Revista Ámbito Cívico Militar - Edición 55

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Directorio EDITOR: • AJ Remigio Ceballos Ichaso

Editorial

DIRECTOR: • G/B Rubén Díaz Marcano SUB-DIRECTOR: • CA Ruberth Corrales Camargo SECRETARÍA: • Lcdo. Duilio Medero B. CONSEJO EDITORIAL: • A/J Remigio Ceballos Ichaso • G/B Rubén Díaz Marcano ASESOR: •

Lcdo. Duilio Medero

CONSEJO DE REDACCIÓN: • • •

Lcdo. Duilio Medero Lcda. Sofía Montilla Bermúdez TN Moisés Chocrón Fernández

COMITÉ DE EDICIÓN E INFORMACIÓN: • •

Lcda. Sofía Montilla B. TN Moisés Chocrón Fernández

PRODUCCIÓN: • Lcdo. Duilio Medero B. COMITÉ DE FINANZAS Y ADMINISTRACIÓN: • G/B Rubén Díaz Marcano • TN Moisés Chocrón Fernández COMITÉ DE DIFUSIÓN Y RELACIONES INTER INSTITUCIONALES: • TN Moisés Chocrón Fernández • Isabel Karina Araujo Paredes FOTÓGRAFO Y ARCHIVO FOTOGRÁFICO: • TSU. Engers Rodríguez SALA DE DISEÑO GRÁFICO Y DIAGRAMACIÓN: • TSU. Engers Rodríguez • TSU. Stéfany Echeverri • TSU. Duiliana A. Medero Cornejo COORDINADOR SALA DE ARCHIVO, BIBLIOTECA E HISTORIA: • Lcdo. Duilio Medero B. COORDINADOR ATENCIÓN ÁMBITO MILITAR: • G/B Rubén Díaz Marcano COORDINADORA DE VENTAS: • Isabel Karina Araujo Paredes COLABORADORES EN ESTE NÚMERO: • • • • • • • • • • •

Julio C. Valdez MG Dr. Pascualino Angiolillo Fernández Cnel. (r) Heberto M. Rivas Luzardo Víctor Palacios Vargas 1Tte. Miguelangel Martínez Alfonzo Tcnel. (r) Ysmael de Jesús Maurera Bejarano Cnel. Idderf Ibarra T. GB. Misael Ramón Sierra Oberto MSc. Yoly E. González P. GB Miguel José Morales Lozada TF José Gregorio Maita Ruiz

PROMOCIÓN: • TN Moisés Chocrón Fernández • Isabel Karina Araujo Paredes DISTRIBUCIÓN: • CEOFANB Revista Ámbito Cívico Militar. Órgano Divulgativo del CEOFANB. Sede principal: Piso 1 del Edificio Nº 2, Comando Estratégico Operacional, CEO. Complejo del Ministerio del Poder Popular para la Defensa. Fuerte Tiuna, Caracas, DC. Venezuela. Web site: www.ceofanb.mil.ve http:/adolfoalfonzo.blogspot.com Correo electrónico: revistacivicomilitarfanb@gmail.com contacto.racm@gmail.com Teléfono:+58 212-607.22.33. Tema de portada: - Composición y montaje: Defensa Soberana. Foto: Elio J. Gutiérrez. Engers Rodríguez, Stefany Echeverri & TN Moisés Chocrón Fernández.

Almirante en Jefe Remigio Ceballos Ichaso Comandante Estratégico Operacional

La llamada era de la información, enorme salto de progreso para la humanidad, no obstante conlleva un lado adverso, pues le ha impuesto vulnerabilidades extremas al funcionamiento de todos los sistemas, lo que se convierte en arma idónea para el sometimiento a objetivos políticos hegemónicos. Así, el conocimiento organizacional, operativo, tecnológico puede destinarse a perturbar cualquier estructura del mundo moderno, particularmente la economía y las finanzas, y dada la interconexión que hoy caracteriza a las sociedades, la incidencia intencional en el equilibrio o desbalance de un sistema global es un hecho al alcance de los grandes centros de poder. Dado que las guerras trascendieron el campo de batalla convencional, con ejércitos equiparables enfrentados, y en la actualidad éstas son multidimensionales, se han ido comprometiendo todas las estructuras y procesos de las sociedades, condicionándolas más bien para implosionar, a partir de sus propias fallas y contradicciones, valiéndose de la conducta manipulable de sus miembros como un vector letal para alcanzar el dominio del Estado-nación. Si alguna sociedad representa en este momento histórico una vorágine conflictiva donde ese despliegue se escenifica y en el que diferentes visiones y concepciones pugnan sin descanso por imponerse, es la nuestra. Todas las fórmulas y componen-

das agresivas se han estado ensayando por dos décadas contra Venezuela y su orden constitucional; no hay noción y procedimientos, internos y foráneos, que no se hayan lanzado para quebrantar la voluntad firme y soberana de ejercer nuestra vocación y dignidad independentistas. De ello ha dado sobradas muestras la ciudadanía que sin cesar ha afianzado con su conducta serena, estoica y consciente el fortalecimiento de las instituciones democráticas, que sobrelleva el castigo de una hiperinflación inducida, asumiendo así el ejercicio categórico de contribuir a la Seguridad y Defensa Integral de la Nación. Las inocultables dificultades a que se ve sometido nuestro noble pueblo son una demostración de cómo operan estrategias bien elaboradas por los enemigos de la República Bolivariana de Venezuela, lanzados con ferocidad a trastornar la economía y la producción, bloquearnos financieramente y proyectar las más falsas imágenes sobre la realidad. Su objetivo final geoestratégico no es otro que apoderarse de las enormes riquezas naturales y energéticas del país para beneficio del capital transnacional y el dominio imperial. Contrarrestar mediante la producción, eficiencia, veracidad y movilización cívico-militar esas campañas permiten nuclear y vitalizar la protección de la patria. Tales acciones son de igual modo, la expresión de la eficacia de la Doctrina Militar Bolivariana, directrices en las que se ha trabajado con ahínco durante años. En tal sentido, es de enfatizar el vasto alcance e intensidad que el Estado venezolano está desplegando para hacer frente a la infame guerra económica, lo cual se constata en esa gran respuesta estratégica que es la Gran Misión Abastecimiento Soberano, cuyos dos años estamos a punto de conmemorar, y a la que la FANB proporciona una dedicación a fondo. Un pueblo bien informado sobre los significados de las acciones en que se ve envuelto, se hace resistente hasta ser inmune a las maniobras mediáticas, a las seducciones engañosas de políticas espurias y a los llamados al desconocimiento del orden y a quebrantar la paz de la Nación.

¡Independencia, Soberanía e Integridad!

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Índice 1 3 5 11 15 18 23 28 34 37 42 46 51 56 59

Editorial Comprender la realidad venezolana: un reto abierto Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención (Parte I) El Trasfondo Las Relaciones Internacionales y Geopolítica del Estado contemporáneo Francisco Javier Nieves-Croes Aguirre, Doctor por auctoritas Unión Cívico - Militar. Pautas, dilemas y acción Venezuela 1999-2012: la Inversión Educativa y la Matrícula Universitaria como soportes de la Revolución Bolivariana (Parte I) Nuevo objetivo: Destruir el Estado-Nación Léxico Cívico - Militar Las Bandas Marciales y su rol en el medio militar La Contrainteligencia como sistema de descubrimiento para detectar la posible actividad subversiva y garantizar la seguridad del Estado SEDEFANB El conocimiento como elemento para el desarrollo de los líderes transformadores y resilientes La Defensa Multidimensional. Respuesta del CEOFANB a la Guerra Híbrida de amplio espectro Bolívar y Santander. Proyecto terrestre vs. Proyecto marítimo en la República de Colombia, 1826-1827

El Comando Estratégico Operacional es Garantía de Independencia y Soberanía, a través de la Defensa Integral de la Nación 2


Comprender la realidad venezolana:

un reto abierto Texto: Julio C. Valdez * Fotos: Archivos ACM

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omprender con profundidad la realidad, especialmente la venezolana, es un enorme reto y un comprometido desafío. Hablamos de una realidad polifónica, compleja, interconectada con eventos de carácter planetario, mediante afinidades y confrontaciones. Asumimos que es una sociedad en creación constante, en guerra contra grandes poderes coloniales, bajo asedio constante y en procura de pautas defensivas permanentes. Venezuela asoma realidades históricas, mutables, fugaces, en tránsito entre tradiciones y enfoques colonizados y la necesidad de nuevas teorías y miradas que propendan a una emancipación creciente. Hablamos de una Realidad compuesta de realidades diversas, plurales, de infinitas situaciones y diversos modos de comprender y comprenderse. Es un mundo de realidades materiales diversas, particulares, y de simbologías e imaginarios disímiles, muchas veces en confrontación. Requerimientos y urgencias cognoscitivos Abordar la realidad venezolana actual, tratar de comprenderla, es un ejercicio necesario, vital, pero también arduo y complejo. Para ello se requieren referencias múltiples, diversas; se necesita echar mano de todo el arsenal de la filosofía y de la ciencia social mundial. Pero con mayor fuerza, se requiere una inmersión total en los procesos societales, desentrañarlos desde vivencias personales, sociales e históricas llenas de pueblo. Requerimos leer con nuestros propios ojos, hablar con nuestra voz, en el sentido rodrigueano

de habitar una América profundamente original. De esta manera, aseguramos que realidades tan complejas, plurales, movedizas, como la Venezuela de hoy desplegada hacia el mañana, no es posible ubicarlas desde un solo enfoque, una corriente, o un solo método de investigación, por más científico que éste nos parezca. Desde las ciencias sociales, tenemos a mano diversas propuestas que pueden ayudarnos. No negamos de plano investigaciones que se desarrollan desde modelos de carácter positivista, sin reificarlos, sin considerarlos como el único modo válido de conocer. Pero también necesitamos asumir propuestas que inundaron el mundo de las ciencias sociales en el siglo XX y aún tienen plena vigencia. Uno, es el “descubrimiento” de la vida cotidiana. Desde las posturas de Heidegger, Gadamer, Harendt, Ricoeur, tenemos en los procesos cognitivos un desplazamiento del mundo de las cosas hacia el mundo de los seres humanos; del mundo de la materia al mundo de la vida, y a las posibilidades de los humanos de construir significados y sentidos. Otras propuestas, llevan a conocer que los humanos somos seres lingüísticos, portadores de palabras mediante las que construimos la forma simbólica del mundo que habitamos. Recordemos la frase del filósofo Wittgenstein donde señala que el límite del lenguaje es el límite de nuestro mundo. Aun otro aporte es la posibilidad de comprender y comprendernos cada vez más, mediante juegos continuos de interpretaciones sucesivas (una especie de hermenéutica recurrente) de cómo vemos las realidades con las cuales interactuamos y cómo nos vemos a nosotros mismos.

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Martin Heidegger

Paul Ricoeur

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Lo anterior puede situarnos en intentar la comprensión de nuestra Venezuela a partir de las vidas cotidianas de los seres humanos. Estas vidas implican en sí mismas grandes complejidades, pero pueden darnos pistas relevantes para construir las realidades de nuestro país a partir de cómo son vividas, cómo son sentidas, cómo son pensadas, cómo son expresadas, y a partir de allí intentar comprensiones y explicaciones más globales, más integrales, más teóricas. En esto, podemos echar mano de la llamada investigación cualitativa , que nos acerca a mundos cotidianos, a com-

prensiones vitales, a dimensiones simbólicas que mueven nuestros comportamientos y les dan sustento y significados. Por ejemplo, la etnografía, nos permite comprender los grupos humanos en su comportar diario, sus valores, sus modos de comunicación. El llamado método biográfico nos ayuda a comprender la sociedad, sus modos de estructuración, sus modos de funcionar, a través de los relatos de vida sucesivamente interpretados por diversos actores. La investigación-acción nos permite resolver problemas vitales en la medida que investigamos una realidad dada. Y así por el estilo. Mas, si bien la llamada investigación cualitativa nos ayuda a comprender las realidades venezolanas, mirando las vidas y realidades cotidianas, atendiendo los actos de habla que implican concepciones de realidades y de acciones, ejerciendo las comprensiones totalizantes, recurrentes, para buscar consensos y acuerdos, aún existen otras dimensiones que consideramos necesario transitar. Con lo anterior, nos referimos a los múltiples, enriquecedores, valiosos aportes que nos brindan los enfoques de conocimiento nacidos en nuestra América. Por ejemplo, la Investigación Acción Transformadora, que permite que el pueblo emprenda procesos de cambio social profundo, en la medida que estudia sus propias realidades. La Sistematización de Experiencias, que nos ayuda a crear conocimientos y saberes a partir de nuestros relatos de vida, personales y colectivos, y comprender situaciones para mejorar nuestras prácticas cotidianas, el trabajo organizativo y enriquecer los métodos de trabajo diario. La Teoría de la Dependencia, que nos ayuda a desentrañar los modos específicos en que nuestras sociedades periféricas están siendo manejadas desde las grandes metrópolis, y cómo podemos romper estos mecanismos hacia la independencia plena. El asumir estas corrientes latinoamericanas, nos ayuda a reconocernos como pueblo creador, hacedor de historia; a encontrarnos entre sí, reconociendo nuestras diferencias, pero con la posibilidad de compartir cursos de acción y proyectos, para la transformación profunda de nuestras realidades. En fin, queremos destacar que ante realidades tan complejas, tan vitales, tan inminentes, tan requeridas de comprensión y de acción, como nuestra Venezuela de hoy, tenemos a mano las investigaciones clásicas, cuantitativas, positivistas; los caminos generados en el siglo XX, que nos descubren la vida cotidiana, la palabra que retiene y crea la realidad, las posibilidades de comprensión recursiva, los llamados métodos cualitativos de investigación, que miran dimensiones ocultas de las realidades y nos la hacen consciente y con posibilidades de transformación, y todo el repertorio de enfoques y de corrientes latinoamericanas más cercanas, que nos ayudan a ubicarnos como pueblo creador y hacedor de historias y de Historia. * Vicerrector Académico de la Universidad Nacional Experimental «Simón Rodríguez». Investigador en ciencias de la Educación. Es también narrador. Su libro más reciente está dedicado al campo metodológico en ciencias sociales: Investigación Cualitativa, claves teóricas y prácticas, editado este año (2018) por el Rectorado de la Universidad Nacional Experimental «Simón Rodríguez» y publicado en formato digital.


Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención (Parte I)

El Trasfondo Texto: MG Dr. Pascualino Angiolillo Fernández * Fotos: Archivos ACM

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l presente artículo consiste en un análisis de las más recientes teorías, doctrinas y resoluciones legitimadoras de la intervención contra los países, las cuales, en opinión del autor, han sido premeditadamente introducidas en el sistema internacional por parte de actores hegemónicos mundiales, para justificar sus ambiciosas pretensiones. Con ello se pretende poner en evidencia la mordaz práctica imperial de universalización de criterios para restringir los principios internacionales de: No intervención, Soberanía, Independencia y Libre autodeterminación. Para alcanzar este fin, en el desarrollo de esta investigación son abordadas: la tesis de la Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana de Shermant Kent (1949); la doctrina del “Poder Suave” de Joseph Nye; la tesis del “Caos Constructivo” de Zbigniew Brzezinski o Doctrina Carter (1980); la tesis del “Estado Fallido o Golpe Blando” de Gene Sharp (1993); la tesis del “Estado Forajido o Canalla” (Outlaw States o Rogue States) de Reagan y Clinton (1985-1994). Estos materiales los examinaremos en la Parte I de este artículo. En la Parte II trataremos la peligrosa tesis de la ONU basada en la “Responsabilidad de Proteger-Reaccionar y Reconstruir”, asumida por Bush (2001), prosiguiendo con “La Doctrina de los Nenúfares” aplicada por Obama y Leon Panetta (2012) —llamada así por el autor de este artículo—, y culminando con la Doctrina de Guerra Híbrida de Donald Trump (2017). Finalmente, se concluye con algunas reflexiones y recomendaciones que permitan afrontar las amenazas y neutralizar los escenarios desfavorables a los intereses de la República, sobre todo en la dimensión de la geopolítica internacional impulsada por nuestro Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías.

I. Introducción Dinámica de la crisis global El apropiado abordaje sobre estos temas, exige algunas consideraciones sobre el concepto de ciencia, la veracidad que implica y la representación cognoscitiva y la realidad, objetiva o subjetiva, que se pretende conocer. En este proceso es de vital importancia la percepción de la realidad, en la cual inciden los códigos adquiridos históricamente por el hombre y que son de naturaleza social. Para estas consideraciones de tipo cognoscitivo, necesarias para los fundamentos sobre los que apoyamos nuestro análisis, remitimos al lector a un anterior artículo publicado en este órgano del CEOFANB.1 Durante la Guerra Fría, la mayoría de los Estados-Nación enfocaron los temas del conflicto en sus múltiples formas, lo que incidió directamente en la globalización de teorías, doctrinas y resoluciones en el campo de la geopolítica internacional, cuyos enfoques vinculados estrechamente a las circunstancias específicas de la época, obedecían a los intereses de ´grandes potencias, las cuales diseñaron marcos referenciales, difundidos a escala global, de tales marcos referenciales cuidadosamente diseñados por las potencias hegemónicas. Entender esto, «…requiere de una muy especial atención crítica, por cuanto que los mismos traen inscritos consigo “códigos de interpretación” que procuran introducirse en el sistema internacional de manera premeditada para crear una estandarización en la percepción de la realidad, la cual, en muchas ocasiones, va sistemáticamente restringiendo los principios básicos de soberanía, independencia y libre autodeterminación de los Pueblos. Una prueba de ello, por ejemplo, la podemos encontrar en los conocidos documentos de Santa Fe,2 en donde los EEUU […] diseñaron y pusieron en práctica de manera consecuente,

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una agenda política injerencista hacia los países latinoamericanos y caribeños, con la firme intención de instaurar a través de sus oscuras operaciones políticas, a gobiernos títeres que respondieran a los intereses de sus corporaciones; además de imponer reformas económicas neoliberales en la región, que le dieran paso a sus “inequitativas inversiones”, tal como lo muestra el conocido “Consenso de Washington”».3

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II. Desarrollo Los recursos vitales como factor de conflicto Desde los tiempos bíblicos, la necesidad de controlar el acceso a los recursos vitales, se vislumbra como una de las principales causas de las tensiones y guerras entre las civilizaciones. Hoy en día, el desproporcional crecimiento económico del imperio norteamericano y sus aliados, precisa de enormes cantidades de energía y recursos para garantizar su subsistencia. Por esa razón, su estrategia nacional se concentra en garantizar el acceso a tales riquezas, donde quiera que éstas se encuentren, situación que ha generado una inquietante tensión mundial y la evidente necesidad de hacer ajustes en la geopolítica internacional, para minimizar y reducir las posibilidades de un conflicto regional o global.

Los expertos y analistas reconocen que la mayoría de los futuros conflictos tienen un trasfondo de control de recursos energéticos, materias primas, recursos hídricos, minerales estratégicos y posición geográfica. Ese futuro es cada vez más cercano, por lo que la República Bolivariana de Venezuela representa, hoy en día, uno de los principales países que cuenta con todas estas ventajas y, por ende, es país más anhelado por la potencia imperial estadounidense. Una muestra de tal afirmación lo representa, por una parte, las reservas probadas de crudo que según datos publicados en nuestra Gaceta Oficial N° 41.279 de fecha 15 de noviembre de 2016, alcanzan un total aproximado de 302.250.181 MBN de petróleo y 202.697.612 MMPCN de reservas probadas de hidrocarburos gaseosos. Por otra parte, las potencialidades del Arco Minero “Hugo Chávez Frías”, que tiene una extensión de más de 111.000 km2, alcanzan cifras que colocan a Venezuela entre los países con mayores reservas de oro, las cuales se estiman en 200.000 millones de dólares; 100.000 millones de dólares en reservas de coltán y cerca de 3.000 millones de kilates en diamantes. Todo ello sin contar las afirmaciones del Presidente de la Sociedad Nuclear de Venezuela (SNV), Leancy Clemente, quien el pasado 27 de Junio de 2017, declaró


Arco Minero “Hugo Chávez Frías”

para Rusia Today que: “Venezuela podría estar en el quinto lugar del mundo con mayores reservas de torio”. Este ingeniero con maestría en Ciencias en Ingeniería Nuclear del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) explica que esas reservas podrían utilizarse en reactores nucleares de torio durante al menos 300 años.4 La Tesis de Shermant Kent (1949) sobre la “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” Esta tesis sostiene, como lo manifiesta el autor J. Romero (2017) en su artículo: “Venezuela y la tesis del Caos Constructivo”, que las futuras guerras que le tocará afrontar a EE.UU, implicarán el empleo de armas no convencionales, considerándose la manipulación premeditada de una serie de variables perturbadoras al estado de bienestar de la población. En mi opinión, la dinámica de los acontecimientos que impactan a la República Bolivariana de Venezuela, tales

como: el bloqueo económico y tecnológico militar, la congelación de fondos, el boicot, el embargo, las sanciones a altos funcionarios, las vinculaciones de autoridades a hechos ilícitos, la mediatización de violaciones de derechos humanos y la promoción sostenida de una crisis humanitaria, representan sin duda alguna, la aplicación de esta tesis, que a lo largo de la historia ha sufrido algunas mutaciones. Por otra parte, se considera como otra de sus variantes, el conocido término “Poder Suave” (o Soft Power en inglés), el cual ha sido acuñado casi como una doctrina en 1990 por el famoso geopolitólogo y profesor estadounidense, co-fundador, junto con Robert Keohane, de la Teoría del Neoliberalismo de las Relaciones Internacionales. Me refiero a Joseph Nye, con su libro Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, en el cual se aborda el empleo de mecanismos diplomáticos de presión, para obtener objetivos políticos, a través del uso de diversos organismos regionales e internacionales del Sistema Mundo.5 Lo significativo de este primer pivote teórico, es que a través de los supuestos sostenidos por Kent en su obra, se generan un conjunto de acciones que marcan el hacer de la política exterior de los EEUU, hasta el día de hoy. Esa inteligencia estratégica, tiene actualmente su correlato a

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Zbigniew Brzezinski

través de lo que algunos han dado en llamar la cibergeopolítica o el empleo de los elementos de Guerra de IV Generación aplicados al tema de la seguridad. Conocidas son las advertencias realizadas tanto por Snowden como por Assange al respecto del control cibernético e informático que han alcanzado las fuerzas especiales de los EEUU y los imperialismos colectivos.

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La tesis del Caos Constructivo de Zbigniew Brzezinski o Doctrina Carter (1980) La tesis del Caos Constructivo forma parte de los planteamientos geopolíticos de uno de los principales asesores en Política exterior de los EEUU: Zbigniew Brzezinski, quien la formuló esencialmente para explicar los esfuerzos geoestratégicos por alterar la organización geográfica en el espacio de la Península Arábica, como parte de una línea de acción que procuraría mantener un mayor control sobre los importantes recursos energéticos de la zona. Dicha tesis de Brzezinski, sostenía la necesidad de alentar y apoyar conflictos violentos, crisis económicas y/o sociales, con la finalidad de impulsar el acoso y derrocamiento de un Gobierno, esencialmente confrontado a los intereses estratégicos y de seguridad de los EEUU o en su defecto, impulsar una fragmentación de ese territorio, con el objeto de colocar gobiernos aliados en los espacios geográficos surgidos de las acciones secesionistas. Esos postulados tenían como objetivo la implementación en Oriente Próximo y Medio del llamado caos constructivo, concepto que se basaría

en la máxima atribuida al emperador romano Julio César “divide et impera” (Divide y vencerás) o a Nicolás Maquiavelo y su célebre obra El Príncipe. Resumiendo, para Brzezinski, el lograr la instauración de un campo de inestabilidad y violencia en la Península Arábica y en consecuencia una zona de balcanización y promover un caos que en aquel escenario que se extendería desde Líbano, Palestina y Siria a Iraq, y desde Irán y Afganistán hasta Pakistán y Anatolia (Asia Menor) era la esencia de esta tesis perturbadora. Sin embargo, en este caso puntual, Brzezinski se mostraba escéptico sobre las nefastas consecuencias de implicarse militarmente en el conflicto sirio, por cuanto consideraba que una intervención estadounidense ineficaz, pudiese acelerar la victoria de los grupos rebeldes más hostiles.6 La Tesis del Estado Fallido o Golpe Blando de Gene Sharp (1993) En la actualidad sobre la República Bolivariana de Venezuela, se ha desatado toda una estrategia conspirativa, promovida por EE.UU y las grandes corporaciones y empresas transnacionales del planeta, cuyos actos se pueden percibir a diario en un conjunto de acciones desestabilizadoras con propósitos políticos. Dichas operaciones se encuentran orientadas, por una parte, en las conocidas técnicas del: “golpe blando” o “golpe suave”, que se inscriben en las “formas de lucha no armada”, ideadas por el politólogo y escritor estadounidense Gene Sharp, en su obra: De la Dictadura a la Democracia: Un Sistema Conceptual para la Liberación, publicada por la Institución Albert Einstein en 1993, organización vinculada en promover las revoluciones de colores.

Gene Sharp


Al interpretar la tesis de Gene Sharp, conocida además con el nombre del “Estado Fallido”,7 se puede determinar que sus 198 métodos, tienen como objetivo y centro de gravedad, los componentes que definen operacionalmente el concepto de Estado-Nación, es decir: Gobierno, Población y Territorio, para generar en ellos serias perturbaciones, que permitan a la población desconocer la autoridad legítima de quien ejerce el poder ante una falsa percepción de un Gobierno que es incapaz de ejercer eficientemente el poder, para garantizar la máxima suma de felicidad de su Población y garantizar plenamente los intereses nacionales en su Territorio, por lo que desde el punto de vista psicológico, pierde legitimidad, promoviéndose una desobediencia que los libera.

