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La chica de la franja
Siempre le apasionaron los deportes. Empezó en gimnasia, luego vóley —donde jugó la liga nacional de su categoría—; sin embargo, se quedó con lo que la deslumbró por completo: el fútbol. «Jugaba sola o con mis amigos. Decidí inscribirme en el Club La Cantera durante un verano. Me dijeron que tenía condiciones para practicar la disciplina de manera profesional. Ese no era mi propósito principal, pero aposté por ello», relata.
Anasophia ingresó a la Selección Peruana a los 18 años cuando ya era parte del plantel de Deportivo Municipal. Su entrenadora se comunicó con Doriva Bueno para ver si le interesaba convocar a algu- nas jugadoras. «Estuve en un microciclo de entrenamiento. La dinámica es parecida, pero la experiencia de un director extranjero fue buena para mí». Gracias a su paso por la bicolor, ha disputado amistosos en Brasil y un campeonato en Ecuador.
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Su madre la apoyó en esta decisión de manera incondicional. No obstante, nunca faltaron los comentarios externos de priorizar el vóley en lugar del fútbol. Muchas mujeres se retiran del rubro deportivo porque en nuestro país no es rentable y prefieren abocarse a los estudios o el trabajo. Es claro que la barrera principal de este deporte es la ausencia de apoyo profesional, económico y mediático.
«Cuando formé parte de la Selección Peruana, leía comentarios negativos sobre nosotras. Vivimos en un país conservador que no ha cambiado su mentalidad. Actualmente, se evidencian cambios positivos. La gente ya nos conoce, saben el movimiento de fichajes, los partidos y el avance de la Liga. Sin embargo, considero que debemos dar un buen show para que el apoyo e interés se incrementen», agrega.
No todo es memorable en la vida de un deportista. La delantera del Municipal atravesó una fuerte lesión que detuvo su desempeño futbolístico por un tiempo. «Me fracturé el tobillo durante un microciclo con la Selección en Chincha. Fue un asunto complejo en el ámbito emocional y profesional, pues perdí mi participación en el Sudamericano. Durante la pandemia, inicié terapias vía zoom y me sometí a dos operaciones. Afortunadamente, no quedé fuera de otros partidos».
Ortega agradece a dos profesionales que la impulsaron a ser mejor en esta profesión. «Vivian Ayres es mi entrenadora en UPC. Considero que presenta amplios conocimientos en el fútbol y, el hecho de que haya llegado a la universidad, es sumamente meritorio. Nos llevó a la victoria de la Liga Universitaria. Del mismo modo, Karen Palacios me entrenó en La Cantera y en Deportivo Municipal hasta el año pasado. Cuando perdía la confianza, ella hacía que cambie de mentalidad», dice.
En el 2021, jugó la Liga Femenina con otro club, la cual fue televisada por primera vez. Después retomó los entrenamientos con el equipo de la franja, donde considera que se siente más cómoda. «Presentarnos en su estadio, crear una página exclusiva para nosotras y establecer un contrato de formalización demuestra que avanzamos en el tema profesional. Tenemos un comando técnico completo con fisioterapeutas y nutricionistas. Por otro lado, el gestor deportivo tiene experiencia previa en el rubro y se nota que quiere aportar a nuestro crecimiento».
Desde su punto de vista, el nuevo equipo aún debe compenetrarse y afinar detalles en el campo de juego. «Entrenamos de lunes a viernes. Estamos disputando amistosos para conocernos y ver las mejores opciones. La meta es llegar a la semifinal para jugar una final. Todo es un proceso; pues ahora el fútbol femenino es más competitivo», revela. El año pasado, la Liga fue descentralizada, por lo que tuvieron que viajar a diversas provincias y adaptarse a esos espacios. Ahora participarán clubes de Cajamarca, Trujillo, Ayacucho, Iquitos y Arequipa.
Por el momento, quiere seguir aprendiendo del fútbol y llevarlo a la par de sus estudios superiores. Luego decidirá el camino indicado para ella, aunque me confiesa que le gustaría manejar ambas cosas.
Inclusive, no descarta la posibilidad de jugar en el exterior. Esta disciplina le ha permitido obtener un porcentaje de beca en la universidad y contar con la exposición necesaria para colaborar con diversas marcas e influir en las personas que quieren dedicarse a ello.
«Los comentarios negativos siempre están. Hay que ser profesional y disciplinado porque el sector deportivo lo requiere. He atravesado muchos obstáculos a lo largo de mi trayectoria profesional, pero si me hubiera rendido no estaría en la posición que tengo hoy en día», concluye. Luego de conversar con Anasophia, soy consciente de que he presenciado el futuro del deporte rey. //