BuenaNueva nº 61 by Editorial Bendita María

Revista para la Nueva Evangelización

Año 10

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nov.

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2016

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n o 61

mosaico

Contenido

Oración

[Director] Jorge L. Santana Dumas [Subdirectora] Dayana Figarella [Jefe de redacción] Juan José Guerrero [Consejo de redacción] Luciano García Matas Raquel Fernández de Bobadilla César Allende García Victoria Luque Vega Horacio Vázquez Cermeño [Administración] Josué Santana Neira [Directores de zona] Almudena García Peña Juan Frutos Soria Juan Manuel Balmes Juan Antonio Tuñón González José I. Dionisio de la Torre [Colaboradores] Francisco Lerdo de Tejada Jesús Castro Cortés Fernando Cerezo Carlos Linares Juárez Fernando Zufía García Valentín de Prado Julio Cerezo [Maquetación] J. Kiróbel Rodríguez [Ilustraciones] Julian García [Web] Josué Santana Neira [Edita] Editorial Bendita María Avda. Pablo VI, 9 - Local 12 A 28224 Pozuelo de Alarcón Madrid Tel.: 91 759 79 68 [E-mail] info@buenanueva.es [web] www.buenanueva.es [Depósito legal] M-26182-2006

HACIA ORIENTE 3 Sabor a eternidad

MOSAICO 62 La tiranía del yo o la gracia del tú

Dayana Figarella

Jorge Santana

66 La diosa Felicidad

ARCA DE NOÉ

Alberto Vidal Guerrero

72 Encuentro con Jesucristo

CANTEMOS AL SEÑOR 8 Salmo 125

Jerónimo Barrio

80 JMJ - Compartiendo la experiencia 88 El salario del pecado

Hermenegildo Sevilla Garrido

TESTIGOS DE LA VERDAD 10 Entrevista a Jesús Poveda Dayana Figarella | Buenanueva ECHANDO LAS REDES 18 Pleito de Jeremías con Dios

CIENCIA 90 Esparanza cientifica para la esclerosis múltiple

Carlos Valiente Berroso

RAZÓN CREADORA EDUCACIÓN PARA LA VIDA 96 Recordando a Rafa Lozano 24 Las relaciones prematrimoniales IV María Torres Montoro SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ 30 Temporal en la noche Jaime Pérez

ALDEA PLANETARIA La peregrinación alpina de 104 Gran San Bernardo Pedro Estaún

NUEVA ESTÉTICA CINE 34 Sagrada Familia V 108 JOY Enrique Solana

SED SANTOS 40 Walter Ciszek Victoria Escudero

46 Elogio de las tinieblas II Horacio Vásquez Cermeño

52 Reflexiones imprescindibles Javier Alba

56 Oscar Wilde y su ruiseñor Francisco Lerdo de Tejada

Y si lo que me ocurra a mí o a las personas que amo no es porque tú así lo quieras, sino un mal como consecuencia del pecado de los hombres, tú, en tu infinita sabiduría y misericordia, sabrás convertirlo en bien para todos nosotros.

Antonio Arias Crespo

Antonio Pavía

Alfonso López Quintás

Bendito seas Padre Santo por los inmensos beneficios que recibo de ti. Te doy gracias por todos los momentos dichosos que me concedes, y también por cuanto me sucede, aunque no sea de mi agrado, porque si esa es tu voluntad, será bueno para mí y para los demás.

Gloria Mª Tomás y Garrido

FUERZA EN LA MIRADA 114 El muro de ladrillos Javier Gozález García

118 ¿Se puede crecer en el amor al otro? Almudena Pérez

122 Cuba, tierra de misión joven y esperanza Marta Guerrero

ENTRETENIMIENTO ORACIÓN

Ese bien no puede ser otro que el que nos lleve a la Vida Eterna, a la infinita dicha de vivir la plenitud del amor contigo, con todos los hombres redimidos por tu Hijo Jesucristo y a participar en el gozoso conocimiento de la inmensa ternura y belleza de tu santa Madre. En definitiva, Señor, te doy gracias por todo lo que acontece, pues, aceptándolo, me oriento hacia la Vida sin fin en la que todo deseo será satisfecho. Y, por encima de todo, me llena de ilusión la promesa de que participaré, como cada uno de mis hermanos, en la alucinante realidad de la vida trinitaria. Todo por el infinito amor del Padre, el perdón redentor del Hijo y la inestimable ayuda del Espíritu Santo. Gracias Señor. Que todo sea según tu voluntad. Amén

hacia oriente

La oscuridad es profunda y la tiniebla espesa no deja ver nada. Emerge el temor y la tribulación que inquieta, pero allí estás Tú, ungiéndonos con tu crema afectiva para sanar la inflamación, la herida. Y el miedo se va… Dejarte amar del modo que Él disponga. Con el apoyo único del Redentor. “Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo. Porque para venir del todo al todo, has de negarte del todo en todo”. Empeño necio en buscar en vano razones y seguridades que el mundo es experto en ofrecer, pero si tu amor lo puede todo, lo transforma todo. Porque haces que “griten las piedras” (cf Lc 19, 40) y que Bartimeo -el ciego de Jericó- vea (Mc, 46, 52). El combate ha de ser con fe de “tigres”, aunque salten las imperfecciones, los defectos y las flaquezas. Deshilando tu misterio cuando no se ve nada, sabiéndonos nada. Y cuando las balas sustituyen las palabras, se niega el derecho a la vida y a la familia, la histeria colectiva prevalece y las ideologías invasoras amenazan con leyes rebuscadas, allí estás Tú, en la cruz. Nos enseñas que el motivo de existir es nuestra vida eterna. Cada momento sabe a eternidad cuando somos capaces de amar al que es diferente a mí, a ti, de mirar, hablar y servir al otro con el pensamiento, la lengua y el corazón. Cada segundo sabe a eternidad cuando abrimos nuestro espacio a la caridad y hospitalidad verdadera, cuando llenamos con amor y sonrisa al que se desangra en soledad y amargura. Nos abrimos a la misericordia practicando la misericordia. Cada segundo sabe a eternidad llevándote almas. Venciendo la altivez y la autosuficiencia, cuando el otro me humilla, yo lo abrazo... En un ejercicio permanente para la carne temblorosa, pero en confianza absoluta, como decía Santa Teresita del Niño Jesús: “Él hará madurar hermosos frutos en el árbol de vuestra alma”. Cada segundo sabe a eternidad perdonando, pidiendo piedad y compasión desde el corazón. Como el valiente leproso que se atrevió a dar el paso para su curación frente al Maestro. Como el publicano que no escatimó en pedir: “Oh Dios, ten compasión de este pecador” (Lc 18, 13). Salir de nuestro mundo y unirnos a ti… Clamar un Kyrie eleison sin máscaras, porque aunque intentemos fabricar apariencias, somos tu obra; te pertenecemos. Tú nos quieres como somos, con nuestra miseria y pequeñez. ¿Y cómo no dejarnos tocar por ti para embellecernos? “Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor” (L 7, 47)… Así manifestaba Jesús su misericordia en el encuentro con la mujer pecadora. La bondad es suya. Que seamos capaces de colaborar con la gracia del Espíritu, de enamorarnos locamente cuando vivimos lo que no entendemos. En la cruz, tu cruz. De gozar la dulzura y la paz, cuando experimentemos la “humillación de amor por amor”. Todos estamos invitados. Que cada instante tenga la unción de la eternidad. Que cada instante podamos encontrarnos en ti.

Subida al Monte Carmelo. San Juan de la Cruz, I, 13, 12. Obras Completas.

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cantemos al Señor

¿Cuál es el principio de la misericordia (jésed)? Es el de la Torá, tal como está escrito en Isaías 55:1: «A todos los sedientos: venid a las aguas, y los que no tienen dinero, venid.» Una invitación que continúa: «Comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.» El (Creador) os alimentará con la Torá, pues vosotros habéis adquirido ese mérito por mediación de Abraham y de sus buenas obras. En efecto, sin dinero él los alimentó, y sin recibir pago alguno les dio «vino y leche».

Dijo el sabio: Con la sabiduría tributan los sabios su gratitud al Creador; por ella se logra en vida la plena realización del culto divino, y buen nombre después de la muerte. Nada hay –afirma asimismo– que tanto afine el entendimiento como la instrucción y la sabiduría, ni que tanto evidencie el verdadero saber como la buena conducta. Las preguntas del sabio son la mitad de su sabiduría; la afabilidad con el prójimo, la mitad de la sensatez, y la buena administración, la mitad de la economía.

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¿Y qué árbol es ese que mencionas? El maestro respondió: Todas las potencias del Santo bendito sea, están superpuestas y configuran un árbol; y así como un árbol produce sus frutos gracias al agua, de igual modo el Santo, bendito sea, hace crecer las fuerzas del Árbol. ¿Y cuál es el agua del Santo, bendito sea? La jokmá (sabiduría), en tanto que las almas de los justos surgen de esa fuente (maaián), para llegar al Gran Canal que asciende y anima todo el Árbol. Y ese «Árbol», ¿gracias a qué florece? Si el pueblo se muestra justo y bueno, la Shejiná, la Divina Presencia, permanece en su seno, se transparenta en sus actos, que el Creador fertiliza y multiplica.

Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada todo el día. Un pequeño conejo se dio cuenta de esto y le pregunto: ¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada? El cuervo respondió: ¡Claro! ¿Por que no? El conejo se sentó en el suelo, y descanso. Repentinamente, apareció un lobo salto encima del conejo y se lo comió.

Moraleja: Para estar sentado sin hacer nada, debes estar muy, muy alto arca

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cantemos al Señor

H e r m e n e g i l d o

S e v i l l a

G a r r i d o

Los que confían en el Señor son como el monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre. Jerusalén está rodeada de montañas, y el Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre. No descansará el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad. Señor, concede bienes a los buenos, a los sinceros de corazón; y a los que se desvían por sendas tortuosas, que los rechace el Señor con los malhechores. ¡Paz a Israel!

Este salmo fue escrito en un periodo en el que Jerusalén estaba ocupada por un ejército invasor. En medio de esta situación necesitaba imperiosamente confiar en el auxilio de Dios. Es sabido que los judíos atravesaron, en su historia, diversas fases cíclicas en su relación con Dios. En su alianza con el Señor, cayeron muchas veces en la infidelidad y la traición. Durante estos períodos era frecuente que pasarán por la invasión de pueblos paganos de su alrededor. Sin embargo, el Señor siempre se mantenía fiel a su alianza y ante el clamor de su pueblo, venía en su ayuda. Así, una y otra vez. Este salmo responde a uno de esas etapas.

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cantemos al Señor Una de las verdades más importantes que se puede extraer de la lectura de este salmo, es que si no se confía en el Señor la vida del cristiano se colapsa. Esta confianza se retroalimenta con todos aquellos acontecimientos de nuestra pequeña historia en los que hemos experimentado su providencia. Estas vivencias constituyen sellos que permiten al cristiano afrontar en paz y con seguridad las adversidades más fuertes. Sólo se puede llegar a esto si se pone en juego la propia vida. Sólo aprende a nadar el que se lanza al agua. Fruto de esta confianza es el alcanzar un estado interior en el que comprobamos que la muerte no puede destruirnos. Jesús habita en el hombre que confía en Él.

Cuando el paganismo, con sus mensajes y contravalores, domina, como sucede en la actualidad, el fiel pasa por la tentación de contemporizar, para evitarse tantos conflictos y discriminaciones, y asimilar costumbres y pensamientos contrarios a la voluntad de Dios. Pero el Señor nos dice, a través de este salmo que “jamás ha de caer el cetro de la impiedad sobre la senda de los justos, para que los justos no alarguen a la maldad su mano”. El justo persevera en medio de las calamidades y no queda defraudado. El mal permanece sólo hasta que Dios lo permite, y siempre para bien del hombre. Sólo el Señor puede sacar vida de la muerte y felicidad del sufrimiento. No obstante el demonio puede emponzoñar tanto a una generación, que parece que ha conseguido la victoria definitiva. Pero sus logros son siempre transitorios y están sujetos al control de Dios, en cuyo poder está la fuente inagotable de gozo eterno. El que permanece en su barca no naufraga nunca.

El mal permanece sólo hasta que Dios lo permite, y siempre para bien del hombre

Salmo 125

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cantemos al Señor

La oración es necesaria El salmista pide al Señor que libre del mal a su pueblo, como hacemos todos los días a través de la oración del Padre Nuestro. Esto nos lleva a reconocer, una vez más, lo importante y necesaria que es la oración. Todos los días, en el mundo, se producen persecuciones a los cristianos, cruentas en muchas ocasiones. Es muy bueno que en, medio de estos ataques, pidamos al Señor que nos libre del mal, pero sabiendo, siempre, que su voluntad siempre es lo mejor para nosotros. Porque a veces pensamos que lo que Dios nos da no nos conviene. A su debido tiempo descubrimos que lo que Él pone en nuestra vida es mejor que lo que hubiéramos deseado. Termina el salmo diciendo: “paz a Israel”. Esta paz que se pide no es la que da el mundo, y es concedida a los que no se resisten a su amor. Esta paz es mucho más que la ausencia de conflictos. Es, más bien, un estado del alma en el que se experimenta la seguridad de ser amado por Dios y saber que nadie tiene poder para apartarte de ese amor. Alcanzar esta paz es tocar a Dios con el corazón. Este salmo nos invita a pedir esta gracia. bn

A su debido tiempo descubrimos que lo que Él pone en nuestra vida es mejor que lo que hubiéramos deseado

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El encuentro

N O V E DA D E S

Este libro recoge las peripecias de su autor en un viaje, en solitario, a Santiago de Compostela. El viaje se convierte en peregrinación casi nada más comenzar y está narrado de forma espontánea y directa, haciendo que el lector se convierta también en protagonista del relato, tanto del viaje físico como del trayecto espiritual. Autor: Tono Denis Persiva N0 pág.: 204 ISBN: 978-84-945815-2-6 Precio: 16.80 €

El sueño de Yahel Una cuantiosa herencia provoca una serie de tensiones e intereses contrapuestos cuando lo que se pretende es ajustarse a la voluntad del difunto, que cada cual la interpreta de la manera más provechosa para sí mismo. A partir del grave accidente sufrido por el principal heredero y la experiencia vivida durante su estancia en coma. Autor: Juan José Guerrero N0 pág.: 236 ISBN: 978-84-945389-7-1 Precio: 16.90 €

Sea el Señor tu delicia Las Sagradas Escrituras, como el universo entero o los múltiples hipotéticos universos, no solamente físicos, sino también espirituales, poseen un mismo, llamémosle ADN constitutivo de toda la creación, que los hace participar de la naturaleza de su creador, que los ha destinado a su plenitud. Están escritas, podemos decir, en clave; hay una llave para abrirlas que nos permite penetrar en su significado, comprenderlas y acceder a su conocimiento profundo, no sólo racional, sino vital. Autor: Jesús Bayarri Haya N0 pág.: 212 ISBN: 978-84-945815-0-2 Precio: 16,80 €

La brújula amarilla Muchos, en estos tiempos, hacen el Camino de Santiago. Pero ¿Cuántos saben sus entresijos, sus leyendas, sus mitos, su historia, sus etapas más emblemáticas? ¿Cuántos comienzan sin saber ni su trazado, ni haberse entrenado correctamente? ¿Turismo barato, deporte, cultura o experiencia espiritual? Este libro no es una guía. Ni pretende serlo. Es una aproximación amena y entretenida del Camino más famoso de Europa. Autor: Txema Logroño Zubillaga N0 pág.: 216 ISBN: 978-84-945389-8-8 Precio: 16,80 € € € €

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testigos de la verdad

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testigos de la verdad

Dayana Figarella | Periodista Fotos: Fernando Zufía

Desde la década de los 70 el médico psiquiatra ha emprendido una cruzada en defensa de la vida y protección de las madres embarazadas en España. Con una dinámica agitada que transcurre entre las aulas como profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma, en su consulta con adolescentes y en la calle, frente a las clínicas abortistas, rescatando a mujeres que están a punto de tomar la decisión. Han sido muchos años en que ha acabado en el calabozo por su lucha para combatir el aborto, pero, su fe lo mantiene firme en este camino en el que ha salvado a miles de niños y en el que hoy más que nunca requiere la implicación de todos porque “es el momento del Evangelio de la vida misma”.

¿Cuándo y por qué surge tu cruzada provida? Estudié medicina en esta facultad comenzando en la década de los 70. Justamente en el curso 82-83 cuando en España se empezó a debatir políticamente el tema del aborto. En ese momento estaba en el servicio de Ginecología en el hospital de La Paz y tuve que atender a una mujer con un aborto espontáneo y el jefe del área me pidió que hiciera el legrado. Cuando practicas un legrado lo importante es poner bien todas las piezas, las cuatro extremidades, el abdomen, tórax, la placenta y la cabeza. Y una vez que recompuse aquello me JP

quedé mirando la bandeja y coincidía históricamente con el momento en que el Congreso de los Diputados debatía quién tenía derecho a vivir y quién no. Me pregunté: ¿qué está pasando aquí? Que alguien haga algo… Desde ese entonces no he parado. Me llamaba mucho el contraste porque la naturaleza tiene sus reglas para los abortos. Hay un porcentaje importante de abortos espontáneos, donde no hay una viabilidad natural. Y por otro lado están los seres humanos y los políticos que quieren poner otras reglas. Así que me propuse dar voz a los que no la tienen.

Entrevista a Jesús Poveda

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testigos de la verdad ¿Consideras que España hasta ahora ha sido un país pasivo en la defensa de la vida? ¿Cuáles son las cifras actuales?

Cuando atiendes un caso, ¿cuál es el mensaje que le das a una madre que está decidida a abortar?

Sí, en la actualidad estamos hablando de una cifra en torno a los 100 mil abortos, según los datos suministrados por el Ministerio de Sanidad, pero tiende a disminuir porque hemos llegado a los 120 mil. Pasamos de 120 mil a 110 mil y a 93 mil (el año pasado) y hay una tendencia a la baja, pero no tanto por una actividad del gobierno, sino porque la pirámide demográfica española hace que la zona fértil sea cada vez más estrecha. La ley no tiene ningún mérito. Sí que es cierto que el movimiento provida era muy beligerante y yo mismo me considero así, muy “pro feto” por así decirlo.

El 4 abril de 1994 puse en marcha la Escuela de Rescate, que es un producto elaborado del movimiento provida. Con mi experiencia en la universidad de Docencia, de asistencia en Provida y en la parte clínica gracias a la consulta, he entendido que la decisión de abortar es una decisión que la mujer toma en una situación de crisis y que las crisis se resuelven con otra cantidad de otra calidad. La Escuela de Rescate enseña en la puerta de un establecimiento donde se hacen abortos a ofrecer a las mujeres otra cantidad de otra calidad. Hay dos criterios que son el respeto a la mujer: no se le reprocha el embarazo, no se le pregunta por qué está embarazada, ni cómo, ni cuándo. Desde el respeto y el segundo es la voluntad firme de ayuda, de ofrecer alternativas distintas al aborto.

¿Existe un trabajo asistencial importante para ayudar a las madres? Tenemos un nivel asistencial muy alto. La red de asociaciones provida en España ayuda en torno a 15 mil mujeres, que es una cifra grandísima y pensamos que muchas de ellas podrían formar parte de la estadística del aborto, pues no la forman, pero no porque el gobierno lo está haciendo bien, sino porque las asociaciones provida hacemos un trabajo asistencial muy intenso. Además desde hace unos años trabajamos en red, de manera que tanto el movimiento provida, con la Federación de Asociaciones Provida, RedMadre, Fundación Madrina, entre otras, potenciamos nuestro trabajo asistencial, que es una de las razones de ser del movimiento.

¿En qué consiste la intervención en crisis? Lo que hacemos es que, en vez de decirle: “aborta que no pasa nada”, es: “nos gustaría ayudarte y podemos ofrecerte alternativas”. La frase que tú me preguntas es: ¿qué necesitas para no abortar? Eso es lo que nosotros transmitimos. Y de hecho el primer rescate que hicimos fue a una joven de 17 años que comentaba a los dos rescatadores que no quería abortar. Y le dije: “te voy a rescatar”. Contó que su padre la había echado de casa por estar embarazada. JP

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Le ofrecimos una casa de acogida y quiso irse allí. Con el mismo gesto que venía a abortar, se fue a la casa de acogida y recuerdo que llamé desde allí a su padre, porque ella era menor de edad y podía parecer un secuestro. Le dije: “estoy con su hija” y él respondió: ¿Ha abortado ya? Le dije: “no, llamo desde una casa de acogida y no va a abortar”. Meses después cuando ese embarazo estaba casi a término, el padre vino a esta casa a darnos las gracias por haber ayudado a su hija en una situación de crisis.

Estudié medicina en esta facultad comenzando en la década de los 70. Justamente en el curso 82-83 cuando en España se empezó a debatir políticamente el tema del aborto

Entrevista a Jesús Poveda

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La fe que alienta y mantiene ¿Algún caso que te haya dejado especialmente marcado? JP

Contestar a la pregunta: ¿qué necesitas para no abortar? a veces no es fácil. Son muchas situaciones: una familia en paro, una enfermedad… Uno de los casos más difíciles que yo he podido ayudar fue el de una pareja de gitanos, de mediana edad. En el carrito llevaba un niño con una parálisis espástica, con lo cual había una carga dramática importante. Y uno puede decir, ¿quién soy yo para intentar impedir que esta mujer aborte?, que ya tiene un hijo. “Yo soy un médico que quiere ayudar”, esa es mi respuesta a esa pregunta antropológica, entonces dije: “nos gustaría ayudaros”. Y respondieron: “no nos puedes ayudar, porque ya nos han dicho que el hijo en camino viene con malformaciones y el que tenemos ya está enfermo.” Les pregunté: ¿quién os ha dicho que tiene malformaciones? Y ellos: “nos lo han dicho en esta clínica”. Contesté: “si a mí me dais media hora, vamos a un hospital cercano y hay un ecografista que trabaja con nosotros y os hace una ecografía. Se la hicimos y la ecografista constató que había cuatro brazos, cuatro piernas, dos cabezas, porque era un embarazo gemelar, pero sin ninguna malformación. Agradecieron muchísimo poder tener dos hijos y sanos. Desde la Escuela de Rescate hacemos un trabajo de intervención en crisis, desde el punto de vista de la ayuda, nunca desde la recriminación.

¿Cuándo fue tu encuentro con Dios? Eres médico y hombre de fe, cómo la vives? Sí, para mí es como las películas en 3D, es como tridimensional, a mí la ciencia y la intuición humana me manejan en dos sentidos, pero la fe me da un sentido tridimensional. JP

¿La fe te ha influenciado en la vocación provida? JP

No solo me ha influido, sino que me ha mantenido desde el año 1983. Sin duda, yo creo que la fe te mantiene y ayuda. Es pura congruencia. Yo tuve la suerte de estar con Juan Pablo II después del atentado, éramos todos más jóvenes en el año 1984: la primera JMJ. En ese momento fui a Roma a conocerle y antes había venido a España y fue un viaje que me marcó. Vengo de una familia de fe, numerosa, yo soy el séptimo de 11 hermanos. Me llamo Jesús porque nací el día de Navidad y mi madre se llama Rosario. Y desde siempre rezamos en casa el rosario…

Es un poco paradójico. Hay gente que aborta de buena fe, es decir, después de haber pedido a Dios que le ayude o que le perdone

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testigos de la verdad ¿Y hablaste allí con Juan Pablo II? JP

Me acerqué a él y le dije que era médico, que trabajaba en el movimiento provida y me dijo: “tienes que ser un buen médico”. Me llamó la atención que en vez de decirme que tenía que rezar mucho y ser muy piadoso, me dijo que tenía que ser un buen médico. Que siendo un buen médico iba a acabar siendo un buen cristiano, buen católico. Hay una continuidad. Ha sido como un proceso de maduración y especificidad hacia el tema del respeto a la vida. Al ser médico es como muy congruente estar tan embarcado en esta historia, ¿no?

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testigos de la verdad Y en este camino de ayuda en el que compartes razones antropológicas y científicas, ¿a las jóvenes también le das un mensaje de fe? JP

En esta escuela de rescate voy a ayudar, pero también voy a aprender. Y una de las situaciones que también me han hecho reflexionar es en torno a si la gente que aborta es que está alejada o en contra de la fe. Y tuvimos un caso de una chica filipina que venía sola y era muy raro, porque generalmente vienen acompañadas con sus maridos, un amigo, pareja o amiga. Venía a abortar. -Nos gustaría ayudarte, le dije. Oyó la palabra ayuda y se puso a llorar como una Magdalena. Le comentamos el tipo de ayuda que teníamos con la Fundación Madrina. Era creyente, trabajaba en una casa y su marido tenía ya cuatro hijos y estaba en paro. Había estado abocada al aborto. Y cuando se le pasó el llanto contó que había ido a ver al Cristo de Medinaceli y le había dicho que, o la perdonaba o la ayudaba. Por eso cuando oyó la palabra ayuda se vio interpelada.

¿Crees que influye la existencia de una permisividad social en la actualidad? JP

Es un poco paradójico. Hay gente que aborta de buena fe, es decir, después de haber pedido a Dios que le ayude o que le perdone. Porque ahora hay una especie de permisividad social, de que no pasa nada, que pobre chica que es muy joven o mayor.

A mí me asombra que pase con gente incluso de fe… Creo que hay como una falta de congruencia, de continuidad entre lo que pensamos con lo que sentimos y hacemos. Considero que si la fe es madura, evidentemente eso tira mucho de ti, pero hay mucha gente con una fe más sociológica que piensa que como en España hay una ley que permite abortar, pues aborta. Y lo hacen, entre comillas, “de buena fe” y eso es una cosa tremenda.