En el caso de Venezuela, se ha podido evidenciar que tales acciones han venido socavando considerablemente a los precitados elementos constitutivos del concepto de Estado-Nación; es decir, a la base fundamental sobre la cual descansa el Proyecto Bolivariano. En la dinámica de los acontecimientos, se observa un continuo ataque de grupos de poder hegemónicos, en contra del Gobierno del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, empleando una “cadena sistemática e ilimitada de eventos de naturaleza psicológica, social, económica y política”, cuya aplicación sostenida y premeditada como forma de lucha no armada, han generado al gobierno revolucionario graves dificultades para el normal ejercicio del poder, intentando quebrar el apoyo popular de la población y debilitar su imagen ante la comunidad internacional, creando las condiciones ideales para la aplicación de cualquiera de las doctrinas de guerra. La Tesis del Estado Forajido o Canalla (Outlaw States o Rogue States) de Reagan y Clinton (1985-1994) Durante la presidencia de Ronald Reagan, éste utilizó en muchos de sus discursos y declaraciones la expresión Outlaw States, que significa en español “Estados proscritos” o “Estados forajidos”, o sea fuera de la ley. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en sus declaraciones para el diario New York Times, el 8 de Julio de 1985, publicado al siguiente día por Bernard Weinraub, cuando éste caracterizó a Irán, Libia, Corea del Norte, Cuba y Nicaragua, como una “Confederación de Estados Terro-

ristas que han llevado a cabo actos de guerra declarados contra los Estados Unidos”.8 Reagan dejó abierta la posibilidad de represalias militares contra lo que él llamó: “Estados Terroristas”, afirmando que: “…debemos actuar juntos, o de manera unilateral si es necesario, para asegurar que los terroristas no tengan santuario, en ningún lado”. En otro momento, él agregó: “…estos Estados terroristas ahora están involucrados en actos de guerra contra el Gobierno y pueblo de los Estados Unidos. Y según el Derecho Internacional, cualquier Estado que sea víctima de actos de guerra tiene derecho a defenderse”. Al mismo tiempo que contradictoriamente enfatizó ante el Colegio de Abogados la necesidad de naciones civilizadas, indicando que: “Debemos actuar contra la amenaza criminal del terrorismo con todo el peso de la ley, tanto nacional como internacional”. Con esta declaración, EE.UU se autoproclamaba como los policías del mundo, cuando este presidente imperial afirmó que: “…actuaremos para procesar, aprehender y enjuiciar a quienes cometan el delito de atrocidades que el mundo ha presenciado en las últimas semanas”. Por otro lado, como una continuación de este triste legado reaganiano, bajo el período presidencial de Bill Clinton (1993-2001) este término se empleó y utilizó con más fuerza, en un polémico artículo publicado en 1994 para la Revista Foreign Affairs, por el Consejero de Seguridad Nacional de EE,UU, Anthony Lake, cuando se incluyó a países como Corea del Norte, Irak, Irán y Libia, en una especie de lista de Eje del Mal —más adelante se incluyó a Yugoslavia, Afganistán y Sudán. A partir de la caída de Milošević (5 de Octubre de 2000), Yugoslavia dejó de incluirse en la lista. Lo mismo se hizo con Afganistán e Irak, respectivamente, tras el inicio de las invasiones de Afganistán (2001) y de Irak (2003). Libia fue sacada de la lista como resultado de aproximación diplomática del presidente Gadafi a Occidente y volvió a ser incluida al iniciarse la rebelión de 2011, siendo retirada nuevamente como consecuencia de la victoria de la rebelión-invasión.

[Continuará] * Secretario General de SECODENA.

Notas: Véase Pascualino Angiolillo Fernández: “Hacia una Teoría Bolivariana para la Emancipación y la Integración Latinoamericana y Caribeña. (Parte I)”, en Revista Ámbito Cívico Militar, N° 52, Año 2016, CEOFANB, MPPD, Caracas, pp. 12-18. La Parte II se halla en Revista Ámbito Cívico Militar, N° 53, Año 2017, pp. 39-48. 2 Los documentos de Santa Fe: Son informes de la CIA redactados en la ciudad de Santa Fe entre los años 1980 y 1986. Fueron inspirados frente al temor de la propagación izquierdista en la región y han servido como base operativa del fortalecimiento de la política de dominación estadounidense en América Latina a partir de esos años. Entre sus puntos más importantes están: Instalación de gobiernos próximos 1

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a EE.UU con poca capacidad de gestión y dependientes de asesores enviados por éstos. Promover reformas económicas neoliberales que facilitasen la inversión estadounidense y europea en los países de América Latina, además de debilitar a las economías y a las empresas locales. Esta política ha sido conocida como Consenso de Washington. También se busca debilitar la posición de intelectuales izquierdistas o críticos a EE.UU y dar tribuna a políticos y pensadores favorables a sus políticas, con posturas conocidas como “populismo de derecha”. Usar la lucha contra el narcotráfico para fortalecer la presencia militar estadounidense y financiar a grupos paramilitares. De igual modo, debilitar las bases de la cultura tradicional y a los movimientos populares de izquierda latinoamericanos. Además de los documentos originales, en el 2000 se publicaron otros nuevos ante el deseo de contener la expansión del proyecto político del presidente venezolano Hugo Chávez. Fuente: Página Web en Línea. Disponible: https://es.wikipedia. org/wiki/Documentos_de_Santa_Fe. Consulta: 12/02/2108 3 Pascualino Angiolillo Fernández: “Hacia una Teoría Bolivariana para la Emancipación y la Integración Latinoamericana y Caribeña. (Parte I)”, en Revista Ámbito Cívico Militar, N° 52, Año 2016, CEOFANB, MPPD, Caracas, p. 13. 4 El torio, deriva su nombre de Thor, el dios nórdico del relámpago y la tormenta. En el último decenio del siglo XIX, los investigadores Pierre Curie y Marie Curie descubrieron que este elemento emitía radiactividad. Su potencial como combustible nuclear, se debe a que presenta una alta sección eficaz frente a neutrones lentos (térmicos), derivando en protactinio-233, que rápidamente se desintegra en uranio-233, el cual es un isótopo fisible que puede sostener una reacción nuclear en cadena. Sirve además para fabricación de filamentos de lámparas eléctricas, agente de aleación en estructuras metálicas, componente básico de la tecnología del magnesio, catalizador en química orgánica, fabricación de lámparas electrónicas, lentes de alta calidad, electrodos especiales para soldadura TIG y detector de oxígeno en la industria electrónica. Fuente: Página Web en Línea. Disponible: https:// es.wikipedia.org/wiki/Torio. Consulta: 12/02/2018. 5 Poder blando es un término usado en relaciones internacionales para describir la capacidad de un actor político, como por ejemplo un Estado, para incidir en las acciones o intereses de otros actores valiéndose de medios culturales e ideológicos, con el complemento de medios diplomáticos. El término fue acuñado por el profesor de la Universidad de Harvard, Joseph Nye en su libro de 1990: Límites

para liderar la naturaleza cambiante del Poder Estadounidense (en inglés: Bound to Lead: The Changing Nature of American Power) que luego desarrollaría en 2004 en: Los medios del éxito en la política mundial (The Means to Success in World Politics). Para Nye, el poder es la habilidad para influenciar el comportamiento de otros y obtener los resultados que se desean. Fuente: Página Web en Línea: Disponible: https://es.wikipedia. org/wiki/Poder_blando Consulta: 12/02/17. 6 “Divide et impera” (divide y vencerás): (del griego: διαίρει καì βασίλευε). Se utiliza para definir una estrategia orientada a mantener bajo control un territorio y/o una población, dividiendo y fragmentando el poder de las distintas facciones o grupos allí existentes, de tal manera que no puedan reunirse en pos de un objetivo común. De hecho, esta estrategia ayuda a prevenir la formación de una serie de entidades tal vez más pequeñas y a la vez con menos contradicciones internas, cada una titular de una fracción de poder, y con posibilidades de eventualmente unirse entre sí, formando un solo centro de autoridad, o sea, una nueva y única entidad más relevante y peligrosa. Y precisamente, para evitar uniones y entendimientos, el poder central tiende a dividir y a crear disensiones y desconfianzas entre las distintas facciones, a fin de disminuir las posibilidades de uniones y entendimiento en contra de sí mismo. Fuente: Página Web en Línea: Disponible:https://es.wikipedia.org/wiki/D%C4%ABvide_et_%C4%ABmpera [Consulta: 12/02/17]. 7 Estado Fallido: “La naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado”. Así lo manifiesta desde hace tiempo el politólogo Gene Sharp, que recuerda que “nosotros combatimos con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas”. Estas son las armas que en la actualidad se usan para derrocar gobiernos sin tener que recurrir a las armas convencionales. Sharp es autor de un polémico ensayo titulado De la dictadura a la democracia, que describe 198 métodos para derrocar gobiernos mediante lo que se conoce como “golpes suaves”. Fuente: Página Web en línea. Disponible: https://actualidad.rt.com/actualidad/view/120340-psicologia-economia-armas-nuevos-golpes-estado. [Consulta: 12FEB18] 8 President accuses 5 ‘outlaw states’ of world terror, New York Times. Published: July 9, 1985 by Bernard Weinraub. Page web on line: http://www.nytimes.com/1985/07/09/world/president-accuses-5-outlaw-states-of-world-terror.html [Consultado: 12/02/18]


Texto: Cnel. (r) Heberto M. Rivas Luzardo * Fotos: Archivos ACM

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Las Relaciones Internacionales y Geopolítica del Estado contemporáneo

a geopolítica es fundamental para establecer las bases geográficas sobre las cuales descansa la seguridad de un Estado. Con sus principios y leyes, esta ciencia aporta valiosos conocimientos teóricos que pueden contribuir a explicar diversos fenómenos políticos que conforman o afectan al Estado, como también a otros actores políticos del sistema internacional. Asimismo, con sus informaciones y antecedentes geográficos descriptivos de un Estado o de una región, que pueden abarcar desde el ámbito mundial, regional, vecinal y nacional, hasta áreas geográficas locales, ubicadas dentro del territorio de uno o de varios Estados, la geopolítica puede ayudar a formular los objetivos nacionales o los objetivos de largo plazo de cualquier clase de actor internacional, basados entre otros factores, en las condiciones y características de esos espacios o escenarios geográficos, trátese de aspectos de: relaciones espaciales, fisiográficos, geohumanos, geoeconómicos o geoestratégicos, entre otros. ¿Qué es entonces la Geopolítica? La geopolítica busca interpretar el significado, el efecto y la influencia política de los factores y fenómenos geográficos, en relación fundamentalmente con el Desarrollo y la Seguridad Nacional, como también, dentro de ésta, con la Defensa Nacional. Asimismo, estudia las múltiples y recíprocas influencias entre cada uno de los factores geográficos y entre éstos y los fenómenos o aspectos políticos; y los efectos o alcances de las acciones políticas sobre las condiciones geográficas, tanto físicas como geohumanas, con el propósito de prever los futuros escenarios geográficos políticos y deducir sus proyecciones e influencias a largo plazo. Para realizar estas prospecciones utiliza categorías de análisis propias, que pueden indicarle las tendencias más probables que podrían presentarse en el futuro. En síntesis, la Geopolítica, como ciencia y arte del Estadista, contribuye a explicar y a orientar la política exterior a través de ella, a buscar el logro de los objetivos nacionales, per-

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manentes y actuales que, a su vez, signifiquen aumentar las condiciones de Seguridad Nacional de un Estado, como asimismo y en armonía con ella, de su Desarrollo Nacional, bases fundamentales de su existencia y de su función primordial de promover el Bien Común.

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¿Cómo podemos diferenciar la Geopolítica de la Geografía Política? Según Agustín Saavedra Weise,1 la geopolítica es aquello que su misma etimología sugiere: la política geográfica, la política y su natural dinamismo en función de los espacios geográficos, sean éstos terrestres, marítimos, aéreos o ahora inclusive, del espacio exterior. Todo lo ligado a un tipo particular de espacio para vivir, expandirse, luchar por él, ocuparlo y conquistarlo o defenderlo. Un asunto se puede considerar geopolítico cuando trata decisiones políticas con base en los fenómenos geográficos. La geografía política es descriptiva, la geopolítica es de naturaleza dinámica, sí, pero simultáneamente vale la pena tener en cuenta que “La geopolítica es puede ser contradictoria, puede estar sesuna seudo ciencia que erige gada por algunas “ideas-fuerza” o por el factor de la geografía en un doctrinas diferenciadas, como también absoluto que supuestamente determipuede ser vista y analizada desde un na el poder y, a partir de allí, el destino de ángulo neutral y con la mayor objetivilas naciones. Su concepción básica es el dad posible. Todo ello es geopolítica, espacio. Sin embargo, el espacio es estátiHans J. Morgenthau buena o mala, pero geopolítica al fin. co, las poblaciones que viven dentro de ese En cambio, la geografía política sólo espacio son dinámicas”. encuentra su utilidad en la descripHans J. Morgenthau (1981), abogado y ción de la distribución geográfica del político estadounidense, teórico del en cuenta ahora que el mundo cambia poder, el emplazamiento de las institurealismo en las relaciones tan bruscamente y que la geografía pociones que lo administran y las relaciones internacionales. lítica del planeta se ve continuamente alen términos espaciales que se establecen terada por la acción de fuerzas geopolíticas entre éstas. Creemos por ello que esta distinde diverso tipo, al abrigo o amparo de ideas ción es fundamental y con mayor razón debe tomarse y métodos que movilizan dichas fuerzas y generan actos consumados, que son de raíz geopolítica, pero que terminan modificando la geografía política de muchas regiones. Eso lo hemos visto con abundancia luego del colapso de la Unión Soviética y tras el derrumbe de la antigua Yugoslavia. Lo vemos hoy en el Medio Oriente y en otras zonas de convulsión endémica. Los vínculos entre geografía política y geopolítica son claros; las diferencias también, aunque cabe recordar su intrínseca complementariedad para el análisis de las relaciones internacionales y en las de políticas internas conectadas con la dotación espacial y su mejor asignación u optimización. ¿Cómo diferenciamos entonces la Geopolítica de las Relaciones Internacionales? El autor J. Vicens Vives2 hace consideraciones sobre el concepto de Kjéllen,3 y dice que ese escritor pensaba que el Estado era un “ser vital supraindividual” y que “nacía, crecía y moría en medio de luchas y conflictos biológicos, dominado por dos esencias principales: el medio y la raza, y tres secundarias: la economía, la sociedad y el gobierno”. A cada una de ellas aplicó Kjéllen en un vocablo terminado con la palabra “política” y diferenciada por otra relativa al factor en cuestión. Así aparecieron las voces Geopolítica, Etnopolítica y Sociopolítica, entre otras.4 Jaime Vicens Vives, historiador y geopolitologo español Mientras que Relaciones Internacionales son los contactos entre gobiernos soberanos. Les daremos una definición: “Son los hechos y los actos que nacen de la problemática


Rudolf Kjellen, geógrafo y político sueco

que debe ser solucionada por los gobiernos soberanos, entre sí y con otros actores internacionales”. Entendiendo que “hecho” es un acontecer que produce efectos jurídicos como consecuencia inevitable, y “acto” es el acontecer nacido con la intención de afectar al Derecho. Ejemplo del primer caso: una guerra no declarada, y del segundo es la firma de un tratado internacional. Sólo hay relaciones internacionales entre gobiernos soberanos, o entre éstos y entidades o grupos con capacidad, autonomía y autogobierno similares. Es derecho interno el hecho o el acto de la metró-

poli con sus colonias, del gobierno federal con sus estados, de la autoridad central con los municipios y similares. Los norteamericanos la engloban en la expresión inexacta pero gráfica de “municipal law”. Las relaciones internacionales son una expresión de la lucha por el poder de los gobiernos y de los pueblos que son su base necesaria de sustentación y existencia. Se aplican en esfera mundial, regional, sub-regional y vecinal. Rigen sobre la ciencia política, geografía física, sociología, economía, cultura y otras actividades societarias, y son la consecuencia de la tendencia del ser racional de “comparti-mentalizar”5 el globo terráqueo en Estados que fijan un límite que llamamos “fronteras” como tope del imperio de sus leyes. Fundamentalmente, las relaciones internacionales se expresan por la diplomacia y las fuerzas armadas. Las primeras usan del acuerdo de las partes como solución preferencial y las segundas de la fuerza como medio de terminar un diferendo entre gobiernos, con la breve excepción de las agregadurías militares y la diplomacia naval, que serían dos herramientas diplomáticas legítimas de los Estados, sin que su accionar signifique una acción bélica o una declaración de guerra. La fuerza puede ser en forma de amenaza o de presión efectiva. “El poder” comprende la organización de la población para ejercer dominio sobre “el espacio” y no debe ser confundido con la fuerza en el sentido de violencia, ya que ello resulta de las variadas facetas que presenta el poder.6 Las relaciones internacionales como expresión del poder tendrán una dinámica de imposición, generalmente por parte de la paz y excepcionalmente por la irrupción de la violencia. Es por ello que anteriormente expresábamos que la Geopolítica era la forma como se movía o manejaba la política en el mundo, siendo éstos los intereses económicos

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Sede de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Nueva York.

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o sencillamente de sus apetencias o conveniencias, incluso históricas. Podemos sintetizar que la Geopolítica es utilizada como una herramienta con la que las grandes potencias y los más reconocidos imperios han podido mantener y difundir su cultura, sus políticas y sus modelos económicos. Algunas de estas influencias se perciben actualmente, como por ejemplo el marcado estereotipo de globalización estadounidense con el cual el mundo se rige actualmente, el idioma, el dólar, la apropiación y la invasión a países que cree son una amenaza ya sea por su fuerza armamentista o alguna otra condición particular, son razones válidas para estas naciones del primer mundo (en obvia alusión a las conjeturas raciales y supremacistas de Ratzel), que encuentran en las organizaciones militares la mejor opción para alcanzar sus objetivos políticos, tal y como aconteció con la invasión de Estados Unidos a Irak. Ahora bien, el autor José Luis Cadena,7 señala que gracias a las estrategias militares que se emplearon en la guerra en defensa y apoderamiento de otros territorios, se estableció un nuevo orden mundial que hizo que se determinara ese poderío que ha trascendido hasta hoy en día con la hegemonía sobre otros países con problemáticas como la pobreza, para llevar a cabo el fin de explotar sus recursos naturales e instaurar pequeñas colonias. Históricamente los países más ricos se han apoderado de territorios que han convertido en colonias y que mediante la conquista y la utilización de acontecimientos bélicos, han logrado la apropiación forzada tal y como sucedió con Gran

Bretaña y las Islas Malvinas, pertenecientes a la Argentina, por mencionar un ejemplo. La Geopolítica es una herramienta estratégica de los Estados para buscar la explotación de los territorios mediante su poderío, y ahora con el proceso de globalización dominada por la ideología neoliberal, donde la dominación del mundo está en manos de las grandes potencias económicas, de las empresas transnacionales y banqueros; es decir, en el “mercado absoluto”, podemos decir que se está frente a una nueva forma de hacer Geopolítica. Notas: Agustín Saavedra Weise (Santa Cruz de la Sierra, 19 de noviembre de 1943) es un economista y politólogo boliviano. 2 Jaume Vicens Vives (Gerona, España, 6 de junio de 1901-Lyon, Francia, 28 de junio de 1962) fue un historiador y maestro de historiadores español. 3 Johan Rudolf Kjellén (Torsö, 13 de junio de 1864 - Upsala, 14 de noviembre de 1922) fue un geógrafo, politólogo y político sueco. Acuñó el término Geopolítica, en 1899. 4 J. Vicens Vives: Tratado General de Geopolítica. Barcelona, 1961, p. 49. 5 Sobre la “compartimentalización”, véase a Jean Gottmann: La politique des États et leur géographie, Editorial Librairie Armond Colin, Paris, 1952, pp. 181 y ss. 6 General Augusto Pinochet: Geopolítica, Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1974, p. 153. 7 José Luis Cadena Montenegro. Docente investigador en la Universidad “Antonio Nariño”, Bogotá, Colombia. 1


Nuevos Ilustres

Francisco Javier Nieves - Croes Aguirre Doctor por auctoritas

Texto: Sofía Montilla Bermúdez Fotos: Archivos ACM

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na vez más Caracas fue la cuna de un hombre que nació para dejar huellas imborrables en la historia venezolana. En este caso, específicamente, en la Armada Nacional Bolivariana. El 3 de julio de 1953 fue la fecha del nacimiento de quien sería después reconocido por muchos como el Doctor Nieves-Croes, el cual daría muchos aportes y escritos fundamentales para resolver complicados y exclusivos casos de Derecho del Mar aplicado a nuestros espacios acuáticos. Además sería el creador del Manual de Derecho Operacional, instrumento de uso obligatorio para todo Comandante de Buque de Guerra de nuestra Armada Bolivariana. Actualmente no existe más guía en su clase que resuelva una compleja materia como es la aplicación del Derecho en espacios abstractos y en un contexto geopolítico fractal. Infancia de Francisco Javier Croes Es importante destacar que este hombre que poseía una gran capacidad intelectual, tuvo una infancia común al lado de su hermana menor Eleonora Nieves-Croes Aguirre y sus padres Raúl Nieves Croes y Bertha Aguirre, ambos educadores y caraqueños, quienes inculcaron en sus hijos los valores de la responsabilidad, la disciplina y la rectitud. Fue una familia unida y que dispuso de un ambiente bastante académico y católico, cualidades que sirvieron para formar la personalidad de Nieves-Croes. A muy corta edad, Francisco Javier ya era amante de la lectura, obteniendo así un gran nivel de conocimiento, tenía además una gran capacidad para aprender rápido. Su madre nunca olvidará cómo su hijo a los 11 años de edad asistía a reuniones con su tío, un militar que disfrutaba verlo y escucharlo debatir con sus compañeros sobre distintos temas, quedando siempre sorprendido de la capacidad que ese niño tenía de análisis y debate; esto él lo lograba gracias a su afición a la lectura, específicamente sobre la historia y temas militares. Irónicamente, en los estudios no obtenía las mejores calificaciones pues sentía aversión a lo sistemático y rígido que puede ser la educación primaria y secundaria. Cuando culminó el liceo y pudo escoger una carrera universitaria, sin dudar un momento su elección fue ser abogado, logrando ingresar en la Universidad Central de Venezuela, de donde egresó en el año 1980. Se especializó después en Derecho Administrativo y en Derecho Internacional Humanitario, en la misma Universidad. Durante sus estudios trabajó en un bufete donde podía poner en práctica todas las teorías que estaba aprendiendo en la Universidad. La dedicación y amor a su oficio le permitieron ganarse la confianza de su jefe, el cual lo escogió como ayudante para resolver los casos más difíciles que llegaban. Sus padres le permitieron que trabajara desde los 18 años, porque ellos tenían la convicción de que empezar a trabajar desde muy joven servía como formación para un futuro próspero, y no se equivocaron, porque Nieves-Croes desde entonces se entregó totalmente a su desarrollo personal y profesional. Su padre fallece a los 85 años de edad, mientras que le sobreviven su madre, con 91 años de edad, y su hermana, que se mantuvieron a su lado hasta sus últimos momentos. Nieves-Croes conoció la vida marital, pero ésta no duraría mucho tiempo, como resultado no tuvo descendencia, en lo que pareció una vida consagrada a la realización profesional. 15


dos en el Derecho del Mar y su influencia en la capacidad de los Estados-nación para hacer viable el ejercicio de soberanía y jurisdicción en los nuevos espacios ganados a partir de 1982.

En su infancia.

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Croes era un hombre al que le apasionaba la argumentación, con un fuerte carácter, no toleraba quedarse callado si él sabía que alguien estaba equivocado en lo que decía o pensaba. Esta y otras razones le impidieron culminar sus estudios de doctorado, ya que las confrontaciones con sus profesores eran bastante comunes, se dice que cuando escuchaba que el profesor estaba dando una explicación y era incorrecta su argumentación, él pedía la palabra y terminaba dando la clase, logrando dejar callado a dicho profesor, y hasta dejaba de asistir a las clases. Sin embargo, fue esta actitud lo que le abrió las puertas a Nieves Croes para entrar a trabajar en la Armada de Venezuela, el 1º de enero de 1992. En su primer día de trabajo escuchó al entonces Comandante de esta Institución emitir opiniones que a su juicio eran incorrectas, lo que le motivó a intervenir diciendo que estaba equivocado y le explico el porqué. Croes pensó que eso provocaría que lo votaran ese mismo día, pero para su sorpresa resultó que se ganó el respeto del personal allí presente. Tiempo después logró el cargo de experto jurídico en materia de límites, ya que se especializó en un aspecto poco desarrollado como lo es el Derecho Operacional en su acepción naval; no existiendo cátedra sobre esta especialidad en el país. Su último desempeño fue como asesor del Estado Mayor General de la Armada Bolivariana de Venezuela y su actuación en este cargo sobrepasó las expectativas. En 1999 participó en la redacción de las nuevas leyes marítimas en Venezuela, aprobadas y convertidas en Decreto con fuerza, valor y rango de Ley en 2001. Es importante resaltar que su ingreso a la Armada se produjo en un momento político de cambios muy profun-

Su labor en la Armada Su gran capacidad intelectual, coherencia y seguridad para responder, explicar y resolver cualquier pregunta lo convirtieron en uno de los hombres más consultados a la hora de aclarar cualquier tipo de tema. Sentía una muy especial predilección por la historia de la Marina de guerra. Curiosamente, Nieves-Croes nunca fue militar pero tenía una fascinación por la vida militar y su historia, aun cuando tuvo el sueño de ser aviador, su madre nunca lo dejó por miedo a que pudiera morir en cualquier ejercicio de vuelo, ya que en aquel momento era común escuchar casos de personas que morían realizando esas prácticas. Pero eso no impidió que Nieves-Croes entregara su vida a la Armada, ganando muchos reconocimientos por su intensa labor y el título de Doctor por auctoritas. También Nieves Croes perteneció a un grupo de estudiosos de la Armada llamado “Los Cañoneros”, cuyos integrantes en su mayoría eran militares activos y retirados que sentían la misma pasión que él sobre la historia naval del país y se dedicaban a la ubicación de muchas piezas navales antiguas a lo largo de la geografía venezolana, entre otros estudios.

