llamamos etapas, ciclos o rachas. En ese sentido, estamos a menos de un mes y medio de finalizar un año más, y es justo en este intervalo cuando la mayoría de nosotros reflexionamos sobre el camino recorrido, dándonos el tiempo de mirar­ nos hacia adentro, de saber por dónde andamos y a dónde queremos ir; en otras palabras, tiempo de revisar nuestra dirección. Mirar el camino andado, hacer un recuento de lo vivido permite evaluarnos interna y exteriormente como personas: como la madre de familia que soy, como el trabajador, como la hija, como el hermano, como la esposa… en fin, revisar nues­ tros diferentes roles sociales, pero principalmente, nuestro ámbito personal. Es por ello que, en esta ocasión, DÍSERES trata como tema central El sentido y camino de la vida. La vida entendida como un todo, en movimiento, con cambios, en donde se abren y cierran ciclos: ciclos personales que nos significan y se entretejen en un contexto social que, de una u otra manera, nos afectan positiva y/o negativamente.

de autoayuda en el camino que emprendemos día con día. En la misma línea, tenemos dos textos que comple­ mentan el tema central. Uno de ellos habla sobre la experiencia humana en una búsqueda holística, donde se pueden abrir espacios o vías que creía­ mos bloqueadas, y el otro, titulado “El bastión de la firmeza”, tiende a la reflexión. La selección de estos textos, tienen la intención de propiciar desde el interior de la persona momen­ tos y espacios donde haya paz y tranquilidad. Donde no esperemos buscar la ma­yor fortaleza afuera, en la aceptación de los otros, sino en el interior y en nuestra auto-aceptación. En este sentido, a nombre de todos los que cola­ boramos en DÍSERES, deseamos que estas fe­ chas que anuncian ya el término de un año y el inicio de uno nuevo estén llenas de amor, alegría y unión; que el próximo 2011 se puedan realizar las metas u objetivos que se propongan. Que haya prosperidad y abundancia, sobre todo en los caminos del autoconocimiento de cada uno de nuestros lectores y amigos. Finalmente, les recordamos que en nuestra página web www.diseres.com pueden encontrar conteni­ dos complementarios a nuestra edición impre­ sa: les invitamos a leernos. Y en enero próximo, estaremos celebrando nuestro 3º aniversario. Nuestros mejores deseos, unidos con un fraternal abrazo.

Y para esto, pensamos en tres temas que nos permiten establecer “un principio de realidad” frente a cualquier circunstancia. Hablaremos con una mirada muy humana de la esperanza, del discernimiento como un aspecto de la espiritu­ alidad y, desde la psicoterapia, de la resiliencia. Son tres elementos que vemos como herramientas

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El Camino y sentido de la vida Díseres*

En el inicio del final: cierre de ciclos Estamos a sólo mes y medio de finalizar este año. Acaba de pasar el Día de Muertos, una de las tradiciones con mayor arraigo en nuestro país, y todo indica que de un momento a otro estaremos en diciembre, cuando celebraremos las festividades propias de la época navideña. Y así, en un abrir y cerrar de ojos, llegaremos a enero de 2011 ini­ ciando otro año.

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Y es justo en esta época, cuando socialmente esta­ mos a punto de cerrar un ciclo para dar inicio a uno más, que nos parece pertinente en DÍSERES invitar a mirar detenidamente el camino andado, observar aquello que nos mantiene de pie día con día y que nos da ilusión y alegría, e incluso desmenuzar, a la luz de la reflexión personal, lo que también nos afecta: corajes, envidias, situaciones familiares com­ plicadas, conflictos en las relaciones laborales y, au­ nado a esto, las diversas circunstancias sociales que

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atraviesa el país y que nos atañen o nos han tocado de una u otra manera. ¿Cómo poder mantener nuestra esencia personal en un contexto social complejo y continuamente desestabilizador? ¿Cómo tener presentes las motiva­ ciones más genuinas que conforman nuestra brújula personal? Al iniciar el año, seguramente la ma­yoría tendremos propósitos a los que dedicaremos tiem­ po y energía. Sería ideal sería que entre éstos incluyéramos algunos que nos ayuden a nues­ tra realización y autoconocimiento.

La persona y su entorno A continuación presentamos algunas pistas para visualizar el panorama social y político de México. Este 2010 ha sido referente de dos celebraciones históricas (las conmemoraciones de la Independen­ cia y la Revolución de México), que poco a poco se disolverán para dar paso a los destapes de candi­ datos presidenciales para la elección de 2012; con seguridad, en 2011 presenciaremos las batallas de los partidos, con todo y sus “padrinos”, por la silla presidencial; lo mismo ocurrirá en Guanajuato con las elecciones para gobernador. En octubre, el INEGI dio a conocer la Encuesta Na­ cional de Ocupación y Empleo, de acuerdo con la cual en junio de 2010 la tasa de desocupación fue de 5.05% de la población económicamente activa (la que está ocupada o busca estarlo), teniendo un ligero descenso comparado con junio del año pasa­ do (5.17%). Entre la población ocupada, 65.6% son trabajadores subordinados y remunerados, 22.9% trabajadores independientes, 6.8% trabajan en un negocio familiar , participando en la produc­ ción pero no necesariamente son remunerados, y 4.7% son patrones o empleadores. Del total de la población, 59.1% tiene 14 años o más y es económi­ camente activa, mientras que 40.9% representa la población que no lo es (amas de casa, jubilados, pensionados, etc.). Por otro lado, los salarios mínimos varían depen­ diendo de 3 zonas geográficas establecidas por la Secretaría de Administración Tributaria: zona A, $57.46; zona B, $55.84; zona C, que es donde Guanajuato se encuentra, $54.47. Esto tiene rela­ ción directa con las cuestiones de educación, em­ pleo, salud, transporte, seguridad, condiciones de vida y servicios básicos.

