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Alejandro Aguado, Patagonia Ilustrada | Pág

ALEJANDRO AGUADO, PATAGONIA ILUSTRADA

Historietista, ilustrador, escritor, guionista, explorador y pionero. Investiga, escribe, dibuja, edita, publica, distribuye y difunde. Desde hace más de 30 años explora y registra las historias de la región.

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“Abordo temas regionales porque tengo acceso a las fuentes directas y las historias reales en Patagonia suelen superar a la ficción” cuenta Alejandro.

“Aprendí a valorarla tras algunos viajes a Europa y ver que residimos en una región muy única tanto por su historia y sus paisajes, aunque la mayoría de los propios patagónicos no lo sepan. Es una región donde todo se “descubre”, hay que andarla mucho y siempre sorprende. Puede que para muchos resulte peculiar porque estamos acostumbrados a que los contenidos mayormente nos llegan generados desde Buenos Aires o el exterior. La gente agradece y le interesa que le hablen de lo propio”.

¿Cuándo y cómo empezaste a investigar?

Llegué por el lado del dibujo. A principios de los ́’90 hacía historietas con temas históricos locales en el diario Crónica y un día agoté las fuentes que me servían de referencia (bibliografía, fotos antiguas). Comencé a recorrer la zona y encontré una serie de pueblos abandonados, entre ellos varios que estaban unidos por un riel. Averiguando sobre esos pueblos fui armando con testimonios e ilustraciones mi primer libro, que reconstruye la historia del ramal del sur de Chubut. Al mismo tiempo, estudiaba Comunicación Social y comencé a aplicar las técnicas de investigación, lo cual me resultó muy útil. Un libro me fue llevando a otro, haciendo una especie de rastrillaje de descubrimiento y reconstrucción histórica entre la costa y la cordillera, en la región central de Patagonia. Así concreté más de una veintena de libros. Siempre combinando distintos lenguajes y técnicas: investigación, distintos tipos de redacción, fotografía, ilustraciones, historietas, etc. Es decir, un mismo tema puede ser enfocado desde diversos lenguajes, que se enriquecen entre sí.

Publicaste en más de 10 países, recientemente en Lituania, y tu obra forma parte del archivo de la Biblioteca Nacional…

En realidad publiqué en más de una docena de países y en otros que no publiqué tienen mis libros en bibliotecas o dedicaron notas a mis trabajos. El gran problema que tengo, como le pasa a muchos otros autores, es que al residir en una región periférica o en el llamado “interior” nacional, pese a haber publicado en muchos medios de alcance nacional y más de 30 años de trayectoria, es que siempre me están “descubriendo”. En Argentina los que residen en el “centro” corren con la ventaja de tener difusión nacional. Esa es la gran diferencia entre unos y otros. Lo que siento es el reconocimiento de los lectores, ya que solicitan mis libros

o me escriben de todo el país y el exterior. Les estoy muy agradecido y son el mayor incentivo para seguir trabajando.

Lo de la Biblioteca Nacional me resultó muy valioso, ya que por iniciativa de ellos se rescató todo lo que fui haciendo desde principios de los ‘90 en historieta, tanto como editor y dibujante. Por ejemplo, allí están las colecciones completas de “Duendes del sur” (la primera de historietas de Chubut), el suplemento “El Espejo, de los dibujantes del sur” (agrupó la movida patagónica de los años 90 con más de 60 autores durante 89 números) y los casi 70 títulos de La Duendes. Lamentablemente en la región todo lo que tiene que ver con la cultura pasa al olvido rápidamente, y no se realizan rescates que los valoricen o conserven, por eso también fue importante lo de la Biblioteca Nacional, sino se hubiese perdido. Por peculiar que resulte, el primer rescate de la movida patagónica llegó de España.

Más de 30 libros publicados sobre Comodoro y la Patagonia ¿Qué historias te sorprendieron más?

Casi toda la historia de la región me sorprendió, porque era un mundo desconocido para los propios patagónicos. Un mundo muy similar al Far West de EEUU, en muchos sentidos. Lo que sorprende es que siempre hay historias nuevas y paisajes por descubrir. Es una historia muy intensa y rica, de la cual se debe haber rescatado apenas un 20 o 30 por ciento.

Hace poco publicaste "Don Casimiro, una vida de aventuras y leyenda en Patagonia" junto a Juan Dalfiume ¿Cómo surgió?

El origen del libro se remonta al año 2003, cuando entrevisté a dos de las hijas de Casimiro Szlapelis. En un principio iba a ser un libro de textos, pero lo abandoné por falta de tiempo, porque en esa época estaba retomando el dibujo. Varios años atrás conocí a Juan Dalfiume, que es uno

de los grandes maestros de la historieta argentina y de trayectoria internacional, creador de series que marcaron época y que trabajó con autores como Oesterheld (creador de El Eternauta), Carlos Trillo o Robin Wood (próceres de la historieta mundial). Hicimos algunos trabajos juntos y le propuse hacer una novela gráfica con la historia de Casimiro. Le gustó la propuesta, aceptó y me ocupé de la investigación y el guión. Nos llevó dos años. Trabajar con un autor que leía desde chico fue algo muy especial. A la vez, yo estaba trabajando en otra novela gráfica, sobre la

historia de Enrique Mosconi, así que no tenía tiempo de dibujar las dos a la vez. Una vez terminado el libro lo ofrecí a algunas editoriales de Buenos Aires y lo rechazaron por ser “muy localista”, según su criterio. Entonces lo edité por La Duendes y lo paradójico es que se agotó en pocos meses con una distribución limitada y se vendió a nivel nacional y en el exterior (a pedido de lectores). Lo “localista” resultó ser bastante internacional.

La historia de Szlapelis es inmensamente rica en contenido y muy única. De haber residido en un país como Estados Unidos, ya se hubiesen filmado varias películas basadas en su vida. Esa riqueza fue la que me motivó a reconstruir su historia. Por ejemplo, en su vida se cruzan personajes como el aviador Próspero Palazzo, el escritor y aviador francés Saint-Exupéry, el astronauta Michael Collins o Juan Domingo Perón. “Para el año 2022 tengo tres libros para publicar: uno de crónicas de viajes que se relaciona con el desastre ecológico del extinto lago Colhue Huapi, una novela gráfica histórica (obtuvo el 2 do premio de Novela Gráfica del Concurso de Letras del Fondo Nacional de las Artes) y una nueva edición ampliada y renovada sobre los seres fantásticos actuales de Patagonia (es una investigación reconstruida con textos, ilustraciones e historietas) Para la Editorial Universitaria de la Patagonia estoy adaptando y dibujando una novela gráfica

que reconstruye la historia del primer grupo de paleontólogos (los que buscan, y estudian dinosaurios) creado y formado en Patagonia (en la Universidad local). Está basado en el libro “No muy lejos pero hace tiempo…”, editado por la misma editorial. Es una historia muy hermosa y rica en contenido”.

Comodoro Natural

Portada por Romina Vargas

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