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Historia Sobre Ruedas de Acero
zona también se han encontrado ruinas arqueológicas, que también serán expuestas tanto en la terminal aérea como en el Museo de la Aviación.
En el proyecto -uno de los más grandes del INAH- actualmente trabajan 57 arqueólogos junto con unos 520 trabajadores de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La segunda sala está dedicada totalmente a la biología del mamut, la tercera revisará la biodiversidad que existía entonces en los actuales terrenos del aeropuerto y la cuarta es sobre el poblamiento de México y América.
En la quinta se revisan las posibles causas de la extinción de los animales que se han encontrado en la zona y la sexta está dedicada a los trabajos paleontológicos en Santa Lucía.
Centro de investigación
Ante la enorme cantidad de material paleontológico hallado y rescatado, el encargado de la obra del AIFA, el General Gustavo Vallejo, consideró oportuno que las piezas se exhibieran y no solo se quedarán para estudios.
La idea es que el Centro de Investigación alimente al museo, ya que en la
Un Tesoro de la Historia
Trabajos de preservación de megafauna en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Los trabajos de construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) han dejado al descubierto una riqueza arqueológica que yace en su suelo, ya que son más de cien hallazgos encontrados hasta ahora, entre ellos los siempre impresionantes mamuts y vestigios de una cultura prehispánica.
Este tesoro de la arqueología, fue el motivo para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) firmaran un convenio de colaboración en el que ambas partes trabajaran desde 2019 para rescatarlo, preservarlo y entregarlo a la sociedad mexicana a través de un museo que será parte del nuevo aeropuerto.
Con el acuerdo se dio cumplimiento al Artículo 18 de la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, que contempla que todas las obras del gobierno deberán contar del acompañamiento de antropólogos del INAH para realizar el salvamento arqueológico de posibles vestigios que se localicen.
La cantidad de hallazgos provocó la necesidad de la creación de la Mesa de Rescate Arqueológico y Paleontológico del AIFA, a cargo del Capitán 1/o. Ingeniero Constructor José de Jesús Cantoral Herrera, quien coordinó todos los trabajos de excavación, registro de todos los hallazgos, programación de las excavaciones, y el enlace entre ambas dependencias.
Riqueza histórica
Lo primero que se encontró en el sitio durante recorridos superficiales, fueron nueve sitios de concentración cerámica y lítica, perteneciente a una aldea de pescadores
que data del 600 al 900 D.C. del período epiclásico mesoamericano de la cultura Coyotlatelco, que fue una ocupación que existió después de Teotihuacán y antes de Tula.
En el Proyecto de Salvamento Arqueológico localizaron vestigios de viviendas, entierros humanos y miles de fragmentos de cerámica, de ellos realmente han sido muy pocas las piezas completas las que se han encontrado; cucharillas, cuchillos, figuras de Tláloc, así como algunos animales. Con estos hallazgos se inició un rescate metodológico para que, mediante la evidencia material, constatar los hechos históricos, que es una tarea principal de la arqueología.
En cuanto a la parte paleontológica, se tenía el antecedente de tres hallazgos en Santa Lucía que se dieron en 1976, 1982 y 1992, a inmediaciones de las diferentes unidades habitacionales militares, todos ellos individuos de mamut.
De esos tres se elevó a mas de cien puntos de hallazgo, durante las actividades de excavación, de manera fortuita, gracias a la presencia del equipo arqueológico que acompaña a cada uno de los frentes de trabajo, donde se pone especial atención a una capa que se llama arcillas ventoníticas, que se encuentra a una profundidad de dos a tres metros, que es la que tiene la mayor cantidad de restos.
Estos restos tienen una antigüedad de entre 25 mil a 10 mil años antes del presente, los cuales corresponden al período pleistoceno tardío. Principalmente son restos de mamut, camello, dos especies diferentes de caballo, entre ellos el americano y bisonte; así como otras especies menores como aves y peces. Además, se encontró una especie de antílope y una garra que pertenece a un depredador, posiblemente a un felino.
Preservación del hallazgo
Los hallazgos no representaron un impedimento para la construcción del AIFA, ya que el INAH dio su visto bueno en junio de 2019, porque en el sitio no se encontraron vestigios de vivienda de tipo monumental, por lo que el convenio de colaboración interinstitucional se dio el 3 de agosto de 2019 y los trabajos de salvamento iniciaron en octubre del mismo año con los trabajos del mismo aeropuerto.
Para preservar la historia de la Fuerza Aérea Mexicana y de la megafauna encontrada en el campo militar donde se construyó el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, se proyectaron dos espacios museísticos: el primero es el Museo Militar de Aviación y el otro el Museo del Mamut. En éste último espacio cultural, el proyecto contempla seis salas permanentes y una temporal, una exposición al aire libre, y un jardín temático que recreará las condiciones del paisaje en el que vivieron estos animales.
Este lugar representa el hallazgo de mayor concentración de megafauna de América Latina y uno de los más grandes en el mundo, solo seguido por los de Siberia y Europa, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional consciente del valor arqueológico y paleontológico participa de manera decidida para su conservación, a fin de llevar al pueblo mexicano a un encuentro con su pasado.