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El tema de la (in)seguridad, de manera general, es el “pan nuestro de cada día”, sobre todo en la región centro y norte del país, donde la violencia ha aumentado y modificado la vida en algunas ciudades. Este desgarramiento social ha costado la vida a civiles, a estudiantes en sus propias ca­ sas de estudios, a candidatos políticos, alcaldes, perio­distas, policías, soldados y miembros del cri­ men organizado. En mayo de este año, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) dio a conocer que el costo de la inseguridad en México equivale a más del doble de lo que el país gasta en educación en un año. Dato importante para “tantear” el panorama nacional en torno a la seguridad y algunas de sus consecuencias. Respecto a los problemas relacionados con la salud, tenemos unos “de mucho peso”: la obesidad y el so­ brepeso, generadores de otras enfermedades como la diabetes. En septiembre pasado, el economista de salud Franco Sassi, miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, señaló que México desbancó a Estados Uni­ dos del primer lugar en sobrepeso y obesidad, ya que 30% de nuestra población padece obesidad y 70% restante, sobrepeso; las mujeres presentan más sobrepeso (72%) que los hombres (67%). La OCDE también informó que México se encuentra entre los primeros lugares de menores con sobrepeso y obesidad, aún por debajo de Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Italia, Portugal y Nueva Zelanda.

Personas de a pie De manera muy general, éste es el panorama en México, y así nos adentramos al próximo año. Con todo el peso de una realidad que se ha construido por lo menos desde los últimos diez años, y que en alguna medida da pautas de cómo vendrá el futuro. Estas situaciones sociales que nos tocan, ¿cómo nos afectan en el terreno personal? Quizá somos padres de familia cubriendo dos turnos de trabajo para ganar un poquito más de dinero, y en consecuencia pasamos menos tiempo con los hi­ jos; o estudiantes que empezamos a trabajar para hacer frente a los gastos y aportar algo en casa; profesionistas que preferimos trabajar de manera independiente sin sujetarnos a un patrón y horario; egresados de diferentes carreras trabajando en un call center porque ahí es mejor la paga que traba­ jando para lo que estudiamos; mujeres y hombres

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preocupados por seguir un estilo de vida impuesto por los medios masivos de comunicación: ser exito­ sos, tener un buen cuerpo que sirva como atractivo físico, exponiéndose a graves situaciones de salud, tener o vivir experiencias que nos den cierto status y que nos permitan la entrada a grupos sociales y de poder. Y frente a este somero esbozo de situaciones y reali­ dades, ¿para dónde vamos? Finalmente, podemos experimentar esta realidad con mayor o menor com­ plejidad, pero ¿somos capaces de vernos como per­ sonas, como seres que también tienen necesidades de otro tipo de atenciones: personales, espirituales e incluso afectivas? Y si somos conscientes de esas necesidades, ¿qué tanto nos procuramos a nosotros mismos? ¿Qué mecanismo manejamos consciente e inconscientemente para mantenernos de pie día con día, a pesar del ambiente que nos rodea? El escritor y psicoterapeuta argentino Jorge Bucay, en la charla que dio en octubre en León, señaló la importancia de aprender a valorar aquellos as­ pectos que para cada persona son importantes, aquellas cosas que desde siempre hemos desarro­ llado y que, por lo tanto, tienen un valor, por ejem­ plo: el tiempo que dedicamos a los hijos, el tiempo que destinamos a nuestra pareja, la comunicación con nuestros padres, las amistades o los espacios personales que nos damos. En este mismo sentido, Bucay hablaba sobre la ca­ pacidad de aprender a aprender. Ya muchos siglos atrás, Sócrates decía que aprender a aprender era permitir volver a llenar el vaso con un conocimiento nuevo. Jorge Bucay se refería a aprender a apren­ der de aquellas personas con quienes convivimos y que forman parte de nuestra vida cotidiana: ami­ gos, compañeros de trabajo, alumnos, pacientes, hijos, abuelos. Sería interesante hacer el ejercicio personal de darnos un tiempecito para reconocer y ubicar aquellas personas que nos han marcado profundamente en nuestra vida, aquellas que en al­ gún momento de nuestro camino nos aportaron y a partir de quienes hemos conseguido ser mejores. Podríamos agradecer profundamente su presencia en nuestro andar y lo que recibimos de ellas; al ha­ cerlo, seguramente tendremos mayor consciencia de esos regalos y nos sentiremos llenos de lo que recibimos tiempo atrás.

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“El sentido de la vida” texto que Bucay escribió en la revista Mente Sana en su número 34, señala que la existencia de la persona es la conformación de su ser, pero además es un ser para, que se define a través de un motivo o propósito, que conlleva una búsqueda del sentido de su vida, el cual es un pro­ ceso personal que se puede dar en diferentes eta­ pas de nuestra historia, enmarcado por contextos específicos como la pérdida de un ser querido, el inicio de una relación, la elección de una carrera, el nacimiento de un hijo o nieto, el tener un nuevo tra­ bajo, el cambiar de lugar de residencia, etcétera. Añade que las personas tenemos la capacidad de elección a cada instante, y que ésta lleva siempre una carga de responsabilidad que, a final de cuen­ tas, hace la suma de nuestro camino recorrido o del destino elegido. Así, Bucay afirma que “el ser humano es aquí y ahora, pero desde ese presente tiene siempre una intencionalidad que lo conecta por la vía de su escala de valores con un rumbo, que es lo que llamamos el sentido de su vida”. Víctor Frankl escribió que “si uno no es capaz de darle un sentido a su vida, terminará viviendo una vida sin sentido”. Entonces, si nos damos el tiempo para pensar y meditar un poco hacia dónde que­ remos que se dirija nuestra vida y qué elementos personales queremos que nos acompañen en este recorrido, el camino no será más fácil pero sí po­ dremos estar mejor preparados para afrontar las situaciones que se presenten, sabremos con qué ele­ mentos contamos y cuáles nos hace falta trabajar para fortalecerlos.

“El camino se hace al andar” Quizá en este cierre e inicio de año algunas perso­ nas no necesiten plantear un sentido de vida porque ya lo tienen ubicado, pero siempre es bueno darnos el tiempo para reubicar algunas piezas que nos per­ mitan no perderlo. En su charla, Bucay hacía hin­ capié en reconocer que cada persona debe darse cuenta “que es y tiene la mejor persona que puede ser”, sólo hay que dejarla ser para que la esen­ cia personal empiece a brillar. El autor argentino añadió una reflexión del místico hindú Osho: “No es que tengas que convertirte en alguien, únicamente tienes que reconocerlo, tienes que volver a tu pro­ pia fuente, tienes que mirar dentro de ti mismo”.

