Revista ciudad edición 22

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1 Edición 22Urbanos • ISSN: 0123-238X Ciudad, 22 revista•deISSN: asuntos urbanos Revista de Asuntos • Edición 0123-238X


Corporaciรณn

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Ciudad, revista de asuntos urbanos Ediciรณn 22 โ ข ISSN: 0123-238X


CONTENIDO Editorial................................................................................................... 2 Por: Guillermo Álvarez Álvarez

Cibermaniáticos...................................................................................... 3 Por: Ofelia Peláez3

Relatos de ciudad.................................................................................... 4 Por: Diana Marcela Agudelo Ortiz4

A la sombra de los fresnos...................................................................... 8 Por: Vivi Benito ..............................................................................................................................8

En mi patio el césped rompió el cemento............................................. 11 Por: Sandra Isabel Payán Gómez

Ciudades con Esperanza y Alegremia................................................... 14 Por: Julio Monsalvo

Lámparas con parpados........................................................................ 19 Por: Luis Fernando Cuartas

Vida saludable desde enfoques ancestrales.......................................... 26 Por: Ana Karina Yepes Gómez

Buenas noches, mi niña........................................................................ 29 Por: Marta Mañes Ferrer

Antorca herida de luz........................................................................... 31 Por: Juan David López

¿Planeación sin urbanismo?.................................................................. 34 Por: Jorge Vega B.

Armando echeberri y su obra............................................................... 42 Odio a Medellín ................................................................................... 44 Por: Alberto Aguirre

Eduardo Nachman................................................................................. 46 Por: Álvaro Restrepo Gaviria

Diario de la Noche............................................................................... 48 Por: Raúl González

Leer para conversar…........................................................................... 50 Por: OlgaL Echeverrig

Marta Gómez........................................................................................ 52 Por: Zulma Sierra

32. The End.......................................................................................... 54 Por: Victor Bustamante

Ex-libris................................................................................................. 58 Cartas a Aguirre.................................................................................... 60 Los páramos en la jurisdicción de corantioquia................................... 62 ¿Qué nos dejó el foro Urbano Mundial del Hábitat?........................... 64 Por: Faber Cuervo

Pantágora es asociatividad ambiental................................................... 69 Por: Guillermo Alvarez Alvarez

El corazón de las comunas.................................................................... 72 Por: Maria Helena Giraldo González

Crisis terminal civilizatoria.................................................................. 78 Por: Guillermo Álvarez Álvarez

Diseño,conceptualización Minkalabs

PORTADA

CIUDAD, revista de asuntos urbanos Edicion No. 22 - noviembree 2014 Licencia 0013 de mayo de 1984 ISSN 0123-238X Sede: Calle 48 Nº 38 – 55 Tel: 228 16 83 CORPORACIÓN CIUDAD, Centro de estudios urbanos Medellín, Colombia E-mail: corporacionciudad@une.net.co, lguillermoalvarez@gmail.com - revistaciudadcolombia@gmail.com Revista virtual http://issuu.com/revistaciudadcolombia Director Guillermo Álvarez Á. Asistente de dirección Olga Lucia Echeverri G. Jefe de redacción Alvaro Restrepo G. Consejo Editorial Darlo Ruíz Gómez, Mario Vélez S, Olga Lucia Echeverri Gómez, Gustavo Vivas R, Osvaldo León Gómez C, Federico Giraldo V. Diseño y Diagramación MINKALABS Tel: 448 8053 Carrera 66 No. 48C - 13 info@minkalabs.co www.minkalabs.co Contabilidad Fabio Cardona Vargas Suscripciones y Ventas Calle 48 Nº 38 – 55 Tel: 228 16 83 Cel: 315 830 67 31 Corresponsales Gustavo Vivas R. España; Elsa Ruiz, Francia Gloria Havautis, EE-UU María Clara Mejía B. EE.UU Amantina Osorio R. Canadá Diana Madrigal, Alemania Fundadores John Jairo Hoyos Ochoa Luis Guillermo Álvarez Álvarez Cofundadores Estanislao Zuleta (+), Fernado Cruz Kronfiy, Fabián Rendón(+), Carlos Granada, Dario Ruíz Gómez, MarioVélez S. Andrés Velásquez R, Fernando Viviescas M, Gustavo Vivas R, Osvaldo León Gómez, Federico Giraldo Valencia, José Luís Rodríguez Solis, Hubert Ariza, Jaques April, Emilio Latorre, Edgar Váquez B, German Colmenares, Anibal Patiño, Alberto Saldarriaga R, Verónica Perfetti, Benjamín Barney, Jorge Mazo, Samuel Jaramillo, Antonio Montañas, Rogelio Salmona(+), Silvia Arango, Armando Silva, Pedro Santana, Gloria Gaitán, Saúl Sánchez, María Clara Mejía, Amantina Osorio R, Juan Camilo Ruiz, Fabio Betancur, Carlos Estaban Arrubla P, Jaime Jaramillo Panesso, Carlos Julio Calle (+), Juan Luis Mejía, Fernando Arbeláez, Alberto Aguire (+), Manuel Mejia Vallejo(+), Luis Guillermo Pardo, Juan Fernando Álvarez (+), Omar Castillo, Aura López, Juan Guillermo Betancur, Hernán Henao Delgado(+), Margarita Gómez, José Martínez S, Elsa Ruiz, Beatriz Gómez, Gloria Lucía George, María Eugenia Beltrán, Gloria Burgos, Victor Gaviria, Rubén Darío Lotero, Ramiro Tejada, Fernando Baena, Alberto Baena, Pedro Cano(+), Raúl González, Ligia Pimienta(+), Luz Ruiz de Baena(+), Jorge Rodas, Edwin Diez, Alvaro Pardo C.(+), Hernán Darío Villegas, María Eugenia Arango, Antonio Restrepo(+), Juan Guillermo López(+). CIUDAD, Revista de Asuntos Urbanos, es una publicación que revela, en palabras, e imágenes, el devenir de las ciudades colombianas y que se propone articular discusiones sobre la vida urbana, con el fin de hacer de la ciudad una humana y alegre residencia y morada para el ciudadano. Siendo de carácter pluralista e interdisciplinaria las opiniones expresadas son de los autores, reservando la sección editorial para manifestar los puntos de vista o criterios de la revista. «La Ciudad para los ciudadano» Resume nuestro criterio urbanístico sobre la ciudad LAS OPINIONES FIRMADAS SON RESPONSABILIDAD ÚNICA 1DE SUS AUTORES


Editorial Por: Guillermo Álvarez Álvarez

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l recorrer la ciudad de Medellín hoy 2014, confirmamos que estamos en una verdadera selva de cemento, no habitando la ciudad, sino desarraigados del paisaje, la vecindad y la poetosis. Residentes muertos en una ciudad necrófila. En la destrucción de la ciudad de la civilidad, de la que aspiramos y anhelamos cuando fundamos Ciudad, revista de asunos urbanos en 1983 en procura de construir la “ciudad para los ciudadanos”. Anhelo que creímos posible accediendo a los organos de decisión y regulación de la ciudad: con ideas de ética civil, de altruismo político, de gratuidad y generosidad, de contribuir a construir una “ciudad humana” de participación de los ciudadanos en comunidad de intereses, en la que los genuinos representantes de las comunidades fueran cabales actores en favor del interés ciudadano de común unidad. Pero no. Ése pensamiento de humanismo liberal de un Estado que controlara la libertad de mercado, en favor de una sociedad de derechos ciudadanos, fue paulatinamente desplazado por el darwnismo social, o spengerino, del “salvese el que pueda” con el marketing de la meritocracia y el eficientismo comandando. El urbanismo de Planes de Ordenamiento Territorial como lo avizoró la Sociedad de Mejoras Públicas desde los cuarenta, se sustituyó por la utilitaria Planeación sin Urbanismo, como lo evidencian los actuales POT que auspician un ordenamiento en función de los negocios, de la especulación financierista asociada a la especulación inmobiliaria. Grupo econó2

mico que se estime tiene su banco y su inmobiliaria y sus subditos politicastros. Los ideales del humanismo liberal de dignidad de la persona (Kant), igualdad, solidaridad, (Rousseau), libertad y derechos ciudadanos (Locke) son considerados anacrónicos pero útiles para la cosmetica de marketing, porque ya no se trata de derechos sino de negocios, y la ciudad se convirtió en un negocio, ciudad de pasarela, los proyectos “públicos” son negocios, tratese de una plazuela, un tranvía, o una unidad deportiva, todos negocios a realizar a traves de “operadores privados”. No la idea liberal del Estado al servicio de la sociedad sino la sociedad prostrada ante el imperio de un Estado al servicio del enriquecimiento de particulares, de un Estado auspiciador del mercado en detrimento de la sociedad cuyo suelo es la ciudad. En la ciudad implosionada de hoy no hay escala arquitectónica, no hay lenguaje ni dialogo de lo tradicional con lo actual, no hay puentes entre el ayer y el hoy, sino vacio, repudio al pasado y al patrimonio; no hay paisaje ni orden urbano porque el ordenador es el billete, el gane, gane. No hay ciudad sino tumulto y no hay civilidad sino agresión en estado de guerra permanente, irisados de miedo, un verdadero atolladero. La construcción de la “ciudad para los ciudadanos” requiere repensar la ciudad, no más de lo mismo: por una nueva ciudad, distinta, ambiental, una ciudad tierra que dialogue con la ruralidad y la poetica de la vida. ¡Resistir, no desfallecer! Puede vernos en www.issuu.com/ revistaciudadcolombia

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Cibermaniáticos Por: Ofelia Peláez

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a informática tiene que estar presente en la actualidad mundial pues sin ella se retrocederían siglos. La aldea global ha facilitado la unión de conocimientos y personas a través de las redes. Todo esto es maravilloso y tenemos que aceptarlo. Pero se debe entender que no todas las personas se han acogido a estos nuevos avances. Unos, porque su poder económico no se los permite, otros porque no han tenido la oportunidad de haber estudiado por lo menos algunos años, algunos por su poca capacidad intelectual y en otros casos, por su edad. Las personas de la llamada tercera edad o adultos mayores, en la mayoría de los casos, ni quieren, ni pueden, ni necesitan entrar en la informática. Pero las cosas se están presentando con un esnobismo aterrador. Cuando una persona mayor no sabe manejar un computador, se lo traga la tierra; así de sencillo. Lo mandan de un vez, rapidito, al cuarto de San Alejo; una contribución más para arrinconar a los mayores. Si llama a una empresa, simplemente a pedir la dirección, la recepcionista responde: consulte nuestra página web. Si le dice que no tiene acceso a ese medio, la recepcionista se desconcierta y no sabe ni qué responder. Es una autómata que no está programada para más. Lo mismo con la telefonía celular, sensacional y muy útil. Pero muchos no entienden que hay personas que no quieren tener un celular; esto no es aceptado, no se concibe que alguien carezca de ese aparato. Ya no se ejercita la memoria al aprender los números telefónicos o las direcciones. Se ha despertado una manía de proporciones. Cuando se está en compañía de

un fanático, ya no se dialoga, ni escuchan lo que se les dice, no les importa. Los fanáticos de la informática miran mal y con desprecio a quienes no están a su mismo nivel y los califican de jurásicos y anticuados. El fanático tiene que estar al día en el último modelo de computador o celular o cualquier otro instrumento y se vuelven obsesivos hablando de su última adquisición. Albert Einstein dijo: “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. Ese día el mundo tendrá una generación de idiotas”. Estos fanáticos desprecian los libros impresos, según ellos, ya están pasados de moda, las bibliotecas, librerías y tipografías deben desaparecer; hay que leerlos en el computador, cosa que no hacen. Lo mismo con los programas de radio y televisión, que para ellos es anticuado, pues deben verse en la pantalla del computador. Que disfruten sus logros pero que no miren a los demás como si estuvieran contaminados, como si fueran ignorantes, retrógrados y jurásicos. Cierto, tienen muchas capacidades para la informática, pero no tienen capacidad para entender a los demás, a los que, según afirman, no están a su altura intelectual. Son como dos bandos, pero ambos deben respetarse sus puntos de vista. Unos, fanáticos de la informática, y otros que quieren vivir tranquilos, sin complicaciones, que afirman como San Francisco de Asís: “Cada vez deseo más poco, y lo poco que deseo, lo deseo poco”. Y para rematar digo: los avances de la informática acercaron a los que están lejos y distanciaron a los que están cerca.

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Relatos de ciudad Entre el miedo y la indiferencia

Por: Diana Marcela Agudelo Ortiz1

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uito. Sábado 21:00 horas. La neblina cubre el redondel y hace más de 15 minutos me esperan en otro lugar de la ciudad. No es muy lejos de donde estoy, pero no tan cerca para caminar. Menos de noche. El alivio de encontrar un taxi libre después de varios minutos de espera se evapora en un fallido intento de abrir la ventana del pasajero. No pasa más de un minuto cuando oigo el seguro de las puertas cerrarse desde adentro. “Finalmente me tocó a mí” dije para mis adentros, seguido de un “es mi culpa por no fijarme si la placa era naranja y si la tenía en la puerta”. Rápidamente saco mi celular. Vacilo por un segundo si llamar de inmediato o si tener el número de la

1. Psicóloga. Candidata a Magister en Estudios de la Cultura con mención en Políticas Culturales Universidad Andina Simón Bolívar – Quito. Estudiante de doctorado en Conocimiento y Cultura en América Latina Instituto de Pensamiento y Cultura en América Latina –IPECAL-. Docente – investigadora Universidad Externado de Colombia – Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Correo electrónico: diana.agudelo@uexternado.edu.co.

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policía digitado de tal suerte que con un solo click ya este llamando… “no, la policía no sirve para nada” pensé al instante y llamé a mi mejor amigo. Para venir de un “territorio homogéneamente violento”,2 como nombra Beatriz Sarlo a la ciudad de Bogotá entre otras de latinoamérica, he desarrollado un grado importante de paranoia respecto de la inseguridad en la ciudad de Quito. El episodio que acabo de describir es real y muy reciente. Si bien es cierto que procuro no pensar en eso para no llamar malas energías, en lo que respecta a los taxis he ido recopilando varios tips propuestos por los quiteños como señal de alarma: la ventana y el seguro son dos fundamentales. Sin embargo, nada ocurrió. Nunca sabré si en verdad hablar lo suficientemente alto como para que el taxista se enterara que le estaba diciendo 2. Beatriz Sarlo, “Violencia en las ciudades”, en Tiempo Presente. Notas sobre el cambio de una cultura, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 51.

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a alguien que iba en un taxi en tal lado, que debía llegar en cinco minutos y que por favor me devolviera la llamada en ese tiempo, pudo haber hecho que el conductor se abstuviera de intentar un secuestro express3, o si simplemente el conductor era una persona honrada haciendo su trabajo y de hecho asegurando las puertas para protegerme –¿de qué?- como pasajera. El hecho es que nunca importa si pasó o no, porque lo que es realmente relevante es que ha podido pasar.

La deslocalización de la inseguridad nos pone en aprietos. La exacerbación del caos que opera en directo con cada primicia de los noticieros nos recuerda que el sueño de la ciudad planeada se nos escapa cada vez más estruendosamente de las manos. Lo sentimos como si alguna vez hubiera sido real, aunque nunca lo haya sido. Y es que la utopía del control se ve rota con el eterno retorno de la pobreza, pero también con una ciudad espontánea. La urbe desordenada y confusa gana terreno real e imaginario, y nos Propongo una breve Movilización nacional contra el paramilitarismo y los crímenes de Estado. conduce a un esfuerzo reflexión acerca de la Bogotá – Colombia. Marzo 6 de 2008. Archivo personal. permanente por estarelación entre miedo e blecer unos márgenes preindiferencia como mediaen ella nos movemos a través cisos en donde poder depositar dores de la experiencia en la ciude nuestros mapas mentales. las fuentes de la percepción de dad, como una forma de seguir Mapas que ubican zonas de alto inseguridad de las que somos viviendo a pesar de todo. Esto es, riesgo y zonas más amigables, víctimas. seguir viviendo en medio de una territorios estos que están habisensación de miedo y desconSin embargo, ¿hasta dónde sotados por rostros, conformados fianza generalizados, poniendo mos realmente víctimas? O mepor espacios relativamente bien en práctica distintas estrategias jor, ¿de qué exactamente somos definidos, y regidos por ciertas para habitar la ciudad en medio víctimas? Los dispositivos distemporalidades y horarios. La de su amplia ecología. ciplinarios descritos por Michel epidemiología descrita por Ros4 Foucault han hecho de las suyas sana Reguillo, y seguramente CARTOGRAFÍA con nosotros. Los principios de la a la que responden de manera sociedad panóptica no se detieEPIDEMIOLÓGICA similar mis propios mapas mennen. La eficacia de la disciplina tales, hacía que me alertara del Entre la ciudad planeada y la tiene que ver justamente con su riesgo de un daño inminente ciudad caótica, como ejemplo operación discreta, con sus insdentro de ese taxi. de metrópoli contemporánea, trumentos de poder anónimos y estamos los transeúntes. La coextensivos, que llevan a que las ciudad como gran marco del 4. Rossana Reguillo, “Los miedos contemrelaciones de poder jueguen en el poráneos: sus laberintos, sus monstruos espacio vivido, se nos revela tejido mismo de la multiplicidad y sus conjuros”, en José Miguel Pereira en la práctica. Y para habitar social. La nuestra es también una y Mirla Villadiego, Entre miedos y goces. Comunicación, vida pública y ciudadasociedad de vigilancia jerárquica 3. Equivalente a nuestro famoso “paseo nías, Bogotá, Universidad Javeriana, 2006, y de clasificación perpetua, en millonario” en Colombia. p. 36. Edición 22 • ISSN: 0123-238X Ciudad, revista de asuntos urbanos

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la que hay efectivamente una “distribución infinitesimal de las relaciones de poder”.5 No es otro el criterio de clasificación que aplicamos en nuestros mapas mentales. Espacio tópico, heterotópico y utópico responden a tal clasificación.6 Asignar un lugar y un territorio a las percepciones de inseguridad, de alguna manera nos devuelve la ilusión del control y de la contención. De manera que víctimas de la inseguridad o del disciplinamiento y la sospecha mutua, es desde la ciudad imaginada -en los mapas subjetivos- de donde operamos en un primer momento para ir hacia la ciudad practicada. Es desde allí que construimos modos de actuar. Para Reguillo el miedo se convierte en una “forma de actuar” acorde a los mapas subjetivos de los habitantes de la ciudad, mapas que prescriben y proscriben prácticas e itinerarios (2006: 4849). De ahí que las preguntas por el quién percibe, quién interpreta y quién actúa en relación con la inseguridad son fundamentales. Vivimos y leemos la ciudad desde una “gramática de la alteridad amenazante”, cuyos tres campos de sentido pueden identificarse en mi breve relato del encuentro con este taxi: la noche, la pobreza (siempre latente en tanto motivación de la delincuencia que 5. Michel Foucault, “El Panoptismo”, en Vigilar y Castigar, Buenos Aires, 2002, p. 219, 223. 6. Corresponden al espacio propio, reconocido y seguro; al espacio de los otros como territorio amenazante; y al espacio regido por un orden deseable según el cual se establece la comprensión del espacio tópico y del heterotópico, respectivamente. (R. Reguillo, 2006, p. 49)

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imaginamos omnipresente), y la desconfianza institucional (llamar a la policía casi nunca sirve de nada). (2006: 37)

Mecanismos de contagio Esta gramática no se construye en la nada. Implica una relación bidireccional entre experiencias y expectativas de seguridad, y las relaciones imaginarias con los otros. Dichas relaciones suelen emplazar la diferencia en lugares amenazantes, como si hubiera que estar prevenidos y preparados para lo que sea, en cualquier momento. En ese sentido la sospecha siempre es un mecanismo fiel. Pero uno de los elementos quizás más poderosos en la construcción y el refuerzo de esta gramática tiene que ver con el papel de los medios de comunicación. “Los medios se alimentan de los miedos” señalaba ya Jesús Martín-Barbero en 1996 (B. Sarlo, 2001: 64). La propagación del miedo se hace efectiva a través de los noticieros y el bombardeo de imágenes que refuerzan el modelo de la alteridad amenazante, los cuales funcionan de acuerdo con dos dispositivos principales según Reguillo: “la referencia constante de rasgos étnicos de los presuntos delincuentes y la asociación causal entre pobreza, juventud y violencia. Elementos que contribuyen a fijar en el imaginario un retrato hablado del enemigo interno.” (2006: 42) Por su parte, asumiendo que en las sociedades actuales vivimos en ambientes de hostilidad y

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desconfianza generalizadas, Beatriz Sarlo reflexiona sobre el papel de los medios de comunicación como intérpretes autorizados de la experiencia. Propone que junto con las Iglesias y pastores que ofrecen lugares de identificación para aquellos que no tienen otros lugares donde encontrarlos, los medios de comunicación son los encargados oficiales de procesar la cotidianidad, en tanto que configuran una esfera pública. (2001: 60-61) El recurso a las técnicas documentales ponen sobre la mesa una “tajada de la mala vida” para el espectador (B. Sarlo, 2001: 63). Literalmente. Por lo menos en el caso colombiano, desayuno, almuerzo y cena se acompañan con el noticiero. Y no solo en las viviendas. La mayoría de restaurantes –a los que puede acceder un estudiante con su presupuesto por lo menos- tienen uno y hasta dos o más televisores en su local. Supongo que eso atrae clientes. Voy a arriesgarme a plantear que es por aquí por donde comienza la construcción de la indiferencia. Y es que el modelo de la alteridad amenazante está siendo reforzado incesantemente en los medios, y es necesario considerar el hecho de que la crónica roja se ha expandido y ha desbordado los límites de su propio género, “ubicándose en los lugares periodísticos de la información general” (B. Sarlo, 2001: 64). Y sin embargo, seguimos comiendo. En un solo movimiento se ejecuta una acción doblemente perversa: reforzamos nuestros miedos, y


ampliamos nuestros márgenes de indiferencia. Estamos tan angustiados por nosotros mismos que nos importa cada vez menos lo que le pasa a quienes cohabitan la ciudad a nuestro lado. Mientras no nos pase a nosotros…

¡Sálvese quien pueda! Este clima de hostilidad y desconfianza generalizada está profundamente impregnado por la crisis de legitimidad de las instituciones y autoridades vinculadas a la seguridad. Tanto policías como políticos carecen hoy de credibilidad, y de hecho es cada vez más difícil sentir que están de nuestro lado. Más bien son percibidos como agentes del deterioro y cómplices de la delincuencia, quizás quienes mayor desprecio despiertan, puesto que actúan desde una supuesta legalidad, y transitan desde la impunidad. (R. Reguillo, 2006: 43) La sensación de abandono a nuestra suerte, en relación con esta crisis de legitimidad de las instituciones hace mella en nuestros miedos. Se profundizan. Nos dejan como único mecanismo de defensa la sospecha y vigilancia constantes. Frente a la imposibilidad de aplicar la disciplina-bloqueo y encerrar a todos estos presuntos delincuentes que nos acechan desde la oscuridad, nos entregamos como instrumentos de la disciplina-mecanismo.7 Así, 7. Foucault elabora estas dos imágenes de la disciplina. De un lado, la disciplinabloqueo, diseñada para detener el mal, basada en el encierro y aislamiento en los márgenes; y del otro lado, propia del panoptismo, la disciplina-mecanismo funciona como dispositivo móvil y ligero, aplicado en las coerciones sutiles que

salimos de nuestras casas esperando que nuestros espacios tópicos no sean asaltados, y mientras tanto, hacemos lecturas de actitudes y comportamientos sospechosos mientras caminamos. No es coincidencia que los sujetos que suelen habitar esos espacios heterotópicos sean los aguafiestas de los que habla Zygmunt Bauman: esos sujetos convertidos en vagabundos por la dinámica del capital, consumidores defectuosos y quienes molestan con su sola presencia –real e imaginaria- en tanto que “no aceitan las ruedas de la sociedad de consumo”.8 En ese sentido, el pobre como inútil, ignorante, flojo y peligroso, que se dedica a pedir, chantajear y delinquir (R. Reguillo, 2006: 41), merece ser disciplinado. O cuando menos marginado. Desenvolvernos en la ciudad desde el miedo implica el paso constante de la ciudad imaginada a la ciudad practicada, rodeados de una alteridad amenazante culpable del caos y el deterioro cotidiano, por lo que cada vez más construimos muros de contención física pero también murallas de separación que nos impiden ver al otro por fuera del imaginario que hemos construido de él. No podemos ver el hambre ni el sufrimiento humano que impregna muchas de nuestras ciudades. La ciudad de Bogotá alberga un número exorbitante de desplaacompañan una vigilancia generalizada. (M. Foucault, 2002: 212) 8. Zygmunt Bauman, “Turistas y Vagabundos”, en La globalización. Consecuencias humanas, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 126.

zados del conflicto interno. Sin embargo, solo vemos personas pidiendo dinero en las calles, estorbando el paso y amenazándonos con su mirada. El miedo y la indiferencia van de la mano. Tenemos miedo y alguien tiene que pagar por eso. La indiferencia frente a la dramática situación de millones de personas en las ciudades capitales quizás sea el precio. De ahí que mantener atadas las preguntas por la diferencia, la desigualdad y la desconexión, de acuerdo con García Canclini, sea fundamental para aproximarse al estudio de las ciudades contemporáneas. (R. Reguillo, 2006: 52) Beatriz Sarlo afirma que en el caso de la ciudad de Buenos Aires estamos ante una sociedad que entre el miedo y el exceso elige el exceso, por lo que en vez de defenderse, ataca (2001: 70). Propongo que en el caso de Bogotá, la indiferencia es un mecanismo tanto de ataque como de defensa, motivado por el miedo.

Referencias Bauman Zygmunt, “Turistas y Vagabundos”, en La globalización. Consecuencias humanas, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 103 – 133. Foucault Michel, “El Panoptismo”, en Vigilar y Castigar, Buenos Aires, 2002, p. 199 – 230. Reguillo Rossana, “Los miedos contemporáneos: sus laberintos, sus monstruos y sus conjuros”, en José Miguel Pereira y Mirla Villadiego, Entre miedos y goces. Comunicación, vida pública y ciudadanías, Bogotá, Universidad Javeriana, 2006, p. 25 - 54. Sarlo Beatriz, “Violencia en las ciudades”, en Tiempo Presente. Notas sobre el cambio de una cultura, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 49 - 67.

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A la sombra de los fresnos Por: Vivi Benito

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as tardes de verano sin dudas eran las mejores para desarrollar este inigualable oficio.

Anochecía cerca de las 9 y en el barrio había un movimiento que no se veía en otra época del año. Además de los vecinos, por la cuadra pasaba gente de las casas de fin de semana, parientes y heladeros, que pedaleaban de esquina a esquina con una cancioncita monótona. Años después supe que se trataba de Para Elisa, una composición de Beethoven, pero en versión vendedores ambulantes. Sarmiento, mi calle, mi universo de la infancia, conecta la ruta N° 11 con el río Carcarañá, terminando en una bajada 8

hermosa, justo donde las aguas se arremolinan y el río hace una curva desde donde todavía se ven algunos pedazos del puente que se llevó la crecida de 1978. Doña Sofía era la primera en salir a la vereda. Todas las tardes a las 5, con una puntualidad casi inglesa se asomaba desde el tapial, miraba de un lado al otro tanteando el panorama de la cuadra, sacaba el silloncito plegable y lo acomodaba a la sombra del fresno. En pleno enero no había diferencia entre el sofocón de las 2 y el de las 5 de la tarde, el aire era casi irrespirable hasta la caída del sol, pero allí estaban, firmes, de lunes a sábados -porque el domingo estaban ocupadas con los parientes- sillón, mate

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y revista en mano (para abanicarse), dándole vida al exquisito ritual de chusmear en la vereda. Con paso lento y cortito, Sofía atravesaba su largo patio cubierto de un verde intenso, siempre prolijo. Una vez en la vereda, se cruzaba de brazos, apoyándolos sobre los pechos. Para nosotros, que no teníamos más de 10 años esa era una imagen impresionante, nunca en la vida habíamos visto semejantes tetas. Laurita decía que se paraba así para no perder el equilibrio, todos los de la barra -éramos 14- coincidíamos, y la mirábamos fijo esperando que suelte los brazos para ver si se tumbaba para adelante. Una vez en la vereda, con cara de circunstancia Sofía relojeaba la casa de las amigas para ver si se habían levantado de la siesta. Revisaba que las hormigas no le comieran las plantas y recién ahí se acomodaba en su sillón blanco de tiras rojas, y se volvía a cruzar de brazos. La segunda en salir era María, una gorda brava que vivía a 2 casas de doña Sofía. Todos los días se saludaban a los gritos y como por primera vez, aunque se hubieran visto a la mañana en la panadería de Moretti o en la carnicería de Vicente. Después llegaba la Nelly, que vivía en la esquina de Sarmiento y Corrientes, donde el pavimento se junta con la calle de tierra, por su casa sigue pasando el camión regador y los pibes patinan atrás con la bici o en patas.