Historia Sobre Ruedas de Acero
Espacio Ferroviario Cultural en la Ciudad Militar de Santa Lucía.
Como parte del complejo arquitectónico construido por el Agrupamiento de Ingenieros “Felipe Ángeles” en el Campo Militar de Santa Lucía, Estado de México, se encuentra el Espacio Ferroviario Cultural, que se ubica en el corredor cultural que sirve como eje troncal de la Ciudad Militar, mismo que está abierto para todo el público.
El Espacio Ferroviario Cultural está compuesto por dos secciones: en la primera se encuentra el Tren Histórico Cultural, el cual fue restaurado por los ingenieros militares para ser restaurado y entregado para disfrute del pueblo de México.
En la segunda sección se encuentra el Tren Presidencial Olivo, mismo que se encontraba en estado de abandono en la Segunda Sección de Chapultepec, Ciudad de México y que también fue rescatado por el Agrupamiento de Ingenieros “Felipe Ángeles” y remozado para que sus visitantes puedan realizar un viaje en el tiempo al recorrer sus vagones.
Tren Histórico Cultural
El Tren Histórico Cultural es una instalación educativa y didáctica que se materializó mediante la reutilización de tres vagones propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional con el fin de recrear los trenes de principios del Siglo XX.
Dispone de un espacio arquitectónico que evoca la época porfiriana-maderista del país, entre los años 1900 y 1920. Refleja su vínculo con los grandes movimientos sociales como la Revolución Mexicana, el traslado de suministros y sus tropas y el proceso de industrialización del país.
En el exterior, se encuentra una réplica de la estación de tren Santa Lucía; y durante el recorrido por sus tres vagones remozados, los asistentes encontrarán una sala de internet, cafetería, biblioteca, sala de juntas con ayudas audiovisuales, una sala de proyecciones, así como una exposición fotográfica que recorre la historia de México desde la Revolución Mexicana hasta la Segunda Guerra Mundial, todo en espacios amplios y confortables.
Al frente se encuentra la locomotora que fue donada y acondicionada, en febrero
de 2021, por Grupo México Transportes, como testimonio de la importancia del ferrocarril de carga para el desarrollo logístico y económico de México.
El primer vagón se llama “Adolfo Ruiz Cortines”, es del tipo de carro en el que se transportó al personal del Grupo de Perfeccionamiento Aéreo, Escuadrón 201, que partió de la estación de Buenavista el 24 de junio de 1944 rumbo a Nuevo Laredo, Tamaulipas, de donde se trasladarían a Estados Unidos y como destino final al Teatro de Operaciones del Pacífico.
El segundo es el vagón llamado “Jalisco”, que originalmente se utilizó como comedor. Fue uno de los trenes con los que se buscó modernizar las vías férreas del país en la década de los años 80´s.
El tercer vagón es el llamado “Francisco I. Madero”, que destaca porque recuer-
da a los que transportaban al Presidente Venustiano Carranza la noche en que fue asesinado el 21 de mayo de 1920.
Museo del Tren Presidencial Olivo
En la segunda sección del Espacio Ferroviario Cultural se encuentra el Museo del Tren Presidencial Olivo, el cual es un verdadero viaje en el tiempo, ya que el interior de sus vagones fue conservado con el diseño y mobiliario que se utilizaba para transportar y dar un servicio a la altura de los Primeros Mandatarios de la República Mexicana.
El Tren Presidencial Olivo, dio servicio a 10 presidentes, facilitando su transporte en extensas giras de trabajo en una etapa muy productiva y de pleno desarrollo económico-social para México.
Entre los trenes presidenciales más famosos en América latina, destacan por su diseño y elegancia los mexicanos conocidos como “Amarillo” y “Olivo”, ambos considerados como palacios de gobierno itinerantes.
Fue construido en la ciudad de Chicago y fue el transporte oficial de 10 presidentes de la Nación y sus entonces llamados Secretarios de Guerra; desde Plutarco Elías Calles hasta Gustavo Díaz Ordaz.
La máquina mate oscuro tiene nombre y apellido: es la orgullosa 3038, de la que destaca su campana en lo alto de su nariz a la que le adorna una escultura fundida: el águila que estrangula a una serpiente, que es el escudo nacional que eleva su rango a presidencial.
Lo que se puede apreciar en el Museo del Tren Presidencial Olivo, es parte de la historia de México, ya que en el interior de los vagones, se encuentra mobiliario de la época, un sillón original de principios del Siglo XX, lámparas estilo clásico, camarotes cuya parte inferior son dos sillones y la parte alta una cama, baños con regadera y tina, cocina, closets, puertas de madera con diseño antiguo, dormitorios y un despacho en el que un día atendieron los asuntos nacionales los presidentes de México.
El exterior del tren está pintado de verde olivo, de ahí su nombre. En la parte superior se lee “República Mexicana”, en cada carro y en la parte de abajo se encuentra el Escudo Nacional y una leyenda” Tren Presidencial”.
En suma, el Tren Presidencial Olivo es un museo que remonta a quien lo visita a tiempos en los que se forjaba nuestro país a lo que es hoy en día, es por ello que la visita al corredor cultural de la Ciudad Militar es una parada obligada para los amantes de la historia patria.