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Por otra parte, a Nieves-Croes le encantaba organizar conferencias y dar clases, pues tenía alma de profesor y su vida transcurrió impartiendo sus conocimientos en muchas partes del país y en las instituciones de enseñanza superior, como lo son la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Metropolitana, la Escuela de Guerra Naval, el IADEN, las Universidades y Academias de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Realizó muchos escritos sobre temas que otros considerarían difíciles, pero él los hacía entendibles. Sus obras y artículos trataban principalmente sobre las principales normas internacionales sobre Derecho de los conflictos armados, Derecho Internacional Humanitario, el porte de armas en Venezuela, fundamentos jurídicos de las posiciones de Venezuela y Colombia en la delimitación marítima del Golfo de Venezuela, los submarinos en la guerra del Caribe, el nuevo Derecho del Mar, los avances del Derecho del Mar y su influencia sobre la Armada Nacional, temas que fueron difundidos en libros y en revistas de la Armada, sin olvidar mencionar las innumerables exposiciones y conferencias donde Nieves-personalmente diseñaba la presentación de los temas y demostraba sus conocimientos enciclopédicos sobre armas e insignias militares. Ahora bien, la Armada Bolivariana de Venezuela, valorando a este hombre ilustrado lo postuló como representante de alto nivel del Estado venezolano en calidad de Comisionado Presidencial para la Delimitación de Áreas Marinas y Submarinas con la República de Colombia, y para otros temas (CONEG).

De esta manera, su nombre se dio a conocer a nivel nacional e internacional cuando Nieves-Croes denuncia en el año 2009 que existía un preacuerdo desconocido para la opinión pública, demostrando que en el proyecto de acuerdo concebido por los presidentes de las comisiones negociadoras venezolana y colombiana, perjudicaban los intereses de Venezuela, a favor de los intereses colombianos. Esta acción es la que logra impedir que Venezuela perdiera mar territorial, evitando así replicar el Acuerdo de Caraballeda, partiendo el origen de nuestra soberanía en condominio y en beneficio de la República de Colombia; esto tendría un costo político de inimaginables consecuencias históricas. Es por esta razón que Croes, al saber perfectamente las consecuencias que se desprenderían de la aceptación de dicho acuerdo, y como un defensor de la integridad territorial de Venezuela, elabora un informe que hace llegar al presidente Hugo Chávez Frías con documentos anexos que revelaban el fraude que estaba a punto de ocurrir, lo que resultó en la disolución de la comisión. Nieves-Croes dejó muy en claro que el Golfo de Venezuela es el bastión inexpugnable de la Armada y por esa razón se enfrentó a este plan. Sus últimos días Francisco Javier Nieves-Croes Aguirre, muere el 29 de enero de 2016, a causa de un cáncer de pulmón, tal vez originado por la cantidad de cigarros que consumía en su quehacer diario. A pesar de su enfermedad nunca dejó de trabajar, ocultando sus dolencias hasta que se hizo muy evidente su desgaste físico, momento en que lo hace público; la lucha contra el cáncer sólo duró aproximadamente un año, lapso que aprovechó para dictar clases, conferencias, exposiciones y asistiendo a su oficina en la Armada. Pese a que caminaba con bastón porque no soportaba el castigo de la grave dolencia. Los tratamientos para combatir dicha enfermedad lo dejaban muy débil, pero eso no fue motivo para que Nieves-Croes dejara de ser el hombre seguro de sí mismo, al que le apasionaba dedicarle cada segundo de su vida a la labor de crear conciencia en la valoración de nuestros espacios geográficos y los derechos que dichos espacios nos generan. Croes tenía más de 2.000 libros en su biblioteca personal; al morir, su madre los da en donación a la Universidad Católica Andrés Bello. Es precisamente Doña Bertha Aguirre, quien le da vida e imprime gran parte de su genio, quien le ve por última vez en vida y pasa a ser la primera testigo del gran vacío que Francisco Javier deja para nuestra república. Bibliografía:

Homenaje al Dr. Francisco Javier Nieves Croes Aguirre. Por: Jairo Bracho Palma. https://es-la.facebook.com/permalink.php?story_fbid=9999347200 68424&id=167911273270777 17


Unión Cívico-Militar. pautas, dilemas y acción

Texto: Lcdo. Duilio Medero* Fotos: Archivos R.ACM

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a tradición como fuente de enseñanza para la generación doctrinaria en materia militar, posee en Venezuela un valioso registro de experiencias. Ciertamente no tan extenso como el que podría venir de una nación medieval, ni de la magnitud y alcance provenientes de países enfrascados en guerras prolongadas. Pero de una riqueza incuestionable, formadora de valores y símbolos nutricios, que inclusive conforman una manera de ser y existir. La Guerra de Independencia, pese a su brevedad, operó en una

dimensión en la que sus doce años fueron suficientes en gloria y trascendencia, para rivalizar con la historia militar de muchos países, y fue de igual modo la Guerra Federal, venida a continuación, un período de dura fuerza aleccionadora. Puesto que en Venezuela no aconteció una guerra de liberación interna en el siglo XX, como la vivida por China desde 1924-1936, y luego de 1937 a 1944 ante la invasión japonesa, ni tampoco como la que hubo en Yugoeslavia de 1941 a 1943, lo que nutrió a ese país de su propia doctrina de Defensa Popular —que duraría hasta el desmembramiento de esa nación a raíz de la guerra de Kosovo, en 1999— para nosotros el equivalente generador doctrinario fue un acto político: el concepto de «refundación

Desde el 2006, se sentaron nuevas y vigorosas bases para fuerzas de combate que ponen bajo otra perspectiva el principio revolucionario del ciudadano-soldado. 18


de la República», esgrimido por Hugo Chávez desde su campaña presidencial previa a 1999 y sostenida en toda su praxis ulterior. Esos nutrientes políticos descansan en otra estructura: la autodefensa del pueblo comienza con la exigencia de proteger sus derechos, lo cual vale tanto frente a adversarios de clase como ante un invasor externo. De ahí a la defensa armada no hay mucho trecho, y éste debe ser, por supuesto, camino y ejercicio institucional. Esto hace propicio traer una apreciación de Augusto Mijares hecha a mediados de la década de 1940, parangonable con nuestra reciente actualidad. Refiriéndose él al período en que empezaban a circular las ideas anunciadoras de la Revolución Francesa, éstas sin embargo no levantaban demasiada inquietud en la monarquía, y la República no pasaba de ser una palabra, que «era tan inofensiva, que los Ministros de la Monarquía la usaban sin reparo, según su etimología, en todo lo referente a la cosa pública». Aunque «Otras palabras se hicieron extremadamente peligrosas: ciudadano, derecho, libertad, Patria, eran chispas volanderas que se acogían solapadamente al diletantismo literario de los nobles, en espera de saltar a la fantasía turbulenta de un orador en ciernes, al ardor sistemático de un legista incorruptible, o sobre el rencor del pueblo, peligroso combustible». «Pronto los acontecimientos iban a convertir cada una de esas palabras en campos de irreductible hostilidad».1 El paralelo reside en que el fin del siglo XX representó para la sociedad venezolana una degradación en todos los sentidos, incluido, obviamente, el lenguaje político. Así, democracia, ciudadano, organización social, revolucionario, justicia, cambio social, bolivariano… se vaciaron de combatividad, quedando a la espera, cuan «chispas volanderas», de un tiempo inflamado que les devolviera su fuerza ígnea, la que se desataría en 1998. Cuando el cambio se materializó en forma de un Gobierno para el cual la paz es impensable sin la justicia, la soberanía nacional es innegociable y la Independencia no es reliquia histórica sino proceso abierto, todo aquel lenguaje se revitalizó, cobró sus referentes y dio una energía y estructura tan formidables como para conducir a una realidad que no puede entenderse sino como confrontacional, dado que por su naturaleza reivindicativa hacia los sectores socialmente desfavorecidos, como en el constante enfrentamiento con las clases oligárquicas empeñadas en volver a capturar el Estado para su provecho, la resultante no puede ser otra que un choque a gran escala, que ha venido incorporando todos los rasgos de las guerras no convencionales y con las inevitables implicaciones internacionales de toda especie. Dos décadas después, la unión cívico-militar ya se ha constituido en una realidad insoslayable. Es doctrinariamente correcta, por contar con buen sustento en lo ontológico y en su epistemología. También por remontarse a fuentes nutricias del patrimonio histórico, nacional e internacional (estudio de experiencias universales, de por medio), generadas en una intensa revisión doctrinal, y por poseer una trayectoria de logros desde las incipientes experiencias del año 2000. De idéntico modo, es funcionalmente apropiada por haber sido

puesta a prueba en numerosas ocasiones, habiendo salido airosa en cuanto a resultados prácticos, útiles por ende para los más variados grupos humanos y para los sectores militares. Al ser demasiados los beneficios derivados para la población —muy en especial la de menores recursos—, y la correspondencia de mutua comprensión adquirida en estos años, ello ha llegado a erigir una poderosa realidad que ha calado hondo en el tejido social y en la estructura institucional. Hoy, existe el nexo vivo, pudiendo afirmarse que pocos países en el continente —aparte de Cuba— han adquirido tan amplias experiencias cívico-militares como el nuestro en tan poco tiempo. Todo ello ha llegado a erigir un poderoso campo de mutuo influjo, político, cultural, simbólico y productivo, pudiendo considerarse que son más los mecanismos de recepción social que la acogen, que los que la adversan. También es terreno de confrontación, por provenir de la escisión histórica iniciada a partir de 1998, lo que le ha deparado enconados ataques por parte de detractores, oficiantes de doctrinas que prevalecieron por más de medio siglo en el sistema militar venezolano; además de constituir un desafío enorme para la visión que sobre este universo mantienen los sectores políticos que aspiran desplazar a los gobiernos revolucionarios. De este enfrentamiento y la consiguiente praxis derivados de los casi veinte años de la Revolución Bolivariana, surgen interrogantes y dilemas, que en cierto modo representan incógnitas imperiosas, algunas de las cuales procederemos a examinar.

¿Tiempo a favor o en contra? Si bien en Venezuela todo lo logrado en la unión cívico-militar es positivo y promisorio, ahora el paso a la implementación intensa y masiva plantea esfuerzos gigantescos desde el punto de vista de las respectivas políticas públicas, para la institución militar y para la sociedad misma. Y hay que hacerlo sin perder de vista que el Estado venezolano se ve apremiado por implementar la Doctrina de Defensa Integral de la Nación no sólo como norma castrense, sino en escala sistémica y a fondo. La evolución cívico-militar ha devenido en un proceso que ya desbordó los marcos normativos para exigir aplicaciones prácticas y masivas a gran escala, por lo que no puede soslayarse que debe hacerse sin perder de vista que el Estado venezolano ha perdido un tiempo vital, dado que si la Doctrina de Defensa Integral de la Nación es norma con años a cuestas, la movilización de recursos, entrenamiento de organización y combate, la implantación cultural y social de conductas bélicas en una población no acostumbrada a la guerra es labor descomunal, que ahora habrá que acometer sin descanso y, duele decirlo, con el tiempo en contra, a causa de hallarse el país en medio de un verdadero estado de guerra no convencional, tan grave y apremiante como cualquier conflicto de baja intensidad que haya asolado regiones enteras en otras latitudes. Esto ha resentido las capacidades logísticas requeridas para dispositivos y operaciones de tan enorme magnitud. De hecho, esa clase de situación bélica disimulada no es sino el preparativo para una abierta conflagración, sobre lo cual los signos del devenir no hacen sino confirmarlo, como vemos en la intensidad que muestran los asedios

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financieros, internacionales, diplomáticos y comerciales contra Venezuela, así como la gradual elevación de los umbrales de riesgo, como la asociación de Colombia con la OTAN. Por fortuna, se han implementado medidas novedosas en las que la compensación del tiempo ha recibido el máximo de prioridad. La frecuencia con que el Ejecutivo llama a la FANB y convoca a la población a llevar a cabo grandes ejercicios militares va ganando entusiasmo, intensidad y magnitud. Las grandes maniobras tradicionales, localizadas por ejemplo en El Pao, han ido variando en concepción, pues se han ido ampliando, irradiándose y sumando cada vez mayores participantes de la sociedad organizada. Todo ello es motivo de complacencia tanto como de arduo trabajo por la labor evaluativa concienzuda, metódica y objetiva que todo ello implica, aunado al vasto empeño logístico que todo ello acarrea. Esto se traduce en programas y en la

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consabida expansión y efectividad de la involucración de la conciencia cívica, conocedora de que ella representa en sí misma un complejo escenario connatural y muy necesario al ejercicio de la guerra. Como resultado, vemos el incremento en la frecuencia, magnitud y alcance que el entrenamiento militar masivo ha venido ganando en los últimos meses. Evidencia de que hay que pasar ahora a la acción, y hacerlo con el tiempo en contra. Así, en los años 2014 y 2015, se aceleraron los entrenamientos militares y se aumentó su escala participativa. Así, ejemplarmente, se lanzó el «Ejercicio Patria Chavista 2015», ejecutado en varias regiones del país. Prosiguió «Escudo Soberano 2015»; la Milicia inició en 2015 año sus ejercicios masivos, incorporando amplios sectores populares; posteriormente acomete el «Ejercicio Kariña 2015». También se realizó el «Ejercicio de Acción Conjunta Maniobra de Campaña Patriota 2015» (en Falcón).


El año 2017, en enero, abrió con el «Ejercicio de Acción Integral Antiimperialista Zamora 200», con intensa acción civil, y hacia agosto se coronaría con el «Ejercicio CívicoMilitar Soberanía Bolivariana 2017», a escala nacional, con todas las REDI, y donde participaron también la Milicia Bolivariana y los movimientos sociales. Este primer trimestre de 2018, se abrió con los «Ejercicios de Acción Defensiva Multidimensional Independencia 2018», sobre los cuales el Presidente Nicolás Maduro Moros, expresaría en las redes sociales: «La unión cívico-militar es profunda porque se siente en el alma del pueblo, y también en la de los soldados». Hondura y funcionalidad que son impensables si no se dan dentro de la más estricta institucionalidad, lo que descarta actores que al margen de la Ley pretendieran asumir roles paramilitares. Tales grupos, los «colectivos», en gran parte han sido objeto de una dañina propaganda de guerra desde

el año 2000, cuando únicamente siempre fueron expresión de las movilizaciones sociales que respaldan al proceso bolivariano. De hecho, un axioma legal venezolano es que «las armas tienen que estar en manos de la República», y esto igualmente se postula para la Doctrina de Defensa Integral. Una razón por la que cualesquiera grupos armados, de haberlos, deben estar siempre sometidos al control y disciplina militares, se debe a que en las condiciones de agudos problemas sociales, típicos de las sociedades latinoamericanas, son altos los riesgos de que las armas deriven hacia fines ilegales y delictivos. Inclusive, aun dentro del más riguroso control legal, no dejan de presentarse incidentes en que existe la sustracción de armas y municiones a los organismos de seguridad. Por otra parte, para decirlo sin ambages, es dable un máximo de flexibilidad en casos de suma urgencia en que la nación se viera bajo ataque, lo que justifica todo tipo de acciones clandestinas y letales para golpear al invasor, procesos en los que los linderos entre soldado regular y combatiente irregular se hacen tenues, lo que tiene grandes implicaciones jurídicas y sociales. De hecho, es tal la criminalidad mostrada en las guerras desatadas por EEUU y sus aliados, valiéndose de paramilitares, mercenarios y cuanto agente pueda hallarse a su servicio, que la adecuación en la respuesta a sus desmanes tendría que considerarse parte obligada de la formación defensiva de la población civil. He allí, entonces, un género de problemas abiertos a los que debe proporcionarse interpretaciones y medidas cónsonas.

Una concepción enraizada en lo real y concreto Ni en su origen ni en su praxis, la nueva Doctrina Militar Bolivariana expresa una cómoda e inocua evolución, como tampoco la realidad venezolana se halla en un apacible devenir sociohistórico. Los marcos conflictivos no cesan de expresarse en toda clase de facetas, y la naturaleza de los enfrentamientos se nutre sin cesar de las transformaciones que van incorporando las modalidades de la guerra contemporánea. El mismo cambio, capaz de impactar positivamente una sociedad en lo estructural, económico, tecnológico o cultural, lleva posibilidades que pueden trastornarla en lo más profundo, llevándola incluso al colapso, cuando las guerras híbridas operan en cualquier subsistema de lo social. Su alcance sistémico puede garantizar el éxito del atacante, lo cual hoy lo vemos de modo dramático en Venezuela. Y aquí reside una serie de problemas que desafían el corazón de la unión cívico-militar. Si producto de un giro político en 1998 se originó una nueva doctrina de defensa nacional, un eventual cambio resultado de las contingencias políticas podría socavar aquel logro. Si el Presidente como Comandante en Jefe de la FANB, fuese partidario de otra concepción, ¿qué le impediría imponerla al mundo militar, que por principio debe estar sujeto a la disciplina, subordinación y obediencia? Difícilmente una oligarquía con las riendas políticas de la nación puede convivir en buenos términos con un universo popular dotado de leyes, “empoderado” a través de una revolución como la que ha acontecido en Venezuela, y si en dicho universo una organicidad como la unión cívicomilitar erige y sustenta la estructura, afianzando la democracia y enfrentando la exclusión social, entonces la tensión que se crea resultaría en extremo entrópica.

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Otra cuestión de índole estratégica, de cruciales consecuencias políticas, es que desde el 2013 la ofensiva de la guerra híbrida apunta a desarticular las organizaciones sociales, que son los pilares vitales de la cohesión popular; busca minar su confianza en tanto que agentes dinámicos del poder popular. Hambrear al pueblo significa despojarlo de la confianza en su Gobierno constitucional, anularle la autoconfianza como unidad de respaldo al Poder; hacerlo vulnerable implantándole una construcción ideológica: la inutilidad del empoderamiento popular ante los mecanismos desarticuladores de la producción y convencerlo de que fuera del capitalismo no es posible la prosperidad; de que la producción alimentaria que llena anaqueles comerciales sólo es tarea de los empresarios privados. De ese modo, la convicción a ser sembrada en el ser social no es otra que la del refugio en el individualismo, en la supervivencia y en la complacencia por satisfacer las necesidades básicas, todo en función de preservar un sacrosanto sistema capitalista. Entender esto, nos obliga a tener muy claro que la doctrina de defensa basada en la unión cívico-militar no es acomodaticia, sino que es resultado de una profunda mutación que implicó hechos muy concretos y que demanda adecuación a factores igualmente específicos y demandantes: la amenaza contra el Estado-Nación venezolano, una agresiva realidad que no tiene nada de imaginario, sino que ha venido mostrando cada vez más su siniestra realidad a través de los comportamientos de las fuerzas políticas, internas y foráneas, enfrentadas a la Revolución Bolivariana. Otra exigencia para concretar este orden de transformaciones es la continuidad, pues lo intrincado y sensible de reemplazar una doctrina nacional por otra, no puede darse con esfuerzos esporádicos ni bajo discontinuidades gubernamentales. Un factor que no siempre ha sido visto con claridad en la historia de Venezuela, es que la forma como se ha dado el devenir de la vida económica del país implica procesos que superficialmente han sido proclamados como de «búsqueda del progreso, la prosperidad y el engrandecimiento para la nación», siéndole atribuido al mundo empresarial y comercial la condición de agente principal y dinámico de la vida económica. De hecho, la retórica neoliberal sigue proclamando esos argumentos. No obstante, recordemos que no ha habido jamás un verdadero sentir nacionalista en los sectores del poder económico y financiero surgido en 1958, ni esa economía de los grandes capitales tradicionales se orientó hacia el desarrollo nacional productivo, ante lo cual el poder militar fue ajeno, y, a la larga, sumiso. Burguesía criolla e incapacidad productiva han estado muy vinculadas, así como el usufructo de la renta petrolera contribuyó a la riqueza de tales estamentos privilegiados en su maridaje con el Estado. ¿Cómo podría hoy una FANB ser complaciente con políticas entreguistas, de cuño derechista y antipatriota si ella se declara revolucionaria y aviva el patriotismo? La contradicción no podría ser más rotunda. En otro plano, históricamente no se conoce praxis política conservadora que no sea proclive a reverenciar a EEUU, a tomarle como modelo y guía, a callar ante su odioso imperialismo, ¿cómo podría entonces compaginarse una jefatura así con una Fuerza Armada que se proclama “antiimperialista y profundamente

chavista”? Tampoco el CEOFANB podría convivir con semejantes gobiernos. El resultado sería simplemente una sociedad esquizoide, incapaz de perseguir metas en común. Un sistema capitalista proyanqui, desenmascarado en su rapacidad para apoderarse de los recursos y privilegiar a las oligarquías, el cual sirve a la perfección a las estrategias hambreadoras contra el pueblo, no podría coexistir con un sistema productivo socialista, orientado a la justicia social y la soberanía nacional; en el proceso vivido desde 2013, esos estamentos han dado muestras escandalosas de respaldar actores políticos que abiertamente llaman a que el país sea intervenido, sancionado e invadido. El antinacionalismo es de ese modo llevado a extremos patológicos, que los vuelve abiertos enemigos de la sociedad, que ya no simples adversarios políticos partícipes en un civilizado juego por el Poder.

Agudeza, creatividad y prontitud, demandas del 2018 Hoy nuestro mundo militar, tan renovado, tan admirablemente consagrado al crecimiento y desarrollo, y lanzado revolucionariamente a un imparable ascenso en cuanto a logros profesionales, sociales y de apresto operacional, tiene ante sí inmensas tareas, como es proceder cada vez más a una fusión práctica, directa, íntima con la población, para dar así solidez a sus nuevas modalidades de respuesta a los igualmente renovados desafíos de un tiempo lleno de apremios, riesgos y exigencias. De igual modo para seguir hermanándose en el entrenamiento intenso, en la preparación organizacional, táctica y de combate que exige el Pensamiento Militar Bolivariano, concretado en la Teoría de la Guerra de Todo el Pueblo, en la producción masiva de respuestas socioinstitucionales adaptativas, originales y oportunas para enfrentar las morbosas acciones de la guerra híbrida, visiones que no sólo son guía para dinamizar todos los recursos al servicio del desarrollo nacional, sino también para hacer realidad a muy corto plazo el más formidable instrumento disuasivo ante cualquier amenaza a la Patria, y que de resultar inevitable una agresión contra nuestro territorio, es igualmente capaz de dotar a la nación de inmensos recursos humanos capaces de desangrar a cualquier fuerza invasora, y de sobrellevar las inevitables pérdidas que se derivan de la guerra moderna. Estos tópicos recogen diversos aspectos de profundo interés para los planificadores y expertos, tanto en su significado doctrinario como desde la óptica de la Alta Política, tareas en las que, igualmente, habrá que trabajar de un modo como jamás se había visto en la historia reciente del país. * Secretaría Ejecutiva de R.ACM y Asesor del CEOFANB.

Nota: Augusto Mijares: Hombres e Ideas en América, Biblioteca Popular Venezolana, Ediciones del Ministerio de Educación Nacional de Venezuela, Caracas, 1946. Véase «La patria de los venezolanos en 1779», pp. 109-115. La cita es de p. 111. 1


Venezuela 1999-2012: la Inversión Educativa y la Matrícula Universitaria como soportes de

Venezuela 1999-2012 la Revolución Bolivariana

Texto: Víctor Palacios Vargas * Fotos: Archivos ACM

Agradecemos la colaboración de la economista y colega profesora, Vitzenay Palacios Rodríguez en la elaboración de los cuadros estadísticos.

E

n la historia de la humanidad, la educación es un componente relevante de la socialización de los individuos. En tal sentido, al tratarse básicamente de un hecho social, su definición y características comportan los rasgos de las disciplinas empíricas; es decir, no se corresponde con las ciencias exactas, sino cualitativas. No es una acción voluntaria, ilimitada y libre de los individuos; es, por el contrario, una expresión de valores, prácticas y orientaciones predeterminadas que se le inculcan a la sociedad a partir de las esferas de poder, como lo veremos más adelante. En la educación se aprecian dos tipologías: la Tradicional, denominada así, porque centra su atención en la transmisión y transferencia de valores, tradiciones y prácticas socioculturales de padres a hijos, ascendientes a descendientes, caracterizada por lo abierto, flexible, sensorial y plural, lo cual permite “transmitir la herencia del pasado” en los pueblos y civilizaciones. Por la otra, existe la denominada educación Formal o Sistemática, cuya esencia estriba en la adquisición por los receptores de un conjunto de ideas, nociones y conceptos en forma racional y metódica, en cuya

fundamentación y finalidades, tienen una participación decisiva los bloques de poder y sistemas imperantes. Es decir, la educación formal es el fundamento teórico que garantiza la formación del recurso humano para implementar la planificación, establecer los programas y ejecutar los proyectos que, en los distintos modos de producción conocidos en la evolución de la sociedad, los sectores de preeminencia socioeconómica y política han dado en establecer para garantizar sus privilegios. La educación formal, que en teoría debía constituir una acción liberadora de la ignorancia y el atraso en el plano de las ideas y una herramienta para acceder al bienestar material en términos prácticos, históricamente ha sido utilizada como un componente de lo ideológico y de la praxis social. En ese sentido, es acertada la opinión de los pensadores de filiación marxista, al incluirla dentro del campo de la superestructura como componente del andamiaje de valores que justifican y garantizan la base material de los sistemas o modelos existentes en determinado estadio del desarrollo humano. Con la aparición del Estado, la educación será sistemáticamente utilizada, como un componente para consolidar y lograr los fines de aquél, los cuales, a través de la historia han tenido un sesgo favorable hacia los sectores de preeminencia socioeconómica. Negar este rasgo característico de la educación, es a lo sumo ingenuo de parte de quienes así lo pregonan. La dirección política del Estado-nación y las

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fuerzas vivas en general, a lo largo del tiempo han recurrido a la educación para utilizarla como instrumento de control y orientación social a los fines de imponer formas y modos de vida predeterminados. La historia universal y la venezolana en particular, así lo registran. Es ésta la razón por la cual, en el presente trabajo, se pretende probar cuantitativa y cualitativamente cómo la educación, sobre todo la universitaria, ha sido utilizada por la hegemonía político-administrativa que ha conducido la vida nacional desde 1999 hasta 2012 como una de sus bases de legitimación. Para tal efecto, se procederá en orden sucesivo, a presentar una caracterización general de ese período 1999-2012, para luego hacer, en la Parte II de este estudio, el diagnóstico del gasto y la matrícula educativa universitaria de dicha fase.

