Revista Ciencia In Situ |2015,1 (1); 12-17
GANADOR ISSN: 2469-2441 2do PUESTO TOP TEN CoCAEM 2015
ARTICULO ORIGINAL/ ORIGINAL ARTICLE
Relacion entre inteligencia emocional percibida y autoestima en universitarios: un enfoque a la salud.
Relationship between perceived emotional intelligence and self-esteem in university students: an approach to health. Unda Santiago R.¹; Luna Sabino Antonio²; Campana Vilma R ³; Villegas Emilce A.3 Universidad Nacional de La Rioja. La Rioja, Argentina. ² Dirección de Salud Mental de la Provincia de La Rioja. La Rioja, Argentina. 3 Cátedra de Física Biomédica, Universidad Nacional de La Rioja. La Rioja, Argentina. 1
RESUMEN La Inteligencia Emocional percibida (IEP) es la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y la de los demás; es entendida como una forma de Inteligencia Social, separada de la inteligencia general. La Autoestima se define como la dimensión evaluativa del autoconcepto. Estudios confirman que estos conceptos, se encuentran íntimamente relacionados en la vida diaria del individuo y tienen una gran influencia no solo en la salud, sino también sobre las acciones diarias, en el ámbito laboral o estudiantil. Objetivo: Establecer la relación existente entre la IEP y la Autoestima. Estudio transversal, comparativo, llevado a cabo de Junio a Agosto, 2015. Se tomó como población a estudiantes del ciclo básico de la Carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR) con N = 790 y n=210. Los instrumentos fueron: encuesta de elaboración propia, el TMMS-24 para IEP y la escala de Autoestima de Rosenberg. Resultados: En autoestima un 12% se encontró baja, 21% media y 67% alta. Correlaciones con el test de Pearson de la IEP con la autoestima fueron: 0.26 para Autoestima-Reparación, 0.42 para Autoestima-Claridad, y 0.14 para Autoestima-Atención; estas 2 últimas estadísticamente significativas y las 3 positivas. Conclusión: La IE de los estudiantes ha vuelto una tarea necesaria en el ámbito universitario, ya que son esenciales estas habilidades para el desarrollo evolutivo y socioemocional. Se ha logrado establecer la relación entre la IEP y la autoestima presente en la muestra de estudiantes del ciclo básico de la carrera de Medicina de la UNLaR. PALABRAS CLAVE: Inteligencia Emocional Percibida, Autoestima, salud. ABSTRACT: Perceived Emotional Intelligence (IEP) The ability to perceive, assimilate, understand and regulate emotions and that of others. It is understood as a form of social intelligence, separate from general intelligence. Self-esteem is defined as the evaluative dimension of self-concept. It is considered that high self-esteem is a function of well being. Studies confirm that these concepts are closely related to the daily life of the individual and have a great influence not only on health but also on the daily actions, in work or study area. Objective: To establish the relationship between the IEP and self-esteem. Transversal, comparative study, conducted from June to August, 2015. population was taken as the basic cycle students of the School of Medicine of the National University of La Rioja (UNLaR) with N = 790 and n = 210. The instruments were homemade survey, the TMMS-24 for IEP and the Rosenberg Self-Esteem Scale. Results: 12% low self-esteem, 21% medium and 67% high found. Correlations of the IEP skills were self-esteem: Self-esteem-Repair 0.26 to 0.42 for Clarity-esteem, and 0.14 for self-esteem-Care; these last two statistically significant and positive 3. Conclusion: EI student has become a necessary task in universities, as these skills are essential for evolutionary and emotional development. We have managed to establish the relationship between the IEP and this self-esteem in the sample of students of the basic cycle of the race of Medicine UNLaR. KEYWORDS: Self Esteem - Rosenberg scale - self-perception Correspondencia: Emilce Villegas Chaves. Dirección postal: Maipú 1346, La Rioja 5300.