¿Y cómo es la situación con los médicos y esos establecimientos? JP

Yo me he encontrado incluso en debates con gente que trabaja en establecimientos abortistas que dicen que también son cristianos. Y pregunto: ¿cómo que tú eres cristiano? ¿y el no matarás, dónde lo dejas? Y te dicen: “hombre, pero no es matar”. Ellos al final acaban un poco justificándose. Con el tema del aborto se ve claro lo de que si no piensas como vives, acabas viviendo como piensas. No hay una congruencia entre lo que uno piensa. Acabas haciendo las cosas, justificando el modo de pensar con el de obrar. Un día le comenté al director de esta clínica que a mí me asombraba que siendo ginecólogo, hiciera abortos y me respondió que se asombraba de lo que era capaz de hacer por dinero. Fue una respuesta realmente auténtica, porque él en ese momento estaba ganando mucho. Ahora, estos establecimientos abortistas están padeciendo una quiebra técnica, al borde de la suspensión de pagos. Han empezado a coger a todas las mujeres para que aborten, pensando que la seguridad social les va a pagar y paga muy tarde. Tienen un problema de tesorería. A lo mejor empiezan a cerrar y es un tema estrictamente de la crisis. Bienvenida sea la crisis.

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testigos de la verdad ¿El perfil psicológico de las madres se repite o es más determinante las circunstancias que las rodean? JP

A mí me llama mucho la atención que el aborto en España no tiene un perfil de mujer de mediana edad. Hay desde niñas hasta adultas, desde gente con recursos económicos hasta sin ellos. Personas que ya tienen hijos hasta las que no tienen. Hay una variedad amplísima. Sorprendentemente muchas mujeres buscan una última oportunidad antes de abortar. Y de ahí el éxito de los rescatadores. Personas que entrado a la clínica te dicen: “es que yo estaba buscando una señal para no abortar”. Hay gente que incluso lo va hacer, pero les gustaría que alguien les dijera que no. Lo que pasa es que tristemente ahora hay una tendencia social que cuando hay problemas, se resuelve aunque no esté justificado ni proporcionado el medio con el fin. Abortar puede ser un asunto de último recurso. Hoy tristemente en los centros de salud, cuando la mujer está embarazada, se le ofrece el aborto como una alternativa, como cualquier otra. Y eso no es así.

educando a la sociedad, si a ti te dicen que esto se puede hacer, tú crees que se debe hacer. Y que está bien. Para mí lo perverso de la legislación del aborto aquí es que ha pasado de ser algo que lo había desde otros tiempos, como los atracos… Pero pasar de legislarlo a legitimarlo es como hacerlo bueno y me parece que es un error. Si no existieran esos establecimientos abortistas, mucha gente no iría con esa facilidad. bn Continuará...

¿Quieres decir que muchas mujeres dejarían de abortar sino fuera tan fácil? JP Me gusta mucho decir que una ventaja es que en España el aborto sigue “abscesificado”. Hay algunos países donde ya hay una septicemia porque hacen abortos en todos los establecimientos, en toda la Seguridad Social. Pero, en cambio en España se hacen muchos abortos en muy pocos establecimientos abortistas. Al estar el aborto muy abscesificado (solo en clínicas) si se venciera un poco, o se estudiaran estas clínicas y se cerraran, la gente dejaría de abortar. Porque estoy convencido de que muchas mujeres dejarían de abortar si no fuera tan fácil. Una legislación acaba

Essais et Certifications

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echando las redes

Antonio Pavía. Misionero Comboniano

Entre las numerosas llamadas que Dios hace a hombres concretos para pastorear al pueblo elegido, bien para conducirle a través del desierto, bien para llenarle de sabiduría por medio de su Palabra siempre en función del pueblo, o bien para gobernarle con equidad y justicia, merece -creo yo- especial atención la del profeta Jeremías. Vemos en su llamada matices emocionales, situaciones límite que le llevan casi a la desesperación que hacen que nuestro corazón se apegue afectivamente a su persona.

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echando las redes

Recordemos muy brevemente su reacción adversa a la propuesta de Dios de ser su profeta, y cómo sus miedos son exorcizados cuando Él le promete que pondrá sus palabras en su boca (Jn 1,9). Ante la promesa recibida, Jeremías no cabe en sí de gozo: la Palabra del Dios vivo, la Palabra que dio luz a los cielos y a la tierra, la Palabra que dio un alma a Israel, será a lo largo de su misión espíritu de su espíritu, corazón de su corazón y ser de su ser. Lo dicho, nuestro amigo no cabe en sí de gozo, todo exulta en él. Sin embargo y para nuestra sorpresa -quizá más para él que para nosotros- a un momento dado le encontramos lamentando el día en que se dejó seducir por Dios con su mejor arma y que ya conocemos: la de poner su Palabra no solamente a su alcance, sino en sus labios. Oigamos su lamentación: “Me has seducido, Yahveh, y me dejé seducir; me has agarrado y me has podido. He sido la irrisión cotidiana…” (Jr 20,7). Examinemos estas palabras cargadas de amargura que salen de la boca del profeta. En realidad acaba de entablar un pleito con Dios. Le dice: Me has seducido, no me has mentido cuando me prometiste que estarías con tu Palabra en mi boca, es cierto. ¿Quién no se rinde ante una seducción como la tuya? Lo que no me dijiste es que tu Palabra iría a ser sistemáticamente rechazada…, y yo con ella. Desde el momento que te dije que sí, que bien, que en estas condiciones sí aceptaba tu llamada, estaba, en realidad, firmando mi sentencia de exclusión. Sí, mi Dios, esto es lo que ha pasado. ¡Soy un excluido a causa de ti y de la Palabra que pusiste en mi boca y que tan gozosamente acepté! Así están las cosas. ¡Me has agarrado con tu seducción, me has podido y soy para los míos motivo de irrisión permanente, soy como la vergüenza de este pueblo!

Pleito de Jeremías con Dios

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Cierto es –continuamos con el pleito- que me sedujiste bien y a fondo. Aún recuerdo cuando, colmado, viviendo hasta rebosar la mayor de las alegrías imaginables, mi corazón, al calor de nuestras intimidades, tembloroso se abrazaba a ti. Recuerda, por ejemplo, aquel día en que te confesé: “Se presentaban tus palabras, y yo las devoraba; eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón porque se me llamaba por tu Nombre, Yahveh, Dios mío” (Jr 15,16). Sí, Dios mío, cuando me dabas de comer con tu propia mano el espíritu que agita y llena de vida los textos escritos del Libro Santo, era como si todo Tú te abrieses a mí. Tus palabras en mí me decían que yo era en Ti. Y así como nuestro Templo de Jerusalén es llamado Templo tuyo, de Yahveh, yo, por estar colmado de tu Palabra, sabía que era llamado Jeremías de Dios. Sí, clara conciencia tenía de ello cada vez que sembrabas amorosamente tus palabras en mi alma. Pronto descubrí que ese era mi gozo y también mi dolor; por eso vuelvo a decirte que me sedujiste, me agarraste, me pudiste; y ahora, ya sin escapatoria, soy la irrisión de todo el pueblo.

No hay marcha atrás Sin escapatoria. Así es, mi Dios, me has dejado sin camino de huida, y no porque no lo haya intentado. Acuérdate cuando no podía más, cuando tu arma seductora llegó incluso a ser “mi oprobio y befa cotidiana” (Jr 20,8b). Fue tal el cúmulo de desprecios que cargaba mi alma que, en un intento de darte la espalda a ti y a la misión, dije: ¡Basta! “No volveré a recordarlo, ni hablaré más en su Nombre”. Solo que algo me lo impedía: “Había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos, y aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía” (Jr 20,9a). Como podemos observar, el pleito sube de tono, se disparan los decibelios… El profeta ya no argumenta, más bien dispara; sabe que ha sido vencido por Dios. Podríamos usar de la libertad catequética y hacernos eco de sus soliloquios: Sí, me has vencido. Cuando me planté y dije, hasta aquí hemos llegado, por más que lo intenté no pude arrancar el fuego que prendiste en mis entrañas; bien sabes que lo intenté, pero estaba tan colmado de vida, de amor, que volví a decirte: Señor, aquí estoy. Sí, Señor y Dios mío, pusiste mi vida patas arriba, y también mi concepción acerca de la fe y la religión. Comprendí que la cuestión no era hacer por ti, sino dejarte a ti hacer por mí. Te hiciste fuego en mí, ¿cómo volver atrás?

¡Soy un excluido a causa de ti y de la Palabra que pusiste en mi boca y que tan gozosamente acepté! 20 BN-61.indd 20

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Al oír hablar así a Jeremías, la mente se nos va hasta Pedro cuando el Hijo de Dios hizo ver a sus discípulos el fracaso/rechazo que acompañaría -de una forma u otra- la misión que les había confiado. Recordemos que miles de personas habían disfrutado del milagro de la multiplicación de los panes. Jesús quiso hacer ver a los suyos que pasado el efecto sensorial de los milagros, es fácil desentenderse de Dios. Esto fue lo que ocurrió. Pasado el milagro, cerraron sus oídos a la catequesis que les dio acerca de su Palabra como Pan de Vida, y se fueron escandalizados. Fue entonces cuando preguntó a los suyos: ¿También vosotros queréis marcharos? El combate de la fe está servido. Pedro decide en nombre de todos. El momento es crucial, las generosidades, buenas en un primer tiempo, ya no mantienen el seguimiento. Hay que dar paso a la Sabiduría. Pedro decide a favor de lo que más le conviene. Para su sorpresa, lo que más le conviene es seguir con Jesucristo, su Señor.

Quizá hasta él mismo se asombró de las palabras que salieron de su boca: ¿A dónde iremos, Señor? Tú tienes palabras de vida eterna. Creo que ahora sí podemos entender que la generosidad, siendo buena hasta entonces, tuvo que dar paso a la Sabiduría. Es importantísimo volver una y otra vez al pleito que Jeremías entabla con Dios porque el desarrollo de su llamada no cuadró con sus fantasías religiosas, ya que nos muestra cómo trabaja Dios el corazón de sus pastores. Es un trabajo -digámoslo sin tapujos- expoliador, sin tregua, hasta que su corazón queda libre de toda idolatría; sólo así los pastores podrán ser llamados según su corazón, el de Dios. También estos pastores pelearán y pleitearán con Él; mas al final triunfará el amor, llegarán a tener un corazón sin amarras de ningún tipo.

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Conoció al Irresistible Pero su desierto es inhabitable. Se sentirán terriblemente solos, les dolerá hasta el alma el rechazo, la exclusión; la tentación de volver atrás se hará por momentos casi irresistible; digo casi, porque el Irresistible va a ser Dios, el del Fuego, el que cautivó a Jeremías hasta el punto de decirle “me has agarrado y me has podido”. Ante el Irresistible, Jeremías puso punto final a su pleito. Es bueno que todos aquellos que son llamados a ser pastores se miren en él, pleito incluido. Su experiencia será como chispas de luz en su anhelo de ser fieles a Dios; se avendrán más fácilmente a poner el corazón en sus manos para que lo modele a su gusto; en definitiva, se dejarán hacer por Él. Algo muy importante nos queda por decir, y es que el pleito de Jeremías termina con su victoria. ¿Vence el profeta? Sí, Dios se deja vencer siempre que un hombre se deja hacer por Él.

Jeremías vence porque, a pesar de las dramáticas situaciones a las que se ve abocado en su ministerio profético -que es por encima de todo ministerio de la Palabra- se mantiene firme aun cuando sus pies le piden dar marcha atrás. Se mantiene firme porque, aun en el mayor de sus desamparos, se da cuenta, percibe que Dios está junto a él: “Pero Dios está conmigo, cual campeón poderoso. Y así mis perseguidores tropezarán impotentes; se avergonzarán mucho de su imprudencia” (Jr 20,11). Sí, Dios está con él sosteniéndole y alegrando de forma indecible su alma tan terriblemente atravesada por tanto rechazo, oposición y persecución. Mas también está con él moldeando su corazón; siempre hay algo que moldear en su recorrido de llegar a parecerse al de Dios. Os daré pastores según mi corazón, prometió Dios (Jr 3,15); y lo cumplió con Jeremías, pleito incluido.

Jeremías no cabe en sí de gozo: la Palabra del Dios vivo, la Palabra que dio luz a los cielos y a la tierra, la Palabra que dio un alma a Israel, será a lo largo de su misión espíritu de su espíritu, corazón de su corazón y ser de su ser 22 BN-61.indd 22

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Sí, pleito. ¡Bendito pleito! Gracias a él, a la audacia del profeta de poner las cartas bocarriba sobre la mesa, está en disposición de hacer la voluntad de Dios. De él nunca podrá decir Dios lo que su Hijo dijo a los fariseos: “¿Por qué me llamáis: Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?” (Lc 6,46). Así habló a los fariseos y así sigue hablando a todos los falsos pastores, los que no se atreven a mostrar sus cartas, sus disconformidades, poniéndose así de espaldas a su Palabra; y aun así, siguen llamándole: ¡Señor, Señor!

Gracias a él, a la audacia del profeta de poner las cartas bocarriba sobre la mesa, está en disposición de hacer la voluntad de Dios

Dice nuestro refranero que “de los amores reñidos nacen los amores más queridos”. Protestó el profeta y se desahogó; pleiteó con Aquel que, al llamarlo, le sedujo porque sus caminos, los de Dios, no se correspondían con el éxito al que creía tener derecho. Pleiteó con y contra Dios, pero no desistió porque tenía grabada en su alma la medida de la misión confiada. Ya lo sabemos, la medida era infinita, como su corazón y como todos los corazones de los pastores según el corazón de Dios. bn

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P. Alfonso López Quintás | Catedrático universitario y académico

Si nos movemos en el nivel 1, tendemos a reducir la libertad creativa a mera libertad de maniobra, libertad de actuar conforme a las propias apetencias. Este reduccionismo nos descentra y desquicia porque nos recluye en nuestro yo egoísta y nos aleja del ideal de la unidad, que es el quicio y el centro de nuestra vida.

Una historia de conversión Resalta esto de forma dramática en la manifestación siguiente, realizada telefónicamente por un enfermo de sida durante un programa de la emisora de radio COPE (Madrid): «Tengo 40 años. Cuando tenía pocos años, cuando era un adolescente, comencé a tener problemas de sexualidad, entre otras cosas porque mi familia era un poco especial; no tenía madre, mi padre estaba casado en segundas nupcias, y yo comencé a tener problemas de sexualidad, que no pude encauzar, y a aficionarme a la pornografía, y un poco más adelante, cuando se inició el cambio político, me empecé a dejar influir por el ambiente que decía que había que ser liberales, que había que dejar de ser retrógrados, y cosas de esas. Total, que comencé a tener grandes problemas, y el problema más gordo que tengo es que en los últimos años comencé a ir por caminos de homosexualidad, y ahora tengo VIH (SIDA). (...) Ayer me comunicaron que tengo una encefalopatía y atrofia cerebral... O sea, me siento, lógicamente, como un barco que acaba su aventura embarrancado».

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«Lo que sucede es que las consecuencias físicas, que por desgracia serán posiblemente mortales, aunque me siento relativamente bien, no me importan tanto. Lo peor es que tengo la frustración de que me han timado. (...) Hay una frase evangélica que dice ‘no temáis a los que os quitan la vida del cuerpo, sino sobre todo a los que os quitan la vida de Dios’. A mí me han quitado la vida del cuerpo, pero la otra creo que, gracias a Dios, la he recuperado bastante desde que me dijeron que tenía VIH».

A mí una de las cosas que más me sublevan contra la sociedad es, en el tema de la VIH, que ponen como remedio el preservativo, o, respecto a los drogadictos, cuya muerte es terrible, una jeringuilla limpia, nueva. Tengo la impresión de que es un auténtico crimen eso, porque al hombre hay que darle unos valores diferentes. Yo, gracias a Dios, he encontrado en los últimos años en mi vida gente que ayudan. No materialmente, que no lo necesito. Recuerdo la parábola del hijo pródigo. Este podía tener el SIDA, pero se levantó y volvió a la casa del padre. Me pregunto: Si a un chaval que está tirado por la calle le dan una jeringuilla nueva, ¿no es el último crimen de una sociedad que deja tirada a la gente luego en la porquería?»1.

«Yo observo una cosa, y es que las personas ‘retrógradas’ (entre comillas) son las que de verdad ayudan a las personas caídas. Yo ahora (...) veo a las religiosas, a las Hijas de la Caridad, que cuidan a sus enfermos como auténticas madres. Ellas son las que me han comunicado que tengo ahora una encefalopatía. Sin embargo, observo a muchos compañeros que se han muerto ya de VIH y no han tenido mi suerte de tener fe desde pequeños. He visto a compañeros homosexuales a los que se les ha acelerado mucho la muerte, víctimas de una desesperación porque no veían sentido a su vida. Desde que ya no podían hacer uso del sexo, me ha dado la impresión de que había chavales que decían: “esto ya no tiene sentido”.

Como seres racionales y libres, debemos tener las riendas de nuestra conducta y no dejarnos arrastrar por el halago de entregarnos a cuanto nos seduce

1 Cf. Alfonso López Quintás: La formación para el amor (San Pablo, Madrid 1995) 69-70, 82-83.

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educación para la vida sobrevolar la propia vida y la de sus compañeros y juzgarla con criterios de valoración sorprendentemente elevados.

El cambio de ideal lo transforma todo Adviértase que esta lamentable historia comenzó por la soledad que padeció el protagonista en el seno de su familia durante la infancia. Al no disponer de posibilidades para el encuentro, el adolescente solitario se sitúa en el nivel 1 y espera encontrar un sucedáneo de la compañía en las relaciones eróticas, a las que se entrega confiadamente por confundir la libertad de maniobra con la libertad creativa. Esta serie de errores relativos a la idea de lo que es y lo que debe ser nuestra vida lo llevan a una situación de desmoronamiento físico –debido a la enfermedad grave que padece– y espiritual, motivado por la extrema soledad a que lo llevaron quienes lo condujeron a una vida desordenada, con promesas de felicidad absoluta, para abandonarlo a la hora del fracaso. En esta situación de abandono, se ve gozosamente sorprendido por la generosidad incondicional de unas religiosas, que no dudan en salirle al encuentro. Este encuentro con el ideal de la unidad (nivel 3) es para él una fuente de luz y le permite descubrir la verdad de su vida, en el fondo de la cual reencuentra la verdad de la fe de su infancia. A esta luz, advierte con lucidez que el proceso de vértigo nos lleva a la destrucción y el proceso de éxtasis nos conduce al encuentro y la vida verdadera. Por eso confiesa que el quebranto de la vida biológica (nivel 1) supuso para él la ganancia de una vida superior, rebosante de sentido (nivel 3). Este ascenso de nivel le da perspectiva para

Una vez más observamos que lo decisivo en nuestra formación es adentrarnos en el área de irradiación de los grandes valores, en este caso el de la generosidad, que es la condición primera y primaria del encuentro. Una vez situado en el campo de juego del encuentro, ese joven abandonado recibe sus frutos, uno de los cuales es la luz para comprender una serie de verdades básicas en la vida: - la importancia de haber tenido una familia bien estructurada y acogedora, - la diferencia entre la mera libertad de maniobra (nivel 1) y la libertad creativa (nivel 2), - el error de considerar como “progresista” una actividad destructiva, - la necesidad de jerarquizar los valores, por ejemplo la salud física y la salud espiritual. Nos resultó conmovedor observar cómo un joven plenamente consciente de hallarse destruido describía su situación con toda serenidad, desde una distancia que le permitía aquilatar los conceptos, confrontar el proceso de construcción con el de destrucción, incluso marcar el contrasentido que implica intentar dulcificar la caída en el precipicio –facilitando a los drogadictos los instrumentos de su martirio– en vez de evitar de raíz tal fracaso, encaminando a los infortunados adictos por la vía de la verdadera felicidad, que hubiera sido ascenso al nivel 3, a la práctica del auténtico amor.

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Pocas veces he sentido con mayor agudeza la necesidad de ayudar a los jóvenes a pensar con rigor y superar por elevación una serie de prejuicios y malentendidos que los alejan de su auténtica verdad y su verdadera libertad interior. bn

He visto a compañeros homosexuales a los que se les ha acelerado mucho la muerte, víctimas de una desesperación porque no veían sentido a su vida

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Jaime Pérez-Boccherini Stampa, presbitero

Jesús embarca con sus discípulos

Pasados unos meses, el Maestro condujo a los Doce en la barca que era de Pedro, humilde y vieja embarcación de madera que a un tiempo daba cobijo y trabajo. Aquel día ya anochecía, después de una bella jornada de acompañar a Jesús por las aldeas vecinas, mientras Él predicaba, tocaba, abrazaba, bendecía, curaba, infundía consuelo y esperanza enYahveh; en cada uno de sus gestos y miradas, en cada una de sus palabras y de sus silencios, en cada una de sus sonrisas y suspiros: ¡Él era, indudablemente, el Señor!, y ellos, sus discípulos, eran sus apóstoles elegidos, eran, simplemente, los Doce, y así se les conocía y se les llamaba. Grandes y pequeños hechos del día que mecían en el recuerdo la memoria agradecida, horas después, ya despedidas las gentes. Resplandores del sol otoñal se filtraron por entre las colinas cercanas de Galilea, cuyos verdes y ondulantes prados se vistieron del color gris de la ceniza, henchidos de los ruidos e incertidumbres nocturnas. En lo alto, hacia el ocaso, negras nubes se adelantaron presurosas sobre aguas inquietas y turbias. En ese momento, la barca de los discípulos empezó a bambolearse sobre el Lago. Los discípulos ya iban muy cansados. Jesús dormía en la popa, atrás, junto a redes y aparejos, con el rostro sereno y majestuoso, soberano en su silencioso descanso. Pero empezó a llover, al principio con parsimonia.

El agua comenzó a crear charcas dentro de la barca. Los apóstoles sacaron cubos y a fuerza de brazos tiraban afuera el agua sucia. Llovió más. Ahora, con fuerza. El viento tormentoso empezó a silbar. Las ondas de las olas se levantaron aturdidas, unas sobre otras. Las aves del Lago volaban soliviantadas hacia la orilla. Cundió el desconcierto en la embarcación de expertos pescadores, a causa de la desacostumbrada tormenta. La barca siguió zozobrando. Pedro, como siempre el más juicioso de todos, sintió entonces agitarse el miedo dentro de él, y una mala corazonada. Ya se hizo la noche cerrada, y Juan, alzando la vista, miró incrédulo y asombrado la revolución de las olas que golpeaban la barca con saña. Él también sintió entonces un escalofrío. Nieblas oscuras se abatían sobre ellos. Los gritos estremecidos de los compañeros balbuceaban frases contradictorias cuyo eco se apagaba en la oscuridad. En ese preciso instante, Juan creyó oír risas de otras voces, que no eran las de los apóstoles, sino voces gimientes en el aire entenebrecido, pero eran risas hechas de una maligna intención; risas de rabia que musitaban palabras con voces extrañas en idiomas perdidos. Voces agudas o graves. Voces variadas y ásperas. Burlas sarcásticas de espíritus invisibles entre el viento frío e inhóspito. Y la barca empezó a dar saltos por la violencia de las aguas, amenazando con hundirse. Y a Juan, por vez primera en lo que sería su larga existencia, le fue concedida entonces su primera Visión...

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Las visiones de Juan

Y vio... entre fugaces y confusas luces... vio al grupo de los apóstoles, sus amigos, reunidos recogidamente, en la sala de un piso alto por cuyas ventanas asomaba, al amanecer, el apacible paisaje de las casas de Jerusalén, y con ellos se hallaba la Íma, la Madre de Jesús. Pero Jesús mismo no estaba. Y, de repente, aparecieron como unas llamaradas de fuego sobre las cabezas de todos... Pero de pronto, se retiró esa Visión, y apareció otra: Una multitud vociferante, de caras desencajadas, sobre el graderío de un gran anfiteatro, del que Juan tuvo el presentimiento que se encontraba en Roma, y en el medio de la arena rezaba, en susurros, un hombre muy anciano, clavado a una cruz boca abajo, pero Juan no pudo distinguir de quién se trataba... la Visión desapareció y en su lugar surgieron muchedumbres de hombres y mujeres, de razas mezcladas y diversas, que cantaban

bellos himnos a Dios en espaciosos templos nunca antes construidos... y le sucedió otra Visión, compuesta de batallas sanguinarias entre ejércitos que juraban o blasfemaban en nombre de ese mismo Dios... y le siguieron otras Visiones en rápida sucesión, cuyo significado no comprendía del todo, que mostraban los destinos futuros de los discípulos de Jesús a lo largo de los numerosos años por venir, de sus triunfos y de sus fracasos, de sus infatigables viajes y predicaciones,

Jesús alzó los brazos de pronto y, entonces, todo cesó Temporal en la noche

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de sus acciones justas pero también de los muchos escándalos culpables que ellos provocarían; Visiones, en fin, del mundo entero, colmado de pueblos y lenguas, que al menos una vez se arrodillaría para bendecir a Dios para, a continuación y con el correr de los siglos, levantarse airado contra ese mismo Dios y sus testigos... y, más lejos, más allá, más lejos en el tiempo, mucho más lejos, Juan creyó ver también extrañas máquinas y altísimas construcciones, e ingenios brillantes que sobrevolaban más alto que las nubes, y admirables vestimentas y vehículos, y muy graves quebrantos sufridos en nombre de Jesús, y temibles asechanzas a sus discípulos, azuzados por potencias infernales, y una violenta lucha de ángeles en el Cielo, y caminos en la tierra sembrados de numerosos mártires y de innumerables santos entre los

escombros de inmensas ciudades destruidas y los arrecifes de océanos desecados, y el resonar poderoso de las trompetas divinas, y la conmoción final de cielos, de tierra, de mares y continentes, y en medio de todos esos cataclismos, largos como eones, apareció deslumbrante una Mujer, con ropas refulgentes como el sol, con luces estrelladas por corona y escoltada por multitud de ángeles de blancas túnicas flameantes con el viento y que asían espadas de fuego; la Señora era de fascinante belleza, el semblante en místico arrobamiento, pero con la mirada terrible y enfurecida que solamente se encuentra en los buenos capitanes que marchan decididos a la Guerra... y en ese punto se alzaron las Visiones y se retiraron, y Juan volvió a sentir su cuerpo dentro de la barca que amenazaba la ruina.