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I. Origen, Proceso y Consolidación de la Hegemonía Bolivariana A) Fundamentos de las ejecutorias del nuevo modelo La fundamentación teórica y las prácticas gubernamentales, a diferencia de la rigidez del pasado reciente, ha tenido con los tiempos bolivarianos unos rasgos flexibles. Uno de los puntales del proyecto electoral del chavismo fue llevar a cabo una transformación social, por la vía democrática, para lo cual era indispensable hacer modificaciones sustanciales en el Estado, mediante la participación directa del pueblo, situación que encontró sistemático rechazo en el liderazgo opositor, por considerarlo adverso a los parámetros de la democracia formal representativa vigente. La convocatoria a una Asamblea Constituyente, para redactar una Carta Magna, que en poco más de cuatro meses y luego de una amplia consulta a instituciones, especialistas y público en general, que también fue refrendada por el pueblo, fue la primera medida. Dicha Constitución, fue el reflejo de la nueva correlación de fuerzas, donde la insurgente hegemonía, liderada por el presidente Hugo Chávez, se legitimaba estableciendo un nuevo marco institucio-

nal de relaciones dentro del sistema democrático. Con la nueva institucionalidad, se pretendía revitalizar y actualizar la democracia como sistema de gobierno, a través de reformas en el plano de la participación y garantías ciudadanas, según los redactores. En ese sentido, se sustituyó el sistema “representativo” por el “participativo y protagónico”; a los tradicionales poderes, se agregó el Electoral y el Moral; se estableció que “todos los cargos de elección popular son revocables”; se le otorgó el derecho de voto al componente militar activo; le dio rango constitucional a los “Derechos humanos” y en materia socioeconómica se abrió la puerta a la piedad social, así como se estableció el control absoluto sobre los recursos naturales. Pero sobre todo se buscaba armonizar la satisfacción de las necesidades básicas de la población, aplicando políticas económicas “humanistas”, en abierta oposición a las prácticas económico-sociales que reiteradamente se implementaban en el puntofijismo. En los primeros años de la Revolución, fue en esencia una propuesta reformista, variando de nombre, fundamentación y contenido con el tiempo. Cuando la Administración chavista comenzó a tomar medidas que afectaban parcialmente los intereses reales de los sectores de preeminencia socioeconómica, la confrontación pasó del plano discursivo ejercido mayormente por la representación intelectual de ambos bandos, centrados, en esencia, en el contenido legalista de las propuestas, al enfrentamiento real por el control del poder entre dos bloques radicalizados: por una parte el gobierno apoyado por un alto porcentaje de la población, sobre todo los deprimidos en términos socioeconómicos e invisibilizados históricamente, que veían en Chávez y los suyos un halo de esperanza para salir de su precaria situación;


y por la otra, los dueños del capital internos y externos, las clases medias y altas usufructuarias de las erogaciones y gastos del Estado y, por supuesto, la dirección partidista de las organizaciones que controlaron el poder político de la nación desde 1958. Cuando el gobierno del presidente Chávez, después de lograr la nueva legalidad y legitimidad tomó la primera medida que produjo un cisma real entre el gobierno y la oposición, como fue la redacción y aprobación por vía habilitante de un conjunto de 49 Leyes cuya esencia fue la de retomar el control del Estado sobre algunas funciones esenciales de la vida nacional; y por la otra, establecer y garantizar derechos equitativos sobre el disfrute de recursos naturales. Tres Leyes recibieron mayor margen de rechazo por la dimensión y los privilegios que desmontaban: Ley Orgánica de Hidrocarburos, para confrontar a los sectores privados internos y externos que tuvieron en la anterior “apertura petrolera” un negocio altamente rentable; la Ley de Tierras, donde se estableció que las áreas ociosas quedaban sujetas a expropiación y los propietarios de predios rurales, aun cuando estuviesen produciendo, debían pagar impuestos especiales, trastocando una práctica aplicada desde las primeras reparticiones en la época colonial, según la cual la propiedad de la tierra era absoluta y no estipulaba ningún impuesto directo, menos obligación alguna por inacción productiva. Finalmente, la tercera Ley que recibió una oposición frontal, sobre todo de corporaciones privadas asociadas a capitales foráneos, fue la de Pesca, que prohibía la rastro pesca al menos seis millas de la línea costera, con lo cual se favorecía la pesca artesanal y se garantizaba la conser-

vación de las especies, que generalmente son cardúmenes que se reproducen en áreas costeras. B) Los costos de sustituir ancestrales privilegios por un modelo equitativo El carácter reivindicativo de las normas aprobadas era una necesidad impostergable para que el Estado reasumiera pleno dominio de su función rectora, venida a menos después de 1958 al aplicarse una ideología y praxis de claro contenido liberal, que debilitaba progresivamente el ejercicio de la democracia. La puesta en práctica de aquellas Leyes, implicaba una disminución del poder real de algunos sectores tradicionales y emergentes de la sociedad venezolana que no estaban dados a aceptar. En el plano social, se le asociaba con el uso de atavismos primitivos etnorraciales para crear división en la sociedad y poner en práctica medidas populistas y demagógicas. En el marco internacional, se le acusó de una sumisión absoluta al modelo cubano y admirador de movimientos y gobiernos antinorteamericanos; en el área económica, la acusación fue la de ignorante, con prácticas enmarcadas en la filosofía del fracasado socialismo real, distante del neoliberalismo y la economía de mercado en boga en el mundo occidental y, en particular en Latinoamérica. Ése fue el lobo que la oposición construyó y “vendió” a través de los medios; por tal motivo era necesaria su deposición del poder del “populista”, “demagogo”, “autoritario”, “golpista”, “antidemocrático” y sobre todo “resentido social”, como calificaban al presidente Chávez. Por ello, la confrontación pasó al plano de lo concreto. El denominado “paro Cívico” de 2002 y la paralización casi total de la

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estatal PDVSA a finales de año y comienzos del 2003, se inscriben en la radicalización del conflicto gobierno- oposición. Mientras en el oficialismo, el liderazgo de Chávez, se fortalecía progresivamente, por su presencia mediática y capacidad de persuasión, informando personalmente de los pormenores de la conflictividad y las líneas que trazaba para superar tales dificultades; en la oposición, la prolongación del paro, produjo varios efectos que minaron su fuerza: primero, el desgaste de la clase media, a la cual se le hizo creer que el fenómeno Chávez era pasajero, porque, según el liderazgo opositor, carecía de pueblo y fuerza para mantenerse en el poder, por lo que bastaría una paralización de actividades para que los sectores populares se le voltearan, cuando en realidad los más golpeados económica y socialmente, siguieron respaldando al Presidente, al extremo de exclamar “Con hambre y desempleo, con Chávez me resteo”, en cuanta marcha se les convocaba, consigna lapidaria que denotaba el grado de compenetración con el proceso liderado por el Jefe de Estado. Segundo, los recursos financieros y logísticos con los que contó la oposición, se redujeron al prolongarse la lucha por el poder. Porque la paralización de actividades redujo la producción privada interna, el comercio, la banca y el ingreso en publicidad, sectores que inicialmente fueron los promotores y financistas. Tercero, la pérdida del control de PDVSA, el

“retiro voluntario” en Plaza Altamira de miembros activos de la Fuerza Armada, y el quiebre de numerosas pequeñas y medianas empresas, determinaron entonces que la oposición para finales de 2003, estaba debilitada y derrotada una vez más. Ahora con unas secuelas que se proyectaban al resto de la vida nacional. C) Las cifras no mienten La conflictividad generada por el enfrentamiento entre el gobierno y la oposición, dio lugar a que los años 2002 y 2003, constituyeran un retroceso en el proceso de recuperación de la dinámica socioeconómica iniciada con el decenio. Desde la perspectiva económica, el Producto Interno Bruto (según el Cuadro N° 1), en franco proceso de recuperación, después de dos años de crecimiento, tuvo una brutal caída de casi 9% en el año 2002 y de 9,2%, el siguiente, o sea un verdadero terremoto. Mientras que la tasa de inflación, que venía disminuyendo, repuntó incrementándose por el orden del 31%, en el primer año del paro y 27% para 2003; a su vez, en un país como Venezuela, donde la dependencia de las importaciones es cada vez mayor para satisfacer la demanda interna, en aquellos dos años la escasez se hizo evidente, al caer las importaciones de más de 19.000 millones de dólares en 2001 a 13.000 y 10.000 millones en los dos años de paralizaciones.

Cuadro N°1 Indicadores Macroeconómicos: 1999-2012

Año

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

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Export. Petroleras (Millones US $)

Export. no petroleras (Millones US $)

Importaciones (Millones US $)

R.M.I. (Millones US $)

Deuda Total (Millones US $)

16.765 27.894 21.745 21.532 22.029 32.871 48.143 57.972 62.652 89.034 54,201 62.317 88,132 93.569

4.228 5.655 4.922 5.249 5.201 6.797 7.573 7.606 7.328 5.987 3.402 3.428 4.679 3.771

14.492 16.865 19.211 13.360 10.483 17.021 24.008 33.583 47.252 51.490 41.162 38.539 46.813 59.339

15.379 15.883 12.296 12.003 20.666 23.498 29.636 36.672 33.437 43.127 35,870 30.332 29.892 29.890

29.067 26.104 25.942 27.702 28.843 28.118 30.534 26.598 38.609 50.746 66.751 83-240 94.609 105.779

Inflación %

P.I.B. Variación %

20,00 13,43 12,38 31.22 27,08 19,20 14.40 17,00 22,50 31,90 26,90 27,40 29.00 19,50

-7,2 3,2 2,7 -8,9 -9,2 16,8 9,3 10,3 8,4 4,8 3,3 -1,9 4,2 5,5

Fuente: Banco Central de Venezuela, Ministerio de Energía y Petróleo y Ministerio de Finanzas. Cuadro reelaborado por el autor.


A todo lo anterior, agréguesele las largas colas para comprar gasolina y gas doméstico, consecuencia de la escasez de tales rubros derivada de la paralización en las áreas sensibles de la actividad productiva. En materia social, a pesar del esfuerzo hecho por el gobierno por mantener un progresivo incremento de la inversión en esta área, a fin de evitar el menor impacto de las consecuencias de la paralización en los sectores más débiles (que, por cierto, constituían la mayor base de apoyo al proyecto bolivariano), sin embargo la disminución de los recursos finan-

cieros, generaron un repunte en el desempleo, la pobreza y la pobreza crítica, tal como se evidencia en el Cuadro N° 2. Efectivamente, la tasa de desempleo que, en los primeros años de la década, disminuía lentamente, pasó de 12,8% en 2001 a 16,2 en el 2002, y luego en 2003 alcanzó más del 19%, en tanto que la pobreza se alzó en dos puntos porcentuales en los años 2002 y 2003, respectivamente. De igual modo, hubo un repunte en el crecimiento de la pobreza extrema, como se evidencia en el Cuadro ya señalado.

Cuadro N°2 Indicadores Sociales: 1999-2012

Año

P.E.A

Desempleo (%)

Pobreza (%)

P. Crítica (%)

Desnutrición/ menores de 5 años (%)

Salario Mínimo nominal (Bs)

Canasta Básica

Tasa Homicidios por 1000/h

1999 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

10.225.014 11.104.779 11.673.915 12,004.719 12.114.082 12.291.813 12.360.578 12,420.171 12.674.844 12.952.729 12.962.604 13.265.822 13.577.183

14,5 12,8 16,2 19,2 13,4 11,4 9,5 7,5 6,8 7,8 7,7 6.5 6,4

28,5 28,4 30,3 32,3 31,4 25,9 25,2 24,0 23,4 21,3 26,9 26,7 25,9

20,1 16,9 25,0 29,8 22,5 17,8 11,1 9,6 9,2 7,2 6,9 7,0 6,3

4,7 4,5 4,8 5,3 5,2 4,6 4,5 4,2 3,6 3,3 2,9 2,9 3,2

120.000 158.400 190.080 247.104 321.235 405.000 512.325 614.790 799.230* 979.000 1.223.890 1.548.470 2.047.520

249.751,38 306.716,88 377.106,62 503.246,40 646.103,42 736.041,34 846.571,64 1.052.340,00 1.616.560,00 1.913.660,00 2.464.400,00 2.975.980,00 3.513.080,00

25 38 38 44 37 37 45 49 52 54 57 67 73

Fuente: INE, MPPP, Observatorio venezolano de violencia. E. Ortiz (2013), Tiempos de Cambio, p. 18. (*). A partir de 2008, al signo monetario se le quitaron tres ceros.

[Continuará] * Profesor-Investigador en la Unidad de Investigación del Colegio Universitario de Caracas, en un proyecto denominado «El rentismo petrolero y su incidencia en la educación universitaria de Venezuela, Siglos XX y XXI». Ponente en eventos universitarios y autor de dos libros inéditos en busca de editor.

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Texto: 1Tte. Miguelangel Martínez Alfonzo* Fotos: Archivos ACM

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os Estados Unidos de América desde su nacimiento como república, han mantenido en su generalidad, gobiernos que han demostrado a través de sus discursos y su acción en la escena internacional —que quizás es lo más perjudicial— una política exterior injerencista. De eso en la actualidad ya no nos cabe duda.

su teoría de la «Guerra de Cuarta Generación» —expuesta en 1989 en la Marine Corps Gazette—, las guerras y el modo de hacer las guerras han evolucionado, desde la utilización de soldados estrictamente ordenados, uniformados y en campos abiertos utilizando espadas, arcos y flechas («Primera Generación»), evolucionando posteriormente a tácticas de fuego lineal y a movimientos añadiendo la artillería como elemento innovador («Segunda Generación»), trascendiendo por el perfeccionamiento de las tácticas de infiltración, velocidad

v i t e j b O o v e u N l e r i u r t s De ó i c a N o d Esta

Los elementos que están presentes Hablar de la «Doctrina Monroe» —elaborada por el entonces Secretario de Estado John Quincy Adams, expuesta y atribuida al presidente del momento James Monroe en 1823— es hablar del «Destino Manifiesto», enunciación que fue elaborada por el periodista John Sullivan en su artículo «Anexión» y expuesto en la revista Democratic Review en 1845. Y hablar del denominado «Corolario Roosevelt» —expuesto por el entonces presidente Theodore Roosevelt, que no es más que una versión «mejorada» de la antigua, pero imperante «Doctrina Monroe»— es hablar de documentos intensamente abordados en nuestra actual escena política, impregnada de lucha y de resistencia revolucionaria ante el feroz y multidimensional ataque imperialista estadounidense, que se ha desatado desde inicios del siglo XXI sobre nuestra patria. Por esta razón recalcamos que en el presente artículo no pretendemos recaer en la explicación y en la vigencia de estos documentos de política exterior de los Estados Unidos de América, ya que es evidente, es notorio y ya ha sido analizado hasta la saciedad por múltiples académicos; sin embargo, acotamos y reconocemos que estos documentos serán tomados en cuenta, porque como es propio de las ciencias sociales —y más en los asuntos de relaciones internacionales—, el conocimiento, la acción política y social, son mayoritariamente acumulativos. Una vez aclarado esto, debemos poner en escena que en la actualidad las líneas de política exterior de los EEUU dirigidas a sus adversarios, a las naciones que le son antagónicas, a sus «enemigos» o simplemente a los Estados-Nación que se oponen a sus pretensiones e intereses, parecen estar destinadas a socavar precisamente a esto último, al «Estado-Nación», a esta estructura que se dice rápido, que pareciera una simple organización, pero es todo lo contrario, pues representa la profundidad y la propia sustancia de una patria.

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La Evolución del Modo de hacer la Guerra Antes de abordar nuestra principal idea, el destruir el Estado-Nación, debemos iniciar exponiendo y como muy bien lo explicó precisamente un estadounidense, William Lind, en

e iniciativa para colapsar al enemigo («Tercera Generación»), hasta llegar a la denominada y vigente «Guerra de Cuarta Generación», caracterizada por la utilización del enfrentamiento indirecto con el enemigo, empleando tácticas «no convencionales» a través de diversos elementos como la educación, la propaganda, la «construcción de movimiento», las operaciones secretas, el terrorismo, los cibe-


rataques, la utilización de grupos insurgentes locales, operaciones de información o también llamada operaciones psicológicas, entre otras muchísimas más; alcanzando un nivel donde muchos teóricos consideran que la guerra en la actualidad «no tiene límites». De hecho, muchos académicos debaten la génesis de una «Quinta Generación» más cruenta, innovadora y multidimensional. En líneas generales, todas estas formas de hacer la guerra, impul-sadas en este caso por

vo: l ón

los gobiernos de los Estados Unidos, han gozado de una particular característica común, y no es más que depo- ner gobiernos, destruir los ejércitos regulares «enemigos», o sea destruir esa cara visible y armada que los enfrenta. Claro está, siempre existieron y lamentablemente existirán esos «daños colaterales» o «daños no intencionales» que afectan a un número indeterminado

de estructuras y población que no están inmersos en el conflicto armado, pero que como lo ha demostrado la historiografía y las estadísticas, siempre cargarán con un triste destino al estar en los «contornos de la guerra». El Estado, la Nación y el Estado-Nación Para seguir con la explicación de nuestras premisas es necesario definir: ¿Qué es un Estado-Nación? Para empezar, debemos decir que las expresiones Nación y Estado son conceptualmente muy distintas. Podríamos considerar que la Nación es un término histórico que posee sus bases en la identidad cultural que comparten personas individuales, lógicamente dentro de una colectividad o sociedad; por otra parte, el Estado es una unidad política perfectamente definida en función de la población, del territorio y con la presencia de un gobierno autónomo; así mismo para muchos académicos de las relaciones internacionales —a los cuales apoyamos en relación a la siguiente idea— quienes le agregan otro elemento al Estado, que sería el «codiciado»: reconocimiento internacional, el cual posee como único fin la subsistencia, la interdependencia y la interacción de un Estado determinado en la dinámica del sistema internacional. Tomando en cuenta lo anterior y a manera de diferenciar ambos conceptos, coincidimos con Theodore A. Coulombis y James H. Wolfe, en su obra Introducción a las Relaciones Internacionales (1979), al decir que «el Estado proporciona una base para la lealtad política en forma de ciudadanía, en tanto que la nación promueve una relación afectiva a través de la cual el individuo logra una sensación de identidad», es así como podríamos establecer que a pesar de que son elementos etimológicamente diferentes, poseen la semejanza que están intrínsecamente dentro de los elementos que integran a un «Estado-Nación». Así llegamos a otro término que es clave para el desarrollo de nuestra premisa, como lo es el «nacionalismo». Siguiendo el pensamiento de los autores anteriores, éste se podría definir como «la identificación de uno mismo con una colectividad política organizada en forma de territorio». Es inevitable no mencionar que acá, la necesidad psicológica jugará en función de la pertenencia a una comunidad determinada y precisamente éste será el punto de partida del «sentimiento nacionalista» que se manifiesta, como lo dirían los autores ut supra, «a través de la noción de territorialidad que se expresa por medio del amor a la patria, de un idioma

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escrito y hablado, de las realizaciones artísticas y literarias (…) y, con frecuencia, de la perpetuación de generación en generación del miedo al “enemigo”, cuya hostilidad real o imaginada amenaza la seguridad de la nación». De hecho, muchos antropólogos y sociólogos coinciden en que la mayoría de los individuos o ciudadanos se acercan a «un» o a «su» «Estado-Nación», en búsqueda de protección, identidad y orientación. El nuevo objetivo de la guerra: El Estado-Nación Como podemos apreciar, el Estado-Nación engloba los elementos más importantes que conforman a un país, abarca la identidad cultural, el sentido de pertenencia, el gobierno, la población, la territorialidad, la autodeterminación, el idioma escrito y hablado, el nacionalismo; en fin, engloba absolutamente todos los elementos —en su mayoría intangibles— que consolidan a los pueblos dentro de un país. Con respecto a la importancia de lo anterior, podríamos inferir que ha sido entendido y estudiado perfectamente por el gobierno de los EEUU, y particularmente por el Departamento de Defensa, ya que efectivamente el nuevo modo de hacer la guerra por parte de sus fuerzas armadas no se limita al ataque «tradicional» de las tres generaciones anteriores, en esta cuarta generación en la que se encuentran —y quizás rozando a una quinta fase como lo han mencionado diversos autores— ya las estrategias «no convencionales» de la guerra se evidencian claramente. Reiteramos que los

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modos de hacer la guerra se han perfeccionado y una muestra tangible de ello se palpa en el Manual de Capacitación de las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos en la Guerra No Convencional, elaborado por la Escuela y Centro de Guerra Especial del Ejército «John F. Kennedy» y publicado en 2010 por el Estado Mayor del Departamento del Ejército de los Estados Unidos, ambos organismos pertenecientes obviamente al Departamento de Defensa de los EEUU. La lectura de dicho documento no se puede interpretar ingenuamente como el ataque o la guerra contra un gobierno «enemigo»; se debe ir más allá. En tal sentido, podemos deducir que los ataques de los gobiernos de los Estados Unidos, a través de su Departamento de Defensa, se orientan ahora en socavar

todos y cada uno de los elementos del Estado-Nación. Antes se podría decir que se atacaba a dos elementos de esta estructura —el gobierno y sus fuerzas armadas—; en la actualidad se busca atacar progresiva y paralelamente a todos los demás elementos. Muestra de ello podemos evidenciarlo en Irak, Libia, Afganistán, Ucrania, entre otros muchísimos casos; lógicamente esta evidencia foránea nos sirve de referencia. Sin embargo, más idóneo es observarlo dentro de nuestras fronteras; es decir, ejemplificarlos con las condiciones de guerra «no convencional» de las cuales estamos siendo objeto desde el 2002 y que en los últimos años se han intensificado con mayor fiereza, respondiendo a la lógica que día a día perfecciona la maquinaria de la «Guerra Multidimensional». vía

La Guerra Multidimensional, la principal

Utilizaremos este término, «Guerra Multidimensional», extraído de escritos emanados de Alfredo Jalife-Rahme, Diego Sequera y Homar Garcés; ya que efectivamente

la guerra que ejerce los Estados Unidos sobre Venezuela abarca múltiples áreas y sectores en sus dimensiones económicas, financieras, de consumo, simbólicas, culturales, comunicacionales; en fin, un universo sin precedentes que «bombardea silenciosa (en la mayoría de los casos) y cotidianamente» a los elementos antes mencionados, que integran al Estado-Nación. La Guerra Multidimensional empujada por el imperio estadounidense en la actualidad, goza de múltiples aliados endógenos y exógenos, que naturalmente apoyan y desarrollan acciones para debilitar al Estado-Nación; dentro de esta dinámica, encontramos diversos «rubros» para la aplicación de este tipo de guerra: A) La Guerra Teológica: Históricamente el peso de la religión católica en la sociedad venezolana ha sido preponderante, influyendo como elemento de dominación y coerción social —respondiendo a la lógica de una religión—, y su nexo


con las élites políticas ha sido una característica clásica en Venezuela. Sin embargo, en la actualidad los representantes de la Iglesia no gozan de simpatía con la élite política. En tal sentido, la Iglesia Católica, representada por la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) la mayoría de sus miembros critican, malponen y desaprueban las acciones del gobierno nacional, así como también basan su accionar en la utilización de la misma religión como mecanismo para «satanizar» el movimiento socialista y pregonar que no es el camino para la «verdadera felicidad» de la población. B) La Guerra Ideológica: Es instaurada y ejercida por la burguesía local con fuerte apoyo foráneo, que bajo las consignas del modelo de globalización anglosajona [angloamericana], neoliberal, librecambista, desregulador y central-banquista; en resumen, el modelo capitalista-burgués, expone reiteradamente a través de los diversos medios de comunicación masiva que éste es el modelo a seguir, es el modelo laureado del mundo y lógicamente todo lo contrario a él, sería ineficiente, ineficaz e inoperante. C) La Guerra Energética: Como es del conocimiento público, la industria y las reservas energéticas de Venezuela, localizadas principalmente en la cuenca Zulia-Falcón, en la cuenca Oriental y en la Faja del Orinoco, representan un gran poder geoestratégico, que ha consolidado la presencia venezolana en el panorama energético mundial. Así mismo la presencia en el subsuelo de minerales estratégicos (cobre, plomo, zinc, estaño, platino, plata, oro, diamante, calizas, coltán, niobio, berilio e incluso uranio, entre otros) hacen que nuestro territorio sea indudablemente codiciado y necesario en la dinámica del sistema capitalista mundial. En tal sentido, uno de los objetivos en los que trabaja continuamente el imperio estadounidense es mermar esa capacidad de acción de Venezuela en el plano energético internacional; específicamente se ha destinado a reducir la operatividad y la influencia de la Organización de Países Exportadores

de Petróleo (OPEP), donde Venezuela posee un peso histórico, así como también del precio del petróleo, con el fin último de degradar la captación de divisas del gobierno venezolano, cuestión que afecta significativamente a la economía rentista y con fuertes importaciones que aún poseemos. D) Guerra Demográfica: Éste ha sido un elemento innovador y quizás uno de los más perjudiciales para nuestro caso; el estudio de nuestra sociedad por parte del gobierno de los EEUU ha sido determinante para lograr grandes fisuras y cambios psicosociales. Estos cambios buscan generar sentimientos antinacionales, generar una ruptura de la identidad, de la afectividad y respeto de la sociedad con relación a la autoridad, y finalmente el desconocimiento o tergiversación de la cultura, de los valores, de la moral y de las buenas costumbres que reposan en la nación; todo lo anterior se va materializando a través de continuas campañas de propaganda y operaciones de información que conllevan incentivar en las masas, movimientos migratorios en dos frentes: uno a lo interno que profundiza las brechas entre la ciudad y el campo, perjudicando la producción agrícola; y otro a lo externo con el éxodo de población a otros países. Ambos devienen en el debilitamiento del tejido social y laboral. E) Guerra Económica: Este «rubro» de la Guerra Multidimensional está muy ligado a la anterior. La misma busca derrocar el sistema económico socialista —que aún se encuentra en fase de perfeccionamiento— con el objeto de reinstaurar el sistema económico capitalista burgués, que predominó desde inicios del siglo XX hasta la llegada de la Revolución Bolivariana. Esta guerra que se materializa a través del sabotaje a los diversos modos de producción [sistemas de la producción], el incentivo de prácticas de usura impuesta indirectamente al sector comercial, el estímulo a la inflación generada principalmente a través de la imposición de una tasa cambiaria imaginaria e ilegal como lo es «Dolar Today» y la incitación al ejercicio de la especulación como método de generación de «ganancia rápida». Igualmente el gobierno de EEUU, en el plano internacional ha conjurado una especie de «boicot» a las importaciones de productos básicos y necesarios en Venezuela, afectando y agudizando las condiciones propias de nuestra economía rentista. Todo esto se articula de manera abrumadora para que la mayoría de la población se sienta «acorralada y ahorcada económicamente», pierda las esperanzas en su nación y se conjuguen con el rubro anterior, la «Guerra Demográfica». F) Guerra Mediática: Como muy bien lo ha dicho el investigador Luis Britto García, en su artículo «La Guerra Mediática en Venezuela» (2007), «para el gran capital, los nuevos conductores de las masas serían los medios de comunicación». Y es que efectivamente el gobierno