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El cierre de ciclo, entonces, también per­ mite sincronizar deseos con metas y obje­ tivos. Quizá en algunos ámbitos sea necesario pedirnos un poquito más, lo cual implicará un reto y esfuerzo mayor para conseguir lo que deseamos. La invitación que hacemos en DÍSERES es que esas metas u objetivos que nos planteemos siempre vayan de la mano con los principios e ideales per­ sonales que cada uno tiene y que se han ido cons­ truyendo a lo largo de la historia personal. Que busquemos y pongamos todo nuestro empeño en luchar por lo que realmente nos ayude a ser me­ jores personas y a construir una vida más feliz, más plena, más congruente, donde nuestro crecimiento personal sea testigo de la grandeza de nuestro espíritu y que, en esa medida, nuestros actos trasciendan en nuestra vida y en la de los demás, dejando semillas de amor y generosidad. Alguna vez un querido amigo compartió la si­ guiente frase del escritor francés Anatole France: “Nunca se da tanto como cuando se dan esperan­ zas”. Si estos actos personales no los separamos de la realidad social de la que formamos parte y tam­ bién los cosechamos ahí, estamos seguros de que esos actos darán cosecha profunda de un mejor entorno, capaz también de aportar ilusión, amor y confianza a quienes están a nuestro alrededor. *Redacción. Referencias: • Bucay, Jorge. “El rumbo de la vida”. En Revista Mente Sana, número 34. • Osho. Saludo al Buda que hay en ti. • http://www.eluniversal.com.mx/. primera/35586html • http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/pren sa/comunicados/ocupbol.asp • http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/07/23/bajatasa-de-desempleo-en-mexico-a-5-05-en-junio-inegi •http://www.jornada.unam.mx/2010/05/10/index.php?sect ion=economia&article=022n1eco •http://www.sat.gob.mx/sitio_internet/asis tencia_contribuyente/informacion_frecuente/ salarios_minimos/ • Plática-conferencia de Jorge Bucay en León, 6 de octubre de 2010. Librería “Efraín Huerta” del Fondo de Cultura Económica.

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Herramientas de autoayuda Las alas de la esperanza

Fr. Francisco Hernández Reséndiz, O.P.1 En 1987, el director alemán Wim Wenders realizó una enigmática y lúcida película en la que el tema era la comparación entre la vida eterna de los án­ geles y el acontecer humano cargado de sentimien­ tos y decisiones con un claro efecto sobre la vida cotidiana. Las alas del deseo, título del filme de Wenders, desarrolló genialmente el tema de la libertad con la que construimos nuestra histo­ ria los seres humanos. En ese sentido, el ángel protagonista de la película renuncia al destino de­ terminista de su eternidad para apostar por la ex­ periencia bondadosa de construir en cada instante su existencia como humano. ¿Qué hubiera sucedido si ese intrépido ángel hu­ biese descendido de su pureza celestial no a la sociedad berlinesa de 1987, sino a la contamina­ da vida mexicana del 2010, plagada de fraudes, de una escandalosa y putrefacta red de partidos políticos, de cambio cultural que no terminamos de asimilar en las familias y en las sociedades, de la inestabilidad económica en las que nos movemos todas las semanas, de las amenazas sociales del crimen organizado y del narcotráfico? La respuesta más cercana es que el ángel hubiera renunciado a quedarse en nuestra historia humana de inmediato para retornar a su mundo de lo puro y bueno sin miramientos. Tal vez esa es la tentación de muchos mexicanos, que ante la ola de inesta­ bilidad en todos los aspectos de la vida en la que nos encontramos, queremos renunciar a nuestro México para irnos al extranjero o buscar un cielo mejor, como el de los ángeles, en algún lugar de no sé dónde. Las claves de la historia en el desen­ lace de Las alas del deseo son más audaces y pre­ sentan a un ángel valiente y demasiado humano, que se queda entre nosotros para probar no sólo los sentimientos, sino la misma mugre que surge de la fragilidad humana, gracias a la cual cada día se convierte en una aventurada travesía de apren­ dizajes continuos. El fracaso de los milenarismos y de los fundamen­ talismos es que los primeros nos quieren conducir muy pronto a un cielo inmaculado y los segundos nos quieren meter en una cápsula aislante contra todo lo malo. Lo que han olvidado es que éste es

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el único mundo que tenemos y no hay otro, éste es nuestro México y no hay más. Aquí nos tocó vivir y hacer nuestra historia de cada día, mientras va­ mos aprendiendo a convivir y a construir guiados de la memoria y la promesa. En ese aspecto, el filó­ sofo francés Paul Ricoeur propone en Caminos del reconocimiento, su último libro, algunas categorías antropológicas para orientar las relaciones humanas y el crecimiento esperanzador juntos. De entre ellas las que más destacan son las del reconocimiento de sí mismo, la reciprocidad, la memoria-promesa, y el ser humano capaz, entre otras. La memoria mira hacia el pasado y recupera los orígenes que nos dan identidad, la promesa apunta hacia el futuro y nos aclara el objetivo que individual y colectivamente guiará nuestra historia. Memoria y promesa deben pensarse juntas en el presente vivo del reconocimiento personal y comunitario en una dinámica de dialéctica viva entre la identidad y la alteridad. Las claves de un futuro esperanzador ani­ dan la antropología optimista que nos beneficiará en estos tiempos de crisis. Si los ángeles envidian a los humanos es porque nosotros sí podemos hacer cambios en el curso de nuestra historia y dar giros relevantes en lo que hacemos, pensamos y sentimos. En Las alas del deseo, el ángel decidió quedarse entre los humanos porque encontró este mundo más atractivo que el angelical, atorado en la eternidad determinista y sin libertad. Entonces, la pregunta que dejo para la reflexión personal, al acercarse un nuevo año, es: ¿Haremos de este mundo nuestra morada con más calidad de vida, y construiremos un México más esperanzador? ¿O buscaremos un rincón en el cielo o en un escon­ dite en la Tierra al margen de toda la fragilidad humana?

