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MI PERÚ CINÉFILO

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SABOREAR EL PISCO

SABOREAR EL PISCO

Por Renato Vinatea (*)

Mi tierra, te dedico esta columna porque eres inspiración para los lentes íntimos y extranjeros. En este mes de conmemoración, nos sumergimos en el maravilloso mundo del cine peruano para celebrar el aniversario de Perú y recordar su lucha por la independencia. A lo largo de la historia, el cine peruano ha capturado la valentía y determinación de aquellos que soñaron con la libertad. En esta columna, exploraremos algunas películas destacadas que nos transportarán a ese pasado de coraje y esperanza. Comenzamos nuestro recorrido con La Teta Asustada (2009), dirigida por Claudia Llosa. Aunque esta película aborda temáticas distintas, nos recuerda que las cicatrices del pasado no deben impedirnos buscar nuestra libertad. En paralelo, recordemos la frase de José de la Riva-Agüero: «Que el Perú se haga digno de su nombre». Continuando nuestro recorrido, encontramos La Ciudad y los Perros (1985), dirigida por Francisco Lombardi. Basada en la novela del aclamado escritor Mario Vargas Llosa, esta película nos sumerge en un colegio militar en Lima durante la década de 1960. A través de la historia de un grupo de jóvenes cadetes, exploramos las complejidades de la masculinidad, el poder y la violencia en un entorno opresivo. Como recordatorio de la lucha por la independencia, inspira a seguir buscando la libertad y la justicia en cada faceta de la sociedad. Esta cinta, cruda e impactante, invita a reflexionar sobre la sociedad peruana y sus desafíos, recordando siempre la valentía y determinación de nuestros antepasados. Otra joya cinematográfica que merece ser mencionada es Wiñaypacha (2017), dirigida por Óscar Catacora. Por medio de la historia de una pareja anciana en los Andes peruanos, conectamos con la resistencia y el anhelo de autonomía de los pueblos originarios. Recordemos la frase de José de la Torre Ugarte: «Perú será independiente cuando los peruanos seamos dignos de serlo». En este aniversario, también es importante destacar el impacto del cine comercial. La película Asu Mare (2013), dirigida por Ricardo Maldonado, es un ejemplo destacado de este fenómeno que marcó un hito en la taquilla. Esta comedia, fresca y divertida, abrió el paso al cine comercial, brindando trabajo a muchos artistas y presentando un alivio cómico diferente a lo acostumbrado. Del mismo modo, es emocionante ver cómo la belleza de Perú ha sido capturada en producciones cinematográficas. Destaca la inclusión de Machu Picchu, una de las maravillas del mundo antiguo, en películas de Hollywood como Transformers: El Despertar de las Bestias recién estrenada en junio de este año. Estas imágenes no solo muestran al mundo entero la riqueza natural de este país, sino que también llena de orgullo. Machu Picchu, con sus ruinas incas y los majestuosos picos de los Andes, nos recuerda que Perú es un tesoro de la humanidad e invita a explorar nuestra propia herencia cultural. Como dijo el inolvidable Diego Bertie, «El cine es una forma mágica de contar nuestras historias y preservar la memoria colectiva». Celebremos la riqueza del cine y recordemos que, a través de la pantalla grande, podemos mantener viva nuestra identidad y compartir nuestras raíces con el mundo entero. Feliz aniversario a mi Perú cinéfilo. ¡Hasta la próxima!

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(*) Cinéfilo @renato_vinatea

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