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estadounidense ha volcado su poderosa maquinaria mediática y medios de comunicación (NBC, CBS, ABC, FOX, The CW, The Wall Street Journal, The New York Times, USA Today, New York Post, New York Daily News) en contra del gobierno venezolano, instaurando matrices de opinión cotidianamente en el seno de la sociedad y a través de las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, WhatsApp), fundamentando sus acciones en difamación, desprestigio y descrédito de cada aspecto del Estado-Nación, enfocándose principalmente en los organismos y en los líderes de la Revolución Bolivariana. Para muchos académicos este asunto se le podría denominar como «el bombardeo silencioso» o «la ametralladora comunicacional», que es perfectamente comparable con los «Once Principios de la Propaganda Nazi» creados por Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda y Educación de Adolf Hitler; tomando a su vez como bandera el ilustre «Principio de Orquestación» que se explica fácilmente argumentando que «si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad». Éste ha sido uno de los rubros de la guerra más destacados y perfeccionados por el Departamento de Defensa, no sólo contra Venezuela sino a nivel global. G) Guerra Diplomática: El poder de los EEUU en la escena diplomática es algo que no se puede menospreciar, desde su mismo nacimiento como república (1776) y la eventual exportación de su modelo político, pasando por la imposición —o el intento de imposición— de su hegemonía posteriormente a los principales conflictos bélicos de los siglos XX y XXI (Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial, Guerra de Vietnam, Guerra Fría, Gue-

rra de Yom Kipur, Guerra Árabe-Israelí, Guerra del Golfo, invasiones a Panamá e Irak, entre otras no menos importantes) y consolidándose como actor preponderante en la creación y fundación de organismos multilaterales (ONU, Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, Banco Mundial, Organización para la Agricultura y la Alimentación, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, G-8, G-20, la OEA, entre otras), el gobierno estadounidense ha logrado coaccionar, en la medida de lo posible, al resto de las naciones a que se subordinen a sus intereses, todo esto apalancado por su gran desarrollo integral, propio de una potencia imperial. En tal sentido, Washington se ha dedicado a la búsqueda del aislamiento internacional de Venezuela con miras a disminuir nuestra influencia, participación y negociaciones propias de la dinámica del sistema mundial; todo esto repercute y se interconecta con la Guerra Económica y Mediática. H) Guerra Militar: El Departamento de Estado se ha caracterizado por la toma de decisiones bélicas sin importar, aparentemente, la repercusión o el daño colateral que se genere en la nación «enemiga». Muestra de ello se evidencia en Haití, Panamá, Cuba, Afganistán, Irak y Siria, sólo por tomar los casos más recientes y representativos. Sin embargo, con respecto a nuestro asunto, la «bota yanqui» no ha pisado el suelo venezolano —o por lo menos no formalmente—; a pesar de ello, este «rubro de la guerra» no está ausente totalmente. Debemos destacar que a lo largo de los siglos XX y XXI se han suscitado numerosos episodios de carácter militar que dan indicios para determinar que el gobierno de EEUU posee la capa-


cidad, el adiestramiento y maneja suficiente información de la región, y particularmente de Venezuela, para ejecutar una intervención militar directa. En relación a lo anterior, el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) ha sido el ente ejecutor de abundantes ejercicios militares que están enmarcados dentro de sus «actividades programadas». Por ejemplo, en el pasado reciente se han realizado diferentes ejercicios militares en Latinoamérica y el Caribe, muestra de ello, en el pasado inmediato, han sido los denominados «Más Allá del Horizonte» o «Nuevos Horizontes 2017», «Tradewinds 2016», «Fuerzas Comando 2016», «PANAMAX 2016», «UNITAS 2016», «MEDRETE 2016» y «AmazonLog17»; así mismo debemos recordar la reactivación de la IV Flota de la Armada de los EEUU en el 2008 y la consolidación de alianzas con países vecinos que colaboran con ellos bien sea con presencia de tropas o con bases militares en la región, como es el caso de Aruba, Curazao, Bonaire, Colombia, Brasil, Guyana, Costa Rica, Panamá, entre otros. Ante este panorama podemos inferir que existe un auspicio de una variedad de «cerco militar» que podría actuar en contra de Venezuela en cualquier momento. La amenaza y el porvenir Como hemos visto y a manera de síntesis, toda esta guerra con sus diversos rubros impacta en los elementos que conforman al Estado-Nación (gobierno, población, territorialidad, reconocimiento internacional, identidad cultural, sentido de pertenencia, nacionalismo), más allá de impactar el aparato militar. Ahí precisamente radica su innovación y su progresiva peligrosidad; busca como objetivo principal amañar profundamente a los elementos antes mencionados para hacerlos manipulables, ino-

perantes y castrarlos de todo sentimiento nacionalista, busca volverlos inertes, lo que facilitaría el apoderamiento del Estado-Nación en todas sus aristas. Podemos asegurar que a este punto de la Guerra Multidimensional, de la cual es objeto nuestro Estado-Nación, la identificación del enemigo es difusa, el enemigo no se palpa, el enemigo se confunde con el día a día, simplemente el enemigo está en todas partes, en la economía (reflejado concretamente en aspectos como la usura, la inflación, el acaparamiento, entre otros), en la sociedad (manifestado en la violencia, la delincuencia, el egoísmo, el interés particular y el culto a líderes y valores negativos), en los medios de comunicación (materializado en las continuas operaciones de información llevadas a cabo por las redes sociales que buscan debilitar la legitimidad y el respeto a la autoridad), en la política (reflejado comúnmente en la demagogia y la corrupción. Finalmente, podemos concluir que nuestra premisa —destruir al Estado-Nación— está más presente que nunca. El Departamento de Defensa ha entendido «excepcionalmente» que logrando conquistar este objetivo, logra suprimir a su población que representa el principal elemento que interrelaciona, articula, desarrolla y hace grande a una nación. Con la conquista de este «objetivo maligno» hará que no sólo nosotros, sino cualquier país del mundo, quede enfermizo y en las condiciones necesarias para expoliarle su nación, su cultura, su historia; todo dependerá si como pueblo dejamos que esto ocurra o si por el contrario nos convertimos en «el Vietnam suramericano», salvando y protegiendo a nuestro Estado-Nación. * Licenciado en Estudios Internacionales.

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País, Nación, Patria y Estado Por: TN Moisés Chocrón Fernández Fotos: Archivo ACM

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s común leer en columnas, artículos o ensayos no especializados en los medios de comunicación masivos las palabras país, nación, patria y Estado, como si de sinónimos se tratara. La ayuda que tiene para un escritor o un orador el uso de sinónimos es innegable, todo el que ha incursionado o el que tiene años de experiencia en el arte y oficio de escribir o disertar sobre temas sociales, políticos o filosóficos ha echado mano del uso de sinónimos para enriquecer la exposición de sus ideas sin que se reproduzca el odioso efecto de la impropiedad. Pero ¿hasta qué punto el afán de pulir la presentación de un texto o frase nos permite dilatar el significado de una palabra? Si no se es cuidadoso esto puede conducir a desfigurar el uso lingüístico, y así traer un efecto contrario al deseado. En esta primera entrega de la sección «Léxico Cívico-Militar» examinaremos brevemente el alcance del significado

y el significante de estas palabras, que de seguro serán de mucha utilidad para nuestros asiduos lectores. El término más claramente delimitado de los aquí expuestos es país, proveniente del latín pāgus, el cual se presume que proviene del protoindoeuropeo pag, lo que denotaría un uso antiguo del significado y a su vez una muy ligera variación en el tiempo del significante. El significado de esta palabra denota un espacio físico independientemente de la actividad social o política que ahí se desarrolle; para los romanos el significante pāgus se refería a una porción pequeña de territorio perteneciente a una ciudad, sobre todo los territorios más al margen de ésta. En la Edad Media, la palabra fue usada para designar a los lugares rurales que hacía que sus habitantes carecieran de los beneficios de vivir en la ciudad, beneficios como ser bautizados cristianamente, por lo que la palabra derivó rápidamente en el


Mapa fisico del país Vasco

vocablo paganos. Actualmente la palabra país es usada fundamentalmente en la geografía para designar un espacio terrestre con unas características similares que lo hacen diferente de los espacios adyacentes, por lo que su trasfondo social, político o religioso ha sido relegado. El significante país es usado correctamente cuando se refiere a una porción de tierra delimitada natural o artificialmente, sin que se quiera ahondar en las actividades humanas que allí se desarrollan, aunque sí puede referirse a los recursos que en ella se encuentren. Los territorios de entidades jurídicas o sus subdivisiones más pequeñas pueden designarse país o países, por esto es correcto referirse a Venezuela como país o referirse a territorios como País Vasco (norte de España) y País de Gales (suroeste de Gran Bretaña), siempre que la intención sea referirse a las características físicas de los territorios.

Manifestación a favor de la independencia de Cataluña

Nación, por otra parte, es la antítesis sociológica del concepto anterior. Nación proviene del latín nātio y a su vez de la palabra latina nascor (nacer). Fue usada por los romanos para diferenciar grupos de habitantes, sobre todo a lo externo de Roma. La palabra nación recogía la diferenciación entre el mundo romano (civilitas) y el bárbaro (nationes), más adelante como producto de la barbarización del Imperio y su posterior caída y fragmentación, nación fue usado como sinónimo del latín medieval gens (gentes, clan, familia). El significante nación es usado en la actualidad para referirse a las características humanas, sociológicas o étnicas de un grupo de personas que consideran que tienen una identidad propia y valores diferenciados del resto de los grupos sociales. Algunas de las características que permiten la creación de esta identidad son la religión, idioma, gastronomía, raza, artes, ambiente físico en el que se desarrollan o su historia, como un conjunto diferenciador del resto de naciones. No hay una regla fija que permita diferenciar a las naciones, sólo una característica psicológica y antropológica como la identidad cultural puede establecer tal definición. A pesar de que algunas naciones desarrollan su identidad a partir de las características físicas de su entorno o paisaje geográfico, como la nación judía que desarrolla fuerte arraigo e identidad cultural alrededor de Eretz Yisrael (antiguo Canaán) a partir de una creencia religiosa, ésta no es una característica indispensable, pues existen naciones altamente móviles que carecen de un territorio específico, como la nación Rom (gitanos). A su vez, se podría identificar países donde habitan diferentes naciones. España es jurídicamente un reino con democracia parlamentaria como gobierno, geográficamente es la mayor parte de la península ibérica, pero étnicamente sus habitantes parecen cada vez más convencidos de que pertenecen a culturas diferentes, los catalanes han sido los últimos en procurarse la independencia, pero hacia finales del siglo XX los vascos también la procuraban hasta de forma violenta; también se conoce de grandes diferencias culturales entre gallegos, asturianos, andaluces, leoneses y navarros, aunque todos sean jurídicamente españoles. Otras unidades políticas, como el

“La madre patria” por William-Adolphe Bouguereau (1883) 35


Estado Plurinacional de Bolivia, aceptan abiertamente que sus sociedades son diversas culturalmente hablando. Ligado al concepto de nación, encontramos el vocablo patria, derivado del latín patrĭus (paterno, del padre) o pátria (madre), que se usa para designar el lugar de nacimiento de un individuo o su tierra adoptiva. La relación emocional entre el lugar donde se nace o que se acoge como patria y el individuo, es lo que se conoce como patriotismo. En español patria conserva su característica femenina, siendo usual el uso del vocablo madre patria, sin embargo en inglés pueden encontrarse tres significantes para un mismo significado más amplio; es decir, el vínculo afectivo e histórico que desarrolla una persona por su tierra natal o adoptiva puede aparecer como homeland, motherland o fatherland. Homeland es usado regularmente para referirse al sentimiento nacionalista o patriótico de un grupo humano por las tierras que considera propias; motherland en cambio es usado para referirse al país que da vida a una o más naciones, por lo que es común observar su uso en referencia a la metrópoli para diferenciarla de sus colonias (naciones que posteriormente se hicieron independientes). Fatherland se refiere al vínculo histórico-ancestral de un individuo con la tierra que considera propia, la tierra de sus padres y ancestros. Por extensión un apátrida es una persona que, o bien no siente un vínculo afectivo por ningún país o territorio, o cuya entidad jurídico-política ha desaparecido. Estado es una definición jurídico-política, cuyo significante se deriva del latín status, y éste del verbo stare (estar parado); stare se deriva de la raíz indoeuropea sta-. El significado originario se refiere a una comunidad de hombres que yerguen una estructura con el fin de velar por sus intereses, tal y como la entendieron los romanos. Quizá lo consideraríamos hoy en

día como una sociedad empresarial, entendida en su noción más abstracta y no meramente comercial. Sin embargo, con el tiempo el significado fue profundizándose, se le integraron el uso de la razón (San Agustín) y la imposición del poder (Oppenheimer). En su concepción clásica no se relaciona al Estado con un territorio específico, son los tratadistas modernos, juristas y filósofos, que explican al Estado como una entidad formada por la sociedad para hacer uso legítimo de la fuerza física y los recursos de los que se dispone para lograr el bienestar común. A la entidad que regula el uso de la fuerza se le denomina institución o gobierno, a la sociedad o comunidad de personas se le llama comúnmente pueblo y al lugar donde éste se localiza y desarrolla sus actividades es el territorio. El Estado es actualmente la unidad formada por una población, en el territorio que habita y las instituciones gubernamentales que crea soberanamente para cumplir sus fines comunes. En Derecho Internacional Público se le agregó en época reciente, la capacidad internacional, como cuarto elemento para definir al Estado, esto es, la capacidad de ejercer derechos y contraer deberes entre sus semejantes en el mundo. El Estado es capaz de establecer sus fines y usar los recursos de los que dispone de forma soberana e independiente; el administrador temporal de estos recursos y potestad es lo que se conoce como gobierno. Al usar este complejo significado se debe escribir con la primera letra en mayúscula, aunque no le anteceda un punto y aparte o un punto y seguido. De forma tal que sea fácilmente diferenciable el concepto jurídico (Estado) y la condición en que se encuentra algo o alguien en relación a las formas sucesivas en las que se puede encontrar (estado). Por lo que lo correcto es escribir el «Estado venezolano…» y también «estado líquido del agua».

Desfile Militar de la República Popular de China 36


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Texto: Tcnel. (r) Ysmael de Jesús Maurera Bejarano Fotos: Archivos ACM, Giset González, Engers Rodríguez

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uiero comenzar el presente tema tomando en consideración un pasaje de Napoleón Bonaparte, en el cual se narra que él dijo a cierto músico que se esforzaba por hablarle en una mezcla confusa de italiano, francés e inglés: “No entiendo lo que me decís. No os entiendo, traed vuestro instrumento y tocad lo que me queréis decir”. Para entrar en materia encontramos que una banda de música es una agrupación musical formada básicamente por instrumentos de viento, cuerda y percusión. Un factor importante es que la banda esté constituida por instrumentos que puedan ser tocados mientras el músico marcha en los desfiles o en las batallas, para los cuales se utiliza la banda. Origen de un vocablo A manera de información encontramos que el término “banda” es proveniente del inglés (Band). La palabra “banda” por su significado literal se refería a la faja o insignia militar que pudo haber terminado relacionada con este tipo de formación musical, porque en sus orígenes las bandas estaban íntimamente ligadas al mundo militar. Las bandas de música gozan de una larga historia, tan antigua como la de la propia música, dado que ya en textos sumerios, egipcios, hebreos, chinos y de otras civilizaciones antiguas encontramos referencias a agrupaciones de instrumentos de viento y percusión que servían para acompañar el combate o la dura vida militar.

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Dentro de los orígenes de las Bandas Militares, las mismas están consideradas como espectáculos que impactan fuertemente entre nosotros; está el hecho de presenciar el despliegue de una banda militar, con sus movimientos enérgicos y decididos. Nos recuerda factores tan importantes como el patriotismo y la historia de nuestra nación; pero al observar desfilar una banda de estas características, debemos tener presente que, desde los tiempos más remotos ha existido una particular relación entre las evoluciones militares y la música. Es bastante común el mito de que la música militar reduce sus ámbitos a la breve geografía de las marchas. Pero al analizar dicha afirmación encontramos que las marchas son hermosas y emotivas expresiones de la música guerrera. Por ello, podemos decir que muy pocos espectáculos penetran tan fuertemente en la sensibilidad humana, como el de una unidad militar desfilando, encabezada por una banda de guerra, y especialmente una banda instrumental. Por eso siempre recordamos, desde la infancia, el primer desfile; y a nuestros abuelos y antepasados, quizás les temblaría la voz al recordar a aquellos soldados que se alistaban y engrosaban las filas de los regimientos para defender el honor de nuestra patria. La música militar, podría definirse como la combinación armónica y rítmica de sonidos, destinados a despertar en el alma vibraciones patrióticas, sentimientos guerreros y a estimular la disciplina del cuerpo. En este punto cabe mencionar como antecedentes al presente tema, que Alejandro Magno se comunicaba por medio de instrumentos musicales con sus unidades, hasta


una distancia de dos kilómetros. Se hace referencia a que este gran estratega creó un código, del que son descendientes los actuales toques de clarín. En ese mismo orden de ideas encontramos que el arte musical es una de las manifestaciones más importantes de la cultura de toda raza o pueblo y por estar siempre presente en el gran teatro humano, la guerra. Si viajáramos en el tiempo en busca de los orígenes del tema en cuestión, encontramos que el primer canto bélico, fue el de Débora, que profetizó a los israelitas la victoria de Borrach contra Sisara, en el año 1281 A.C., y llegaríamos hasta Lily Marlene, que entonaban los soldados alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Hay una larga lista de páginas musicales de este tipo ligadas a las guerras. Así cada día cobraba más importancia la música, como elemento estimulante para el combate. Desde mediados del siglo

XVIII, la música militar se ve influenciada por las innovaciones de Federico II el Grande. A partir de esta fecha, se aumenta el número de ejecutantes en las formaciones musicales militares en España, y más tarde se incorporan a las bandas instrumentos no habituales procedentes de las orquestas, tales como los trombones y fagotes, los serpentones y tubas. En los tiempos antiguos, ya los griegos, dignos cultores del canto y la poesía, empleaban la música en el arte de la guerra. Citamos a Homero en La Ilíada, donde dice: “Cuán sonora se oye la voz de la marcial trompeta, que el arma toca en la ciudad que sitia poderoso enemigo, tan aguda entonces resonó la voz de Aquiles”. Los romanos, magníficos guerreros y hábiles conquistadores, con trompetas daban las señales y órdenes en los desfiles, campamentos y campos de batalla. La civilización islámica conformó conjuntos musicales un poco mejor orga39


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nizados a los cuales se les asignó la importante misión de acompañar al Sultán. Dichos conjuntos estaban compuestos por músicos ejecutantes de tambores de diversos tamaños, de platillos, de oboes y trompetas. Al Imperio Turco se debe la primera organización estable de conjuntos musicales militares, constituyendo esto el primer antecedente de lo que hoy se conoce como banda militar de músicos. Pero es recién en los siglos XVII al XVIII cuando la relación de la música y las evoluciones militares europeas se hizo más definida y organizada bajo la influencia de gobernantes guerreros y amantes de la música, descollando entre ellos Cornetas de una unidad militar venezolana, Carlos II de Inglaterra, Luis XIV de Francia y Federico el Granen una parada durante la década de 1950 de de Prusia. En efecto, durante la Restauración de Inglaterra, Carlos II organizó las bandas militares, incorporando algunos ins- Strauss, entre otros. trumentos musicales de uso común en las bandas franceEn el siglo XX, las bandas militares han evidenciado un sas. En Francia, Luis XIV constituyó las bandas del ejército avanzado progreso gracias al perfeccionamiento efectuado colocándolas bajo las órdenes de Jean-Baptiste Lully, com- en conservatorios que funcionan en modernas dependenpositor de la Corte y afamado músico. En Prusia por su par- cias bajo la dirección de maestros e instructores, posibilite, Federico reformó las bandas del ejército, entregando la tando, de igual forma, la creación de grandes bandas de organización básica que poseen hasta hoy algunas bandas concierto. en Europa. A lo largo de la historia de la música militar, encontraDurante la Revolución Francesa, fue divulgado el dogma mos, por ejemplo, que existen marchas de distintos estilos, de que no era posible una celebración cívica sin músiendo algunas más melódicas y otras más agresivas. Estasica. Ciertamente, las bandas militares jugaron dos Unidos, presenta aires marciales rápidos y vibrantes, un rol preponderante, puesto que, su accionar como lo demuestra John Phillip Sousa en “Estrellas y sobre las masas, estimuló el cultivo de dos Franjas por Siempre”. Alemania, representa el caso de formas musicales que poco a poco cobra“Panzer Lied”, marcha que acompañó a las unidades ron fuerza: los himnos y las marchas, que del Mariscal Erwin Rommel, que después de combatir son hasta hoy expresiones musicales en África, defendieron el territorio de Europa, por las que simbolizan los conceptos de progrefuerzas del III Reich, luego de la invasión aliada en Norso y elevación. mandía. Napoleón Bonaparte, amante de la Por otro lado, Francia tiene a “Quand Madelon”, pompa ceremonial, dotó de instrumentos marcha que posee tonos solemnes y un mayor ritmo de buena calidad a sus bandas, además pausado. Y finalizando, los sones de “Despedida de Slade reglamentarlas y crear academias vianka”, tema compuesto por el oficial de de música. En la mitad del siglo caballería Vasily Ivanovic Agapkin, basaXIX los instrumentos de las do en la liberación rusa de los 500 años bandas militares fueron del Imperio Otomano, que nos permite variando gracias conocer los sonidos de un país cuya al ingenio de vamúsica militar ha sido difundida munrios fabricantes, dialmente gracias a las interpretaque introdujeron ciones del coro del Ejército nuevos elemenRojo de Moscú. tos técnicos que En nuestro país —y permitieron embajo mi criterio muy plear una amplia personal— existen tegama de sonidos. mas de gran motivaDel mismo modo, ción marcial e implegrandes maestros de mentación de temas la música se sintieron inclinados a muy venezolanos componer piezas para bandas miadicionados a las litares. Tenemos el caso de Franz marchas, las cuales Schubert, Ludwig van Beethoven, son utilizadas en los Franz Joseph Haydn, Wolfgang grandes desfiles de nuesAmadeus Mozart, Gioacchino Rostras fechas patrias en el PaJoven tambor de una institución sini, Giacomo Meyerbeer, Johann seo Los Próceres. Marchas como de enseñanza militar venezolana


“Diana de Carabobo”, “El Indio y el Conquistador”, “Luisa Cáceres de Arismendi”, “Marcha Rondón”, con arreglos de temas musicales iconos de diferentes zonas de nuestro país como La Sapoara, La Lancha Nueva Esparta, etcétera. A manera de resumen plasmaré ciertas consideraciones sobre la aplicación de las bandas marciales en las Fuerzas Armadas de múltiples países, rasgos los cuales mencionaré a continuación: 1. La labor desarrollada por las bandas militares es muy valiosa, puesto que nos permiten no sólo el acercamiento cultural a la ciudadanía, sino que también representan la expresión formal de la música en el protocolo honorífico de las naciones; y proporcionan la pompa necesaria para realzar la magnificencia de las ceremonias cívicas y castrenses. 2. Dentro de los espectáculos que impactan fuertemente entre nosotros, está el hecho de presenciar el despliegue de una banda militar, con sus movimientos enérgicos y decididos. Nos recuerda factores tan importantes como el patriotismo y la historia de nuestra nación; pero al observar desfilar una banda de estas características, debemos tener presente que desde los tiempos más remotos ha existido una particular relación entre las evoluciones militares y la música. 3. Es bastante común la creencia de que la música militar, reduce sus ámbitos a la breve geografía de las marchas. 4. Durante la Revolución Francesa, fue divulgado el dogma de que no era posible una celebración cívica sin música. Ciertamente, las bandas militares jugaron un rol preponderante, puesto que su accionar sobre las masas, estimularon el cultivo de dos formas musicales que poco a poco cobraron fuerza: los himnos y las marchas, que son hasta hoy expresiones musicales que simbolizan los conceptos de progreso y elevación. 5. Es muy gratificante como músico resaltar que primero existieron bandas de guerra antiguas, las cuales tenían como misión intimidar al enemigo y posteriormente se comenzaron las bandas de guerra actuales a cumplir la misión de incentivar el espíritu de las unidades las cuales representaban. 6. No obstante, el concepto de banda en la actualidad está más ligado, por sus instrumentos más evolucionados y su estructura, a las bandas que existieron en el siglo XVII. Estas bandas cumplían una función organizativa en el combate, además de ser inspiradoras de las tropas con himnos o canciones nacionales o incluso animar los actos oficiales. 7. El desarrollo y mejora de las bandas es una historia paralela al desarrollo de los propios instrumentos que la van conformando desde la evolución del antiguo sacabuche al moderno trombón, o ya sea la aparición de nuevos instrumentos como el clarinete o el saxofón. 8. Su función principal es el acompañamiento de eventos militares: desfiles, actos oficiales, etc. En estas bandas no hay instrumentos de cuerda. Son las bandas con más historia, en ocasiones incluyen gaitas escocesas y otros instrumentos. Suelen ser bandas profesionales y con un elevado número de miembros. 41


Texto: Cnel. Idderf Ibarra T.* Fotos: Archivos ACM

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a Contrainteligencia como sistema de descubrimiento para detectar la posible actividad subversiva y garantizar la seguridad del Estado No se tiene conocimiento cierto de la fundación de la Contrainteligencia en el mundo, sin embargo en la historia contemporánea se produjeron dos acontecimientos importantes en Rusia, los que pudiesen ser tomados con cierta certeza como referencia para esa aparición: 1. La fundación de la Cheka por Felix Dzerzhinski; 2. La fundación del Servicio de Contraespionaje Militar Smersh, por el presidente Iósef Stalin. La Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, provocó la abdicación del Zar Nikolás II, y los burgueses de la época aprovechando la coyuntura política formaron un gobierno provisional, con el cual no pudieron resolver las principales carencias del pueblo (la reforma agraria, los cambios en las condiciones de los obreros urbanos y las aspiraciones de las minorías), lo que trajo como consecuencia el derrocamiento del mismo. Se funda entonces el CMR (Comité Militar Revolucionario), integrado en su mayoría por revolucionarios devotos de las ideas socialistas, motivados por las teorías marxistas y con la finalidad de suprimir un sistema que consideraban opresor e injusto.

