5 minute read
Versos diversos
Por: Rubiel Escobar
El niño de Heráclito
Advertisement
Sentirse dilapidado también como humanidad, y no solo como individuo, a la manera como vemos que la naturaleza derrocha las flores, es un sentimiento superior a todos los sentimientos (Nietzsche)
La naturaleza juega como el niño de Heráclito Aquel que construye y destruye castillos de arena Así la naturaleza dilapida seres y flores Porque ella no siente ni dolor ni pena
La naturaleza juega con todos los seres Inocentemente porque no tiene pareceres Todo le es lo mismo, no se preocupa por tal o cual Ella hace y deshace todo por igual
El hombre también es el niño de Heráclito Que levanta y derrumba castillos de ilusiones Que teje y desteje lealtades y traiciones Que vive y revive las mismas pasiones
ZARATUSTRA
“Todos hablan de mí, pero nadie piensa en mí”. Nietzsche
Soy Zaratustra, antípoda de moral Filósofo del más allá del bien y del mal Soy profeta del superhombre, voz para milenios
Demoledor de imaginarios reinos Soy heraldo de todos los temblores Transmutador de todos los valores Soy Dionisos contra el crucificado Soy de mañana, de hoy y del pasado Bajé de la alta montaña
A anunciar otro mañana Me desposé con la soledad Y al hombre le grité: ¡Libertad!
DESPIERTA LA CIUDAD
“Dios hizo el primer jardín, y Caín la primera ciudad” A.Couley
La ciudad despierta al nuevo día... Hombres y mujeres con porfía Inician su labor con nuevo aliento En busca del sustento
Gentes recién bañadas Caminantes presurosos Ciudadanos laboriosos Al trabajo van
Carros basureros Como carrozas hediondas Campanean su procesión
Los voceadores de prensa Pregonan la noticia más violenta
Un perro vagabundo Husmea a flor de piso Cualquier desperdicio
Un policía con aire gruñón Cuida una esquina vacía Mientras la vitamina del Estado Rauda pasa en metálico furgón
Vendedores ambulantes Importunan con sus parlantes
Los loteros venden la suerte Que ellos nunca han tenido
Un limosnero habitual Con su llaga habitual Ocupa el andén habitual
En el piano de una cantina Suena una lánguida canción Los borrachitos, plenos de noche No quieren ver el sol
Una prostituta con su cara de exceso Desde ya ofrece su sexo
Ladrones sin tregua ni compasión En busca de cualquier bien Inician su labor ellos también
Aún duermen varios gamines Sobre adoquines
Un campesino sufre el rigor de la ciudad Medroso, desconfiado Atónito, desocupado
La iglesia abre sus puertas Los feligreses su corazón De la academia se escucha El A. B. C. de la repetición
Se prende la febril algarabía comercial Todo se compra, todo se vende, ley fatal
La industria toma nuevo aliento Ensordece su atareado rumor La rueda se pone en movimiento Cunde el ruido del motor
Renace la ciudad Se caotiza la ciudad ¡Vive la ciudad!
De esa abigarrada manifestación Soy espectáculo y espectador De ese organismo imprevisible Soy conciencia y corazón
LAS VIEJECITAS
“La carne es triste”. Mallarmé
Oh mujeres, de la necesidad extrema Hijas de ignominioso destino Ruinas vivientes de lo hecho y no sentido Sacerdotisas del amor fementido
Mujeres decrépitas de flácidos moldes Polveras públicas de públicas pasiones Retazos de lujuria, colchones palpitantes Madres de corazones sangrantes
Glorias pasadas de pasados días Vetustas máquinas del amor rápido y frío Estrellas apagadas, soles idos
Oh Danaides del sexo Fingidoras amantes del subsuelo
Manos callosas de caricias falsas Labios gastados de mendaces besos
Cuerpitos agostados en busca del sustento Vida carnal que se hizo tormento
Ambulantes en la noche Habitantes del desprecio y el olvido Ciudadanas de lo mórbido y sexuoso Falsas enfermeras del vacío rijoso
Oh demócratas del sexo Sempiternas lujuriantes De amantes desconocidos ¡Oh vergonzosos simulacros de los encantos perdidos!
Oh mujeres, de vivencias tantas: Guarichas, madres o santas
A MEDELLÍN
Para ti, Medellín, soy conciencia y corazón
Comprende mi pasado No arruines mi futuro Medellín, Medellín
Tu sangre joven se derrama En torrentes de agresividad
Encandilador destello Obnubila la mirada juvenil El alcahuete de todos los tiempos Hace a la gente vil
Medellín, Medellín
Tus hijos fueron rayados Por violencias de escasez Ignominias de abandono Envenenaron su niñez Su futuro es bastante incierto Y el Estado les es infiel Sus mentes se circunscriben Y a la larga todo es cuestión de piel
Queriendo ser faros del mañana Pudiendo jugar algún papel Se ven relegados e inútiles Lanzados a una guerra sin cuartel
Juventud a la deriva Momento de dificultad Generaciones perdidas Por falta de humanidad
Medellín, Medellín Restaña tu sangrante herida Rehabilita tus hijos, ennoblece sus vidas Alegra sus corazones, mejora sus días...
A UNA NEGRITA
Muchachita de color Toda negrura, todo primor Muchachita con sabor Toda llena de candor
Te paraste, te volviste, te insinuaste Y pudiste ser mía Pero no te dije esta boca es mía
Me miraste, te reíste y seguiste Y en un instante te me perdiste Negrita, ¿qué te me hiciste? Porque en un calvario me sumergiste
Tú, la mujercita encontrada Que por conocerte no hice nada Y sólo cuando ya no te vi No sabes cuánto sufrí Porque pudiste ser mía Y llenar esta alma vacía De juventud, de magia, de color Muchachita en busca de amor
Tu mirada con la que no me mientes Y con tu risa llena de dientes Espero que de nuevo te presentes A este corazón renuente
VIVIR
¡Cómo hubiera vivida de distinto Si hubiera sabido con certeza de instinto Que si hiciera lo que hiciera
Que si viviera lo que viviera Y me comportara como quisiera Hubiera alcanzado este hoy, y aquí estuviera!
NACER
No sé cuál es la gracia del nacer Si el ser viene con el perecer El entrar con el salir
El vivir con el morir El gozar con el sufrir
No entiendo por qué tanto alborozo al nacer Si después con la vida no sabes qué hacer
Y sólo te preguntas, ser o no ser…
DA LO MISMO
¿Por qué el hombre no puede ser considerado como innecesario? Si yo no hubiera nacido, Nada se hubiera perdido
Por haber sido, nada ha sucedido Da lo mismo no haber existido
Que haber sido, que haber aparecido Desde concebido el destino está decidido
Es como nacer perdido Uno no es pedido, uno no es querido
Uno es un simple aparecido Y para el todo no tiene sentido