SAYULITA MÁGICA

Un remanso

hippie chic

Sofisticado, retro y extremo, el pueblo mágico de Sayulita abraza a sus visitantes con las olas perfectas para surfear casi todo el año.

Por Georgina N avarrete

En medio del lujo y los grandes resorts de la Riviera Nayarit, está el Pueblo Mágico de Sayulita, con sus hoteles boutique, sus zonas de acampado, deliciosa comida de calle y una activa vida nocturna para rematar con fiesta las largas tardes de surf.

No le falta lujo y sofisticación, pero mantiene su espíritu libre y algo extremo con la Sierra Madre Occidental a sus espaldas y las altas y constantes olas del Pacífico en su playa, que hoy rebosa de surfers, espíritus aventureros y almas en busca del autoconocimiento. Como buen Pueblo Mágico, Sayulita esconde secretos y respeta su historia, además de ser uno de los surf spots más importantes de México, con olas propicias entre agosto y mayo •aunque las mejores llegan en invierno•. “No tiene las enormes olas de Zicatela en Oaxaca, pero son constantes y de altura media, perfectas para aprender”, dice Richard Zarkin, de la Oficina de Visitantes y Convenciones de la Riviera Nayarit.

Para dormir

En este pueblo hay hoteles para todos los gustos, excepto para los que adoran los grandes resorts todo incluido. “Hay mucho que hacer acá como para quedarte dentro del hotel”, opina Zarkin. Si ese es tu estilo, a pocos kilómetros está Punta de Mita, pero si lo tuyo es la aventura y el contacto con la naturaleza, Sayulita es perfecto.

Para enfiestar •

Entre la última semana de enero y la primera de febrero se lleva a cabo el Festival Sayulita, cuatro días de música, cine, comida, torneo de surf y una fiesta electrónica de chill out para cerrar.

Si quieres cazar las mejores olas, visita este destino durante el invierno.

“Puedes acampar porque tenemos los espacios adecuados o tener la comodidad de hermosos hoteles boutique como Haramara Retreat o Playa Escondida, o algo más pintoresco, aunque igual de cómodo como Hotelito de los Sueños”, dice Zarkin, quien destaca el lujo sustentable y la vocación holística de estas opciones en las que se puede descansar del ruido, regalarse un spa, meditar y hacer yoga con vista al mar.

Para comer

Lleno todo el año, Sayulita tiene igual restaurantes de autor que deliciosa comida de calle, con la variación en precios que eso implica. Hay opciones veganas como la cocina de Naty, mediterráneas como Don Pedros y para desayunar Panino’s, con su deliciosa variedad de bollería, panes y brownies.

Si queremos el sabor de la calle, hay tacos de mariscos y camarón rebosado en The Real Fish Taco, los mariscos de El Jakal o los tacos al pastor de El Tal, todos muy bien puntuados en Trip Advisor.

Para la aventura

La actividad principal en Sayulita es el surf. Los profesionales pueden ir a playa Carricitos mientras los primerizos se quedan en la playa central del pueblo, donde encontrarán varias escuelas de surf. Y porque no todo es tabla, Richard Zarkin nos dice los imperdibles de la zona: • Hiking y escalada en el Cerro del Mono. Con guía o a tu aire, el mejor camino ecoturístico hacia Punta de Mita. • La Tirolesa de el Rancho Mi Chaparrita. No muy larga, no muy alta y la favorita de Tom

Cruise y Kim Kardashian. • Relax en Playa de los Muertos, ofrece tranquilas aguas para nadar. • Actividades acuáticas como buceo, snorkel, paddle board y canopy. • Islas Marietas. Archipiélago con increíbles vistas, hogar de la famosa Playa Escondida.

• Aguas termales en Nuevo Ixtlán. Hay que agarrar carretera y viajar unos 90 minutos hacia el norte. • Tour a los petroglifos de Altavista. Esta zona arqueológica se ubica a dos horas hacia el norte de Sayulita y tiene cerca de 2,000 petroglifos precolombinos en medio de la selva. • Trekking en la Sierra de Vallejo. La selva más norteña de México esconde el santuario del jaguar y una gran variedad de exóticas orquídeas.

...Y la fiesta

Este pequeño pueblo surfista no tiene espacio para grandes discotecas, pero ofrece bares con música para todos los gustos, igual tropical que electrónica y de rock en vivo, cerveza artesanal y mucha fiesta.