Como usaba bastón, el sillón lo guardaba en lo de María. Le encantaba hacer buñuelos y cebar mates dulces, dulcísimos. De lejos podía adivinarse que Nelly había sido maestra, hablaba retando a todo el mundo, señalaba y levantaba la mano como con ganas de escribir en el pizarrón. En el grupo de amigas también estaba la Negra, ella no se sentaba en la ronda, siempre parecía enchufada a 220. Desde muy temprano iba y venía por la cuadra, desde su casa a la del hijo. Le hacía los mandados, llevaba a lavar la ropa, volvía a tenderla. La pobre Negra caminaba con pilas de sábanas y toallones que llegaban a taparle la cara. A la tarde, pasaba a las corridas, opinaba sobre el clima, el corte de pelo, el estado civil o lo que fuere de quien estuviera cerca, y seguía con sus cosas. La que tampoco se sentaba era doña Isabel, para nosotros la vieja cuello, ella ni siquiera pasaba cerca de la ronda, iba a toda máquina con su biciletita sin mirar a los costados. A todos los de la barra esta vieja misteriosa nos llamaba la atención tanto o más que las tetas de doña Sofía. La cuello andaba en una bicicleta chiquitita, anaranjada con guardabarros blancos, sospechábamos que se la había quitado a algún chico de la otra cuadra. Como hacen las brujas. La bici estaba buenísima tenía una bocina parecida a la del verdulero, con sólo escucharla rajábamos a escondernos, don-

de sea. Con esos pelos grises, volados, la nariz y voz finita de bruja, todos nos moríamos de miedo, menos el flaco Pincel, que se animaba a correrla desde la vereda de enfrente. Una vez, la cuello puso alambres de púa en la puerta de su casa para que no le pisen el pasto. No tenía vereda, para que nadie se acerque a esa tapera rodeada de gigantes pinos y lechuzas ojudas. Aunque también se decía que eran cuervos, no se sabe bien, porque más vale que mirábamos desde lejos. La última en salir a veredear era mi abuela Mota, un personaje entrañable que invariablemente dormía 3 horas de siesta. No porque hubiera madrugado, simplemente amaba dormir y comer bien, lo que le daba aún más sueño. “Uy chicas, la hora que es...” decía todas las tardes, mirando su clásico reloj pulsera de fondo dorando y maya de cuero negra. “Se me pegaron las sábanas”, completaba, mientras acomodaba su sillón naranja, viejo y desteñido, que no cambiaba por nada en el mundo. Sin dudas, las de verano eran las mejores tardes para practicar este exquisito oficio de barrio, de pueblo... Mi abuela y sus amigas eran las dueñas de la cuadra. Nadie se salvaba de sus comentarios sin filtro, de los chismes e inventos disparatados. Y así, en ronda y a la sombra de los fresnos, pasaban el tiempo, pasaban sus días. Acompañándose.

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Vivi Benito, Oliveros, Argentina. Licenciada en Comunicación y Periodismo

Desde bien chica soy una apasionada de la comunicación, esa que emerge en las calles, plazas, fábricas, escuelas, psiquiátricos. A la vuelta de la esquina y entre personas comunes. Una amante de la escucha de historias mínimas, las que se entretejen tierra adentro, entre herramientas y panes caseros. Mi transitar periodístico comenzó en Oliveros (provincia de Santa Fe, Argentina), mi entrañable pueblo, donde actualmente sigue existiendo la propaladora como medio de comunicación, sin dudas un hecho social que habla de la idiosincrasia de una comunidad que sale a la vereda para enterarse de las noticias fúnebres o de quienes son las nuevas quinceañeras. Oliveros está recostado a orillas del río Carcarañá, a pocos kilómetros del complejo portuario más importante del país, por donde todos los días se van toneladas alimentos y materias primas, sin que en la zona se tenga real magnitud del modelo económico extractivista y agroexportador sobre el que se asienta la economía argentina. Durante más de 10 años hice radio por iniciativa propia y en diversos proyectos, focalizada en el periodismo social,

junto a pacientes psiquiátricos, chicos y adolescentes de sectores empobrecidos, comunidades originarias, desde la incansable búsqueda de un lugar mediático para tantas historias relegadas. En los últimos años me vengo dedicando sobre todo al periodismo gráfico digital, formando parte de un medio de comunicación comunitario y autogestivo: www. enredando.org.ar, que hoy suma 14 años de trabajo, promoviendo el derecho a la comunicación en un sentido amplio y profundo. Como redactora y editora me vengo vinculando con organizaciones sociales, políticas, culturales, de derechos humanos (entre otras), de Argentina y América Latina. Realicé coberturas del Foro Social Mundial de Porto Alegre (2005), en el Encuentro Latinoamericano de la Vía Campesina (Rosario, 2009), en la ceremonia de asunción del Presidente Evo Morales (Tiwanacu y La Paz, Bolivia, 2010), en los actos y desfile por el Día Internacional del Trabajador en La Habana (Cuba, 2012) y del Encuentro Latinoamericano de Comunicación Popular y Buen Vivir (Quito, 2012). Creo, sueño y trabajo por una comunicación para la vida, por la igualdad de derechos, la justicia y la multiculuralidad que nos constituye como latinoamericanos.

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En mi patio el césped rompió el cemento Vivencias en la Ciudad de Formosa, Norte de Argentina Por: Sandra Isabel Payán Gómez

Martes, 26 de julio de 2011

H

oy sucedió algo maravilloso. Comencé a retirar el cemento de mi patio. La tarea que el césped ya había empezado hace tiempo.

Aunque todo comenzó hace mucho, pareciera que hoy es el principio de algo muy importante. Salí esta mañana a buscar una grieta en el cemento, para plantar el aguacate que una amiga me regaló, una hermosa plantita de aguacate, grande, mágica, rara, saliendo desde su gran semilla, aun tan presente. Un nido que coloqué en el patio, señaló el lugar por donde empezaría a quitar el

cemento. Un nidito de verdad, antiguo, ancestral, desconocido y propio. No conocimos sus hacedores, o tal vez sí. ¿Nos conocieron? ¿sabían? Comencé despacito, como el césped. Pero de inmediato, un entusiasmo descomunal me poseyó, el deseo contenido del césped me hizo suya. Con apurada alegría continué, sin querer ni poder detenerme. Escarbé la grieta señalada. En su interior, tierra mezclada con piedras y trozos de ladrillos, y entre ella, el césped, sus raíces, tensas, dichosas, triunfantes. Piedras, trozos de ladrillos y pedazos de cemento, se fueron desplazando. Temblaban, cedían, uno a la vez, y cada vez más. El movimiento de un trozo hacía

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echaron el cemento sobre la tierra?, ¿dónde estaban?, ¿en la tierra o en el cemento?

remover otro más. Y así, fui quitando el cemento de mi patio. Primero trabajé con mi palita de jardinería, luego mis manos, excitadas, entusiasmadas y ensimismadas, tomaron su lugar, hicieron lo que les correspondía.

Creo que el césped sabe que el cemento debe quitarse, que no nos hace bien que permanezca, que la vida no es en él, que la tierra está debajo. La fuerza de la existencia de esta hierba, ha producido el agrietamiento del cemento.

Una pequeña herramienta fue suficiente, y mis manos. Y debajo de todo… tierra, la bendita tierra. La primera capa, la que se alcanza a tocar, es como arcilla para moldear, suave, hermosa, fina. Tal vez está así gracias al tiempo transcurrido, gracias a la humedad, gracias al cemento. ¿Gracias al cemento? Mis manos se lastimaron quitando el cemento, pero no tanto como el cemento. Mi palita de jardinería quedó destruida, pero no tanto como el cemento. El cemento se ve ahora tan frágil, tan inestable, tan vulnerable. Y mis manos, tan posibles, tan felices, tan poderosas. Ahora que ya empecé, parece todo tan fácil, tan posible. Todo el cemento se puede quitar, toda la tierra está ahí.

Algo más que tierra voy a encontrar debajo del cemento. Algo más va a suceder además de romperlo… No sé si el césped agrietó el cemento o si se metió entre las grietas que ya estaban, o si ambas cosas sucedieron al mismo tiempo. Grietas, césped y cemento, todo siendo en lo otro, es decir, sin otro, sin tiempo, un solo tiempo. ¿Estaban ya las semillas de césped cuando los albañiles

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El césped quiere que la tierra esté en lugar del cemento, y yo también… Queremos lo mismo, césped y yo somos de la tierra. No nace nada del cemento, ni una risa, ni una lágrima, sólo frío, soledad, vacío y desasosiego. En la tierra están las ganas, la dicha, el encuentro; en el cemento, nada. ¿Cuánto tiempo gastarían los albañiles cubriendo la tierra de cemento? Seguro menos que el que tardaré en quitarlo, y mucho menos que el que le ha llevado al césped facilitar la tarea. ¿Cómo sería el comienzo de todo?, ¿desde dónde llegarían las semillas?, ¿cómo llegarían hasta aquí?, ¿dónde comenzarían a salir?


Despacito, eso es seguro, el césped ha ido rompiendo y cubriendo el cemento poquito a poquito. Descubrir las raíces del césped en la tierra que el cemento ha cubierto, es uno de los milagros más maravillosos que he presenciado. Además de agrietarlo, el césped se posa como si nada sobre el piso de cemento, crece y crece, tapizándolo con suavidad, como si nada. Cuánta grandeza en su paso. Su tejido majestuoso, sublime y milagroso sobre el cemento, como si nada, lo cubre, lo debilita, lo oculta, y poco a poco terminará por destruirlo. Qué poderosa es la fuerza de la vida. Parece que nos habla. Es más que una metáfora. Domingo, 7 de agosto de 2011 Hoy rompí un poco más de cemento y liberé un poco más de tierra, para sembrar la planta de aguacate. Ningún trozo de cemento se perdió. Hice con todos ellos una murallita para la abonera. Y se fue acomodando cada trozo armoniosamente, como si supiera dónde y junto a qué estar… ¿Cómo es que lo saben? Porque cada trozo de cemento sabe, así como cada hojita de césped, cada puñadito de tierra y cada palmo de mi piel. Todo sabe, no hay nada que temer, todo está bien. La milagrosa e inevitable relación entre todos nos hace saber…

Mientras sembraba la plantita, acaricié dichosa la tierra dichosa. Es tan rica la tierra. No puedo entender por qué la cubren con cemento. Es como si nos cementáramos la piel. Qué perversa es la razón que nos hace preferir el cemento. La tierra está viva, da vida, es nuestro presente, nuestra fuente y nuestra raíz. Todas las posibilidades existen en ella y por ella. Ahora, me llevo esta fuerza, esta vida y esta fe.

cemento y de buscar las grietas que el césped ha abierto para nosotros, nunca se van a ir, por lo menos hasta que haya cemento y hasta que la tierra esté oculta.

Sandra Isabel Payán Gómez Colombiana, Médica Cirujana, Terapeuta Neural, Especialista en Teoría y Métodos de Investigación en Sociología. Miembro del Movimiento Mundial de Salud de los Pueblos

Toda la tierra se va conmigo. Se queda en mí la dicha del encuentro con su poder.

Promotora del Programa Salud Comunitaria, del Ministerio de la Comunidad, Provincia de Formosa, Argentina

Me divierto y emociono al releer mis relatos en plural, cambiando el “yo” por el “nosotros”.

Docente invitada a diversas Universidades del país y del extranjero.

¿No es cemento lo que estamos queriendo quitar? ¿No es tierra lo que queremos liberar, descubrir y tocar?

Co-autora de libros y autora de capítulos en libros y de artículos publicados en diversos medios. riodeestrellas@gmail.com

Tanto cemento hay en tanto lugar, tanta tierra está cubierta. ¿Cómo seguir? El mismo hacer nos lo irá diciendo, cada nueva piedra, cada trozo de ladrillo y cada pedazo de cemento, cada nuevo movimiento, nos indicará la manera de seguir. ¿Hasta cuándo? Hasta que nos haga felices, hasta que esta pasión siga encendida en nuestro pecho, hasta que nuestras manos tengan ganas. Y estas ganas de quitar el Edición 22 • ISSN: 0123-238X Ciudad, revista de asuntos urbanos 13


Ciudades con Esperanza y Alegremia Hacia la Salud de los Ecosistemas Locales ¿ Por: Julio Monsalvo

Revolución por la Alegremia del Planeta

P

or qué vivimos en ciudades? ¿Cuál sería la dimensión de una ciudad a escala humana? ¿Vivirá la humanidad urbanizándose cada vez más artificializando la vida? ¿Podrá sobrevivir de esta manera?

Es necesario tener presente que el término “ciencia” ha sido apropiado por la cultura occidental. Cultura que no se ha ocupado demasiado en indagar otras visiones y aprender de la sabiduría de otras culturas. Culturas que, desde otras maneras de situarse en el mundo, tienen su propia ciencia, con sus saberes y haceres.

Estas y muchas otras preguntas han sido estudiadas y lo siguen siendo desde diversas disciplinas llamadas científicas.

El autor de estas líneas sentipiensa que la especie humana, si sobrevive, lo hará viviendo solidariamente en pequeñas comunidades.

Se imaginan diversas respuestas y se ofrecen las más variadas propuestas.

Este sentipensar personal es una amalgama de especulación teórica y de ensoñares

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propios, anhelando un mundo saludable para las generaciones futuras, de las cuales forman parte ya sus nietas y nietos. En este instante de la Historia, la mayor parte de la humanidad vive en ciudades y una gran proporción en grandes ciudades con varios millones de habitantes. Esta es la compleja realidad en la cual estamos en este ahora. Y en este ahora somos convocados a estas 1as. Jornadas “Ciudades que Enamoran”. “¿Por qué ciudades que enamoran?”, es la pregunta que se hacen compañeras y compañeros del Foro Ecologista de Paraná y del Programa Argentina Sustentable que la organizan. Se responden de la siguiente hermosa manera:

“Porque queremos recobrar la sensualidad perdida de nuestras ciudades, sus aromas, sus sabores, sus colores; las grafías singulares de su andar, de su memoria, de su identidad.” Con el ánimo de contribuir a recobrar esta sensualidad, compartimos algunas reflexiones que intentan generar más alegría que circule en nuestra sangre, en otras palabras, elevar nuestra “Alegremia”. La alegremia no se puede controlar ni expropiar, surge desde dentro de cada ser como emergencia de su relación profunda con los otros seres.

La alegremia no se mensurará jamás. La alegremia se percibe al ser, estar y sentir la salud. Sentir la salud con alegremia es sentir una salud en movimiento, se trata de una salud que puede ser sin límites cada vez más saludable. Surge así la posibilidad de asumir la salud como un proceso de aprendizaje y liberación de cada persona y de cada pueblo. Se rompe de esta manera la concepción de salud como un “estado de normalidad” inalcanzable, que supone la dependencia eterna en el saber y hacer médico. La alegremia es la expresión de la salud integral, de la salud ecosistémica. La salud ecosistémica es la salud de toda forma de vida y del mismo Planeta en su totalidad y no solamente la salud de los seres humanos. La salud ecosistémica no es la simple sumatoria de la salud de cada ser, sino que es la emergencia de las relaciones armoniosas entre todos los seres. En tanto las relaciones no-saludables emergen como la no-salud de todo el Planeta. La alegremia no es incompatible con la indignación y con los dolores que nos provocan las injusticias, las guerras, la violencia contra la vida en todas sus manifestaciones. Por el contrario, la alegremia nos genera fuertes e intensos entusiasmos para ser revolucionarias y revolucionarios hacia un mundo con Paz, Equidad y Sus-

tentabilidad, es decir, para vivir nuestra pertenencia a la Vida. Estamos convencidos que los seres humanos hemos venido a disfrutar nuestro paso planetario en salud saludable, vivenciando la Vida. Por todo ello, proponemos incursionar en la salud planetaria en su totalidad, invitando a ser protagonistas de esta Revolución por la Alegremia del Planeta.

Salud del Ecosistema Planeta Tierra Los seres humanos, vivimos en un ecosistema que es el Planeta Tierra. Un ecosistema al cual pertenecemos y que lo sentimos vivo en su totalidad. Somos Naturaleza, somos Tierra, pertenecemos al Cosmos. Los seres humanos somos una especie viva más. Somos vida dentro de la Vida. Este sentido de pertenencia lo encontramos en todos los Pueblos Originarios. Desde los tiempos de la modernidad, el hombre occidental ha ido olvidando este sentimiento natural de pertenencia. La alegremia ha sido invisibilizada y desvalorizada. Ha sido reemplazada por los símbolos de prestigio y “progreso”. “Progreso” que en última instancia se ha reducido a la medición de la única variable: “rentabilidad monetaria”. La cultura occidental, al dejar de sentir la pertenencia al Cosmos, quebró la unidad de

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la Naturaleza. El “hombre” se sitúa por fuera de la misma como dominador, controlador y explotador e instala una sociedad patriarcal. En este afán de dominar ha pretendido imponer un pensamiento único. Sin embargo, a pesar de tener el dominio de los grandes medios de comunicación y de la educación formal, no ha logrado hacerlo. Jamás lo logrará ya que la Humanidad posee la gran riqueza de la biodiversidad cultural. Es importante recordar que todos tenemos el privilegio de tener nuestras raíces en los pueblos originarios. Esto significa que dentro de cada uno de nosotros está la posibilidad de reencontrarnos con esta manera de relacionarnos con la Vida. El tomar conciencia de la magnitud de las problemáticas que ocasionan a esta no-salud planetaria, puede llevarnos a la riesgosa situación de sentir que las soluciones estÁn tan lejos de nosotros que nos genere una sensación de parálisis e impotencia que cunda de manera generalizada. Sin embargo, el ecosistema Planeta Tierra está conformado por millones y millones de ecosistemas locales, en los cuales podemos percibir que hay multitud de posibilidades para actuar de la no-salud hacia la salud. Uno de estos ecosistemas locales es la ciudad en que vivimos.

Salud de los Ecosistemas Locales Es en los ámbitos locales donde tenemos la oportunidad y el desafío de trabajar por la salud del Planeta de manera inmediata. Nuestro ecosistema local es el hogar donde amamos, trabajamos, jugamos, estudiamos. Es también el escenario en donde se nos ofrece el privilegio de ser protagonistas de una Nueva Historia, una nueva historia con Alegremia. La inmensa mayoría de la Humanidad quiere vivir. Personas y grupos humanos realizan acciones que son transformadoras, de manera espontánea y a veces silenciosa. Muchas veces, sin tener noticia que en todo el mundo suceden cosas similares. Por otra parte, es necesario tomar conciencia que existe un gobierno mundial de facto. Nadie lo eligió. Se trata de un pequeño grupo que concentra el poder y las llamadas “riquezas”. A este gobierno mundial de facto sólo lo mueve la insaciable voracidad lucrativa inherente al capitalismo. El capitalismo tiene a la variable monetaria como único parámetro de evaluación de lo que llama “progreso”. De esta manera,domina organismos internacionales, condiciona los gobiernos de los países e impone decisiones que afectan a toda la humanidad. Le resulta imposible ver la Alegremia como el principal indicador de la Vida.

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La Vida nos invita A ser revolucionarias y revolucionarios por la Vida, aquí mismo, donde somos, estamos y trascendemos. Esta invitación nos lleva a redefinir las dimensiones y prioridades y descubrir entonces que “lo pequeño” es “lo grande”, así como que “los pocos somos muchos” y que la fuerza está en lo sutil… Un proverbio africano nos trae estas frescas brisas de esperanza:

“Mucha gente pequeña en muchos lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, cambiará la faz de la tierra.” Y este hacer cosas pequeñas en muchos lugares pequeños tiene su expresión concreta en la generación de políticas saludables que son impulsadas por el protagonismo popular en ecosistemas locales.

Ciudades con Esperanza y Alegremia Los seres humanos manifestamos la salud saludable con la alegría circulando por nuestra sangre, con niveles ascendentes de Alegremia. Niveles de alegremia percibidos con sus luces, sus colores, sus músicas y sus canciones. Niveles de alegremia jamás reducidos a una cuantificación. Alegremia que estamos proponiendo disfrutarla colectivamente en nuestros ecosistemas


locales con toda la fiesta de la vida. Una invitación a disfrutar la Alegremia en nuestras ciudades. Allá por el 96, llegamos a un paraje rural en donde un grupo de doñas nos esperaban para conversar sobre saberes y haceres que hacen a la salud integral, a la vida toda. Muy curiosas nos pidieron que les contáramos qué era eso de “necesidades básicas insatisfechas”, que habían escuchado reiteradamente en boletines de noticias por las radioemisoras. La radio es una presencia muy apreciada en el campo. Al comprender que “necesidades básicas” se trata de “un número” estadístico, las sabias

mujeres campesinas de nuestro Norte nos cuestionaron. “¿Cómo pueden ser un número lo básico, lo que es esencial?”, nos decían. Inmediatamente se pusieron a reflexionar acerca de las reales necesidades básicas, sin las cuales no podríamos vivir. Así se identificaron componentes del ecosistema local que mágicamente todos comienzan con la letra “A”: Aire, Agua, Alimento, Albergue, Amor, Arte, Aprendizaje. Componentes esenciales para la vida, que se fueron llamando“las A de la Esperanza”. En este “charlatorio” de mujeres campesinas se cuestionó justa-

mente la concepción de salud “como un estado de normalidad”, pues si esos componentes estuvieran, tendríamos una salud cada vez más saludable. De allí surgió la visión de la alegría circulando por nuestra sangre. Este es el origen milagroso de la palabra Alegremia que hoy tiene una difusión y una aceptación cada vez más amplia. Esta idea que ha surgido de la sabiduría de las mujeres campesinas se expandió y ha dado origen al Proyecto Educativo “Esperanza y Alegremia” que ya se aplica en varias provincias y países de manera creativa y diversa.

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Se ha trabajado con niñas y niños de todas las edades, en ámbitos formales e informales, originándose programas de acción en cada ecosistema local (sea la escuela, el barrio, el pueblo). También ha estimulado la imaginación con canciones, obras de teatro, cuadros. Es un proyecto que es una idea-fuerza, sin pautas ni normas.

Salud de los Ecosistemas, una sola Salud Recuperar el sentimiento de pertenencia a la Naturaleza, llevará al sentir que somos Naturaleza, que somos parte de nuestro ecosistema local. Le pertenecemos a la Vida, por lo tanto, la Salud es una sola.

Esta concepción de salud surge de la superación que ya estamos viviendo del modelo civilizatorio occidental, del sistema capitalista. Es parte de la construcción de otro mundo posible, que comprende también a otras ciudades posibles con esperanza y alegremia. La Salud es un proceso de aprendizaje permanente en el que al encontrarnos con los otros nos hacemos cada vez más concientes de lo que sabemos y de lo que podemos hacer. La Salud significa ser cada vez más libres y más solidarios. Allá en el horizonte está la Utopía, nos dice Fernando Birri, que nos invita a caminar transformando el mundo en un mundo en que todo el Planeta

manifieste su salud saludable con destellos multicolores de Alegremia. La Esperanza y la Alegremia en nuestros paisajes interiores son generadoras de los indispensables entusiasmos para este serestartrascender como revolucionarias y revolucionarios, en el día a día, en la Revolución de la Nueva Historia por la Vida con Alegremia. (*) Síntesis de la ponencia presentada en las Jornadas de Debate Regional “Ciudades que Enamoran”, convocadas por el Foro Ecologista de Paraná y el Programa Argentina Sustentable.

Julio Monsalvo Argentino, Médico, Pediatra, Sanitarista, Magister Sciencia Jefe del Programa Salud Comunitaria, Ministerio de la Comunidad de la Provincia de Formosa, Argentina. Miembro Fundador del Movimiento Mundial de Salud de los Pueblos. Miembro Honorario de la Federación Argentina de Medicina General Docente invitado a diversas Universidades del país y del extranjero. Autor y co-autor de libros y de artículos publicados en diversos medios. alegremiasinfronteras@gmail. com

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Lámparas con parpados Re-visitar las revistas de poesía en Medellín

Por: Luis Fernando Cuartas

“Digámoslo de una vez por todas- si alguna vez existió la belleza para la poesía, fue precisamente bajo estas formas alucinantes del placer”. Enrique Gómez Correa (Chile, 1905-1995)

C

omo la vacilante llama de una vela, en medio de la ventisca y el desconcierto, la dificultad y el azar, una publicación de poesía que adquiera la presencia de ser revista, se convierte en extraña luz. Muchas veces tímida y fugaz, otras veces poseedora de verdaderos incendios, las revistas se convierten en lámparas con párpados. Hacen de conjuro, se vuelven conjurantes. Pequeño grupos de personas deciden acarrear la tarea de publicar y crean su fogata. Consumen horas al ritual incinerante de las letras, cenizas que caen y se convierten en fumarolas de olvido y en textos manchados en los dedos del encendedor de versos. Pirotecnia donde se concede presencia a la luz. Entre sorbos de luna y licores de silencio, reverbera paciente un montón de ideas que se las va tragando el crepitar del tiempo. Algunas de esas pequeñas antorchas todavía nos conce-

den tramos de sus titilantes momentos, nos devuelven al descubrimiento entre la claridad y las sombras. Muchas de ellas en papel amarillento, retostado por las cicatrices del aire y el uso en los depósitos de los bienandantes lectores, aún conservan un extraño fulgor, una belleza implícita, un testimonio de lectores y de escritores, en su acto de capturar libélulas en el cristal de la noche. Adolfo Castañón escribía alguna vez, que las revistas son unas nebulosas, tarea de juntar heterogéneas ideas y dejarlas a la acción del viento. Salen, se encuentran, se estremecen, son de todos y de nadie, son nubes que llegan y pasan. Nos dejan una presencia que inaugura y raya, pero siguen en una danza similar a los papeles que el temporal agita en media calle. Sellan actos de complicidad, formas centros de ojo de huracán, se dispersan y juegan, permanecen los textos en las múltiples miradas que las revisitan. Carlos Oquendo de Amat, las presenciaba como un milagro de un gesto amoroso, “Para ti tengo impresa una sonrisa en papel Japón” y una metáfora china habla del tiempo como una breve eternidad, las revistas son así sólo instantes perplejos,

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nos dejan algo de las vibraciones diarias, nos dejan entre los estados de lo solar o lo lunar según tengamos dispuesta el alma. Esa psiquis que no nos hace ni viejos ni jóvenes, sino pura dinámica de las presencias. Si la revista todavía enciende la fría caverna de la rutina, si nos muestra esa galería de fantasmas vivos, si nos induce a procrear el parpadeo de la luz en nuestros ojos, con la llama secreta de los profundos arcanos del poema, es porque su tiempo aún pervive entre nosotros. También son los bosques de la nada, puro bambú imaginario, jardín incendiado, estado transitorio del mirar. El párpado de puro fuego se hace frío y tal como lo imaginaría Hôlderlin, “allá arriba marcháis por la luz”, desapareciendo, apareciendo, buscando como hacer sonar la cárcel del silencio en tiempos de penuria. El alma de ese objeto inútil y bello que suele ser la poesía, que nos trastoca y nos incita como una pesadilla. En las revistas aparece de momento, casi inesperado, entre una página antes no vistas, en una imagen que alumbra cuando antes eran sombras. Se convierten en zonas de crepusculares donde se encuentran cómplices y hacen su magia con sus códigos y sus representaciones investidos de misterio y osadía. En estados marginales de los grandes círculos institucionales, con mínimos recursos, escarbando con un duro garfio la tierra árida donde se cosechan huracanes. Pocas veces la literatura escrita con mayúscula,

la que hace encuestas y mide escalas de ventas, habla de esas lámparas solitarias. Y cuando lo hace, existe una maledicencia, una carga que desvirtúa, amenaza y trata de desalentar cualquier proyecto independiente. Una forma de violencia que descalifica y atropella la capacidad de la imaginación en su estado más libertario y amoroso. Como dice el poeta Raúl Henao: “Hay violencia donde se emascula la imaginación. Hay sedición y pillaje en la república que expulsa y sitia de hambre a sus artistas y poetas” (Julio 1983- Medellín- Punto Seguido-N.16). Su permanencia por fortuna delata que existe una vocación poética, un acercamiento a esas formas de combustión y de arrojo. Actos de valentía sin duda, de un arte de abrir agujeros en el agua, osadía y una dignificación de la condición del escritor y de los lectores. No sólo porque en una ciudad como Medellín podamos convivir con festivales de rock y de jazz, con encuentros internacionales de poesía, con eventos de artes plásticas y muestras de cine alternativo, tal vez y podríamos sentirlo así, es porque existe una historia de revistas de poesía, una serie de actos en plazas públicas y en las calles, donde la palabra y la música, han crecido y no siempre en las mejores circunstancias, que hace posible que aún persistamos muchos. La muestra que se tiene de revistas de literatura independientes es una buena demostración de esta afirmación. Hay en Medellín una cultura poética que se viene