Se hizo paso entre el desorden de cuerdas y de hombres, hasta la popa de la barca donde, curiosamente, parecía reinar una insospechada calma

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Jesús: ¡Es el Señor!

La nave quedaba totalmente escorada; el agua entraba ya imparable por el costado. Los apóstoles achicaban sin esperanza. Pedro miró en derredor el desastre, y tomó la decisión. Se hizo paso entre el desorden de cuerdas y de hombres, hasta la popa de la barca donde, curiosamente, parecía reinar una insospechada calma. Allí continuaba durmiendo Jesús, con ese aspecto que era tan suyo de adulto joven y de expresión pura de niño, pero con los rasgos faciales tan semejantes a los de María, su madre. Era tal la sensación de alivio y de quietud que flotaba alrededor de su cuerpo, en medio del caos de la tormenta. Pedro y, con él, el resto de los discípulos, que habían abandonado sus tareas para arremolinarse también ellos, como niños asustados, en torno a Jesús, no pudo menos que pararse en seco, golpeado

por la sorpresa. Dirigió la mirada a Juan. Juan asintió con la cabeza, y entonces despertó suavemente al Señor, mientras que, con tono quejumbroso, le decía: “¡Maestro!, ¿es que no te importa que nos hundamos?”. Jesús alzó los ojos de inmediato, dejando aflorar una vez más su dulce mirada, no obstante plena de autoridad; sin decir palabra se levantó, se dirigió al centro de la embarcación. A su alrededor parece que ya como que retrocedía la lluvia y el viento. Jesús alzó los brazos de pronto y, entonces, todo cesó. ¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo! Santa Isabel de La Trinidad. bn

...Continuará

¡Él era, indudablemente, el Señor!, y ellos, sus discípulos, eran sus apóstoles elegidos, eran, simplemente, los Doce, y así se les conocía y se les llamaba

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Enrique Solana - Arquitecto

Las proporciones del templo responden a un entramado de medidas que brotan de la Revelación y de la Inteligencia. Existen dos unidades fundamentales, una es 7,5, y la razón de su elección es bellísima. El número 7, sinónimo de la perfección, pertenece al mundo creado, Dios hizo la creación en siete días. El número 8, sinónimo de la plenitud, pertenece en cambio al mundo futuro, a la escatología, pues Cristo resucitó en el octavo día, la nueva creación que no se culminará hasta la segunda venida del Redentor al final de la historia. El 7,5, entre el 7 y el 8, pone

de manifiesto pues, un mundo que supera la perfección de la naturaleza creada pero que aspira a la plenitud divina: La basílica de la Sagrada Familia presenta la perfección de este mundo en tránsito hacia su total plenitud. Por otra parte, en el cuerpo humano 7,5 es la proporción de la cabeza respecto del cuerpo en la Grecia clásica. La otra unidad fundamental es el 12 al ser la suma de 3+4+5, las medidas del triángulo rectángulo de la sección de las pirámides egipcias. Son las dos unidades esenciales en la Sagrada Familia, y ambas confluyen en el 90 que es el resultado de 7,5 x 12.

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Del 7,5 salen sus múltiplos: 15, 30, 45, 60, 75, 90... 180 que son medidas presentes en la basílica: La distancia de la retícula entre las columnas de las naves laterales (7,5 x 7,5 m.); la longitud de la nave hasta la cabecera del ábside y su altura (90 m.); la longitud de la nave hasta el cimborrio del ábside (75 m.); la longitud del crucero y su altura (60 m.); la anchura de la nave central y su altura (45 m.); la anchura del crucero y altura de las naves laterales (30 m.); la altura de los coros (15 m.); la altura del arranque de las torres (90 m.); la altura de la torre principal (180 m.); la altura de la torre de los Evangelios (127,5 m.)

y de la Virgen (120 m.), ambos múltiplos de 7,5; las alturas de las dos torres centrales de los apóstoles de cada fachada (112,5 m.) y las dos laterales (105 m.), siempre múltiplos de 7,5. Si en el exterior del templo se representa la Redención del Señor, en el interior aparece la actualización de esa Redención en su esposa, la Iglesia. La Iglesia Militante está representada en las naves, la Purgante en la cueva bajo el altar mayor, y la Triunfante en la linterna de metal dorado y cristales, sobre el altar, imagen de la Jerusalén Celestial. La Sagrada Familia de Gaudí

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El Apocalipsis es la clave apropiada para interpretar correctamente la basílica ya que conduce a la humanidad hacia su culminación que no es otra que la comunión plena con Dios, revela la belleza que nos aguarda si permanecemos en Él

Gaudí tenía muy presente que la Sagrada Familia debía ser un Templo universal que expresara la catolicidad de la fe, razón por la cual, las columnas de la nave interior están dedicadas a santos, patrones y fundadores de la más variada procedencia. Las columnas tienen un aspecto ascendente que se manifiesta en su forma helicoidal y en sus ramificaciones superiores, mientras que en las bóvedas se representan a los ángeles custodios en posición de bajar que se manifiesta en su forma estrellada con las puntas hacia abajo. Gaudí afirma que la decoración de la Sagrada Familia se basa en “los santos subiendo al cielo y los ángeles bajando a la tierra”. Hay tres itinerarios espirituales. La vía de la Humanidad que es la Vía del Padre, que va del ábside (espacio de la creación) a la fachada de la Gloria, lugar de nuestro destino, pasando por el lugar de la recreación en Cristo.

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La basílica de la Sagrada Familia presenta la perfección de este mundo en tránsito hacia su total plenitud

El segundo itinerario es la Vía del Hijo, que va de la fachada del Nacimiento a la de la Pasión, para llevar a cabo la Redención del hombre que se realizó en el Misterio Pascual que se celebra en el altar. El tercer itinerario es el de la Iglesia, o Vía del Espíritu Santo que guía a la Iglesia. Es un recorrido circular bien por el interior del templo en un camino de iluminación, bien por el exterior a través del claustro en un camino de peregrinación. El primero comienza en la capilla del Bautismo que es la puerta de entrada a la fe, pasa por los interiores de las fachadas del Nacimiento y de la Pasión a través de las naves, donde mediante la escucha de la Palabra y la celebración de la Eucaristía vamos configurándonos a la imagen del Hijo, para terminar en la fachada de la Gloria, el Cielo.

la decoración de la Sagrada Familia se basa en “los santos subiendo al cielo y los ángeles bajando a la tierra” La Sagrada Familia de Gaudí

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nueva estética El Claustro en este Templo pasa a ser periférico, circunvalando el templo entre el edificio y el perímetro porticado, definiendo así un espacio irregular, entre el exterior y el interior, que al tiempo que aísla el templo del exterior, permite contemplarlo en detalle mientras se pasea en oración, que esta es la función esencial de este lugar. El Claustro tiene aquí un contenido radicalmente mariano. En el extremo Norte del Claustro Gaudí dispuso la capilla de la Asunción. Si nos desplazamos desde esta capilla hacia el Este, nos encontramos con dos portadas, una a cada lado de la fachada del Nacimiento, la del Rosario y la de Monserrat. Si lo hacemos hacia el Oeste, veremos otras dos portadas, una a cada lado de la fachada de la Pasión, la de la Virgen de los Dolores y la de la Virgen de la Merced. En cuanto a la música, Gaudí no quiere que surja de un punto del edificio, sino de todas partes, como si uno estuviera dentro de una gran caja de resonancia, por eso lo coloca a modo de triforio, por encima y a lo largo de todas las naves. Dispone cuatro órganos en torno al cimborrio central y el coro lo distribuye así: el femenino sobre la entrada con aforo para 500 personas, el de niños sobre el deambulatorio para 700, y el masculino entre las columnas laterales para 600 cada uno. Su situación y pendiente no impide vistas ni obstaculiza la luz de los ventanales. El aforo total del templo puede llegar hasta las 14.000 personas. Gaudí entiende la basílica de la Sagrada Familia como una representación de la Jerusalén Celestial, la esposa del Cordero que describe el libro del Apocalipsis, libro que cierra y culmina la Revelación. El Apocalipsis es la clave apropiada para interpretar correctamente la basílica ya que conduce a la humanidad hacia su culminación que no es otra que la comunión plena con Dios, revela la belleza que nos aguarda si permanecemos en Él. Esto quiere hacer el templo, anticipar esa belleza. Bajo la cruz que culmina la torre de Jesucristo se representan un Alfa y una Omega, alusión al Cristo del Apocalipsis, primero y último, principio y fin. La torre central y las cuatro columnas que la sustentan, representan el trono de Dios y del Cordero, y las naves de la basílica son la nueva Jerusalén anunciada. Dice el Apocalipsis que la ciudad no necesita de sol ni luna que la alumbren, porque la ilumina la gloria de Dios, y su lámpara que es el Cordero. En la Sagrada Familia, la luz parece salir de la construcción misma, de los vitrales y de las aberturas de las bóvedas, tanto de día como de noche, una luz que se difunde y se expande.

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nueva estética Habla el Apocalipsis de un río de agua de vida que brota del trono de Dios y del Cordero que alimenta el árbol de la vida que da fruto doce veces al año y sus hojas sirven de medicina para todos los pueblos. Gaudí se hace eco de esta palabra convirtiendo la Sagrada Familia en un vergel, un jardín espléndido, un huerto rebosante de flores y árboles frutales, tanto en las fachadas como en los pináculos de las cubiertas. Esta descripción del libro impulsó a Gaudí a colocar cestas de fruta por toda la basílica. Las proporciones de la Nueva Jerusalén son ideales, eso trata de explicar el Apocalipsis cuando habla de unas dimensiones en las que longitud, anchura y altura son iguales, es decir, un cubo perfecto, un ideal. Gaudí ha concebido el templo con unas proporciones magníficas, 90 x 60 x 180, en las que se enfatiza la verticalidad, porque la nueva Jerusalén desciende del Cielo. La sección longitudinal es una pirámide circunscrita en un doble cuadrado (90 x 180). La sección transversal es una pirámide circunscrita en un triple cuadrado (60 x 180). El cuadrado es plenitud y la pirámide es estabilidad, ambas geometrías son empleadas evocando a Cristo como centro de la historia, su plenitud y su sentido, su principio y su fin. Los habitantes de esa Jerusalén son: Aquel que está sentado en el trono, los cuatro vivientes, los veinticuatro ancianos y una muchedumbre inmensa, los 144.000 marcados por el Cordero, en torno a los cuales se escucha el fragor de grandes aguas y cánticos de seres vestidos de blanco. Aquí tenemos la explicación de la gran torre central que representa a Jesucristo sentado en su trono, las cuatro que representan a los evangelistas, las doce que representan a los apóstoles o a las tribus de Israel (12 + 12 = 24) y la capacidad del templo que es de 14000 personas (alusión a los 144000 marcados). Las aguas, los cánticos y los seres de blanco son una alusión al Bautismo que da a luz a los nuevos hijos de Dios y a la Eucaristía, que actualiza todos los días la victoria definitiva sobre el mal y la muerte, dando sentido a la existencia y razón de que la vivamos como una permanente celebración. La torre que falta por describir responde a otra de las visiones del libro, la que alude a la mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas, la dedicada a la Virgen María. He aquí plasmada la síntesis del Apocalipsis. bn

Si en el exterior del templo se representa la Redención del Señor, en el interior aparece la actualización de esa Redención en su esposa, la Iglesia La Sagrada Familia de Gaudí

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La labor humana reside en vislumbrar, en las circunstancias de cada dĂa, la voluntad de Dios, aceptarla, asumirla y realizarla en el convencimiento de que lo que nos es dado nos conducirĂĄ a nuestra plenitud 40 BN-61.indd 40

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Victoria Escudero - Farmacéutica. Fundación López Quintás (Área de Docencia y Universidad)

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos” (Is. 55, 8-9). Descubrir la verdad contenida en los versículos del profeta Isaías significó para el Padre Walter adquirir la clave fundamental desde la cual interpretaría toda su existencia. No es el hombre quien traza ni decide su camino de santidad sino Dios mismo. La labor humana reside en vislumbrar, en las circunstancias de cada día, la voluntad de Dios, aceptarla, asumirla y realizarla en el convencimiento de que lo que nos es dado nos conducirá a nuestra plenitud. Y esa fue la tarea del Padre Walter durante toda su vida de sacerdocio, pero muy especialmente durante los veintitrés años que pasó en la Unión Soviética.

La presencia de Dios transforma Cuando rezamos el Padrenuestro y, una vez tras otra, pedimos a Dios: “venga a nosotros tu Reino”, quizá no seamos conscientes de que el deseo que expresamos depende, sobre todo, de nosotros mismos y que hacer presente entre nosotros el Reino de Dios constituye, en realidad, nuestra misión en este mundo. Hacer presente el Reino en los campos de Siberia fue el objetivo del Padre Walter durante su estancia en ellos. La gracia divina es capaz de transformar la más humilde de nuestras acciones en medio por el cual Dios se acerca a quienes nos rodean. Y esta realidad es la fuente de la alegría y de la paz más auténticas. Así, en cada uno de sus actos, de sus palabras, de sus miradas, Walter Ciszek

deseaba ser portador del mensaje trascendente que eleva la existencia humana a su más alta cima dotándola del sentido más hondo: Dios es y Dios es con nosotros. A través de la oración, ese espacio de encuentro personal con el Creador, el Padre Walter recobraba aliento una y otra vez para proseguir, día tras día, en aquel lugar donde el dolor y el sufrimiento humano se presentaban en tantos grados y versiones como almas había. Aquella contribución silenciosa a la obra redentora de Cristo sobre el mundo constituía el sentido más oculto de cuanto allí se padecía. Pero, de todos aquellos hombres exhaustos y agotados, ¿cuántos descubrirían aquello? La fe es el mayor tesoro que puede alcanzar el hombre, pues dota de un sentido trascendente cualquier momento vital por duro que resulte. Por ello, el Padre Walter se afanaba en llevar su mensaje a todos los hombres del campo, entre los cuales fue surgiendo una auténtica Iglesia. La clave es la voluntad de Dios

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sed santos La celebración de la misa clandestina se convirtió en un reto diario para el que todos los esfuerzos se destinaban con enorme motivación: memorizar toda la secuencia de oraciones eucarísticas, guardar ayuno para poder comulgar aun cuando ello significara pasar más hambre de la ya impuesta por la escasez, fingir, esconderse y, por encima de todo, jugarse la propia vida. El cuerpo y la sangre de Cristo, los alimentos de Vida Eterna, infundían en el alma una energía tan real que aquel momento de intimidad con el Señor era el hilo del que parecía pender el aliento de muchos. Y la forma en la que Dios cuidaba espiritualmente de su rebaño suponía para el Padre Walter el sentido más profundo de su presencia en el campo de trabajos forzados. La celebración de la Eucaristía constituía, por encima de todo, la responsabilidad primera a la que el jesuita se sentía llamado diariamente. Un diminuto trozo de pan y unas cuantas gotas de vino consagrado contenían la esencia del milagro que, silenciosamente, se producía sobre una caja, un tablón o una piedra que hacían las veces de altar. Sea como fuere, lo que allí sucedía unía tan íntimamente al hombre con Dios y con su verdadero destino, que ningún otro momento del día cobraba tanto sentido en la vida del campo. La belleza de la liturgia, aun sin flores ni cantos, se revelaba con auténtica majestad en medio de aquella miseria que revelaba, con mayor fuerza, el origen y el destino del ser humano.

Ejercicios Espirituales de San Ignacio La celebración de la misa fue, no obstante, solo uno de los cuidados pastorales que el Padre Walter dispensó a las almas bajo su protección. Como buen jesuita, su confianza en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio le llevó a organizar retiros en el campo, primero para sus compañeros sacerdotes y luego para los demás presos.

“El que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá para siempre…” dice el Señor. En Siberia esas palabras fueron para muchos cristianos algo más que poesía. En ellas se encierra aquella sabiduría que el hombre solo alcanza en los momentos de auténtica unión con Dios.

La fe es el mayor tesoro que puede alcanzar el hombre, pues dota de un sentido trascendente cualquier momento vital por duro que resulte 42 BN-61.indd 42

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s Centrándose en las meditaciones centrales de los Ejercicios, Principio y Fundamento, el Reino de Cristo, Dos Banderas y las meditaciones de la Pasión, el Padre Walter renovaba la fe de quienes le seguían recordándoles el plan de Dios para la salvación del hombre, la existencia de una voluntad divina para cada uno de nosotros que puede ser desentrañada a través de la oración, y la necesidad de un compromiso firme y confiado con ella. Aquellas meditaciones constituían una especie de brújula que reorientaba la mirada y la marcha de unos hombres abocados permanentemente a la desesperación.

Los sacerdotes del campo redescubrían entonces su vocación primera de representar a Cristo allí donde el camino los llevara y de cuidar de las almas que les fueran encomendadas. Su altísima misión consistía en hacer patente el Reino de Dios en medio de tanta adversidad superando el desaliento y la duda. Confiar en la Providencia divina y abandonarse a ella constituían las dos conquistas clave para aquellos hombres que debían llevar a Cristo a los demás. Y esa era la misión de los Ejercicios Espirituales que el Padre Walter predicaba y que progresivamente iban centrando y recomponiendo las almas exhaustas.

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sed santos De la misma manera, los retiros predicados al resto de los presos trataban de fortalecer la fe de los convictos. En un entorno hostil en el que la mentira, los engaños y los robos conformaban el escenario habitual de supervivencia, mantener la confianza en los hombres se convertía en un imposible. Por ello, muchos de aquellos presos cristianos se aferraban a Dios como fuente de toda seguridad y protección. El acompañamiento espiritual intentaba alimentar, en todo momento, la dignidad humana y la necesidad de reconocer un sentido y un valor en el extenuante trabajo realizado en un lugar en el que el hombre era reducido, permanentemente, a la categoría de objeto. Si cada esfuerzo, si cada acción, por pequeña que fuera, se consagraba a Dios adquiría entonces un valor infinito que colmaba de sentido aquella sucesión de días en los que nada parecía recordar a los hombres su condición humana.

El hombre tiene hambre de eternidad. No está hecho para la muerte, al menos, no para la muerte como final sino como transición a una plenitud de la que Cristo resucitado es testimonio y testigo. Anhelamos el abrazo con el Padre como final a esta vida nuestra en la que las dificultades y carencias horadan en nosotros una profunda herida

La verdadera libertad La mirada en Cristo Salvador, vencedor del pecado y de la muerte, dotaba a la persona de la mejor herramienta para seguir afrontando, mañana tras mañana, todas las penalidades. Y es que la idea de la muerte formaba parte consustancial de aquel paisaje en el que las enfermedades, la inanición o un posible castigo de fusilamiento acababan con la vida de los presos. En la contemplación de tales acontecimientos se ponía a prueba la fe en una vida que, lejos de este mundo terrenal, uniera al hombre definitiva y eternamente con su Creador. El régimen comunista ruso eludía realzar, aun en la menor medida, el momento de la muerte. Si todo acababa con ella, ¿para qué preocuparse más que de eliminar los restos inservibles ya de quien había dejado, para siempre, de existir? Sin embargo, y como pudo constatar el Padre Walter, en la familia y los amigos siempre afloraba una necesidad de recordar y honrar la memoria del que había sido. El hombre tiene hambre de eternidad. No está hecho para la muerte, al menos, no para la muerte como final sino como transición a una plenitud de la que Cristo resucitado es testimonio y testigo. Anhelamos el abrazo con el Padre como final a esta vida nuestra en la que las dificultades y carencias horadan en nosotros una profunda herida. La muerte es, para los cristianos, el final de nuestro exilio. Y, desde esta perspectiva, la vivían también los cristianos confinados en Siberia. Quizá para ellos la muerte tuviera relación, sobre todo, con la esperanza y, en último término, con la libertad.

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sed santos Sin embargo, aquella libertad ya era posible en el campo, casi de la misma manera que lo era fuera de él. Como explica el Padre Walter: “Cuando el hombre elige servir a Dios y hacer su voluntad, conquista su libertad más sublime y más plena. Puede parecer paradójico afirmar que nuestra libertad más plena y sublime depende de seguir hasta en el más mínimo detalle la voluntad de otro, pero no deja de ser cierto cuando ese otro es Dios. Yo puedo dar prueba por propia experiencia – especialmente en las horas más oscuras de Lubianka- de que el mayor sentimiento de libertad se consigue cuando se renuncia totalmente a la libertad para cumplir la voluntad de Dios; y con él, la paz del alma, y un constante sentimiento de seguridad”. El Padre Walter apuntaba así al valor infinito de esa libertad interior, auténtico don de Dios, que ninguna circunstancia, por terrible que sea, nos puede arrebatar a los seres humanos. Y esa era la libertad que debían conquistar y salvaguardar los hombres del campo.bn

El mayor sentimiento de libertad se consigue cuando se renuncia totalmente a la libertad para cumplir la voluntad de Dios

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EXCELENCIA DE LA LUZ H o r a c i o

Reivindicación de las tinieblas

V á z q u e z

Y así, contando de antemano con la comprensión de los lectores, formulamos estas consideraciones humildes y confiadas en base a unos postulados que orientarán este trabajo, pues el “Elogio de las Tinieblas” que predicamos, arranca con la sensación inquietante de que será vano nuestro empeño, pues son muchas, evidentes y autorizadas las razones que se han esgrimido desde siempre a favor de la luz, que como efecto reflejo de su excelencia, han acumulado en el sentir general un enorme depósito de agravios y amarguras en contra de las tinieblas y la oscuridad que será difícil de remover y contrarrestar.

C e r m e ñ o

Y estos son los postulados que se proponen: · Que la luz y las tinieblas salieron de las manos de Dios, y que ambas, igualmente, son necesarias para la vida y el buen orden del mundo creado. · Que las citas que ponderan la excelencia de la luz como atributo divino y guía para el hombre, por si mismas, no implican un correlativo agravio o crítica de las tinieblas, que en su propio ámbito y naturaleza son, igualmente, excelentes. · Que no debe entenderse como crítica a las tinieblas los malos efectos que se le atribuyen cuando el hombre realiza en la oscuridad y sin los medios adecuados para orientarse, actos que necesitan de la luz.

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La luz atributo divino Así por ejemplo “caminar de noche”, pues es evidente el peligro de tropezar o perderse por falta de luz. Pero ello en modo alguno puede predicarse como un mal de las tinieblas sino, solamente, del que camina a oscuras de modo imprudente e inadecuado. Recordemos a este respecto la parábola de las vírgenes necias y las vírgenes prudentes, estas, que hicieron provisión del aceite suficiente para sus lámparas cuando esperaban al señor en la noche, y aquellas, que lo agotaron en la larga espera hasta el momento de su llegada y no pudieron entrar con él. · Que la utilización poética o metafórica de la luz como imagen y símbolo de la verdad, la vida, la bondad, la gracia para la salvación y otros bienes, no puede servir de pretexto para tildar sin más a las tinieblas como imagen de la mentira, la muerte, la maldad, la condenación y otros males, pues también puede decirse que la oscuridad y las tinieblas de la noche son inexcusables para el sosiego, la calma, el descanso del alma, y la oración de quietud. · En ocasiones, y con exclusivos fines didácticos que tratan de estimular la comprensión de auditorios poco preparados, se utilizan los conceptos de luz y tiniebla hasta los límites caóticos de sus significados reales, y la oscuridad se asocia a la ignorancia y la condenación del hombre, aunque ello tenga poco que ver con el sentido real del concepto.

Los atributos de Dios son incontables, y entre sus muchas clasificaciones se distinguen los que son transmisibles de los que son exclusivos de su esencia, contándose entre los primeros los de paternidad, santidad, gloria, realeza, majestad, justicia, amor, verdad, soberanía, bondad, gracia, luz, misericordia, claridad, hermosura, paciencia, ira, prudencia, fidelidad, belleza, perfección, libertad, sabiduría, vida, espiritualidad, virginidad, consolación, bendición, etcétera, y entre los atributos exclusivos, los de aseidad, unicidad, multiplicidad, simplicidad, supremacía, grandeza, infinitud, eternidad, inmensidad, inmutabilidad, omnipresencia, omnisciencia, omnipotencia, ubicuidad, creación, y también, que es absoluto, redentor, Señor de vivos y muertos, principio y fin de todas las cosas, etcétera, etcétera.

Luz de Dios Padre El concepto de la luz en la expresión religiosa del Antiguo Testamento representa significados que están muy por encima de su realidad intrínseca, tal como que se manifiestan en las teofanías de Dios Padre, ora en la zarza que ardía sin consumirse, o como columna de fuego que guía al pueblo elegido, o como ascuas celestes que encienden las aras de los holocaustos de Abrahán o de Elías, o como resplandor de la gloria que hace radiante el rostro de Moisés (Éxodo 34, 29). Elogio de las tinieblas

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sed santos Y de muchas maneras se expresa esta simbología como “la luz del rostro del Señor” (Salmo 4, 7), “lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero…” (Salmo 119, 105), “tu luz nos hace ver la luz” (Salmo 36, 10), “el pueblo caminará…a la luz de tu rostro”, porque el Señor Dios es sol y escudo, él da la gracia y la gloria” (Salmo 83, 12), “Casa de Jacob, venid, caminemos a la luz del Señor” (Isaías 2, 5), o en la bendición que da el Señor para el pueblo en Números 6, 25: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti…”, y que luego se reproduce en el Salmo 66, 2-3: “Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros…” En este contexto, la luz no es beligerante con las tinieblas y se hace instrumento de Dios para guiar al hombre hacia el Tiempo Nuevo. Los libros sapienciales también utilizan el concepto de la luz. En el Libro de la Sabiduría 7, 26, la sabiduría se asocia al atributo divino de la luz en cuanto que “irradiación de la luz eterna (de Dios) e imagen de su bondad”, y en 7, 29, se dice de ella que”…es más bella que el sol y supera a todas las constelaciones. Comparada con la luz del día, sale vencedora, porque la luz deja paso a la noche, mientras que a la sabiduría no la domina el mal”. Adviértase aquí como “la noche” se asocia con el mal y el atributo divino de la “sabiduría” se hace competir con el de la “luz”, al que se dice que supera porque el día que da paso a la noche, lo que nunca hace la sabiduría.

