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BACHILLERATO

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ARTE Y CULTURA

ARTE Y CULTURA

ALMA MATER 28

Por Salvador Echeagaray

Director del Departamento de Filosofía

JUSTICIA

Equidad, igualdad: toma lo tuyo, dame lo mío. Premio o castigo según tu conducta. Mérito o demérito según tus actos. ¿Hiciste bien? Aplausos, reconocimientos. ¿Obraste mal? ¡Responde por tus actos!

Y es que la justicia es eso: “Dar a cada quién lo que le corresponde”. ¿Trabajaste? Ahí está tu remuneración. No de más, pero tampoco de menos. Tu pago, según lo convenido. ¿No cumpliste, no hiciste nada? Entonces nada se te debe. ¡Ah, pero tengo derechos humanos! Sí, pero a todo derecho corresponde un deber.

Tienes el derecho a recibir educación e instrucción, a prepararte, a superarte; ergo, tienes el deber de estudiar, de aprovechar el tiempo. Tienes el derecho a que te sean fiel, ergo, tienes el deber de ser fiel.

La justicia, nos dice una definición, “es un principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad”.

Un concepto más nos indica que “la justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado. Estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad”.

Para Aristóteles, justicia era “dar a cada ciudadano lo que le corresponde según sus necesidades y aportes en la sociedad”. De ahí se originó el concepto de la justicia distributiva.

Kant definía la justicia como la obligación del Estado de velar por “la libertad de los individuos, la igualdad entre ellos y la independencia de cada miembro de una comunidad”.

Podemos mencionar muchas definiciones, pero en realidad la justicia no es un concepto difícil. Nosotros, cuando tenemos malas intenciones, ignoramos a la justicia. Y la sumatoria de malas intenciones puede conducirnos a cometer las peores acciones.

Para revertir la injusticia, empecemos por lo más obvio, empecemos a ser justos. Demos a cada quién lo que merece. Y si es necesario, también exijamos lo que merecemos.

Ni más ni menos.

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Esposa: ¿De qué escribiste hoy?

Esposo: De lo que es justo y de lo que es injusto.

Esposa: Por cierto, ¡ya es justo que me aumentes el chivo! ¡¡¡PLOP!!!

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