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VIVIMOS UNA NUEVA BABEL
Verdad” es la concordancia que existe entre lo que se dice, piensa o cree, y la realidad. Es la coincidencia entre una afirmación y los hechos. Estas definiciones son claras; sin embargo, el concepto de “verdad” se está perdiendo o transformando a causa de las nuevas formas de comunicarnos. La opinión sustituye a la verdad; a nadie le interesa llegar a la verdad, lo más importante es la posverdad, o sea la opinión resultante de un tema que ha pasado por un proceso de debate.
Así lo expresó el Pbro. Armando González Escoto, escritor, historiador y periodista tapatío, en la conferencia “La evolución de los medios de comunicación en los últimos 50 años y su influencia en la sociedad”, que impartió en el Museo del Periodismo de Guadalajara y de la que tomo algunas valiosas ideas para esta columna.
Dijo que la evolución mediática ha ocurrido a una velocidad sorprendente en las últimas décadas y ha encumbrado como el medio de comunicación más poderoso actualmente al teléfono celular y las redes sociales. “Más que evolución, se trata de una auténtica revolución; apenas en noviembre de 2007 presentaban las redes sociales en Nueva York, y hoy ya están en todo el mundo”.
El celular se transformó en una poderosa herramienta de comunicación que proporciona velocidad, inmediatez, simultaneidad, globalidad, multidiversidad y movilidad, superando a cualquier otro medio de comunicación.
Desde la antigüedad, la religión se consideraba fuente de la verdad; en el siglo XVIII adquirió más fuerza la filosofía, y en el siglo XIX ese lugar fue ocupado por la ciencia. El pensamiento científico, la razón, se asumió como el camino a la verdad. Ahora, en nuestro tiempo, vemos una caída de la autoridad vertical y el fortalecimiento de una autoridad o verdad horizontal, en la cual el consenso, la opinión pública, la posverdad es lo que cuenta.
En la posverdad, los datos objetivos tienen menos importancia para el público que las opiniones y comentarios que suscita. Por lo tanto, los discursos, encuestas, publicaciones y la fuerza con que se defienden posiciones acerca de un hecho resultan más importantes que las causas reales. En este posicionamiento público actúan con gran eficacia las redes sociales y todo lo que ellas implican, incluso mentiras, comentarios interesados, fake news, etcétera.
En la tendencia cultural en que estamos inmersos, donde la opinión sustituye a lo verdadero, también entramos en una nueva etapa evolutiva de la comunicación causada por la pandemia de covid-19, porque al permanecer en casa y suspenderse las actividades presenciales, el celular y las redes sociales tomaron más fuerza, y las preguntas se fueron concentrando en un solo tema: ¿de dónde viene la pandemia?
¿Va empeorando la situación en el país? ¿Sobrevivirá la empresa?
¿Conservaré el empleo? ¿Cuándo estará lista la vacuna? ¿Las autoridades dicen la verdad? ¿Hay que reforzar la vacunación? ¿Terminó la pandemia? ¿Regresará?
El expositor concluyó que la fuerza del celular y las redes sociales, el detrimento de la verdad en favor de la opinión y la concentración informativa en el tema de la pandemia han debilitado al periodismo, y se ha tenido que recurrir a “vías de escape”, entre ellas el dominio del espectáculo, o sea que todo tiene que presentarse en un marco de escándalo, confrontación y estridencia para que tenga efecto en el público. También se han privilegiado el amarillismo y la nota roja.
El impacto cultural del celular también es notorio en la vida social: hoy realizamos más funciones cotidianas por la vía digital. Incluso, ironizó diciendo las relaciones familiares han mejorado porque, antes, al sentarse a la mesa, todos discutían; en cambio, ahora todos están tranquilos mirando su celular.
Finalmente, afirmó que “con las redes sociales se ha creado una nueva Babel. Es irónico que tanta comunicación nos incomunique”.
DR. RICARDO RUVALCABA: medio siglo en la UAG
Un hombre responsable, solidario y muy leal: así es el doctor Ricardo Ruvalcaba Barajas, quien ha colaborado en la Universidad Autónoma de Guadalajara durante 50 años.
Nació en Guadalajara el 7 de febrero de 1955, y lleva en sus venas sangre autónoma, porque su padre, don Jesús Ruvalcaba, por muchos años fungió como director de Vigilancia de esta institución.
Sus estudios en la Autónoma se remontan a la secundaria. Posteriormente cursó la preparatoria, y finalmente estudió la carrera de Médico Cirujano, la cual culminó a principios de la década de 1980. Sin embargo, comenzó a laborar en esta institución desde que tenía 18 años, en 1973, cuando se integró a la cuadrilla de mantenimiento de la recién inaugurada Ciudad Universitaria. Ahí aprendió la importancia y el valor del trabajo, como deseaba su padre.
Posteriormente, conoció al ingeniero Joaquín Fregoso, quien entonces estaba en la Dirección de Talleres Especializados y lo invitó a colaborar como segundo al mando en dicha área. Gracias a su talento, más tarde estuvo en los departamentos de Planta Física y Vigilancia, y desde 1985 es responsable del Departamento de Control de Vehículos.
Para el doctor Ricardo Ruvalcaba ha sido un privilegio formar parte de la Autónoma, la que considera su segundo hogar, porque en su carrera ha tenido la oportunidad de trabajar y aprender de personajes como el licenciado Antonio Leaño Álvarez del Castillo y de su propio padre, don Jesús Ruvalcaba, quienes lo ayudaron a crecer en la institución, donde le encanta trabajar.
Además, en sus ya 50 años de labor profesional en la UAG ha colaborado con muchas personas, a las que considera una gran comunidad y un excelente equipo para tener éxito y sacar adelante responsabilidades y proyectos.
La responsabilidad, el compromiso y la lealtad que muestra en el trabajo también la ha demostrado en el plano familiar. Junto con su esposa Yolanda, con quien tiene 35 años de casado, formó una hermosa familia, compuesta por sus hijas Ana Sofía y Daniela.
El doctor Ricardo Ruvalcaba Barajas es un hombre leal, sencillo, a quien le gustan las pláticas de sobremesa, viajar, ver películas, andar en bicicleta y caminar al aire libre.
Por Salvador Echeagaray Director del Departamento de Filosofía