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EVOLUCIÓN FEMENINA
Por Claudia Aguilar Valdivia (*)
con ingresos que nadie podía imaginar. Los guantes, los sombreros, las carteras y los zapatos destacaron en los 50s. Lo importante era adornar a la mujer para que representara el papel impuesto por la sociedad. Reapareció el corsé con materiales menos rígidos que en el siglo XVI. También apareció el jean como prenda de moda. Al principio solo lo usaban los hombres, pero al poco tiempo las mujeres también empezaron a portarlo. En los 60s, el corsé había desaparecido y fue considerado como una pieza sexista. La mujer estaba cansada de su rol social, así que se revelaron por medio de movimientos feministas. Una tendencia sumamente importante de esta década fue la minifalda, diseñada para hacer énfasis en la sensualidad de las piernas. Aparecieron las botas gogo que llegaban hasta las rodillas y no tenían tacón. Las supermodelos y la delgadez también se pusieron de moda. Finalizando esta década surgieron los hippies, personas que iban en contra de la moda, ya que rechazaban el capitalismo. Su estilo de vestir incluía pantalones sumamente anchos, piezas hechas a mano, teñidas y elaboradas con telas naturales. Las mujeres dejaron de usar maquillaje y productos para el cabello. Muchas no portaban brasiers. Más adelante, la mujer obtuvo el poder social, político y laboral que tanto había buscado. La industria de la moda creció exageradamente y se empezaron a hacer distinciones entre los diferentes estilos que estaban en tendencia. Así llegó el siglo XXI, donde algunas féminas ya podían usar cualquier tipo de vestimenta sin ser discriminadas. Aún están presentes en un sinfín de estilos que han sido innovados a lo largo del tiempo, los cuales se renuevan continuamente para el consumo de las masas.
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(*)Diseñadora de modas