Una vez derrocado el gobierno provisional, el CMR quedó a cargo de la defensa del nuevo gobierno soviético, de la lucha contra la contrarrevolución y asegurar el orden en la capital, siendo uno de sus principales actores Felix Dzerzhinski, cuya actividad principal se concentró en las tareas de reprimir la contrarrevolución y del bandidaje en la capital. Como miembro del CMR, firmó diversas órdenes y decretos relacionados con la seguridad del nuevo régimen (armamento para las milicias fieles al nuevo gobierno, arresto de sus opositores, reorganización de la Guardia Roja de la ciudad). El CMR dio paso al Sovnarkom (Consejo de Comisarios del Pueblo), el cual sentó las bases para la reestructuración del país, que condujo a la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922. Fue evolucionando hasta convertirse en la máxima autoridad gubernamental del Poder Ejecutivo bajo el sistema soviético instaurado en las Repúblicas de la URSS.

La Contrainteligencia de descubrimiento la posible activida y garantizar la segur 42


a como sistema para detectar ad subversiva ridad del Estado

Ante la persistencia de las huelgas de funcionarios que respaldadas y financiadas por la burguesía, amenazaban con paralizar la actividad del Sovnarkom, éste solicitó a Dzerzhinski que formase una comisión especial para estudiar las medidas adecuadas para enfrentarse a lo que consideraba sabotaje por parte de los huelguistas. Al día siguiente, Dzerzhinski presentó su informe al Sovnarkom, en el que describía la situación como de grave emergencia y exigía la aplicación de la violencia revolucionaria a los considerados como contrarrevolucionarios. Es así como se toma la decisión de la creación de la Cheka (Comisión Extraordinaria para la Lucha contra la Contrarrevolución y el Sabotaje), presidida por Felix Dzerzhinski, cuya finalidad principal era cumplir tareas de erradicación de las huelgas de funcionarios que paralizaban la Administración de la URSS, descubrimiento de planes para extender la huelga al resto del país y la financiación por parte de los grandes industriales y banqueros, investigar supuestas actividades contrarrevolucionarias y aplicar algunas penas menores, ejercer cualquier medida por deplorable que pareciese para acabar con el mal e implantar una nueva sociedad en la que no existiese la explotación. El ideal de su fundador se expresaba en su lema: “Personas con cabeza fría, corazón caliente y manos limpias”. Por otra parte, el 19 de abril de 1943, por disposición del Directorado de departamentos especiales del NKVD (Comisariado de Pueblos para Asuntos Internos) se crea el Smersh (Smert Shpionam), cuyo significado es “Muerte a los Espías”. Éste fue el Departamento de Contrainteligencia de la Unión Soviética formado durante la Segunda Guerra Mundial para proteger al Ejército Rojo y secundariamente para arrestar a los traidores, desertores, espías y elementos

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criminales; además de cumplir misiones relacionadas con los dobles agentes, conducir operaciones de contraespionaje y transferir la inteligencia recogida durante sus operaciones. Su primer jefe fue Victor Abakumov.

Felix Dzerzhinski

Contexto nacional En Venezuela se comienza a utilizar el término “contrainteligencia” a partir de la década del 2000, cuando en el año 2002 se promulga la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, y a partir del año 2005 se da inicio a cinco reformas sucesivas de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; la última de 2014. Aunque son numerosas las materias vinculadas a la Seguridad de la Nación en la República Bolivariana de Venezuela, que aún no han sido desarrolladas por ley, entre éstas la referida al funcionamiento del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia, previsto en el artículo 26 de la Ley de Seguridad de la Nación. Sin embargo, el 11 de mayo de 2008 fue promulgada la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia, aprobada según Decreto Nº 6.067, que en su página 9 define la Contrainteligencia y sus actividades; esta Ley fue derogada el 14 de mayo del mismo año. En la década de 1970, en los libros de estudios y terminología militares hacen referencia a la Contrainteligencia como concepto, específicamente en el Manual de Campaña MC-21-01-61 “Instrucción Individual del Soldado”, del año 1974. En la pág. 122 la define como: «La Contrainteligencia militar abarca todas las medidas y acciones que tomamos para descubrir, evitar y neutralizar el espionaje, el sabotaje y la subversión y que adoptamos para evitar que el enemigo sepa dónde estamos, lo que estamos haciendo, lo que planeamos hacer y cuán fuertes somos».

El 10 de febrero de 2015 se publicó en la Gaceta Oficial N° 40.599 el Reglamento Orgánico de Inteligencia y Contrainteligencia Militar, a través del Decreto N° 1.605, cuyo objeto es establecer la estructura, organización y funcionamiento. En ese decreto menciona que la Dirección de Contrainteligencia Militar tiene la siguiente Misión:

«Un Organismo de Seguridad de Estado, dependiente funcional y organizativamente del Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y administrativamente del Ministerio del Poder Popular para la Defensa; que tiene como misión, conducir, coordinar y ejecutar las actividades tendentes al Descubrimiento, Prevención y Corte de la Actividad Enemiga, contribuir con la seguridad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana así como con la seguridad y protección del Presidente o Presidenta de la República Bolivariana de Venezuela y servir de Órgano auxiliar de la Justicia Militar y Ordinaria; todo ello dirigido al fortalecimiento de la Defensa Integral de la Nación».

Conceptualización Se puede definir la Contrainteligencia como: El conjunto de esfuerzos que realiza la Seguridad del Estado con sus órganos a través de medidas tendientes a establecer un sistema de actividades investigativas para descubrir, prevenir y cortar la actividad subversiva contra el Gobierno legítimamente constituido que realizan o puedan realizar los Servicios de Inteligencia Secretos del enemigo, organizaciones o grupos contrarrevolucionarios, elementos aislados, así como crear las condiciones operativas, con el fin de prevenir el daño que pueden causar dichas actividades a los intereses del Estado.

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Zar Nikolás II


Un Estado, legítimamente constituido para mantener su integridad, debe contar con un sistema informativo eficiente con base en el descubrimiento para con ello prevenir las posibles acciones de los elementos subversivos, contrarrevolucionarios y/o connacionales que de una u otra forma con sus actividades tengan la intención de causar daño al Estado y sus instituciones. Desde tiempos milenarios cuando se escribía sobre el Pensamiento Estratégico, en el Arte de la Guerra de Sun Tzu, el General Chang Yu cita: “El conocimiento anticipado no se logra por medio de fantasmas o espíritus; tampoco se consigue por analogía ni por cálculo”. Se establece la siguiente interpretación: “El conocimiento anticipado es lo que capacita a un gobierno inteligente y a un militar sabio para vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios. El conocimiento anticipado se debe obtener de quienes conocen la situación del enemigo”. El estudio de la actividad subversiva enemiga constituye un objeto esencial del trabajo de la Contrainteligencia, por cuanto le permite a través de un buen trabajo operativo secreto, descubrir las estrategias políticas, militares, de inteligencia, sus objetos, rasgos que la caracterizan, su táctica y los sujetos que las realizan. Conocer las formas, modalidades, métodos y medios que emplean y el dominio de estos aspectos posibilita comprender las proyecciones y acciones del enemigo, valorar sus tendencias objetivamente y organizar nuestros sistemas de enfrentamiento con mayor efectividad. Es importante resaltar que la actividad subversiva contra la República Bolivariana de Venezuela y demás países revolucionarios y progresistas tiene su génesis en la política de los altos dirigentes de los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados, dirigida a frenar los cambios y destruir la Revolución, los avances del Socialismo e integración a escala continental. Esas autoridades dirigen y constantemente ejecutan acciones con el fin de consolidar sus objetivos en contra del país. La actividad subversiva es parte consustancial y responde a la estrategia política militar y de inteligencia, así como a la táctica que sigue EEUU, en aras de alcanzar su cometido claramente definido en nuestra área geográfica y en cada país de su interés en particular. ¿Cómo se obtiene la información del enemigo para descubrir sus intenciones? Esto se logra implementando actividades y habilidades de enfrentamiento de la Contrainteligencia, que mediante el empleo de sus métodos y procedimientos recolecta, obtiene y aprecia informaciones de interés para la Contrainteligencia, lo cual realiza a través de fuerzas y medios propios, tanto humanos como técnicas operativas. Existen métodos

clásicos para la obtención de la información: compra, adquisición, recolección, robo y sustracción. ¿Cómo buscar y obtener información? Estableciendo un conjunto de acciones destinadas a la adquisición de datos de interés del enemigo, mediante el empleo de procedimientos sistemáticos y tácticas particulares, públicos y/o secretos, utilizando para ello las fuerzas y medios disponibles, fuentes humanas y técnicas operativas. Esta forma de actividad constituye el punto de partida de todas las formas y modalidades de la actividad enemiga. Para ello se pueden utilizar fuentes de información públicas o fuentes de información secretas. Existen también métodos clásicos para buscar y obtener información: La observación operativa, la indagación operativa, el sonsacamiento operativo, la modelación operativa, la inspección operativa y el Experimento Operativo. Cuando nos referimos a las fuentes secretas para la obtención de la información, allí intervienen las fuentes humanas, que son personas o grupo de personas quienes bajo premisas políticas, ideológicas, patriotismo, raíces bolivarianas y revolucionarias, que luego de una comprobación operativa se preparan operativamente con hábitos y habilidades especiales para que de una u otra forma suministren información operativa de interés, de manera clandestina a nuestros servicios de Contrainteligencia, y las técnicas operativas, que son el conjunto de fuerzas y medios destinados a prestar servicios a los órganos operativos de enfrentamiento de la Contrainteligencia, empleando para ello clandestinamente sistemas y medios técnicos especializados. Si todos estos elementos son engranados y bajo una dirección de comando idónea con arraigos de principios de Nacionalidad, Bolivarianismo, Patriotismo, Honestidad, Moral y Ética, se podrá consolidar un sistema que coordine la clandestinidad, el enmascaramiento, preparación de fuentes humanas y un conjunto de aparatos técnicos operativos para formar un sistema de descubrimiento y prevención de las posibles actividades secretas o públicas que pudiesen realizar los servicios especiales del enemigo o contrarrevolucionarios adeptos a los intereses extranjeros que tengan la intención de causar algún tipo de daño al Estado Venezolano, a sus instituciones, a su alta dirigencia o a nuestro pueblo como un todo.

* CEOFANB. 2° Comando. 45


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Texto:GB. Misael Ramón Sierra Oberto* Fotos: TSU Engers Rodríguez

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esde que el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana tomó la Presidencia de Venezuela en Diciembre de 1998, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, como institución fundamental del Estado, ha estado comprometida con el proceso de transformación y cambio por él liderado, desarrollando un compromiso que ha ido más allá de la misión y roles que tradicionalmente le han sido asignados. Las realidades actuales y la nueva visión de país, requieren, necesitan y exigen a la FANB, una mejor preparación para atender amenazas internas derivadas de la tensión social existente, así como una mayor y más activa participación en el desarrollo nacional que garantice la Seguridad y Defensa Integral de la Nación. Este renovado énfasis en un rol poco tradicional para la institución militar hasta ahora, demanda la necesidad de una postura diferente para la organización, razón por la cual la institución castrense debe hacer de esa exigencia, una prioridad y parte esencial de su futuro institucional, orientando los esfuerzos para la consolidación y optimización de la organización que le permita mantener el rol protagónico y la responsabilidad del sector castrense en este proceso de transformación y cambio. Con esta visión, el Presidente Chávez creó el 15 de Mayo de 1999 el Servicio Autónomo de Bienes y Servicios del Ejército (SABSE), y posteriormente, el 20 de Noviembre de 2012, amplió sus atribuciones y alcance renombrándolo como Servicio Desconcentrado de Bienes y Servicios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (SEDEFANB). Ideales libertadores como guías para la acción Con el honor que me confiere el haber sido designado Director de este Servicio Desconcentrado desde el 8 de agosto de 2017, con especial complacencia, profundo orgullo de soldado y con la humildad a cuestas que caracteriza a los hombres de Providencia, quiero dirigir un fraternal saludo a los compañeros de armas, recordándoles que los profesionales de las armas debemos y estamos obligados voluntariamente a vivir para el servicio a la Patria, con la convicción siempre presente de cumplir las exigentes obligaciones de nuestra gloriosa carrera, siendo en consecuencia la mayor satisfacción que podríamos obtener, porque es verdadera, profunda y auténtica, porque además invita siempre a recordar al pueblo que moldea y robustece en su conciencia nacionalista, la necesidad imperiosa de cultivar sentimientos que reconforten y estimulen la personalidad colectiva, al rescoldo de los atrayentes pasajes históricos que rubrican la grandeza alcanzada a través del tiempo, cuando hombres e instituciones, haciéndose intérpretes y realizadores de los ideales y anhelos de la época, imbuidos siempre del ilu-

sionado impulso y de fulgurantes despliegues de acciones heroicas, institucionalistas y patrióticas, trazaron rumbos, fraguaron destinos y lanzaron discursos, arengas y mensajes que fueron capaces de asegurar la realización esplendorosa que la gloria les otorga por el realce y beneficio de las generaciones del presente; ¡me refiero específicamente a los héroes libertadores de Venezuela! Es por eso que la FANB y sus órganos de dependencia tienen que asumir responsabilidades para con la historia, a objeto de seguir escribiendo estupendas y notorias lecciones, a propósito del papel que le corresponde como la base de sustentación y defensor a ultranza del orden legalmente constituido por soberana voluntad del pueblo, siendo entonces garante de la libertad, soberanía y de inviolabilidad de la Ley, sagrada herencia de noble estirpe cuyas raíces están tatuadas en el sistema democrático que con místico temple sostenemos. Es así como SEDEFANB debe seguir teniendo, como lo ha hecho desde su creación, participación activa en las apremiantes y hermosas tareas del Desarrollo Integral de la Nación. Consagración a la excelencia SEDEFANB, como parte integral de la FANB, debe ser pilar generador de confianza a nivel de las diversas instituciones del Estado, que permita una sana y fraterna convivencia; con el compromiso de Servir con Excelencia como propuesta fundamental, donde la dedicación al trabajo fecundo, sea telón de fondo para alcanzar el máximo de objetivos posible. En este sentido, nuestros objetivos están claramente delineados en el ordenamiento jurídico del país y, en esta vía, respetar la Ley no sólo es un acto de disciplina sino que su acatamiento es deber de los hombres dignos, honrados y patriotas; más aún cuando eso lo aprendimos, primeramente, en nuestros hogares, luego en nuestras escuelas de Secundaria y al final en las distintas Academias y Escuelas de Formación Militar, forjadoras de hombres y mujeres útiles a la Patria, irradiando luego esos conocimientos en las diferentes dependencias donde ser patriota es sinónimo de soldado auténtico.

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Nuestro Libertador Simón Bolívar repetía y lo probaba con hechos: “Yo cifro mi gloria en servir y no en mandar”. En consecuencia, la gloria no es mandar sino ejercitar nuestras grandes virtudes. Palabras para la reflexión “Servir bien” y “Ejercitar grandes virtudes” que todo profesional debe analizar, interpretar y seguir como normas de vida, especialmente entre hombres y mujeres que tienen frente a sí a otros profesionales de menor graduación o supervisados. Por ello no podríamos olvidar como a lo largo de la existencia de nuestro SEDEFANB, se ha demostrado que “El hombre es y será siempre el sujeto y el sustantivo de toda expresión, de toda acción dentro de la institución castrense” donde el talento humano seguirá siendo el nervio que transmite, el cerebro que proyecta, que construye y dinamiza; razón por la cual los supervisados serán nuestro músculo, la inteligencia, la capacidad y el sonoro timbre de moralidad y patriotismo, en ese anhelo irreprimible de que toda obra buena tiene que ser al mismo tiempo patriótica, porque toda obra patriótica es buena por igual. SEDEFANB tiene como misión «Contribuir con el Ministerio del Poder Popular para la Defensa en la ejecución de Políticas, Planes, Programas y Proyectos del Sector Defensa, para la consolidación del Desarrollo Integral de la Nación a través de un sistema autosuficiente y sustentable de producción, distribución, compra y venta de bienes y prestación de servicios a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y a la colectividad». Para ello cuenta con una estructura organizativa enfocada a potenciar dichas capacidades en un marco de legalidad, responsabilidad, trasparencia y eficiencia. Sin embargo, la capacidad actual de suplir las necesidades de la FANB y la colectividad y la prevista para un futuro inmediato, le permite al SEDEFANB, a través de una nueva estrategia corporativa, desarrollar y consolidar un nuevo modelo de organización, moderna, que contribuya con el proceso de consolidación y Desarrollo Integral de la Nación, contando con capital humano altamente capacitado, con elevado sentido de pertenencia, líder en la producción, comercialización y distribución de bienes y prestación de servicios a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y a la colectividad, generando recursos financieros necesarios para la auto sostenibilidad de la Institución, permitiéndole de esta manera integrarse al aparato productivo nacional con Eficiencia, Sostenibilidad e Integración Social en la búsqueda de la Autonomía Productiva e Independencia Tecnológica para el nuevo concepto de la Defensa Integral de la Nación. En este sentido, todas las actividades y operaciones del SEDEFANB se rigen por los principios de Respeto: Por


cada uno de nuestros miembros y por la dignidad de las personas; Honestidad: Máximo compromiso de integridad en todo lo que hacemos; Confianza mutua entre los trabajadores y directivos; Credibilidad: Cumplir lo prometido en el tiempo que se ha comprometido, y Mejoramiento continuo en todo lo que hacemos. En SEDEFANB, como marco de referencia que inspira la actuación de todos los integrantes de la institución y los orienta al cumplimiento de la Misión y el logro de la Visión, se asumen cinco valores principales, los cuales son: Responsabilidad, Liderazgo, Eficiencia, Vocación de Servicio, Trabajo en Equipo y Cooperación. Proyección de capacidades y desempeños Por eso y bajo el escenario presentado, el reto actual para SEDEFANB como órgano desconcentrado de la FANB es, por tanto, poder traducir las debilidades existentes en fortalezas y evaluando el entorno, aprovechar oportunidades reduciendo las amenazas para desarrollar al máximo sus capacidades y adecuarse proactivamente al entorno político, económico y social nacional, a fin de mantener y mejorar la capacidad de respuesta que el país y la FANB necesitan y exigen para así poder garantizar la paz y el sosiego requeridos para progresar. La herramienta por excelencia que permite hoy en día transitar el camino hacia lo deseado de una forma lógica, sistemática, con pluralidad y profundidad, es la Planificación Estratégica. Ella permite decidir hoy sobre eventos futuros en un ambiente de alta incertidumbre, permite además visualizar oportunidades a partir de las dificultades existentes; permite adecuar acciones ante los cambios constantes del entorno y orientar dichas acciones a la corrección de las deficiencias orgánicas de la organización. En conclusión, permite de alguna manera crear el futuro deseado. La Planificación Estratégica es y será el instrumento rector para el empleo, despliegue y consolidación del SEDEFANB, en ella se describirán los lineamientos, objetivos y acciones, que permitirán afrontar con éxito el reto planteado. En resumen, la Planificación Estratégica, permitirá crear un SEDEFANB acorde con el espíritu y preceptos tipificados en la Constitución y, según las políticas y directrices del ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Cuando se realiza una revisión desde el punto de vista histórico de la actuación del SEDEFANB desde su creación hasta el presente, se puede afirmar que SEDEFANB se ha dedicado por sus atribuciones especiales a la producción, comercialización y distribución de bienes y prestación de servicios, a la FANB y a la colecti-

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vidad, pudiendo encargarse de un mercado más amplio y diversificado, razón por la cual SEDEFANB debe reorientar su Estrategia Corporativa, para de esta manera contribuir con el Ministerio del Poder Popular para la Defensa en la ejecución de Políticas, Planes, Programas y Proyectos del Sector Defensa, para la consolidación del Desarrollo Integral de la Nación a través de un sistema autosuficiente y sostenible de producción, distribución, compra y venta de bienes y prestación de servicios a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y a la colectividad, con miras a ser una organización moderna, que contribuya con el proceso de consolidación y Desarrollo Integral de la Nación, contando con capital humano altamente capacitado, con elevado sentido de pertenencia, líder en la producción, comercialización y distribución de bienes y prestación de servicios a la FANB y a la colectividad, generando recursos financieros suficientes que permitirán la auto sostenibilidad de la Institución. De esta manera, SEDEFANB estará en concordancia con el Plan de la Patria. Las líneas estratégicas de la FANB para la Defensa Integral de la Nación, están operacionalizadas en el Plan Sucre y son ejecutadas a través de la Tarea Libertad y la Misión Negro Primero, materializando de esta manera el esfuerzo de planificación requerido para cumplir con las responsabilidades asignadas a la Institución, en la consecución de los intereses nacionales, la Seguridad y Defensa del Espacio Geográfico, el Mantenimiento del Orden Interno y la participación activa y determinante en el Desarrollo Nacional. Verificando todo lo anterior, resulta imperativo tener fe en Venezuela; en nuestro gentilicio, en el origen histórico de una patria que a todos nos pertenece para que de esta manera logremos incrementar el mayor esfuerzo que garantice a plenitud el desarrollo de aparato productivo nacional. Hagamos entonces del individuo, de nosotros mismos y de esta causa rectora, la unidad de propósitos que obliga a servir con lealtad, entusiasmo y decoro al suelo patrio, bajo nuestro lema: “Servir con Excelencia, es nuestro compromiso”.

Productos y Servicios ofrecidos actualmente Servicios Especializados en: Administración de Recursos Financieros de otros entes de la Administración Pública. Todo en la Ejecución financiera de Proyectos y construcciones de obras civiles. Alianzas Comerciales y Estratégicas con empresas proveedoras de bienes y servicios especializados para alcanzar la mayor competitividad en el mercado. “Panadería Fuerte Tiuna”, que consta de Panadería, Pastelería, Charcutería, Pizzería, Librería y Papelería. Escuela de Natación y Fisioterapia Acuática “Tcnel. Eliézer Otaiza”: Funcionando en instalaciones de nuestra sede, para niños y adultos a partir de los 3 años de edad. Alquiler de Espacios: Para eventos corporativos, fiestas de Fin de Año, bodas, graduaciones, fiestas infantiles y actividades de esparcimiento y recreación. Servicios de Intermediación y Encomienda para la comercialización de bienes y servicios: Estamos en la capacidad de gestionar la comercialización para la adquisición de bienes, prestación de servicios y ejecución de obras a los órganos y entes de la Administración Pública, a través del servicio de Encomienda de Gestión Administrativa, la Intermediación y/o procura por la vía de la adjudicación directa de acuerdo con el artículo 5º numeral 10 de la Ley de Contrataciones Públicas; igualmente ofrecemos la asesoría legal y contable pertinente para la adquisición de los mismos y la mejor relación entre calidad y precio. * Director del SEDEFANB. Doctorado en Gerencia, Universidad de Yacambú (2018). Magister en Seguridad, Defensa Integral e Integración (Instituto de Altos Estudios a la Defensa Nacional, IAEDEN). Magister en Gerencia de Recursos Humanos (UNEFA). Magister en Ciencias y Artes Militares (Escuela Superior de Guerra del Ejército Bolivariano). Especialista en Gerencia de Recursos Humanos (Universidad Santa María). Diplomado en Capacitación Docente (Escuela Superior de Guerra del Ejército Bolivariano). Diplomado en Derecho Internacional Humanitario (Escuela Superior de Guerra del Ejército Bolivariano).


