Afiche ganador para el Aniversario XIV del CEOFANB
Directorio EDITOR: • AJ Remigio Ceballos Ichaso
Editorial
DIRECTOR: • G/B Rubén Díaz Marcano SUB-DIRECTOR: • Cnel. John Rodney Andrade Molina SECRETARÍA: • Lcdo. Duilio Medero B. CONSEJO EDITORIAL: • A/J Remigio Ceballos Ichaso • G/B Rubén Díaz Marcano ASESOR: • Lcdo. Duilio Medero CONSEJO DE REDACCIÓN: • G/B Adolfo Rodríguez Cepeda • Cnel. John Rodney Andrade Molina • May. Mercedes Nathaly Salazar • Lcdo. Duilio Medero • Prensa CEOFANB COMITÉ DE EDICIÓN E INFORMACIÓN: • May. Mercedes Nathaly Salazar • TN Lilian Raquel García Ramos • Lcda. Sofía Montilla B. PRODUCCIÓN: • Lcdo. Duilio Medero B.
Almirante en Jefe Remigio Ceballos Ichaso Comandante Estratégico Operacional
COMITÉ DE FINANZAS Y ADMINISTRACIÓN: • G/B Rubén Díaz Marcano • May. Mercedes Nathaly Salazar COMITÉ DE DIFUSIÓN Y RELACIONES INTER INSTITUCIONALES: • May. Mercedes Nathaly Salazar • TN Lilian Raquel García Ramos • TN Moisés Chocrón Fernández (R) • Isabel Karina Araujo Paredes FOTÓGRAFO Y ARCHIVO FOTOGRÁFICO: • TSU. Engers Rodríguez SALA DE DISEÑO GRÁFICO Y DIAGRAMACIÓN: • TSU. Engers Rodríguez • TSU. Stefany Echeverri • TSU. Duiliana A. Medero Cornejo
COORDINADOR SALA DE ARCHIVO, BIBLIOTECA E HISTORIA: • Lcdo. Duilio Medero B. COORDINADOR ATENCIÓN ÁMBITO MILITAR: • G/B Rubén Díaz Marcano COORDINADORA DE VENTAS: • Isabel Karina Araujo Paredes COLABORADORES EN ESTE NÚMERO: • Prensa CEOFANB • Cap. Manuel Eduardo Skias Pino • TN Moisés Chocrón Fernández (R) • Ricardo Sanoja • Javier José Marcano Tábata • SM2 Rogers Ramírez Boffil • Néstor Rivero • Javier Marcano Tabata PROMOCIÓN: • May. Mercedes Nathaly Salazar • Isabel Karina Araujo Paredes DISTRIBUCIÓN: • CEOFANB Revista Ámbito Cívico Militar. Órgano Divulgativo del CEOFANB. Sede principal: Piso 1 del Edificio Nº 2, Comando Estratégico Operacional, CEO. Complejo del Ministerio del Poder Popular para la Defensa. Fuerte Tiuna, Caracas, DC. Venezuela. Web site: www.ceofanb.mil.ve http:/adolfoalfonzo.blogspot.com Correo electrónico: revistacivicomilitarfanb@gmail.com contacto.racm@gmail.com Teléfono: 0424-227.23.87 Tema de portada: - Diseño conmemorativo al XIV Aniversario del CEOFANB. El acontecimiento motivó convocar un concurso de afiches, cuyo diseño ganador, realizado por el CODAI, se exhibe en la contraportada.
En el enfrentamiento que se da en Venezuela, en particular desde 2013, se ha ido escalando en intensidad y en empeño de las voluntades, tanto las agresoras contra el orden constitucional y la soberanía nacionales, como las que tienen el deber absoluto de preservarlos. En este escenario entramos en el XIV Aniversario del CEOFANB, coincidente con la «Operación Venezuela Soberanía y Paz 2019», ante una plena guerra de amplio espectro,. multiforme, la cual ha derivado hacia extremos, no sólo en lo político, sino en los factores intervinientes, operativos y estratégicos, y en las dimensiones humanas que subyacen. En tal sentido, la ciudadanía, en su esfuerzo, tesón y entereza con que ha sobrellevado tanta beligerancia, conjuga admirablemente lo cívico-militar, y ha llegado a una cúspide al resistir toda clase de castigos, siendo el último los sabotajes y daños en gran escala al servicio
eléctrico nacional. Por su parte, la FANB, inquebrantable, no ceja en determinación, en su ética, moral, lealtad a sus mandos y a su misión natural de velar por la defensa de la Patria. Todos, soldados y pueblo, conforman una condición superior que es capaz de resistir cuanta perversa ocurrencia se ensaya para dañarnos, desmoralizar, traer violencia interna y agredir desde el exterior. Esto es expresión de un cruel conflicto híbrido en que el país ya pasó del asedio a ser objeto de ataques bien orquestados, incluyendo un bloqueo criminal, para despojarlo de su patrimonio, buscando así la parálisis sistémica y el colapso del gobierno nacional, arrastrando con ello la voluntad de impedir la entrega de la nación venezolana y sus ingentes riquezas a un imperio cuya rapiña ya es su única forma de supervivencia. La fórmula del enemigo, que la vocifera para amedrentar, revistiéndola de odioso engreimiento es «todas las opciones están sobre la mesa»; la nuestra, proclamada sin aspavientos con la dignidad propia de la estirpe libertadora que nos es propia, no puede ser otra que resistir para vencer y la suprema entrega al ideal de persistir en toda clase de reivindicaciones y sacrificios por la restauración del Derecho Internacional, las mejores cualidades del Estado-Nación y la esperanza en las luchas liberadoras de los pueblos. ¡Independencia, Soberanía e Integridad!
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Índice 1 3 4 8 12 18 20 24 28 32 38 44
Editorial II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019» Presentación del AJ Remigio Ceballos Ichaso en el II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz» Aproximación teórica hacia la Venezuela potencia Las Nuevas Guerras, una mirada a través del lente de Mary Kaldor Los Objetivos Nacionales y la Seguridad de la Nación: Importancia de la Unión Cívico-Militar (Pueblo-Fuerza Armada) XIV Aniversario del CEOFANB. A la medida de guerras de cualquier índole De la resistencia indígena a un sistema de pensamiento estratégico. Cuatro momentos históricos: Una idea, la misma batalla Hacia una soberanía de la conciencia en la Nación Bolivariana Léxico Cívico Militar Algunos conceptos de guerra en el mundo del siglo XXI Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención (El Trasfondo) (Parte II, y final)
El Comando Estratégico Operacional es Garantía de Independencia y Soberanía, a través de la Defensa Integral de la Nación 2
General en Jefe Vladimir Padrino López
Dr. Hermán Escarrá, autoridad en Derecho Constitucional y Diputado de la ANC
A 14 años de la creación del CEOFANB
II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019»
Daniel Estulin, escritor de renombre internacional
Texto: Prensa CEOFANB Fotos: Prensa CEOFANB
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on un video institucional inició el II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019», donde la gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana demostró una vez más su gran poderío militar, la cual está en constante capacitación y adiestramiento para la Defensa Integral de la Nación. Esta actividad se realizó en el Teatro de la Academia Militar del Ejército Bolivariano, a propósito del decimocuarto aniversario del CEOFANB, presidida por el Almirante en Jefe Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Se contó con la participación de destacados ponentes: el General en Jefe Vladimir Padrino López, Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, Ministro del Poder Popular para la Defensa; el Coronel Superior Liu Yulai, Agregado Militar de la Embajada de China; el Dr. Hermann Escarrá, Diputado de la Asamblea Nacional Constituyente; el escritor Daniel Estulin y demás distinguidas autoridades especialmente invitadas. En las palabras de presentación al Foro, el AJ Remigio Ceballos Ichaso ofreció un breve y significativo pasaje de la historia del CEOFANB, resaltando que el mismo es una creación magistral del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, por lo que «desde 2005 comienza ese empuje y
esa fuerza para la conducción de la FANB; gracias al Comando Estratégico Operacional se logró unificar su accionar». En este orden de ideas, explicó que la FANB ha preservado la soberanía, la seguridad geopolítica, la posición geoestratégica y primordialmente al pueblo venezolano, siguiendo el legado Bolivariano y antiimperialista, y acentuó que «somos venezolanos, sentimos profunda solidaridad con el mundo porque son principios básicos socialistas, antiimperialistas y anticolonialistas, somos soberanos por esencia y herencia de nuestro Libertador Simón Bolívar». En cuanto a la Operación «Venezuela Soberanía y Paz 2019», la cual se está llevando a cabo en todo el territorio nacional desde el pasado 10 de septiembre, el AJ Ceballos Ichaso, Comandante del CEOFANB extendió unas palabras de felicitación a los integrantes de la FANB, expresando que en dicha Operación Militar: «Hemos ejecutado acciones inéditas, una gran maniobra estratégica que nos ha permitido fortalecer nuestra integridad territorial en todos los aspectos». Posteriormente, el GJ Vladimir Padrino López expuso sobre la coyuntura actual de nuestra nación, asegurando: «Yo creo que nosotros tenemos que armarnos de una voluntad infinita para siempre, sentar posición en nuestro carácter antiimperialista, porque somos Bolivarianos y de eso que no quepa duda». Al concluir el importante encuentro, el AJ Ceballos Ichaso hizo entrega de un presente institucional a los distinguidos ponentes de este II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019», quienes participaron con gran honor, profundizando en nuestras raíces Bolivarianas y antiimperialistas, «permitiendo expandir nuestro conocimiento y fortalecer a nuestra Nación e ideario de Soberanía e Independencia».
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Presentación del
AJ Remigio Ceballos Ichaso en el II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019» MPPD, Septiembre 2019 Texto: AJ Remigio Ceballos Ichaso Fotos: Prensa CEOFANB
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amos a dar inicio a este Foro Antiimperialista. «Venezuela Independiente y Soberana». Como siempre debemos estar después del legado de nuestro Libertador Simón Bolívar. Después de las orientaciones, enseñanzas y el legado del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías. Bajo la dirección de nuestro Comandante en Jefe Nicolás Maduro Moros, Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Jefe del Estado, Jefe de Gobierno. Ciudadano General en Jefe Vladimir Padrino López, Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vicepresidente Sectorial de Política, Ciudadanía, Soberanía y Paz. Ciudadano Doctor Hermán Escarrá, Diputado de nuestra magna Asamblea Nacional Constituyente. También nos acompañan los ciudadanos Dra. Carmen Zuleta de Merchán y el Doctor Calixto Ortega, ambos integrantes de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Nuestro agradecimiento profundo por su presencia acá en este acto. Igualmente la presencia de Daniel Estulin, escritor, analista, visionario. Varias obras tiene allí del análisis internacional, que grandes recomendaciones surgen
de esa visión de la transhumanidad y de la visión de la política del espectro de la periferia mundial de nuestra geopolítica internacional. Igualmente el Coronel Superior Liu Yulai, quien es el Agregado Militar de la República Popular China. Él nos va a dar también algunos mensajes. Así que pido un fuerte aplauso para los ponentes aquí presentes, que elevan en magnitud un evento para celebrar los 14 años del Aniversario del Comando Estratégico Operacional. Ciudadano Mayor General Jesús Mantilla Oliveros, segundo Comandante Estratégico Operacional, Jefe de Estado Mayor Conjunto. Ciudadanos Oficiales Generales y Almirantes integrantes del Estado Mayor Superior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Señores Generales y Almirantes. Oficiales Superiores, Oficiales Subalternos. Tropas profesionales. Invitados especiales, personal civil. Bienvenidos todos a esta actividad. Distinguidos periodistas, camarógrafos. Amigos todos. El Comando Estratégico Operacional, desde 1965 existía el Comando de Operaciones Conjuntas, una manera de integrar todas esas actividades operacionales que se realizaban en la República Bolivariana de Vene-
zuela. Hasta 1975. De allí se estructuró el Grupo Operacional N° 1, y hasta 1986 funcionó al crearse el Comando Unificado de la Fuerza Armada Bolivariana. Hubo un período de transición entre el 2005 y 2007, en que el General Wilfredo Silva ejercía el mando del CUFAN (el Comando Unificado). Ese período de transición, viene entonces el momento de la creación del Comando Estratégico Operacional por orden de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez, y desde el 2005 comienza ese empuje, esa fuerza para la conducción de las operaciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Y los Componentes pasan con fuerza también al desarrollo del Componente, para el equipamiento, la capacitación, la formación, el adiestramiento, la organización. De manera, pues, que a través del Comando Estratégico Operacional, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana logró unificar su accionar, como se ha demostrado hasta el presente, luego de tantas crisis de las que hemos avanzado, de las que hemos salido airosos. Es interesante todo ese proceso de transformación que nosotros hemos vivido. ¿Y qué mejor que este mar tempestuoso que hemos surcado durante tanto tiempo? Yo quise traer una sola lámina para explicar y ponernos en contexto y poder permitir que avancemos, para escuchar a nuestro ponente, nuestro Ministro de la Defensa, con sus orientaciones, sus conocimientos, su visión política y geoestratégica del mundo y de nuestra nación. Y también conocedor del rumbo que lleva nues-
tra Fuerza Armada. Y brazo ejecutor, pues, del accionar desde las órdenes de nuestro Comandante en Jefe, para que nosotros podamos desarrollarnos. Fíjense, Venezuela, si la ubicamos en el centro geoestratégicamente como debe ser, porque es nuestra nación, aquí vivimos, y no como nos lo han mostrado siempre con los mapas eurocéntricos poniendo a Europa en el centro y a los Estados Unidos al frente. No. Nosotros somos venezolanos y vivimos aquí en esta nación. Y no nos sentimos superiores a nadie. Por el contrario, sentimos una profunda solidaridad con el mundo. Porque son principios básicos socialistas, antiimperialistas, somos independientes y anticolonialistas, soberanos, por esencia, por la herencia que nosotros tenemos de nuestros libertadores, en tantas batallas. Ahí pudimos ver en ese video, hicimos un trabajo arduo para lograr esas imágenes, ese monumento allá en el Pantano de Vargas. Para que nosotros entendamos la historia. Nuestro Ejército Libertador fue a liberar Nueva Granada. Y allí está como hecho factible, hecho claro, ese esfuerzo de nuestros próceres. Entonces a Venezuela —ustedes ven allí—, nos trataron de aislar, pero hemos demostrado hasta el momento, con todos los aspectos coyunturales que hemos pasado, ese cerco —esa línea azul que se observa—, es precisamente la estrategia que se planteó la oposición política apátrida, vendepatria venezolana. Ellos se plantearon comenzar desde el exterior porque aquí no pudieron lograr
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su objetivo. Para eso formaron el Grupo de Lima. Trataron de violar nuestra frontera desde Colombia, allá en el Puente de Tienditas. Invocaron el TIAR. Y desde la OEA todas las estratagemas posibles para tratar de destruir al Estado Venezolano. Ellos ejercieron lo que yo denomino una irrupción dinámica desde el punto de vista estratégico; en eso se basó su estrategia. Una irrupción dinámica desde el exterior porque aquí no pudieron hacer nada. Entonces ahora cambiaron su estrategia y se fueron al exterior y trataron de generarnos un cerco como aparece allí —ese cerco que observan en azul. Pero gracias a la política del Gobierno Bolivariano liderado por nuestro Presidente, gracias al legado de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez que pasó el Pacífico— esas largas líneas— a China, a buscar amigos, nuestros amigos, a Rusia y a otros países, y rompimos el cerco. Vean qué gran estrategia, hermanos. ¡Qué grande! La oposición sólo buscó acciones diplomáticas en la ofensiva, a través de la mentira, la mentira para lograr su objetivo, paramilitarismo, para tratar de apoderarse de regiones fronterizas y crear zonas autónomas allí. Y nuestra Fuerza Armada, con los Comandantes de Regiones luchando, combatiendo; los Comandantes de Componentes poniendo a tono todas las unidades y componentes militares y nosotros garantizando la lucha contra todas las amenazas. El sabotaje, la desestabilización interna, el ataque económico son elementos fundamentales. Entonces todos estos elementos nos colocan en un contexto, el contexto ideal para nosotros poder escuchar los aspectos del ámbito militar, del ámbito político nacional, internacional, jurídico, para conocer los elementos de la política internacional financiera, y también para conocer muy detenidamente la cooperación militar de la perspectiva de la nación oriental, de la República Popular China. Qué mejor escenario para nosotros poder escuchar a este selecto panel de autoridades que nos va a permitir abrir, expandir nuestros conocimientos, y por sobre todo fortalecer los aspectos socio-simbólicos que le dan fortaleza a nuestra nación. Fortalecer nuestro ideario de soberanía e independencia legada de nuestros próceres libertadores, de nuestro prócer Libertador General en Jefe Simón Bolívar. Qué mejor escenario para dar continuidad a todo este proceso, en este mes aniversario, que el 26 de septiembre, día especial del aniversario, nosotros decidimos con la autorización de nuestro Comandante en Jefe, previa petición, hacer todo un mes de eventos enmarcados dentro de esta Operación «Venezuela Soberanía y Paz», que amplios resultados nos ha dado. Quiero dar la palabra a nuestros ponentes no sin antes felicitar, de verdad, desde lo profundo de mi corazón a toda la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en esta actividad operacional. Hemos hecho acciones inéditas y nunca antes podríamos retomarlas y hacerlas con mayor fortaleza. Una gran maniobra estratégica que nos ha permitido fortalecer nuestras fronteras sin descuidar a lo interno Venezuela. Pero más allá de eso, con todos los ataques y las dificultades que estamos siempre pasando, victoriosos. No sin demostrar que en el talento humano de los hombres y mujeres de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es donde radica la mayor fortaleza de la nación venezolana. De manera, pues, que pido un fuerte aplauso para los expositores, y vamos a dar inicio a este Foro.
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Aproximación Teórica hacia la Venezuela Potencia *
TEXTO: AJ Remigio Ceballos Ichaso Fotos: CEOFANB a República Bolivariana de Venezuela posee un gran potencial nacional, el cual le ha permitido avanzar ante las dificultades más controversiales ejercidas por grandes centros de poder mundial, liderado por el enemigo histórico de la Revolución Bolivariana desde las luchas independentistas hasta nuestros días, como lo es el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Esto queda demostrado mediante las declaraciones de su actual presidente Donald Trump (2016-2020), hecho público y notorio visto por el mundo entero a través de los medios de comunicación. Es necesario hacer la salvedad de que el pueblo venezolano es amigo de todos los pueblos del mundo que propugnan la paz y el respeto a las leyes internacionales que garantizan el Derecho Público Internacional, y en especial el cumplimiento de los derechos humanos desde sus respectivos Estados. Es por ello que respetamos y admiramos profundamente al pueblo de los Estados Unidos. No obstante, somos un objetivo apetecible para los gobiernos imperialistas, a la cabeza EE.UU., fundamentalmente por el privilegio de poseer nuestra nación un cúmulo de fortalezas que la hacen atractiva para los intereses codiciosos y para nada ocultos de los gendarmes del mundo. Rica y poderosa en lo que a recursos naturales,
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Venezuela es dueña de un legado libertador único en el mundo, con un pueblo históricamente consciente, amoroso y cálido, organizado y con poder, portador de potencial descolonizador. Caracterización de las amenazas presentes y futuras La República Bolivariana de Venezuela está dotada de una voluntad patriótica que rechaza el pasado oprobioso y condena la violencia hegemónica. Terminó el tiempo del dualismo perverso, desestabilizador que aplica mecanismos ambiguos que alientan y practican la violencia como arma política. La Fuerza Armada, luego de la llegada de Chávez se convirtió en un semillero de ideas novedosas, se integró a la política de cambio social, económico y político. Situación que asumió toda la institución castrense venezolana
La Revolución Bolivariana ha significado una adecuación defensiva impostergable, tanto en lo doctrinario como tecnológico, lo que le ha permitido ponerse a tono con las exigencias de los equipos militares más avanzados.
