BuenNueva Nº 73

Revista para la Nueva Evangelización

Año 12

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noviembre

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2018

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n o 73

mosaico [Directora] Victoria Luque [Subdirectora] Dayana Figarella [Jefe de redacción] Juan José Guerrero [Consejo de redacción] Luciano García Matas Raquel Fernández de Bobadilla César Allende García Jorge L. Santana Dumas Horacio Vázquez Cermeño [Administración] Josué Santana Neira [Directores de zona] Almudena García Peña Juan Frutos Soria Juan Manuel Balmes Juan Antonio Tuñón González José I. Dionisio de la Torre [Colaboradores] Francisco Lerdo de Tejada Jesús Castro Cortés Fernando Cerezo Carlos Linares Juárez Fernando Zufía García Valentín de Prado Julio Cerezo [Maquetación] J. Kiróbel Rodríguez [Ilustraciones] Julian García Raquel Fdez De Bobadilla [Web] Josué Santana Neira

Contenido HACIA ORIENTE 3 Editorial Victoria Luque

CANTEMOS AL SEÑOR 8 Eclesiástico 3, 17-20: Humildad y docilidad Horacio Vázquez

TESTIGOS DE LA VERDAD 26 De escalador a sacerdote Pedro Estaún

42 El cáncer no es un castigo sino una oportunidad Victoria Serrano

ESPADA DE DOS FILOS 34 ¿Sigue siendo fiel la Iglesia al mandato de Dios?

Ramón Domínguez

20 La manipulación del lenguaje Mariano Martínez Aedo

ALDEA PLANETARIA 86 México: La búsqueda de la paz Guadalupe Esquivias

84 Winston Churchill Raúl Espinoza Aguilera

KERIGMA 32 Reflectores de su luz Antonio Pavía

ECHANDO LAS REDES 56 La Parroquia: Iglesia en vanguardia Juan García Inza

EDUCACIÓN PARA LA VIDA 60 Toda vida es don, no satisfacción de deseo

LUZ PARA EL MUNDO 16 El cristiano frente a la injusticia Jesús Bayarri

38 Paternidad visible y callada Francisco Lerdo de Tejada

FUERZA EN LA MIRADA 78 Volver a la primera navidad Leonardo Benito Pama

31 Carta a mi Señor Retos: Soñar sin dudar después Ángela C. Ionescu

70 Mujer, tú vales mucho Martha Morales

74 Pautas para orientarse respecto al amor Alfonso L. Quintás

RAZÓN CREADORA 50 La aparición del hombre sobre la tierra Tomás Alfaro

MUJERES DE LA BIBLIA 12 Judith y el Dios de los humildes Concepción López

NUEVA ESTÉTICA 66 La oración del poeta Francisco J. Palenzuela

80 Alberto Guerrero: Glorificación de la materia

[Depósito legal] M-26182-2006

Salvador mío, concédeme llevar a buen término la ardua tarea de la salvación.

Ni la lluvia penetrante, ni el ímpetu de los torrentes que descienden de los montes, ni las vehementes tempestades, podrán nunca sacudir mi casa.

Con tu mano victoriosa, ¡asísteme, Señor!

Sé mi ayuda, preserva tú mi vida para que pueda alabarte, donador y señor de los bienes más preciosos, y salvación de los hombres.

María Tarruella

CINE 92 Desaparecer Gloria Mª Tomás y Garrido

ENTRETENIMIENTO ORACIÓN

Francisco José Ramiro García

64 Para educar en Internet, deja de quejarte y pásatelo bien Juan Martínez Otero

[Edita] Paseo Castaños, 8 28660 Boadilla del Monte Madrid, España Telf.: 91 759 79 68 [E-mail] info@buenanueva.es [web] www.buenanueva.es

ORACIÓN

Sin ti, Omnipotente, no existe obra y tampoco proyecto, idea o propósito y ninguna de las cosas que tienen crédito sirven para alcanzar el fin último.

Tú me has donado, creándolos, el alma y el cuerpo; me has levantado cuando había caído; me has indicado el camino del cielo.

Y me introducirás sin mérito mío

en tu casa, para convivir eternamente, para cantarte el himno de gloria junto a todas las almas bienaventuradas.

Máximo El Confesor (s. VII d. C) Si quieres ayudarnos, puedes enviar tu aportación a la Asociación Canónica Bendita María a través de la cuenta:

Bankinter: ES82 0128 0198 77 0100030884

hacia oriente

Inhabitados por Aquel que nos ama Este número de Buenanueva que tienes entre tus manos, querido lector, coincide en el tiempo con los tiempos litúrgicos -valga la redundancia- de Adviento y Navidad, y pensando en ello, me venía a la cabeza una anécdota protagonizada por una de mis hijas, hace de esto ya algunos años... Victoria debía tener unos cinco o seis años, y hubo un tiempo largo en que cuando la abrazaba o le daba un beso, siempre le decía: “Y tú, ¿por qué eres tan bonita?” Ella se me quedaba mirando y no contestaba nada, entonces yo le daba la respuesta: “Porque Dios te ha hecho así”. Aquello, a la niña se le debió quedar grabado a su manera, y un día, cuando le pregunté en medio del achuchón... ¿Y tú por qué eres tan bonita? Ella, ni corta ni perezosa, me espetó con una gran sonrisa: “Porque Dios me ha nacido”. Entonces solté una gran carcajada, pero ahora me doy cuenta de la profundidad de aquella respuesta. “De los niños pequeños obtienes tu alabanza, Señor” dice el salmo, y mi hija me había respondido con lo que tenía en el corazón.

Es verdad que si no nos hacemos pequeños, como niños, confiados en los brazos de nuestro Padre, no entraremos en el reino de los cielos. A mi hija Dios le había nacido, por eso era -y es- tan bella. Qué maravilla sentirse inhabitado por Aquel que nos ama incondicionalmente.

Esto es lo que celebramos en Navidad, que uno que está muy por encima de nosotros, se ha abajado tanto hasta tomar nuestra misma naturaleza humana, para de esta manera, alzarnos a esa condición divina que perdimos por el pecado. Hace unas semanas estuve en una Jornadas en Madrid, donde nos explicaron experiencialmente lo que son los Oratorios para niños -entre paréntesis diré que su fundador es Gonzalo Carbó, de los Cooperadores de la Verdad de la Madre de Dios-, una maravilla. Y me asombraba comprobar cómo los niños tienen capacidad de Dios desde la más tierna edad. Esto, queridos, es lo que hemos de ansiar, esa intimidad perdida con Aquel que nos ama, y esto es lo que Jesús, el hijo de Dios vivo, una navidad más viene a ofrecernos: su Nacimiento en nuestras pobres carnes.

Inhabitados por Él. Feliz Espera y Feliz Navidad.

Victoria Luque

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cantemos al Señor

Místicos, Santos y Papas hablan sobre la Navidad Habría que desbrozar la Navidad y quitarle toda esa hojarasca que la envuelve, habría que atender a las enseñanzas de los santos, de los Papas, de las personas comprometidas con el evangelio para descubrir lo que quieren decir –y a lo que nos invitan- las palabras “Dios con nosotros” Anna Catalina Emmerich Esta religiosa alemana tuvo distintas experiencias místicas así como los estigmas de Jesús hasta el día de su muerte en 1824: “Vi a Nuestro Señor bajo la forma de un pequeño Niño todo luminoso, cuyo brillo eclipsaba el resplandor circundante, acostado sobre una alfombrita ante las rodillas de María. Me parecía muy pequeñito y que iba creciendo ante mis ojos; pero todo esto era la irradiación de una luz tan potente y deslumbradora que no puedo explicar cómo pude mirarla. La Virgen permaneció algún tiempo en éxtasis; luego cubrió al Niño con un paño, sin tocarlo y sin tomarlo aún en sus brazos. Poco tiempo después vi al Niño que se movía y le oí llorar.

En ese momento fue cuando María pareció volver en sí misma y, tomando al Niño, lo envolvió en el paño con que lo había cubierto y lo tuvo en sus brazos, estrechándole contra su pecho. Se sentó, ocultándose toda ella con el Niño bajo su amplio velo, y creo que le dio el pecho. Vi entonces que los ángeles, en forma humana, se hincaban delante del Niño recién nacido para adorarlo¨.

San Bernardo, abad Bernardo de Claraval -que también tuvo una experiencia mística en la que María le ofrecía a Jesús una noche de navidad, y a partir de la cual toma los hábitos como monje benedictino (año 1112)dirá en relación a este misterio del nacimiento del Hijo de Dios: “Es como si Dios hubiera vaciado sobre la tierra un saco lleno de su misericordia; un saco que habría de desfondarse en la pasión, para que se derramara nuestro precio, oculto en él; un saco pequeño, pero lleno”.

Y prosigue el llamado por sus coetáneos, “cazador de almas y vocaciones”: “¿Hay algo que pueda declarar más inequívocamente la misericordia de Dios que el hecho de haber aceptado nuestra miseria? ¿Qué hay más rebosante de piedad que la Palabra de Dios convertida en tan poca cosa por nosotros? Señor, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder?

Que deduzcan de aquí los hombres lo grande que es el cuidado que Dios tiene de ellos; que se enteren de lo que Dios piensa y siente sobre ellos. No te preguntes, tú, que eres hombre, por lo que has sufrido, sino por lo que sufrió él. Deduce de todo lo que sufrió por ti, en cuánto te tasó, y así su bondad se te hará evidente por su humanidad”.

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San Juan Pablo II Para quien la navidad no es solo la conmemoración de un acontecimiento histórico ocurrido hace dos mil años en una aldea de Judea, sino que “es necesario comprender más bien que toda nuestra vida debe ser un «adviento», una espera vigilante de la venida definitiva de Cristo”.

San León Magno El pontífice más grande del siglo V en un sermón de Navidad animaba a los cristianos a vivir su fe, de esta manera: “Reconoce, cristiano, tu dignidad y, puesto que has sido hecho partícipe de la naturaleza divina, no pienses en volver con un comportamiento indigno a las antiguas vilezas. Piensa de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. No olvides que fuiste liberado del poder de las tinieblas y trasladado a la luz y al reino de Dios. Gracias al sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no se te ocurra ahuyentar con tus malas acciones a tan noble huésped, ni volver a someterte a la servidumbre del demonio: porque tu precio es la sangre de Cristo”.

Papa Francisco “La gracia que ha aparecido en el mundo es Jesús, nacido de María Virgen, Dios y hombre verdadero. Ha venido a nuestra historia, ha compartido nuestro camino. Ha venido para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. En Él ha aparecido la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el Amor hecho carne. No es solamente un maestro de sabiduría, no es un ideal al que tendemos y del que nos sabemos por fuerza distantes, es el sentido de la vida y de la historia que ha puesto su tienda entre nosotros”.

arca

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El

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cantemos al Señor

Horacio Vázquez

“Hijo, actúa con humildad en tus quehaceres,

Y te querrán más que al hombre generoso.

Cuanto más grande seas más debes humillarte, Y así alcanzarás el favor del Señor.

Muchos son los altivos e ilustres, Pero él revela sus secretos a los mansos.

Porque grande es el poder del Señor Y es glorificado por los humildes”.

Eclesiástico 3, 17-20 La humildad es la virtud cristiana que cura el pecado capital de la soberbia, y es un camino seguro para iniciarse y perseverar en la vida espiritual, pues tiene su fundamento primero y último en la absoluta confianza en el Señor, en el Dios que nos ama como hijos suyos.

Del latín humilitas, la humildad puede definirse como el acto de “anonadarse ante Dios y considerarse inferior o de menos méritos ante los hombres”.

Son muchas las facetas con las que se adorna la humildad en el texto sagrado, que la identifica con la docilidad y la mansedumbre, aquella, la docilidad, imagen fiel del “Jesús niño” que vivió sujeto a sus padres, María y José, su familia de Nazaret (Lucas 2, 51),

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y esta, la mansedumbre, testimonio vivo del “Jesús paciente” en los sufrimientos y humillaciones de su dolorosa pasión y de su muerte. Así, la humildad es siempre y sobre todo un acto puro de amor, un entregarse a los otros, un ser conscientes de nuestra bajeza e inferioridad frente a los demás, pero que no es debilidad, que no oculta doblez alguna, que no espera recompensa, que no se disculpa por lo agravios que se le infieren, sean justos o injustos, que acata las reprimendas y expía de buen grado, y que en todo ello, manifiesta la fortaleza de un corazón acogedor, y la ternura de un alma abierta a las necesidades de su prójimo.

cantemos al Señor Y así, la humildad se enjoya y enriquece con las más preciosas gemas de las alabanzas bíblicas del Eclesiástico, así en 11,1: “La sabiduría del humilde levantará su cabeza, y se le hará sentar entre los grandes”, y en 35,17: “La oración del humilde atraviesa las nubes, y no se detiene hasta que alcanza su destino”.

Y por el contrario, en 10, 14-15 nos dice: “El Señor derribó del trono a los poderosos, y en su lugar hizo sentar a los sencillos. El Señor arrancó las raíces de los soberbios, y en su lugar plantó a los humildes”.

Los profetas ahondaron en la excelencia de la humildad y nos proporcionaron las vías seguras para la oración, así Isaías 66,2: “Esto dice el Señor… en ese pondré mis ojos: en el humillado y el abatido que se estremece ante mis palabras”, y lo proclama el Salmo 50 de los viernes penitenciales del Salterio: “Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias”. Así oró David, el rey pecador, sin oropeles, caído a los pies del estrado de su trono, abatido en el espíritu, sin púrpuras ni dignidad humana que ofrecer, anonadado, sin excusas ni justificaciones, poniéndolo todo en manos del Todopoderoso, como nos lo reclama el profeta Baruc 3, 1: “Señor Todopoderoso, Dios de Israel, un alma afligida y un espíritu abatido claman a ti. Escucha, Se-

La humildad es siempre y sobre todo un acto puro de amor, un entregarse a los otros, un ser conscientes de nuestra bajeza e inferioridad frente a los demás, pero que no es debilidad, que no oculta doblez Eclesiástico

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cantemos al Señor ñor, ten piedad porque hemos pecado contra ti”. Es la misma oración de Azarías entre las llamas del horno ardiente que no le quemaban, con la oración grata a Dios, que envió el soplo fresco del aliento de su ángel: “Por eso, acepta nuestro corazón contrito, y nuestro espíritu humilde”. Oh, Señor, si pudiéramos conocerte, mas no siendo ello posible, nos cabe la entrega total a ti, ponernos en tus manos misericordiosas con humildad, desde la nada de nuestros méritos, y con la guía del oráculo de Sofonías en 3, 18: “Buscad al Señor los humildes de la tierra…”.

Y es el propio Jesús el que nos dice: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón…” El papa Francisco, meditando sobre estas palabras de Jesús, acoge su invitación, y nos dice: “Una vez recibido el alivio y el consuelo de Cristo, estamos llamados a su vez a convertirnos en descanso y consuelo para los hermanos, con actitud mansa y humilde, a imitación del Maestro”.

Podemos intentar aproximarnos al significado de esta virtud tan excelsa a través de la virginidad de María, que trae causa de su humildad, la misma que ella cantó en la maravillosa oración del Magníficat: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava”.

Los profetas ahondaron en la excelencia de la humildad y nos proporcionaron las vías seguras para la oración: “Esto dice el Señor… en ese pondré mis ojos: en el humillado y el abatido que se estremece ante mis palabras” (Isaías 66,2)

¿Y en qué consistía la humildad de María?

Es muy simple de explicar, y muy difícil de imitar, pues toda la existencia de María, y todo su ser, y todos los deseos y las necesidades vitales y espirituales de su cuerpo y de su alma, y su vida presente, y todo su porvenir, en fin, toda su confianza de criatura, todo lo puso en las manos providentes del Dios del amor al que ella rezaba, y a quien se había consagrado desde niña de un modo

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cantemos al Señor pleno y total, sin reservas de clase alguna. Y así, la virginidad perfecta e infinita del Dios que adoraba, el único que “es”, porque se ha dado el ser a sí mismo, y se recrea y contempla en su propia imagen, se manifestó de un modo muy especial en esta mujer predilecta, la elegida para ser la Madre de Dios desde la eternidad, la nueva Eva, y eso fue y ocurrió, por un único y especial motivo, porque Dios miró “la humildad de su esclava”.

Y volvemos al texto sagrado que nos sirve de guía para ahondar en esta virtud del hombre que también nos exige la “modestia intelectual”, que nos impele a huir de los conocimientos demasiado complicados que exceden de nuestras facultades, y de los misterios indescifrables que sobrepasen nuestra capacidad:

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava”

No pretendas lo que te sobrepasa, Ni investigues lo que te excede.

Pon atención a lo que se te encomienda, Porque no tienes necesidad de cosas secretas.

No te afanes por lo que supera tus capacidades, Pues ya te han enseñado cosas que te desbordan.

Pues a muchos desvió su presunción, Y las falsas ilusiones extraviaron sus pensamientos (Eclesiástico 3, 21-24) bn

nombre Eclesiástico artículo

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las mujeres de la Biblia

Concepción López “12 Todas las mujeres de Israel acudieron para verla y la bendecían danzando en coro. Judit tomaba tirsos con la mano y los distribuía entre las mujeres que estaban a su lado. 13 Ellas y sus acompañantes se coronaron con coronas de olivo; después, dirigiendo el coro de las mujeres, se puso danzando a la cabeza de todo el pueblo. La seguían los hombres de Israel, armados de sus armas, llevando coronas y cantando himnos. 14 Judit entonó, en medio de todo Israel, este himno de acción de gracias y todo el pueblo repetía sus alabanzas:

16 1 ¡Alabad a mi Dios con tamboriles, elevad cantos al Señor con címbalos, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e invocad su Nombre!

Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, porque en sus campos, en medio de su pueblo, me arrancó de la mano de mis perseguidores.

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Vinieron los asirios de los montes del norte,

vinieron con tropa innumerable; su muchedumbre obstruía los torrentes, y sus caballos cubrían las colinas.

Hablaba de incendiar mis tierras, de pasar mis jóvenes a espada, de estrellar contra el suelo a los lactantes, de entregar como botín a mis niños y de dar como presa a mis doncellas.

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El Señor Omnipotente por mano de mujer los anuló.

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las mujeres de la Biblia Queremos acercarnos hoy a la figura de una mujer bíblica introducidos por esta escena vibrante y llena de gozo, en la que un grupo de mujeres, con Judit a la cabeza, va entonando un salmo de alabanza para festejar su victoria sobre el enemigo, como ya hiciera María cantando y danzando tras el paso del mar Rojo (Éx 15,20-21). El salmo, del que hemos seleccionado solo los primeros versículos, resume la tragedia de un pueblo pequeño y débil amenazado de exterminio por una superpotencia opresora, y la gozosa experiencia de verse liberados por su Dios.

El contexto de Judit: la amenaza de un pueblo opresor Recordemos brevemente la composición del libro de Judit. El libro está dividido en dos secciones: los capítulos 1 al 7 presentan a los protagonistas y ambientan con todo detalle el drama del pueblo judío asediado en la ciudad de Betulia por el poderoso ejército de Holofernes. Los capítulos 8 al 16 narran la intervención de Judit y la victoria de los israelitas “por mano de mujer”.

La trama comienza con la presentación de Nabucodonosor, “rey de los asirios en Nínive” (ya sabemos, por la historia, que Nabuco fue rey de Babilonia…), que decide hacerle la guerra al rey de Media e invita a participar en ella a los pueblos del contorno. Éstos no acuden a su convocatoria, de modo que Nabucodonosor realiza la guerra solo, vence a su enemigo (1,13-16) y decide llevar a cabo una campaña militar absolutamente destructiva contra sus vecinos, en venganza por desatender su llamada. Desde el primer momento, el narrador nos deja claro el orgullo y prepotencia del rey Asirio. Orgullo compartido por su general, Holofernes, quien, valiéndose de un ejército “tan numeroso como la langosta y como la arena de la tierra” (2,20), pasa “devastando”, “arrasando”, “incendiando” y “exterminando” (2,23-28),

hasta lograr la rendición y vasallaje de todos sus vecinos. Todos, menos uno: el pequeño e insignificante pueblo de Israel, adorador del “Dios del cielo”. Enfurecido e indignado por la resistencia de ese ridículo enemigo, Holofernes rodea Betulia y planea vencerles sin entablar batalla, tan solo asediando la ciudad y cerrando el paso a las fuentes de agua. El salmo canta el plan terrible del enemigo: estrellar contra el suelo a los niños de pecho, violar a las mujeres o tomarlas como esclavas sexuales, asesinar a los jóvenes, incendiar las cosechas… Destruirlo todo y a todos de raíz.

Nada distinto de lo que se sigue haciendo hoy en las docenas de conflictos bélicos de todo el mundo. Pero no sabía Holofernes que el Dios quebrantador de guerras saldría a rescatar a sus pequeños.

Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, porque en sus campos, en medio de su pueblo, me arrancó de la mano de mis perseguidores

Judit y el Dios de los humildes

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las mujeres de la Biblia Después de treinta y cuatro días cercados por el ejército asirio, el pueblo, desfallecido de hambre y sed, “clamó a grandes voces” y reclamó a los dirigentes de la ciudad la rendición. “Seremos sus esclavos pero salvaremos la vida…”, dicen los hombres de Betulia (7,27). La situación nos recuerda la de los israelitas que claman en el desierto y piden retornar a las hoyas de Egipto… Entonces los ancianos decidieron esperar cinco días más para ver si, en ese plazo, Dios hacía algo.

Y es en este momento, en el que el pueblo clama desde el fondo de su desesperación, cuando surge y se eleva la figura de una mujer, Judit, una joven viuda, rica, hermosa y temerosa de Dios, dispuesta a “hacer algo que se transmitirá de generación en generación” (8,32). El capítulo 8 nos describe a Judit y su situación vital: viuda desde hacía tres años, permanecía en su casa desde la muerte de su marido, ceñida de sayal y vestida de viuda, y llevando una vida austera de ayunos y oración. Con todo, no resulta una figura sombría.

En las fiestas de Israel, Judit sabe participar del regocijo de los suyos (8,6).

Judit, una mujer que oración y acción Un dato llama la atención en la presentación de la protagonista Judit: ella se había hecho construir un ático en la terraza de su casa. Y dice Juan Manuel Martín Moreno al respecto: “Desde allí podía contemplar el cielo y las estrellas, pero también podía contemplar las calles de su ciudad y los sufrimientos de sus gentes (…). En su sabiduría, Judit creó un espacio de libertad donde mantener un contacto íntimo con Dios. Y desde esta atalaya, desde este pequeño espacio liberado y liberador, fue capaz de percibir los peligros reales de su gente y sacarla de su desesperación y derrota. En esos momentos de ora-

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ción, recibió la inspiración para determinar la estrategia a seguir y la increíble fuerza para entrar en la boca del lobo y meterse en la misma tienda del general Holofernes y cortar su cabeza.