sentimientos y pensamientos, “impulsos interiores” que nos llevan en diferentes direcciones. Al cernir la harina para preparar un pastel estamos separando, dividiendo la harina gruesa de la más fina para que el pastel quede bien (dirección); algo similar pasa con el discernimiento: separamos, cernimos nues­ tros pensamientos y sentimientos provocados por un hecho de nuestra vida cotidiana: una nueva relación de pareja, un nuevo trabajo, el rendimiento laboral o la relación con mis hijos, con el fin de avanzar en determinada dirección (búsqueda de la felicidad). El discernimiento humano, como algunos autores le llaman, es un medio para la búsqueda de la felici­ dad, entendida como autorrealización. Al discernir tratamos de “separar” los impulsos interiores que nos llevan en sentido contrario de lo que queremos y tratamos de reforzar aquellos “impulsos” que van en el sentido que creemos nos hará más felices. El problema de la práctica del discernimiento radica en que frecuentemente no tenemos tiempo y, lo que es peor aún, no sabemos cómo hacerlo. Así, las co­ sas interiores pueden volverse un caos en determi­ nados momentos de la vida, y la toma de decisiones se nos complica y oscurece. Actualmente vivimos un cambio de época, y con ello un cambio de paradigmas. Los criterios que ante­ riormente nos guiaban se relativizan: los valores, la moral, la religión, la percepción de nosotros mis­ mos, de la persona, de la familia, de la sociedad.

Discernir para ser feliz

El materialismo, el consumismo y el hedonismo se levantan como puntos de referencia de todo lo so­ cial. Los cambios son acelerados y, para tratar de no quedarnos atrás, vamos por el conocimiento a través de cursos y posgrados. En otro sentido, pero en la misma dirección de no quedarnos atrás, traba­ jamos el culto al cuerpo, muchas veces presionados por la moda social. Así fortalecemos, de alguna forma, mente y cuerpo, pero, ¿cuándo fortalecemos nuestra vida interior? ¿Cuándo y cómo ganamos en claridad interna sobre quienes somos, qué quere­ mos y hacia dónde vamos?

Discernir significa dividir, separar, a veces se usa como sinónimo de analizar. Pero, ¿qué se discierne?, ¿qué se separa? Lo que se discierne es nuestra vida misma. Nuestras acciones generan en nuestro interior

El discernimiento pretende brindar herramientas para trabajar nuestra interioridad, fortalecernos de adentro hacia afuera para ganar en libertad interna y crecer en felicidad cotidiana, que se refleje en nuestros ámbitos profesional, familiar y social.

Licenciado en Teología. Candidato a doctor en Filosofía por la UNAM. Contacto: fhernandez_op@yahoo.com

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Existen diferentes técnicas de discernimiento ligadas a las grandes religiones. En este contexto se habla de discernimiento espiritual, que encontramos en diferentes modalidades dentro del budismo, islam, judaísmo y cristianismo. En el mundo cristiano, par­ ticularmente en el siglo XVI, destaca un personaje que se especializó –por así decirlo– en las técnicas del discernimiento; su nombre fue Ignacio de Loyola, fundador de la orden religiosa católica de los jesui­ tas. A la fecha, la espiritualidad ignaciana, y dentro de ella el discernimiento al estilo ignaciano, sigue vigente y actual para creyentes y no creyentes. El discernimiento al estilo ignaciano tiene como refe­ rencia, como principio y fundamento, al Dios cristia­ no, al abba (palabra aramea que significa “papá bueno”). Desde esta premisa, Ignacio desarro­lló una “técnica” y unas “reglas” para aprender a dis­ cernir y que ayudan al ejercitante a avanzar en tres líneas: autoconocimiento, auto aceptación y sentido de vida. • Autoconocimiento. Mayor conocimiento de uno mismo “desde uno mismo”. La formula es vieja y ya conocida, no se puede cambiar lo que no se conoce. Si no me conozco en mi interioridad, no puedo saber en qué avanzar y en qué no. Si me molesta algo de la otra persona y eso me quita fe­ licidad cotidiana, es tal vez porque ese aspecto me “toca” en un punto de mi personalidad que puedo ubicar como “debilidad”, que no conozco o no termino de aceptar. Y viceversa, mis fortalezas son las que me ayudarán a salir adelante en la vida. Si este trabajo de conocimiento se realiza “desde adentro”, tendré mayor posibilidad de mejores “re­ sultados” en la vida cotidiana. • Auto aceptación. Si voy conociéndome puedo abrirme a aceptarme y a quererme; si logro avan­ zar en esa aceptación hacia mí, tal vez la pueda “aplicar” a los demás que me rodean, los “próxi­ mos”, los cercanos, y así pueda aceptar a los otros/ as como son y no como quiero que sean. El dis­ cernimiento trata de generar en mí un proceso co­ tidiano, crear “hábitos” que no tenemos, porque no nos educaron para la reflexión ni en la familia ni en la escuela. La práctica del discernimiento genera un proceso de aceptación de lo que soy y de lo que tengo, no de un conocimiento desde una perspec­ tiva “moralizante” de mis actos y de mi persona como “bueno” y “malo”, “santo” o “pecador”, sino

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desde una mirada antropológica, humanizante, realista y amorosa de mi persona (cuerpo-mentecorazón). •Sentido de vida. La práctica del discernimiento pre­ tende generar también, claridad sobre el proyecto y el sentido de la vida personal. Un buen amigo jesuita –de feliz memoria– solía decir: “en la vida, la mitad se trata de saber qué quiere uno y la otra mitad de trabajar para alcanzarlo”. No necesaria­ mente se trata de saber qué quiere uno para toda la vida, pero sí qué quiero para esta etapa de mi vida. El practicar el discernimiento ayuda a no “perder el rumbo” de lo que se quiere, en otras palabras, no confundir el fin con los medios. Por ejemplo, puedo tener claro que quiero el bien para los míos, y con esa claridad acepto un trabajo “desgastante”, pero si el trabajo que acepté me aleja por días, sema­ nas y años de ellos, tal vez habría que discernir si ese “medio” (el trabajo), me está acercando o ale­ jando al fin que pretendía (la felicidad mía y de los míos). Desde la visión del discernimiento ignaciano, discernimiento espiritual y cristiano, la propuesta es clara: Dios, papá bueno, es el “principio y funda­ mento” de toda la vida y búsqueda de felicidad. En este horizonte, queda claro que el discernimiento al estilo ignaciano es una “técnica” que puede ser o no conveniente para mí; diría que no existe una dis­ cernimiento mejor que otro, sino un discernimiento que se adapta mejor a mí, ya sea por mis patrones culturales o por mi historia personal, psicológica y afectiva. Aquí lo importante es que cada quien busque la espiritualidad que mejor le ayude a dis­ cernir su vida para ser feliz. Consultor de Servicios Educativos del Bajío (SEBAJ, A.C.) y asesor del programa Paisano Zone de la misma asociación. Abogado. Maestro en Derecho Constitucional y Amparo por la Universidad Iberoamericana León. Contacto: consultor@sebaj.org.mx