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Las inmensas riquezas naturales y energéticas de nuestra patria, son codiciadas por toda clase de poderes imperialistas. Para impedirlo se requiere una plena capacidad defensiva en todos los escenarios de conflicto: social, diplomático, bursátil, económico, militar...
De igual manera, en el plano metodológico, es preciso iny es uno de los más importantes legados del Comandante Supremo. Hoy en día cuenta con amplio respaldo de la corporar el estudio de valores matemáticos en la periodización población venezolana, a través de la novísima Unión Cívico y surgimiento del conflicto, de manera que se facilite el estuMilitar, rescatada y redefinida desde la historia patria, a la dio prospectivo para conocer y construir escenarios futuros con alto grado de probabilidad, basado en criterios e indicaluz de los nuevos tiempos. En la actualidad existen diversos enfoques para definir dores precisos, brindar aportes importantes en el proceso de los fenómenos polemológicos internacionales y la forma análisis cualitativos y cuantitativos, en la toma de decisiones en que los Estados poderosos como actores principales estratégicas en el más alto nivel de conducción de la guerra. Los enemigos externos e internos de la Patria Bolivariadependientes de las grandes corporaciones financieras na, ejercen presiones sobre la nación mundiales, actúan para satisfacer Un país-potencia es venezolana mediante la aplicación sus intereses, por encima del Derede una estrategia, la cual denomino: cho Nacional o violando el Derecho impensable sin un alto Fragmentación Multidimensional diInternacional. En este sentido, existe desarrollo industrial, rigida contra el Estado venezolano y diversidad de conceptos para caraccognoscitivo, tecnológico y requiere de la implementación de lo terizar la fenomenología de los conque designo como estrategias de Rupflictos internacionales, algunos de productivo, a la par de un tura Dinámica, estructuradas en alguellos similares al contexto venezolaadecuado sistema militar nos casos, de igual forma y proporción no y otros muy específicos de nuesdefensivo multidimensional a las amenazas y tras realidades, que ocurren como ataques, y en otros casos, bajo el criconsecuencia del empleo de nuevas terio de la Superioridad Relativa, de carácter asimétrico que formas de injerencia y dominación extranjera mediante el permite enfrentar enemigos en poderío militar mas no moral. apoyo a los actores internos que, como aliados de esos factores externos, contribuyen para usurpar el poder nacional Estos elementos brindan además Poder Estabilizador más allá de la legalidad y con el fin último de adueñarse de a la Seguridad de la Nación, dotándola de múltiples dilas riquezas existentes. mensiones para garantizar la soberanía e independencia, Estas nuevas formas intervencionistas poseen una ca- abriendo paso a una Seguridad Múltiple o Multidimensioracterización propia en la coyuntura nacional bolivariana nal, y a su vez requiere en toda su extensión de la Defensa y mantienen también elementos comunes injerencistas Integral de la Nación para garantizar el esfuerzo del Estaaplicados en lo internacional. Por ello es necesario iden- do venezolano desde la lucha no armada incluyendo el tificar y consolidar una doctrina endógena que garantice espacio no lineal, con iniciativa y desde todos los ámbitos a las generaciones futuras los niveles de comprensión de del poder, garantizando capacidad para elevar y mantelos fenómenos del conflicto venezolano, el fortalecimiento ner el apresto operacional de la FANB y vencer los intende la conciencia patria, la orientación axiológica desde la tos de ruptura dinámica permitiendo el éxito, cuando se perspectiva del Poder Nacional a la luz del Concepto Es- requiere emplear la lucha armada apalancándose en la tratégico Militar para la Defensa Integral de la Nación y del Unión Cívico Militar como garantía de superioridad relativa para que en el enfrentamiento asimétrico se logre el éxito. Plan de la Patria.
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Una propuesta concreta Es necesario rediseñar el Plan de Desarrollo de la FANB y brindarle mayor espacio-tiempo hasta el 2030 y más allá, para garantizar el desarrollo armónico y ajustado a las realidades presentes y los cambios que surjan. Como aporte a la soberanía e independencia de la patria se recomienda elevar esta propuesta al Consejo de Defensa de la Nación, para la adaptación y modernización del Concepto Estratégico Militar para la Defensa Integral de la Nación. Finalmente, para garantizar el logro de los objetivos planteados en el Plan de la Patria, y encontrarnos con la Venezuela Potencia, es necesario apreciar las amenazas y diseñar la Ofensiva Estratégica Dinámica como concepto de movimiento ofensivo, defensivo, temporal, multidimensional, de aproximación a las amenazas para su neutralización y destrucción, sin astigmatismos estratégicos, que permitan la aplicación de estrategias complementarias para garantizar la integridad, soberanía e independencia, por lo que el desarrollo de todas las Regiones del país —incluyendo el mar
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desde la Región Estratégica de Defensa Integral Marítima Insular— es vital para la nación y por sí mismo, para el pueblo venezolano. Nuestro pueblo para sobrevivir a los ataques inclementes producto del injerencismo extranjero y las ansias por apoderarse de nuestros recursos naturales y del poder económico financiero de crecimiento de la Patria Bolivariana, así como por su ubicación geoestratégica mundial, de altísima ventaja, necesita una Fuerza Armada Nacional Bolivariana, cohesionada y fuerte y, sobre todo, con conciencia de su rol histórico para convertirse en garante de la Seguridad de la Nación venezolana. * Este texto proviene de la tesis doctoral del AJ Remigio Ceballos Ichaso, presentada al IASEN. El título original es: «Aproximación teórica hacia la Venezuela potencia a la luz de las amenazas presentes y futuras como estrategia complementaria para la Seguridad de la Nación».
Vocación libertadora y capacidad defensiva se concilian de manera férrea y decidida, garantizando así la plena preservación de la soberanía venezolana. Expresión de las múltiples funciones que implica hoy la Defensa Integral de la Nación, el AJ Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional, en arenga a efectivos del CONAS.
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Las Nuevas Guerras, una mirada a través del lentE de
Mary Kaldor
Mary Kaldor
Texto: Cap. Manuel Eduardo Skias Pino * Fotos: Archivos ACM
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s probable que asistamos a una nueva morfología en los conflictos armados. De ser así, ¿qué indicadores permiten señalar que ha existido una transformación de la guerra en contraposición con los preceptos teóricos planteados por Clausewitz? En este sentido, se analizará cómo los paradigmas clausewitziano y el westfaliano se han ido erosionando, como resultado de un proceso complejo de globalización, que ha hecho que todos los conceptos relacionados con seguridad, soberanía, entre otros, se replanteen; la guerra no escapó de sus efectos. En torno a la obra de Mary Kaldor, se basarán la mayoría de los argumentos aquí planteados, pues considero que es la figura teórica más representativa en este tema y quien acuñó el término de «Nuevas Guerras». Las respuestas a las interrogantes que se señalan a continuación, son la base para disertar sobre un tema que aún sigue ordenando la agenda de la seguridad internacional, y es el referido a la guerra o empleo del instrumento militar. ¿Existe una nueva forma de hacer la guerra? ¿Aún las guerras actuales se conciben como lo señalara Clausewitz? El Estado tal y como lo conocemos es el actor con mayor importancia en el sistema internacional, pero… ¿existe una erosión de este paradigma? ¿Qué papel ha jugado la globalización? ¿Es probable que seamos testigos de una nueva forma de violencia política, una nueva forma de guerra? Con respecto a la guerra, tomaremos como referente a Clausewitz ya que el mismo ha definido la forma de hacer la guerra de los últimos tiempos, desde la creación de lo que conocemos como Estado moderno, en esta era westfaliana concebida desde las diferentes teorías contractuales, como son las de Rousseau, Hobbes, Locke.
Carl von Clausewitz, en su obra De la Guerra señala los principales cánones a través de los cuales se desarrolla la guerra, exponiendo lo que actualmente se conoce como la trinidad clausewitziana (gobierno, fuerza armada y población); de allí que se le dé la denominación de guerras trinitarias, entre otras consideraciones. Es el teórico más representativo de las viejas guerras, como lo señala Mary Kaldor en su artículo de investigación titulado «En defensa de nuevas guerras» (Kaldor, 2013). Clausewitz, hace mención a que el empleo del instrumento militar es de uso exclusivo del Estado y persigue los fines políticos del mismo, como ya es conocida su célebre frase «la guerra es la continuación de la política por otros medios». Van Creveld, en su libro La Transformación de la guerra (1991), demuestra que la forma tradicional de hacer la guerra ha cambiado, y esto es ocasionado no sólo por la multiplicidad de actores sino por el empleo de la tecnología. Estas reflexiones las hace en la observación del enfrentamiento de 1980 Carl von Clausewitz a 1988 entre Irán e Irak, donde los
métodos convencionales se hicieron inútiles. Él acuña lo que hoy se conoce como guerras de baja intensidad, en las cuales intervienen fuerzas de carácter irregular, y que a criterio de ese autor, constituyen el conflicto del futuro, además de vaticinar que en el plano político-institucional, el Estado ha dejado de ser el sujeto central de las Relaciones Internacionales. Tomando en cuenta que esta tesis se presentó durante los primeros años de la década de 1990, muchas de las consideraciones fueron acertadas, pero otras no tanto. La propuesta presentada no era suficiente para entender las nuevas formas de violencia que se estaban dando en el plano internacional durante ese período histórico. Aún el Estado moderno sigue siendo el actor principal del escenario internacional, como lo expuso Samuel Huntington en su artículo «¿Choque de civilizaciones?» (Huntington, 1993, p. 1) o como indicaron Rosenau y Durfee, al expresar que «…discernir un declive en la capacidad de los Estados, por lo tanto, no sugiere o implica de manera alguna que ya ellos no son actores relevantes en el escenario global» (James Rosenau y Mary Durfee: «El Postinternacionalismo en un Mundo Turbulento», p. 19). Con respecto al Estado, tomaremos la definición de Max Weber, entendiendo que es una organización que «conserva el monopolio de la violencia organizada legítima». Resulta relevante lo aquí señalado, porque desde los años de 1970 se empiezan a presenciar fenómenos relacionados con la erosión del Estado, producto de múltiples factores. Por consecuencia, el debilitamiento de los paradigmas westfaliano y clausewitziano, va de la mano, siguiendo lo señalado por Mariano Bartolomé, quien menciona en su libro La Seguridad Internacional en el siglo XXI, más allá de Westfalia y Clausewitz (Bartolomé, 2006, p. 33), que estos paradigmas comienzan a erosionarse a inicios de la década de 1970, marcando como hito la publicación del trabajo de Keohane y Nye (Robert Keohane y Joseph Nye,1971, p. 332), donde señalan que transnacional es todo «movimiento de elementos tangibles o intangibles a través de las fronteras estatales, en el cual al menos uno de los actores involucrados no pertenece a gobierno u organismo internacional alguno». Priorizaremos el enfoque relacionado con la seguridad internacional, ya que en el marco del postmodernismo aparecen términos que se conocen como «interméstico», «áreas grises», «áreas sin ley» (Bartolomé, 2006, p. 27). El mínimo común denominador en estos tres conceptos citados por Bartolomé, es que se trasciende la tradicional concepción de soberanía, donde el Estado no ejerce el monopolio de las armas. Hasta ahora hemos realizado una breve síntesis de temas relacionados con la forma de concebir la guerra de von Clausewitz y van Creveld, el concepto de Estado y aquello desde donde comienza a erosionarse los paradigmas westfaliano y clausewitziano. Pero hay un elemento que terminará de completar el abordaje a una nueva forma de conflicto: el fenómeno conocido como globalización. Siguiendo a Bartolomé (2013) y a Nahím (2006) la globalización es un potenciador de actividades positivas y negativas. Para Zigmunt Bauman, la globalización ha generado
Jean-Jacques Rousseau
Thomas Hobbes
John Locke 13
una especie de interdependencia entre los individuos e introduce el término de Globalización negativa, esto es: «…una globalización altamente selectiva del comercio y el capital, la vigilancia y la información, la coacción y el armamento, la delincuencia y el terrorismo, todos ellos elementos que rechazan de plano el principio de soberanía territorial y no respetan ninguna forma estatal». (Bauman, 2007, p. 15).
Continúa el mismo autor señalando:
«…uno de los efectos más siniestros de la globalización es la desregulación de las guerras…la mayoría de las acciones bélicas, y las más crueles y sangrientas, las llevan a cabo entidades no estatales, no sometidas a una legislación estatal o semiestatal ni a convenios internacionales. Son, al mismo tiempo, el resultado y las causas, auxiliares pero poderosas, de la continua erosión de la soberanía estatal y de las permanentes condiciones de zona fronteriza del espacio global “supraestatal”… los antagonismos intertribales irrumpen en el espacio abierto gracias al debilitamiento del brazo del Estado». (Ibid., p. 114).
Mary Kaldor, hace diferentes señalamientos sobre la globalización, que se pueden compilar de la siguiente forma: 1.«…la intensificación de las interconexiones políticas, económicas, militares y culturales a escala mundial…» (Kaldor, 2001, pp. 17-18); 2.«…la globalización incluye también la transnacionalización y la regionalización de la gobernanza» (Ibid., p. 97), y 3.«…la globalización es un proceso que implica la integración y la inclusión, además de la fragmentación y el exclusivismo…» (Ibid., 2001, p. 178).
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Siguiendo a Holm y Sorensen, en su obra ¿El orden mundial de quién?, éstos expresan que la globalización es «…la intensificación de las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales por encima de las fronteras. El proceso es desigual en términos de la intensidad transnacional, el ámbito geográfico y la profundidad nacional y local». (Hans-Henrik Holm y Georg Sorensen, 1995, p. 6).