Y dentro de este esquema competitivo y beligerante se nos ofrecen las sentencias de Eclesiastés. Así en 2, 12: “La sabiduría es más provechosa que la necedad, como la luz aprovecha más que las tinieblas”, y más adelante en 2, 14, abundando en el mismo sentido: “El sabio lleva los ojos puestos en la cabeza, pero el necio camina en tinieblas”. Aquí el binomio “sabiduría/necedad”, se corresponde con el de “luz/tinieblas”, y las tinieblas salen perdiendo sin que se adviertan los motivos o se den las razones para ello, simplemente se deduce que “es necedad andar en tinieblas”.

Anuncios proféticos La tradición profética nos trae la escisión del mundo bíblico en dos partes: El pueblo elegido que es la luz, y los otros pueblos que caminan en las tinieblas. Pero ahora las tinieblas, de un modo claro y rotundo, se llevan la peor parte en este discurso, pues en la oscuridad que se profetiza se esconden las tinieblas de la muerte, la condenación y el castigo del cielo. Se obtienen conclusiones más benévolas al respecto en los anuncios específicamente mesiánicos, donde la luz que brilla en la oscuridad es la del Mesías que llega, pero no así en las profecías del “Día del Señor”, que son anuncio de un Dios colérico y terrible.

La luz y las tinieblas salieron de las manos de Dios, y que ambas, igualmente, son necesarias para la vida y el buen orden del mundo creado

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sed santos El primer Isaías en 8, 23, nos grita: “¡No habrá ya oscuridad para la tierra que está angustiada!”, pues se anuncian buenas nuevas para la tierra de Neftalí y Zabulón, porque “el pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz brilló”, y lo que anunció el profeta (9, 1) nos lo confirmará el evangelista Mateo en 4, 16. Es la luz del Mesías que llega, es el Siervo del Señor, el que traerá la consolación al pueblo, de quien se dice: “Te hago luz de las naciones para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra” (49, 6), y ya no habrá noches oscuras para los que escuchen su voz “aunque camine en tinieblas, sin ninguna claridad…” (50, 10), y por tanto: “¡Levántate y resplandece, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor…” (60, 10). Y todo eso nos lo confirma Zacarías 14, 6: “Sucederá aquel día que no habrá luz, ni frío ni calor. Será un día único, que el señor conoce: sin día ni noche. Al anochecer habrá una luz espléndida”.

Amós, Sofonías, y Jeremías, también profetizan con la utilización metafórica de luces y tinieblas anunciando un Día del Señor sin salvación para los impíos

En estos textos mesiánicos la oscuridad se viste de una nueva esperanza. Pero son también tiempos para la corrupción y la denuncia, para el pecado, la perfidia, la violencia y la sangre, y de nuevo los vocablos de luz y tinieblas con su anfibología poética y ejemplarizante, entran en juego para la lamentación acusadora: “Por eso está lejos de nosotros el derecho y la justicia no nos alcanza; esperamos la luz, llega la oscuridad; esperamos claridad y marchamos en tinieblas. Tentamos el muro como ciegos,…tropezamos en pleno día como al anochecer…” (Isaías 59, 9-10). Amós, Sofonías, y Jeremías, también profetizan con la utilización metafórica de luces y tinieblas anunciando un Día del Señor sin salvación para los impíos: Así Amós (5, 18-20), “¡Ay de los que ansían el Día del Señor! ¿De qué os servirá el Día del Señor? ¡Serán tinieblas y no luz! Será como un hombre que huye de un león y se topa con un oso, o entra en casa, apoya su mano en la pared y lo muerde una serpiente. ¿No es el Día del Señor tinieblas y no luz, densa oscuridad sin resplandor alguno? Y Sofonías 1, 15, “Amargo es el estruendo del Día del Señor…Día de cólera, aquel día, día de angustia y aflicción,…día de oscuridad y negrura, día de nieblas y tinieblas…”. Y Jeremías 13, 16, “Honrad al Señor, vuestro Dios, antes de que se echen las sombras, antes de que tropiecen vuestros pies por los montes, apenas sin luz; antes de que la luz que esperáis se convierta en sombras mortales, se transforme en lóbregas tinieblas.”

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En su realidad cósmica de elemento salido de las manos de Dios, las tinieblas siempre serán inocentes No, nos parece posible encontrar argumentos para que no maldecir a las tinieblas de la ignorancia, el pecado y la muerte, sino fuera porque, en su realidad cósmica de elemento salido de las manos de Dios, las tinieblas siempre serán inocentes. Quizá, acaso, podría explicarse la dureza de los simbolismos utilizados porque en el principio, antes de que pudiera contarse el tiempo del mundo, el pecado de soberbia de unos ángeles rebeldes provocó una batalla celestial que se saldó con su derrota, “y que a los ángeles que no se mantuvieron en su rango sino que abandonaron su propia morada, (Dios) los tiene guardados para el juicio del gran día, atados en las tinieblas con cadenas perpetuas”. (Carta de San Judas, 6). Así lo ratifica 2 Pedro 2, 4:“En efecto Dios no perdonó a lo ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en las tenebrosas cavernas del infierno, los entregó reservándolos para el juicio. Y de tan gran pecado, del que pudiera existir reseña en Apocalipsis 12,3, con la señal “…de un enorme monstruo rojo como el fuego… que con la cola barre un tercio de las estrellas del cielo, precipitándolas a la tierra”, parece que, junto a los ángeles convertidos en demonios que son confinados en el Averno para librar la batalle del pecado en el mundo, también las tinieblas espesas y oscuras

en las que habitan desde entonces hayan sido, a su vez, estigmatizadas con ellos como símbolo del mal que encarnan por un pecado irrredento. Y para atenuar el rigor de tan crudos simbolismos y comparaciones, será bueno traer a colación que esa “luz mesiánica que brilló en la noche de los profetas”, fue también “la estrella de Jacob”, la que se nos anunció por boca del hechicero Balaán (Números 24, 15-24), y que luego, mil años después, lucirá de nuevo tan brillante como aquella, y llamará la atención de unos magos estudiosos el cielo en el lejano oriente, que al verla supieron entender que aquella luz era la señal del nacimiento del rey más poderoso del mundo, y dejándolo todo, se pusieran en camino para adorarlo. Porque es lo cierto, que las estrellas solo brillan en las noches más oscuras, cuando las tinieblas son densas y espesas, y para seguir la de Belén, los magos solo podían caminar en la noche al resplandor de su estela, y al amanecer, cansados y felices, descasaban en sus tiendas esperando otra noche acogedora que les mostrara el camino. Y en ese peregrinaje lleno de noches de esperanza, que son las mismas noches de las aterradoras tinieblas que anunciaron los profetas, la oscuridad se llenó entonces de ilusión, y las noches parecían días, y la estrella los dirigió sin tropiezos por un camino que los llevó hasta Jesús. bn

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Javier Alba

Con este artículo, se comienza la publicación de una serie de reflexiones sobre diversos aspectos de vital importancia para toda persona que desee encontrar la felicidad por el único camino que, de verdad, conduce a ella. Cada una de las sentencias que se proponen a la consideración del lector encierra una sabiduría digna de meditación. Indudablemente, Dios mismo actuará en quienes así lo hagan y sus beneficios no se harán esperar.

Fe.

¿Dónde estaba Dios mientras se asesinaba en Auschwitz? Dios estaba allí. Cristo entraba a los hornos crematorios de la mano de las víctimas inocentes. La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con creces (San Juan Crisóstomo). Se empieza perdiendo la fe, y se acaba perdiendo la razón.

Ante el miedo a la muerte no es la fe la que tranquiliza, sino el Amor (Bernanos). No hay ateos, sino idólatras (Dostoyevski). Todo el que cree piensa, porque la fe si lo que se cree no se piensa, es nula (San Agustín). Lo único que quita el pecado es el don gratuito de la fe, que actúa por el amor (San Agustín). Por la fe habita Cristo en nuestros corazones (San Bernardo).

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Esperanza El tiempo es superior al espacio (Papa Francisco). Aunque veas que el enemigo ha sembrado todo el espacio de cizaña, no temas, espera, porque será vencido por la bondad del trigo que se manifiesta a su tiempo. Aunque nadie haya podido regresar y hacer un nuevo comienzo… cualquiera puede volver a comenzar ahora y hacer un nuevo final (San Francisco Javier). El desconocimiento propio genera soberbia, pero el desconocimiento de Dios genera desesperanza (San Bernardo). He sido creado para el Paraíso. Cristo me espera. Tantas veces como abandonamos el camino para perdernos, tantas veces que el Señor recrea nuevos caminos para encontrarnos de nuevo. La paciencia de Dios es nuestra salvación. Esperando siempre el abrazo de Cristo en el Paraíso.

Caridad

caridad

Lo único que cuenta es la fe activa en la caridad.

Quitarse las sandalias al pisar la tierra sagrada del otro (Papa Francisco). El que detesta a su hermano es como un asesino que mutila el cuerpo de Cristo. El que se burla de su hermano es como el verdugo que le quita la libertad para acabar con su vida. No hay mayor invitación al amor que amar primero (San Agustín). Saluda tú primero (San Juan de la Cruz). ¿Quién es mi prójimo? Mi prójimo es aquel que me resulta insoportable (Dostoyevski). Prójimo es aquel que está ahora a mi lado. El que molesta y estorba. Dice Dostoyevski, “al que no se puede amar”. Prójimo es aquel que Dios pone a tu lado en cada momento. Hay que llegar juntos a la casa del Padre. No vayamos a encontrarnos con Dios estando separados los unos de los otros (Péguy). Hay algunos que parecerían querer entrar solos en el cielo, entrar sin esos hermanos que resultan tan molestos, y no saben que sólo se entra solo en el infierno. La fe y la esperanza son para esta vida, no así la caridad que aumentará en la vida eterna. Aunque tu fe sea como una mecha humeante, y tu esperanza como una caña cascada, siempre tendrás el amor de Cristo. Sólo Cristo. El pobre es Cristo disfrazado de mendigo (Teresa de Calcuta).

La fe sin obras es un cadáver St 2,17

No ser nada para nadie, es la peor pobreza (Teresa de Calcuta).

Nunca dejes de hacer una obra buena por miedo a caer en la vanagloria (Kiko Argüello).

La soberbia engendra división, del mismo modo que la caridad engendra la unidad (San Agustín).

Anunciad el Evangelio siempre, y, si fuera necesario, también con la palabra (San Francisco). Evangelizad de palabra y de obra, como el ora et labora.

¿Puede la esposa dejar de amar, tratándose además de la esposa del Amor en persona? (San Bernardo).

El pecado de ignorancia es ignorar que el otro es Cristo.

No pierdas la caridad porque acabarás perdiendo la fe. El pobre que pide a la puerta de la iglesia es el que te esperará a la puerta del cielo

Reflexiones imprescindibles

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sed santos Cruz

Belleza

La verdad revelada es el amor, y el amor encarnado es la belleza (Pavel Florensky). La Belleza que salva al mundo es Cristo (Dostoyevski). La belleza es el resplandor de la verdad (Gaudí). La belleza es la expresión visible del bien (Juan Pablo II). El bien es la belleza de la verdad: el Amor de Dios manifestado en Cristo Jesús.

Cruz

Una cruz sin Jesús no es cristiana (Papa Francisco). La cruz es mi libro, una mirada a ella me enseña cómo debo actuar en cada circunstancia (San Conrado Birndorfer de Parzham). Aparte de la cruz no hay otra escalera por la que podamos subir al cielo (Santa Rosa de Lima). Si se rechaza la cruz, no se encuentra otro camino para subir al cielo. Por la cruz al Paraíso. En la cruz somos uno con Cristo. Cristo en su Resurrección nos ha abierto la puerta del Paraíso: la Cruz.

El mal odia la verdad y la belleza. La belleza va más allá de la razón. Aquel que es la Belleza misma se ha dejado desfigurar el rostro, escupir encima y coronar de espinas (Ratzinger). Encontrar la verdadera Belleza, abandonarlo todo y seguirle. La vida es bella, muy bella, más yo prefiero el paraíso (como San Felipe Neri). Porque estoy enamorado de Cristo.

Humildad

La humildad es la raíz y el fruto de la santidad. La humildad es la prueba de que esos dones y carismas vienen de Dios. No hay santo sin humildad. Ni la humildad entrará en el infierno, ni la soberbia entrará en el cielo. En el infierno se puede entrar con muchas virtudes, menos con la humildad, y en el cielo se puede entrar con muchos pecados, menos con la soberbia. Seguir desnudo al Cristo desnudo. Para ser humilde hay que ser humillado (Papa Francisco). Sólo la humillación nos libra de la soberbia. Ser humillado es medicina contra el orgullo.

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sed santos Cristo buscó el último lugar, nosotros lo cristianos no podemos buscar otro lugar mejor. Sitúate en el infierno, en el último lugar, y espera a que Cristo venga a rescatarte (San Teófano el Recluso). Bakhita, esclava negra africana, quiso ser cristiana cuando se encontró a Dios hecho esclavo como ella, ante la imagen de Jesucristo crucificado como un esclavo. Dios construye sobre el suelo real de la humildad, y no sobre el aire vano de la soberbia. Dios te ama como eres. Ama a Dios como eres. Dios se hizo hombre por humildad, para hacer al hombre Dios (San Agustín), pero el hombre rechaza a Dios por la soberbia de querer ser dios. Mis torpezas las permite Dios para que no me llene de orgullo, y me mantenga siempre humilde (San Carlos de Sezze) . Dios lo es todo, yo no soy nada (Santa Ángela de la Cruz). Dios es el que es, yo soy la que no es (Santa Catalina de Siena).

San Simeón el loco se hizo necio y el loco por Cristo, hizo el payaso, vivió entre mendigos, siempre estaba alegre, se reía de sí mismo, y buscaba la risa de los demás, y sólo así pudo vencer al gran enemigo del orgullo. Nosotros nos creemos espíritus puros, más las limitaciones de nuestro cuerpo son las que nos llevan a la humildad. Quien se apoya en sí mismo, es peor que el demonio (San Juan de la Cruz). Dios no ha encontrado en la tierra pecador más vil que yo (San Francisco de Asís). Sólo soy un pecador al que ha elegido Cristo (Papa Francisco). Ser elegido, por pura gracia, sin mérito alguno por tu parte, es más, sin ni siquiera merecerlo, gratuitamente, por Él, para hacer su voluntad, por gracia, sin esfuerzo, con alegría, descansando siempre en su voluntad, eso es humildad. Bien sabe su Majestad que sólo puedo presumir de su misericordia (Santa Teresa). Hablad con parresia y escuchar con humildad (Papa Francisco). Dijo el humilde: no me he encontrado con nadie peor que yo. bn

Reflexiones imprescindibles

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Francisco Lerdo de Tejada

Búsqueda infructuosa del AMOR

Un estudiante enamorado sueña con adquirir una rosa roja para poder cortejar a la chica de sus sueños. Es un joven de libros, de soledad, que necesita el amor para poder vivir. El aislamiento libresco le ha llevado a relacionarse con el amor de un modo un tanto imaginativo. Pero es laudable el paso de salir del papel al papel, quiero decir, al papel u oficio de amador –como dirían nuestros clásicos-. El paso de la tinta a la idea es bueno, pero perfecto solo es el paso de la idea a la realidad, a la vida.

Vamos a asistir a la historia de un intento y de un fracaso. El muchacho va buscando amor. Piensa sobre el amor. Intentará salir al encuentro del amor como pueda y como sepa, pero la cosa no saldrá bien. El eros le atrapará en el egoísmo. Lo que inicialmente era impulso motor para el ascenso fue bloqueo y retroceso.

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sed santos Hay mucho símbolo en el relato. Este joven pide y busca amor de verdad expresado en la entrega de una rosa roja que no encuentra. Un amor intenso que genera bondades y dulzuras. Lo pide, lo necesita. No quiere más, no desea más. Solo amor. La vida con su murmullo lleva su mensaje: “¡Qué tontería –exclamaron todos-”. Hay cinismo y risas expresadas en una verde lagartija, símbolo de la superficialidad volátil. Tres elementos: todos, tontería, risa. Es el primer desprecio del amor que el mundo hace. El mundo no cree en el amor, y no cree porque lo ha mancillado. Pienso ahora en aquella parábola en que el Señor invita a todos a un banquete (símbolo del amor) “y empezaron a excusarse todos a la vez” (Lc 14,18). “El que ama al mundo no está en él el amor del Padre” (1 Jn 2,15) El joven estudiante sitúa bien el ámbito del amor. La amada de sus sueños formará parte del cortejo del príncipe. Y así es realmente. El amor nos eleva hasta llegar a categoría más que de príncipe; nos eleva al terreno divino. El que ama se ennoblece. El que vive ya siempre de amor es noble ya de por vida, tiene sangre divina, diríamos.

La sabiduría de los sabios resulta necia si no hay amor: “Yo he leído todo lo escrito por los sabios, conozco todos los secretos de la filosofía. ¡Y ahora por la posesión de una rosa roja, siento mi vida destrozada!”. La ausencia de amor es mortal entre los humanos. Dios dejaría de ser Dios si no fuera Amor. Este estudiante, aprendiz del amor, sabe que no puede bailar con ella si no hay rosas rojas, si no hay amor. Aquí también parece que acierta. Sin amor lo corpóreo es carnalidad. Sin amor lo lúdico es lodo. Sin amor lo bueno se hace malo y lo puro impuro.

El amor cuando es verdadero solo piensa en encontrar formas en que mostrar su amor

Oscar wilde y su ruiseñor

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sed santos “No hay ninguna rosa roja en todo mi jardín”. Lamentos y lágrimas del que no tiene amor. Son esas situaciones sin salida que solo tienen salida en el amor. “Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti” (Lc 15,18). En aquel jardín no había grana, faltaba el amor. Hay que cuidar que en nuestras vidas haya ese amor que embellece y da plenitud personal. ¡Ya no más tierra, ya no más egoísmo!: Mi alma se ha empleado Y todo mi caudal en su servicio. Ya no guardo ganado Ni ya tengo otro oficio, Que ya solo en amar es mi ejercicio (San Juan de la Cruz. Cantico espiritual 28)

Son ideales que nuestro joven solo atisba pero que todavía no comprende.

Hacia el AMOR verdadero

Será un ruiseñor, que entra en escena ahora, el que resultará mediador entre el joven y la joven, y maestro supremo de la Caridad. Pero al joven le va pudiendo el sentimentalismo frente al amor verdadero del que es portador el ruiseñor. Considera este pequeño animal al muchacho “como un verdadero enamorado”. Cree en el amor y por eso trabaja por el amor. La doctrina es ya muy antigua: sin fe no hay caridad, sin confianza no hay amor.

Esta ave representa el amor auténtico. Ama sin selección porque ella es selecta. Se interesa por el otro de un modo sorprendente. Piensa en el otro. El amor cuando es verdadero solo piensa en encontrar formas en que mostrar su amor. El ruiseñor encontró su espina en donde desfondó su vida por el otro. Para los cristianos el amor es meta y también camino. Por el amor al amor. Es un pájaro que habla con las estrellas. Todo es delicadeza en su pluma y en su voz. Parece un buen samaritano poblado de detalles afectivos (Lc 10,25-37): “Noche tras noche he cantado sobre él, a pesar de no conocerlo. Noche tras noche he relatado su historia a las estrellas, y ahora lo contemplo. Su cabello es oscuro como la flor del Jacinto, y sus labios rojos como la rosa que desea encontrar; pero su ansiedad ha tornado su faz tan pálida como el marfil; y la tristeza ha dejado su sello en la frente”. ¡El otro, el otro!¡Los demás, los demás! Es lo que nos grita este pajarillo con su canto: “Ciertamente el amor es algo maravilloso. Es más valioso que las esmeraldas, y más precioso que los finos ópalos. Ni las perlas ni las granadas pueden comprarlo, porque no está a la venta en los mercados. No puede adquirirse de los mercaderes, ni pesarse en una balanza como el oro”. Se reían del pobre mozalbete porque no conocían el amor. El ruiseñor “posado sobre la encina, reflexionaba sobre el misterio del amor”.

Cristo en la cruz venció. No es que tenga sentido es que es el único sentido: el amor más grande 58 BN-61.indd 58

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sed santos “Conocía el secreto de la pena del estudiante”. El amor conoce, es sensible, sabe lo que pasa (Jn 2,3) y no pasa de largo. Esto es quizás lo que falta. La reflexión sobre la caridad. El amor hay que pedirlo (a Dios), estudiarlo, meditarlo y vivirlo. En esta vida son necesarias al menos las tres primeras cosas. Aunque aquí y allá será la vida del amor lo decisivo y lo único necesario.

Si seguimos el relato veremos vuelos. Son las idas y venidas del que ama, del que se preocupa por el otro hasta dar la vida. Va de rosal en rosal y no encuentra el amor, no hay ningún rosal que dé el tono bermejo. “El ruiseñor insistía: una sola rosa roja es lo que necesito. ¡Sólo una rosa roja!”. No te confundas ruiseñor, es el muchacho el que la necesita, no tú. Pero el amor es así. Asumo lo del otro como mío propio. Se ve el proceso de este maestro: observa, oye, comprende, dialoga… muere. Veámoslo.

Sin fe no hay caridad, sin confianza no hay amor

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Sin dar la vida no hay AMOR

Un rosal, por fin, afirmó que tenía rosas rojas pero no saldrían porque el hielo (del egoísmo) había quemado los capullos y quebrado las ramas. La solución se presentaba terrible: toda la noche habrá de estar el buen pajarillo atravesado por la espina del rosal para que su sangre sea savia y la rosa sea roja. Y habrá de hacerlo cantando. El corazón caerá muerto en el cuerpecillo del ave y habrá nacido una roja rosa: “El amor es mejor que la vida ¿qué es el corazón de un pájaro, comparado con el corazón de un hombre”. Por amor considero superior al prójimo (Flp 2,3) El ruiseñor está preparado: “Alégrate, vas a conseguir tu rosa roja. La voy a crear con música…!”. Es el amor heroico el único que nos llevará a la santidad. “Todo lo que te pido –le decía al estudiantees que seas un enamorado perfecto, porque el Amor es más sabio que la Filosofía”. Este doctor del amor está intentando purificar al estudiante llevándole a la perfección, sin sentimentalismos de primerizos. El sentimiento sin sustancia no le deja ver claro y lo que era amor en el joven empieza a ser oscuridad.

“La espina iba clavándose más y más honda en su pecho, y la sangre de su vida se escapaba”. “Aprieta más pequeño ruiseñor”. ¡Más, más, más! ¡No pares, por favor, en tu carrera de amor! El joven, ya con su rosa, se ve despreciado por la muchacha. Se enfurece y exclama: “¡qué cosa tan tonta es el amor!”. Y regresó a sus estudios. El amor no era para él ni práctico ni lógico ni útil. “En estos tiempos el ser práctico lo es todo”. Se quedó en el eros sin pasar al ágape. No vio ni vivió el sacrificio como esencia del amor en esta vida. Buscando amor despreció el amor. La rosa roja fue arrojada y deshecha por un pesado carromato. Cristo en la cruz venció. No es que tenga sentido es que es el único sentido: el amor más grande. El dar la vida por los demás (Jn 15,13). “No lo entiendas, vívelo. Dijo el principito a la rosa” -hablando sobre el amor- (Antoine de Saint-Exupéry) bn

El amor es así. Asumo lo del otro como mío propio

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Jorge L Santana

En principio nos puede parecer que esto del “yoísmo” es ajeno, y que lo padecen esos egocéntricos individualistas que pululan en las sociedades consumistas; pero si hacemos un leve examen de escrupulosidad nos percataremos que todos somos adeptos o incluso adictos a este mal endémico que nos postulan medios de comunicación, spot publicitarios, políticos, personajes públicos y mediáticos, series y concursos de t.v., famosos, pensadores, etc. La primera sorpresa me la llevo al entrar en Internet y comprobar cómo este defecto, lacra y hasta vicio, pertenece al mundo del otro, no al nuestro. Nadie se apunta. Los ególatras son siempre los otros —aquello de la paja y la viga. Sin embargo, me da la sensación de que está más extendido de lo que a simple vista parece. Recuerdo un chiste al respecto del “yoísmo” como botón de muestra. Se encuentran dos amigos en un aeropuerto.

—Hombre, Manu, ¿De donde vienes? —De Nueva York —¡Ah, que bien! ¡Así que vas a N.Y.! ¿Cuántas veces habrás ido? —Pues, no sé…, tendría que contarlas, pero veinticuatro o veinticinco. —Pues yo…, —dice el otro— habré ido una o ninguna. Se necesita tanto ser, que hasta se presume de lo que no es.

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No me atañe lo que tú dices, lo que a ti te ha pasado, lo que tú sientes o sufres…, sino lo que me pasa a mí

Ha perdido su verdadera entidad y necesita y ansía con todas sus fuerzas “ser”

La tiranía del yo o la gracia del tú

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El “yoísmo” y sus causas El “yoísmo” se viene llamando más al formato exterior, esa manera de repetir insistentemente “si, pero yo…” o “…yo más” o “yo también” o cualquier frase que recalque y deje claro el yo. No me atañe lo que tú dices, lo que a ti te ha pasado, lo que tú sientes o sufres…, sino lo que me pasa a mí, porque todo lo que me ocurre a mí es más importante. Ese egocentrismo, a veces patológico, viene producido por una causa exógena y otra endógena, y casi todos, en parte y manera, aún en diferentes grados, estamos inmersos en ellas. La exógena, es producto de la cultura, educación, medios, manipulación del lenguaje, etc. tiene poco recorrido de reflexión; nos vamos formando como nos han enseñado, adiestrado, adoctrinado y socializado. Ya desde pequeños nos imbuyen que hemos de ser el mejor, el número uno, el más importante, que tienes derecho a ser feliz, no se concibe el fracaso, ni la frustración, ni cualquier nimio sufrimiento que nos pueda reprimir, desilusionar, o simplemente entristecer. Y junto a elementos externos tan contaminados como medios de comunicación, una educación egocéntrica y doctrinas y corrientes de opinión narcisistas, vamos configurando una mirada adherida y afincada en nuestro ombligo, centro nostálgico de nuestros deseos, en vez de reparar en el otro, o sea, en el prójimo. “Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál su careta” (Pío Baroja). Pero hay otra causa endógena más honda, la sustentada y dirimida por la trascendencia, la que urde la metafísica, la que revolotea por nuestras carencias ontológicas socavando el vacío de “ser”, avivando las ausencias afectivas que nos anulan y anonadan, horadando la esencial naturaleza divina, desamparando al hombre a su suerte, a su libro albedrío, a su frugal autonomía de felicidad…, a la cruel soberanía de la soledad.