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Fecha de recepción: 01/03/16 Fecha de aprobación: 1/05/16
INTRODUCCIÓN Durante el siglo XX el interés de la psicología de la salud ha sido fundamentalmente la enfermedad y los factores de riesgo asociados, como el estrés, emociones negativas, los estilos de personalidad o la baja autoestima 1 .Pero recientemente ha surgido un interés cada vez mayor hacia el estudio de la relación entre el proceso salud-enfermedad y variables “positivas”, como la inteligencia emocional 2. A partir de la década del ‘80 los investigadores tomaron una nueva dirección acerca del estudio del constructo inteligencia. Fundamentalmente, se replanteó la capacidad de predicción de las pruebas de inteligencia más allá del rendimiento académico, considerando aspectos emocionales que pueden facilitar el uso de las capacidades puramente intelectuales. Esto trajo aparejada una nueva visión mas integradora entre razón y emoción 3. Mayer y Salovey conceptualizan la Inteligencia Emocional (IE) como “una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y la de los demás promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” 4, afirman que la IE puede ser entendida como una forma de Inteligencia Social, separada de la inteligencia general y que tiene relación con la emoción y cognición 5. A lo largo de los años los científicos se han centrado en medir la IE mediante la elaboración de conceptos y modelos como el Modelo de inteligencia Socio-Emocional de Bar-On, Modelo de Inteligencia Emocional de Goleman y el Modelo teórico de Inteligencia Emocional de Salovey y Mayer. “Uno de los más aceptados en nuestros tiempos es el de Mayer y Salovey” 6 quienes nos proponen 4 habilidades básicas: 1) Habilidad para percibir emociones propias y de los demás. 2) Habilidad para utilizar emociones con el fin de facilitar la toma de decisiones. 3) Habilidad para reconocer las emociones. 4) Habilidad para regular las emociones propias y de los demás. Mayer, Salovey y Caruso 7 basándose en este modelo se han elaborado escalas para su medición como el Trait Meta-Mood Scale (TMMS) que mide la inteligencia emocional percibida (IEP) elaborada por Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai; la misma posee su versión reducida, traducida y adaptada al castellano, el TMMS-24 (Fernández-Berrocal y col.) . Ha sido ampliamente utilizada en Europa y América, además de validado en Argentina por Alejandra Calero 8. La Autoestima se puede definir como la dimensión evaluativa del auto concepto; una actitud acerca de si mismos que está relacionada con las creencias perso
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nales sobre las propias habilidades, las relaciones sociales y los logros futuros 9. Se considera que una alta autoestima tiene una función hedónica o de bienestar general. Extensas investigaciones, han encontrado que una alta autoestima tiene efectos beneficiosos para las personas en tanto se sientan bien con respecto a sí mismas, a su vida y a su futuro , 10 otros estudios han confirmado la relación inversa entre autoestima y síntomas depresivos, obsesivos compulsivos, ansiosos, entre otros, por lo que su conocimiento es una valiosa información que posibilita la predicción de posibles trastornos psicopatológicos y su prevención 11 . Así mismo, la baja autoestima se ha identificado como criterio de diagnóstico o como un rasgo asociado a 24 trastornos mentales del DMS IV 12 . Existen diversos instrumentos que miden la autoestima, uno de los más utilizados es la Escala de Autoestima de Rosenberg (EAR), la cual ha sido traducida y validada en distintos países de idiomas: francés, alemán, japonés, portugués, español, etc. Recientemente, Schmitt y Allik 13 realizaron un estudio multicultural, administrando la EAR en 53 naciones, en 48 de las cuales se presenta una confiabilidad sobre 0,75 13. La escala fue adaptada y validada al contexto argentino por Góngora y Casullo en 200914. Goleman divide la IE en interpersonal e intrapersonal, esta última es un concepto a fin con la autoestima sana, además considera que los tres pilares básicos que constituyen la IE intrapersonal son: la autoconciencia, el autocontrol emocional y la automotivación .13 Estudios actuales nos confirman que estos dos conceptos, la IEP y la autoestima, se encuentran íntimamente relacionados en la vida diaria del individuo y tienen una gran influencia no solo en repercusiones en la salud, sino también sobre las acciones del día a día en el ámbito laboral o estudiantil y personal 14. Prueba de ello lo recalca el Psiquiatra argentino José Luis Bonet, quien asocia los nuevos conocimientos científicos de la psiconeuroinmunoendocrinologia (PINE) con resultados adversos en la salud. Afirma que “Las emociones negativas están íntimamente implicadas en la iniciación o progresión del cáncer, del SIDA, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes de la piel o gastrointestinales como colon irritable; ejemplos de estas emociones negativas son las de menos soporte social, como estrés, preocupaciones, duelo y ansiedad” 15, estrechamente vinculadas a la baja autoestima y la poca atención, claridad y reparación emocional de la IEP. Bonet hace énfasis en que “tener emociones positivas como la alegría, felicidad, entusiasmo etc. (todas características de la alta autoestima y la excelente reparación emocional) están asociadas al aumento de la supervivencia y a una mejor función inmune, un 13 13
16.