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La resiliencia: fortaleza ante la adversidad Dra. Landy Adelaida Esquivel Alcocer 3

En los últimos años, estudios emergentes señalan la existencia de una capacidad llamada resiliencia que ayuda a las personas a afrontar mejor las situa­ ciones difíciles, adaptarse mejor a sus circunstancias negativas y tener una mejor salud física y mental. Al parecer, esta cualidad humana ayuda a las

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personas a resurgir de la adversidad, recuperarse e inclusive ser transformadas por ella para acceder a una vida más significativa y productiva. ¿Qué sucede cuando sufrimos una experiencia traumática que nos marca de por vida? Puede haber cuatro consecuencias posibles: 1. la persona aparentemente logra salir bien de la situación traumática, pero puede sucumbir a ella en el futuro; 2. el individuo sobrevive al trauma, pero en algún aspecto de sí mismo se encuentra dañado; 3. la persona regresa al mismo nivel de funciona­ miento que tenía antes de la experiencia traumática sin sufrir ningún daño permanente, y 4. el individuo puede no solamente retornar al nivel de funcionamiento previo a la experiencia traumáti­ ca, sino que lo rebasa y aparecen en él nuevas cuali­ dades que lo vuelven mejor de lo que era antes de la experiencia traumática. En este último caso, se dice que la persona es resiliente. Desde luego, no todas las personas desarrollan el mismo tipo de respuestas ante la adversidad, ya que la manera en que un individuo responde a un evento traumático está determinada por el significado par­ ticular que la persona le atribuya al mismo, lo que a su vez está influido por las experiencias tempra­ nas de vida, la etapa de desarrollo y los contextos sociales, culturales y económicos. Por ello, se dice que la resiliencia es una capacidad multidetermi­ nada, en evolución constante y producto de fuerzas internas y externas que interactúan en un contexto ecosistémico determinado. Es importante destacar que en el enfoque de la psicología positiva de la resiliencia se busca la for­ taleza de las personas más allá de la vulnerabilidad y se cree que es posible incrementar y mejorar la calidad de vida de las mismas a partir de sus pro­ pios significados, ya que la capacidad de resiliencia está en función del mejoramiento de los sentimientos hacia sí mismo y hacia los demás.

favorables; las personas optimistas se enfocan en lo positivo de las circunstancias y confían en sus propias capacidades para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades en los problemas; asimis­ mo, confían en la ayuda que pueden recibir de los demás para superarlos. Es decir, las personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza tien­ den a salir fortalecidas y encontrar beneficio aun en situaciones traumáticas y estresantes. Un ejemplo de personalidad resiliente es el de Pierre Morhange, personaje de la película Los Coristas, quien vive su infancia en un orfanato, manifiesta problemas de conducta y oculta, tras su máscara de indiferencia y negligencia, su sufrimiento ante la fría y dura realidad que le toca vivir. Con el apoyo y cariño de Clément Mathieu, un profesor optimista que llega al orfanato, Morhange encuentra en la música el camino ideal para lograr su autorreali­ zación y fama internacional. Como este caso, existen otros en la literatura y teatro que nos hablan de personas que vivieron largos episodios de vida en situaciones de intenso dolor emocional, enfermedades, guerra, extrema pobreza, familias disfuncionales o entornos socia­ les violentos, pero con la ayuda de sus familiares o tutores sustitutos pudieron salir de estos entornos negativos y lograron convertirse en personas con extraordinarias cualidades humanas. Por todo lo anterior, podemos concluir que la resi­ liencia es importante como un elemento de autoayu­ da para afrontar la adversidad y que es necesario reforzarla desde la infancia para fortalecer la con­ fianza y seguridad personal. 3 Licenciada en Psicología, Maestra en Educación Superior y Doctora en Educación Humanista. Profesora investigadora en educación superior y psicóloga en psicoterapia humanista. Contacto: ealcocer@uady.mx

Por ello, se dice que una de las características prin­ cipales de la personalidad resiliente es el optimismo, que ayuda a las personas a enfrentar las dificultades con ánimo y esperar que el futuro depare resultados

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Caminos de esperanza En busca de una experiencia humana holística Benito Balam**

“Hace varios años que no podemos tener hijos. He­ mos recurrido a la medicina y, aunque no nos dan una explicación definitiva, se inclinan a creer que no será posible que los tengamos”. “Nosotros esperamos algún diagnóstico que nos convenza pero aún ninguno lo hace”. “Nosotros no podemos renunciar a ser padres porque intuimos que podemos serlo”. “Nos sentimos realizados en la forma que acoge­ mos a los hijos de nuestros familiares y amigos, y en el servicio que damos a las personas, pero nos sentimos llamados a ser padres”. “Hemos considerado la adopción, pero no es nues­ tra prioridad, y para que lo sea, algo nos dice que nuestra necesidad paterna y materna ha de subor­ dinarse a la necesidad del menor a ser adoptado”. “Estamos atentos a lo que el organismo de cada uno y nuestra relación nos exprese como un sentir más abarcador de nuestras individualidades”. “Estamos dispuestos a aceptar lo que nuestra ex­ periencia nos muestre, además de la ciencia, si no es posible ser padres biológicos está bien, y si es posible serlo, qué bien”. Estas frases muestran algunos sentires y pensares de una pareja durante el diálogo terapéutico. Las ex­ periencias expuestas en comentarios expresan los sentimientos y éstos van cambiando según la apro­ piación, el entendimiento y el cauce que en con­ junto, da la pareja hacia la problemática. El encuentro terapéutico que describo, lo utilizo para ejemplificar cómo éste tuvo como centro la relación interpersonal actualizándola, en el imagi­ nario creado por su inconsciente colectivo y desde la conexión presencial de sus mutuas miradas y sentires.* En ambos se fue tejiendo la intimidad al entrar desde la emoción y el sentimiento al recuerdo, la evocación, la presencia de la relación, la fuerza de ésta y la inspiración que a ambos les transmite. Y fue en un símbolo en que ambos estaban trenza­ dos en la relación como ésta se mostró. Recuerdo que él dijo: “Estoy viendo un cunero en medio de