El enfoque de Mary Kaldor A Mary Kaldor se le atribuye el término de «Nuevas Guerras», quien en 1999 publica su libro New and Old Wars. Organised violence in a global era (Kaldor, 2001). Desde el momento de su publicación numerosos estudiosos de la guerra han debatido y publicado sus trabajos, enmarcándose como defensores o detractores de los preceptos expuestos por esta investigadora de la seguridad (Bados Nieto y Duran Cenit, 2015), que aborda estos temas desde el lente de la seguridad humana (Fuentes y Rojas Aravena, 2005). Esta obra fue realizada, teniendo como objeto de estudio la Guerra de Bosnia-Herzegovina (19921995), la propuesta se constituye en un abordaje orienta- do en primera instancia al respeto a los derechos humanos, la instauración de una autoridad política legítima, tratar de actuar en el conflicto en contextos multilaterales, abordar el conflicto de forma multilateral en lo que ella denomina una visión cosmopolita y que de esta forma se evitaría la propensión al neocolonialismo. Este tipo de guerra, señala que son guerras propias de la globalización. Pero quizás lo que más ha dado de qué hablar, son los indicadores que emplea para realizar la distinción entre «las viejas guerras» y las «nuevas guerras». En este aspecto es imprescindible hacer mención a la justificación que Kaldor da para emplear cada uno de los términos, el porqué emplea el término de «nuevas» y el término de «guerras», éste es un rasgo distintivo que se aprecia en todo su trabajo (Kaldor, 2001) para explicarle al lector el origen de sus argumentos. Por consiguiente, la autora emplea el término «nuevas» con la finalidad de «…distinguir estas percepciones de las percepciones más comunes sobre la guerra de una época anterior» y «guerra» señala que es «para subrayar el carácter político de este nuevo tipo de violencia». En el año 2013, producto de las críticas que le hicieren a los términos empleados, Kaldor publica In Defence of New Wars (2013) donde menciona que el término «nuevas» está orientado a «…una forma de excluir las suposiciones “antiguas” sobre la naturaleza de la guerra y de proporcionar la base para una nueva metodología de investigación» (Kaldor, 2013, p. 3). Continúa desarrollando su argumento y expone que: « …el punto del adjetivo ‘nuevo’ no tiene que ver con ninguna caracte-
rística particular de los conflictos contemporáneos ni con qué tan bien se asemeja a nuestras suposiciones sobre la realidad, sino que tiene que ver con el modelo de guerra y cómo el modelo que explico es diferente de los modelos prevalecientes que sustentan tanto la política como la erudición. Es un modelo que implica una lógica política, económica y militar específica». (Kaldor, 2013, pp. 4-5)
Así las cosas, procederemos a parafrasear lo que la autora señala como «Nuevas Guerras»: las características de este nuevo fenómeno radican en que existe un desdibujamiento entre las distinciones existentes entre guerra, crimen organizado y violaciones a gran escala de los DD.HH. No es visible la distinción entre lo interno y lo externo, lo policial y lo militar, lo público y privado, los motivos económicos o políticos, combatientes y no combatientes. En este contexto es que desarrolla su tesis explicando que existen ciertas características que permiten señalar que se está ante una nueva forma de violencia, una «nueva guerra», a saber: «…sus objetivos, sus métodos de lucha y sus modos de financiación» (Kaldor, 2001, p. 21). También indica que existe una proliferación de actores estatales y no estatales. Dichas características son: Los Actores: Mientras que en las viejas guerras, el único actor que prevalecía era el Estado y por antonomasia los que la realizaban eran las fuerzas armadas de los mismos, es decir combatientes plenamente identificados, con códigos éticos y morales sustentados por la normativa internacional vigente, lo que se refiere al Derecho de la Guerra, el Derecho Internacional, convenios de Ginebra y sus respectivos protocolos, en esta nueva forma de violencia política se «…incluye a todo un “ejército” internacional que va desde periodistas extranjeros, soldados mercenarios y asesores militares, expatriados voluntarios, ONG, instituciones internacionales, como la ACNUR, la UE, UNICEF, la OSCE y la propia ONU» (Bados Nieto y Duran Cenit, 2015), a los que se les suma las organizaciones criminales, contratistas de seguridad privada, yihadistas, caudillos, paramilitares, etc. De este último grupo, la gran mayoría de los señalados o no tienen ninguna responsabilidad penal por los actos cometidos, por no ser sujetos jurídicos de las diferentes normativas del Derecho Internacional Público, como es el caso de las contratistas de seguridad privada, o simplemente son desafiantes de estas normativas, como lo hacen las organizaciones criminales, paramilitares, lo que ha despertado la necesidad de realizar un abordaje más integral en temas de seguridad internacional. Los métodos de lucha: En las viejas guerras, la guerra convencional o regular, el objetivo es la captura de territorio, donde las batallas son los enfrentamientos decisivos; Tutsi Hutu es decir, el instrumento mili-
tar de dos Estados que se enfrentan hasta consolidar los objetivos políticos. Las guerras de guerrillas se establecieron bajo la premisa de ganarse a la población para poder operar libremente en el territorio; esto sería lo mismo que señalar la captura de territorio a través del control político de la población. Esta forma de hacer la guerra surgió como una forma de enfrentar a un ejército convencional con una concentración de masa (hombres, poder de fuego) según los términos clausewitzianos, superior, por lo tanto para hacerle frente directamente, significa irremediablemente la no consumación de los objetivos, y por ende se hace necesario diseñar una vía alterna; se traza una estrategia orientada a evitar la confrontación directa en una batalla e ir dando golpes mínimos haciendo un uso eficiente de las fuerzas con las que se cuentan, con un amplio conocimiento del terreno donde se opera e influir en la moral del adversario, al menos así lo señalaba Mao Tse-Tung: moverse en el terreno «como un pez en el agua». En contraposición con lo señalado anteriormente, las nuevas guerras toman de la guerra de guerrillas el control político, pero hacen gala de unas armas que actúan sobre la psiquis del ser humano: «el miedo y el odio». En ellas ya no cuenta ganarse a la población y operar sumergido en ellas, sino que «El objetivo es expulsar a la población mediante diversos métodos, como las matanzas masivas, los reasentamientos forzosos y una serie de técnicas políticas, psicológicas y económicas de intimidación…» (Kaldor, 2001, p. 23). En estos términos se infiere que la violencia se dirige hacia los civiles y no contra las fuerzas enemigas como una forma de controlar territorio. Vale acotar que en esta concepción de las Nuevas Guerras las batallas son raras. Entre los métodos identificados por Kaldor se señalan los siguientes: el asesinato sistemático de los que se adhieren a otras etiquetas (caso los hutus y los tutsis, en África), la limpieza étnica (Bosnia-Herzegovina, los Balcanes), hacer inhabitable una zona. La destrucción de la cultura y la historia, eliminando iconos que determinan el entorno cultural de un grupo de personas. Otro método de profanación son los abusos sistemáticos y violaciones masivas, todas estas modalidades están comprendidas en la definición de genocidio, prevista en el Art. 2° de la Convención de Ginebra de 1948. En definitiva, los métodos empleados rechazan todas las normativas de la guerra. La forma de financiamiento de la guerra: Mientras que las viejas guerras manejaban el concepto de economía de guerra, referido a un régimen autárquico, donde los medios financieros para respaldar a la fuerza armada del Estado se conseguían a través del incremento de los impuestos y políticas públicas de austeridad, orientadas para atender la contingencia o a través de potencias que brindaban su apoyo económico directo al gobierno de alguno de los actores estatales en Twa conflicto, lo que se observa en las
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nuevas guerras es lo que la autora denomina una economía de guerra globalizada (Kaldor, 2001, p. 24). Esta economía de guerra tiene como rasgos particulares que se sirven del saqueo, de la venta en el mercado negro de: petróleo, piedras preciosas (oro, diamantes) y minerales estratégicos; también se obtienen apoyos a través de los recursos enviados por una diáspora movilizada y activa, así como también por la ayuda humanitaria, apoyo directo o indirecto de países vecinos o aquellos donde sus intereses se vean amenazados en el área donde se desarrolla el conflicto, el tráfico de drogas, de armas, de obras de arte, piezas arqueológicas de valor, entre otras. Las unidades en combate se sirven de todas estas acciones para garantizar el financiamiento del esfuerzo de la guerra. En algunos casos, en las zonas que se encuentran en conflicto continúan produciéndose o explotándose los recursos; por ejemplo, los diamantes de sangre en Angola, Sierra Leona y República Centroafricana; lapislázuli, esmeraldas y opio en Afganistán; la producción de drogas en Colombia, Perú y Tadjikistán. Los objetivos: En las guerras del siglo XX y las anteriores a ellas, las mismas se libraban por intereses geopolíticos e ideológicos (democracia o comunismo). En esta nueva forma de violencia se observa que «los objetivos políticos están relacionados con la reivindicación del poder sobre la base de identidades aparentemente tradicionales: nación, tribu, religión». (Kaldor, 2001, pág. 93). En este aspecto, la autora hace referencia a «Política de Identidades» caracterizando que son «movimientos que surgen asociados a una identidad étnica, racial o religiosa y con el propósito de luchar por el poder estatal». Ella expresa que usa el término «identidad en sentido estricto como forma de etiqueta», y el término «política, se refiere a la reivindicación del poder estatal». Ella señala que «…los conflictos tribales en África, conflictos religiosos en Oriente Próximo o el sur de Asia o conflictos nacionalistas en Europa, todos tienen una característica común, que es el uso de etiquetas como base para las reivindicaciones políticas». La política de identidades por lo general tiende a ser fragmentadora, retrógrada y excluyente. En su mayoría suelen ser movimientos que toman bases históricas para rememorar un pasado glorioso, generar el estado de ansiedad en el advenimiento de la época pasada. Esto da pie para hacer mención sobre lo que opinan Rosenau y Durfee, con respecto a formas de nacionalismos; señalan que en algunos casos: «…los subgrupos fueron naciones históricas y los sentimientos acompañantes pueden ser vistos como expresiones de nacionalismos… reservar el término de nacionalismos para aquellas expresiones subgrupales que giran en torno a naciones y sentimientos de etnicidad». (James Rosenau y
Mary Durfee: «El Postinternacionalismo en un Mundo Turbulento», pp. 22-23). Toda política basada en la identidad genera una minoría, si se observan los extremos de esta premisa en el lado «positivo» de la misma se generaría una discriminación psicológica, pero en el peor se desencadena una persecución a la población terminando incluso con su exterminio. Quizás lo más importante es señalar que el terreno más propicio para que se desarrolle una política de identidades, es cuando las estructuras del Estado moderno están desintegradas o erosionadas, pero indefectiblemente este tipo de política está intrínsecamente relacionado con la globalización. Alerta al indicar que los grupos criminales transnacionales, aprovechan la situación gestada en el marco de las Nuevas Guerras y que «las nuevas formas de lucha por el poder pueden disfrazarse de nacionalismo tradicional, tribalismo o comunalismo». De esta forma, siguiendo a Kaldor, se ha caracterizado a través de los indicadores anteriormente señalados cómo se identifica si estamos o no ante una Nueva Guerra. El caso del Daesh, podría ser empleado como forma de exponer un ejemplo de la vigencia de estos temas en la actualidad. Este grupo terrorista data del 29 de junio del 2014, cuando fue oficialmente anunciada su existencia por Abu Bakr al-Baghdadi, su líder y autoproclamado califa (Bartolomé, 2016, p. 3). En cuanto al objetivo político, el Daesh evidentemente impulsa una política de identidades, excluyendo a los que no se suman a su etiqueta y exterminando en muchos casos la cultura; aquí sería importante resaltar lo sucedido con Palmira, en Siria. El financiamiento de la guerra, con la venta del crudo han podido financiar y mantener sus operaciones en el tiempo, amén del pillaje y demás prácticas relacionadas con el mercado negro y contribuciones de adeptos a la causa de la conformación del califato. Por otro lado, en cuanto a la cantidad de actores implicados en este tipo de conflicto, se puede observar una variedad tal y como los tipifica la autora, la violencia en muchas ocasiones está dirigida a la población civil pero es conocido que sostienen combate con fuerzas militares regulares, aunque la teoría señala que uno de los rasgos para identificar a las Nuevas Guerras es que «La violencia se dirige principalmente contra los civiles como una forma de controlar el territorio en lugar de contra las fuerzas enemigas». (Kaldor, M. 2013, p. 3); quizás es por ello que Mariano Bartolomé (Bartolomé, M. 2016, p. 4) señala que la propuesta de Mary Kaldor se hace insuficiente para estudiar este tipo de conflictos. Lo que sí sería importante resaltar es que las Nuevas Guerras tal y como lo indica la autora: «Nos permite abordar la lógica general que es inherente a los conflictos violentos contemporáneos y que los hace diferentes en especie de las “viejas guerras”. Es una lógica que
va más allá de los componentes específicos de los conflictos contemporáneos: la política de identidad o la depredación económica, por ejemplo. Por el contrario, proporciona un marco integrador para el análisis». (Kaldor, M. 2013, p. 2). Explica que el objetivo de describir los conflictos de la década de 1990 como «nuevos» es redefinir los métodos que emplean los académicos para investigar estos conflictos y, por lo tanto, cambiar la forma en que los encargados de formular y diseñar políticas perciben estos conflictos. Se observa que muchas de las amenazas que se ciernen sobre el sistema internacional, pueden ser entendidas a través de esta herramienta metodológica y por qué no, delinear que existe una nueva forma de concebir las conflagraciones. Un escenario prospectivo en la República Bolivariana de Venezuela, analizado bajo el lente de Kaldor, es lo que se está gestando al sur del país en el estado Bolívar: la conformación de un movimiento secesionista y de un presunto grupo paramilitar autodenominado Milicia Territorial Pemón se constituyen como elementos claves, que permite señalar que se estén reuniendo las condiciones necesarias para que una nueva forma de conflicto se desarrolle dentro del territorio nacional, tal y como lo denunciaran el GB Roberto González Cárdenas (reserva activa) y el Doctor Vladimir Adrianza Salas en una entrevista dada al programa «Dossier» del canal VTV, el 23-07-2018. En la Zona Estratégica de Desarrollo Nacional «Arco Minero del Orinoco», existen grandes yacimientos de recursos minerales, se encuentran asentadas diferentes comunidades indígenas, las concesiones de explotación otorgadas por el Gobierno nacional a las transnacionales y la minería ilegal; son algunos de los factores que convergen entre sí y que permite proyectar la factibilidad de un escenario de conflictividad que podría ir escalando paulatinamente. En relación al posible escenario, Michale Klare (Klare, M. 2003) refiere tres conflictos característicos de una cantidad de conflictos que se han generado en el mundo por motivo de los recursos naturales: Bougainville, Sierra Leona y Borneo, donde los factores determinantes de los mismo se repiten en cada uno de ellos; el desplazamiento de los pueblos originarios los cuales en la mayoría de los casos se encuentran asentados en los lugares poseedores de dichas riquezas naturales, el empleo de compañías militares privadas, ya sea para hacer frente a los movimientos separatistas a favor de los gobiernos o para simplemente intensificar las diferencias y prolongar la situación con la finalidad de extraer la mayor cantidad de ganancias, el daño irreversible que se le hace al medio ambiente y por último las masacres de miles y millones de personas tales como las realizadas en la República Democrática del Congo o en la República Centroafricana. A modo de colofón se tomará lo expresado por el Banco Mundial en su Informe del año 2011 sobre Conflicto, Seguridad y Desarrollo (Banco Mundial, 2011), citado por Kaldor (2013, p. 1): «Los sistemas globales del siglo XX fueron diseñados para enfrentar las tensiones entre Estados y las guerras civiles. La guerra entre los Estados-nación y la guerra civil tiene una lógica dada... La violencia del siglo XXI no encaja con el molde del siglo XX... La violencia y el conflicto no se han des-
terrado... Pero debido al éxito en la reducción de la guerra interestatal, las formas restantes de la violencia no encajan perfectamente en “guerra” o “paz”, ni en violencia “política” o “criminal”.» * Jefe del Departamento de Análisis Interior de la División de Análisis de la Dirección Conjunta de Inteligencia Militar del CEOFANB. Diplomado en Defensa y Seguridad Internacional.
Bibliografía Bados Nieto, V.-M. & Duran Cenit, M. (2015). «Las “nuevas guerras”: una propuesta metodológica para su análisis», Revista UNISCI / UNISCI Journal, N° 38 (Mayo / May 2015) , 9-33. Bartolomé, M. (2006). «La seguridad internacional contemporánea y la erosión de sus paradigmas tradicionales», en M. Bartolomé, La seguridad internacional en el siglo XXI, más allá de Westfalia y Clausewitz (pág. 358). Santiago de Chile: Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, Ministerio de Defensa Nacional. Bartolomé, M. (2013). «Más allá del crimen organizado: La reformulación del concepto de Insurgencia y su impacto en el entorno estratégico sudamericano». Revista Brasileira de Estratégia e Relaçoes Internacionais. Austral. V. 2, N° 3, pp. 47-77. Bartolomé, M. (2016). «Sobre nuevas formas de guerra (a propósito del segundo aniversario de Estado Islámico)», Boletín de Seguridad y Defensa, N°12, Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) , pp. 1-16. Bauman, Z. (2007). Tiempos líquidos. México: Tusquets Editores S.A. de C.V. Clausewitz, C. v. (1976). On War, Princeton, Howard & Paret, Eds. Fuentes, C. F. & Rojas Aravena, F. (2005). Promover la Seguridad Humana: Marcos Éticos, Normativos y Educacionales en América Latina y el Caribe. París: UNESCO. Holm, Hans-Henrik and Georg Sorensen (1995), Whose World Order? Uneven Globalization and the End of the Cold War, Boulder, Co., Westview Press. Huntington, S. P. (1993). «¿Choque de Civilizaciones?», Foreign Affairs, [en español], 1-15. Kaldor, M. (2013). «In Defence of New Wars». Stability: International Journal of Security and Development. 2(1), p. Art. 4, 1-16. Kaldor, M. (2001). Las nuevas Guerras. Violencia organizada en la era global. Barcelona: Tusquests Editores, S.A. Klare, M. T. (2003). Guerra por los Recursos, El futuro escenario del conflicto global. Barcelona: Ediciones Urano. Naím, M. (2006). Ilícito: Cómo contrabandistas, traficantes y piratas están cambiando el mundo. [Libro en línea]. Random House Mondadori, S.A. Disponible:https://books.google.co.ve/ books?id=Ne3SELMLFOYC&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false [Consulta: 2017, Enero 28] Rosenau James y Durfee Mary: «El Postinternacionalismo en un Mundo Turbulento». Material de Estudio de la Cátedra de Estructuras Internacionales II de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos UCV. [Traducción por la Prof. Ma. Elena Pinto Mota]. Van Creveld, M. (1991). Transformation of war. New York: Free Press. VTV Programas completos (24 de julio del 2018). Dossier 23 Jul. 2018. [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=UhckvEhvGSo 17
Los Objetivos Nacionales y la Seguridad de la Nación:
Importancia de la Unión Cívico-Militar (Pueblo-Fuerza Armada)
Texto: Ricardo Sanoja *
Fotos: Archivos ACM
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a guerra, más que un instrumento de la política, es un acto político, ya que de todo punto es superflua la definición. Decía Lenin: «La guerra es parte de un todo y ese todo es la política». En este mismo sentido, partiendo de la base marxista-leninista, la definimos como violencia armada y no armada, organizada entre distintas clases sociales, Estados, grupos de Estados y naciones, con un fin de la obtención de unos objetivos políticos definidos (control político). Es por ello que, a toda guerra hay que hacerle un examen histórico, para lograr entender la relación entre la guerra y la lucha de clases, en el espacio geográfico (control del territorio). Los objetivos políticos Los objetivos políticos, son representados fundamentalmente por territorios y sus influencias de tipo económico, ideológico y hoy día, con más complejidad, como la mente humana y la incidencia en la psiquis colectiva de las masas (control social). En la actualidad, la guerra es total, multidimensional y simultánea en todas sus formas: política-económica, diplomática y militar, donde lo fundamental no es sólo quebrantar la voluntad del atacado, sino hacerse con su voluntad, que es apoderarse de su mente. La guerra no lineal y el arte político-militar Entre los objetivos de la guerra no lineal y/o no convencional, tenemos tres elementos esenciales: – – – 18
Las fuerzas armadas ( control militar) El territorio (control del espacio) La voluntad del enemigo (control social).
El arte militar, en su desiderátum, uno de los modos es conseguir vencer al enemigo sin combatir, como última ratio y de ahí la importancia de la política en una de sus dimensiones: la acción psicológica. Entonces, pues, el valor moral es clave para que en los más altos niveles de gobierno, tanto político como el militar, insurja el genio y el valor del guerrero en su amor a la patria y capacidad de decisión para resolver cualquier eventualidad, y en ese mismo tenor desarrollarlo como una gran cualidad, en ese camino a la emancipación del hombre de las condiciones físicas, a través de las sucesivas adaptaciones del hábitat. En El arte de la guerra, Sun Tzu nos ilustra en el tema de las leyes y principios de la guerra, de la táctica y de la estrategia; por ejemplo: «En el arte de la guerra no existen reglas fijas, las reglas se establecen de acuerdo a las circunstancias».1 Así mismo, es importante destacar que la defensiva es clave, y lo sería aún más cuando se concreta la cohesión social entre el pueblo y la fuerza armada, un binomio perfecto, donde lo moral es un factor decisivo y más si se apela a su historia, a su cultura y a su territorio. La moral, como fenómeno de la guerra, es la expresión suprema de la totalidad dialéctica e histórica que definen la capacidad de un pueblo en mancuerna con la fuerza armada, para superar cualquier adversidad, donde el Estado provee todo lo relacionado a lo material para elevar el completo nivel operacional y así mismo el completo apresto de conciencia, fortaleza física y espiritual. En esta nueva modalidad de guerra no lineal, hay que enseñar a pensar y aprender a aprehender, para que nuestro potencial humano sea un gran poder nacional, ya que el progreso de los individuos y así mismo de las sociedades es directamente proporcional a su preparación técnica e intelectual como de su nivel cultural. Es vital fomentar el estudio y la formación, para incrementar nuestro poder social frente a la subversión, a las
guerras ideológicas y psicológicas, ya que las ideas son las que mandan; en las ideas está el poder.Es por ello que, sin un rearme del poder mental de la población, la opinión pública estará en manos de utópicos y demagogos, por lo que para el líder es fundamental tener de su lado la opinión pública. De allí la importancia de ser una persona íntegra y coherente en pensamiento-praxis y acción, en sintonía con el pueblo. Entonces, es así como ese Poder Popular, con su líder alineado a sus necesidades, creencias y aspiraciones, no con fines partidistas ni electorales, sino como hombre de Estado, debe actuar y conducirse a favor del logro de los objetivos nacionales, como de sus objetivos políticos, cuando éstos estén orientados a concretar: «Un proyecto sugestivo de vida en Común» (Comuna o Nada), ya que es en la comunidad, donde el individuo se encuentra a sí mismo. Los objetivos nacionales De igual manera, dentro de la estructura de conceptos de objetivos comunes, definimos objetivos nacionales, como aquellos elementos constitutivos nucleares de las políticas de la Seguridad de la Nación. Y que son entendidos como la traducción de las aspiraciones e intereses de todo el conjunto nacional, cobrando vida la propia supervivencia del Estado, ya que sus intereses pasan a ser los intereses de la Seguridad de la Nación. En este mismo tenor, al Estado le corresponde la función rectora de crear las condiciones, por medio de la planificación conjunta en todos sus ámbitos transversalizados, el logro de los objetivos nacionales, donde la política nacional, como un conjunto de acciones del gobierno nacional en su sentido más amplio, como en nuestro caso el pentágono del Poder Publico Nacional: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral y Electoral, cuyo alcance teleológico es la consecución y salvaguarda de los objetivos nacionales, plasmados en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por lo tanto, tenemos que desde el Poder, se deben direccionar los siguientes lineamientos con la visión de conjunto respectiva: –Información –Mentalización
–Defensa del Estado –Completo apoyo a la Política Nacional. Por último, Richard Muir, en su libro Geografía Política Moderna, nos expresa lo siguiente:
«El político es el órgano director que organiza toda la Nación, el militar es el órgano ejecutor de la decisión política, y su función es imponer tal decisión por la fuerza, cuando así se juzgue necesario. Y para llevar esto a cabo no le basta sólo con conocer el factor físico sobre el que va a actuar, es obligado que conozca el cultural, sociológico, político, económico, etc., ya que de este conocimiento se deduciría una mayor aplicación de la fuerza. Al haber una coincidencia de medio y de finalidad, la relación es evidente».