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construyendo entre muchos, una morada donde habitamos muchos que nos acercamos a esa dinámica del placer y de la creación. Tiempo atrás, si tal cosa puede tomarse en esas retrospectivas, una breve antología de poesía, daba cuenta de esos precarios pero intensos pasos. Se trataba de una colección que se llamaba Poetas en Abril, (Editada por Luz Eugenia Sierra) donde muchos de los poetas aún hoy vigentes pasaron por esas hoy amarillas páginas. Pequeños libros como Otras Voces, la Revista Acuarimantina, la misma revista Gaceta (que siendo una revista de la U. de A. tenía en un principio un aire fresco y muy abierta a nuevos escritores), son referentes de esa circulación de texto, cuadernillos, folletos y revistas que aparecían en los años setenta y cinco a ochenta del siglo que hace poco se nos fue. Experimentos de difícil publicación y dura venta, que pasaban más fácil obsequiados y canjeados de mano en mano, en una camaradería no exenta de conflictos y de contradicciones. A no dudar eran grandes esfuerzos por mantener viva esa lámpara, por hacer que el párpado asistiera a ese arrobamiento de letras que caminaban entre bares y barriadas. Las revistas se multiplicaban y luego se escondían, aparecían y se esfumaban algunas sólo duraban dos números y muchas no llegaron sino al primero. Las libretas de apuntes, los cuadernos rotos, las Hojas al Viento, las Hojas sueltas, aparecían en las puertas de los teatros, en


las universidades subsidiadas por los mismos estudiantes o en los trueques y en las ferias de San Alejo, entre la dama de los cabellos dorados y su humo inmaculado, las tortas de María y Juana, estas publicaciones hacían su recorrido urbano. Panfleto, altanería, juegos verbales, humor cáustico e hiriente, poesía posnadaista, rebeldía, infierno, desparpajos, experimentaciones, neorrealismo, surrealismo, poesía que entre sus contrastes tenía en común las inmensas ganas de hacerla. Un impulso vital, una urgencia de palabra, un compromiso con lo colectivo pero también con las búsquedas estéticas, hambre de lecturas y de confrontaciones. Poesía con dejes de utopía y con la esperanza entre las hojas, buscadores de Otraedad, muchas veces truncada por alegatos inmediatistas o por divorcios sociales, donde entre la corbata y poema, pesaba una tristeza, un arribismo o un silencio. En la Arteria no dejaba de aparecer El ají picante, urticaria del humor con olor a origami. Urracas, Ranas Verdes, Hojarasquines, Muros, Asfaltos, sin faltar Pared, Zocalos y Ventanas. Revistas que marcan otras formas del tiempo como Deshoras. Revistas como Acéfala, Cantera, Siglótica, deslizantes palabras que salen por la Rampa y llegan a los múltiples lectores. Revistas montaña, que encierran y abren un Quitasol con el árbol de nuestros sueños en plena floración. Revista Poética y su invitación permanente a que

escribamos poesía. No faltaran Misterios Eleusinos, formas de acercarse a la luna, para tomarla por asalto con la Mascaluna o las provocaciones logradas por los escritos publicados por los Poetas del Apocalipsis. Una mirada de acercamiento a la ciudad y a sus conflictos, palpitar de fábricas y galladas de barrio apostadas entre el hambre, la música y la muerte. Cada cual quería poner un Grano de Arena, otros buscar el nombre en el correo de los chasquis, con apellidos de revista del mejor tinte amerindio. No faltaban las Aurigas y sus carros celestiales, los del cuento y la palabra con boina nocturna y permanente Susurro, La cantidad Hechizada y un Lezama Lima escondido en un sarcófago de papel en pleno Junín, o las Señales en la hoguera como un preludio a las lámparas revistas que dan sentido a este ensayo. Un mundo que se impregnaba de Letras, aún sea para dar cuenta de libros y hacer su reseña con breves notas y poemas. Aquelarres laicos, canciones y bebidas hasta la media noche mientras se leía a Laberinto Lunario, junto con juegos cargados de laboratorios y talleres de experimentos en Ludens, dulces embriagados del rock y muchos de ellos suicidadas de barrio con su revista Ceres y Rock Comuna, donde dibujos y poemas aparecían como un ejercicio de jóvenes de la comuna trece. La efímera pero de unos textos lúcidos de los amigos de Maya. La dimensión trastocante e hiriente a la moralidad hipócrita

con la revista-folleto El Otro, la reivindicación de mujeres en la revista Brujas, el mismo inicio de Prometeo como revista del movimiento obrero, daba una pieza al sentido social que habitaban muchas de esas revistas. Conciertos y tocatas de un cuatro llanero y sus plegables famosos de El mensajero, de nuestro amigo de la bicicleta negra, Juan Guillermo Rúa. La Poesía al aire libre y su revista Punto Seguido, una hormiga que deja huellas en las calles de la ciudad. No podemos olvidar que de otras ciudades nos llegaban las llamitas de otras publicaciones, algunas con pretensiones de ser el Zumo Zumo, otras como una tarea de picapedrero tallado una catedral de humo, Puesto de Combate en su permanente oficio de abrir boquetes a las ruindades de las realidades pobres. Una decana de mil trajines la revista Aleph, que lleva el tiempo del nevado cuando estaba apenas empapándose de nieve. Nombres cargados de formas oraculares, algunos con la virtud de parece cercanos a nuestros poetas y poemas favoritos, como un Barco ebrio. EL Túnel construido con letras en plena sabana calentana en medio de guacharos, vallenatos con olor a río y soledades con amores de caimanes. Luna de locos, junto a la Horca de Lorca, otras hechas con precarios medios de impresión, muchas veces a mano o con mimeógrafos y rodillos entintados, garfios, gubias, letras pegadas y recortadas, escritos de una hoja de un pedazo de papel. Escritos de aire, de hueso, de madera, en

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fin escritos que salen y se convierten en pequeños incendios. Revistas como Claro Oscuro, cuya luz tiene su contenido en las alas de las falenas. Centauros, comejenes, El Gallo calvo, gato encerrado, golpes de dado, como para no abolir el azar y dejar la fauna de revistas aullando en una republica donde la ley es sorda y la poesía no deja de hacer Eurekas y de provocar Voces errantes, publicaciones de Andariegos, buscar Ecúreos, contemplar Andrómedas( hoy Materika) que nacen en Costa Rica y viajan hasta nuestros ojos, junto a sus Manijas. Formato diez y seis, de Panamá que era de cine y de poesía, El caimán barbudo de Cuba, Nicaraguac, Revenar, (Costa Rica),Graffiti,( Costa Rica) Aghula,( Brasil) EL Heresiarca, (Argentina), poner la pupila en el fuego cuando aparece el Ojo de aguijón, de Francia y los dragones y sus mitologías de tigres en el aire y celdas por el Orinoco, cuando aparece Dunganon, de Suecia. Un poeta solitario pero lleno de gente del mundo con su revista Melé, en una Honolulu que hará flotar su alma. Combates entre el desierto y el salitre, entre el mar y los silencios australes, con la revista Entreguerras. Estarán en esa combustión en pleno centro de Nueva York, la revista La Ñ, Realidad Aparte, Rinoceronte trece, con la posibilidad de que existan voces latinas entre el bullicioso mundo neoyorquino. En esa relación de nombre y proyectos no olvidemos a Ulrika, Buziraco, Rimay,

Cultura Caribe, Exilio, Ocarina, Papagayo de cristal, Uno en Uno, que hacen parte de ese historial que suma como inventario cultural de un país poético. Las mismas revistas que organizan la muestra de publicaciones literarias independientes son de reconocimiento en el país y por supuesto en la ciudad. Transeúnte, Babel, Papiros, Asfódelo, Interregno y Punto Seguido, que ya fue mencionada anteriormente. Dando cuenta de esa diversidad y de la multiplicidad de propuestas que existen, para mostrar que se viene construyendo de tiempo atrás un espacio y unas coordenadas posibles para habitar la poesía en nuestro medio. Es posible que en este breve recorrido se me pasen algunas que pueden tener gran interés y valor cultural, más la idea es de dar cuenta en trazos rápidos de esas lámparas que han mantenido luces en medio de épocas aciagas y truculentas, que han seguido su labor de impulsar para que otras nazcan y prolonguen esa tarea de Aladino, de saber preguntar en dónde queda el genio, que favores pedirle sin menguar la disciplina y el duende como diría Federico García Lorca. Las revistas literarias independientes de las instituciones oficiales y de la empresa privada, las que se han hecho grapando y cociendo las letras, las que se hacen a bordo de la tienda de esquina, entre los encuentros de conversaciones y venenos necesarios, son una zona imantada, los hacedores de las voces

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que permiten que no nos callen los funestos, los hacedores del silencio. “Son mis voces cantando/ para que no canten ellos,/ los amordazados grismente en el alba/ los vestidos de pájaro desolado en la lluvia” Alejandra Pizarnik (Anillos de ceniza- fragmento). Del libro Poetas en Abril al libro Madame Destino, ha pasado varias décadas. Entre uno y otro existe una memoria de muchos poetas que han escrito en varias revistas de la que menciona este texto. Madame Destino, es una recopilación hecha por editorial Endimión y la Revista Punto Seguido. Entre uno y otro libro hay todo un recorrido, es una manera de dar cuenta de la multiplicidad de esos procesos poéticos. Omar Castillo también ha realizado recopilaciones de poesía de muchos de los poetas que aparecen en varias de esas publicaciones. Son todo un testimonio y una vivencia inobjetable. Sin ser directamente de poesía la Revista Ciudad fundada por Guillermo Álvarez, hace parte de esa pléyade de revistas que aun circulan en nuestra ciudad. Pueda ser, que esta memoria sirva para generar nuevas propuestas, que exista una relación de confianza y de respeto, apoyo y crítica seria entre todas las publicaciones, abonar terreno para mantener ese estado de plenitud gozosa que es publicar revistas, pese a las dificultades. La apuesta es a mantener las revistas abiertas, visitar sus


aposentos, volver a ellas como un archivo vivo y una memoria válida para dar cuenta de un devenir creativo.

Punto Seguido: El pan de las termitas La termita va armando el termitero. Sus recovecos, sus socavones, sus pozos e invenciones. Acumulamientos y desordenes aparentes, puentes de greda y montañas de detritus. Bifurcaciones, fragmentos, periodicidades aleatorias, nubosidades, borrones, saltos repentinos, escalas distintas, lugares asimétricos, nada de monumentalidades severas, de pórticos enraizados e imperiosos. Así, como las hormigas arman su termitero, la revista se viene construyendo año tras año. El plan es invisible, una coartada, una breve señal da la entrada: “yo inventaba el color de la vocales”, “Alquimia del verbo”,

“El gran juego”. Vértices, agujas, puntas de pedernal que sirven para entrar en la gruta del texto y dejar signos en sus paredes húmedas. Nuestro arte es un arte termita, una forma de escribir en los intersticios, un ritual andariego y aéreo, perforación y flotación. Música donde la hormiga hace la partitura en el suelo, desde el suelo urbano, en la aridez de un plano mundo, escarba, escarba, y saca notas. Un arte que se retira del antiguo golpeteo del trabajo, de la simbología de la hormiga operaria, del animal gregario que hace planos de ahorro y guarda ilusiones, es la hormiga anarquista que se retira de los repetidos golpes de la muerte haciendo múltiples disciplinas. Arte de encontrar diversas salidas y múltiples entradas, mestizaje poético, mezcladores y diversificadotes, nada de espejismos del habla. La multiplicidad de lenguajes

y manifestaciones, pensamientos vivos. Hemos dejado a un lado las formas de hacer revistas que no salten, que no hablen que no caminen. Todo pensamiento que no devuelva un sentido a la vida, toda poética que no reconozca un contacto con el mundo, es vacío intento de copiar realidades sin fondo. Pensamiento abandonando la mundalidad de una acción supeditada a políticos y financistas, entre burócratas y cargadores de herramientas envenenadas por exceso de realidad, es una poética servil y adocenada. Con la revista se trata de hacer una poética que opera advirtiendo, desnudando, relación con el mundo creando nuevas vinculaciones con las cosas y los seres, una mirada activa y no la quieta parsimonia de los monumentos institucionalizados o los circos académicos.

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Veloz como la tortuga de Aquiles, acto de perseverancia, antes que la liebre se agote, la termita hace su tarea de gozo indescriptible. Es así mismo, una manera de establecer diálogos con los que no hablan, con los elementos oscuros y pocos frecuentados del lenguaje, recoger los mensajes agónicos de los que lanzan botellas al mar y encuentran receptores que leen la embriaguez oculta del mensaje. Más que sumatorias de lugares y palabras, son puntos dispersos que permanecen, alvéolos que se hablan desde largas distancias, panales que se hacen guiños entre la miel y la arena. Por eso nuestro permanencia tiene que ver que la negativa al supremo ordenador, con los identificadores de la dispersión, con las construcciones de puertos firmes y seguros, con los que niegan la inventiva y la aventura. En 1983, cuando cumplíamos un aniversario de nuestra publicación, un reciente aniversario en ese entonces, decíamos : “Quizás un desabrido anhelo de insurgencia, un temblor de abismos en el alma o la música oculta que vibra en las tinieblas, nos llamó a publicar Punto Seguido” y este tributo propio no es menos desgarrador que sus comienzos. Y conocedores de ese acto desgarrador, de esa provocación sin límite nos atrevimos a escribir en el número 48 de la revista: “Punto Seguido intuye la vigencia de aquellos cuyas obras han sabido resistir todos los embates de un mundo enfermo y plagado de fórmulas que nos entregan el espejismo

de una falsa evolución hacia la ciencia y la tecnología, cuando en verdad desaloja al hombre de su verdadera patria, lo exilia de si mismo, del lenguaje, de la imaginación y lo arrastra al abismo de la inmovilidad y el desamparo». Seguimos en la insondable tarea del nombrar, de hacer con la greda sucia de los días, ese termitero que permita ser habitantes de la poesía. En esa tarea decíamos en 1987: «Aún por encima del ejercicio de homogenizar, de la repetición, de acelerar producciones y de agotar espíritus, estamos presenciando un Arte Vivo, una ciudad que se quiere mirar desde adentro, para devolverle la Rosa Verde de lo inverosímil : la noción de exaltar la imaginación contra el escarnio de la guerra y la acción de la idiotez» (Punto Seguido # 38) . Nuestra actividad está cifrada por la desmesura. Las acciones de la mesura son acciones contables, son la administración de las ganancias, son el sondeo de las sumatorias. Los sistemas mesurables pretenden ser seguros, administrables, son sistémicos, porque se pretende que lo UNO sea lo más seguro, son las puntas de una serie, la serie de los en masa, de los contables, de los que pueden ser registrados y almacenados. Por eso la desmesura, es una condición de termita que nunca acaba de ser construida, que siempre esta iniciando, que es informe, deforme para algunos, un lugar aciago y un lugar de fiesta, un lugar del eros y un lugar trágico, una acción con-

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tinua e inesperada, hormiguero para excavadores dulces de la ebriedad y el desorden creativo. La revista ni siquiera es de nadie, es un estado de vigilia que delata la condición humana en sus búsquedas en cada ser: “La poesía ni siquiera es patrimonio de todos… la poesía no es… y esa inexistencia nos desnuda… ese abandono nos pervive” (Punto Seguido # 22), es el arte de no atesorar sino de vaciarse, devolver antes que embodegar silencios. A este precio de mundo, a este descalabro de la realidad, no podemos negar que “ El surrealismo ha sido nuestra yerba maldita. Su imprecación de alas conmociona como hace setenta y dos años y a decir del poeta “ como una raya mágica que cayó de la frente de la noche”. Seguimos desvelados batallando la aurora después de tantos años” Texto explícito si se quiere, pero antorcha, escrito en 1986 (Punto Seguido # 24), como un hilo secreto, « una cinta de aire que serpentea los vacíos», acto de abrir los ojos para partirse por el centro, como diría José Lezama Lima. Termitas sin territorio. No somos de un país somos paisaje, carecemos en poesía de fronteras que nos encierren, así hablamos con poetas de otro paisajes y condiciones múltiples. Las hormigas de la revista han mantenido diálogos con Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Panamá, Nicaragua, Cuba, México, Honolulu, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Francia, España y Portugal entre otros poetas del mundo.


Pero a la vez somos a temporales, abrimos boquetes en el tiempo. Podemos conversar con Paracelso y Artaud, con Breton y los poetas Sufís. Asistimos al encuentro de un calígrafo chino con Diamanda Galas. Toman con nosotros cerveza Eunice Odio y Enrique Molina. Antonio Ramos Sucre puede estar tan cercano como la nube en pantalones de Maiakovski y Enrique Gómez Correa puede estar sentado en las lagunas oscuras de Olef Alberhg. Es una dinámica sorpresiva y aleatoria, pero no por eso carente de rigor. Es el sentido del asombro, un estado de imantación, “ La poesía es un acto socialmente imaginario, es un evangelio de ficciones”. (Punto Seguido # 19). Es tal vez la afirmación de que « la poesía no se exila, pervive. Si el poeta arranca en su carro de fuego y se trasforma en sombra, sigue, sigue habitando cada lugar donde intervino, y sigue una ruta ineludible, un camino que lo llama», la gran relación que se tiene con los seres que han vivido muchos mundos en el propio y que conocen un mundo viviendo un universo. (Punto Seguido n.18). Reconocemos que no es una poesía fácil, más mantiene la tensión y el encantamiento. “Imagen inhóspita nos presenta la poesía en estos tiempos… Su condición de ser inaprensible por el código la de utilidad bursátil, nos deja más desnudos que cubiertos” (Punto Seguido # 34). Es un llamado a la resistencia, pero a la vez una actitud sincera frente al mundo. Llamamos poeta no a un ser que arme palabras en un sartén de hojas y las refrite en el lenguaje de la pose frívola

o banal, llamamos poeta a aquel que esta dispuesto a encontrar en los órganos de los cuerpos, en la materialidad del mundo, una razón de conocimiento, una voz capaz de hablarnos del bosque, de lo sumergido, de lo alterable, con la pasión que pueda tener un físico al sentirse convocado por ese dialogo universal. Como termita, como hormiga que logra socavar en la piedra más estéril para sacar la greda necesaria para formar las volutas con las que se escribe en el submundo, las que levantan las marcaciones, los prospectos y las líneas conocidas, para crear otras visones posibles. Punto Seguido, no es una historia lineal. Recovecos y meandros, sinuosas formas, serpenteantes estados. Dificultades y dichas. Desde recoger por kilos las letras impresas, regadas por las calles y devolverlas trituradas para convertirlas en revista, pasando por las zanjas y las precipitaciones de la borrachera y la lucidez. Desde pegar abecedarios con brocha y con cicatrices en el papel, hasta juntar rebaños de nubes, donde nuestros amigos chilenos soñaban con hacerlas vacas. Encender guitarras, poblar soles nocturnos, regalar poemas en los cementerios, buscar piedras que hablan, conversar con los objetos refractarios a la realidad. Hacer la foto sin cámara, dibujar en arena, buscar vocales fugadas de los labios de una niña indígena y tocar con los dedos de la noche la fragancia de la belladona. Un historia no contada por cuotas, ni hecha para entretener cronistas. Es sólo una intención que camina,

una boca que nos habla en cada página. Esperamos poder seguir contando con el camino de la hormiga. Hacer con los lectores complicidades duraderas y encuentros que hagan que cada Punto Siga vivo.

Luis Fernando Cuartas Nació en Bello, Antioquia, Colombia, en 1956. Es miembro fundador de la Revista de Poesía Punto Seguido. Es Cofundador del espacio poético Laberinto Lunario. Algunos de sus poemas han sido publicados en periódicos y revistas de Colombia, Estados Unidos, Francia y Suecia. Entre sus libros, aún no editados, se encuentran: Delitos del paraíso; El libro de los objetos con ojos; y La luna de los lunes. Durante seis años ha organizado el taller de Viajes por la literatura, que se inició en la biblioteca Universidad Nacional, sede de Medellín y que hoy continúa gracias al apoyo de la Facultad de Arquitectura de la misma Universidad. Dirige el programa de radio Taller de Luna, desde hace ocho años, en UNRADIO Universidad Nacional-Medellín. Trabaja como asesor y miembro de la mesa ambiental de San Pedro de los Milagros, con el proyecto Literatura y paisaje, haciendo recorridos tanto rurales como urbanos en la zona norte del departamento. Hace parte de la Corporación la Zaibla del municipio de Amagá donde se realizan actividades con madres cabeza de familia y con niños y jóvenes del municipio.

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Vida saludable desde enfoques ancestrales Algunas perspectivas en la ciudad de Medellín durante los últimos 20 años Por: Ana Karina Yepes Gómez

M

i historia, es una que comienza con algunos modos de vivir alternativos que fueron generando cambios no solo en mi comportamiento sino también en el comportamiento de algunas de las personas de mi vida. Historias de barrios y de siembras de sueños y visiones que se han visto florecer a lo largo de los años y de los amigos en los que floreció y fructificó la semilla de la curiosidad por los modos de vida indígena, y estilos de vida más sostenibles y más conscientes con el ambiente y con la sociedad. Cuando se acababa el año 2000 todos teníamos nuevas expectativas, hasta la del fin del mundo, pero todos veníamos construyendo un proyecto de vida pacífico en el que la bandera de la paz y el pacto Roerich se hicieron más que conscientes para muchos de nosotros en la ciudad de Medellín. Ya veníamos desde antes, con las

jornadas de paz y dignidad de los pueblos, con muchas personas promocionando además el canto al agua y el rezo por el agua, y todas las oraciones de un montón de gente loca, un montón de hippies que siempre han conservado la esperanza de un mundo mejor y más bonito con el pequeño convivir del día a día. Toda una serie de rezos, ritos y pagamentos de todo ese montón de locos, que con un pensamiento bonito, una buena oración, una buena y bonita palabra, fueron construyendo cada uno de los escenarios que hoy marcan a nuestra ciudad, con ese toque de ancestralidad indígena y de apropiación de nuestra cultura y territorio. Uno de los grupos que comenzó por allá, en 1987, fueron los mayas galácticos, con su bandera arcoíris y su bandera de la paz que comenzaron un proceso mágico en la ciudad de Medellín, entregando la instrucción del encantamiento del sueño de la historia y las sincronías y convergencias galácticas, los días fuera del tiempo que en algún momento fueron en el Eco Parque cerro el volador, y que luego continuaron en el jardín botánico Joaquín Antonio Uribe. Cuantos de los locos que hoy en día hacen terapia en la ciudad de Medellín nos conocimos allí, y compartimos tan lindos y memorables recuerdos que construyeron la historia de nuestra ciudad. Algunos

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llegaban con su cuento de sanar a través del arte, de la música, de la poesía, de la danza…. Y las palabras fueron cogiendo fuerza y la fuerza nos tomo a todos por sor presa, y nos envolvió en un giro en espiral que aun no termina…sigue siendo como ese hunabku y nuestro hermoso camino de la leche… la vía láctea… una galaxia que nos ha permitido evolucionar en este bello y hermosa planeta terra gaia. Recordando así todas esas meditaciones de reconexión planetaria, no solo para que nosotros estuviéramos presentes con nuestras raíces en tierra y pasándole una buena vibra a la mama pacha, sino también elevando ese rezo al sol, la luna y las estrellas, y a todas las estrellas de este universo mágico que hoy nos tiene aquí presentes. Dichas reconexiones están ahora más presentes que siempre. Cuando muchos de nosotros nos hicimos unos visionarios y decidimos seguir el camino de la pipa sagrada (la sagrada Chanupa), y los siete ritos de la pipa sagrada del norte, y nos encontramos con la danza de la paz, con las danzas del sol y de la luna, se abrió todo un panorama nuevo, mas vigente ahora que siempre. Comenzamos a construir desde nuestro caminar individual el fortalecimiento de una visión como comunidad, el fortalecimiento de una visión como tribu. La tribu del sol llena de caminantes en este globo azul, que se juntaban para compartir unos cantos, un tambor de pow wow, y celebrar la fiesta de la diversidad, la fiesta de la raza,

con las diferentes lenguas y caminos tradicionales de nuestros pueblos aboriginales, bien del norte, del centro o del sur, bien de la nación del cóndor, bien de la nación del águila… y profundizando y siendo herencia viva de esas profecías del cóndor y del águila. Esto llenó para muchos de nosotros nuestras vidas con un nuevo brillo, bien de los andes, el cóndor y la bandera aimara whipala, la ahuacoya; bien de nuestra querida floresta amazónica con el hermoso colibrí- beija flor y la magia del yagé, ayahuasca, yurema y del cambó, medicina de sapo; bien de la medicina del norte con su águila, su bisonte, su peyote y temazcal. Estos brillos y toques pueden verse reflejados en nuestra ciudad, con una casa madre central en el jardín botánico Joaquín Antonio Uribe, que permitió el compartir de estos saberes, el confluir de los saberes medicinales, y de reconstrucción del pueblo y de la sociedad con medios más sostenibles y buscando una solución a nuestros problemas actuales en el conocimiento tradicional. Encontramos los

conversatorios de salud indígena, donde diferentes pueblos indígenas se reúnen para recuperar esos saberes ancestrales, y recuperar la imagen de nuestros médicos tradicionales ancestrales, como parte de los esfuerzos académicos de la facultad nacional de salud pública por fortalecer dicho conocimiento. Es siempre un buen lugar de encuentro para conocer al mambe la mama coca y compartir un ambil de la chorrera amazonas y compartir con el abuelo Rodolfo Giagrekudo, y la madre prudencia, su antigua medicina del mambe, el ambil y la caguana y compartir una danza Carijona para restablecer el equilibrio entre nuestro interior y la mama pacha y conocer a muchas personas en el camino de la medicina de diferentes tradiciones bien de nuestro país o bien de otros países. Cuantas veces ha sido un buen lugar para hablar de alimentación saludable, y técnicas alternativas de cultivo para nuestros productos y para conservar las semillas tradicionales de los pueblos, y cuantos mandalas de semillas y frutas se han realizado allí

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por diferentes personas que tienen entre sus propósitos comunes, el generar consciencia en el buen vivir a través de la alimentación. Aquí ha sido nuevamente la construcción de una visión comunitaria de un buen vivir lo que ha reunido y convocado a las personas en sus diferentes momentos y espacios de la ciudad. La sanación y los procesos de educación para la salud se convirtieron además en una excusa para poder hablar de esas cosas que les pasa a las mujeres, e incluir dentro de los círculos de palabra a las mujeres, y los círculos de comadres para compartir estos asuntos de menstruación consciente, de partos humanizados, de placentas y ombligos y nuestra relación con la manera como tenemos y cuidamos a los hijos y a los niños. Este grupo de mujeres cada vez se ha hecho más grande y consciente de la importancia de discutir estos asuntos, así también como los espacios en los que las mujeres pueden expresar desde otra perspectiva su cotidianidad, y ser incluidas y tomadas en cuenta. Discutir de una manera sagrada nuestro propio manejo de la sexualidad, que no implica solo mi actitud hacia el otro, sino también hacia mi mismo, y mi relación personal con mi cuerpo, y de permitirme a mí mismo experimentar la vivencia de los cuatro elementos en mi, y poder armonizarlos y tener un mejor contacto cotidiano con los demás, bien de mi mismo sexo o de otro…

Es así como en nuestra ciudad se generan además espacios para que no solo las mujeres, sino también los hombres puedan ayudar a las mujeres en su proceso de sanación, de vínculo con su útero y las bendiciones de útero que se están realizando a nivel global. La elaboración de mandalas por parte de las mujeres para la sanación de su femenino durante todos estos procesos ha sido de gran utilidad. Muchas personas diferentes liderando todos estos procesos, pero que todos han partido desde un accionar desde la visión de un mundo mejor, y de ser agentes para el cambio, tomando consciencia de nuestras raíces culturales y ancestrales y reconectándonos con los procesos que vive nuestra ciudad. Nuestra ciudad respira un nuevo aire de paz cada vez que las personas marchan todos vestidos de blanco, pidiendo por la paz, rezando y orando por la paz…. Son siempre buenos momentos que nos convocan bien alrededor de un fuego, bien alrededor de un sancocho, bien alrededor de los diferentes altares que así lo permiten, sin distinción de raza, credo, y sin que pertenezca a un grupo religioso en particular… una vivencia de la gente arcoíris para la paz de esta mama pacha, y que marcan también a nuestra ciudad como un territorio de paz.