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nosotros”, y ella mencionó: “Siento la fuerza de nuestra relación pero no veo al bebé”. Después de esta experiencia, les hice un comentario: “Cuando vemos la procreación como un fenómeno meramente biológico, nos olvidamos de que somos los humanos los que participamos en esto y, como humanos, somos movidos anímica y espiritualmente; por eso la procreación es también un acto anímico y espiritual, además de ser biológico y sexual, donde ambas personas, hombre y mujer, participan”. Necesitamos confiar en la ciencia que nos aporta conocimientos para estudiar las dimensiones de la realidad que son corroboradas, para abordar di­ mensiones que suceden, pero que no pueden ser generalizables, características de una realidad multidimensional, simbólica, subjetiva y de la inte­ rioridad. Para esto, es necesario confiar en una ex­ periencia humana holística mucho más compleja e inagotable, cuya puerta de entrada es el contacto emocional. La experiencia humana es multidimensional, posee varias realidades y nos conecta con aquellas que pueden ser medibles y comprobables, las cuales estudia la ciencia positiva. Pero hay realidades que suceden en el mundo emocional, espiritual y trans­ personal. Estas realidades necesitan otros para­ digmas para comprenderse, por ejemplo, los que fundamentan la investigación cualitativa, metodo­ logías educativas y terapéuticas alternativas. Varias semanas después de la intervención terapéu­ tica, el marido me comunicó la grata noticia de que por fin su mujer estaba embarazada. Esto me con­ firmó que los “caminos de esperanza” son posibles de tomar por las personas cuando no se cierran a una sola creencia sobre su vida, sus relaciones, sus obstáculos, sus potencialidades y su destino. El caso que relato es un ejemplo de ese tipo de experiencia. La modificación de creencias en esa pareja se dio mediante un proceso complejo, donde afloró una mayor intimidad entre ellos y cuyo re­ sultado fue muy sencillo: el embarazo. Al inicio del proceso, sus creencias deambulaban mezcladas con sentimientos de desilusión, tristeza, confusión, duda, desesperación, culpa, enojo, esperanza, enjundia, confianza, alegría, etc.

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Sus creencias fueron evolucionando de ser dictadas por fuera: “la pareja se casa para tener hijos”; “la pareja que no tiene hijos no se realiza”; “si no se tiene hijos es culpa de uno o de otra”; “la autoridad para embarazarse es el diagnóstico médico”; “sin la medicina no es posible la salud y la reproduc­ ción”, etc. Hasta alcanzar otro tipo de creencias de­ sarrolladas internamente, desde la re-significación de su mutua experiencia: “somos pareja y eso es lo importante”; “tener hijos o no es una consecuen­ cia, no la causa de nuestra relación de pareja”; “si podemos o no tener hijos es nuestra realidad y no es culpa de nadie”; “la última palabra para embarazarnos la tiene nuestra experiencia”; “la medicina nos ayuda a nuestra salud si nosotros lo permitimos”, etc. Todo lo anterior es resultado de experimentar un clima de confianza, aceptación, respeto y seguri­ dad psicológica por parte de cada persona en la relación. En la cual existe una escucha atenta, una comprensión empática y un acompañamiento en el que la congruencia del terapeuta se suma a la aceptación incondicional de las congruencias e in­ congruencias de la pareja y se abre a la libre inter­ pretación y compromiso de cada persona.

El enfoque gestál­ tico.  Testimonios de terapia). El  inconsciente colectivo es un con­ cepto acuñado por Carl G. Jung (1875-1961), se refiere a ciertas imágenes o símbolos arquetípicos que son comunes a las comunidades humanas y sus culturas. Yo retomo el concepto para aplicarlo a la comunidad básica de la pareja. **Director del Centro La Fonte. Psicoterapeuta hu­ manista por la Universidad Vasco de Quiroga, UVAQ, constelador familiar por el Instituto Internacional de Constelaciones Familiares Sowelu y orientador espiri­ tual por el Centro de Estudios de los Valores Huma­ nos, CEVHAC. Contacto:lafontecdpc@hotmail.com Cel.: 477 261 7683.

Cuando las personas somos capaces de abrirnos a una experiencia humana multidimensional u “holís­ tica”, en ese momento nuestras creencias se modifi­ can, amplían, profundizan, enriquecen, regeneran o se liberan. Estos tipos de experiencias no son tan lejanas como parecieran, ni se les tiene que dedicar años o pasar por disciplinas rigurosas para alcan­ zarlas; es más simple de lo que se piensa, basta en tener confianza a la propia experiencia y a la sa­ biduría interna que se manifiesta en nuestro cuerpo y en nuestras emociones, para abrirnos a nuevos caminos de esperanza. *

Poner en el centro la relación interpersonal se refiere a un enfoque centrado en las personas (cfr. Carl Rogers, 1961: El proceso de convertirse en persona). La característica por ex­ celencia del ser persona es que es un ser en relación, por eso hablo que el centro de mi enfoque es la relación interpersonal. La actualización es uno de los conceptos y cuali­ dades de las psicoterapias centradas en las expe­ riencias existenciales de las personas. Consiste en situar a las relaciones en el sentido del presente, desde el aquí y el ahora (cfr. Fritz Perls, 1979:

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El bastión de la firmeza Jorge Olmos Fuentes**