En síntesis, lo geográfico desempeña entonces, un papel importante como teatro de operaciones, tanto para la estrategia política como para la estrategia militar, todo un tablero de ajedrez esferoidal donde el saber y el conocimiento son un poder. ¡Chávez vive!
* Profesor en Ciencias Sociales mención Geografía e Historia, en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL-Maracay) y Magister en Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios para la Defensa Nacional (IAEDEN), Universidad Militar Bolivariana. Actualmente Doctorante en Seguridad de la Nación en el Instituto de Altos Estudios para la Seguridad de la Nación (IAESEN). Correo electrónico: elojodelgato@hotmail.com y el Twitter: @ ricardo_ sanoja
Bibliografía Cebrian, F. Pinto: La Geografía y la Guerra. Colección Adalid, Servicios de Publicaciones del EME, Madrid, 1986. Frías O’Valle, José: Nuestra Guerra y Nuestra Paz. Colección Adalid, Servicios de Publicaciones del EME, Madrid, 1985. Manrique, Miguel: La Seguridad en las Fuerzas Armadas. Fondo Editorial Trópicos/Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1996. Sun Tzu: El Arte de la Guerra. Arca de Sabiduría, EDAF, Madrid, México, Buenos Aires, San Juan.
Notas: 1 Sun Tzu: El Arte de la Guerra, Arca de Sabiduría, EDAF, Madrid, México, Buenos Aires, San Juan, p. 36.
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A la medida de guerras de cualquier índole
XIV Aniversario del CEOFANB Texto: Lcdo. Duilio Medero* Fotos: Archivos ACM
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uando hace cuatro años celebró el CEOFANB su X Aniversario, como parte del programa conmemorativo se llevó a cabo un gran acontecimiento, el «Ejercicio de Acción Conjunta Maniobra de Campaña 2015», en la región falconiana de Paraguaná. En este septiembre 2019, al cumplirse su XIV Aniversario, está aconteciendo un enorme despliegue militar en la frontera colombo-venezolana: la «Maniobra Venezuela Soberanía y Paz 2019», esta vez no como acto previsto en la celebración, sino como un hecho impuesto por la dinámica que afecta a ambos países, sintomático de un enfrentamiento de gran escala de naturaleza geopolítica. Ello le da un carácter estratégico excepcional a estos ejercicios, ordenados por el Ejecutivo tras decretar alerta naranja por crecientes amenazas de diversa índole en aquel espacio fronterizo. Esta Maniobra también comprendió la Zona Económica Exclusiva, operaciones anfibias y la participación del CODAI, cuya actividad ha sido muy alta este mes, puesto que la intromisión de aviones de vigilancia de EE.UU. sobrepasó todos los promedios. Cabe decir que la complejidad manejada este año y la magnitud de las acciones ejecutadas llevan al Comando Estratégico Operacional de la FANB a una órbita de desempeño de capital valor. Esto debido a que ambos sucesos —la alerta naranja y las Maniobras— han coincidido en un marco conflictivo cuya intensidad sobrepasa a todo lo conocido hasta la fecha, lo que nos permite afirmar que las circunstancias en las que arriba el CEOFANB a su fecha conmemorativa poseen hoy un rasgo extraordinario, algunos de cuyos elementos relevantes veremos en detalle más adelante.
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En cuanto al programa de este aniversario, diversos actos dieron gran realce a la celebración, que se extenderá por un mes, y que se inició con una ofrenda floral del AJ Remigio Ceballos y su Estado Mayor Conjunto, tributada al Comandante Eterno y Supremo Hugo Chávez Frías, en el Cuartel 4-F. Un compromiso inaplazable, puesto que fue él quien tuvo la brillante iniciativa de crear el Comando Estratégico Operacional, un 26 de septiembre de 2005. También se realizó el II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019», el día 24 de septiembre, en el Teatro de la Academia Militar. El día 27, luego de una misa de rigor, hubo una ceremonia de imposición de condecoraciones en el Hall del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, ocasión en la cual dirigió unas memorables palabras el GJ Vladimir Padrino López, Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, y Ministro de la Defensa. El peso de lo internacional Hay que poner de relieve que este XIV Aniversario se da bajo tensiones extremas que obedecen a campañas sistemáticas de agresión contra el gobierno nacional, las instituciones y la sociedad toda, protagonizadas por fuerzas internas y foráneas capitaneadas por Washington. El alto grado y alcance de todo ese manejo constituye el mejor exponente de una nueva forma de guerra, en la que todo apunta a un objetivo perseguido desde años atrás, como es dar un viraje adverso a la Revolución Bolivariana, cuyo desenlace conduzca no sólo a un cambio de régimen que sea dócil a EE.UU., sino a colapsar la existencia misma del Estado-nación —fortalecido sin cesar desde 1999 en el proceso revolucionario—, resultando en ambos casos con la entrega de las inmensas riquezas naturales, energéticas y minerales a la depredación imperial. No obstan-
te, la resistencia de este Estado de estirpe bolivariana ha demostrado ser demasiado obstáculo a la pretensión globalizadora y al capital transnacional, y a lo cual se suma la otra barrera que lo impide: la FANB. Ésta, por lo tanto, se ha convertido en blanco de toda clase de agresiones y amenazas para acobardarla, o bien seducirla para sucumbir a la traición; pero la unidad, reciedumbre y lealtad que ha exhibido con tanta dignidad la han erigido en baluarte inexpugnable de la defensa y soberanía patrias, dándole por ende solidez al gobierno nacional, afianzando y expandiendo la unión cívico-militar, lo que ha dado al traste con las iniciativas desestabilizadoras. Así, y como parte de una verdadera guerra no convencional como la que estamos librando desde hace años, el proceso incorpora actores regionales que amenazan con una intervención militar contra Venezuela, apelando a la OEA y acudiendo ahora a invocar el obsoleto, ilegal y desprestigiado TIAR. Para concretar formas cada vez más agresivas de asedio, el escenario internacional ha abierto varios centros de gravedad, neurálgicos, escogidos con habilidad y acompañados de abundantes dosis de guerra psicológica ejercida por EE.UU. y sus gobiernos lacayos en la región, afincando sanciones financieras contra el país, desangrándolo con el contrabando de extracción, y a lo que se pretende agregar tensiones con Brasil y Guyana, lo que lleva a que el tema del Esequibo reavive su trascendencia geoestratégica. No obstante, se han conjurado una y otra vez los diferentes intentos bélicos, en los que no están ausentes los falsos positivos, algo sobre lo cual los servicios de inteligencia nacionales han operado con creciente eficiencia para develarlos. Todo este panorama, por lo tanto, encuentra al CEOFANB en un grado de alerta, de competencia y capacidades que no han dejado de enriquecerse y afinarse ante las muchas tentativas del enemigo, quien con su vasto arsenal de recursos ha desatado una lucha multifactorial de modo permanente, bien provista para provocar el máximo daño en todos los ámbitos de la sociedad: sabotajes al sistema eléctrico, ataques cibernéticos, hiperinflación inducida, ataque al signo monetario, desmoralización antipatriótica, etc., y que no ha tenido escrúpulos en
utilizar con saña contra un país pacífico como el nuestro. Pero, como siempre ocurre ante cada intentona que se nos lanza, el espectro de medios, tácticas y estrategias para contrarrestarlas, se expande y perfecciona, aunado al crecimiento del poderío militar patrio, en sintonía con los aliados internacionales de Venezuela, actores claves para la multipolaridad. Esto determina que se haya conformado lo que el AJ Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional, describe como Nueva Geometría Geoestratégica para la Defensa Nacional. Una realidad que no es desconocida en toda la región y que pesa demasiado sobre quienes pudieran sentirse con ínfulas de atentar militarmente contra la República Bolivariana de Venezuela.1 Provocaciones, asedios y acechos a la orden del día Ha sido extensa la secuela de provocaciones de la oligarquía colombiana para poner a prueba la disposición y capacidad venezolanas ante perturbaciones en la frontera. De hecho esto ha acontecido durante décadas, contándose con varios episodios de particular riesgo, como el del archipiélago de Los Monjes durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez y el de la corbeta colombiana Cardas en agosto de 1987, al ingresar en el Golfo de Venezuela. Ahora esa propensión a los desafíos se maximiza al inscribirse en el arsenal de opciones del conflicto de amplio espectro, siempre en renovación, lo que sumó un incidente peligroso en febrero de 2019: el plan de introducir a la fuerza una caravana de falsa «ayuda humanitaria» por el puente de Tienditas, combinado con un concierto en Cúcuta en pro de los «refugiados venezolanos». En la escena se apersonaron el mandatario colombiano Iván Duque y el de Chile, Sebastián Piñera, ambos profiriendo ofensas hacia el Presidente constitucional Nicolás Maduro Moros y su gobierno, a los cuales se alude siempre en términos de «tiranía y dictadura», a la vez que vociferaban su respaldo al ficticio gobierno paralelo engendrado por Washington valiéndose de un diputado autoproclamado como presidente de Venezuela.2 Es obvio que la finalidad de toda esa tramoya era crear una cabeza de puente en el Táchira, y exacerbar la provocación, para 21
que el Estado venezolano reaccionara mediante un acto de fuerza y aprovechar ese pretexto para un casus belli.3 He aquí la clase de riesgos que deben ser descifrados por una defensa bien dotada en todos los aspectos como la que es capaz de ejecutar el CEOFANB. El entramado de una guerra no convencional de larga data Las crecientes dificultades que el país ha venido sufriendo en los últimos años, producto de la guerra económica y del conflicto multimodal en curso, han sometido a la ciudadanía a presiones diversas nunca antes vistas, obstaculizando el acceso a medicinas, alimentos y repuestos, un trinomio cuya perturbación puede desatar efectos letales en cualquier sociedad. Estas carencias, dificultan la eficiencia en las organizaciones militares, al tener la logística su razón de ser en el manejo exitoso de tales suministros. Y es incuestionable que el objetivo de todas esas maquinaciones provenientes de centros foráneos de poder que adversan a la Revolución Bolivariana, es desarticular tanto el orden constitucional como quebrantar las capacidades defensivas de la República, convertida hoy en bastión ejemplar contra los hegemonismos y digna guardiana de su independencia y soberanía. Estas circunstancias, agravadas por la arremetida de agresiones financieras arbitrarias e ilegales contra la nación, aunado al abierto pillaje a su patrimonio en el exterior, imponen sobreexigencias al poder militar patrio, y muy en particular a nuestros sistemas logísticos, los cuales deben autoabastecerse en la medida en que la producción endógena se consolida y fluye en todos los circuitos de la vida económica. De hecho, el proceso tiene una faceta que debe ser resaltada, y es que los asedios y amenazas descritos han
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contribuido, como contraparte, a incrementar la conciencia, cimentar la disciplina y profesionalismo en el manejo de los recursos e insumos requeridos por la FANB, donde el empleo racional de sus estructuras y bienes ha alcanzado un nivel de éxito que garantiza que los Componentes vean cubiertas sus necesidades, algo para lo cual el Comando Logístico Operacional (Ceocolop) proyectará cada vez más la escala de su actividad, vital para el pleno funcionamiento de la estructura y operatividad militares. Digno de resaltar es que, precisamente, coincidiendo con nuestro XIV Aniversario, este septiembre el AJ Ceballos Ichaso inauguró la primera Base del Ceocolop, en el Distrito Capital. También es propicio mencionar que la conjunción cívico-militar puede mostrar con satisfacción logros que ponen de manifiesto los lazos de solidaridad, sinergia respecto a las políticas públicas y acción social capaz de óptimas respuestas cónsonas con el principio de corresponsabilidad de la Defensa Integral de la Nación. Esto puede afirmarse desde la perspectiva objetiva y realista de entender la complejidad sociopolítica en que estamos inmersos, que más intensifica dicho principio, así como de la observación de las cada vez más frecuentes jornadas de entrenamiento y ejercitación de combate que a gran escala se van realizando en todas las REDI. La secuencia, en el primer semestre, ya abarcó los Ejercicios «Bicentenario de Angostura 2019» y los Ejercicios «Ana karina rote». Es fácil entender que todo ese esfuerzo ha preparado nuestra maquinaria para un óptimo desenvolvimiento en el complejo de operaciones que implica realizar las presentes maniobras en la frontera occidental, que comprometen fuerzas regulares, Milicia Bolivariana y pueblo organizado, dispositivo que se movilizó en tiempo récord y que abarcará desde el 10 al 28 de septiembre,
una larga duración, muy acorde con las circunstancias tan irregulares de esa frontera.4 No obstante, respecto a este gran acopio de medios bélicos, vale decir que es de crucial interés para el CEOFANB la evaluación cuidadosa de la incorporación masiva de población a tareas defensivas, tanto como del incremento del pie de fuerza a través de la Milicia Bolivariana, todo lo cual ejerce enormes recargas en la disponibilidad y dotación de materiales y pertrechos para el apresto operacional. En tal sentido, hay que hacer hincapié en el esfuerzo titánico que significa la movilización de grandes fuerzas de combate, la expansión de la logística impuesta por el crecimiento de la FANB y la Milicia, todo lo cual es más meritorio dadas las presiones de la guerra económica, lo que sin duda dificultaría los abastecimientos si eventualmente se llegara a una situación de hostilidades, materia ésta que recibe toda la consideración de parte de los planificadores del CEOFANB. En ese sentido, todas las fuerzas de la patria deben volcarse a ganar la urgencia productiva y superar los inmensos obstáculos y pruebas por los que estamos atravesando, pues de ello depende el despliegue y aprovechamiento armónicos de nuestro enorme potencial y concretar la fortaleza que anhelamos. La designación en abril del Mayor General Carlos Leal Tellería—Comandante en Jefe de la Milicia Bolivariana— como Ministro de Alimentación, hace palpable la conexión entre preservar funciones vitales de la sociedad, encaradas por el Estado como medida de protección pública, y la visión técnico-operativa detrás de ese dispositivo que es la inmensa red de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), lo que en sí mismo ya ha llegado a constituir una vasta red de intendencia, implementada con ciclópeos esfuerzos por el Gobierno Nacional y la férrea voluntad batalladora de nuestro pueblo.
* Secretaría Ejecutiva de R.ACM y asesor del CEOFANB.
Notas: 1 Los excelentes convenios con Rusia y China han significado un salto cualitativo espectacular para la FANB, visible en su recia determinación para combatir y concretado en todos los sistemas de armas, en su fuerza blindada, artillera y misilística de primera categoría, devastadora en poder de fuego, y en una defensa antiaérea capaz de asegurar un espacio aéreo impenetrable. A ello hay que agregar la capacidad de acción y resistencia de la población patriota y revolucionaria, a tono con la Doctrina de la Guerra Popular Prolongada. 2 La apreciación exacta sobre esa ofensiva del enemigo se halla en esta misma edición, en AJ Remigio Ceballos Ichaso: «Palabras de Presentación al II Foro Antiimperialista “Venezuela Maniobra Soberanía y Paz 2019”» vease pp.4-6. 3 Eso también se ha buscado con las entradas no autorizadas de barcos en nuestra Zona Económica Exclusiva, como la ocurrida en octubre de 2013 con el Buque de Servicio Teknik Perdana, que hacía exploración geológica para la empresa Anadarko de EE.UU., y también en el caso de un guardacostas de ese país hace ya algunos meses. Las incursiones en nuestra fachada caribeña y atlántica por sus aviones de vigilancia, para tantear la capacidad de detección y respuesta de la nación, forman parte del mismo plan, sin excluir las perturbaciones radioelectrónicas de las que son capaces. 4 Otra muestra de las perversidades, a veces extravagantes, a las que acude la guerra de amplio espectro, se evidencia cuando en septiembre de 2019, en el 74° Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, el presidente colombiano esgrimiría con descaro unas fotos de guerrilleros del ELN pretendidamente actuando en fecha reciente en Venezuela, para así acusar al presidente Nicolás Maduro Moros de encubrir a esos irregulares. La misma prensa colombiana lo desmintió al denunciar que las fotos en cuestión fueron tomadas en el Cauca y Catatumbo, y que eran de años anteriores.
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De la resistencia indígena a un sistema de pensamiento estratégico
Cuatro momentos históricos: Una idea, la misma batalla1 Texto: Javier José Marcano Tábata Fotos: Archivos ACM
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ste artículo es resumen de una investigación en proceso o en desarrollo que llevo en el Doctorado en Seguridad de la Nación y es concebida como proyecto para la resignificación de un sistema de pensamiento estratégico, de modo que se pretende propiciar el debate para estimular la crítica argumentativa. Esta reflexión teórica-síntesis tiene como objeto dar cuenta de una propuesta de consolidación del proyecto histórico bolivariano ante la situación política-militar de Venezuela. Desarrolla una metodología socio-crítica en claves dialécticas, que analiza nuestro desarrollo histórico como país y/o Estado-nación, haciendo énfasis en cuatro momentos de estelar situación de consolidación de
los trazos que han venido dibujando la idea y la batalla permanente por la patria. El nivel de la investigación está en registro y sistematización de teorías con desenlaces de ideas, que hacen posible ya el horizonte por donde encarar un cuerpo de significaciones en el campo del pensamiento estratégico en cuanto a Seguridad de la Nación. Justificamos y damos importancia a esta iniciativa de corte doctoral, por las exigencias y desafíos que tenemos en esta hora de la patria, asediada por una guerra de nuevas connotaciones, con disposiciones extranjeras y aliados nacionales que nos comprometen como soldados de la República a plantearnos opciones vitales y trascendentales, que tengan alto nivel reflexivo de elevación técnica-política y constituida con aplomo epistemológico.
