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Herencia familiar
Paola Palacios tiene 45 años y unos 20 dedicados a la cocina. Con toda la experiencia adquirida, rememora constantemente como su gran mentora a Mamalucha, abuela y visionaria del restaurante Huancahuasi; cuya primera sede se mantiene en Huancayo y ya cumple el aniversario número 50.
Ese concepto de cocina andina fue trasladado a Lima. En primer lugar, a la avenida Javier Prado en el distrito de La Victoria; donde se hizo conocida por implementar técnicas modernas y realizar fusiones. Paola ha estudiado en una reconocida escuela de cocina y esto le permitió ser más creativa en el sector gastronómico.
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Luego, llegó el local de Pachacamac y el de La Molina, que consolidaron a Huancahuasi como una cadena de gastronomía andina, con un sello peruano muy valorado por compatriotas y turistas, los mismos que acuden a probar platos de larga historia como la papa a la huancaína con la crema hecha al batán.
Otros platillos sumamente solicitados son los tamales y humitas; los que tienen de protagonista a la trucha que llega desde Ingenio. De ahí salen la trucha frita y el ceviche de trucha. La patasca —sopa de carnes y mote reventado— o el caldo verde también son de los grandes favoritos, junto al chicharrón colorado con guarniciones andinas; además de los cuyes fritos o chac-