Al final de la historia, Judit, “la judía”, consigue liberar a su pueblo de aquel Hitler cruel que amenazaba con el genocidio de su pueblo.

Judit no se limitó a orar en su oratorio, sino que arriesgó su vida en el intento, superando todos sus miedos”.

Judit no es la única mujer que, en la Biblia, pospone la salvagurada de su propia vida por el bien de su pueblo. Ester también se expuso ante el voluble y caprichoso rey Asuero.

Tampoco es el único personaje que lucha desde la desproporción de la fuerza, desde una evidente debilidad frente a un enemigo imponente: el niño David luchó contra Goliat, Yael acabó con Sísara, Gedeón luchó contra miles él solo acompañado por su escudero…

En Judit volvió a hacerse realidad la Palabra de Dios que nos promete que, en nuestra debilidad, triunfa su fuerza (cf. 2 Co 12,9-10). Ésta es, en resumen, la historia de Judit, mujer llena de sabiduría, inteligencia y bondad (8,29), mujer que creyó en el poder de Dios para salvar a su pueblo a su modo y en su tiempo, y colaboró con él incluso poniendo en peligro su vida. De ella tenemos mucho que aprender. Por ejemplo, su capacidad de estar continuamente conectada con Dios, con “la mente de Dios” (cf. 8,12-17), con su modo de actuar y sus designios, lo que la hacía más sagaz que los ancianos y más sensible a la desdicha de su prójimo. Judit fue puente, mediadora y madre de Israel. Su fuerza le venía de Dios. No permaneció instalada en la seguridad de su estatus. Bajó de su seguridad, entró en el peligro de la mano de su Dios, destruyó al opresor, consoló a su pueblo… “y ya nadie atemorizo a los israelitas mientras vivió Judit ni en mucho tiempo después de su muerte” (16,25).

las mujeres de la Biblia Para la reflexión personal 1. ¿Vivimos con los ojos y los oídos abiertos al “clamor” de quienes nos rodean? ¿Conocemos nuestra situación social? ¿Somos conscientes de las situaciones desesperadas de tanta gente, sobre todo en la crisis económica que atraviesa nuestro país? ¿Meditamos y decidimos, en nuestro ático interior, en sintonía con Dios, qué podemos hacer nosotros?

2. Lee atentamente el libro de Judit y toma nota de sus protagonistas y de los rasgos que les caracterizan.

3 Junto al conflicto militar, en el libro se descubre un conflicto religioso: ¿quién es “el dios” de Holofernes y cómo pretende imponerlo a los pueblos vencidos? ¿Descubres algún paralelismo con la situación socio-religiosa actual?

4 Fíjate en las oraciones de Judit de los capítulos 9 y 16. ¿Qué imagen de Dios nos transmiten? ¿Son oraciones de acción de gracias, de alabanza, de súplica? ¿Cómo transforma la oración a la orante Judit de cara a actuar como actúa Dios?

Oramos el Nombre de Dios Saborea en tus labios y en tu corazón los Nombres de Dios que sugiere el libro de Judit. Y mientras los pronuncias y los rumias en tu interior, exprésale tu confianza en sus designios de vida, y tu disponibilidad a colaborar con Él a través de tu acción (Jud 8,17.35): Dios de los humildes, Defensor de los pequeños, Apoyo de los débiles, Refugio de los desvalidos, Salvador de los desesperados, Señor de los cielos y la tierra, Dios de toda fuerza y poder, que abates la soberbia y la altanería, Señor, quebrantador de guerras… no hay otro Dios fuera de Ti. bn

5 Puedes profundizar en el libro de Judit ayudándote de la lectura de Emiliano Jiménez Hernández, Judit, prodigio de belleza, San Pablo 2005.

6 A partir de esta Palabra de Dios, escribe tu propia oración.

Al final de la historia, Judit, “la judía”, consigue liberar a su pueblo de aquel Hitler cruel que amenazaba con el genocidio de su pueblo. Judit no se limitó a orar en su oratorio, sino que arriesgó su vida en el intento, superando todos sus miedos Judit y el Dios de los humildes

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luz para el mundo

Jesús Bayarri

Siendo cierto que los avances de la sociedad en torno al tema de la justicia son innegables, sobre todo si miramos etapas anteriores de la historia, y que el cristianismo ha tenido una parte decisiva en este progreso que ha permeado la vida y la legislación de occidente, en este momento concreto en el que la verdad cede su puesto al consenso, alienando la dignidad de la razón, la equidad ante la tolerancia y la incongruencia se traviste de pluralidad, dando carta de ciudadanía a la subversión de los valores, se hace acuciante la necesidad de la proclamación del Evangelio, mediante la vivencia de aquellos valores eternos, que durante mil años permearon, salaron e iluminaron aquel primer paganismo, transformándolo, sin dejarse asimilar por su aparente hegemonía.

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Digamos como premisa, que una cosa es ser cristiano, “luz de las gentes y sacramento de salvación“, y otra muy distinta buscar el cumplimiento de una pía religiosidad, con una casuística inacabable y siempre insuficiente, por la cual alcanzar una auto justificación frente a las legítimas reivindicaciones naturales, que nos permiten compaginar los criterios del mundo con nuestra piedad, viviendo ajenos a la transformación ontológica que realiza la gracia divina, por la fe, en el corazón del creyente, al ser derramado en él, el amor de Dios, por obra del Espíritu Santo, que lo constituye en “sal de la tierra y luz del mundo”.

luz para el mundo La moral cristiana actual, no solamente debe contribuir a mantener vivo e incontaminado, el depósito de la fe recibido, y participado en un ámbito de “cristiandad”, sino a testificar frente a un mundo que ha perdido el oriente, “el esplendor de la Verdad”, como encarnación del amor de Dios en un pueblo, que gratuitamente ha sido

injertado en la naturaleza divina por el don del Espíritu Santo de Nuestro Señor Jesucristo. Sólo así puede comprenderse, que no se trata sólo de una exigencia personal, sino, sobre todo, de un don para esta humanidad, sometida a la influencia maligna de los poderes de este mundo, aquello de:

No resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra; al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, rogad por los que os persigan y os difamen, bendecid a los que os maldigan. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que te robe lo que es tuyo, no se lo reclames.

Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio; para que seáis hijos de vuestro Padre celestial; entonces seréis hijos del Altísimo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos; él es bueno con los ingratos y los perversos. Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. (cf. Mt 5, 39-45 y Lc 6, 27-35).

Al llamado “joven rico” que acude a Cristo en busca de salvación, preguntándole: “¿qué debo hacer?” el Señor lo sitúa frente a la moral de los mandamientos: “no seas injusto”; sólo para “seguirle” en su “misión” salvadora, le ofrecerá la gracia de recibir el ciento por uno, por renunciar a lo que en “justicia” tiene derecho. Así podemos res-

ponder a quienes busquen, con todo derecho, en el proceloso mar de esta vida: “nadar y guardar la ropa”.

Ser cristiano en esta generación, no consiste, por tanto, en exigir unas “justas reclamaciones”, o en reivindicar unos “derechos desde todo punto de vista inalienables”, sino en El Cristiano frente a la injusticia

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luz para el mundo mostrar sobre la tierra la vida celeste a la que todos somos llamados; mostrarla viva, y operante ya en un pueblo, que ha sido alcanzado gratuitamente por la misericordia divina que se ha encarnado en Jesucristo.

No se trata, por tanto, de una sublime y exigente doctrina a conquistar, sino de un don, de una gracia “gratis data”, propia de la esencia misma del ser cristiano. San Pablo mismo la da por supuesta entre fieles: “Es un fallo vuestro que haya pleitos entre vosotros. ¿Por qué no preferís soportar la injusticia? ¿Por qué no os dejáis más bien despojar? (cf.1Co 6, 7).

Frente a un mundo cada día más alejado del glorioso destino para el que ha sido creado, experimentable como prenda, en esta tierra, por la comunión entre los hombres, el Señor llama la atención de sus discípulos, a quienes él mismo se ha entregado: “Si vuestra justicia no es superior a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos” (Mt 5, 20).

El perdón cristiano de las ofensas es siempre una restitución a la misericordia divina, de su amor gratuito recibido en Cristo. La vida cristiana tiene como esencia la misión de evangelizar, sobre todo con el testimonio de un amor que trasciende toda relación mundana: “Mirad como se aman”. El escándalo del desamor o de la falta de perdón, por el contrario, destruye la misión y por tanto a la Iglesia; es siempre un tropiezo a la fe y a los signos que la suscitan. La negativa a perdonar, escandaliza como el pecado mismo. Es un contra signo: “Mirad, como no se aman”.

Por eso es tan fuerte la sentencia contra el que escandaliza, porque mata la vida en el “pequeño” que comienza a creer, destruyendo las débiles raíces de su fe.

La segunda característica del perdón es la de ser ilimitado. Cuando Pedro escucha al Señor aquello de perdonar siete veces al día, con la inmediatez que lo caracteriza, considera

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la afirmación de Jesús como un límite, y un límite ciertamente muy alto, por lo que se apresura a puntualizar el asunto con el Maestro: “Señor, ¿cuantas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? Dícele Jesús: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18, 21-22). Ilimitadamente, como Dios hace contigo siempre que se lo pides.

“Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa. El Amo a quien servís es Cristo (Col 3, 23-25). Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.bn

Frente a un mundo cada día más alejado del glorioso destino para el que ha sido creado, experimentable como prenda, en esta tierra, por la comunión entre los hombres, el Señor llama la atención de sus discípulos, a quienes él mismo se ha entregado: “Si vuestra justicia no es superior a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos” (Mt 5, 20)

NOVEDADES EDITORIALES Este poemario contiene cuarenta poemas con los que Juan Sánchez expresa sus vivencias personales y familiares, manifestando la fidelidad de Dios en su vida. Son poemas a veces desgarrados, del día a día y siempre llenos de esperanza. El ser humano no está solo en su caminar, sino que siempre va acompañado del la misericordia y el amor de Dios.

Y DIOS EN EL CAMINO Autor: Juan Sánchez Sánchez Edita: Bendita María Pág.: 110 ISBN: 978-84-948840-6-1 PVP: 11,90 € El objetivo de esta novela es sumergirse en la profundidad de los sentimientos de Jesús y sus apóstoles desde Getsemaní hasta la triple confesión de amor de Pedro, después de la segunda pesca milagrosa. Las meditaciones de este libro confirman que el Evangelio interpela, orienta y modela la vida de todo cristiano a través del acontecimiento esencial de su fe: la muerte y resurrección del Hijo de Dios, el Salvador, en el cual nosotros nos encontramos definitivamente inmersos.

SIMÓN, ¿ME AMAS? Autor: Ángel Pérez Martín Edita: Bendita María Pág.: 192 ISBN: 978-84-949401-0-1 PVP: 16.50 € Las ideologías anti humanistas que surgieron en el siglo pasado, vomitadas por aquellos que fueron a su vez sus promotores y sus víctimas, no han sido superadas sino que reaparecen en nuestros días bajo diversas formas en cubiertas con el disfraz de la democracia y del consenso, pero manteniendo la misma naturaleza despótica y basándose en los mismos pilares: la mentira y la muerte. Este libro quiere ser un grito de protesta y una llamada de atención ante los peligros que acechan a la humanidad si continúa por este derrotero.

SER HUMANO EN EL SIGLO XXI Autor: Ramón Domínguez Balaguer Edita: Bendita María Pág.: 256 ISBN: 978-84-948840-8-5 PVP: 17,80 €

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espada de dos filos

Interrupción voluntaria del Embarazo Embarazo no deseado

Homofobia

Gay

Lenguaje La manipulación del

“Las palabras las carga el diablo”

Pareja Progenitor A/B Relación sentimental

El lenguaje es prácticamente consustancial al hombre. Aparece junto a él y le permite pensar y expresarse, no solo con otros sino consigo mismo. Cada vez más estudios demuestran esta intrincación profunda entre el lenguaje y la humanidad, y estudian el desarrollo y la historia de las lenguas.

Mariano Martínez Aedo

Finalidad de la manipulación Pero este desarrollo del lenguaje humano, que ha respondido a la historia y las necesidades sociales y personales de una forma más o menos natural, se encuentra ahora ante una situación novedosa, aunque muy negativa en muchas ocasiones. En efecto, el hombre ha tomado conciencia cada vez más profunda de esta imbricación entre el pensamiento, la cultura y el lenguaje y de forma creciente busca alterar ese desarrollo armónico entre cultura, sociedad y lenguaje para, mediante una manipulación dirigida del lenguaje, conseguir condicionar y cambiar la cultura y la sociedad.

Si bien, ya en la historia se encuentran ejemplos de uso del lenguaje buscando un efecto artificial. Por ejemplo, Eric el Rojo descubrió una tierra de hielo eterno en 982 d.C. y para

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conseguir que sus compatriotas se animasen a colonizarlo, lo bautizó como Groenlandia, que significa “tierra verde”. Efectivamente, 25 navíos acudieron y lograron sobrevivir algunos cientos de años.

Puede que, en algunos casos, la intención sea positiva y se busque dignificar ciertas situaciones sociales, con más o menos acierto.

Por ejemplo, para las personas afectadas por enfermedades mentales o físicas han pasado de denominaciones tales como “retrasado”, “subnormal”, “cojo”, etc. a “minusválido” -físico o psíquico-, luego a “discapacitado”, etc. Incluso ha habido otros casos donde el cambio de denominación no parecía mejorar nada -un ministro de Franco proclamó que ya no habría “porteros” sino “empleados de fincas urbanas”-. En ocasiones las denominaciones resultan casi ridículas por inadecuadas, pero se imponen y se terminan usando

espada de dos filos

sin distinguir muchas veces su inadecuación.

Por ejemplo, se han erradicado “basurero” o expresiones similares pero no se han contentado con otras más anodinas -como podría ser “recogida de residuos” o “lugar de reciclaje”- sino que se usa “punto limpio” para indicar lugares -desde cubos de basura a centros de reciclaje- donde lo que se recibe y almacena es de todo menos limpio.

En definitiva, el uso del cambio teledirigido del lenguaje para fines políticos o sociales no es reciente, pero en la actualidad asistimos a una extensión y aceleración de estas maniobras, con fines cada vez más manipuladores, favorecido por unos grupos ideológicos más fuertes y unos medios de comunicación y redes sociales más poderosas e influyentes.

En el siglo XX, el desarrollo de la publicidad y la psicología ampliaron el conocimiento y las posibilidades de utilización del lenguaje para

unos fines predeterminados. Los grandes movimientos/ideologías totalitarias abordaron esta gestión consciente y decididamente. Su empeño se puede mostrar en frases como “El medio más poderoso que tienen los gobiernos para dominar a los pueblos no son las armas, sino los vocablos” (Stalin) o “Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”, “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá” (Goebbels). George Orwell en su novela 1984 plasma magistralmente esta manipulación denominándola “neolenguaje”.

Es destacable cómo si aceptamos inocentemente el término manipulado, aceptamos ya su visión del asunto y tendremos perdido el terreno, es decir, inconscientemente aceptaremos y asimilaremos las ideas que se nos quieren imponer.

La manipulación nombre del lenguaje artículo 21

espada de dos filos

Manipulación que nos cambia las ideas Hay varios enfoques o forma de actuar en esta manipulación, veremos algunos ejemplos referidos a la familia, vida e “ideología de género:

Embarazo no deseado: Si usamos este término, asentamos la idea de que es una situación injusta, donde la víctima es la mujer que se encuentra con una situación que la afecta y de la que tiene “derecho a liberarse” y todos deberíamos apoyar esto. Si por el contrario, se emplea la expresión “embarazo imprevisto” expresa la situación de una mujer/familia que está embarazada y tiene dificultades, y de forma natural surge la idea de ayudarla, de apoyarla para que pueda tener a su hijo.

Pareja o Relación sentimental: En la actualidad existen varias expresiones que se usan cada vez más para referirse a dos personas que conviven sin estar casadas.

Pero ya se está dando el salto para englobar cualquier tipo de relación, incluido el matrimonio. De esta forma se equipara de hecho al matrimonio con estas otras formas de convivencia, que son radicalmente diferentes. Y lo que es más preocupante, hasta los mismos casados usan esta expresión ya como sinónimo de esposo, cónyuge… Un primer paso se produjo hace años con la irrupción mediática de la expresión “pareja de hecho” -como contraposición implícita a “pareja de derecho”/matrimonio-. Sin embargo, una vez cubierta su labor ideológica, ha desaparecido igualmente de forma general. Es un magnífico ejemplo de cómo se lanza mediáticamente un concepto que se generaliza y luego desaparece totalmente una vez que deja de interesar a sus promotores, demostrando así su artificialidad.

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Interrupción voluntaria del Embarazo o I.V.E.: El término aborto ha sido sustituido, al menos en el mundo oficial, por el de interrupción voluntaria del embarazo -como si luego se pudiera continuar- y ya últimamente, por sus siglas IVE. De esta forma resulta menos impactante decir que, en España durante 2016, hubo 93.131 IVEs.

Gay: Término estadounidense para referirse a los homosexuales, especialmente a los integrantes de los grupos de presión homosexualista.

Es un ejemplo importantísimo de redefinición artificial de una palabra. En inglés como en casi todos los idiomas, para el concepto “homosexual” existen además muchas otras formas de denominación, algunas bastante negativas. Cuando se iniciaron los movimientos de reivindicación homosexualista en San Francisco, decidieron autodenominarse con una palabra más positiva y eligieron “gay” que significaba “alegre” o divertido”. En un proceso creciente, conforme más se aplicaban a sí mismos esta palabra, los demás iban dejando de usarla en su sentido originario, hasta cambiar completamente de significado.

Progenitor A/B: Tras la aprobación en 2005 por el gobierno de Zapatero de la ley del llamado matrimonio homosexual, entre otros cambios se pasó a renombrar -de las inscripciones de nacimiento- los siguientes términos: “progenitor A” en lugar de “padre”, “progenitor B” en lugar de “madre” y “matrimonio de los progenitores” en lugar de “matrimonio de los padres». Esto provocó muchos chistes, pero se llevó a cabo y no se ha modificado, así que legalmente está establecido así.

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Género: Cuando los ideólogos que buscaban superar las diferencias humanas buscaban una palabra alternativa a sexo -donde solo hay 2 sexos biológicos, determinados científicamente- eligieron la palabra género por su acepción de masculino/femenino/neutro elegido arbitrariamente para las palabras -por ejemplo, “arca” es de género femenino-. De esta forma iniciaban el uso de esta neopalabra -en cuanto a su significado- para expandir sus teorías, lamentablemente con gran éxito.

Hoy asistimos a cómo se impone, cada vez más coercitivamente, esta ideología antinatural donde el “género” -construcción voluntarista y cultural- se trata como un dogma, mientras se niega/relega/olvida/oculta la realidad del sexo, donde como la ciencia demuestra, hasta la última célula de nuestros cuerpos esta sexuada.

Homofobia: Este es un ejemplo de la manipulación más profunda y devastadora. No sólo intenta cambiar la forma de pensar, sino que es una herramienta muy poderosa de manipulación social e incluso política y penal. En efecto, esta palabra se crea, asociándola a un concepto difuso. El sentido inicial de “odio” o desprecio a los homosexuales -con el que cualquier persona estaría de acuerdo- se va ampliando hasta incluir a cualquier persona, hecho, gesto, etc. que no comulgue con la ideología homosexualista. El siguiente paso es usarla como objeto arrojadizo, acusando o amenazando con acusar a todos los que no se plieguen, y terminando -de momento- por pretender incluirlo como delito en los códigos penales.

Por reducción al absurdo, si hacemos algo similar y creamos por ejemplo la palabra “rockfobia”, todos estaremos de acuerdo con que no debemos odiar a los que les gusta el rock, pero ya no nos gustaría si se estableciera que nuestros hijos deben tener una clase sobre lo bueno que es el rock, y menos que los grupos de rock tuvieran derecho preferente a recibir subvenciones, mucho menos que se condenara por un “delito de odio” a quien dijera que no le gusta el rock, ni que se utilizara “rockofobo” para calificar a quien escuche música clásica o que se negaran subvenciones a grupos musicales que no incluyeran canciones rock, etc. Imaginemos si hubiéramos elegido otros casos.

La manipulación nombre del lenguaje artículo

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espada de dos filos

Represión social por la manipulación del lenguaje Como estos ejemplos, hay muchos más en cuanto a creación, redefinición, etc. de palabras/conceptos para imponer una ideología concreta. De esta forma, el lenguaje que debería ser expresión de la persona, de su cultura y circunstancias pasa a ser una herramienta potentísima para condicionar y modificar aquellas. En la actualidad asistimos a este uso manipulador del lenguaje para fines muchas veces inconfesables. La presión llega a tales límites que ya algunos plantean no solo imponer su lenguaje teledirigido, sino exterminar cualquier otro uso del lenguaje, imponiendo la proscripción de todas aquellas palabras que no encajen en sus esquemas, no solo por presiones sociales o mediáticas sino incluso legales.

En esta actuación de prohibición o censura de otras palabras, insensiblemente van consiguiendo que mucha gente no se atreva a usar ciertas palabras y llegue luego incluso a “condenar” a los que puedan seguir usándolas. Es muy importante para sus objetivos eliminar directa o indirectamente aquellas palabras que denominan conceptos o ideas no conformes a los gustos de la ideología

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predominante -infidelidad, adulterio, etc-. En definitiva, si introduces o modificas ciertas palabras y eliminas otras logras cambiar la mentalidad y la forma de pensar de toda la sociedad. Por último, ciertas palabras talismán se usan de forma polisémica e indefinida pero, bien manejadas por los medios, ayudan a imponer sus ideas: libertad, tolerancia, multiculturalismo, diálogo, etc. Hasta tal punto han llegado que, por ejemplo, no se puede hablar de cosas como intolerancia ante el mal, en cambio vemos repetidas hasta la saciedad expresiones ridículas -aunque ya nos vayan sonando normales debido a su reiteración- tales como “tolerancia cero”.

En definitiva, lamentablemente el lenguaje ya no es solo un medio natural de comunicación, sino que en él se libran grandes batallas, y no podemos utilizar inocentemente la última expresión que nos lancen los medios de comunicación. Necesitamos ser muy conscientes y luchar contra esta manipulación. No dejemos que nos cambien el lenguaje, porque entonces nos habrán cambiado las ideas, los valores. Y la libertad habrá desaparecido. bn

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nombre artĂ­culo

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testigos de la verdad

Didier Berthod era uno de los mejores

escaladores del mundo. Una tarde de 2006, tras un accidente en una pared, descubrió que Dios le pedía otra cosa.