La guerra en la historia de Venezuela El estudio de la guerra, los conflictos por los que pasa una determinada sociedad en un período determinado, exige un riguroso método de comprensión que permita captar el conocimiento de las leyes involucradas. Venezuela ha tenido cuatro grandes momentos de cuatro grandes transformaciones en el plano del conflicto de liberación de los pueblos, una es sucesiva a la otra y ésta se explica en consonancia con las anteriores, esto es, un momento de varios momentos, un proceso sincrónico que se alimenta de diacronía. El período de la resistencia indígena (no concluido), que ocupó a los invasores europeos en todo el proceso de expoliación, robo, exterminio y apropiación de las riquezas de los nativos, está tejido históricamente con la tenacidad negroide contra el amo europeo en nuestras tierras, como un momento de combates que igualmente sirvió como plata-
forma importante en la lucha por la independencia política del mestizaje que se compuso en esta latitud y que con patriotas, fueron configurando la idea de Estado nación independiente, forjado en batallas libradas igualmente contra el europeo invasor, esto tiene en el momento contemporáneo su gran vector histórico por la construcción y defensa de la patria en nuestro siglo XXI, con una Constitución, inspirada en el ideario Bolivariano y su doctrina de liberación. Ello implica una estrategia de gran aliento que envuelve un conocimiento de lo que somos como sociedad, nación y región. El conocimiento histórico de nuestro pueblo, que significa saber de qué estamos hechos como cultura, como conglomerado social que tenemos inspiración y aspiración y cómo se expresa en la técnica, la tecnología, los saberes, las innovaciones, las inventivas, así como el conocimiento de nuestros próceres y heroínas, y con ello tener claro cuáles
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logros y arrojos les permitieron marcar profundas huellas en nosotros, un ABC para el desarrollo de una estrategia por nuestra emancipación; esto significa, la gran necesidad de abordar una lectura acuciosa y una mirada profunda de lo que somos. Entender entonces estas fases históricas como indisoluble discurrir histórico, solidificado para una estrategia de emancipación, es un objetivo a construir en un horizonte de esperanza, es armonizar el deseo con la realidad. La realidad como construcción histórica entendida socio-críticamente y el deseo como utopía realizable a partir de la conciencia de aquélla, que permite generar la voluntad y la organización como dos claves de la estrategia del sujeto de transformación, sujeto revolucionario expresado sectorial y territorialmente. La confrontación hoy es hija de todo este proceso, es una herencia histórica que presenta la misma dicotomía, quienes están como godos, realistas o capitalistas o quienes estamos con el proyecto histórico de la Independencia, la revolución, el bolivarianismo o el socialismo; entre ambas, matices, tonalidades, en las fronteras de uno y otro se encuentra sólo intersticios o grietas, pero no más, se está en la lógica que orienta e impone el capital contra el pueblo y a favor de las transnacionales o con el sentido histórico que da las luchas de los pueblos por la mayor suma de felicidad posible, por el empoderamiento de los sectores periféricos y marginados por siglos. Esto tiene sus expresiones geopolíticas ya avizoradas por el Libertador Simón Bolívar hace algo más de doscientos años en documentos como la Carta de Jamaica, y próximo a doscientos años: en documentos como el Discurso ante el Congreso de Angostura. Sin usar el término geopolítica, Bolívar le daba contenido al pequeño género humano que somos (Carta de Jamaica) o a la integración de nuestros pueblos con instituciones propias (Discurso de Angostura). Una resignificación del pensamiento estratégico tiene en el cabal conocimiento del combate que libramos, su gran fortaleza, y ella fue un gran baluarte para la refundación de la república en 1999 con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que permitió echar las bases para la institucionalidad y el Estado social de derecho. Una Fuerza Armada adjetivada (Bolivariana) con una orientación Bolivariana, esto significa que se asumen institución patriótica como lo dispuso Bolívar, antiimperialista, que al decir del estudioso e intelectual cubano Francisco Pividal, el pensamiento de Bolívar es antiimperialista, y ello lleva todo un talante internacionalista por la libertad de los
pueblos contra todo imperio, en alianza y unión cívica que permite la fuerza cívico-militar. Por lo tanto, la resignificación de un pensamiento estratégico en Venezuela para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, lleva implícita esa refundación en el campo de las ideas, de una nueva cultura enraizada en lo que somos como constitución histórica y con objetivos nacionales a materializar para la defensa y seguridad de la nación. Es resignificar qué compone ese concepto, esa imagen, nuestra visión y misión ante el país y el mundo, dato mayor sigue siendo reinventarnos siempre desde nuestra idiosincrasia de lucha, reivindicar nuestro pequeño género humano bolivariano. Ello es un desafío para una propuesta de crear nuestros servicios especiales de inteligencia en este campo y el desarrollo de una Teoría de la Guerra que esté enraizada en el modo de concebir el reacomodo geopolítico actual y el papel de Venezuela en estas relaciones. Pues la guerra, al decir de Rodolfo Quintero (1975:15), «es un fenómeno social histórico, en extremo complejo». Hoy, a más de 43 años de esa afirmación, de este estudioso de la antropología de la guerra, podríamos considerar que con el avance en la psicología, neurología, psicoanálisis, la tecnología, la inteligencia artificial, la industria armamentística, la nanotecnología y otros, nos permite afirmar que esta complejidad histórico social exige entonces una resignificación del pensamiento estratégico y de la Teoría de la Guerra, aún más en nuestro caso, donde todos los formatos de guerra desarrollados en otros países para imponer gobiernos de sumisión a la lógica del capital que ha dado resultados los han experimentado con nosotros. Vale entonces, más que reflexionar, proponerse una investigación doctoral que posibilite [OJO: Todo este vasto campo de aspectos expuestos en el tema sobrepasan la materia exclusiva objeto de una tesis doctoral] dar las herramientas teóricas de concepción y de acción para un sistema de pensamiento estratégico en el contexto contemporáneo en Venezuela, que permita superar la coyuntura adversa y potenciar el fortalecimiento del bolivarianismo, Referencias Bolívar, Simón: Carta de Jamaica. ___________ : Discurso de Angostura Pividal, Francisco: Bolívar Precursor del Ideal Antiimperialista. Universidad de la Habana, 1992. Quintero, Rodolfo: El hombre y la Guerra. EBVC, Caracas, 1975.
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Hacia una soberan en la Nación
Texto: SM2 Rogers Ramírez Boffil * Fotos: Archivos ACM
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a voluntad de ejercer la soberanía en la Nación Bolivariana deviene de las raíces históricas de emancipación que tiene nuestro Pueblo, de las aspiraciones a su suprema felicidad y de la autodeterminación de defender integralmente su independencia, su ideal bolivariano y su sistema de gobierno. Todo esto sobre la disposición autonómica de sostener las mejores relaciones internacionales pluripolares y multicéntricas, en el marco de nuestra Constitución y de la Seguridad de la Nación. En ese sentido, es que ejercemos constantemente nuestra soberanía en la República Bolivariana de Venezuela (RBV), y más aún cuando peligran los altos intereses del Pueblo bolivariano a causa de una guerra que amenaza su paz.
Bajo esta perspectiva, el presente artículo disertará acerca del contexto de guerra por el que transita la Nación Bolivariana. Asimismo, tratará brevemente a la categoría soberanía como una categoría de poder, y finalmente, reflexionará acerca del primer ejercicio de soberanía que debemos hacer como Pueblo: la soberanía de la conciencia. La guerra que trae consigo un contexto de caos, calamidad, ruina y desesperanza, es la etapa del sufrimiento y de las necesidades, pero es a su vez, la etapa de las de-
nía de la conciencia 1 Bolivariana
cisiones y las determinaciones en la lucha por el ejercicio de la soberanía, que no es más que el ejercicio del poder político de la RBV en los diversos espacios de la Nación Bolivariana, en aras de defenderlos hasta la última consecuencia. En los actuales momentos, la guerra contra la Nación Bolivariana, su Estado y su sistema de gobierno, no ha dado tregua alguna. Ha sido una guerra irrestricta, concertada, sostenida, sistemática e inclemente, llevada a cabo por los nefastos laboratorios de guerra sucia del imperialismo mundial (que encabeza Washington), en donde lo que se busca es despolitizar a nuestro Pueblo a través de los medios de comunicación de masas, para dejarlo sin conciencia de soberanía y desarraigarlo de su ideal de identidad de nación, así como también aislar al Estado venezolano de su sistema de relacionamiento internacional. Así pues, EEUU dentro de este contexto, en su afán imperial por mantener su hegemonía mundial, lo que busca es paralizar al Estado venezolano con el fin último de tomar el control de las riquezas en nuestro territorio. Nunca antes, en casi doscientos años de historia republicana, la soberanía se había visto tan amenazada como ahora. Todos los días los regentes imperiales (dígase el poder económico financiero mundial) a través de sus agencias informativas, los Estados aliados, sus voceros, y cuanto lacayo se les una, trabajan para socavar la base política primordial en donde descansa la RBV. Ésta es la soberanía. La soberanía históricamente ha estado vinculada con el ejercicio del poder político, ella en efecto «pretende ser una racionalización jurídica del poder, en el sentido de trans-
formar la fuerza en poder legítimo, el poder de hecho, en poder de derecho». Matteucci (2000, p. 1483). Sus antecedentes lexicográficos u onomasiológicos se remontan desde la Antigüedad (imperium, potestas y auctoritas). En la Edad Media, por ejemplo, los términos usados al menos para señalar la sede última del poder, iban desde summa potestas o summum imperium. (Ídem.). No obstante, durante el medievo (a partir del siglo XII) los principados tenían un soberano y por consiguiente se hablaba de soberanía. Asimismo, se podía hablar de baronía, lo cual tenía que ver con los barones (señores ilustres que recibían un título nobiliario) quienes gozaban de todos los derechos feudales asignados por el soberano de un principado.
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«Los diputados del Pueblo, pues, no son ni pueden ser sus representantes, son únicamente sus comisarios y no pueden resolver nada definitivamente. Toda ley que el Pueblo en persona no ratifica, es nula. El Pueblo inglés piensa que es libre y se engaña: lo es solamente durante la elección de los miembros del Parlamento: tan pronto como éstos son elegidos, vuelve a ser esclavo, no es nada». (Ídem).
La llegada de los primeros tratadistas franceses que enriquecieron la teoría política del Estado como Rousseau, Montesquieu, y el inglés John Locke, entre otros, dieron con una ruptura epistemológica en el concepto de soberanía. El mayor aporte que dieron a la humanidad fue reflexionar acerca del poder, el cual ya no podía estar en manos de unos pocos soberanos o pertenecer a una forma de organización del Estado, llámese república en manos de pequeñas familias. En ese sentido, ya la soberanía no era vista como la conceptualizaba Juan Bodino en su obra Los seis Libros de la República, en 1576: «La soberanía es el poder absoluto y perpetuo de una república.[… ] Es necesario definir la soberanía, porque, pese a que constituye el tema principal y que requiere ser mejor comprendido al tratar de la república, ningún jurisconsulto ni filósofo político la ha definido todavía. Habiendo dicho que la república es un recto gobierno de varias familias, y de lo que les es común, con poder soberano, es preciso ahora aclarar lo que significa poder soberano. Digo que este poder es perpetuo, puesto que puede ocurrir que se conceda poder absoluto a uno o a varios por tiempo determinado». (1997, p. 47).
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De modo pues, ahora era repensada por los franceses como Jean-Jacques Rousseau de la siguiente manera: «La soberanía no puede ser representada por la misma razón de ser inalienable; consiste esencialmente en la voluntad general y la voluntad no se representa: es una o es otra» (p. 125). Sigue ilustrándonos el francés:
Hoy la Constitución de la RBV, en su Art. 5, nos señala que «La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo». Es por tanto un principio constitucional, un derecho irrenunciable, un ejercicio que debe estar cónsono con la defensa integral dentro de una perspectiva multidimensional y del pensamiento estratégico. Dentro de esta perspectiva no podemos perder de vista lo que referíamos al inicio de este artículo. Nos referimos esencialmente al primer ejercicio de soberanía que debemos hacer como Pueblo. La soberanía en el espacio de la conciencia. Esto tiene que ver con el poder del pensar emancipado, lo que permitirá despachar la falsa conciencia que reproduce la Modernidad (entiéndase la modernidad como la concibe Juan Bautista en su obra ¿Qué significa Pensar desde América Latina?, 2015). En síntesis, la soberanía de la conciencia busca hacernos legítimos gobernantes de las ideas que genera nuestro pensamiento, busca hacernos coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos, no permitiendo que otros (mass media) gobiernen en nuestro accionar, puesto que de ese modo estaríamos cediendo soberanía de la conciencia. Conclusiones A manera de conclusión, podemos afirmar que el ejercicio de la soberanía en la RBV, no sólo se lleva a cabo dentro de los teatros de operaciones convencionales que comprenden el espacio terrenal, aéreo o marítimo-insular, también se ejerce en otros espacios partiendo desde la
Jean-Jacques Rousseau
Jean Bodin
perspectiva de la multidimensionalidad. Ellos son el espacio ultraterrestre suprayacente, el espacio radioeléctrico (conocido como espectro radioeléctrico) y el espacio intangible tecnológico. No obstante, somos partidarios de que el teatro de operaciones del espacio virtual de la noosfera que circunscribe o interrelaciona el espacio de la conciencia, es el lugar por antonomasia donde debemos ejercitar la soberanía. Cabe señalar que no podrá ejercitarse la soberanía en este espacio si no se cuenta con la dotación de herramientas que generan el poder del conocimiento emancipado, algunas de éstas son el estudio del poder, la historia y la epistemología como disciplina constituyente de conocimiento, lo cual aduce al conocimiento generado desde nuestra ontología. Por consiguiente, este ejercicio de soberanía en el espacio de la conciencia nos permite deconstruir la reproducción de conocimientos generadores de la falsa conciencia, a la vez que nos capacita para poder pensar o repensar de forma emancipada. De lograr progresivamente esto, despacharíamos la falsa conciencia de la modernidad como ya se dijo, lo que nos hará cada día más soberanos en el gobierno de nuestras ideas dentro de la Nación Bolivariana.
Montesquieu
* Historiador. Magister en Seguridad de la Nación.
Fuentes bibliográficas Citadas Bodin, Jean: Los Seis Libros de la República. Madrid, Editorial Tecnos, [Traducción, presentación y notas, Pedro Bravo Gala, 1985], 3ª edición 1997. Matteucci, Nicola: Tratado de Soberanía en: Diccionario de Política. México, 2000, Siglo XXI Editores, V. 2, pp. 1.483-1.492. República Bolivariana de Venezuela. Constitución Nacional. Caracas, MINCI, 2014. Rousseau, Juan Jacobo: El Contrato Social. México, UNAM, 1984.
Consultadas Bautista, Juan: ¿Qué significa Pensar desde América Latina?, Caracas, Min. Cultura, pp. 233-282.
Notas: 1 Este texto proviene de una tesis de doctorado en Seguridad de la Nación, presentada ante la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, Centro de Estudios Estratégicos, Instituto de Altos Estudios de Seguridad de la Nación «Gran Mariscal Antonio José de Sucre».
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Liberador, Libertario, Libertador ¿Por qué la confusión?
Texto: Lcdo. Duilio Medero* Fotos: Archivo ACM
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s bien sabido que la explosión comunicacional que hoy acontece en todo el planeta, ha multiplicado a niveles asombrosos las capacidades para el conocimiento, las destrezas y buenos desempeños en materias idiomáticas, facilitando toda clase de recursos didácticos para el aprendizaje de lenguas y poniendo en contacto con todas las modalidades de literatura imaginables, tanto del pasado como los más audaces tipos de escritura. Esto incluye los dominios tradicionalmente restringidos de la ciencia y la tecnología. No obstante, aun en los ámbitos más ultradinámicos de la emisión de mensajes, con sobreabundancia de imágenes, videos y todo lo que la visualidad puede hoy producir, el usuario, de un modo u otro tiene que ejercer dos actos insoslayables: leer y escribir; eventualmente: oír. En estas acciones, la persona debe librar el inevitable ejercicio de
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escribir o hablar con propiedad, correctamente, el idioma de que se trate, cuánto más un texto o enunciado que ya no queda confinado a unos pocos lectores, sino que llegará a un vasto universo de usuarios vía internet. Si antes las fallas de escritura, léxico o dicción se registraban en contextos limitados, en la actualidad el mal uso de un lenguaje en el que alguien incurre, se sabe de manera inmediata hasta en los puntos más remotos del planeta. Veamos algunas formas de confusión que en los últimos años se han dado en el empleo de varios términos altamente sensibles para la historia y sentir venezolanos. Liberador Palabra que como sustantivo o adjetivo remite a todo aquello que faculta la acción liberadora, de aflojamiento a restricciones o ataduras. El DRAE lo define como «que li
bera (exime de una obligación)». Su relación con ‘libertad’ implica un significado que no presenta dificultades cuando se entiende que se aplica a un orden de cosas más bien naturales y, en segundo término, al orden jurídico. Así, se liberan las pasiones; un terreno minado se libera de explosivos; un secuestrado es liberado; un ambiente, liberado de ruido o contaminación. Pero hay un orden de objetos con el que no hay correspondencia, por lo que no es correcto decir «se libertó gas de un yacimiento», ni «estar libertado de una deuda». Basta con consultar un diccionario, pues esto no requiere muchas precisiones, y en realidad sólo lo mencionamos aquí para hacer visible el semantema (o lexema), recogido en el núcleo lib, esto es, unidad de significado, del que provienen: libre, libertad, liberal, libertario, libertador, libérrimo, liberricida y cualesquiera otros derivados. Lo problemático se halla en las dos palabras que veremos a continuación.