Cuando perdemos la esencia de la inmortalidad solo nos queda la finitud del “yo” El hombre, creado para la eternidad, rompe la ligazón con el Creador, anula, por la libertad recibida gratuitamente para su realización, el vínculo que le trasciende a esa infinitud que su ser anhela, tapona la fuente que le proveía del manantial de vida, opaca un cielo generoso y luciente procurador de resplandor y claridad para deambular un ser invidente y ofuscado. Ha perdido su verdadera entidad y necesita y ansía con todas sus fuerzas “ser”. Solo queda su yo, está solo, desnudo, le urge ser amado, querido, admirado, obedecido, considerado…, nuestro yo comienza a preponderar, se hace fuerte, soberano, independiente, ha exigido la herencia y se ha emancipado de la casa del padre. Pero hay que darle de comer, hay que adorarlo, reverenciarlo, exaltarlo y deificarlo hasta llegar a la idolatría…, y con todo no obtiene la saciedad, nada le colma, nada le alegra. Acaba de emerger la tiranía del “yo”. Cuando perdemos la esencia de la inmortalidad solo nos queda la finitud del “yo”. Cuando cercenamos la fuente que nos procura la savia de vida nos vemos abocados a “buscarnos la vida” por encima de todo, por delante del otro, del próximo. Y ese “yo” nos somete, nos abduce, nos esclaviza, nos obliga a ser amado, nos tiraniza.

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Aparición del “tú” y solución del problema Pero si experimentamos la Vida Eterna a través del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, entonces esta vida mortal ya no es el tesoro a custodiar, ni es la perla a cultivar1, ni el oro a bruñir. En ese momento la existencia se hace real, auténtica, o sea, efímera, pasajera. La vida se torna breve y el amor inmortal. Dice un poema de Jaime Dávalos, “No le prometas a nadie que nunca le olvidarás, porque el amor es eterno y nuestra vida fugaz”2. Entonces es el otro el que surge, es el prójimo el que renace en el horizonte de nuestra dedicación. La mirada ya no está sujeta al núcleo de la corporalidad, nuestros deseos no ansían la vacuidad de los deleites, los anhelos no se fundamentan en darnos placer por encima de todo, porque el amor de Dios rebosa con mucho el afán incontenible de buscar felicidad a cualquier precio.

El hombre ha recobrado su dignidad y su naturaleza de hijo de Dios, malograda cuando doblegó su condición de heredero a la índole de esclavo. Dios ha puesto en nuestro ADN una clausula que reza algo así: “El otro es Cristo3”. Mirando al prójimo miramos a Cristo, amando al prójimo amamos a Cristo. Y esto, ¿qué nos reporta? Muy sencillo, la tan ansiada felicidad, que habíamos buscado en los derroteros de nuestra autonómica liberalidad. Pero si miro fuera de mí, si busco al otro, si reparo en lo que está acaeciendo en la proximidad…, aparece la gracia del tú. Un regalo inscrito en la creatura que renueva los misterios escondidos de la Vida Eterna, que se gustan y saborean en la cotidianidad, se deleitan al clavar nuestra mirada en el prójimo. Y así, por obra de un amor de Dios feroz que nos inunda, pasamos de la opresión a la liberación, de la tiranía del yo a la gracia del tú. bn

1.- Mateo 13, 44ss 2.- Del poema “Tonada del viejo amor”, letra de Jaime Dávalos y música de Eduardo Falú. 3.- “El otro es Cristo” de Fernando García-Cano Lizcano, 160 páginas. Editorial Bendita María.

La tiranía del yo o la gracia del tú

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Hoy en día todos buscamos la felicidad, pero ¿realmente los cristianos estamos llamados a ello? Tal vez sorprenda a muchos, sin embargo, la felicidad, y la búsqueda de la misma, son una actitud pagana. Ésta palabra nunca aparece pronunciada en el evangelio como tal, pues en latín suele utilizarse beatus, que no tendría que ver nada con felicitas, pero que a lo largo del tiempo han acabado siendo sinónimos en las lenguas vulgares por simplificación. Alberto Vidal Guerrero | Graduado en Historia por la Universidad de Valencia

Felicidad

era una diosa romana, venerada

durante el Imperio y símbolo de la prosperidad, la riqueza y la abundancia. Las raíces de la palabra felicidad provienen del indoeuropeo, tienen un significado que expresa alimentación, nutrición (amamantar), es decir, es una clara referencia a lo que nos sustenta de forma material. Anecdóticamente, en Pompeya, haciendo un uso burlón y grotesco de su significado, hay una inscripción junto a un falo en la que se puede leer hic habitat Felicitas. Durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna, el pensamiento cristiano invadió Europa y con ello la diosa Felicidad perdió mucha fuerza.

Cierto que el ser humano siempre ha tenido la necesidad de rogar a Dios por el pan de cada día, no solo el de la Eucaristía, sino el de la mesa. Pero el concepto de “felicidad” durante las eras del románico, el gótico y gran parte del renacimiento y el barroco, fue muy distinta. La felicidad prácticamente consiste en una sobreabundancia, en la riqueza etc., mientras que en estas edades vivir era fundamental, no porque se estuviese en una situación de riesgo extremo, sino porque no había necesidad de más. No tenían ningún medio que les creara o indujera necesidades o deseos, al contrario que nosotros, que somos bombardeados de continuo por innumerables medios que nos crean necesidades

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o despiertan en nosotros deseos que tal vez nunca hubieran despertado. Sin embargo, durante la Ilustración la diosa Felicidad resucitó de entre los muertos, tal vez fuera una de las diosas que ayudó a levantar el movimiento. Felicidad ha recuperado actualmente el sentido material que había perdido: abundancia, riqueza, nutrición… añadiendo una nueva e importante: bienestar. El primer texto ilustrado por excelencia y que atañe a un conjunto importante de personas es la Declaración de Independencia de los Estados Unidos firmada en 1776.

a Felicidad era un diosa romana, e el venerada durant lo Imperio y símbo d, da ri de la prospe la riqueza y la abundancia La diosa Felicidad

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mosaico Entre los derechos inalienables de todo ser humano expresados en el preámbulo encontramos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Si se sustituye esta palabra por “propiedad privada” el sentido es el mismo, puesto ¿Qué querían decir los padres de la patria norteamericana con “felicidad”? Siendo Jefferson uno de los principales autores del texto y atendiendo a su pensamiento político-económico, lo más seguro es que se tratara de la propiedad privada, pues en aquella época, libertad y propiedad iban de la mano y, junto a ellas, la felicidad, claro está.

Durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna, el pensamiento cristiano invadió Europa y con ello la diosa Felicidad perdió mucha fuerza

tiende hoy La felicidad, como se en Hoy en día, con las bases ilustradas y la globalización estadounidense se nos ha implantado esta forma de pensar: “Lo importante es la felicidad”, lema de una de las grandes empresas capitalistas americanas que ha usurpado incluso la fiesta de la Natividad con su personaje vestido de rojo y barba blanca. Hoy en día, además, se la quiere disimular de su contenido material con frases como “el dinero no da la felicidad”, una paradoja…, para disimular decimos la familia, los amigos, Dios…, pero no nos damos cuenta que, sin querer, seguimos anteponiendo lo otro para mantener lo que consideramos que da la felicidad. Es decir: pagamos el tributo a la diosa para que nos mantenga lo que tenemos. Pasamos horas sin nuestra familia, sin nuestros amigos, sin Dios…, que es lo que se supone que da la “felicidad”, para pagar nuestro tributo a la diosa Felicidad. Vamos a la Iglesia, pero muchas veces en vez de hablar a Dios, hablamos a Felicidad: “Dame un trabajo Señor”, “Arréglame esto, arréglame aquello, cúrame de este mal…”, como si fuera lo más importante en nuestra vida. Ciertamente, no es que esto no se pueda pedir, sino la actitud con la que se pide: la felicidad y el bienestar no son el objetivo de nuestra vida. Un claro ejemplo de felicidad como tal, aunque la palabra no se mencione en el Evangelio, está implícita en una de las parábolas que nos relata Lucas (Lc 12, 16-21), en la que Jesús es muy claro. Sorprendentemente este pasaje es totalmente actual, el hombre de hoy no deja de pensar en esos días de descanso que va a tener después del trabajo que está realizando. El presente desaparece por completo, se huye hacia una ilusión.

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Lo más desgraciado es que este hombre, al igual que el famoso cuento de la lechera, se crea él mismo sus fantasías. Sin embargo, como hemos mencionado antes, hoy en día las ilusiones y fantasías son creadas por un sistema estructurado y programado que obliga a cientos de hombres a trabajar bajo la promesa de jubilaciones, vacaciones, ascensos, mejores puestos o más tempo libre etc. “Les dijo entonces una parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha”. Después pensó: “Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida”. Pero Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?”. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios».”

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Actitud cristiana Finalmente, hay que señalar que ni en el Antiguo Testamento, ni en el Nuevo aparece la palabra “felicidad”. Entonces, ¿todos a llorar y a sufrir? No, no se trata de irse al lado contrario, sino de encontrar la actitud adecuada, la actitud del cristiano, que es la del bienaventurado. En el Evangelio de Mateo se encuentran las Bienaventuranzas (Mt 5), cuya pésima traducción es la de “Felices aquellos…”. Bienaventurado o beato, se podría traducir como una persona con gozo, alegría, paz… solamente hay que leer el texto, es una contradicción total, son las paradojas del Evangelio: los que lloran son bienaventurados… bueno, qué raro ¿No? El cristiano tiene esa actitud, sabe que, cuando sufre, llora, tiene hambre o sed, es perseguido etc., entonces está en el buen camino, y es entonces cuando se despierta algo que no aparece con la felicidad, que es la laetitia, el gozo, la alegría… y la alabanza a Dios por aquello que le permite vivir.

No por un fanatismo mediante el cual se adora el sufrimiento o se tiene la mirada puesta en una eternidad después de la muerte. Nada de eso. La actitud que describimos es una actitud muy consciente de la realidad, asentada en el presente, en el nunc, el ahora. Es una actitud madura y responsable: encontrar el sentido de la vida, el objetivo que queremos alcanzar y caminar hacia él, aun a costa de la propia vida, teniendo presente que, aunque nuestra mirada esté puesta en el objetivo, nuestros pies andan el camino, el presente. bn

Ni en el Antiguo Testamento, ni en el Nuevo aparece la palabra “felicidad”

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MERKABA PEREGRINACIONES Está al servicio de las parroquias, sacerdotes, fieles, y comunidades religiosas. Nuestro propósito es ayudar a la Iglesia a difundir el Evangelio a todo el Universo a través del tiempo de Gracia que se abre en la Peregrinación. Ponemos toda nuestra dilatada experiencia, profesionalidad y nuestro espíritu de servicio para que durante las Peregrinaciones organizadas por nosotros, todos los aspectos del viaje (desplazamientos, hoteles, celebraciones litúrgicas, sacramentales), nos ayuden a tener experiencia de Jesucristo que nos salva a través de su Iglesia al encontrarnos con nuestra Madre la Virgen, visitando los Santos lugares, o siguiendo las huellas de los Santos que nos han precedido en la fe.

MERKABA PEREGRINACIONES Pasaje de Dolores, 16 Oficina 5 28002 MADRID Tfno.: +34 911 722 458. Mail: info@merkaba.es w w w . m e r k a b a p e r e g r i n a c i o n e s . c o m

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Tex t o: J er óni m o B ar r i o | I l us tr a ci ó n : H i j a s d e l Am o r M i se r i co r d i o so

Es un verdadero misterio la respuesta de las personas que viven una misma experiencia ante la llamada de Dios. Aquí se muestra un ejemplo de dos actitudes distintas ante una misma situación y se ve cómo una reacción dócil facilita esa elección del Señor que cambia la vida de quien la acoge

Los protagonistas Javier y Pedro son dos jóvenes de Madrid que han viajado a la India de vacaciones y han reservado los últimos días de su estancia en este país para conocer y a la vez tener una experiencia de voluntariado en la emblemática casa de beneficencia fundada por la Madre Teresa. Ya han transcurrido dos semanas desde su llegada al Centro y mañana es su día de regreso a España. Mientras se toman un respiro entre tarea y tarea, charlan relajadamente. -¡Esto es agotador! No parece acabar nunca el trabajo. Traen pobres de todos los rincones de la ciudad. A pesar de todos los que somos cooperando, faltan manos para atender a tantos y cada vez parecen llegar en peor estado.- dice Pedro ante la vista del patio central del recinto, repleto de pobres. -¡Así es la vida amigo!.. pero nosotros ya hemos cumplido. Reconozco que no puedo más con esto. Me supera. Está claro que no tengo madera de

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cooperante, ni de misionero, ni de ningún rollo así. Es demasiado duro para mi frágil y acomodada condición. Estoy deseando marcharme a mi casa, te lo digo como lo siento - dijo Javier en su habitual tono visceral descarnadamente sincero. -Pues estas monjitas hacen esto y mucho mas todos los días del año y encima no pierden la sonrisa. ¡Es admirable su labor! ¡Qué vidas tan abnegadas!¡Qué Obra más asombrosa! - le repuso Pedro. -Pues nada, si quieres les pido un Sari a las Hermanas y te lo pones… - y luego dice elevando la voz con un tono distorsionado y burlón- “Hermana Petra”, venga a curar estas llagas…Los dos amigos se tronchan de la risa ante la ocurrencia de Javier. -¡No te tomas nada en serio! – dice Pedro.- Eres infantil y superficial. No sé cómo puedo ser amigo tuyo…- le dice Pedro mientras le propina un empujón que casi le tira al suelo.

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- ¡”Hermana Petra” al rezo del Rosario…!- exclama Javier de nuevo con la misma voz de pitorreo y Pedro le vuelve a dar otro empujón esta vez con pescozón incluido entre las carcajadas de ambos. Estaban todavía de bromas y risas cuando ven entrar por la puerta del Hogar a un grupo de voluntarios cargando con un hombre en muy mal estado. Está muy delgado, respira muy rápido y apenas tiene fuerzas para hablar. Sus ojos entreabiertos dejan ver un largo y profundo sufrimiento. Le recuestan en una colchoneta y avisan al médico del Centro, un cooperante hindú, que reconoce al desgraciado y confirma su mal pronóstico y la imposibilidad de curación. Probablemente una enfermedad tumoral avanzada le ha llevado poco a poco a esta situación de postración, agravada por su pobreza y su soledad. Debe de llevar varios días sin comer nada y semanas postrado en el suelo de un callejón de la ciudad. Muchos

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pobres llegan a este estado en Calcuta, afectados de cualquier enfermedad, al no disponer de medicinas ni de cuidados básicos, poco a poco se van consumiendo y llegan a morir en sus chabolas o en la misma calle en la que piden limosna. La Hermana Sofía, una misionera portuguesa que lleva en Calcuta 3 años, comienza a atenderle. Le retira los harapos que lleva puestos con delicadeza y le pone ropa seca y limpia. Luego le ofrece una taza de leche pero el pobre apenas tiene fuerzas para tomar un sorbo. La Hermana Sofía comienza a curarle las múltiples úlceras repartidas por todo su cuerpo, algunas dejan ver el hueso en su fondo. Su estado de desnutrición es muy avanzado y su situación general es pésima. Ciertamente no le queda mucho. Encuentro con Jesucristo 73 25/10/16 14:33

mosaico Dos reacciones diferentes Pedro y Javier han contemplado en silencio la escena de la llegada del hombre. -¡Otro más!, otro “cadáver viviente” mas- dice Javier con tono un tanto desesperado.- ¡Este lugar es deprimente! Me voy a dar un paseo. Necesito salir de aquí un rato. Luego te veo en la cena. Pedro se acercó a aquél hombre. La Hermana Sofía, con una gran pericia fruto de su experiencia, ya había terminado la cura de sus heridas. Al menos estaban cubiertas y las moscas no podían hurgar en ellas. El pobre hombre apenas tenía fuerzas para moverse pero abría los ojos para intentar mirar a los que le rodeaban para acomodar su cuerpo sobre una colchoneta. Los gestos de dolor eran continuos pero no gritaba, ni se quejaba. -¿Cómo te llamas?-le preguntó Pedro con cariño. - Yatin.- Respondió el pobrecillo con una voz inaudible que Pedro escuchó acercando el oído a sus labios. Tendría unos 40 años pero parecía un anciano. -Yatin, aquí te vamos a cuidar. No te preocupes. -Le dice Pedro en el tono más cariñoso que pudo mientras le sonreía. El pobre hombre, al oír estas palabras de Pedro, comenzó a sollozar y una pequeña lágrima se escurrió por su mejilla. Era la primera vez en Dios sabe cuanto tiempo que alguien le trataba con dignidad, le llamaba por su nombre y le ofrecía un gesto de afecto. Con una gran dificultad buscó con su mano la de Pedro y se la estrechó con

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las pocas fuerzas que le quedaban. Mirando a los ojos a Pedro le dijo con un lento susurro: “gracias”. Después, sus ojos se cerraron lentamente y una serena sonrisa de paz se dibujó en su demacrado rostro. Pasadas dos horas Pedro seguía allí, al lado de aquel desgraciado y sin soltar su mano que notaba cada vez más fría. La Hermana Sofía se le acercó y con suma delicadeza separó la mano de Pedro de la de aquel hombre que ya no vivía. La Hermana Sofía miró a Pedro y le tocó el hombro en señal de agradecimiento. Pedro se quedó allí un rato más, mirando como retiraban el cadáver de aquel desconocido al que había acompañado en su final. Sólo le dijo su nombre y le dio las gracias. No pidió nada, no se quejó, parecía haber llegado allí sólo para morir en paz, rodeado de un afecto que nunca tuvo. ¡Qué misteriosa escena! No era ni mucho menos el primer hombre que veía morir en el Hogar en los días que allí llevaba pero este le había conmovido especialmente. Al poco rato llegó Javier de su paseo. -Ya estoy mejor. Mañana nos vamos. ¿Qué te pasa? Te hablo y no me haces ni caso. Tú también deberías salir de aquí un rato y despejarte. Te vas a volver loco. -Ya se ha muerto.-le dice Pedro con la mirada un tanto perdida. -¿Quién? ¿El hombre de esta tarde? - Si, se llamaba Yatin. - Pues lo siento, pero estaba cantado que no duraba mucho. Y mucho mejor para ese pobre desgraciado que ha puesto fin a su penosa vida... Bueno,

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mosaico me voy a acostar que es tarde y mañana tenemos que madrugar. El vuelo sale a las 9, no te olvides. A las 6 salimos. Hasta mañana.

La transformación Pedro seguía sentado en el patio, cerca de la colchoneta vacía que horas antes ocupó aquel desconocido moribundo. Ya era de noche, pero no tenía sueño. Estaba muy pensativo. Mañana volvía a su país y en tres días de nuevo a su trabajo. Las vacaciones habían concluido. Pero habían sido estas unas peculiares vacaciones en las que muchas cosas se habían removido en su interior. La muerte de este último pobre había puesto la guinda a una

larga lista de experiencias personales que le habían conmovido durante todos esos días. La entrega generosa y abnegada de esas monjitas entre tanto dolor y su modo sencillo y alegre de vivir su fe le habían cautivado. Sin darse cuenta la noche fue entrando y ya casi nadie rondaba por la casa, solo la Hermana que velaba a los pobres del Hogar y algún cooperante más. Sumido en sus reflexiones no se percata de que dos mojas con sus saris blancos y azules se han acercado a él. Una es la Hna Sofía y la otra su superiora la Madre Teresa.

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mosaico La Madre había llegado a Calcuta hacía unas horas y ya rondaba entre los pobres alojados en la Casa interesándose por ellos y por sus necesidades. La Hermana Sofía le había contado a la Madre Teresa cómo había muerto el último pobre del día en la casa, con la mano estrechada con la de Pedro. -Sólo quería darle las gracias a usted y a su compañero, por su ayuda durante estos días en nuestro Hogar. Que Dios les bendiga y les premie como solo él sabe hacerlo.-le dijo la Madre Teresa con su calma habitual. -Gracias a usted Madre, por permitirnos participar en esta preciosa labor. Son ustedes admirables. La Madre Teresa, inclinaba la cabeza como gesto de cortesía y sonreía al joven. Cuando se disponía a retirarse Pedro se dirigió nuevamente a ella. -Perdone Madre Teresa, ¿puedo hacerle una pregunta? Llevo 15 días aquí y reconozco que tanto dolor y sufrimiento alrededor me han agotado física y emocionalmente ¿Cómo pueden soportar esto día tras día? ¿Cúal es su secreto para soportar una vida de entrega a los demás tan dura? Nuestro secreto se llama Jesús.contestó la Madre con total naturalidad.- Buscamos el rostro de Cristo en estos pobres y así se nos hace más dulce cada día nuestro trabajo. Servir a Jesús en ellos es nuestra vocación. -Me gustaría poder verlo así pero sólo veo dolor y moribundos.-dijo con tristeza Pedro.

-Entonces ¿por qué estás tan pensativo desde que el pobre Yatin te cogió la mano? -¿Cómo lo sabe? –dijo Pedro sorprendido -La Hermana Sofía me lo ha contado. -Es verdad, la muerte de ese hombre, su sollozo, su gratitud, me han conmovido. Yo no sé si hubiese tenido fuerzas ni ganas para dar las gracias en una situación así. -Los pobres son gente maravillosa. Creemos que les ayudamos, pero realmente son ellos los que nos ayudan a nosotros. -Ojalá pudiese ser como ustedes. Son gente muy buena. Tratan con amor a aquellos a los que nadie se quiere ni acercar. -Bueno, usted también lo ha hecho estos días… Nosotros sólo somos instrumentos del Señor que quiere consolar a estos sus hijos predilectos. Somos como un lápiz en sus manos, sólo tenemos que dejar qué el escriba lo que quiera. -Pero ¿como Dios puede permitir tanto dolor? -La pobreza de Calcuta y la de todo el mundo es la consecuencia de nuestros egoismos, nuestra indiferencia ante los más desfavorecidos, nuestras ambiciones materiales desmedidas y nuestra falta de amor. La miseria humana no es culpa de Dios es culpa de nuestros pecados. El quiso compartir este dolor fruto del pecado de los hombres haciéndose también hombre y muriendo en una cruz por nosotros. No se puede reprochar a Dios nada.

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mosaico Quiere que nosotros ahora nos amemos siguiendo su ejemplo de abnegación. Amar de verdad siempre implica sacrificios. Y ahora, márchese a dormir, mañana le espera un largo viaje de vuelta. Gracias de nuevo por habernos ayudado estos días. La madre Teresa siguió recorriendo los pasillos entre las camillas de enfermos y moribundos. Pedro la seguía con la mirada. Esa mujer tan anciana y tan pequeña como podía tener tanta fuerza. Sus palabras, pronunciadas con serenidad se le habían clavado en el corazón. Esa mujer era auténtica. Lo que decía lo vivía de verdad. Jesús era su secreto. Guiado por una extraña intuición entró en la Capilla y se quedó allí sentado mirando la imagen del crucificado que presidía la sala iluminada tenuemente por la lámpara del sagrario. Era ya muy de noche y no había nadie allí. Miraba fijamente a Jesús en la cruz y la inscripción junto a ella que la Madre Teresa mandó poner en las capillas de todas sus casas: “tengo sed”. Esa simple frase pronunciada en la Cruz por Jesús fue la inspiración para toda la Obra de las Misioneras de la Caridad. Apagar la sed de Cristo en sus preferidos, los pobres. Misteriosamente quien se lanza a esa aventura del amor por los más desfavorecidos, descubre la paz, pero una paz que el mundo no puede dar. Pedro, lo había descubierto. Era el tesoro escondido que uno vuelve a enterrar, lo vende todo y compra el campo....

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Decisión inapelable Unas horas más tarde… -¡Pedro! ¡Te llevo esperando 20 minutos! ¡Perdemos el vuelo! Pero.. ¡qué mala cara tienes!, parece que no has pegado el ojo en toda la noche… ¡Y esa tonta sonrisa que llevas encima..! ¿Pero qué te pasa? ¿Y tus cosas, tu maleta? ¡Que no llegamos al aeropuerto! - Javier no paraba de increpar nerviosamente a su amigo. -Me quedo.-le dice con una asombrosa calma Pedro. -¿Qué? ¿Cómo que te quedas? Pero ¿te has vuelto loco?. ¡Que nos esperan en el curro el lunes! Vamos Pedro que este no es momento para bromas, que perdemos el vuelo… -Me quedo Javier. No es una broma. Lo he pensado toda la noche y voy a prolongar mi estancia aquí. -Pero ¿te has vuelto loco? Este es un lugar horrible…. No hay más que miseria… Mira Pedro, por favor, vuelve a la cordura, haz tu maleta y vámonos.. -Javier, no me voy a ir contigo. Vete tranquilo. Sé lo que hago y porque lo hago. No te preocupes por mi. Cuando quiera, me vuelvo. Pero aun es pronto. Tu vete que pierdes el vuelo

-¿Has hablado con tu familia? ¿Saben que no vuelves? -No te preocupes por eso y vete tranquilo. -¿Y qué pasa con el trabajo? -Sólo soy un becario, podrán prescindir de mí. -Esta gente tiene ya mucha ayuda aquí, hay muchos voluntarios, también pueden prescindir de tí... -No lo entiendes Javier, soy yo el que ya no puede prescindir de ellos... Al oír esto, Javier hizo, por fin, un silencio. A pesar de su visceral modo de vivir era un noble amigo y comprendió que algo muy profundo había transformado a Pedro y que no servía de nada seguir argumentando. Se dieron un fuerte abrazo y Javier se marcho sin decir nada más.