Ana Karina Yepes Gómez Mujer medicina del camino rojo, danzante del sol y portadora de chanupa (pipa) solar de la

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iglesia nativa americana y el fuego sagrado de itzachilatlan, danzante de la luna y portadora de chanupa lunar con la abuela mallinalli de méxico, y danzante odissi de la línea de Eva Bodez, Suhata Mohapatra y Kelucharan Mohapatra. Reikista nivel III. Biologa de la Universidad de Antioquia y Especialista en Ciencias Socio-Médicas, Magister en Ecología Humana de la Universidad libre de Bruselas VUB Vrije Universiteit Brussels. Desde hace 11 años trabaja técnicas de meditación y estudio de lenguas ancestrales lakota, y náhuatl, base de los cantos para las diferentes ceremonias del camino rojo. Daimista y Animista de la tradición del Santo Daime fardada en Ceu da Santa María en Amsterdam. Lider junto con su esposo Luca Catullo del centro de terapias Curación ritual y Curación Ritual Femenina donde brindan talleres de Sanación Reiki de la Línea Usui Shiki Ryoho de reiki tibetano con la alianza de Reiki Española. Brinda talleres de retorno al femenino a través de la danza odissi, los mudras, mandalas y mantras, menstruación consciente, parto humanizado y doulas. Y talleres para hombres y mujeres de Tantra.


Buenas noches, mi niña Por: Marta Mañes Ferrer

Y

ahora, tienes que cerrar los ojos y descansar, ¿me escuchas bien cielito?

-No. Aún no, mamá –contestó Aurora con los ojos despejados y una sonrisa juguetona en la comisura de sus labios-. Un poco más. ¿Porfi? Cuéntame algo más de cuando era niña… -Bueno. A ver si recuerdo algo…si. Ya está. Los martes, cuando íbamos al parque solías correr detrás de los perros y sus dueños. Te quedabas todo el rato a su lado. Jugabas sin descanso a correr junto a ellos y acariciarlos. Cuando tocaba regresar a casa a menudo tenía que convencerte con algún pacto o estrategia para que no llorases. Si no, no había manera humana de hacerte volver. Eso además de quererte llevar a todos los animales del parque contigo. Fuese el que fuese –comentó Carmen.

-Una vez, cuando eras adolescente hiciste una fiesta en la que uniste a tus compañeros de infancia y bachillerato. Te divertiste mucho preparando los detalles. Recuerdo que pasaste horas buscando sorpresas para asombrar a cada uno de ellos. Y lo conseguiste. Te puedo confirmar que tienes una muy buena memoria para las cosas y aún una mejor capacidad de crear con tus manos, porque… la verdad es que no tenías mucho presupuesto para gastar pero te sobraban recursos. Lo imaginabas todo, luego te organizabas y lo preparabas. Te espabilabas para conseguir tu propósito. Aurora revivió a la perfección cómo con aquella ilusión llena de ingenuidad, bondad y voluntad enamoró a Álvaro en aquel encuentro. El amor de su vida. El hombre que la hizo feliz hasta lo más profundo de su alma. Recordó cómo compartieron risas y juegos, caricias y miradas.

Aurora lo recordó con claridad. Comprendió que ese era el motivo por el que siempre había querido ser veterinaria.

De pronto vislumbró como una vida compartida con amor se empezaba a evaporar. Escuchó de nuevo:

Su madre prosiguió.

-Todavía te veo jugando por la arena de la playa con Isabel y Carlos. Haciendo castiEdición 22 • ISSN: 0123-238X Ciudad, revista de asuntos urbanos 29


llos y defendiendo sus murallas de las olas que os amenazaban. ¿Recuerdas mi niña? Como si estuviese sentada en primera fila, viendo en un cine el estreno de una película, Aurora sintió la brisa del mar, percibió el olor húmedo de la piel de sus hijos pequeños, y se calentó con la energía de los rayos de sol que la abrazaban. Suspiró. Cerró los parpados durante unos segundos pero no quería dormir tan pronto. No. -¿Cuéntame algo más mamá? Antes de irte por favor. Sólo una cosita más. Aurora abrió los ojos con la misma ilusión y curiosidad del primer día de su existencia. Unos espectaculares ojos turquesas que se confundían con el agua de los mares del sur. Su mirada continuaba siendo fresca y apacible. -Pues…Ahora me viene a la mente el día que nos sorprendiste a papa y a mí con tu regalo de aniversario. ¡Casi nos da algo! Fuiste capaz de reunir al pueblo entero, la orquesta con la que papá tocaba, bueno, los compañeros que quedaban de ella, y pudiste prepararnos una cena con la familia entera y nuestros amigos más queridos. Lo que más me impactó fue cuando nos entregaste el álbum de fotografías que nos habías preparado. Allí estaban nuestros momentos familiares más bellos, muy bien reflejados. Gracias hija mía, gracias por ser siempre mi niña. Una niña ejemplar.

De repente un sonido de alarma empezó a sonar en la habitación número 42 de la planta seis del Hospital Esperanza. -¡Aurora! ¡Aurora! Enfermera…por favor ayúdenme –dijo Álvaro. Los médicos aparecieron en la sala y tras echar un vistazo a los aparatos comprendieron que el momento había llegado. No hubo mucho margen para despedidas. Aurora miró con amor a su hija Isabel que la cogía de la mano derecha. La otra la tenía ocupada con las grandes manos de su marido Álvaro. Detrás de él, de pie, se encontraba su hijo Carlos mirándola con ternura. -He estado hablando con mi madre –emitió con voz pausada-. La he visto. -Qué bien –respondió su familia al unísono con lágrimas en los ojos-. Te queremos mamá -añadió Carlos. Mientras el silencio de la paz se apoderaba de su cuerpo, Aurora escuchó una vez más la voz de su madre que le decía: -Buenas noches, mi niña. Debes empezar a dormir. Ella, obediente, cerró los ojos para descansar.

Me llamo Marta Mañes Ferrer. Nací en Barcelona en 1967. Vivo entre la ciudad condal y Menorca. Adoro la música. Toco la guitarra española. Estoy casada y tengo dos hijos ya mayores. Soy Diseñadora Gráfica, también estudié Artes

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Aplicadas al Muro, especialidad: Pintura. Tengo un Postgrado de Dibujo Superior por la UB. Estuve en el Estudio del Artista y escultor Domenech Fita durante un año (Gerona) y en el de la pintora Adelina Gaeta en Barcelona tres años más. Hablo cinco idiomas y me encanta comunicarme con la gente. He dado clases a adultos y niños de arte y pintura. También he hecho exposiciones individuales y colectivas durante veinte años. Como siempre me gusta aprender algo nuevo, me apunté al Ateneo de Barcelona y cursé: Narrativa Castellana y Novela I. Escribo. Así que después de haber dedicado unas cuantas horas de mi vida a intentar expresar lo que me parece correcto, incorrecto o simplemente, no me parece de ninguna de las maneras a través del arte en distintas disciplinas he escrito mi primera novela, y estoy acabando la segunda entrega. Tengo un montón de proyectos en mente además de estar terminando unos cuentos para adultos que espero publicar este otoño. Colaboro con Revista Digital Jus de Editorial Jus, México y soy miembro y colaboro en la revista cultural de Palabra sobre Palabra en ASELCA, Asociación de Escritores en Lengua Castellana.


Antorca herida de luz Breve recorrido en el arte y la poesía Por: Juan David López

Soy artista plástico de la universidad Nacional, actualemente desarrollo una obra pictórica llamada Caligrafías de Arena que responde a la relación entre pintar y escribir donde el trazo se confunde con la versificación del mundo a través del lenguaje de las palabras escritas. La expresión gestual de los signos pictóricos no pretenden circunscribirse a ningún alfabeto conocido, más bien cuasi-alfabeto o letra travesti que no formaliza en la convencionalidad de los signos escriturales que nos rodean. También he desarrollado una obra de arte político, el arte como actividad en acciones performativas que han creado esfera pública y que nos invitan a la reflexión sobre otros circuitos para la divulgación artística distintos a la institución arte que muy de las veces están amparadas en los órganos socioeconómicos que

producen una estética dominante que excluye o tergiversa el contenido de la experiencia estética. Como poeta he desarrollado la obra inédita ANTORCHA HERIDA DE LUZ, también soy autor de algunos poemas que han tenido circulación en medios virtuales e impresos en el valle del Aburrá. La obra poética pretende despertar la conciencia creadora en cada lector y lo estimula a asumir una cultura emergente que permita la autoexpresión como comunidad resistente y con un sentido que va de lo bello a lo crítico, de la metáfora a la implicación social dispuesta al servicio de la transmisión luminosa por medio de la palabra escrita, oral y muy decidida a permear en las comunidades marginales que requieren de la dotación de la palabra como herramienta de conocimiento y de amor.

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SOBRE EL DOLOR

De nada nuevo habla la guerra Cuando del hombre se trata. Anduvimos por una senda equivocada De pincharnos los dedos para domar el dolor. La sangre de otro en mi pañuelo La condolencia replicante de un vivo dolor El grito de un cuerpo sin televidentes Que nos hurga hondo a la hospitalidad. Del dolor que nos deja sin palabras, Del dolor sin artificios, sin habla, Del dolor sin espectacularidad… Del dolor que es cautiverio común de la especie. Tanto odio acecha que hemos confundido Al dolor con el enemigo a vencer. No amputes al dolor por ventanilla Con esa hacha de anestesia mediática Que corta el eslabón de tus sentidos.

ESTA VIDA MORTAL

Tú das algo más que un paso contrapuesto Ante tanta decadente voz locomotora. Tú das algo más que la saliva de consuelo Ante tanta morbosa pasión de la muerte. Repliegue de flores en barricada Nos contienen de un maquillado infierno. Escalamos hacia abajo montañosas sombras Para poder ver soñar al águila encarnar Los ojos del sabio cazador: De aquel lugar cuando comenzaste a romper La miserable altura de los falsos discursos. De aquel lugar cuando comenzaste a soñar La cicatriz regresar a casa por los surcos Que dejan las fieras al pasar por la cara.

A TI…ESPÍRITU DESMEDIDO Quita los barrotes sobre mis alas, Despúntame la boca para la voz interior Y juntos atendamos las resquebrajaduras De los techos que caen encima de la vida.

Todo cuanto viene ya es despedida, Todo cuanto viene son puñaladas De peces que brotan de las tinajas Que rajan la línea suicida del tiempo.

Cielo sin vendas al que me postro Para despojar mis ojos hacia ti. Sangra luz sobre mis ciegas venas, Corazón entrañable bajo tierra verdadera.t

La inmisericordia de las horas Es el himno de mar en luto blanco Que aplasta hasta la borradura Los ruidos de los cuerpos afligidos.

Cávame la paz con el aleteo de tu vuelo, Llévame hondo por lo que no se de mí Y no me detengas en parte alguna, Ve…vuelve…Observa pasar el otro tiempo.

Tras los minutos en descomposición Flotan las sepulturas abiertas, Espasmódica vergüenza del mundo Liberando la justa voz del corazón.

Con el fuego de tus puños crispados Arranca el canto de garganta Hacia un mundo que deshinche De la cólera añeja de los patíbulos.

Ave innaciente del no lugar, Nido de nadie que vuela inmortal Por donde jamás tremolaron Banderas de muerte en esta vida Que sólo era mortal.

EL POLEN DEL ARQUERO

TÚ DAS ALGO MÁS…

Jauría de lobos blancos Sobrevienen al aullido de la sed En la desgarrada noche de pétalos Hinchados de tantos ríos secos llorar. El animal del más allá husmea Mi rostro herido en la niebla, Lame mis ojos abiertos a encendidas vértebras de un canto que deshiela la boca.

La divina herida del color fecundo Sobre cultivo de grises frutales. Habla en la punta de la lengua De los versos cromados que extraviaste. Un desliz amargo en la boca Te hace escupir la muerte: Maltratada carne prendada Que deviene en luz de arrastre. Travesía de la mariposa En sonrisa de ardientes colores, Hilo certero en las comisuras Del iris de tu carne. Perpetuo arquero del espejo Con palabras flecha en tu corazón.

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Lanzo los dardos Que no cesan de caer En el regazo de esta inflamada noche, De esta insatisfecha noche. Una ventana fértil Es el hombre que atraviesa Con susurros de polen caliente A la estrella mañanera.

NO VIVAS MÁS SIN SABERLO

Moho del pan y bullicio de tarros En los pedazos de boca seca En un tiempo infecundo de horas que roncan Y rimbombantes cegueras. Acá mismo es donde duele, En las costillas cuando respiro Libera una voz de víctima La descolonizada acción del espíritu. Oh!, madre patria, Que sanen tus ojos y consuelo des Para poder ver dentro a la niñez Sepultada por las guerras Donde creció la hierba muerta Que hoy mata.

No vivas más sin saberlo: Es a ras de un yugo en el cuello Que nuestros venenosos hermanos sufren La impiedad de las antiguas cegueras. Oh! embrión de amor y compasión, Útero del cielo de los hombres puros. Oh! amor y compasión, Ábrase la tierra en ombligos de paz Y que florezca la flor de todos, La Flor de la esperanza.

Es intresante que los poemas tengan su presencia oral además de su divulgación impresa en la revista. Es para mi muy inportante la recepción de los poemas, qué efecto provoca, por eso el apremio de leer y observar al lector. Entérame de las fechas de publicación y adecuemos un circuito oral para que los poemas permeen más. Gracias Alvaro, aplaudo tu labor, es de una conciencia social muy verdadera y crítica. Estamos en contacto!

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¿Planeación sin urbanismo? Por: Jorge Vega B.

PRIMERA PARTE

U

rbanismo es la ciencia relativa a la creación, desarrollo y progreso de las poblaciones, dirigida a la ordenación y el entorno de las diferentes actividades de la vida humana, antecediendo necesidades prácticas sociales e higiénicas. Esta definición se complementó en el urbanismo moderno: “Adaptación a requerimientos para reglamentar la ocupación de suelos y sus consecuencias; densificación y proletarización de la población, imponiéndose una planificación basada de aquello que no estaba adaptado y un análisis de previsiones de la ciudad a las condiciones presentes”.

Un poco de historia Desde la antigüedad romana y griega (Acrópolis en la parte alta con vigilancia de los dioses), Edad Media y Renacimiento, se han desarrollado las ciudades a

partir de la polis. Fue el primer urbanista Hipódamo de Mileto (griego del Siglo V a.J.C) arquitecto y filósofo. Autor de “División Funcional de las zonas urbanas” a saber: política, religiosa, económica y residencial. Los trabajos de Garnier y Le Corbussier crearon la Carta de Atenas, basada en la división según la funcionalidad del hombre: Habitar, Trabajar, Recrear el cuerpo y espíritu y Circular. La Carta proclamaba una ciudad nueva, sus límites frente al campo, basándose en división de trabajo de esferas de lo público y lo privado. Preveía sistema viario común a todos los medios de transporte, estableciendo separación funcional y concepción jerárquica del tráfico.

Urbanismo naciente a) En nuestra colonia Dadas las bases por Europa para el urbanismo moderno en el mundo, veamos cómo se iniciaba éste en la época colonial,

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desde la 2ª mitad del S. XVI. La técnica urbanística impuesta en la fundación de pueblos por los españoles se basó en la estratificación. La localización era estratégica, cercana a ríos o mar, partiendo de los terrenos más altos. Los grupos de pobladores en las ciudades coloniales se ordenaban en clases claramente diferenciadas y jerarquizadas por las normas de urbanismo impuestas por la corona: Los terrenos más elevados eran para los ricos, propietarios de tierras y descendientes de conquistadores. Tenían ventajas de clima, aguas corrientes y vecindades sin contaminar; era la Clase Alta. Después se establecía una Clase Media de artesanos, pequeños propietarios y comerciantes. Los puestos inferiores en el orden social los ocupaban los mestizos y en los bajíos se hallaban los esclavos negros; tierra baja era sinónimo de Clase Baja. Estas y las normas que daban las bases para asentamientos de comunidades, fueron acogiéndose como códigos urbanísticos que perdurarían complementados. Por ejemplo, fue positiva la destinación de tierras comunales llamadas ejidos, dedicados a huertas, así como áreas de reservas de solares y protección; también se utilizaban para pasteo de ganado o ensanche de zona cívica y previsión de desarrollo urbano. Se anticiparon normas coloniales en varios siglos al “green belt”, preconizado más tarde. Los urbanistas de las colonias hispanas fueron quienes con la pretendida equidad racial,

impusieron la división de clases o estratificación en alta, media y baja; pretendían hacer justicia en orden económico, para muchos discriminatorio y para otros equitativo y práctico en el futuro.

b) Volviendo a Europa El C.I.A.M. (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) siguió reuniéndose hasta 1956; fue como manual de instrucciones a partir de la Carta de Atenas, utilizado para remodelar y reconstruir ciudades en todo el mundo como sucedió en Berlín sobre las ruinas. Otro ejemplo fue Barcelona, que tras el fin de la dictadura de Franco, construyó centros o ciudades satélites. Destaca la figura de José Luis Sert, arquitecto catalán, discípulo, colaborador de Le Corbussier y naturalizado norteamericano en la guerra civil española. Presidió los C.I.A.M. del 47 al 56 y fue decano de arquitectura de Harvard. “Sert se dedicó desde su oficina con Paul Wiener en Nueva York a la planificación urbana de ciudades sudamericanas”. (Estos 2 arquitectos Wiener y Sert elaborarían el Plano Piloto de Medellín.

SEGUNDA PARTE. Aspectos físicourbanos de Medellín Quiero enumerar una serie de las importantes obras referentes al urbanismo con visión futurista en la capital de Antioquia y con

proyección a su cultura y salud. En ellas participó en forma preponderante la Sociedad de Mejoras Públicas, que comenzó a operar con el inicio del siglo XX. Obras que tuvieron que ver con la pequeña ciudad de los años 20 (tenía 79.000 habitantes) y fueron básicas para otras de magnitud en su desarrollo inicial. Sin duda la realización más notable de la Sociedad de Mejoras, fue la rectificación y canalización del Rio Aburrá, iniciada por tramos del Ancón La Estrella a Ancón norte. En especial la zona comprendida entre El Poblado y Argos era de pronunciadas anegaciones, por la altura del lecho. Por ello, la cuelga fue trascendental para el desarrollo de sus vegas; por ejemplo, por el sector La Aguacatala, el lecho bajó entre 6 y 8 metros. Un célebre urbanista perpetuó esta sentencia: “El Urbanismo cuelga de los drenajes”. Al rectificarse el cauce a la altura del Cerro Nutibara hacia el norte, permitió a partir de 1928 iniciar la apertura de las “Avenidas de Los Libertadores”. El avance de estas obras por tramos fue lento, debido a la dificultad para obtener fondos por el Municipio. Por fortuna, en 1941 el gobierno central decretó continuar por cuenta de la Nación las obras faltantes de rectificación y canalización del río. Fue positiva la previsión de decretar los retiros de 30 metros a lado y lado del cauce, más adelante ampliados con la protesta de muchos, a 60. Otras obras que impulsó la S.M.P. para el desarrollo vial

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ciudad a las condiciones de la época y futuras.

fueron: la cobertura de parte del lecho de la quebrada Santa Elena hasta conformarse la Plazuela Nutibara y posteriormente la construcción del hotel, por sociedad encabezada por don Bernardo Mora. Asimismo en la proyección del aeropuerto local, cuya construcción comenzó en 1931, impulsada por don Gonzalo Mejía. En el centro de la ciudad promovió la edificación del Museo de Zea, posteriormente convertido en el Museo de Antioquia y en terrenos del norte logró que el Municipio cediera en comodato gran área para el Bosque de la Independencia en 1913, futuro Jardín Botánico. Bajo la dirección de la Sociedad, el Instituto de Bellas Artes cuya construcción terminó en 1935, también corrió por su cuenta, lo mismo que su operación. En cuanto a planeación le correspondió elaborar la nomenclatura de la ciudad en 1934 y participó activamente en la creación de la oficina de Valorización, lo que

ampliaré en el próximo acápite. Vale la pena destacar algunos nombres de los que impulsaron y participaron en realizaciones de la S.M.P. y obras cívicas (seguramente pecaré por omisión): Ricardo Olano, Guillermo Echavarría, Martín Rodríguez, José Ramírez Johns, Antonio Ospina, Marcos Peláez y el ingeniero Jorge Restrepo Uribe, además de líder cívico, alcalde en 1955 y 56.

TERCERA PARTE: Valorización y urbanismo Al hablar de la gran transformación urbanística de Medellín, es preciso ligar su historia al sistema de Valorización que tras los años 40 fue fundamental en el proceso práctico-técnico de su urbanismo. La apertura de grandes áreas de terrenos en especial en la zona occidental del río, se desarrollaron inicialmente con uno de los preceptos urbanísticos que citamos al comienzo: la adaptación de la

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Por ejemplo, la Avenida 33 permitió desarrollar previo a las edificaciones, el diseño de loteo y proyectos viales y de servicios completos; avanzó este crecimiento por la Castellana y más adelante al sector sur-occidental, prolongándose la carrera 80, abriendo extensas zonas por la Mota lindando con el Club El Rodeo (obra 203 a partir de 1956). Se urbanizaba primero y luego empresas constructoras adquirían lotes, densificándose rápidamente los barrios arriba de Belén. Cito algunas de las obras más importantes no solo de la periferia sino del centro de la ciudad, por el sistema contributivo: Obra 233 Avenida del Ferrocarril tramo sur o Avenida Alfonso López y su prolongación al norte, obra 258; la Número 272: Plan Integral de la Avenida las Vegas; y una de gran importancia para el desarrollo del amplio sector de El Poblado: la 246 que comprendió la apertura de las Transversales Inferior y Superior y 10 kilómetros para ensanche y mejoramiento de la que llamaba Carretera PobladoZúñiga hasta límites con Envigado, obra iniciada a fines de la década del 60. Me haría muy extenso citando todas las ampliaciones y aperturas en vías del centro como la Calle Colombia, Diagonal Ayacucho y San Juan obra 252, etc. Hay que advertir que la mayoría de estos derrames fueron de aceptación general pues real-


mente valorizaban los predios y prestaban evidente servicio y mejoramiento del sistema vial, abriendo y uniendo vastos sectores. No hubo protestas notables como cuando tras finales de la década del 80 emprendían avenidas y puentes que servían a la ciudad en general, pero que se cobraban a sectores limitados y algunas obras que se argumentaba, antes desvalorizaban predios puntuales. Fue una de las causas por las cuales perdió aceptación el sistema, produciendo a la postre la liquidación del Instituto INVAL. El agravamiento del problema de la precaria red vial de El Poblado, hizo que el Municipio volviera a emprender la Valorización y creó el Fonval (19 años después) cuyo principal objetivo ha sido la realización de un plan de ensanches viales, construcción de puentes o pasoniveles en intersecciones críticas y apertura de broches o llaves de empalmes en varios taponamientos. Esto último se ha venido ejecutando con timidez, considerándose como paños de agua tibia para problemas tan serios como los de la Comuna 14.

de lotes, cesaron otras disposiciones que se querían, contra reducción de áreas libres y sacrificio de la arborización, la que otrora fue motivo de orgullo del sector y ahora la devastan ante las protestas ciudadanas. Lo peor de todo es que a medida que avanza el tiempo crecen los conjuntos multifamiliares y de oficinas, lo mismo que el parque automotor; los conflictos de congestión vehicular se agravan y se hace más notoria la falta de previsión de muchos años atrás en lo referente a capacidad de una red vial futurista (ciudad-región). Pero volvamos a la historia.

CUARTA PARTE. Plano regulador A fines de 1947, procedentes de Nueva York, llegaron los urbanistas Wiener y Sert, americano y catalán respectivamente. Estos, con los doctores Jorge Gaitán Cortés y Nel Rodríguez, propusieron al alcalde de Mede-

llín, Juan Guillermo Restrepo Jaramillo, la elaboración de un Plan Piloto para la ciudad. El alcalde dijo que no tenía atribuciones ni presupuesto para tal contrato. La otrora Junta de Valorización ofreció financiarlo para luego recuperar su valor en forma diferida a través de varias obras. En julio de 1948 se autorizó el contrato para elaborar un Plan Piloto para Medellín, trascendental para el desarrollo armónico que tendría la ciudad a partir de la mitad del siglo XX. En 1950 se creó la primera Oficina de Planeación, llamada Plano Regulador. Bajo la coordinación de Nel Rodríguez se nombró el grupo técnico para estudiar y aprobar el proyecto de los dos urbanistas especialistas en Planeación Urbana. El grupo lo conformaron Antonio Mesa Jaramillo, Gonzalo y Antonio Restrepo Álvarez, Pedro Nel Gómez y Jorge Restrepo Uribe. En abril de 1950 se aprobó el Plan Piloto.

Venimos enterándonos por la prensa sobre los proyectos del FONVAL desde hace unos cuatro años, pero ningún alcalde se atreve a emprender los cobros, temerosos de ser víctimas de su costo político. Algunas normas limitantes en índices de ocupación y de construcción para evitar excesiva densificación, fueron dictadas en la administración de Sergio Fajardo (año 2006) pero ante las protestas de propietarios Edición 22 • ISSN: 0123-238X Ciudad, revista de asuntos urbanos 37


inundaciones del río Aburrá y la erosión del suelo (principalmente en el nororiente, barrios populares). 5. “Por no haber criterio consistente para la localización de la industria, está regada por toda el área metropolitana. El humo, los gases, el ruido y peligros del tráfico pesado han invadido áreas residenciales”. Principales análisis y recomendaciones del informe Wiener y Sert fueron en síntesis: 1. Objetivo: .Dar directivas generales para la reorganización de la ciudad y su crecimiento. Se elabora anteproyecto y se determinan criterios que sugieren seguirse. 2. Estudiar la relación del Valle de Aburrá con el territorio nacional, “pues las condiciones topográficas han retardado la construcción de carreteras y ferrocarriles”. 3. Por la vocación de Antioquia como zona industrial ven importante acceder a puertos sobre el Pacífico y el Atlántico (aquí por el Golfo de Urabá), con vías que por especificaciones se hagan más cortas. 4. Problema primordial a resolver consideran el de las

6. “En barrios de calles antiguas de secciones estrechas comienzan a levantarse bloques multifamiliares sin prever anchos suficientes en las calzadas para otorgar las licencias”. 7. “Municipios vecinos son atravesados por las carreteras principales; deben construirse vías externas del centro de las poblaciones. 8. En el proyecto, la óptima zona establecida para la industria en especial, es a lo largo de las márgenes del río. 9. Complementando lo anterior, proponen prever cinturones verdes para aislar la industria de las zonas residenciales. 10. “La carretera hacia Bello está embotellada por la topografía y la estrechez del valle. El uso de la zona requerida implicaría continuar la rectificación y canalización del rio,

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permitiendo una paralela de amplias especificaciones por la margen izquierda”. (Sería la Autopista Norte) 11. “Los puentes sobre el río son escasos, estrechos y peligrosos. Al planearse su sistema macro de vías requiere construirse puentes y accesos de buena capacidad”. (Dan listado de los más precisos). 12. “El sitio del aeropuerto Las Playas no es el ideal para futuro desarrollo de la ciudad. Debería pensarse en uno más alejado, de proyecciones futuras”. 13. “Importante como ciudad industrial, que Medellín pueda comunicarse con la capital por vía con menor recorrido que la precaria actual”; proponen buscar preferiblemente el Valle del Rio Magdalena. 14. El centro cívico y sede del Centro Administrativo, los proyectaron en la zona de los talleres del ferrocarril y bodegas cafeteras, “que por mal ubicadas deben salir del centro. El nuevo conjunto estará unido por avenidas, una sentido norte sur y otra oriente occidente”. (Observando el anteproyecto de localización de los urbanistas para las sedes de La Alpujarra, vemos que se ejecutó en su generalidad acorde). 15. Sugieren que la terminal de buses del centro llamado Guayaquil, se saque a un sitio que no perturbe, como lo observan.