Objetivo general: • Establecer la relación existente entre la IEP y la Autoestima. Objetivos Específicos • Asociar factores positivos de la IEP como la excelente atención emocional, claridad emocional y reparación emocional con el alta autoestima. • Relacionar variables negativas de la IEP, como la poca atención emocional, poca claridad emocional poca y reparación emocional con la baja autoestima. • Identificar la relación género – autoestima y género – IEP. • Describir los posibles riesgos relacionados a las carencias en habilidades de la IEP. MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó un diseño transversal comparativo, llevado a cabo durante los meses junio, julio y agosto del 2015. Participantes: Los individuos que participaron fueron estudiantes del ciclo básico de la Carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), Argentina, dando un total de N = 790, se calculó una muestra representativa por el método aleatorio simple de n= 201, correspondiente a un 95% de confianza. Instrumentos: La encuesta utilizada fue de elaboración propia, se compuso de datos sociodemográficos y hoja de respuestas. Utilizamos dos medidas de auto-informe: la escala de meta conocimiento sobre estados emocionales el TMMS-24 y la escala de Autoestima de Rosenberg 12, adjunto a los instrumentos se anexó un consentimiento informado a los participantes. El TMMS-24 es una medida de auto informe de inteligencia emocional percibida y es una versión reducida del Trait Meta-Mood Scale (TMMS-48), se ha utilizado la versión en castellano adaptada, la cual consiste en 24 ítems que hacen referencia a las destrezas con las que se es consciente de las propias emociones y la capacidad de autorregulación, componiéndose por tres subfactores: atención a los propios sentimientos, claridad y reparación o regulación emocional, teniendo fiabilidad de 0.90, 0.90 y 0.86 respectivamente. Cada subfactor corresponde a 8 ítems de clasificación tipo likert, que van desde totalmente de acuerdo hasta totalmente en desacuerdo. Al final se sumaron los puntajes obtenidos que ubican entre poca, adecuada y excelente atención, claridad o reparación según corresponda. 14 14
La escala de Autoestima de Rosenberg (EAR), evalúa la autoestima de forma global, incluye 10 afirmaciones: 5 de ellas formuladas positivamente, y cinco de ellas negativamente puntuadas mediante una escala tipo Likert de 4 puntos que van desde totalmente de acuerdo a totalmente en desacuerdo. El test le solicita al sujeto que responda las consignas según lo que piensa y siente de sí mismo. Posteriormente se suman los puntajes y se ubican en baja, media o elevada autoestima. El análisis estadístico se realizó mediante el programa InfoStat versión 2014, utilizando el test de Pearson para las correlaciones y ANOVA para las diferencias significativas. RESULTADOS La mayoría de los sujetos de estudio tuvieron una puntuación elevada en la escala de autoestima de Rosenberg como se muestra en la Figura Nº1. 100 90 80 PORCENTAJE%
menos riesgo de diabetes, hipertensión arterial y enfermedad coronaria, es decir, una mejor calidad de vida”
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67
70 60
BAJA
50
MEDIA
40
ELEVADA
30 20
21 12
10 0
NIVELES DE AUTOESTIMA
Fig. 1. Nivel de Autoestima en alumnos del ciclo básico de la Carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja, 2015.