Owen, antecesores del socialismo); la del anarco-comunismo enseñado por el ruso Kropotkin en las décadas de 1880 y 1890, centrado en tomar la ayuda mutua como base de la organización social, y en sostener que las federaciones cooperativistas pueden sustituir al Estado; o la variante que surgió en España: el anarco-sindicalismo (con fuerte presencia en Argentina y Uruguay luego de 1939). Y que no se trata de una doctrina caótica o alocada (como se desprendería del uso ligero de la palabra ‘anarquía’), se comprueba por el respaldo que brillantes figuras intelectuales le han dado: Oscar Wilde, Max Stirner (líder del anarquismo individualista alemán), Aldous Huxley, Herbert Read o Noam Chomsky. En suma, siempre la madurez intelectual opera en la toma de posición a favor de esa doctrina. En idioma inglés, el término es libertarian, y con toda seguridad podríamos afirmar que ningún político de un país de habla inglesa se atrevería a usar ese calificativo, a no ser que milite o se refiera a las causas del anarchism, que así Libertario es como se dice anarquismo en ese idioma. El adjetivo es Este sustantivo ha sido tradicionalmente empleado en anarchistic. El Lexipedia1, es directo y escueto, respecto a el lenguaje político del anarquismo desde el siglo XIX. Hasta ‘libertario’, pues lo presenta con los sinónimos de ácrata y las primeras décadas del siglo XX, esa doctrina, que es una anarquista, lo cual nos remite plenamente al anarquismo. teoría sociopolítica y filosófica, se mantuvo con alguna vitaEn francés, libertaire, tiene papel de sustantivo y adjelidad en las luchas políticas europeas, decreciendo con el tivo, denotando «Partidario de una libertad sin límite (en el paso del tiempo. La palabra ‘libertario’ es definida en el Dic- orden social y político)»; es sinónimo de anarquista. (Dictioncionario de la RAE como: «adj. En el ideario anarquista, que naire Hachette, 1980). En el Centre National de Ressources defiende la libertad absoluta y, por lo tanto, la supresión Textuelles et Lexicalles (CNRTL), y su prestigioso órgano de de todo gobierno y de toda ley». Debe advertirse, que esto consulta Ortolang, hallamos la explicación sobre libertaire: lo no implica alegar por el caos social ni el libertinaje, sino que «en teoría como en la práctica va lo más lejos posible en que ese ideal, utópico a todas luces, se basa en la creenel sentido de la libertad cia de que el ser individual absoluta; humano puede que es inspirado por vivir sin estar o que se reclama de sujeto al prinun ideal o una doctricipio de autona de libertad absoluta». En dicho medio, ridad, y que la otra acepción que se convivencia y halla en ese idioma, el orden social es para calificar en pueden darse economía lo que se sin la presencia funda en la doctrina controladora del liberal o librecambisEstado. Dicho ta. [Véase en http:// sistema político www.cnrtl.fr/definiestuvo tempranation/libertaire]. mente relacionaY como no faltan do con el pensalas rarezas en las comiento socialista sas del lenguaje, es y ha evolucionado de comentar que en la en varias tendenmayoría de los dicciocias, como la ponarios de lengua inglesición de William sa no aparece el térMorris, pionero mino libertarian, y que, inglés del anarUn tomo de la correspondencia del Libertador, presentada por Rufino Blanco-Fombona, insigne escritor venezolano. Fue diplomático. Exiliado en España el adjetivo ‘tolerante’ quismo socialista (1914-1936), fundó allí la Editorial-América. Bolivariano e hispanoamericanista, se dice liberal-minded, hacia 1884 (en publicaría más de 600 títulos de autores diversos sobre historia y literatura hislo cual remite a una nexo directo con panoamericanas. Editó Cartas, así como Discursos y Proclamas del Libertador, carga semántica en Babeuf, Fourier y materiales muy bien cuidados para su publicación.
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La colección de Blanco & Azpurua, en sus 14 tomos constituye una de las más completas recopilaciones históricas que nos legó el siglo XIX. Se editó en 1875-1877, bajo el gobierno del General Antonio Guzmán Blanco. La imagen muestra la reedición facsimilar, de 1976, con motivo del centenario de dicha publicación y como parte del Bicentenario del nacimiento del Libertador. En esa ocasión se elaboró un Índice general de la obra (Tomo XV). Recoge fielmente el lenguaje de la época.
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cuyo origen está un elemento influido por la filosofía política, siendo su parentesco muy claro: viene del liberalismo. Y volviendo al anarquismo, para hallar libertarian, hay que recurrir a los diccionarios voluminosos, los muy especializados o a los Thesaurus —esas joyas documentales donde las palabras se hallan perfectamente organizadas por categorías lexicales—, y a los Diccionarios enciclopédicos, como el Webster’s Third New International Dictionary. Así, en éste hallamos dos acepciones para libertarian: como sustantivo: «defensor de la doctrina del libre albedrío; quien sostiene los principios de la libertad, específicamente la libertad individual de pensamiento y acción (juicio privado y autoridad constitucional)…». Llegados a este punto, se abre la necesidad de entender el alcance de la interpretación lingüística, en especial respecto al uso de las palabras en las sociedades, lo cual no siempre queda recogido de modo estricto en los léxicos ni en los diccionarios. Por eso, tenía mucha razón el Prof. Alexis Márquez Rodríguez, cuando señalaba que ‘libertario’ iba más allá del sentido restringido que la RAE daba al término, puesto que el sufijo ‘ario’ entra en la formación de muchas palabras castellanas, para designar ‘aficionado a’, ‘amante de’.2 Aunque si bien esto es cierto, el uso del lenguaje recoge facetas y contenidos que, sancionados por el tiempo, dan lugar a las tradiciones, lo cual impone ciertos modos de expresión, que el hablante culto sabe respetar. Por ello, centrándonos en el medio político venezolano de los últimos años, es patente y más bien lamentable un uso caprichoso de ‘libertario’, que refleja una verdadera alteración semántica, ya que en el dis-
curso político se lo viene empleando para denotar ‘libertador’ o ‘liberador’. Por añadidura, esto también pone de manifiesto toda una usurpación del léxico político original de una doctrina, que en líneas generales los hablantes cultos del idioma español han sabido mantener a raya. Así, hay un serio error cuando un mensaje televisivo menciona una acción libertaria en Francisco de Miranda, quien muy claro estuvo en enfrentar el dominio del Imperio Español, pero ni por asomo podría haber pretendido suprimir el principio de autoridad en las nacientes repúblicas cuya existencia él propició; además, resultaría absurdo adscribirle a Miranda conceptos políticos que se emitirían en tiempos por venir. Hasta en un sentido militar hallamos esta anormalidad cuando algún vocero público o institucional ha llegado a afirmar con toda naturalidad algo tan erróneo como: tradición libertaria del Ejército venezolano. Un enunciado que no podía ser más falso, contradictorio e irrespetuoso, pues el título recibido por este Ejército es, desde 1813 hasta hoy, el de «Libertador», lo cual constituye un sello distintivo, no intercambiable con ningún otro, sin parangón en abolengo, al emanar directo de Simón Bolívar. Si alguien lo dijo con elocuencia, fue el General Tomás de Heres, cuando en oficio al General Sucre, desde Huancayo, el 24 de octubre de 1824, se le anuncia que tomará el mando de las fuerzas militares en el Perú, y con motivo de la despedida que Bolívar dirige a dicha Fuerza, expresa: «Al desprenderse S.E. el Libertador de este idolatrado ejército, su alma se le despedaza con el más extraordinario dolor, porque ese ejército es el alma del Libertador».3 Hay que entender que libertario es rechazo a toda autoridad, mientras que en la historia independentista la oposición fue contra el absolutismo y la autoridad española; luego, por evolución, hoy ese desdén antiautoritario apunta a designar el enfrentamiento a cualquier tipo de imperialismo. Así que, para concluir, y recurriendo a la especificidad histórica, se puede afirmar que las únicas fuerzas militares «libertarias» que alguna vez hayan existido fueron las milicias que en la Guerra Civil de España (1936-1939) desplegaron los anarquistas, encuadradas en el Ejército Popular de la República. Libertador El sentido esencial de esta palabra, por lo general no reviste dificultades para el hablante de lengua española, ni se presta a confusiones al ser empleado en sus dos acepciones: sustantivo y adjetivo. Pero sí merece especial atención el uso que reviste el término ‘libertador’ en su forma de sustantivo cuando se refiere a la escritura del título recibido por Simón Bolívar tras la Campaña Admirable en 1813, ocasión en la que recibió en Mérida el nombre de «Libertador», en una asamblea popular el 23 de mayo. Fueron éstas las palabras: «Gloria al Ejército Libertador y gloria a Venezuela que os dio el ser, a vos, ciudadano general Bolívar. ¡Que vuestra mano incansable siga victoriosa, destrozando las cadenas de los redimidos y digan un día, Bolívar vengó vuestros agravios!». Luego, en Caracas, el Cabildo en sesión extraordinaria, presidido por el Gobernador Político de la Provincia, Cristóbal Mendoza, le otorgó formalmente el título de «Libertador y Capitán
de los Ejércitos», el día 14 de octubre de ese año. A lo largo de la literatura histórica siempre se lo ve como “el Libertador”, así como las formas contractas ‘al’, ‘del’, correspondientes a la manera correcta de escribir ‘al Libertador’, ‘del Libertador’. Es evidente que escribir ‘a El Libertador’ o ‘de El Libertador’ son errores gramaticales. Sólo el artículo en mayúsculas se justifica, al tratarse de comienzo de frase. Si acudimos a los grandes escritores venezolanos o de otros países, en ellos veremos ‘el Libertador’, y al examinar las fuentes más categóricas de la época lo veremos así confirmado. A modo de ejemplo, veamos: Ante la renuncia al poder ejercido por Bolívar, el Congreso del Perú tomó una resolución. He aquí la declaración que el 10 de febrero de 1825 emitió éste: «El Congreso constituyente del Perú Considerando: 1° Que la República queda expuesta a grandes peligros por la resignación que acaba de hacer el Libertador Presidente de Colombia, Simón Bolívar, del poder dictatorial que por decreto de 10 de febrero anterior se le encargó para salvarla; 2° Que sólo este poder depositado en el Libertador puede dar consistencia a la República; […]» Siguen otros cuatro considerandos, en todos los cuales está escrito ‘el Libertador’.4 Otro documento de índole protocolar, fuente irrebatible, es el anuncio de la llegada de Bolívar a Guayaquil, con vistas al encuentro con el general San Martín. Al respecto leemos: «República de Colombia.— Secretaría general— (Reservado.) —Cuartel general en Guayaquil, a 29 de Julio de 1822.12° Al señor secretario de Relaciones Exteriores. Señor Secretario. Tengo el honor de participar a V.S. que el 2 del corriente entró en esta ciudad S. E. el Protector del Perú, y tengo el de transmitir a V.S. las más importantes y notables materias que fueron el objeto de las sesiones entre S. E. el Libertador y el Protector del Perú, mientras estuvo aquí».5 En el fragmento seleccionado, se recoge el encuentro entre el general San Martín, quien desde 1821 ostentaba el título de Supremo Protector del Perú, y el Libertador Simón Bolívar. Otra fuente documental de gran prestigio para dilucidar este punto, es la correspondencia de época, en este caso la diplomática, tan esmerada en el cuido de las formas. Así, se recogen en las Memorias del General O’Leary, epístolas de Sir Robert Ker Porter, Cónsul y luego Encargado de Negocios de Gran Bretaña en Venezuela (1825-1842), quien en carta a Bolívar, de 13 de marzo de 1827, le escribe anunciándole el envío de un libro que escribió sobre sus viajes por el Oriente Medio. La encabeza así: «A. S. E. el Libertador, General Bolívar, etc., etc., etc. […] El resultado de mi visita a esos países ha sido ya aceptado con la mayor cortesía y bondad por algunos amigos ilustres que tengo en Europa; y si logro que una
persona tan verdaderamente grande y tan virtuosa como el Libertador, acuerde también un puesto en su biblioteca a estos mis humildes esfuerzos, siempre lo recordaré con no menor orgullo».6 Tanto en el encabezado de la carta como en el argumento, Porter emplea el artículo en minúsculas.7 De igual modo, los encabezamientos de las cartas de Sir Robert Wilson,8 del Parlamento Británico, dirigidas a Bolívar, siempre muestran: «A S. E. el Libertador Presidente, etc., etc., etc.». Otra guía que no deja lugar a dudas, son las cartas de los muy cercanos a Bolívar, como Pedro Briceño Méndez, de grandes dotes, quien como Coronel, sería desde 1816 su secretario, luego Secretario de Guerra y Secretario de Estado, finalizando su carrera como General de Brigada. En los muchos oficios emitidos por él, al referirse a Bolívar, indefectiblemente escribe: ‘S.E. el Libertador’.9 Una estupenda colección de ensayos la constituye el libro Carabobo para Todos, publicado en 1971 por la Asociación Amigos de la Biblioteca Nacional, donde once autores, entre los más distinguidos del siglo XX, escriben sobre la gloriosa Batalla, y en cada uno de esos escritos se emplea ‘el Libertador’.10 Aunque es cierto que hay situaciones en el pasado que podrían inducir a confusión, provenientes del sesgo puramente personal de escribir de los autores y comentaristas.
El General Daniel Florencio O’Leary, el más brilante Edecán del Libertador, diplomático de altos logros e Ilustre Prócer de la Independencia, recogió una vasta colección de toda clase de documentos, cartas y escritos de éste, originales y copias. Tan monumental obra, en 32 tomos, fue editada por el Gobierno Nacional entre 1879 a 1888 y luego, en muy fina edición facsimilar, en 1981, por el Ministerio de la Defensa.
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Véase en Memorias del General O’Leary, Ministerio de la Defensa, Nápoles-Barcelona, 1981, Tomo XXII, p. 525. También se halla en Vicente Lecuna: Catálogo de errores y calumnias en la historia de Bolívar, New York, The Colonial Press Inc., 1958, Tomo III, p. 144. 4 Véase en Gonzalo Bulnes: Bolívar en el Perú, Editorial-América, Biblioteca Ayacucho, Madrid, 1919, Tomo II, p. 360. 5 Ernesto de la Cruz, J. M. Goenaga, B. Mitre, Carlos A. Villanueva: La Entrevista de Guayaquil, Editorial-América, Madrid, S/d, pp. 125126. [Prólogo de Rufino Blanco-Fombona]. 6 Memorias del General O’Leary, Tomo XII, Ministerio de la Defensa, Nápoles-Barcelona, 1981, p. 257. 7 La misma constatación podemos hacer al examinar su diario, en el original en lengua inglesa, cada vez que menciona al Libertador. Véase Walter Dupouy: Sir Robert Ker Porter’s Caracas Diary/1825-1842. A British diplomat in a newborn nation, Instituto Otto y Magdalena Blohm, Caracas, 1966. 8 Padre del coronel Belford Hinton Wilson, destacado en Junín y Tarqui, el cual en 1827 sería brillante edecán del Libertador hasta la muerte de éste. 9 Véase en Escritos del Libertador, Sociedad Bolivariana de Venezuela, Caracas, 1974, Tomo XI, Documentos Nos. 1.971-2.290. 10 Autores varios: Carabobo para Todos, Caracas, Editorial Arte, Caracas, 1971. 11 Pedro Grases & Manuel Pérez Vila (Comps.): Bolívar en el pensamiento universal, Fundación Bicentenario de Simón Bolívar, Caracas, 1986. 12 Simón Bolívar: Obras Completas, Vicente Lecuna (Comp.), Caracas,S/d, Tomo II, p. 163. 3
Extraída de la edición original de las Memorias del General O’Leary (en 32 tomos), se realizó en 1952 esta presentación en tres tomos, titulada Narración, la cual contiene la sección de las memorias personales de O’Leary.
Así, esto se evidencia con sólo dar un vistazo a un libro como Bolívar en el pensamiento universal, compilado por Pedro Grases y Pérez Vila en 1986,11 donde en la recopilación de 126 títulos de los más variados diccionarios y enciclopedias de diversos países, se recogen las referencias sobre Bolívar, escribiendo con minúsculas unas veces o en mayúsculas otras, el artículo en cuestión. En síntesis, escribir ‘El Libertador’ obedecería a un estilo reverencial, recargado e innecesario, ajeno al espíritu de la fórmula original. Bastaría, para zanjar este asunto, acudir al argumento más rotundo que pudiera invocarse: la manera como el mismo Bolívar se refiriera a sí mismo en su propia escritura. Se trata de una carta dirigida por él al General Tomás de Heres, desde Cuzco, el 7 de julio de 1825, en uno de cuyos pasajes alude a unas calumnias publicadas por un periódico del Cuzco (El Sol), lo que involucraba a unos oficiales argentinos. Allí dice: «…bueno sería dar un artículo en “La Gaceta de Gobierno” combatiendo a “El Sol” a nombre de un colombiano […] y que los señores argentinos se pueden componer como quieran sin mí, puesto que son tan ingratos, y que el Libertador no debe meterse en nada tocante al Río de la Plata». En la misma carta, expresa más adelante: «Después de todo esto debe caer sobre “El Sol” diciendo que ahora pretende este papel que el Libertador se vaya a meter de mediador entre los congresos de Chuquisaca y Buenos Aires…».12 Esta mención, en tercera persona, hecha por el Libertador acerca de sí mismo, sería más que suficiente para dejar muy bien sentada la conclusión y despejado todo dilema. * Secretaría de R.ACM y asesor del CEOFANB. Notas:
Multigramática, Vol. IV, Encyclopædia Britannica Publishers, Inc., 1995-1996. 2 Véase Alexis Márquez Rodríguez: Con la Lengua, Vadell Hermanos Editores, Caracas-Valencia, 1987, p. 140. 1
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El parte oficial de la Batalla de Carabobo, emitido en San Carlos el 26 de junio de 1821. Obsérvese en la línea 14 la mención: S.E. el Libertador.
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Algunos conceptos de guerra en el mundo del siglo XXI
Texto: Néstor Rivero Fotos: Archivos ACM
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lgunas líneas del tipo de guerra que se viene librando en distintas regiones del mundo de hoy, tienden a mostrar, por su reiteración, los nuevos modos y técnicas de agresión, enmascarados en lenguaje diplomático y la sorpresa de una opinión pública desprevenida que, eventualmente, pudiere aceptar pasivamente lo que se le ofrece como «la verdad» de un conflicto.
Obligación de proteger El 11 de Septiembre con el derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York abrió una nueva etapa en la conflictividad de escala planetaria. ¿Hemos entrado en una escalada sin retorno que conduce a la III Guerra Mundial?, ¿o ésta ya comenzó y se desarrolla de modo fragmentario con distintos métodos, invasión directa, golpes de Estado, desestabilización de gobiernos «no simpáticos» y campañas mediáticas sostenidas? Lo que sí ha quedado claro es que han surgido nuevos vocabularios y se extendió el choque armado, a escala regional en territorios que habían permanecido al margen de invasiones al menos en los últimos años, como Afganistán e Iraq. Así, cabe la pregunta: ¿puede aplicarse a Venezuela la doctrina imperial conocida como «Responsabilidad de Proteger» que, esgrimiendo los artículos 40 y 41 de la Carta de las Naciones Unidas le ha sido aplicada en lo que va de este siglo XXI a gobiernos y países como la Libia de Muammar Gadaffi, para dar algún viso de legalidad al ataque criminal que se ejecutó contra el jefe de la Revolución Verde?