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Al poco rato, Pedro se cruzó con la Madre Teresa en la casa. -¿Usted todavía por aquí? ¿No se iba ya? -Voy a quedarme un poco más…. Creo que he empezado a conocer su secreto y quiero compartirlo.- dijo Pedro con cierto tono de complicidad. ¿Dónde lo ha encontrado?- le pregunto la Madre Teresa. -Tuve suerte, vino el mismo a mí encuentro y me estrechó la mano un par de horas. La Madre Teresa le regaló una cariñosa sonrisa y siguió su camino. bn

Para mí, Jesús es la Vida que quiero vivir, la Luz que quiero reflejar, el Camino que me guía al Padre, el Amor que quiero mani festar, la Alegría que quiero compartir, la Paz que quiero sembrar a mi alrededor. Para mí, Jesús lo es todo. Santa Teresa de Calcuta Encuentro con Jesucristo

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Peregrinando con

Merkabá

Antes de empezar a dar mi experiencia de Cracovia me quiero presentar, me llamo Irene y tengo 22 años, soy la cuarta de siete hermanos y tengo la gracia de haber nacido en una familia cristiana, la cual me ha trasmitido la Fe desde que era pequeña. Yo he experimentado el amor de Dios de una manera muy especial, y realmente cuando me paro a pensar la forma en la que me ha tratado Dios, me siento muy afortunada. Desde que tuve esta experiencia he tenido muy claro que iba a hacer todo lo posible por acercarme más y más a Él en la medida de mis posibilidades.

EXPERIENCIA

Irene Parroquia Santa Catalina de Siena, Madrid

Antecedentes del viaje Cuando anunciaron esta jornada yo estaba convencida de que tenía que ir, que si el Papa llamaba a los jóvenes a este gran encuentro y yo soy joven, no había excusas posibles.

Yo comencé el curso con una tibieza de corazón muy profunda. Me pasó lo peor que le puede pasar a un cristiano, me acostumbré a ser cristiana. Pero gracias a un llamamiento que sentí a la obediencia, mi corazón ya empezó a prepararse para este viaje que me esperaba. Poco a poco fui cogiendo el ritmo y me fui dando cuenta de la gran misión a la que estaba llamada, que no era nada más y nada menos que enamorarme de Jesucristo, y no solo eso, mostrárselo día a día a la gente que me rodeaba, en la universidad, a mis amigas fuera de la Iglesia… Dios me invitaba muy claramente a ser luz en el mundo.

Hace 3 años empecé un tratamiento para curar el TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria) porque había estado muchos años de mi vida siendo bulímica. Con todos estos antecedentes Dios me fue preparando para la Jornada. Pero un mes antes yo notaba que me estaban surgiendo sentimientos que a duras penas podía controlar; en concreto había un chico, que yo sabía que era algo más que un amigo, y que hasta entonces había podido ser dueña de lo que me pasaba, pero estaba empezando a perder el control. Esto me descolocó hasta el punto de que no me apetecía rezar ni ir al encuentro, pues yo no sabía el porqué de lo que me pasaba. Yo tenía la idea de levantarme para la misión en el encuentro de Kiko, pero me empezaron a surgir estas dudas.

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El viaje Llegó el esperado viaje y yo iba un poco desanimada pero también muy dispuesta a dejarme sorprender por el Señor, con muchas ganas de abrirme y de escuchar lo que quisiera contarme. Durante la peregrinación me fui dando cuenta de que rechazaba la libertad que Dios me había concedido, le echaba en cara el hecho de tener opciones, yo quería que me ordenara y yo acatar esas órdenes y cumplirlas. Cuando rezaba le decía “mírame soy un desastre, mira lo que he hecho en el pasado con la libertad que me has regalado, me metí en un TCA, estuve engañando a mi familia y eso casi me destruye, Tú solo ordéname, no quiero tener la posibilidad de equivocarme”. Eso último, la idea de equivocarme me atormentaba muchísimo. Iba pasando la peregrinación y sí que iba viendo signos del Señor en los que me decía “tranquila estoy aquí, sólo quiero que me ames”. Esto lo vi por ejemplo en una catequesis que nos dieron del sufrimiento en un campo de concentración, porque esto me hizo recordar los sufrimientos de mi vida concreta y darme cuenta de la gran diferencia que existía cuando los intenté llevar yo sola y cuando le permití que se metiera a ayudarme. Otro momento en el que vi la mano de Dios, más concretamente de la Virgen, fue cuando nos enteramos de uno de los atentados que hubo durante una misa en Francia donde degollaron a un sacerdote. Eso me dejó hecha polvo, y algunos del grupo nos pusimos a rezar el Rosario y realmente me sentí muy consolada, tranquila. Pero a pesar de esto estaba muy angustiada porque yo estaba muy segura de que en el encuentro de Kiko (es un encuentro que hace el iniciador del Camino Neocatecumenal en todas las Jornadas Mundiales de la Juventud para pedir vocaciones) iba a levantarme como itinerante, pero desde el principio del verano no lo tenía tan claro.

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En el encuentro del Papa, tanto en la Vigilia como en la misa, las palabras que nos dirigió me ayudaron muchísimo. Me hizo darme cuenta de que todo el mundo estábamos llamados a dar la vida por Jesucristo y que las cosas que me paralizaban para hacer lo que realmente sentía le pasaban a todo el mundo, como a Zaqueo, con esos tres obstáculos a los que se refirió en la homilía. También me di cuenta de la importancia de vivir en el presente, pues yo siempre caigo en la tentación de lamentarme del pasado, de todo lo que he hecho mal a lo largo de mi vida, de los errores que he cometido y de los pecados en los que he caído. Y no solo en el pasado, sobre el futuro me tienta la angustia de no saber lo que va a pasar, la incertidumbre, la total libertad que Dios me concede para hacer lo que quiera, como he mencionado antes. Y llegó el encuentro con Kiko y ese día Dios me concedió mucha tranquilidad, me dio a conocer el presente y que no me fijara en nada

más. Y cuando preguntó que si algún joven ha sentido la llama de Jesús que venga y se levante, con toda la experiencia que venía de atrás no podía no hacerlo, y la verdad es que hoy en día no me arrepiento de ese momento, yo sé que tenía que decirle que Sí. Para mí la peregrinación no terminó cuando llegamos a Madrid, es más ahora viene lo complicado: llevarlo a tu día a día, poder ser capaz de poner en práctica todo esto y estar dispuesta a que Dios te siga sorprendiendo. Personalmente esto lo ha hecho conmigo. Yo le dije un Sí muy sincero a Dios, le pude gritar públicamente que estaba dispuesta a hacer lo que quisiera conmigo, y eso ha hecho. Me ha permitido empezar una relación con este chico del que he hablado, que por ciertas circunstancias no podía haber sido antes. Y veo la gran misión que tengo, que es seguir viviendo como una cristiana, que es poder ser capaz de amar a Jesús y tenerlo en medio de mi vida siempre, y lo más importante no parar de decirle “hágase en mí según tu voluntad”.

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EXPERIENCIA

Marcos Parroquia Santa Catalina de Siena, Madrid

Partida y Regreso Historia de la JMJ escrita por un joven ¿Qué entendí yo por esto? Un viaje por toda Europa con el fin de ver al Papa. No obstante, tengo que admitir que mi primera idea era pasármelo bien; encontrarme con Dios lo veía como algo secundario. Mi JMJ comenzó el día anterior al viaje a Múnich, preparando la maleta con la que iba a estar a cuestas durante once días. Ésta parecía muy espaciosa pero, ya solo con el saco, la almohada, la ropa para todos los días y el neceser , que no era precisamente pequeño, me hizo pensar que cargar con la Biblia iba a ser un peso extra e innecesario. Y menos mal que acabó dentro de mi maleta, porque la utilice mucho más de lo hubiese llegado a pensar. La noche antes del vuelo, siendo sincero, dormí de maravilla, aun sabiendo que Múnich y Alemania estaban en alerta por un atentado que había ocurrido aquel mismo día. Nada más llegar a la ciudad de Múnich el Señor me dio un enorme regalo con forma de lectura. Esa lectura era de Lucas y contaba la parábola del Amigo Inoportuno. En ese instante, cuando se terminó de proclamar la lectura y nos sentamos me propuse dos cosas: Rezar y encontrarme con Dios.

El viaje He de admitir que esos dos días en Alemania hicieron que viese la peregrinación de otra forma. El autobús que nos había tocado a nuestra Comunidad fue de lo mejor que tuvimos. Para empezar, vino el Padre Carlos con nosotros, que durante unos meses había estado presidiendo nuestras Palabras y Eucaristías. Los catequistas, hicieron que los viajes se llevaran de otra forma, y eso que siempre nos dejaban echarnos un sueñecito.

Tuvimos una catequesis sobre el sufrimiento en el Campo de Concentración de Dachau. Ésta la dio el Padre Alfredo y, la verdad, que cuanto más hablaba él, peor lo estaba pasando yo. Durante ese rato volvieron a mí todos los fantasmas de mi pasado y me hizo pensar como Dios sí que había actuado, no solo en mi vida, sino en la de mis padres. Tan profundos fueron estos sentimientos que ese mismo día, durante la misión popular, me levanté en medio de una plaza de Múnich a contar mi experiencia delante de todo el grupo y de la gente que pasaba por ahí. En el momento en el que terminé de hablar, me sentí nuevo. JMJ 2016 - Compartiendo la experiencia

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mosaico Las estancias en Viena y Poprad pasaron totalmente inadvertidas y volví a tener el pensamiento de que no era una peregrinación sino unas vacaciones por Europa. Cuando había catequesis no prestaba atención y en el autobús, me pasaba más tiempo durmiendo, que escuchando lo que nos decían los catequistas. No obstante había una cosa que no podía dejar de hacer: Seguir rezando. Llegamos al pueblo de acogida y durante esos días tuve unos sentimientos muy extraños, ya que eran contradictorios. Me sentía muy afortunado por estar en esa peregrinación, pero no me podía entrar en la cabeza cómo Dios me había elegido a mí, una persona tan pecadora. Era algo que no concebía por mucho empeño que pusiera, pero le seguí pidiendo al Señor que me ayudara a disipar mis dudas sobre mi vocación. Un punto fundamental para la mayoría de la gente fue visitar la Virgen de Czestochowa; y me dio muchísima rabia que para mí pasase totalmente de largo. Llegué al santuario y me agobié por la cantidad de gente que llenaba la sala y, aunque intente rezar, mis pensamientos me traicionaron y no pude tener ese momento especial con la Virgen.

Con el Papa Pero nada de esos días importaba mucho porque llego el gran día. Ese día por el que había estado esperando durante seis meses: La Vigilia con el Papa. La ilusión aumentaba por momentos y, cuando bajamos del autobús para ir al Campo de la Misericordia mi corazón estaba muy acelerado. Llegamos al recinto que nos había asignado la organización y los acontecimientos que les sucedieron se desarrollaron en un parpadeo, ya que el ambiente era muy para conocerse y sentirse a gusto con gente que comparte algo tan importante para mí, como es la fe católica. En el momento que comenzó a hablar el Papa, yo estaba repartiendo abrazos por el otro lado del recinto. Pude escuchar bastante de lo que dijo y sentirme un rato cerca de él, para poder rezar. Me dio la paz que no tuve en toda la peregrinación. Cayó la noche y comenzó una fiesta que parecía no tener fin, rodeada de guitarras y cantos del Camino. Yo iba de corro en corro bailando y conociendo gente nueva. De hecho, cuando llegue a mi saco de dormir, ya estaba amaneciendo.

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mosaico La eucaristía con el Papa, al principio, se me hizo muy pesada, por la falta de sueño que tenía pero, cuando comenzó el evangelio me impactó muchísimo. Hablaba sobre Zaqueo y como Jesús entraba en su casa. Luego nos hizo una gran invitación, en su homilía, diciéndonos que debíamos dejar de ser cristianos “de sofá” y que teníamos que salir a predicar el evangelio. Francamente, esas palabras me impactaron bastante. A la vuelta al autobús nos invadió un calor sofocante y una tormenta que nos caló hasta los huesos. Tuvimos que estar un buen rato esperando a los autobuses y ahí tuve una charla con el Padre Carlos, que me ayudó bastante. Me estuvo explicando el significado de la lectura que había escogido el Papa para nosotros y la pude llevar hacía mis propios pensamientos. El último día de peregrinación fue en el mismo Campo de la Misericordia pero esa vez con Kiko. Era mi primer encuentro con él y debo admitir que se me pusieron los pelos de punta en los momentos de las llamadas a las vocaciones. Todo esto me hizo ver que todo lo que estaba haciendo Dios en nuestras vidas lo estaba haciendo bien.

En el momento que comenzó a hablar el Papa yo estaba repartiendo abrazos por el otro lado del recinto. Pude escuchar bastante lo que dijo y sentirme un rato cerca de él, para poder rezar. Me dio la paz que no tuve en toda la peregrinación

¿Con qué me quedo de la JMJ? Sinceramente me quedo con que estoy presente en los pensamientos del Señor, lo cual, por supuesto, es recíproco y que tengo que seguir buscándole como ese “amigo inoportuno” sin parar de rezar.

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mosaico EXPERIENCIA

Sofía Parroquia de la Divina Providencia, Guatemala

Bien dicen que Dios escoge a los débiles para que podamos dar testimonio, que las cosas que logramos en nuestra vida no se deben a nuestras fuerzas sino a su misericordia. Mi experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud es un reflejo exacto de estas palabras. No tenía ninguna motivación para ir a la Jornada y en el último minuto decidí viajar a Cracovia con el fin de asistir, si es que encontraba plaza y, de no ser así, me dedicaría a visitar la ciudad. Pude ver los cuidados de Dios desde el momento en que encontré a mi grupo, pues a pesar de la cantidad innumerable de personas, fue increíblemente fácil y mis planes fueron reemplazados por Sus planes. Rezar, cantar y danzar en las plazas me hizo, poco a poco, revivir. Tanto tiempo alejada de esta espiritualidad profunda, me hizo pensar en mi poco interés en mejorar mi relación con Dios y aceptar que era mi mismo pecado y mi propio miedo a sentirme juzgada lo que me hizo pensar que no merecía tener un lugar dentro de la Iglesia.

Esos días de oración y cuidados de Dios me hicieron sentir en paz y amada por Él. Estando en el Monasterio de Kalwaria, después de celebrar la Eucaristía, le pedí a Dios que me permitiera escuchar su voz y entender qué quería de mí. Durante la peregrinación al lugar del encuentro con el Papa Francisco experimenté una profunda emoción y curiosidad por lo que iba a suceder durante la Vigilia, ya que era mi primera experiencia. En el encuentro con el Papa el hablaba de no tener miedo de decirle sí al Señor y esa frase me tocó, porque siempre he tenido la voluntad de dejarme llevar por Él pero mi miedo a abandonar las cosas que quiero y que “me hacen feliz” siempre ha sido más grande. Y me encontré en un punto donde entendí que era necesario tomar una decisión y arriesgarme para que esta decisión valiera la pena. Escuchar los testimonios de los participantes en la Vigilia fueron alentadores y una muestra palpable de la misericordia de Dios, y no sólo con ellos, conmigo también, que a pesar de mi necedad y mis ganas de alejarme de Él, siempre ha puesto ángeles que me muestran Su obra en mi vida.

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Luego, tuvimos el encuentro del Camino Neocatecumenal, y las mismas palabras seguían resonando en mi cabeza: “No tengas miedo a decirle que sí al Señor”, y sentí cómo era una llamada directa para mí. Yo le había pedido escuchar Su voz y en ese momento ¡estaba hablándome de una forma clara! Sin pensarlo, por primera vez y sin miedo, le dije que sí al Señor. Evidentemente, fue algo que hasta a mí me tomó por sorpresa, pero experimenté la paz, porque en ese momento abrí mi vida al Señor, para que Él haga su obra en mí. Negar la existencia de Dios y su obra en mi vida sería negarme a mí misma, porque ha sido por su amor y su misericordia por lo que yo he salido de la muerte, de pecados serios: el adulterio, la mentira, los juicios.

Cuando he visto la misericordia con la que Dios me ha cuidado durante el viaje: no pasar hambre, frío o enfermedades, sólo puedo sentirme agradecida y amada. Esta experiencia en la Jornada abrió mis ojos, me hizo reconocer que Dios es Padre, que Dios es amor y que Dios se ha fijado en mi, que me ama y que no se cansa de esperarme!. Espero que, como el día del encuentro, cada día pueda decir: Señor, aquí estoy, haz en mí tu voluntad”. bn

Pude ver los cuidados de Dios desde el momento en que encontré a mi grupo, pues a pesar de la cantidad innumerable de personas, fue increíblemente fácil y mis planes fueron reemplazados por sus planes

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Antonio Arias Crespo

o es que las cosas —las cosas que rodean la vida de los hombres— sean relativas, pasajeras, inocuas, triviales o peligrosas. En realidad son trascendentes ante Dios o no de por medio. Tampoco es, como insisten algunos, que la vida sea un misterio. Al menos no lo creen quienes afirman sin ruborizarse que se trata de un fenómeno que se dio en la superficie de la tierra hace la friolera de 4.600 millones de años, e incluso, que se formó a sí misma con los restos de la explosión de una estrella y que nosotros mismos somos hechos del polvo de aquella estrella. Por eso no me extraña que un amigo, para disimular, diga que es de tontos amargarse la vida porque sí. Tampoco es normal despreciarla y caer en la insensatez de no darle el valor que le corresponde. Sería como tirar a la basura, por desidia, el décimo premiado en la lotería de Navidad.

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mosaico Seamos serios. La vida es un don gratuito de Dios y Él es su creador. Crear es sacar de la nada y, que se sepa, hasta el día de hoy sólo Dios ha podido hacerlo. Por eso después de crear el mundo y cuanto contiene, dijo seis veces que lo que había creado estaba bien hecho. Y después, creó al hombre. Así, si la vida es para nosotros un don gratuito del Señor, de nada podemos gloriarnos; los regalos se agradecen y punto. ¡Vivamos, pues! Parece un principio esperanzador, altamente positivo e ilusionante. Pero si abrimos los ojos a la realidad que nos circunda, hemos de reconocer que a buena parte de la gente que conocemos le pesa la vida y le abruma su propia existencia. Para muchos es suficiente un vulgar «vamos tirando», como si fuésemos bueyes delante de una carreta. Y lo que todavía es peor: tenemos instalado el miedo de no poder salir de ahí, que lo que nos espera es la muerte. Muchos suicidios tienen aquí su razón de ser. No obstante, el Señor conoce nuestra debilidad y nuestras infidelidades. Pero también nos ama y porque nos ama nos anima a no desfallecer, nos invita a no quedarnos en el pozo de la crisis o de la bajada de tensión. Por eso nos llama: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28). Los cristianos no somos supermanes; más bien somos seres débiles, tarados por el pecado original, sin recursos propios para vivir en gracia que es para lo que el hombre fue creado. De ahí la razón de la venida de Jesucristo al mundo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos» (Mt 9,12).

Así como en los primeros tiempos de la Iglesia se bautizaba a los que se convertían, en la andadura que da paso al tercer milenio, la Iglesia debe convertir a los ya bautizados. Ha sido tal la «retirada» que los cristianos operantes cada vez son menos y los que participan de los actos de culto y de la vida de la Iglesia pierden calidad, frescura y entusiasmo. Parece que se ha olvidado que el punto de convergencia de todo esfuerzo evangelizador sigue siendo el mismo de siempre: que Cristo es el redentor del hombre, que Dios te ama tal cual eres, a pesar de tu condición de pecador. ¡La hermosura de la vida! Nuestra vida se la debemos a Dios entera y completa. A Él no le hacíamos ninguna falta y sin embargo nos necesitaba. No porque precise nada de nosotros, sino porque nosotros somos el objeto directo de su amor; los seres que creó para volcar en ellos sus mimos y que pudiésemos conocer sus predilecciones. Por eso envió a la tierra a su Hijo Jesucristo. Nos prefirió frente a todos los otros seres creados. Se podría argumentar que nuestro pecado todo lo estropea. Es cierto, ¡qué vamos a hacer! Incluso el título de este artículo podría llamarnos a engaño y pensar que el pecado puede tener premio. Nada más lejos de la verdad. Sólo si el pecado —sea éste el que fuere— ha sido reconocido en sincera confesión y ha sido llorado, entonces sí que tendrá el salario del perdón amoroso de Dios. La alegría más grande de Dios –leemos en el libro Dios, Padre misericordioso, es la de perdonar, puesto que su única forma de amarnos es la de ser misericordioso, su única forma de ser fiel a su amor del primer momento. El hombre puede dejar de ser hijo, pero Dios no puede dejar de ser Padre y Padre sin fin1.bn

arece que se ha olvidado que el punto de convergencia de todo esfuerzo evangelizador sigue siendo el mismo de siempre: que Cristo es el redentor del hombre, que Dios te ama tal cual eres, a pesar de tu condición de pecador

1Cardenal Etchegaray. Ver Comité para el jubileo del año 2000, Dios padre misericordioso, op.cit., p.11

El salario del pecado

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ciencia

Carlos Valiente Barroso

Universidad Internacional de La Rioja Centro Universitario Villanueva-Universidad Complutense de Madrid

La enfermedad La esclerosis múltiple (EM) constituye una patología autoinmune desmielinizante neuroinflamatoria, principal causa de discapacidad de origen no traumático en adultos jóvenes, siendo diagnosticado con mayor frecuencia entre los 20 y los 40 años. La EM se caracteriza por el daño en la vaina de mielina, la sustancia lipídica protectora que rodea las neuronas. Cuando esta cobertura de los nervios se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen. Por otra parte, la calificamos de inflamatoria porque el daño al nervio es causado por una inflamación, que ocurre cuando las células inmunitarias del propio cuerpo atacan el sistema nervioso (de ahí, también, su apelativo de autoinmune). Aunque presenta una sintomatología muy variada, se la conoce por causar problemas de movilidad, junto a fatiga, falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales y cognitivas, dificultades del habla y temblor, entre otros. Un estudio epidemiológico regional, desarrollado en la comunidad autónoma de Murcia, y publicad en la Revista de Neurología en 2016, confirma el aumento de prevalencia de la esclerosis múltiple en las últimas décadas.

En cuanto a los factores que generan esta enfermedad, se está trabajando desde varias hipótesis o, hablando con mayor precisión, con un variado y diverso rango de causas específicas. Así, se especula con la influencia de distintas variables genéticas y ambientales. Aquí, por necesaria brevedad, acercaremos los hallazgos más relevantes y actuales que recopila la praxis investigadora en este campo.

Investigaciones El haplotipo (combinación de alelos de diferentes loci de un cromosoma que son transmitidos juntos) HLA-DRB1*1501 es el marcador genético que se ha asociado con un riesgo tres veces mayor de padecer esclerosis múltiple en caucásicos occidentales. Más aún, recientemente, se ha descubierto una asociación entre el momento estacional del nacimiento, concretamente, el mes de abril, el genotipo HLADRB1 y el riesgo de EM en países del norte de Europa y Canadá. Y, a diferencia de los resultados obtenidos en países del norte de Europa, donde esta asociación se ha encontrado en el mes de abril, en España tendríamos que hablar del mes de diciembre.

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Científicos españoles liderados por Álvarez-Sánchez, han estudiado los efectos beneficiosos de la melatonina en la esclerosis múltiple

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ciencia Dentro de los estudios genéticos centrados en esta patología, también destaca el publicado en la revista Neuron, este mismo año 2016, a cargo del grupo liderado por Z. Wang. Estos investigadores han descubierto que las personas con una mutación en el gen NR1H3 tienen una probabilidad del 70% de desarrollar EM. Los científicos revisaron una gran base de datos que contiene material genético de casi 2.000 familias de Canadá y estudiaron a una familia en la que se habían producido múltiples casos de esclerosis múltiple (cinco en dos generaciones). Se hizo la secuenciación del exoma (integrado por los exomas o partes codificantes de los genes que forman el ARN mensajero maduro, dando lugar a las proteína), para buscar mutaciones raras que estaban presentes en todos los miembros de la familia con la enfermedad. Tras identificar una mutación en el gen NR1H3, comprobaron en la base de datos la misma mutación en otra familia con múltiples casos de EM. Todos los pacientes de estas familias con dicha mutación presentaban la forma progresiva de la enfermedad. Como conclusión, se sostiene que la mutación hallada en el gen NR1H3, causa

la pérdida de la función de la proteína LXRA, la cual controla la regulación transcripcional de los genes implicados en la homeostasis o equilibrio de los lípidos, la inflamación y la inmunidad innata. Por otra parte, se ha vinculado la irrupción de la enfermedad con niveles reducidos de vitamina D durante el embarazo. Así, los hijos de madres que han presentado esta deficiencia vitamínica, tal y como aparece reflejado en la revista médica JAMA, podrían tener un riesgo más alto de EM al llegar a la edad adulta. En este nuevo estudio publicado Munger y cols (2016), se recopiló información de una amplia muestra de adultos finlandeses, de los cuales, 193 presentaban diagnóstico de EM. Se halló que las personas cuya madre no mostraba un nivel suficiente de vitamina D, a principios del embarazo, presentaban un aumento del 90% en las probabilidades de desarrollar EM, en comparación con aquellos cuya madre tenía un nivel adecuado de vitamina D durante el embarazo. Esto sugiere que la deficiencia de vitamina D en el embarazo podría aumentar el riesgo de EM de un niño en un momento posterior de la vida.