En la Figura N°2 se observan los porcentajes de personas con diferentes niveles de IEP. 60 48
50
Porcentaje%
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50
47
49
47
40 30
23
28
20 10 0
6
2 ATENCION
CLARIDAD
REPARACION
Criterios de IEP NIVEL ALTO
NIVEL ADEACUADO
NIVEL BAJO
Fig. 2. Porcentaje de personas en los criterios de IEP, en alumnos del ciclo básico de la Carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja, 2015.
En la Tabla N° 1 se presentan las medias de autoestima y de inteligencia emocional percibida analizada según género. Utilizando el ANOVA de una vía no se encontraron diferencias significativas entre género. Tabla 1. Distribución de los criterios de la IEP (Atención, Claridad y Reparación) y autoestima según género con media (m), en alumnos del ciclo básico de la Carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja, 2015.
NIVEL DE
AUTOESTIMA
M F
31,37 31,02
CRITERIOS
DE IEP Atención Claridad Reparación
22,18 22,73
23,77 22,57
28,43 26,91
M: masculino; F: Femenino.
Finalmente, se hizo la correlación entre autoestima con los criterios de la IEP (Atención, Claridad y Reparación), con el coeficiente de correlación de Pearson dando 0.42 para Autoestima-Claridad, seguido de una correlación de 0.26 para Autoestima-Reparación y de 0.14 para Autoestima-Atención. Con el test de Tukey se estableció que las correlaciones entre autoestima – atención y autoestima – claridad son estadísticamente significativas (P≤0,01). Figuras 3A, 3B Y 3C.
DISCUSIÓN
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El objetivo general de este trabajo fue establecer la relación existente entre la IEP y la Autoestima. Se analizaron primero las variables individualmente; los resultados de autoestima obtenidos con la escala de Rosenberg, demostraron que la mayoría se ubica en el criterio de ¨Elevada u optima¨ (67%). Estos resultados son similares a los encontrados por Góngora y Casullo, 200912, en población clínica y general (71%) en Buenos Aires; también son coincidentes con otros realizados en estudiantes de Medicina de Querétaro, México, aunque su media puntuaba en 36,4818 y la nuestra de 31 a 32 entre ambos sexos, los dos resultados se ubican entre la categoría de elevada autoestima. Sin embargo, observamos en nuestro estudio un porcentaje importante de la población en categorías bajas y medias cuya importancia la mencionan numerosas investigaciones, que señalan la dificultad que suelen tener estas personas en mantener una adecuada relación con los demás, generando que su calidad de vida no sea del todo óptima. Esto se puede atribuir, a que posiblemente, estos sujetos se desenvuelven en ambientes donde se sienten juzgados continuamente, o son amenazados con experiencias de fracaso, rechazo o indiferencia (Fig.1).
Fig. 3. A. Relación Autoestima- Atención. Fig. 3. B Relación Autoestima- Claridad. Fig. 3. C Relación Autoestima- Reparación encontradas en alumnos del ciclo básico de la Carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja, 2015.