Recientemente ha sido ordenado sacerdote en el seno de la comunidad Eucharistein, en Suiza

Pedro Estaún

Una ordenación sacerdotal es siempre un acontecimiento importante para toda la Iglesia, y lo es especialmente para la comunidad, familia y amigos del ordenado. Eso es lo que hemos vivido el pasado verano en Saint Maurice (Suiza), pero en este caso ha sido de una persona muy conocida por los aficionados a la montaña.

Suiza es un país montañero por excelencia

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y son muchos los que practican todo tipo de deportes alpinos. Y en este país, en el que una buena parte de sus habitantes no son católicos y muchos no practican religión alguna, puede llamar la atención que uno de los mejores escaladores del mundo decida entrar en una comunidad religiosa y ordenarse sacerdote.

Comunidad Eucharistein

testigos de la verdad

Un escalador de categoría Es el caso de Didier Berthod, de 36 años que ha recibido recientemente su ordenación sacerdotal como miembro de Comunidad Eucharistein, una nueva orden religiosa fundada por el Padre Nicolás Buttet, un suizo nacido en 1961, introducido en la vida política, elegido diputado a los 23 años y que decidió después retirarse a la vida eremítica.

Pasado un tiempo se le unieron algunos jóvenes creando una Comunidad cuyos estatutos fueron aprobados en el año 2008 como una familia eclesial diocesana de vida consagrada. La vida religiosa de la fraternidad está basada en San Francisco de Asís y centrada en Cristo-Eucaristía. Junto a Didiér también recibió la ordenación sacerdotal Johannes d’Autriche y pronunciaron los votos solemnes 18 hermanas y hermanos de la Comunidad.

Toda una ceremonia solemne presidida por Mons. Dominique Rey, arzobispo de Tulon, acompañado por Mons. Samir Nassar, arzobispo de la iglesia maronita de Siria y por Mons. Jean-Marie Lovey, obispo de Valais.

Didier Berthod ha sido uno de los mejores escaladores de fisuras del mundo entero. Ha realizado las escaladas más impresionantes y ha abierto vías que muchos creían imposibles. Nació en Bramois en el Valais suizo el 6 de agosto de 1981. Desde muy joven comenzó a escalar con su hermano Cyrile. La proximidad de excelentes paredes en aquella región, como las gargantas de Longeborne, fue el comienzo de su afición. Se sometió a las difíciles pruebas para acceder a Guía de montaña en Suiza y continuó escalando por el mundo entero en paredes cada vez más comprometidas. Su especialidad fueron las paredes con fisuras, una técnica de escalada poco practicada en Europa a diferencia de América. Se puede decir que Didier es pionero en este continente. Su filosofía de la montaña es la de un profundo respeto por la roca, por lo que sus ascensiones son siempre en escalada libre. Le duelen las muchas alteraciones que se han producido en las paredes llenándolas de clavijas, hierros y elementos extraños. Didier ha quitado muchos de estos en numerosas paredes intentando devolverlas a su estado original.

De escalador a sacerdote

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testigos de la verdad

Didier en una fisura en Valais Realizó ascensiones en muchos lugares del mundo, desde América hasta Australia como lo demuestran los siguientes datos. El 25 de septiembre de 2005 hizo la ascensión del Greenspit (8b+) en el Valle de Orco en Italia, que está considerada como una de las fisuras más difíciles de Europa. Realizó también la primera ascensión del From Switzerland wit love en Indiana Creek y así muchas otras.

Su vida era entonces la montaña, coronada siempre con grandes éxitos. Pero la escalada lleva a una adición: siempre se pretende más. “Había secuestrado mi vida –reconoce Didier-. Por algunas decenas de minutos geniales ¿cuántos meses de depresión? En los deportes extremos aparecen enormemente comportamientos maniaco-depresivos, sobre todo en los que intentan superar sus metas”.

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La vocación En el año 2006 hizo un intento que pretendía ser la primera ascensión de Cobra Crack, una fisura de 30 metros en extraplomo en Canadá. Una caída se lo impidió y ese fue el comienzo de su nueva vida. En su decepción, el 3 de junio sentado en la tienda sintiendo un enorme dolor, descubre la presencia de Dios que le manifiesta su egocentrismo a la vez que se da cuenta de que le pide algo más. “Comprendí que había en mí una gran dosis de orgullo herido; que quería, ante todo, ser reconocido por los hombres”. Eso le llevó a una verdadera conversión y pensó entonces la posibilidad de entrar en un monasterio. Era el día de Pentecostés. Didier regresa a Suiza donde es operado y vive su convalecencia en el seno de la comunidad Eucharistein de Espinassey donde mantiene conversaciones con su fundador, el carismático Nicolás Buttet. “Por primera vez en mi vida

testigos de la verdad estaba delante de alguien que daba respuestas a mis preguntas y sabía verdaderamente quien era y a donde iba (…). Fue entonces cuando decidí que mi lugar era en la montaña y en contacto con el mundo en esa comunidad”. Decide dejar la escalada profesional para emplearse entonces a otra actividad muy diferente: la vida religiosa y comienza sus estudios de teología en Friburgo para ser ordenado sacerdote.

Le conocí en el verano de 2015. Tras la presentación en Ginebra de uno de mis libros de montaña, uno de los asistentes me habló de él. Me dijo que mi manera de pensar coincidía con la de este gran escalador. Tan pronto como pude me puse en contacto con él y le fui a visitar a Friburgo. Me atendió con gran amabilidad. Hablamos mucho, comprobamos que tenemos el mismo concepto de la montaña e hicimos planes para hacer alguna ascensión con mis compañeros siendo él nuestro guía.

Por primera vez en mi vida estaba delante de alguien que daba respuestas a mis preguntas y sabía verdaderamente quien era y a donde iba (…).

Fue entonces cuando decidí que mi lugar era en la montaña y en contacto con el mundo en esa comunidad

Didider Bertod (a la derecha) con el autor del artículo

De escalador a sacerdote

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testigos de la verdad

Didier a la izquierda y Johannes Didier se siente orgulloso y agradecido por muchas cosas, entre ellas por su familia que es de profundas raíces cristianas y de alma montañera. Su hermano Cyrile y su hermana menor son guías suizos de montaña. Su vida montañera actualmente ha cambiado mucho pero su recuerdo quedará siempre en los numerosos reportajes que le hicieron en su anterior etapa, como los de la serie para la televisión suiza “Profesión guía de montaña”, el reportaje “Passe-moi les jumelles” así como en diferentes películas de escalada del realizador americano Peter Mortimer. A partir de ahora ya no hará grandes escaladas, aunque continuará realizando salidas esporádicas, muchas veces con jóvenes a los que aprovechará para inculcarles esta afición a la vez que tendrá con ellos una convivencia espiritual. “Me siento –reconoce ahora- como un guía que puede conducir a la cima a un grupo de clientes”.

Johannes d’Autriche Johannes d’Autriche, el otro nuevo sacerdote tiene también su historia. Nacido en 1981 pertenece a una de las familias más famosas de Europa, los Augsburgo, una dinastía tradicionalmente católica. Su bisabuelo, Carlos de Borbón Parma fue el último monarca del imperio austro-húngaro y fue beatificado por San Juan Pablo II. De su bisabuela Zita se inició su proceso de beatificación en el año 2008. Johannes estudió economía y trabajó en la banca internacional y su proceso vocacional tiene también un importante interés.

Enhorabuena Didier y Johannes. Si vuestro pasado fue muy glorioso como escalador y como banquero, ahora lo será todavía mucho más cuando cada día renovéis la ofrenda de Cristo en el Calvario al celebrar la Santa Misa.

Me siento –reconoce ahora- como un guía que puede conducir a la cima a un grupo de clientes 30

fuerza en la mirada

Carta a mi Señor

Retos Soñar sin dudar después (En recuerdo de S.)

Ángela C. Ionescu Ay, Señor, Tú ya sabes de mis sueños. No he conseguido dejar de soñar y pese a tantos desengaños, tampoco he conseguido renegar de lo que sueño. Hay amigos que me dicen que debo poner los pies en la tierra, totalmente en la tierra y nada más. En la tierra los tengo y los sueños me rondan. Y me dicen que no me queje ni llore cuando los sueños resultan pompas de jabón, vilanos desbaratados por el más leve soplo. Y no me quejo ni lloro por ello. ¡Es tan bello soñar que vale la pena aunque luego se desvanezca el sueño!

Un poeta inglés terminaba un bello poema dirigido a ti diciendo: “Tú eres, Señor, el soñador y yo, tu sueño”. Soñaste a los seres humanos, hermanos y amigos tuyos, para hacer la tierra hermosa cada mañana, para pasear con ellos por las tardes, para cantar juntos en la noche. Nos soñaste, me soñaste. Y hemos resultado seres crueles o insensibles, torpes y tardos de entendimiento, bastante mentirosos y fingidores. No, no somos lo que Tú soñaste. Pero no dudas de tu sueño ni te vuelves atrás de él. Con amor e infinita paciencia cada día vuelves a soñar lo mismo y quizá alguna vez surjan esos seres que piensas, que sigues pensando.

Y leo en esa oración a san José que suelo recordar últimamente: “Enséñanos cómo se sueña sin más tarde dudar”. Yo soñé una hermosa tierra, con árboles, flores y animales, poema a la naturaleza, oda a tu creación. Y un día descubrí que esa tierra no era más que un erial de duras y ásperas hierbas, ortigas, cardos y ramas espinosas de las que era mejor apartarse, cuanto más lejos mejor. Pero no dudé ni deserté después de ese descubrimiento. La tierra que yo había soñado sigue en mis sueños y la belleza que puso en mi vida no se borra. El Principito dice que sería una locura odiar a todas las rosas porque una nos haya pinchado… ¡Hermosa tierra soñada! Las espinas y las ortigas que he encontrado no cambian lo que soñé. Ha quedado el recuerdo y quizá un día, en lugar de las hierbas ásperas, surja de verdad una tierra amable, la de los altos árboles, las variadas flores y los sorprendentes animales. Mi duda no anularía su brisa ni su música, que realmente han sido verdad en mi sueño. Tampoco Tú nos has anulado a nosotros, que en tu sueño somos como tú amor requiere. ¡Soñemos, soñemos! ¡Por miles de amarguras y de espinas que encontremos, la belleza existe y el amor es posible!

Carta a mi Señor

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kerigma

Reflectores de su Luz

Antonio Pavía | Misionero comboniano El Hijo de Dios murió en la cruz, y de su costado abierto, como nos dicen los Padres de la Iglesia, nació la nueva Jerusalén, a la que Pablo llama metafóricamente: “nuestra madre” (Ga 4,26).

Es normal que la que ha sido revestida por la luz de Dios, sea también la luz del mundo. Sus hijos, que lo son por ser discípulos del Señor Jesús, fueron llamados por Él mismo la luz del mundo: “Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mt 5,14-15).

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Cuando Jesús dice a sus discípulos que son la luz del mundo, no les está confiriendo un título honorífico, sino una misión. El rechazo está garantizado y anunciado (Jn 15,19), mas también la victoria del que acepta su misión en total consonancia con quien le envía. Las palabras del Prólogo del evangelio de san Juan acerca de Jesús se cumplen también en sus enviados/discípulos: “La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron” (Jn 1,5).

Vosotros sois la luz del mundo, les dice; es esencial a su elección iluminar al mundo entero. En ellos se realiza la obra de salvación que el Hijo de Dios hará a los hombres, tal como profetizó Isaías.

kerigma

El Mesías anunciará a los pobres la Buena Noticia, vendará los corazones rotos, abrirá a los cautivos caminos de libertad, cambiará sus tristezas y lutos –recordemos las mechas humeantesen gozo y fiesta incontenible; y no sólo eso: serán reconocidos como plantación de Dios para manifestar su gloria (Is 61,1-3).

do el resplandor de Dios con su Palabra,

Plantación de Dios, su obra amorosa.

Y llenos de su esplendor manifestarán al mundo entero la gloria, el amor del Bendito y Eterno. Oigamos lo que Jesús añadió cuando dijo a sus discípulos: vosotros sois la luz del mundo. “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5,16).

entero, abriendo así las puertas de la

Luz de Dios para el mundo, su fuego y su calor frente a la oscuridad lóbrega que le envuelve. Lo anunció el profeta acerca del Mesías: “El pueblo que andaba a oscuras vio una gran luz. A los que vivían en tierra de sombras, una gran luz les brilló. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia…” (Is 9,1-2a). Una vez que el Hijo de Dios cumplió su misión de ser Luz del mundo, pasó el testigo a sus pastores. Ellos serán los que, yendo hacia los más alejados rincones de la tierra, iluminarán a los hombres avivan-

que es Fuego y Luz verdadera (Jn 1,9).

Estos pastores, que tienen muy claro el tipo de pastoreo al que les ha llamado su Señor y Maestro (Mt 23,8), reflejan la gloria de Dios. Gracias a ellos, porque son pastores según el corazón de Dios, la gloria de lo alto es visible al mundo salvación a “hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación” (Ap 5,9b).

Los pastores reciben su misión, envuelven el corazón de sus oyentes con la luz y el fuego de quien les llamó y, tal y como Él les dijo, glorifican a Dios a causa de su ministerio. Pablo testifica que sí, que es cierto que se cumple la promesa que Jesús hizo a sus pastores, los de todos los tiempos, que su pastoreo daría gloria a Dios: “…Luego me fui a las regiones de Siria y Cilicia… Solamente habían oído decir: El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir. Y glorificaban a Dios a causa de mí” (Gá 1,21-24). La mayor señal de la impostura de un pastor es cuando, como “sin querer”, trasvasan la glorificación a Dios, hacia ellos.bn Reflectores de su Luz

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espada de dos filos

al gusto del pueblo. No quiere sufrir, es traidor, por eso es rechazado. Pablo VI no temió enfrentarse al mundo entero y a influyentes sectores dentro de la Iglesia, con la Humanae Vitae. Entró en el infierno y aceptó sufrir por ser fiel a Dios.

Por eso es santo.

Ramón Domínguez

A cada generación envía Dios un profeta. La Iglesia pueblo de profetas muestra al mundo la realidad desde la mirada de Dios. Si alguien le escucha encuentra la salvación, de lo contrario va hacia su perdición. Pero aquí se plantea una cuestión: ¿ha sido y sigue siendo fiel la Iglesia al mandato de Dios? Pues la misión del profeta es hablar en nombre del que lo envía. El pecado más grave de un elegido es el saulismo. Saúl, el elegido de Dios para gobernar a su pueblo fue infiel a su cargo. No se atreve a obedecer al Señor porque su palabra parece, a veces, impopular y no es del agrado de la gente y, porque teme enfrentarse con la multitud, perder su estima y ser abandonado; claudica, cediendo y amoldando la palabra

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Los cristianos tenemos una gran parte de responsabilidad en lo que está sucediendo, porque no siempre hemos sido fieles al mandato de Cristo. Se perdió la clase obrera, estamos perdiendo ahora a los jóvenes, ¿es que el mensaje de Cristo ya no es atractivo o ha perdido la frescura del evangelio? La liberación que Cristo aporta al hombre, ¿carece de fuerza persuasiva o de verosimilitud? Si no hemos sabido vivir con radicalidad nuestra vocación a amar como hemos sido amados, es normal que la gente no nos reconozca. En la presente coyuntura, ¿está siendo fiel la Iglesia a su misión profética?, ¿proclama la palabra de Dios en su integridad o quiere hacer pactos para no sufrir rechazo y persecución? Después de haber atravesado el desierto de la prueba por la persecución a la que se ha visto sometida por los regímenes totalitarios del siglo pasado, ha caminado durante mucho tiempo en la bonanza y la prosperidad, situación resbaladiza porque puede hacer olvidar la situación de provisionalidad durante el peregrinaje por el desierto por el acomodo de la vida sedentaria en la tierra y las componendas con el paganismo circundante. ¿No está la Iglesia de Occidente en crisis por falta de tensión evangélica1?

1 Cosa que no ocurre, de momento, en las Iglesias que han estado durante más tiempo bajo el comunismo.

espada de dos filos Muchas congregaciones religiosas están en dificultades porque han perdido la radicalidad evangélica y se les retira el reino para entregárselo a otros. El tiempo de la cristiandad no va a volver. Muchas parroquias van a quedar obsoletas porque la vida de la gente ya no gira en torno a ellas y se están quedando vacías. Como en los primeros siglos de la vida cristiana, la Iglesia se encuentra rodeada por un mundo pagano y hostil, el poder del estado lo controlaba todo, muchas de las leyes que regían la sociedad estaban en contradicción con los principios cristianos, la educación que se impartía en las escuelas estaba infectada de la idolatría oficial y el cristianismo era una realidad marginal que, sin acomodarse a los usos de la sociedad no se aislaba de ella sino que permanecía anclada como fermento liberador, tal como nos relata la carta a Diogneto. Era el tiempo de la iglesia doméstica en el que la educación y la transmisión de la fe a los hijos se daba en el seno da la familia cristiana y la Iglesia permanecía fiel a su condición y a su misión sin doblegarse ante leyes injustas, contrarias a la dignidad de la persona.

Hoy nos hallamos en una coyuntura similar. El continente cristiano por excelencia está retornando al paganismo, pero no ya a un paganismo “inocente” que desconocía el hecho cristiano sino a un paganismo “apóstata” y especialmente hostil contra la fe para justificar su deserción. Se está perfilando una ideología de corte totalitario que impregna las estructuras del estado para someterlo todo a su dictado. Las directrices de los organismos internacionales como la ONU o la UE buscan implantar unos supuestos derechos que atentan contra el sentido común y los derechos fundamentales de las personas, que esos mismos organismos promulgan en la teoría

pero conculcan en los hechos. Las leyes que se están aprobando buscan, en última instancia, erradicar la civilización judeocristiana que ha configurado Occidente y lo ha colocado a la vanguardia de la civilización, sin caer en cuenta de que están labrando su propia ruina. ¿Qué hacer ante todo esto? Vendrá el adoctrinamiento en las escuelas y habrá que pelear para que nuestros hijos no sean manipulados de ese modo; se pisoteará la libertad de expresión y no se consentirá la disidencia ni las opiniones contrarias, por muy avaladas que estén por el buen sentido y la misma ciencia; se implementarán cuerpos de control que vigilen, amonesten y castiguen a los que no se sometan a sus dictados y, entonces, llegará la persecución.

Y será necesario que llegue a la Iglesia, si es que sigue fiel al mandato recibido por su Fundador. La Iglesia no puede guardar silencio; debe hablar en defensa del ser humano, en peligro de ser abolido por el creciente poder de la idolatría ideológica.

No será cediendo como conservaremos en la Iglesia a los que están alejados ni atraeremos a la gente con acomodaciones, sino con la integridad de la Palabra que es Cristo mismo

¿Sigue siendo fiel la Iglesia al mandato de Dios?

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espada de dos filos No nos podemos doblegar ni aceptar leyes falsas e injustas que responden no a la verdad sino a los intereses ideológicos de algunos. ¿Quién es la ONU para declarar el aborto como un derecho? ¿Quién es el Parlamento de cualquier país para ir contra la evidencia biológica? No podemos darle autoridad, ni aceptar sus imposiciones.

Uno solo se puede oponer a la tiranía, basta con que no tenga miedo a perder lo que carece de valor ni menos a la muerte (Ap 12,11). ¿Qué privilegios teme perder la Iglesia si se pronuncia con claridad? Si por defenderlos ha de perder su identidad es que no valen nada. ¿No se pronunció ante el nazismo, el fascismo y el comunismo? ¿No se opuso a dar al César el culto que no le correspondía? Si por ello ha de sufrir y morir, poco importa, pues entonces será como su Señor y reinará juntamente con Él.

El modo de reinar de Cristo es amar y el amor es entrega total. De manera semejante, la Iglesia reina amando al mundo.

Como Cristo, anuncia y obra la verdad, y si es rechazada, da la vida y, es así como reina sobre el mundo y da vida al mundo.

“Dios no quiere el mal, pero tampoco lo impide. Pues no quiere destruir el sumo bien de la libertad humana y porque aun el pecado es utilizable entre sus manos todopoderosas y puede convertir a los verdugos de la humanidad en instrumentos de eterna salvación –como hizo con Saulo el perseguidor y asesino de Esteban–.Y ved los buenos frutos: la alegre resignación y la dulce paciencia de los corderos que quieren seguir al Cordero de eternidad en eternidad. Las ruinas humanas, señaladas por su gracia, se convierten en compañeros de destino del Hijo suyo en el Gólgota. Así es como la humanidad flagelada lleva la corona triunfal del Varón de dolores hacia

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el glorioso desfile del juicio universal. Pero Dios va más lejos y coronó como mártires y santos a las víctimas de la violencia bruta y de los atropellos. Su mirada se posa en los solitarios y en los incomprendidos, en los pisoteados y en los abandonados de este mundo, en los anónimos portadores de la pesada cruz, que sucumben bajo su enorme peso. Dios bendice su lucha y sus derrotas; sigue a lo lejos con la mirada las profundas caídas en los abismos de la humillación; y sonríe ante su terror infantil, porque conoce su elevación futura”2.

Por otro lado, ¿no hemos contribuido nosotros en gran parte a ocasionar este estado de cosas? Las cosas que está pasando “son signo de nuestra decadencia. La secular acumulación de pecados y negligencias de los cristianos desembocará en una catástrofe. Y lo peor que de ellos se seguirá no será tanto el ocaso de la cultura europea cuanto el hecho de que, a causa de los pecados de nuestros antepasados y de nuestro egoísmo contumaz, el cristianismo y Cristo se verán comprometidos hasta tal punto que sólo un verdadero milagro po-

2 W. VAN STRAATEN, Dios llora en la tierra, Madrid 1978, 10-11.

espada de dos filos drá hacer que este cristianismo pueda ser todavía estimado por las gentes. Es ésta, una vez más, la indigencia de Cristo3. Cristo se muestra necesitado de nuestra colaboración para instaurar el reinado de Dios sobre la tierra. Él ha solicitado nuestra colaboración para ser sal y luz en el mundo; pero si nuestra sal se vuelve sosa y si nuestra luz se debilita, entonces la noche se enseñoreará del mundo y la tierra quedará insípida y vacía de sentido. ¿Qué hemos hecho mal a lo largo de tantos siglos para que el mundo no quiera hoy reconocer a Cristo? Hemos de entonar un “mea culpa” y retornar al evangelio. Los acomodos, aún por motivos “pastorales” no convencen a Cristo, pues Él no es partidario del más o menos, sino del sí, sí y del no, no. Después de tantos siglos de haber descuidado una seria iniciación cristiana, confiados en el ambiente social, es preciso educar a los cristianos y llamar a las gentes a la verdad del Evangelio, pues la persona y, de un modo especial, los jóvenes aman y buscan lo auténtico mientras que desechan lo amorfo. No será cediendo como conservaremos en la Iglesia a los que están alejados ni atraeremos a la gente con acomodaciones, sino con la integridad de la Palabra que es Cristo mismo.bn

3 W. VAN STRAATEN, Dios llora, 32.

El modo de reinar de Cristo es amar y el amor es entrega total.