En la actualidad opera una profunda distorsión, mediante la cual se ha pretendido imponer ante la opinión pública mundial la tesis según la cual el proceso de cambios políticos que hoy prosigue en la República Bolivariana de Venezuela, no es otra cosa que una «dictadura que viola los derechos humanos». Dicha estrategia probablemente contempla en alguno de sus escenarios de agresión, el recurso del supuesto incumplimiento por las autoridades venezolanas, de la responsabilidad de «proteger los derechos humanos» del pueblo sobre el que se gobierna, aspirando, inútilmente por lo demás, que dentro y fuera de la ONU se alineen a favor de la correlación-OTAN, alianzas diplomáticas que avalasen una hipotética «zona de exclusión aérea», bombardeos y destrucción de la Patria de Bolívar por las fuerzas imperiales. Hasta ahora no lo han logrado; y en la medida en que el pueblo se mantenga movilizado y muestre cohesión de soberanía, no lo lograrán. En el caso del coronel Gadaffi se recuerda claramente que la zona de exclusión aérea y los bombardeos contra el territorio libio comenzaron a partir de una supuesta «masacre» que el líder antiimperialista había dispuesto contra una multitud que se concentraba para protestar su mandato, en una plaza de la capital libia. Y después que se despejaron los acontecimientos se develó la falsedad de una masacre que nunca ocurrió. Claro, los contextos son muy distintos. El coronel Gadaffi, si se le compara con el Gobierno Bolivariano del Presidente Constitucional Nicolás Maduro, se encontraba bastante aislado, y pocas voces
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bienes y personas dentro de Estados Unidos o países de Europa, los gobiernos de esas potencias responden con prácticas que se dan la mano con sus eventuales y/o potenciales agresores subrepticios. Cierto, la aplicación de distintas formas de «Terrorismo de Estado» por los países de la OTAN, los nuevos conceptos de «daño colateral», mediante lo cual se justifica cualquier exceso en la guerra, o la interpretación que dan esos centros de poder global a la llamada «Responsabilidad de Proteger», en escenarios de conflicto interno en países del Medio Oriente, África o América Latina, anuncian nuevas tendencias en el enmascaramiento de las agresiones de orden estratégico que adelantan dichas potencias. de los pueblos africanos y del Medio Oriente y resto del Asia, se movilizaron para detener la agresión de la OTAN. En ello han fracasado las tenebrosas fuerzas imperiales respecto a la Venezuela Bolivariana. No obstante, se debe estar alerta ante la amenaza de que se aplique una eventual «obligación de proteger» contra Venezuela. Afortunadamente, dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, Venezuela cuenta con un representante, como Miembro no Permanente por dos años. Ello, en cuanto a política exterior, hace una gran diferencia en este asunto con respecto al hermano pueblo de Libia.
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Los dos terrorismos Frente a los actos de terrorismo individual o de grupos del fanatismo religioso y político que puedan atentar contra
«Falso positivo» internacional Otro recurso a que eventualmente pudiere apelar la estrategia de agresión contra Venezuela por la CIA, el Departamento de Estado y Pentágono de EE.UU, sería el crear un «falso positivo internacional», al mostrar algún hecho de daño auto-infligido dentro de alguna posesión de aquella potencia, e imputársela a Venezuela para anunciar que va a ejercer su «derecho a la defensa», en los términos contemplados en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. ¿Podría ser forjado algún incidente de guerra en aguas internacionales, o aguas del Caribe cercanas al Estado Libre Asociado de Puerto Rico? Serían escenarios que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana está llamada a ponderar en el estudio de iniciativas de previsión y contraofensiva comunicacional.
«amenaza extraordinaria e inusual para su seguridad nacional»? Bajo estado de amenaza y peligro de ser invadidas militarmente de modo directo por EEUU, han sobrevivido durante largas décadas, territorios y naciones como Cuba, Irán, Rusia, Belarus o Siria. En dicha lista hoy ha sido incluido nuestro país. Y ello —que no es otra cosa que la respuesta de los grupos que ejercen el poder imperial dentro de aquella nación, a la propuesta de un Mundo Posible que se da en Venezuela—, no debe ser objeto de zozobra. Desde siempre estuvo Venezuela bajo amenaza; simplemente que antes de la aparición del Comandante Hugo Chávez y ahora del presidente Nicolás Maduro, una parte considerable de la población no se había percatado de ello. Y el trasfondo de dicha amenaza está teñido de la sustancia oscura y espesa que yace depositada en el subsuelo de nuestro territorio; y en la insubordinación de una clientela de varias decenas de millones de personas que ahora miran hacia otros proveedores distintos a las monolíticas corporaciones del Norte en ciencia y tecnología, vehículos, armamentos, satélites, alimentos y medicamentos, entre otros productos. Energía y mercados, es lo que inquieta a los poderosos del Norte cuando su control omnímodo empieza a debilitarse tras relacionarse nuestros pueblos, en términos de geopolítica y de economía y comercio con China, Rusia, Brasil India y otras potencias emergentes.
El caso venezolano ¿Se puede sobrevivir por décadas a un estado de amenaza, como el gobierno estadounidense ha proclamado contra la Patria de Bolívar al precisamente calificar a esta última como
Huele a petróleo Así, puede afirmarse con escaso margen de error, que la actual agresión contra nuestra patria, huele a petróleo y al afán imperial por mantener en América Latina y, especialmente en Venezuela, el modelo extractivista y monoproductor con cliente único; así como de consumo de bienes manufacturados por un proveedor también exclusivo: EEUU. De otra parte, debe señalarse que si bien las élites que ejercen el poder político y económico de aquella gran potencia, han logrado avanzar en la tecnología de extracción de hidrocarburos a partir de la explotación del esquisto bituminoso, la inversión requerida para su apro-
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vechamiento y rentabilidad sigue siendo costosísima. De este modo, aun si el esquisto ofrece beneficios cuando el petróleo es vendido en los mercados a partir de un precio de 60 o más dólares el barril, en tiempos de deterioro del precio —como ha ocurrido en el año 2015, con un barril entre 40 y 50 dólares—, deja de ser negocio, y demandaría una de dos salidas: que se produzca a pérdida; o que se desestime su explotación, que es lo que se ha dejado ver con el cierre de los últimos meses de varias operadoras del esquisto en EE.UU. Por ello, afirmamos que la amenaza a Venezuela, que procura concretar apoyos de distinto orden tanto dentro como fuera de EE.UU, no persigue otro objetivo que obtener legitimidad para una agresión militar directa de aquella potencia, con el claro propósito de tomar control de los yacimientos hidrocarburíferos de nuestro territorio. El decreto del Presidente Obama del 9 de marzo de 2015, en contra de un país que defiende su soberanía y su derecho a que el pueblo desarrolle su democracia participativa y protagónica, no nos cabe duda, «huele a petróleo». Defensa de soberanía Esta definición integra el corazón de la respuesta que dan los pueblos a las amenazas de agresión y ataque armado por parte de enemigos poderosos, como se da contra nuestra patria desde los centros de poder estadounidenses. Defensa de soberanía en la calle, en la movilización masiva permanente, en la jornada de opinión, en el con-
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versatorio, en la organización de comunidades y sectores de la población por oficio, profesión o función convivencial. De tipo estudiantil o gremial, entre otros. Resulta perentorio en este tiempo de amenazas contra la soberanía de nuestro país, llevar adelante, en distintos niveles de la vida nacional, una especie de «Si vis pacem, para bellum» comunicacional: prepararnos para ganar la guerra, mostrando que, antes de que empiecen las hostilidades con balas y bombardeos aéreos, nuestro pueblo y su Fuerza Armada Nacional Bolivariana, poseen tal nivel de disposición para defender en todo terreno su identidad y las garantías que la Constitución consagra a favor del pueblo, que éste logra desde ya, hacer desistir al agresor de su intento de dar el siguiente paso: la materialización de un ataque armado. Pudiera decirse que, mientras hable la diplomacia y se amplíe la cobertura de alianzas y respaldos a la Patria de Bolívar, y mientras los medios de comunicación bolivarianos transmitan las voces e imágenes de multitudes marchando en repudio a cualquier agresión de distinto orden, todo estará «bajo control» por parte del pueblo. Acostumbrémonos, pues, mientras termina de afirmarse el mundo multicéntrico y pluripolar, el mundo posible por el cual luchó en la Venezuela del siglo XXI el Comandante Hugo Chávez Frías, a sobrellevar la existencia con la alegría de quienes construyen el futuro en medio de la acechanza, afirmados en la convicción de que se cultiva la paz y se siembra felicidad social. Ello justifica cualquier empeño en la defensa de la Revolución Bolivariana.
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Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención (El Trasfondo) (Parte II, y final) Texto: Javier José Marcano Tábata Fotos: Archivos ACM
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ste artículo analiza las más recientes teorías, doctrinas y resoluciones legitimadoras de la intervención que se esgrimen en los centros de poder imperial, desde donde han sido introducidos en el sistema internacional por parte de actores hegemónicos mundiales, para justificar toda clase de pretensiones contra los países que no les son dóciles. La Parte I de este trabajo se publicó en la Revista Ámbito Cívico Militar, N° 55, Julio de 2018, CEOFANB, ocasión cuando analizamos cinco doctrinas imperantes desde 1949. En esta Parte II abordaremos la peligrosa tesis de la ONU basada en la «Responsabilidad de Proteger-Reaccionar y Reconstruir», asumida por Bush (2001) y «La Doctrina de los Nenúfares» aplicada por Obama y León Panetta (2012) —así llamada por el autor de este artículo—. De igual modo, examinamos la Doctrina de Guerra Híbrida de Donald Trump (2017). Concluiremos este texto con algunas reflexiones y recomendaciones que permitan afrontar las amenazas y neutralizar los escenarios desfavorables a los intereses de la República, sobre todo en la dimensión de la geopolítica in-
ternacional impulsada por nuestro Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías. La Responsabilidad de Proteger – Reaccionar y Reconstruir de la ONU. Doctrina asumida por Bush (2001)1 En Septiembre de 2000, durante la Asamblea del Milenio de las Naciones Unidas, el para aquel entonces Primer Ministro de Canadá, Jean Chrétien, anunció el establecimiento de una comisión internacional independiente sobre intervención y soberanía de los Estados, en respuesta al llamamiento hecho por el Secretario General, Kofi Annan, para que se intentara alcanzar un nuevo consenso internacional sobre la forma de responder a las violaciones masivas de los DDHH y el Derecho Humanitario. La comisión estuvo conformada por representantes de: Australia, Argelia, Canadá, EE.UU, Federación de Rusia, Alemania, Sudáfrica, Filipinas, Suiza, Guatemala e India. A manera de información general la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados (CISISE), fue financiada por las Fundaciones: Carnegie Corporation de Nueva York; William y Flora Hewlett; John D. y Catherine T. MacArthur; Rockefeller y Simons Foundation. A estos aportes se sumaron los gobiernos de Canadá, Suiza y el
Reino Unido. A juicio del autor, el interés de los grupos económicos en financiar esta temática, fue sin duda alguna, el de «incentivar» a los miembros de la CISISE, para auto atribuirse poderes supranacionales que incursionaron peligrosamente en contra de principios internacionales e intereses nacionales mundialmente reconocidos, tales como: la Independencia, la soberanía, la libertad y la libre autodeterminación, dejando abierta una puerta para las intervenciones militares de bandera «humanitaria» bajo una mordaz doctrina que apuntaba con urgencia a la necesidad de acceder a los recursos vitales que requieren las potencias hegemónicas. Esta irónica resolución legitimadora de la intervención, fue introducida cinco años después ante la ONU, durante su Cumbre Mundial de 2005, a objeto de legitimar esta contradictoria «Responsabilidad de Proteger, Reaccionar y Reconstruir».2 Si bien es cierto que Kofi Annan, hizo un elocuente llamamiento a la comunidad internacional en los años 1999 y 2000, para que procuraran alcanzar un consenso sobre si: «la intervención humanitaria es, en realidad, un ataque inaceptable a la soberanía», estuvo haciéndose reiteradamente la pregunta: «¿Cómo deberíamos responder a situaciones como las de Rwanda o Srebrenica y las violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos que trasgreden todos los principios de nuestra humanidad común?». En mi opinión, si se tuviera la capacidad de contestar esa pregunta, en función de la experiencia que nos da el hecho de vivir la dinámica de los acontecimientos que se suscitan en la República Bolivariana de Venezuela, entonces se le contestaría a Rwanda la ONU y al sentido común de la comunidad internacional, con otra pregunta: Les preguntaríamos con la auctoritas que otorga la moral: ¿están ustedes seguros de que lo que perciben sus sentidos, a través de los medios audiovisuales y escritos u otra forma de comunicación… es la verdad? ¿Están ustedes seguros de que las dificultades que se presentan en X o Y Estado-Nación del planeta, son producto de, como ustedes llaman, «una infracción del orden internacional»? ¿Están ustedes seguros de que tales situaciones que causan sufrimiento en seres humanos, de X o Y Estado-Nación del planeta, NO vienen promovidas por otros actores internacionales como justificativo de intervención? Porque, si eso no es así, estaríamos anulando todo el camino recorrido para alcanzar la paz y la estabilidad internacionales; convirtiéndonos en instrumentos de nuestra propia destrucción y pasaríamos a la historia como los cómplices o los ignorantes que no tuvieron la capacidad de garantizar un mundo mejor. Pues bien, en esta investigación, se ha podido comprobar que las Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras
de la Intervención han ido introduciéndose sistemáticamente en el sistema internacional como se evidencia en este caso, cuando la Asamblea General de la ONU incorporó: «La Responsabilidad de Proteger» en un Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005, en cuyos dos párrafos se habla de «Un concepto más amplio de la libertad: Desarrollo, Seguridad y Derechos Humanos para todos» y en donde el para aquel entonces Secretario General Kofi Annan, basó su enfoque en dos informes: El primero, que se refiere a «un mundo más seguro»: que abre las puertas para entrar en el peligroso terreno de la responsabilidad compartida del Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio del 1° de diciembre de 2004; que además se refiere a una «obligación de proteger» que dentro del marco de reforma de la ONU, recomienda la adopción de una «norma» de la «responsabilidad de proteger», recogiendo así el concepto elaborado por la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados (CIISE).Un segundo informe, que se sustenta en «La responsabilidad de proteger» de la misma CIISE; que fue iniciado, convocado y patrocinado por el gobierno de Canadá, para dar una respuesta a las preocupaciones del Secretario General en encontrar una vía de socorro a poblaciones en estado de emergencia humanitaria, que sirvió de punto de partida en los debates sobre su incorporación en la ONU. Una «responsabilidad de proteger» que ya estaba yaciente en cierto círculo de diplomáticos de la ONU encabezados por Kofi Annan, quien, ya comenzando el milenio, declaraba: «La intervención humanitaria es una cuestión delicada, plagada de dificultades políticas y sin soluciones fáciles. Pero sin duda no hay ningún principio jurídico ni siquiera la soberanía que pueda invocarse para proteger a los autores de crímenes de lesa humanidad. En los lugares en que se cometen esos crímenes y se han agotado los intentos por ponerles fin por medios pacíficos, el Consejo de Seguridad tiene el deber
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Secretario General de la ONU moral de actuar en nombre de la comunidad internacional. [...] La intervención armada debe seguir siendo siempre el último recurso, pero ante los asesinatos en masa es una opción que no se puede desechar».
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En el Documento Final, los Estados asumen el deber de prevenir que se llegue a perpetrar uno o más de los crímenes enumerados, como genocidio, crímenes de guerra, depuración étnica y crímenes de lesa humanidad en su territorio, y han aceptado la necesidad de una prevención efectiva por medio de un servicio de ayuda de la ONU a los Estados y el desarrollo de un sistema de alerta temprana, también a cargo de la ONU. El objetivo de la prevención es, pues, evitar que la población civil caiga víctima de violaciones serias de derechos humanos resultantes de un conflicto interno. Las cuestiones que quedan por esclarecer son: cuál es el alcance de la «prevención», cómo se materializará la ayuda de la ONU a los Estados y qué forma tendrá la alerta temprana de la ONU. Asimismo, debe esclarecerse, cómo se ha de repartir la responsabilidad de prevenir entre el Estado y la «comunidad internacional», y cuál es el límite de las medidas de prevención a disposición de la «comunidad internacional», o en otras palabras, si las medidas de prevención implican también el empleo de sanciones y el uso
de la fuerza contra un Estado. A esta «Responsabilidad de Proteger», le nacieron un sinnúmero de variantes, configurándose con términos asociados a la «legítima defensa» a la «guerra preventiva», cuando esa responsabilidad de proteger era enfocada desde diversas posturas paradigmáticas, como por ejemplo, desde afuera hacia adentro, es decir, un actor internacional o individuo, que desde latitudes distantes podía amenazar a determinada nación. Caso Osama Bin Laden, que le permitió a EE.UU justificar una intervención en Afganistán, o Sadam Hussein en Irak, con la falsa matriz de que poseía armas de destrucción masiva y que le permitió a EE.UU, el derecho a invadir o caso Libia y Siria. En fin, una «Responsabilidad de Proteger» que traía consigo una mordaz doctrina de guerra preventiva, cuyos muertos, heridos y daños no entran en las estadísticas de las Cumbres del Milenio.3 La Doctrina de los Nenúfares Obama-Panetta (2012) La Nueva Doctrina de los Nenúfares diseñada por EE.UU. «Irónica estrategia de aproximación de medios para atender con prontitud las catástrofes naturales en nuestra región». En la actualidad, como una nueva versión de los Documentos de Santa Fe, podemos comentar la arbitraria estrategia imperialista de aproximación y proyección de sus fuerzas militares en nuestra región, bajo el irónico pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Esta estrategia les ha permitido inundar de bases militares norteamericanas el espacio suramericano y caribeño, además de justificar la reactivación de su IV Flota, para navegar en un teatro de operaciones, el cual ellos consideran como su área de interés e influencia. Hoy en día, tales excusas procuran renovarse con un nuevo discurso por parte de los Estados Unidos, en donde un mordaz «síndrome proteccionista» de atender con prontitud y oportunidad a las catástrofes naturales que se pronostican en el espacio suramericano y caribeño, es el pretexto para aproximar medios militares y civiles en áreas muy cercanas a los pasos interoceánicos suramerica-
nos y del Caribe, o en donde, no por casualidad, tales situaciones de riesgos se pronostican en sectores cerca de las grandes reservas de petróleo, minerales estratégicos, gas, agua dulce y biodiversidad del planeta.4 En la Décima Conferencia de Ministros de la Defensa de las Américas, realizada del 8 al 10 de octubre de 2012, en Punta del Este, Uruguay, la delegación de EE.UU, asistió «muy preocupada por los temas de defensa en el hemisferio», destacándose: León Edward Panetta, para aquel entonces, Secretario de Defensa de ese país, quien fuera Director de la CIA en el gobierno de Bush hijo; Frank Mora, Sub Secretario de Defensa para el Hemisferio Occidental; el General de la Fuerza Aérea Douglas Fraser, para aquel entonces, Comandante del Comando Sur; el General del Cuerpo de Marines John F. Kelly, quien actualmente ostenta el cargo de Secretario de Seguridad Nacional; a quienes se les sumó la Embajadora de EE.UU en Uruguay, Julissa Reynoso, de raíces dominicanas, quien es miembro del conocido «Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU», el mismo Consejo vinculado históricamente a los temas del «nuevo orden mundial, el Grupo Bilderberg y la teoría de la conspiración».5 Allí, y con poco disimulo, uno de los ejes temáticos que insistentemente los norteamericanos defendían en la mesa de discusiones —utilizando, no por casualidad, a Guatemala como país modelador, a Chile como país relator y a Canadá, Trinidad y Tobago y Uruguay, como países correlatores— fue el eje temático referido a los «desastres naturales y la protección al medio ambiente y la
biodiversidad», de nuestra rica, independiente y soberana región suramericana y caribeña. Este panel de representantes, durante todas las fases de la reunión, manifestaba reiteradamente su interés en establecer «Bases adelantadas de atención rápida a las catástrofes naturales», a las que sus expertos pronosticadores ubicaban con una pitonística precisión, en áreas de gran valor geoestratégico del espacio suramericano y caribeño. Ellos manifestaban que dichas plataformas aglutinarían a personal y equipos militares con elementos de protección civil, listos para reaccionar bajo la dirección de sus experimentados mandos. Al mismo tiempo que se auto atribuían una «moral de experticia», adquirida en su participación durante el pasado terremoto de Haití.6 Como es bien sabido, la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, se constituye en el instrumento diplomático-operativo de la Junta Interamericana de Defensa (JID), entidad que a su vez depende de la OEA. Esta JID está compuesta por: El Consejo de Delegados; la Secretaría y el Colegio Interamericano de Defensa (CID). En este último centro educativo, en opinión del autor, es donde se diseñan las doctrinas y resoluciones legitimadoras de la injerencia y la intervención en el hemisferio. A todas estas nuevas versiones de una renovada agenda injerencista, se le suma toda una operación mediática enmarcada dentro del conocido concepto de Guerra de Cuarta Generación, la cual procura minar las bases de la cultura tradicional de los países suramericanos y caribe-
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ños y debilitar a sus movimientos populares de izquierda, por cuanto que dicho modelo ideológico, se encuentra en franca contraposición al modelo capitalista que las potencias imperialistas defienden. Para alcanzar este fin, ellos aplican lo que Noam Chomsky llama: «la estrategia de la gradualidad», que consiste: En procurar hacer que se acepte una medida inaceptable. Este fin se alcanza, cuando tales medidas son dosificadas gradualmente y a cuentagotas por años consecutivos. Es así como los países dominantes, en el trascurrir de la historia, fueron introduciendo en el sistema internacional, una serie de marcos referenciales y criterios de interpretación de la realidad, ajustados en función a sus intereses y conveniencias. Tal gradualidad permitió a los monopolios hegemónicos, el garantizar que la sociedad internacional asumiera como natural aquellos cambios, los cuales, en otras condiciones, pudieran haber provocado una revolución.