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En cuanto a la relación género-autoestima, no se encontraron diferencias significativas. Por lo que podemos atribuir que en nuestra muestra la Autoestima no se ve influenciada por el género; es importante recalcar que estos resultados contradicen otros estudios, en donde se encontraba que las mujeres, puntuaban con mayor autoestima que los hombres17 . Los resultados obtenidos acerca de la inteligencia emocional percibida (IEP), muestran porcentajes más elevados de personas con bajo nivel de IEP que con alto, en los 3 criterios (atención, claridad y reparación emocional). Aunque se observan porcentajes importantes en el criterio de ¨adecuado¨, donde la relación tiende a ser superior en claridad y reparación, comparado en el de las personas con bajo nivel (Figura 2). Es importante agregar que lo óptimo sería encontrar porcentajes superiores dentro de estos dos últimos criterios (adecuado y alto nivel) en claridad y reparación; porque un alto grado de Atención a las emociones, sin una adecuada Claridad y Reparación, puede provocar un proceso rumiativo, que prolongue la sensación de malestar sin identificar las causas y su posible resolución, con consecuencias en la Salud Mental 18-19 -20. Aunque esta no es la realidad de la muestra estudiada, se observa una similitud con resultados obtenidos en la Lic. en Medicina de la Universidad de Querétaro, donde toda su población tenia adecuada la atención, claridad y reparación 18. En cuanto a los resultados obtenidos en la IEP en relación a la variable género, las mujeres obtuvieron una puntuación en la media del criterio de atención emocional, ligeramente superior a los varones, aunque para los criterios claridad y reparación emocional, los hombres puntuaban mayor en relación a las mujeres, aunque no observamos diferencias significativas en ninguno de los casos (Tabla 1). Resultados similares obtuvieron Figuera y Salas en el 2009 20 en empleados profesionales, Aradilla en el 2013 21, en estudiantes de enfermería y Bar-On en el 2000 22 en cuidadores de niños, policías y educadores. Estos resultados se asemejan a los generales que dicen que las mujeres presentan tener mejor habilidad interpersonal y los hombres mejor intrapersonal como lo es el control de impulsos y la tolerancia (reparación)23 . Aunque estos resultados no coinciden con los obtenidos en Buenos Aires, donde son los varones quienes reportaron mayores niveles de atención y las mujeres quienes reportaron mayores índices de claridad 10;posiblemente se puede deber a que nuestra muestra está conformada por universitarios, mientras que la estudiada por Calero10, fue de adolescentes y los roles diarios se viven en otro contexto y realidad; sumado a que la mayoría de los estudiantes universitarios vienen de lugares muy alejados y se ven for16 16
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zados experimentar una transición emocional, posiblemente marcada por las experiencias y la formación universitaria enfocada a la visión adulta de la vida. La correlación de Pearson y las regresiones lineales entre IEP y autoestima (Fig.3. A, B, C) fueron todas positivas. Indicando que a medida que aumenta la autoestima los tres criterios de la IEP también aumentan (atención, claridad y reparación emocional); a pesar de que en ningún criterio tuvo una correlación alta. Comparando nuestros resultados con los obtenidos en Querétaro, podemos evidenciar relación en los resultados, aunque difieren en la dimensión Atención donde se encontró que la correlación fue negativa, indicando que a mayor autoestima, menor atención le prestan a los sentimientos18. Aunque los estudios que tratan de relacionar la salud con la IEP no son tan amplios, existen trabajos que han mostrado que la IE puede considerarse una variable medidora entre los acontecimientos vitales y las consecuencias que estos sucesos pueden tener sobre el bienestar y la salud 24. Alumnos universitarios con más IEP (medida con el TMMS), informaban de menor número de síntomas físicos, menos ansiedad social y depresión, mejor autoestima, mayor satisfacción interpersonal y mayor utilización de estrategias de afrontamiento activo para solucionar sus problemas. Cuando estos alumnos son expuestos a tareas estresantes de laboratorio, perciben los estresores como menos amenazantes y sus niveles de cortisol y presión sanguínea son más bajos 25. Los antecedentes previamente mencionados justifican la importancia de conocer más a fondo el vínculo entre salud, IEP y autoestima. Como hemos observado la inteligencia emocional de los estudiantes se está volviendo una tarea necesaria en el ámbito