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LA FRÁGIL LÍNEA ENTRE LO VALIOSO Y LO INÚTIL
Por: Brenda María Cervantes Hoyos
Conforme lo han indicado algunas investigaciones científicas, el hombre vive en la tierra desde hace 100 mil a 200 mil años, bueno no importa la cantidad de años, porque no se ponen de acuerdo, solo lo tomo de ejemplo para comenzar el tema que ahora quiero compartir.
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En esos inicios el hombre solo pensaba en atender sus necesidades básicas, eran nómadas y buscaba sobrevivir. Conforme se fue evolucionando, mediante el descubrimiento o aplicación de la agricultura, poco a poco se hizo sedentario, esto le permitió establecerse en familias, comunidades, colonias, generando porciones o asentamientos de población. Una vez que resolvieron lo de la comida que ocupaba gran parte de su tiempo, la humanidad comenzó a cambiar, en su cerebro surgió una nueva necesidad y atiende a su capacidad de asombro. Paso a paso avanzan hasta lograr el arte, música, pintura y demás. Ya no solo piensan en comida, tienen tiempo para cosas nuevas, ese tiempo libre lo aplican para crear. Cambian.
Con el paso de los siglos se encuentran épocas destacadas para el arte, desde la prehistoria, la antigüedad, edad media, edad moderna y lo contemporáneo. La humanidad encuentra y descubre la virtud, el talento y que, no todos pueden lograr lo mismo, cada uno tiene capacidades distintas, cantar, bailar, pintar y así algunos se empiezan a destacar en la sociedad, pues aunque todos tenemos algo por hacer, no todos son reconocidos socialmente, lo que impulsa un paso adelante a los que sí, distinguiéndolos por sus destrezas y virtud, obteniendo a cambio beneficios sociales, luego monetarios, después y ahora todos lo que se puedan porque hasta influyentes son.
Retomo esto, ya que desde la historia de la humanidad se ha destacado la virtud, pero hablamos de personas que tenían disciplina, empeñando tiempo y esfuerzo para hacerlo cada vez mejor y ser los mejores, hasta se define en ciertas etapas del arte, por ejemplo, en la música como virtuosismo, una habilidad suprema, con capacidades técnicas extraordinarias, que no cualquiera lo podría hacer, se exaltaba lo mejor, lo que costaba trabajo, único, especial y uno trataba de superar a sus antecesores. Lo sociedad buscaba lo más valioso, lograr lo que nadie se atrevía.
Todo este rollo para qué, pues porque no entiendo en qué momento todo ello se perdió. Es claro que, como dicen, en gustos se rompen géneros, pero se ha roto tanto que parece que ya quedan puros trocitos. No logro entender, desde cuándo cambiaron la virtud por lo inútil, dejaron la armonía de la belleza para enfocarse en lo que está de moda y está ahí, porque las personas lo sostienen para que llegue a ese punto. De manera mecanizada toman lo que les ponen disponible, no cuestionan, es lo que hay, es lo que consumo, parece que, sin pensar, sin decidir. Bueno, eso yo creo, a menos que en realidad si les encanten las palabras altisonantes, combinadas con violencia y altos contenidos de descripciones sexuales, vulgares o no consensuadas, todas mal pronunciadas o hasta con un dejo de pereza, porque parece que ni para hablar son buenos (y creen que cantan).
Gracias a Dios aún existen músicos de verdad, de esos que crean, armonizan, que nos transmiten la intención en su composición, pobres de ellos, tanta virtud y esfuerzo que ahora no es suficiente, la mayoría están subestimados ante la sobre valoración de los infradotados que creen que tienen talento, a pesar de que no saben ni leer una partitura, tocar un instrumento y no tienen técnica vocal, ni que decir de los que parece que no saben ni hablar o bueno, ya sin ponernos exigentes, que fueran amateur, pero con talento. He conocido poco de esta música, pero me parece desagradable. Un día en cierto lugar, se escuchaba una canción y creí que se repitió cuatro veces, fue inevitable, lo comenté quejándome un poco de la monotonía y alguien de los presentes me dijo que no, mencionó cuatro nombres de cantantes diferentes, no podía creerlo, el mismo ritmo, compases similares, voces casi iguales, me reí, no parecía tratarse de personas distintas. Después, del mismo modo, fuera de mi elección, había otra canción que, uno lamenta no tener un oído selectivo que elija lo agradable a contentillo, solo se empieza a sufrir cuando llegan las ondas que traen la música sosa y el cantante parece que grabó mientras estaba dormido y solo balbuceaba, otra vez a reír, qué más se hace cuando se es víctima de la “evolución del arte musical” y la modernidad.
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Cómo pueden poner en un pedestal a todos estos seudo artistas, cuando no traen arte, en sus letras solo muestran la decadencia de la humanidad, que igual se trata de reflexionar al respecto, pero se muestra de otras maneras, se usan palabras propias y correctas para que se entienda el mensaje sin ser vulgar. Vivimos en una sociedad materialista, todos somos parte de ella, unos más, otros menos, porque quieren o porque no pueden, según aplique, pero llevan al éxito a estas personas de manera que pierden el suelo y cómo no habrían de hacerlo, si ganan grandes cantidades de dinero por no hacer nada y que les aplaudan por ello, es obvio que se desequilibran mentalmente y pierden la percepción de la realidad, que son personas como el resto y los hace diferentes solo su salario, injusto para lo que ganan quienes realmente son útiles. No porque la música no lo sea, solo hablo de los casos de famosos sin virtud, porque hasta considero una falta de respeto para los artistas llamarlos así, porque la música que “produce”, no estimula el cerebro de manera positiva, porque hasta para ello, tienen poca utilidad. Una cosa es que les pueda gustar en su conciencia e intelecto y otra, que los ritmos y vibraciones (tratándose de la diferencia en los tonos) generados en el cuerpo, aporten algo.
No hay mérito ni virtud, el punto es que, cualquiera podría hacerlo porque no hace falta tener disciplina, técnica, ni siquiera una pisca de talento, solo una buena disquera y fans que los defiendan a capa y espada, sin que tengan en realidad algo que defender. Si esto es ahora, qué será de la música después, qué nos dirán los géneros musicales recién inventados en los que se promueve la falta de valores, en un mundo en que se vuelve popular ser malo, cómo podemos rescatar a las masas del abismo que se forma entre la virtud y lo útil, luego me remonto a la historia, al arte, a todo lo que en otros campos se ha logrado, la tecnología, la conectividad, todo este desarrollo, todo este esfuerzo de la humanidad para llegar a este punto, qué vergüenza.
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