Uno de los asombros más grandes que puede ex­ perimentar una persona es el descubrimiento de la vida. Como al animal acuático un día se le revela qué es el agua. Allí ha estado siempre, desde su nacimiento, en ese ambiente que, de acostum­ brado, le parece natural. Y cómo cambia todo con un pequeño deslumbramiento: descubrir la vida. Cómo fluye y de qué manera ajus­ ta la marcha. Allí radica todo. Desde el nacimiento y hasta el fallecimiento. En realidad son las personas quienes in­ gresan a la vida. Las personas forman así parte de algo más grande. Algo que ya estaba allí antes del propio nacer, y que aún permane­ cerá después de la muerte propia. Las personas hacen la vida. Son la vida. Y no lo consiguen sino con una sola cosa: vivir. Allí radica todo. Con lo que se vive se sirve a la vida. En el dolor y en el gozo se sirve igualmente a la vida. Lo pequeño sirve de este modo a lo grande. Entonces, en lo difícil, en lo complejo, en lo diáfano y en lo incomprensible, en el tiro certero y en el equívoco, no hay en absoluto pér­ dida. En todo caso algo se construye: experiencia. Materia prima y producto de la vida, de su fluir, del ajuste de su marcha. Desde el nacimiento y hasta el fa­llecimiento lo que hay es experiencia, vida en movimiento, comprensión. Esa es la pieza, la tuerca que aprieta, el bastión de la firmeza. Y cada vez hace falta una tuerca nueva o diferente. A cada persona según lo que necesita. Cuentan de los lamentos de un peregrino al llegar al santuario. Pedregoso el camino y trabajosa la caminada. El silencio tan grande que lo invade cuando mira llegar al mutilado de los pies, por el mismo pedregoso camino.

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Khayyam* lo dijo con precisión intocable: Una respiración separa a la infidelidad de la fe; otra separa a la certeza y la duda. Sin embargo valoriza la respiración, nunca la consideres poco. ¿No es tal respiración la cosecha de nuestro ser? Aprendemos a expresar con belleza nuestra sen­ sación del agua. Doliente o placentera. Sin em­ bargo, no es del agua de lo que se habla. Así queda el testimonio plasmado en libros y películas, en cuadros y poemas, en frases y gestos. Breves o extensos, cuál más en verdad sentido, no ofrecen op­ ciones de res­puesta. Se mira más amplia la jaula, se completa la imagen de la misma. ¿Para qué? “Bueno saber que los vasos sir­ ven para beber / lo malo es que no sabemos para qué sirve la sed”, escribió Anto­ nio Machado. Ronda la con­ fusión, entonces. Lo que aclara, después de todo, es el descubrimiento de la vida. Ancestral y grande, muy grande, ahora nos incluye. Un instante, mu­ chos años. He aquí la opor­ tunidad, dada o conquistada. Nada fácil, solamente lo nece­ sario. Hasta alcanzar la orilla del deceso. Pero se necesita vivir, ser la vida. Hagámosle caso a Khayyam: Levántate, ¿por qué vestir de luto en este mundo de hombre pasajero? Pasa tu vida entera en gratitud y alegría. Si la humanidad fuera libre de nacimiento y de la tumba, ¿cuándo hubieras tenido oportunidad de vivir y de amar? *Omar Kayyam (ca. 1048-1131), poeta y filósofo persa (N. de la R). **Profesor, editor, escritor y facilitador de constelaciones familiares. Contacto: olmosjor@gmail.com

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Senderos de reflexión


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Voces del Arco de lectura Luis Mauricio Martínez*

El Arco de la Lectura es un proyecto gestado por alumnos de la Licenciatura en Cultura y Arte de la Universi­ dad de Guanajuato Campus León, programa pionero en la promotoría cultural de la región. El objetivo primordial del Arco de la Lectura es fortalecer la partici­ pación ciudadana en el ámbito cultural de León al desarrollar, difundir e implementar, de manera ac­ tiva y visible, proyectos culturales como el fomento a la lectura. El proyecto se materializará con la suma de los es­ fuerzos de instituciones educativas, públicas y priva­ das, y la sociedad: maestros, alumnos, señoras, que donarán libros para cubrir el Arco de la Calzada. Estos libros serán destinados a proyectos que tam­ bién fomenten la lectura, contribuyendo al desarro­ llo cultural de la ciudad. Para cada lector los libros tienen un papel impor­ tante y diferente: renuevan esperanzas, dan luz en la oscuridad de la cotidianidad o cambian vidas. En este sentido, aún cuando no se seamos lectores cons­ tantes, quizá todos podríamos responder a la pre­ gunta ¿cuál es el libro que me cambió la vida? René Avilés Fabila, figura de la literatura nacional que escucha la voz de las letras, escritor, periodista, promotor cultural y catedrático de la Universidad Au­ tónoma Metropolitana, impartió en septiembre una conferencia magistral en la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez, donde al conocer el proyecto del Arco de Lectura, comentó: El Libro de Oro de los Niños era un compendio de toda la mitología griega. Era como haber vaciado toda la obra de Homero, La Ilíada y La Odisea, con imágenes… fue un libro muy significativo, me gustó mucho… Creo que es el libro que literariamente me cambió la vida**. Este proyecto, que involucra las bases de una nación sólida, cultura y educación, es una suma de los esfuer­zos que apuestan por una mejor educación para la juventud, donde los libros llevan y aumentan la calidad de la enseñanza. En ese sentido, Avilés afirmó:

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El último tirón

Los pueblos desarrollados, fuertes y poderosos, tienen bási­ camente un soporte cultural educativo: grandes escuelas y univer­ sidades, escritores importantes; toda una infraes­tructura educativa y cultural de primerísima línea…. Lo que nosotros necesi­ tamos es aprovechar la infraestructura que ya hay… Es muy evidente la necesidad de desarrollo cultural, espiritual…hay que revitalizar toda la edu­ cación y consecuentemente al sector cultural… Sobra decir que la lectura acompaña toda nuestra vida: libros de texto en la educación básica, la re­ vista para “matar el tiempo”, el manual para apren­ der a usar cualquier aparato… todo el pensamiento desarrollado por la humanidad se ha contenido en los libros. La última semana de noviembre y la primera de diciembre, con el Arco de la Lectura, preten­demos reafirmar y motivar el gusto por ella en León. “Hay que hacer Arcos de la Lectura por todo el país, es una gran idea que hay que estimular”. Así, las opiniones de escritores como René confirman que el Arco de la Lectura tiene voz propia y cada vez comienza a hablar más. ¿Tú ya dejaste que los libros cam­ bien tu vida? Notas: • Busca El Arco de la Lectura en las principales redes sociales: arcodelalectura@gmail.com • Sobre René Avilés, consulta: www.reneavilesfabila.com.mx • **Charla con René Avilés Fabila, sábado 11 de septiembre de 2010. *Alumno de 7º semestre de la Licenciatura en Cultura y Arte de la Universidad de Guanajuato. Contacto: mau.2mtz@gmail.com

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El Festival Internacional Cervantino (FIC) se llevó a cabo del 13 de octubre al 7 noviembre en las ciudades de Guanajuato y León como sedes oficiales, teniendo por primera vez 6 invitados de honor y una duración de 26 días con motivo de la celebración del Bicente­ nario de México. Y en grande estuvo la edición 38° del FIC. Los invitados de honor, Argentina, Colombia y Chile, también cele­ bran 200 años de sus Independencias, y Chihuahua, Michoacán y Querétaro tuvieron un papel destacado durante la Independencia y Revolución de México.