De manera semejante, la Iglesia reina amando al mundo.

Como Cristo, anuncia y obra la verdad, y si es rechazada, da la vida y, es así como reina sobre el mundo y da vida al mundo

¿Sigue siendo fiel la Iglesia al mandato de Dios?

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Toda forma de paternidad ha de ser visible y silenciosa. Visible para que llegue el amor a los hijos y silenciosa porque va cargada de sacrificio interior que solo Dios conoce.

Es decir, ha de ser visible e invisible Francisco Lerdo de Tejada

La madre propone un plan fantástico de ir con lo hijos a la playa. Al padre le aterra el plan. ¿Qué hará? Jugará con los niños que le reclamen juego y ofrecerá por dentro indecibles sacrificios de renunciación y abnegación que ese Padre que ve en lo escondido ve (Mt 6,6).

No es que sea un terror jugar con los niños a la orilla del mar, al contrario, una bendición; lo que sucede es que a ese padre concreto en ese momento concreto y en esa circunstancia concreta lo que ansiaba para su descanso era otra cosa radicalmente distinta.

Se dice que el amor de madre no calcula, es desinteresado, alto, sacrificado. Sus hijuelos le roban el calcio de sus huesos, y ella no sabe sino sonreír. El padre tiene su equivalente sacrificial, su sacrificio de índole paterno. Los hijos también “se llevan su calcio”, aunque de otro modo.

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Heroico silencio, en algunos casos, de su entrega total con el que vive su amor complaciente y festivo. Plena masculinidad de aguante, roca y sostén, cimiento del edificio de sus hijos. La sonrisa de sus hijos se cobra, en ocasiones frecuentes, la alegría inmediata de ese padre bueno, exhausto de amor. Alegría fácil sacrificada que opera como precio de la alegría eterna del corazón.

Calidad elevadísima del sacrificio de ese padre cuyo amor llega a todo el mundo y en particular a sus hijos. Sacrificio e inmolación interior que queda oculto a la mirada de los hombres, sepultado en el seno de su Dios.

Ya se ve que es la soledad irremediable la que funda el solio de este buen padre. No es un solipsista ni un ser solitario sino una persona que tiene función vital de fundamento blando

luz para el mundo

y firme. Es ese único suelo que sustenta multitud de raíces y se constituye en pavimento de grandes colmenas humanas y empresas de gestión sacra y secular. Es el padre como la tierra madre que da consistencia y estructura, cohesión y peso al ámbito humano familiar.

Un ser original. Todo ente, toda persona, tiene una radical soledad por el simple hecho de que cada ser es cada ser y no puede ser otro ser porque dejaría de ser ese ser. El sitio que ocupamos en acto no puede ser ocupado en el mismo acto por otro ser, a menos que se dé un desplazamiento, con lo que ese ser en soledad pasará a ocupar otro lugar, quedando en cualquier caso igualmente en soledad. Porque la unicidad de cada uno hace ser a cada uno cada uno, sin ser el otro o lo otro -si de seres no personales hablamos-.

Pero dentro de esta soledad, la del padre ocupa un lugar relevante puesto que su papel no es la de un simple ente personal sino la de un ser original, es decir, que está en el origen, fundando suelo, principio, comienzo.

En la Teología trinitaria se estudia con profusión el papel de Dios Padre, “del cual procede toda paternidad en los cielos y en la tierra” (Ef. 3,15). El Padre es el origen originalísimo más allá del cual ya no hay nada. Incluso dentro de sí mismo. Al Padre lo define su paternidad (origen), al Hijo su filiación, y al Espíritu santo su Amor. Las tres personas quedan definidas por la misma divinidad en la cual subsisten. Ese Dios Padre tiene esa función maravillosa de ser diríamos solio del Hijo y casa donde ama el Espíritu.

En el interior de la Trinidad Dios Padre es “Principio perfecto” del mismo ser divino. El Padre es origen absoluto divino -aun siendo coeterno con las otras dos personas divinas-. Esa soledad de Dios Padre no es una soledad solitaria, ni dentro ni fuera del espacio trinitario. Es una “soledad” original, es decir, de origen no originado.

El Padre es el origen originalísimo más allá del cual ya no hay nada. Incluso dentro de sí mismo. Al Padre lo define su paternidad (origen), al Hijo su filiación, y al Espíritu santo su Amor Dios como techumbre. En la creación considerada en su totalidad, Dios viene a ser como techumbre que origina y sustenta la cadena creatural y que a su vez no está sustentado por nada ni por nadie. Dios trino, que es principio de la creación, vive con amor, como amor y en amor esa “soledad divina”.

Un eslabón sustenta a otro y éste a su vez a otro y éste a otro y… hasta llegar a un techo que sustente a toda la cadena. Sin “techo” se cae en el absurdo de una concatenación de dependencias eternas que no dependen de ningún techo independiente en sí mismo. Ese “techo” es Dios. Radical soledad del único Dios creador que alberga de algún modo la “soledad” de Dios Padre en su interior, dada su espiritual función de ser origen dentro de la misma divinidad.

En la parábola del hijo pródigo (Lc. 15) el padre no podía aparecer sino solo. En esa narración no aparece sino él, que acoge a un hijo para la vida e invita al otro al crecimiento. Allí solo aparece el padre. Queda reflejada su radical soledad en tanto que padre, poblada de amor.

Paternidad visible y callada

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luz para el mundo Es este padre evangélico símbolo del Padre a quien se le atribuye la Creación. Viste a este hijo suyo pródigo con el mismo amor con el que vistió al antiguo Adán de gracias y dones: el mejor vestido, sortija en la mano, calzado en los pies, novillo y fiesta. Este hijo no hace, se hace, es hecho por el padre. No solo fue creado, sino que se ve recreado. No dice el texto: “Vístete” sino “vestidle”. Total paternidad de este padre Solo no solitario. Excelente paternidad de este Único no unicentrado. Brillante paternidad de este Origen no desligado.

Así es Dios Padre: Solo, Único, Origen. No “solito”, no egoísta, no aislado. Así son los padres que han de realizar su misión de amor; han de vivir en esa tensión santa de ser sustento sólido del amor. Ser padre es ser portador del principio vital que da comienzo a la vida. Así es de algún modo en el Padre trinitario. Y de modo análogo debe ser en los padres humanos.

El olvido de sí. La paternidad no es un sentimentalismo; es una entrega del propio caudal.

“Todo lo mío es tuyo” le dice el padre al hermano mayor. Un padre debiera ser tan transparente como el cristal, de modo que da cobijo y contenido al retoño, cual figura de cristal saturada con todo el ser del hijo. Ese cristal, cobijo y forma del engendrado.

Don Miguel de Unamuno tiene un superlativo artículo titulado “la Soledad de Moisés” en el que de modo verdaderamente magistral describe la soledad del psicagogo, del que conduce las almas -todo un pueblo- por el limo y por el mar.

San Pablo, en tanto que padre de comunidades, es origen vital de las mismas: “Aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que, en Cristo Jesús, yo os engendré por el Evangelio” (1 Cor 4,15).

Su “soledad no solita”, si se me permite la expresión, va envuelta en los más altos niveles de paternidad posible, que rozan el misterio de la paternidad de Dios Padre.

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Inmolación, olvido de sí, sacrificio tremendo; ahí están las cualidades de los padres buenos.

El Padre, no olvidemos, en su tanto amor entregó al Hijo (Jn 3,16), y “se le fue la vida” con esta entrega. Inmolación paterna unida a la sangrienta de su Cristo.

Al apóstol de los gentiles no le importaría ser borrado del libro de la vida con tal de dar vida a su grey (Rm 9,3). No le importa ser menos amado si ese fuera el precio del mayor amor donado (2 Cor 12,15). San Pablo lleva entrañas paternas (Flp 1,7) que dan la vida, que originan vida.

En la película dirigida por Roberto Benigni, La vida es bella, se ve el olvido de sí de un padre que tiene la única finalidad de proteger a su hijo en un campo de concentración y dar alivio a su mujer encarcelada. Y lo hace como hay que hacerlo: de un modo visible y silencioso.

El niño no se está enterando de nada, solo del amor que su padre le tiene. Y tanto es así, que una vez muerto su padre grita como el más feliz de los hijos: ¡¡Hemos ganado, hemos ganado!! El juego fue macabro, pero al hijo le pareció las delicias del Edén. ¿Quién lo hizo? ¿Quién hizo del infierno un pasatiempo inocente? ¿Quién hizo música de la soledad? La soledad irremediable y no solipsista de un buen padre, que era todo amor. O mejor, su silencio paterno y su paternal visibilidad.

luz para el mundo

Así es Dios Padre: Solo, Único, Origen.

No “solito”, no egoísta, no aislado.

La paternidad es un arte, una misión y una gracia. Y siempre así, visible y silenciosa, si no quiere renunciar a su nobleza y elegancia. El referente es Dios Padre: se ve su amor y a la vez va en silencio -tanto que algunos creen que no existe-. La visibilidad da calor. El silencio evita la vanidad y la búsqueda de la propia gloria, que desvirtuarían la auténtica paternidad.

La visibilidad hace creíble el amor. El silencio ahorra murmuraciones.

Noble soledad con vocación de fundar familia… esos poblados del amor.bn

O mejor aún, su amor repleto de visibilidad y silencio secreto. Este padre originó el paraíso en medio de la catástrofe. La alegría de un niño gestionada por la vida entregada de un padre. Su amor de padre maduro y su amor maduro de padre.

Eso es el padre: “A nadie debáis nada más que amor” (Rm 13,8). Nada más. Solo eso. Solo él.

Nada más. De eso vive el padre. De amor original -porque es fuente y origen del amor-. En silencio “gritante” y en grito silencioso; como las cascadas que susurran el origen divino de sus aguas.

Otro padre memorable lo encontramos en el film Cinderella man, en el que Jim Braddock, saca a su familia de la miseria en un cuadrilátero de boxeo. Puños sucesivos, peleas, combates, luchas, heridas… que caen sobre ese padre en cada asalto. Precio de la alegría final familiar. Sus heridas curaron la penuria de sus seres queridos.

La paternidad es un arte, una misión y una gracia. Y siempre así, visible y silenciosa, si no quiere renunciar a su nobleza y elegancia. El referente es Dios Padre: se ve su amor y a la vez va en silencio -tanto que algunos creen que no existe Paternidad visible y callada

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testigos de la verdad

Entrevista a Sergio y María, probados en la salud

no es un castigo sino

una oportunidad

Como ya contaste a Buenanueva en su día, con 29 años te diagnosticaron un Linfoma no Hodgking muy agresivo, pero te curaste. Once años después ha vuelto con la misma virulencia. ¿Cómo se ha manifestado ahora?

Es la misma enfermedad, pero la otra vez tardaron seis meses en diagnosticarla y ahora,

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al salirme un ganglio en la ingle, el diagnóstico fue más rápido. En la biopsia se vio que estaba en el estadio 3, justo como entonces.

¿Qué tratamiento has seguido?

Una quimioterapia súper agresiva que consiste en tres ciclos de cinco días cada uno las 24 horas ininterrumpidamente—llegué a tener hasta cuatro bolsas al mismo tiempo, cambiándolas cada dos horas— y después un autotransplante. Al volver a casa estaba tan bajo de defensas que tenía que seguir aislado. Los niños me decían con toda naturali-

testigos de la verdad

dad: “Papá, ponte la mascarilla que te quiero dar un beso”. He estado todo el invierno sin salir de casa. Después del autotrasplante estuve ingresado más de un mes y ahí también lo pasé muy mal. Me encontraba en un estado deplorable; tenía llagas desde la boca y el esófago hasta el estómago. Me dolía tanto que no podía ni tragar saliva, y mucho menos comer. Perdí 18 kilos.

Jesús te ha hecho un hueco en su Cruz…

Desde luego. En el tercer ciclo tuve una fuerte bajada de defensas y fiebre tan alta que me ingresaron el viernes santo. Ese día me sumé al sufrimiento de Jesucristo. Después me hicieron un PET y vieron que tenía gan-

glios por todas partes, lo que significaba que había aparecido el linfoma de nuevo con actividad tumoral. El médico me habló claro: “Estás en la peor situación; no te podemos dar quimioterapia de nuevo y no hay nada más que hacer. La única salida es darte corticoides, ácido fólico y un protector estomacal, y buscar un ensayo clínico en algún hospital.

Pero date prisa porque con esto solo vas a sobrevivir unos meses”. Sentí que todo se me caía encima. Estaba en la cuerda floja y nos pusimos María y yo a buscar hospitales donde nos ofrecieran alguna opción. En el hospital Doce de Octubre de Madrid se estaba desarrollando un ensayo clínico de linfoma y cuando me hicieron un PET para analizar el tamaño de mis ganglios ahí nos llevamos la sorpresa de que estaba limpio. Únicamente me quedaba un ganglio milimétrico en el cuello y otro en la axila, pero ambos sin actividad metabólica.

Entrevista a Sergio y María, probados en la salud

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testigos de la verdad Entonces, ¿podemos hablar de milagro?

No sé cuál será la voluntad de Dios conmigo, pero lo que está claro es que hoy por hoy estoy limpio y me encuentro muchísimo mejor. Todavía tengo que recuperar masa muscular, pero me canso menos y ya no me mareo. Estoy volviendo a sacar el genio con los niños y eso es buena señal. Esta es la situación óptima que se quería obtener con el ensayo clínico u otro medicamento, pero no ha hecho falta. Si en dos o tres meses no reaparece el linfoma procederán a hacerme un trasplante de médula. Están buscando un donante compatible conmigo.

Contigo el aire se hace más respirable

¿Cómo ha sido el combate?

Por un lado, ha estado el combate físico, que ha sido terrible, y por otro lado el psíquico y el espiritual, también muy fuerte. Cada día era como estar en una montaña rusa. Yo sabía el alcance de mi enfermedad, pero cuando el médico me dijo en julio que no sobreviviría más que unos meses si no encontraba un ensayo clínico, fue un mazazo. Y sobre todo me preocupaban los niños. Al principio los mayores se lo tomaron muy mal. Se me echaban encima y me decían llorando: “Papá, no quiero que te mueras. Somos pequeños para quedarnos huérfanos”. ¡Se me partía el alma!

María: Pero también los niños han sido una gran ayuda. Un día me vio llorar Pablo, que tiene 11 años, y me dijo: “Mamá, no te preocupes. Dios no nos va a dar nada que sea malo”. Han sido mensajeros de Dios.

¿Estaban al corriente de todo? ¿A qué te ha llevado esta experiencia?

A vivir totalmente al día. Durante muchos meses me levantaba por la mañana y no pensaba más allá del desayuno. Después no pensaba más allá de las 12:00 h., luego de dos o tres horas a lo sumo. He vivido únicamente de la gracia de Dios.

María: Con la otra enfermedad aprendimos a vivir en precario, pero pasaron los años y nos relajamos. Ahora de nuevo vivimos de cara a Dios disfrutando de las pequeñas cosas del día a día, cuestionándonos cuál es su voluntad para nosotros.

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Sergio: Sí. Saber la verdad les ayuda a conocer que la muerte forma parte de la vida. Recuerdo que cuando me dijeron que en unos meses podía morir estuvimos planteándonos adelantar la Primera Comunión de Ana. Se lo comunicamos a unos amigos y cuando estos nos preguntaron por qué, dijo Pablo con naturalidad: “Por si mi padre se muere, para que pueda verlo antes”. ¡Estos amigos se quedaron a cuadros!

María: Los niños no necesitaban saber detalles morbosos, pero sí conocer la verdad.

No sirve de nada mentirles. Veían cómo se encontraba Sergio y no les podíamos decir que se iba a curar porque tampoco nosotros lo sabíamos y podría parecer que les estábamos engañando. Hubieran perdido su confianza en nosotros. Lo que sí les decíamos es que Dios es nuestro Padre y debíamos confiar en Él.

testigos de la verdad

Sergio Rodríguez Cuadrado y su esposa María

¿Qué les ha supuesto a ellos vivir todo esto?

Hemos descubierto que nuestros hijos tienen un gran corazón. Cuando llegaba María reventada a casa después del trabajo, decía Inés, que tiene 9 años: “No te preocupes, mamá. Yo hago la cena”. Y aunque fuera unos huevos con salchichas, se ponían todos en plan equipo y lo resolvían.

No sé cuál será la voluntad de Dios conmigo, pero lo que está claro es que hoy por hoy estoy limpio y me encuentro muchísimo mejor

Entrevista a Sergio y María, probados en la salud

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testigos de la verdad

Todo invierno desemboca en primavera ¿Es posible alabar a Dios en el dolor y el sufrimiento?

Sí. He aprendido a estar a los pies de la cruz, como la Virgen, y decirle a Dios: “No entiendo nada, pero hágase en mí según tu Palabra”. De hecho, en muchos momentos le daba gracias por la vida que me ha regalado. ¡Cuántos hubieran querido tenerla! Dios me ha mimado un montón; me ha dado muchas cosas buenas y me ha protegido de muchas malas. He pasado días y días sin tener fuerza para nada, ni para moverme. Comenzaba un padrenuestro y a la mitad no podía seguir porque se me olvidaba, así que solo podía ofrecer el sufrimiento.

¿A Dios le duele tu dolor? ¿Te sientes amado por Él?

Mucho. En los momentos en los que peor he estado físicamente es cuando más he notado su amor. Además, en todo este proceso ha habido muchos detalles en los que he notado que Dios estaba pendiente de nosotros, cuidándonos y protegiéndonos. Por ejemplo, tras hacerme el autotrasplante teníamos que ir durante dos meses cada dos días al hospital y siempre encontrábamos un sitio libre para aparcar a menos de cincuenta metros de la entrada. ¡Con lo difícil que es eso! Además, cuando estuve ingresado por una alergia a un medicamento de profilaxis, el sacerdote que me traía la comunión era amigo mío, pero hacía tiempo que habíamos perdido el contacto. Cuando lo vi entrar supe que me lo mandaba el Señor. Ninguno de los dos sabíamos que nos íbamos a encontrar y fue un gran regalo.

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¿Cuál es el ancla que te mantiene firme y no a la deriva?

La oración, tanto la nuestra como la de los demás. Hay tanta gente rezando por nosotros, ofreciendo sacrificios, intercediendo, que a pesar del papelón que tenemos, me he sentido muy sostenido por la comunión de los santos. Ante un sufrimiento tan grande y por el que es fácil hundirse no he dejado de tener paz y confianza en Dios, y eso es fruto de la oración. Mucha gente alejada de Dios ha vuelto a rezar pidiendo mi curación y eso me emociona.

¿Cómo se contempla la vida desde la muerte cercana y evidente?

Cuando me dijeron tan rotundamente que me quedaban pocos meses de vida me vi con medio cuerpo fuera del precipicio. Pensé en lo mucho que me queda por hacer. Me salió un fuerte instinto de protección hacia mis hijos. Lo más duro fue pensar en todo lo que me iba a perder de sus vidas. Pero como tengo la esperanza de ir al cielo me imaginaba cómo sería la morada que me estaba preparando el Señor. Le he pedido a la Virgen María no solo que esté conmigo en el momento de la muerte, sino que un par de días antes me avise. Y sé que lo va a hacer.

¿La muerte enseña a vivir?

Sí, y mucho. Me levanto cada día y pienso: “Sigo vivo, ¡voy a disfrutar lo que pueda!”.

Ahora soy más consciente de la fragilidad de la vida y de lo efímera que es; disfruto de cada momento, se me han ordenado las prioridades…

testigos de la verdad

María: Yo siempre me he tomado muy en serio la alimentación de los niños, pero este año nos hemos inflado a comida basura porque no tenía tiempo para más. “Venga, el que se porte bien tiene pizza”, les decía a los niños. Y si aun con esas se portaban regular les decía: “Bueno, para el que me sonría hay pizza”. Tenía que hacerlo así porque no había otra cosa para cenar. Está claro que relativizas y priorizas mucho. Eso sí, en la parte espiritual no rebajábamos nada.

He aprendido a estar a los pies de la cruz, como la Virgen, y decirle a Dios: “No entiendo nada, pero hágase en mí según tu Palabra”.

Dichosos los que viven en paz con el dolor ¿Dónde hay amor y esperanza tiene cabida el temor?

Me ha ayudado mucho saber que el sufrimiento tiene un sentido redentor e intercesor. No me extraña que la gente se suicide; si no se cree en la vida eterna es para estar amargado. Yo no puedo decir que tenga fe pues todavía no he movido montañas, pero tengo esperanza y tengo amor, y eso me ayuda a llevar la cruz. Cuando tenía tanto dolor que no podía ni rezar le decía a Dios: “Señor, ofrezco este dolor, cógelo para quien lo necesite. Pero como esto duele mucho, cada segundo que sirva para salvar a una persona”. Como soy economista, quería sacar el máximo rendimiento…

Entrevista a Sergio y María, probados en la salud

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testigos de la verdad Has escrito dos cartas que se han hecho públicas en las redes sociales donde explicas tu enfermedad y cómo la afrontas con esperanza. ¿Necesita la sociedad amigos fuertes de Dios?

Sí. Sé que a los pocos minutos se extendió por todas partes. La primera la escribí para un grupo reducido de personas, pero como se empezó a difundir, me pidieron que escribiera una segunda. Dios me puso las palabras en el corazón y me fue diciendo al dictado.

Recuerdo que estaba en la cama y recibí un bombardeo de frases. También Él me inspiró que pusiera una foto mía para que la gente viera que soy de carne y hueso, y aunque a eso me resistí al principio, acabé por hacerlo.

Muchísima gente me ha dicho que las cartas les han acercado a Dios.

¿Puedes decir, como la otra vez, que el cáncer ha sido bueno para tu vida?

Sí. La Madre Teresa de Calcuta decía que era un lápiz en manos de Dios, y así me siento yo. Está claro que el linfoma ha sido un instrumento de salvación para toda mi familia y para mucha gente. No sé por qué me ha elegido a mí puesto que hay gente más santa y humilde que yo, y menos gritona y protestona, pero Él sabrá. De todos modos, la otra vez no se lo pedí y en esta ocasión le he pedido la curación, sobre todo por los niños. Es mi Padre y yo se lo pido, luego Él verá si es bueno o no concedérmelo. Sé que a Dios le gusta que le pidamos porque eso nos hace más humildes y confiados. “Señor, si Tú quieres, puedes”, le digo.

María: Soy muy comodona y me cuesta desinstalarme, pero gracias al cáncer he descubierto que debo entregarme totalmente al Señor para ser plenamente feliz.

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El dolor es buen maestro Se habla mucho de “muerte digna”, de “bien morir”, ¿qué significa esto para vosotros?