universitario, pues se ha comprobado tras numerosas investigaciones, que es primordial el dominio de estas habilidades para el desarrollo evolutivo y socioemocional. Estos avances en el campo de la salud podrían ser útiles tanto en prevención como en diagnóstico y tratamiento; así también en la comprensión de la relación entre las emociones y la salud general, ya que se ha vuelto fundamental ayudar a que las personas consigan manejar y regular sus emociones para optimizar su salud mental y física. Tenemos la convicción de que los resultados de estas nuevas investigaciones deben reflejarse en la mejora de la calidad de vida de las personas. CONCLUSIÓN Hemos logrado establecer la relación existente entre la IEP y la autoestima presente en la muestra de estudiantes del ciclo básico de la carrera de Medici-
na de la UNLaR. Lo que nos servirá de base, no solo para indagar en futuras líneas de investigación, sino también para contribuir con estudios que evidencien las problemáticas actuales de los procesos salud-enfermedad, para la incorporación de procedimientos que ayudan a conseguir que las personas optimicen su manejo y regulación emocional para mejoría de su salud mental y física, y por lo tanto, su calidad de vida 19. BIBLIOGRAFÍA 1- Rector N. y Roger D. The stress buffering effects of Self-esteem. Personality and individuals differents.1997.23. Pag799-808. 2- Martinez, A. Piqueras,J . Ramos,V. Inteligencia emocional en la salud física. Electronic Journal Of research in Educational Psychology. 2010. 8 (2). Pag 863. 3- Regner,E. Validez convergente y discriminante del inventario de cociente emocional (EQ-I). Inventario. 2008. 25, 1, Pag 32. 4-Mayer JD, Salovey P. What is emotional intelligence?. Salovey P, Sluyter D. Emotional Development and Emotional Intelligence: Implications for Educators. Nueva York. Basic Books, 1997.Pag 3-31. 5-Mayer JD, Caruso DR, Salovey P. Selecting a measure of emotional intelligence. The case for ability scales.Bar-on R, Parker JD. The handbook of emotional intelligence: Theory, development, assessment and application at home, school and in the workplace. San Francisco. Jossey-Bass. (2000).Pag. 20-39. 6-Pineda C. Inteligencia emocional y bienestar personal en estudiantes universitarios de ciencias de la salud. SPICUM, Universidad Nacional de Malaga. 2012. Tesis Doctoral .Pag 2-242. 7-Extremera N, Fernandez P, Menestre J, Guil R. Medidas de evaluación de la Inteligencia Emocional. Revista Latinoamericana de Psicología. 2004, Vol 36, (2) . 209-222. 8-Calero, A. Versión Argentina del TMMS para adolescentes: Una medida de la inteligencia emocional percibida. Panamerican Journal of Neuropshychology. 2013, vol 7, (1). 105-119. 9-Hewit J. The Social Constructor of Self-esteem. Synder and S.J Lopez. Handbook of Positive Psycology. New York: Oxford . University Press. 2002. Pag 135-147 10-Góngora V, Casullo M. Factores protectores de la salud mental: un estudio comparativo sobre valores, autoestima e inteligencia emocional en población clínica y población general. Interdisciplinaria, 2009. 26 (2). 183-205. 11-Rojas-Barahona C, Zeges B, Foster C. La escala de autoestima de Rosenberg. Validación para chile en una muestra de jóvenes adultos, adultos y adultos mayores. Rev.med Chile. Vol. 137 (6). Santiago, 2009. 791-800. 12-Góngora V, Casullo M. Validación de la escala de autoestima de Rosenberg en población general y población clínica de la Ciudad de Buenos Aires. RIDEP. Vol.1
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ARTE Y CIENCIA. REFLEXIONES Feyerabend propone repensar la ciencia y verla como arte, esto debe ser entendido sólo en el sentido de ver en la ciencia un situación análoga a la del arte. No significa que el arte sea un modo de cultura superior a la ciencia (lo que significaría caer en un error similar al que se está criticando), significa, simplemente, que ambos pueden ser tratados con los mismos principios: “Si viviéramos en un tiempo en que se creyera ingenuamente en el poder curativo y en la “objetividad” de las artes, si no se separara arte y Estado, si las artes se sustituyeran con medios fiscales, si se las aprendiera en las escuelas como disciplinas obligatorias, mientras que las ciencias fueran consideradas como colecciones de juguetes, de las que losjugadores una vez eligieren un juego y otra vez otro, entonces, como es natural, sería igualmente indicado recordar que las artes son ciencias. Pero, desgraciadamente no vivimos en en un tiempo así.” (Feyerabend: 1995 p. 190). Vicente Sonia. Arte y Ciencia. Reflexiones en Torno a sus Relaciones. Rev. Huellas, 2003 Vol 1 (3). pág. 85-93
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