16. “La cuadra o sistema reticular ha sido impropiamente aplicado en barrios de laderas inclinadas (Villa Hermosa, Manrique, etc.), del oriente. La pendiente fuerte de calles ha convertido en cañadas muchas de ellas, haciendo casi imposible unir con otros sectores”. 17. Recomiendan una vía circunvalar por el sector oriental del centro, de sur a norte, la cual sería servida por buses (ésta se ejecutaría más hacia el centro que la propuesta). –Avenida Oriental-. Puede notarse que las recomendaciones del Plan fueron acatadas más tarde con grandes beneficios.

QUINTA PARTE: Algunas ideas críticas He resumido el informe anexo al Plan Piloto que incluyó 20 planos. Wiener y Sert, sin vivir aquí, captaron los aspectos básicos a tener en cuenta para un devenir armónico de la ciudad. De esto hace más de 60 años y ojalá el desarrollo de nuestra planeación hubiera tenido una actualización técnico-práctica de ese talante. Destaqué realizaciones primordiales y es preciso señalar algunas fallas por acciones y omisiones futuras: Unos lustros antes del 93, se tuvo el criterio general de que la oficina de Planeación Municipal se dedicaba casi íntegramente a la expedición de licencias de construcción. No se

elaboraban estudios profundos para cambios que requería la veloz expansión urbana. Alberto Piedrahita nos recuerda cuando como gerente del I.C.T. sufrieron las exigencias de Planeación por normas sobredimensionadas en barrios de estratos bajos; por el contrario, en comunas de estratos altos como El Poblado han sido laxos en exigir amplias especificaciones en especial para vías. Un ejemplo patente es el del Barrio Lalinde cuyo acceso por la carrera 42A era el enrielado de la finca; simplemente se pavimentó sin siquiera rectificar curvas. En otros sectores se exigían proyectos completos para urbanizar como en Laureles y la Castellana como debería ser. Leo en Secretos de un Líder –Cofre de recuerdos del Doctor Álvaro Villegas inquirido por Germán Jiménez- que estando él en la alcaldía y Diter Castrillón en la gerencia del I.C.T. Antioquia, les tocó gambetear al papeleo de Planeación. Diter siguió instrucciones del entonces alcalde para poder iniciar el programa del Barrio López de Mesa: “monte una carpa donde se va a hacer la urbanización, presente allí a la Junta de Planeación y a la administración el proyecto y en media hora le aprobamos todo”. Por el camino de la burocracia, gastarían medio año, añade el texto. En nuestro corto período como Curador, previo al concurso dispuesto por la ley en 1992, pudimos conocer las normas a las que deben ceñirse las Cu-

radurías; son puntuales para reglamentar las unidades de edificación, llámense vivienda, comercio, oficinas o industria; lo mismo que las limitaciones para algunas actividades acorde a la zona. Pero falta amplitud de normas urbanísticas para prever solución a saturación vial, que miren al futuro. No solo en el aspecto vehicular, sino para elementos menores como bicicletas, así como facilidades peatonales. Lo que llamó el italiano Guillo Dorfles “pequeño urbanismo”, dotaciones para una mejor calidad de vida en los exteriores: cubículos para espera de buses, kioscos de revistas, carteleras publicitarias y áreas previstas para ensanches de servicios públicos de nuevas tecnologías como antenas de telecomunicaciones. Al pasar a Curadores el otorgamiento de licencia y quitar esa función a Planeación, debía ésta vigilar la correcta aplicación de normas por constructores. Se esperaba que fuera más agresiva esa dependencia en cuanto a estudio sobre crecimiento de la ciudad -planes viales macro, renovación del centro, conservación de patrimonios históricos (ejemplo barrio El Prado), intervención de invasiones, retiros de quebradas, lo mismo que fijación lógica de prioridades para grandes obras. Hace falta el Plan General de Ordenamiento Territorial, no por sectores o guetos. Declaró el director de Planeación en el mes de julio: “Perdimos la batalla del control de urbanizaciones”. El urbanista Jorge Pérez se comprometió a presentar el

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POT para octubre, pero hace poco se pospuso para marzo del 14. Ojalá compense el plazo y se reivindique la dependencia municipal por tantos años sin un POT de proyección regional y a futuro. El Concejo pidió examinar la alarma de que en las comunas 1, 3, 7 y 8 hay en laderas y quebradas 35.000 viviendas que viven en alto riesgo. Se dice fácil la cifra, pero ¡son 150.000 personas las que viven en permanente zozobra! En edificaciones financiadas o cofinanciadas por entes públicos, se permitió saltarse a la torera normas de urbanismo, sobre accesos y parqueaderos para sitios de eventos públicos masivos; tal es el caso del adefesio de la ampliación de la Plaza de La Macarena (el Municipio es socio con el 49%); aparte se obstaculiza el tráfico saturado de la autopista norte, burlaron el Estatuto sobre Patrimonio Histórico en el cual habían declarado el coso, dañando su estilo clásico mudéjar de la arquitectura hispano árabe. Me dicen que fue alcaldada de Luis Pérez. Ha faltado oportuno control oficial sobre avance de obras acorde al tipo de licencia. No se compadece que se den cuenta tardíamente del adelanto de

bloques de Vivienda de Interés Prioritario V.O.P. con proyectos que falsean la esencia del subsidio estatal para clases bajas, cobrando a la gente a costos de los sitios de estratos altos donde se levantan. Hasta julio del 2013 habían presentado 140 demandas por estafa y 40 acciones populares; de 170 planos aprobados, el 40% no se ajustaba a las normas. (Al 1 de agosto, 330 denuncias estimándose en 400 propietarios los afectados).

En las últimas administraciones pareciera que cada Alcalde quiere hacer su obra con celeridad para cortar la cinta, sin suficiente estudio de impacto general. El ingeniero Johel Moreno cuestiona la falta de ingeniería en el Parque del Río: “Se abrió concurso arquitectónico para construir en Las Vegas del río, parque lineal de 28 kilómetros con un costo posible de 2.8 billones sin tener aún diseños. Se cambiaría la esencia de la reserva decretada hace más de 60 años para sistemas masivos de transporte”. Y glosa Johel la

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sugerencia del gremio de contratistas de enterrar vías paralelas al río sin análisis del impacto hidráulico de los afluentes ni cotejar con los costos del viaducto que valdrían la quinta parte. Contra argumentó Jorge Pérez que hubo pocas críticas, ignora que en el arte y la técnica no se decide por plebiscito. La sacada de pecho del Alcalde por la designación de Medellín como la ciudad más innovadora del mundo, no debe tapar los muchos problemas vigentes; por ejemplo, el crecimiento arbitrario de barrios pobres, lo mismo que los asentamientos en orillas de quebradas; esta permisividad la va a pagar cara la ciudad por el costo de la vía al túnel de occidente en el sector de la Iguaná, cuyo contrato se licita tardíamente y que tendrá valores astronómicos. Desde hace 5 años se consideró un plan prioritario. Sobre fallas en Planeación declaraba el arquitecto Laureano Forero, que es inconcebible que se ejecuten acondicionamientos viales para transporte público atentando contra el medio ambiente, tal como en la Avenida Poblado-Envigado para el Metroplús, pretendiendo sacrificar el hermoso conjunto arborizado. Pero la glosa no es


solo a la infracción ambiental; hay falla de lógica planeación del sistema Metro y sus alimentadores, que deberían ser perpendiculares al eje norte-sur para no competirle a la línea A, paralela y cercana. Tras una acción popular interpuesta por vecinos, se paró la tala, creando incertidumbre sobre una obra ya adelantada y lógicamente incrementando costos, sea cual fuere la decisión final. Y ¿qué tal el error técnico en el diseño de la rampa de acceso del Metroplús a la estación San Pedro? Año y medio lleva sin solución el problema debido a la excesiva pendiente para el tipo de articulados. Como anotamos, hay afán en realizar obras sin el estudio suficiente, pero otras de gran beneficio se retardan, por ejemplo el Plan Parcial del sector Naranjal programado hace 20 años. Sin alargarme en lo criticable más notorio, la pregunta que se hacen muchos sobre proyectos faraónicos como los cinturones verdes y Parques del Río: ¿serán hoy las prioridades acorde a la elevada inversión prevista en paisajismo, ante tanta necesidad de planes sociales, en especial para las comunas abandonadas, ricas en penurias y violencia? Villegas Moreno le habla a su biógrafo citado de “una Villa de Aburrá rodeada de pobres vergonzantes, como la han dejado caer unas malas políticas”. ¿Planeación sin Urbanismo?, título de esta disertación que lo hemos tratado con teoría, historia y crítica. En resumen

diría que se crean novedosos proyectos aislados, muchos premiados, pero sin adecuada integración urbanística. Guetos aislados en aras de una teórica seguridad; privatización de calles, escasas áreas públicas, vías insuficientes. Tema que da para discutir y comentar, pues hay posiciones extremas como las que transmiten funcionarios del Municipio con suficiencia a los medios, y las de técnicos que son más derrotistas como el arquitecto Darío Ruiz quien escribió en El Mundo: “¿será el Medellín de las cicatrices y engaños que dejan a la vista puentes que no sirven para nada, proyectos de obras públicas que se anuncian pero que nunca se cumplen? Cicatrices y fisuras que no deben de abrirse bajo mentiras de Planes parciales que ignoran lo fundamental, la vida ciudadana”.

son más que coronas de la civilización; son dédalos cruentos y desalmados donde se gestan monstruos indeseables (…)”. Evoca a Baudelaire, quien visualizó: “hormigueantes metrópolis tiranizadas por el trabajo y el tedio, donde el espíritu deberá refugiarse en los paraísos artificiales de la absenta y el opio”. Y concluye con el apocalíptico presagio: “Tal vez los hangares atómicos darán cuenta de una humanidad frágilmente hacinada en inmensas colonias urbanas; o la bomba demográfica convertirá a los humanos en termitas enloquecidas que se aniquilarán a sí mismas”. Ojalá nuestra Villa no sea víctima de tan terribles hacinamientos. Reitero los agradecimientos por la invitación y su atención.

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Al final de julio en editorial de El Colombiano, a pesar de lo poco crítico con las administraciones locales, opinó: “Por lo menos una tercera parte de la ciudad se ha edificado de espaldas a esa necesaria planeación, generando problemas en temas como la movilidad, los servicios públicos, ausencia de zonas lúdicas (…)”.

NOTA: Al final el arquitecto Edgar Jaime Isaza observó que el Plan Piloto de Wiener y Sert fue adaptado y complementado en 1959 por el Plan Director que coordinó el arquitecto urbanista César Valencia, entonces director de Planeación.

Como colofón, el pensamiento de William Ospina en su libro Es tarde para el hombre donde avizora futuro negro de las urbes que se agigantan: “En las azoteas del centro de Sao Paulo y algunas comunas de Medellín, uno siente que las ciudades no

- La Arquitectura Moderna. Guillo Dorfles, Barcelona.

Bibliografía básica - Urban Planning Encyclopedia.

- Textos Lecturas Universitarias, U. Autónoma de México, 1955. - Medellín, Origen Progreso y Desarrollo. Jorge Restrepo Uribe, 1981. - Secretos de un líder. Álvaro Villegas, Germán Jiménez, 2013.

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Armando echeberri y su obra Gravitamos siempre entre sombras luminosas

L

a pintura es un lenguaje no verbal y como tal establece la relación con el espectador a través de formas, colores y líneas que se organizan en imágenes figurativas o abstractas.

complejidad de las relaciones humanas, donde los conflictos, desencuentros y tensiones son sus aspectos sombríos en contraste con el afecto, la solidaridad y la comprensión que iluminan nuestra condición vital.

Mi obra se inscribe dentro del movimiento expresionista, en el cual antes que reproducir imágenes de la realidad, pretende exteriorizar, sentimientos, ideas o conceptos, filtrados por la visión y la personalidad del artista.

Gravitamos siempre entre sombras luminosas.

La figura humana ha sido el eje fundamental de mi investigación plástica; a partir de estudios del natural he evolucionado hacia una síntesis gestual, donde busco mostrar los contactos y roces físicos entre los seres humanos como evidencia de la

ARMANDO ECHEBERRI - Artista plástico y antropólogo ezarri2006@hotmail.com En su taller de arte asesora en todas las técnicas pictóricas y en historia del arte. Mayores informes en: 235 06 33 Medellín -2014

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Odio a Medellín

Por: Alberto Aguirre

D

onde yo administraba justicia en nombre de la República de Colombia y por Autoridad de la Ley, hoy venden condones y calzoncillos. Es esta una ciudad de traficantes: convierten lo sagrado en zoco. En el Palacio Nacional, sede entonces de los jueces de la República, se ha instalado un Sanandresito, que aquí le dicen ‘Hueco’. El primer comercio de contrabando y cucherías, en menudos locales, como buhardillas, se llamó ‘El Hueco’, para señalar su intento de escondite. Aún existe, en extensión centuplicada. Ahí, al borde, el propio Palacio Nacional se volvió ‘Hueco’: en cubiles como desvanes se vende lo que usted quiera: mercancía de contrabando, mercancía legítima, mercancía chiviada, mercancía de segunda y de primera y aun de cuarta.

Y también es un Hueco el antiguo Seminario Mayor, en todo el centro de la ciudad, al pie de la Catedral Metropolitana y enseguida del Parque de Bolívar. Sus amplios salones de cátedra y sus extensos comedores fueron reducidos a locales. En el viejo despacho del señor arzobispo hoy venden Lotto Lotín, y la antigua capilla es un restaurante de comidas rápidas. Decía el viejo López que el meridiano político de la nación pasaba por Medellín, y que para atisbar el rumbo que tomaría la República era preciso venir al Club Unión. Allí, en el Salón Dorado, con sus puertas pomposas imitación cobre, escuchaba, López, a los patriarcas antioqueños, y de paso les exprimía la bolsa. Hoy, el Club Unión, en la carrera Junín, también está convertido en Hueco: dividido y subdividido en menudos aposentos; encuentras el chance en un chiribitil; en otro, te recetan para el sistema endocrino;

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zapatos, lociones, candongas, body piercing, McDonalds, pollo paisa, lociones, bolsos, bodies, calzones, panties, rollos de telas. Y en el Salón Dorado con estatuas en imitación mármol van a poner un casino. El Banco de la República, edificio de un pálido estilo republicano, situado en el Parque de Berrío, colindante con la iglesia de La Candelaria, se acaba de convertir en Hueco. Venden todo tipo de chucherías. Y hay un local con curas para la vena várice. Es esta una ciudad de mercachifles. Y así ha sido siempre. Nunca tuvo dignidad. Solo que ahora, con ayuda de la coca, ha ido amasando fortunas aún mayores y demoliendo conciencias. El espíritu traficante del antioqueño se cifra en Medellín, y aquí erige su puesto de mando. El Hueco extenso de ahora es la culminación de un proceso, y paso a nuevas degradaciones. Que se tenga fino La Candelaria. ¿No prostituyeron el Seminario? Ya en 1914, León de Greiff, antioqueño de nación, escribía este ritornelo, con el título “Villa de La Candelaria”: “Vano el motivo desta prosa. / Nada, cosas de todo día, sucesos banales, / gente necia, local y chata y roma; / gran tráfico en el marco de la plaza, / chismes, catolicismo y una total inopìa en los cerebros. / Cual si todo se fincara en la riqueza, / en menjurjes bursátiles / y en el mayor volumen de la panza”. Y cincuenta años más tarde, Gonzalo Arango escribía: “Me-

dellín, nunca comprendiste la humilde gloria de tener un poeta errando por el corazón desierto de tus noches considerándote mi hogar, mi amante y mi única patria. Eres utilitaria en cambio, y preferías acostarte con gerentes y mercaderes. También eres tiránica, pues te place la servidumbre, dominar soberana en el reposo de los vencidos y los muertos”. Dice el poeta, en medio de su diatriba, ¡oh, mi amada Medellín! Talvez por ese mismo amor, mayor su desilusión y su amargura: “Así coaccionas el espíritu de creación, la libertad y la rebelión. Eres endemoniadamente astuta para conservar la vigencia de tus estúpidas tradiciones. No admites cambios en tu poderosa alma encementada. Solo te apasiona la pasión del dinero y aforar bultos de cosas para colmar con sus mercancías los supermercados”. Otro espíritu de alcurnia, Fernando González, que aquí vivió y aquí agonizó y aquí murió, decía: “Medellín, dominada por inhóspitos vendedores de rollos de telas; Medellín, guarida de fariseos hipócritas”. (1936). Y más tarde (1939) escribió esto: “El latrocinio propiamente antioqueño es la estafa. Aquí se trabaja con la inteligencia. Por eso el Diablo es de Medellín. Antioquia es pueblo comerciante, y el comercio casi, casi se confunde con la estafa: por lo menos se parecen mucho. Pongan a Santo Tomás a que diga en determinado caso en dónde terminó la habilidad comercial y comenzó el engaño, y verán que se les queda pensando”.

Es propio del oficio de cacharreros ocultar sus lacras. El engaño. Medellín es diestra en ocultar las suyas. Más de la mitad de sus dos millones y medio de habitantes viven en la pobreza, y un cuarto, en la miseria. Eso quiere decir que para millones no está segura la comida de mañana. Apenas dan, asordinado, el dato estadístico, que ni se proclama ni se lamenta. Es fama de que tiene la mejor empresa de servicios públicos del país, pero no dicen que hoy en día 68.718 familias de la ciudad tienen cortados los servicios por falta de pago. No tienen con qué; son pobres, y es más necesario un plátano que un bombillo. Infame una ciudad en la que se da esta opción. Es otro vicio de traficantes la pompa. Gastaron 30 mil millones de pesos en un esperpento: ponerle techo a la plaza de toros. Una ofensa en medio de la miseria. Y el otro estigma es el estraperlo. El presupuesto inicial del Metro de Medellín fue de 650 millones de dólares, pero salió costando finalmente 10.500 millones de dólares. A esto le dicen, pudorosamente, sobrecostos. Se pagó una coima, a los señorones de la Villa, de 25 millones de dólares. El asunto es real, tanto, que está en investigación. Solo que la investigación dura ya diez años. Es otra destreza: la impunidad. Para vivir a la enemiga, como manda el filósofo, es conveniente vivir en un medio hostil.

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Eduardo Nachman Las fronteras son cicatrices puestas desde el poder, no desde los pueblos

Por: Álvaro Restrepo Gaviria

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uego de año y medio compartiendo con comunidades zapatistas en Chiapas México, Eduardo Nachman (educador, comunicador, activista de los derechos humanos, amante del cine y muchas cosas más), emprendió su camino de regreso hasta Argentina. En ese caminar, nos visitó en Medellín y como testimonio de lo compartido entre el 11 y el 16 de agosto, queda esta pequeña entrevista hecha minutos antes de que partiera rumbo a Bogotá en su camino hacia “el sur del sur”. Bueno Eduardo, de tu experiencia este año y medio en Chiapas, ¿qué podrías hablar de lo que en tantos lugares se da a conocer como “el Buen Vivir” y sobre todo para tu experiencia personal, de tu vida? Bueno fundamentalmente, que hay que aprender a escuchar más, a sentir un poco más a la naturaleza, convivencia

en la naturaleza, muchas veces estamos preocupados en “cuidar a la naturaleza” o en hacer ecología, como si fuera una cosa externa al ser humano y no reconocernos como parte de la naturaleza, es cuidarnos a nosotros, en definitiva. Ahora que estás hablando del “cuidado” como parte integral de los seres humanos con la naturaleza; quisiera preguntar, ahora estamos viviendo una última fase del saqueo que comenzó hace 500 años, pero sigue siendo lo mismo: el oro, el agua, ver a la naturaleza como un recurso (que hasta en el discurso progresista es muy recurrente, hablar de recursos naturales, recursos humanos), como crees que se están dando esa ReXistencias en el continente , desde abajo, que es lo que las marca, que es lo que las une? Muchas veces no las une las consigna, pero si las une las luchas, la conclusión de que “el capitalismo mata”. No es una cuestión de colectivos que cuidan el

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agua y nada más, sino que uno empieza a profundizar y se da cuenta que es el sistema, entonces no es solo la avanzada de una empresa mala o de un gobierno permisivo o vendepatria, sino que es endémico del capitalismo. Entonces, puede sonar duro o puede sonar hasta dogmático, pero que alguien reconozca algún gobierno, algún país capitalista bueno.

Desde la década de los 80, vos esencialmente has sido educador, sobre todo de chicos, que es tal vez la profesión a mi modo de ver, la más importante de todas en la sociedad, existiendo muchas otras, pero esa es la que genera frutos sobre todo en la edad más importante. ¿Cómo has visto tu propia evolución de “educador” en estas décadas? Bueno, fundamentalmente que uno no es “maestro”, porque un maestro es un “maestro de la vida”; uno tampoco es “profesor”, porque tendría que dedicarse a profesar y si respetamos a la educación como un acontecimiento, como un proceso colectivo, nadie educa a nadie, se hace en colectivo. Reconociendo en las comunidades zapatistas el rol del “promotor de educación”, no del maestro y el profesor, tampoco del alumno, recordemos el origen de la palabra alumno: A lumno, sin luz y un chico esta sin luz si uno le apaga , le tira con algo vermífugo, pero reconociendo al propio niño tiene su propia luz y está bueno compartir esa luz, no solamente para que nos alumbre, sino para que en el momento que uno está propiciando una

acción educativa, podamos construirla entre todos. Ahora estás regresando a una cuidad bastante grande, bien compleja como Buenos Aires, casualmente esta semana escuchamos acá en Medellín a Silvia Rivera Cusicanqui, la socióloga boliviana, ella hablaba mucho de que de las palabras , a veces no tanto es lo que develan, sino lo que esconden y entre las palabras que se usan mucho para la ciudad, se busca ”la ciudad sostenible”, “la cuidad sustentable”; como ves eso de que por ejemplo para una ciudad como la tuya, para Buenos Aires a la que regresas después de un tiempo, se quieren hacer programas que a todas luces, parecieran más cosméticos que ir a la base de los conflictos urbanos? Bueno, en cuanto al valor de las palabras, ya empezamos mintiendo diciendo que Buenos Aires es “buenos aires”, ya nos equivocamos de entrada y pueden ser placebos, cosméticos, embellecimientos de ciertos aspectos de cualquier ciudad, de cualquier país, reiterando en este concepto, bajo el capitalismo nada puede ser definitivamente bueno y tiende a la destrucción y vamos con más tecnología y más avances y más bienes, pero a costa de destrucción propia, autodestrucción si uno se toma como parte de la naturaleza . Durante mucho tiempo has hecho un programa de radio, en realidad has hecho varios , muy diversos, ahora tienes “la otra oreja”; se me ocurre en este momento parodiando

a Rubén Blades en “plástico”, cuando iba mencionando a cada país de Latinoamérica y decía “presente”, te propongo que hagamos un viaje que te falta aún por llegar desde México y toda la parte , yo te digo un país del norte hacia el sur y tú dices una frase o un palabra que se te venga a la mente para ese país. Obviamente vamos a comenzar con México! Chiapas, rebeldía Guatemala! represión, genocidio, lucha…El Salvador! traición…Honduras! desgobierno, miedo…Nicaragua! religiosidad frustrando la revolución, la revolución frustrada…Costa Rica! la prolijidad aparente… Panamá! De Estados Unidos a China…Colombia! calidez… en las circunstancias más duras, siempre hay una esperanza … Ecuador, que vas a visitar dentro de poco? te lo contesto en 40 días…pero igual no te vas a escapar de Argentina! la trampa del progresismo Bueno, para terminar y agradeciéndote la entrevista, comparte una frase que te guste a ti, no sé si resuma algo tu pensamiento, tu forma de ver el mundo, pero por lo menos te alegre. Frente a las injusticias del mundo, fundamentalmente del capitalismo, como escribe el subcomandante Marcos, “el finado” subcomandante Marcos, “la nacionalidad es un accidente meramente circunstancial”, eso y que las fronteras son cicatrices puestas desde el poder, no desde los pueblos.

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Diario de la Noche Por: Raúl González

Nació en Medellín, Antioquia, Colombia. Es miembro fundador de la Tertulia Literaria Los Octámbulos. Egresado de Economía de la Universidad de Medellín. Fotógrafo y escritor. Autor del libro de poesía Horas sin tiempo. ragohe2009@gmail.com

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l caer el día irrumpe con estrépito otro mundo: el de la noche. Los claroscuros dan vida a rostros ocultos. Seres marginales y marchitos reviven. Salen los brujos y artistas a gozar, a vivir la noche plena. Es otro mundo el que nace. Es otra página que se abre de un libro siempre desconocido. Los seres de la luz se guarecen y los de la oscuridad aúllan su libertad. La palabra y el elixir de Baco se unen en íntima comunión. Tímidas calles del día se transforman en laberínticos parajes oníricos. 48 Ciudad, revista de asuntos urbanos Edición 22 • ISSN: 0123-238X


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Leer para conversar… Por: OlgaL Echeverrig

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as ciudades son fenómenos vivos donde la vida particular, es la fuente que nutre y da sentido a estas. No hay ciudad sin ciudadanos, sin embargo el crecimiento desmedido de muchas ciudades puede llevar a tener la sensación de ser ciudadanos sin ciudad. Por esta razón las posibilidades culturales, artísticas y creativas resultan esenciales y propiciadoras de procesos de individuación para la afirmación de la vida y no para la autodestrucción y la muerte. Apoyar actividades culturales y lugares de encuentro para la celebración de la vida, termina siendo esencial en las ciudades que como Medellín intenta re-diseñarse. Pero hay que tener en cuenta que la verdadera innovación está en no perder el enfoque humanista y nada mejor para para ello que el fortalecimiento de las bibliotecas públicas que representan la democracia del conocimiento para quien lo busque, encontrando allí además de libros, mu-

chas otras actividades para el desarrollo creativo como cineclubes, conferencias, talleres literarios y todo lo que inquiete y nutra nuestra sed. Muchos de los que amamos los libros, tuvimos o tenemos algún vínculo con estas madres de papel, (léase bibliotecas) llenas de hojas, de ojos y de hijos. Delicioso bosque transmutado en libros, que nos acoge e ilumina. Las bibliotecas son un lugar desde donde avizoramos otros horizontes. La conversación es un arte cada vez más desatendido en nuestras actuales sociedades, razón por la cual las bibliotecas públicas permiten en el silencio de la lectura una conversación con otros que son los autores de las novelas, cuentos, poemas y ensayos. Enfrentamos así otros modos de pensar y entender la vida que con seguridad afinará nuestro criterio que luego enriquecerá nuestras conversaciones personales. Pues la lectura nos afina en la argumentación y reflexión de los asuntos de la vida.