Uno de los engaños de estos tiempos es confundir la muerte digna con el suicidio asistido. Una cosa es morir atendido, con todos los cuidados médicos posibles, con morfina cuando se necesite, etc. y otra distinta es acelerar el proceso de la muerte. Yo estoy en contra totalmente de la eutanasia y eso que entiendo que hay enfermedades que suponen años de lenta agonía. Pero considero que hay que aguantar la vida de una forma natural hasta que sea posible, pues nunca sabes cuándo va a surgir el milagro o la medicina que te puede curar.

María: La enfermedad de Sergio me ha hecho acordarme más vivamente de mi madre, quien murió después de padecer una enfermedad degenerativa durante casi 30 años.

En sus últimos años no hablaba ni se movía y, sin embargo, ha dejado una huella imborrable en todos sus nietos. A través de mi madre han visto el amor de Dios en una vida “inútil” sentada en un sofá sin hablar ni comunicarse, pero que les ha transmitido valores tan importantes como el ayudar y servir al otro, que la vida en sí misma es un don más allá de la situación que se esté viviendo, que la muerte no es el final… Yo no entendía por qué mi madre le pedía a Dios ser imagen de Cristo en la tierra, y no le pedía su curación.

Ahora que soy madre lo comprendo. Claro que le resultaría muy duro ser tan dependiente, pero reconozco que su enfermedad fue la salvación de mi familia.

testigos de la verdad

En nuestra sociedad hay una tendencia a esconder la muerte, ¿cómo reacciona la gente cuando hablas sin tapujos de ella?

Mucha gente no tiene contemplada la variable muerte en la ecuación de la vida y lo consideran un tema incómodo. Cuando los médicos nos veían a María y a mí tranquilos y en paz a pesar de lo terrible de la situación, se creían que éramos unos inconscientes o que no estábamos bien enterados, y recalcaban la gravedad de la enfermedad. No se podían creer nuestra actitud. Muchos se escandalizan al oír hablar de la muerte con total normalidad, pero por no hablar de ella no la vas a evitar.

¿Creéis que el Señor es bueno con vosotros?

Buenísimo. Nos pasa lo mismo que a los niños, que cuando los corriges se creen que eres la persona más mala del mundo, pero luego te dan las gracias y reconocen que se lo merecían. Y, además, el cáncer no es un castigo sino una oportunidad. La enfermedad ha sido de gran ayuda para reforzar nuestro matrimonio, para madurar espiritualmente, para que muchos alejados de la Iglesia vuelvan a rezar…

María: Dios no se equivoca, lo hace todo bien.bn

Entrevista a Sergio y María, probados en la salud

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razón creadora

El ser humano es algo insólito sobre la faz de la tierra. Ciertamente, su cuerpo tiene un gran parecido con el de los grandes simios como gorilas, chimpancés u orangutanes, más allá de algunas diferencias importantes, como el tamaño de su cerebro o su postura erguida de marcha Tomás Alfaro Ciencia y fe Pudiéramos decir que las similitudes entre el ser humano y los grandes simios rondarían el orden del 80%. Pero si nos fijamos en su comportamiento, la diferencia es abismal. No es una diferencia de grado, sino cualitativa. Los chimpancés en libertad siguen teniendo el mismo comportamiento que cuando aparecieron como especie hace cerca de un millón de años. Es un comportamiento ligado a sus instintos, grabados en sus genes y que no son capaces de modificar espontáneamente. Y lo mismo pasa con los gorilas y orangutanes. Con el Homo Sapiens, en cambio, ocurre algo completamente distinto.

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El Homo Sapiens anatómicamente moderno apareció hace unos 300.000 años, tras una evolución que empezó hace varios millones de años, separándose de la que dio lugar a las especies antes citadas. Esta evolución generó distintas especies de Australopitecos y otras del género Homo –Homo erectus, Homo habilis, etc–, todas ellas extintas hoy en día.

El homo sapiens Nadie puede decir sensatamente que nuestro cuerpo no proviene por evolución de un tronco común del que provienen también las otras especies anteriormente citadas.

razón creadora

Pero tras más de 250.000 años de una existencia anodina, en la que el Homo Sapiens anatómicamente como nosotros también tenía un comportamiento instintivo fijado por sus genes, hace unos 40.000 años, algo muy especial ocurrió en esa especie.

Sin la más mínima modificación de su anatomía, su comportamiento cambió drásticamente. El Homo Sapiens empezó a pintar en las paredes de sus cuevas escenas mágicas, llenas de colorido y belleza, que representaban la caza de animales. Aparecieron herramientas talladas, cada vez más sofisticadas, no ligadas a ningún cambio anatómico perceptible. También empezaron a tallar estatuillas de

mujeres fértiles y a elaborar adornos sin ninguna utilidad más allá de la pura estética. Fabricaron rudimentarios instrumentos musicales con huesos largos de animales. Empezaron a practicar enterramientos inequívocamente rituales, con los cadáveres en postura fetal y acompañados de comida, flores, adornos y otros objetos. Y, lo más asombroso, esos comportamientos cambiaban, no siguiendo a una evolución que le transformase en una nueva especie con un nuevo comportamiento. Empezó a evolucionar de forma autónoma a la evolución natural y a una velocidad acelerada. Sería largo trazar la línea que lleva desde esos primeros comportamientos hasta la revolución tecnológica que ahora estamos viviendo.

La aparición del hombre sobre la tierra

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razón creadora

Pero esa línea sería una línea continua, sin rupturas de ningún tipo. Sin embargo, 40.000 años no son sino un suspiro en el tiempo por el que se mide la evolución de las especies. ¿Cómo fue posible ese cambio instantáneo, esa chispa que cambió el comportamiento del Homo Sapiens hace unos 40.000 años? Nadie lo sabe. Oigamos la “explicación” que da un gran paleoantropólogo, Ian Tatterstall: “H. Sapiens constituye el protagonista de algo insólito. [...] debemos considerar la aparición de algo totalmente inesperado [el pensamiento simbólico]. [...]. La única explicación verosímil es que, con la llegada del H. Sapiens anatómicamente moderno, las exaptaciones previas se combinaron por azar con pequeños cambios genéticos, creando un potencial sin precedentes.

No podemos dar por completo este relato pues los humanos anatómicamente modernos siguieron siendo arcaicos [sin pensamiento simbólico] durante mucho tiempo antes de adquirir un 52

comportamiento moderno. [...] No podemos afirmar con seguridad en que consistió la innovación de marras”1.

Es evidente que esta explicación es una paráfrasis de algo mucho más sencillo: NO SÉ. Podría, si dispusiera de un espacio del que no dispongo, desarrollar varias razones por las que es muy improbable, por no decir imposible, que esa chispa que saltó hace 40.000 años, haya surgido por un proceso de evolución, como sin duda ha hecho nuestro cuerpo.

El cuerpo del hombre, sale del polvo de la tierra, el mismo que ha producido el resto de los seres vivos

razón creadora Complementariedad científica y religiosa Pero, si no ha salido de la evolución, ¿de dónde ha salido? Sólo cabe una respuesta. Nos ha sido dado. ¿Es esto compatible con el relato del Génesis?

Por supuesto que sí. El génesis dice que, en un proceso temporal –no tomemos los seis días como tales– la tierra produjo la vegetación, aparecieron los seres vivos que viven en las aguas y que surca el mar y la tierra produjo los que habitan la tierra, por especies. Por último, con el polvo de la tierra formó Dios al hombre. Terminado este proceso temporal, Dios le insufló el espíritu.

Existe una armoniosa complementariedad entre las dos formas de verlo, la científica y la religiosa. El cuerpo del hombre, sale del polvo de la tierra, el mismo que ha producido el resto de los seres vivos. Pero sólo al hombre, en un instante, le es dado algo que ninguna planta o animal ha recibido, el hálito de Dios.

Hace unos 40.000 años, algo muy especial ocurrió en esa especie. Sin la más mínima modificación de su anatomía, su comportamiento cambió drásticamente. El Homo Sapiens empezó a pintar en las paredes de sus cuevas; empezaron a tallar estatuillas de mujeres fértiles y a elaborar adornos sin ninguna utilidad más allá de la pura estética

La aparición del hombre sobre la tierra

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razón Creadora La ciencia nada puede decir –ni afirmar ni negar– sobre el alma, puesto que únicamente puede hablar con seguridad de lo que se puede tocar, medir o pesar. Pero sí ha descubierto empíricamente que algo muy misterioso pasó en un momento dado, que hizo que el comportamiento del ser humano, de los Homo Sapiens de hace 40.000 años fuese radicalmente distinto del del resto de las criaturas vivientes e, incluso, del que el mismo Homo Sapiens había tenido hasta entonces. Puede haber muchas maneras de llamar a ese algo, pero la forma de llamarle es lo de menos. En español se llama alma, los ingleses le llaman soul y no tengo ni idea de cómo le llaman los rusos o los chinos. Pero es un misterio que cambió el mundo para siempre. Hoy, la especie humana, a diferencia de cualquier otra especie, llena la tierra, actúa libremente, sin tener que estar necesariamente condicionado por sus instintos, puede vivir en hábitats radicalmente diferentes que es capaz de transformar para que sea el medio el que se adapte a él en vez de tenerse que adaptar él al medio, etc. Por supuesto, esa libertad y esa capacidad de transformar el medio tiene aspectos negativos que las pueden hacer peligrosas. Adquiere, por tanto, una responsabilidad de la que carece cualquier otro ser. Nadie puede acusar de perverso a un león que mata a otro león por el dominio de un territorio. Es un comportamiento grabado en sus genes. No es responsable de ello.

El hombre, en cambio, sí es responsable de robar a su prójimo, de asesinarle o de desencadenar una guerra. O, en sentido positivo, de cuidarle y ayudarle a vivir mejor o de procurar la justicia y 54

La ciencia nada puede decir –ni afirmar ni negar– sobre el alma, puesto que únicamente puede hablar con seguridad de lo que se puede tocar, medir o pesar.

Pero sí ha descubierto empíricamente que algo muy misterioso pasó en un momento dado, hace 40.000 años

la paz. Por eso necesita que su inteligencia guíe ese comportamiento libre según unos principios éticos. Principios éticos que deberían llevarle al bien común. Principios éticos que pueden ser descubiertos por su inteligencia para conseguir ese objetivo del bien común.

El concilio Vaticano II definió el bien común como “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”. Ese es el sentido de la ley natural y tenemos la responsabilidad de encontrar esa ley con nuestra inteligencia. Pero el mismo Dios que nos la dio, nos ayuda en esa ardua labor a través de su revelación.bn

echando las redes

LA PARROQUIA, Iglesia en vanguardia

Me contaban unos amigos que estuvieron un fin de semana visitando pueblos perdidos de la geografía de la Diócesis, y se llevaron la gran sorpresa al encontrar en estos rincones tan olvidados del resto de la sociedad la presencia de la Iglesia. Es verdad que estos lugares no siempre pueden disfrutar la presencia diaria del sacerdote, pero la Iglesia se preocupa de que no falte el pastor para aquellas almas que también son Iglesia. Y este hecho comprobado in situ por estos amigos les hizo pensar que en verdad la Iglesia es Madre.

Allí donde casi no va nadie, está la Iglesia ofreciendo lo mejor que tiene, a Jesús presente en la Palabra y en la Eucaristía.

Juan García Inza Doctor en Derecho Canónico | Juez Diocesano del Obispado de Cartagena-Murcia

Me consta el celo de muchos sacerdotes jóvenes que recorren con sus vehículos los caminos perdidos de nuestra geografía, buscando a las almas que le necesitan. Es verdad que muchos se lamentan de las exiguas comunidades rurales, y les puede provocar cierta desesperanza, pero ahí están. Y Dios en el centro de cada porción del Pueblo de Dios, por pequeña que sea.

La Parroquia es la Iglesia en vanguardia, y quiero hablar un poco de ello. Yo he estado hasta ahora en siete parroquias. Todas urbanas. Cada una distinta. Pero todas tienen en común la necesidad de ser atendidas. Serán más o menos practicantes, pero quieren al sacerdote a su lado. Sabemos el problema serio que le han plateado al Obispo pueblos amenazados de quedarse sin sacerdote por falta de clero.

Y siempre han intentado salvar, por lo menos, la Misa de los días festivos, el entierro de sus muertos, la comunión de sus niños, las fiestas del patrón y de la Virgen. Ahí está la Iglesia con sus parroquias, donde muchos no están, donde posiblemente falten escuelas o dispensarios dignos, donde el futuro se difumina con el

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recuerdo del pasado, pero la iglesia parroquial es nuestro orgullo de pueblo, y en ella depositamos el verdadero porvenir, la Vida Eterna.

Las parroquias hoy Según el Derecho Canónico la parroquia “es una determinada comunidad de fieles, constituida de modo estable en la Iglesia particular, para cuya pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco -y vicarios- como sus pastores propios”.

Observamos que no se habla solo de un territorio delimitado, sino de una comunidad constituida, como bien señala Raúl Berzosa en su artículo sobre la parroquia, publicado en el “Diccionario de pastoral y evangelización” (Ed. Monte Carmelo). De él tomaremos algunas ideas de interés: La parroquia está centrada, no en el sacerdote sino en el Pueblo de Dios, siendo una porción del mismo, y del que tiene que ser fiel. En la parroquia se ha de vivir la fe con autenticidad, celebrar dignamente el culto divino, y tratar de

El bautismo nos incorpora a esa comunidad viva, en donde hemos de crecer alimentando nuestra fe con la Palabra y los sacramentos

vivir el compromiso evangélico. El bautismo nos incorpora a esa comunidad viva, en donde hemos de crecer alimentando nuestra fe con la Palabra y los sacramentos.

En una parroquia no tiene por qué darse una uniformidad de carismas. Dios nos hace distintos, y a cada cual, a cada grupo, lo adorna con sus dones para el servicio de todo el pueblo.

Se habla, y Berzosa lo anota acertadamente, de que la parroquia ha de ser una comunidad de comunidades. Todos caben, con la única condición de que intenten vivir fielmente el Evangelio en la Iglesia, Familia de los hijos de Dios. Se ha de evitar, por tanto, la parroquia monolítica, en la que solo cabe un carisma que domina al resto en lugar de vivir la fraternidad.

En una familia de sangre todos somos distintos, pero todos debemos querernos y ayudarnos.

La aparroquia ha de intentar vivir localmente la misión que Jesucristo ha encomendado a toda la Iglesia: proclamar el Evangelio, celebrar el culto a Dios, y vivir la caridad. Una parroquia tal y como Dios quiere debe vivir la comunión en el amor. Y, por tanto, ha de evitar rotundamente convertirse en un patio de monipodio

echando las redes

donde el Evangelio brille por su ausencia, y predomine el afán de poder y sobresalir.

La parroquia hoy debe contar con unas características adecuadas a los nuevos tiempos, que no han de ser ni más ni menos que la fidelidad a los principios fundacionales, cuyas raíces se hunden en el Evangelio. Todos tenemos experiencia de ambientes más de sacristía que de casa de Dios. Se ha confundido frecuentemente parroquia con templo e instalaciones. Como si la calle, los hogares, los lugares de trabajo no fueran parroquia. Y con una mentalidad un tanto “clericalona” se ha jugado más en el terreno del cura y el sacristán que en el propio de un laico, que es el mundo.

La parroquia está centrada, no en el sacerdote sino en el Pueblo de Dios, siendo una porción del mismo, y del que tiene que ser fiel La Parroquia, Iglesia en vanguardia

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echando las redes

La esencia de la parroquia Berzosa resume acertadamente la esencia y las notas de la parroquia, citando a J.L. Larrabe, con una exposición que aquí esquematizamos: -La parroquia es sacramento de Cristo.

-La parroquia es servidora de la Palabra.

-Se edifica y sustenta sobre el cimiento de los sacramentos.

-La parroquia es testimonial y misionera, siendo levadura, luz y sal.

-Todos somos responsables de la parroquia, que no son las piedras, sino las almas.

-Ha de estar abierta y sin fronteras. Hay que recordar las insistentes palabras del Papa Francisco sobre la apertura al mundo de la Iglesia y cada una de sus comunidades.

-La parroquia viviendo la comunión de los santos, y en unión con la Virgen María, hace presente a Jesús hasta que vuelva.

-Ha de ser comunidad de comunidades. Con un solo corazón y una sola alma.

-Comunidad eucarística. Allí donde no se vive la fe y el amor a la Eucaristía no puede haber comunidad cristiana. Sería, como afirma el Papa Francisco, una organización social, una ONG del espíritu.

-Se ha de vivir una profunda alegría, una experiencia gozosa de Dios.

Lo que está llamada a ser Si nos preguntamos sobre lo que tiene que ser y hacer la parroquia, respondemos con los autores citados: que la parroquia sea de verdad lo que está llamada a ser, con sus limitaciones. ¿Cuáles son estas limitaciones? Las siguientes: -No es toda la Iglesia particular, en ella y más allá se sitúan otras realidades eclesiales, como los movimientos laicales, las prelaturas, los Institutos de vida consagrada, etc.

-La parroquia no tiene todos los carismas, hay más Iglesia fuera de los límites geográficos de la misma, incluso dentro de esos límites.

-La parroquia no se basta a sí misma para sacar adelante la entera misión de la Iglesia. Necesita otros organismos e instancias que aporten la ayuda necesaria para determinados objetivos más específicos o técnicos.

-Pero siempre ha de tener presente en su organigrama las cuatro dimensiones de la Iglesia: la Koinonía (comunión), la Litúrgica (celebración), Kerigmática (de primer anuncio y catequesis), Diakonía (compromiso y misión).

Nos puede parecer un horizonte complicado, que supera nuestras posibilidades reales. Pero todo ello se puede sintetizar en aquellas palabras de Jesús: “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. Berzosa nos ofrece un decálogo que nos puede ser útil: - Parroquia diocesana, no un feudo.

-Comunidad de seguidores de Jesús.

-La parroquia ha de ser misionera, que va al encuentro del hombre para testimoniar y proponer la fe que tenemos, respetando la libertad de cada uno.

-Conversión permanente.

-Ha de ser un luminoso ejemplo de corresponsabilidad. Preocupada por el crecimiento espiritual de todos los fieles.

-Pastoral de misión.

La parroquia es testimonial y misionera, siendo levadura, luz y sal

-Confianza en el Espíritu.

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-Comunidad de comunidades.

-Corresponsabilidad de todos.

-Apertura a lo social.

-Corresponsabilidad comunitaria.

-Comunidad de Bienaventuranzas.

echando las redes

La Parroquia y la nueva evangelización Se viene hablando hace tiempo de la necesidad de una nueva evangelización para el hombre nuevo del siglo XXI. La Evangelización, desde su inicio en el primer siglo de la Iglesia, siempre ha tenido el mismo fin: anunciar a Jesucristo, proponer el camino del Evangelio, suscitar en las personas el deseo de vivir el amor a Dios y al prójimo. No ha cambiado el fin y el contenido. Lo que puede haber cambiado es el método, el lenguaje, el talante del evangelizador. Y este es un reto para la Parroquia hoy.

En el año 1988 se celebró en Madrid el Congreso “Parroquia evangelizadora”. En él se dieron cita expertos en las distintas disciplinas de la Teología y el Derecho Canónico. Aportaron los ponentes un mosaico de doctrina e iniciativas que no conviene olvidar. Hay que desempolvar los criterios de valor permanente para no perder el tiempo en “inventar” lo que ya está inventado.

La primera ponencia se preguntaba: “¿Evangelizan nuestras parroquias? Intervinieron varios expertos que ofrecieron un análisis exhaustivo de la situación entonces. Las conclusiones siguen siendo válidas. Anotamos algunas: -Nuestras parroquias no serán evangelizadoras de verdad si no son evangélicas en sus pautas de pensar y de actuar. Solamente hay evangelización donde hay evangelio vivido. La parroquia será evangelizadora si se presenta ante el mundo con el mismo “carnet de identidad de Jesús”, que “pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos, porque Dios estaba con Él” (Hch. 10,38).

-No se trata de hacer ruido, sino de pensar con realismo. Partir desde donde estamos. Tener en cuenta nuestras posibilidades reales, pero siempre abiertos al espíritu. Afirman los ponentes que nos falta dinamismo evangelizador. La actividad parroquial se centra fundamentalmente en los practicantes, y se prescinde de los alejados. Estamos muy ocupados (sacer-

dotes y laicos) en las actividades interiores y nos olvidamos de las periferias. La Parroquia se convierte muy a menudo en una “estación de servicios”, en un dispensario que espera al herido sin ir a buscarlo. Es demasiado real hoy día la parábola del “Buen samaritano”. Evitamos al herido en lugar de acercarnos para atenderlo. La Parroquia hoy necesita muchos samaritanos, porque hay mucha gente tendida al borde del camino.

-Fuera de lo que podamos llamar vida parroquial hay toda una multitud que vive su vida al margen de la fe, y nos debe preocupar sin perder la esperanza. Muchos sacerdotes y agentes de pastoral viven con preocupación el problema, y corren el peligro de rendirse.

Hay que llevar el problema a la oración, y pensar que Jesucristo y los Apóstoles no hicieron planes sofisticados para anunciar el Evangelio, simplemente lo anunciaron con sus vidas y su doctrina.

-La increencia es un reto. Todos estamos en tierra de misión, y hay que vivir aquí y ahora lo que los misioneros llevan viviendo siglos en tierra de paganos y barbaros. Una condición insustituible para la evangelización es vivir la comunión fraterna. Si no hay unidad interna no podemos ofrecerla a los demás. Por eso Jesucristo habló mucho de amor y unidad (Jn. 17,21). Como nos recuerda el Concilio Vaticano II la Iglesia peregrinante es misionera por naturaleza, puesto que procede la misión del Hijo y del Espíritu Santo. La fuente está en el amor de Dios Padre (Cfr. AG 2). Se trata de vivir la comunión de los santos.

La Parroquia es una célula viva de la Iglesia particular; en ella viven los cristianos la comunión de fe, de culto y de misión con la Iglesia diocesana y, a través de esta, con todo el cuerpo de las Iglesias (Cfr. Actas del Congreso “Parroquia Evangelizadora”, pg. 110). Pienso que está clara la idea. Podríamos darle muchas vueltas, pero llegaríamos a la misma conclusión. Cabría plantearse modos concretos de alcanzar el objetivo. Pero ahí están todas las aportaciones que ha habido en los últimos años. bn La Parroquia, Iglesia en vanguardia

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educación para la vida

Francisco José Ramiro García Bioética en la red Francisco José Ramiro García, Bioética en la red

La última semana de septiembre se ha cerrado con dos noticias que nos llegan desde Bélgica. Por una parte el Parlamento belga se prepara para la despenalización total del aborto, lo cual se acercaría a la consideración de la interrupción del embarazo como un derecho, y dificultaría la objeción de conciencia para el personal sanitario.