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La Doctrina de Guerra Híbrida de Donald Trump (2017) En los últimos meses se ha podido percibir un incremento muy considerable de acciones orientadas en esta teoría, las cuales han dificultado el libre ejercicio del poder del presidente Nicolás Maduro Moros. Estas estrategias conspirativas contra la Patria, cuentan sin duda alguna con el apoyo de actores de cooperación internos y externos, no descartándose ni por un instante la colaboración de quintas columnas infiltradas y/o captadas, dentro de las estructuras del Estado, cuyas acciones coordinadas estrechamente con el Departamento de Estado de EE.UU, están procurando crear las condiciones necesarias para generar: una desobediencia civil, un estallido social y/o una crisis humanitaria, que justifique la aplicación de instrumentos de intervención controlados por parte de los actores regionales e internacionales, bajo el mordaz pretexto del «interés humanitario», matriz que sienta las bases para justificar ante la opinión pública internacional, una peligrosa maniobra intervencio-
nista en el Estado venezolano, bajo el pretexto de un «Estado Fallido». A esta estrategia desestabilizadora, se le ha sumado la aplicación de una segunda estrategia conspirativa, conocida como la Teoría del «Estado Villano o Forajido», forma de lucha no armada en la que actualmente se promueve una matriz o percepción de irrespeto, por parte del gobierno revolucionario, a los derechos humanos, sus vinculaciones con el terrorismo, el narcotráfico internacional, las redes de prostitución, el lavado de dinero, la corrupción y hasta la tenencia de armas de destrucción masiva. Con la aplicación sincronizada de estas dos Teorías Conspirativas, se está procurando poner al Gobierno venezolano entre la espada y la pared, es decir, cuando se ejerce el poder para poner orden, los operadores políticos infiltrados crean las condiciones para que se produzcan incidentes entre las fuerzas de orden público y grupos de
protesta, en donde se perciba una sensación de represión e irrespeto a los derechos humanos (Estado Forajido). En este tipo de acciones, los actores políticos, quienes manejan el poder de los medios de comunicación privados y las grandes cadenas informativas nacionales e internacionales, desatan toda una campaña de descalificación de los líderes oficialistas dentro de una matriz de corrupción y complicidad con actividades al margen de la ley, esto con el fin de fortalecer la percepción del «Estado Forajido». Por otra parte, si no se hace nada ante la anarquía promovida por los operadores políticos y se permite que un caos total se promueva en el territorio del Estado-Nación y que tal inacción promueve una crisis en las necesidades básicas de la población, afectando su estado de bienestar, entonces se cae en la percepción de «Estado Fallido». Ambos extremos muy perjudiciales para el ejercicio del poder gubernamental. Paralelamente, motivado a que la Guerra Híbrida combina acciones de lucha no armada, con acciones de lucha
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armada, continuamente se procura promover incidentes, sobre todo con actores internacionales que limitan con el país que es blanco objetivo, esto con el fin de justificar una escalada diplomática que pueda justificar una acción militar. También se emplean esos actores de cooperación fronterizos para agudizar las crisis como ha venido ocurriendo en el caso de Venezuela con la «Operación Tenaza». Así lo declaró el Presidente Nicolás Maduro Moros, en su Alocución ante la Asamblea Nacional (2015): «Nuestra patria ha sido sometida a nuevas formas de acosos y agresión que pudieran afectar gravemente la paz de Venezuela y la región»… «Hay una operación política, mediática y económica para buscar conflictos de alta intensidad»… «Quieren aplicar la Operación Tenaza contra la Patria». Conclusiones y Recomendaciones Todas las doctrinas y resoluciones anteriormente descritas, responden a una concepción geopolítica de dominación propia del imperio injerencista e intervencionista de EE.UU y sus aliados, los cuales han elevado su doctrina de seguridad nacional a niveles supranacionales, logrando introducirla sistemáticamente dentro de la legislación internacional para adecuarla a sus más obscuros intereses. Por todo lo antes expuesto, considero que todo estudio del desarrollo de una ciencia, en este caso la ciencia de las Relaciones Internacionales, «exige, junto al conocimiento de los conceptos, axiomas y leyes que se han formulado por sus diversas teorías, una necesaria reconstrucción del proceso histórico a través del cual han emergido y han sido dadas a conocer». Más aún, si dichas teorías han sido elaboradas por comunidades de seres humanos, en épocas cuyos métodos, enfoques y códigos estaban predominantemente influenciados por los criterios de un grupo de actores dominantes y que pudieron de alguna manera, ser introducidos premeditadamente, como una estrategia para difundir patrones universales que respondieran a sus intereses de dominación. Es por ello que la postura ontológica que se asumió en este trabajo, se mostró absolutamente opuesta al «conservadurismo internacional», considerándose éste, como una corriente de pensamiento que intenta mantener una continuidad y que se opone a toda iniciativa con enfoques emancipadores. Con el abordaje de estas Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención, pareciera que hoy la comunidad internacional, se encuentra inmersa en un peligroso terreno de arenas movedizas, en donde las teorías de las relacio-
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nes internacionales y la teoría de la conspiración, parecen haberse fusionado en una sola, para satisfacer los más obscuros intereses de los actores hegemónicos que la promueven. Coincide el autor con el enfoque gramsciniano de «hegemonía cultural», cuando éste explica las razones por las cuales una sociedad que pudiese observarse aparentemente libre y culturalmente diversa, es en realidad dominada, en este caso, por una de sus clases sociales, ya que como éste lo indica: «…las percepciones; explicaciones; valores y creencias de ese sector llegan a ser vistos como la norma, transformándose en los estándares de validez universal o de referencia en tal sociedad, como lo que beneficia a todos cuando en realidad sólo beneficia preferencialmente a un sector dado». Resulta entonces muy importante que los actores del espacio latinoamericano y caribeño aprendan a interpretar la realidad internacional, con un enfoque estratégico distinto a los códigos que traen inscritos consigo las tradicionales teorías y doctrinas legitimadoras de la intervención. Debemos procurar descubrir las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que han incidido en la difusión del conocimiento y por consiguiente la «universalización de criterios de interpretación de la realidad» es lo que permitirá el quiebre de «una hegemonía sostenida en el campo de las relaciones internacionales», statu quo que si no despertamos de ese trance prevalecerá con consecuencias nefastas. Se hace imperativa la aproximación a una Teoría Bolivariana de las Relaciones Internacionales, por cuanto que la misma representa un poderoso instrumento para argumentar y persuadir con hechos y razones, la vigencia del pensamiento de los próceres y héroes independentistas suramericanos. Asimismo, el construir un sistema educativo latinoamericano y caribeño, que promueva los principios, valores y creencias propios a sus realidades geohistóricas, servirá por una parte, de sustento teórico para orientar las nuevas formas de relacionamiento que actualmente se configuran en la región; y por la otra, de modelo a seguir para recontextualizar las nuevas realidades del sistema internacional. Todo ello con el fin de garantizar la satisfacción real de las expectativas de los elementos que integran el espacio suramericano y caribeño, a fin de gestar una conciencia de unidad e
identidad común en beneficio de las futuras generaciones. Es por ello que las viejas teorías deben evolucionar, puesto que el realismo político beneficia a las potencias militares más poderosas y el enfoque idealista, al cual, en mi opinión, le es atribuido erróneamente una paternidad wilsoniana, pretende dejar en manos de organizaciones internacionales manejadas por los Estados Potencias, las intervenciones en los conflictos armados, con el supuesto irónico de tratar de evitar el flagelo de la guerra. * Secretario General de SECODENA. Bibliografía Angiolillo F., P. (2012): La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR): Alianzas Militares. Fundación Editorial El perro y la rana, Caracas. Britto García, Luis (2009): América Nuestra Integración y Revolución, Tomo II, Superestructuras de la Conciencia. Ed. Fondo Cultural del ALBA, Caracas. Calduch, R. (1991): Relaciones Internacionales. Edit. Ediciones Ciencias Sociales, Madrid. Chomsky, N. (2004): Hegemonía o Supervivencia. El Dominio Mundial de EE.UU. Grupo Editorial Norma, S.A., Bogotá. Del Arenal, Celestino (1994): Introducción a las Relaciones Internacionales. Editorial Tecnos, 2a. reimpresión, Madrid [citado en Edgar Vieira Posada, «Evolución de las Teorías sobre Integración en el contexto de las Relaciones Internacionales», en Papel Político, N° 18, diciembre, 2005, pp. 235-290. Ed. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá]. Deustua, Alejandro (2004): Comentario crítico a la Teoría de Relaciones Internacionales. Entrevista de la Academia Diplomática del Perú. Contexto.org. Kuhn, T. (1971): La estructura de las revoluciones científicas. Edit. Fondo de Cultura Económica, [Traducción de Agustín Contin], 6ª ed., México. Maduro, N. Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Alocución ante la Asamblea Nacional (6 de Julio de 2015). Ver Discurso Disponible: https://laradiodelsur.com.ve/2015/07/06/nicolas-maduro-quieren-aplicar-operacion-tenaza-para-generar-conflictos-en-venezuela/ Morgenthau, H. (1993). Politics among nations: The struggle for power and peace. Editorial McGraw-Hill. México.
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Notas: 1 Portadora de la Doctrina del Bellum iustum. Además de un nuevo intervencionismo, la «responsabilidad de proteger» suscribe también la Doctrina del Bellum iustum que se remonta a San Agustín y que, en su núcleo fundamental, acepta justificaciones al uso de la fuerza en las relaciones internacionales. Según ésta, si el recurso a la guerra como instrumento político está prohibido, la guerra con fines de carácter humanitario debe permitirse, pues asegura la protección de una población cuando es víctima de determinados crímenes o corre peligro de serlo. Como complemento de esta doctrina, la CIISE fija y desarrolla criterios materiales de limitación de intervención militar bajo el rubro «principios para la intervención militar», que no son nuevos, sino ya bastante conocidos en los debates teóricos sobre las doctrinas de la intervención humanitaria y del bellum iustum. Propone, entonces, seis criterios: 1) existencia de autoridad competente, 2) causa justa, 3) intención correcta, 4) último recurso, 5) medios proporcionales y 6) perspectiva (posibilidad) razonable. Fuente: M. Añaños (2009): «The “Responsibility to Protect” in the United Nations and the Doctrine of the “Responsibility to Protect». Página Web en Línea. Disponible:https://www.ucm.es/data/cont/media/www/ pag-72507/UNISCI%20DP%2021%20-%20MEZA.pdf [Consulta 13/02/2018]
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2 Recordemos que dentro de los logros atribuidos a la Fundación Rockefeller, están: Ser la responsable de la llamada «Revolución Verde», un brillante ardid para desarrollar un Agronegocio Globalizado. Como decía Henry Kissinger en los años 70: «Si se controla el petróleo, se controla el país; si se controlan los alimentos, se controla a la población». Utilizando inmensas cantidades de herbicidas y pesticidas y los impactos en la salud de la población, la Fundación Rockefeller diversificó su negocio creando mercados adicionales para los gigantes del petróleo, la química y la industria farmacéutica. Fuente: F. Engdahl: «Bill Gates, Rockefeller y los gigantes de la biogenética saben algo que ignoramos». Artículo digital. Disponible en: Rebelion.org http://www. rebelion.org/noticia.php?id=60339 [Consulta 13/02/2018]. 3 La guerra preventiva (o ataque preventivo) es aquella acción armada emprendida con el objetivo (real o pretextado) de repeler una ofensiva o una invasión que se percibe como inminente, o bien para ganar una ventaja estratégica en un conflicto inminente. Aunque se suele presentar como forma de autodefensa, la legitimidad de la guerra preventiva es objeto de intensa disputa, sobre todo por la dificultad de ponerse de acuerdo acerca de si la amenaza es real y, caso de serlo, de si se trata de un peligro inminente que justifique el ataque, o bien se utiliza como pretexto para atacar primero. En su enfoque clásico, la autodefensa quedaría restringida a una respuesta a un ataque armado, de acuerdo con el Art. 51 de la Carta de la ONU. Modernamente, la doctrina de George W. Bush sobre ataques preventivos se refiere a la amenaza potencial causada por «Estados delincuentes» con armas de destrucción masiva. Sin embargo, el problema de determinar la amenaza inminente y extrema sigue siendo tema de disputa. Muchos Estados no apoyan la guerra preventiva, ya que consideran que podría aplicarse arbitrariamente a cualquier amenaza real o imaginaria situada años en el futuro. Fuente: Pág. Web en línea. Disponible: https:// es.wikipedia.org/wiki/Guerra_preventiva. [Consulta: 13/02/2018]. 4 En lengua inglesa, una lilypad es una hoja flotante en un lago o estanque, al modo de los nenúfares, que sirve de apoyo para la rana que, salto a salto y de hoja en hoja, se aproxima acechante hacia el incauto insecto que en breve devorará. No se crea que esto se refiere a curiosas escenas de la naturaleza; su contenido es bastante más crudo, porque la rana es el símbolo de las fuerzas armadas de EE.UU. Los nenúfares son un nuevo tipo de base militar reducida, que se va extendiendo por el mundo y al que voy a referirme específicamente, y los insectos son los países sobre los que la política exterior de EE.UU. extiende sus tentáculos. Fuente: kaosenlared.net. 5 En la década de 1960, grupos como la John Birch Society y el Liberty Lobby dedicaron muchos de sus ataques a la ONU como ve-
hículo para crear «Un Gobierno Mundial», promoviendo una posición de desconfianza y aislacionismo en relación a ese organismo. Adicionalmente, Mary M. Davison, en su The Profound Revolution (1966) trazó el origen de la supuesta conspiración del Nuevo Orden Mundial a la creación del Sistema de Reserva Federal en EEUU por un «grupo de banqueros internacionales» que luego habrían creado el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) en ese país como «gobierno en las sombras». En aquellas fechas la expresión «grupo de banqueros internacionales» se entendía como referencia a personas tales como David Rockefeller o a la familia Rothschild. Posteriormente, y a partir de la década de 1970, Gary Allen sostiene que el término Nuevo Orden Mundial es utilizado por una élite internacional secreta dedicada a la destrucción de todos los gobiernos independientes. Con ese autor el mayor peligro deja de ser la conspiración cripto-comunista y se transforma en la élite globalista que algunos identifican con el atlantismo del Grupo Bilderberg. Fuente: Enciclopedia Wikipedia, 2007. (Página Web en línea). Disponible: http://es.wikipedia.org/wiki/Nuevo_Orden_Mundial. 6 Véase el artículo de Lorenzo Angiolillo Fernández: «El Síndrome 2012. El Efecto Haití, y El Proyecto Haarp, La Gran Conspiración». Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a93923.html. 7 Guerra híbrida es un concepto polemológico reciente (2014) con el que se identifica un nuevo tipo de guerra que «viene a dar por superada la guerra asimétrica (ejército convencional contra fuerza insurgente)». «Une fuerzas regulares e irregulares, desinformación y una aparatosa presencia militar en una ofensiva limitada», siendo su ejemplo la guerra en el este de Ucrania y calificando genéricamente a las relaciones entre Rusia y los países occidentales (EE.UU, Unión Europea, OTAN): «…esta nueva especie de guerra híbrida está definida por el hecho de que no hay una distinción real entre la guerra y la paz». Los conflictos híbridos implican esfuerzos a diferentes niveles con el objetivo de desestabilizar un Estado funcional y provocar una polarización de su sociedad. A diferencia de lo que ocurre en la guerra convencional, el «centro de gravedad» de la guerra híbrida es un sector determinado de la población. El enemigo trata de influenciar a los estrategas políticos más destacados y a los principales responsables de la toma de decisiones, combinando el uso de la presión con operaciones subversivas. El agresor suele recurrir a actuaciones clandestinas para no asumir la responsabilidad o las posibles represalias. Otras denominaciones utilizadas para los conflictos ucranianos de Crimea y el Donbass son las de «guerra proxy (guerra por delegación), guerra asimétrica, guerra de cuarta generación... guerra en red... o conflicto no lineal». Fuente: Pagina Web en línea. Disponible: https:// es.wikipedia.org/wiki/Guerra_h%C3%ADbrida. [Consulta 13/02/2018].
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