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“Converso con el hombre que siempre va conmigo”….dice el poeta Antonio Machado. Evidenciando lo esencial de la de la palabra, del hablar y el conversar como el vínculo humano por excelencia. La conversación a partir de lo leído como un espacio donde podemos ir y venir, asentir o disentir. Afirmar el valor de la conversación es reconocer la democracia de la palabra, en donde el otro es reconocido como un igual. Rescatar el valor de la conversación es mostrar el camino del respeto en donde todos podemos andar expresándonos, para estar de acuerdo o desacuerdo pero sin negar ni agredir, ni matar al otro por pensar diferente. En estos tiempos se nos olvidó conversar o quizás nunca lo aprendimos pero en nuestra ciudad es urgente rescatar la necesidad de conversar que no es otra cosa que escuchar al otro y ser escuchado por otro. Conversar es una pedagogía del respeto pues al hacerlo nos vemos obligados a pensar y a afinar o desafinar nuestras ideas y argumentos. La conversación permite reconocernos humanos y con oídos, los dictadores se piensan superiores, diferentes, siempre son sordos y nunca conversan, dan órdenes. Los dictadores no se dan solo a nivel político, a nivel cotidiano encontramos montones, la cultura mafiosa por ejemplo impuso el modelo de capo o dictador de su clan y de la sociedad donde vive. Los fanatismos de toda índole bordean la sordera al imponer un único modo de entender la vida, por eso rescatar la conversación a partir de una lectura

inteligente es rescatar la posibilidad de sabernos humanos, de tener oídos para el otro, leer es una forma de oír a otro, otra voz, otra historia, otra mirada del mundo. Una sociedad que no conversa, nos da la señal de hallarse en un estado de naturaleza salvaje que ha despreciado el más refinado de los instrumentos humanos: el lenguaje, la palabra escuchada, la palabra leída, la palabra pensada y la palabra conversada. Leer es la mejor pedagogía de la conversación, donde “escuchamos al otro” si se es buen lector, se será un buen conversador y esto nada tiene que ver con la erudición vacía, no se trata de cantidad de libros leídos. Pero sí de la importancia de leer, leer, leer. La lectura nos libra de la inopia en los cerebros de la que se quejaba el poeta León de Greiff en su bello poema Villa de la Candelaria hace ya cien años que dice así:

A Joya, Tiza y Leo Vano el motivo desta prosa: nada... Cosas de todo día. Sucesos banales. Gente necia, local y chata y roma. Gran tráfico en el marco de la plaza. Chismes. Catolicismo. Y una total inopia en los cerebros... Cual si todo se fincara en la riqueza, en menjurjes bursátiles y en un mayor volumen de la panza. 1914

Creo que estamos en mora de recuperar la conversación real de viva voz y lo que hemos leído permitirá verdaderas conversaciones. Recuperemos la conversación con los otros reales y verdaderos no la simulación de habla que sucede actualmente con la tecnología: frases cortas y vacías con desconocidos y hasta conocidos sin ningún contenido esencial. Un parloteo escrito que no permite pensar y con el que a pesar de los excesos de su uso (casi todo el mundo ahora vive pegado de un aparato tecnológico y pareciera que se está muy comunicado pero lo que se evidencia es el dominio de lo superficial donde aturdidos por la tecnología resultamos alejados de lo sencillo y esencial de la vida como es una verdadera conversación. Resaltar el valor de esta singular puesta en escena que es la conversación; de escuchar, pensar y responder activando así la circulación de la palabra y del pensamiento es prácticamente una pedagogía de la vida. OlgaL Echeverrig Periodista cultural, directora del programa radial Lostrabajos y los Días en la emisora cultural de la universidad Nacional sede Medellín lostrabajosylosdiasradio@ gmail.com

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Marta Gómez “Este instante” Coro mundial contra la guerra

Por: Zulma Sierra

• ‘Para la guerra nada’, una creación colectiva que arrasa en Facebook y Youtube. • La propuesta marca el comienzo del Tour América 2014 de esta cantautora colombiana. • Una canción de Marta Gómez fue el detonante para una apuesta por la paz, que no para de crecer.

Para el viento, una cometa Para el lienzo, un pincel Para la siesta, una hamaca Para el alma, un pastel Para el silencio, una palabra… Para la guerra… nada

P

odría decirse que así comienza la más reciente canción de Marta Gómez, pero lo cierto es que así comienza el proyecto más internacional de esta artista colombiana, radicada en España. En torno a la frase “Para la guerra nada”, Marta ha logrado sumar las voces de reconocidos cantantes como León Gieco, Georgina Hassan, Pedro Aznar, Víctor Heredia, Piero, María Mulata y Alejo García, entre muchos otros, y ha reunido a casi 6200 personas en un grupo de Facebook dedicado exclusivamente al proyecto.

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“Una noche después de leer mucho acerca del conflicto entre Israel y Palestina, un pensamiento claro se posó en mi mente: ¡cuánta creatividad desperdiciada hay en una guerra! Esa misma semana había asistido al Cirque du Soleil y el espectáculo empezaba con un niño elevando una cometa. Pensé algo parecido: ¡cuánto talento y tiempo invertido en un objeto que tiene como único fin hacernos felices! Enlazarlos fue sencillo: cuán distinto sería el mundo si todo nuestro esfuerzo estuviera dirigido a inventarnos cosas para alegrar la vida. “Al día siguiente puse un post en mi página preguntándoles a mis seguidores cuáles pensaban que eran los mejores inventos de la humanidad. Llegaron cientos de ideas y a partir de ellas compuse la canción”. Así narra Marta Gómez el comienzo de esta aventura que no para de crecer. Primero fue Julio Serna -su compañero y manager- quien propuso hacer de la canción un proyecto circular al que rápidamente se unieron cantantes de diferentes países enviando sus propias grabaciones y, eran tantas, que fue necesario editar dos videos, que ya llevan más de 60 mil visualizaciones. Luego, las redes sociales hicieron su propio trabajo y hoy en día en el grupo de Facebook

‘Para la guerra nada’ se contabilizan casi 6200 personas de diferentes rincones del mundo que han colaborado con poemas, coros, audios, videos, dibujos, fotografías y toda clase de creaciones artísticas. ‘Para la guerra nada’ se ha convertido en un grito colectivo en contra de la violencia en todas sus formas y un llamado a la creatividad en favor de la vida. Con esta consigna y con su nuevo disco ‘Este instante’, Marta Gómez dará una gira de conciertos por Suramérica que recorrerá Venezuela, Ecuador, Colombia, Argentina y Chile durante el mes de octubre. Las boletas para la presentación en el teatro Julio Mario Santo Domingo de Bogotá están casi agotadas y crece la expectativa por su llegada a Cali, Medellín, Tunja, Bucaramanga, Pereira, Manizales y Calarcá.

encontrará en ‘Este instante’ un disco aún más esperanzador, en el que la artista plasma historias sencillas y cotidianas. Quienes aún no conocen su trabajo, se sorprenderán con la calidez y dulzura de su voz, el compromiso de sus palabras y la intensidad de su propuesta musical, cargada de aires folclóricos de diferentes países. Marta Gómez ya está disponible para entrevistas vía e-mail y teléfono. En la semana del 6 de octubre hará rueda de entrevistas presenciales en Medellín. Para más información: www. martagomez.com management@martagomez.com Contacto Prensa Medellín: Zulma Sierra zulmas@gmail. com @zulmaandrea

El Tour América 2014 llegará a Medellín el 23 de octubre en una única presentación en el Teatro Pablo Tobón Uribe. Al escenario subirán grandes artistas locales como Pal a, Alejo García, Andrés Correa y Claudia Gómez y -como gran momento de la noche- se espera la interpretación conjunta de ‘Para la guerra nada’ así como la actuación especial del Coro Cantoalegre. El público que ya conoce de cerca la obra de Marta Gómez,

Imagen: Mariana Valencia S.

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32. The End Medellín; Cine & Cenizas

Parte interior del teatro Junin - Reproducimos el ultimo capitulo del libro Medellín: Cine y Cenizas, de Victor Bustamante presentado el 16 de septiembre de 2014 en la 8a Fiesta del Libro y la Cultura

Por: Victor Bustamante

Voz en off

S

í, me vi, nos vimos caminando por las calles. Habíamos salido de cine y en verdad nos reconfortaba esa noche, nunca tenebrosa ni fría, prolongación de la sala de cine y eso bastaba. Fuimos a La Boa y hablamos algo con don Iván. Vi, vimos una sardina, una bella Lolita, que miraba con hambre y curiosidad a un amante de cine y a un escritor, el otro era Felipe el Hermoso. Infieles a las palabras nos habíamos metido al teatro, sala número 1, del Colombo-Americano y disfrutado de un clásico, nuestro clásico. ¿O no sabían que cada uno posee sus clásicos? Vi, vimos un documental sobre Led Zeppelin, La canción no es la misma; y luego, fuimos para La Boa a hablar de la película, que Robert Plant, que Page, que el solo de batería de Bonham, que John Paul Jones

era un maestro del teclado, que les habían robado la taquilla en pleno Madison. La ninfa miraba hambrienta, pero nada queríamos saber de muchachas hambrientas. Vi, vimos la mujer solitaria con su cabello suelto cayéndole sobre los hombros, pero nada queríamos hablar con ella, solo queríamos una cosa: hablar de cine. De todas maneras quedaba excluido de la ciudad, de mi ciudad. Y cuando hablo de mi ciudad, me refiero a esa metrópoli de las salas de cine que languidecían hasta morir destruidas por las piquetas del progreso. Nada podía hacer, la vida útil, comercial, de mis teatros sufría una frustración y era necesario aprovechar, hacerlos rentables desde otra óptica. ¿Dónde estaba mi ciudad, esa ciudad que en un tajo de tiempo cambió des-

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mintiendo la teoría del tiempo cíclico de que uno regresa a los mismos lugares, rito reiterativo, ceremonia que se vive más de dos veces? Hablo de mi ciudad nocturna a plena luz del día, ay, desaparecida y que ante mis ojos se convertía en cenizas, contrariando la teoría del flogisto que todo lo convertía en cal, aunque aquí todo era cemento. ¿Dónde se extravió esa ciudad de las sombras? Me refería a esta ciudad, mi ciudad de los teatros donde la oscuridad es necesaria para subsistir, iluminada por las carteleras que me llamaban. Estas ruinas no serían tan famosas como las del Partenón que se desgastan hasta ser polvo, estas ruinas no serían como las de la Esfinge y las pirámides que habían sido vistas y fotografiadas millones de veces, estas ruinas no serían las de Piranesi, estas ruinas no serían las de Alejandría inmersas en una polvorienta ciudad inexistente ahogada en el Mediterráneo, estas ruinas no serían las de Petra, ciudad escrita, inscrita en el desierto. No serían las ruinas circulares sino las ruinas cuadrangulares. No serían las ruinas del oráculo de Delfos, ni Tenochtitlán, menos esa patria del exilio, Harar. No serían los guerreros de escayola encontrados en las ruinas de una China lejana, ¡qué no! Serían mis ruinas personales; teatros que por ser tan cercanos no podían ser ruinas milenarias. Mis ruinas, ahora casi metafísicas; eso: metafísicas. Al pasar por un teatro destruido no podía decir: “Aquí en estas

ruinas quedaba el templo y el tiempo donde gobernó Tiberio”. No podría decir que en esta fachada, ahora centro comercial, fue donde vi Los dulces pecados de Susana; no, eso no sería grandioso. Tampoco encontraría la pantalla para saber si era un palimpsesto. Serían mis cenizas, las cenizas del cine, de mis sombras. Doble alusión e ilusión metafísicas: cenizas y sombras: no eran nada. Aunque de tantos teatros griegos aún existían ruinas, de la ciudad, mi ciudad, no había vestigios de sus teatros. Esos teatros desaparecían sin ninguna ceremonia. Esas cenizas no se esparcirían por ninguna parte, no se arrojarían al mar de los Sargazos o al río de Heráclito, ya perdidas no en el aire, sino en el eterno instante de la memoria. Medellín era un cementerio de teatros sin cruces, que crecía a su ritmo, se encaramaba en las montañas y absorbía los poblados cercanos. La ciudad se trituraba a sí misma, regurgitaba edificios y otras calles. Y, ay, a los cinéfagos nos dejaba sin memoria, y me moría. Encontré, encontramos, diagonal en la esquina de la carrera 38 con Colombia, el edificio color mandarina del teatro Ayacucho: su sala con ventanas a los lados, su entrada cerrada por una reja: en la parte alta los tragaluces para el proyeccionista recibir un poco de aire y los orificios donde quedaba el anuncio: Teatro Ayacucho. En la planta baja, en la esquina, el café Buenos Aires y, a un costado, por la carrera: una distribuidora de queso, una panadería y un aviso donde dice: “Se reparan muebles”.

Me había ido en búsqueda del teatro Ayacucho, es decir, de lo que había quedado del Ayacucho. El tiempo pasaba tan rápido, a no sé cuántos fotogramas por segundo, que de pronto me quedaría sin conocerlo. Era el único teatro cerrado con todo intacto: cámaras, silletería, el mal olor de los urinarios, hasta el cadáver del proyeccionista y la silletería completa. Su mole se destacaba entre la cuadra bordeada de talleres, o sea, que esos negocios carcomían su ser, porque es bien sabido que los teatros tienen alma. ¿Sí o no? Me acompañaba la S.J. que a pesar de su vanidad, de su amor eterno por los autos, de sus deseos de casarse varias veces, que para mí era un deceso, me seguía a los más inauditos tours por Medallo en busca de mi santo grial. El teatro Ayacucho era el único gigante erguido como un dinosaurio rearmado en un museo. Merodeamos por sus aceras, con sus puertas cerradas, la taquilla cerrada, pero su centro, que son las sombras interiores, permanecían congeladas en su humanidad, sí, porque esos teatros poseían humanidad. La S.J. husmeaba realmente bella con esa curiosidad de siempre, con ese pelo negro suelto y ese par de tetas bien puestas. Aunque impresionados ante el Ayacucho, estábamos urgidos, ungidos por el deseo de hacer el amor adentro de las sombras del teatro que era nuestra diversión. ¿Cómo entrar? La S.J., persuasiva, se dijo, me dijo: “Tengo la solución. Voy a la oficina de arrendamientos con un pretexto, averiguar si su interior sirve para bodega,

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nunca para centro religioso, nunca para taller o laberinto de almacenes”. “No lo creerán”, respondí. De todas maneras averiguaré. “Si me entregan las llaves ahí mismo me vengo para acá”, dijo. Mientras ella se inventaba, ideaba, fraguaba la manera de buscar unas llaves, la llave, para conocer su interior, decidí mirar la mole. En realidad era una mole hermosa, extraña, que a cada hora del día la textura de la luz le otorgaba otra visión. A veces parecía una pagoda; otras, un templo hindú con diosas de muchos brazos; otras, una mezquita con lúnulas amarillas; otras, un templo cristiano. Pero había algo cierto, eran las ruinas, mis ruinas tragadas por las raíces de la indiferencia al cine con algo inaudito, su presencia a la vista de todo el mundo, pero precisamente todo el mundo parecía nunca verlas ya que sus vecinos y los transeúntes se limitaban a pasar por su costado sin importarle para nada

que lo que allí había pasado era una hecatombe, no el simple cierre de un teatro. Sí, era una hecatombe. ¿Cómo se les había ocurrido dejar cerrar ese teatro, si el cine era el único arte creado a imagen y semejanza de los sueños del hombre? Yo esperaba ese hermoso animal que aún no asistía a esa cita con las llaves. Solo veía, en alguna visita por las tardes, frente a la mole, a algún alcohólico atado al vicio de su desvelo: licor barato que tomaba, bebía en las escalas de la entrada. Nada más. Los demás, los herejes del cine, pasaban por el lado de ese templo como si nunca supieran que desechábamos las ruinas posmodernas en esa costumbre de construir edificios para almacenes o apartamentos. Pero empezaba la preocupación: ¿se habría marchado la S.J. con alguien? Ya sabía esos caminos suyos, pero también cumplíamos nuestra promesa que, a pesar de algunas huidas, de algunas faltoniadas, no des-

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echaría lo que ella llamaba una relación, que era la presencia y conveniencia de haber construido en nuestros cuerpos, de una manera diligente, todo tipo de placeres y perversiones, y perpetuarlas para nuestro contento. De estas disquisiciones metafísicas me sacó. Por fin apareció la S.J., gafas oscuras. Su jeta roja dijo: “Tengo las llaves, casi no las consigo”. Llevábamos una de brandy Napoleón, dos sobrecillos mágicos del polvo nacional, latinoamericano y mundial, baretica, cigarrillos, encendedores y los antiguos fósforos por si algo fallaba. Dentro de las sombras espesas y el mal olor, encendimos las linternas y vimos la más desolada imagen: las sillas sucias, los pasillos polvorientos. Y fue que nos dio por ir hacia la pantalla aún intacta, santo sudario, sábana, palimpsesto: todo eso era. Y fue que otras sombras empezaron a proyectarse desde la pantalla hasta el fondo, a la entrada. Eran nada


menos que sus habitantes que solo salen en la noche y aquí vivían en su paraíso confundidos por las sombras de un teatro: murciélagos que iban y venían, es decir, volaban y volaban. “Ay, que pereza”, dice la S. J., pero yo no le presto atención. Nos tendimos en el piso. De la pequeña grabadora salía música de Beatles, de Led Zeppelin, de Black Sabbath, y del hippie bueno e ingenuo: Cat Stevens. El que a buen teatro se arrima buena sombra lo cobija, creo que decía un refrán. El polvo nacional alertaba y nos hacía sentir como un miedo de que alguien abriera las puertas y nos vieran ahí, envueltos por el haz de luz de una pequeña lámpara. En realidad poseíamos las sombras en el acto más triste de alguien que quiere conocer el interior de una sala de cine cerrada. Era la única manera de apropiarme, apropiarnos del Ayacucho. El humo sagrado invadía el paisaje de sombras, ahora sobras, que no eran nada, porque un teatro sin película no era, no es nada. ¡Qué no! En la pantalla se proyectaban nuestras siluetas como si hiciéramos un truco, sombras deformadas, sombras never more, así como las sombras cuando el proyector declina. Sí, allí contra lo que fue una pantalla, y ahora ruinas de un teatro, proyectados los dos únicos espectadores, formando ese monstruo de dos cabezas, de cuatro patas, de dos lenguas, de cuatro ojos, de dos culos, de dos voces, de dos genios, y ese largo etcétera que son dos que se encuentran, que se ensartaban, se enganchaban por un extremo en esa ficción que tiende la

naturaleza. Sí, dos sombras se desdoblaban como dos cuerpos espectrales. Nada menos que recobraban Las aventuras del príncipe Achmed, las sombras en M de Fritz Lang con Peter Lorre. Al fin y al cabo sombras dentro de las sombras del cine. “Hazme duro y no pares”, dijo la boquisucia puesta en cuatro. Creo que se llama posición contraria a la supina y ella fue la dama del perrito. Fui Sigfrido en una película de Fritz Lang y fui el bonito y enano de Rocky Balboa y fui el Nosferatu de Murnau y el de Kinski y fui Zeus y fui Salomón y Solimán y fui Casanova de Fellini y fui Aguirre de Herzog y fui Sade y fui el actor pornográfico Nacho Vidal y fui don Juan y el burlador de Sevilla y fui Billy de Kid y fui Lee Marvin y fui OO7 y fui Jack Nicholson y fui Sean Connery, Depardiu, Mastroianni, Delon, ah, y sobre todo Marlon Brando. Gritó contra la sábana blanca o palimpsesto, chilló en las sillas, gritó en la cabina de proyección donde miramos vistas, recortes de películas al trasluz de una linterna. Sí, mi Ava, a horcajadas, jineta de las sombras, se orinó sobre mí en las últimas sillas, lluvia de Dánae. Sí, mi Ava, miaba, imploraba: “Sigue así, no pares, quiero más, más”. Y enredado en su sudor, sudor de Kitty Collins, cabello largo y negro, aspiraba su olor preparado para mí desde hacía tantos años, por ese perfumista, el tiempo. Regresábamos a una edad primitiva: poseíamos un teatro. Entre sudores fuimos uno, inútilmente uno. La música sonaba y sonaba, ya había dicho de quiénes. Había, hay

como cierto placer en poseer un teatro vacío. Era como si desde las butacas, con lleno completo, nos miraran esos espectadores que fueron algún día a cine. Era como si nos acompañaran en este último homenaje a una sala de cine, palacio de la fantasía, poseída, Poseidón de las sombras, a través de ella, en todos sus rincones, una tarde de viernes. Parecíamos un minotauro a la inversa, o un centauro, en nuestra cinemaquia, sin cinema guía. Pronto se agotó nuestro combustible y, un poco silenciado, la vi medio dormida con su boca despintada, fruta fresca, porque para dormir después del post nadie la detenía. Besé su axila, hundí mi lengua dentro de su anillo de carne y, en apenas una fracción de segundo, mi lengua, atleta ocasional, no en pista de tartán, participaba de sus juegos olímpicos, tea ardiendo, en una milésima, mi legua en una carrera de diez centímetros fue a sus otros labios; y luego, volví a los reales: la desperté al darle una cachetada en el culo. No sé si es una cachetada o una nalgada, un azote, mejor una palmada. Envidié al diligente Sade que andaba con sus varitas de madera para que lo pelaran, lo apalearan. Lo único cierto, no era una bofetada pero era casi igual. Le di un mordisco en cada nalga, pero yo no era El Zorro. “Vamos”, le dije mientras me vestía y se vestía, “vamos que la noche es espesa y larga”. Y como diría Job; y luego, Acab: “Aquí estuve, estuvimos, para contarlo, ya que es para siempre este cinecidio”.

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Ex-libris DIAS SIN GLORIA José Fernando Vélez Londoño

Este libro quiere ser un objeto, como esos viejos zapatos que te estrenaste un día; al principio te enorgullecían por lustrosos, luego por lo útiles, y al final lo único que te impide botarlos es el cariño que les tienes. Está permitido, rayar, subrayar, resaltar, prestar, regalar y hasta copiar total o parcialmente citando la fuente. No podrá ser robado, pues nos pertenece a todos. Aunque algunos se roban a sí mismos.

HISTORIAS CONTADAS DE MEDELLÍN - Tomo 2 Carlos E López Castro

HISTORIAS CONTADAS DE MEDELLÍN - Tomo 2. En esta segunda versión se nota un denodado esfuerzo por entregar al público una publicación depurada de calidad. HISTORIAS CONTADAS DE MEDELLÍN es la compilación de historias que se dejan leer y en las cuales se pueden identificar las barbaridades de los especuladores inmobiliarios y de los gobernantes para quienes

la ciudad no es para los ciudadanos sino para el lucro privado, y ellos son los dueños. Claro que también registra historias de aciertos de urbanistas y gobernantes. Uno de los méritos adicionales de HISTORIAS CONTADAS DE MEDELLÍN es la entrega de fotos antiguas de la ciudad y fustigar por el descuido al patrimonio cultural y arquitectónico de la misma.

LA NOCHE ANTIGUA Iván Darío Upegui Velásquez

La novela es heredera de la tragedia griega. Dostoievski, Kafka, Camus son la continuidad de Esquilo y Eurípides, tal es la tesis de “La noche antigua”, una novela que transcurre, en buena parte, en el Medellín contemporáneo. La obra narra episodios de la vida de Martín Blandón, un contador público inmerso en una cadena de acontecimientos y encuentros que marcarán su destino. “La noche antigua” puede considerarse una novela de corte sicológico, con un amplio sentido filosófico y literario.

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MEDELLÍN: Cine &Cenizas Guillermo Álvarez

MEDELLÍN: Cine &Cenizas, es un libro, muchos libros. Yo lo estoy leyendo como caminando la ciudad y entrando a los teatros que me encuentro al paso y donde en la lectura puedo palpar, sentir una ciudad viva e identificar las cenizas de esas edificaciones encantadas donde se celebraban rituales en las sombras, y en las cuales los anónimos congregados intentan dar suelta a sus instintos en su ensombrecida intimidad refulgente en la pantalla. Muy distinto a lo que ocurre al hablarnos de la ciudad los urbanistas y académicos: quedamos enmarañados en esas gramáticas sistémicas cargadas de filosofemas y de sartas de muertos conceptos. En este libro Víctor nos habla, muestra una ciudad sustantiva y viva. Designada por sus entrañas y latidos; sus sabores, olores, colores y músicas en toda desfachatez, la ciudad pagana a veces azarosa y de puñales, renunciando a falsos decorados y prótesis engalanadoras, y denunciando el abandono y desprecio por el patrimonio arquitectónico, que llevó a los codiciosos propietarios del Teatro Junín, a vender “la mejor esquina” de Medellín y hacerla cenizas reemplazándolo por una gigante aguja, por el prurito utilitario.

LO SOCIAL. Perspectivas anexactas Por: Ernesto Hernández B. y Carlos Enrique Restrepo

Al abandonar la forma sustantivada y sobreentendida de “La Sociedad”, que designada de este modo induce a pensar en una materia formada y acabada, este libro opta más bien por bordear perspectivas cruzadas de investigación sobre “lo social”, tratado no como un objeto fácilmente localizable de estudio, sino como un campo problemático. Esto significa abordarlo en su dinamismo, siguiendo las líneas de fuerza que pueblan dicho campo y, particularmente, bajo las distintas manifestaciones de la violencia social ejercida molecularmente desde y sobre distintos registros: el Estado, los cuerpos, el lenguaje, las instituciones. Este será, sin embargo, tan sólo uno de los aspectos del problema, pues también pretendemos restituirle a lo social su componente de creación, su potencia minoritaria, en un movimiento que pasa por los pequeños agrietamientos siempre abiertos entre “pueblo” y “Estado”, considerados como masas aglutinantes del “poder constituyente” y el “poder constituido”.

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Cartas a Aguirre (1953-1965) Gonzalo Arango

E

n contrapunto, revista bogotana, empezó a publicar Gonzalo lo que llamó Memorias de un presidiario nadaísta, en las cuales refiere su detención con motivo de aquel escándalo hecho por los nadaístas en el Congreso de Escritores Católicos. Alcanzó a publicar 16 episodios, y sólo iba en la noche del domingo, habiendo sido detenido el sábado. Estaba inventando y estaba falsificando, con total irresponsabilidad. Él mismo dijo que de modo deliberado alargó el cuento, pues le pagaban 500 pesos por artículo, suma que le permitía sobrevivir con su mujer. Es u cuento chino, lleno de pavores y agresiones y peligros en que habría incurrido en el patio tercero (era el cuatro, realmente) de La Ladera, donde metían a los delincuentes más peligrosos. Y la verdad, según lo supe por el propio director de la cárcel, es que había estado en el segundo, el de los castos, donde no le pasó nada y donde no tuvo riesgo

alguno. Pero su relato parece muy veraz. Por esa época apareció un testimonio auténtico sobre la vida en esa cárcel, un pequeño libro con el título La Ladera, de un joven poeta maldito y renegado, Mauro Álvarez, que sí sufrió los rigores de esa prisión y ese patio. Es la fuente de Gonzalo. Pero no lo menciona. Se había dedicado a la fabulación irresponsable y al calco impune. Para remate de irresponsabilidad, en el capítulo noveno relata aquel episodio del cable que tradujo de la France-Press (catorce años antes del tiempo en que escribía), sobre una visita de la reina Juliana, de Holanda, a la reina Isabel, de Inglaterra, cuando puso a las reinas a “almorzar juntas en un hotel”. Algo que no trascendió. Que ni siquiera conoció la oficina de Bogotá, y que los dos tomamos en broma. Aquí lo infla (estaba inflando la historia, por los 500 pesos semanales), para afirmar que yo lo había destituido.

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URGENTE!!! ÚLTIMAS NOTICIAS!!! MEDELLIN D. C. (CIUDAD EN EXTINCIÓN) LUEGO DE MÚLTIPLES QUERENCIAS Y QUEBRANTOS DE CORAZÓN –QUE NO ACHAQUES- EL ACTOR RAMIRO TEJADA COBRA VIDA EN LA ESCENA, O MEJOR, DA VIDA A SU ALTER EGO: EL ACTOR QUE INSISTE EN SER ABOGADO O EL ABOGADO QUE INSISTE EN SER ACTOR!!! El pasado 24 de mayo de 2014 (víspera de elecciones) se cumplieron los (primeros) 25 años de

TRIBULACIONES DE UN ABOGADO QUE QUISO SER ACTOR Escrita por José Manuel Freidel para el actor RAMIRO TEJADA, quien la interpreta, la obra fue estrenada el 24 de mayo de 1989 en el Teatro La Candelaria de Bogotá Distrito Capital. Armado de su vieja Remington 45, Justo Ezequiel Flórez, licenciado y jurisperito, de oficio defensor y litigante por amor, se prepara para asistir en vista pública a Amanda de Tangarife (a. La negra), sindicada – reo de uxoricidio. El móvil, meramente pasional.

Pasional es también la defensa. La imaginación desbordada de nuestro Justo va entramando una serie de hipótesis en su alegato. Alguna idea absurda encuentra asidero real en la situación actual de la justicia. ¿Algo más cómico? El juez y la reo y el occiso y los jurados de conciencia y el fiscal (el cojo Paniagua) y algunos testificantes y peritos se pasean recreados en la escena, nada real. Justo Ezequiel construye una fábula de su oficio, se entrega a ella y delira; pierde el sentido y se deja llevar por los excesos de su imaginación desbordada. Intuye su fuerza dramática y se dedica a la escena, algo muy cercano a su oficio de fabulador. Es ni más ni menos, un abogado que quiso ser actor. Con este texto, estrenado con Exfanfarria Teatro de Medellín, 25 años atrás, José Manuel Freidel, acentuaba su dramaturgia, esta vez probando un texto cuasifarsesco cuyo eje narrativo es el absurdo. ¿Algo más real? El actor Ramiro Tejada está en esta pieza teatral retratado de cuerpo entero en su esencia misma de farsante. Info; tejada.ramiro@gmail.com palomarioepistolar@gmail.com celular: 313 682 82 55

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Los páramos en la jurisdicción de corantioquia Corantioquia - En el 2007 sólo figuraban 2.848 hectáreas, tras el estudio de delimitación las áreas de páramo ascienden a 28.000 hectáreas - Los estudios de delimitación tuvieron una inversión de 950 millones de pesos.