Texto: MSc. Yoly E. González P.* Fotos: Archivos ACM

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esde el inicio en la historia conocida tenemos que el hombre trata de comprender el medio en que habita, para luego integrarse al grupo más cercano o con el cual se identifica, creando nuevas relaciones. Las mismas poseen un grado de complejidad históricamente desarrollado, y aún más si se analizan desde la perspectiva organizacional, donde todas las subjetividades son unificadas o asociadas mediante acuerdos, reglas o normatividades, permitiendo un entrelazado de relaciones sociales, culturales, políticas y económicas. Esto lo denominamos sociedades. Es conocido por todos que diferentes grupos humanos han controlado a otros menos desarrollados, de allí que cada proceso educativo se registra, luego se evalúa y dependiendo de su utilidad o beneficio se replica; esto es a nuestro juicio la razón inicial de la escritura, el dibujo y la elaboración de esculturas.

Durante años las naciones han implementado políticas educativas para potenciar su desarrollo, de allí que las instituciones de educación han utilizado diversas herramientas para lograr el progreso y distribución de la misma. Paralelamente, una de las características más resaltantes de nuestro tiempo es la creciente importancia de los recursos naturales en función de su utilización, a partir de los avances científicos y tecnológicos producto del conocimiento cada vez más profundo de la materia, la naturaleza y la vida. En la actualidad las tecnologías educativas pasan por el empleo de la autopista de la información (Internet y otras formas digitales), para potenciar el proceso formativo, y una vez encauzado convertirlo en conocimiento. Joaquín Luque Rodríguez, lo define: «Admitamos por el momento que el mundo está constituido por un conjunto de entes... En primera instancia, el sujeto del conocimiento, el sujeto que conoce, coincide con el sujeto gramatical de la oración que expresa el acto de conocer. El sujeto no es otro que el ente particular que conoce su exterior, que recibe información de

El conocimiento como elemento para el desarrollo de los líderes transformadores y resilientes

«Nuestra responsabilidad moral no consiste en detener el futuro, sino moldearlo para cambiar nuestro destino». ALVIN TOFFLER.1 51


su circunstancia. Por el contrario, el objeto del conocimiento, aquello que es conocido, es en primera aproximación del mundo exterior, los entes circundantes, las cosas». 2

Entonces, simplificando el proceso de obtención de conocimiento, existen varios factores, pero dos elementos son especialmente importantes: el sujeto y el objeto del mismo. También tenemos varios tipos de conocimiento según los autores: podemos decir que hay uno común o cotidiano, también conocido como empírico-espontáneo y se obtiene a través de la práctica que el hombre realiza diariamente. Otro denominado conocimiento científico, que es adquirido en una actividad conjunta de los órganos sensoriales y del pensamiento, apoyándose en la reflexión teórica y guiada por principios y reglas, lo cual implica conocer las causas por las cuales estos fenómenos surgen, se desarrollan y modifican, siendo generados en la naturaleza y la sociedad. Este conocimiento científico debe ser sometido a evaluaciones para comprobar su veracidad. Nuestro tema aborda otra dimensión del problema, como lo es la difusión. Aquí es donde la profesora Carmen Guadilla, en su artículo “Nueva geopolítica mundial del conocimiento”, nos aclara que: «El conocimiento, a diferencia del capital físico, no es un bien

agotable, en el sentido que nadie se queda sin conocimiento por dar conocimiento. Lo que ha sido agotable anteriormente han sido los medios presenciales para distribuir el conocimiento (infraestructura física, profesores, bibliotecas), pero actualmente las formas digitales permiten distribuir conocimiento de manera infinita…». 3

Lo que nos permite decir que en esta “Sociedad de la Información” lo realmente importante, una vez desarrollado el conocimiento, es su divulgación o publicación para apuntalar el desarrollo del área en cuestión. Liderazgo y contexto cognoscitivo En cuanto al liderazgo, podemos decir que un líder capaz puede convertir una visión en una realidad. Para hacer esto posible debe influir sobre sus seguidores o subordinados, de modo que muestren disposición al cambio. Estos líderes necesitan una serie específica de aptitudes y actitudes que guíen sus acciones, y se pueden concebir como las herramientas interiores para motivar a los subordinados, colaboradores, empleados, dirigir los sistemas y procesos, para guiar a la organización hacia metas comunes que le permitan alcanzar su visión general u objetivos trazados. Por esta razón citamos a Tomás Soriano, quien nos ilustra sobre el liderazgo:

Características de las personas resilentes Alto nivel de competencia Motivación hacia metas

Autonomía e independencia

Sentimiento de esperanza

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Actitud positiva Buen manejo del estrés

Buenos estilos de enfrentamiento a las adversidades

Autoestima alta


https://astridsantiago.blogspot.com/ «…es un conjunto de actitudes, conocimientos y capacidades que hacen al líder tan distinto del resto que inspira a quienes están alrededor, a seguirle tanto a él como a sus palabras y ejemplo». 4

En ese texto también se describen varios tipos de liderazgos, tales como: coercitivo, orientativo, afiliativo, participativo, imitador y capacitador; los cuales hemos mencionado sólo como una referencia pedagógica. A los fines de este artículo, tenemos otras consideraciones sobre los tipos de liderazgos, enfocándonos directamente en el liderazgo resiliente, que precisaríamos como la capacidad de recuperarse o sobreponerse y adaptarse con éxito ante la adversidad. El término “resiliencia” tiene su origen en la física y la ingeniería: es una magnitud que cuantifica la cantidad de energía por unidad de volumen que almacena un material al deformarse elásticamente debido a una tensión externa aplicada. La resiliencia en nuestro nuevo líder, es su capacidad para superar la adversidad y situaciones límites; pudiendo así proyectar a futuro un conjunto de respuestas o comportamientos de superación. Sin duda es el perfil más buscado en los líderes de hoy en día. En aras de una definición académica debemos citar a Richardson, Neieger, Jensen y Kumpfer cuando nos dicen:

«…la resiliencia como el proceso de afrontamiento con eventos vitales desgarradores, estresantes o desafiantes de un modo que proporciona al individuo protección adicional y habilidades de afrontamiento que las que tenía previa a la ruptura que resultó desde el evento».5

Y es que en este mundo marcado por la escasez de recursos, globalizado, sobrepoblado, interconectado y muy convulsionado por diferentes factores, es el líder quien se ajusta a tales tiempos, al requerirse atributos físicos, psicológicos y psicosociales que le permitan resolver los problemas que le afecten como individuo, pero también impulsar, promover e incentivar al personal en distintos entornos; para lograr el fin último, de toda organización, que es cambiar para mejorar, basados en la organización, planeación, identificación y espíritu de superación, pese a las adversidades. Tales dirigentes tienen rasgos que pueden desarrollarse como lo menciona el médico psiquiatra Fernando Linares, quien plantea: «…1) juicio con pensamiento crítico, 2) originalidad empleando la inteligencia práctica, 3) coraje con perseverancia y diligencia, 4) ciudadanía, civismo, lealtad y trabajo en equipo, 5) prudencia, con discreción y cautela, 6) auto-control o auto-regulación, 7) optimismo y proyección hacia el futuro...».6

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El paradigma “transformacional” nos ha instruido en los últimos años que algunas de las competencias más importantes que consigue el perfil transformador son: la visión global, el pensamiento estratégico, pensamiento conceptual, orientación al logro y los procesos, la capacidad de movilización, la capacidad de influencia y la empatía. El líder actual demanda nuevas capacidades, que sin menguar las anteriores, definen su resiliencia: enfrentamiento a la adversidad, capacidad de superación, altos niveles de autoconfianza, perseverancia, orientación al logro y flexibilidad. Siendo conscientes de que cada ser humano es capaz de crear su realidad en su cerebro, es de nuestro interés conocer que se estima que el mismo procesa durante el día más de 50.000 pensamientos, de los cuales más del 80 por ciento se refieren a nosotros. Tomando en cuenta que el proceso de cambio de un individuo se origina en primera instancia en el pensamiento, para después accionar, debemos preguntarnos entonces ¿Poseemos la capacidad de cambiar? Por supuesto que podemos cambiar, lo relevante de este proceso es que se sienta la necesidad del cambio y el deseo de obtenerlo. Debido a que sólo cambia quien decide hacerlo. Apoyándonos en otras disciplinas, se debe reconocer que existen procesos de entrenamiento que ayudan a desarrollar la resiliencia de nuestros líderes, donde el planteamiento imprescindible de partida es el tratamiento de sus creencias y modelos mentales, punto de inicio de su percepción de la realidad, y el resultado es un liderazgo capaz de plantear varias alternativas que le permitan una toma de decisiones más fácil y efectiva. Es necesario reevaluar posturas, analizar estrategias, remodelar tendencias y realizar un examen real de la gran variedad de posibilidades que como seres humanos se nos permite encontrar en los escenarios naturales, artificiales, tecnológicos, futuristas; pero sobre todo como escenarios vivos y dinámicos, en la transformación de los individuos y asociaciones más adecuadas, al contexto tanto socio-cultural como económico. Para ello, John C. Maxwell, en su libro nos recuerda:

Resilencia y entorno militar Después de investigar y desmenuzar el tema de la resiliencia, podemos afirmar que desarrollando una actitud resiliente se nos permite proveernos de una cubierta protectora que disminuye los factores de riesgo al fracaso en cualquier actividad humana. Ser un líder resiliente con experticia técnica en el área de desempeño es ser optimista, realista, prudente y lógico para afrontar los problemas con determinación y entereza, a fin de salir airosos ante las situaciones adversas; en pocas palabras, ser ‘proactivos ante la vida’ para ayudar a la organización a alcanzar las metas planteadas. El liderazgo resiliente no sólo tiene aplicación en el ámbito empresarial, también puede implementarse en el campo militar, debido a que el personal que labora en él está sometido diariamente a eventos estresantes que tienen un costo elevado en el estado físico, emocional y mental del mismo. Los escenarios que se generan actualmente poseen una serie de características que condicionan las operaciones militares tradicionales y someten al personal participante en una situación de estrés prolongado. El ser militar implica mayores riesgos para la vida que otro tipo de trabajos. Por ello se requiere disponer de herramientas básicas de resiliencia, como el desarrollar una actitud optimista con esperanza e integridad, basados en la responsabilidad sobre las acciones ejecutadas; para superar los efectos diarios del estrés y manteniendo unos niveles adecuados de disfrute y bienestar. Es propicio recalcar que las características que precisan el concepto de la resiliencia radican en que no se trata sólo de superar un acontecimiento traumático, sino más bien, de salir fortalecido del mismo. Por tal motivo, se considera como el resultado de un largo proceso individual, dinámico y evolutivo que variará siempre en función del con-

«...mientras esté formando su organización, no olvide lo siguiente: El personal determina el potencial de la organización, las relaciones determinan la moral de la organización, la estructura determina el tamaño de la organización, la visión determina la dirección de la organización y el liderazgo determina el buen éxito de la organización».

Esta cita nos permite ver la importancia del liderazgo resiliente, para el logro de los objetivos de las organizaciones, sociedades y naciones. Y como dice Alvin Toffler: “Nuestra responsabilidad moral no consiste en detener el futuro, sino moldearlo para cambiar nuestro destino”, permitiéndonos agregar para nuestra supervivencia. 54

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texto, las circunstancias y la etapa evolutiva en la que se encuentre cada individuo. Por lo tanto, existen significativas razones para potenciar e implementar el estudio de la resiliencia en el ámbito militar. En esta guerra actual o híbrida se requiere la implementación de programas de entrenamiento que permitan capacitar a los líderes en el desarrollo de habilidades, aptitudes y actitudes con las características del líder resiliente y lograr extrapolarlo al personal a su mando. Se debe tener presente que entre las responsabilidades de los oficiales al mando resalta la mejora constante de las actitudes, la resiliencia mental y conductual de su personal en aquellas operaciones que posean una elevada carga de estrés. El líder debe propiciar un buen clima para que sus subordinados se sientan libres y cómodos para expresar sus sentimientos y solicitar ayuda, siendo consciente de que dicha solicitud se considera correcta y necesaria. * Magister en Gerencia de Recursos Humanos (UNEFA). Doctoranda en Ciencias de la Educación (UPEL) Facilitadora (Docente Postgrado) en UNEFA y Facilitadora empresarial en el área de Gestión Humana y Desarrollo Organizacional Licenciada en Administración de Empresas (UBA).

Notas:

Alvin Toffler nació en Nueva York el 3/10/1928, muere en Los Ángeles el 27/06/201. Escritor y futurista estadounidense, doctorado en Letras, Leyes y Ciencia, conocido por sus discusiones acerca de la revolución digital, la revolución de las comunicaciones y la singularidad tecnológica. 2 Joaquín Luque Rodríguez: El Conocimiento, 1993, Facultad de Informática y Estadística, Universidad de Sevilla, 1993, pp. 3-4. 3 Carmen García Guadilla: “Nueva geopolítica mundial del conocimiento”, UNESCO-IESALC, http://www.iesalc.unesco.org.ve/index. php?option=com_content&view=article&id=2415:nueva-geopolitica-mundial-del-conocimiento&catid=187&Itemid=726&lang=es 4 Monografías 136, Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, “El liderazgo en las Fuerzas Armadas del siglo XXI”, p. 40, Catálogo General de Publicaciones Oficiales, 2013, España, http://publicacionesoficiales.boe.es/ 5 G E. Richardson, B. L. Niger, S. Jensen y K. L. Kumpfer (1990): The resilience model. Health Education, págs. 21, 33-39, citados por Elisardo Becoña: “Resiliencia: Definición, características y utilidad del concepto”, en Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, Vol. 11, Nº 3, pp. 125-146, 2006. 6 Fernando Linares: “Características de la resiliencia”, Edición impresa 23/09/2014, Periódico Los Andes, San Martín 1049 - Mendoza, Argentina, http://losandes.com.ar/article/caracteristicas-de-la-resiliencia 7 John C. Maxwell: Las 21 leyes irrefutables del liderazgo, Thomas Nelson, Inc., Tennessee, 1998, p. 129, file:///C:/Users/Ricardo/ Downloads/Las_21_Leyes_Irrefutables_del_liderazgo-1%20(1).pdf 1

http://2.bp.blogspot.com/-Lzc5HWykpQM/VH6u_an25UI/AAAAAAAAAGE/K8iDFhDUgqM/s1600/liderazgo2.gif 55


La Defensa Multidimensional.

Respuesta del CEOFANB a la Guerra HĂ­brida de amplio espectro

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Texto: GB Miguel José Morales Lozada*

Fotos: TSU Engers Rodríguez / Archivos ACM.

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n el inicio del siglo XXI, Venezuela ha vivido de manera sistemática un conflicto de baja intensidad, lo que la ha situado bajo la amenaza latente de una intervención extranjera, en la medida que se cumple cada una de las fases de la Periodización del Surgimiento y Desarrollo de la Guerra, propuesta planteada y desarrollada por el Comandante Estratégico Operacional de la FANB, consistente en una línea temporal de acontecimientos en la que se muestran cada una de las posibles etapas ulteriores a una proyección del enemigo hacia nuestro país. No son pocas las señales que hoy se muestran bajo los ataques de una Guerra de V Generación. Al analizar a fondo dicha propuesta de la Periodización de la Guerra se pueden encontrar aspectos particulares utilizados por una coalición que induce al «Poder Blando» (Soft Power, según su terminología en inglés), enmarcado dentro de la llamada Estrategia de Amplio Espectro, lo que presenta acciones y ataques sistemáticos sin el uso de fuerzas regulares, como son la presión diplomática, bloqueo económico, propaganda negra o «Fake News», medidas que no se encuentran dentro de los parámetros regulares de acciones bélicas, según doctrinas occidentales, aun cuando la llamada Doctrina Gerasimov considera estas medidas como guerra no declarada, asimétrica no lineal. Bajo la óptica geopolítica de Rusia, al igual que el enfoque Defensivo Bolivariano, este tipo de acciones ofensivas se encuentra periodizado dentro de un esquema reconocido y sistemático de ataques de tipo «indirectos» que se localizan ya en un estrato diferente al de una Guerra de IV Gene57


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ración, de baja intensidad no lineal, en la que la injerencia extranjera se encuentra más visible. En contramedida a este ataque sistemático contra las instituciones democráticas del Estado Bolivariano, se plantea un tipo de defensa Multidimensional de 360º que responda a las nuevas amenazas en los albores del siglo XXI. El esquema de la Guerra no Lineal de amplio espectro considera un ataque sistemático a través de medios no convencionales, definidos tanto en el esquema de la Guerra de IV Generación como la de V Generación, lo que implica una agresión de simultaneidad que encierra tanto ataques cibernéticos como la generación de propaganda gris y negra para promover matrices de opinión favorable para el enemigo, incentivos a grupos irregulares, violencia política, llamados a desobediencia civil, tratando con esta mutación del concepto de Guerra de Amplio Espectro fracturar el orden interno del país. Ahora bien, contra estas amenazas y bajo la Doctrina de Resistencia Prolongada o Guerra de Todo el Pueblo, enma rcada dentro de la periodización del surgimiento y desarrollo de la guerra, el Comando Estratégico Operacional de la FANB plantea una Acción Defensiva Multidimensional que abarca los siete ámbitos del Poder nacional: económico, so-

cial, político, cultural, geográfico, ambiental y militar, siendo todos estos objetivos indirectos en la mutación de la amenaza sistemática, en el gran teatro de operaciones de Quinta Generación del siglo XXI. De esta manera se maneja una Defensa Multidimensional de 360º. Durante un Desgaste Sistemático no lineal, no sólo contra las instituciones del Estado, acciones éstas dirigidas a generar una matriz de opinión de un «Estado Fallido», lo que crearía las condiciones ideales para generar una resolución de la ONU que justificara una total intervención y ataque directo convencional de manera inmediata, contra el pueblo venezolano, lo que sería el epicentro para el control general de los recursos naturales del continente latinoamericano, y bajo estas condiciones lograr el control geopolítico de un espacio vital para el futuro de la humanidad, y que en los actuales momentos forma parte de la nueva multipolaridad de los pueblos, con nuevas realidades internacionales y nuevos socios estratégicos, como los rusos y los chinos, en esta parte del continente, donde se va dando a paso acelerado un inevitable proceso histórico: el norte es el Sur. * Segundo Jefe del Puesto General de Comando del CEOFANB


Bolívar y Santander.

Proyecto terrestre vs. Proyecto marítimo en la República de Colombia, 1826-18271 Texto: TF José Gregorio Maita Ruiz Fotos: Archivo ACM

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radicionalmente se ha ignorado el Poder Naval que la antigua República de Colombia (1819-1831) llegó a tener, y consecuentemente por qué se dio el declive del mismo. Fue justamente en ese momento, cuando la diferencia de visiones de Bolívar y Santander se hizo evidente, teniendo un efecto determinante en dicho asunto.

Causas del declive naval de Colombia Hemos identificado dos ejes causales que podrían explicar el referido ocaso naval colombiano, uno de tipo económico y otro relacionado con las metaestrategias del liderazgo político de Colombia. La quiebra en 1826 de la firma B.A. Goldschmidt & Co., principal prestamista y acreedora del país, provocó el hundimiento final de las finanzas de la República. Dicho suceso produjo el colapso de una situación que te59


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nía varios años gestándose. Lo clave en este proceso fue gaba a 15.487.710 pesos anuales. Por su parte, la recaudaque debido a la devastación de la guerra, Colombia tenía su ción anual era de apenas 6.196.725 pesos.3 Es decir, sólo economía agrícola y minera paralizada; y desde 1822 venía el Ejército requería un gasto anual superior a toda la recaucosteando la guerra con base a empréstitos. El colapso de dación tributaria de la República en un año. 1826 se originó porque gran parte del capital prestado se Para inicios de 1826, Colombia contaba con un Ejército perdió en la bancarrota de Goldschmidt & Co., lo que puso de casi 30.000 hombres, de los cuales más de la mitad eran en situación crítica al país. Cuando a finales de mayo, la no- soldados veteranos. En contrapartida, contaba con una ticia del quiebre de la Goldschmidt llegó al Gobierno, estalló Escuadra en crecimiento, compuesta por al menos cuatro como una bomba. Los empréstitos habían llevado al colapso fragatas respetables, unas seis corbetas y muchos buques al país, y luego se creó un dilema económico y estratégico de menor porte. Es decir, podríamos hablar de que ambas en el Gobierno, consistente en la pregunta de si financiar fuerzas estaban aproximadamente en la misma proporción preferiblemente al Ejército o a la Armada.2 y consumían una cantidad de dinero acorde. Sin embargo, La primera preocupación del Gobierno colombiano tras cabría preguntarse ¿cuál de las dos era más útil a la Repúconstatar la dimensión de la crisis financiera en la que se blica en aquel momento? Ésta no es una pregunta sencilla encontraba, fue el mantenimiento de las fuerzas armadas y de contestar, y su respuesta estará siempre sujeta a debate. las amenazas españolas desde Cuba. Para agosto de 1826, De hecho, es una interrogante que debió pasar por las menla situación financiera de Colombia era crítica. Urgía hacer tes de los miembros del Consejo de Gobierno, en el segundo algo rápido, o toda la maquinaria administrativa del Estado semestre de 1826. —ya de por sí débil y poco solvente— podía quedar paralizada Un dilema de este tipo no sólo abarca lo netamente pretotalmente. Esto llevaría rápidamente a un malestar social supuestario, sino que engloba a toda la geoestrategia del que podría explotar en forma de nuevas revueltas realistas, Estado. En efecto, la geografía determina buena parte de la abriéndole las puertas a la temida invasión española des- orientación estratégica del Estado, definiendo hacia cuáles de Cuba. La situación áreas del espacio físico imponía medidas rápise dirigirán los esfuerzos das y efectivas, y siendo prioritarios. Esto aplica ya justamente las fuerzas sea que se trate de una armadas la parte del Esproyección de dicho Estado que más recursos tado a través de medios estaba consumiendo, violentos, tales como era inevitable que tamguerras de conquista, bién fuese la que más anexiones, satelización se viera afectada por el de vecinos, etc.; o a trainminente recorte prevés de medios más sutisupuestario. Ahora bien, les, como influencia políla idea de reducir el tatica, comercio o alianzas. maño de dicha fuerza No sólo la propia geogramilitar debió conducir a fía determina buena parvarias preguntas: ¿cuál te de lo antes dicho, sino sería reducido en mayor las posiciones que sobre proporción, el Ejército el mapa ocupen las fuero la Marina?, ¿qué se zas aliadas y hostiles al reduciría exactamente, Estado en cuestión, así el pie de fuerza o el arcomo también la localizamamento?, ¿cómo se ción de los recursos nallenaría el vacío para no turales de interés para el comprometer la seguriEstado y la accesibilidad dad de la República? a los mismos. Según las cifras puNo podemos saber si blicadas por el propio los líderes colombianos Gobierno, a comienzos fueron conscientes de de 1826 se preveía un todo esto, y si llevaron gasto de 4.809.077 pea cabo reflexiones simisos para la Armada y lares. Sin embargo, es 6.803.296 pesos para claro que entendían las el Ejército, con un total implicaciones del dramáde gastos de la Administico recorte en el aparato tración Pública que llemilitar que debían hacer; Francisco de Paula Santander