Por otra, los días 21 y 22 se ha celebrado una feria internacional –Men having babies- en la que los stands ofrecían diversas posibilidades para hacerse con un bebé a través de un “vientre de alquiler”.

La situación resulta paradójica: por una parte se consolida la posibilidad de matar al bebé en el seno materno. Por otra 60

se ofrece como producto valioso: entre 90.000 y 165.000 euros por criatura.

Pero hay mucha gente que no se da cuenta de esta paradoja: se ha perdido el sentido común. La perspectiva desde la que miran es que en un caso y en el otro unos individuos han conseguido lo que deseaban.

Se trata de una manifestación más de una cultura individualista en la que estamos sumergidos. En la cultura que hemos construido lo bueno –y en ese sentido lo ético- es la satisfacción de los deseos del individuo adulto que se haya en plena posesión de sus facultades. Otros aspectos de la realidad importan mucho menos.

educación para la vida

Estamos perdiendo la capacidad de valorar al menor, al que no puede comunicarse, al débil, al incapaz, al que no puede defenderse de las decisiones de los demás sobre él.

Separación de sexo y concepción. Por otra parte, esta es la perspectiva que interesa a los que promueven una economía de mercado duro. La creencia de que el sentido de la existencia es la consecución de satisfacciones rápidas, hace necesario el consumo de bienes que producen gozos que al ser fugaces exigen una multiplicación de ofertas, y posibilitan un crecimiento del mercado.

Si el mercado no puede crecer por el número de consumidores que cada vez es menor, hagamos que crezca por el mayor consumo de cada consumidor.

En el ámbito de la vida y la familia, numerosos autores están de acuerdo en fijar el momento de cambio de perspectiva en la difusión de la píldora anticonceptiva. La cuestión no está en que se trate de un fármaco o que sea algo artificial, sino en que permite separar el sexo de la concepción. A mitad de los años 60, en los que se difundía la revolución sexual que promueve la multiplicación de relaciones sexuales como forma de liberación, y cuando el aborto todavía era muy raro, la píldora apareció como el medio técnico que iba a permitir que esa revolución se llevase a cabo sin quedar sujetos por los posibles hijos fruto de esas relaciones.

No importa que los hijos no procedan de alguno de los padres o de ninguno. Tampoco importa que estas técnicas supongan un gran número de destrucciones de seres humanos en sus primeros momentos de desarrollo. Cuando el motivo principal de tener un niño es el deseo de otra persona este se convierte en la razón principal Es en ese momento cuando no sólo cambian los modos de vivir la sexualidad, sino también la forma de mirar al hijo. Hasta ese momento se le reconocía como un don que se recibía, y que aunque pudiese no ser deseado se aceptaba como algo valioso en si mismo.

Movidos por el deseo. Ahora, tras la difusión de la píldora, el hijo pasará a ser algo que se desea o no. Por ello que se tiene o no según ese deseo, sin más razones para que exista que llenar ese deseo de otras personas constituidas en matrimonio, pareja o individuo.

Toda vida es don, no satisfacción de deseo

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educación para la vida Pasará de ser recibido como don, a ser conseguido como objeto para llenar un deseo. Este cambio de visión permite entender lo que va a ocurrir con el bebé en sus primeros momentos de existencia.

En primer lugar se puede comprender que se difunda la aceptación del aborto. Si lo más importante es que los individuos consigamos lo que deseamos, y el embarazo no es deseado, no hay dificultad para interrumpirlo. Esta misma forma de hablar -interrupción voluntaria del embarazo- manifiesta lo que hay de fondo: el bebé no es considerado, porque al no ser deseado, es como si no existiera. Sorprendentemente a pesar de la masiva distribución de anticonceptivos el aborto no sólo no ha desaparecido, sino que con frecuencia ha aumentado su número. ¿Qué ocurre cuándo la pareja no puede tener hijos? Para esto se han desarrollado las técnicas de reproducción asistida. No importa que los hijos no procedan de alguno de los padres o de ninguno. Tampoco importa que estas técnicas supongan un gran número de destrucciones de seres humanos en sus primeros momentos de desarrollo.

Cuando el motivo principal de tener un niño es el deseo de otra persona este se convierte en la razón principal que hace no atender a las demás consecuencias del uso de estas técnicas.

Por último, ¿qué ocurre cuando no tenemos un seno materno porque se trata de hombres, o de mujeres incapaces?

Se acude a la maternidad subrogada, conocida como “vientres de alquiler”.

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Va a ser necesario promover la visión del ser humano como algo valioso en si mismo, que se nos ofrece como don que debe ser recibido en un ámbito familiar.

Sólo así podremos superar la visión individualista atenta sólo a satisfacer los deseos propios para mirar a los demás como regalos que se nos dan y que al mismo tiempo nos comprometen Son otras mujeres quienes quedan embarazadas y a quienes se les coge su hijo cuando nace para dárselo a los que lo han deseado, y normalmente pagado por ello. Tampoco en este caso importa el vínculo biológico y psicológico entre la madre y su hijo, ni las pérdidas de embriones por las técnicas que se utilizan. Todo se querría justificar por el deseo de los “padres de deseo”.

Hasta hace poco tiempo cualquier vida humana, toda vida humana, era considerada un don inefable e inviolable. La reducción a objeto de satisfacción de un deseo no sólo no es manifestación

educación para la vida

de avance social sino que ha supuesto un retroceso en la humanidad. Sin duda será superado este planteamiento. Para ello va a ser necesario promover la visión del ser humano como algo valioso en si mismo, que se nos ofrece como don que debe ser recibido en un ámbito familiar.

Sólo así podremos superar la visión individualista atenta sólo a satisfacer los deseos propios para mirar a los demás como regalos que se nos dan y que al mismo tiempo nos comprometen. De esta forma el ser humano, especialmente cuando es más débil, volverá a ser el centro de atención y cuidados de toda la sociedad. bn

Tampoco en este caso importa el vínculo biológico y psicológico entre la madre y su hijo, ni las pérdidas de embriones por las técnicas que se utilizan. Todo se querría justificar por el deseo de los “padres de deseo” Toda vida es don, no satisfacción de deseo

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educación para la vida

Juan Martínez Otero Autor de: Tsunami Digital, Hijos Surferos

La protesta ante la omnipresencia de las pantallas en la vida de nuestros hijos es bastante común, sobre todo en relación con la completa colonización de su tiempo de ocio.

En efecto, cada día es más frecuente que la mayoría del tiempo libre –ya sean dos horas, ya sean dos minutos- se dedique a mirar atentamente una pantalla: WhatsApp, Fortnite, Instagram, YouTube, diarios digitales… las alternativas son casi infinitas. Hace poco, en el colmo de esta tendencia, escuché al hijo de un amigo mío decirle a su padre: “papá, quiero desapuntarme del fútbol. Prefiero jugar al Fortnite”.

No hace falta ser Einstein ni Bill Gates para explicar este fenómeno: las aplicaciones digitales son desarrolladas por genios del diseño, ingenieros de la atención y expertos en neuromarketing, que conocen mejor que nadie cómo hacer un producto irresistible. Y muy adictivo.

Como van demostrando diferentes estudios científicos, esta permanente exposición a las pantallas y a sus estímulos tiene efectos innegablemente nocivos: dificultad para conciliar el sueño; incapacidad para concentrarse en una única tarea; disminución del rendimiento escolar; mengua en la capacidad de empatía; dependencia, adicción, estrés. ¿Qué hacer para combatir esta permanente colonización y “desenganchar” a los hijos del móvil y de las pantallas?

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A mi modo de ver, la única solución es mostrarles que hay aficiones y ocupaciones muchísimo más interesantes que mirar durante horas una pantalla. No se trata pues de prohibir, restringir y limitar el uso, sino de pasar a la acción y ofrecer alternativas. Y para ello, más que poner cara seria y dar discursitos, lo que hay que hacer es dar ejemplo. Si lo piensas despacio, esto es una magnífica noticia para ti. ¿Cómo puedes desenganchar a tu hijo de Internet? Pasándotelo bien. Búscate una buena afición, algo que te guste o que siempre te haya apetecido hacer. Cómprate la caña de pescar de tus sueños, la bicicleta de carretera por la que suspirabas cuando pesabas veinte kilos menos.

educación para la vida

Apúntate por fin a la academia de baile, a la peña gastronómica, a las clases de saxofón. Cocina otra vez aquellas magníficas crepes que te enseñó a hacer tu abuela. Saca del altillo el saco de dormir y planifica una acampada familiar. Vuélvete un poco loco, un poco niño. Ten proyectos. Prepara la maratón. Y disfruta de esas aficiones “redescubiertas” con tu familia y tus amigos.

Tras el primer entusiasmo, quizá detectes que la fórmula del “pásatelo bien” no es tan sencilla como parece. Cuando te propongas hacerlo, descubrirás que para tener aficiones hay que liberar tiempo, tiempo que seguramente ahora dedicas -¡vaya, qué curioso!- a mandar mails, leer la prensa digital o ver tertulias en la televisión. A lo mejor tu hijo o hija no es el único enganchado a las pantallas.

No pasa nada: resiste en tu propósito de pasarlo bien. De pasarlo todavía mejor. Y conquista tu propia afición. (Aquí nadie regala nada, qué esperabas…)

Esta terapia del ejemplo, de disfrutar tú con aficiones offline, no es ningún descubrimiento. El mejor predicador, lo sabe todo el mundo, es Fray Ejemplo. Los educadores enseñan en primer lugar por cómo son; luego por lo que hacen; y, muy en último lugar, por lo que dicen.

Así que para educar en la desconexión digital hemos de dar ejemplo, ir por delante. Así ha sido siempre: los niños lectores son aquellos que han leído con sus padres, y que han visto a sus padres leer; los niños que disfrutan yendo al fútbol son aquellos que lo han hecho con su abuelo; y quienes saborean las fallas, los sanfermines o las procesiones de Semana Santa son los que han participado desde pequeños con sus familias en dichas fiestas.

No estamos descubriendo la pólvora. ¿Nos preocupa que los niños estén demasiado volcados con las pantallas? Decidámonos a disfrutar de miles de aficiones geniales que pueden descubrirse lejos de la pantalla. E intentemos hacerlo con nuestros hijos, si se dejan y mientras se dejen.

Monopoli, excursiones, mus, cocinar, jugar a las siete y media o a la brisca, ir al fútbol, hacer deporte, senderismo, recoger la cocina, entrena al perro para que dé la pata o baile reguetón, leer, montar en bicicleta, bailar, cantar, pescar, bucear, tocar el piano, coger setas, hacer puzles. La lista es interminable.

Si nos convertimos en unos locos o frikis de un hobby; si nos brillan los ojos sólo de pensar en esa afición; si desarrollamos pasiones y las compartimos en casa… nuestros hijos seguirán nuestro ejemplo. Desarrollaremos talentos, compartiremos risas y frustraciones, estaremos más tiempo juntos. Casi sin darnos cuenta, habremos comenzado la desintoxicación digital. Visto así, la obsesión por las pantallas es también una oportunidad de oro, la excusa perfecta para volver a divertirnos. La alternativa –seguir protestando contra el fortnite y lamiéndonos las heridas-, es irresponsable, ineficaz y, peor todavía, mortalmente aburrido. bn

Educar en internet

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nueva estética

Francisco J. Palenzuela Señor, dame para descansar una casa tranquila. Mi cerebro ha trabajado mucho; mis nervios están agotados, deshechos; no tengo ya, Señor, ilusiones de nada. En las ciudades que visito, en el campo, no me interesan ya ni los monumentos ni los paisajes; siento un terror profundo, íntimo ante los hombres que me rodean. He recibido mucho daño en la vida; he gustado el amargor de la envidia; he soportado la necedad del elogio exagerado, inconsecuente; he visto cómo los más sutiles matices de mis versos eran desconocidos y cómo las cosas más toscas, más llamativas, eran aplaudidas. Señor, tengo un profundo cansancio en mi espíritu. No deseo ya conocer a nadie; no quiero estrechar nuevas manos; cuando por acaso en el trato social me encuentro con alguien a quien he de sonreír, apenas sí en mis labios puede aparecer una sonrisa triste.

Señor, todo me parece ya locura, vanidad. Como vemos en nuestra juventud las apariencias de las cosas; como entonces atisbamos sólo el brillo y el calor de las acciones humanas, ahora veo lo de dentro, ahora advierto cómo todos somos locos en este mundo, de qué manera las cosas que perseguimos son tan falaces, tan deleznables, y qué clase y número de desatinos, enormidades y ridiculeces hacemos por ellas. Señor, ¿qué es la gloria? Señor, ¿para qué quiere escribir este pobre poeta sus versos? ¿Para qué estampar todos los días su nombre en esta hoja ese pobre periodista? Y ese político, ¿para qué arenga a las masas?

Dame, Señor, una casa tranquila en el campo. Yo quisiera tener en ella unos pocos árboles verdes; si esa casa da al mar, yo comprenderé mejor a cada momento la inmensidad de lo infinito. Yo quiero tener también en esa casa un buen perro que se ponga a mi lado y que me mire silencioso con sus ojos de amor. Yo quiero ver todas las mañanas cómo las puntas lejanas de las montañas se ponen de color rosa; yo quiero ver por las noches las luces misteriosas de las estrellas. Y ahí, Señor, deseo pasar el resto de mis días, olvidado de todos, oscurecido, sin que nadie me nombre, sin que nadie me escriba.

Señor, dame un momento de reposo; tengo en mi espíritu un profundo cansancio.

Azorín, artículo en “Blanco y Negro” (1907). Tomado de Maestro Azorín, de Alejandro Fernández Pombo; Ed. Doncel, Madrid, 1973 (pp. 64 y 65).

Este poeta inventado por Azorín, trasunto, como los protagonistas de tantos otros textos suyos, del propio escritor, dirige a Dios su plegaria para pedirle una casa. Es un hombre cansado, desengañado, herido (“he recibido mucho 66

daño en la vida”); todo su anhelo es poder retirarse a esa casa, ponerse a salvo en ella de un mundo que lo ha dejado tan maltrecho y que ya no ejerce sobre él ningún poder de seducción. Esta plegaria incluye una breve descripción de

nueva estética esa casa con la que sueña como refugio: quiere tener árboles verdes (el verde es, por excelencia, el color asociado a ese reposo aquí implorado y que ya evocaba el salmista: “en verdes praderas me hace recostar”, Sal. 23), un perro que le dé amor y ventanas que le permitan ver las montañas, las estrellas y, a ser posible, el mar.

Y ¿por qué quiere ver las montañas, las estrellas y el mar desde su casa el poeta? Un gran estudioso de la imagen literaria, Gaston Bachelard, tras dedicar un número considerable de páginas a explicar el “arquetipo de la casa”, espacio de refugio y de protección fundamental donde “se reúnen todas las seducciones de la vida replegada”, parece esclarecer este punto en las siguientes líneas:

“La ventana en la casa de campo es un ojo abierto, una mirada sobre la llanura, sobre el cielo lejano, sobre el mundo exterior (...). No se podría dar demasiado valor a esas ensoñaciones enmarcadas, a esas ensoñaciones centradas en las que la contemplación es la vista de un contemplador oculto. Si el espectáculo tiene cierta grandeza, entonces parece que el soñador viviera una especie de dialéctica de la inmensidad y de la intimidad (...). El ser encuentra alternadamente la expansión y la seguridad” (La tierra y las ensoñaciones del reposo, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 2006; p. 134).

Este movimiento dialéctico entre la inmensidad y la intimidad que hacen posible las ventanas de una casa de campo da pleno sentido a la oración de nuestro poeta.

Dame, Señor, una casa tranquila en el campo. Yo quisiera tener en ella unos pocos árboles verdes; si esa casa da al mar, yo comprenderé mejor a cada momento la inmensidad de lo infinito. Yo quiero tener también en esa casa un buen perro que se ponga a mi lado y que me mire silencioso con sus ojos de amor.

La oración del poeta

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nueva estética Un sentido que es, como se pone aquí de manifiesto, claramente religioso: el yo quiere desvincularse del mundo, ser “olvidado de todos, oscurecido”; pero ese mundo al que renuncia es el mundo social, el de los demás hombres, que le inspiran ya un “terror profundo, íntimo”. No es el universo natural; éste, por el contrario, quiere poder contemplarlo para comprender “mejor a cada momento la inmensidad de lo infinito”, es decir, para “religarse” a él, acercándose más a su Creador, a ese Dios a quien dirige sus palabras.

Una casa en el campo con ventanas que den al mar: he ahí el ideal imaginario del contemplativo Azorín. No quiere ser como los ermitaños de tiempos antiguos, que vivían en el desierto a la intemperie; necesita la casa, ese espacio privado que lo ponga a salvo dentro

de sus muros y facilite el recogimiento meditativo que ansía. Pero necesita también poder mirar al infinito, sentir que ese yo que se ha refugiado allí en busca de protección y cura para sus heridas no está solo, sino que forma parte de algo más grande; de algo que nuestra mirada no puede abarcar en su totalidad, pero que tiene su último fundamento en el amor. Amor es, también, lo que aún aspira a poder encontrar en la única compañía que solicita: la de un perro, ya que el ambiente enrarecido de la vida en la ciudad no le ha permitido encontrarlo en sus semejantes. Y, si Bachelard nos dice que “una ventana es un ojo abierto”, los ojos amorosos de ese perro serían a su vez a modo de ventanas que pondrían en comunicación a ese poeta replegado en su intimidad con el mundo interior de otro ser

Señor, todo me parece ya locura, vanidad. Como vemos en nuestra juventud las apariencias de las cosas; como entonces atisbamos sólo el brillo y el calor de las acciones humanas, ahora veo lo de dentro 68

nueva estética vivo; una presencia muy necesaria para que la soledad no llegue a convertirse, del ideal de vida que nos presenta esta fantasía, en una tortura psicológica. Sabia decisión, la de pedir la compañía de ese buen perro: el ser humano (quizá sería mejor decir los seres vivientes en general) necesita nutrirse de amor tanto como de alimentos materiales, y no es seguro que nuestro poeta retirado, ermitaño novicio, cuente con el suficiente adiestramiento en la vida interior como para encontrar esa fuente de amor en la contemplación de las estrellas.

En efecto, este ideal de vida bucólica y extremadamente solitaria no puede considerarse sino como una fantasía, una ensoñación puramente literaria

de Azorín, puesto que su biografía nos demuestra que prefirió vivir en una gran ciudad a retirarse a uno de esos pequeños pueblos que tan frecuentemente aparecen en su obra. Quizá encontremos mejor reflejado su auténtico ideal en estas otras palabras, escritas muchos años después de “La oración del poeta”: “la soledad para mí es indispensable; pero necesito que, cuando quiera salir de ella, pueda salir pronto” (Memorias inmemoriales, Ed. Magisterio Español, Madrid, 1967; p. 83.). Se trata, en definitiva, de la “alternancia entre expansión y seguridad” de que nos habla Bachelard. bn

La oración del poeta

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fuerza en la mirada

Una vez, un famoso profesor llegó al aula, y les presentó a sus alumnos un billete de mucho valor, preguntando: “¿Alguien quiere este billete?”. Todos los alumnos alzaron la mano. El profesor adoptó un aire misterioso, tiró el billete al suelo y lo pisoteó tres veces. Luego dijo: “El billete ha quedado maltratado, pero si alguien lo sigue queriendo, que levante la mano. Se armó un revuelo. ¿A quién le importaba que estuviera maltratado? ¡Todos seguían queriendo aquel billete! Luego el profesor lo dobló y escupió sobre él, luego lo hizo bolita.

Quien en tales condiciones siga queriendo este billete no tiene más que decírmelo y se lo daré. Todos volvieron de nuevo a levantar la mano.

“Bien, dijo el orador, ahora ya están en mejores condiciones para saber qué es la dignidad humana. Cuando el billete estaba limpio y liso, todos lo querían pues valía lo que decía. Cuando lo pisoteé, seguía valiendo lo mismo, cuando lo maltraté, lo mismo. Pues así sucede con los seres humanos: pueden ser pisoteados, humillados, escupidos y maltratados. Hagan lo que le hagan nunca perderá su dignidad ni su valor. Pase lo que pase ante Dios siempre seremos valiosos e importantes: infinitamente más valiosos que este billete”.

Martha Morales

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fuerza en la mirada

Pase lo que pase, ante Dios siempre seremos valiosos e importantes

Mujer, tĂş vales mucho

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fuerza en la mirada Juan José Priego narra otra historia muy antigua: Un hombre se quejaba y gemía ante un amigo: - No he sido bueno, no soy trigo limpio. Tengo pecados que no sé si Dios querrá perdonarme.

El amigo le hizo una pregunta: - Si tu túnica se rasgara, ¿la desecharías?

- ¡No! Esta es la única túnica que tengo. Si se rasgara la remendaría y volvería a usarla.

- Si tú cuidas así tus vestidos, que no son más que paño, ¿crees que Dios no va a tener misericordia de uno que ha sido creado a su imagen y semejanza?

El primero sonrió lleno de gozo. Ahora sabía cuál era el valor de la vida humana, y con esta certeza, reemprendió su camino. Estas dos historias son relatos bellos y profundos que nos muestran una realidad: El ser humano puede estar sucio, puede tener el corazón roto, puede haber pecado obstinadamente, pero no por eso vale menos a los ojos de Dios. Dios espera nuestro arrepentimiento como el padre del hijo pródigo, Él espera pacientemente, para darnos un abrazo muy grande, lleno de amor. Y digo todo esto porque me consta que hay mujeres que pueden sentir que valen menos porque ya se entregaron completamente a su novio. Sin embargo, se puede luchar por una segunda virginidad, una virginidad renovada: “De aquí en adelante ya no tendré relaciones sexuales hasta que me case”, es un buen modo de empezar, a esto yo añadiría el pudor en el vestir, la modestia. ¿Por qué es importante el pudor? Pues porque la sexualidad es algo especialmente íntimo. En tanto que el amor y la sexualidad van unidos, lo sexual es profundamente íntimo y objeto de ese pudor especial. Lo que voy a decir a continuación podría parecer una afirmación inocente, pero no lo

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Los seres humanos, pueden ser pisoteados, humillados, escupidos y maltratados. Hagan lo que le hagan nunca perderá su dignidad ni su valor es tanto, pues contiene muchos elementos implícitos que pueden ser resumidos en esta idea intuitiva: el varón y la mujer se relacionan sexualmente entre sí a través del amor y la donación mutua, y no apareándose.

Dicho esto, el pudor es la regla que preside la manifestación propia o impropia de la interioridad. En cierto sentido cabe afirmar sin dificultad que es una virtud. El impúdico suele no tener vergüenza, pues no conoce el límite entre lo decente y lo indecente, entre lo que es oportuno y conveniente mostrar y lo que no.

Para entendernos: lo indecente es intolerable, e incluso ofensivo.