C

orantioquia inició el proceso de delimitación de páramos en el segundo semestre del año 2013, a raíz de la necesidad de proteger estos sistemas naturales que equilibran los ecosistemas y son las fábricas de agua del planeta. Por todos los servicios ambientales y los beneficios que ofrecen los páramos, es que se hace necesario delimitarlos de actividades económicas como la minería, la ganadería y la agricultura, para que no sean alterados, ni afectados y así evitar su extinción.

Las unidades de páramos dentro de la jurisdicción de Corantioquia son: “Farallones del Citará”, entre los municipios de Andes y Ciudad Bolívar, “Cerro Plateado” en Salgar, el complejo del “Alto San José – Cuchilla Las Alegrías” entre los municipios de Betulia, Caicedo y Santafé de Antioquia, “Páramo del Sol” en Urrao, “Páramo Santa Inés” entre los municipios de Belmira, San José de la Montaña, Liborina, Entrerríos, Sabanalarga, San Andrés de Cuerquia y Olaya, y Serranìa de las Baldìas en el Valle de Aburrà. En el proceso de delimitación se tuvieron en cuenta criterios del suelo, analisis de la integridad ecológica y elementos socio economicos y culturales de las poblaciones asentadas en estos territorios. Adicionalmente se identificaron tres especies de anfibios, dos de las cuales son probablemente nuevas (Pristimantis sp1, Pristimantis sp2 y Thectocpernus)

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El paso a seguir luego de la delimitación de los páramos es la declaratoria de zonas de reserva, para impedir cualquier actividad humana en estas áreas que puedan alterar los ecosistemas y el patrimonio hídrico. Los estudios de delimitación fueron enviados al Ministerio de Medio Ambiente para su adopción nacional y de esta manera, preservar estos santuarios naturales que nos proveen agua y vida.

Para tener en cuenta… - Aproximadamente el 70% del agua que se consume en el Valle de Aburrá proviene del páramo de Santa Inés. - Corantioquia ha adquirido 4.351 hectáreas en el Distrito de Manejo Integrado del Sistema de Páramos y Bosques Altoandinos del Noroccidente Medio Antioqueño (San Francisco, Quebradona, Palenque, Alaska, El Morrón, La Montañita, El Romeral y Yarumalito) con estas inversiones se busca garantizar la conservación del ecosistema de páramo y los nacimientos de una red hídrica de vital importancia para el abastecimiento de la población de la jurisdicción de Corantioquia. - De la mano de EPM, Corantioquia la logrado la restauración de 50 hectáreas y la rehabilitación de otras 38, para un total de 88 hectáreas recuperadas en el páramo de Santa Inés.

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¿Qué nos dejó el foro Urbano Mundial del Hábitat? Por: Faber Cuervo Economista Universidad de Antioquia.

T

ienen que venir de lugares distantes a decírnoslo en inglés para que le creamos a los académicos críticos y a los colectivos propositivos de nuestro país que han dicho lo mismo, en español, a administraciones públicas y sector privado. Un modelo global urbanizador con economías de escala, centralizado, segregacionista, desordenado y mal planificado, ha llevado a desastres. Esta reflexión del arquitecto luxemburgués León Krier, también ha sido una advertencia de Cecilia Moreno (Directora Escuela Hábitat UNal-Medellín), y de Zoraida Gaviria (CTP-Medellín). La propuesta de Joan Clos (Director de ONU-Hábitat), transitar de la utopía de los edificios a los cielos del espacio público y cinturones verdes con suelos agrícolas, también ha sido proclamada

por María Clara Echeverría, arquitecta, para quien las intervenciones en la ciudad no deberían ser sólo para extender infraestructuras y espacios físicos con un propósito funcional, sino también para construir esencialmente territorios significados, “citadinidad” y ciudadanías sociales e interculturalidad. Fueron múltiples y valiosos los aportes sobre las transformaciones que deberán tener las ciudades para que dejen de ser meras aglomeraciones de edificios, gente y vehículos. Medellín, una ciudad que creció cabalgando en la inequidad y la hegemonía sobre lo metropolitano y la provincia, deberá aplicar no pocas de las sugerencias allí planteadas, para alcanzar la condición de ciudad innovadora, sostenible, justa, incluyente, segura y democrática. La cosmética, el esnobismo, la vanidad vana y la superficialidad son soportes de cera ante el sol de la verdad que se llevaron los visitantes. Es sesgado reducir las complejas tramas que cruzan los reales indicadores de una ciudad (calidad

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educativa, espacio público, equidad, empleo, movilidad, participación ciudadana, convivencia, ÍDH, seguridad, calidad del aire, etc.) a unas escaleras eléctricas, metrocables, parques bibliotecas y techos pintados. Estos son logros que ayudan pero no tienen porqué suplantar los inmensos desafíos que tiene la ciudad, que si se resuelven convertirían a Medellín efectivamente en un ejemplo de transformación para el resto del mundo. El espacio público fue sustituido por centros comerciales, torres de apartamentos e infraestructuras donde ruedan invasivos vehículos. Todo para los carros y la industria inmobiliaria, poco para los ciudadanos de a pie, la mayoría de habitantes. Ante esta realidad cuestionada en el 7mo. Foro Urbano Mundial, la tarea pendiente no sólo para Medellín sino para los municipios del Valle de Aburrá es enorme. Krier declaró que los dueños de los grandes centros comerciales y los complejos urbanísticos se preocupan más por cómo manejar la economía que los objetos. Es decir, anteponen la rentabilidad y la especulación con el suelo a la conservación de espacios públicos, el manejo de la estética, la protección de los retiros, cauces de quebradas, bosques urbanos, humedales, reservas forestales y cinturones verdes. Como solución a estos desfases, el luxemburgués propone un urbanismo centrado en el diseño del espacio público para luego abordar las edificaciones y ejes estructurantes. Cambiar el viejo modelo de urbanización apiñada por modelos a microescala, pequeños centros urbanos y

ciudades en armonía con la agricultura periférica. Este modelo de ciudad con equidad, transparencia e inclusión, superaría esos modelos que ofrecen los negociantes de propiedad raíz, modelos que son profundamente excluyentes con sus piscinas y yacusis, anunciadas en pomposas vallas publicitarias. En la práctica local, ese desborde urbanístico ha desencadenado otros problemas como la congestión vehicular, la pérdida de calidad del aire y del cinturón verde en sectores de las laderas orientales de Medellín-Las Palmas, Envigado y el Poblado. Medellín está entre las 20 ciudades latinoamericanas con mayor contaminación del aire y propaga excesivos niveles de ruido según la OMS. El desborde urbanístico está ligado a la especulación con la tierra, a usos del suelo no permitidos en los POTs., a parcelaciones de suelos hídricos y agrológicos abastecedores de represas. El arquitecto mexicano, Miguel Robles-Duran, revela que la ciudad es una máscara pues cuando vemos un edificio bonito, vemos eso, un edificio bonito pero no sabemos si allí murieron trabajadores, si les pagaban o no, si se robaron la tierra, si hubo corrupción. Advierte que estamos acostumbrados sólo a ver superficies, por lo que tenemos que dejar de pensar lógicamente y empezar a pensar relaciones. Quizá, subyace en esta reflexión la principal dificultad local para avanzar hacia las transformaciones que ya han sido planteadas por académicos y colectivos ciu-

dadanos. Esa dificultad estriba en el poder económico de actores asociados con la ilegalidad quienes controlan el mercado de suelos, la industria constructora, la comercialización de insumos, etc. Ellos controlan, pero ¿quién los controla a ellos? Existe una laxitud y permisividad de las autoridades y organismos de control frente a estos actores. De ahí que las valiosas enseñanzas del FUM7 pueden quedarse ancladas en la tinta de sus Memorias durante mucho tiempo. Patético ejemplo es el caótico desarrollo urbanístico de La Loma El Esmeraldal, barrio en zona de riesgo medio y alto en Envigado. Creció vertiginosamente en los últimos 3 años sin acatar las normas de Planeación, con precarios equipamientos, sin compensaciones urbanísticas, sin aceras, sin zonas verdes ni espacio público, sin vías de acceso, arrasando servidumbres y micro cuencas y zona forestal con importante flora y fauna. Agotados de hacer estériles derechos de petición, los habitantes de este sector acaban de interponer una acción popular con el fin de detener los permisos y el desmedido desarrollo en ese lugar que las vallas publicitarias denominan “La Milla de Oro del Esmeraldal”. Situaciones de desborde urbanístico se han replicado en otros puntos del Valle de Aburrá sin que aparezca la intervención de las autoridades. Las ciudades no responden al modelo que los ciudadanos aspiramos, ellas vienen siendo diseñada por

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intereses lucrativos inmobiliarios y por el afán de repartir unos contratos de obras de infraestructura en los que se benefician lobistas, contratistas y contratantes. Un falso desarrollo en el que predomina el cemento y el asfalto está devorando el alma de las ciudades: las personas y sus patrimonios tangibles e intangibles. Las ciudades no son diseñadas para las niñas y niños, las mujeres y los hombres, las adultas y adultos mayores; está hecha para embutir clientes entre cajones aéreos que cada vez se parecen a féretros apilados. El ímpetu del “desarrollo” pasa por encima de los derechos colectivos, impone modelos de ciudad altamente lesivos de la calidad de vida y de los derechos socioculturales de sus habitantes. En Envigado, uno de los municipios con más elevado déficit de espacio público en el Área Metropolitana, se pretendió talar más de 200 árboles en un recorrido de apenas 900 metros lineales –el Túnel verde- con el fin de sustituirlos junto con el piso blando y las zonas verdes que los contienen por carriles exclusivos para Metroplús. Un trueque de verde bosque urbano -cada vez más escaso- por gris asfalto. El ritmo de tala de árboles en Medellín y algunos municipios del Valle de Aburrá crece justo en un periodo en que empieza a golpear más fuertemente el calentamiento global. El cuidado del medio ambiente no parece estar en sus agendas. El urbanismo moderno no incluye suficiente espacio público cuando es éste el nucleador de

las ciudades humanas orientadas al disfrute de quienes las habitan. El espacio público es indispensable para generar calidad de vida, pues en él la gente comparte, se recrea, socializa, establece rutinas identitarias, nuevas historias y antropologías. También ayuda a disolver barreras sociales, nos iguala a ricos y a pobres, creyentes e incrédulos. Además, es puente entre lo privado y lo público, imbrica los intereses y los fines de instituciones y seres individuales. Por ausencia de espacio público, la gente se va a los centros comerciales, lo que tergiversa las bondades que aquél provee pues se sustituye el encuentro humano por el consumo. Brent Toderian, ex director de Planeación de Vancouver, pregona que se deben hacer ciudades más aptas para caminar o andar en bicicleta, e incentivar la calidad de vida y no el consumismo. En esta dirección vienen afinando sus discursos los colectivos Ciudad verde, Pedaleando alma, SiCLas, La fiesta de la Bici, Colectivo Túnel Verde. Túnel Verde propende por una ciudad planeada por y para todos, con abundante espacio público, zonas verdes, bosques urbanos, amplios andenes, parques arborizados, senderos ecológicos, anchas riberas en las quebradas, ciclo rutas. Es evidente que entre más infraestructura más se promueve el uso del carro, abrir más vías es incentivar el uso del auto particular, es premiar al 12-15% de la población que posee algún vehículo, y castigar a la gente que se desplaza

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en otros medios alternativos. Aquí cabe preguntarse, ya que algunos municipios están ejecutando obras para los autos mediante el cobro de valorización, si eso no genera más inequidad en nuestras urbes pues los que no tienen carro terminan subsidiando a los que si lo tienen. A estas alturas, el problema ya no es lograr movilidad sino la inmovilidad, crear alternativas para que la gente no tenga que gastar tanta energía y dinero en largos desplazamientos hacia sus trabajos o lugares de estudio. El norteamericano Richard Florida, doctor en política urbana, manifestó que “se cometió el error de planear las ciudades desde arriba y no se ha explotado el potencial y energía de las personas”. La participación ciudadana en el diseño de las políticas públicas y de las obras que van a impactar el medio ambiente y los estilos de vida y patrimonios históricos-naturales y culturales, aún es incipiente en Colombia. Las dirigencias políticas cierran los caminos a la construcción de ciudad de abajo hacia arriba, negando derechos constitucionales, dilapidando esa creatividad y energía de la sociedad civil de la que habla Florida. En Medellín son sintomáticas las decisiones sobre megaproyectos que involucran intereses económicos muy fuertes, como El Túnel de Oriente y la represa Hidroituango. Los poderes públicos y la empresa privada terminan aplastando las recomendaciones y el potencial visionario de las comunidades y organizaciones civiles.


La resiliencia, como la capacidad de las ciudades de recobrar sus funciones urbanas tras algo que altera su configuración, sí que tiene un vasto campo de acción en una ciudad como Medellín, cuyas tramas sociales de convivencia, seguridad y sostenibilidad fueron destrozadas por la imposición de un modelo profundamente inequitativo y favorecedor del capital financiero e inmobiliario. Todo se les ha permitido, hasta promocionar con propaganda falaz y vender a inflados precios los apartamentos de un edificio que violó más de 40 de las Normas Colombianas de Diseño y Construcción Sismo Resistentes. Como afirmara Robles-Durán, los actuales procesos urbanísticos están contaminados en gran parte de intereses especuladores, desprovistos de responsabilidad ética, estética y humana. Y cabe también recordar lo que nos dejó

el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, “a los bancos y el sector financiero debería importarles la desigualdad, porque ellos son una de las fuentes de la misma”. Lo cierto es que los constructores urbanizadores (no los urbanistas) terminaron imponiendo sus condiciones en el diseño de la ciudad, prácticamente arrodillaron al sector público, sedujeron con trucos estúpidos a los compradores de vivienda, repitieron los mismos usos del suelo para mostrar “urbanismo”, recurrieron a gastadas formas en las fachadas y diseños, los mismos espejos, la misma tacañería en la provisión de zonas verdes. Los barrios pobres no son violentos, son violentados. Una ciudad segura es una ciudad justa y equitativa. Hay una estrecha correlación entre la seguridad y el espacio público

porque entre más personas permanezcan en éste, la vigilancia ciudadana se dinamiza y fortalece la seguridad. Medellín está clasificada entre las ciudades más desiguales del mundo, entonces ¿cómo pretender seguridad en ella introduciendo más policías? A mayor número de policías mayores y más peligrosas estrategias aparecen para lograr lo que aquellos quieren impedir. La miseria no admite ser maquillada con pinturas, luces y mermeladas. La miseria requiere oportunidades, dignidad, trato equitativo. Los barrios que están demoliendo para hacer urbanizaciones (torres colmenas) están originando otro problema, la gentrificación o elitización de sectores antes ocupados por colectivos pobres. Estos son expulsados por esos proyectos de “desarrollo urbanístico”, los

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mismos que precarizan su nivel de vida y los obliga a transitar hacia estados inferiores de sobrevivencia. Ochenta familias del barrio El Tesoro -“estratos” medios y bajos- que han vivido en medio de boyantes edificios de apartamentos en exclusivo sector del Poblado, están presionadas para vender la casa de toda la vida porque las acorrala el predial, los impuestos, el lujo consumista. Son candidatas a desplazamiento intraurbano por las jugadas del modelo que escogió la dirigencia de esta ciudad. En Envigado viene ocurriendo la expulsión silenciosa de habitantes tradicionales de bajos ingresos. No resistieron el asedio de condominios con otros estilos de vida, tampoco las exigencias de los altos costos que implica vivir allí. Los que se resisten a irse se someten a vivir como familias vergonzantes, pagan la tributación pero no comen. A raíz de la venta obligada de sus casas y locales comerciales que decenas de propietarios debieron hacer para facilitar la ampliación de la carrera 43 donde pasará Metroplús, varios de ellos decayeron en su nivel de vida y se desplazaron forzosamente a otros lugares, otros quebraron en sus negocios, y 4 personas han fallecido a consecuencia del stress económico al que fueron sometidos. ¿Cómo piensan las autoridades trabajar aquí la resiliencia? Un tema bastante sensible que no fue debatido en el Foro Urbano Mundial fue el impacto de los avalúos catastrales y los

impuestos prediales en la calidad de vida de los ciudadanos. A partir del 1º de enero de 2014 fueron actualizados los avalúos catastrales al valor de entre el 60 y el 100% del avalúo comercial. Esto conllevó a que en muchos municipios se triplicara el valor anterior de los predios y residencias, lo que automáticamente elevó el impuesto predial y afectó la economía de muchas familias. Esas actualizaciones derivadas de la ley 1450 de 2011 (Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014) son defendidas con la necesidad de los entes territoriales de aumentar los recaudos para la inversión social. Sin embargo, aquí se genera una mayor especulación sobre el mercado inmobiliario, pues al aumentar los precios de los predios, a quienes pagan arriendo se les vuelve más lejana la posibilidad de adquirir vivienda y más altos arrendamientos deberán pagar porque los propietarios son obligados a cancelar más elevados prediales. Es una cadena de consecuencias que aumentan los costos de vivir en la ciudad; esto favorece la expulsión de los más vulnerables que no van a aguantar, y premia (¡más!) a los constructores. ¿De cuál equidad estamos hablando? El Foro Urbano Mundial nos dejó una estela de fórmulas teóricas para solucionar los problemas que se producen en las ciudades. Entre todos los participantes se fue tejiendo una ciudad ideal donde se puede respirar aire sano, movilizarse prioritariamente a pie, en bici o en transporte público; re-

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crearse y compartir en diversos espacios públicos, desplegar el civismo y el respeto hacia los demás, disponer de oferta de bienes y servicios, reconstruir la historia y las identidades locales, privilegiar a los ciudadanos y no la infraestructura, facilitar la cercanía entre las viviendas y los lugares de trabajo, acceder a oportunidades de realización humana. El Foro fue también un encuentro de nacionalidades, experiencias y saberes. Fue un diálogo intenso de perspectivas y métodos. Pero toda esa plática enriquecedora es apenas un porcentaje de las tareas que a todos nos involucra; el otro porcentaje que supera el de la reflexión con sus diagnósticos y recetas, es el de la ejecución. Dadas las características de Medellín y muchas ciudades de Colombia, donde sectores ligados a la ilegalidad están controlando y definiendo los desarrollos urbanísticos y de otras áreas y rubros de la vida cotidiana, la razón por más iluminada que esté no puede entrar a competir con esos actores, pues allí priman otras lógicas con otras sinrazones. De allí que sin Estado de derecho, sin la presencia reguladora del Estado, sin el imperio de la Ley, sin acciones concertadas entre los poderes públicos y las comunidades (empoderamiento de la participación ciudadana), todo lo bueno que nos dejó el FUM puede reducirse a un “vitrinazo” más de Medellín, a otro zarpazo de esa ola maquilladora que tanto nos gusta. Abril de 2014


Pantágora es asociatividad ambiental Por: Guillermo Alvarez Alvarez Presidente de la Asociación de Organizaciones Socioambientales de Colombia - PANTÁGORA

El proceso de conformación de la ASOCIACIÓN DE ORGANIZACIONES SOCIO AMBIENTALES DE COLOMBIA – PANTÁGORA tuvo varios momentos. Varios años antes de 2005 -de 2000 a 2005- se venía identificando la necesidad de formular de manera participativa un Proyecto de Fortalecimiento Institucional y Gremial Ambiental. Fueron muchas reuniones de construcción de propuestas ambientales, de diseño de conceptos ambientales y de concertaciones políticas. La persistencia dio lugar a la construcción de la Red de ONGs Ambientales. Muy importante para el proceso fue lograr contacto directo con la Red de ONGs Ambientales de oriente (ADOA) También se identificó la necesidad de fortalecer determinados aspectos de índole

conceptual y académico. Se realizaron foros, encuentros de organizaciones ambientales, seminarios, talleres. Desde un principio se identificó que el fortalecimiento gremial requería lograr la representación en las diferentes instancias relacionadas con lo ambiental. Además del acercamiento con ONGs ambientales se buscó contacto con Alcaldía de Medellín, Área Metropolitana del valle de Aburrá, Instituto Mi Río, Gerencia Ambiental del departamento de Antioquia, Planeación Departamental, Planeación Municipal, Corantioquia, Cornare, Ministerio del Medio Ambiente, entre otras. Con las autoridades ambientales se ganó el tema de la obligatoriedad legal de contratación con las ONGs ambientales. En la lista de organizaciones contactadas se encontraron la Corporación GAIA, la Fundación Con-Vida, la Corporación Yaripa, el CIER, la Fundación FORHUM, Cabildo Verde, …

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Es relevante destacar que con todo y las vicisitudes la red se iba tejiendo gracias al efectivo trabajo en comisiones temáticas que permitieron concentrar los esfuerzos en temas como: Manejo integral de desechos sólidos y líquidos; Cinturón Verde y Sistema de Gestión Ambiental, entre otros. A partir de 2005 se inició el que concluyó con la aprobación de estatutos, conformación de junta directiva y el registro en cámara de comercio, en abril de 2006 Fue un dispendioso proceso por tratarse de una asociación de asociaciones y porque cada visita a cámara de comercio era atendida por un asesor diferente cuyos criterios de admisión o rechazo en la mayoría de las oportunidades no coincidían. Ello explica los ires y venirles durante siete meses, hasta que fue atendida la petición de que un mismo asesor atendiera los ajustes requeridos para admitir el registro, hasta concluir el proceso; y así fue. En los estatutos se incluyeron actividades de todas las organizaciones fundadoras, lo que requirió ensamblar piezas de cada uno de los perfiles de cada una de ellas, evitando redundancias. El nombre inicialmente propuesto fue ANCORA (amparo ante un peligro o infortunio), - Asociación Nacional Colombiana de Organizaciones Ambientales, pero en el proceso fue vetado y se eligió PANTÁGORA, que en griego quiere decir TODAS LAS ÁGORAS, TO-

DAS LAS PLAZAS PÚBLICAS, resaltando la asociatividad que es lo que nos caracteriza, a cambio de usar el nombre de Áncora, porque ya estaba registrado, por Áncora Editores. Se estableció que la participación como asociado no puede dar como resultado disolverse cada organización y perder su razón de existencia. La creación de Pantágora fue una respuesta de la sociedad civil al imperativo de la génesis de lo ambiental en los ámbitos doméstico, local, regional, nacional e internacional. El escenario de la internacionalización de capitales y globalización (no solo económica), imponían la búsqueda de solidaridades para afrontar los retos de pervivencia individual y colectiva. En lo nacional las circunstancias políticas habían llevado, con la aprobación de la Constitución del 91, a la construcción social participativa y el reconocimiento de los derechos ambientales. Pantágora se orienta a jugar un papel protagónico e imprescindible como organización de la sociedad civil en el campo ambiental. Esta afirmación parte de constatar que en sus ocho años de existencia, muestra que ha logrado cumplir con creces los propósitos e ideales expresados en su misión fundacional Es una organización de organizaciones ambientalistas, no gubernamentales, comunitarias, en su mayoría, sin ánimo de lucro. Está concebida como un espacio participativo de incidencia en política y gestión

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ambiental, y en la promoción de reflexión y acción relacionada con problemáticas ambientales y el fortalecimiento de organizaciones y movimientos. Lo anterior ha sido un imperativo claro de sus integrantes en el cumplimiento de su misión, lo cual va mucho más allá de lo que su sigla sugiere en términos de asociatividad, mediante la cual ha hecho posible la participación en entidades encargadas de diseñar las políticas públicas ambientales, desde las cuales se busca soporte económico y asistencia técnica a diversas ONGs y a organizaciones comunitarias para que puedan adelantar proyectos que contribuyan al cuidado del ambiente y profundizar en cultura ambiental que propicien el desarrollo sostenible en los ámbitos local, regional y nacional. Es pertinente afirmar que la asociación no ha ganado una visión de consenso respecto a los términos desarrollo sostenible y sostenibilidad, los cuales han sufrido un desgaste como consecuencia de la manipulación que se hace de los mismos con fines políticos o empresariales, y diferentes propósitos, no siempre nobles. La trayectoria de PATÁGORA sirve para reivindicar la asociatividad dentro de la diferencia, mostrándonos su pertinencia y utilidad, en la ruta de buscar alcanzar la sostenibilidad ambiental, entendida como aprender a vivir dentro de los límites impuestos por el


ambiente, pero también con sostenibilidad social. El ambientalismo practicado por Pantágora, concretado en los siete años de gestión, valida el empresarismo ambiental y el voluntariado ambiental sin conceder al fundamentalismo ambiental abstracto. Respaldamos comprometidamente la Campaña y Referéndum por el Agua. Además, está buscando incidir en forma creciente en la política ambiental y social del país, tanto en los ámbitos regional como nacional, en la convicción de que el interés colectivo es imperativo defenderlo no solo mediante la realización de proyectos que contribuyan a la mejora de las condiciones de vida de la población en un contexto de sostenibilidad ambiental, y al fortalecimiento de las organizaciones que los realizan. Se requiere también que el gobierno a través de sus políticas garantice la protección de los derechos fundamentales y colectivos establecidos en la Carta Política. Pero la prospectiva de Pantágora no se debe agostar en sus asociados: para que incida ambientalmente bien en los territorios debe propiciar proyectos socio-ambientales para las

comunidades más vulnerables. Haciendo énfasis en la acogida de los modelos agroecológicos por parte de las comunidades, fundamentados en parte en los conocimientos ecológicos tradicionales, y se observa que los objetivos de conservación se han hecho viables en la medida en que los productores han tenido “alternativas productivas de bajo impacto ambiental pero que generan ingresos familiares suficientes”.

CORPORACIÓN CIUDAD Luis Guillermo Álvarez Álvarez

Al proceso de asociatividad en Pantágora han transitado las siguientes organizaciones que actualmente no pertenecen a la misma: CORHAMM, CIUDAD RURAL, URAI, ASCODES, SABER VIVIR, SIIMA, CORAMA. Adicionalmente se presentaron a estudio de ingreso a Pantágora, varias organizaciones: CEAM, COPLAZA, CONEXIÓN AGROAMBIENTAL, CORBOLIVARIANA, COASOCIAR, ASEMAR, BIOSANAR, ANTIOQUIA VIVA de las cuales solo ingresaron CONEXIÓN AGROAMBIENTAL, ASEMAR, BIOSANAR, ANTIOQUIA VIVA eximidos de hacer aporte por afiliación.

CONEXIÓN AGROAMBIENTAL Ciro Alberto Salazar Betancur

A la fecha de hoy 28 de julio de 2014, los asociados son: CORPORACION PRORO MERAL Carlos Mario Uribe García

CORPORACIÓN GAIA Luz Elena Martínez García FUNDACIÓN CONVIDA Alejandra María Muñoz Rivera FUNDACIÓN AMIGOS DEL MEDIO AMBIENTE Edwin de Jesús Diez Gómez CORPORACIÓN GEDI Elkin Restrepo

ASEMAR Antonio María López Atehortúa BIOSANAR Hernán Atehortúa Rivera ANTIOQUIA VIVA John Jairo Acosta Velásquez Incidencia en la política pública Es de relevante importancia para los asociados de Pantágora compartir experiencias de actuación en los territorios, por parte de corporados, representantes en entes territoriales y funcionarios públicos cercanos a este proceso de asociatividad. El interés es aportar a construir visiones ambientales comunes que nos articulen en red.

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El corazón de las comunas La ciudad, contraste de comunas Por: Maria Helena Giraldo González

A

nte la palabra comunas, cada quien construye imaginarios, pregunta, se responde, guarda silencio. No todas las comunas son iguales; hay comunas a las que se accede fácilmente, siendo la única preocupación de las personas los trancones y perder la paciencia, mientras se movilizan en sus carros, pues la infraestructura vial es pésima, propia de una ciudad mal diseñada. A pesar de este caos, estas comunas son afortunadas; en sus alrededores se levantan grandes teatros, el peatón cuenta con un espacio para caminar, ciclovías, espacios adecuados para eventos de cualquier tipo. Los domingos, la Avenida El Poblado es de uso exclusivo para los caminantes que salen con sus perros de todos los pelajes y razas

o con sus hijos que aprenden a montar en bicicleta, mientras sus padres los siguen de cerca, atentos a sus movimientos de aprendices. Es una fiesta maravillosa para desestresarse del trabajo de la semana. En el sur de la ciudad, en muchos de sus barrios y municipios cercanos, inclusive en otros barrios residenciales, se hace más respirable la ciudad, adornada de frondosos árboles. Sus habitantes, muchos de ellos, son profesionales, tanto hombres como mujeres, y pueden alcanzar un alto nivel de subsistencia. En la medida que se avanza hacia el norte el paisaje se va tornando gris. Las montañas a lado y lado del río se convierten, como muchos dicen, en un extenso pesebre en el que pulula la miseria y que en las noches parecen estrellas iluminando

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entre el verde de las montañas. Ver desde la Comuna ocho, desde el colegio Joaquín Vallejo, la ciudad de Medellín, llena de edificios, no deja de ser un contraste de habitantes, de viviendas, de oportunidades, de comunas. Es como si dos ciudades se erigen en medio de alegrías y llanto; llenas de contradicciones y esperanza, de violencias que se adormecen y despiertan. Fronteras, no solo invisibles, fronteras de ubicación geográfica y laboral.

