Con la constitución del Estado Mayor Conjunto y la creación de la Comandancia del Ejército Mexicano, el Instituto Armado evoluciona y se posiciona como una institución moderna que se reinventa para estar a la altura de sus tiempos y los retos que se presentan en un escenario nacional complejo en el que las Fuerzas Armadas se yerguen como pilares de la seguridad
interior y la defensa de la Nación.