Podemos reseñar una investigación que ha desvelado un nuevo enfoque para detener la EM, mediante el empleo de nanofármacos, con el fin de tratar el trastorno de una forma muy específica y sin afectar la inmunidad general de los individuos

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ciencia Desde otra perspectiva, un estudio ha demostrado que la tomografía de coherencia óptica, una técnica de análisis con una resolución muy alta y que permite determinar la integridad de la retina, resulta útil para seguir la evolución de EM. Los investigadores incluyeron a 879 pacientes de diversos centros de todo el mundo, con objeto de valorar la validez de esta técnica. Midieron el grosor de la retina de estos pacientes a lo largo del tiempo, con un seguimiento medio de dos años. Los resultados indican que, por debajo de un determinado grosor de la retina, 88 µm, los pacientes presentan una peor evolución de su enfermedad: tienen el doble de riesgo de empeorar entre el primer y el tercer año, riesgo que se cuadruplica entre los tres y cinco años de. Respecto a los hallazgos más recientemente en el ámbito del tratamiento de la EM, la prestigiosa revista Lancet ha publicado una investigación que recoge los hallazgos de Atkins y cols. (2016), mostrando un procedimiento drástico que suprime por completo el sistema inmunitario, y que, posteriormente, genera uno nuevo usando células madre sanguíneas.

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ciencia Este mecanismo podría eliminar todos los signos de inflamación cerebral en personas con EM agresiva temprana, y, de este modo, facilitar su recuperación duradera. Los investigadores analizaron a 24 pacientes de 18 a 50 años con esclerosis múltiple agresiva y recurrente, manteniendo su seguimiento durante un espacio de en torno a 6,7 años. Tras el tratamiento se constató que ningún participante experimentó una recaída clínica, no se detectó ni una sola lesión inflamatoria activa y nueva en el cerebro de los participantes, a la vez que ninguno de ellos precisó fármacos específicos para el control de su enfermedad. Además, el 70% había experimentado un parón en la progresión de la enfermedad y la tasa media de encogimiento cerebral, que suele constituir una medida que se correlaciona con la progresión de la esclerosis múltiple. A su vez, científicos españoles liderados por Álvarez-Sánchez, han estudiado los efectos beneficiosos de la melatonina en la esclerosis múltiple. Los investigadores, que han publicado sus resultados en Brain, Behavior and Immunity, demostraron, por primera vez, el efecto protector de la melatonina sobre el modelo preclínico de la EM, limitando la activación de células T autorreactivas para la mielina, su acceso a la médula espinal y al cerebro, así como incrementando la producción local de marcadores antiinflamatorios en el sistema nervioso central de animales. Estos datos, se complementan con resultados, aún

Como en otros muchos campos de batalla de la medicina, la investigación científica aparece como la aliada más fructífera no publicados, en los que se observa que la melatonina reduce la respuesta inflamatoria en linfocitos de pacientes con EM. Estos efectos inmunomoduladores sugieren que la sustancia puede representar una opción terapéutica eficaz para esta patología. Una de las ventajas de la melatonina es que se trata de un compuesto al que no se le ha detectado toxicidad ni en modelos animales ni en humanos, y, además, posee la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica, uno de los mayores obstáculos en el desarrollo de fármacos dirigidos al sistema nervioso central, por lo cual, podría también extenderse su empleo a otras patologías neuroinflamatorias. Finalmente, podemos reseñar una investigación que ha desvelado un nuevo enfoque para detener la EM, mediante el empleo de nanofármacos, con el fin de tratar el trastorno de una forma muy específica y sin afectar la inmunidad general de los individuos. El trabajo, realizado en modelos animales, demuestra por primera vez que los linfocitos T reguladores autorreactivos, que protegen al organismo contra enfermedades autoinmunes concretas, se pueden expandir in vivo de forma eficiente y reproducible.

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ciencia Para tratar la enfermedad se deben eliminar los linfocitos defectuosos, recordando que los fármacos actuales no tienen mecanismos para distinguirlos de los normales. Los investigadores han descubierto que la administración de un nuevo tipo de nanopartículas, recubiertas con dianas proteicas dirigidas a los linfocitos T que causan las enfermedades autoinmunes, permiten su reprogramación hacia linfocitos T reguladores y la eliminación selectiva de la enfermedad en cuestión. Lo hacen a través de un nuevo mecanismo celular en cadena que regula la respuesta inmunológica. Mediante esta aproximación se han conseguido restaurar la función motora en ratones con una enfermedad similar a la esclerosis múltiple, así como, por otra parte, los niveles normales de glucosa en sangre en ratones con diabetes tipo 1 y la estructura y funcionalidad de las articulaciones en ratones con artritis.

Como en otros muchos campos de batalla de la medicina, la investigación científica aparece como la aliada más fructífera y, por decirlo en otros términos no menos precisos, como la herramienta más esperanzadora en este quehacer; podrá seguir potenciando la calidad de vida de estos pacientes y continuar su caminar hacia ese horizonte de absoluto control de los mecanismos que subyacen a este enfermedad. El tiempo, aquí, corre a nuestro favor. bn

la tomografía de coherencia óptica, una técnica de análisis con una resolución muy alta y que permite determinar la integridad de la retina, resulta útil para seguir la evolución de EM Esperanza científica para la esclerosis múltiple

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María Torres Montoro Fundación Red Madre

No tuve la suerte de conocer a Rafa desde hace muchos años, o de ser su amiga de toda la vida. Pero sí tuve la gran experiencia de observar cómo Dios le puso en mi camino para transformarme con esa fuerza tan suya y, por eso, tan conmovedora

La conversión Yo en ese entonces era una niña aferrada al mundo y muy en contra de todo lo que mis padres veían como bueno para mí. Una adolescente rebelde, que no sabía ni a dónde iba ni de dónde venía. Aunque me sintiese muy segura en mis percepciones y mi perspectiva de la vida, andaba realmente perdida. Un buen día me llamó mi padre para presentarme a Rafa Lozano. Entré a regañadientes en el despacho, pero tengo que decir que se me fue la soberbia de inmediato al mirar la sonrisa y la mirada de este hombre. Vi algo nuevo, algo sencillo pero grande. Y aunque en ese momento no sabía qué era exactamente ahora sí entiendo todo, era Jesús en una de sus tantas llamadas. Porque las casualidades no existen para mí y si te pones las antenas de la fe te das cuenta de como el mismo Dios no deja de quererte para Él. Muchas veces te lo dice a través de personas y, una de ellas, para mí fue Rafa.

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razón creadora Mis padres llevaban meses intentando llevarme a Medjugorje, pero solo por no acceder a sus peticiones rechazaba con gran ímpetu esa propuesta. A mí todo eso me sonaba a cuento de chinos. Fue Rafa quien fue capaz de encender, en medio de toda mi contradicción interna de niña materialista y egoísta, esa chispa que un par de años más tarde me llevó a encontrarme con la Virgen, y de su mano a su Hijo, en ese lugar de Bosnia. Rafa fue el chispazo. No creáis que hizo gran cosa, más que decirme, con una dulce sonrisa -aquella sonrisa que quienes le conocen saben lo que digo-, que ese sitio era especial. Fui incapaz de no creerle. Pensé que algo tenía que tener ese santuario. Encontré a Dios en medio de uno de los golpes más duros en mi vida, que Dios utilizó para despertarme, porque estaba muy sorda. Mi madre cayó gravemente enferma. Fue en ese entonces cuando decidí ir a ese famoso lugar, a ver qué era eso de la fe y la pedí con tanto empeño que Dios fue incapaz de negármela. Fui a Medjugorje y me encontré con esa explosión de amor que, entre tantos fieles, también cambió a Rafa. Ese amor que solo puede darte Dios. Desde entonces tengo caídas, fracasos, batallas, fallos, decepciones, contradicciones... Pero nada de ello me aparta de ese amor, porque se me regaló por pura misericordia la fe. Así que todos los días doy gracias a Rafa por ser partícipe con ese gesto, a la vista tan simple, pero que para mí fue el inicio de ese gran cambio: ver la vida con Dios o sin Dios. Acercarme a tener una relación personal con Cristo o rechazarle como llevaba tanto tiempo haciendo. Y hace un año me enteré de la enfermedad de Rafa y me acordé de ese día en casa. Me di cuenta de que tenía otra lección que darme. Y no sólo él, sino su increíble familia.

Yo, como otros tantos, me iba llenando de Dios con su ejemplo, su fortaleza y su asombrosa alegría en medio del dolor gracias a su inconfundible confianza en Él. Evidentemente me volvió a transformar este tal Lozano. Según pasaba el tiempo me daba cuenta de que Dios hace todo nuevo y observaba como me cambiaba por medio de esta gran familia. Cada parte que mandaba Rafa me inundaba los ojos de lágrimas y no por pena ni mucho menos, sino de emoción. Emoción de ver cómo es posible dejarse totalmente en las manos del Señor con la confianza de un niño. Emoción de ver que en este mundo, alejado de Dios, existen aún personas que son luz, que demuestran con creces qué es lo que realmente importa en esta vida, donde está la dicha. Esa fuente de la que nadie se sacia. Eso que da sentido a lo que nadie quiere entender: el dolor y la muerte.

Yo en ese entonces era una niña aferrada al mundo y muy en contra de todo lo que mis padres veían como bueno para mí

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Grandeza de la Cruz Porque la fe no te quita el sufrimiento. Nadie, por mucho que crea en Dios, se satisface de ver a un padre, una madre o un hermano en la cama de un hospital. Nadie es tan inhumano de no sentir desgarro ante la partida al Cielo de alguien a quien se ama. Pero la fe le da sentido pleno: tienes claro que Dios sabe más. Que lo mejor es lo que Dios quiere, su voluntad. Que no estás creado para entenderle sino para aceptarle. Que Jesús no vino al mundo a ser rico, a predicar discursos sobre el placer, ni tampoco a decirnos que esta vida es camino de rosas. Vino a morir desangrado y humillado en una cruz. Cruz que los cristianos entendemos como puerta a la eternidad.

Encontré a Dios en medio de uno de los golpes más duros en mi vida, que Dios utilizó para despertarme, porque estaba muy sorda La sal de la tierra

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Cruz que debemos sostener cada día con todo el amor que puso Jesús por cada uno de nosotros. Cruz que salva almas. Cruz que ayuda a Dios en su plan. Cruz que es respuesta a todos los interrogantes y misterios de esta vida. Cruz que cuesta tanto entender, porque es más fácil querer, comprender, lo que solo se entiende con los ojos carnales y no con los del alma. Al final solo el amor cuenta y Rafa lo demostró no sólo en esa vida tan plena y conmovedora, sino de la forma más absoluta: a través de la cruz.

Porque Rafa, Loli, Fanny, Carlota, Marta, Elena, Álvaro, Tomás y Jaime nos han demostrado con admirable serenidad que al final eso es lo que realmente importa y vale en la vida. Una familia verdaderamente unida, donde ni la muerte separa. Gracias Lozanillos, por qué vosotros sois sal de la tierra. La luz del mundo entre tantas tinieblas.

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razón creadora El funeral de Rafa fue vivir un ratito en el Cielo. Fue como estar en Medju, sintiendo a la Gospa y a su Hijo. Es difícil de explicar pero jamás se me habría ocurrido que iba a estar en un funeral bonito y alegre, donde volví a llorar de emoción. De emoción de poder tener el honor de estar ahí sabiendo con toda certeza donde está el padre de esos niños, el hijo de Fanny, el marido de Loli. Nadie les quitaba su pena, pero tampoco su confianza en saber que Rafa está en ese lugar al que todos iremos.

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Vida ejemplar Esta, la mía, es solo una pequeña onda del gran oleaje que la sonrisa de Rafa provocó en su vasto entorno más cercano. Y no se cuenta toda la vida de Rafa si no se habla de su labor en defensa de la vida y la maternidad. Como director de la Asociación REDMADRE Madrid, ayudó a cientos de mujeres a tener a sus hijos. A cientos de mujeres que, como su madre, se vieron con dificultades para alumbrar a sus bebés porque las parejas no los aceptaban, porque las familias no querían, porque tenían miedo a perder el trabajo, por miles de motivos que Rafa intentó siempre paliar acogiendo a cada mujer como única y exclusiva, poniendo cada situación en manos de expertos, psicólogos, médicos, abogados y gente buena que voluntariamente se ponían en marcha para ayudar a las madres con lo que les hiciera falta. Y, entre medias, con su sonrisa, con sus defectos y su rectitud de intención, como otro Cristo, atraía y servía de instrumentos para transformar a la gente.

No es de extrañar, Rafa, que Dios te regalase la vida, a pesar de que tu padre de la Tierra no pretendía que nacieras. Nos has enseñado el sentido de la vida, de la familia, del sufrimiento en un mundo muy alejado de todo eso. Dios te necesitaba aquí y a Él has vuelto para seguir ayudándole. Te echaremos de menos, pero nos vemos muy pronto, porque estoy totalmente segura de que nos ayudarás a conseguir llegar a donde tú ya estás. bn

Desde entonces tengo caídas, fracasos, batallas, fallos, decepciones, contradicciones... Pero nada de ello me aparta de ese amor, porque se me regaló por pura misericordia la fe

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arte a rte natur natural al para p ara un rregalo egalo o original riginal Realizado a mano: Decoupage, Decoupage, craquelado y pintura decorativa

Distintos eventos: Primeras Comuniones Bodas Dia de la Madre, cumpleaños nombre artículo 103 www. w ww. artenaldecora.com artenaldecora.com email: artenaldecor ar artenaldecora@gmail.com ora@gmail.c om BN-61.indd 103

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Pedro EstaĂşn

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Descripción de una peregrinación Uno de ellos son las peregrinaciones alpinas instituidas por el P. Gratien Volluz en 1960. Desde entonces en varios fines de semana se organizan grupos que marchan por la montaña para finalizar en el Hospicio del Gran San Bernardo. He tenido la oportunidad de participar en alguna ocasión. El desarrollo es del siguiente modo. Las peregrinaciones son de dos días, sábado y domingo. Se cita a los peregrinos en Orsières a las 8h45, a donde pueden acudir en tren. Allí son recogidos en un autobús que les conduce a Ferret a 1700 metros de altitud donde son recibidos por los organizadores que, tras la bienvenida, les dan las indicaciones necesarias. Dejan claro que se trata de una peregrinación montañera y que su objetivo es caminar, disfrutar de la naturaleza y rezar. Se entrega un pequeño libro –livret du Pèlerin- con indicaciones, textos y oraciones y se organizan grupos de no más de diez personas que deben caminar juntos. Se inicia la marcha y a lo largo de la ascen-

sión se efectúan varias paradas en las que, siguiendo las indicaciones del libro, se hacen reflexiones y cada uno de los montañeros va exponiendo sus impresiones. Resulta llamativo ver los distintos grupos detenidos en la subida y se intuye lo que en cada uno se comenta. De este modo, tras varias paradas se llega, alrededor de las 13h00, a uno de los lagos de la Fenêtre. A la orilla del lago –lugar verdaderamente encantador por el enclave y las montañas que le rodean- se reponen las fuerzas. Tras descansar un buen rato, reunidos todos nuevamente, los responsables –en nuestro caso el prior del hospicio y una señora- hacen otras reflexiones leyendo un pasaje del evangelio que comentan. Se pide entonces que el resto de la subida hasta el collado se haga meditando. Una larga fila de montañeros se pone en marcha –éramos más de cincuenta- y se asciende en completo silencio. En algo menos de una hora se llega al collado de la Fenêtre a 2.700 metros dejando tres lagos por debajo.

Se trata de una peregrinación montañera y que su objetivo es caminar, disfrutar de la naturaleza y rezar La peregrinación alpina del Gran San Bernardo

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Se finaliza con la bendición del prior de la comunidad que nos ha acompañado durante estas dos agradables jornadas

Una nueva parada y reunión para iniciar el descenso ya por la vertiente italiana. En una zona llana los montañeros son recibidos por representantes del hospicio que amablemente ofrecen bebidas a los que van llegando. Tras un nuevo descanso, se continúa descendiendo hasta el alpage de la Bau donde hay una nueva reunión y otra reflexión. Queda todavía una última subida hasta el hospicio que ya hemos divisado desde tiempo antes. Se realiza por la calzada romana tan usada desde hace muchos siglos. La última parada se tiene bajo una gran imagen de San Bernardo, el iniciador de esa orden religiosa, donde se tiene una nueva reflexión e indicaciones.

En 2016, año de la Misericordia, se prepara para ganar el jubileo. La entrada al hospicio a 2500 metros de altitud es ya cerca de las 7 de la tarde pasando la Puerta de la Misericordia. Pero la peregrinación no termina aquí. Tras instalarse los montañeros en las habitaciones con literas, van todos a rezar las Vísperas con los canónigos, que son cantadas con gran solemnidad. A continuación la cena. Es un momento agradable para reponer fuerzas y compartir con los compañeros no solo las incidencias de la marcha sino muchos otros temas. A las 20h30 una nueva reunión en la gran iglesia del hospicio. Es también un tiempo de oración y de testimonios personales. Cerca de dos horas después nos retiramos a las habitaciones para dormir con tranquilidad.

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La mañana del domingo comienza para algunos con el rezo de Laudes con los canónigos a las 7h15, y para el resto con el desayuno a las 8h00 para participar en la Misa que es transmitida por radio y cantada, por lo general, por alguna buena coral. Pero aún queda algo antes de finalizar la peregrinación. Es una nueva reunión en la cripta donde tras algunas oraciones y cantos hay nuevos testimonios de los peregrinos y se finaliza con la bendición del prior de la comunidad que nos ha acompañado durante estas dos agradables jornadas. Los comentarios de los participantes son unánimes: se ha cumplido el plan previsto. Han sido dos intensas jornadas de montaña, de amistad y convivencia pero sobre todo de alabanza a Dios en esa bella naturaleza alpina que se traduce en propósitos de seguir teniéndole presente en los diferentes caminos en la vida ordinaria de cada uno. bn

Han sido dos intensas jornadas de montaña, de amistad y convivencia pero sobre todo de alabanza a Dios en esa bella naturaleza alpina

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Crí tica r e al i z a da p o r : Glor ia María Tomas y Gar r ido | C atedr át ica h o n o r ar ia de Bio ét ica

Director: David O. Russell | Reparto: Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Bradley Cooper País: EEUU | Fecha estreno: 2016

El verdadero valor de la mujer se debe buscar en lo que la caracteriza como tal; no en hacerla competir con el hombre en lo que a éste caracteriza. En este artículo se trata de resaltar la visión de la Iglesia sobre la mujer, además de traer a colación una interesante película que abunda sobre el tema.

El valor de lo femenino Fue San Juan Pablo II -heraldo del Evangelio y experto en humanidad- el que le dijo a Mª Antonietta Macciocchi, que estaba escribiendo una carta de amor a las mujeres, porque creía en el “genio femenino”. Se trataba de la Mulieris dignitatem (15-8-1988).

Mª Antonietta, la controvertida y honesta política italiana de de izquierdas quedó fascinada. Habló y publicó acerca de este documento, al que calificó de sorprendente por una defensa acerca de la dignidad femenina, realizada desde la teología, la sociología y la antropología. En mi opinión, podría resumirse esa visión como una penetrante mirada, llena de amor, acerca de la dignidad femenina. Este año, en el caluroso mes de julio, el Papa Francisco determinó que la celebración de Santa María Magdalena adquiría el rango de fiesta; como un motivo más para reflexionar en la dignidad de la mujer, en la nueva evangelización, en la grandeza del misterio de la misericordia divina. Con ese motivo, el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, escribió un artículo sobre Santa María Magdalena, del cual recojo el siguiente párrafo: “ Las mujeres del Evangelio -María Magdalena, Marta y María de Betania, Juana, Susana y Salomé-, sirvieron a Jesucristo con una lealtad que no siempre demostraron los discípulos. Ellas acompañaban al Maestro por los senderos de Palestina o lo alojaron en su hogar; lloraron a su lado en el camino de la Cruz; fueron con la Madre, Santa María, hasta el patíbulo; y quisieron honrar el cuerpo de Jesús tras la sepultura.

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una penetrante mirada, llena de amor, acerca de la dignidad femenina Hoy como entonces, la mujer está convocada a contribuir a la misión de la Iglesia con su inteligencia, su sensibilidad y fortaleza, su piedad, su celo apostólico y su afán de servicio, su capacidad de iniciativa y su generosidad”. Trato de mostrar, con la evidencia de estos insignes Maestros, que el “genio femenino”, entendiendo como tal el aporte genuino de la mujer en cualquier aspecto y en cualquier lugar, es de ayer, es de hoy, es de siempre. No deseo, para nada, entrar en el tan traído y tan pertinaz imperativo de la ideología de

género; muy al contrario trato de mostrar que hasta “mirando” buen cine podemos volver a redescubrir la aportación de la mujer, yendo a lo esencial y, en consecuencia, aprehender y funcionar con las apropiaciones legítimas del feminismo. Para aquellos interesados en estos temas aconsejo releer el libro de Jesús Trillo-Figueroa, “Una revolución silenciosa”(Libroslibres. Madrid 2007); en él se realiza una sistematización documentada de los movimientos feministas, con especial atención al feminismo del último medio siglo, cuya influencia social y política ha sido tan profunda.

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cine La película En este contexto nos centramos hoy en una curiosa película, Joy, un Biopic que participa del drama y de la comedia, dirigido por David O. Russell, escrita por él mismo junto a Annie Mumolo. Como ya nos tiene acostumbrados Rusell, el film es un tobogán de ritmo, con sus ventajas y sus inconvenientes. Se relata libremente parte de la vida de Joy Mangano, una mujer tenaz, inventora, que en los años noventa se convirtió en un nuevo tipo de estrella de la televisión y logró un emporio empresarial gracias a una serie de inventos domésticos, tales como la famosa fregona milagrosa, dotada de un sistema automático para escurrirla. Jennifer Lawrence, que fue nominada al Oscar como mejor protagonista y que consiguió el Globo de Oro por su interpretación, comentó: “Esta historia trata sobre muchísimas cosas.

No es sólo la historia de Joy. Trata sobre la familia, la imaginación, la fe en uno mismo, sobre la crueldad del éxito y qué implica conseguirlo. A mí me gustan especialmente todos los cambios que Joy experimenta. Me encantó poder interpretarla desde vulnerable y autocrítica hasta fuerte y distante, y me gustó que se convirtiera en una verdadera matriarca para su familia”. La película se desarrolla en el contexto de una familia a través cuatro generaciones en la que Joy no sólo consigue fundar una dinastía de negocios, sino que se convierte en la matriarca familiar por derecho propio. Compagina su papel de hija, de madre, también de esposa divorciada, y de empresaria. Ante un mundo, casi implacable, hay un triunfo de la familia, del amor y de lealtad.

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Todo ello no se le regala a la protagonista, que tiene que luchar para hacer de sus enemigos aliados, y que también constata que sus aliados se hacen enemigos. No es una gran película el guión y el argumento sufre altibajos, como ya hemos dicho; quizás hay demasiados subtramas -como a todos nos pasa en la vida-.

Pero en una película, y al estilo americano, a veces este hecho atrae y otras cansa; sin lugar a dudas el director refleja con naturalidad una vida real, en que las complicadas situaciones exigen que haya alguien con capacidad para superar no sólo los obstáculos del presente, sino también las posibles dificultades que se adivinan. Y ahí, esta mujer, sin una ruta clara ni bien definida, luchará para no fracasar. Y esa mujer, real, de carne y hueso, manifiesta su “genio femenino”. Sabe sacar lo mejor de un ambiente nada propicio.

Hoy como entonces, la mujer está convocada a contribuir a la misión de la Iglesia con su inteligencia, su sensibilidad y fortaleza, su piedad, su celo apostólico y su afán de servicio, su capacidad de iniciativa y su generosidad

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cine Vamos viendo a lo largo de la película que cuenta con pocos medios económicos -la casa donde viven todos, hasta el ex marido, está hipotecada-; no son fáciles las relaciones de unos y otros -por ejemplo, el ex marido vive en el sótano- y hay tipologías extravagantes y no pocos traumas. Se une a esta situación que Joy carece de una adecuada preparación profesional, pues abandonó pronto sus estudios para dedicarse a ayudar a su padre en la contabilidad. En fin, no se sabe cómo pueden resolverse las pegas. En ese clima, la intuición y empuje de esta mujer terminan haciéndola valedora del éxito. Toda esta atmósfera asfixiante en la que ella puede sentirse en el epicentro de una locura colectiva no le arrastra una existencia miserable; es capaz de saltarse las dificultades del presente y de superar los laberintos sin salida en los que se encuentra.

“Esta historia trata sobre muchísimas cosas. No es sólo la historia de Joy. Trata sobre la familia, la imaginación, la fe en uno mismo, sobre la crueldad del éxito y qué implica conseguirlo

Joy es creativa y autodidacta; por ello, justo cuando empezamos a temer por su salud mental, un hecho fortuito hace que tenga una idea por la que no sólo apostará el poco dinero que tiene, sino que incrementará las deudas que venía arrastrando desde hace años. No, no viene el desastre, al contrario comienza, entonces, la mejor aventura de su vida, hasta con final feliz. No es una película de moralinas. Si un posible ejemplo para superar trabas y traumas que, con demasiada frecuencia acechan a la mujer de hoy. Una vez más viene a mi memoria una idea de C.S. Lewis: “La tarea de los educadores modernos no es destrozar jungla, sino regar senderos. La defensa adecuada de los falsos sentimientos es inculcar sentimientos rectos”. Aquí tenemos un testimonio de esa textura; sin romper el sistema, y sin romperse se abren nuevos senderos, nuevos sentimientos no de queja sino de acción, de innovación, de buena perspicacia femenina, que le hicieron bien a ella, a su familia, y a la sociedad en la que vivió. Enhorabuena Joy Mangano. bn

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fuerza en la mirada

Javier González García

Nuestra voluntad Que el mundo está sumido en un periodo complicado para un cristiano es obvio en nuestros días. Más aún si como yo, eres parte de esta juventud llena de ilusión y con ganas de cambiar la situación y dejar un mundo un poquito mejor para nuestro hijos y futuras generaciones. Es una realidad que en esta sociedad, parece difícil ser católico, en medio de este caos, de tanto ruido y de la cantidad de cosas que tenemos que hacer. Y al final por unas cosas o por otras, la gente de nuestro alrededor, e incluso nosotros, a veces nos olvidamos de lo que creemos. Y yo muchas veces me pregunto, ¿qué narices podemos hacer nosotros, como devoradores de ilusiones y trabajadores de la esperanza, para ayudar a nuestros amigos, hermanos, compañeros…? No está de moda seguir ciertas ‘costumbres’, como son llamadas en ocasiones nuestras creencias; y termina pareciendo que nuestro ‘modo de vida’ (que es lo que es en realidad) es algo extraño, friki y en ocasiones incluso “irrespetuoso” o “retrógrado”. Desgraciadamente, el viento cambia de rumbo, y parece que ahora es que no se puede seguir a Cristo, ir a la Iglesia, defender el matrimonio, vivir un noviazgo casto o incluso simplemente responder a la bondad que Dios nos ha regalado. Y en el centro de todo esto, ahí estamos nosotros, el futuro del país, rodeados de personas que nos miran con mala cara, que nos rechazan, que se ríen o que nos tachan de ‘raritos’. Y eso, para una persona de nuestra edad, es duro. Y lo que es además… es una verdadera lástima por los demás.