Marsalis, con la energética presencia del reconocido saxofonista Paquito D´Rivera, del baterista mexicano Antonio Sánchez, del pianista Chano Domínguez y el arpista colombiano Edmar Castañeda. Juntos hicieron una noche de ritmos, sabores, sonidos y bailes en la Al­ hóndiga de Granaditas para Celebrar América.

La diversidad de disciplinas presentadas abarcó desde la ópera, música, danza y teatro, hasta actividades académicas, ciclos de cine y exposiciones. Además, el FIC estuvo presente en el D.F. Chiapas, Du­ rango, Hidalgo y Morelos, entre otros estados. Les invitamos a recordar algunos de los eventos más destaca­ dos de este importantísimo Festival. Durante la inauguración en la Alhóndiga de Granaditas, Co­ lombia destacó con sus dignos representantes, los Reyes Vallena­ tos. El segundo fin de semana, Totó “La Momposina” retumbó y puso a bailar a todos los espectadores con sus tambores en un espectacular y movido concierto. Múltiples espectáculos reunieron al espec­ tador en las plazas públicas. Así gozamos del Coro “Rafael Hernández” del Colegio Nacional de la Universidad de la Plata, que ofreció un cálido y luminoso concierto en la Calzada de las Artes del Forum Cultural Guana­ juato (FCG) en el que pudimos conocer, a través de la música oriunda de las provincias argentinas y de Latinoamérica, un poco más sobre su manera de ver la vida, sus tradiciones y paisajes. La música siguió en el mismo escenario con la presen­ cia de The Dave Young Quartet, donde disfrutamos de un exquisito jazz por el talentosísimo Dave Young to­ cando el bajo, acompañado de Kevin Turcotte en la trompeta, Gary Williamson en el piano y Frank Botos en la batería.

En la Plaza Fundadores de León, desde Argen­ tina, la Orquesta de Instru­ mentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías presentó Sonidos de la América Secreta, una remembranza de los instrumentos originarios del continente y los traídos de Europa, en la que se mezclaron los viejos sonidos con los generados con las tecnologías de van­ guardia, buscando equilibrio y armonía entre épocas y culturas diferentes.

Y qué decir de la unión explosiva del jazz de la Orques­ ta Lincoln Center, liderados por el trompetista Wynton

El FIC se engalanó con el estreno mundial de la Sinfonía del Bicentenario “Feñú Heni”, de Manuel

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el piso en el que se encuentran la mayoría de los mortales para llevar al cielo su espectáculo barroco”. Otro evento bastante colorido fue ¡Ópera! ¿En el Mercado?, dirigido por César Piña, que de forma ingeniosa, cercana y di­ vertida llevó la ópera de Verdi, Puccini, Rossini y otros, desde la formalidad del teatro al Mercado Hidalgo de Guanajuato, construido durante el Porfiriato en el Centenario de la Independencia. Así, entre verdu­ ras, frutas, mariscos, granos, y flores, la ópera se escuchó en cada rinconcito de este tradi­ cional lugar.

C e r d a , i n t e r­ pretada por la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, di­ rigida por José Guadalupe Flores, ante más de mil quinientos asistentes en la Calzada de las Artes. En el mismo escenario se presentaron las canadienses del grupo de danza Bourask, que hicieron de las su­ yas sobre el escenario en una fantástica combinación de teatro, clown y gumboot, danza tradicional de los mineros sudafricanos con sus botas de trabajo, pro­ vocando sonidos de ritmo tribal y alegre que hicieron reír a los cientos de asistentes que disfrutaron de la magnífica y rítmica actuación. En los Pastitos en Guanajuato, la compañía francesa Transe Express presentó Maudits Sonnants (Malditos Campaneros): emocionante, impresionante e ines­ perado, lo mismo que rítmico, alegre, tierno y lleno de delicada música. En él se combina la habilidad de los acróbatas, bailarines y cirqueros vestidos como sal­ timbanquis del siglo XXI con el sonido de campanas y percusiones y la ingeniería en las alturas, con una estructura de araña que se eleva para que los espe­ ctadores observen una presentación que “abandona

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La fiesta del FIC seguía al cierre de esta edición, y para cerrarla bien, fui­ mos a escuchar a Cuba en el corazón de León. Así alcanzamos al entrañable cubano Cotó y su Eco del Caribe, que ofreció una noche llena de co­ lor, sabor y alegría al ritmo de la música cubana. Pasada la mitad del concierto, se dio un verdadero reencuentro de amigos cuando subió al escenario el guitarrista León de Marco. Juntos interpretaron Bésa­ me mucho al estilo del Caribe. Durante todo el concier­ to, Cotó y los músicos que le acompañaron pusieron de pie a cerca de dos mil espectadores en la Plaza Fundadores, quienes bailaron en una fiesta cubanomexicana de casi 2 horas. La edición 38° ha sido una de las más especiales y sig­ nificativas del FIC. Sus alcances se ven en los miles de asistentes, jóvenes, adultos y niños, que se diversifican y se lo apropian. El FIC, como uno de los Festivales más importantes de América, nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Ya estamos ansiosos por el siguiente. No cabe duda que disfrutar de las lumbreras del mun­ do artístico y cultural es un aliciente para el desarrollo multidisciplinario e integral de las personas. *Redacción. Díseres te invita a ver el video con este recuento de eventos del FIC en: www.diseres.com.mx sección GALERIAS/VIDEO

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díseres te presenta las siguientes actividades a través de:

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Subsección

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