La pérdida del sentido de la decencia, la incapacidad de percibir el límite de lo vergonzoso como algo que protege los valores comunes de nuestra sociedad, y que por eso debe ser a su vez protegido, no puede responder más que a una debilitación de la interioridad, a una pérdida del valor de lo íntimo, y por tanto, a un aumento de lo superficial, de lo exterior. Estrictamente, la pérdida de pudor entraría dentro del campo de la pobreza interior, y por tanto, habría que hablar también de aburrimiento. Quien no siente necesidad de ser pudoroso carece de intimidad, y así vive en la superficie y para la superficie, esperando

fuerza en la mirada

a los demás en la epidermis, sin posibilidad de descender hacia sí mismo. Los frívolos no necesitan del pudor porque no tienen nada que reservarse. Por eso son tan chismosos; hablan mucho, pero no dicen nada. Viven hacia fuera. Están desnudos.

La regla que enseña a ocultar y desocultar lo íntimo embellece a la persona, porque la hace dueña de sí, la muestra a los demás reservada para ella misma, orientada hacia su “interior”, y por tanto digna. El pudor manifestado en las actitudes, forma de vestir, y palabras permite vislumbrar lo que aún queda oculto y silenciado: la persona misma. La persona que tiene pudor no se ofrece toda entera, sino que invita a un después donde acontece un desvelamiento, donde puede darse un diálogo de miradas y palabras que abran una intimidad compartida. En tanto somos personas con interioridad el pudor regula necesariamente nuestras relaciones.

La regla que enseña a ocultar y desocultar lo íntimo embellece a la persona, porque la hace dueña de sí, la muestra a los demás reservada para ella misma, orientada hacia su “interior”, y por tanto digna Cuando las palabras se agotan para manifestar el amor, sale espontáneamente el beso, pero éste se reserva –o se debe reservarpara una persona en exclusiva. Algunos adolescentes salen a besarse sin siquiera conocer a la persona con la que se besan, sin pensar que ese otro/a querrá más, aunque sin valorar aquello que se le da.bn Mujer, tú vales mucho

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fuerza en la mirada

uilibr q e y s a ist ser real e d d a Necesid

ados

Alfonso López Quintás Filósofo | Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas Nuestra actitud en el estudio de las cuestiones sexuales no debe ser ni medrosa, apegada a lo antiguo por pereza o rutina, ni revolucionaria y lanzada hacia adelante para hacerse pasar por progresista. Ha de ser sencillamente realista y equilibrada. Solo en el caso de que adoptemos todos esta actitud, podremos evitar las disputas inútiles. Las disputas interesadas sólo sirven para saciar el apetito de poder y prestigio, no para descubrir la verdad y ajustar a ella la conducta. Lo verdaderamente importante, por fecundo, es unir nuestras fuerzas para averiguar en qué consiste el auténtico bien de las personas y por qué vía ha de conseguirse.

vivida. Estas ideas son ofrecidas casi siempre de forma rápida, parcial, inconexa. Para las personas que no saben distinguir rápidamente la paja del grano, las ideas fecundas de las estériles, esta superabundancia de pensamientos se convierte en riada que inunda, no en manantial que da vida. Actualmente, los jóvenes reciben orientaciones de sus familiares, de sus maestros y sacerdotes, de los amigos, de los múltiples medios de comunicación, de los espectáculos. ¿Cómo pueden hacerse una idea clara de lo que es la vida y de la forma óptima de orientarla ante esta avalancha de indicaciones, criterios, sugerencias e ideas?

Esta voluntad colaboradora no se da con frecuencia. Parece, más bien, que se aspira a imponer los criterios individuales. Este pluralismo altanero e insolidario dificulta al máximo la formación de las gentes, sobre todo de niños y jóvenes. Hoy día se ofrecen a cada persona múltiples ideas acerca de lo que es la vida humana y el modo como ha de ser

Hay quien piensa que es imposible, pues el cúmulo de influencias que recibe un joven es tal que constituye una especie de alud ante el que no cabe sino dejarse llevar.

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Debemos superar esta actitud pesimista, que amengua la energía interior y provoca el desánimo. Es indudable que la fuerza de arrastre que tiene el ambiente es muy grande.

fuerza en la mi

En primer lugar, una persona en vías de formación dispone de pocos recursos para orientarse debidamente ante ideas muy distintas e, incluso, opuestas. Por otra parte, los influjos que recibe en la actualidad suelen decantarse en favor de una forma de pensar y conducirse que provoca fascinación y vértigo. El poder del vértigo para esclavizar es impresionante, pero no lo es menos la libertad interior que tenemos al disponer de claves de interpretación de lo que es la propia existencia y lo que debe llegar a ser. Cuando un joven posee una clave para interpretar algo, goza de gran claridad para discernir, entre las ideas que se le ofrecen, cuáles son fecundas para su vida y cuáles resultan perturbadoras.

Nada más urgente que ayudar a las personas a descubrir claves que les permitan advertir cuándo una oferta es válida y cuándo es espuria.

Facilitar tales pautas es la gran tarea de todo educador. Para poder realizarla se requiere mucha reflexión; pensar con todo rigor y dialogar, a fin de enriquecer el resultado de nuestro esfuerzo con el obtenido por los demás. A la verdad vamos en comunidad, no a solas. Si queremos descubrir la verdad, debemos colaborar. Pero la colaboración es imposible cuando prevalece en la sociedad el espíritu partidista.

Para las personas que no saben distinguir rápidamente la paja del grano, las ideas fecundas de las estériles, esta superabundancia de pensamientos se convierte en riada que inunda, no en manantial que da vida

Pautas para orientarse respecto al amor

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fuerza en la mirada Dar pautas en orden a formarse para el amor Al reflexionar, caemos rápidamente en la cuenta de que las claves de interpretación sólo se adquieren al hilo de un proceso formativo, no sólo informativo. De ahí la grave insuficiencia que muestran muchos intentos de informar que se hacen actualmente: abren un panorama a la acción de niños y jóvenes, pero no les ayudan a descubrir claves certeras para orientar lúcidamente su conducta en cada momento, de suerte que alcancen una cabal madurez como personas. Tal información, carente de la formación correlativa, lanza a niños y jóvenes a un aventurerismo muy peligroso, porque no los prepara para ser libres en la nueva etapa de la vida que se les invita a recorrer. Rudolf Affemann, hombre dotado de los amplios saberes que le facilitan sus cuatro doctorados —en Sociología, Psicología, Teología y Medicina—, nos advierte que una información sexual que no vaya acompañada de una formación para el amor es insuficiente, y puede resultar gravemente nociva.

«Una mera comunicación de conocimientos —escribe— es incapaz de dar una solución a las deformaciones ya existentes en el inconsciente del alumno, ni tampoco puede promover sus procesos inconscientes de maduración. La mera iniciación es incapaz de crear los presupuestos psíquicos que el

joven precisa para dar con su propia decisión responsable. Un curso sobre sexualidad, por sí solo, no puede ayudar al joven a constituirse en un ser capacitado para el amor, el matrimonio y la familia»1. «La información por sí sola –agrega– no aporta los fundamentos psíquicos necesarios para una actuación responsable»2.

Saber prever da luz y soberanía de espíritu Si, además de la necesaria información, se facilita a niños y jóvenes pautas para que descubran el sentido o el sinsentido de las acciones que lleven a cabo en su vida de relación, se les concede el gran privilegio de las personas formadas: saber prever.

Prever es poder; poder discernir entre lo conveniente y lo desfavorable, y orientarse debidamente, evitar errores funestos, escoger la vía justa de realización humana.

Tú adoptas una actitud en la vida, por ejemplo, la de ser egoísta, considerarte el centro del universo, ¿sabes prever a dónde te conducirá ese punto de partida? Si no eres capaz de ello, no estás formado, caminas a la deriva por la vida, no puedes actuar con la debida seguridad. Y, por supuesto, no podrás orientar a otros por el camino adecuado. No tiene, por tanto, sentido que aceptes puestos de responsabilidad en la vida social e intentes modelar la opinión pública mediante la

1Cf. La sexualidad en la vida de los jóvenes. Sal Terrae, Santander, 1979, pág. 265.

2Cf. O. cit., págs. 265-266.

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fuerza en la mirada expresión de tus opiniones. Las difundirás, pero no sabrás mostrar que están bien fundadas. No serás capaz de dialogar con quienes sostengan otras posiciones. Tus diálogos serán monólogos.

Lo contrario sucede si se sabe prever. Figúrate que dos amigos, Antonio y Juan, están departiendo sobre el valor de lo agradable.

Juan estima que todo lo que es agradable encierra un valor, y está justificado el procurárselo y apegarse a él. Antonio piensa que lo agradable es un valor, ciertamente, pero no el más alto. La amistad, por ejemplo, presenta una excelencia mayor. Y para conseguir un valor superior debemos renunciar con frecuencia a un valor inferior. Por eso conviene no apegarse al valor de lo agradable, ya que tal apego nos quita libertad para supeditarlo al logro de valores más nobles. Las posiciones de estos amigos son, como vemos, encontradas. ¿Podrán ponerse de acuerdo?

Sí podrán, con una condición: que no se queden en la superficie de los fenómenos y sepan prever, es decir, ver de antemano que prenderse en lo agradable fusiona al hombre con las sensaciones halagadoras, no le deja tomar distancia y adivinar lo que puede perder con ello.

y no puede acelerarse a voluntad. Lo hace porque estima que el halago sensorial implica un valor. Y tiene razón. Pero, lamentablemente, no prevé que, si se empasta con ese valor -se ciega con él y quiere conseguirlo a toda costa-, desajusta los ritmos de su vida personal. Al provocar ese des-ajuste, destruye en agraz un proceso de amistad que se mostraba prometedor.

¿Sabes prever a dónde te conducirá ese punto de partida?

Si no eres capaz de ello, no estás formado, caminas a la deriva por la vida, no puedes actuar con la debida seguridad

Pensemos en un joven que empieza a tratar a una joven porque le atrae. Tener relaciones sexuales con ella le resulta agradable, y, para concederse ese halago, fuerza el ritmo de la intimidad corpórea, sin tener todavía intimidad espiritual, que exige un ritmo lento de maduración

Pautas para orientarse respecto al amor

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fuerza en la mirada

VOLVER A LA PRIMERA NAVIDAD

¿Qué es Belén? Tierra pequeña, pobre y humilde ubicada solo a nueve kilómetros de Jerusalén. Son múltiples las ocasiones donde Dios se vale de lo pequeño, de lo más pequeño para sacar algo grande, muy grande Leonardo Benito Pama | Estudiante cubano

Origen de la Navidad

Cómo se vive hoy la Navidad

Fue allí, en Belén, donde ocurrió la primera navidad. Sin haber encontrado techo, comida y un lugar donde reclinar la cabeza, cayó la noche del 24 de diciembre del año 0, momento ideal para que Dios irrumpiera en la historia del hombre. En aquella cueva fría, se encontraban María y José, los primeros ojos que vieron la salvación. Dios no se lo pensó dos veces, no anduvo mirando si aquel lugar era digno o necesitaba alguna comodidad y para hacer la locura más aguda decidió nacer allí. Aquella noche no fueron los más ricos, ni las clases más altas los que le fueron a conocer, sus invitados eran esos, los más pobres. La gente de campo, de ovejas, de trabajos duros, por siempre sus elegidos. Entre un dulce silencio de profunda calma y calor de un nuevo hogar fue donde ocurrió la primera navidad.

Pero de esto ya han transcurrido más de dos mil años y muchas navidades.

Hoy ya no es Dios el que decide cómo y de qué manera será este año la navidad.

Son tiempos donde el centro de la noche no es el recién nacido, no es sentarse a contemplar el Belén de nuestras casas o rezar en familia delante del pesebre. Vivimos tiempos donde todo lo simplificamos a un árbol con un par de luces y una estrella, a Santa Claus, guirnaldas, alfombras y letreros con propaganda navideña. ¿Pero realmente qué ha pasado con la primera noche? Hoy la preocupación es otra, simplemente porque vivimos otros tiempos, dirían en la calle. Hoy nos llenan la mente ideas como estas: que queremos una casa más grande, que la que

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fuerza en la mirada

tenemos nos queda chica, que queremos más lujos y no nos complacen las comodidades, que tenemos que emigrar a otro país a buscar una mejora de vida y ahora simplemente queremos más. Aún no estamos conformes. Pero este año, después de más de dos mil años de aquella noche, queremos recordar que fue en una cueva entre estiércol y paja donde nació Él. Hoy el invitado es otro. Es aquel que me puede ayudar, el que tiene un poquito más, el que tiene mejor economía y al que todos admiran. Pero este año, después de más de dos mil años de aquella noche, recordemos que aquel día no había más testigos que simples pastores, gente de a pie. El mundo hoy no descansa de ruidos, hay tormentos por todas partes, guerras entre países, conflictos interiores, familias divididas, puentes rotos, enemistades, hay más ruido porque nos obligan a hacer silencio y callar lo que sentimos. Pero este año, después de más de dos mil años de aquella noche, recordemos que fue en el

profundo silencio donde Dios le habló al mundo a través de un recién nacido. Hoy a nuestra historia, a la historia de cada hombre dejamos llegar a cualquier dios y nos dejamos imponer esos falsos dioses que nos ciegan y nos desinstalan de nuestras vidas. Personas a las que endiosamos y les damos el lugar más importante en nuestras vidas, el protagonismo y el control de la historia. Pero este año, después de más de dos mil años, es Jesús, el amigo, el que te dice que le prepares tu corazón para nacer en él, para hacer de tu corazón una noche como la de la primera navidad. bn

Volver a la primera navidad

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nueva estética

María Tarruella Mi abuela decía: “para buscar azulejos no hay que ir tan lejos”, queriendo decir que a veces buscamos en lugares remotos cosas que realmente tenemos en nuestra puerta.

Este es el caso de Alberto Guerrero: un artista vanguardista, lleno de una fuerza que desborda en sus cuadros y nos ilumina hacia horizontes impensables. Para empezar, hacia la meta más lejana, pero a la vez tan cercana: nuestro interior. No nos sorprendería ver su obra en una galería en Nueva York, pero como lo tenemos en Madrid nos pasa desapercibido. Su grandeza estética es reflejo de su grandeza espiritual y contemplar su obra podría asemejarse a asomarse a su alma ya que su Fe determina su obra y su vida.

Guerrero se formó en el campo de la restauración durante años y trabajó a diario limpiando capas de pintura sobre superficies

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oscuras anhelando la luz, la verdad que latía dentro y que había sido enterrada con el paso del tiempo. Esta ansia de desvelar la realidad se transforma en la actualidad en un proceso técnico casi opuesto. Tras años de quitar capas ahora quiere manifestar la riqueza de las capas que configuran la vida. Sus cuadros son espejos de nuestro ser, de nuestra historia personal, de nuestro camino, incluyendo los obstáculos, las ilusiones, los fracasos y las emociones. Somos un compendio amalgamado de vivencias que nos configuran y nos perfilan. Todo añade y nos esculpe en quienes somos. Guerrero no quiere quitar ni una capa, ni una veladura que haya configurado el proceso de nuestra persona, quiere desvelar la verdad de nuestro ser manifestando en crudo todo lo que nos configura.

nueva estética

En una entrevista que ofreció para el número 32 del Boletín de Nartex, dijo: “Como restaurador retiraba las capas que la historia había acumulado sobre pinturas antiguas, ahora realizo el proceso inverso. Trato de emular lo que pasa en la Historia y en la historia particular de cada persona. Somos fruto de circunstancias que nos han venido dadas y de decisiones libres, unas positivas y otras no tanto, pero la fe nos enseña que Dios es capaz de reescribir nuestra vida aprovechando incluso nuestros errores. Mis cuadros pretenden crear una armonía construida a base de acumulación de capas donde algunas quedan ocultas, pero normalmente siempre hay algo que trasluce y juega con lo que hay encima. Todo cuenta, todo sirve”

El proceso creativo de Guerrero parece ilustrar la Teología del Cuerpo que nos enseñó el Papa Juan Pablo II, parece incluso oírle cuando vemos estos cuadros casi corpóreos que ensalzan la materia como reflejo del alma.

Cuando hablamos de cuerpo su sentido no está restringido al significado puramente fisiológico, en la medida que manifiesta nuestro ser, es además el medio por el que nos hacemos presentes en nuestro entorno, nos caracteriza, nos singulariza. El cuerpo tiene la función de mediar entre el hombre y el mundo, es nuestra carta de presentación, nuestra puerta de entrada a los demás y nuestro vehículo para relacionarnos. De esta manera Guerrero le da una gran importancia al sentido matérico de su obra como medio de expresión del cuerpo, dando una sensación casi carnal a sus texturas.

Guerrero no quiere quitar ni una capa, ni una veladura que haya configurado el proceso de nuestra persona, quiere desvelar la verdad de nuestro ser manifestando en crudo todo lo que nos configura Alberto Guerrero: glorificacion de la materia

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nueva estética

Para el artista el interés de ensalzar la carne es para glorificarla, para recordar que Cristo se hizo hombre, que Dios mismo se encarnó y buscó un cuerpo como medio para acercarse a los hombres, sentir su dolor y llorar sus angustias. Tantas veces vemos como Jesús sana primero enfermedades corpóreas para llegar después a la conversión del alma. El cuerpo adquiere una dimensión de importancia primordial con Jesús, incluso atento a alimentarlo y cuidarlo. En la importancia del cuerpo no solo vemos el misterio de la Encarnación sino también de la Resurrección, describiendo el destino final. Hablando con Guerrero él mismo relacionaba la importan-

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cia del cuerpo con la Eucaristía, en como Jesús se queda con nosotros en pan y vino – “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo…”. En palabras del artista: “Me interesa la materialidad por el tema de la Encarnación. En el Segundo Concilio de Nicea se admitió la importancia de que Dios nos había dado un rostro y que debíamos representarle. San Juan dijo “El verbo se hizo carne” y debemos abrazar la realidad tangente como lo hizo San Francisco: alabándola y glorificándola.

Dios mismo se ha hecho materia y por lo tanto el cuerpo tiene una dignidad que trasciende a lo espiritual“.

nueva estética

En nuestra conversación, Guerrero manifestaba su interés por el estudio del origen de la materia que refleja en sus cuadros. Su pintura atrae cromáticamente al espectador como un imán hacia el centro, caminando sobre texturas que bailan, vibrando en un abanico de tonalidades sorprendentes. Cada obra te invita a sumergirte en ella y encontrar la luz que yace tras la mate-

ria, el alma que late dentro del cada cuerpo.

Cada cuadro es como un encuentro personal, con la Verdad, con la Belleza, con Dios.

Te invito a que te adentres en el misterio del color, de la luz y de la materia de la pintura de Alberto Guerrero para que descubras la Gracia de tu cuerpo, el don de la vida y navegues en la belleza infinita.

El proceso creativo de Guerrero parece ilustrar la Teología del Cuerpo que nos enseñó el Papa Juan Pablo II, parece incluso oírle cuando vemos estos cuadros casi corpóreos que ensalzan la materia como reflejo del alma Alberto Guerrero: glorificacion de la materia

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aldea planetaria

Winston Churchill Un apasionado defensor de las libertades de Occidente

Raúl Espinoza Aguilera Acabo de terminar de leer el interesante libro: “Winston Churchill: Su Liderazgo”, un trabajo de investigación realizado por el escritor Mario Escobar (Editorial Grupo Nelson, México, 2012, 227 páginas) en el que analiza la figura de este político excepcional desde el punto de vista del liderazgo que ejerció en el pueblo inglés y en los países aliados.

Sin duda, se trata de uno de los hombres más influyentes en la Historia Moderna. Nació en Blenheim en 1874 y falleció en Londres en 1964. Es sorprendente la cantidad de participaciones militares que tuvo en la India, Sudáfrica (la Guerra de los Böeres), Sudán, en Francia durante la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, su determinante papel en aquellos beligerantes años de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, su figura destacó durante “La Guerra Fría”, cuando los países aliados tuvieron que hacer frente común contra los virulentos afanes expansionistas del marxismo-leninismo de la U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas) en la época de la Posguerra. Fue el primer estadista en denunciar que el Comunismo mantenía un “Telón de Acero” y tenía esclavizados a muchos países.

Fue militar, político, estadista, periodista (ejerció el oficio varios años como corresponsal de guerra), escritor prolífico y orador brillante al punto que le fue concedido el Premio Nobel de Literatura en 1953.

Ha sido famoso por sus frases célebres que han pasado a la historia. En los primeros años de su carrera como político y legislador tuvo sonados fracasos, pero nunca se dejó

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llevar por el desaliento sino que siguió adelante, con constancia y optimismo, a pesar de las numerosas adversidades. Sobre estos hechos, escribió con sabiduría: “El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”. (…) “El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar”. (…) “El optimista ve una oportunidad en toda calamidad, el pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”.

Sin duda, su formación militar y sus destacadas cualidades como estratega, le atemperaron un carácter fuerte, recio, perseverante, intrépido, audaz e indomable. Churchill fue un político visionario, particularmente cuando Adolfo Hitler (1889-1945), quien encabezaba el Partido Nacionalsocialista Obrero (Partido Nazi), asumió el poder de Alemania como Canciller, en 1933, y como el Führer –líder máximo- al año siguiente, instaurando un régimen totalitario de corte fascista hasta 1945. Sus primeras medidas fueron encaminadas a rearmar militarmente al país teutón con el principal propósito de cumplir sus planes hegemónicos sobre los territorios de las naciones de Europa.

Reiteradamente Winston Churchill -desde principios de los años treinta- denunció la amenaza que representaba para las libertades democráticas de Occidente, el afán de Hitler por imponer a lo largo y a lo ancho del Continente su “Tercer Reich” o su “Nuevo Orden”. Pero la gran mayoría de los políticos ingleses se inclinaban por mantener la paz y las buenas relaciones con Alemania, sin importar el costo político. Lo cierto es que Adolfo Hitler tenía una imagen de estadista poderoso, sanguinario, cruel e implacable, por eso era tan temido.

aldea planetaria

Pero el primero de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia y se desató la Segunda Guerra Mundial. Pero hay un hecho histórico poco conocido. Sucedía que Alemania había emprendido “La Guerra Relámpago” dirigida a invadir con sus arrolladoras fuerzas militares a los países occidentales. Para junio de 1940, el ejército alemán había ocupado Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Francia.

Sin embargo, Estados Unidos se negaba a entrar en la conflagración mundial. En mayo de 1940, Churchill se convirtió en el Primer Ministro de Gran Bretaña. Y esta nación tuvo que sufrir los embates nazis completamente sola. El estadista inglés mantuvo una férrea postura de resistir y atacar a los bombarderos y cazas nazis con la Fuerza Aérea Inglesa (RAF). Se denominó como “La Batalla de Inglaterra”. En ella tuvo un papel decisivo el genio militar, la determinación y la audacia de Churchill que mantuvo la moral en alto de sus tropas y todos los ciudadanos ingleses, que a la postre se convirtió en la primera victoria de Inglaterra frente a Alemania.