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La voluntad de Dios Y me vuelvo a preguntar, ¿qué quiere Dios que hagamos con todo esto? ¿Qué quiere de nosotros, que procuramos ser fieles y demostrar que somos normales (y felices además)? Por supuesto que mantener nuestra lealtad y como dice el Papa muy acertadamente: “dar testimonio”, mostrar a los demás lo precioso que es vivir de esta manera. Pero todos sabemos, que en ocasiones no es tan fácil.

“En verdad os digo, que no hay nadie que, habiendo dejado casa, o hermanos,o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por amor de mí y del Evangelio, no reciba el céntuplo”

Es una pena, pero en España se ha creado una realidad religiosa complicada y extraña, en la que se dice que los creyentes se han dividido en “practicantes”, y en “creo en Dios pero no en la Iglesia”. No es tan fácil cuando en el fondo, Dios existe para todos, y por lo tanto, debería estar en todos. Pero cuando miramos a nuestro alrededor, a la gente por la calle, en la tele, en las películas; o incluso a nuestros amigos, vecinos y familiares; o a nosotros mismos… no es tan fácil verlo. El muro de ladrillos

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Y es que es cierto, que para alguien que no ha tenido una formación adecuada, o que simplemente por circunstancias de la vida no es capaz de entender, es difícil ver a Dios, el Creador y Todopoderoso, en un trocito de pan. Es humano en el fondo. Es una lástima pero no todo el mundo ha tenido la oportunidad. Yo me pongo en esa situación, en la ignorancia, o desde experiencias dolorosas… y es muy difícil, comprender cómo una mujer pudo dar a luz sin haber conocido varón. Aunque para nosotros sí que lo sea… no tiene porqué serlo para todo el mundo. Hay que tratar de ponerse en el lugar del otro. Tampoco para un creyente del ‘tipo dos’ de los previamente citados es fácil. ¡Si es que muchas veces es difícil hasta para nosotros! Creo que para lograr tocar el corazón de los demás, incluso el nuestro… es importantísimo haberse encontrado con Él. Es la clave de todo. No importa lo descabellado que sea lo que sea que nos digan, que después de haber sentido su Amor… nada es imposible. Pero claro… ¿cómo verle? ¿Cómo se puede dar ese encuentro?

Cómo pasar a Cristo Desde luego que es difícil, ¡hasta a mí me encantaría tenerlo en muchos momentos del día! Pero es posible encontrarse con Él. Porque es que existe, y nos ama a todos sin medida, y por lo tanto llama a cada uno de los seres humanos que viven y campan por la tierra. Esa es la llave hasta su amor: escuchar la llamada. Y quiero poner una pequeña imagen en vuestras cabezas que en ocasiones me ayuda. A veces veo la vida como un camino, en el que a la derecha se alza una enorme pared de ladrillos, dura e impenetrable. Pero al otro lado del muro está Jesús, sereno, tranquilo y paciente, caminando a nuestro lado por un camino paralelo. Y en ocasiones, nos damos cuenta de que algo va mal, ¿a quién no le ha pasado? “Me siento vacío”, “me falta algo”, “yo en realidad no quiero esto”, “si pudiera volver atrás”, “yo en verdad quería”... Nos detenemos en el camino porque sabemos que no es por ahí. Porque hay algo que nos dice que no, aunque no esté del todo mal… pero algo no cuadra. Y de repente nos parece escuchar a Jesús al otro lado, a lo lejos, que se llena de emoción solo de pensar que por fin, puede darse el ansiado encuentro. Pero… nos topamos con ese gigantesco muro que no nos deja ver más allá. Agachamos la cabeza, nos conformamos, y seguimos caminando. ¿Y Jesús? También. Y lo volverá a intentar de nuevo, tantas veces como sean necesarias.

Creo que para lograr tocar el corazón de los demás, incluso el nuestro… es importantísimo haberse encontrado con Él

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La historia es que ese detenerse, esa insatisfacción, existe. Los placeres terrenales están muy bien, si es que no hay duda de ello, ‘el de abajo’ no es tonto; pero está claro que no es a lo que estamos llamados. ¿Cuántas veces no sentimos de vuelta lo que nosotros damos? En la amistad, en el amor, en el ‘ser felices’... Y esa llamada que nos para en el camino, también existe, nos pasa cada día a nosotros, que es lo que nos lleva a acudir a los sacramentos, a ayudar al necesitado, a ser fieles, a la renuncia, al sacrificio, y a amar de verdad. Es el navegar a contracorriente. Es la gracia divina y el Espíritu Santo lo que guía nuestros pasos, y también el que nos detiene cuando nos equivocamos. Es también la llamada que tiene que sentir todo el mundo en algún momento de su vida, de una forma o de otra. Pero el muro. Ese muro lleno de miedo, de vergüenza, de prejuicios, de egoísmo, de comodidad, de pereza y también de equivocaciones del pasado (claro que sí, somos humanos). Pero es que, desde el día en el que un hombre de Galilea colgó de un madero y murió por ti y por mí, ese gigantesco muro.... no es más que papel de fumar. Un papel de fumar con un muro de ladrillos dibujado de manera hiperrealista. Con el dedo de una mano lo romperías y lo traspasarías sin problema. Pero claro, hay que confiar en que no te romperás los nudillos, y el ladrillo es duro, según nos han enseñado. Ese es el pequeño paso que hay que superar. Ese pequeño salto al vacío, ese jugársela, ese tirarse a la piscina… que está llena de la preciosa realidad de la conversión. Y no hay que hacer gran cosa, porque son tantas Sus ganas de responder… sólo hay que escuchar. Entra en esa iglesia, habla con esa persona, acude a esa charla, ve a esas misiones, ve a verle, comulga… traspasa la barrera del miedo. Responde a esa llamada, abre los ojos y ve cómo se alinean los planetas, aunque sea difícil de comprender. Él está al otro lado, y solo hay que ser valientes. Un montón de jóvenes valientes en este mundo, que se la juegan por Él, que se levantan del sofá al escuchar esa llamada que todos tenemos en el corazón: curiosidad, milagro, desesperación, formación, aspiración a algo grande, inconformismo… podemos llamarlo como queramos, pero es Él. Es Él llamándonos al otro lado, diciéndonos que nos tiremos a la piscina, que Él tiene sus manos debajo. Que te quiere. Eso es lo que necesita el mundo, comprensión, saber que está ahí, encontrarse con Él, y todo lo demás vendrá solo. Digámosle al mundo y a nosotros mismos, que solo hace falta ese primer paso, que no son ladrillos reales, que es papel muy fino, que hay que confiar…, que Él responderá sin dudarlo. El ciento por uno. bn

El muro de ladrillos

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resó s por los que Juan Pablo II se inte Probablemente uno de los motivo el en cer para ayudar a las personas a cre en estudiar el amor humano fue tido a de cada hombre adquiere un sen amor y comprendieran como la vid de rca rega a otro. Reflexionando ace ent se que en a did me la en fin y un ero n Pablo II en este artículo me qui varios puntos desarrollados por Jua dad de crecer en el amor. La persoesi nec la : al nci ese to pun un en centrar crezca puesta a que su amor por el otro na que ama es aquella que está dis rece de lleva. El amor no es algo que apa cada día con todo lo que eso con ser e para siempre, no, el amor deb de repente en nuestra vida y se queda del hombre y de la mujer. construido y esa es la tarea propia Almudena Pérez | Estudiante de teología Universidad San Dámaso

Enamoramiento Siempre me ha llamado la atención que las películas de amor suelen acabar con los dos enamorados “reconciliados” tras pasar por muchas dificultades. Es como si el destino les volviese a unir y eso fuese suficiente. La sensación que te deja la película es que esa pareja va a ser inmensamente feliz y que esa felicidad durará siempre. En las películas parece que todo es muy fácil (por eso son películas), que no hay apenas que luchar y que todo sucede de la manera más espectacular que nadie jamás ha podido imaginar. En mi opinión creo que este tipo de cine, el cual llevamos toda la

vida viendo y emocionándonos con él, nos engaña y nos hace creer que el amor es de una manera cuando en realidad es de otra. Las relación entre un hombre y una mujer pasa por diversas etapas porque siempre está llamada a “ser más”, es decir a crecer en el amor. El enamoramiento es la etapa del principio, es la etapa donde florece el amor, donde todo es idílico y maravilloso. Cada uno de los enamorados reconoce en el otro una llamada a vivir el amor pero de una manera muy concreta, es decir “SOLO CONTIGO”, porque ambos reconocen en su corazón que no hay nadie como el otro.

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La persona que ama es aquella que estĂĄ dispuesta a que su amor por el otro crezca cada dĂa con todo lo que eso conlleva

Se puede crecer en el amor al otro

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fuerza en la mirada Esta experiencia de la que el papa también habló a los jóvenes, la reconoce cualquier persona que se ha enamorado, por eso no es algo cursi o empalagoso, sino que es tan real que cualquier persona enamorada te lo puede afirmar. Pero quedarnos en el enamoramiento no es suficiente (además sería horrible vivir eternamente con las mariposas en el estómago). Hay que decidirse para poder crecer en el amor, hay que arriesgarse, hay que trabajar día a día, hay que entregarse porque el amor no es un simple sentimiento es mucho más, es una elección.

Madurez en el amor Parece que cuando una pareja deja de sentir “ese enamoramiento del principio” el amor se ha acabado. Puede ser, pero en realidad lo que ocurre es que ese sentimiento ha madurado, y ya no importa tanto lo que siento sino lo que la otra persona es para mí, descubriendo otros matices del amor aún mucho más auténticos. Por todo esto se puede decir que es en estos momentos cuando el amor va creciendo.

Para nosotros los jóvenes hoy en día entender esto es un poco complicado, porque hemos igualado amor a sentimientos y Juan Pablo II nos ayudó a descubrir que esto no es del todo cierto. Es verdad que en el camino del amor los sentimientos deben de estar, porque no somos seres únicamente racionales, pero se tienen que transformar para querer al otro más allá de los propios sentimientos, porque éstos vienen y se van. “El amor… todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca” (1 Cor, 7) Amar a alguien es arriesgarse a perder en algunas ocasiones para ganar en otras; es empezar a ver la vida con los ojos del otro; es aprender a pensar en el otro antes que en uno mismo; es querer al otro tal y como es; es no rendirse ante las dificultades… Es algo más que un puro sentimiento. Podemos decir que es pasar de un YO a un NOSOTROS, con todo lo que eso conlleva. Esto no siempre es fácil, al revés, implica un cierto nivel de renuncia, pero todos sabemos que si algo merece la pena hay que luchar por ello. Por todo esto podemos decir que el amor verdadero EXISTE, porque no cae del cielo como dan a entender las películas, sino que somos nosotros mismos los que tenemos la gran tarea de ir construyéndolo. bn

” La medida del amor es amar sin medida” (San Agustín)

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C/ Arganda, 4 Bajo R - Madrid Consulta previa petición de hora al teléfono 91 474 63 42 nombre artículo

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Marta Guerrero - Periodista

Hace poco más de un año, Dios permitió que varios anhelos confluyeran en un mismo camino. Apenas seguía resonando en nuestros oídos la llamada con la que el Santo Padre nos exhortaba a ser una Iglesia y un movimiento (Schoenstatt) en salida, cuando varios jóvenes descubrimos que sentíamos una misma llamada a “salir a la periferia”. Como cuando un plan es de Dios, nada es casualidad, al mismo tiempo dos familias del movimiento se sintieron interpeladas al escuchar el testimonio de un grupo de chicas que habían estado de misiones en Cuba ese verano.

Preparacion del viaje Fue un curso de mucha preparación, de soñar con la misión, de imaginar algo grande, de confiar en Dios y poner en sus manos todas las ilusiones y deseos que teníamos por compartir el próximo mes de agosto con nuestros amigos cubanos. Poco a poco fueron pasando estos meses y con ellos las reuniones en las que no dejábamos de planear con mucho cariño y detalle cada aspecto de la “Misión Cuba”. Pese a que en un principio éramos solo cuatro amigos los que comenzamos a organizar este proyecto, Dios nos volvió a superar en generosidad duplicando pronto esta cifra y permitiendo que descubriésemos que dos familias también schoenstattianas (con sus cuatro hijos cada una) tenían unas intenciones muy parecidas a las nuestras. Tres de nuestros amigos del grupo de jóvenes ya habían tenido ocasión de visitar en misión la Parroquia del pueblecito sureño que nos iba a acoger: Santa Cruz del Sur. Esta ventaja, nos permitió tener una comunicación muy fluida y efectiva con el Padre Bladimir, párroco del mismo. A la hora de

coordinar sus expectativas y necesidades con las nuestras, descubrimos que nuestro anhelo era correspondido en aquel recóndito lugar de Cuba, puesto que nuestros anfitriones también preparaban con la misma ilusión esta misión. Era increíble comprobar que ni siquiera la extensión del inmenso “charco” que nos separaba era un impedimento para que Dios cumpliese con el mismo deseo que había inspirado en personas que vivían unas realidades tan distintas.

La experiencia En Santa Cruz, nos esperaba el Padre Bladimir junto con toda la comunidad parroquial: señoras, familias, niños y, sobre todo, un encendido grupo de jóvenes. Pronto descubrimos en este sacerdote a un auténtico “loco por la misión” que, recién ordenado, llegó a este pueblo hace ya cinco años. Cuando aterrizó en la Parroquia, el Padre echó en falta una comunidad joven comprometida con su día a día y desarrollo.

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En medio de la tristeza y la miseria que invadía mucho de los rincones de este lugar, pudimos conocer historias llenas de esperanza y de fe

Por este motivo, todos los días por las tardes se iba a los campos de volley y fútbol a jugar con los chicos que allí encontraba. Poco a poco, algunos de estos jóvenes se quedaron prendados del modo de vida diferente que les proponía el sacerdote, ya que les permitía ser felices prescindiendo de otras realidades a las que solían estar apegados, como las discotecas, el alcohol o el exhibirse. “Empezamos con sesenta jóvenes, ahora somos menos. También tenemos un grupo que se llama ‘Adolescentes por la Santidad’”, explica el Padre Bladimir. Desde el principio de nuestra misión este verano, a los españoles nos sobrecogió el ejemplo de esta comunidad joven, tan comprometida con la vida parroquial. En un país en el que tanto el sistema como la diversidad de religiones han causado estragos en la expansión y consolidación de la Iglesia católica, los cristianos no pueden permitirse dar nada por hecho, puesto que su propia vida de fe depende en gran parte de su entrega personal.

De este modo, a todos nosotros nos sorprendió el compromiso de estos jóvenes con su Parroquia. Mostraban su desinteresada disponibilidad no solo a la hora de dirigir y organizar muchas de sus actividades semanales o de participar en la celebración de la Eucaristía, sino que además se implicaban con esmero en cuestiones relacionadas con el mantenimiento del recinto parroquial o con los aspectos logísticos de la acogida del grupo de españoles que les visitábamos, por ejemplo. Mostrando siempre su iniciativa, cariño y generosidad para con nosotros, esta comunidad parroquianos dio mucho que reflexionar y comentar, llegando en más de una ocasión a sentirnos privilegiados por formar parte temporalmente de aquella familia que, se nos antojaba, muy parecida en su modo de vida a los primeros cristianos. Cuba

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fuerza en la mirada Otro aspecto que llamó nuestra atención, fue comprobar que la misión forma parte del ADN del cristiano cubano. En este país pudimos experimentar que la exhortación del Papa a ser una Iglesia en salida y creadora de vínculos es una realidad totalmente asumida. En este sentido, personalmente, en varios momentos me sentí muy pequeña al sentirme más misionada que misionera. No nos podía dejar indiferentes la cercanía y la generosidad de estos jóvenes a la hora de acercarse con entrega a los más desfavorecidos para hablarles del amor de Dios. Al comienzo de la misión, nos organizamos para visitar cada mañana una de las comunidades que dependían de Parroquia de Santa Cruz del Sur y de la actividad del Padre Bladimir. El sufrido calor húmedo, al que los propios cubanos reconocían no acostumbrarse, no impidió que llegáramos a estos pequeños pueblos y aldeas para conocer a sus gentes. Así, entre cantos, bromas, juegos y oraciones, visitamos Macareño, Arroyo Blanco, El Francés y Paloma. Los jóvenes cubanos y españoles nos repartíamos, acompañados siempre por nuestra querida Virgen Peregrina de Schoenstatt, para adentrarnos en los humildes hogares de las personas que, con mucha hospitalidad y cariño, nos invitaban a visitarlos y compartir sus vidas con nosotros.

En aquellos momentos, pudimos conocer diferentes tipos de pobreza: material, física, espiritual, humana… si bien todas nos resultaban conmovedoras, fuimos claros testigos de que Dios tenía más cabida para manifestarse glorioso en medio de estos sufrimientos que en la riqueza material y la comodidad espiritual con la que nosotros estábamos acostumbrados a vivir en nuestro país. Días después, recibimos en Santa Cruz los ansiados campamentos de verano. De repente, una mañana la Parroquia se llenó de entre 200 y 300 niños que venían de estas comunidades dispuestos a disfrutar de las actividades que, con tanto cariño, prepararon los monitores. A través de los talleres de pintura, canto, fútbol, baile, volley, fotografía… una vez más pudimos presenciar lo fácil que era ver a Dios en su sencillez, espontaneidad y alegría. Una de las actividades más determinantes de nuestro paso por Cuba fue, sin duda, la Misión Joven que vivimos en Santa Marta. Este pueblecito rural, que se construyó en torno a una azucarera (ahora abandonada) nos recibió durante una semana en la que, junto con un grupo de cuarenta universitarios cubanos, nos dedicamos a visitar sus hogares e impartir nuevos campamentos de veranos a los niños.

Entre cantos, bromas, juegos , y oraciones, visitamos Macareño Arroyo Blanco, El Francés y Paloma

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A los españo les nos sobre cog ió el ejemplo d e esta comu n id ad joven, tan co mprometida con la vida p arroquial En medio de la tristeza y la miseria que invadía mucho de los rincones de este lugar, pudimos conocer historias llena de esperanza y de fe. Asimismo, presenciamos como Dios se tomó en serio la entrega del grupo de misioneros para llegar a muchas personas que parecían haber vivido una auténtica transformación en solo unos días. Si a comienzos de aquella semana, la pequeña iglesia de Santa Marta estaba casi vacía, el domingo no cabía un alma en ella. En aquel momento, volvimos a revivir la alegría de los primeros cristianos al recibir en nuestra gran familia a nueve niños que recibieron el Bautismo y al celebrar la Eucaristía dominical como una auténtica fiesta.

Tras compartir también unos días de convivencia con nuestro grupo joven anfitrión en el paradisiaco paraje natural de El Nicho, nuestra misión iba tocando a su fin y llegaba el momento de las despedidas con nuestros nuevos amigos con los que tanto habíamos vivido. Con la sensación de que, finalmente, habíamos sido tan receptores como emisores de la querida ‘Misión Cuba’, volvimos a España con el agradecimiento a Dios y a Cuba por haber vivido algo más grande de lo que incluso nos habíamos atrevido a soñar. bn Cuba

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En un tiroteo entre policías y ladrones, la policía detiene a un ciego. Luego de un rato lo sueltan porque, NO TENÍA NADA QUE VER...

un tigre le pregunta a un pollito –¿como te llamas? –pollito….y tù? –tigrito –nu nu megrites

Entra un nuevo profe al curso y se presenta: –Buenos días, mi nombre es Largo. Dice Juancito: –No importa, tenemos tiempo 126 BN-61.indd 126

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calle Va una pareja por la trador y aparece un secues : que la dice a la mujer degollo! ¡Deme la cartera o la Y dice la mujer: cartera! ¡Goyo! ¡Goyo! ¡Dale La

En el museo

En un prestigioso museo antropólogico el guía gallego se dirige a los turistas: –Bueno y acá tenemos el esqueleto de un Tiranosaurus Rex que tiene aproximadamente 65 millones de años y 15 días. Un turista sorprendido pregunta: -Señor, ¿cómo sabe usted la edad con tanta precisión? –Cuando entré a trabajar me dijeron que tenía 65 millones años... y hace ya 15 días que trabajo.

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El Jefe Un vendedor de mascotas tiene tres loros a la venta. Y un posible comprador se le acerca... –Cuánto valen estos Loros ? –El primero vale 1.000 €. –Por mil euros, que es lo que hace, como puede valer tanto este pajarraco ? Bueno, contesta el vendedor, Sabe 10.000 palabras y 500 oraciones y también resuelve problemas de matemática. –Y el segundo ? –Ese vale 20.000 €. –Y este que hace ? –Sabe 100.000 palabras y 10.000 sentencias, resuelve expresiones matemáticas complejas y sabe programar computadoras. –Gauuuu, y el tercero? –Ese vale 200.000 €. –No me imagino que lo que debe poder hacer por ese precio. –No no sabe nada, pero los dos loros lo llaman EL JEFE.

¡oh padres!

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Una señora peruana va a sacar el pasaporte. El funcionario en turno le pregunta: -Cuantos hijos tiene, señora? -Diez. -Como se llaman? -Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo y Bernardo. -Todos se llaman Bernardo? Y como le hace para llamarlos cuando, por ejemplo, están jugando todos afuera? -Muy simple, grito “Bernardo” y todos entran. -Y si quiere que vayan a comer? -Igual. Grito “Bernardo” y todos se sientan a comer. -Pero si usted quiere hablar con uno en particular, ¿cómo hace? -Ah! En ese caso, lo llamo por su apellido.

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—Mi querido Sancho, lo tengo decidido y lo haré. Cabalgaré y bregaré hasta encontrar al necesitado para socorrerlo, desharé entuertos, lidiaré en empresas perdidas, buscaré aventuras donde luchar por las causas nobles y volveré a encontrarme con mi amada Dulcinea. Eso haré, pero si tú, buen amigo, prefieres abstenerte estás en tu derecho. —Bueno, y vuesa merced ¿qué tiene decidido hacer?

Pues yo, la verdad, seguiré con el ”no es no”.

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entretenimiento

Buenaventura paseando por el campo ve un pastor con sus ovejas.

Pues, no sé..., las blancas

Buenos días buen hombre. ¿Qué tal se portan sus ovejas?

Las blancas se portan bien

¿Las blancas o las negras?

¡Ah! ¿Y entonces las negras?

también

Buenaventura pone cara de sorpresa por la repuesta.

Unos 10 kilos más o menos ¿Y de las negras?

Y sacará mucha lana, que luego vende, claro. También

¿De las blancas o de las negras? Pues, no sé…, de las blancas

perdone, pero no entiendo, me dice que elija entre las blancas o las negras pero luego las dos son iguales y hacen lo mismo... ¿por qué hace eso?

Es que las blancas son mías

¡Ah, vale…! ¿Y las negras?

También

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Contenido

Oración

HACIA ORIENTE 3 Sabor a eternidad

MOSAICO 62 La tiranía del yo o la gracia del tú

Dayana Figarella

Jorge Santana

66 La diosa Felicidad

ARCA DE NOÉ

Alberto Vidal Guerrero

72 Encuentro con Jesucristo

CANTEMOS AL SEÑOR 8 Salmo 125

Jerónimo Barrio

80 JMJ - Compartiendo la experiencia 88 El salario del pecado

Hermenegildo Sevilla Garrido

TESTIGOS DE LA VERDAD 10 Entrevista a Jesús Poveda Dayana Figarella | Buenanueva ECHANDO LAS REDES 18 Pleito de Jeremías con Dios

CIENCIA 90 Esparanza cientifica para la esclerosis múltiple

Carlos Valiente Berroso

RAZÓN CREADORA EDUCACIÓN PARA LA VIDA 96 Recordando a Rafa Lozano 24 Las relaciones prematrimoniales IV María Torres Montoro SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ 30 Temporal en la noche Jaime Pérez

ALDEA PLANETARIA La peregrinación alpina de 104 Gran San Bernardo Pedro Estaún

NUEVA ESTÉTICA CINE 34 Sagrada Familia V 108 JOY Enrique Solana

SED SANTOS 40 Walter Ciszek Victoria Escudero

46 Elogio de las tinieblas II Horacio Vásquez Cermeño

52 Reflexiones imprescindibles Javier Alba

56 Oscar Wilde y su ruiseñor Francisco Lerdo de Tejada

Antonio Arias Crespo

Antonio Pavía

Alfonso López Quintás

Gloria Mª Tomás y Garrido

FUERZA EN LA MIRADA 114 El muro de ladrillos Javier Gozález García

118 ¿Se puede crecer en el amor al otro? Almudena Pérez

122 Cuba, tierra de misión joven y esperanza Marta Guerrero

ENTRETENIMIENTO ORACIÓN

Revista para la Nueva Evangelización

Año 10

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nov.

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2016

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