Ecuador en las guerras civiles de Colombia

y más importante aún, lo crucial de la decisión entre si recortar más a la fuerza terrestre o a la naval. Lo cierto del caso es que a la luz de la serie de decretos promulgados por el Libertador Presidente, entre noviembre de 1826 y mediados de 1827,4 tenemos que el Ejército no sufrió una reducción ni siquiera cercana a la que fue practicada sobre la Armada, que prácticamente fue disuelta. Y todo esto a pesar de que el Ejército consumía alrededor de un millón de pesos más al año que la Armada. Sin embargo, como dijimos más arriba, esta importante decisión de Estado no puede ser estudiada sólo desde lo económico. Hay un factor clave que debió haberse considerado en los debates o reuniones que seguramente se suscitaron entre los altos miembros del Gobierno. Ese factor era el hecho de que mientras al sur, por tierra, Colombia no tenía amenazas visibles a mediados de 1826 —pues los españoles habían sido expulsados de Sudamérica—; al norte, por mar, la guerra contra España continuaba, teniéndose el peligro de una nueva invasión española desde Cuba o Puerto Rico. Este factor nos contestaría la pregunta que hicimos al comenzar a desarrollar esta idea: ¿cuál de los dos era más útil para Colombia a comienzos de 1826? ¿el Ejército o la Armada? Este factor debió haber decidido “El Dilema de 1826”, pues en el mismo se comprometía la seguridad de la nación frente al enemigo, en una guerra que aún no había terminado. Evidentemente, con una Escuadra al menos capaz de defender el litoral y las aguas cercanas —no ya al nivel de atacar Cuba y Puerto Rico— la República de Colombia habría podido neutralizar la amenaza española, haciéndose inexpugnable. Esto habría dado al Gobierno la oportunidad de disminuir la fuerza militar terrestre y reemplazarla con una Milicia Nacional, al tiempo que se centraba en el esfuerzo de reactivar la economía. Tal era el planteamiento de los liberales, liderados por Santander. A la luz de este análisis,

desarrollado por David Bushnell,5 lo más lógico habría sido preservar a la Armada todo lo posible y hacer el mayor recorte en el Ejército. ¿Por qué no ocurrió eso entonces? La anterior, no es una pregunta que podamos responder con total seguridad, pues no hemos hallado documentos que la contesten puntualmente. Sin embargo, analizando la situación política interna de Colombia, así como la mentalidad, postura e intereses de sus principales líderes, podemos dar una explicación, al menos parcial. Los altos oficiales del Ejército, en su mayoría venezolanos, se convirtieron en un sector privilegiado dentro de la Administración Pública, gozando de gran poder y libertad de maniobra, y entrando en rápida pugna con el liderazgo civil. Mientras que los militares se agruparon en su mayoría en torno a la figura de Simón Bolívar, la mayor parte de los civiles liberales neogranadinos se agruparon en torno a Francisco de Paula Santander. Resaltantemente la Armada quedó fuera de este juego de poder, ya que sus oficiales más destacados eran de origen extranjero, y estaban poco conectados en las relaciones interpersonales de los jefes militares, las cuales componían el verdadero tejido de poder en el país; en este grupo incluiríamos a hombres como Renato Beluche, Nicolás Joly, Walter Chitty, Sebastián Boguier y muchos más. Otros oficiales, nativos de Colombia, tales como Felipe Santiago Esteves, Agustín Armario, o Antonio Díaz, tenían una antigüedad y jerarquía muy por debajo de los jefes más poderosos, por lo que quedaron fuera de la cúpula real que detentaba el poder. Finalmente, sólo dos oficiales nativos, José Prudencio Padilla y Lino de Clemente, sí tuvieron lazos cercanos con los más altos jefes, vinculándose el primero con Santander y el segundo con Bolívar. Sin embargo, ninguno de ellos llegó a tener jamás el peso político que alguna vez tuvo el Almirante Luis Brión, cuya cercana amistad e influencia sobre el Libertador habían hecho tanto bien a la Armada. El retiro un tanto prematuro de Clemente, y la rebelión que Padilla

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lideró en Cartagena, además de su posterior vinculación con la Conspiración Septembrina, dejaron a la Armada sin una voz bien colocada en el Alto Gobierno, que pudiera explicar y convencer sobre la necesidad de preservar la Escuadra. Ahora bien, más allá de los intereses de “bolivarianos” y “santanderistas”, ¿podría ser que Bolívar y Santander tuvieron concepciones diferentes y opuestas en cuanto a geoestrategia?6 Es lo que abordaremos en el siguiente punto. ¿Proyecto marítimo vs Proyecto terrestre? Se ha escrito extensamente sobre la polarización política que vivió Colombia en torno a Bolívar y Santander. De forma bastante simplista se ha sostenido que el primero lideraba a militares, venezolanos y conservadores; mientras que el segundo a civiles, neogranadinos y liberales. Eso no es del todo cierto, siendo más bien una simplificación de la realidad, hecha para facilitar su presentación al gran público. Ahora bien, no se han estudiado y contrastado las concepciones estratégicas de Bolívar y Santander. Los dos líderes más importantes que tuvo la República de Colombia diferían también de forma absoluta en lo referido a geoestrategia. Evidentemente, ni Bolívar ni Santander nos legaron tratados en la materia, pues conceptos como “geopolítica” o “geoestrategia” no se habían acuñado aún. Sin embargo, es claro que estadistas de la talla de estos dos hombres entendían a la perfección la forma en que la geografía incide en las políticas de Estado y en las estrategias militares. El pensamiento bolivariano de unidad hispanoamericana contra la ex metrópoli española, y de mutua defensa de la

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soberanía e independencia de las nuevas repúblicas, es universalmente conocido. Muestras de ellos son documentos célebres como la Carta de Jamaica, y hechos tan notorios como el Congreso Anfictiónico de Panamá. En ese mismo sentido, las campañas militares de Bolívar dejaron como legado la destrucción del poder colonial español en Sudamérica y el inicio de la vida independiente de dichos países. Este pensamiento bolivariano tuvo un efecto que llegó mucho más allá de Sudamérica, alcanzando con especial fuerza a Cuba. Los planes bolivarianos sobre Cuba son esenciales para medir la inclinación terrestre o marítima del Libertador. Sin embargo, hay más respaldo documental de los planes del Gobierno de Colombia, para lanzar una expedición militar sobre Cuba y Puerto Rico, que del pensamiento de Bolívar sobre la materia. Por esto es pertinente preguntarse: ¿cuáles fueron las intenciones y planes de Bolívar respecto a Cuba y Puerto Rico? Basándonos en algunos documentos emitidos por Simón Bolívar en el período señalado, tales como cartas dirigidas a importantes líderes y funcionarios del país, así como la serie de decretos sancionados a finales de 1826 y en 1827,7 nos dan luces en la materia. Queda claro el pensamiento de Bolívar cuando ordenó a Santander no atacar Cuba y Puerto Rico, temiendo que la gran Antilla se convirtiera en un nuevo Haití, y dispuso sólo amenazar a España con un ataque a las dos islas a menos que la misma reconociera la independencia de Colombia. Es un hecho conocido que a mediados de la década de 1820, el pensamiento de Bolívar se había vuelto más conservador, llegando a defender la idea de una presidencia

José Prudencio Padilla


mucho más fuerte —vitalicia incluso—, un Senado vitalicio, el reforzamiento del poder central y la precaución con la subida de las clases más bajas al poder; lo que él mismo llamó “pardocracia”. También puede interpretarse en Bolívar un deseo mayor de que España reconociese la independencia de Colombia, que el de seguir luchando, y menos aún en un territorio que podía llegar a ser un nuevo Haití, según sus temores. A finales del año 1826, Bolívar había regresado a Colombia desde el Perú. El retorno del Libertador coincidía también con la quiebra de la casa Goldschmidt. En paralelo, la Asamblea del Istmo no había dado el resultado esperado por Bolívar, España continuaba decidida a seguir luchando y las diferencias entre las facciones se acentuaban, teniendo como uno de los puntos principales la intención de Bolívar de derogar la Constitución de 1821 e imponer la Boliviana, redactada por él mismo en 1825. Es en este contexto que el Libertador sanciona varios decretos que redujeron la Escuadra, a saber: Decreto de 24 de noviembre de 1826 desarmando la Escuadra, Decreto de 28 de noviembre de 1826

reuniendo las Secretarías de Guerra y Marina, Decreto de noviembre de 1826 eliminando los Departamentos 1º y 4º de Marina, y su descenso a apostaderos, Decreto del 13 de febrero de 1827 reduciendo la organización de la Armada, y Decreto del 2 de octubre de 1827 ordenando la venta de los buques de la Escuadra. Los decretos del Libertador no sólo contrajeron las dimensiones administrativas de la Armada, al reducir los Departamentos de Marina de cuatro a dos, sino su propia capacidad de combate. En efecto, se procedió a la práctica disolución de la Escuadra al ordenar el desarme de los buques, almacenaje de los pertrechos y licenciamiento temporal de oficiales y marineros. Aunque Bolívar no era un marino, no necesitaba serlo para saber que sin una Escuadra adecuada sería imposible una operación militar de envergadura sobre las Antillas Españolas, y se comprometía gravemente la seguridad de toda la fachada norte del país. Podemos entonces interpretar que cuando el Libertador tomó estas medidas, lógicamente estaba renunciando —al menos temporalmente— a un ataque sobre las mencionadas islas. 63


Eso nos lleva inevitablemente a una pregunta: ¿por qué disminuyó la Flota de una forma tan drástica? Esta pregunta se hace tanto más interesante cuando se evidencia que el Ejército no fue objeto de un proceso tan radical. La interpretación, esclarecida con una revisión —al menos somera— del pensamiento de Bolívar nos permite decir que existen varios factores que lo explican. En primer lugar, su propia doctrina militar. El Libertador bebió en las fuentes del pensamiento militar napoleónico, basado ante todo en la guerra terrestre. De esta forma, Bolívar entendió poco la importancia del Poder Naval, lo que le llevó a subestimar el rol que jugaba la Armada en la defensa de Colombia. En segundo lugar, Bolívar no tenía como prioridad pasar a la ofensiva y arrebatar las dos islas a España, sino más bien obtener de su enemigo el reconocimiento de la independencia nacional y la firma de la paz. Así, el ataque sobre Cuba y Puerto Rico era más bien una amenaza lanzada sobre España para llevarla a concluir la paz. Finalmente, en tercer y último lugar, tenemos que Bolívar pudo haberse inclinado por disminuir la Armada y no el Ejército, debido a que mientras la primera no resultaba de utilidad para sostener su gobierno y sus proyectos políticos, el segundo sí podía hacerlo. Además de esto, no se puede olvidar la profunda conexión sentimental de Bolívar para con este cuerpo armado, del cual nunca dejó de sentirse parte, y que defendió pública-

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mente muchas veces, ante las tentativas de las clases altas neogranadinas de reducir su poder y someterlo a las leyes civiles. Todos estos elementos, considerados por separado pudiesen no explicar de manera satisfactoria las decisiones de Bolívar, pero interpretados en su conjunto, aportan una visión bastante lógica y verosímil. Al analizar en su conjunto las acciones de Bolívar, nos damos cuenta que en efecto entendía poco sobre asuntos navales y política marítima, que confiaba en que la alianza con Gran Bretaña podría suplir la falta de una Armada adecuada, y que en general se centraba más en buscar el liderazgo o hegemonía en Sudamérica. A la luz de los hechos, tenemos que respecto a estos temas se mostró siempre vacilante y poco convencido, mientras que para la Campaña del Perú se mostró dispuesto a dejar su cargo como Presidente de la República de Colombia, y luego se dedicó de lleno a organizar Perú y más tarde a Bolivia; sólo La Cosiata lo hizo regresar. Nos damos cuenta que para el Libertador, su centro estratégico estaba en la cordillera andina, no en el Caribe. En síntesis, Simón Bolívar tenía una visión estratégica eminentemente terrestre, concibiendo al Poder Naval como un mero auxiliar del Ejército, al cual dio la prioridad estratégica. Pasando al otro protagonista de este ensayo, Francisco de Paula Santander, como encargado del Ejecutivo entre

Mapa de la Gran Colombia


Briceño Méndez

1821 y 1826, fue el hombre más poderoso en la República durante dicho período. Entre esos años, llevó a cabo una serie de labores que nos obligan a considerarlo como el mayor impulsor de la política y estrategia marítimas que Colombia desarrolló. Recorramos cronológicamente la gestión de Santander en materia naval y marítima. Primeramente, el 30 de marzo de 1822 firmó la Ordenanza Provisional de Corso, que ordenó dicha actividad, permitiendo su relanzamiento.8 En enero de 1823, decretó que los buques neutrales con carga enemiga quedasen sometidos a la acción de la Armada y los corsarios colombianos.9 En ese mismo sentido, hacia 1824 Santander se enfrentaría decididamente a las demandas norteamericanas, consistentes en que se reconociera que su pabellón neutral debía cubrir la carga de los buques mercantes estadounidenses, contra los ataques de los corsarios colombianos. Santander defendió el derecho de represalia de Colombia, argumentando además que si España no reconocía la independencia de la República, la República no podía llegar a un acuerdo semejante con Estados Unidos.10 Vemos pues que el cucuteño fue un convencido defensor de la guerra de corso.

El 28 de junio de 1822, Santander creó la Academia Náutica de Cartagena,11 que sería la principal del país, y al mes siguiente decretó incentivos para el alistamiento de marineros en la Armada.12 Ese mismo año Santander creó también la Infantería de Marina.13 En febrero de 1823 desarrolló mediante un decreto la organización de la Armada, según los cuatro Departamentos de Marina previstos en 1821. En septiembre del mismo año, decretó los merecidos honores para los héroes de la Campaña del Zulia. Dos de sus proclamas, que datan del segundo semestre del referido año, demuestran elocuentemente su entusiasmo por el triunfo naval en Maracaibo, y su apoyo a la Armada.14 A partir de 1823, Santander impulsó de diversas formas el crecimiento de la Armada. Inició las negociaciones conducentes a la adquisición de buques de guerra en Estados Unidos y Suecia, e impulsó el proyecto de construir cincuenta pailebotes cañoneros.15 En mayo de 1824, Santander y el secretario de Guerra y Marina, Briceño Méndez, solicitaron al Senado aumentar el salario de los extranjeros alistados en la Armada, debido a que era muy bajo.16 En agosto, Santander ordenó la creación del Cuerpo Nacional de Milicia, con el fin de que auxiliara al Ejército en la defensa terrestre y así reducir costos. Es de destacar también que mantuvo desde 1824 hasta 1826 un minucioso monitoreo de la actividad española en Cuba y Puerto Rico, a fin de no ser sorprendido por un ataque enemigo sobre la costa norte del país, e identificar a su vez un momento favorable para atacar las dos islas mencionadas. Esto podemos constatarlo a través de su correspondencia, donde abundan informes sobre el tema dirigidos a Bolívar, y comunicaciones de variado tipo con otros próceres donde informaba, recibía información o analizaba los movimientos enemigos en el Caribe. Ya en junio de 1825, el secretario de Guerra y Marina presentó por orden de Santander ante el Consejo de Gobierno, un proyecto para reunir toda la Escuadra y enviarla contra La Habana o San-

Lino de Clemente 65


tiago de Cuba, cortando así los auxilios españoles a San Juan de Ulúa; o enviarla al Golfo de México y bloquear dicha fortaleza. El proyecto fue aprobado, y se nombró como jefe de la Escuadra al General Lino de Clemente, como explicamos anteriormente. Es decir, Santander ordenó diseñar el plan de operaciones navales más ambicioso que se proyectó en la historia de la antigua República de Colombia.17 En el primer trimestre de 1826, Santander impulsó la campaña corsaria sobre aguas peninsulares y decidió cambiar definitivamente hacia Cuba la orientación de la Escuadra que venía reuniéndose en Cartagena, pues ya San Juan de Ulúa había sido capturado por los mexicanos. Es por esa misma época que Santander decide separar las Secretarías de Guerra y de Marina, designando para la segunda al General Lino de Clemente. Además, Santander decreta la creación de la Milicia Marinera, que aportaría los hombres para tripular la cada vez mayor cantidad de naves. En algunas cartas enviadas por Santander a Bolívar y a Briceño Méndez, también encontramos, claramente expresado, su pensamiento sobre estrategia marítima.18 Para Santander, toda la política naval que echó a andar desde 1822 tenía un claro objetivo: la conquista de Cuba y Puerto Rico, con la consiguiente expulsión de América de los españoles y la finalización de la guerra. A través de sus escritos, vemos a un hombre decidido a llevar la guerra hasta las Antillas Españolas y transformar a Colombia en un poder marítimo. La visión estratégica marítima de Francisco de Paula Santander, fue bastante acertada e incluso adelantada a su época. Es posible que la cercanía de Santander con Briceño Méndez —quien también fue un promotor del Poder Naval, como ya hemos visto— pudo haber sido clave para despertar su conciencia marítima. Posiblemente también, la es-

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trecha relación que sostuvo Santander con Padilla haya influido mucho en él, potenciando esa vocación talasocrática. Conclusión Como podemos darnos cuenta, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander fueron opuestos en sus visiones estratégicas. Mientras que Bolívar pensaba mayormente en términos de Poder Terrestre (epirocrático), Santander se inclinó más por el Poder Marítimo (talasocracia). Bolívar consideró el Sur como prioridad estratégica, buscando expulsar a los españoles de Sudamérica y poner bajo liderazgo colombiano —y el suyo personal— a Perú y Bolivia; mientras que Santander por su parte identificó como prioridad el mar Caribe y el Atlántico, hallando como idóneos blancos de ataque y absorción a las islas de Cuba y Puerto Rico. Bolívar se concibió siempre a sí mismo en primer lugar como militar, como General del Ejército, y luego como Presidente. En tal sentido, su vinculación emocional siempre estuvo con el Ejército de Tierra, al cual quiso, enalteció y prefirió por encima de cualquier otra institución republicana. Santander por el contrario se identificó poco con el Ejército, desarrollando una fuerte simpatía con la Armada y algunos de sus jefes —como el General Padilla. Bolívar y Santander encarnaron entonces dos posturas bastante diferentes y opuestas en cuanto a estrategias de Estado se refiere. Sus diferentes pensamientos en torno al ataque sobre Cuba y Puerto Rico vienen a ser los que mejor ilustren sus polarizadas concepciones estratégicas. Evidentemente, con un Presidente y un Vicepresidente que no compartían la misma estrategia nacional para la proyección de poder, consolidación política y término de la guerra contra la ex metrópoli, difícilmente la República de Colombia iba a poder desarrollarse y llevar a feliz desenlace una estrategia política y militar acertada; que le otorgara un lugar prominente en el equilibrio


de fuerzas regional y continental, justo cuando en ese momento histórico era eso lo que estaba dirimiéndose. Desde la antigüedad, el mundo ha conocido los modelos de Estado talasocrático y epirocrático. Ambos tipos de Estado suelen chocar entre sí, provocando algunas de las conflagraciones más virulentas de la historia. ¿Cuántas más complicaciones no podían originarse si dentro de un mismo Estado ambas visiones estaban en pugna? A nuestro juicio, es posible que Bolívar, e incluso también Santander, no estuviesen totalmente conscientes de que para 1826 España ya no era un actor, sino un objeto en el juego de poder que se estaba dando en América y Europa. En efecto, ya la independencia de Colombia no era lo que estaba en proceso de definición, sino la futura hegemonía en el continente americano. A la luz de los documentos, observamos que la clase gobernante de Estados Unidos entendió esto a la perfección, identificando a la República de Colombia como su rival, y actuando en consecuencia. Con base en los hechos, consideramos que los líderes colombianos no comprendieron esto, y no sólo perdieron la oportunidad de tomar una posición de ventaja en América, sino que la propia República se desgarró y derrumbó sobre sus cabezas. * Armada Bolivariana. Dirección Naval de Educación Fuentes Documentales

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Fuentes Bibliográficas

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Fuentes Hemerográficas

“Secretaría de Marina”. El Colombiano. Caracas, miércoles 22 de septiembre de 1824. N° 72, p. 1. “Presupuesto General de los Gastos del Departamento de la Guerra, para el año entrante de 1826”. El Colombiano. Caracas, miércoles 5 de abril de 1826. N° 151, p. 3.

Fuentes Electrónicas

Bolívar, Simón. Archivo del Libertador. Disponible en: www.archivodellibertador.gob.ve Sin autor. Acuerdos del Consejo de Gobierno de la República de Colombia 1821-1827. Tomo I y II (Obra Completa). Bogotá, Edición de la Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander. Biblioteca de la Presidencia de la República, 1988. En Biblioteca Digital de la Universidad Nacional de Colombia. Disponible en: http://www.bdigital.unal.edu.co/4923/31/Acuerdos_del_Consejo_de_Gobierno.html#56c (Revisado el 6 de abril de 2016 a las 10:16 p.m. On Line) Secretaría de Guerra y Marina de la República de Colombia y Soublette, Carlos. “Exposición del secretario de Marina presentada al Congreso de 1826 [recurso electrónico] / [Carlos Soublette]”. Bogotá, Imprenta de Espinosa, por Valentín Molano, 1826. Catálogo online de la Biblioteca Nacional de Colombia. Disponible en: http://www.bibliotecanacional.gov.co/recursos_user/digitalizados/fpineda_350_pza27.pdf Uribe Peláez, Guillermo. El Asesinato Judicial de un Héroe. Academia de la Historia de Cartagena de Indias. Disponible en: http://academiadelahistoriadecartagenadeindias.org/Publicaciones/Articulos%20Vicealmirante%20Guillermo%20Uribe/EL_ASESINATO_JUDICIAL_DE_UN_HEROE.pdf (Revisado On Line el 12 de septiembre de 2016 a las 8:31 p.m.)

Notas:

1 Este artículo es una versión condensada, y con ligeras modificaciones, del texto que puede leerse en extenso en http://terrestrium-navalium.blogspot.com). 2 Consejo Extraordinario del sábado 8 de abril de 1826, Consejo Extraordinario del viernes 21 de abril de 1826 y Consejo Extraordinario del martes por la noche del 23 de mayo de 1826. Sin autor. Acuerdos del Consejo de Gobierno de la República de Colombia 1821-1827. Tomos I y II (Obra Completa). Bogotá, Edición de la Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander. Biblioteca de la Presidencia de la República, 1988. En Biblioteca Digital de la Universidad Nacional de Colombia. Disponible en: http://www.bdigital.unal.edu.co/4923/31/Acuerdos_del_Consejo_de_Gobierno.html#56c (Revisado el 6 de abril de 2016 a las 10:16 p.m. On Line). 3 Secretaría de Guerra y Marina de la República de Colombia y Soublette, Carlos. “Exposición del secretario de Marina presentada al Congreso de 1826 [recurso electrónico] / [Carlos Soublette]”. Bogotá, Imprenta de Espinosa, por Valentín Molano, 1826. Catálogo online de la Biblioteca Nacional de Colombia. Disponible en: http://www.bibliotecanacional.gov.co/recursos_user/digitalizados/fpineda_350_pza27.pdf, “Presupuesto General de los Gastos del Departamento de la Guerra, para el año entrante de 1826”. El Colombiano. Caracas, miércoles 5 de abril de 1826. N° 151, p. 3 y Reporte del Secretario de Finanzas al Congreso de Colombia.

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1° de febrero de 1826, en British and Foreign State Papers 18251826. Volume XIII, pp. 1.091-1.094. 4 Las Fuerzas Armadas de Venezuela en el siglo XIX (Tomo 5: La Independencia. De la Batalla de Ayacucho a la disolución de la Gran Colombia, 1824-1830); pp. 147-148 (Archivo Nacional de Colombia, folios de la Colonia, “Libro de Acuerdos y Decretos”, años de 1821 a 1830, folios 17 a 18); pp. 151-153 y pp. 168-169 (Memorias de O’Leary, XXV, pp. 71-72). 5 David Bushnell: El Régimen de Santander en la Gran Colombia, pp. 300-320. 6 Según la Real Academia de la Lengua Española, se define este término como: “Estrategia basada en el conocimiento y análisis de las condiciones geográficas de una región” (http://dle.rae.es/srv/ search?m=30&w=geoestrategia). Sin embargo, una definición más completa sería que es un sub campo de la geopolítica, que estudia y relaciona problemas estratégicos militares con factores geográficos —recursos de un país con sus objetivos geopolíticos—. En la geoestrategia, se abogaría por estrategias proactivas, y una geopolítica nacionalista. (Rodolfo Ortega Prado, Geoestrategia. Santiago, Academia de Guerra del Ejército de Chile, 2013). Evidentemente, este término no existía en la época de Bolívar y Santander, pero lo tomamos como un préstamo desde la actualidad para nuestro estudio, a fin de poder explicar mejor al lector nuestra aproximación al pensamiento estratégico de ambos líderes. 7 Emilio Roig de Leuchsenring: Bolívar, el Congreso Interamericano de Panamá, en 1826, y la independencia de Cuba y Puerto Rico, pp. 110-111; Germán A. de la Reza: Documentos sobre el Congreso Anfictiónico de Panamá, p. 207; Hadelis Jiménez López: Lino de Clemente y Palacios. Forjador de la Fuerza Armada Nacional, pp. 150-151; Las Fuerzas Armadas de Venezuela en el siglo XIX (Tomo 5: De la Batalla de Ayacucho a la disolución de la Gran Colombia, 1824-1830), p. 347, pp. 151-153, Ibídem, pp. 168-169 y p. 250. 8 Pedro P. del Castillo: Teatro de la Legislación Colombiana y Venezolana Vigente. Tomo Tercero, pp. 55-70. 9 Consejo Ordinario de Gobierno del lunes 12 de julio de 1824, en Acuerdos del Consejo de Gobierno de la República de Colombia 1821-1827. Tomo I y II (Obra Completa). Bogotá, Edición de la Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander. Biblioteca de la Presidencia de la República, 1988. En Biblioteca Digital de la Universidad Nacional de Colombia. Disponible en: h t t p : / / w w w. b d i g i t a l . u n a l . e d u . co/4923/31/Acuerdos_del_Consejo_ de_Gobierno.html#56c (Revisado el 6 de abril de 2016 a las 10:16 p.m. On Line) 10 Acuerdos del Consejo de Gobierno de la República de Colombia 1821-1827. Tomo I y II (Obra Completa)… Disponible en: h t t p : / / w w w. b d i g i t a l . u n a l . e d u . co/4923/31/Acuerdos_del_Consejo_ de_Gobierno.html#56c (Revisado el 6 de abril de 2016 a las 10:16 p.m. On Line)

Francisco Alejandro. Vargas (Colaboradores: Hadelis Solángel Jiménez López y Eladio Jiménez Rattia). Nuestros Próceres Navales (Tomo I), pp. 153-154. 12 Las Fuerzas Armadas de Venezuela en el siglo XIX (Tomo 4: 1822-1824), pp. 97-102. 13 Ibídem, pp. 102-104. 14 Simón O´Leary: Memorias del General O´Leary. Tomo III, pp. 459-460 y pp. 460-461. 15 Cuerpo de Leyes de la República de Colombia, que comprende todas las leyes, decretos y resoluciones dictados por sus congresos desde el de 1821 hasta el de 1827, pp. 263-264. 16 “Secretaría de Marina”. El Colombiano. Caracas, miércoles 22 de septiembre de 1824. N° 72, p. 1. 17 Carta del General Francisco de Paula Santander al Libertador Simón Bolívar, 6 de diciembre de 1825. Simón O´Leary, Memorias del General O´Leary. Tomo III, p. 229. 18 Academia Nacional de la Historia. “Cartas autógrafas del General Santander”, en Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Tomo II, N° 5. Caracas, 31 de marzo de 1913, pp. 33 y 40. 11


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