Mujeres que buscan otros caminos

la ciudad; cualquier extranjero que desconozca la realidad o un corazón romántico, al contemplarla en la distancia, puede sentir que es una experiencia indescriptible, y lo es, pero la alborada llega y la claridad del día nos pone de nuevo ante una ciudad que gime. Este contraste entre el norte y el sur, me recuerda la vez que visité Rocky Point en México: pasando la frontera de Arizona, apenas a unos minutos, descubría con asombro que estábamos en una ciudad cualquiera de Latinoamérica, en su periferia, en la miseria. Somos ajenos al palpitar de la ciudad que despierta tímida

En las comunas de la periferia las mujeres que van a trabajar se despiertan muy temprano. Todos los días, a las cuatro de la mañana o faltando un cuarto para las cinco, abandonan a los hijos pequeños, a los hijos adolescentes, los dejan a su libre albedrio, porque no hay quien se quede con ellos, a no ser una vecina que les eche ojito de vez en cuando. Entonces se descuelgan de las laderas de la ciudad, en busca del colectivo que las baje al centro por calles en carrusel, estrechas y peligrosas, por donde difícilmente se camina. Cuando llegan al centro, se desplazan a otros barrios a cumplir con sus labores diarias de encargarse de los bebés o los hijos adolescentes de otras mujeres, las ejecutivas, que a su vez acuden a las grandes empresas a cumplir con sus labores de oficinistas, empresarias y muchas otras profesiones. La diferencia entre estas mujeres

radica en que las primeras viven en la zozobra, de qué estarán haciendo sus hijos, que carecen de lugares para jugar o aprender algún oficio, estando además a la deriva. Uno aprende a hacer lo que ve hacer a las figuras cercanas, es así como se puede aprender un arte, o se aprende a reproducir la pobreza y a ejercer los oficios que los padres ejercen, sin desconocer que cada quien también pone su grano de arenan para construir lo que sueña. No obstante, a la gran mayoría de estas mujeres les queda difícil construir un sueño, pues un gran número de ellas, son empleadas domésticas, trabajan por días o tienen sus pequeños toldos de frutas en el centro, venden minutos o ejercen la prostitución. Lo que nos permite deducir, que las oportunidades de acceder a la educación secundaria o superior son poco probables, en contraste con otros sectores poblacionales. Estas madres, cabeza de familia, con varios hijos por alimentar, un padre ausente o un padrastro, terminan siendo las supermadres que no alcanzan a cumplir las funciones con sus hijos, porque ya lo hacen con hijos ajenos y llegan agotadas a continuar las labores en casa, a ingeniárselas para estirar los tres pesos que ganan. Y alguien podría decir que este es un cuadro melancólico de la realidad del país. Y yo diría sí, y agregaría, esa es la realidad. Mujeres con oficios humildes, porque también hay otras que trabajen en fábricas. Todas ellas

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con baja remuneración. Estas son las opciones que el mercado laboral les ofrece. Mujeres, a las que les daría el calificativo de “Heroínas de la vida diaria”, invocan historias, experiencias duras, otras bellas; habitantes de las comunas de la periferia, adolecen de escenarios deportivos, de calles amplias para caminar, de teatros, de eventos grandes que las pongan en contacto, a ellas y a sus hijos,

con la cultura. La cultura como una opción para tramitar una parte de la agresión, otras alternativas distintas a las armas. Las posibilidades de mejorar su calidad de vida son mínimas, pero esto no es una regla inamovible, a grandes hombres y mujeres, la violencia y la miseria no los ha detenido. Cada ser humano tiene una respuesta particular, de sobreponerse o sucumbir a los sucesos que marcan su vida.

Uno podría creer que estas mujeres apenas tienen energía para continuar sus labores en casa, sin embargo, cuando vemos la vitalidad que tienen, aún las de sesenta años, nos toca aceptar que nuestra percepción está viciada y que muchas de ellas quieren cualificarse. El Estado, los políticos, los grupos que se adueñas de estos territorios y que mueven grandes capitales económicos son res-

ponsables del bienestar de estas comunas, que requieren de inversiones en infraestructura, de desarrollo urbanístico, aunque estas palabras puedan causar gracia a algunas personas, o será qué el desarrollo solo es posible en lugares privilegiados. Dónde queda una mejor calidad de vida para todos. Y a nosotros, como sociedad civil, también nos compete interrogarnos sobre nuestro compromiso con estas comunidades.

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La participación que cada quien haga desde sus saberes, la podemos llamar responsabilidad social. Muchos grupos de artistas, trabajadores sociales, psicólogos, otros profesionales y corporaciones, hacen su apuesta en estas comunas, visualizando en las mujeres un espíritu abierto, creativo y aguerrido, a pesar de situaciones extremas a las que se enfrentan. La respuesta de ellas frente a la intervención so-

cial y ante las manifestaciones artísticas que se promueven, casi siempre, es de acogida y de lealtad con esos hombres y mujeres que creen en ellas.

La escuela busca a la mujer adulta Todo lo dicho, anteriormente, no es en vano. Algunos podrían pensar que las mujeres de las comunas de la periferia, no les interesa educarse. A lo mejor


muchas no tengan interés en aprender, pero también las hay que le apuestan a la educación. No quiero dejar pasar por alto el contacto que tuve con las mujeres de la Comuna Ocho y otras comunas periféricas de la ciudad de Medellín. Para demostrar que en estas comunas se puede despertar el interés por el mundo del conocimiento y el arte. En muchas ocasiones, he realizado talleres y asesorías psicológicas en distintas comunas, pero la experiencia con las mujeres del programa La escuela busca a la mujer adulta, a finales de 2013, marcó la diferencia. Fue cuando me dije que los seres humanos somos de discursos frente a lo que acontece en la realidad colombiana, porque otra cosa es vivir al límite del horror, del hambre, de lo tragicómico; pero en estas mujeres también está la risa y la espontaneidad. Y es en pleno corazón de la Comuna Ocho, que a pesar de los encuentros y desencuentros existenciales, del laberinto de las angustias y la subsistencia, estas mujeres construyen un tejido colectivo y se movilizan en torno a su propio crecimiento. Ellas, con hijos crecidos, nietos o niños pequeños, disponen de los fines de semana (sábados y domingos, de siete de la mañana a cinco de la tarde) para aprender a leer y escribir e insisten, aunque les cueste lágrimas; en un objetivo claro, terminar el bachillerato. El programa La Escuela busca a la mujer adulta, es interesante

porque los niños de estas madres, también asisten los sábados y domingos. Para ellos hay una jardinera que cumple sus funciones, mientras en otras aulas ellas reciben clases. Pero este año no hubo más ayuda y los niños no pudieron acudir. Tampoco hubo refrigerios y almuerzos, los talleres de asesorías psicológicas y jurídicas. Aun así, las mujeres siguieron asistiendo, no todas, porque no tenían quien cuidara a sus hijos, alguien de confianza, porque el abuso sexual de menores es frecuente, muchas de ellas también han sido abusadas sexualmente. Solo a comienzos del mes de agosto, la Alcaldía de Medellín, a través de la Secretaría de las Mujeres, contrató como operador a La Escuela Empresarial de Educación, la cual viene cubriendo estos ítems, fundamentales en el fortalecimiento efectivo de los procesos educativos. De ahí la importancia de contar desde el comienzo de año con toda la

infraestructura logística y de profesionales que requiere el programa. Para las mujeres el programa de educación La escuela busca a la mujer adulta, que se desarrolla en las comunas 4, 6, 8, 60 y 70 de Medellín, que lidera la Corporación Cedecis, desde hace muchos años, les ha brindado momentos de alegría, a más o menos seiscientas o setecientas mujeres que se matriculan cada semestre y que pueden compartir con otras mujeres un interés común, el estudio. Aguardan el fin de semana con emoción, porque sienten que hay un espacio para ellas, siendo acogidas por lo que son, estableciendo grupos de estudio y de solidaridad, y cuando las fuerzas desfallecen y el dolor y el luto se vuelven cotidianidad, ellas están ahí para acompañarse o para ayudar cuando un tema explicado por el docente no es entendido. Tuve la oportunidad de trabajar con ellas en talleres y asesorías

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psicológicas. También les leí poesía a más de 190 mujeres en la Comuna Ocho, al igual que en las otras comunas que hacen parte del programa. Antes habían tenido un acercamiento a la escritura como una manera de resignificar el cuerpo y sus experiencias a través del proyecto La letra con amor fluye, el cual era liderado por la poeta, lamentablemente fallecida, Piedad Morales. Con este proyecto las mujeres se atrevieron a escribir sus historias o las de alguna vecina, como una manera de exorcizar los fantasmas que las rondan. Sabiendo de antemano, que a ellas les gustaba que les leyeran poesía, aproveché, a finales del 2013, la oportunidad de llevarles a algunos poetas. En esos días se estaba realizando un encuentro de Edita en el muni-

cipio de Envigado, y conociendo la capacidad receptiva de estas mujeres para la poesía, me atreví a invitar a dos poetas españoles que vinieron al encuentro: Uberto Stabile, organizador de Edita, e Inma Luna. Los invité a subir loma arriba, hasta el colegio Joaquín Vallejo, a compartir con las mujeres del programa su poesía. Les aseguré que pocas veces uno se encuentra con un público tan maravilloso a la hora de hacer una lectura. Me constaba, y ellos creyeron en lo que les decía. Yo estaba convencida de que sería un encuentro afortunado para las mujeres como para los poetas. Porque cuando la escritura explora ese mundo subterráneo de extravíos y dudas, de alegrías y angustias, siempre los hombres y mujeres estarán dispuestos a escuchar eso que

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resuena del otro y se hace propio. Ernesto Sábato en el Escritor y sus fantasmas hace referencia a Dostoievski y argumenta que cualquier tipo de arte, que devele el yo, conmueve el corazón de los hombres, los desnuda, los pone en evidencia. El arte, prosigue él, exorciza los demonios enclaustrados en el abismo para hacer catártico ese momento de impotencia que se retrata y va más allá, agregando que en las obsesiones, parecidas a la de los lectores, vivifica sus desvaríos.

Un país lector es posible No soy ilusa para creer que el arte transforma el mundo, pero sí me es claro que todo ser humano necesita asirse a algo que lo nombre, que lo haga vibrar. Y cualquier manifestación del arte deja entrever un


mundo alterno a la violencia que alimenta los barrios, porque necesitamos pertenecer a algo que nos dé identidad, un lugar en el mundo. Buscamos puntos de contacto con los otros, y el arte favorece esa necesidad de aceptación y camaradería. El arte ficciona la realidad o la ficción nombra lo siniestro o lo hermoso del mundo, la otra alternativa que queda para los jóvenes en los barrios son las armas… Por eso, acercar a estas mujeres a la poesía se convirtió en un lugar para el asombro de los poetas que estuvieron allí. Estas mujeres, entre 16 y 60 años, siguieron la lectura sin apartar los ojos de ellos. Veían sus vidas reflejadas en los poemas, esas eran sus vidas, trenzadas por otras manos, como si no supieran que ellas mismas podían tejer en su propia rueca los sueños. Ni un suspiro se escuchaba mientras ellos leían. Algunas mujeres leyeron sus propios poemas, se atrevieron a hacer preguntas, otras pidieron la dirección de Facebook y que les dejaran algunos de sus libros. Después de la lectura, los poetas se miraban conmovidos, el mismo Jairo Trujillo, director de la revista virtual Gotas de tinta, que nos acompañó, nos miraba sorprendido. Ellas no querían que se fueran, pedían continuar con la lectura. Fue un momento de catarsis, el nombrarse dolores y desgarramientos interiores iguales a los de ellas, los poemas nombraban lo que sentían. La emoción se tomó el improvisado escenario

de un aula de clase. Se tuvieron que conformar dos grupos, dos lecturas. Ellos no esperaban un público tan genuino y especial. Entonces, será qué en Colombia es posible un público lector, será qué es necesario familiarizar a la población general con la poesía, con el cuento y con las demás manifestaciones artísticas. Crear teatros, auditorios, grandes escenarios deportivos, eventos cuyo centro de acción sean las comunas y no actividades alternas a un evento central que se hace en los lugares de siempre y a los cuales no pueden desplazarse los habitantes de estos barrios. Pero el arte no es suficiente para cerrar la brecha gigantesca entre riqueza y pobreza, entre oportunidades de futuro o no, entre salarios y actividades económicas. Es fundamental ofrecerles capacitación en diferentes campos para mejorar sus condiciones de vida, opciones laborales que contribuyan a una vida más digna, en otras palabras, se necesita de Educación, pero también de Asesoría psicológica, en una sociedad azotada por la violencia y que está en la búsqueda de la paz. Sin embargo, no podemos ser soñadores y creer en la utopía de que todo es posible, que la transformación de la sociedad puede hacerse de manera rápida. Esto también va para los profesionales de las ciencias sociales, que se muestran decepcionados y hasta con altos grados de angustia, cuando las comunidades no responden a sus esfuerzos.

Hay que entender que el deseo de los individuos de una comunidad potencia los procesos, y más si se generan empatías con los que lideran los proyectos. Igualmente, hay que entender que las maneras de gozar de las personas, el sufrimiento que se hace una manera de existir limitan los procesos. Teniendo en cuenta esta complejidad de lo humano, Uberto Stabile y yo, pensamos que los artistas deberíamos tomarnos las comunas, sensibilizarlas en torno al arte. Se nos hizo urgente un derrotero que no se quedara solo en esas lecturas poéticas que hicimos. Nos urgía pensar en una propuesta permanente. Entonces, me propuso hacer una convocatoria a nivel mundial, de solidaridad con estas mujeres, para que les llegara una postal, proyecto que denominamos Arte correo Medellín. Igualmente, queríamos realizar un festival en pleno corazón de la Comuna Ocho, inicialmente, luego en otras, pero este proyecto por muchas circunstancias no fue posible realizar, esperamos que los vientos sean propicios en otro momento. Por ahora les comparto algunas de las postales que nos llegaron de varios lugares del mundo: España, Brasil, Portugal, Colombia. Postales de solidaridad, animando a las mujeres en su deseo de aprender a leer y escribir, terminar su bachillerato y aspirar, luego, a la capacitación en algún oficio. Ahí van algunas de ellas y algunas y fotos de la lectura de poemas.

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Crisis terminal civilizatoria Por: Guillermo Álvarez Álvarez

Santa Elena Enero 4, 2014

L

a crisis actual del capitalismo financiero no es una estafa, sino que el modo de organización democrática de la sociedad colapsó con el desplazamiento del industrialismo por el financierismo. Los bancos se apoderaron de los estados nacionales y son los que enrutan las acciones económicas en este mundo globalizado. La visión binaria del mundo da lugar a reduccionismos analíticos, como lo hacen los economistas, hoy perplejos ante “una “crisis” que quieren sea coyuntural. Por ello están atrapados en un callejón sin salida. ¿Cómo pretender un retorno al industrialismo hoy? La tesis del viejo Marx hace 160 años de que “tendencialmente el trabajo vivo (trabajadores de carne y hueso) sería desplazado por el trabajo muerto (maquina-

ría, tecnología…), y de que la economía política del capital era centralizadora y global, no restricta a fronteras nacionales”, es hoy una realidad de a puño Los economistas son incapaces de ver la economía política de El Capital en su momento financierista como un definitivo colapso y evocan con nostalgia la premodernidad del surgimiento de la democracia y la industria. El capitalismo en su origen revolucionario creo la democracia y entronizó el individuo como sujeto de libertad, fraternidad e igualdad. Con el liberalismo fundó el Estado como un contrato social (John Lucke) y la legalidad burguesa como garante de los derechos de dignidad (E. Kant) de los individuos. La existencia de la clase obrera en expansión y sus pujas con el capital por un salario “justo” dieron lugar al surgimiento del Estado Social de Derecho/Estado

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de Bienestar. En este surgieron instituciones de bienestar y de seguridad social, especialmente para los más precarios de la sociedad. Para los proletarios en términos de Marx.

no atenerse a principios que entraben la locomotora, como el arcaico humanismo liberal: Inteligencia financiera Utilitarismo Productividad El tiempo es oro Desconfianza Competencia Rivalidad Adelantarse al otro Oportunismo No fidelidad Ansia de poder Velocidad Enriquecimiento rápido y fácil

La expansión de la tecnología y el gigantesco desplazamiento del trabajador expresado en desempleo estructural asociado al desplazamiento de la industria y a la globalización, componen un escenario histórico de creciente miseria en las ciudades en las cuales la proletarización y lumpenización de la sociedad exhiben dantescos cuadros de violencia y caos. Las autoridades no encuentran alternativas más que las policivas, haciendo más drásticos los códigos penales, disminuyendo la “mayoría de edad” incrementando, y maquillando las cifras de inseguridad e incrementando la publicidad cosmética. Sin atreverse a dudar del modelo, sin osar mirarse en el espejo.

Racionalidad económica matemática

El actuar de los bancos no es terrorismo financiero sino el accionar de la natural ley acumulativa del capital con sus principios pragmáticos de

Pero el “principio” que impuso el financierismo es el de “todo vale si renta”: un capitalismo casi sin normas que ha resuelto que el afán de lucro es el único

motor y eso está creando mayor degradación ambiental porque el precario respeto que había es ahora tildado de terrorismo ambientalista. Cuando afirmo precario respeto ambiental quiero enfatizar que en el primer capitalismo los grandes problemas eran la contradicción capital –vs- trabajo y en esto giraban las tensiones, pero en el presente escenario que hay trabajadores pero no clase obrera y que el financierismo desplazó a la industria, la contradicción de grandes tensiones es capital –vs- naturaleza, ecosistemas-vs-cultura, porque los capitalistas financieristas del mundo son especuladores que no originan valor agregado, como sucede en un casino. Ante la realidad de que no hay estado que los controle, pusieron los ojos en la parte de naturaleza que queda y pretenden extraer todos los productos del suelo y del subsuelo, susceptibles de convertir en mercancías, mejor en mercaderías. En este escenario los trabajadores son objeto de abuso por no haber puja por los salarios y otras reivindicaciones sino

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indigno agache de cabeza. Es la total des salarización del trabajo, en que la paga, si la hay, no es verdaderamente un salario. En efecto, a partir de la década del 70, especialmente en los últimos 30 años, el sistema capitalista industrial perdió espacio ante el sector financiero hasta el punto de convertir a la economía mundial en un gran casino, en el que el poder político ha claudicado ante el gran capital financiero encabezado por la banca trasnacional. Ha claudicado porque son los bancos los que financian a los políticos, entonces no hay control a esa especulación sin límites, sino complicidad. En este ambiente el desmantelamiento del Estado de Bienestar se está dando cada día de hecho, aunque se mantenga la legislación garantista como letra muerta de las constituciones, (Hace poco en Colombia tuvieron el cabezazo leguleyo de despojar la Constitución del 91 de su urdimbre social, con una frase: “si hay disponibilidad

fiscal”. O sea: se le reconoce el derecho de salud…educación… vivienda digna, pero “no hay disponibilidad fiscal”), haciendo más precarias las condiciones de vida de millones de personas.

Por esto reivindicar el derecho a la educación tiene que llegar a la crítica del modelo educativo productivista del capital actualmente imperante y a su sustitución

Los aportes históricos que el capitalismo como sistema trajo consigo son evidentes, pero esas instituciones están ahora escleróticas, y perdieron su misión original. La escuela pública (entiéndase toda la jerarquía de saberes hasta el universitario y todos su agregados), tuvo la misión de cualificar la mano de obra cuando se centró en la creación de ciencia y tecnología para el incremento de la productividad, (cuando la iluminación y verdad divina del dios feudal fue reemplazada por la iluminación y verdad de la ciencia y la tecnología-la racionalidad-), hoy esa misión de la educación pública, esta fuera, por ello la quieren limitar a “conocimientos” operacionales, y sus egresados ser los “operadores productivos”, reservando a la educación privada las funciones de direccionamiento.

No es que el capitalismo sea incompatible con la democracia, sino que él la creó y él la está colapsando porque en esta globalización financierista especulativa, le estorba, y los gobiernos nacionales, incluido Estados Unidos de América, y partidos políticos de gobierno perdieron su margen de maniobra por estar sometidos al arbitrio de los bancos. Es este el escenario de la definitiva crisis. ¿Cuánto durará? No sabemos. Pero la certeza de su declive es un imperativo histórico que se está extendiendo por todo el mundo: el colapso de la civilización occidental. Naturalmente que este fenómeno se da de manera heterogénea y diversa y en distintas intensidades. Los capitalismos asumen fisonomías cada vez menos “nacionales” entre las fronteras imaginarias de cada formación social, pero

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como modo de producción capitalista hay una dinámica global, mundializada. Al afirmar que los mandarines reales son los bancos se indica que son ellos los que traman proyectos y programas de “desarrollo” que ellos han de financiar en su magia especulativa; el objeto resultado no importa sino el diferencial financiero, como ocurre en la especulación inmobiliaria de la “economía casino”. El imperativo es resolver la escisión entre naturaleza y cultura, disolviendo la polaridad. Para ser consecuentes a este imperativo hay que resistir y acompañar todas las resistencias al capital pero jamás será eficaz mediante la organización partidaria, porque esta es hechura y levadura del mismo capitalismo, estos partidos son como sus poleas de conducción que buscan mantener lo organizado, e incluso predican organizarlo mejor, evocando caducas ideas de “progreso” y “desarrollo sostenible”. ¿Pero será posible salir de esta crisis? Se preguntan los capitalistas y sus economistas. Por esto están estudiando con fruición la obra que mejor muestra su modo de funcionamiento: El Kapital de Carlos Enrique Marx. Hasta 1970 no hubo crisis financieras, prácticamente, porque había control de capitales, supervisión nacional y leyes que impedían o por lo menos controlaban la especulación. Había ley antimonopolios, El Estado

intervenía el mercado con control de precios, de aduanas, de fronteras. Con proteccionismo e inversión estratégica. Pero desde que irrumpió el Estado Auspiciador del Mercado y se generalizó la tesis “Menos Estado, más mercado”, esas condiciones se cambiaron porque se quiso convertir a los financieros en el espacio privilegiado del beneficio. La crisis actual es estructural no coyuntural, y el resquebrajamiento no es sólo económico. Ojo con el reduccionismo. La crisis del actuar político le es concomitante. También la crisis de cultura, ética y estética, gravitando ellas en la crisis ambiental. Nunca en sus doscientos años la democracia se presentó como una fabulación como ahora. No una farsa sino una fabulación en la cual todos los individuos hacemos de comediantes. Es una ilusión

afirmar que con cambiar condiciones regulatorias se sufraga la crisis, por lo contrario hay la tendencia de multiplicar las crisis. Si queremos ser radicales hay que ahondar las crisis para desorganizar lo organizado. No hacer de bomberos sino de incendiarios. No es cuestión de vigilar a la banca y no dejar que haga lo que quiera, sino de incendiarla, saquearla, eliminarla. Y para liberarnos de ella, reducir el uso de dinero y actuar decisivamente contra los que utilizan su libertad para mentir, dominar y esclavizar, contra quienes financian la depredación ambiental porque ven en la naturaleza un recurso y en el hombre un productor. Recordemos que el rescate bancario siempre ha consistido en privatizar ganancias y socializar pérdidas, escudando a los

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irresponsables ladrones de la banca y los seguros, como hizo Obama en EUA y están haciendo en España, Grecia, Portugal y luego en toda Europa. Están lucrándose de la crisis los mismos financieros especuladores

hay que resistir y empujar para que se fragmente esa “unidad entre los capitalistas del mundo”, que en efecto entran en inter competencias por la naturaleza concentracionista del capital, que hace el

climático, los transgénicos. Ese escenario de la contradicción capital - naturaleza está acompañado por la contradicción capital – trabajo con dantescos ambientes de miseria. “El desempleo y subempleo, la miseria y el hambre seguirá aumentando, porque la locomotora financiera no para de acumular riqueza. La desigualdad, limita la capacidad de compra y es económicamente nefasta porque provoca que los de abajo cada vez gasten menos y cada vez tengan menos capacidad económica, mientras los del medio ven mermada su capacidad de gasto y los de arriba acumulan un volumen de ingresos que no va al ahorro productivo sino a la especulación, pues la banca clásica fue desmontada, y este escenario no tiene retorno”

que la crearon.

individualismo.

Ahora bien, el capitalismo financierista es la fase última porque es una actividad que concentra extraordinarios, gigantescos recursos, pero es una actividad especulativa, en que no se crea actividad económica propiamente dicha, no se genera valor agregado, es una “lógica” que va en contra de la economía política, en contra del capitalismo mismo, por ello lo hará colapsar.

La irrefutable crisis ambiental se ha tornado para los pro capitalistas en una oportunidad de negocios y ahora tienen los “negocios ambientales” hacia el capitalismo verde y el desarrollo sostenible, alternativos a lo que denomina “terrorismo ambiental”, es decir el ambientalismo institucional en confrontación con el activismo ambiental radical que se opone a los megaproyectos, la minería a cielo abierto, las mega represas, los impactos en el cambio

Pero no de modo automático;

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Pero esa miseria económica cuantitativa es la miseria cultural del consumismo, que es imperativo superar reduciendo la huella ecológica personal con un consumo austero y asumiendo el decrecimiento en dinámicas de transformación de la vida cotidiana individual y colectiva, hacia una nueva civilización de sociedad ambiental, en la que se reencuentren los ecosistemas y la cultura, la naturaleza y la sociedad, superando las visiones reduccionistas y binarias. Pretender, como los indignados, mitigar esa miseria cuantitativa con más de lo mismo es insistir en reproducir el hombre productivista y consumista esclavizado y alienado por las mercancías, es no querer eman-


ciparse del mundo de las cosas y a hermanarse o reconocerse con la tierra: que somos tierra y de la tierra. Clamar por partidos nuevos o de nuevo cuño, verticales y mesiánicos, verdes y amarillos, o por la auténtica democracia, es hacer parte de las fuerzas centrípetas lubricantes del capital; y desconocer, o hacer que se desconoce, que la forma de organización o régimen social político del capital es la democracia. Es un exabrupto histórico resistir al capital y encausarse anticapitalista sin aventurarse a ser fuerza centrífuga desorganizadora del capital, para tornarse fuerza emancipatoria del capitalismo. En tratándose de transformar la sociedad hacia una organización social, ambiental, amigable

y comunera en la cual poder tener la alegría de buen vivir en común unidad. A propósito, son muchos, muchos los activistas y combatientes ambientales y sociales que abrazan causas de alteridad y búsqueda de alternativas de sociedad, en silencio y por fuera de los partidos y sus pares. La desafección hacia la política tradicional partidista es extraordinaria, pero no se enzarzan en esa laconía. Son invisibles porque no están en la estadística del establecimiento y la institucionalidad. En este momento la banca y las compañías de seguros dominan la configuración de las políticas públicas en el mundo capitalista. Pero hay un enfado popular generalizado que podría cambiar esta situación, de la in-

dignación por reivindicaciones cuantitativas “de lo mismo” a la indignación por la depredación de la naturaleza, el ambiente y el hombre como parte de, por parte de El Kapital. Y este enfado comunitario o “popular” sólo será fructífero o “exitoso” a partir del auto empoderamiento de comunidades organizadas en defensa del bien común, no público, que es la naturaleza-hombre, sin delegación en iglesias, agrupaciones e ideologías externas mediáticas y mesiánicas. ¡Por una sociedad ambiental, a desorganizar lo organizado! ¡Precarios del mundo, rebelaos! ¡hombres tierra, rebelaos! ¡Por una sociedad ambiental, a desorganizar lo organizado!

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Ediciรณn 22 โ ข ISSN: 0123-238X Ciudad, revista de asuntos urbanos 85



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