Fue célebre su discurso ante la Cámara y difundido simultáneamente a nivel nacional por la radio, el 4 de junio de 1941, cuando enardeció los ánimos y llenó de esperanza a su pueblo, a las fuerzas armadas y tuvo una enorme repercusión en Gran Bretaña y en muchos otros países del orbe. En esa pieza magistral de oratoria, quedaba patente el arrojo y la valentía de su carácter, así como su liderazgo ejercido en la hora más dramática y decisiva para salvaguardar las libertades democráticas de Inglaterra y, como se comprobaría más tarde, del resto de las naciones de Occidente. Decía con vehemencia: “Combatiremos en los mares y los océanos, combatiremos cada vez con mayor confianza y fuerza en el aire; defenderemos nuestra isla a cualquier precio.

Fue célebre su discurso ante la Cámara y difundido simultáneamente a nivel nacional por la radio, el 4 de junio de 1941, cuando enardeció los ánimos y llenó de esperanza a su pueblo, a las fuerzas armadas y tuvo una enorme repercusión en Gran Bretaña y en muchos otros países del orbe

Combatiremos en las playas, en los lugares de desembarco, en los campos y en las calles; combatiremos en las montañas; pero no nos rendiremos jamás”. Con el famoso “Día D”, el 6 de junio de 1944, miles de soldados aliados desembarcaron en playas francesas de Normandía, bajo la “Operación Overlord”, y comenzaba así el derrumbe del “Tercer Reich” alemán. No cabe duda que, sin la firme y enérgica oposición de Churchill frente a Hitler, y luego de los países aliados, hubiera cambiado el panorama de la geopolítica mundial.

Winston Churchill

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Guadalupe Esquivias-Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada-México | Imágenes: AIN México no está en guerra, pero sus índices de violencia lo colocan como el primer país en América Latina más violento y entre los primeros 10 países más letales del mundo, de una lista integrada por Siria, Irak, Nigeria, Paquistán y Afganistán, según el último reporte de la Encuesta Anual de Conflictos Armados del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres.

Las cifras son escalofriantes, casi sacadas de un cuento de terror. El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas, tiene contabilizadas hasta abril del 2018 a más de 36.000 personas desaparecidas en México, siendo Tamaulipas el estado con mayor incidencia en este delito. Los asesinatos en 2018 llegan a 22.000 víctimas y agosto fue el más violento en 20 años.

En México, no hay artillería, ni tanques, ni bombardeos, ni aviones de combate, sí hay personas que han perdido la vida con armas de bajo calibre. También familias destrozadas, llorando a sus muertos por la violencia y parientes que llevan años buscando un rastro de su familiar desaparecido. En México hay miles de víctimas de la violencia.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) cuatro personas son asesinadas cada hora en México. Se tiene el registro de 18 mil 835 asesinatos durante los ocho primeros meses de 2018, un 14,9 por ciento de aumento respecto a los 16 mil 013 ocurridos en el mismo lapso del año previo.

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aldea planetaria Más de 90 hombres y mujeres pierden la vida de forma violenta todos los días.

Los estados de Colima, Baja California, Guerrero, Chihuahua y Guanajuato son los que registran las tasas más altas de homicidios dolosos en lo que va del presente año.

La guerra de la violencia en México no distingue a nadie hasta el momento.

A diario, tres niños y bebés son asesinados, de acuerdo con el Sistema Nacional de Protección de Niñas Niños y Adolescentes. Además se tiene una lista de 538 feminicidios, 11.845 casos de abuso sexual y mil 819 situaciones de acoso sexual. 52.358 robos a casas habitación en los primeros ocho meses de 2018.

Una llamada desde la Iglesia Es un gran reto soportar tanto dolor y acompañarlo desde la Iglesia en México. Fue en el 2010 cuando la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió la Exhortación llamada “Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna”, en donde los obispos hicieron una llamada a los gobernantes de los tres poderes de la federación para que aplicaran la ley; medidas preventivas y políticas públicas que inhiban los factores que contribuyen a la inseguridad y la violencia en México. A ellos, los obispos pidieron, ofrecer garantías de justicia y de crecimiento de la conciencia civil y firmeza para erradicar la corrupción.

Los obispos pidieron, ofrecer garantías de justicia y de crecimiento de la conciencia civil y firmeza para erradicar la corrupción

MÉXICO

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La violencia llega hasta el templo En algunas comunidades de los estados con mayor índice de violencia, los servicios religiosos han tenido que cambiar de horario. Al menos las misas dominicales se han suspendido por la tarde, la última es a las 13:00, después la gente se va a resguardarse a sus casas. Asegura Carlos, un devoto de la Virgen de Guadalupe, del estado de Guerrero, que va a misa todos los domingos, pero reconoce que ir al templo es un acto temerario: “Las misas de la tarde se han suspendido porque la iglesia está junto a un puesto de policía y

en repetidas ocasiones el padre estaba oficiando y tuvimos que tirarnos al suelo, porque había tiroteos interminables entre policías y miembros de algún grupo criminal. Era muy peligroso, aun así el padre continuaba y salíamos temerosos de que nos alcanzará una bala.

Gracias a Dios, ningún feligrés salió lastimado”, dice.

Justamente en el estado de Guerrero es donde se acuna uno de los proyectos pastorales más importantes para estos tiempos, la creación de la Dimensión Diocesana de Justicia, Paz y Reconciliación, cuyo impulsor es Monseñor Carlos Garfias, hoy arzobispo de Morelia.

En algunas comunidades de los estados con mayor índice de violencia, los servicios religiosos han tenido que cambiar de horario. Al menos las misas dominicales se han suspendido por la tarde, la última es a las 13:00, después la gente se va a resguardarse a sus casas

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Monseñor Carlos Garfias

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Catedral de Morelia

El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas, tiene contabilizadas hasta abril del 2018 a más de 36.000 personas desaparecidas en México, siendo Tamaulipas el estado con mayor incidencia en este delito

Hacia la construcción de paz A los obispos en México se ha planteado que desde sus diócesis hagan un plan de evangelización con el eje transversal de construir la paz, que atienda a las víctimas como los primeros que tienen que recibir acompañamiento, consuelo, fortaleza y esperanza y proporcione una manera práctica para vivir el perdón y la reconciliación. Todo esto ofrecido a través de centros de escucha

a víctimas de la violencia, centros de jóvenes por la paz, programas de atención a mujeres víctimas de la violencia, sembradores de paz con los niños y adolescentes de las catequesis, hombres nuevos, familias fuertes, y sin golpes a través de la pastoral familiar. Además, de la formación permanente de los sacerdotes para ser constructores de paz: capaces de consolar, capaces de dar esperanza, capaces de acompañar a las personas en medio de la violencia y las injusticias, entre muchas otras acciones.

MÉXICO

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Taller de atención a victimas de la violencia

Los prelados mexicanos son conscientes de que los sucesos actuales provocados por la violencia, están afectando emocionalmente a la población en general sin distinción alguna de edad, sexo o condición económica. Y saben que las víctimas de la violencia sufren, además de lesiones físicas, un fuerte impacto emocional, por ello, se les ha motivado a trabajar en la oración, educar a grupos pastorales en el tema de la paz; crear vínculos y estrategias eclesiales y sociales para la construcción de la paz y fomentar el diálogo social.

En la Iglesia mexicana sigue estando presente el espíritu de Aparecida, a pesar de las urgencias de atender a las víctimas de la violencia, la Iglesia en Talleres de reconciliación

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México misiona para anunciar la alegría del Evangelio, buscando llegar a las periferias con misericordia.

De acuerdo con Monseñor Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado, en medio de la emergencia de consolar por la violencia a los católicos en México, aún se sigue recordando las palabras del Papa Francisco, en su visita a México en febrero del 2016: “Los invito a cansarse sin miedo en la tarea de evangelizar y de profundizar la fe mediante una catequesis mistagógica que sepa atesorar la religiosidad popular de su gente. Nuestro tiempo requiere atención pastoral a las personas y a los grupos, que esperan poder salir al encuentro del Cristo vivo”.bn Taller de jóvenes para la construcción de la paz

Al servicio de la Iglesia que mรกs sufre

cine

Gloria María Tomás y Garrido

1. LA PELÍCULA Este título corresponde a dos películas diversas, la película de acción producida en Perú y dirigida en 2015 por Dorian FernándezMoris que ganó el Premio nacional Dafo, y la película dramática española dirigida y producida el año 2018 por Josecho de Linares.

Nuestro trabajo corresponde a esta última, cuya sinopsis -intrigante- es que Zurdo, un treintañero perdido en el mundo, descubre que está empezando a desaparecer y eso le da miedo. “Desaparecer” resalta la capacidad del director para reflejar cuales son los inte-

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reses, los sentimientos, y también los vacíos e inquietudes de los jóvenes que rondan esa década. Realiza un ejercicio de metacine, de cine dentro del cine donde las propias historias de los actores se van incluyendo en la trama. Tanto deseaban mostrar lo que sucede en el alma de estos jóvenes que, según afirman, hubo 300 horas de metraje, que, lógicamente, terminaron sufriendo la conveniente poda (95 minutos) para adaptarse a un formato convencional. «Aprendí más de vida que de cine en este rodaje», aseguró Albert Bada, director de fotografía.

El argumento de “Desaparecer” se desarrolla a través de la vida, las actitudes y los sentimientos de cuatro personas que comparten en un piso en Barcelona, o mejor, que tratan de sobrevivir en medio de unas condiciones livianas en apariencia; cada uno da la impresión de que “va a su bola” aunque de algún modo comparten entre ellos no tanto su intimidad o su amistad, sino lo que va aconteciendo; un estar sobre la marcha. El protagonista, Zurdo (Josecho de Linares) es un joven de 30 años con estudios de cine, que trabaja en pequeños proyectos de publicidad, pero que se siente realmente perdido y desorientado, porque no se encuentra cómodo en Barcelona; echa de menos a sus padres, recuerda el tipo de vida familiar, no se entusiasma con su proyecto e incluso no tiene proyecto; ve la ciudad inmersa en una constante e incierta crisis económica. Estas vivencias de Zurdo, principal protagonista, invitan a generalizar lo que quizás ocurre en toda una generación, la realidad de muchos jóvenes que terminan los estudios universitarios y se encuentran con una situación, donde las palabras “crisis, paro y recesión, y

no futuro claro” están a la orden del día. Con Zurdo está Oriol (Marc Homs), el cual trata de estudiar unas duras oposiciones, pero que no parece le interesen demasiado; quizás también por falta de esfuerzo para meterse en ellas, a pesar de saber organizarse; de hecho suspende el primer ejercicio, miente a sus padres de su situación e incluso termina pensando y diciéndoles, cuando ya no tiene más remedio que enfrentarse con su situación, que puede ganarse la vida siendo un bloguero más; vive también Claudia (Tamara Casellas) muy amiga de Zurdo, con sus problemas laborales, y por último está Emma (Elma Houghton), la única no española con dotes musicales.

Cuesta al comienzo del film centrarse en el tema, pues se entremezcla la realidad que están viviendo estos chicos, con el montaje de Zurdo, pero que después de los primeros minutos, tiene la maestría de mostrar, a través de unos estupendos primeros planos, los recuerdos de su pasado, como un niño feliz en una familia tradicional y la visión entre irón i c a y p e s i m i s t a d e s u p r e s e n t e y e l de sus compañeros de piso.

“Desaparecer” se desarrolla a través de la vida, las actitudes y los sentimientos de cuatro personas que comparten en un piso en Barcelona, o mejor, que tratan de sobrevivir en medio de unas condiciones livianas en apariencia; cada uno da la impresión de que “va a su bola” aunque de algún modo comparten entre ellos no tanto su intimidad o su amistad sino lo que va aconteciendo; un estar sobre la marcha

Desaparecer

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cine El director nos ofrece, tal como ya hemos señalado, una visión bastante realista del tema mostrando lo que acontece a ese pequeño grupo: viven en una buena ciudad europea, son de una condición social familiar estable, pero ellos viven a día a día sin posibilidad de ahorrar dinero para asegurarse un futuro, y aceptando con cierto pasotismo esta situación. Hay pues bastante pesimismo y se plantea la posibilidad de desaparecer, de que tampoco ocurrirá nada cuando ya no esté (de ahí el título de la película). Descubrimos al director y protagonista trabajando en su ordenador la realidad que ve, la que piensa y la que recuerda y cómo se plantea qué pasará en el futuro con respecto a lo que ha vivido y a lo que está viviendo... ¿Desaparece todo? ¿Podrá recordar alguien dentro de años, esta humanidad de hoy? ¿Hacia dónde va este mundo? ¿Grabar? ¿Filmar? ¿Vivir? ¿Presente? ¿Pasado? ¿Futuro? Son preguntas no directas, sino que el espectador se las va formulando ante el trabajo de Zurdo. Se refleja de un modo respetuoso y preocupante lo que a tantos jóvenes de hoy les puede pasar: sentir la insignificancia de lo que hace, dentro de la vorágine diaria del contexto cultural en el que se desenvuelve.

El guion de Sergio Roldán ofrece los elementos necesarios para contar y resumir esas situaciones y el cambio generacional.

El montaje es muy bueno; tensión y reflexión van de la mano entre lo que se graba, lo que se recuerda, lo que ocurre y lo que podría evitarse. “Desaparecer”, según el mismo director refleja los miedos que no afrontamos.

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2. EL DIRECTOR Josecho de Linares estudió en una de las escuelas de cine más prestigiosa, la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya). “Desaparecer” es su primer largometraje en solitario, que tuvo su presentación en el pasado festival de Málaga, su localidad natal. Nunca ha sido un director convencional. Con su primer cortometraje, ‘Mi ojo derecho’ (2013), se convirtió en el cineasta más laureado del año. Ahora afirma haber cumplido un ciclo en su relación con el cine y la necesidad de que, para seguir creciendo, hay que tocar puertas nuevas.

Por ello, lleva meses cruzando el Atlántico en velero, desea conocer el mundo navegando en una línea que podríamos denominar bla-bla-barco…; su actitud parece dar contenido profético y biográfico, al título de la película “Desaparecer”.

3. UNA REFLEXIÓN Creo que viene al caso; el director y su película nos vuelven a recordar lo que decía Julián Marías, en su discurso de entrada en la Academia de Bellas Artes de San Fernando: “No olvidemos que las verdaderas raíces del cine se encuentran en su fabulosa capa-

No olvidemos que las verdaderas raíces del cine se encuentran en su fabulosa capacidad de representación y recreación de la vida humana

cine

cidad de representación y recreación de la vida humana”. El papel del buen cine no es tanto modificar la visión del mundo como completarla; lo que equivale a afirmar que es posible mejorar o empeorar la vida, según el modo de vivirla; es decir, en función de los modelos a los que copiamos e imitamos. Tal como aprendí del filósofo Rodrigo Guerra, el destino de la inteligencia puede ser formulado de muchas maneras. El mal no desvela la verdad, porque el mal es una realidad deficiente y violenta que destruye y contamina la mirada. El bien, lentamente asimilado, es el que convoca a la inteligencia a su destino, y cuando esta lo encuentra, entonces se goza en él y lo reconoce como algo bello. También desde esta perspectiva se comprende que la persona humana posee una tensión estructural que no puede

ser cumplida por la propia naturaleza de la que brota; nunca desaparece el desequilibrio entre lo que se anhela y lo que se puede. Para disminuir ese desequilibrio, o mejor para enfocarlo hacia lo que vale la pena, hay que buscar con diversas herramientas. Josecho ha empleado primero el cine y ahora el mar. En todo caso, una vez más comprobamos que la vida humana es un misterio rompedor, no para desaparecer sino para avanzar. bn

El bien, lentamente asimilado, es el que convoca a la inteligencia a su destino, y cuando esta lo encuentra, entonces se goza en él y lo reconoce como algo bello Desaparecer

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entretenimiento

Para qué sirven los cuñados Un hombre se sintió mal en la calle, cayó al suelo y fue llevado a un Hospital católico regentado por monjas, en donde lo operaron del corazón.

Cuando despertó, a su lado estaba la monja Tesorera del hospital, quien le dijo:

- Su cirugía fue un éxito, sin embargo hay un asunto que hay que determinar: ¿Tiene usted seguro médico?

- No, Hermana.

- ¿Tiene tarjeta de crédito?

- No, Hermana.

- ¿Puede usted pagar en efectivo?

- No tengo dinero, Hermana.

La monja empezó a sudar frío, pero continuó: - Entonces...¿podrá pagar con un cheque?

- Tampoco, Hermana.

La monja, ya desesperada, prosiguió: - De acuerdo ¿tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?

- Ah, bueno, sí, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no sé si ella podría pagar...

La monja, muy alterada, lo corrigió severamente, diciendo: - Disculpe señor, pero las monjas ¡No somos Solteronas! ¡Estamos casadas con Dios!

- ¡Ah ! ¡Magnífico! ¡Entonces hágame el favor de mandarle la cuenta a mi Cuñado!

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Y... Así fue cómo nació la expresión...

“QUE DIOS TE LO PAGUE”

Paco, una estrella fugaz! ¡Pide un deseo!

1 -¡Mira -Ya.

-Anda, se me olvidó decirte que mañana viene mi madre a comer con nosotros...

-Si todo sale bien, no.

2

-Paco, ¡que la lavadora se ha calcificado!

-¿Para la final?

3

-Paco, la cisterna pierde.

-Pues dile que lo importante es participar.

4 -Doctor, ¿usted cree que este pequeño mareíllo que he sufrido

ha sido algo grave? ¿Esta pequeña indisposición que he tenido, la considera algo grave?

-¡Qué doctor! ¡Si soy San Pedro!

papa ¿por qué nuestro perro se llama José Antonio?

5 -Papa, -Toby, porque es uno más de la familia...

-Papá, tú quieres a José Antonio más que a mí ¿verdad?

Entretenimiento

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entretenimiento

Un hombre muy rico le contaba a fray Buenaventura que estaba perdiendo la salud en su afán por ganar dinero y prestigio en su ciudad...

El fraile, compadecido, le dijo:

La mayoría de la gente prefiere salvar su dinero antes que su propia vida Ante la perplejidad de su interlocutor, el fraile le contó esta anécdota:

"Había en un pueblo un avaro al que llevaban a enterrar. De pronto, el tipo volvió en sí, y al verse en la caja mortuoria, se dijo:

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¿Será mejor que me levante o tendré que pagar la factura del funeral?

mosaico [Directora] Victoria Luque [Subdirectora] Dayana Figarella [Jefe de redacción] Juan José Guerrero [Consejo de redacción] Luciano García Matas Raquel Fernández de Bobadilla César Allende García Jorge L. Santana Dumas Horacio Vázquez Cermeño [Administración] Josué Santana Neira [Directores de zona] Almudena García Peña Juan Frutos Soria Juan Manuel Balmes Juan Antonio Tuñón González José I. Dionisio de la Torre [Colaboradores] Francisco Lerdo de Tejada Jesús Castro Cortés Fernando Cerezo Carlos Linares Juárez Fernando Zufía García Valentín de Prado Julio Cerezo [Maquetación] J. Kiróbel Rodríguez [Ilustraciones] Julian García Raquel Fdez De Bobadilla [Web] Josué Santana Neira

Contenido HACIA ORIENTE 3 Editorial Victoria Luque

CANTEMOS AL SEÑOR 8 Eclesiástico 3, 17-20: Humildad y docilidad Horacio Vázquez

TESTIGOS DE LA VERDAD 26 De escalador a sacerdote Pedro Estaún

42 El cáncer no es un castigo sino una oportunidad Victoria Serrano

ESPADA DE DOS FILOS 34 ¿Sigue siendo fiel la Iglesia al mandato de Dios?

Ramón Domínguez

20 La manipulación del lenguaje Mariano Martínez Aedo

ALDEA PLANETARIA 86 México: La búsqueda de la paz Guadalupe Esquivias

84 Winston Churchill Raúl Espinoza Aguilera

KERIGMA 32 Reflectores de su luz Antonio Pavía

ECHANDO LAS REDES 56 La Parroquia: Iglesia en vanguardia Juan García Inza

EDUCACIÓN PARA LA VIDA 60 Toda vida es don, no satisfacción de deseo

LUZ PARA EL MUNDO 16 El cristiano frente a la injusticia Jesús Bayarri

38 Paternidad visible y callada Francisco Lerdo de Tejada

FUERZA EN LA MIRADA 78 Volver a la primera navidad Leonardo Benito Pama

31 Carta a mi Señor Retos: Soñar sin dudar después Ángela C. Ionescu

70 Mujer, tú vales mucho Martha Morales

74 Pautas para orientarse respecto al amor Alfonso L. Quintás

RAZÓN CREADORA 50 La aparición del hombre sobre la tierra Tomás Alfaro

MUJERES DE LA BIBLIA 12 Judith y el Dios de los humildes Concepción López

NUEVA ESTÉTICA 66 La oración del poeta Francisco J. Palenzuela

80 Alberto Guerrero: Glorificación de la materia

[Depósito legal] M-26182-2006

Salvador mío, concédeme llevar a buen término la ardua tarea de la salvación.

Ni la lluvia penetrante, ni el ímpetu de los torrentes que descienden de los montes, ni las vehementes tempestades, podrán nunca sacudir mi casa.

Con tu mano victoriosa, ¡asísteme, Señor!

Sé mi ayuda, preserva tú mi vida para que pueda alabarte, donador y señor de los bienes más preciosos, y salvación de los hombres.

María Tarruella

CINE 92 Desaparecer Gloria Mª Tomás y Garrido

ENTRETENIMIENTO ORACIÓN

Francisco José Ramiro García

64 Para educar en Internet, deja de quejarte y pásatelo bien Juan Martínez Otero

[Edita] Paseo Castaños, 8 28660 Boadilla del Monte Madrid, España Telf.: 91 759 79 68 [E-mail] info@buenanueva.es [web] www.buenanueva.es

ORACIÓN

Sin ti, Omnipotente, no existe obra y tampoco proyecto, idea o propósito y ninguna de las cosas que tienen crédito sirven para alcanzar el fin último.

Tú me has donado, creándolos, el alma y el cuerpo; me has levantado cuando había caído; me has indicado el camino del cielo.

Y me introducirás sin mérito mío

en tu casa, para convivir eternamente, para cantarte el himno de gloria junto a todas las almas bienaventuradas.

Máximo El Confesor (s. VII d. C) Si quieres ayudarnos, puedes enviar tu aportación a la Asociación Canónica Bendita María a través de la cuenta:

Bankinter: ES82 0128 0198 77 0100030884

Revista para la Nueva Evangelización

Año 12

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noviembre

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